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LOS DONES DEL ESPIRITÚ SANTO

Por
José Luis Ramos Yovera
Lima-Perú

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

En cumplimiento parcial de los requisitos

Del seminario bíblico de lima

SEDE CHORRILLOS

Y relativo a la asignatura

………………………………………………………

Cursado en lima, Perú, MARZO 2018-16-03

PROFESOR: HUGO BARAHONA BASURTO


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CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

I. EL ESPÍRITU SANTO 1
¿Quién es el Espíritu Santo? 2
El creyente y el Espíritu Santo 3

II. LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO 4


Dones de revelación 5
Dones de inspiración 6
Dones de poder 7

CONCLUSIÓN 8

BIBLIOGRAFÍA 9

INTRODUCCIÓN

Los últimos años han sido los más maravillosos de mi vida. He tenido muchos encuentros

maravillosos con el Señor, pero realmente puedo decir que el conocimiento de la revelación

que Dios me ha impartido en éstos últimos años, ha cambiado mi vida por completo,

llevándome a un lugar en Dios que nunca antes imaginé. Sin embargo, uno no puede
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construir muros donde no hay cimientos. No se puede construir un techo donde no hay

paredes. Ahora, más que nunca, sé que el orar en lenguas es el don de revelación que me

ayudó a poner una base bíblica en mi vida. Dios me estaba preparando para las imponentes

verdades eternas El caminar del Espíritu — El caminar del poder. Paso a paso, me ha

enseñado cómo salir de una vida dominada por la carne a una nueva vida dominada por el

Espíritu Santo.

Al atribuirle el sentido de "compañero" al Espíritu Santo, pensamos en él como alguien que

está siempre a nuestro lado, acompañándonos en los momentos de gozo y en los momentos

de tristeza. Jesús lo llamó "Consolador", un título que indica una misericordia sin límites. La

palabra tiene sus raíces en dos vocablos griegos que significan "junto a uno" y "llamar".

Etimológicamente, esta palabra se originó en los tribunales de justicia. Cuando el acusador

presionaba fuertemente a un acusado, y éste no sabía cómo defenderse, miraba a su alrededor

en la esperanza de hallar alguien que le ayudara. Si veía el rostro familiar de un amigo

influyente, lo llamaba, de manera que el amigo se abría paso entre la multitud hasta situarse

junto a él. Desde aquel momento, permanecía de pie con él y le ayudaba a ganar el pleito.

I. EL ESPÍRITU SANTO

¿Quién es el Espíritu Santo?


El Espíritu Santo es miembro de la Divinidad. Dentro de la historia de la Iglesia.

La Biblia misma llama Dios al Espíritu Santo. Entre las cosas que Jesús les
ordenó a sus discípulos inmediatamente antes de ascender él a los cielos, se halla
ésta: "Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, Ydel
Espíritu Santo" (Mateo 28:19). Aquí Jesús sitúa claramente al Espíritu Santo en la
misma posición que el Padre y el Hijo. Afirma que tiene la misma autoridad, el
mismo poder y la misma gloria que ellos.
El Espíritu Santo es omnisciente: "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el
Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios" (1
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Corintios 2:10). El Espíritu Santo sabe todas las cosas, aun las más profundas de
Dios.
También es omnipotente: "Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo
vendrá sobre ti [María], y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra" (Lucas
1:35). Se ve con claridad que el Espíritu Santo es el poder del Altísimo, y que
para Dios no hay nada imposible.
Por último, el Espíritu Santo es omnipresente. El Salmo 139 expresa bien esta
cualidad suya. David afirma, al hablarle al Señor: "¿A dónde me iré de tu
Espíritu? ¿Ya dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y
si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás" (vv. 7, 8).
Por consiguiente, el Espíritu Santo, que es eterno, omnisciente, omnipotente y
omnipresente, ¿no es Dios? El Espíritu es también majestuoso, santo y glorioso,
como el Padre y el Hijo.

El creyente y el Espíritu Santo


Esto se da cuando el hombre reconoce su condición de pecado y arrepintiéndose
de ellas, acepta como Señor y salvador a Jesucristo, en ese momento el Espíritu
Santo viene a morar al hombre, sellándolo como un hijo de DIOS. 2 Cor. 1: 22. El
cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros
corazones.
En ese mismo instante que somos sellados viene a morar en Espíritu Santo, en la
vida del nuevo creyente, el cual empezara a obrar para darnos una
nueva identidad, la de ser hijos de DIOS.

El Señor Jesús describe la obra del consolador en relación con el mundo. El


Espíritu Santo procederá cual un fiscal, por así decirlo. Tratando de obtener la
declaración divina de la culpabilidad contra los que rechazan a Cristo. Declarar
culpable significa haber demostrado más allá de toda disputa verdades de otra
manera dudadas o descartadas; haber probado más allá de toda duda la veracidad
de los cargos hechos contra mi vida y conducta. Los hombres no comprenden
verdaderamente lo que es pecado, la justicia o el juicio, y por lo tanto necesitan de
que se convenza de las verdades Espirituales. Por ejemplo, seria inútil argüir con
una persona que declara que no puede ver belleza alguna en una rosa, pues esa
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incapacidad revela claramente falta de percepción de la belleza. El sentido de la


belleza debe de ser despertado dentro de él. Debe ser "convencido" de la belleza
de la rosa. De igual manera, el alma y la mente obscurecidas no ven nada en las
verdades Espirituales hasta que no han sido despertadas por el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo convencerá al hombre de las siguientes verdades.

III. LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

Dones de revelación

La ciencia, o conocimiento, se refIere a la condición de conocer algo a través de


una llegada a la verdad con respecto a las cosas y los asuntos. Sin embargo, hoy
hay muchas personas que entienden de manera muy incorrecta este don de
palabra de ciencia.
Hay algunas personas que actúan y hablan como si fueran un diccionario
ambulante, porque han recibido el don de palabra de ciencia, pero en realidad su
conducta misma demuestra que son muy ignorantes. Aunque hayan recibido este
don, eso no signifIca que hayan recibido todo el conocimiento del Dios
omnisciente y omnipotente.
Otros afIrman haber recibido el don de palabra de ciencia, porque su gusto por los
estudios los ha llevado a estudiar la Palabra de Dios con profundidad. Debido a
esto, dicen, han recibido el don de palabra de ciencia.
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Dones de inspiración

Los dones de Inspiración, también llamados dones de Palabra, son aquellos que
Dios usa para comunicar a su Iglesia un mensaje. Los Dones de Inspiración se
manifiestan más frecuentemente dentro de la congregación porque son los
que aportan mayor edificación a los creyentes. 1Corintios 14:1 Seguid el amor; y
procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.

La enseñanza de Dios impartida a través de los dones de Inspiración otorga mayor


instrucción a la Iglesia que cualquier milagro o revelación de hechos ocultos.

Los Dones de Inspiración son: 1- Géneros de Lenguas: Es el don por medio del
cual Dios envía a una congregación un mensaje en lengua desconocida para ser
interpretado. 1Corintios 14:27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por
dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Aunque las lenguas que se
hablan como resultado del ejercicio del don son similares a las lenguas que se
hablan como evidencia de haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo, lo
cierto es que entre ambas existe existe una diferencia de función: Las lenguas que
se hablan como resultado del don tienen interpretación; pero, las que se hablan
como evidencia de haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo no tienen
interpretación.

Las lenguas que se hablan como ejercicio del don son de una duración
limitada, pues deben dar paso a la interpretación; pero, las lenguas que se hablan
como resultado de la llenura del Espíritu son de duración ilimitada pues el que las
habla no habla a los hombres sino a Dios. El don de géneros de lenguas, pues, es
diferente al hablar en otras lenguas como evidencia de haber recibido el bautismo
en el Espíritu Santo.

Dones de poder
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Pensemos ahora en la fe y las creencias del cristiano. Hoy día oímos con
frecuencia en boca de cristianos, expresiones como éstas: "He perdido la fe";
"Tengo poca fe".
¿Existe realmente alguien que no tenga fe alguna? Romanos 12:3 dice que
debemos pensar "con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a
cada uno". Este versículo revela con claridad que Dios le ha impartido una
medida de fe a cada ser humano. Si esto es cierto, entonces, ¿por qué la gente no
admite haberla recibido? Dios nunca miente. Por consiguiente, aunque haya dife-
rencias de grado en la fe, ninguno de quienes hemos aceptado a Jesucristo como
Salvador está totalmente desposeído de fe. Por tanto, en obediencia a la Palabra
de Dios, deberíamos decir: "Tengo fe, tal como está escrito en la Biblia. Tengo fe
suficiente para ser salvo, para recibir sanidad y para que Dios me responda."
Además de esto, la fe en el Señor que hemos recibido de Dios crece cuando
oímos su Palabra. En Romanos 1O:17 leemos: "Así que la fe es por el oír, y el oír,
por la Palabra de Dios." Cuando oímos la Palabra, meditamos en ella y la
asimilamos, recibimos fe, y esa fe crece.

Bibliografías

Cabellero Yoccou Raúl, Comentario Bııblico Del Continente Nuevo: Hechos I, Miami, FL: Editorial
Unilit, 1992.

Cevallos Juan Carlos s, Comentario Biblico Mundo Hispano Tomo 19 : Romanos. El Paso,
Texas,Editorial Mundo Hispano, 2006.

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