Sie sind auf Seite 1von 3

INTRODUCCIÓN

Como hemos venido estudiando hasta el momento, la caducidad es una institución jurídica de gran importancia, cuya finalidad es la de
brindarnos certeza y seguridad en nuestras relaciones jurídicas, por cuanto que pueden dar origen a la pérdida o extinción de un derecho,
instancia, facultad o recurso, en todos estos casos por no ejercitarse dentro del tiempo establecido para ello. De esta manera, dicha
institución viene a constituir medio de defensa que el demandado puede oponer o plantear en contra de la demanda, pretendiendo la
destrucción de la misma, para liberarse de sus efectos o de eximirse de la obligación de contestarla; encontrando su fundamento en la
base del principio de que nadie puede obligarse de por vida.
CAPITULO I,,DERECHOS DE FAMILIA, ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Durante el siglo XIX y hasta bien avanzado el siglo XX no se admitía ningún tipo de indemnización entre los miembros de la familia por
daños producidos entre ellos, motivados por los diferentes conceptos que se tenían tanto de la responsabilidad civil como del Derecho
de Familia. El Derecho de Familia estaba basado en la autoridad del páter, el estado tenía poca injerencia en el seno de la familia, los
poderes patriarcales y maritales eran cuasi omnímodos, la mujer no tenía igual derecho que el hombre, los niños eran considerados
personas sólo en la letra de la ley, la patria potestad era concebida como un conjunto de derechos, no existía la posibilidad de
contratación entre cónyuges y la autonomía de la voluntad no tenía ninguna cabida en la organización familiar. Con esa concepción de
la familia era muy difícil admitir que se conminara a la reparación del daño producido por uno de sus miembros a otro de ellos, ya sea a
consecuencia de un ilícito extracontractual o de un daño surgido de una relación contractual. Si bien todo el Derecho Poyado ha
evolucionado en estos últimos años, el Derecho de Familia es de los que particularmente ha sufrido más transformaciones, derivado en
gran medida de la evolución de las costumbres y del cambio en las reglas morales. Uno de los cambios más importantes es la evolución
de una estructura familiar jerarquizada basada en el dominio del páter familias a una estructura igualitaria, en la cual la mujer y el marido
se encuentran colocados en una posición igualitaria tanto en el gobierno de la familia como en la contribución a su sostenimiento. Por
otra parte, existe un menor énfasis en la idea de concebir a la familia como una estructura unitaria, mientras se pone el acento sobre la
autonomía individual de cada uno de los integrantes de la familia, a partir del reconocimiento de la personalidad singular como individuos.
Esta circunstancia en el ámbito conyugal permite que los cónyuges contraten entre sí, y por lo tanto que se les apliquen las reglas de la
responsabilidad contractual, y al mismo tiempo que respondan con sus propios bienes o con los gananciales de su administración por
las obligaciones por ellos contraídas.
2. DEFINICIÓN
Por derecho de familia se entiende el conjunto de normas jurídicas, que integrantes del Derecho civil, regulan la familia, entendida ésta
como institución natural y social, en todos sus aspectos del Derecho Privado. El Derecho de familia regula fundamentalmente tres
aspectos: • EL MATRIMONIO, a su vez, comprende las normas jurídicas relativas tanto a su celebración, como a sus efectos
personales y económicos, incluidos los regímenes económicos matrimoniales, y las distintas situaciones de crisis como son la nulidad,
la separación y el matrimonio. • LA FILIACIÓN, incluye tanto la filiación matrimonial como la extramatrimonial y la adoptiva, y en
último lugar la patria potestad. • LA TUTELA, comprende el conjunto de normas jurídicas referentes a la guarda y protección de
menores o incapacitados no sujetos a la patria potestad.
DÍAZ DE GUIJARRO, lo define como “el conjunto de instituciones jurídicas de orden personal y patrimonial que gobiernan la fundación,
la estructura, la vida y la disolución de la familia”. Afirma que es “el conjunto de normas que, dentro del Código Civil y de las leyes
complementarias, regulan el estado de familia, tanto de origen matrimonial como extramatrimonial, los actos de emplazamiento en ese
estado y sus efectos personales y patrimoniales”.
NATURALEZA JURÍDICA, Tradicionalmente se ha considerado que el derecho de familia es una rama del derecho civil; sin embargo,
puesto que este último se estructura sobre la base de la persona individual y dado que habitualmente se ha estimado que las relaciones
de familia no pueden quedar regidas solo por criterios de interés individual y la autonomía de la voluntad, en la actualidad gran parte de
la doctrina considera que es una rama autónoma del derecho, con principios propios. Sin embargo, para considerarse autónoma, es
necesario que se den tres supuestos: la independencia doctrinal, la independencia legislativa y la independencia judicial.
CADUCIDAD,,, RELEVANCIA JURÍDICA DEL TIEMPO , El Art. 109º de la Constitución establece: “La ley es obligatoria desde el día
siguiente de su publicación en el diario oficial, salvo disposición contraria de la misma ley que posterga su vigencia en todo o en parte”.
La incidencia del tiempo se da tanto en el Derecho Objetivo como en los derechos subjetivos y las relaciones jurídicas, ya que la
importancia de los hechos en el Derecho deviene de su verificación en un momento preciso o dentro de un espacio de tiempo
determinado. Así, en lo que al Derecho Objetivo se refiere, es de destacarse el principio de la temporalidad de las normas, según el
cual las normas legales entran en vigencia en un plazo determinado y a partir de entonces se hacen obligatorias hasta su derogación.
En lo que a los derechos subjetivos se refiere, el tiempo vinculado como está a la existencia misma de la persona sea natural o jurídica,
es un factor determinante y decisivo. Así, tratándose de las personas naturales, las relaciones jurídicas y sus derechos se fijan en el
tiempo de la concepción y el momento de su nacimiento, la edad corre con el transcurso del tiempo y por ejemplo la ley fija el necesario
para adquirir la capacidad de ejercicio (art. 42º C. C.). En la persona jurídica, su existencia es también temporal y hasta puede preverse
en el acto constitutivo.
FUNDAMENTO DE LA CADUCIDAD
Al estudiar la prescripción señalamos que su fundamento es el orden público, pues conviene al interés social liquidar situaciones
pendientes y favorecer su solución, sustentándose, por tanto, en la seguridad jurídica. Tratándose de la caducidad el orden público está
más acentuado que en la prescripción, puesto que su elemento más importante es el plazo previsto en la ley. Por ello, refiriéndose a los
plazos de caducidad, Josserand2 dice que funcionan como una guillotina, sin tener en cuenta ninguna consideración, son verdaderas
medidas de policía jurídica, libres de toda aleación.
PLAZOS DE CADUCIDAD
La norma es la expresión del orden público que gobierna la institución de la caducidad, pues solo la ley puede fijar sus plazos sin que
haya lugar a su fijación por pacto. Los plazos, como se sabe, están indesligablemente vinculados al transcurso del tiempo. Pero pueden
tener su origen en la autonomía de la voluntad de quienes los pactan o en el imperativo de la ley. Si el plazo se origina en la autonomía
de la voluntad privada, es el plazo voluntario que se constituye como una modalidad del acto jurídico y determina una limitación
deliberada puesta a la eficacia del que han celebrado y que sustenta su relación jurídica, ya que, si ha sido pactado como resolutorio o
extintivo, a su vencimiento deja sin efecto la eficacia del acto jurídico y extingue la relación jurídica creada, con el derecho integrado a
ella.
Pero si el plazo se origina en el imperativo de la ley, que lo establece como un genuino plazo extintivo es, por ello, un plazo de caducidad.
Su efecto es extintivo respecto de un derecho existente que, para hacer efectiva su pretensión, debió ejercitarse la acción
correspondiente antes de su vencimiento.
Este es el plazo al que se refiere el artículo 2004 y que se diferencia del plazo voluntario, en cuanto a sus efectos, pues el plazo
voluntario, salvo pacto en contrario, opera ex nunc, es decir, sin efecto retroactivo, y solo para el futuro el derecho deja recién de existir.
El plazo de caducidad, por el contrario, opera necesariamente ex tunc, es decir, con efecto retroactivo para extinguir el derecho como si
nunca hubiera existido. Debe tratarse, desde luego, de un derecho caducible pues ha nacido para ser ejercitado dentro del plazo prefijado
por la ley. El plazo extintivo o resolutorio que resulta del pacto produce una caducidad del derecho, pero no es, propiamente, un plazo
de caducidad si se atiende la diferenciación que hemos dejado trazada. Los plazos de caducidad, al contrario de los plazos de
prescripción que la ley fija de manera abstracta, se establecen de manera específica en relación a una situación jurídica concreta que
ha dado lugar al nacimiento del derecho, momento desde el cual comienza a computarse el plazo para su ejercicio. Por ello, son plazos
disímiles, fijados legalmente para cada caso, por lo que el Código no ha podido establecer plazos ordinarios o generales, como ocurre
con los de la prescripción extintiva. Los plazos de caducidad los fija la ley y extinguen tanto el derecho como la acción, en cambio los
plazos de prescripción extinguen solamente la acción" .
NATURALEZA JURÍDICA DE LA CADUCIDAD. La Caducidad es una institución jurídica que viene a constituir un medio de defensa
que el demandado puede oponer o plantear en contra de la demanda (excepción), pretendiendo la destrucción de la misma, para
liberarse de sus efectos o de eximirse de la obligación de contestarla.
La caducidad, se funda en base al principio de que nadie puede obligarse de por vida. Nuestra jurisprudencia ha recogido dicho criterio
a destruir el derecho, esto es, a “extinguir definitivamente el derecho material”.
Este “efecto destructor” inherente a la caducidad ha llevado a algunos autores a considerar a dicha institución como una forma de
extinción de obligaciones. No obstante, consideramos que dicha afirmación es absoluta, toda vez que la caducidad puede extinguir la
obligación aun cuando no haya sido invocada por el deudor vía excepción, ya que el Juez puede advertirla de oficio. Por otro lado, existe
un consenso en la doctrina al considerar como fundamento de la caducidad a la seguridad jurídica.Es por ello, que el sustento de la
caducidad, es que el derecho no quiere que los deudores estén sujetos a la incertidumbre de pretensiones eternas de sus acreedores
ya que ello generaría un estado de inseguridad en las relaciones jurídicas. Por tal razón, como bien señala Rubio Correa, a fin de no
proteger eternamente a titulares de derechos no ejercidos, y de dotar de seguridad a las relaciones jurídicas, el derecho ha establecido
plazos de tiempo que, luego de transcurridos automáticamente hacen desaparecer tal protección . la caducidad, al contrario que en la
prescripción, es irrelevante hacerla valer en vía de acción. Como la caducidad extingue el derecho del pretensor en una relación jurídica,
éste no tiene posibilidad jurídica de accionar y, por tanto, el sujeto a quien correspondía el deber jurídico no tiene ningún fundamento
para que se declare la extinción de un derecho cuya pretensión no puede hacerse ya valer contra él. En resumen, la caducidad es un
medio de extinción de derechos subjetivos emergidos de una relación jurídica con el carácter de caducibles y que, por ello, si no se
ejercitan en el plazo previamente establecido, se extinguen.
AMBITO DE LA CADUCIDAD
Atendiendo al postulado del Art. 2003º, es conveniente delimitar el ámbito de la caducidad, pues no todos los derechos son susceptibles
de ellal. Sólo son caducibles los derechos subjetivos que emergen de la relación jurídica con un plazo prefijado para su ejercicio, sean
de carácter patrimonial o extrapatrimonial.
Algunos ejemplos de Caducidad en nuestro Código Civil peruano:
• El derecho de solicitar la anulabilidad del matrimonio por quien lo contrajo bajo intimidación (Art. 277º, inc.6). El plazo de caducidad –
de 2 años- se computa desde la celebración del matrimonio.
• El derecho del desheredado de contradecir la desheredación (Art. 750º). El plazo de caducidad –de 2 años- se computa desde la
muerte del testador o desde que el desheredado toma conocimiento del contenido del testamento.
• El derecho de repetir lo pagado indebidamente (Art. 1274º). El plazo de caducidad – de 5 años- se computa desde la fecha de efectuado
el pago.
• El derecho del comodante para reclamar por el deterioro o modificación del bien (Art. 1753º). El plazo de caducidad –de 6meses- se
computa desde que recuperó el bien
Asimismo, es necesario indicar que dentro del ámbito se tiene la característica primordial del plazo de caducidad de ser de orden público,
determina que la norma autorice al órgano jurisdiccional a declararla de oficio o a petición de parte, contrario a lo que ocurre con la
prescripción, respecto de la cual el órgano jurisdiccional no puede declararla si no ha sido invocada (artículo 1992).
El órgano jurisdiccional está, pues, autorizado a declarar de oficio la caducidad, obviamente cuando el plazo ha transcurrido y se
encuentra manifiestamente vencido. La parte perjudicada por la declaración podrá impugnar la declaración si es que puede sustentar el
onus probandi en el ya acotado inc. 8 del artículo 1994.
DERECHOS CADUCABLES O CADUCABLES
Hay que aclarar desde ya, que no todos los derechos son caducables. Solo serán susceptibles de caducidad aquellos derechos
subjetivos que emergen de la norma legal que regula la situación jurídica con un plazo prefijado para su ejercicio, pero, que al estar
dispersos en toda la legislación dichos plazos, esto es, al no ser exclusivos del código civil, trataremos de ser exhaustivos, pero considero
que es una posibilidad que siempre alguno se nos quede en el tintero.
Entre los derechos caducables tenemos:
Derechos familiares caducables, Son derechos personales con una característica especial fundada en el vínculo de parentesco o en las
instituciones de amparo familiar
CONCLUSIONES
• La caducidad en el fenómeno procesal de declarar extinguida tu derecho y la acción por no iniciar ante la jurisdicción competente
dentro del término definitivo establecido por el ordenamiento jurídico para ello. Opera la caducidad ipso iure, vale decir, que el juez
puede y debe decretarla oficiosamente cuando verifique el hecho objetivo de la inactividad del actor en el lapso establecido en la ley
para iniciar la acción. Respecto a los Derechos familiares caducables son derechos personales con una característica especial
fundada en el vínculo de parentesco en las instituciones de amparo familiar.

Das könnte Ihnen auch gefallen