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Introducción
Etiología
-Virus
Durante muchos años, el virus de la parainfluenza canina tipo 2 (VPiC-2) se ha
considerado como el virus más frecuentemente aislado en perros con TBI. La
infección normalmente provoca tos de duración corta y autolimitante con efectos
sistémicos mínimos.
Aunque es sabido que el virus del Distemper o moquillo canino actúa de forma
sinérgica con el VPiC-2 y B. bronchiseptica, no se considera un patógeno primario
causante de TBI.
Otros virus como el herpesvirus canino (HVC) y reovirus 1, 2 y 3, se han aislado
ocasionalmente de perros con tos.
-Bacterias y micoplasmas
Otras bacterias aisladas del tracto respiratorio en perros con TBI incluyen
Streptococcus sp., Pasteurella sp., Pseudomonas y varios coliformes. Aunque son
consideradas invasoras oportunistas, las infecciones bacterianas secundarias son
causa de graves complicaciones (neumonía y sepsis) que ponen en peligro la vida
de los pacientes con TBI.
Epidemiología
Los agentes causales de TBI se trasmiten hasta por 2 semanas pos infección,
mientras que la eliminación de Mycoplasma sp. y B. bronchiseptica puede durar
por 3 meses o más.
Signos clínicos
De forma característica, los signos clínicos de la TBI incluyen tos paroxística,
frecuentemente asociada a arqueamiento y expectoración en un paciente que, por
lo demás, se encuentra sano y activo. La inflamación de las cuerdas vocales, en
asociación con laringitis, puede resultar en una tos fuerte, de tono alto
frecuentemente descrita como graznido de ganso o de foca. El arqueamiento y la
expulsión de moco después de un episodio de tos pueden malinterpretarse por el
propietario como vómito. Sin embargo, las secreciones expulsadas, no se
observan de forma constante debido al pequeño volumen y la tendencia del perro
a deglutir las secreciones expectoradas. Se pueden observar anorexia, fiebre y
letargia en perros infectados durante un brote. El inicio de los signos clínicos
frecuentemente se presenta de 3 a 10 días post-exposición. El examen físico
generalmente no es relevante; el reflejo tusígeno es inconstante y no es un
hallazgo clínico específico.
Un segundo y más severo síndrome respiratorio se ha observado en perros sin
previa vacunación o exposición a la infección natural. Aunque la tos puede estar
presente el signo clínico predominante está asociado a secreción nasal y ocular de
mucoide a mucopurulenta. La neumonía puede ser un factor complicante que en
algunos casos puede poner en riesgo la vida, particularmente en cachorros. Los
perros afectados presentan fiebre, letargia, anorexia y pueden mostrar cierto grado
de dificultad respiratoria.
Diagnóstico
Tratamiento
Prevención
Literatura revisada
Ettinger S.J., Kantrowitz, B.: Diseases of the Trachea. In Ettinger, S.J., Feldman,
E.C., editors: Textbook of Veterinary Internal Medicine, 6th. Ed., U.S.A., 2005,
Elsevier Saunders.