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La visita no es para juzgar cómo vive, sino para llevarle una palabra de Dios
para su bienestar espiritual, familiar y material… PPT
Pedro estaba visitando a todos. Todos necesitamos en uno u otro momento una
visita. Hay ocasiones que aún en necesidad, nadie llega, esto no es para
desanimarse sino Dios permite para confiar en Él y no en el hombre.
Hch 9: 32Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los santos que
habitaban en Lida. 33Y halló allí a uno que se llamaba Eneas, que hacía ocho años
que estaba en cama, pues era paralítico. 34Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te
sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó. 35Y le vieron todos los que
habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron al Señor.
La visita fue muy importante para el inicio de la iglesia entre los gentiles…PPT
Pedro, como buen hebreo, consideraba a los gentiles como comunes o inmundos y
no trataba con ellos. El Señor le habló a través de una visión. Cornelio, un centurión
piadoso y temeroso de Dios, recibió en visión que busque a Pedro que él le dirá qué
hacer. El Señor le dijo que vaya con ellos. Fue a casa de Cornelio quien había
reunido a todos sus parientes y les predicó el evangelio del Señor. Ellos creyeron,
fueron llenos del Espíritu Santo y fueron bautizados.
En la visita, uno puede llegar a hogares muy elegantes u hogares muy sencillos. La
persona que visita debe ser el mismo en uno o en otro y no hacerse especial en
ninguno. Lo especial en la visita es la presencia de Dios a través del mensaje que
llevamos.
Cosas maravillosas suceden en la visita, Jesús mismo visitó este planeta. Por eso
hay redención en este planeta.
Jesús visitó muchas personas, que seamos llenos de la unción de Jesús para la
visitación.
La visitación nos lleva a conocer la situación real de los hermanos. Únicamente así
se podrá adaptar la predicación a la situación real de la iglesia.
Si Ud. visita es como Jesús mismo entrara a esa casa. El que me recibe a mi
recibe al que me envió…PPT
La visita debe ser espiritual pero, a su vez, debe ser informal. Una cara larga y un
estilo formal no son conducentes a la conversación sobre temas espirituales. El
visitante viene como un amigo cristiano con un interés profundo en el bienestar
espiritual de la familia
El hablar con la gente sobre su relación para con Dios es siempre delicado y
demanda lo mejor del que visita
El visitante no debe mirar por alto a ninguno en la casa. Empleados, niños y los
mayores deben compartir de su atención y sentir que les quiere. Debemos visitar
ricos y pobres, creyentes e inconversos.
Por regla general, la visita debe ser breve… Normalmente una visita debe ser breve,
simpática, y seguida por una oración por la familia. Así nos alcanza tiempo para
visitar a todos sin quitar el tiempo que necesitamos para otros deberes.
2. Los horarios. Hay determinadas horas en las que debemos procurar no hacer
una visita, por mucha confianza que tengamos con las personas que vamos a visitar.
Esas horas son: por la mañana temprano, justo antes de la hora del almuerzo o la
cena, y en un horario demasiado tarde por la noche.
6. Niños. Si la casa a la que vamos no tiene niños, o sabemos que no les gustan
demasiado, es la ocasión para dejarles que pasen la tarde con los abuelos u otros
parientes o amigos. Si no podemos, y vienen con nosotros de visita, habrá que tener
cuidado y vigilarles constantemente para que no causen molestias o algún destrozo.
7. Regalos. Si es una visita de cortesía no hay porqué llevar nada, aunque siempre
se agradece cualquier detalle. Si por el contrario vamos por invitación (a tomar el té,
merendar, etc.) podemos llevar algún detalle para el encuentro (unas pastas de té,
un libro para los anfitriones, etc.).
10. Agradecimiento. Debemos dar las gracias por el recibimiento y el trato recibido,
y concertar (o perfilar) una posterior visita de los anfitriones a nuestra casa. Siempre
de manera cordial y sin ponerles en un compromiso. Aunque actualmente no se
siguen estas pautas, como anécdota diremos que antes si la visita era de un
caballero a un matrimonio era el caballero del matrimonio el que devolvía la visita o
el matrimonio, pero nunca la mujer sola.
Jesús también dijo algo acerca del cuidado de los enfermos. Al relatar el juicio final
de las naciones, Jesús dijo de los santos, "[estuve] enfermo, y me visitasteis" (Mateo
25:36). Además, cuando Él mandó a sus discípulos a ministrar, Jesús los comisionó
y les dio autoridad "para sanar toda enfermedad y toda dolencia" (Mateo 10:1). En
cada Evangelio, el ministerio de sanidad de Jesús claramente ilustra su
preocupación y compasión para los enfermos.
El ejemplo de Jesús de cuidar a los enfermos fue seguido por la Iglesia Primitiva y
ha sido practicado hasta el presente
El encuentro del VISITANTE con las personas que sufren pone de manifiesto una
de las preocupaciones más constantes de la Iglesia a través de su historia. Tanto
en el caso de que se realice dentro del contexto hospitalario como en el familiar, la
visita es un momento privilegiado para hacer sentir el apoyo de la comunidad
cristiana a sus miembros dolientes. Al visitar una persona enferma, el visitante
es el representante inmediato de toda la comunidad cristiana, por tal razón
debe ubicarse en ese papel…ppt
Hay visitas breves que confortan, otras largas que cansan; hay intervenciones que
molestan, otras que hacen madurar. Cada visita es una oportunidad de formación
permanente que permite al VISITANTE captar cada vez mejor los vericuetos,
laberintos del alma humana, acercarse con creciente respeto al sufrimiento de los
demás, y ofrecer su humilde contribución al crecimiento de los enfermos,
ayudándoles a esclarecer lo vivido y a despertar las energías recónditas en pro de
su salud física, psíquica y espiritual.
El contacto inicial
Cuando se visita a un enfermo es conveniente presentarse y motivar la visita. Una
presentación sencilla, en la cual se da a conocer el propio nombre, sirve para
personalizar el encuentro y para crear un clima favorable al desarrollo de la relación.
En esta fase inicial la capacidad de observación por parte del agente de pastoral
cumple una función significativa. Puede observar el ambiente que rodea al enfermo
(tal como el clima físico y los objetos particulares presentes: flores, periódicos,
fotografías, rosario, Biblia...) y captar las informaciones valiosas que tal ambiente
puede proporcionarle. Aún más importante es observar al paciente mismo: las
expresiones de su rostro, los sentimientos que deja entrever, para utilizarlos cuando
se considere oportuno, con el fin de alimentar el diálogo.
El desarrollo de la conversación
Los primeros dos minutos de una visita son cruciales.
Como cuidantes pastorales debemos de anticipar que algunas visitas con pacientes
y familiares nos agotarán y nos dejarán sin fuerzas. Por esta razón es esencial que
sepamos nuestros limites emocionales y evitemos que las emociones irracionales
tomen control. En situaciones que involucre la muerte, es vital que nosotros
hayamos resueltos nuestros propios asuntos acerca de la muerte y el dolor y que
seamos capaces de enfrentar los asuntos de una manera que ayudará al afligido.
Es de vital importancia que seamos firmes en nuestra fe para poder responder a
preguntas sobre la sanidad, el sufrimiento, y el perdón que surgen de los pacientes
y sus familias.
Haga
1. Llame antes para determinar si el paciente está disponible para una visita.
2. Toque a la puerta antes de entrar el cuarto y confíe que el Señor dirigirá su visita.
3. Observe señales, noticias, o precauciones en la puerta del paciente.
4. Si sea posible, siéntese donde puede mantener cómodamente el contacto visual
con el paciente.
5. Sea alegre y hable positivamente.
6. Determine el tono y sustancia de su conversación basado en las indicaciones
ofrecidas por el paciente.
7. Escuche atentamente y entregue su atención completa al paciente.
8. Explique al paciente que puede hablar de temas sensibles.
9. Ofrezca salir del cuarto si el doctor entre, a menos que le pida que se quede.
10. Comparta la Escritura y pregunte al paciente si tenga necesidades especiales
mientras usted se prepare a orar.
11. Notifique al Pastor de su visita si sea posible.
No haga
1. No se sienta insultado por las palabras o actitudes del paciente, ni muestre
sorpresa a su apariencia.
2. No ofrezca optimismo falso y no participe en el criticismo del doctor o personal
médico.
3. No toque el equipo y no se siente en la cama del paciente.
4. No le diga al paciente noticias desagradables - incluyendo los problemas de
usted.
5. No hable en voz baja cuando está hablando a los familiares o personal médico.
6. No rompa las reglas del hospital y no viole los asuntos confidenciales.
7. No despierte el paciente dormido a menos que la enfermera lo apruebe.
8. No le ayude al paciente salir de la cama y no le dé comida ni bebida sin el permiso
de la enfermera.
9. No asuma nada.