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CAS.

Nº 2067- 2017 LA LIBERTAD


PETICIÓN DE HERENCIA Y OTRO. Lima, diecinueve de julio de dos mil diecisiete.
VISTOS; y, CONSIDERANDO: Primero.- Que,
es objeto de califi cación el recurso de casación interpuesto por el litisconsorte
necesario activo Zoilo Javier Amaya Farfán, a fojas
cuatrocientos cuarenta y nueve, contra la sentencia de vista de fecha veintiocho de
setiembre de dos mil dieciséis, corregida
mediante resolución número veintitrés, del siete de abril de dos mil diecisiete, de fojas
cuatrocientos treinta y tres, que confi rma la
sentencia apelada de fecha diecinueve de enero de dos mil dieciséis, de fojas
trescientos veinticinco, en el extremo que
declara improcedente la pretensión del litisconsorte necesario activo Zoilo Javier
Amaya Farfan. Segundo.- Que, antes de revisar el cumplimiento de los requisitos
necesarios para el recurso de casación, se debe tener presente que éste es
extraordinario, eminentemente formal y técnico, por lo que tiene que estar estructurado
con estricta sujeción a los requisitos que exige la norma procesal civil para su
admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de las causales se
sustenta, si es: i) en la Infracción normativa; o, ii) en el apartamiento inmotivado del
precedente judicial. Debe presentar además, una fundamentación precisa, clara y
pertinente respecto de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que, esta exigencia es
para lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo
así, es obligación procesal del justiciable recurrente saber adecuar los agravios que
denuncia a las causales que para la referida finalidad taxativamente se encuentran
determinadas en la norma procesal civil, pues el Tribunal de Casación no está
facultado para interpretar el recurso extraordinario, ni para integrar o remediar las
carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de causal, tampoco para
subsanar de oficio los defectos en que incurre el casacionista, en la formulación del
referido recurso. Tercero.- Que, en ese sentido se verifica que el recurso de casación
cumple con los requisitos para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387º
del Código Procesal Civil, modificado por la Ley número 29364, toda vez que se
interpone: i) Contra la resolución de vista expedida por la Primera Sala Civil de Corte
Superior de Justicia de La Libertad que, como órgano jurisdiccional de segunda
instancia, pone fin al proceso; ii) Ante el referido órgano jurisdiccional que emitió la
resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del plazo previsto en la norma,
pues ésta fue notificada al recurrente el veintisiete de marzo de dos mil diecisiete,
conforme a la constancia del cargo de notificación de fojas cuatrocientos veinticinco, y
el referido recurso de casación fue interpuesto el diez de abril del mismo año, esto es,
dentro del plazo de diez días hábiles; y, iv) Se ha cumplido con adjuntar el
comprobante de pago del arancel judicial correspondiente a la interposición del
recurso, a fojas cuatrocientos treinta y siete. Cuarto.- Que, al evaluar los requisitos
de procedencia dispuestos en los cuatro incisos del artículo 388º del Código Procesal
Civil, modificado por la Ley número 29364, se verifica que el nombrado casacionista
satisface el primer requisito previsto en el inciso uno del referido artículo, toda vez que
no consintió la sentencia de primera instancia que le fue desfavorable.
Quinto.- A que, para establecer el cumplimiento de los incisos 2, 3 y 4 del precitado
artículo 388º, la parte recurrente debe señalar en qué consisten las infracciones
normativas denunciadas. En el presente caso, denuncia: a) Infracción normativa de
los numerales 3 y 5 del artículo 139º de la Constitución Política del Estado; el
casacionista alega que la sentencia de vista ha desarrollado la fi gura de la
representación sucesoria, no siendo ello un punto controvertido fijado en el proceso,
alterando la relación jurídico procesal, por ende vulnerando las garantías del debido
proceso. Asimismo, señala que se ha vulnerado el debido proceso al no haberse
pronunciado sobre la aplicación del principio iura novit curia, solicitado en su escrito
de apelación. Refiere que, no se han respetado los principios de economía y celeridad
procesal, entre otros, toda vez que en lugar de declarársele heredero, la Sala de
mérito sugiere que ello se materialice en otro proceso, generando con ello una dilación
innecesaria en la solución del conflicto; además, no se ha pronunciado respecto del
medio probatorio incorporado, consistente en el Expediente Nº 1428-2013, en el cual
se aplicó el principio iura novit curia, en un caso parecido al de autos, por lo que
correspondía declararse heredero al litisconsorte, en su calidad de sobrino de la
causante. Por último, afirma que existe afectación a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, pues no se absuelven los agravios planteados en el recurso de
apelación. Sexto.- Que, este Colegiado Supremo considera necesario indicar que el
modo en que ha sido propuesta por la parte recurrente esta denuncia, evidencia que lo
pretendido a través de ella no es obtener una correcta aplicación del derecho objetivo
al caso concreto, sino más bien acceder a un nuevo análisis de los hechos debatidos
en el presente proceso. En efecto, al analizar las distintas alegaciones de la parte
recurrente se observa que, aun cuando éstas se sustentan en la supuesta infracción
del contenido normativo del artículo 139º, incisos 3 y 5, de la Constitución Política del
Perú, en el fondo pretenden convencer a esta Suprema Sala en relación a: (i) que las
instancias debieron haberse pronunciado sobre su calidad de heredero de la causante,
por ser sobrino de doña Eulalia Cresencia Amaya García, siendo hijo de don Oswaldo
Javier Amaya García, hermano de la causante. Sin embargo, resulta evidente que el
análisis de esta alegación exigiría necesariamente una nueva valoración del caudal
probatorio y los hechos debatidos en esta controversia, lo cual no solo escapa a la
competencia de esta Suprema Sala, sino también al objeto de la casación; máxime, si
de la revisión de los actuados se advierte que mediante escrito de fojas cuarenta y
cinco, el casacionista solicita su intervención en el proceso como litisconsorte
necesario activo, a fi n de concurrir con la demandante a la herencia dejada por su tía
Eulalia Cresencia Amaya García, y acumulativamente se le declare heredero de la
causante, invocando representación sucesoria de su señor padre Oswaldo Javier
Amaya García, quien fuera hermano de la causante. Que en cuanto a dicha
intervención las instancias de mérito, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 683º
del Código Civil, han determinado que no corresponde amparar lo peticionado por el
recurrente debido a que dicha norma exige que la representación en línea colateral, en
este caso el hermano de la causante (a quien se pretende representar) haya
premuerto, lo cual no sucede en la materia de análisis, porque la causante Eulalia
Cresencia Amaya García falleció con fecha diecisiete de septiembre de mil
novecientos noventa y uno, mientras que su hermano Oswaldo Javier Amaya García,
falleció el seis de marzo del dos mil nueve, es decir, el padre del litisconsorte
necesario activo falleció con posterioridad al deceso de la causante y no con
anterioridad, como lo requiere el dispositivo anotado. Sétimo.- Siendo ello así, se
concluye que la argumentación del recurso de casación no cumple con el requisito
normado por el inciso 2 del artículo 388º del Código Procesal Civil, por el cual se exige
para la procedencia del mismo “describir con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial”, puesto que no se dirige a
demostrar una infracción en la correcta aplicación del derecho objetivo, sino busca un
nuevo análisis de los hechos involucrados en el conflicto. Por estos fundamentos:
Declararon
IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el litisconsorte necesario
activo Zoilo Javier Amaya Farfán, a fojas cuatrocientos cuarenta y nueve, contra la
sentencia de vista de fecha veintiocho de setiembre de dos mil dieciséis, corregida
mediante resolución número veintitrés, de fojas cuatrocientos treinta y tres;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario ofi cial “El
Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Lidia Encarnación Amaya García
de Pérez con Víctor Raúl Amaya Sánchez, sobre petición de herencia y otro; y, los
devolvieron. Interviene como ponente la Jueza Suprema señora del Carpio
Rodríguez. SS. TÁVARA CÓRDOVA, HUAMANI LLAMAS, DEL CARPIO
RODRIGUEZ, CHAVES ZAPATER, SÁNCHEZ MELGAREJO C-1629165-56

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