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LASES BÍBLICAS PARA NIÑOS Y NIÑAS

1. MISION
1.1. Transformar la vida de cada niño y de cada niña.
1.2. Guiarlos a conocer cada día mas de Jesús.
2. VISION
2.1. La enseñaza biblica es un medio eficaz para enseñarle a los niños y niñas a conocer de Dios, y
asi transformar su manera de pensar y asi cambiar su manera de vivir para un presente mejor.
2.1.1. También se les perfecciona en buenos valores, en las cosas practicas de la vida cotidiana,
para hacer de ellos personas con un liderazgo victorioso.
3. OBJETIVOS: El objetivo esta enfocado en la formacion de los niños y las niñas en una
congregacion brindandoles enseñanzas de calidad, en busca de Dios.
3.1. 1. Que los niños y niñas conozcan a jesus como su salvador personal.
3.1.1. 2. Prepararlos para la obra de Dios, enseñándoles y motivandoles en la obediencia para que
puedan crecer en amor unos con otros.
3.1.1.1. 3. Descubrir sus dones y talentos y que los pongan al servicio de Dios, y así poder formar
futuros lideres bajo principios cristianos.
4. REVISTAS DIGITALES
4.1. Revista la fuente
4.1.1. Revista de la Biblia
5. PROPÓSITO: Es bendecirles con cada enseñanza y de esa forma puedan ser niños
obedientes a sus padres, y que puedan cumplir el propósito para lo cual fueron creados. Y de
esa forma en un futuro puedan tener matrimonios de bendición.

Lección 1: Jesucristo es Dios

Querido(a) amigo(a):
Como Dios nos ama tanto, nos dio el regalo más
maravilloso posible. Nos dio a su Hijo el Señor Jesucristo,
para ser nuestro Salvador. La Biblia dice:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Dios quiere que sepamos quién es Jesús y lo que ha hecho
por nosotros, así que Dios nos dio cuatro relatos de su
vida. Estos libros de la Biblia se llaman “evangelios” y sus
nombres vienen de los cuatro hombres que Dios eligió para
escribirlos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan
Al comienzo de su Evangelio,Juan nos habla del Señor
Jesucristo, y lo llama el “Verbo”. Juan escribió: “En el
principio era el Verbo [el Señor Jesús], y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1).
El Señor Jesús siempre ha existido. Antes que fueran creados
la tierra, el sol, la luna o las estrellas, Él estaba El Club del
Buzón presenta… allí con Dios Padre. Él es el Hijo de Dios.
Pero hubo un tiempo en que Él se hizo hombre y vivió aquí
en la tierra. La Biblia dice: “Y aquel Verbo [el Señor Jesús]
fue hecho carne [fue un hombre], y habitó entre
nosotros…” (Juan 1:14).

Cientos de años antes de que naciera Jesús, Dios le dijo al


profeta Isaías que un día nacería un niño milagro. Isaías
escribió: “He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un
hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14). El nombre
“Emanuel” quiere decir “Dios con nosotros”. El niño
prometido por Dios sería Dios y viviría con nosotros.
Jesús realmente fue un niño milagro porque no tuvo padre
humano. Su madre María era virgen, una mujer pura y
soltera que nunca había tenido relaciónes sexuales con
ningún hombre. Estaba comprometida con José, pero la
Biblia dice: “…antes que se juntasen, se halló que había
concebido del Espíritu Santo” (Mateo 1:18).
Jesús es el Hijo de Dios. Siendo aún niño ya quería hacer la
voluntad de su Padre celestial. Le dijo a sus padres terrenales:
“Debo estar en los negocios de mi Padre”. La Biblia dice:
“Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con
Dios y los hombres” (Lucas 2:52).
Cuando Jesús tenía treinta años comenzó su ministerio
público. Fue bautizado por Juan el Bautista. Durante su
bautismo se abrieron los cielos y el Espíritu Santo bajó sobre
Él en forma de paloma. Dios Padre habló desde el cielo
diciendo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia” (Mateo 3:17).

A Satanás le gusta poner ideas falsas de Dios en la mente de


la gente. Dios quiere que tengamos ideas correctas de Él, por
eso mandó a su Hijo para que nosotros sepamos de verdad
cómo es Él. La Biblia dice: “A Dios nadie le vio jamás; el
unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a
conocer” (Juan 1:18).
Jesús nos enseñó y nos mostró que Dios nos ama a pesar de
nuestros pecados. Dios conoce todos nuestros pecados, pero
nos ama tanto que no quiere que nadie se pierda. La Biblia
dice que Dios no quiere “que ninguno perezca, sino que
todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).
Una vez algunas madres trajeron a sus niños a Jesús para
que los bendijera. Jesús amaba a los niños y ellos lo
amaban a Él. Los tomó en sus brazos y los bendijo.
Los discípulos probablemente creyeron que los niños
estaban estorbando a Jesús, entonces les dijeron a las
madres que se los llevaran. Cuando Jesús vio lo que hacían
los discípulos se disgustó mucho. La Biblia dice que estaba
“enojado” y les dijo a sus discípulos: “Dejad a los niños
venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el
reino de Dios” (Marcos 10:14).
¿Cómo es Dios? ¡Es como Jesús! El Señor Jesús dijo: “El que
me ha visto a mí, ha visto al Padre…” (Juan 14:9). Por eso
sabemos que Dios realmente ama a los niños.

Jesús dijo que Él era el Hijo de Dios. Lo demostró por las


grandes obras que hizo, veamos solo algunas:
• Jesús calmó el viento y el mar. En Mateo 8 leemos el
relato de cuando Jesús estuvo en un pequeño bote con sus
discípulos. Jesús se durmió, y mientras dormía se levantó
una gran tormenta. La tormenta era tan fuerte que los
discípulos creyeron que se iban a hundir. Asustados
despertaron a Jesús diciendo: “¡Señor, sálvanos, que
perecemos!”

Jesús se levantó y reprendió al viento y a las olas.


Inmediatamente el viento dejó de soplar y el mar se
aquietó. Los discípulos estaban asombrados y dijeron:
“¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le
obedecen?” (Mateo 8:27).
• Jesús tenía poder sobre los espíritus malignos. Los malos
espíritus son siervos de Satanás, a veces entran en las
personas y les hacen hacer cosas terribles. Cuando Jesús le
ordenaba a alguno que saliera de una persona, éste le
obedecía al instante. Los malos espíritus saben que Jesús es el
Hijo de Dios. Marcos 5 habla sobre esto.
• Jesús sanó toda clase de enfermedad. Él restauró la vista a
los ciegos, hizo que los sordos oyeran y que los cojos
caminaran (Lucas 4:38-40).
• Jesús tenía poder hasta para resucitar
personas.Supongamos que un amigo tuyo muere y tú vas al
funeral. De pronto el predicador se acerca al ataúd y le dice
al muerto, “¡Levántate!”, y la persona se levanta y camina.
¿No sería esto la cosa más asombrosa que hubieras visto?

Esto pasó de verdad cuando Jesús estaba aquí. Él es Dios y


resucitó a tres personas. Una de ellas fue su amigo Lázaro,
quien llevaba muerto cuatro días cuando Jesús llegó a la
tumba. Jesús dijo, “¡Lázaro, ven fuera!” Lázaro vino
caminando de la tumba todavía vestido en su mortaja (Ver
Juan 11).
Jesús no vino al mundo solamente para hacer grandes obras;
la razón más importante fue que vino para morir por
nuestros pecados y así salvarnos. Cuando Juan el Bautista vio
por primera vez a Jesús, exclamó: “He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).
En la cruz, Jesús recibió el castigo por nuestros pecados.
Cuando estaba muriendo, dijo: “¡Consumado es!” Él pagó el
castigo por nuestros pecados. Somos salvos al creer en Él. La
Biblia dice: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo…”
(Hechos 16:31).
1. Jesucristo es Dios. Jesús dijo, “Yo y el Padre uno
somos” (Juan 10:30).
2. Dios Hijo ha estado aquí. ¡Piénsalo! ¡Dios ha estado en
esta tierra! La Biblia habla de Jesús con estas
palabras: “indiscutiblemente, grande es el misterio de la
piedad: Dios fue manifestado en carne…” (1 Timoteo
3:16).
3. Jesucristo pagó el castigo por nuestros pecados. Dios
perdona todos nuestros pecados cuando aceptamos a
Jesús como Salvador. Jesús murió por nuestros pecados y
Dios nos perdona por medio de Jesús. La Biblia dice: “Os
escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han
sido perdonados por su nombre” (1 Juan 2:12).

“Padre, yo creo que Jesucristo es tu Hijo, y que murió por


mis pecados. Es maravilloso pensar que Jesús me amó tanto
que voluntariamente dio su vida por mí. Te quiero, y creo
en tu Hijo, el Señor Jesucristo. Oro en el nombre de Jesús”.

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