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Freud, Lacan y las masas

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Eric Laurent planteó y desplegó una diferencia entre la concepción


freudiana de Psicología de las Masas y una concepción remitida a los
desarrollos de Jacques Lacan que nos permitiría hablar de una nueva
Massenpsychologie, basada en otra concepción que permite leer
fenómenos de actualidad desde otra perspectiva, que no anula la
freudiana. Lo hizo en la conferencia que dictó en el X Congreso de la
Asociación Mundial de Psicoanálisis, en Río de Janeiro, el 22 de abril
de 2016.

En Freud, la base de la estructuración de la masa se encuentra en la


identificación, al líder por una parte y entre los sujetos de la masa por
otra: "Han puesto un objeto, uno y el mismo, en el lugar de su ideal
del yo, a consecuencia de lo cual se han identificado entre sí en su
yo", dice en Psicología de las masas. En este Ideal no se trata de un
sucesor del padre del Edipo, sino del padre de la horda (primitiva)
quien, en el mito freudiano, tenía acceso ilimitado a las mujeres. Este
goce sin límite lo habita y lo vuelve inquietante: "El conductor de la
masa sigue siendo el temido padre primordial; la masa quiere
siempre ser gobernada por un poder irrestricto, tiene un ansia
extrema de autoridad: según la expresión de Le Bon, sed de
sometimiento".

El viraje que producirá Lacan en "la masa sociológica" es


precisamente darle al lazo social otro fundamento que el
identificatorio, es decir un fundamento en la fantasma y el goce. Con
fantasma queremos decir simplificadamente la particular relación del
sujeto al objeto, al objeto de su goce, perdido y siempre a recuperar.

Esto implica subjetivaciones eróticas determinadas precisamente por


esa relación que circunscribe a su vez un goce y que genera múltiples
maneras de "vivir la orientación sexual", según dijo Laurent en esa
conferencia. Los grupos LGTBQ y sadomasoquistas encuentran en esta
concepción un lugar de no exclusión, que la ley viene a confirmar.

Por otra parte, destaca Laurent que "es preciso añadir a las
comunidades de goce, que amplían el vocabulario de la biopolítica de
los estilos de vida 'alternativos', las comunidades de consternación,
que apuntan hacia la otra vertiente del fantasma, el momento en el
que el sujeto se recupera en su pérdida".

Es interesante este concepto de comunidades de consternación o


consternadas directamente que apunta a los grupos que estando
calificados por un estudio por ejemplo no encuentran en el desarrollo
social actual un lugar de realización. Y agrega "comunidades de
jóvenes graduados de Europa sin empleo, de quienes en Europa latina
(eufemismo para decir España) se auto denominaron 'indignados' y
en los países anglófonos 'Occupy'".

Lo más fuerte de estos grupos, que deberíamos estudiar también en


América Latina, es que su intervención en el plano social parece
reducirse al grito, cualquier organización parece ser criticada como
reducción a reivindicaciones comunes, es decir para citar nuevamente
a Laurent, "hemos podido constatar en la historia de estos
movimientos el desarrollo de dos tiempos del fantasma. Por un lado,
el grito del sujeto. Por el otro, el surgimiento del objeto a, del objeto
malo, este goce malo respecto al cual el sujeto no deja de querer
separarse. El cuerpo del cual se extrae el grito de consternación no es
sabiduría sino pasión. Es un cuerpo que goza, que está marcado por
afectos poderosos, dentro de los cuales la angustia es el más
poderoso?. Un cuerpo es el lugar en el que se experimentan afectos y
pasiones, tanto el cuerpo político como el cuerpo individual. Las
pasiones políticas nuevas surgen como acontecimiento de cuerpos
políticos nuevos, y luego se transforman".

Por lo menos en EEUU, luego del triunfo de Donald Trump, el futuro


de estos grupos y sus posibles transformaciones es toda una pregunta.
La transformación del mundo parece tal que son incalculables las
consecuencias de su efectuación.

*Coordinación Psicología Rosario12. Psicoanalista


Participante en EOL Sección Rosario.

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