Desarrollo Humano

José J. Servín Buitimea 14130200

Ensayo sobre la estupidez

La estupidez parecería estar presente en una sola especie, el ser humano, con las
nuevas habilidades surgieron también nuevos errores, el hombre se organizó en
estructuras sociales cada vez más complejas, formas de gobierno autoritarias
cedieron frente a formas democráticas de gobierno, la conexión con los instintos
naturales se hizo cada vez más débil, se perdió el arte de la caza y la producción
artesanal de utensilios y en su lugar aparecieron formas más modernas y
organizadas de producción, el ser ya no tenía que estar en el campo 18 horas al
día, y llegamos al día de hoy…

La capacidad del hombre para manipular su entorno hace contraste con su

capacidad para manipularse a sí mismo, ¿qué pasó en el camino del desarrollo
que llevó a la estupidez humana?, si vemos atrás en la historia de México vemos
que los Mayas ya tenían una sociedad bien organizada y sin más estupidez que la
que pudiera causarles el poco avance de su ciencia y su ingenuidad al recibir a los
conquistadores como los prometidos dioses, así que el problema no surgió de éste
lado del charco mis estimados señores del jurado, debió tener otro origen, un
origen europeo quizá, la misma historia de la civilización organizada se repite en la
otrora misteriosa Asia, el germen debió ser europeo, al menos, el germen de la
sociedad estúpida, pero ¿qué es la estupidez?, según el Diccionario de la lengua
española:

Estupidez

f. Torpeza y lentitud notable en comprender las cosas.

Su estupidez es causa de burlas entre sus compañeros.

La definición la podemos aplicar a personas, grupos de personas, empresas y
naciones enteras, para ahorrarnos discusiones digamos que la estupidez es lo que
lleva al error, ¿quién es más estúpido, el que hace las cosas erradas creyendo
que está en lo correcto o el que a sabiendas que está errado lo hace de todas
maneras?, sin duda hay casos excepcionales, como los errores que cometió
Einstein hasta llegar a la teoría de la relatividad, “al final resultó que estaba en lo
correcto por las razones equivocadas”, contra todo pronóstico, y con el mundo en
contra consiguió demostrar que Newton estaba equivocado en algunas de sus
ideas, Newton estaba equivocado ¿Newton era estúpido?, no, simplemente estuvo
en lo correcto de acuerdo a la verdad de su época, lo que hoy es científico y
correcto para nosotros podría parecer alquimia y oscurantismo para las
generaciones venideras, no podemos saberlo, la condición de estúpido se hace
más incierta y complicada si salimos de las ciencias exactas y entramos en la vida
política, social y económica, ¿podríamos cometer un acto estúpido que nos salvé?
¿O uno acertado que nos condene?, por supuesto, cada escenario es diferente y
sólo podemos conocerlo parcialmente, para evitarnos cálculos que nos toman
momentos vitales existen los prejuicios, una apariencia, un gesto, un color, un tono
de voz hacen gran diferencia al momento de evaluar a las personas, eso funciona
bien en la naturaleza, pero no en la sociedades humanas, una imagen bien
construida podría llevar al poder a la persona equivocada y privar de éste a la
correcta, hay muchos ejemplos de esto en la política mexicana, Zedillo por
ejemplo y que conste que Salinas de Gortari lo confesó, así que no podemos
confiarnos tanto en la imagen, tomen nota para los siguientes comicios.

El pensamiento repetido incita a la acción, la acción repetida crea la costumbre, la

costumbre de un pueblo crean sus normas, las normas inhiben el pensamiento
que no esté permitido por el estatus quo, una sola influencia estúpida puede
cambiar muchas cosas, definamos unas leyes para efectos de este ensayo:
Ley de la inercia de la estupidez: la estupidez se mantiene en reposo o en
movimiento mientras no haya una fuerza que la altere.

Ley de la aceleración de la estupidez: la eficacia con que la estupidez se implanta

en una sociedad es inversamente proporcional a la educación de la población que
la resiste y proporcional a la fuerza del cambio que la fomenta.

Ley de la acción y reacción de la estupidez: cada acción estúpida creara un

aprendizaje que llevará a acciones acertadas que la combatan en el futuro.

Una influencia negativa, cosas como la película “sangre por sangre”, racismo
hacia los latinos en Estados Unidos, el resultado, las pandillas, el debilitamiento de
las instituciones, el crecimiento de la demanda de droga y otras actividades ilícitas,
el aumento del poder de los cárteles de la droga, otra acción estúpida, la mala
ejecución de una “guerra contra el narco”, dos acciones estúpidas que no fueron
frenadas a tiempo llevaron a la situación actual, veamos otra acción estúpida, el
machismo, ¿dónde surgió el machismo?, seguramente del pensamiento de un
solo hombre, este se repitió y fue creciendo como una bola de nieve, se crearon
leyes que reconocían la inferioridad de la mujer, algunos científicos lo repitieron y
se aceptó como un hecho, lo que nos llevó a la situación actual, en una
sociedad educada nunca hubiera pasado esto, cualquiera puede cometer una
estupidez, pero aferrarse, no cuestionar las cosas y repetirlas sin más, eso es
verdadera estupidez, el cambio es peligroso y lento, pero intentar imponer un
sistema de valores es más peligroso incluso.

Una persona manipulable no cuestiona y no actúa en consecuencia de su

pensamiento crítico, para ilustrar esto veamos el caso de la iglesia católica, ésta
ha cometido muchas estupideces en su historia, en la antigua Grecia existía el
politeísmo, la democracia y sobre todo la filosofía, cierto historiador decía que el
catolicismo fue creado por la aristocracia romana para controlar mejor al pueblo,
debió ser la idea de un genio porque hasta la fecha sigue funcionando, una
pseudociencia al igual que una religión daña el pensamiento crítico pues supone
una verdad que se niega a ser probada, crea un manchón oscuro donde no debe
arrojar luz el pensamiento crítico, la teoría del psicoanálisis pudo permanecer tanto
tiempo porque se negaba a ser refutada, se escondía en recovecos cada vez más
pequeños, aún lo hace, cada vez con menos efectividad, dios desata su furia en
forma de rayos, los rayos se producen por un fenómeno eléctrico, dios redujo su
forma, ¿para qué investigar algo si ya está probado por la acción divina de todas
maneras?, el dogma también es estupidez, mata la curiosidad y la valentía, quizá
es la peor forma de estupidez, guio y sigue guiando procesos políticos a su
conveniencia, fomenta la docilidad de sus adeptos y la premia, un ciudadano dócil
está listo para que lo manipulen, es estúpido, le confiere más poder al “iluminado”
interpretador de la “voluntad de dios”, o de la “verdad” en el caso de la
pseudociencia, el ser volvió a la alquimia, al oscurantismo y a las creencias
incuestionables en los tiempos del sacro imperio romano, porque así lo exigía el
inquisidor, o si no…

Además de los prejuicios adquiridos, existe un tipo especial de obnubilación

involuntaria, el “sesgo cognitivo”, por ejemplo el sesgo de confirmación en el que
se tiende, inconscientemente, a probar lo que se cree y rechazar lo que pruebe lo
contrario, véase, por ejemplo, el caso de la poliagua, todos los laboratorios
querían ser los primeros en confirmar su existencia, y tuvieron una gran decepción
(y vergüenza) al darse cuenta que se dejaron llevar por este sesgo.

Algunas personas pueden ser las mejores en algo y las peores en otro aspecto,
supongo que hay que tener un balance en las diferentes dimensiones del ser,
Heidegger era nazi, nunca se disculpó por eso, pero eso no le impidió haber sido
uno de los filósofos más notables del siglo pasado, Bobby Fischer llegó a ser uno
de los mejores jugadores de ajedrez de la historia y le pudo arrebatar el título de
campeón mundial al bloque ruso, pero vivía completamente solo y era un
amargado engreído, Lagrange fue el mejor matemático de su tiempo, pero sufrió
de depresión la mayor parte de su vida, Newton el solitario… y podemos nombrar
un largo etcétera de personajes que pasaron por lo mismo.

A veces no tenemos la culpa de ser estúpidos, lo que parece la mejor decisión en

un momento puede convertirse en la peor al siguiente, y no siempre es posible
tomar una distancia prudencial de las cosas, la verdadera estupidez “seguir
haciendo lo mismo y esperar diferentes resultados”.