Relación
espiritual
Etapas de la relación Gurú-discípulo
Sant Darshan Singh Ji Maharaj
La necesidad de un Maestro espiritual
es esencial en las enseñanzas de Sant
Mat. De hecho, la palabra «Sant»
quiere decir «Santo» o «Maestro», y
«Mat» quiere decir «sendero». Por lo
tanto, este es el sendero de los Santos.
Al tiempo que honramos la vida y el
trabajo de los Maestros en todas las
tradiciones y tiempos, Sant Mat resalta
la importancia de los Maestro vivientes,
quienes han alcanzado el más alto
nivel en su evolución espiritual, fundir
sus almas en Dios y les pueden ayudar
a otros a lograr esa misma meta. La
relación espiritual entre el Maestro y el
discípulo tiene muchas dimensiones,
tanto externas como internas. Al
nivel externo, nosotros, como seres
humanos, necesitamos relacionarnos
con otro ser humano – un Maestro
viviente – para educarnos y apoyarnos
a medida que avanzamos en el camino
Maestro-
discípulo
espiritual. La forma física del Maestro
llega a ser nuestro amigo, consejero y
guía. Pero el sendero espiritual es un
camino interno; e incluso la relación
externa entre el Maestro y el discípulo,
que es tan satisfactoria emocional
e intelectualmente, no se limita a la
forma humana. No es un fin en sí
mismo. Como solía decir Sant Kirpal
Singh Ji, esta relación comienza en
el cuerpo, pero termina en el alma.
La relación externa que tenemos con
el Maestro tiene que ver totalmente
con la formación y ayuda en nuestro
trabajo interno, para poder trascender
la conciencia física, penetrar nuestro
interior y reconocer lo que en verdad
somos—almas, gotas de la divinidad.
En esta lectura de Sant Darshan
Singh Ji, el Maestro divide la relación
Maestro-discípulo en tres etapas
diferentes.
Satsang Semanal, Semana #22
En el ámbito externo, o munda-
no, nos referimos al Maes-
tro como Gurú. A través del amor
infinito él nos atrae hacia sí mismo.
Nos explica la teoría, nos ayuda a re-
solver las dudas y responde nuestras
inquietudes. Nos aconseja y da guía
aun en nuestros problemas munda-
nos. Pero lo que es más importante,
es que nos enseña a cómo elevarnos
por encima de la conciencia del
cuerpo e ir internamente. Forja en
nosotros un vínculo con el poder del
Naam y bajo su guía aprendemos a
morir en vida.
Una vez hemos aprendido a viajar
internamente y trascendemos la con-
ciencia del cuerpo, entramos a los
reinos internos. Al cruzar las estre-
llas, la luna y el sol internos, llegamos
cara a cara con la forma radiante del
Maestro. En ese punto de nuestro
desarrollo, entramos a una nueva
relación con el Maestro. Esta es la
segunda etapa en la Maestría. Ahora
pensamos en él como el Gurudev. Su
forma es más bella y más resplande-
ciente que la forma que conocemos
en este mundo físico. Nos lleva bajo
sus alas y nos ayuda a trascender
etapa por etapa, no sólo el plano físi-
co, sino también el astral y el causal.
Nos lleva a un estado más allá de
estos tres mundos, en donde el alma
se yergue purificada por completo
habiendo dejado toda traza de mente
y de materia.
***
Este es el estado que alcanzamos
cuando trascendemos los planos
físico, astral y causal. El Maestro
ahora se convierte en el Verbo perso-
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…lo que es más
importante, el
Maestro o Gurú
nos enseña a
cómo elevarnos
por encima de
la conciencia
del cuerpo e ir
internamente.
nificado o Shabd Swaroop. Primero
nos absorbe en sí mismo y nos hace
indivisibles de él, luego nos trans-
porta aún más alto, hasta poder estar
cara a cara con el Creador. En esta
etapa no hay ni uno, ni dos, ni tres.
El alma, el Maestro y el Creador son
solo uno, ya no hay conciencia de
identidades separadas. Es un estado
más allá de cualquier descripción.
En las últimas etapas, cuando el alma
ha sido limpiada de todas las impu-
rezas de mente y materia, el Gurú o
Maestro, es reconocido al final como
uno con la Verdad e inseparable
del Señor mismo. Esta es la tercera
etapa de la Maestría. Él es visto como
el Satgurú, el verdadero Maestro,
como aquel que es indistinguible del
Principio Primario. Tal es la grande-
za en verdad del Satgurú, del verda-
dero Maestro, que nos da el regalo
del Naam y con ese regalo, nos da el
impulso de la Vida Eterna. §
 El cuidado del Maestro
Sant Kirpal Singh Ji Maharaj
Existen tres niveles en la relación
espiritual con un Maestro: El primer
nivel es con la forma física del Maestro
como nuestro profesor y guía, de
quien aprendemos la técnica de la
meditación y como llevar una vida
espiritual que nos ayude a trascender
la conciencia del cuerpo. Segundo, con
el Maestro como nuestro Gurudev,
o su forma radiante interna, que al
trascender la conciencia del cuerpo
sale a nuestro encuentro y nos guía
a través de los planos espirituales.
Por último, con el Maestro como
Satguru—o la Verdad misma, como
el Poder de Dios no manifestado, que
es nuestro Verdadero Hogar. En la
siguiente lectura el Maestro Kirpal
Singh Ji describe el primer nivel de
esta relación.
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La relación entre el Maestro y el
discípulo es de carácter úni-
co sin paralelo en la tierra. Empero
los Santos han tratado de hacernos
comprender algo de ello. Mientras
que todas las conexiones y ataduras
mundanas están manchadas más o
menos de egoísmo, la relación Maes-
tro-discípulo es claramente de amor
desinteresado.
Apenas por analogía, podemos
pensar en el amor de una madre por su
hijo. Una criatura al nacer es sólo una
masa tierna desvalida de carne y hueso.
No se puede expresar ni exterioriza sus
necesidades, tampoco puede cuidarse,
pero su madre protege con ternura ese
pedacito de humanidad. Ella atiende
cada una de sus necesidades y procura
su comodidad. En su felicidad reposa
la felicidad de la madre y con sus tris-
tezas, se siente angustiada. Día y noche
Satsang Semanal, Semana #22
trabaja sin cansancio por el bienestar
de la criatura y no hay una privación
demasiado grande para ella. Se sacrifi-
ca para que su pequeñín tenga todo lo
que le pueda proporcionar, e incluso
está dispuesta a darle su vida.
Conforme va creciendo, el niño
empieza a embeberse en el amor de
su madre. Los bondadosos rayos de
amor pasan de unos ojos a otros. En
un lenguaje mudo empieza su prime-
ra lección de amor. Gradualmente le
enseña al pequeñín a hablar, primero
en sílabas entrecortadas y el deleite
de la madre no conoce límites al ver
coronados sus esfuerzos, hasta que se
forma lo suficiente como para poder
cuidarse solo.
Exactamente de la misma forma,
cuando un Maestro acepta a una
persona, ésta, por decirlo así, nace por
segunda vez en la casa del Maestro.
Llega al rebaño del Maestro lleno de
apegos mundanos y teñido fuertemen-
te con las tonalidades más oscuras de
la mente y la materia. Está tan identi-
ficado con su cuerpo y las relaciones
corporales que le es imposible pensar
que es algo distinto.
Con toda su sabiduría mundana, por
mucha riqueza, nombre y fama que
pueda tener, está vacío en cuestiones
espirituales. Por haber vivido en el pla-
no sensual toda su vida, no es conscien-
te de nada que no sea el placer de los
sentidos, lo cual es todo para él.
Al nacer en la casa del Maestro, él
toma sobre sí mismo una inmensa
carga de responsabilidad. Con ins-
trucciones y atención individual,
gradualmente separa al alma o jiva
(alma encarnada) de los placeres de los
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sentidos. Le dice al discípulo que no
es ni el cuerpo, la mente, el intelecto,
sino algo más glorioso, alma o espíritu,
que ha sido dotado por la naturaleza
con diversas facultades para colmar un
elevado propósito en la vida. Mediante
la disciplina espiritual, el Maestro lo
capacita para liberar su mente de las
oscilaciones mentales. Desarrolla con
esto un estado de equilibrio y así em-
pieza a evaluar la vida desde un ángulo
diferente. Toda su perspectiva cambia y
alborea en él una conciencia espiritual.
Ya deja de ser esclavo de sus sentidos
empeñado en ocupaciones sensuales,
para encontrar satisfacción, paz y sere-
nidad interna que lo mantienen todo
el tiempo en el asiento de su mismo
Ser. Todo esto es el trabajo del Maestro
y mucho más. Lavar a un alma, jiva, de
las impurezas del mundo hasta dejar-
lo limpio no es una tarea simple, sin
embargo, es completamente necesario
para una vida espiritual.
El discípulo tiene que ser halado
por encima de los sentidos, mente e
intelecto, y esto nadie, sino un Maes-
tro lo puede lograr. Detener el curso
del enorme torrente de las corrientes
sensorias que fluyen precipitadamente
hacia el mundo y mantenerlas en su
centro, es en sí una tarea gigantesca.
El siguiente trabajo del Maestro es aún
más importante que éste.
Después del proceso preliminar de
limpieza, Él remueve las escamas del
ojo interno y le da visión y Luz; rompe
el sello del oído interno haciendo que
el alma, jiva, escuche la música interna
del alma. Por medio de su atención y
cuidado individual, del escombro y
basura que era, lo transforma en un
experto—apto para comprender y sufriente y ora para que puedan salvarse
disfrutar el lenguaje que no se habla y del fuego imperceptible en el que se es-
la ley de Dios que no tán consumiendo.
está escrita, así como El Satgurú es el
para llevar a cabo verdadero amigo
acciones sin la ayuda del discípulo. Lo
de los órganos y las salva de situa-
facultades externas. ciones tensas y
*** sin esperanza. Él
Él toma en sus va en su ayuda
propias manos todo cuando ha perdi-
el proceso de des- do toda ilusión y
enredar del alma consuelo, y está
las impresiones del rodeado de fuerzas
karma. Habiéndolo aparentemente
liberado del plano poderosas confa-
sensual por medio buladas contra él.
del proceso de in- De vez en cuando
vertir sus corrientes el discípulo siente
sensorias, para que la fuerte influencia
puedan fluir hacia del Maestro que
arriba, el Maestro trabaja para su
impide que siem- bien. En ocasiones
bre más semillas de
karmas para futuras
…el discípulo con el Maestro actúa
en una forma tal
cosechas; y cualquier toda su sabiduría que al discípulo le
violación que aún es difícil compren-
pudiese cometer mundana, por der. Tal como una
debido a la debilidad
de la carne, el mismo
mucha riqueza, madre que espera
en la madrugada
Maestro, suave y nombre y fama a que despierte su
firmemente se ocupa hijo dormido, así
de ello aquí en la tie- que pueda tener, el Maestro, con
rra, sin dejar ningún
saldo por transferir. está vacío en más ansiedad aún,
espera anhelante el
***
Es sólo el amor la
cuestiones momento en que el
discípulo, impreg-
fuerza unitiva que espirituales. nado como está, de
conecta al Maestro y profunda igno-
al discípulo. Median- rancia nacida de la
te una compasión sin límites, entrega mente y la materia, levante su cabeza,
el mensaje de Dios a la humanidad mire hacia él y se le alegre el corazón. §

Pag. 5 Satsang Semanal, Semana #22

 El estado de unidad
Sant Darshan Singh Ji Maharaj
Esta etapa final de la relación
Maestro-discípulo es el estado de
unidad entre el alma y Dios, a la
que se refieren todas las escrituras
como la verdadera meta de la vida
para cada uno de nosotros. Los
Maestros no han hablado mucho
de esta experiencia, quizás como a
menudo ellos mismo lo dicen, no
hay un lenguaje adecuado para
describirla. Es muy inspirador
encontrar algún material escrito por
los Maestros, que al menos nos dé
una idea de cómo es esa experiencia.
En este artículo especial de Sant
Darshan Singh Ji, el Maestro, habla
acerca de su propia experiencia de la
unión con el Señor.
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He tenido momentos de auto-
olvido, momentos que se han
convertido en períodos de bienaven-
turanza, en períodos de éxtasis porque
me he encontrado cara a cara con mi
Maestro. Me he inclinado a sus pies de
loto, me ha tomado entre sus brazos,
me ha palmoteado y luego, ya que es
muy amable, el Maestro más bondado-
so que el mundo jamás haya visto, no
sólo me ha tomado entre sus brazos,
sino que me ha hablado internamente.
Luego me ha elevado por encima de
la conciencia del cuerpo, llevándome
a los planos superiores, dejando atrás
las estrellas, la luna y el sol y volvién-
dome uno con Él en su forma radiante,
en su forma resplandeciente. Él me ha
dado momentos de eternidad, más allá
de las limitaciones del tiempo y del
espacio y luego dándome una mirada
de amor y un impulso en los planos
superiores, me ha transportado a los
más altos reinos de la espiritualidad. En
el camino me ha presentado a diversos
Maestros que han bendecido esta tierra
desde tiempos inmemoriales, ha hecho
los arreglos para nuestra conversación.
Hemos hablado en un idioma que no
tiene lengua, que no tiene palabras ni
alfabeto. Hemos conversado en el len-
guaje eterno, aquel que aún ahora usan,
los amantes divinos. El lenguaje que
perdurará hasta el final de los tiempos.
Esa ha sido la gracia del Maestro.
Después de haberme llevado a
nuestro Hogar Eterno, Sach Khand,
me transportó a planos más elevados,
conocidos como Alakh y Agam, esas
regiones que son insondables, que están
más allá de la imaginación humana.
Luego, llegamos a Anami, la última
región, aquella que no tiene fronteras,
que no tiene limitaciones, que no tiene
nombre. Podemos nombrar todas las
cosas cuando estamos en el plano físico,
cuando estamos en el plano astral o
causal—pero cuando vamos más allá de
estos planos, las palabras no nos sirven
y lo único que podemos decir es que
somos de la misma esencia de Dios.
A medida que progresamos espiri-
tualmente, nuestra pasión y anhelo se
intensifican más y más hasta llegar a los
pies de loto de nuestro Generoso Crea-
dor. Todo esto se logra a través de un
proceso, que es la ciencia más perfecta.
***
Hablamos acerca de «ser uno», pero
esto no es más que una frase atractiva—
sólo son palabras de dientes para afue-
ra. En verdad, es cuando aprendemos el
arte de morir en vida, que alcanzamos
el estado en que podemos hablar de
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manera consciente sobre la Paternidad
de Dios y la hermandad del hombre.
Sólo podemos alcanzar este estado
elevándonos por encima de la concien-
cia del cuerpo con la ayuda de la Luz
de Dios y la Música de las Esferas, al
cruzar las estrellas, la luna y el sol in-
ternos y estar cara a cara ante la forma
refulgente, radiante, centelleante y en-
cantadora de nuestro Amado Maestro.
Es sólo cuando alcanzamos este estado
cuando nos perdemos por completo en
la belleza de nuestro Maestro, cuando
nos unimos del todo a él. Allí llegamos
al primer estado del misticismo cono-
cido como Fana Fil Sheikh o la unión
total con el Maestro.
Sólo cuando nos fundimos en
nuestro Maestro es que podemos ver
su imagen en todo lo de este mun-
do. Vemos la imagen del Maestro en
todas las formas de la creación: en
las hojas, las flores retoñando, los
insectos, los pájaros, los cuadrúpedos
y en todos los seres humanos. Sólo
en esta etapa podemos proclamar, en
un grado elemental, que creemos en
la unidad de Dios. Hasta no haber
alcanzado ese estado, todas nuestras
expresiones, todas nuestras procla-
mas, todas nuestras afirmaciones
a este respecto serán sólo palabras
vacías; carentes de la verdad. Una
vez llegamos a ser uno con nues-
tro Maestro, entonces él nos lleva a
través de los estados superiores, bajo
sus propias alas protectoras a los tres
primeros planos. En el segundo plano
tenemos la mente astral y causal.
En el tercer plano sólo tenemos la
mente causal. Después de sumergir-
nos en la alberca de inmortalidad,
Satsang Semanal, Semana #22
 El Satgurú es el verdadero amigo del
discípulo. Lo salva de situaciones tensas
y sin esperanza. Él va en su ayuda cuando
ha perdido toda ilusión y consuelo, y
está rodeado de fuerzas aparentemente
poderosas confabuladas contra él.
el Agua de Vida y cruzar al tercer
plano, alcanzamos la cuarta región.
Entonces podemos deshacernos de
nuestras cadenas de la mente—tanto
astral como causal. Allí podemos ver
al alma en su gloria prístina. Ella se
habrá liberado de su cuerpo físico;
habrá pasado todas las tentaciones
físicas y empezado a entender todo
acerca de su naturaleza divina, pero
aún tiene que alcanzar la unidad con
su propia fuente que es Dios. Es en
este estado que el amante y el Amado
han retirado todos los obstáculos, to-
dos los impedimentos y aquí el alma
suplica e implora por la unión con su
Señor, con su Esposo Eterno.
Es la gracia del Maestro divino, de
Dios mismo trabajando en el polo
humano a través de todos los universos,
que también podemos cruzar el cuar-
to y quinto plano. El quinto plano es
Sach Khand, el cual reclamamos como
nuestro Hogar eterno. Pero, incluso este
Hogar debe ser abandonado para alcan-
zar a nuestro Esposo Eterno, Dios, el
Absoluto, quien tiene una morada aún
más elevada. Es de nuevo bajo las alas
protectoras del Maestro Viviente que
cruzamos Sach Khand y las regiones de
Alakh, Agam y Anami para fundirnos
en Dios. Perdemos totalmente nuestra
identidad y alcanzamos la comunión
con el Señor. §

SEDE INTERNACIONAL - KIRPAL ASHRAM SEDE EN OCCIDENTE

Sant Kirpal Singh Marg, Vijay Nagar, Delhi 110009, India 4045 Naperville Rd, Lisle, IL 60532 USA
Tel: 911-2-722-2244 Tel: 630-955-1200

ARGENTINA BOLIVIA BRASIL

0054-011-44314167 591-60131316 0055-31-987833471
CHILE COLOMBIA COSTA RICA
056-9-9850-8574 57-4-2644453 / 57-4-2647199 506-8944-7180
ECUADOR EL SALVADOR ESPAÑA
593-2-243-8936 503-7860-8413 34-91-699-39-72-94 / 34-91-657-899-784
GUATEMALA HONDURAS MÉXICO
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PANAMÁ PERÚ REP. DOMINICANA
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