Sie sind auf Seite 1von 117

TEMA 1 LA LITERATURA BARROCA EN SU CONTEXTO

1. EL SIGLO XVII. LA LITERATURA ESPAÑOLA EN SU CONTEXTO

1.1 EL BARROCO

1.1.1. EL CONCEPTO DE BARROCO

1.1.1.1. Origen del término. Concepción formalista

Se ha apuntado que el término pudiese tener varias raíces etimológicas, la más aceptada la del portugués
barroco (perla defectuosa). Desde la crítica literaria se concibió al barroco como antagonista y deformador
del equilibrio renacentista. Desde las artes pictóricas se da un mayor valor a la creación literaria de esta
época. Aun así, se concibe a la literatura barroca como mera creación externa, solo centrada en su forma,
dejando tras de sí los valores y preocupaciones humanas del hombre barroco.

1.1.1.2. Algo más que formas

Bajo otros puntos de vista, trabajos como el de Welleck, nos muestran que la concepción barroca es todo lo
contrario: una salida del encasillamiento de las formas clásicas renacentistas, con el claro propósito de
indagar de nuevo en las cuestiones humanas, filosóficas y religiosas que angustian y preocupan al hombre,
por lo que la rigidez formal no tendrá cabida en este contexto.

1.1.1.3. Dificultades para definir el estilo barroco

Conformar y definir los rasgos propios del barroco basándonos en su estilo es un error, puesto que el
barroco está lleno de contrariedades y no hay una pauta que sigan sus autores. Lo único que van a compartir
es el sustrato histórico, cambiante y lleno de contrariedades el cual se verá reflejado en sus obras.

1.1.2. EL BARROCO COMO CONCEPTO DE ÉPOCA

Algunos críticos como Eugenio D´ors, establecen una relación directa entre los contextos y las épocas
literarias. De esta forma concibe, que en periodos de crisis en todos los ámbitos de la sociedad, suelen surgir
tendencias literarias que él llama barrocas. Aun así, no debemos perdernos en estas generalidades, pues el
barroco propiamente dicho, se refiere al contexto histórico-social del siglo XVII, donde las sucesivas guerras
que llevan a la bancarrota política y a un considerable descenso de la población, precipitan la necesidad de
unas nuevas formas artísticas, alejadas de la estructura bien articulada del renacimiento, creando así una
relativa homogeneidad en las mentes y actitudes de los hombres que permiten la aparición del arte barroco.

1.1.3. LA HERENCIA RENACENTISTA

1.1.3.1. Continuidad y ruptura

No existe una ruptura clara en cuanto a la forma en sí, por ejemplo, se seguirá tratando el endecasílabo
cultivado con mucho éxito por Garcilaso, pero ahora, no se hará de la forma tan clarividente como hiciese el
toledano, si no que se realizará una complicación del endecasílabo, por las necesidades de tratar al verso de
una forma diferente, puesto que no es igual el hombre en el año 1520 que en el 1600.

1.1.3.2. Agotamiento formal e incorporación de nuevas realidades

Los temas y los recursos literarios presentes en las formas renacentistas, quedaron obsoletos ante la nueva
concepción del mundo barroco. En él, lo natural era el todo, aunque no fuese este todo modelo de
perfección sino tumulto de contrariedades. La realidad renacentista, que se nos presentaba como la sección

1
elegida de perfección que se pretendía representar, en una forma perfectamente elegida y delimitada, no
sirve para representar lo variopinto, lo grotesco (que tiene su origen en los rasgos imperfectos de una gruta),
que se pretende representar en el barroco. Ahora el punto de vista de los temas cambiará, e
inevitablemente muchas de sus formas, también.

1.1.3.3. Concepto de Manierismo.

Es un concepto que sigue sin estar nada claro, a pesar de los numerosos intentos hechos en varios congresos
que abordaron la cuestión. Una de las definiciones menos equívocas de manierismo, quizá sea la de decir
que es la concepción estilística previa que emplean los autores barrocos en sus primeras etapas literarias.
Dentro de esta concepción, lo que se hace es una continuación de las formas renacentistas, siendo estas
llevadas al límite de su expresividad, dentro de la escasa flexibilidad de sus formas.

1.1.4. LOS LÍMITES DEL BARROCO

1.1.4.1. Fronteras temporales y geográficas

El Barroco es un movimiento europeo y occidental que acoge en su seno las creaciones artísticas que
produce la sociedad del siglo XVII. No debemos negar que su procedencia primaria surge en los países
contrarreformistas meridionales, como son Italia y España, pero sería injusto negar la existencia de
tendencias barrocas en los países protestantes, por eso incluimos a toda Europa dentro del concepto.

1.1.4.2. Precisiones cronológicas

Una vez delimitado el espacio geográfico temporal en el que se desarrolla el barroco, atenderemos a varios
matices para hacer una clara distinción espacio-tiempo, aunque será tarea imposible.

En primer lugar, cabe destacar que el periodo barroco en la literatura no comienza propiamente con el
cambio de siglo, si no que allá por el 1580, ya hay escritores como Lope y Góngora que estaban escribiendo y
cultivando este estilo. Tampoco podemos decir que el barroco concluya, como se ha propuesto en el 1680,
sino que abarca más allá y en otras artes como la música, el barroco está a caballo entre el siglo XVII y siglo
XVIII. Como es el de caso de compositores como Bach y Haydn.

1.1.4.3. Prolongación de las formas barrocas: el Rococó

La literatura barroca del siglo XVII (1600-1680), da lugar a numerosas creaciones propias como son el
culteranismo, el conceptismo, la novela cortesana... Pero además, dejan tras de sí, un rastro creativo aun
presente en el siglo XVIII, que es innegable, y que se entremezcla con las nuevas formas neoclásicas del siglo
XVIII. A este periodo creativo se le conoce con el nombre de Rococó. De difícil definición, es un movimiento
que repite con pequeños matices las fórmulas acuñadas en el periodo anterior (de 1600 a 1680), más
conectado con el sustrato histórico.

1.2. HISTORIA Y SOCIEDAD

1.2.1. Etapas de la decadencia

1.2.1.1. Un siglo depresivo

Es el siglo XVII, el fin de la etapa gloriosa del imperialismo español y el que coincide con la Bancarrota
Nacional. Las pérdidas de colonias en el exterior, hacen de la gobernabilidad de España un ejercicio difícil,
pues los atrasos dentro del país son grandes, al no haber aprovechado los recursos coloniales para el
desarrollo. A partir de Carlos II, se iniciará un proceso de recuperación demográfica y un mayor interés por la
nación, tras el desahogo de tener que mirar de puertas para afuera. Con esta crisis generalizada en todo el
territorio español, los lugares menos ligados a la Corona, como Cataluña, tuvieron un gran crecimiento en

2
detrimento de las zonas centrales en torno a Madrid. La fuerza política estaba en Madrid, mientras que la
económica y demográfica en la periferia.

1.2.1.2. El pacifismo barroco (1598-1621)

La primera etapa coincidente con la literatura barroca, fue comanda por Felipe III, descendiente de Felipe II.
Dejó en manos de sus validos el duque de Lerma y de duque de Uceda la responsabilidad política y
económica de su país. En un intento de frenar la sangría demográfica, se inició una recomendable política de
pactos con los países con los que se tenían disputas abiertas. En el ámbito nacional, España no aprovechó
esta paz exterior para rehacerse y desarrollarse económicamente ya que el país quedó en manos de dos
duques (padre e hijo), que se aprovecharon de las debilidades de un rey que se mantuvo impasible en
cuestiones políticas. Los duques, sabedores de la debilidad del monarca, actuaron de forma corrupta,
eligiendo a dedo a los representantes de las administraciones y dejando tras de sí numerosos y
esperpénticos actos que demostraban la corruptibilidad de un sistema oligárquico interesado en los
privilegios de la antigua nobleza. Lo único salvable de este reinado fue que el que no se agravara la
fiscalidad.

1.2.1.3. El austracismo y Olivares

Bajo el reinado de Felipe IV, el monarca deja pronto en manos del conde-duque de Olivares el destino del
país. Este hace un rápido intervencionismo a la política anterior deteniendo a los validos de la etapa anterior
y a aquellos que estuvieron ligados a la Corona durante el reinado de su padre. Pretende una limpieza de la
corrupción y voltear la situación en las instituciones, en un pretendido proceso de centralización y vuelta al
absolutismo, pero con una previsión de crecimiento económico, lo que le hará, de forma ingenua, verse en
una encrucijada al intentar estructurar su política en cimientos hechos de materiales diferentes y que no
podrán convivir: nobleza y burguesía.

Aun así, estas medidas se ven como un halo de esperanza en España. Donde patinará en conde duque, será,
sin duda, en sus conflictos bélicos en el exterior. Son numerosas las guerras en las que se entrometerá
España, y muchas de ellas muy costosas, como la incursión en la guerra de los treinta Años. Esto hará, que
aumente de forma exponencial la fiscalidad en España y empiece a generar inconformidad en el seno de la
sociedad Española. En otro conflicto armado, España obtiene una victoria muy cara, pues, tras derrotar a los
suecos, los franceses entran en el conflicto y derrotan a los españoles, propiciando así la pérdida definitiva
del poder español como gran potencia, Además de las pérdidas de Holanda, que se consolida como nación
independiente y Portugal, que igualmente lo consigue.

1.2.1.4. El reinado de Carlos II: síntomas de recuperación.

Aunque su reinado haya sido denostado por la crítica, en él, España consigue una cierta recuperación que
comienza a partir de 1680, y que es el preludio de la recuperación del siglo XVIII. Se realizan leyes para
favorecer a la España empresarial en contra de la España latifundista.

Es cuando menos curioso, que el momento de recuperación económica coincida con el decaimiento de la
creación barroca, aunque esta subsistirá hasta bien entrado el siglo XVIII, pero sus obras no serán de la
misma calidad literaria.

1.2.2. Problemas económicos

1.2.2.1. La carestía de la vida: el empobrecimiento español.

El absurdo sistema económico español, que empleaba la plata de las colonias americanas en comprar
productos a terceros, endeudó de forma muy considerable el país. La actuación de usureros judíos, sobre

3
todo judío-portugueses, como intermediarios, hicieron que estos se embolsaran grandes sumas de dinero
frente al paulatino empobrecimiento de los españoles.

El aumento de la fiscalidad, sobre todo bajo el mandato de Felipe IV, y la venta de propiedades a una
nobleza cada vez más poderosa, causaron aún más estragos en el pueblo llano. La mala alimentación debido
a las nefastas cosechas, fue la culminación de un período de una auténtica crisis alimenticia, que será reflejo
en las creaciones de nuestros literatos de la época.

1.2.2.2. Conciencia de malestar: el arbitrismo.

Debido a los males de la época, surge en los hombres del siglo XVII la figura del arbitrista. Esta es una
persona letrada, que ha estudiado los males de su tiempo y que esclarece posibles soluciones, algunas
disparatadas; otras, loables y a tener en cuenta. El término se empieza a acuñar a partir de 1610, y es
síntoma de que el hombre del siglo XVII, toma conciencia de sí mismo y de la sociedad de su tiempo sin
resignarse a aceptar la situación de crisis, sino proponiendo cambios políticos, económicos y sociales con los
que atajar dicha crisis. Se empieza a forjar así la figura del hombre moderno.

1.2.3. Conflictos sociales y políticos.

1.2.3.1. Exacerbación del conflicto de castas.

Surge en la segunda mitad del siglo XVI, un movimiento llamado de limpieza de sangre que persigue a
aquellos con ascendencia hebraica y morisca. Esta persecución fue llevada a cabo por la sociedad cristiano-
vieja que era la casta comandante en España en ese momento y que se hallaba en un periodo de acuciante
crisis económica, frente a la buena posición social de los judíos conversos, los cuales tenían labores de
prestigio y de los moriscos, los cuales trabajaban en zonas rurales. En 1609, se terminaría por expulsar a los
moriscos.

Por otro lado, muchos de los escritores judíos, fueron perseguidos por la justicia. Se creó así en España un
conflicto de castas, en los que la pertenencia a una u otra, resultaría clave en la literatura de la ´época,
puesto que sería de relevancia en los escritos de los autores en defensa o en contra de una u otra casta.

1.2.3.2. La nobleza vuelve por sus fueros: Valimiento y absolutismo monárquico.

Después del reinado de un monarca autárquico como es Felipe II, entramos, con los Austrias menores, en un
periodo de valimiento en manos de la nobleza. De esta forma, la nobleza se convierte en una élite de poder,
y pasamos de una monarquía absoluta a un absolutismo monárquico, donde la nobleza en nombre del rey,
dispone y predispone para acotar a su jurisprudencia la legislación de España, imponiendo así, las reformas y
leyes favorables al mantenimiento de sus fueros. Se desecha también la figura de hidalgos y escuderos.

Los nobles, se convierten en los mecenas de muchos poetas de la época: por ejemplo, Quevedo es secretario
del duque de Osuna, Lope del duque de Alba…

En muchos de los escritos, se destaca la figura de un mecenas al que se le hace una alabanza. Mientras, que
en el teatro popular (la comedia sobre todo), se ensalza la figura del rey contra la nobleza levantina, aunque
de forma contradictoria, pues ensalzar al rey era ensalzar a esa nobleza dirigente ya que era apoyada por el
monarca.

1.2.3.3. Burgueses y labradores ricos.

Corren malos tiempos para burgueses y labradores ricos. Todos ellos quieren ascender en la escala social de
la mejor forma posible: obteniendo títulos nobiliarios. Se crean obras, que según ciertos sectores de la
crítica, pretenden alentar a los labradores para que continúen siéndolo, como sucede en algunas de las
comedias de Lope de Vega, puesto que de esa forma contribuirían con el fisco, ya que si pasasen a formar

4
parte de la nobleza quedarían exentos de pagar impuestos. Por otro lado, el siglo XVII, es la derrota de la
burguesía frente a la casta cristiano-vieja que ve con malos ojos los comercios de los burgueses. Y crea una
relación directa entre mar-comercio-burguesía, por lo que en sus obras, según ha estudiado otros sector de
la crítica, la tempestad era fruto divino que frenaba esas actividades comerciales, pues para la casta
aristocrática, el comercio era una actividad vil. Así que, preferible era la pobreza, que la vileza de esas
actividades, y por eso Lope, defensor de la causa cristiano-vieja titula a una de sus comedias Pobreza no es
vileza.

1.3. ACTITUDES DEL HOMBRE BARROCO

Hemos empleado esta abstracción ficticia para ayudar al lector, a comprender el comportamiento de los
hombres del siglo XVII.

1.3.1. El desengaño

1.3.1.1. Sustrato sociopolítico: resignación y rebeldía

El inmovilismo social, debido a la represión de las clases dominantes, invitan a dos estados de ánimo: la
rebeldía y la resignación. La primera, se ve sofocada con fuertes represiones, que hacen que la segunda, la
resignación, sea la que se termine por imponer. La resignación a concebir que las cosas son como son, y
nada podemos por cambiarlas. Algunos rebeldes, como los arbitristas, muchas veces por sus ridículas
soluciones, terminan por ser ridiculizados. Aquellos otros rebeldes que promueven revueltas, terminan
encarcelados o en la hoguera. Por lo que muchos, convencidos por las ideas de la naturaleza imperfecta del
hombre, merecedor de la infelicidad en esta vida, se dejan arrastrar por esas corrientes pesimistas y se
limitan a vivir en la resignación de lo que al hombre, por designio divino, le ha tocado vivir.

1.3.1.2. La crisis de la realidad.

La decadente realidad del tiempo presente, hacen que se produzca una huida de esa realidad mediante el
sueño y la muerte. En obras de Calderón como La vida es sueño o El gran teatro del mundo, se contraponen
la certeza y verdad de la muerte, frente a la fraudulenta y somnolienta vida.

También así, en el sistema filosófico de la época, Descartes marca el planteamiento de la nueva filosofía
moderna, donde la duda metódica, dispara entre otras cuestiones, la no distinción vigilia sueño, y por ende,
la realidad de lo presente es solamente una y creada por el individuo, puesto que la única prueba de nuestra
existencia sigue la máxima cogito, ergo sum, que había planteado el sistema filosófico cartesiano.

Sucede así, que en las representaciones teatrales de la época asistamos a un difuminado de los contornos y
de los limites espaciales que marcan donde comienza y empieza la obra, que parece armonizarse con la
realidad en sus decorados. Por eso, la representación teatral se tiñe de subjetividad y de cierto
impresionismo, donde no se nos muestra lo que propiamente es, sino lo que parece ser para cada
espectador.

1.3.1.3. Soledad, individualismo, orgullo intelectual.

Ante la nueva concepción cosmológica planteada por Galileo, surge en el hombre la inseguridad de que se
quebranta aquello en lo que siempre ha creído: la tierra es el centro del Cosmos. Ahora bien, el problema
real no es solo ese, si no que según los planteamientos Copérnico-Galileanos, el universo en sí carecería de
centro, y el hombre entra en sí en un relativismo pleno, aunque eso sí, del que se siente orgulloso, pues
como diría Pascal, el hombre es una pequeña caña, pero una caña que piensa. A pesar de este orgullo
intelectual, la soledad y el individualismo de la época serían la bandera de los hombres lúcidos de la época.
Entre otras cosas, por el sistema de castas, que ejerce presión social por la pertenencia a uno u otro, y que
nos muestra una sociedad dividida en bandos y tendencias, lo que hace que aquellas personas íntegras e

5
inteligentes piensen que es mejor replegarse en sí mismo, y eludir las presiones de la sociedad. Por otro
lado, los personajes creados, sobre todo en el género por excelencia de la época, el teatro, muestran con
gran pasión el deseo de conocerse a ellos mismos, reflejo de lo que sus mismos autores pretendían.

1.3.2. Estoicismo, epicureísmo, sentimiento trágico de la vida.

1.3.2.1. Libertad, paz y quietud.

Ante el desengaño de la realidad de su tiempo, el hombre barroco buscará, como ya hemos dicho antes,
replegarse en sí mismo. Ante este repliegue, las concepciones filosóficas más adecuadas son el estoicismo
con ciertos tintes epicúreos. Esto hace que el hombre, solo se centre en aquello que está en sí mismo, y se
aleje de los perturbadores agentes externos que ahí están y contra los que no puede luchar. Deberá pues, el
hombre barroco, adaptar sus deseos a los sucesos de su tiempo, para así no caer en la aflicción y el
desengaño. Quevedo será adalid de esta doctrina y escribirá en 1635 Nombre, origen, intento,
recomendación y descendencia de la doctrina estoica con el subtítulo de Defiéndase a Epicuro de las
calumnias vulgares.

1.3.2.2. Los placeres epicúreos

En contradicción con el cliché que se hace de la persona barroca, cabe destacar como los barrocos
destacaron por contentarse en vida por los pequeños placeres que le ofrecía la naturaleza, placeres livianos,
como podía ser el acompañamiento de una buena lectura, de las flores, una de las metáforas más utilizadas
en la poesía barroca. Asombra también la descripción poética del bodegón, de las frutas y vegetales como el
auténtico placer de la vida, frente a las antagónicas dificultades que se encontraban en la sociedad del
momento. Es por eso, que el hombre decide refugiarse en esas pequeñas cosas. Pues por ejemplo, ¿qué son
las soledades de Góngora sino un bodegón que concatena elementos primarios? Lope de Vega en su poesía
también será uno de los representantes de estos pequeños placeres epicúreos.

1.3.2.3. La << aurea mediocritas>>

Es de una gran ambivalencia en su interpretación. Pues pudiere significar el apoyo a unas clases medias las
cuales debieran participar más en cuestiones políticas y económicas o bien pudiere servir para animar a esas
clases medias a permanecer en su estado y no pretender avanzar en la escala social.

Aunque cierto es, que por otro lado este aurea mediocritas, está destinado a una clase refinada, a la que se
invita a disfrutar de los placeres de la tranquilidad y la paz estoica y epicúrea, sin caer en las pretensiones
burguesas y cortesanas.

1.3.2.4. Angustia existencial

Comparando como se tratan los tópicos como el collige virgo rosas o el carpe diem en un soneto de
Garcilaso y en otro de Góngora, vemos en el primero existe una invitación alegre a la vida, mientras que en
el segundo ese aprovechamiento de la vida deja tras de sí una muerte que es polvo y cenizas, centrándose
de forma trágica en ese último enigma del hombre. Aunque es cierto, que en autores como Lope de Vega,
Calderón o el propio Góngora, si hay atisbos de cierto vitalismo, todo termina bañado por el tinte negro de la
muerte. En especial en Quevedo, el cual expresa con mayor preocupación la llegada de la muerte. Aunque
consideremos que estos autores estaban impregnados de un fuerte carácter católico y estoico, el cual
aparentemente les ayudaría a digerir mejor la idea de muerte, encontramos que en la práctica no es así y
que muestran una gran angustia por el momento en que deban abandonar este mundo.

6
1.4. LA LENGUA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVII

1.4.1. La lengua común

1.4.1.1. Rasgos fonéticos

Se consolidan los rasgos fonéticos que se introdujeron en el siglo anterior y que se han mantenido hasta la
actualidad. Esta clasificación de los rasgos hace que se consiga diferenciar de forma nítida los rasgos del
español de Castilla de los rasgos del español de Andalucía e Hispanoamérica.

1.4.1.2. Rasgos morfosintácticos

Como sucedería con los rasgos fonéticos, vienen a ser el punto de partida de los actuales rasgos
morfosintácticos. Se dejan de lado muchas de las formas arcaicas, y poco a poco se van cambiando otras
muchas que irán evolucionando hasta convertirse a las formas actuales. Debido a la preponderancia de
Madrid en la propagación de la norma lingüística, se extiende así el leísmo, laísmo y loísmo, que si mantiene
su uso etimológico en la parte de Andalucía. El uso del verbo haber como tener desaparece, y pasa a ser
utilizado exclusivamente como auxiliar. Enumeramos tan solo algunos de los rasgos propios de la época,
pues existen una infinidad de rasgos sin comentar por su extensa longitud.

1.4.1.3. El vocabulario

Se produce una incipiente expansión de los vocablos españoles, muchos de ellos provenientes de latinismos,
italianismos, germanismos, helenismos…

Este gusto por introducir nuevos términos, hace que la lengua española se enriquezca sobremanera frente a
otras ataviadas a normas clasicistas y censuradoras. Acepciones presentadas por Góngora como joven,
adolescente, construir… fueron en su momento criticadas y satirizadas por Quevedo, pero actualmente se
han asentado en la lengua española. Estos términos introducidos eran entendibles para las clases medias,
acostumbradas a la dificultad de muchas de las obras teatrales de Lope de Vega y de Calderón de la Barca.

1.4.2. La lengua literaria

1.4.2.1. Variedad de tonos y estilos

No es del todo cierto el estereotipo de que la lengua literaria de la época barroca es, a groso modo, abrupta
y complicada. Habría que matizar entre autores y momentos creativos. Por ejemplo, de Góngora, decimos
que su culteranismo y conceptismo, le llevan a hacer una literatura de difícil entendimiento, con un abuso de
estructuras latinizantes y juegos de palabras, de zeugmas, etc. Lo mismo sucede en Quevedo, que aunque
algo más ligero que su archienemigo, resulta a veces complejo por su abundancia en los juegos de palabras,
en antítesis, contraposiciones, paradojas…

En contra, y con un lenguaje más llano, que no por ello de un estilo menos valorable, nos encontramos a
autores de la talla de Cervantes y Lope de Vega. Estos, en sus líneas más generales se mueven dentro de un
estilo más simple y comprensible. Lope de Vega, aunque se deja influir en ciertas composiciones del
culteranismo gongorino, suele mostrar predilección por la lengua popular y hace una perfecta adecuación de
los personajes a su contexto social. Cervantes, a pesar de que no emplee siempre una sintaxis sencilla, se
decanta por un lenguaje más asumible para el lector. Y por último Zabaleta, por el que Azorín, siente una
gran predilección, nos permite regalarnos creaciones con un alto tinte costumbrista, dotado de una gran
sencillez formal y sintáctica.

7
1.4.2.2. Evolución diacrónica

Empezamos el recorrido con Mateo Alemán y Cervantes. En el último, encontramos rasgos propios del
segundo renacimiento, aunque por sus temas y estilo, concluimos que es un autor enteramente barroco.
Proseguimos con Góngora y Lope, y en ellos hacemos una rápida separación en cuanto al estilo. Lope se
decantará por ahondar en el teatro, donde hará del lenguaje coloquial su bandera sin abandonar metáforas,
epítetos en momentos donde sean necesarios. Ya en Góngora observamos una clara tendencia hacia el
lenguaje dificultoso y elitista, aunque eso no garantiza que en estructuras como el romance aparezcan
poemas de difícil composición.

El siguiente paso lo dan Quevedo y Gracián. El primero no tiene rival en cuanto al expresionismo del que
dota sus textos, bañados de antítesis, zeugmas, pero nunca vacías de significado. Rechaza de forma rotunda
el culteranismo gongorino y los neologismos que distorsionen en demasía el lenguaje. De Gracián podemos
decir que busca un tipo de lenguaje más lapidario, cercano ya a momentos del siguiente siglo, aunque aún
con cierto estilo complejo.

Ya en Calderón, observamos otro estadio de la evolución barroca. En él, no supone una evolución del
barroco como tal, sino que más bien, consigue aunar la dificultad del poema gongorino con el inigualable
estilo del teatro de Lope y dotar al teatro de rasgos de plenitud barroca.

Por último, Zabaleta, es un autor que consigue aproximarse a la claridad formal del siglo XVIII. A partir de
aquí, el siglo barroco se estanca en sus formas y los autores siguientes harán de sus obras imitaciones de los
anteriores, y en muchos casos, de forma desafortunada. Estos excesos de finales de siglo serán criticados por
los autores del XVIII.

1.5. ASPECTOS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA DEL BARROCO

1.5.1. CUESTIONES CRONOLÓGICAS

1.5.1.1. LÍMITES DEL BARROCO LITERARIOS ESPAÑOL

A pesar de que el siglo encuadrado como el barroco es la centuria del 1600, antes ya hay indicios de la
literatura barroca del siglo XVII. Prueba de ello, son los natalicios de Góngora (1561) y Lope (1562). Ya hacia
el año 1580, como se había apuntado en apéndices anteriores, estos autores están creando obras
importantes en la poesía. Pero habría que esperar hasta entrado el siglo XVII, para que ambos hallasen su
plenitud creadora y el verdadero cambio en las formas.

El acontecimiento histórico que marca ese cambio de conciencia pesimista, es la muerte del rey Felipe II
(1598). Ya en la centuria del 1600, aparece Mateo Alemán con el recuperado género de la novela picaresca y
Cervantes para regalarnos la novela moderna. El acontecimiento que marcará el final literario de esplendor,
es la muerte de Calderón (1681), considerado como último representante de la Edad de Oro de la literatura
española. Aun así, la literatura barroca dejará huella en el siglo siguiente.

1.5.1.2. LAS GENERACIONES LITERARIAS

Cronológicamente podemos distinguir, por grupos de edad, cuatro generaciones de la literatura barroca:

1. La generación de Cervantes. Es anterior a la revolución formal de Lope y Góngora, y es cercana,


como dijimos antes, al segundo renacimiento. Destacan otros autores como Mateo Alemán.

2. La generación de Góngora y Lope, nacida alrededor del 1560, es la primera verdaderamente


secentista respecto a lo anterior.

8
3. A veinte años de los poetas citados surge la generación de Quevedo y Tirso de Molina entre
otros.

4. A principios de siglo, nacerán los últimos representantes del siglo de Oro, como son Calderón y
Gracián.

5. En este último estadio generacional, nos cuesta diferenciar bien quienes son seguidores de uno
u otro maestro, además de que el arte no evoluciona y las creaciones son meras imitaciones de
las obras anteriores y con peor calidad. Destacar acaso a Zabaleta, como precursor de la nueva
literatura del siglo XVIII.

1.5.2. CONCEPTISMO Y CULTERANISMO

1.5.2.1. CONCEPTISMO

Tiene su origen en la literatura medieval española. En el siglo XVI, este conceptismo no pasa desapercibido
en autores como Petrarca. Aunque será en el siglo XVII, donde esta forma literaria alcance su máximo
esplendor en la figura de Quevedo y su punto más bajo en la figura de Ledesma.

Es el conceptismo, no la simplificación estilística en oposición a la complejidad culterana, sino, es la


complejidad del significado de las palabras, y de las relaciones con otros términos y segundos significados, a
través de paradojas, metonimias, antítesis, zeugmas… Que dotan al texto de un segundo sentido que, a
veces, se escapa al lector.

Composiciones satíricas bajo este estilo de hacer poesías hubo muchas. Otro, emplearon los recursos
conceptistas en una poesía exprimida, sintética, llena de significado en sus palabras y que invitan a la
reflexión. Ellos son Quevedo, Gracián y Zabaleta.

1.5.2.2. CULTERANISMO

Ante la dificultad conceptista, la oscuridad culterana. Se caracteriza esta por el uso de latinismos, hipérboles,
hipérbatos, abuso de perífrasis, distanciamiento entre uno imagen y la realidad referida…

Dentro de la corriente, su máximo exponente, que a partir de 1612 empieza a sacar sus poesías cumbres, es
Luis de Góngora. Recibe muchas críticas por sus metáforas ascendentes, (imágenes elevadas para realidades
corrientes) y otras tantas por sus metáforas descendentes (imágenes corrientes para realidades elevadas).
Jauregui, en su pretensión de desmarcarse de las voces más chabacanas de don Luis, realiza una poesía más
culta y elitista después de escribir su Discurso Poético en su obra Orfeo. También Lope criticará muchas de
las tendencias aparecidas en Góngora, aunque sin querer ser referente de ello, creará un tipo de poesía
culterana muy a tener en cuenta por la crítica en obras como La Circe o La Filomena.

1.5.2.3. ZONAS DE CONTACTO

Se ha considerado de forma reciente, algo que hasta hace muy poco la crítica no consideraba, que el
conceptismo y el culteranismo tienen más puntos de contacto de los que previamente se pueden prever. Es
un error de la crítica indicar a priori a dos corrientes literarias opuestas, culteranismo y conceptismo.
Culteranismo con Góngora como máximo representante y conceptismo con Quevedo y Gracián. Entre ambos
movimientos surge un punto común a veces cruzado. Quevedo, en la sátira al culteranismo emplea el
mismo, en modo satírico, ejemplos de culteranismo muy similares a los de Góngora, exceptuando los
latinismos gongorinos. Y Góngora, a su vez, en una poesía más depurada que la de sus Soledades, hace usos
del metro con una marcada raíz conceptista, pero que al verse entremezclada de las dificultades sintácticas
del culteranismo, la vuelven más compleja.

9
1.5.3. EVOLUCIÓN DE LOS GÉNEROS LITERARIOS

1.5.3.1. La lírica

Es un género que hasta hace relativamente poco había sido poco valorado por la crítica, aunque no de forma
argumentada, pues la lírica del siglo XVII sería una de las épocas líricas más esplendorosas de todos los
tiempos de la literatura española. Consigue aunar poemas tradicionales, como el romance o el villancico,
cultivado en poesía amorosa, religiosa y burlesca, con otros de corte renacentista, cultivados
mayoritariamente por Lope y el Góngora de la primera etapa. Dentro de esta literatura de seguimiento
renacentista, que en gran medida sigue los metros italianos introducidos por lo Garcilaso, se aprecian varias
direcciones creativas:

1. Poesía amorosa de carácter petrarquista. Dicho antes, seguido por el joven Góngora y Lope, con
un estilo salpicado de metáforas y antítesis, pero a la par equilibrado. Surgen otros autores que
cultivan este estilo como Jáuregui y el Conde VIllamediana. Quevedo se saldrá de esa línea
equilibrada por sus excesos expresionistas.

2. Poesía moral de tendencia horaciana y neoestoica. Bajo el prisma horaciano surgen autores
como los hermanos Argensola. Y ya dentro de la tendencia neoestoica, algunos como Rioja,
Caro… Quevedo será un punto y aparte dentro de estas influencias italianas.

3. El culteranismo. Preparado por las ideas y las obras de Luis Carrillo Sotomayor, tienen su máximo
esplendor en la figura de Góngora. Como ya dijimos antes, el movimiento, en su afán de
desmarcarse, es seguido por Lope y Jáuregui. Ya más adelante el conde Villamediana y Sor Juana
Inés de la Cruz, son los mejores continuadores de esta tendencia.

1.5.3.2. APOGEO Y DESINTEGRACIÓN DE LA NOVELA

Con el relato lucianesco, la novela italiana y el Lazarillo de telón de fondo, llega don Miguel de Cervantes
para crear, ya de forma plena, la novela. La descripción de los ambientes, la evolución sociológica del
personaje, es capaz de aunar el realismo de la novela italiana y de la confrontación psicológica del personaje
que se da en el Lazarillo. Con Quevedo, surge a la inversa. Deshace la novela clara y profunda en caracteres
de personajes, para centrarse en una novela más opaca y preocupada en los juegos de palabras, escenas y
detalles, que marcarán la tendencia del siglo, y darán lugar a ser el primer indicio del género costumbrista,
nuevo punto de partida de la novela.

TEMA 2 LA NOVELA BARROCA

1. INTRODUCCIÓN A LA NOVELA EN EL BARROCO

La novela viene ganando terreno respecto a otros géneros a partir del Renacimiento, puesto que el hombre
renacentista tendrá en la novela la mejor forma de acercarse al mundo antropocéntrico del siglo XVI.

Es interesante saber que la novela moderna se va a codificar entre medias de dos siglos y dos contextos
literarios diferentes, bajo el influjo del Lazarillo y la novela italiana. A pesar de que el hombre barroco, que
vive más por y para la representación de la vida, que es un teatro, va a conseguir dar una nueva directriz a la
novela del nuevo siglo. Para ello, es fundamental la obra de Quijote, por su capacidad de dar contorno a los
ambientes y aspectos psicológicos más profundos a sus personajes. Del Quijote de Cervantes, piedra angular

10
de la prosa moderna, surgirán dos tipos de novela: la picaresca y la cortesana. La primera, estará teñida del
realismo de las situaciones más residuales de la España contemporánea, y tendrá como punto de partida las
Novelas ejemplares de ese estilo, como Rinconete y Cortadillo. Sin embargo, la corriente que más triunfará,
será la de la novela cortesana, más centrada en las aventuras de los personajes, y que serán reflejo de las
obras con personajes menos elaborados de las Novelas ejemplares de Cervantes. En este tipo de novela, se
dejará notar también el influjo de las comedias, por el tipo de personajes, aunque en la novela el espacio
psicológico del personaje y la libertad del mismo serán más amplio que en la comedia. La novela pastoril será
muy residual en este siglo y la picaresca irá perdiendo fuelle de forma paulatina.

2. CERVANTES NOVELISTA

Es el Cervantes novelista el que alcanza su máximo esplendor creativo. Consigue a través de la novela, dar un
giro sin precedentes a la novela de la época. La Galatea es su obra novelesca menos acabada, centrada en
los ambientes pastoriles. Las demás si tienen un rasgo de plenitud que las hacen únicas y sin precedentes. En
sus Novelas Ejemplares, Cervantes toma como modelo la novela corta italiana, pero consigue dotar a sus
novelas de rasgos individualizadores que los diferencian de aquella. Entre ellos destaca el desarrollo
psicológico de los personajes.

En comparación con las novelas a Marcia Leonarda de Lope de Vega, se observa que los personajes de esta
vienen determinados por la boca del autor, mientras que en las Novelas ejemplares de Cervantes, son los
personajes los que tienen independencia y desarrollo psicológico a través del diálogo. De ahí que sus
personalidades se forjen en el diálogo mismo, y sea este el sustento de la novela. Cabe recordar el proceso
de quijotización que sufre Sancho, y del afán de nuestro autor en crear parejas que dialogan como son
Quijote y Sancho, y Rinconete y Cortadillo entre las más célebres. Cuando el personaje queda solo, en vez de
envolverse en enormes soliloquios, interactúa con el autor, que sigue siendo personaje de la novela,
haciendo comentarios irónicos y sagaces en muchos de sus puntos.

Podríamos definir el estilo de novelar de Cervantes como realista, muy interesado en los ambientes y en sus
personajes, sin llegar a sentir favoritismo por ninguno, pero entendiendo muy bien a cada uno de ellos.

Donde su novela sufre un giro temático es en la de Los trabajos de Persiles y Sigismunda se muestra un
Cervantes más interesado en mostrar aspectos inverosímiles.

2.1. La <<Galatea>>

Es la primera obra extensa publicada por Cervantes. En un principio se consideró que era obra de juventud,
pero una carta de febrero de 1582 del autor donde dice que está escribiendo la obra, nos hace ver que es en
su etapa madura cuando la crea. La obra trata sobre un pastor enamorado, Elicio, de la bella Galatea. Esta
por mandato de su padre se ha de casar con Erastro, un pastor lusitano. Galatea tiene que tomar la difícil
decisión de complacer a su padre o a su amado. Termina optando por lo segundo. El relato esconde una
temática de amor platónico, ya que Elicio se contrapone a la boda ayudado por los demás pastores con el fin
de no perder la belleza de Galatea que iluminaba las riberas del Tajo.

La crítica, en general, coincide que la obra es de un escaso valor literario, ya que abunda el verso, disciplina
en la que Cervantes no era demasiado excelso. Aun así, destaca el ahondamiento psicológico de los
personajes, a pesar de la predeterminación propia de la novela pastoril. Frente al coloquio de los perros,
antagónica a La Galatea por su realismo, esta es su novela más idealista. Esta antítesis quedará sintetizada
en El Quijote de forma brillante.

En definitiva, estamos ante una de sus novelas menos brillantes pero que presenta rasgos que serán
embrión de futuras y brillantes creaciones.

11
2.2. LAS <<NOVELAS EJEMPLARES>>

2.2.1. Rasgos generales y clasificación

Fueron editadas en 1613, pero tenemos datos que nos dan a entender que algunas de ellas fueron creadas
con anterioridad. La cronología creativa de las mismas no está demostrada, a pesar de los numerosos
estudios. Podemos asegurar que las novelas ejemplares como tal, no se adecúan del todo a ejemplos
morales, sino que más bien el adjetivo ejemplares, se refiera más bien a que de ellas se pueda sacar un
aprendizaje. Esta ejemplaridad está repleta de ironías y sátiras.

Por otro lado, sabemos que la novela cervantina es sin duda, la primera novela con rasgos individuales en
España. Hasta entonces, las creaciones novelescas habían sido meras copias de los modelos italianos. De las
novelas creadas por Cervantes se seguirán las demás.

Dentro de sus novelas ejemplares, podemos acogernos a la clasificación de Valbuena, separadas en tres
grupos según sus temas:

- Novelas idealistas. Son las de menor calidad, dadas al estilo italiano. El componente sociológico
apenas se muestra y los personajes vienen estereotipados por el género. Son La española inglesa, el
amante liberal, La fuerza de la sangre, Las dos doncellas y La señora Cornelia.

- Novelas ideorrealistas. En las que el proceso idealizador toma como punto de partida la realidad, no
la convención literaria. Dentro de estas se diferencian dos: las que basan su trama en la anagnórisis
final, como La gitanilla y La ilustre fregona, y las que se inspiran en motivos folclóricos y están
próximas al cuento boccacciesco como son El celoso extremeño y El casamiento engañoso

- Novelas realistas. Son sin duda, las de mayor calidad literaria. Constituyen un magistral cuadro de
costumbres con sus ribetes de sátira e ironía. Son: Rinconete y Cortadillo, El Coloquio de los perros y
El licenciado Vidriera.

A continuación, haremos un estudio detallado de cada subgénero de novelas, atendiendo a la clasificación


de Valbuena.

2.2.2. Novelas idealistas.

Como hemos dicho antes, las menos valoradas literariamente. Personajes excesivamente adornados y
planos. Apenas hay acción realista y verosímil. Sigue a la tradición de creación italiana.

2.2.2.1 <<El amante liberal>>

Es quizá la más floja de la serie. Contiene rasgos de la novela bizantina teñidos con el tema del cautiverio,
muy recurrente en Cervantes. Sus protagonistas son sicilianos, aunque son el reflejo de la barata matonería
española. La acción transcurre en Turquía, donde ambos están presos pero consiguen triunfar gracias al
poder del amor. Los errores de esta novela vienen dados por su escasa verosimilitud y la exageración del
relato.

2.2.2.2. <<La señora Cornelia>>

Es propiamente, una novela de aventuras. Se entremezclan dos acontecimientos: uno es la pérdida del
honor de Cornelia a manos del duque de Ferrara, y por otro lado, las aventuras de dos caballeros españoles
amigo el uno del otro, Juan de Gamboa y Antonio de Isunza. A don Juan, una criada lo confunde con otro y le
entrega un recién nacido. A don Antonio una dama le pide protección. Al final, la dama resulta ser doña

12
Cornelia y el recién nacido su bebé. El padre es el duque de Ferrara, que al final cumple su palabra de
casamiento.

En la trama, la peripecia está bien llevada, pero los personajes siguen siendo muy planos. Sobre todo la
figura del duque de Ferrara. Los caballeros españoles están algo mejor caracterizados y son el estandarte de
la raza española.

2.2.2.3 << Las dos doncellas>>

De escaso interés literario. Cervantes muestra pocos rasgos de verosimilitud en su novela. Las protagonistas,
dos doncellas de buena posición social, Teodosia y Leocadia, van detrás de un caballero que les ha dado
palabra de casamiento. Tras mil peripecias y disfrazadas de hombres, dan con Marco Aurelio en Barcelona.
Este se casa con Teodosia, aunque Leocadia tampoco se va de vacío y acaba casándose con su hermano
Rafael. Es la novela más italianizante de todas.

2.2.2.4. << La española inglesa>>

En ella, junto a las aventuras caballerescas, se manifiestan hechos autobiográficos en la figura del
protagonista, que vive en cautiverio en Argel y es rescatado por los mercedarios. La trama, tiene una clara
connotación política, ya que se enaltece la figura de Isabel I. En este momento la Corona española y la
inglesa habían retomado las relaciones, con Jacobo I concretamente.

La historia es más compleja de lo que estas líneas nos permiten. Un caballero español, se lleva a una niña
española a Inglaterra a la edad de siete años. Allí, la muchacha crece y Ricaredo se enamora de ella. Este le
pide la mano de la joven Isabela a la reina Isabel I. La reina se la concede pero antes tiene que hacer una
misión en el mediterráneo y liberar a un navío portugués apresado por los turcos. Ricaredo lo consigue, y
además en el viajaban los padres de Isabela. La historia se predispone a un final feliz, hasta que una criada
envidiosa que quería casar a su hijo con Isabela, la envenena, deformándola la cara. Isabela peregrina a
Roma, recuperando así su belleza, y en su vuelta a Inglaterra, se casa con Ricaredo que la sigue amando.

2.2.2.5. <<La fuerza de la sangre>>

Es una novela muy breve, donde otra vez la pérdida del honor y su posterior recuperación, ocupan el tema
central de la obra.

La acción transcurre en Toledo. Leocadia es seducida y raptada por un caballero misterioso, que después de
dejarla embarazada huye a Italia. El abuelo de Leocadia encuentra casualmente al bebé abandonado tras ser
atropellado por un caballo. Leocadia recuerda entonces que es su bebé. Los viejos al enterarse del suceso,
obligan a Federico, que así se llama el misterioso caballero, a volver para casarse con Leocadia. La fuerza del
amor, apoyada por la del deber, consigue que el matrimonio se dé de forma satisfactoria.

A pesar de que la acción transcurre en Toledo, se aprecian escasos esbozos realistas del ambiente toledano.

2.2.3. Novelas ideorrealistas

Aunque los ambientes en los que se desarrollan las tramas de estas novelas pueden dar lugar perfectamente
a novelas realistas, la idealización de bellezas y honestidades inquebrantables, hacen que todavía sobrevivan
ciertos rasgos de idealismo dentro de la obra.

Este grupo de relatos consta de una trama bien desarrollada, una peripecia compleja, a la italiana, pero
desarrollada y una cierta dosis de observación de la realidad. Aun así, aun no alcanzan a ser las grandes
novelas cervantinas. La mejor de ellas es, sin duda, EL celoso extremeño, en la que se funda la gracia del
cuento boccacciesco nacionalizado –la trama tiene lugar en Sevilla-, con la aguda observación de caracteres
y personajes.

13
2.2.3.1. <<La gitanilla>>

Es una de sus novelas más famosas. Es la primera en editarse, pero su acabamiento perfecto se cree que fue
de las últimas en escribirse. En ella, don Juan de Cárcamo se enamora de Preciosa, que le pide a aquel que
abandone a sus padres y se una a su tribu gitana. Don Juan lo acepta y cambia el nombre por el de Andrés.
Todo va bien hasta que en Murcia es acusado falsamente de un robo. En ese momento se descubre la
verdadera identidad de Preciosa, hija del corregidor de la ciudad, que fue raptada por una anciana gitana a la
que ella creía su abuela.

La obra, a pesar de su ambiente realista, no refleja con exactitud la realidad gitana, sino que nos ofrece una
idealización de la realidad de esta pintoresca tribu. Preciosa, además de bella, es honesta e ingeniosa. Lo que
la hace destacar sobre los demás en la tribu, aunque no la diferencia, pues la gracia es algo inherente a la
raza gitana. Se le ha criticado a Cervantes escaso rigor en la adaptación del diálogo de los personajes,
utilizando a veces un tono demasiado elevado en personas tan cotidianas.

Aparece eso sí, el rasgo irónico que caracteriza el ingenio de Cervantes, como el hecho de que un teniente
dejase de escuchar el canto de un romance de unas gitanas, por no rebajar su condición social.

2.2.3.2. << La ilustre fregona>>

Otra de sus obras toledanas. El ambiente del mesón, es fiel reflejo de la realidad ambiental de aquel lugar,
aunque la trama con anagnórisis y casamiento final, siguen el ideal italiano neoplatónico. La obra trata de
dos señores Avendaño y Carriazo, que salen en busca de aventuras. Avendaño se queda a servir en el mesón
y se enamora de la fregona, Constancica. Resulta que la fregona tiene un origen noble, y se pasa a llamar
Constanza.

Lo más destacable de la obra son las descripciones realistas del Toledo más costumbristas.

2.2.3.3. <<El casamiento engañoso>>

Una brevísima novela, cercana al cuento boccacciesco y que sirve de prólogo para El coloquio de los perros.
Que el protagonista sea a su vez testigo del suceso, lo acerca al relato lucianesco. La novela tiene un perfecto
acabamiento y una cómica temática. Campuzano, el protagonista, concierta un matrimonio por interés con
Estefanía de Caicedo, mujer de vida airada que presume de tener una vida de posición media. Campuzano la
regala una cadena de oro, y esta, a cambio, le ofrece una vivienda. Con la excusa de dejarle la vivienda a una
amiga para cazar a su marido, doña Estefanía se marcha, engañando a Campuzano, pues la casa realmente
era de la amiga. Doña Estefanía a su vez, es engañada por Campuzano, ya que la cadena de oro era falsa.
Dentro de la obra se recoge el coloquio entre Cipión y Berganza dos perros del hospital. Por este hecho, se
considera a esta novela el prólogo del Coloquio de los perros.

2.2.3.4. <<El celoso extremeño>>

Es sin duda, la obra novela más excelsa del subgénero ideorrealista, y hay quien que del conjunto de las
Novelas ejemplares. Los precedentes del tema del anciano casado con una muchacha de edad mucho
inferior, pueden partir de muchos puntos. El Decamerón de Boccaccio, es la influencia más posible. El propio
Cervantes hizo un entremés con esta temática, El viejo celoso, aunque difiere de la novela en el tratamiento
del tema. La novela trata desde un punto de vista más serio al anciano marido.

Diferencias existen también entre la versión impresa y la del códice de Porras en cuanto al final. En la
primera, Don Felipe de Carrizales, viejo indiano, se casa con la joven Leonora, a la que sepulta en vida,
sometiéndola a un fuerte control y encerramiento. Loaysa, intenta romper la guardia de Carrizales con la

14
ayuda de un negro a quien promete enseñar a tocar la guitarra y con la de las criadas. En la versión impresa,
Leonora se resiste a escapar y el adulterio no se consuma, mientras que en el códice de Porras, los amantes
son sorprendidos en la cama por don Felipe, el cual quiere vengarse, pero que más adelante los perdona y
aconseja que se casen. Aun así, con Felipe ya muerto, Loaysa decide entrar en un convento y no casarse.

Es una pequeña obra maestra por la caracterización psicológica de los personajes.

2.2.4. Novelas realistas

En ellas hay un alto componente de denuncia social. A través del relato se muestra la sinrazón de los
hombres, que protege al malvado y da de lado al virtuoso. En este tipo de novelas no abundan las peripecias,
sino que la historia encuadra a la perfección las costumbres y actitudes de la época, aunque aquellas sean
universales y expansibles a cualquier circunstancia social.

2.2.4.1. <<Rinconete y Cortadillo>>

Es una de las obras más valoradas de la colección. Su composición debe ser posterior a la escritura del
Quijote, ya que en el capítulo 47 de este, viene citada. Se la ha considerado dentro de la novela picaresca
por algunos críticos, pero nosotros desestimamos esta designación porque en la novela de Cervantes, el
relato se cuenta en tercera persona y los personajes se desarrollan de forma independiente a través del
diálogo, además de que la acción no es pasada, si no que sucede a la par que se cuenta la obra. Dicho esto,
es cierto que la obra presenta rasgos de la novela picaresca. El suceso, que carece de linealidad, está
centrado en Sevilla, y sus protagonistas son, Rincón y Cortado, dos mozalbetes que se han conocido en la
venta del Molinillo. Deciden aventurarse juntos en la vida delictiva, y, a través de Ganchuelo, entran a
formar parte de una cofradía de ladrones dirigida por el señor Monipodio, que parodia a la perfección la
figura de la justicia corrupta.

En el relato, salpicado con la amarga ironía de Cervantes, se nos muestra a la perfección la vida colorida,
variopinta y desoladora del hampa sevillano, de su devoción a todas las imágenes habidas y por haber, de
sus robos y del corrupto cuerpo justiciero.

Cervantes no necesita hacer un gran esfuerzo por denunciar lo que cuenta, pues los hechos resultan
denunciables por sí solos, de ahí se extrae su sátira moral.

2.2.4.2. <<El coloquio de los perros>>

Posiblemente, es una de las obras de su periodo vallisoletano. Se centra en el diálogo de dos perros en el
hospital de la Resurrección, aquel en el que se encuentra Campuzano, personaje del casamiento engañoso y
que sirve de prólogo de esta novela. El coloquio que se da entre los canes, trata sobre la exposición de
Berganza, can que ha estado con muchos dueños, a Cipión, el cual corrige los extremos de su interlocutor.

La novela, por el paso de varios dueños por parte del perro, nos hace acercarnos inevitablemente a la novela
picaresca, aunque difiere de esta en varios puntos. El más esencial, es, sin duda, el hecho de que los
personajes sean dos canes. Estos, fuera de las inmoralidades de los animales racionales, recogen con
asombro y espasmo sus comportamientos, dotando así al texto de una mayor objetividad, mostrando a
narrador externo a la condición humana. Este uso de los personajes nos acerca al relato lucianesco que tanto
resultado le da a Cervantes en esta novela. Al igual que sucede con Rinconete y Cortadillo, la sátira moral, no
necesita de mayores añadidos que la exposición de lo acontecido, que es justo lo contrario a lo que debería
ser. Al lector le queda la impresión de que todo lo que se hace es inmoral, y de ahí, de lo contrario, saca
Cervantes su crítica a la sociedad.

Los ambientes descritos están retratados con extremo detalle, y nos dan a entender que la visión del mundo
que nos da Berganza, es la que tiene Cervantes, el cual había estado en muy diversos ambientes.

15
2.2.4.3. <<El licenciado Vidriera>>

Es una obra maravillosa de Cervantes. En ella nos muestra como un Tomás Rodaja, soldado en Italia, tras un
hechizo de amor, cree estar hecho de vidrio. En ese momento, empieza a decir la verdad a todo aquel que se
encuentra a su paso, lo que a la gente, por crudas que sean, le agrada. En el momento en que recobra el
juicio, esas verdades se consideran ofensivas y es dado de lado. Aburrido, vuelve a la guerra. La obra
muestra una faceta del ser humano muy poco explotada. La negación de su verdad y sus verdaderos
problemas, que, al venir de un loco, queda justificada por la escasa autoridad del que no los dice, pero que al
venir de alguien con cierto crédito, nos molesta, porque no somos capaces de digerirlo. El personaje es el
preludio del maravilloso Don Quijote.

Es una obra en la que la paternidad de Cervantes está más que cuestionada. El número de los que afirman la
paternidad de nuestro autor y de los que la niegan es muy similar. Por su carácter más desenfadado los que
la defienden, creen que no pertenece a las novelas ejemplares.

La obra trata sobre la joven Esperanza y Claudia, que se hace pasar por su tía, aunque en verdad lo que
quiere es vender a la doncella. El negocio se viene al traste cuando un caballero, escondido en el cuarto de la
moza, es visto por el corregidor. Son detenidos y van a la cárcel. A Claudia se la juzga con 400 azotes por
alcahueta y hechicera. Esperanza termina por casarse con un manchego, que consigue sacarla de aquella
difícil situación.

Los personajes, aunque más desenfadados, si podrían responder a los personajes cervantinos. De ese corte
desenfadado es también el entremés del viejo celoso, lo que nos da pistas sobre que si puede ser de
Cervantes.

2.3. <<LOS TRABAJOS DE PERSILES Y SEGISMUNDA>>

Estudio aparte merece esta novela. Editada póstumamente en 1617, bajo el nombre Los trabajos de Persiles
y Segismunda. Historia septentrional.

Son muy diversos los puntos de vista críticos para encasillar esta obra. Se puede decir que estamos ante una
novela bizantina, donde la peripecia vuelve a abundar sobre el relato, y el mundo ideal y fantástico de los
personajes principales, impera sobre las graciosas y detalladas acciones de personajes secundarios que se
suceden a lo largo de la obra.

La obra trata sobre el largo peregrinaje que realizan Persiles y Segismunda desde las largas tierras del norte
de Europa, hasta llegar por el mediterráneo a Roma, fin de su peregrinaje. En los relatos sobre el norte de
Europa, el relato aparece impregnado de una gran fantasía, mientras que cuando se van acercando a tierras
mediterráneas, Cervantes, conocedor de esta, consigue dar un cuadro más detallado de lo que sucede.

Se la ha considerado por la crítica, como un retroceso a sus obras realistas, aunque esto no es del todo
cierto, pues, cabe recordar que la obra la hace de forma simultánea al Quijote y a otras de sus novelas
ejemplares.

Su estilo abierto y poco planificado, permite la intrusión de elementos de narración secundarios y mil cosas
más. Lo que sí es muy cuidado es el estilo, muy valorado por la crítica.

Como conclusión, nos encontramos ante una obra de difícil inserción dentro del estilo de Cervantes debido a
sus múltiples variantes.

3. LAS NOVELAS DE LOPE DE VEGA

Lope tanteó todas las variantes de la novela de la época: la pastoril, pastoril de tema sacro, bizantina y
novela corta. De todas ellas nos dejó una sola muestra, excepto de la novela corta.

16
3.1. <<La Arcadia>>

Responde al tipo de novela pastoril. Es una <<novela de clave>> donde los protagonistas son sus amigos en
el palacio del duque de Alba. Su protagonista, Anfriso, que es un alter-ego del duque, ve, gracias a las artes
mágicas, una supuesta infidelidad de su mujer, que resulta ser mentira. A partir de esta información falaz, los
enamorados caminarán por senderos errados hasta separarse definitivamente. El protagonista,
desengañado, acabará retirándose del mundo para dedicarse al estudio y al arte. Posiblemente lo mejor del
libro sean algunos de los poemas intercalados en la obra. El ambiente estilizado y refinado, queda
encorsetado por exigencias del género.

3.2. <<El peregrino en su patria>>

Es una novela de aventuras donde su protagonista, el enamorado Pánfilo Luján, recorre los centros marianos
españoles (Montserrat, El Pilar y Guadalupe) en el año santo del 1600. Lo más interesante de la novela
vuelve a ser las inserciones poéticas. Entre esas inserciones se cuentan cuatro autos sacramentales: El viaje
del alma, Las bodas del alma y el amor divino, La Maya y El hijo pródigo.

3.3. <<Pastores de Belén>>

Dedicada a Carlos Félix, el autor define su obra como <<prosas y versos al niño Dios>>. Se muestra el
sentimiento de desengaño en su dedicatoria y que desembocará en su ordenación. En esta novela, como en
casi todas, lo mejor son sus versos. Aunque el tema, ingenuo y sencillo de la Navidad, llenan de vida sus
páginas.

3.4. Las <<Novelas a Marcia Leonarda>>

Las Novelas incluidas en La Filomena (Las fortunas de Diana) y La Circe (La desdicha por la honra, La
prudente venganza y Guzmán el bravo) son un intento, alentado por Marta de Nevares, de cultivar el género.
Nuestro poeta se desenvuelve bien en estas obritas, por su cercanía al teatro. Lo más original de la novela no
es su verosimilitud, de lo que carece en gran medida, sino las continuas referencias a su primera lectora,
Marta de Nevares. En ellas, Lope hace alusiones al estilo, y a la necesidad de ahorcar el arte en favor del
divertimiento del público. También son frecuentes sus intromisiones en la obra, dando juicios de valor sobre
si lo que se ha contado carece o no de verosimilitud.

3.5. <<LA DOROTEA>>

Se considera a esta novela como a la mejor del Fénix. Solo los textos dramáticos se pueden equiparar a esta
acción en prosa.

3.5.1. Síntesis argumental

El poeta nos presenta los amores de dos jóvenes: el estudiante don Fernando y Dorotea. Gerarda, alcahueta
aficionada al vino y a la brujería, consigue convencer a la madre de Dorotea, Teodora, para que su hija
acepte los amores de don Bela, un rico indiano. Don Fernando, despechado, decide marcharse a Sevilla,
donde acude a Marfisa, enamorada de él, para conseguir dinero. Se marcha sin despedirse tan siquiera de
Marfisa, en un gesto de donaire.

Las finezas y regalos del indiano van calando en Dorotea, aunque a la vuelta de Fernando la relación se
reanuda. La pasión de los amantes se verá interrumpida por los obstáculos que los rodean, lo que hace que
se produzca la ruptura.

La acción se cierra con la muerte de Don Bela, apuñalado por no prestar un caballo a un señor y con la caída
de Gerarda cuando baja a la bodega con la excusa de buscar agua.

17
3.5.2. Vida y literatura en <<La Dorotea>>

Se considera que <<La Dorotea>>, no es una crónica de hechos reales, sino de recuerdos: unas memorias en
las que pesan por igual el tiempo pasado y el presente, la vida y la literatura. En esas memorias de la
juventud son en las que se consuela un Lope ya viejo, repleto de amarguras, <<poniendo una indulgente
ironía en el recuerdo de las locuras de antaño>>. En la dedicatoria al conde de Niebla da a entender que
escribió la novela en dos etapas, una en su juventud y otra en la vejez. En la segunda según dice, corrige los
defectos de la primera. Aun así, este escrito no lo podemos tomar como verza y es tan solo una conjetura.

3.5.3. Intentos de identificación de los personajes

La crítica ha identificado a Fernando con Lope y a Elena con Dorotea. La figura de don Bela se ha identificado
con el amante que desplazó al poeta del lado de Elena, Francisco Perrenot. Para otros personajes existen
numerosas conjeturas, pero de difícil comprobación. Quizás la más posible sea la del personaje de Gerarda,
inspirado en la Celestina, posiblemente coincidente con la actriz Jerónima de Burgos, amante de Lope
durante un breve tiempo. Lope se refiere a ella en sus cartas como Gerarda, y la acusa reiteradamente de
brujería.

3.5.4. Desdoblamiento y contaminación de los personajes

Los personajes entremezclan realidad y literatura y muchas veces son fusiones de distintas personas. Así es
el caso de Dorotea, que parece tener fundidos los rasgos físicos de Elena, Marta y de otras amantes. Su
afición literaria puede venirla de Marta de Nevares, mientras que el carácter apasionado y casquivano es
reflejo claro de Elena.

Detalles biográficos dan profundidad a la obra. Así sucede con el nacimiento de Antonia Clara, hija de Lope y
Amarilis, pero adscrita legalmente a Roque Hernández.

Montesinos ha considerado la posibilidad de un desdoblamiento de la personalidad de Lope en los dos


personajes masculinos de la obra: don Fernando y don Bela. El primero responde a la juventud de Lope y es
airoso y apasionado. Don Bela representa al platónico Lope de la vejez y de sus amores menos carnales,
como pueden ser los acontecidos con Marta de Nevares.

Perrenot de Grandvela queda desdoblado en las figuras del rico indiano y del príncipe extranjero.

3.5.5. Acciones y comentarios

Se puede considerar a la obra de Lope más como una acción, como un comentario de acciones. Es decir,
todo lo que sucede tiene mil comentarios y paragones literarios. Los personajes tienen una exquisita
sensibilidad para las cuestiones que afectan a la estilística del lenguaje. Lo mitológico también tiene lugar en
la obra. No es extraño notar como se literatiza la vida y se vive la literatura.

Lope se distancia, se autocomenta, destruye el mundo de la ficción, ridiculiza su manía erudita, etc.

4. Las novelas de Tirso de Molina

Se introduce en la prosa literaria con dos colecciones: Los cigarrales de Toledo y Deleitar aprovechando.

Los cigarrales de Toledo (Madrid, 1621), es una colección de cuentos, fábulas, versos y tres comedias.
Dejando de lado las comedias, que se estudiarán más adelante, reparamos en una novelita: Los tres maridos
burlados. Es una graciosa novela en la que tres damas, que han encontrado un diamante, se lo disputarán,

18
siendo la vencedora la que consiga hacer una burla de mayor tamaño a sus respectivos maridos. Las tres
hacen tres burlas del mismo calibre, así que deciden repartirse el anillo. Es una pequeña obra maestra.

En 1635 aparece una nueva miscelánea de contenido muy dispar: Deleitar aprovechando. El contenido es
muy diferente al de Los cigarrales, pues el tema central es la preocupación religiosa del autor y pretende la
formación del lector. El marco geográfico es Cataluña, que parece ser un contrapunto a Castilla.

5. OTRAS NOVELAS

5.1 Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo

Este autor que ya hemos estudiado dentro de la novela picaresca, deja un buen número de novelas breves
que mezclan los cuadros de costumbres con el ambiente cortesano sin faltar algunos matices picarescos.

Entre estas obras destaca El caballero puntual, publicada en 1614 y su segunda parte en 1619. Inspirada en
gran medida en el Quijote de Cervantes, (Alonso y Miguel eran amigos), trata sobre un caballero que cree
ser un noble poderoso, por lo que sufre toda clase de burlas y escarnios, de los que él se muestra encantado.
La novela no está exenta de elementos picarescos y además incluye poemas, epigramas…

El sagaz Estacio, marido examinado (Madrid, 1620) nos presenta a una mujer, que pretende buscar un
marido que la asegure una buena estabilidad económica y social. Tras examinar a una gran cantidad de
pretendientes, Estacio, a priori, acaba por retirarla de la profesión por una promesa que él había hecho. La
obra es un excelente cuadro de costumbres, que deriva a un tipo de obra moralizante.

El sutil cordobés Pedro de Urdemalas (1620), se fija en el mítico personaje folclórico (como ya hizo
Cervantes) que da lugar a una serie de aventuras y líos picarescos. La trama se desvía de su idea primitiva
cuando Pedro funda una Academia donde él y sus amigos se dedican a relatar historietas, cuentos…

Don Diego de Noche (Madrid, 1623), es, sin duda, una de las más destacables de la colección. Consta de
nueve aventuras, acaecidas cada una de ellas en nueve noches diferentes elaboradas de forma graciosa y
aderezada con un magnífico epistolario jocoso al estilo de Quevedo entre la segunda y tercera aventura. Los
temas de estas cartas son frecuentemente chuscos: pésame a un amigo que trajo a casa a su suegra, pésame
a un comediante por ser silbado durante una comedia…Abundan los versos entremezclados con prosa.

La estafeta del Dios Momo (Madrid,1627), vuelve al modo epistolar y el conjunto es un total de 64 cartas
sobre temas muy variados a personajes muy pintorescos, a los que critica aplaudiendo de forma irónica
aquello de ello que es motivo de su burla. Tras la carta XXI se intercala una novela breve: El ladrón
convertido a ventero, de ambiente picaresco.

El curioso Alejandro, fiscal y juez de vidas, ajenas (Madrid, 1634). Esboza rasgos característicos de algunos
personajes de la época, satirizándolos y exagerándolos. Quien observa a estos personajes es Alejandro, que
tiene las pinturas de ellos en su casa, el estilo que prevalece en las descripciones es próximo al de Quevedo.

La peregrinación sabia (Madrid, 1635), es una recopilación de fábulas esópicas muy bien estructuradas.
Presenta en los animales rasgos psicológicos y simbólicos de estamentos sociales.

Otras obras del autor que también podemos citar son Necio bien afortunado, Casa del placer honesto…

5.2. Alonso de Castillo Solórzano

Vallisoletano de nacimiento, muere en torno al 1648, o bien en Zaragoza o bien en Italia. Es algo que no se
ha podido esclarecer. Sus dotes para novelar, le permiten crear un conjunto de novelas cortas al estilo
boccacciesco, agrupadas ellas dentro de colecciones. A pesar del influjo italiano, es interesante valorar la
capacidad de Solórzano para inventar historias.

19
Encontramos cuatro colecciones de novelas cortas. La primera serie es Tardes entretenidas (Madrid, 1625)
que abarca los siguientes relatos: El amor en la venganza, La fantasma de Valencia, El Proteo de Madrid, El
socorro en el peligro, El culto graduado y Engañar con la verdad. Son todas ellas obras galantes, idealizadoras
y tendentes a un final feliz.

Le siguen Jornadas Alegres (Madrid, 1626). Son relatos pensados para amenizar al pasajero. En este caso se
dirigen a doña Lorenza, que viaja desde Talavera de la Reina hasta Madrid. Son cinco novelitas contadas por
sus acompañantes durante las cinco jornadas que dura el viaje: No hay mal que por bien no venga, La
obligación cumplida, La cruel aragonesa, La libertad merecida y El obstinado arrepentido. Como colofón se
incluye, ya al final del viaje, la divertida Fábula de las bodas del Manzanares. El estilo es similar a de las
Tardes.

Noches de placer (Barcelona) es, sin duda, su serie más confusa. Está dedicada cada una de ellas a un egregio
caballero de Valencia. Los relatos que se narran acontecen en la celebración que hace don Gastón Centellas
y sus dos hijas en la Pascua de Navidad. Los relatos son los más confusos, por la escasa verosimilitud de los
hechos narrados. No obstante, no carecen de gracia y agilidad.

Se cierra la serie con Fiestas del jardín (Valencia, 1634). Incluye cuatro novelitas: La vuelta del ruiseñor, La
injusta ley derogada, Los hermanos parecidos, La crianza bien lograda, y tres comedias: Los encantos de
Bretaña, La fantasma de Valencia y El marqués del Cigarral.

5.3. Gonzalo de Céspedes y Meneses

Se cree que nació en Madrid, aun así, no es algo que podamos saber con certeza. Llegó a ser cronista real y
murió en 1638.

Como escritor presenta una doble faceta: novelista e historiador, pareciéndonos más interesante la de
novelista.

En 1623 aparece en Zaragoza la primera edición de las Historias peregrinas y ejemplares. Este libro contiene
un total de seis novelas cortas, en las cuales se nos narra una aventura amorosa. Sus títulos son: El buen celo
premiado, El desdén de Alameda, La constante cordobesa, Pachecos y Palomeques, Sucesos trágicos de Don
Enrique de Silva y Los dos Mendozas. Cada una de estas historias se ambienta en una ciudad distinta que son
Zaragoza, Sevilla, Córdoba, Toledo, Lisboa y Madrid.

En los prólogos, realiza una fastuosa y detallista descripción de la ciudad en cuestión, tintada de datos
históricos, para introducir mejor al lector en la historia. Estos datos históricos son independientes del relato,
aunque es cierto que en las novelas aparecerán las intervenciones de algunos personajes de carne y hueso,
para dar mayor credibilidad al relato.

Por lo general, la obra estará repleta de lances amorosos, en los que abunda el destino trágico por encima
de los goces del amor. El escenario que se nos muestra es el de la alta sociedad, y los placeres y gozos de la
vida.

Además de esta famosa colección de novelas, escribe otras dos narrativas.

Poema trágico del español Gerardo y desengaño del amor lascivo (Madrid, 1615), es una novela
autobiográfica en buena parte en la que se extrae una lección barroca de desencanto. La escribe en su
estancia en prisión y es un recordatorio de amores pasados, con los que, tras llegar a situaciones límites,
llega a la conclusión que ha de retirarse de ese tipo de amores, de los que termina muy desengañado. La
obra se intercala con otras secundarias, incluso aparecen versos. Esto hace que la obra en su conjunto, no
esté muy bien hilvanada.

20
En Varia fortuna del soldado Píndaro (1626), al estilo autobiográfico se narra las aventuras de un hidalgo que
decide abandonar las comodidades del hogar de su padre y embarcarse en una aventura en la que
encontrará la prisión, negocios, servidumbre… Se ve en la obra de Céspedes una interesante mixtura entre el
mundo del hampa y el imaginario. Siguen apareciendo los aspectos truculentos y morbosos. Es una obra que
mantiene mejor la unidad del conjunto, a pesar de que no está exenta de relatos secundarios.

Como novelista, Céspedes es un magnífico narrador, imaginativo y variado que quizás peca en exceso de la
pretensión de utilizar cultismos.

Dentro de la novela histórica, género que también cultiva, destaca la Historia de los sucesos de Aragón que
trata sobre la enigmática figura de Antonio Pérez. La Historia de Felipe IV, es una defensa de su rey a los
ataques extranjeros.

En 1635, aparece una breve obra Francia engañada, Francia respondida, que es un duro alegato contra las
palabras proferidas contra España por los franceses tras el inicio de la guerra en el año 1635. Destaca
Céspedes por ser un panegírico de España.

6. LA NOVELA PASTORIL

La novela pastoril, al igual que la picaresca, es el otro género en clara desintegración. Lejos queda el apogeo
de autores como Montemayor y Gil Polo, que son capaces de “pastorilizar” los elementos cotidianos. El
último escalón de la novela pastoril tiende a la <<socialización>>, es decir, el mundo bucólico pierde
completamente la autonomía y apenas se presentan rasgos tangentes a los orígenes del género.

La novela pastoril del siglo XVII presenta una importante influencia de los autores italianos, especialmente
Sannazaro. Se producen en esta época novelas pastoriles de escaso interés literario. La más destacada por la
crítica es la de Bernardo de Balbuena, Siglo de Oro en las selvas de Erifile, volcada completamente en la
imitación de Sannazaro, es un auténtico prodigio de imaginación. Prescinde de la fábula amorosa al
eliminarse la figura de las pastoras.

7. LA NOVELA CORTA ITALIANA

Caracteres y ambientes

Con la publicación de las Novelas ejemplares de Cervantes en el 1613, empieza una corriente nueva de
novela basada en la novela corta italiana: la novela cortesana. El amor, tema central que se describe en
ellas, ya no cae tanto en la idealización sino que se mueve dentro de una forma de amor más sensual y
tangible. La mujer, ya no es mero objeto pasivo de deseo, sino que tiene un papel más activo. Sus
protagonistas serán normalmente de condición noble: cortesanos, caballeros, hidalgos, escuderos… Estas
novelas, aunque con pasajes ficticios, nos servirán para crearnos una idea del corpus social de la época de
Felipe III, donde, debido a la escasez de conflictos bélicos, el autor se para a valorar con detenimiento el
comportamiento de las altas esferas.

El estilo va a estar muy influido por los novellieri italianos como son Boccaccio, del que imitarán su claridad
formal y extensión conceptual, de Cinthio, de quien copiarán el poder transformador de la mujer y el estilo
moralizante…

Estas imitaciones son tales que algunas veces caen en el plagio, llegando a copiar argumentos y sucesos de
los relatos cortos italianos.

21
TEMA 3: LA NOVELA PICARESCA

1. Introducción: generalidades de la novela picaresca

1.1. La herencia del Lazarillo: <<El realismo psicológico>>

Nos parece evidente decir que la novela barroca surge en gran medida de nuestra obra anónima, aunque
cabe destacar, que del Lazarillo a la nueva novela picaresca distan muchos elementos para ver en la novela
barroca, la continuación lineal del Lazarillo.

Un ejemplo muy claro lo vemos en la comparación del Lazarillo con el Guzmán de Alfarache. En las dos
obras, el eje central es el elemento autobiográfico y el realismo psicológico, ya que ambos protagonistas
mantienen de forma coherente su modo de actuar a lo largo de la obra. Pero el segundo respecto del
primero, a su vez es una crítica a sí mismo, mientras que el otro no le da ese valor crítico al relato y si un
tono más irónico y menos moralizante. Aun así, existen valores intrincados que nos hacen ver semejanzas de
la una a la otra, como el origen deshonroso de los protagonistas.

Un salto formal se da en las posteriores creaciones de novela picaresca, donde se pierde el entramado
psicológico que sustentaban a las anteriores. Un claro ejemplo es el del Buscón, donde el chiste, la peripecia
que crea el absurdo, se anteponen a la vida del protagonista, convirtiendo a este en protagonista-
espectador, más que en protagonista-vividor. A pesar de ello, mantenemos que el Buscón, es en su
singularidad, una obra de excelsa calidad, pero que ha perdido el <<realismo psicológico>> que de forma tan
brillante es capaz de recoger Cervantes en su Quijote.

1.2. Evolución y desintegración de la picaresca

1.2.1. Evolución hacia el relato lucianesco y costumbrismo

Como hemos dicho, el Buscón, en su sublime singularidad, será el punto de partida de la desintegración de la
picaresca. El genio de Quevedo, capaz de satirizar de forma magistral en sus obras, no tiene la compasión y
cariño para mostrar el lado vivo y autobiográfico de la obra, por lo que crea un tipo de novela grotesca,
satírica y burlesca, que roza el relato lucianesco. La estructura psicológica desaparece y forma una situación
caricaturesca de lo que sucede en la que prácticamente deja en el olvido a su protagonista. Esta obra, abrirá
un espacio de creación imitativa que traerá en desgracia a la novela picaresca. Los intentos de imitar a
Quevedo, convierten a la novela picaresca en espacios estáticos, sin la capacidad psicológica y ni tan siquiera
burlesca de la tendencia del Lazarillo y del Buscón respectivamente.

1.2.2. Santificación del héroe

Es proceso común de las obras picarescas exponer al protagonista autobiográfico como héroe arrepentido
de sus fechorías del pasado. En este proceso de desintegración de la novela, entramos en un tipo de novela
picaresca, que, aunque se acerca al género en cuanto al tema, no consigue reunir las condiciones necesarias
para ser obras picarescas como tal.

La única obra como tal, y en la que vamos a centrar nuestro estudio, que podemos considerar novela
picaresca, es el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán.

2. MATEO ALEMÁN Y EL <<GUZMÁN DE ALFARACHE>>

2.1. Vida

Mateo Alemán fue hijo de un médico converso que trabajó en la Cárcel de Sevilla, lo que rápido introdujo al
pequeño Mateo en el mundo del hampa y la delincuencia. Fue bachiller en Filosofía y Artes y comenzó la
carrera de Medicina, pero no sabemos con certeza si la llegó a concluir. Se casó y se separó diez años

22
después. Tuvo problemas con la justicia por su situación económica y llevó una vida por encima de sus
posibilidades. Intentó partir a las Indias, pero su condición de converso se lo impidió. Finalmente consigue ir
a Méjico en los últimos años de su vida, donde posiblemente muriese al poco de establecerse allí.

2.2. Temperamento y obras

Su ascendencia judía será un factor determinante en el amargo carácter de nuestro protagonista. La creencia
de que el ser humano es corrupto por naturaleza y su vida llena de idas y venidas a la cárcel, hace que se
configure en Alemán un carácter profundamente amargo y pesimista.

En cuanto a su obra principal, El Guzmán, fue editada en 1599, pero se incluye dentro de la literatura del
barroco por su estilo crítico y sus marcados contrastes, propios del arte barroco. Su segunda parte está
fechada en el año 1603. Constan d etres libros cada una. En el prólogo de la segunda, se habla de una tercera
parte de la obra, aunque es difícil creer que la llegase a escribir. Otras obras del autor son La vida de San
Antonio de Padua, editada en Sevilla en el año 1604 y en el 1613, ya en Méjico, publica Ortografía Castellana
y los Sucesos de fray García Guerra.

2.3. Resumen del Guzmán de Alfarache.

Sintetizamos la trama de en unos solos puntos, por la complejidad de los hechos.

Primera parte:

- Guzmán es nacido de un adulterio

- Al morir su padre, Guzmán abandona Sevilla rumbo a Italia, donde espera ser admitidos por los
familiares de aquel.

- Sufre su primer desengaño en una venta del camino donde le dan una tortilla de huevos incubados.

- Sigue su ruta en compañía de un arriero y un clérigo. Sufre nuevos engaños.

- Guzmán es apaleado por dos cuadrilleros que lo confunden. Para consolarle, uno de los curas le
cuenta la historia de Ozmín y Daraja.

- Entra a trabajar en una venta donde permanece poco tiempo.

- Llega a Madrid sin ropa y sin dinero. Se dedica a la picaresca.

- Encuentra un empleo de pinche de cocina. Lo pierde poco por inclinarse por el juego y al robo.

- Decide alistarse a una compañía de soldados que va a Italia. Tiene que ir a Almagro para hacerse
recluta.

- Se hace amigo del capitán de la compañía, que se aprovecha de él. Este le tiene de criado, pero lo
despide por su habilidad para el engaño.

- En Génova va a ver a sus parientes los cuales le acogen muy mal y se burlan de él.

- Va a Roma, donde tiene que mendigar. Fingiéndose enfermo, despierta la compasión del cardenal
Monseñor, que lo acoge para ayudarlo. Aun teniendo esta ocasión, vuelve a la vida del vicio.
Monseñor lo expulsa de su lado en forma de escarmiento para luego volver a readmitirlo, pero
Guzmán desaparecerá.

Segunda parte:

- Entra al servicio del embajador francés en Roma, al que sirve de alcahuete.

23
- Va luego a Siena y Florencia, donde le ocurren nuevas desgracias.

- Haciendo trampas en el juego gana dinero y va a Milán.

- Tras haberse vengado engañando a sus parientes, vuelve a España.

- Va a Zaragoza, Toledo, Alcalá y Madrid, donde se casa con una mujer que le arruina.

- A la muerte de su esposa, va a Alcalá a estudiar teología.

- Se casa de nuevo, con Gracia, de familia acomodada. Cuando el dinero de la familia de esta se acaba,
él acaba prostituyéndola.

- Van a Sevilla, donde está su madre. Las dos mujeres no se entienden y Gracia acaba huyendo a Italia
con un capitán.

- Por mediación de un predicador pasa a administrar los bienes de una dama rica. Intenta robarle y va
a la cárcel. Al planear una fuga que fracasa, lo condenan a galeras de por vida.

- Siendo galeote se arrepiente de su vida pasada y se convierte, al tiempo que escribe sus memorias.

- Delata un complot que se había fraguado entre sus compañeros de remo, y gracias a ello, obtiene la
libertad.

2.4. Visión unilateral, monologada

La novela es narrada desde el tiempo presente, en el cual los hechos del pasado se nos muestran como
acontecimientos fosilizados, y que han sido el desencadenante de la situación actual del protagonista (su
condena a galeras).

En esa narración de los hechos pasados, la única perspectiva dada es la de la visión del arrepentido, que
juzga como errores y actuaciones negativas, los modos de comportarse del Guzmán del pasado. No pretende
justificar su modo de actuación en un determinado momento, sino que desde el tiempo presente considera
cualquier modo de conducta anterior como malo, independientemente de las circunstancias que le
sucedieron. Predomina bajo estas circunstancias la forma monologada.

2.5. Tiempo del monólogo

El tiempo <<real>> del Guzmán, es el momento final, cuando el protagonista está condenado a galeras.
Desde ese tiempo real, Guzmán narra sus acciones pasadas y las digresiones que hace en su etapa madura.

El plano de las digresiones es el principal y es desde ahí donde el Guzmán hace referencias a los cuentos e
historias que ha oído en su mocedad y que ahora le vienen a su memoria. Algunas de ellas vienen narradas
por otros protagonistas y oídas rememoradas por Guzmán. Los apólogos, en cambio, vienen contados por el
galeote, ilustrando así su vida picaresca con valoraciones morales.

Existe un doble tiempo en cuanto a la narración de los cuentos: uno es el momento presente en el que se
rememoran y otro, es en la circunstancia donde se ha contado. El tiempo de la narración solo parece
cambiar al final, cuando Guzmán nos cuenta que ha sido liberado de las galeras y nos habla desde su nueva
condición de libertad.

El viejo galeote dedica casi toda su obra a la vida de pícaro, y es solo al final cuando se va a referir de forma
directa al hombre hecho y derecho en el que se ha convertido.

24
2.6. Estructura narrativa

La estructura narrativa en la que las numerosas digresiones son una constante a lo largo de obra, no
parecen, al menos bajo el criterio de este manual, utilizadas de forma inconsciente. En todo momento
Mateo Alemán tiene una clara intención de introducir estos elementos a priori disgregados de la trama
central, puesto que a la postre son elementos que en muchos casos si le sirven para seguir el hilo argumental
del tema central, y que en ocasiones se nos presenta por el narrador como un elemento que viene a reforzar
determinado hecho o actitud. Casi siempre, le sirve como elemento moralizante. Aun así, las novelas cortas
insertadas dentro de la obra, si son ajenas a la obra, muy al modo del Quijote. Con esto, hacemos una
clasificación de la multiplicidad de elementos que aparecen en la obra y su finalidad:

- Narración central: vida de Guzmán

- Digresiones morales: comentario

- Novelas cortas: ajenas al tema central

- Parábolas: narraciones de ejemplificación moral

- Cuentos y anécdotas: ilustrativos de la acción, de recreo y pasatiempo.

Otra consideración de la estructura narrativa de la obra es la posibilidad de supresión que pueden admitir
algunas de sus partes, sin alterar la estructura narrativa. Otro aspecto importante y en el que la crítica ha
diferido en cuanto a sus opiniones, es la posible o no quietud psicológica a lo largo de la obra. El manual
considera que si existe una evolución psicológica en el personaje, y que en la primera parte, en sus dos
primeros libros, Guzmán no puede llamarse propiamente pícaro, y que es ya, a partir del libro tercero de su
primera parte, donde es plenamente consciente de sus maldades y picarescas.

La estructura entre la primera y la segunda parte es análoga, puesto que en ambas, cuando parece que
Guzmán va a alcanzar una posición social mejor, acaba denostado, o bien por las circunstancias o por sus
obras que tienden al vicio.

Concluimos que el Guzmán de Alfarache cumple a la perfección con <<el principio barroco de la unidad en la
multiplicidad>>.

2.7. Finalidad moral

Por ser una novela con una moral a lo contrario, los malos ejemplos necesitan de un comentario explicativo y
moral para poder corregir la actitud usada en un determinado momento. Estas digresiones, explicaciones y
comentarios son inherentes al relato y nos muestran el estilo del autor, siempre tentado por la oportunidad
de introducirnos un sermón explicativo. Por lo tanto, es difícil pensar en la obra de Alemán, separada en dos:
por un lado su novela y por otro las digresiones, pues el uno es el complemento del otro.

Es también la obra una concepción del espíritu contrarreformista de la época y a su vez un cruce de novela
picaresca con novela ascética, contraste muy usado en la literatura barroca.

2.8. Actitud ante la sociedad

La actitud del protagonista ante la sociedad coincide con la del autor. Considera Alemán al ser humano como
cruel por naturaleza. Para enfatizar su crítica en el conjunto de la sociedad, no se va a centrar en nombres
propios, sino que le interesará criticar a un colectivo determinado en su conjunto.

25
Por otro lado, esta actitud negativa hacia la sociedad de su tiempo, que él conoce a la perfección, se
entremezcla con el proceso integrador del protagonista, pues a pesar de ser sabedor de la corrupción de
dicha sociedad pretende ser aceptado por ella. Otro elemento integrador es el de las continuas alabanzas al
estamento eclesiástico.

2.9. Lenguaje y estilo

Estamos ante una novela con un estilo denso, lento y profundo, que sabe cambiar el idiolecto dependiendo
de la circunstancia y el tema comunicativo. Ese es el caso cuando la circunstancia es dialogada y más
familiar, donde empleará un lenguaje más coloquial, con aparición de anacolutos e incluso alguna que otra
expresión vulgar. Sin embargo, cuando habla sobre moral o temas teológicos, el tono del lenguaje varía, y
emplea una lengua más elevada, donde hay metáforas, paralelismos y una larga serie de recursos literarios.

2.10. Valoración del <<Guzmán>>

La obra del Guzmán muestra aspectos negativos y positivos. Como negativos podríamos indicar dos: el
pesimismo continuo de la obra, que invita a la desilusión por el ser humano, y el otro es la complejidad de la
expresión que a veces hace resultar a su lectura de indigesta. Como positivos valoramos que la obra cumple
a la perfección con el nuevo canon de desengaño barroco y mira al mundo bajo ese prisma. Aunque esto
puede resultar contradictorio; las numerosas críticas que hace él a la sociedad son las mismas que hace la
sociedad a su personaje y que él adopta como válidas, por lo que al final, él ha determinado a su personaje
por el modo de juzgar de esa sociedad a quien el mismo critica.

2.11. El <<Guzmán>> apócrifo.

Aparece en el año 1602, firmado bajo el sobrenombre de Mateo Luján de Savayedra. Esta obra cambia
bastante los planes de Alemán en la creación de su segunda parte, pues al parecer, el de Luján contiene
filtraciones de lo que iba a ser la segunda parte del de Alemán. Esto provoca una gran ira en nuestro autor,
que a pesar de valorar positivamente algunas de las cualidades creativas del autor del apócrifo, lo tilda de
ser un hombre de escasa honradez.

No sabemos cómo valoraríamos al Guzmán apócrifo en caso de no existir el de Alemán, pero en


comparación con el primitivo, este resulta ser menos acertado en sus digresiones que parecen encorsetadas
de forma artificiosa. Destacamos positivamente, algunas escenas de costumbres bien expuestas.

La influencia del apócrifo en la segunda parte del de Alemán, es visible hasta tal modo de que nuestro autor
crea un personaje llamado Savayedra, al que se describe como ladrón y que acabará enloquecido y
arrojándose al mar.

3. OTRAS NOVELAS PICARESCAS

3.1. <<El guitón Honofre>> de Gregorio González

Su edición manuscrita data del año 1604, aunque el año de creación podría haber estado entre el 1599 y
hasta antes de la fecha de edición, pues hay referencias al Guzmán de Mateo Alemán. También se ha creído
que pudo ser escrita antes y retocada después del 1599. Fue descubierta por casualidad en el año 1927, en
París.

La obra consta de unos poemas con dedicatorias, un prólogo al lector y unos pequeños datos de la vida de
Gregorio González, su creador. De él sabemos que fue gobernador del estado de Alcomadre y natural de
Rincón del Soto.

El guitón Honofre, es una pequeña relación en primera persona de su protagonista, Honofre Caballero. Este,
lleva una vida azarosa y picaresca. Queda huérfano y abandona su casa siendo un crío. Trabaja un tiempo

26
como criado; primero sirve a un sacristán y luego a un estudiante. Más tarde se independizará y sobrevivirá
de sus fechorías y trucos. Sus primeros fraudes resultan exitosos, lo que le anima a recaudar impuestos de
forma fraudulenta. Acaba encarcelado, aunque conseguirá escapar a base de sobornos y documentos
falsificados. Al final de la novela ingresa en la orden dominicana para huir del castigo de sus delitos.

La obra está bien estructura y en ella, encontramos una serie de críticas implícitas o explícitas a la sociedad
de su tiempo. Estilísticamente, predominan las frases hechas y los refranes. La ambientación de los espacios
está bien elaborada así como los perfiles psicológicos de los personajes.

3.2. <<La pícara Justina>> de Francisco López de Úbeda

Su edición data del año 1605, en Medina del Campo, bajo el título completo Libro de entretenimiento de la
pícara Justina. La autoría no está del todo clara. A quienes señalan que fue fray Andrés Pérez de León su
autor, por sus similitudes con otras obras suyas y el conocimiento de las tierras leonesas. Mientras que hay
otros que siguen una información que parece más coherente, y es que el autor fue un médico toledano que
responde al nombre bajo el que se firma el libro.

Sobre cuando se creó la obra, igualmente hay discrepancias. El autor dice que su obra es bastante anterior a
la fecha de edición y que no lo publicó hasta ver el éxito del Guzmán. Otros creen que hay rasgos propios del
barroco, por lo que consideran que no es tan anterior como el autor señala. Nosotros creemos la versión del
autor, porque apreciamos que hay alusiones a la sociedad del siglo XVI.

En cuanto a la obra en sí, la encontramos estructurada de la siguiente forma:

Aparición de unos versos que introducen el tema.

Desarrollo del tema y de las aventuras de la pícara Justina.

Aprovechamientos o conclusiones morales de la historia.

La obra ha sido criticada muy duramente. Los versos que abren el tema de la historia en cuestión son
bastante malos y las conclusiones no parecen seguir de forma coherente lo expuesto en la aventura.
Cervantes, en su Viaje de Parnaso, critica duramente la obra por su pedantería. A nosotros, es el lenguaje lo
que nos parece más interesante. Pues, a pesar de que a veces se enreda en lo superfluo, hemos de
reconocer que maneja el lenguaje a la perfección.

Podemos concluir que estamos ante una obra muy fosilizada, en la que el autor no tiene la capacidad de dar
aventuras interesantes a su protagonista, y se centra más en crear una obra humorística que a veces se
pierde en los chistes, retruécanos y juegos conceptistas. Como novedad destacar la presencia de la figura
femenina dentro del género picaresco.

3.3. <<La hija de la Celestina>> de Salas Barbadillo.

Publicada en el año 1612 en Zaragoza, bajo el título La hija de Celestina, fue reeditada en el año 1614 bajo el
título de La ingeniosa Elena.

Nada tiene que ver la protagonista con el célebre personaje de La Celestina de Fernando de Rojas. Recibe
este nombre por ser hija de una Celestina, esclava en Granada.

La obra recoge las trasgresiones morales de su protagonista, donde el sexo entra a ser el primer plano de la
obra. Montúfar, el otro protagonista junto a Elena, es un pícaro que se hace pasar primero por su hermano y

27
después de casa con ella para aprovecharse del dinero que saca a los numerosos amantes de su mujer. La
obra parece ser una invitación a la vida depravada, hasta que llega al final. Donde Montúfar es asesinado por
uno de los múltiples amantes de Elena y esta es ahorcada por sus fechorías. Es en este momento cuando nos
damos cuenta de que la obra emplea el recurso moralizante a contrario.

En ella encontramos rasgos diferentes de los comunes a la novela picaresca. El primero de ellos es que el
elemento narrativo desaparece, y con él, el relato autobiográfico. Los personajes se nos presentan de forma
dialogada. Del mismo modo, los protagonistas no están sujetos a amos ni son esclavos de nadie, sino que
viven sus vidas de forma independiente.

Los espacios y entornos están basados en los de La Celestina, aunque también hay rasgos de las novelas
picarescas.

La frescura y agilidad del relato se ve algo obstaculizada por los pasajes que se le añadieron a la edición del
año 1614, para la crítica general de una menor calidad que la de la primera.

3.4. <<Vida del escudero Marcos de Obregón>> de Vicente Espinel

3.4.1. Carácter autobiográfico real

Vicente Espinel nace en la ciudad de Ronda. Estudia en la Universidad de Salamanca y pronto muestra unas
grandes dotes para la música y la literatura. Se le considera, al menos por algunos, como el inventor de la
quinta cuerda de la guitarra española, y uno de los primeros en utilizar la décima en poesía. En su vida
también se suceden episodios conflictivos con la justicia, sobretodo en su estancia en Sevilla, donde al
parecer se da a la vida picaresca y pretende embarcarse hacia a Italia, pero, como aparece reflejado en la
persona de Marcos de Obregón, encaramado en un barco que le llevaría a Italia, es raptado por los piratas
berberiscos. Esta parte del relato es tomada por una gran parte de la crítica como un carácter
autobiográfico. Y a nosotros así nos parece.

Es entonces la vida de Marcos de Obregón un relato más o menos autobiográfico de la vida del autor,
aunque sin perder de vistas ciertos recursos propios de la novela picaresca.

3.4.2. Estructura y contenido

La obra queda estructurada en tres <<relaciones>> o partes que a su vez están divididas en capítulos a los
que el autor llama <<descansos>>. La primera parte tiene 24, la segunda 14 y la tercera 26.

El relato comienza con viejo escudero haciendo servicios de ensalmador en el asilo de Santa Catalina de los
Donados. Desde esta estancia evoca un pasado no muy lejano, sus años al servicio del doctor Sagredo. En
esta parte Espinel pone en práctica dotes propias de la sátira quevedesca, en sus críticas al gremio doctoral y
en su actitud misógina, encarnada en la mujer del doctor que mantiene numerosas aventuras amorosas en
las que Marcos se ve envuelto. Cuando está adaptado al hogar, el médico se marcha a Castilla la Vieja y ahí
se separan sus caminos. El decide refugiarse de la tempestad en la guarida de un ermitaño. En este
momento, cambia la técnica narrativa y es ahora en el diálogo con el ermitaño, donde nos descubre sus
orígenes, lo que nos muestra que la obra tiene un modelo narrativo <<in media res>>. Los episodios más
picarescos se dan en sus conversaciones con el ermitaño.

La segunda <<relación>> continua al amanecer del día siguiente de su llegada a la ermita. Lo más destacable
en esta parte es el relato de su cautiverio en Argel.

La tercera <<relación>> se centra en los sucesos en Italia y su vuelta a Madrid, donde es encarcelado
injustamente. El relato llega al punto de origen de la historia, su estancia en casa del doctor Sagredo, al que

28
había conocido en su cautiverio en Argel. En los dos últimos <<descansos>> cambia el estilo narrativo a uno
directo, donde vuelve a Ronda, su tierra natal, a preparar su muerte.

Se suceden algunas interrupciones en forma de novelas cortas al estilo del Guzmán, aunque estas son más
coherentes con la obra puesto que el propio Marcos aparece reflejado en ellas.

3.4.3. ¿Es una novela picaresca?

La ubicación de la obra dentro o fuera de la novela picaresca, ha levantado muchas controversias a lo largo
de los años. Los defensores de su exclusión de la picaresca aluden a que el protagonista, no muestra los
rasgos psicológicos propios de un pícaro, pues no es alguien que llegue a los bajos fondos de la sociedad,
sino que incluso tiene contacto con sectores sociales más refinados. Además, no mira desde una perspectiva
pesimista a la sociedad y el protagonista no es ejemplo de inmovilismo social, sino que en ocasiones sus
empresas tienen éxito y ayudan a los demás.

La inclusión de la obra dentro de la novela picaresca, responde más bien a cuestiones temáticas, pues hay
muchos puntos de conexión de la novela con el género picaresco.

3.4.4. Intención moralizante

Las disertaciones morales se suceden a lo largo de la obra, aunque no llegan ni por asomo a la longevidad de
las alusiones que refleja Mateo Alemán en su Guzmán.

Las alusiones vienen dadas de forma bondadosa y piadosa, sin llegar a ser tajantes y restrictivas como las de
Alemán.

3.4.5. Estilo

Si lo comparamos con el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, el estilo es menos rimbombante y


pretencioso que en la obra del converso. A pesar de que no está exento de emplear un lenguaje más
elaborado cuando la situación comunicativa lo requiere, utiliza un lenguaje llano en la mayoría de las veces,
atendiendo a su finalidad de llegar con facilidad al lector. Sus juegos de palabras conceptistas, que los hay,
no entorpecen el desarrollo del relato y no resultan ser un impedimento en el seguimiento de la historia ya
que están muy bien intrincados dentro de la estructura novelística.

3.5. <<La desordenada codicia de los bienes ajenos>> de Carlos García.

En 1619 aparece en París esta nueva novela picaresca. Existieron una serie de suspicacias acerca de su
autoría, pero al final se consiguió probar que el doctor Carlos García fue el autor del libro. Poco sabemos de
él, que fue un desterrado, que se dedicó a la medicina y a la exposición de ideas literarias y filosóficas.

La obra se centra en el robo. El protagonista, a quien el narrador conoce en la cárcel, es un especialista del
robo y a partir del capítulo segundo, cuando toma la palabra, describe y clasifica con toda clase de detalles
los diferentes profesionales que hay dentro del <<arte>> del robo.

Ciertos críticos clasifican a esta obra dentro de la literatura del hampa. Tuvo más éxito en Francia e
Inglaterra que aquí en España. Aun así, la obra es de cierto interés, y resulta graciosa y ágil en cuanto a su
prosa.

29
3.6. Continuaciones del <<Lazarillo>>

3.6.1. <<Segunda parte del Lazarillo de Tormes>> de H. de Luna

En 1620 se publica en París una segunda parte del Lazarillo mucho más interesante que la de Amberes de
1555. El autor, Juan de Luna Castellano, que por alguna razón, decidió cambiar su letra inicial. Creemos que
el objetivo no fue otro que el de pasar desapercibido para el tribunal de la Inquisición, por el que
presumiblemente hubo de ser expulsado.

En lo que concierne a la obra, muestra un relato que sigue la tendencia del primero en su realismo y
vivencias bien ajustadas al contexto real, aunque ahora abundarán más los elementos satíricos barrocos. Las
críticas más duras y recrudecidas respecto a su primera parte serán hacia la Iglesia y la Inquisición. El autor
posiblemente hubiese tenido experiencias personales que le hubiesen llevado a este punto tan ácido.

En cuanto a sus aspectos negativos, vemos una transformación muy fuera del contexto de realidad, donde
Lázaro en su cautiverio en Argel se convierte en un monstruo que los pueblos pasean victoriosos. Esta
transformación resulta ser un engaño de Lazarillo para sacar dinero. Otro aspecto que consideramos como
negativo es el escaso desarrollo psicológico de la figura del protagonista. Y por último, es la caracterización
que hace del escudero al que Lázaro sirve el cual se aprovecha de Lázaro robándole.

3.6.2. <<El Lazarillo de Manzanares>> de Juan Cortés de Tolosa

Aparece en el año 1620. Es, por mucho, inferior al modelo que sigue. Sigue en su desarrollo al Lázaro de
muchos amos, añadiéndole algunos más. Termina con Lázaro marchándose a las Indias y librándose del
matrimonio.

Es destacable la descripción de ambientes y costumbres. Sin embargo, el estilo de la obra, en su pretensión


de ingenio, resulta ser farragoso y confuso.

3.7. << El donado hablador>> de Jerónimo de Alcalá Yáñez

La primera parte se publica en Madrid en el año 1624. Goza de un éxito mayor del esperado por el autor,
hasta tal punto que en 1625 saca una segunda edición en Barcelona y en el año 1626 aparece la segunda
parte en Valladolid.

El relato está basado en un hombre, Alonso, muy beato y entregado a la vida monacal, que por su mucho
predicar, es expulsado del monasterio al que pertenece y se hace ermitaño.

La obra, aunque encasillada dentro de la novela picaresca, presenta grandes diferencias respecto a las
generalidades del subgénero. El primero es la personalidad del personaje. No estamos ante ningún
maleante, sino todo lo contrario. Ante alguien devoto, bonachón, que si peca de algo es de tonto. Otro rasgo
diferencial en la obra, es la presencia del elemento religioso. Los espacios religiosos, como conventos y
monasterios, aparecen con gran frecuencia en la obra. Sin embargo, el tipo de relato autobiográfico, la
aparición de elementos picarescos son suficientes como para enmarcar la obra dentro de la novela
picaresca.

La estructura del relato viene dada entremezclada entre narración y diálogo. Las digresiones morales
aparecen con mucha frecuencia, aunque son cortas y sentenciosas, a veces resultan un poco incómodas por
la frecuencia de su aparición. Algo más armonioso para el conjunto de la obra, son los cuentos y anécdotas
que se cuentan. Otro elemento característico de la obra, es su crítica misógina, donde el autor alcanza un
tono satírico más brusco del habitual. Por otro lado, no hace crítica de estamentos recurrentes en otras
novelas de la literatura picaresca como los médicos, sino que, imaginamos que porque él mismo era médico,
se los elogia. Destaca dentro del elenco de amos que tiene el autor, su gran variedad, lo que nos lleva a

30
pensar que su pretensión no era otra que mostrar el corpus social de la época, en detrimento de contar las
aventuras del personaje.

En cuanto al estilo, entremezcla el estilo culto del personaje principal (a veces demasiado frecuente), con
otro más popular y llano, mucho más ameno para el lector.

3.8. La novelas de Castillo Solórzano

Es uno de los prosistas más prolíferos del siglo XVII. Escribe novelas picarescas aunque en ellas será notorio
el influjo de la novela italiana. Estamos presenciando la desintegración de la novela y en concreto del género
picaresco. Ya su obra no estará tan interesada en el didactismo sino en los ambientes y lugares que describe.
Se introduce en el género con las harpías de Madrid y coche de las estafas (1631), la menos interesante de
las cuatro.

3.8.1. <<La niña de los embustes. Teresa de Manzanares>>

Se publica en 1632. Narra las aventuras de Teresa, una mujer que se ha de ganar la vida como pueda con tal
de salir de la pobreza. Empieza a trabajar en una peluquería, donde está en contacto con personas de buena
posición social. Pero es no la basta y pronto decide aprovechar sus dotes amatorias para conquistar a los
hombres y aprovecharse de ellos. En tres ocasiones aparece casándose y quedando viuda de hombres
adinerados a los que no ama mientras tiene otras relaciones extramatrimoniales de por medio. El relato es
de un estilo muy vivaz, y los personajes aparecen trazados fugazmente per muy bien ambientados. Es
curioso el pasaje donde Teresa pasa un tiempo con unos comediantes, y donde el autor aprovecha para
describir al gremio. Es una obra que a pesar de tratar temas muy banales, consigue mantener un estilo
sobrio y elegante.

3.8.2. << Aventuras del bachiller Trapaza>>

Está fechada en 1837. El protagonista al igual que nuestra anterior protagonista, es un experto en embustes.
Sigue el esquema típico de la picaresca con aventuras en diferentes sitios del protagonista y un final
desdichado para él: es condenado a galeras y acaba muriendo en una de sus andanzas. En el desarrollo de la
trama es también importante la presencia de su hija Rufina, que dará lugar a nueva novela picaresca.

A pesar del final trágico, Solórzano se apiada de su personaje y consigue ver en él un pobre diablo, con unas
circunstancias de vida paupérrimas que ha de buscarse la vida para sobrevivir. En el relato es frecuente la
inserción de dos novelas, anécdotas y otros pasajes secundarios, como un entremés. A pesar de lo que
pueda parecer, no hacen que la obra sea más pesada e indigesta, sino que al contrario, es capaz de insertar
muy bien los relatos dentro de la trama principal.

3.8.3. <<La garduña de Sevilla y anzuelo de las bolsas>>

La protagonista es Rufina, hija del bachiller Trapaza, quien aparece al principio de la novela casada con un
indiano rico por obra y gracia de su padre. Rufina, al igual que Teresa, utilizará sus encantos femeninos y su
inteligencia para urdir toda clase de planes. Pondrá a los hombres los unos contra los otros, hasta casarse
con Crispín, un mozo de su misma calaña con el que se unirá para seguir materializando sus maléficos
planes.

En la obra aparecen insertadas tres novelas breves: Quien todo lo quiere todo lo pierde, El Conde de las
legumbres y A lo que obliga el honor. También intercala algunos versos.

31
El estilo de la obra es totalmente desenfadado ni rastro queda de los advertimientos morales (aunque
cuando concluye la obra hace uno en referencia a aquellos que no quieran ser urdidos), y llegamos a un
estilo de novela basada en el <<divertimento>>.

3.9. <<Vida y hechos de Estebanillo González>>.

Algunos autores como Bataillon consideran que el relato no es autobiográfico. Por el contrario la crítica
general cree que el relato aparecido en Amberes bajo el título Vida y hechos de Estebanillo González,
hombre de buen humor, compuesta por él mismo, si responde a un tipo de relato autobiográfico.

El protagonista-autor, es el bufón del duque de Amalfi, Octavio Piccolimini. En el relato el bufón aventurero
se divierte ridiculizando algunos de sus episodios vividos. Por el contrario de la intención moralizante y
satírica propia de novela picaresca, el protagonista muestra una gran despreocupación moral por lo que
acontece a su alrededor. Uno de los pasajes más interesantes del relato, es el de la participación del bufón
en la guerra de los 30 años. El bufón, se considera a sí mismo un soldado mercenario poco comprometido
con el conflicto. Se describe a sí mismo como un cobarde por huir de la batalla de Nordlingen sin
ruborizándose y creyendo la actitud de los soldados como más estúpida que la suya. Es por ello, una novela
de alto contenido antimilitarista.

Por lo general estamos ante una novela divertida, que incluye una gran cantidad de personajes y pasajes que
a veces pasan de una forma demasiado fugaz dentro de la novela, y que tiene la finalidad de mostrarnos
algunas de las actitudes picarescas de su autor así como la actualidad europea desde una perspectiva
burlona.

3.10. <<La vida de don Gregorio Guadaña>> de Antonio Enríquez Gómez

Fue publicada en Ruán, (Francia) en el año 1647. Su autor había emigrado a Francia perseguido por la
Inquisición. Nuestra novela se inserta dentro de otra obra llamada El siglo pitagórico, una obra en la que el
protagonista es objeto de sucesivas reencarnaciones por obra y gracia de la visita de Pitágoras. En la quinta
transmigración, aparece nuestra novela, escrita en prosa, a diferencia de la mayoría del texto. La novela es
independiente del resto de la obra, y aunque se ha encuadrado dentro de la picaresca, responde más bien al
género de las aventuras, de un personaje principal que va viviendo al día. Es, al igual que el Lazarillo de Luna
y La desordenada codicia de los bienes ajenos, una obra en el que predomina más que en las demás
picarescas el tono erótico. Coincide que las tres se publican en Francia, donde la censura es menor que en
España.

En cuanto al estilo, predomina el juego conceptista ya que el modelo que toma es el Buscón de Quevedo. No
llega a la calidad y variedad de este en cuanto al uso del lenguaje, aunque si combinará espacios donde el
ingenio y el juego conceptista alcance gran brillantez por otros donde se quede en el chiste insulso.

TEMA 4: PROSA DE QUEVEDO

1. Francisco de Quevedo.

1.1. Biografía (1580-1645)

Quevedo nació en Madrid en el seno de una familia cristiano-vieja muy ligada a la realiza. Quevedo estudia
en el prestigioso colegio de la Compañía de Jesús para más tarde licenciarse en arte en la universidad de
Alcalá. Se traslada a la corte de Valladolid, donde conoce a Góngora con el que comenzará su celebérrima
enemistad. En 1602 retoma los estudios y empieza su quehacer literario. Para el 1604, ya será un reputado
poeta en la corte.

32
Frecuenta las tertulias y está muy involucrado en la política de su momento. Su situación económica es
apurada. Para 1609 arranca un famoso pleito en su contra por el censo que había heredado de su madre en
la Torre de Juan Abad. Comienza para ese mismo año su amistad con el duque de Osuna, a quien acompaña
a Flandes, y, tras el nombramiento de Osuna como virrey de Sicilia, inicia una intriga para conseguir que se
convierta en virrey de Nápoles. Huye de Nápoles para regresar más tarde, aunque no es bien recibido por
Osuna. Tras la llegada de Osuna a Madrid retoman su amistad.

A la muerte de Felipe III, su situación se complica: Osuna es encarcelado y él queda confinado en la Torre de
Juan Abad. Finalmente, en 1622 es liberado y parece cobrar la confianza del conde duque de Olivares.

Desde 1635 hasta 1639, dedica casi todo su tiempo a la escritura. Se casa con una viuda, doña Esperanza,
pero se separan en 1636, 2 años después de casarse. Dentro de esta aparente tranquilidad, el 7 de diciembre
de 1639, es detenido de forma repentina y llevado al convento de San Marcos de León. Se desconocen las
causas de tal encarcelamiento. La teoría más extendida es por un memorial titulado <<Cátolica, sacra y Real
Majestad…>>, que según se dice, puso debajo de la servilleta del monarca. Nosotros no damos por creíble
esta causa y creemos que fueron otros los motivos, como quizás su alejamiento de la política del conde.

Tras 4 años de encarcelamiento, acabó muy frágil, y tras recobrar su libertad en 1643, debido a la caída del
valido, muere en 1645.

1.2. Carácter

Quevedo demostró ser una persona de extremos a lo largo de su vida. Es difícil encasillar a una personalidad
tan excelsa y compleja como la de don Francisco.

Su carácter contradictorio le lleva a predicar lo que luego no hace. Caso es así con el estoicismo moralista del
que él se consideraba alumno, que nada que ver tiene con su vida llena de tramas y de ataques a la sociedad
con sus recrudecidas sátiras. Esas sátiras, repletas de agresividad, destruyen todo lo que se pone a su paso.
Si lo comparamos con la sátira de Góngora, vemos en la de Quevedo una mayor virulencia y agresión contra
la falsedad de su tiempo, además de ser más personalizada. La del cordobés, es una sátira más desdeñosa,
fría y distante y que ataca a un conjunto de la sociedad y no tanto a unos individuos concretos.

A este odio por la sociedad de su tiempo, le sigue también la angustia existencial que parecía perseguir al
autor. A pesar de predicar un estoicismo cristiano en el que la muerte ha de aceptarse con serenidad,
Quevedo, cuando ha de enfrentarse a la vida, la ve repleta de obstáculos continua, y considera algo así como
que ya estamos muertos en vida. La muerte es la última gran decepción de la vida. Cuando habla de ella es
incapaz de valorar la vida de ultratumba y la percibe como un escollo insalvable.

Su ideología política también ha dado mucho que hablar. Como cristiano-viejo que es, e hidalgo venido a
menos, es un defensor de la sociedad de clases y del antiguo régimen. Cree que se debe volver a la sociedad
feudal de la Edad Media. Los burgueses le causan estupor, y son los culpables del mal de la sociedad. El
dinero es el causante de todos los males y él anhela una sociedad sin esa corrupción política. Considera de
forma negativa el hecho de que países extranjeros hayan abarrotado sus bancos con los beneficios de los
gloriosos tiempos de la Conquista del Nuevo Mundo. Es un defensor a ultranza del nacionalismo y siente
nostalgia por esa época dorada del Imperio Español. Es un antisemita confeso, aunque desconocemos la
verdadera raíz de este sentimiento.

En definitiva, Quevedo representa a la perfección al hombre barroco, lleno de inquietudes y que se mueve
en el terreno de lo incierto, de lo que parece y no es, y de lo sublime y lo mísero.

33
2. Obras de Quevedo

2.1. Opúsculos festivos y satíricos.

En 1631 aparece en Madrid un conjunto de sus obras satíricas y burlescas de juventud, retocadas a
instancias de la Inquisición, con el título de Juguetes de la niñez y travesuras del ingenio.

Se trata de un conjunto de obras tempranas, opúsculos y obritas festivas caracterizadas por sus tonos
caricaturescos y de juego verbal que combinan parodia y discurso cómico. Destacan en este grupo:

-Burlas a la corte: Capitulaciones matrimoniales y Vida de corte y oficios entretenidos son dos tratados
independientes, aunque unitarios por su estilo. Por ellos desfila una auténtica galería de tipos humanos
pertenecientes a la corte: entretenidos, sufridos, estafadores, valientes de mentira, rufianes, lindos… Sin
duda debió inspirarse en la observación directa de la realidad, sazonada con su agudísimo ingenio.

-Parodias de los repertorios enciclopédicos: Libro de todas las cosas y otras muchas más, es una especie de
enciclopedia burlesca escrita por el maestro Malsabidillo y dirigida a los entrometidos y habladores. Incluye
28 proposiciones o deseos descabellados y una tabla con otras tantas soluciones que son generalmente
perogrulladas.

-Muestrario de recursos paródicos: Indulgencias concedidas a los devotos de monjas, es un texto de dudosa
atribución, que suele aparecer en los textos a nombre de Quevedo, pero que Pinheiro da Veiga cita como
obra de Bernardo de Brito. Es una enumeración de los distintos tipos de gracias, siempre burlescas, a que
son acreedores los que cortejan a las monjas. Gracias y desgracias del ojo del culo es una regocijante
enumeración de los pros y contras de tan esencial parte del organismo humano. Sigue la línea de humor
escatológico que tanto gustaba a Quevedo. Están puestas en boca de Juan Lamas, el del camisón cagado, y
se dirigen a doña Juana Mucha, montón de carne.

-Epístolas jocosas: Cartas del caballero de la tenaza, es un conjunto de cartas divertidísimas <<donde se
hallan muchos y saludables consejos para guardar la mosca y gastar la prosa>>. Se dirige a todos aquellos
que sufren el asedio de sus amantes a fin de que puedan salvar su bolsa de tan afiladas garras. A
continuación se incluye las 24 cartas que se cruzan entre el caballero de la Tenaza y la tenazadora. Es una
exaltación de la tacañería llevada a sus extremos.

-Premáticas y parodias de las ordenanzas legales: Premática que este año de 1600 se ordenó por ciertas
personas deseosas del bien común, es una parodia burlesca de la promulgación de una ley en la que se
prohíbe el uso de determinados vocablos y expresiones. Se critican así muchos de los vicios lingüísticos de la
época.

Premáticas y aranceles legales es la más extensa e importante de estas parodias. Sirviéndose de frases
hechas y del formalismo de las pragmáticas, satiriza sobre una serie de usos sociales ridículos, cada uno de
ellos acreedor a una condena no menos jocosa. En torno a este texto han surgido muchas dudas. Resulta que
Alemán lo incluye en el Guzmán. Gran parte de la crítica cree, y coincidimos con esta teoría, que se trata de
dos textos diferentes que han sido refundidos en uno por su similitud temática, creyéndose solo como cierta
la autoría de uno de los dos autores. Se cree que los 22 párrafos primeros son de Alemán, y lo restante es de
Quevedo. Además, cuando Quevedo refunde su obra en la Premática del tiempo, solo refunde la última
parte, no la que aparece en el Guzmán.

-Piezas de sátira literaria y lingüística: La culta latiniparla, lleva un disparatorio como vocabulario para
interpretar y traducir las damas gerigonzas, que parlan el Alcoran macarrónico, con el laberinto de las ocho
palabras. Es una burla del complicado lenguaje utilizado por estas damas, en clara alusión al contagio sufrido
de la poesía de Góngora.

34
2.2. La prosa satírico-moral: fantasías morales

2.2.1. Los sueños

Son cuadros expresionistas hechos al estilo de la fantasía lucianesca escritos con lenguaje conceptista
satírico e hiriente que utiliza hasta reflejar la visión más satírica y degradadora de la sociedad. Aunque son
escritos con anterioridad, se publican en 1627 en Barcelona bajo el título de Sueños y discursos de verdades
descubridoras de abusos, vicios y engaños de todos los oficios y estados del mundo.

2.2.2.1. <<Sueño del juicio final>>

Se le conoce también con el nombre de Sueño de las calaveras, que es el que se le da en los Juguetes. Puede
fecharse en 1606 o 1607. El autor queda dormido una noche con el libro de Hipólito De la fin del mundo y
segunda venida de Cristo en las manos y sueña con la llegada del postrer día. En el Sueño hay dos partes
distintas: la resurrección de los muertos y el juicio final. Quevedo no ahorra los detalles más macabros y su
actitud ante tan patética escena es distanciada y cínica. El humor estalla cuando vemos las reacciones de los
diversos tipos: el maldiciente, que huye de su lengua; el ladrón de sus manos…

Frente a esa barahúnda grotesca, se alza Dios a dictaminar el juicio. Comienza por Adán y prosigue por
Judas, Mahoma…Con la aparición del maestro de esgrima comienza el desfile de gremios, casi todos van a
parar al infierno. Solo unos pocos son salvados: apóstoles, ciertos reyes, sacerdotes… Curiosamente se libran
del castigo un médico, un barbero, 2 o 3 escribanos y algunas damas deshonestas. Una vez en el averno,
cada uno de los condenados es castigado con aquello en lo que más había pecado.

La estructura de este Sueño es sencilla: se nos ofrecen varios casos con sarta. El estilo conceptista se
manifiesta en los constantes juegos de ingenio. El narrador no es un observador imparcial, sino que nos
presenta su juicio particularísimo de la humanidad.

2.2.2.2. <<El alguacil endemoniado>>

En la edición de 1631 se llamaba El alguacil alguacilado. Se escribe entre 1605 y 1608. El autor entra en la
iglesia de San Pedro en busca del licenciado Calabrés, al que Felicidad Buendía ha identificado con Genaro
Andreini, capellán del conde de Lemos que había obtenido en Madrid fama de exorcista. El Santo Oficio lo
desterró del reino.

El licenciado Calabrés está exorcizando a un hombre endemoniando. En ese momento interviene el demonio
para puntualizar que es <<alguacil y no hombre>>. Desde ese momento el demonio empieza argumentar las
similitudes entre él y el alguacil poseído. Además, comienza a hablar de los diferentes tipos, aludiendo a las
facilidades que ponen a los demonios para entrar y que estos a su vez sienten muchas dificultades para
llevar esas vidas. Cita entre otros estamentos, al de los jueces, que son <<la simiente que más fruto y
provecho nos da a los diablos>>. Cuando hace referencia a los reyes, cambia el tono para ser más locuaz y
severo, expresando los múltiples pecados que estos cometen. No es difícil intuir una alusión a Felipe III y sus
validos, aunque para suavizarla pone en boca del diablo en referencia al rey como <<tan vigilante y
católico>>. Ante tanta infinidad de amargas verdades contadas por el demonio, el licenciado Calabrés lo
hace enmudecer, con lo que finaliza el sueño.

El estilo del sueño es muy similar a los demás; cambia sustancialmente el hecho de que aquí no sean los
diversos condenados los que aparecen en vivo, sino que lo hacen a través del espíritu.

35
2.2.2.3. <<Sueño del infierno>>

Se le conoce también como Las Zahúrdas de Plutón que es el nombre que toma en la edición de los Juguetes.
Fue terminado el 30 de abril de 1608.

Es el más interesante y extenso de los Sueños quevedescos. Se inicia el cuadro con una visión alegórica de los
dos caminos: el del Bien y el del Mal. El del primero resulta angosto y tortuoso, por lo que el autor llegado a
un punto se sale de él y decide entrar en el del Mal, más ancho, lleno de carrozas, gente vestida
lujosamente… Abundan los sastres, joyeros, mercaderes y demás oficios. Destaca la presencia de los
hipócritas, que aunque parecen ir por la senda estrecha, resulta que van por la ancha. Súbitamente el
sendero se angosta y toda la muchedumbre, sin percatarse de ello, va a parar al infierno. El ritmo de la obra
va gradualmente acelerándose hasta llegar a desembocar en el infierno.

Una vez allí el autor recorre, al estilo de Dante, a los diferentes gremios, con sus correspondientes castigos.
La diferencia sustancial con Dante es que en el Sueño de Quevedo aparecen de forma desordenada. Los
diablos, al igual que en el Sueño del juicio final, dan la explicación de cuáles son los pecados de cada uno y
por qué se encuentran allí.

Ridiculiza duramente a la nobleza, y un caballero que cree que su honra mundana le servirá, termina
pecando de vanagloria. A partir de ahí, se prosigue la ruta infernal pero ahora centrándose más bien en
actitudes individuales: en el que dice que Dios es piadoso y que confiaba que sus pecados serían perdonados
sin hacer nada al respecto, el que se queja amargamente sobre sus actos en vida, etc. Siguen apareciendo
también algunos oficios, taberneros, boticarios…

Se interrumpe de nuevo la visión caleidoscópica para ofrecernos un diálogo entre el autor y Judás. En esta
parte especialmente divertida es la visita a los poetas: uno de ellos recita versos maldiciendo lo que la rima
le forzó a decir sin quererlo él. A partir de ahí cambia notablemente el ritmo del Sueño, que empieza a
resultar más abrumador con un sinfín de citas cultas sobre alquimia, astrología, etc. Esta parte es menos
interesante que la parte que la antecede.

En definitiva, podemos decir que es un Sueño de estructura cambiante en el que se suceden los cuadros más
o menos rápidos, las escenas más detallas y las brevísimas alusiones. Su técnica es similar a la que ya
conocemos, sólo que aquí se intensifica y se hace más densa por la mayor extensión de la fábula.

2.2.2.4. <<El mundo por de dentro>>

Es el más pesimista de los Sueños quevedescos. Se nos presenta a un autor desorientado, que va dando
vaivenes sin ton ni son por la vida, representada por el laberinto del mundo. En esas, se encuentra con un
anciano. Quiere proseguir su viaje pero se siente atraído por las historias del viejo, que no es otro que el
Desengaño. Este le habla sobre como el hombre malgasta la vida y le invita a contemplar la verdadera cara
del mundo. Es una técnica muy similar a la que utiliza Vélez de Guevara en El diablo cojuelo. Van a la calle
mayor, la Hipocresía, en el que contemplan la doble cara de la humanidad. La estructura sigue la misma
pauta: primero se nos muestra la apariencia engañosa (por ejemplo el hidalgo vestido de forma ilustre), y
después la decepcionante realidad (el hidalgo que apenas puede subsistir).

En la edición prínceps, el relato se corta bruscamente, sin embargo, en la edición de los Juguetes se añaden
5 páginas más. Aparecen en ellas dos extraños seres, a manera de máscaras, que tienden una cuerda de un
extremo a otro de la calle. Bajo la cuerda, los personajes se nos presentan como son, sin dobleces. Cambia
aquí la técnica narrativa. Al principio, ha sido burlón y despectivo, mientras que al final se muestra sarcástico
y agresivo. Encontramos a un Quevedo más desengañado en la composición final del relato.

36
2.2.2.5. <<Sueño de la Muerte>>

En la edición de 1631 toma el título de Visita de los chistes. Dedica la obra a doña Mirena Riqueza, nombre
que encubre a María Enríquez, dama de la reina, está fechada en 1622. El autor, aparece como en el Sueño
del juicio final, dormido con dos libros en las manos: los versos de Lucrecio y las desventuras del paciente
Job. Entra en la estancia una curiosa comitiva formada por médicos, boticarios, habladores, chismosos,
mentirosos…

Tras este aparatoso cortejo hace su aparición la Muerte adornada con todos los emblemas de los vivos. De
esta forma Quevedo da a entender que la Muerte ya está en vida. La propia Muerte será la encargada de
aleccionar a los humanos sobre lo que no han de hacer, advirtiéndoles acerca de que un día habrán de morir
y de reflexionar sobre diversos temas morales, como los enemigos del alma o la corrupción del dinero.

El autor y la dama descienden al reino de los muertos. El aparato alegórico se acentúa y la muerte aparece
representada de diversas formas: muerte de risa, muerte de miedo…

Ante su trono empieza el desfile de personajes de forma vertiginosa, que, curiosamente, no se centrará en
tipos, sino en personajes proverbiales del refranero español, los cuales se quejan a los hombres por las
aberraciones vertidas sobre sus nombres a modo de chistes. Entre ellos están: el Rey Perico, Pero Grullo,
Perico de los Palotes… El único personaje real es don Enrique de Villena que da lugar a la sátira de la
sociedad de su tiempo. Termina el desfile con el cornudo Diego Moreno que se lía a bocados con el autor,
que se despierta sobresaltado por la pelea e incluye la moraleja final.

2.2.3. << Discurso de todos los diablos o infierno enmendado>>

Se escribió en 1627 y salió a la luz en 1628 en Gerona. Pasó a llamarse El entremetido, la dueña y el soplón.

Estos tres personajes son el hilo conductor de la obra, aunque de una forma muy débil. Los tres personajes
aparecen de forma repentina en el infierno y van visitando junto a Lucifer las distintas mazmorras. Se
empieza a entablar una macabra lucha entre los personajes, que en su mayoría representan a cargos
políticos de la Antigüedad. Vemos por ejemplo a Julio César, asesinado por Bruto, arguyendo el por qué es
mejor el gobierno de un tirano que una república de interesados. Bruto responde al César. Después la
tensión política se rebaja con la aparición de unos padres muertos que quedaron sin descendencia por culpa
de las infidelidades de sus mujeres, pidiendo volver a la Tierra. Aunque uno de ellos les hace ver que estar en
la Tierra es peor que el infierno.

A continuación hablan Alejandro Magno y su privado Clito, el cual se lamenta de haber servido a semejante
tirano. Alejandro Magno solicita la palabra pero el fiscal le recuerda que ahora no tiene el poder que ejerció
en la tierra y que es un reo más. Luego siguen una serie más próximos a los Sueños anteriores de Quevedo.

El texto no mantiene una estructura fija, si no que se limita a ensartar diversos cuadros. El contraste de unos
episodios densos y filosóficos y otros simplemente esperpénticos, es notable. Podríamos decir que el
Discurso es un híbrido del Quevedo satírico de los Sueños y el severo pensador de los escritos políticos y
filosóficos.

2.2.4. La hora de todos y la fortuna con seso

Es una obra de su madurez, terminada en el año 1636 y editada por primera vez en Zaragoza en el año 1650.
El motivo de su tardanza se debe a las alusiones a personajes políticos de su época.

Resulta ser para la crítica una de las piezas maestras del arte de Quevedo, tanto en las sustancias temáticas y
en las estructuras de su composición como en el magistral uso de singulares soportes lingüísticos.

37
La obra consta de 40 cuadros independientes entre sí, y descansa en el motivo de las raíces clásicas del
mundo al revés. Júpiter, después de haber convocado una asamblea de dioses, decide intercambiar los
papeles del Mundo, considerando que Fortuna los ha dado sin atender a la razón.

Es en ese momento cuando empiezan los 40 cuadros donde se dan situaciones muy jocosas. Algunas son
muy breves y otras muy largas. En ellas todo pasa al revés: los funcionarios de la cárcel son encarcelados y
los ladrones liberados…

En torno a la mitad del libro los cuadros comienzan a ser de tema político. Arremete contra la política
española y europea en general, contra personajes muy concretos y contra el carácter de los pueblos.

El experimento del intercambio de papeles no resulta todo lo feliz que se esperaba y Júpiter decide restaurar
el orden anterior. El mundo de los dioses también es puesto en solfa.

Quevedo consigue en esta fantasía moral derrochar ingenio y sutileza. En ella el pensamiento filosófico se
hace denso; la crítica, inapelable.

2.3. El Buscón

2.3.1. Datación

La mayoría de la crítica ha fechado su obra entre el 1603 y el 1608. Lázaro Carreter cree que en torno a 1604
y quizás 1605, por haber tenido en cuenta algunos de los pasajes del Guzmán. Se edita por primera vez en
Zaragoza en 1626, aunque ya había estado circulando en manuscritos por la corte antes de esa fecha. El
motivo por el que quizás Quevedo no quiso editar su obra, fue el hecho de que pensara que era una obra de
pasatiempo, en ningún caso una obra por la que quería que le recordaran. La obra fue un éxito rotundo. El
autor conoció en vida otras 9 ediciones y fue traducida a todos los idiomas modernos.

2.3.2. Estructura y resumen argumental

A pesar de contener elementos propios de la novela picaresca (narración en 1 persona, ascendencia innoble
del pícaro…), Quevedo rompe el elemento de continuidad causa-efecto que si aparece en la novela
picaresca. El personaje no va sufriendo cambios sustanciales y la acción principal no es lo que más importa.
Quevedo crea cuadros de costumbres, donde los pequeños detalles y las situaciones jocosas y satíricas son
lo más destacado del relato. El desarrollo de la trama no se ve interrumpido con digresiones, y resulta
ameno y divertido.

Se dividen en tres libros que constituyen una cierta unidad temática:

LIBRO PRIMERO. Pertenece a su escuela de la vida. El protagonista, el segoviano Pablos, es hijo de un


barbero ladrón y de una bruja judía. Entra al servicio de Diego Coronel a quien acompaña en sus estudios de
Gramática en casa de dómine Cabra. Ahí, Cabra los mata de inanición. Se suceden escenas jocosas e
hilarantes. Don Alonso Coronel, después de la muerte de hambre de uno de los alumnos, decide sacarlos de
ahí. Diego Coronel prosigue sus estudios de Gramática en Alcalá. Pablos lo acompaña, y ahí sufrirá las
novatadas de los estudiantes. Termina aquí la inocencia de Pablos, que empieza a introducirse en el mundo
de las fechorías: Robos con la el ama, en solitario… En ese momento recibe la carta de su tío el verdugo, el
cual acaba de ajusticiar a su padre y le dice que ha de ir a por su herencia. La madre es víctima de un auto de
fe inquisitorial y morirá próximamente.

LIBRO SEGUNDO. También llamado el libro de las peregrinaciones. Pablos se va encontrando con numerosos
tipos de la época los cuales son satirizados (el arbitrista, el maestro de armas, el clérigo metido a poeta…). En
Segovia cobra sus 300 ducados de herencia por parte de su tío, el verdugo Alonso Ramplón, el cual le sirve a
su sobrino pasteles hecho con la carne de su padre. Pablos huye despavorido de la macabra casa. En su

38
camino hacia la corte madrileña se encuentra con un pobre hidalgo, don Toribio, el cual le enseña a subsistir
en la corte.

TERCER LIBRO. Vemos a un Pablos actor de la vida tras las enseñanzas recibidas. Empieza a hacer estafas y
fechorías, y termina con sus huesos en prisión. Consigue escapar gracias a un soborno. Después se enamora
de una chica y finge ser rico, pero es descubierto y perseguido. De nuevo se enamora y se hace pasar por un
hombre de calidad, pero resulta ser la prima de don Diego Coronel. Nuestro protagonista recibe una brutal
paliza. Poco a poco Pablos acepta su fracaso vital.

Se hace mendigo y con el dinero que gana se embarca a Toledo para ser parte del mundo de la farándula,
mundo muy criticado. Se convierte en galán de monjas y roba a una de ellas, huyendo a Sevilla donde se
convierte en jefe de una banda de rufianes. Al verse perseguido por la justicia decide irse a las Indias a
buscar mejor suerte junto a su amante Grajales, pero la cosa no le va bien. Termina la obra con una de las
pocas frases moralizantes del libro: <<pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de
vida y de costumbres>>.

2.3.3. Caracterización de los personajes.

Existencia una sustancial diferencia entre Pablos y otro pícaros. Y esa es la incapacidad de escala social a la
que llega. Pablos parece predeterminado a ser un desgraciado y no parece que sea capaz de revertir su
conducta a lo largo de la obra. En sus intentos por ilustrarse cuando va a Alcalá, el autor lo trata con desdén
y lo abandona al maltrato del mundo. No parece sentir ninguna pena por su personaje principal, y lo mira
desde la distancia. Es un personaje superficial, muchas veces espectador de lo que el mundo ofrece.

El resto de personajes de la obra mantienen esa imagen superficial, de boceto, y no podemos hacer un perfil
psicológico de ninguno de ellos. Todos están marcados por sus fechorías y sus actuaciones esperpénticas.
Ninguno parece sentir un cariño natural hacia los demás, y se mueven por interés propio.

2.3.4. Visión del mundo y técnica narrativa

El estilo y la técnica utilizada por Quevedo se corresponden a la perfección con la visión del mundo que
pretende ofrecernos en El buscón. Las antítesis expresivas, los sarcasmos crueles… son recursos utilizados
para presentarnos el degradado y deformado mundo de su tiempo. Tras esta degradación de la sociedad,
sazonada con cierta jocosidad, se esconde la mordaz crítica del autor, que, a pesar de no realizarse de forma
explícita con digresiones morales, se hace mostrándonos de forma exagerada y esperpéntica a la sociedad
de su tiempo.

2.4. Otras obras

2.4.1. Prosa histórica y política

La vida de Quevedo se vio marcada por circunstancias políticas que refleja en su amplia obra de tema
patriótico e histórico de distinta índole en un corpus que abarca desde tratados doctrinales hasta pequeñas
obras relativas a determinadas circunstancias históricas.

2.4.1.1. <<España defendida y los tiempos de ahora>>

Se escribe en 1609, año en el que inicia su amistad con Osuna. Es un escrito de escaso valor, donde
observamos el patriotismo y militarismo más conservador de Quevedo. Ataca a los extranjeros, y hace una
defensa de la tierra, la lengua y las costumbres españolas.

39
2.4.1.2. <<Política de Dios y gobierno de Cristo>>

Es la obra clave para penetrar en el pensamiento político de Quevedo. La primera parte, dedicada a Felipe IV
y al conde-duque de Olivares, fue escrita en torno a 1617, pero no se editó hasta 1626. La segunda, dedicada
al Papa Urbano VIII, se compuso en torno a 1635 y se editó póstumamente en 1655.

La primera parte consta de 24 capítulos que tienen como fondo histórico el reinado de Felipe III y el
valimiento del duque de Lerma. La segunda, con un total de 23, recoge la época de la privanza del conde-
duque con Felipe IV. La primera parte tiene un estilo aforístico y más lapidario, mientras que la segunda
tiene un estilo más barroco y complejo.

La estructura de todos los capítulos es básicamente la misma. Tras el título, se adjunta un texto evangélico,
que luego será comentado en un discurso. Se citan otros pasajes de las Sagradas Escrituras de los que se
extraen conclusiones de índole política y moral.

La temática del relato se centra en la figura del monarca, el cual gobierna por derecho divino, por lo que
deberá centrarse en actuar conforme a la voluntad de Dios y al ejemplo de Cristo. El rey debe asumir
absolutamente el cuidado político-cristiano. Por otro lado, debemos decir que aunque Quevedo propondría
esta teoría política, luego él haría práctica de otra mucho más maquiavélica en su tiempo en Italia al servicio
del conde de Osuna.

Al parecer, la única motivación de Quevedo no es solo la de hacer teoría política, sino que está sujeto a
ciertos interés político, como demuestran sus alusiones al deseo que tiene de servir a la causa de Osuna.

Como contrapunto a casi la totalidad de su obra, en esta composición, Quevedo utiliza un lenguaje menos
conceptista de lo normal y prefiere un estilo más directo, próximo al de la homilía.

2.4.1.3. Obras en torno a la política italiana

La primera de ellas es Mundo caduco y desvaríos de la edad. Su redacción se inició en 1621, durante su
estancia en la Torre de Juan Abad. No la llegó a terminar porque tras la muerte de Felipe III los
acontecimientos que vinieron le desvían del tema. Lo más importante son sus reflexiones acerca de la
política veneciana.

El mismo tema trata en otro informe posterior: Lince de Italia u zahorí español, escrito en 1628. Se la escribe
a Felipe IV para ponerle en situación de cuáles son las políticas de ñas diferentes repúblicas italianas y que
consideración tenían estas respecto a España.

2.4.1.4. <<Grandes anales de quince días>>

Su título completo es: Grandes anales de quince días. Historia de muchos siglos que pasaron en un mes.
Memorias que guarda a los que vendrán Don Francisco de Quevedo.

Se escribe a raíz de la muerte de Felipe III el 31 de marzo de 1621. Se nos habla de los importantes
acontecimientos que conmovieron la política española en el cambio de reinado: la esperanzadora llegada del
nuevo rey y su valido, la suerte que correrían los antiguos ministros de Felipe III, y algunos otros
acontecimientos de personajes relevantes del momento, como el asesinato del conde de Villamediana o el
ajusticiamiento de don Rodrigo Calderón.

2.4.1.5. <<El chitón de las tarabillas>>

Fue redactado en 1630. Es un texto burlesco en la mayoría de su contenido, más próximo Al de las
Premáticas, pero aun así, valora positivamente la política económica de la moneda que está llevando a cabo
el rey Felipe IV. También se analiza la historia de España de los siglos precedentes.

40
2.4.1.6. <<Vida de Marco Bruto>>

Es otro de los tratados políticos fundamentales que completa la serie. Se redactó en 1632, pero lo redactó
constantemente hasta que se imprimió en 1644.

El texto es en realidad una glosa de la biografía de Marco Bruto hecha por Plutarco en las Vidas paralelas
que Quevedo traduce.

El libro comienza con un <<Juicio que de Marco Bruto hicieron los autores en sus obras>>, donde expone el
criterio que sobre el personaje manifestaron los más nobles entendidos: Séneca, Quintiliano, Floro,
Cornelio…Tras una advertencia al que leyere, comienza el núcleo de su obra. Este, consiste en traducir un
fragmento del texto de Plutarco y glosarlo, añadiéndole impresiones propias e información de otras fuentes.
Actualiza el texto con la política española de su tiempo y centra su atención en los dos protagonistas: César y
Bruto.

2.4.1.7. Otras obras políticas

A continuación, citamos otras obras de carácter político, que aunque no tienen la relevancia que puedan
alcanzar los textos estudiados en los apéndices anteriores, sirven para completar el pensamiento político de
Quevedo.

En 1621 escribe un comentario a la Carta del rey don Fernando el Católico al primer virrey de Nápoles. El
tema es la política italiana.

El Memorial por el patronato de Santiago, escrito en 1627 y publicado al año siguiente, en el que defiende a
ultranza la posición de patrón de España de Santiago, frente a la medida de Felipe III de compartirlo con
Santa Teresa de Jesús.

La Carta al serenísimo, muy alto y muy poderoso Luis XIII, rey cristianísimo de Francia se escribe en 1635 al
estallar la guerra con el país vecino. En ella le reprocha el haber apoyado a los enemigos de España.

La visita y anatomía de la cabeza del cardenal Armando de Richelieu, (1635), donde se acusa al cardenal de
todos los males del país vecino.

El breve compendio de los servicios de don Francisco Gómez de Sandoval, (1636) es una semblanza de la vida
del duque de Lerma, muerto en 1635.

La Relación en que se declaran las trazas con que Francia ha pretendido inquietar los ánimos de los
fidelísimos flamencos a que se rebelasen contra su rey y señor natural (1637).

Otras obras más son: El Memorial del duque de Medinaceli al rey don Felipe IV, (1643), El panegírico a la
majestad del rey nuestro señor Felipe IV en la caída del conde duque (1643)…

2.4.2. Obra ascética y piadosa

Defensor del estoicismo senequista cristianizado con el propósito de integrar la cultura filosófica de los
antiguos en el humanismo cristianizado.

2.4.2.1. Nombre, origen, intento, recomendación y descendencia de la doctrina estoica (1635)

Como su nombre indica, es un estudio de la filosofía senequista en su primera parte, y un abordaje de otras
teorías filosóficas, como el epicureísmo y el cinismo en la segunda.

41
2.4.2.2. La cuna y la sepultura. Para el conocimiento propio y desengaño de las cosas ajenas.

La obra vuelve a estar bañada por el estoicismo senequista cristianizado. Su resultado final para ser producto
de una refundición de dos obras independientes: Cuna y vida y Doctrina para morir.

Se aborda fundamentalmente el tema de la muerte, desde la perspectiva estoica cristianizada, gracias a


influencias directas del Libro de Job.

La primera parte consta de 5 capítulos. Se apoya en los Evangelios y en las Epístolas de San Pablo. Hay una
breve glosa del Padrenuestro.

La segunda parte, Doctrina para morir, es una especie de confesión dirigida a Dios en la que va reconociendo
todas sus faltas. Termina con una glosa bastante más amplia del Padrenuestro.

2.4.2.3. <<Virtud militante contra las cuatro pestes del mundo y cuatro fantasmas de la vida>>.

Fue editada en 1651 en Zaragoza. La obra en su origen constaba de cuatro tratados que se correspondían
con las cuatro pestes: ingratitud, soberbia, avaricia y envidia. El impresor, Dupont, incluyó otros cuatro más a
los que llama fantasmas de la vida: muerte, pobreza, enfermedad y desprecio. Ambas fueron escritas en
torno a 1635.En su primera parte, se hacen continuas alusiones a la autoridad de los padres de la Iglesia: San
Agustín, San Juan Crisóstomo…

En la segunda parte, adopta la forma de carta dirigida a distintos personajes, se nos enseña cómo superar
esos cuatro azotes de la humanidad.

2.4.2.4. Vidas de santos

El Epítome de la historia de la vida ejemplar y religiosa muerte del bienaventurado fray Tomás de Villanueva
es un trabajo que sustituye a su idea de obra inicial Historia grande de Santo Tomás de Villanueva, de la cual
no tenemos textos. En aquel, resume la vida del místico agustino en el año de su proceso de beatificación
1620. Es una obra sencilla en la que se recogen datos proporcionados por las gentes del pueblo.

En su Vida de San Pablo Apóstol (1644), fue escrita durante su reclusión en San Marcos, por lo que el
pesimismo inunda la obra. Trata la vida del apóstol, no solo desde su faceta religiosa, sino también desde la
histórica. Hay asimismo reflexiones políticas y filosóficas.

2.4.2.5. Otras obras religiosas

La primera y más disimulada persecución de los judíos contra Cristo Jesús y contra la Iglesia en favor de la
sinagoga está escrita en 1619. Es un alegato antisemita en el que se exalta la figura de Cristo por encima de
la de otros profetas. Se recurre constantemente a los Evangelios.

Sobre las palabras que dijo Cristo a su Santísima Madre en las bodas de Caná de Galilea es una glosa del
célebre pasaje evangélico.

Homilía a la Santísima Trinidad; Consideraciones sobre el Testamento Nuevo y vida de Cristo… Entre otras,
son textos en los que destaca su conocimiento exhaustivo de las Escrituras.

Por último, destaquemos dos obras de un personaje bíblico por el que Quevedo sintió especial devoción, el
Santo Job: La constancia y la paciencia del Santo Job y la Providencia de Dios padecida de los que la niegan y
gozada de los que la confiesan. Doctrina estudiada en los gusanos y persecuciones de Job.

42
3. La prosa satírico-moral y costumbrista: El relato lucianesco. El costumbrismo

3.1. EL RELATO LUCIANESCO

Son obras en las que los personajes son espectadores privilegiados de una realidad satirizada y en la que
muchas veces aparecen elementos fantásticos. El coloquio de los perros de Cervantes y los sueños de
Quevedo, son los dos mayores exponentes de relatos lucianescos en el siglo XVII. En el XVIII la tendencia es
seguida por Villarroel. Del XVII vamos a estudiar dos obras más aparte de las ya citadas que son Los antojos
de mejor vista y El diablo Cojuelo.

3.1.1. Rodrigo Fernández de Ribera

Este poeta culterano escribe una interesante obrita que será el preludio de El diablo Cojuelo. Esa novela se
titula Los antojos de mejor vista obra muy útil y provechosa, compuesta y ordenada en lengua castellana.
Fue editada en Sevilla entre 1620 y 1625.

La obra, de corta duración, se basa en la llegada de Pierres a Sevilla. Conoce a un hombre, que le enseña la
catedral. Están los dos en la torre donde encuentran a un personaje extravagante que lleva puestos unos
extraños anteojos con los que puede ver la verdad del mundo, el licenciado Desengaño.

La sátira a las diversas clases sociales, lleva el sello quevedesco. Este mismo autor escribe otra novela de
estas características, Mesón del mundo, que conecta muy bien con la estudiada en este apéndice.

3.1.2. <<El diablo Cojuelo>> de Luis Vélez de Guevara

La obra aparece en Madrid en el año 1641. Nos parecen de más peso los rasgos lucianescos en la obra que
los picarescos, puesto que los hay en mayor número. No hay en la obra una técnica autobiográfica, no pesa
sobre él una deshonra original y aparecen seres ficticios como el diablo Cojuelo.

Su argumento se puede resumir en lo siguiente: el estudiante Cleofás da con un astrólogo que tiene en una
redoma al diablo Cojuelo. Cleofás lo libera y el diablo, agradecido, le muestra en volandas las casas de la
ciudad, quitando los tejados como si de una tapa de hojaldre se tratase. En ese momento se descubre lo
vergonzoso, lo caricaturesco, el mundo al revés. La beata es bruja, el padre oficial preocupado por el parto
de su mujer mientras el padre biológico duerme a pierna suelta… Descubre Cleofás como su mujer lo
engaña. También sobrevuelan las ciudades de Toledo, Écija, Córdoba y Sevilla.

Cojuelo y Cleofás participan en un concurso literario con bastante éxito y es cuando Satanás manda a otros
tres diablos a por Cojuelo, que, como es descrito en la tradición popular, es el más travieso de los diablos.
Estos se equivocan y cogen a un pobre hombre. El amante de doña Tomasa intenta atrapar a Cleofás, pero
este escapa de prisión gracias a que Cojuelo soborna al alguacil.

Vemos en ella una clara influencia del estilo quevedesco en la sátira contra muchas de las profesiones. Otro
rasgo, compartido con otras novelas de estilo lucianesco, es lugar privilegiado desde donde ve el mundo,
como ya ocurría en Los antojos de mejor vista.

Lo que más destaca en la obra es su voluntad de estilo. No destaca más en la historia de la literatura por
encontrarse a la sombra del Buscón de Quevedo. Aun así, los juegos de ingenio, los equívocos en los
refranes, son una de las fuentes de las que se vale el autor para dar tintes satíricos al relato. El estilo opaco
de su prosa, que hace que muchas veces sus palabras no sean representación de la realidad, hacen que el
lector deba mantenerse despierto para conseguir interpretarlas y ver en ella un continuo juego de palabras y
equívocos muy enriquecedores para el lector avispado.

43
3.2.DIÁLOGOS, MISCELÁNEAS Y TEXTOS COSTUMBRISTAS

3.2.1. <<El viaje entretenido>> de Agustín de Rojas

Agustín de Rojas nace en Madrid en 1572. Durante 4 o 5 años es paje de la nobleza y creemos entra a
formarse en el Colegio de los Jesuitas, aunque la mayor parte de su formación es autodidacta. Entra en la
vida militar, aunque sale de ella aquejado de una enfermedad. A partir del año 1595 pretende lograr fama en
el mundo del teatro, pero en 1603, año en que contrae matrimonio, abandona el mundo de la farándula. Su
muerte ocurrió alrededor del 1635.

Rojas es célebre por su Viaje entretenido, sobre todo por el fragmento en el que se describen los diversos
tipos de agrupaciones teatrales. La levísima trama argumental que sirve de sostén al relato consiste en un
viaje de 4 profesionales del teatro de Sevilla a Toledo. Sus nombres son: Ríos, Ramírez, Solano y el propio
Rojas. Son personajes reales, sacados de situaciones autobiográficas, gracias a los cuales podemos conocer
muy bien cómo vivían los actores, que concepto tenían de ellos la sociedad, cuál era su talante…

Dentro de la obra se intercalan diálogos, la mejor forma de dar vivacidad a los diversos episodios. Se
intercalan también poemas, las 40 loas que ocupan la mitad de la obra. Son muy desiguales y las más
interesantes se acercan al mundo de la jácara: Rojas y los rufianes, La ramera fea… Es muy interesante la loa
de La comedia en que se dan noticias sobre el teatro de la época.

Entremezcla los hechos autobiográficos con relatos ficticios de recuerdos de los libros leídos. Adquiere con
frecuencia un tono erudito que en ocasiones llega a resultar pedante.

La obra resultó un gran éxito entre sus contemporáneos llegándose a publicar 7 ediciones más solo en el
siglo XVII.

3.2.2. <<El pasajero>> de Cristóbal Suárez de Figueroa

Nace en Valladolid en 1571. Sigue la carrera de derecho en las universidades de Bolonia y Pavía y ejerce
como juez y fiscal.

Un rasgo sobresaliente de su personalidad es su carácter envidioso, irascible y avinagrado.

Especialmente célebre es su diálogo titulado El pasajero. Se advierten similitudes como el Viaje entretenido
de Rojas. En la obra emplea el viaje como excusa para intercalar otras composiciones suyas, como versos u
otros relatos más o menos extensos.

Al igual que en Rojas los personajes principales son 4 viajeros que van desde Madrid a Barcelona rumbo a
Italia. Cada uno representa a una clase social distinta: el Doctor, que dirige el diálogo y parece estar en la
posesión de la verdad, se ha identificado con Suarez; el maestro, que ejerce de teólogo, parece encubrir a la
figura de Torres Rámila, enemigo de Lope; don Luis, el militar de vida aventurera e Isidro, el hombre que
trabaja con sus manos, el platero.

El tema más frecuente en la conversación es la literatura. Eso le hace prodigar comentarios mordaces contra
literatos de la época como Lope.

También se recoge numerosa información acerca de la vida y las costumbres de la época. El estilo es digno
de elogio. Predomina la frase corta, conceptista.

Además de El pasajero, Figueroa es autor de una gran cantidad de obras pertenecientes a otros géneros
como son: La constante Amarilis (1609), novela pastoril o España defendida (1612), poema épico sobre la
figura de Bernardo Carpio.

44
3.2.3. <<Guía y avisos de forasteros>> de Antonio Liñán y Verdugo

Poco sabemos de la vida de Liñán y Verdugo. Nació en Vara del Rey (Cuenca), y su vida transcurrió en Alcalá,
Salamanca, Sevilla y Madrid.

En 1620 se publica en Madrid la Guía de avisos de forasteros que vienen a la corte. El estilo narrativo es el del
diálogo indirecto. De ese modo aparecen las interlocuciones de un maestro de teología y artes, de un
caballero viejo y uno joven. Los dos primeros dan avisos al tercero de cómo debe actuar en la corte. Se
incluyen un total de ocho <<avisos>>, que van desde cómo elegir posada hasta cómo cuidar a los hijos, en
caso de tenerlos. Entre estos avisos se intercalan con el epígrafe <<novela y escarmiento>> 14 relatos breves
que ejemplifican los consejos que se dan al joven. Todas ellas son de corte italiano y ambiente picaresco.

La intención moralizante preside la obra y a veces dificulta el relato.

El estilo es fluido y ameno. No cae en las redes cultistas ni hace alarde de erudición. Se expresa de forma
clara para que sus enseñanzas no caigan en saco roto. Es una obra interesante por su valor documental y
literario.

3.2.4. Juan de Zabaleta

Nace en Madrid, probablemente en 1610. Es cronista de Felipe IV y poseedor de dos mayorazgos. En 1664
queda ciego. Muere en torno a 1670.

Su actividad literaria es variada. Tiene un papel creativo con los discípulos de Calderón e incluso con el
propio maestro. Es autor de obras filosóficas y didácticas, pero sin duda lo más interesante de su colección
son sus obras costumbristas: El día de fiesta por la mañana (1654) y El día de fiesta por la tarde (1660).

El día de fiesta es un libro digno de ser leído. Los tipos que retrata presentan aspectos ridículos de
permanente actualidad: el enamorado, el hipócrita, el glotón, el cazador…

En el día de fiesta por la mañana las descripciones se reducen a tipos y figuras mientras que en El día de
fiesta por la tarde se retratan ambientes: Jardines, comedias...

Quizás el único defecto de si obra sea el exceso de observaciones moralizantes. Sobre todo, reprocha a los
habitantes de la corte el desinterés que muestran por santificar el día del Señor.

Estas observaciones algunas veces se dan en un diálogo ficticio con el personaje, otras, con comentarios
previos a la acción…

Quitando este exceso, por lo demás, la obra resulta de una gran calidad. Los tipos madrileños representados
que tienen su origen en la picaresca, están muy bien recreados, con un lenguaje sencillo y fuera de todo
artificio. La narración, toda ella en presente histórico, salta con gran agilidad de un lugar a otro. Los objetos
más insignificantes aparecen muy detallados y bien descritos, sin olvidar los rasgos psicológicos de los
personajes, lo que convierte a Zabaleta en un gran observador del hombre y su entorno.

Otras obras, fuera de la índole costumbrista y recogidas en su edición de Obras en prosa son:

Theatro del hombre: el hombre, historia y vida del Conde de Matisio (1652), y El emperador Commodo
(1666), son sendas visiones de la de vida de un personaje de alta alcurnia.

Problemas de la filosofía moral (1652) trata de fenómenos físicos que pueden confundir al ser humano.

Milagros de los trabajos es una valoración de como los sufrimientos acercan al hombre a Cristo,
introduciéndolo en su pasión.

45
Historia de Nuestra Señora de Madrid gira en torno a una imagen hallada en la capital. Abundan las
digresiones morales.

Errores celebrados (1653). Versa sobre un total de 33 anécdotas sobre acciones del pasado que fueron
aplaudidas y que sin embargo esconden tras de sí un error.

3.2.5. Francisco Santos.

Nace en 1617 y fallece en torno a 1700. Tiene una amplia obra como escritor de costumbres. Su obra ha
quedado algo desprestigiada por el plagio de ciertos episodios a Gracián. Él se consideraba un seguidor de
Zabaleta. De hecho, utiliza el mismo estilo y técnica pero nos retrata otros ambientes y tipos: la corrida de
toros, el soplón…

Su obra más famosa es Día y noche de Madrid, discurso de lo más notable que en él pasa (1663). En el relato
pretende dar a conocer las lacras morales de la vida cortesana. Consta de 18 discursos en los que se
observan a todos los estratos. Su contenido es variado. Se nos habla de los vicios morales, de los pleitos
inútiles, de la fiesta de los toros… En él se intercalan algunos versos y relatos breves.

No menos interesante es Las Tarascas de Madrid y Tribunal espantoso. Pasos del hombre perdido y relación
del espíritu malo (Madrid, 1664). De nuevo nos topamos con un arsenal sobre los usos y costumbres de la
época.

La estructura novelesca es más consistente en Periquillo de las gallineras (1668), que mantiene muchos
puntos en contacto con la picaresca. Estamos ante la decadencia del género, ya que la trama argumental
deriva en una sucesión de escenas costumbristas.

3.2.6. <<Días geniales o lúdricos>>

Se viene atribuyendo esta obra a Rodrigo Caro. La obra no se publicó en vida del supuesto autor, sino que su
primera edición data de 1884. En la concepción de la obra se aúnan dos vertientes: humanismo y folclore.
Acumula datos de la antigüedad sobre juegos que se desarrollaron en antaño y la influencia que ha tenido en
el folclore andaluz.

Explica la etimología de la palabra lúdricos. Con geniales no se quiere referir a maravillosos, sino a días
influidos por un genio, un dios de la naturaleza en honor a quien se hacen los juegos.

Los seis diálogos que aparecen presentan una gran unidad temática. En los dos últimos la erudición deja
paso a la experiencia más inmediata para hablarnos de los juegos infantiles.

Es una obra de innegable valor documental y cultural.

3.2.7. La obra en prosa de Polo de Medina

El poeta murciano nacido en 1603, cultiva con acierto el género prosaico.

Su primera obra, publicada en 1630, es Academias del jardín, de carácter misceláneo, mezcla los versos con
la prosa. El hilo leve hilo argumental gira en torno a las reuniones literarias que se celebran en el jardín de
los marqueses de Espinardo, cerca de Murcia. Es una sátira cortesana y literaria.

También cultiva la prosa satírica al estilo de Quevedo. Es de interés su Hospital de incurables y viajes de este
mundo y el otro. La obra es una caricatura protagonizada por los diablos, que asumen actitudes humanas. Su
sátira es menos hiriente que la de Quevedo.

46
Muy diverso es el tema de su Gobierno moral, a Lelio, que recoge una serie de refleziones desengañadas
acerca de las vanidades del mundo, muy en consonancia con el espíritu barroco. Contiene un total de 12
discursos, rematado cada uno de ellos con un soneto. Maneja el estilo conceptista de Gracián.

Además de las obras firmadas por él, se atribuyen ñas que figuran a nombre de Fabio Virgilio Cordato. La
más interesante es el Lazareto de Milán, que, desenvuelta en un ambiente de hospitales y enfermos, es una
observación de los distintos tipos humanos y una crítica a los vicios.

TEMA 5: GRACIÁN Y OTROS PROSISTAS DEL BARROCO COMPLETO

1.1. INTRODUCCIÓN

En este tema estudiaremos la prosa que se sirven de una técnica literaria atenta a los aspectos formales y
estilísticos.

1.2. BALTASAR GRACIÁN

1.2.1. Vida

Baltasar Gracián y Morales nace en Belmonte, cerca de Calatayud, en el año 1601. Viene de buena familia, a
la que se le reconoce limpieza de sangre. Se cría en casa de su tío sacerdote Antonio Gracián. De ahí le
adviene una fuerte vocación religiosa, empezando a estudiar sus primeras letras con los jesuitas. En 1619,
entra a formar parte en la Compañía, en un monasterio de Tarragona. Empieza a trasladarse por diferentes
establecimientos de la Orden, ganándose un buen prestigio dentro de ella. Será su traslado a Huesca en
1636, el que más influya en su hacer literario.

Bajo el círculo del ilustre caballero Lastanosa, germina su primera obra, El héroe, que aparece en el año
1637. Comienza entonces un infatigable batalla con la Compañía, puesto que Baltasar no tenía ninguna
intención de que sus obras fueran revisadas por la Compañía, como estaba estipulado en los criterios de la
Orden. En 1638, el Padre Vitelleschi, general de la Orden, escribe una carta al provincial de Aragón exigiendo
el traslado de Gracián. La ayuda del provincial hace que Gracián pueda seguir con su empresa literaria.

En 1640 es nombrado confesor del virrey de Aragón, el duque de Nocera. Con él estuvo en Zaragoza y más
tarde en Madrid. La capital le produce una honda impresión por su riqueza artística, aunque le abomina el
falso mundillo de la corte. El duque de Nocera es favorable a una sublevación en Cataluña contra Felipe IV,
por lo que es encarcelado en Madrid, donde muere un año después. Gracián le dedica a su memoria El
político.

Regresa a Zaragoza y poco después marcha a Tarragona donde es nombrado vicerrector del colegio de
Tarragona. Allí los franceses invaden la ciudad. Gracián marcha a Valencia, para recuperarse de su salud. Allí
tendrá un altercado con la Compañía, por lo que desde entonces detestará a los valencianos.

Paralelamente sigue trabajando en su empresa literaria bajo la protección de Lastanosa, sin contar con la
permisión de la Orden. El problema vuelve a surgir, pero le salva el ser nombrado capellán del ejército que
derrota a los franceses. Eso le vale para volver a Huesca al lado de su Mecenas en el año 1647. En 1652 se le
adjudica la Cátedra de Escritura en Zaragoza, pero la felicidad de Baltasar acaba con el nombramiento del
nuevo general de la Orden, el Padre Goswin Nickel, que decide acabar con las publicaciones de Gracián. Se le
destituye de su cátedra y es llevado a Graus. Gracián protesta y pide otro destino. Finalmente es llevado a
Tarazona donde muere en el 1658.

1.2.2. Visión del mundo

Gracián es un hombre de amplios conocimientos, que, tras abogar por una actitud crítica de la sociedad de
su tiempo, pretende mostrarse como un mentor del hombre contemporáneo. Alude a la prudencia y a la

47
discreción como códigos fundamentales de la conducta social en su tiempo. En sus obras se refleja a alguien
que conoce muy bien su sociedad y que pretende enseñar a los demás como moverse en este mundo de
desengaño de su tiempo presente. Su carácter algo amargo y pesimista, llegando a veces al humor negro, lo
acerca a la tendencia literaria de Quevedo. Estamos ante un intelectual, que ensalza por encima de todo la
facultad de la inteligencia.

1.2.3. Obra

Podemos trazar cuatro líneas maestras en torno a las que se mueven todas sus obras:

La primera es el ciclo compuesto por los llamados <<libros formativos>>. Son una respuesta a las
necesidades del hombre de su tiempo y el carácter que han de tener esos hombres para prevalecer en la
sociedad. Son: El héroe, El político, El discreto, Oráculo manual y arte de prudencia y dos intentos
inconclusos: El atento y el galante.

Contrasta con estas obras, su composición maestra: El criticón. Esta obra, por su carácter crítico y diferente,
merece un estudio más en profundidad que abordaremos en otro punto.

De temática religiosa, escasa según valora la crítica, aparece su obra El Comulgatorio.

En el cuarto apartado, llamado de teoría literaria, se incluye su Agudeza y arte de ingenio, un minucioso
estudio de la estética conceptista.

1.2.4. Fuentes literarias

En la biblioteca del caballero Lastenosa, nuestro autor se embotará enriqueciéndose de las más sustanciosas
obras clásicas, así como de otras obras de su tiempo. En algunas ocasiones llega a trascribir oraciones y
textos aparecidos en estas obras, incluso en obras posteriores se trascribe a sí mismo. Para nosotros, esto no
es indicio de plagio, pues Gracián había asimilado a la perfección dentro de su pensamiento las obras a las
que hace referencia.

Por hacer una lista de los autores citados, nos centramos en los siguientes:

De los latinos siente especial predilección por Séneca y Cicerón. En segundo término aparecen autores como
Horacio, Ovidio, Marcial… más escasas son las referencias a otros autores como Virgilio o Terencio.

Se advierte que había prestado especial atención a la Historia natural de Plinio. Había leído también muchas
recopilaciones de proverbios latinos.

De los griegos sus autores predilectos son Homero, Esopo, Helidioro y Luciano.

De los literatos de su tiempo, se fija mucho en la prosa de Quevedo y en la de Mateo Alemán, con los que
comparte no solo rasgos estilísticos, sino una concepción parecida del mundo. Fue un gran admirador de
Góngora, a quien elogia en su Agudeza y arte de ingenio, tanto por su rama culterana como conceptista. Con
frecuencia cita a Don Juan Manuel.

1.2.5. Estilo

Su estilo es sustancialmente conceptista. Ya en su tiempo, Gracián no tiene la difícil tarea de crear las nuevas
formas de expresión dadas en la literatura barroca, sino de elegir una tendencia que se amoldara a su
personalidad y pretensiones creativas. Sigue entonces la escuela y el modo de Quevedo. Lo llevará a su
máxima expresión y dará lugar a un tipo de prosa concisa y reconcentrada, la que él considera mejor para su
prosa moralizante, donde la elisión de adjetivos para dar concesión al texto en detrimento de la cualidad
será uno de los rasgos propios de la prosa de Gracián.

48
El uso de zeugmas, equívocos, elipsis sustantiva, paralelismos, antítesis hacen que el lector deba permanecer
atento a la lectura para conseguir averiguar los mensajes cifrados en la prosa gracianista muchas veces
misión imposible.

Será, además, el teorizador del conceptismo gracias a su obra, Agudeza y arte de ingenio.

En cuanto al cultivo del culteranismo dentro de sus líneas, se ha de decir que el escaso, aunque aparecerá en
la creación de nuevas palabras mediante la prefijación y sufijación, lo que hará que Gracián tenga un léxico
muy enriquecido y personal, pero sin llegar a los artificios extremos del culteranismo más radical.

1.2.6. <<Libros formativos>>

1.2.6.1. <<El héroe>>

Es su primera obra escrita. Aparece en el año 1637 en Huesca, y ese mismo año se hacen dos ediciones más
de las que no tenemos ninguna copia. Si nos han llegado las ediciones de 1639 y otra manuscrita autógrafa,
más primitiva que la definitiva. La edición de 1637 iba dedicada al rey Felipe IV, - no así la de 1639- y a
Lastanosa, gran protector de su obra. Firma con el pseudónimo de Lorenzo Gracián, su hermano, para no ser
descubierto por la Compañía de Jesús.

La obra consta de XX primores cada uno de ellos con aspecto destacable y aconsejable que debe acometer el
hombre del siglo XVII para ser un triunfador social en la época. Es una obra muy al estilo de El príncipe de
Maquiavelo, pero adaptado al hombre barroco y católico del siglo XVII. Es una obra de conducta social en la
que también aparecen ciertas implicaciones políticas en referencia al rey.

Gran parte de los ejemplos están tomados de otros autores, fundamentalmente Plutarco y Erasmo.

1.2.6.2. <<El político>>

El político Don Fernando el Católico se publica en Zaragoza en el año 1640, aunque de esa edición tan solo se
conserva un tomo, mientras que de la segunda de 1646 en Huesca, si conservamos algún ejemplar más.
Vuelve a estar firmado bajo el pseudónimo de Lorenzo Gracián.

En cuanto a su forma, estamos ante un discurso no demasiado extenso, que traza una biografía personal del
monarca, resaltando sus cualidades, especialmente el valor y la prudencia. Sigue en la línea de su obra
anterior, dibujando el modelo de conducta del hombre de éxito del siglo XVII, y a su vez, comparándolo con
la figura del rey Don Fernando.

La obra además le sirve para exponer su pensamiento político, mientras que el rey, queda quizás demasiado
atado en la inmovilidad de su ensalzamiento, sin que este pueda ser probado por los actos que acometió el
rey.

Gracián expone su discurso de forma antropomórfica ya que sus diversas partes, cinco en total, se
corresponden con algunas partes del cuerpo humano: rostro, brazos, tronco, sexo, piernas.

En definitiva, no estamos ante una obra muy profunda y original, pero que si destaca en cuanto a su estilo,
más natural que el de su primera obra.

1.2.6.3. <<El discreto>>

Aparece en Huesca en el 1646, de nuevo bajo el mecenazgo de Lastanosa y firmada por Lorenzo Gracián.

La obra consta de veinticinco partes llamadas <<realces>> en las que, de modo análogo al Héroe, va dando
las claves de como triunfar al hombre de la época, aunque esta vez más centrado en el genio y en el ingenio
y no tanto en los valores intelectuales como en El Héroe. El primer realce se dirige a la figura de Baltasar

49
Carlos, príncipe heredero de España. La estructura de El discreto es una amalgama de formas que van desde
las conversaciones entre el autor y un amigo, hasta las disertaciones académicas, pasando por alegorías,
cartas, discursos…

Se piensa que fue una obra pensada para ser leída en el entorno literario de Lastanosa y sus <<realces>>
fueron escritos de forma independiente. Pero se ha terminado por valorar que la unidad que representa la
obra está bien estructurada por lo que habría que valorar como cierta la creación de los realces en su
conjunto.

Es también un guiño al ambiente literario que se vivía en torno a la figura de Lastanosa como contraposición
de la contraria situación vivida poco antes en Valencia.

En el conflicto de Cataluña, aparece de forma velada una crítica a la dureza de Felipe IV en esta empresa.

Es en su conjunto una obra que, no llegando al furor desbordado de su genio como en El criticón, consigue
resplandecer el ingenio más reflexivo, sereno y amoroso del escritor.

1.2.6.4. <<Oráculo manual y arte de prudencia>>

Se imprime en Huesca en 1647, aunque a nosotros solo ha llegado la edición de 1653, publicada en Madrid.
Su título completo es: Oráculo manual y arte de prudencia sacada de los aforismos que se discurren en las
obras de Lorenzo Gracián.

Se compone de trescientas máximas desarrolladas de forma independiente. Son sentencias, conclusas y bien
cerradas, en forma de aforismo de pensamientos de sus obras anteriores. Alguna parte de la crítica ha creído
que en esta obra tuvo participación el círculo de Lastanosa y el propio prócer aragonés, aunque la mayor
parte ha desestimado esta teoría, diciendo que la obra es exclusivamente de Gracián.

El estilo lacónico, sentencioso y reconcentrado, ha sido puesto en valor por críticos como Haztfeld, que ven
en esta obra una magnífica representación de la capacidad del autor para lograr ese efecto de concentración
y elegancia a un tiempo. Consigue alcanzar un cénit creativo, que le lleva a jugar con la ambivalencia de las
palabras para expresar lo máximo con lo mínimo. En ella hay una variedad de elementos concretos y
abstractos que le llevan a crear un equilibrio perfecto a la obra.

1.2.7. <<Agudeza y arte de ingenio>>

Este manifiesto de la estética conceptista sale a la luz en Huesca en el año 1648. Se tiene constancia de otra
obra en el año 1642 con el título Arte de ingenio, tratado de la agudeza en que se explican todos los modos y
diferencias de conceptos. La reelaboración del año 1648, puede venir motivada por dos acontecimientos:

El primero sería por adecuarse, por vez primera, a la censura de la Compañía de Jesús.

El segundo, por la aparición de una obra de Matteo Pellegrini, con quien mantiene un cruce de palabras
Lastenosa sobre quien ha tomado referencias a quien en la composición de dos obras que tienen tema
parecido. A nosotros nos parece que Gracián no toma referencias a Pellegrini, puesto que este no hace
alarde de la agudeza mientras que el autor español la ensalza a la categoría de valor máximo.

El caso, es que en el año 1648, aparece la edición definitiva de Agudeza y arte de ingenio. Lo más descriptivo
de esta respecto a la anterior es la adición de un Tratado de los estilos, su propiedad, ideas del bien hablar,
con el arte de erudición y noticias de libros.

Gracián en la obra emprende un análisis de la agudeza de los conceptos, la más brillante expresión de la
inteligencia, el ingenio. Se divide en dos partes. La primera consta de 50 discursos y la segunda de 13. En ella

50
estudia las diversas figuras que implican un proceso metafórico o juego conceptual. Cada figura viene
ilustrada con un ejemplo.

La obra es más bien una colección de ejemplos y una ponderación elogiosa de los mismos que un análisis
exhaustivo de estos. Los 63 discursos siguen, por lo general, una misma estructura: definición del tipo de
concepto y desfile de ejemplos y modelos que responden a cada variante.

Desmiente la artificial distinción entre conceptistas y culteranistas, llegando a tomar la mayoría de ejemplos
de conceptismo de Góngora, un total de 55, mientras que en Quevedo solo aparecen 7 poemas. También
aparecen poetas aragoneses como Argensola. Otros poetas como Villamedina, Montalbán…

En definitiva, es una obra que viene a ser una peculiar antología de la lírica española del siglo XVII sin olvidar
a poetas del XVI, Garcilaso, Camoens… y a otros italianos en especial Marino y Guarini.

1.2.8. <<El Criticón>>

La colección cumbre de Gracián queda dividida en tres partes. La primera la publica en Zaragoza en 1651, la
segunda en Huesca en 1653 y la tercera en Madrid en 1657. La primera iba firmada por García de Marlones y
la segunda y tercera por Lorenzo Gracián. Cada parte está dividida en <<crisis>>, término especial que
emplea para referirse a sus capítulos, y que tiene la connotación de juicio.

1.2.8.1. Esquema argumental y contenido

PRIMERA PARTE. Se titula En la Primavera de la Niñez y en el Estío de la juventud. Consta de trece crisis.

SEGUNDA PARTE. Se llama Juiciosa cortesana filosofía. En el otoño de la Varonil Edad y consta de trece
<<crisis>>.

TERCERA PARTE. Se llama En el invierno de la Vejez y tiene doce <<crisis>>.

Como puede apreciarse fácilmente, presenta una gran complejidad estructural en que se entremezclan los
más variados episodios. Junto a los escenarios reales aparecen los lugares de ficción, poblados por
personajes simbólicos. A la alegoría central, que da cuerpo a la obra, se superponen otras muchas, así como
fábulas y apólogos. Los dos elementos claves que aglutinan todo el relato son la alegoría y el símbolo.

La obra presenta una estructura itinerante, ya que todas las aventuras que viven los protagonistas se dan a
través de sus continuos viajes. Pertenece al grupo de las llamadas novelas iniciáticas porque a lo largo de ella
los personajes van abriéndose al conocimiento del mundo, inician un aprendizaje que les desvelará los más
recónditos secretos de la vida y la muerte.

Sus conexiones con la novela picaresca ya han sido subrayada por Montesinos: su estructura itinerante, su
visión del mundo, la doctrina moral… No obstante, como muy ha apuntado Blecua, hay una diferencia
esencial: sus personajes no son de carne y hueso, sino abstracciones que caen en el terreno de lo irreal e
intemporal. El uso de la alegoría, ajena a todo desarrollo anecdótico, lo aproxima al auto sacramental.

1.2.8.2. Intención

El criticón es una novela alegórica que tiene su máxima intención en mostrar el desengaño barroco a través
del simbolismo de abstractos, que van a representar los engaños con los que se van a ir encontrando los dos
personajes principales. Este mundo falaz, solo puede ser combatido desde la prudencia, pues muchas veces
el lanzarse hacia una empresa sin cautela, puede llevar a un fuerte desengaño.

Gracián, expone este punto de vista, quizás porque en sus carnes haya vivido varios desengaños en sus
relaciones personales. De hecho la segunda parte, narra varios episodios relacionados con su vida. Aun así, a

51
pesar de su desengaño con el mundo, no huye de él, sino que lo combate, y en esta novela, como en los
libros formativos, se nos vuelven a dar consejos sobre el mejor modo de actuar en la sociedad.

La división de sus partes en estaciones del año, como paso del tiempo, se da también en el simbolismo de los
personajes. El instintivo Andrenio, se halla en el estío de su juventud, mientras que el racional Critilo, va
camino de la vejez.

También destacamos el carácter moral y didáctico de la obra, en la que los rasgos novelescos quedan casi
desaparecidos. Son pocos los episodios donde las anécdotas alcanzan un alto grado de profundidad, y
muchos donde se pretende ilustrar el suceso con ejemplos y alegorías.

1.2.8.3. Fuentes.

Mucho se ha dicho de las influencias que ha recibido Gracián, y que han hecho de él, según algunos críticos,
un escritor tradicional y poco original. Muchas de esas influencias no podemos llegar a saber con exactitud si
son de dominio público o son directas. Sucede así con el personaje de Andrenio, el cual pudo seguirse del
modelo de otras obras moriscas anteriores que ya recogían la idea del personaje que es criado sin contacto
con la civilización humana. Es posible que Gracián, escuchara una de estas obras orales que transcurrían por
la civilización morisca aragonesa. Hay también influencias de Quevedo, Ramón Llull… en cuestiones
filosóficas. De Descartes también tenemos alguna referencia aunque no sabemos si es de influencia directa.

Se aprecian también influencias de obras espirituales, como la Biblia, la Summa Theologica,…

Para nosotros Gracián fue un gran lector, influido por muy diversas obras, pero que supo dar su toque
personal a cada una de ellas.

1.2.8.4. Estilo

Al ya estudiado estilo lacónico y conciso de sus obras, aparece en esta de Gracián una mayor <<soltura,
regularidad y elegancia>>. Aumenta el acierto en la construcción de metáforas y comparaciones. El símbolo y
la alegoría adquieren una profundidad y dimensión comparables a las que logra Calderón en sus mejores
autos sacramentales.

1.2.9. <<El Comulgatorio>>

Es su única obra de índole religiosa. Aparece en Zaragoza en el año 1655, bajo su firma y esta vez con el
beneplácito de la Compañía de Jesús.

La obra se divide en 50 meditaciones, que consta a su vez de cuatro partes:

La primera trata sobre la preparación para recibir la Eucaristía.

La segunda sobre el acto de la Comunión.

La tercera sobre cómo obtener los frutos divinos a través de ella.

La cuarta sobre la acción de gracias.

En la obra aparecen pasajes bíblicos adaptados a la circunstancia que se narra. El estilo condensado y
lacónico no es tan marcado como en sus obras anteriores, y no tiene tanto interés por el equívoco, algo que
temía la Orden religiosa. Eso sí, el juego de paralelismos y contrastes hace de él una pieza típicamente
barroca.

52
2. LA PROSA DIDÁCTICA

2.1. PROSA HISTÓRICA

Para comprender la escasez de trabajos compilatorios de la historia general de España en la época barroca,
hay que atender a la obra magna del P. Mariana, Historiae de rebus Hispaniae libri XXX de 1592, de carácter
completo e inimitable.

Por eso, la historiografía del momento se centrará en sucesos, crónicas y biografías de carácter local. De ahí,
que se achaque a este tipo de composiciones su escasa verosimilitud y si interés sesgado en mostrar ciertos
rasgos.

Destacamos a dos autores por encima de todos: Francisco de Moncada y Francisco Manuel de Melo. Se
dedican a historiar sucesos particulares y resaltan no solo por la veracidad de lo contado, sino por el valor
estético de su prosa.

2.1.1. Historia contemporánea

2.1.1.1. Francisco Manuel de Melo

Nace en Lisboa en 1611. Pertenece a una familia noble portuguesa. Vive alguno de los sucesos célebres de la
época como la campaña de Cataluña en 1640, en el ejército del marqués Vélez, el cual le invita a escribir su
Historia de los movimientos y separación de Cataluña y de la guerra entre Felipe IV y la Diputación General
de aquel Principado, más conocida como Guerra de Cataluña. La firma bajo el seudónimo de Clemente
Libertino, para dotarla de mayor objetividad.

Como historiador, de Melo, trata en todo momento de atenerse a la objetividad de lo acontecido y culpando
a uno y otro bando de la guerra. Para ello, primero describe como son las relaciones entre Francia y España
en ese momento y caracteriza las particularidades del pueblo catalán. Los hechos van hasta la toma de
Tarragona en diciembre de 1640, cuando Melo es arrestado por la sublevación portuguesa. Guerra de
Cataluña no interesa solo como obra histórica, sino también como obra política, pues en ella se recoge en
gran medida el pensamiento político del autor. Aunque sin embargo, será por su prosa breve, cortada y
aforística por lo que será muy bien valorada la obra, hasta el punto de llegarse a considerar como la mejor
obra historiográfica de nuestra literatura. Quizás esa afirmación sea demasiado atrevida y nosotros
prefiramos decir que, sin duda alguna, es la mejor obra historiográfica del siglo XVII.

2.1.1.2. Otros historiadores

Uno de los mejores cronistas de las guerras que acaecieron en los Países Bajos es Carlos Coloma con su obra
Guerra de los Estados. Recoge además el testimonio directo del autor. Tiene un estilo espontáneo y consigue
una prosa muy lograda.

Dentro de las crónicas de reinados, de las que hubo muchas en la época, destacamos la de Luis Cabrera de
Córdoba, Felipe II rey De España. En realidad la obra es un panegírico donde se exponen las virtudes del
monarca como las del rey ideal. Su estilo gongorino resulta en ocasiones demasiado recargado.

Consideración muy especial merece la obra de Quevedo Grandes anales de quince días. Historia de muchos
siglos que pasaron en un mes, acerca de la transición entre el reinado de Felipe III y Felipe IV. Es una crónica
periodística, exacta y puntual.

53
2.1.2. Cronistas de Indias

2.1.2.1. El Inca Garcilaso de la Vega

Nace en Cuzco en 1539. Su padre es español y su madre es indígena. Le incluimos en el siglo XVII por que su
obra es tardía. En 1560 parte a España, donde no es recibido con los honores que esperaba a pesar de haber
traducido y dedicado los Diálogos de Amor de León Hebreo a Felipe II. Muere en Córdoba en el año 1616. Es
autor de tres obras de tema americano.

La primera de ellas es La Florida del Inca o Historia del adelantado Hernando Soto. En ella se narra, mitad
historia mitad ficción, pues él conocía el relato oral, las aventuras de la expedición dirigida por Hernando
Soto.

Mucho mayor interés tendrá los Comentarios reales, que se extienden en su segunda parte con la Historia
general de Perú. En la primera parte, se nos ofrece una visión grandilocuente de los incas y de sus raíces.
Hace una ardua investigación sobre su pasado que le lleva a valerse de los testimonios orales de su
compatriotas, de ahí que su historia no esté exenta de fantasías y leyendas.

En la segunda parte, desarrolla el período en el que el Perú es conquistado por los españoles. Adopta una
postura intermedia en el conflicto, quizás por su naturaleza mestiza, apoyando en algunos casos a sus
compatriotas y en otros a los españoles.

El Inca Garcilaso cultiva un género histórico que invade en gran medida lo novelesco. Su creación literaria
queda más cerca del segundo género que del primero.

2.1.2.2. Antonio de Solís y Rivadeneyra

Escribe la Historia de la Conquista de Méjico. Dicha obra viene narrada desde una perspectiva muy favorable
a Hernán Cortés, personaje iniciador de la conquista en este terreno por el cual nuestro autor sentía una
gran admiración. Se nos describe a un Cortés pragmático y calculador, capaz de negociar con sus adversarios
y de emplear las armas cuando lo ve necesario. Tras de sí tiene un doble conflicto: luchar contra los
sublevados mejicanos y contra el ejército de Velázquez, que tras elegirle como el conquistador de aquellas
tierras, se posiciona en su contra por envidia.

Más allá del relato histórico, apoyado también en otras crónicas de la época, nos interesa el carácter literario
de la obra. Destaca en él la capacidad para mostrar la personalidad, el ratio de acción de sus personajes, sus
dudas y decisiones. Es capaz de transcribir a la perfección la realidad del momento gracias al uso de fórmulas
de contraste, de cláusulas paralelas que explican la concurrencia en un mismo sujeto u objeto de dos rasgos
contrarios y aun contradictorios.

Toda esta utilización de elementos, viene dispuesta sin ningún anacoluto, todo parece haber sido estudiado
al detalle, consiguiendo atender a los múltiples aspectos de la realidad reflejada.

2.1.2.3. Temas afines

Dentro de este tema de conquistas, pero que no se refieren a América, citamos dos obras interesantes:

- La conquista de las islas Molucas, escrita por el poeta Bartolomé de Argensola, se centra en la toma
de la isla de Ternate. Consta de diez libros, de los cuales solo el último narra verdaderamente el
suceso de la conquista, mientras que los nueve primeros se centran en hacer una maravillosa
descripción del entorno del lugar.

54
- En El triunfo de la fe en los reinos del Japón por los años 1614 y 1615, Lope de Vega, que siempre
tuvo deseos de ser cronista real, nos habla de las persecuciones de los cristianos en el Japón a raíz de
su conversión.

2.1.3. Francisco de Moncada

Nace en Valencia en 1586 en el seno de una familia noble. Pronto se inicia en la vida militar y política junto a
su padre. En el 1610 inicia su actividad literaria en la corte. Es muy estimado por Felipe IV, que le proclama
embajador de Alemania en los momentos decisivos de los conflictos bélicos en Flandes. Lejos de menguar su
responsabilidad, es nombrado gobernado general de los Países Bajos. Muere en Goch en 1635.

Su obra más importante es la Expedición de los catalanes y aragoneses contra turcos y griegos. En ella radica
un doble interés para su creación: uno, resaltar la importancia de su familia en la contienda y dos, la defensa
de los españoles que participaron en la expedición, muy criticada desde el exterior.

Moncada contaba con abundante material histórico. Siguió fundamentalmente la crónica de Montaner,
aunque también empleó otras fuentes históricas, cotejando unas con otras.

Es una historia de corte humanístico, rigurosa y concienzuda, donde además aparecen agudos y precisos
comentarios de su autor. Sigue el estilo de los maestros Saliusto y Tácito. Es una obra que se ve poco
afectada aunque no exenta de recursos retóricos.

Otra obra de interés de un tono diferente, envuelta en el pesimismo de la época, es la Vida de Severino
Boecio, basada en el ilustre latino. Esta fue publicada póstumamente.

2.2. DIÁLOGOS Y MISCELÁNEAS

2.2.1. <<El viaje entretenido>> de Agustín de Rojas

Agustín de Rojas nace en Madrid en 1572. Durante 4 o 5 años es paje de la nobleza y creemos entra a
formarse en el Colegio de los Jesuitas, aunque la mayor parte de su formación es autodidacta. Entra en la
vida militar, aunque sale de ella aquejado de una enfermedad. A partir del año 1595 pretende lograr fama en
el mundo del teatro, pero en 1603, año en que contrae matrimonio, abandona el mundo de la farándula. Su
muerte ocurrió alrededor del 1635.

Rojas es célebre por su Viaje entretenido, sobre todo por el fragmento en el que se describen los diversos
tipos de agrupaciones teatrales. La levísima trama argumental que sirve de sostén al relato consiste en un
viaje de 4 profesionales del teatro de Sevilla a Toledo. Sus nombres son: Ríos, Ramírez, Solano y el propio
Rojas. Son personajes reales, sacados de situaciones autobiográficas, gracias a los cuales podemos conocer
muy bien cómo vivían los actores, que concepto tenían de ellos la sociedad, cuál era su talante…

Dentro de la obra se intercalan diálogos, la mejor forma de dar vivacidad a los diversos episodios. Se
intercalan también poemas, las 40 loas que ocupan la mitad de la obra. Son muy desiguales y las más
interesantes se acercan al mundo de la jácara: Rojas y los rufianes, La ramera fea… Es muy interesante la loa
de La comedia en que se dan noticias sobre el teatro de la época.

2.2.2. <<El pasajero>> de Cristóbal Suárez de Figueroa

Nace en Valladolid en 1571. Sigue la carrera de derecho en las universidades de Bolonia y Pavía y ejerce
como juez y fiscal.

Un rasgo sobresaliente de su personalidad es su carácter envidioso, irascible y avinagrado.

55
Especialmente célebre es su diálogo titulado El pasajero. Se advierten similitudes como el Viaje entretenido
de Rojas. En la obra emplea el viaje como excusa para intercalar otras composiciones suyas, como versos u
otros relatos más o menos extensos.

Al igual que en Rojas los personajes principales son 4 viajeros que van desde Madrid a Barcelona rumbo a
Italia. Cada uno representa a una clase social distinta: el Doctor, que dirige el diálogo y parece estar en la
posesión de la verdad, se ha identificado con Suarez; el maestro, que ejerce de teólogo, parece encubrir a la
figura de Torres Rámila, enemigo de Lope; don Luis, el militar de vida aventurera e Isidro, el hombre que
trabaja con sus manos, el platero.

El tema más frecuente en la conversación es la literatura. Eso le hace prodigar comentarios mordaces contra
literatos de la época como Lope.

También se recoge numerosa información acerca de la vida y las costumbres de la época. El estilo es digno
de elogio. Predomina la frase corta, conceptista.

Además de El pasajero, Figueroa es autor de una gran cantidad de obras pertenecientes a otros géneros
como son: La constante Amarilis (1609), novela pastoril o España defendida (1612), poema épico sobre la
figura de Bernardo Carpio.

2.3. EL ARBITRISMO Y LA EMBLEMÁTICA

2.3.1. Los arbitristas

La bancarrota política, económica y social del siglo XVII en España, hacen que prolifere la figura del arbitrista,
una persona que buscaba las causas y las soluciones a la crisis. Entre el 1614 y el 1620 los arbitristas se
centraron en la restauración económica del reino. De 1640 al 1650, lo que más preocupa es la reforma
monetaria. Hay que bajar la inflación y restructurar el mercado.

Son obras que hablan sobre temas muy concretos y que no permiten muchos alardes estilísticos. Los más
acertados serán interesantes por sus reflexiones.

2.3.1.1. Martín González de Cellorigo

Es autor de uno de los memoriales más interesantes del siglo XVII: De la política necesaria y útil restauración
a la política de España (Valladolid, 1600).

Es un texto muy erudito, que emplea fuentes muy cercanas en el tiempo, concretamente hace referencias a
obras publicadas el año anterior en Colonia. Se plantea los problemas acuciantes de España: <<agricultura,
economía, moneda, industria, desempleo, población, consumo>>. Ve en la falta de una burguesía fuerte uno
de los problemas de España. Otro, es el de la honra, por el que muchos españoles nobles se negaban a
trabajar.

Apunta al símil del médico, para dar a entender que la política es una ciencia que debe curar los males del
país. Una de las soluciones que apunta, es la de la repoblación.

2.3.1.2. Sancho de Moncada

Publica en Madrid en 1619 su Restauración política de España. Considera como lo más necesario crear una
facultad universitaria a la formación de la clase política española, para que puedan estar preparado para
afrontar la difícil situación que atraviesa el país.

56
Otra de las soluciones que propone, al igual que Cellorigo, es la de la repoblación. El absentismo en el campo
por el éxodo rural, hace que la crisis de la agricultura sea notoria. Para los núcleos urbanos propone una
progresiva industrialización.

2.3.1.3. Miguel Caxa de Leruela

Es autor de un alegato entusiasta en defensa de la ganadería: Restauración de la abundancia de España


(1631), donde demuestra un profundo conocimiento de la Mesta y sus problemas.

Piensa que la ganadería no debe prevalecer en detrimento de la agricultura, sino que ambas deben ir de la
mano. Piensa que la pequeña explotación ganadera estable es más eficaz que la ganadería trashumante que
propone la Mesta.

Tiene una concepción de la vida pastoral donde pesa el recuerdo de las Geórgicas virgilianas.

2.3.1.4. Francisco Martínez de Mata

Es un autor muy prolífico que entre 1650 y 1660 escribe ocho discursos, dos memoriales y un epítome.
Desde su condición de clérigo, pero sin perder la perspectiva de realidad, busca soluciones viables.

Ve problemas en la excesiva importación de productos extranjeros y la necesidad de elaborar más productos


manufacturados en el interior.

Se considera que su mejor síntesis de su pensamiento se recoge en el Memorial a razón de la despoblación y


pobreza de España y su remedio (1650) y en el Epítome (1659).

La relación entre pobreza-despoblación para él, está ligado al escaso desarrollo industrial.

2.4.1. Autores de emblemas

Aunque es Saavedra el que alcanza el máximo esplendor del género, no podemos pasar el tema sin citar a
otros anteriores a él. Incluimos en este apartado ediciones de finales de la centuria del XVI, ya que aunque
pertenecen al Renacimiento, es un género que es muy aplicable al XVII y al sistema de monarquías absolutas
predominante en Europa.

En 1581 el español Juan de Borja publica en Praga una obra de gran belleza: Empresas morales.

Más interesantes aún son los Emblemas morales de Juan Horozco y Covarrubias, publicados en 1589, aunque
su edición más perfecta será la de 1604 en Zaragoza.

La obra se divide en dos partes. La primera es una explicación teórica del género en la que hace una clara
distinción de los términos emblema y empresa. Aunque ambos términos puedan ser usados como
sinónimos, él los matiza. La empresa tiene una función más política y dirigida al bien común, mientras que el
emblema se refiere más a cuestiones individuales y tiene una connotación moral.

En la segunda parte incluye los cincuenta emblemas. Cada uno de ellos lleva, además de un comentario en
prosa, una octava. El estilo es conceptista.

Horozco y Covarrubias es autor de otras obras: Paradojas cristianas (1592), Consuelo de afligidos (1601) y
Doctrina de príncipes enseñadas por el Santo Job (1605), todas ellas de carácter moralizante y estilo
conceptista.

Hernando de Soto escribe sus Emblemas moralizadas (Madrid, 1599), un libro precioso y sencillo que
pretender llegar a todo el mundo.

57
Sebastián de Covarrubias, hermano de Juan Horozco, realiza una obra con el mismo nombre que el de su
hermano, Emblemas morales, y sigue la temática de su consanguíneo.

Es un extenso libro estructurado en tres Centurias, cada una con cien emblemas. Todos los motes proceden
de autores griegos y latinos, los que nos da idea de su gran erudición. También incluye motes procedentes
de la Biblia o inventados por él. Curiosamente, a veces utiliza refranes vulgares.

Del jesuita toledano Francisco Núñez de Cepeda encontramos una versión a lo divino de las

Entremezcla los hechos autobiográficos con relatos ficticios de recuerdos de los libros leídos. Adquiere con
frecuencia un tono erudito que en ocasiones llega a resultar pedante.

La obra resultó un gran éxito entre sus contemporáneos llegándose a publicar 7 ediciones más solo en el
siglo XVII.

Empresas de Saavedra Fajardo: Idea del buen pastor representada en Empresas sacras.

2.4. DIEGO SAAVEDRA FAJARDO

2.4.1. Vida

Nace en Murcia en el año 1584, en el seno de una familia hidalga de buena posición. Pronto siente su
vocación religiosa, estudiando en el Seminario de Murcia, pero no llegando a ordenarse de mayores. A la
edad de 22 años entra de lleno en la vida diplomática, llegando a convertirse en representante de España en
la Santa Sede. Interviene en algunos acontecimientos claves de la política del siglo XVII. Entre ellos
destacamos las negociaciones de paz que lleva a cabo para acabar con la guerra de los Treinta Años. Las
negociaciones se hacen dificultosas y pide ser relegado del cargo. Regresa a Madrid en 1646, donde muere
en 1648.

2.4.2. Personalidad

Sabemos que fue una persona erudita, de una inmejorable formación humanística y teológica. Dedicó sus
esfuerzos en representar a España en el exterior en un momento de gran adversidad para la Corona. Debió
tener un carácter altivo e impetuoso, lo que hizo que no fuera fácil en el trato.

Las circunstancias tan difíciles que le tocó vivir, hicieron de él una persona con carácter amargo y pesimista.
Fue una persona moderna, por su espíritu crítico en su concepción teológica y política.

2.4.3. Obra

Las más interesantes son las que tienen relación con su vida política y diplomática. Destaca una novela
histórica y otras que también estudiaremos.

2.4.3.1. <<República literaria>>

Ha sido muy difícil concederla a esta obra la autoría de Diego Saavedra. Primero, porque la crítica al
conocimiento teórico inmóvil frente al continuo cambio de la vida práctica, nos lleva a caer en la
contradicción de que Saavedra fue un erudito estudioso de la teoría, aunque por otro lado, llevó una vida
muy activa.

La otra dificultad con la que nos encontramos, es que hasta el año 1670, después de su muerte, no aparece
ninguna obra bajo el título de República literaria y el nombre del autor. Es importante, para conseguir
esclarecer la autoría real de Saavedra, conocer la versión preparada por García de Diego basada en un
manuscrito autógrafo de Saavedra.

58
El contenido de la obra es el que sigue. El protagonista se queda dormido pensando en la cantidad de obras
que se imprimen. Es arrebatado en el sueño y conducido a una ciudad fantástica (posiblemente Salamanca),
conducido por Marco Varrón, quien le hace saber que se hallan en la República literaria. Allí entran en
contacto con grandes autores del pasado, con otros del tiempo presente, sobre los que emite un juicio
ingenioso. De pronto el guía es el italiano Polidoro, para otra vez ser Marco Varrón.

Las fuentes han sido profundamente estudiadas, y se ve en él una fuerte relación con Luciano y Platón.
También se relaciona con otras obras cínicas que hacen una fuerte crítica a la ciencia. Aunque estas, a
diferencia de la obra que nos concierne, defienden la ignorancia, mientras que Saavedra, a pesar de su
escepticismo mezclado con humor, termina por reconocer la utilidad de la ciencia.

Sus valores estilísticos han sido muy destacados para la crítica. Menéndez Pelayo concluye que estamos ante
una de las últimas obras en la que <<la lengua literaria está pura de toda afectación y contagio>>. Exalta su
gran fuerza plástica para dar vida a la ficción.

2.4.3.2. <<Empresas políticas>>

Idea de un príncipe político cristiano representada en cien empresas, (Munich,1640) es la obra cumbre de
nuestro autor. Está dedicada al príncipe heredero Baltasar Carlos, que habría de morir en 1646. Está
concebido como un tratado teórico de política y moral.

Para su lección magistral elige el emblema o la también denominada empresa. Consiste en utilizar una
imagen alegórica y glosarla para dotarla de significado dando cabida al contenido doctrinal.

Las empresas que narra Saavedra, son cien y a pesar de que vienen narradas de forma continua, sin
separarlas en capítulos, si parece que responden a un plan temático y que siguen la siguiente estructura:

- Educación del príncipe

- Como tratar a súbditos y extranjeros

- Cómo a los ministros

- Cómo ejercer el gobierno de sus estados

- Cómo atajar los males internos y externos

- Cómo actuar en las victorias y en los tratados de paz

- Cuál ha de ser su actitud en la vejez

A diferencia de los emblemas que trascurrían por Europa, Saavedra es capaz de conferirlos un carácter más
individual y más próximo a los verdaderos requerimientos que dispone para el príncipe. Ante todo, debe
resultar un buen cristiano, anteponiendo el bienestar de su pueblo a sus pretensiones personales, buscando
la paz y el progreso. Su ideología es producto de la Contrarreforma. Critica el modelo que se sigue del El
Príncipe de Maquiavelo, por su extremo utilitarismo que falta en muchas ocasiones a principios
fundamentales. Sin embargo, si se queda con los consejos de prudencia que se dan en la obra del florentino.

La obra es un compendio filosófico de gran valor, que recoge citas de autores clásicos como Séneca y
Aristóteles, y un sinfín de referencias a modelos principescos de la edad medieval. Parte también de
numerosos cultivadores de emblemas que en el siglo XVI y XVII siguen la tendencia de Alciato.

Como conclusión podemos decir que resulta un magnífico relato por ser un documento histórico de
incalculable valor y por su prosa literaria, de excelente factura.

59
2.4.3.3. <<Corona gótica>>

La primera parte de la Corona gótica, castellana y austriaca se publica en Munster en el 1646. La primera
parte que consta de 30 capítulos, va desde el reinado de Alarico hasta la invasión musulmana. La segunda,
queda incompleta y llega hasta la época de Alfonso VIII. De la corona austriaca no tenemos noticia.

Alonso Núñez de Castro, cronista real, continua la historia inacabada y llega hasta el reinado de Enrique II. Su
trabajo se publica en Madrid en el año 1671.

En el prólogo, dirigido al príncipe heredero, Saavedra apunta que esta obra es un complemento de las
Empresas políticas. A través de sucesos históricos del pasado, pretende seguir la misma línea didáctica de
formación política y moral.

Su rigor científico no siempre está a la altura de la prosa. Introduce ciertos motivos literarios que restan
credibilidad a los sucesos narrados.

2.4.3.4. <<Introducción a la política y razón de estado del Rey Católico don Fernando>>

Está compuesta entre sus dos obras cumbres, en el año 1630, aunque hasta el año 1886 no verá la luz.

Consta de dos partes. En la primera hace acopio de ideas esenciales de Aristóteles y Santo Tomás sobre
materia política. En la segunda, pone como modelo de gobernante al rey don Fernando el Católico. Coincide
en considerar a este monarca como modelo con otros tratadistas de calado como son Maquiavelo y Gracián.

2.4.3.5. <<Locuras de Europa>> y otros folletos

Este controvertido opúsculo se gesta en Munster a raíz de los acontecimientos diplomáticos del momento.
Posiblemente deba fecharse en torno al año 1643, pero no saldría a la luz en Alemania hasta el 1748 y en
España hasta el 1787.

Es un relato lucianesco, en el que los protagonistas son Mercurio y Luciano. El primero le cuenta al segundo
su viaje por la Tierra y lo corrupta que está, en especial Europa. Critica duramente la actuación de los
franceses los verdaderos causantes del conflicto bélico eurpeo, pues con apariencia de paz, pretenden la
guerra. Han engañado a holandeses y catalanes con sus ayudas, pues luego ha sido peor con ellos que los
reyes españoles. Pone en manos de estado francés la composición de tres cartas Aviso desinteresado, La
necesidad de ocupar a Dunquerque y Consejo del interesado, en los que se refleja esa política adversa a
España antes mencionada, indigna de una gran nación como Francia.

Por último se augura la caída del estado francés, que con aparente salud, tiene todos los precedentes para
terminar por ser derrotada: un heredero en minoría de edad, una mujer gobernando, diversidad de
religión…

El mismo tema desarrolla en algún otro folleto como Suspiros de Francia, Discurso sobre el estado presente
de Europa y Discurso a los catones suizos.

2.5. PROSA FILOLÓGICA Y PRECEPTIVA

2.5.1. Luis Alfonso de Carvallo

Nace en Portugal en una fecha incierta y muere en 1630. Tiene fama de erudito, ingresa en la Compañía de
Jesús y dedica su vida a la enseñanza de las humanidades.

60
Su obra más interesante es una poética preceptiva titulada Cisne de Apolo, de las excelencias y dignidad y
todo lo que al Arte Poético pertenece. Consideramos que esta preceptiva ha sido injustamente maltratada
por la crítica, aunque coincidimos con ella en que la calidad de las octavas reales que cierran cada capítulo es
ínfima.

Se estructura en cuatro diálogos, en los que intervienen tres interlocutores: él mismo, y dos elementos
antitéticos: la Lectura y Zoilo. El primero representa el cultivo del espíritu, mientras que el segundo es la
tosquedad del ser humano.

En el primer diálogo se nos da la definición de poesía. En el segundo se centra en la versificación castellana.


Lo más interesante de esta parte son sus comentarios generales acerca de la estética literaria. Por ejemplo,
cuando habla de la estructura estrófica de los sonetos considera acertadamente que los cuartetos deben ser
la entradilla a los tercetos, donde debe concentrarse todo el tema del poema. La tercera parte habla de los
diversos géneros y de la enseñanza de la poesía, y en la cuarta, del decoro poético y del furor que mueve al
artista; es en buena medida una paráfrasis del Fedro de Platón.

Para Carvallo el proceso de creación poética se da en tres pasos: invención, disposición y elocución, que se
corresponderían a materia, forma y fin.

2.5.2. Francisco Cascales

Nace en Murcia, quizás en 1564. Abandona la carrera de Gramática para dedicarse a las Armas. En Flandes
conoce a los humanistas más ilustres del momento. En su vuelta a Murcia obtiene una cátedra en el colegio
de San Fulgencio. En esta última etapa se dedica de lleno a la vida literaria. Sus dos obras más importantes
son: las Tablas poéticas y las Cartas filológicas, estudios de estética literaria.

2.5.2.1 <<Tablas poéticas>>

Estamos ante un estudio de estética literaria fundamentalmente basado en fuentes horacianas y


aristotélicas y en estudios italianos sobre los anteriores. La estructura de la obra imita el diálogo platónico y
en ella aparece él mismo dialogando con Pierio. La idea original es la de ayudar a los escritores españoles a
emplear de la mejor manera posible el arte escrito.

Dentro de la obra se diferencia dos partes, divididas a su vez en V tablas. Cada tabla trata un tema. De
interés resulta la segunda parte al dividir de una forma novedosa y que aun conservamos, los tres grandes
subgéneros de la literatura: épica, dramática y lírica. Es muy estricto con la dramática de su tiempo a la que
considera un despropósito y poco rigurosa.

Esta crítica al teatro de su tiempo, hará que sus Tablas tengan una enorme difusión en el siglo XVIII, pues es
perfecta para defender el estilo del nuevo teatro del siglo XVIII y criticar los excesos del XVII.

En definitiva, es una obra de poca originalidad, que llega incluso a plagiar a otros autores, pero que es capaz
de ajustar a su texto esos plagios de forma acertada.

2.5.2.2. <<Cartas filológicas>>

Entendemos el concepto “filológicas” en el sentido de miscelánea. La obra es una pretensión enciclopédica y


aborda una infinitud de temas. Se ha llegado a pensar que las cartas son ficticias, pero García Soriano afirma
que iban dirigidas a un destinatario. Están ordenadas cronológicamente, pero García Soriano nos propone
una esclarecedora estructura temática:

- De polémica y crítica literaria

- De erudición humanística

61
- De curiosidades y costumbres coetáneas

- Eutrapelias o pruebas de ingenio

- Cartas político-morales o instrucciones

- Históricas y genealógicas

- La carta 10ª de la década II constituye una unidad independiente ya que es la adjunta con la que envía a
Jiménez Patón una colección de epigramas latinos salidos de su pluma.

Las más interesantes son las cartas de polémica y crítica literaria. La epístola 8ª de la década II titulada Sobre
la oscuridad de <<Polifemo>> y <<Soledades>> de don Luis de Góngora, reprocha, apoyándose en las
autoridades clásicas, el hermetismo y la oscuridad de Góngora en sus poemas principales. En la epístola 10ª
de la I década toca el mismo tema, con una carta dirigida a Francisco del Villa que había hecho una apología
de la poesía gongorina.

También es muy importante la carta 3ª de la década II titulada Al Apolo de España, Lope de Vega Carpio, en
defensa de las comedias y representación dellas. Resulta chocante esta exaltación cuando en las Tablas, sin
aludir directamente al Fénix, critica al teatro español del siglo XVII.

2.5.3. Bartolomé Jiménez Patón

Proveniente del seno de una familia noble, nace en Almedina (Ciudad Real) en 1569. Es un prestigioso
retórico que tras ostentar cargos dentro de la Iglesia, termina consiguindo la Cátedra de Elocuencia en
Murcia, donde morirá en el 1640.

Su obra cumbre es Mercurio Trimegisto un compendio de trabajos suyos anteriores. La parte central está
constituida por la Elocuencia española en arte, precedida de la Elocuencia sacra, seguidamente pospuesta
por las breves Instituciones de la Gramática española y la Elocuencia romana.

La más destacable de sus partes es la Elocuencia española en arte, primera retórica clasicista del siglo XVII
dedicada íntegramente a la literatura castellana. Lo mejor de ella es que los ejemplos tomados son de
autores del siglo, incluyendo algunos del XV como Juan del Encina o Juan de Mena. También incluye a
algunos prosistas como Fray Luis de León.

En la obra aparece un sinfín de figuras retóricas. Por la selección de sus textos, deducimos su entusiasmo por
Lope y a su vez su indiferencia por Góngora y Quevedo.

Como errores de la retórica de Bartolomé destacamos dos: el empeño del autor en mostrar que el castellano
es la primera lengua de España, anterior incluso al latín; y la omisión en su selección de textos de una obra
tan primordial como el Quijote.

2.5.4. Joseph Antonio González de Salas

Nace en Madrid en 1588, de ilustre familia. Desde muy pronto aprende y domina el hebreo, el griego y el
latín, además de ser un concienzudo estudiante de la filología castellana. Fue un gran amigo de Quevedo,
cuyas poesías edita en 1646. Muere en 1651.

Sigue el preceptismo aristotélico imperante en la época. En su obra más importante, Nueva idea de la
Tragedia Antigua o Ilustración última al libro singular de Poética de Aristóteles Stagirita, se limita a comentar
la Poética de Aristóteles haciendo escasas apreciaciones críticas. Centra su atención en la tragedia, aunque
tampoco desestima a la comedia española. Como originalidad, cabe destacar la defensa de la libertad

62
artística del creador por encima de toda norma. También son dignas de aprecio las alusiones al arte
contemporáneo diseminadas en el texto.

2.5.5. La erudición literaria: Nicolás Antonio

Nace en Sevilla en 1617. En 1654 parte a Roma como agente general del rey. Regresa en 1678 y obtiene el
cargo de fiscal del Supremo Tribunal de la Cruzada. Muere en Madrid en 1684.

Destaca sobremanera por realizar un compendio de todos los escritores españoles habidos hasta entonces.
Divide su obra en dos tomos. El primero, Bibliotheca Hispana Vetus, abarca autores desde Augusto hasta el
1500. El segundo Bibliotheca Hispana Nova se prolonga hasta 1670. La segunda parte ve la luz en el año
1672, mientras que la primera se hará de esperar hasta el año 1696. Su obra no pretende hacer alarde de
ningún tipo de alusión crítica, sino que la tarea del autor es la de recopilar datos y noticias.

Otra obra menor suya es Censura de historias fabulosas, donde critica a los cronistas de la época por sus
numerosas invenciones.

2.5.6. ESTUDIOS FILOLÓGICOS

2.5.6.1. Sebastián de Covarrubias

Estudiado ya en otro apéndice por su obra Emblemas morales dejó también otra obra titulada Tesoro de la
lengua Castellana o española. Realiza un repaso etimológico de las palabras castellanas, partiendo de las
Etimologías latinas de San Isidoro. Algunas veces yerra atribuyendo orígenes inadmisibles a ciertas palabras.
Lo mejor de la obra son los comentarios, las anécdotas y usos de la época. La obra lleva una línea
descendente en cuanto a extensión se refiere por miedo a exceder el tamaño de un volumen normal. Es una
obra imprescindible para conocer el uso de las palabras de la época. Sin embargo, Quevedo no supo apreciar
el valor cualitativo de la obra a la que tilda de <<obra grande y de erudición desaliñada>>

2.5.6.2. Gonzalo Correas

Nace en Jaraiz de la Vera (Cáceres) en 1570. Estudia teología y lenguas clásicas. Recibe una cátedra menor de
griego en la universidad de Salamanca. Muere en 1630.

Su primera obra es Trilingüe de tres artes de las tres lenguas Castellana, Latina y Griega. Realiza un estudio
conjunto de las tres, partiendo de sus similitudes dando a entender solo su varianza en el léxico.

La Ortografía Kastellana nueva y perfeta propone unas nuevas normas para una ortografía fonética, entre
otras cosas, en la que las letras se correspondan solo a un sonido. Así, desaparecen los grafemas c, q, ç, por
representar sonidos ya representados por otras letras.

El Vokabulario de Refranes y Frases proverbiales y otras fórmulas comunes de la lengua Kastellana es su obra
más célebre. Es una interesantísima colección de todos los refranes y giros coloquiales de la época.

El Arte de la Lengua Española Castellana es un libro de carácter didáctico que profundiza en el conocimiento
de nuestra propia lengua, junto con la griega y la latina. Realiza un estudio de la realidad lingüística
contemporánea, y a partir de ahí elabora las normas que deben regirla.

Comparte con Jiménez Patón la equivocada convicción de la anterioridad de la lengua castellana frente a la
latina.

2.5.6.3. Bernardo José de Aldrete

Nace en Málaga en 1565. Ostenta el puesto de canónigo de la catedral de Córdoba. Es conocedor de un gran
número de lenguas antiguas y modernas. En su obra más destacable, Del origen y principio de la lengua

63
castellana o romance que hoy se usa en España, demuestra que la lengua castellana procede de la
corrupción de la latina. Por este motivo tuvo pareceres encontrados con Correas, defensor de la anterioridad
del castellano.

Se compone de tres libros: los dos primeros demuestran la romanización de la Península y el hecho de que el
latín era la lengua vulgar de España, mientras que en el tercero se habla de los sustratos no latinos que
constituyen el español.

Otra de sus obras, aunque menor, es el escrito Varias Antigüedades de España, África y otras provincias. Es
un mosaico de sugerencias, basadas en las lecturas de los clásicos griegos y latinos.

2.7. PROSA RELIGIOSA

2.7.1. Juan Eusebio Nieremberg

Nace en Madrid en 1595. Es de origen alemán. Llega a ostentar cargos de relieve en la Compañía de Jesús, a
la que pertenece. Muere en su ciudad natal en 1658.

De marcado espíritu ascético, su principal preocupación es hallar la perfecta virtud cristiana. El más
difundido de sus libros se titula De la diferencia entre lo temporal y lo eterno. Crisol de desengaño (1640).

De corriente mística, aunque es menos cultivada por él, son sus obras De la hermosura de Dios y su
amabilidad por las infinitas perfecciones del ser divino (1641) y el Ejercicio de afectuoso amor de Dios por los
gozos y complacencias de sus divinas perfecciones.

Es muy interesante su Vida del Santo Padre y gran siervo de Dios el Beato Francisco de Borja (1644).

Atendiendo a los valores espirituales pero sin olvidarse los problemas socio-políticos de su tiempo, escribe
Obras y días. Manual de Señores y Príncipes. En que se propone con su pureza y rigor la especulación y
ejecución política, económica y particular de todas virtudes (1629).

En cuanto a su estilo prosaico, destacamos de él su fluidez y elegancia, que denota un profundo dominio de
la lengua, sin caer en lo afectado.

2.7.2. Sor María de Jesús de Ágreda

Nace en Ágreda en 1602. Tomó el hábito franciscano al igual que sus padres. Lo hizo en el año 1620.
Mantuvo una correspondencia epistolar con Felipe IV, quien le pedía consejos en momentos de dificultades.
Ella se los daba lo mejor que sabía.

En cuanto a su obra principal se titula Mística ciudad de Dios y vida de la Virgen manifestada por ella misma
(1670). Realiza un exaltado recorrido por la infancia de la Virgen. Mezcla lo novelesco y lo biográfico, dando
muestras de la hibridación a la que estaba viendo sometida la mística pura.

2.7.3. La mística heterodoxa: Miguel de Molinos

Nace en Muniesa (Teruel) en 1628. En 1665 se le delega para que promueva en Roma la beatificación de
Francisco Jerónimo Simón. Permanecerá en la Ciudad Eterna el resto de sus días. Allí cobra prestigio y fama y
es muy bien valorado por el Papa Inocencio XI.

Su teoría doctrinal, conocida como la doctrina quietista, gana adeptos y opositores a partes iguales. Tiene
mucha repercusión en Francia, y en 1685 es víctima de un arresto promovido por Luis XIV, rey de Francia.
Muere en prisión nueve años más tarde, en 1696.

64
Su controvertida doctrina viene a ser una defensa del inmovilismo frente a la fuerza de Dios, que nos llena
de su gracia inmerecida. El hombre debe mantenerse en un estado contemplativo y de renuncia a cualquier
obra, pues nada tenemos que ofrecerle a Dios. La exposición de esta doctrina la realiza en su obra Guía
espiritual que desembaraza el alma y la conduce por el interior camino, para alcanzar la perfecta
contemplación y el rico tesoro de la interior paz (1675).

Escribe otra obra que acrecienta su prestigio: Breve tratado de la comunión cotidiana.

2.7.4. La oratoria sagrada

La oratoria sagrada de la época, se mueve en lo rimbombante del culteranismo y lo absurdo del conceptismo
para un género oral que debía ser claro y comprensible. Así lo hace ver el ilustrado padre Isla en su obra Fray
Gerundio, y antes en el siglo XVII Gracián en El Criticón.

Aun así, podemos destacar a algunos oradores ilustres que merecen ser citados, como por ejemplo,
Paravicino.

2.7.4.1. Hortensio Félix Paravicino

Es, sin duda, el orador por excelencia del siglo XVII. Su figura fue muy celebrada en la corte, y a él se refieren
dos sonetos laudatorios de Lope y Quevedo tras su muerte. Fue íntimo amigo de Lope y de Góngora, y aun
se discute sobre la posibilidad de que influyese a Góngora en su estilo culterano y no fuese al revés. La
diferencia de edad (Góngora era 20 años mayor) nos hace desechar esta teoría.

En vida solo publicó una breve selección de los muchos sermones que realizó, pero tras su muerte sus
compañeros y amigos sacaron a la luz dos libros de sermones: Oraciones evangélicas o discursos panegíricos
y morales (1638) y Obras póstumas divinas y humanas (1641).

Su estilo se movió entre el culteranismo y el conceptismo, aunque predominó en él su preocupación formal


culterana. Su sintaxis latinizante, el uso de neologismos y el alarde de su erudición fueron rasgos
identificativos de sus sermones. En menor medida aparecen los juegos de palabras. Este estilo hace que su
oratoria a veces resulta oscura, aunque haya algunas páginas llenas de lucidez.

2.7.4.2. Otros oradores

A considerable distancia de Paravicino, podemos citar a dos oradores no exentos de valor literario:

El primero es Jerónimo de Florencia. Tiene un estilo conceptista más mesurado que Paravicino. Critica a
otros oradores que caen en los excesos del culteranismo. Gracián lo alaba en su libro Agudeza y arte de
ingenio.

Melchor Fuster, es también conceptista, aunque menos sutil que el primero. Es seguidor de Alonso de
Ledesma. Es autor de Misceláneas predicables políticas y morales, Conceptos predicables y Elogio evangélico
a San José.

65
TEMA 6. LA LÍRICA BARROCA

1. INTRODUCCIÓN

1.1. Condicionamientos externos

1.1.1. Decadencia y florecimiento lírico

En contradicción con el momento histórico de decadencia que se vivía en el seno de la sociedad del siglo
XVII, el florecimiento lírico conoce un desarrollo hasta ahora inaudito. No solo de la pluma de los grandes
poetas (Quevedo, Lope y Góngora), sino de otros llamados de forma incorrecta menores.

1.1.2. El mecenazgo y la poesía palaciega

El mecenazgo del siglo XVII, acaecido por la vana pretensión de ostentación de los grandes nobles de la
época y por cierto interés social por la literatura, abre la posibilidad a que el nombre del escritor quede en
un buen plano, al menos, social, puesto que las retribuciones económicas que se les daban era equivalentes
a las de un simple secretario.

Por contrapunto, esto da lugar a que gran parte de la poesía de la época se enfoque en la vida cortesana,
dando cabida a poemas de escaso interés, pues, cualquier situación es excusa para metrificar.

Surgen algunos literatos cortesanos, como es el mismísimo Felipe IV o el conde de Villamediana, Juan de
Tassis, que destaca por su obra poética.

1.1.3. La lírica religiosa

El influjo de la iglesia también es patente en la lírica. La festividad de santos da paso a numerosas justas. Así
sucede con la celebración en honor a la Virgen del Sagrario en 1615, con la exaltación de Góngora y la
posterior respuesta a la canonización de San Isidro con la respuesta de Lope.

El conceptismo religioso está presente en estas justas aunque no será el único sitio. También hay otros que
entran en esta corriente conceptista dentro de la lírica sacra, creando obras completas en torno a este
género. Destacamos por ello a Alonso de Bonilla y Alonso de Ledesma.

Estos llevan a tal extremo los conceptismos dentro de la lírica religiosa que en muchas ocasiones dan lugar a
creaciones artísticas de lo más grotescas. Llega a llamar a San Ignacio <<Vulcano cojo, herrero vizcaíno…>>.

La Natividad del Señor da ocasión a composiciones de tono muy distintos. Son villancicos y canciones
profanas a lo divino. Lope y Góngora son los cultivadores más consumados en este género.

No todo queda en un plano externo, sino que también se cultiva la poesía sacra más honda, introspectiva y
existencial. La poesía religiosa avanza hacia los caminos de lo personal e íntimo. Lope de Vega en sus
primeros sonetos de sus Rimas, Quevedo en su Heráclito cristiano y López de Zárate, son algunos de los que
cultivan este tipo de poesía.

1.2. Herencias y corrientes poéticas

La herencia y corrientes poéticas del siglo XVII se pueden reducir a este esquema:

 Poesía tradicional

- Romances

- canciones, letrillas, villancicos

 Poesía culta castellana

66
- redondillas, quintillas, décimas…

 Poesía italianista

- Petrarquismo, horacianismo

En todos los autores confluyen las distintas influencias, sin llegar, en ningún caso, a suprimir la influencia de
la que provienen.

1.3. Continuidad de los romances

1.3.1. El <<Romancero general>> y sus prolongaciones

De 1589 a 1597 se publican las Flores de romances nuevos, cuya recopilación dará el Romancero general de
1600. Aunque se trate de una obra del siglo XVI, la consideramos como propia del XVII, pues se ve en ella un
cambio en la tendencia del romancero. El romancero con temas pastoriles y moriscos es obra de juventud de
la generación barroca (Lope, Góngora, Liñán de Riaza…). Se llevan a cabo múltiples ediciones, lo que nos
hace valorar el éxito de esta obra. En esas reimpresiones se añaden letras, que resultan ser atractivas,
aunque las partes añadidas de la X a la XIII, dan lugar a romances más áridos y secos.

En 1605 aparece una compilación de Miguel de Madrigal que incluye una amplia antología de la lírica culta
de la época.

1.3.2. Del <<Romancero general>> a los romancerillos tardíos

El Romancero general permanece interesado en mostrar a través de los amoríos de pastores y moros, su
propio yo. Sigue tomando en consideración la peripecia desde un punto de vista dramático.

Sin embargo, la tendencia cambia unos veinte años más tarde, en la década del 1620 aproximadamente.
Cuando pasan de moda los temas pastoriles y moriscos, se intrincan en los romances las cancioncillas, que
sirven de estribillo a los romances. La métrica cambia, teniendo una mayor regularidad, con el pensamiento
de cantar el romance. Los versos del romance se agrupan en torno al octosílabo y dejan el mayor peso del
suceso al estribillo, que ahora se convierte en parte central del romance. El tema morisco desaparece y el
pastoril se toma con cierta ironía, la cual se ve desde la distancia gracias a que el suceso se nos es contado
por una aldeana desde la distancia. El genio de Quevedo también se deja notar en este novísimo romancero.

1.3.3. Algunos romancerillos tardíos

Estos romancerillos tienen su origen en la desviación de los tópicos de los romances que los preceden. Esta
desviación empieza a florecer ya en el Romancero general donde ya observamos en clave burlesca los clichés
moriscos y pastoriles.

Juan Hidalgo en su Romances de germanía de varios autores con su Bocabulario da entrada al mundo
delincuente y rufianesco que con tanto éxito sembraría Quevedo.

Los nuevos romances tienen un tono más lírico que los anteriores. Muy conocido es el libro del licenciado
Juan Chen: Laberinto amoroso de los mejores, y más nuevos romances (…). Con las más curiosas letrillas de
quantas se han cantado. El libro de Chen es quizás el más bello y lírico de los romances tardíos. La presencia
de Lope en él es notable, tanto por las obras atribuibles a él como por el estilo lírico y suelto de la obra.

Sin embargo, el más difundido y célebre fue la Primavera y flor de los mejores romances. Como en el
Laberinto el cantar lírico, a menudo concretado en una seguidilla introducida por un breve romance, es la
nueva tendencia del género. Están presentes en él los autores más destacados (Quevedo, Góngora,

67
Ledesma…), aunque el más reiterado es Lope. El éxito fue grande y se empiezan a dar muestras en él de la
poesía prostibularia y rufianesca, lo que nos permite verificar la evolución del género.

Se siguen recopilando libros dentro de esta tendencia y ya hacia 1640, con el volumen titulado Romances
varios de diversos autores, se escriben jácaras burlescas. Junto a algunas de Quevedo aparecen otras de
Jerónimo de Cáncer. De este último autor, hay algunas que sobrepasan la barrera del juego conceptista y
llega a personificar al rey con un jayán y a la reina con su coima en su Xácara a las damas de la reyna nuestra
señora que se cantó a su majestad. Los Romances varios de 1640 incluyen disparates trovados y versos de
circunstancias carentes de valor.

Menos aún la serie de 1688 de los Romances varios publicada en Ámsterdam, la cual da una sensación de
agotamiento y decadencia.

1.4. Canción tradicional

Será la seguidilla, la continuadora de la canción tradicional, y el romance, las formas tradicionales que
cobrarán nueva vida en el siglo XVII a través del teatro y el romancero.

Lope utilizará con genialidad la cancioncilla para conectar con el público. Un solo verso de canción entre el
diálogo de la obra teatral hace que el público se identifique rápidamente con él. Otros autores como
Góngora y Calderón glosarán romances o aludirán a refranes o frases proverbiales.

La seguidilla, de dudosa procedencia popular, se debió de cultivar en el seno de las grandes ciudades como
Sevilla y Valencia. Si fue creada por un autor culto, rápidamente paso al terreno popular, sufriendo
numerosas variantes sobre un mismo tema. Algunas seguidillas constituían la cabeza de un villancico.

Otra hibridación entre lírica popular y culta está emplazada en el terreno de las letrillas y villancicos. Estas
formas líricas se emplean en diversos sentidos: religioso, amoroso y satírico. Los más altos poetas son, una
vez más, Lope, Góngora y Quevedo. Las más ajustadas al tono tradicional son las de Lope. Las de Góngora
navegan entre lo satírico y lo delicado y las de Quevedo tornan más hacia lo satírico y burlesco.

1.5. Evolución y desintegración de la lírica renacentista.

1.5.1. Continuidad

El Barroco mantuvo una doble actitud ante la herencia renacentista: admiración y cansancio,
aprovechamiento y transformación. En el barroco el molde renacentista deriva en dos direcciones: el
formalismo exacerbado y la poesía vivencial.

En la primera vertiente nos encontramos a los jóvenes Lope y Góngora. En especial al segundo, como se
muestra en el soneto <<No queda más lustroso y cristalino…>> de La Arcadia donde encontramos un claro
ejemplo de esa poesía formalizada y geométrica, muy próxima al manierismo petrarquista. La adecuación de
lo externo y lo personal sufre un fuerte desequilibrio en favor de lo externo, debido al apuramiento de las
posibilidades de las formas renacentistas.

La segunda vertiente evolutiva de los moldes renacentistas está iniciada por Lope y Quevedo, los cuales
inyectan a los moldes italianos un renovador vitalismo. Quizás sea Lope el más legítimo heredero de la lírica
de Garcilaso y Herrera, a la que añadió su cordialidad.

Junto a Lope mil poetas siguen cultivando la lírica amorosa dentro del neoplatonismo petrarquesco. Aun así,
consideramos al Fénix como el continuador y a su vez renovador de la lírica barroca de este estilo. En
especial, por los 200 sonetos de sus Rimas. El éxito de la obra fue considerable y el influjo de esta en los
poetas posteriores de la centuria del XVII notabilísimo. Se aprecia así en la tendencia de los tercetos con
rima (ABA BAB) que desplaza a otros modos de combinación usados por los renacentistas. Villamediana,

68
Quevedo y otros muchos siguen esta tendencia combinatoria en los tercetos, por lo que de ahí deducimos
que leyeron a Lope.

El neoestoicismo sigue los moldes italianos y horacianos en autores como los Argensola y en la poética
sevillana. También calará en Lope y otros autores, aunque en especial en don Francisco de Quevedo.

1.5.2. Poesía descriptiva y narrativa

Una salida al agotamiento expresivo fue utilizar los materiales petrarquescos, intensificados y retorcidos,
para reflejar, no la intimidad, sino un mundo externo y casi siempre brillante. Lo lírico se pierde en aras de lo
descriptivo narrativo. Las narraciones mitológicas triunfarán escandalosamente con Góngora y sus grandes
poemas. A partir de 1613, no hay poeta que no intente seguir la tendencia gongorina. Quevedo queda fuera
de este género, porque no era acorde a su personalidad retorcida y pesimista.

1.5.3. Poesía burlesca y degradada

Góngora fue el iniciador de esta poesía degradadora. Ya en el Romancero General se incluía una versión
paródica de un romance morisco por parte del cordobés. Sus versos satíricos se incluyen también dentro de
la poesía descendente y degradadora. La obra cumbre de este género es la Fábula de Píramo y Tisbe de
1618. Poetas que siguen esta tendencia gongorina son: Polo de Medina y Trillo de Figueroa entre otros.

Quevedo además de los muchos chistes escatológicos, obscenos y macabros, es el más relevante creador de
jácaras, el género lírico de más éxito de la época. Las jácaras son una muestra de la ruptura barroca con el
decoro. Poetas jacarandosos aparte de Quevedo son: Cáncer y Solís. Junto a las jácaras y sátiras tenemos a
los poemas paródicos de Quevedo, en especial La necedades de Orlando.

De tono enteramente diferente es la poesía burlesca de Lope más cordial y tierna que la de Góngora y
Quevedo. Una muestra de ellos son Las Rimas de Burguillos.

Los poetas menores siguen la tendencia humorística de Quevedo y Góngora. Lope no creará escuela en este
tipo de poesía.

1.6. Criterios de clasificación

Tres criterios pueden ayudarnos a la difícil clasificación de los poetas del barroco: la sucesión generacional,
la oposición entre llanos y cultos y el criterio regional.

1.6.1. Generaciones poéticas

En la primera generación encuadramos a los autores nacidos en torno al año 1560. Lope (1562), Góngora
(1561), Ledesma (1562), Lupercio Leonardo de Argensola (1559) entre otros.

La fusión de lo culto y lo popular, del italianismo y la lírica nacional es la gran aportación de estos poetas,
creadores del romancero nuevo.

Discípulos directos o involuntarios de éstos son los nacidos en torno a 1580. Los más se iniciarán en el
petrarquismo erótico pasado por el tamiz de Lope en sus Rimas de 1602. La aparición de los grandes poetas
gongorinos entre 1612 y 1613 determina un bandazo generacional a favor o en contra de la nueva poesía.
De esta generación, Quevedo (1580) será el que revolucione en mayor medida el lenguaje poético. Los
demás miembros de esta generación son López de Zárate (1580), Villamediana (1582), Jáuregui (1583) entre
otros.

69
De la tercera generación, camino ya del agotamiento faltan poetas de gran talla. La influencia de Quevedo y
Góngora es grande en estos poetas nacidos en torno a 1600. Polo de Medina (1603), Pantaleón de Ribera
(1600).

El cansancio es general en todos los poetas que se siguen. El influjo de Quevedo y Góngora determina
mucho la composición de estos, de escasa originalidad.

1.6.2. Llanos y culteranos

Es de difícil discernimiento diferenciar de forma radical entre unos y otros. Podemos decir que los llanos son
aquellos que reaccionan al culteranismo de los grandes poetas de Góngora y que por oposición al poeta
cordobés crean conciencia de grupo. La cabeza visible será de este grupo será Lope, como así lo reconoce
Quevedo. Aun así muchos de los considerados así mismo como llanos tienen rasgos propios del culteranismo
en alguna parte de su obra. Este culteranismo no tiene porqué ser gongorino, pero desde luego que sí puede
ser un tipo de culteranismo. Así sucede con los Quevedo y Lope como con otros que criticando ferozmente al
culteranismo hacían uso de él, como el señor Polo de Medina.

Más bien, para hacer una distinción mayor y separar a los llanos de los culteranos, podemos decir de
aquellos que se alejan de Góngora y critican los típicos recursos gongorinos: hipérbatos, cultismos léxicos,
alusiones mitológicas…

1.6.3. Escuelas regionales

Es un tipo de criterio muy usado, aunque colmado de excepciones. Se diferencia el grupo andaluz, dividido a
su vez en dos escuelas: la sevillana y la antequerano-granadina. Por otro lado se observa a los Argensola y
otros poetas aragoneses. Petrarquistas y seguidores de Lope y otros poetas quedarán insertados en otro
grupo.

Este será el criterio de clasificación que seguiremos en el manual.

2. LA ESCUELA ANTEQUERANO-GRANADINA Y LUIS CARRILLO

A este grupo se les considera pregongorinos por mostrar recursos que don Luis de Góngora desarrollará
plenamente en sus Soledades.

2.1. La escuela antequerano-granadina

Dentro de esta escuela es de un gran interés la antología poética recogida por Pedro de Espinosa y titulada
Flores de poetas ilustres en la que confluyen muchos de los versos de los principales autores de principio de
siglo. Es además una colección caracterizada por recoger la nueva tendencia lírica del 1600. De escritores
foráneos nos encontramos con Góngora, Quevedo, Lope, el conde Salinas, Arguijo… De los antequeranos-
granadinos, que son los más, destacamos los de mayor relieve:

- Barahona de Soto. Se incluye de él la bella Égloga de las hamadríades, entre otros poemas.

- Agustín Tejada. Poeta mediocre, escribe sonetos y algunas canciones religiosas dedicadas A la
Asunción y A la desembarcación de los Santos de Granada. Los primeros versos de la segunda
nos ilustran la tendencia de Tejada al colorismo suntuoso.

- Bartolomé Martínez. Su traducción de la oda horaciana mereció el elogio del antólogo.

- Cepeda. De concepto manierista de diseminación-recolección en sus creaciones.

- Doña Hipólita de Narváez. Sigue la tendencia a acrecentar el colorido y la vistosidad dentro de


los moldes petrarquescos.

70
- Doña Cristobalina Fernández de Alarcón, de la que incluye Espinosa una lacrimosa canción.

- Luis Martín de Plaza. Sin duda el poeta más representado. Es un poeta sensible en el que
abundan los aciertos expresivos. También es un afortunado traductor de Horacio.

El libro de Espinosa se complementa con dos manuscritos. Uno preparado por Agustín Calderón (1611) y un
tercero por Ignacio de Toledo y Godoy (1627). Si en las Flores de Espinosa se presentan los gustos del 1600,
en el manuscrito de Calderón se plasma la corriente de la década del 1610, mientras que en el de Toledo de
Godoy están ya patentes influjos del gongorismo.

2.2. Pedro de Espinosa

2.2.1. Vida

Nació en Antequera y fue bautizado el 4 de junio de 1578. Estudió Gramática en esta ciudad con Juan de
Mora. La mujer que inspiró sus poesías profanas fue doña Cristobalina Fernández de Alarcón, la cual
apareció representada en sus Flores de poetas ilustres. Se supone que el desengaño que le produjo verla
casada con un rival al quedar viuda, hizo que Espinosa se retirase y se convirtiese en ermitaño. Entró en
contacto con el duque de Niebla al que serviría de capellán. A la muerte de su protector, don Manuel Alonso,
se retiró a Sanlúcar, donde murió el 21 de octubre de 1650.

2.2.2. Obra

Sus obras líricas se dividen en profana, religiosa y panegírica.

2.2.3. Lírica profana

Se divide a su vez en tres aspectos: el amoroso, el mitológico y el burlesco. La lírica erótica está integrada por
5 sonetos, 3 madrigales, 1 canción y 1 epístola. Aparecen en estos esquemas, especialmente en los
madrigales, las correlaciones características del manierismo. Los versos plurimembres abundan en la
Canción dedicada a Crisalda.

La poesía mitológica está representada por la Fábula del Genil. El color es la nota más sobresaliente de esta
breve fábula.

Entre la poesía burlesca, destaca un soneto <<en burla de quiméricos argumentos caballerescos>>.

La poesía panegírica, cultivada fundamentalmente en la casa ducal de Medinasidonia, carece de interés para
el lector actual.

2.2.4. Poesía religiosa

Es sin duda la parte de la lírica más original de la cultivada por Espinosa.

De los poemas dedicados a santos a diversas advocaciones marianas destaca el soneto alejandrino <<Como
el triste piloto por el mar incierto…>>

Mucho más importantes son las composiciones denominadas <<poesía espiritual>>. En especial destacamos
dos, en los cuales se expone la hermosura de la naturaleza creada por Dios: Salmo a la perfección de la
naturaleza, obra de Dios y El Salmo del amor a Dios.

Las Soledades son dos epístolas dedicadas a Heliodoro, apodo poético del duque de Medinasidonia. Es una
reflexión angustiada ante el discurrir de la vida. Presenta rasgos quevedescos. En los trasiegos del mundo,
Las Soledades son una llamada al encuentro consigo mismo.

71
2.3. Luis Carrillo de Sotomayor

2.3.1. Vida y ediciones

Nace en Baena en el año 1585 o 1586. Se acercó al círculo del conde de Niebla, futuro duque de
Medinasidonia, al que dedicará su Fábula de Acis y Galatea. Murió en el puerto de Santa María en enero de
1610, a la corta edad de 26 años.

2.3.2. Poemas breves

Es Carrillo un poeta de diversos tonos en sus obras. Defiende la poesía culta en su Libro de erudición poética,
aunque sin dar la espalda a los metros castellanos. Esta actitud linda con la de Lope. Sus 20 poemas en
versos cortos tienen la agilidad y frescura de la lírica lopesca.

De estos poemas, algunos de ellos son galantes, y centran en sus amores, ficticios o no, con Laura, Celia,
Antandra y Lisi.

Otros sonetos se alejan del mundo galante y llevan a Carrillo por una vía de reflexión sobre la inconsistencia
de lo existente. Fue un seguidor de Quevedo, como muestra su soneto A la ligereza y pérdida del tiempo.

La creatividad poética de Carrillo es múltiple: ágil conceptismo castellanista, tendencia al petrarquismo


enriquecido y lujoso, reflexión barroca y ascética sobre la vanidad y angustiosa inconsistencia de la realidad.

2.3.3. <<Fábula de Acis y Galatea>>

No es, bajo ningún concepto, al Polifemo de Góngora. Las coincidencias temáticas que pudieran observarse
están causadas por el uso de fuentes comunes. El carácter y rigor del libro es otro. El de Carrillo sigue mucho
del estilo garcilasiano.

El poema consta de 35 octavas: 5 de dedicatoria y 30 en las que se nos presenta el relato de sus desdichados
amores en boca de Galatea.

3. POETAS DEL BARROCO SEVILLANO

3.1. La escuela sevillana

La existencia o no de una escuela que surge del siglo XVI, es un punto de discusión que ha generado mucha
controversia. Nosotros consideramos que existe menos relación entre los poetas del XVI como Herrera con
los del XVII como puede ser Rioja, que la que pueda existir entre este último y Lope. Aunque por otro lado
hay que decir que los poetas sevillanos de principio del siglo XVII están unidos por lazos de amistas, por la
común lectura de Horacio, por la moral estoico-epicúrea del Barroco. Su poesía corre por derroteros
distintos a los que en Córdoba y Madrid inician Góngora, Lope y Quevedo.

Excluimos del grupo a Juan Jáuregui, cuyos poemas cultistas aconsejan estudiarlo junto a otras
manifestaciones del mismo siglo.

3.2. Juan de Arguijo

3.2.1. Vida y ediciones

Fue heredero de una gran fortuna que su familia consiguió gracias al comercio con América. Dilapido esta
gran fortuna y terminó refugiándose en el año 1608 en la Casa profesa de la Compañía de Jesús, a la que
siempre había favorecido. Allí murió el 7 de agosto de 1622.

Sus poemas se han mantenido en manuscritos y antologías hasta la edición de sus Sonetos en Sevilla por J.
Colón en el año 1841. Actualmente disponemos de la edición de Benítez Claros y de Vranich.

72
3.2.2. Obra poética

Solo 78 poemas hemos conservado de Arguijo, la mayoría de ellos (67) sonetos. Lo más llamativo de su lírica
es la afición a los motivos clásicos y arqueológicos. La elección de personajes míticos e históricos acercan sus
sonetos a las Rimas de Lope dedicadas al propio Arguijo.

El tema de las ruinas es una constante en sus poemas, lo mismo sucede con los sonetos morales: A la
avaricia, Estímulo a la osadía. El mejor Arguijo se nos muestra cuando refleja el cuadro barroco entre el lujo
y el realismo junto con escenas evocadoras de la historia y la mitología.

Las canciones, las epístolas en versos esdrújulos y las silvas tienen menor prestancia y valor. El aspecto
religioso externo, dedicado a las festividades, es el que más se presenta en este tipo de composiciones.
Colaboró activamente en la Tragedia de San Hermenegildo, siendo el autor del tercer acto. También es autor
de cuentos o apotegmas breves.

3.3. Francisco de Medrano

3.3.1. Vida y ediciones

Vivió en el seno de una familia acomodada, ligada a los Herber, unos ricos banqueros sevillanos. Se ordena
sacerdote, pero abandona la vocación en el año 1602. Tras pasar por Montilla y Salamanca, durante su
sacerdocio, vuelve a Sevilla donde entabla amistad con Hernando de Soria, con Juan Arguijo, Rioja…

En 1617 se editó en Palermo un volumen con los Remedios de Amor de Pedro Venegas de Saavedra, que
contenía los versos de Medrano. La edición que hoy manejamos es la de Alonso y Stephen Reckert.

3.3.2. Poética

La breve obra de Medrano está compuesta por 34 odas, 54 sonetos y algunas composiciones octosilábicas.

La obra de Medrano imita a Horacio y lo adapta al barroco español. Se ve en su obra un manierismo,


entendido como imitación de los clásicos no como artificio. Medrano pretende una naturalidad culta vista a
través del epicureísmo horaciano.

3.3.3. Los sonetos

Dámaso Alonso divide los sonetos en cultos, petrarquistas, sentenciosos, espirituales y apasionados.

Los petrarquistas imitan a Tasso y a Góngora. Destacan los tópicos renacentistas pero con diversas
variaciones.

La reflexión filosófica y moral parece que sigue un proceso de ensombrecimiento.

Los sonetos apasionados están dedicados a Amarilis, un tormentoso amor del poeta, que D. Alonso ha
identificado con doña María de Esquivel.

No faltan los sonetos religiosos entre los que destaca el X.

3.3.4. Las odas

Las odas, con excepción de unas pocas, siguen a Horacio. La estrofa escogida es casi siempre la combinación
breve de heptasílabos y endecasílabos. Las odas de Medrano son prácticamente una copia de las horacianas,
aunque acrecienta su epicureísmo en busca de la inhibición de la aurea mediocritas. También la exaltación
estoica del varón sabio está presente es sus versos.

Medrano fue un gran poeta pero que por su temprana muerte, no tuvo tiempo para madurar.

73
3.4. Rodrigo Caro

3.4.1. Vida. Obra en prosa

Nació en Utrera en 1573. Fue abogado eclesiástico durante 24 años. En 1627 se traslada a Sevilla con la
pretensión de ser cronista de Indias. Fracasa en el intento.

Caro estuvo ligado por amistad a los poetas sevillanos de la época: Rioja, Juan de Salinas…

Su ocupación literaria fue ocasional y estuvo más ligado a la arqueología. Ha dejado libros eruditos, aunque
su obra más importante fue la de Días geniales o lúdricos, de la que ya hemos hablado en el tema anterior.

3.4.2. Obra lírica. La <<Canción a las ruinas de Itálica>>

Su obra lírica es muy breve. En vida apenas publica una glosa y una canción con ocasión de la beatificación
de San Ignacio, una Esparsa, la canción A Utrera y la Silva a Sevilla antigua y moderna. Inédita quedó, entre
otras, la Canción a las ruinas de Itálica, la más interesante y de la que hablaremos a continuación.

Esta canción fue atribuida por López Sedano a Rioja. Aunque posteriormente se demostró la paternidad de
Caro. El poema consta de 6 estancias en 27 versos. Es una meditación sobre el tema del ubi sunt?. El
sentimiento que se extrae es el del pasado glorioso de la ciudad frente a un presente desolado, que
despierte una gran melancolía en el autor.

3.5. Francisco de Rioja

3.5.1. Vida. Obras en prosa

Nace en Sevilla en 1583. Se ordenó y fue canónigo de la catedral. En 1624 entró al servicio del conde-duque
de Olivares. Fue cronista de Castilla. Siguió al conde-duque en su destierro. Vuelve a Sevilla donde vive sus
últimos años. Muere en Madrid el 28 de Agosto de 1659.

Se le atribuyen a Rojas algunas de las siguientes obras en prosa: Aristarco o censura de la proclamación
católica de los catalanes, el Ildefonso de la Purísima Concepción de Nuestra Señora.

3.5.2. Obra poética

Hasta el siglo XVIII se hubo de esperar para ver editadas sus obras líricas. La edición de Adolfo Castro divide
su obra en verso en tres: sonetos amorosos (33), morales (25) y silvas (13). Se le añaden la Epístola moral a
Fabio y la Canción a las ruinas de Itálica, que no son suyas.

En los amorosos nos encontramos con los motivos de la época. Se trata el tema del carpe diem. La
ponderación de la belleza de la dama y el deseo que ella le despierta, se hacen patentes.

Los sonetos morales recogen el tópico del tempus fugit. Sin embargo, su fama se la debe a sus silvas
dedicadas a las flores. El valor al alza del bodegón, de los pequeños detalles, se da en un trasfondo de
tempus fugit ante el que los detalles minúsculos de la vida cobran un gran interés. Son célebres sus silvas A
la rosa, A la rosa amarilla, Al jazmín, A la arrebolera. El colorido es el rasgo más destacado de estas silvas.
Los rojos y los blancos se prodigan en sus versos. De gran interés es también su silva Al verano que tiene
mucho de horaciana en su arranque, y que termina en una explosión de color. La alusión al tópico del carpe
diem también está presente.

74
3.6. Andrés Fernández de Andrada y la <<Epístola moral a Fabio>>

3.6.1. Apuntes biográficos

Muchas especulaciones se han dado en torno al autor de la Epístola moral a Fabio, hasta que en 1875 Adolfo
de Castro publicó unos manuscritos que demostraban la autoría de Andrés Fernández. Este era capitán y
según se desprende del poema, sevillano. Perteneció al círculo de literarios de Sevilla. Rioja le dedica la silva
de Al verano. Siguió hasta Méjico a su amigo Alonso Tello, el Fabio de la epístola. Posiblemente murió a fines
de 1648 en tierras mejicanas.

3.6.2. Obra poética

De él apenas conservamos una silva inacabada y la hermosa y sorprendente Epístola moral a Fabio, escrita
en 67 tercetos impecables y un cuarteto final. Las fuentes de la Epístola van desde la Biblia, hasta Horacio,
pasando por Ariosto, Lucrecio…

De forma equilibrada expone la vivencia barroca de renuncia y desengaño, haciendo apología del aprecio a
la vida sencilla.

Dámaso Alonso diferencia cuatro partes en la obra:

- En la primera <<parte>> todo son argumentos para mover a Fabio a cambiar de vida.

- En la segunda <<parte>> el poeta expone su programa para conseguir la virtud.

- En la <<reconsideración>> el poeta vuelve los ojos a su programa, y comunica a su amigo que es


posible cumplirlo.

- En el final afirma que lo está cumpliendo ya, e invita a su amigo a venir a presenciarlo.

Quizás sea, junto con las Coplas de Jorge Manrique, el poema lírico extenso de tema moral más
impresionante de la literatura castellana.

3.7. Otros poetas

Un sinfín de poetas menores se mueve en los círculos literarios sevillanos. Citaremos a los de mayor relieve.

3.7.1. Juan de Salinas (1562?- 1643)

Es heredero de la vena burlesca de Baltasar de Alcázar. En el Romancero general se escriben numerosas


obras suyas. Destacan sus romancillos, el más bello de estos es el titulado Juguete. Nos cuenta como una
amante gallega es abandonada por su amante temporal.

Los villancicos de tema amoroso son también una maravilla. En estos poemas Juan de Salinas nos revela un
lírico valioso y de una deliciosa sensibilidad.

3.7.2. Francisco Pacheco (1571-1654)

El pintor Pacheco, suegro de Velázquez, destacó por su Arte de la pintura que vio la luz en 1649. En este libro
se recogen sonetos propios, como el soneto dedicado a Diego de Silva Velázquez, y versos ajenos, como los
de El arte de la pintura de Pablo Céspedes. Fue un ferviente y correcto imitador de Fernando Herrera, de
quien recogería un extenso corpus de sus poemas en 1619 bajo el título de Versos de Fernando de Herrera.

75
3.7.3. Pedro de Quirós (1607?- 1667)

Murió en Madrid. Llegó a visitador general en 1665. Entre sus obras destaca un soneto A las ruinas de Itálica,
como es común en los autores de la escuela. En otro soneto, A una perla, alude a la Virgen, y en él se
aprecian ciertos rasgos quevedescos.

3.7.4. José de Saravia y la <<Canción real a una mudanza>>

El poema repite en sus estancias las mismas estructuras: en los primeros versos nos pinta el estado de
felicidad de un cordero, de una garza, un navegante… y el pensamiento del poeta. En la segunda parte se
introducen los acontecimientos que han hecho que esa idílica felicidad se trunque.

4. LOS ARGENSOLA Y OTROS POETAS ARAGONESES

4.1. La escuela aragonesa

En líneas generales sigue el equilibrio formal y el didactismo marcado por los Argensola, pero hay otro grupo
de poetas que sigue la tendencia de Góngora y más tarde de Quevedo.

4.2. Lupercio Leonardo de Argensola

4.2.1. Vida

Nace en Barbastro en 1559. Tiene una vida ligada a la corte, siendo secretario del duque de Villahermosa
primero, de María de Austria después y del conde de Lemos más tarde. Muere en Nápoles en 1613.

4.2.2. Obras

La poesía no fue para él algo que quisiera conservar, y antes de morir destruyó muchos de los manuscritos
de lírica que había escrito. Su hijo Gabriel recogió en una edición de las Rimas los poemas que habían
quedado de su padre y también los de su tío Bartolomé.

Lupercio se dedicó mayormente a cultivar la historiografía, de la cual solo conservamos una relación que
data de los años 1591 y 1592. De sus tragedias se ha hablado anteriormente.

Su obra lírica consta de 113 sonetos, 13 canciones, 10 poemas en tercetos, 6 en liras, 5 en redondillas, 4 en
décimas y 3 en octavas.

4.2.3. Los sonetos

Blecua sintetiza la lírica de Lupercio en rasgos generales: gusto por lo ético, lo satírico, los clásicos, en
especial Horacio. Aun así, sigue tendencias propias del siglo. Tratamiento del tema de las ruinas, de la vida y
la muerte…

De sus sonetos amorosos se desprende cierto neoplatonismo, un neoplatonismo apagado, antisensualista y


frío, en contra de lo pasional de los muchos poetas de la época.

No faltan sus sonetos galantes, con pasión amorosa en muchos casos hinchada de una trágica expresividad.

La poesía de Leonardo tiende hacia la poesía grave y sentenciosa, que aunque repleta de imitaciones
horacianas poco tiene que ver con los esguinces irónicos y sensuales del poeta latino.

4.2.4. Sátiras, epístolas, otras composiciones

Su sátira escrita en tercetos, es poesía con mensaje. En ellas suelte meterse con ciertos comportamientos
sociales, en especial con los de la corte. Como contrapunto, valora positivamente la vida campestre.

76
Realiza traducciones de Horacio como la del Beatus ille.

4.3. Bartolomé Leonardo de Argensola

4.3.1. Vida y ediciones

Nace en Barbasto en el año 1561. Llevó una vida similar a la de su hermano, sirviendo a las mismas personas
que él. Llegó a ser cronista de Aragón. Sus versos aparecen póstumamente con la edición de su sobrino
Gabriel de Rimas en 1634.

4.3.2. Poética: entre Horacio y el Barroco.

Bartolomé es un poeta más rico que su hermano Lupercio. Trata mejor el género de la sátira horaciana y tiñe
sus poemas de un melancólico sentimiento barroco. Ese barroquismo, casi siempre melancólico, en
ocasiones resulta ser un barroco colorista y algo más retorcido. Aun así, el no entrará en contacto con los
modos cultistas, ni a favor ni en contra de ellos. Seguirá fiel al estilo clasicista que cultivará desde sus inicios.

Critica en su poesía las metáforas petrarquistas y las hipérboles amorosas, aunque a veces aparezca cierta
impregnación de petrarquismo en el tratamiento de la dama.

4.3.3. Los sonetos

El tema amoroso no aparece visto desde la perspectiva de un amor neoplatónico como si ocurre en su
hermano. Bartolomé propugna un amor corporal y lleno de velado sensualismo. El amor asexuado e
inocente de la pubertad le parece un riesgo por la inmadurez de las ánimas que lo pueden realizar. Frente a
esta corporeidad del amor, aparece un soneto contrapuesto que se nos presenta como un verdadero tratado
para la tribulación.

También alaba el menor de los Argensola la vida campestre como la preferible para él, a pesar de que a lo
largo de su vida vivirá siempre en un ambiente cortesano.

Algunos de los sonetos son cartas a diversas personas.

4.3.4. Epístolas, sátiras, canciones.

Siente una gran devoción por Horacio, y a su estilo, cultiva con más gracia que su hermano la sátira y la
epístola. Estas largas composiciones de tercetos, llegan fácilmente a los 200. Una de ellas, la Sátira del
Incógnito, llega a los 901 versos, cantidad nada desdeñable para tratarse de una composición lírica.

Tiene esta sátira elementos cotidianos y no es tan estrictamente moralizante y grave como la de su
hermano. Junto a estos elementos cotidianos aparecen también las referencias mitológicas, de difícil
interpretación para el lector. Sus canciones, dedicadas especialmente al santoral, son de gran interés.

Como traductor de Horacio resulta ser uno de los más afortunados. Entre sus traducciones podemos citar
Ibam Forte Via Sacra.

4.5. Otros poetas aragoneses

Estudiamos aquí a los poetas aragoneses que siguen la tendencia equilibrada de los Argensola. Los que están
más próximos al culteranismo, los estudiaremos en el tema siguiente.

4.5.1. Fray Jerónimo de San José

Fue carmelita descalzo y su poesía está impregnada de sus vivencias religiosas ya morales, ya litúrgicas.

77
De sus poemas no se desprende el nihilismo desengañado que es común a otros poetas, sino que la
religiosidad es el camino a una esperanza nueva. Junto a estos poemas más íntimos, encontramos otros en
loores a muchos santos. Los versos cortos al estilo de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, también son
vehículo de la expresividad del autor.

En sus poesías selectas incluye también una extensa égloga en la que abundan los temas religiosos y
morales. Fray Jerónimo formó en el bando antigongorino.

4.5.2. Martín Miguel Navarro

Nació en Taronza en 1600. Fue muy amigo de Bartolomé de Argensola e imitó a los dos hermanos en tópicos
y estilo. Muere en año 1644. Su didactismo al estilo de los Argensola se refleja en sus poemas largos.
Tratado de geografía y Tratado de cosmografía.

El desengaño es constante en su obra, y el ensalzamiento de la paz y la tranquilidad recurrente, al igual que


en los Argensola. Cultivó, al igual que los hermanos aragoneses, las sátiras y las epístolas en tercetos.

4.5.3. Esteban Manuel de Villegas

A diferencia de los Argensola, fija su modelo en Anacreonte y no en Horacio. Elige para su poesía el metro
corto, y lo impregna de cierto optimismo. Tiene una buena acogida en su época. A pesar de su gusto por los
clásicos, hemos de decir que es un autor barroco y barroquizante, al que le gustó introducir neologismos.

TEMA 7: POESÍA DE GÓNGORA

7. GÓNGORA Y LOS POETAS CULTOS

7.1. POESÍA CULTA, LA NUEVA POESÍA

7.1.1. Precedentes

7.1.1.1. Antecedentes lejanos

Se le han intentado buscar antecedentes medievales o incluso de la edad de Plata latina a la poesía culta de
Góngora. Pero a nosotros estos antecedentes nos parecen inconexos. Es más, creemos que la poesía de
Góngora surge de poder mirar el modelo de composición petrarquista y retorcerlo, buscando nuevas formas
de expresividad a partir de una prexistente.

7.1.1.2. La sucesión Herrera- Góngora

De la línea de Garcilaso-Herrera se sigue la lírica erótica y moral de autores como Quevedo, Lope…Estos
siguen usando las formas petrarquistas. A diferencia de estos, surge la figura de Don Luis, que rompe con
esta forma de arte, dando paso a un arte nuevo, cimentado en la base del arte petrarquista pero de nueva
construcción. Don Luis por así decirlo, recoge los materiales de la lírica renacentista y elabora una nueva
estructura arquitectónica. La distancia entre Herrera-Góngora es grande. Herrera busca al máximo la
explosión amorosa mientras que el carácter reservado y frío del cordobés hace que su poesía busque otras
formas de expresión.

7.1.2.3. La nueva poesía

En el Barroco, siglo con un marcado espíritu de insubordinación, se suceden dos revoluciones literarias de
gran importancia: la comedia nueva y la nueva poesía. Esta nueva poesía gira en torno a la figura de
Góngora, quien, con la publicación de el Polifemo y las Soledades, consigue la ruptura definitiva con la

78
desgastada poesía del siglo anterior. Sus poemas, son el centro de la batalla literaria. Hay quienes se
posicionan a favor y quienes lo hacen en contra. Aun así, su poesía marca el devenir de la poesía del siglo,
pues los primeros intentarán imitar y seguir su estilo poético mientras que los segundos se distanciarán de la
poesía del cordobés.

7.2. LUIS DE GÓNGORA: VIDA Y CARÁCTER

7.2.1. Biografía

Luis de Góngora y Argote nace en Córdoba el 11 de julio de 1561, bajo el seno de una familia acomodada,
perteneciente a la nobleza de caballeros. Su posible origen converso, ha sido motivo de controversia. A este
origen semita, se refiere Quevedo en sus insultos contra don Luis. Con 14 años recibe unos beneficios
eclesiásticos, para los cuales debe recibir las órdenes menores. Estudia en Salamanca, donde comienza a
fraguarse su fama como poeta. En 1885 escribe su célebre soneto a Córdoba, una exaltación de su tierra. Su
tío renuncia en él a su puesto de racionero en la catedral de Córdoba. Don Luis debe ordenarse entonces de
mayores. Góngora tiene entonces unos 29 años y lleva una vida alegre y despreocupada, por la cual recibe
una visita pastoral en la que se le hacen numerosas preguntas. En ella se le acusa de llevar una vida alejada
de la piedad cristiana y muy ociosa y mundana. Góngora responde culpando a otros de rango superior de
hacer lo mismo.

Por encargo del cabildo cordobés, viaja a Madrid, Salamanca, Palencia, Cuenca y Valladolid, donde tuvo sus
primeros altercados con Quevedo. Allí debió de entrar en contacto con Espinosa al que le facilitó los poemas
que aparecen en Flores de poetas ilustres.

En 1609 escribe en Córdoba sus grandes poemas: la Fábula de Polifemo y Galatea y las Soledades. En 1613 se
empiezan a difundir por la corte de la mano de don Andrés Almansa y Mendoza. Con la publicidad de estos
poemas se empieza a generar la enorme controversia en torno a la nueva poesía. Pedro Díaz de Ribas y
Almansa entre otros, a favor; Jáuregui, Quevedo, Lope… en contra.

El poeta prepara un viaja a la corte para situarse en ella gracias a la fama que le habían dado sus poemas. En
1617 trabaja en el Panegírico al duque de Lerma. El propio duque le nombra capellán real, para lo que debe
ordenarse sacerdote a los 55 años.

La afición al juego, la ostentación por encima de sus posibilidades y la muerte de sus principales protectores
(Lerma, Calderón y el conde de Villamediana) dejan al cordobés en una situación económica muy difícil.
Intenta congraciarse con Olivares y prepara una edición de sus obras, pero a sus apuros económicos se le
une una enfermedad. Muere el 23 de mayo de 1627 en Córdoba.

7.2.2. El carácter

7.2.2.1. Poeta andariego y pretendiente en la corte

No participó en guerras ni expediciones propias del trasiego del siglo XVII. Llevó una <<vida de mozo>>, muy
andariega, y anduvo siempre buscando el favor de la corte, de ahí sus viajes a Madrid y a Valladolid, lugar
donde estaba instalada la corte española. Dentro de él subyacía el deseo de viajar a grandes cortes como la
napolitana, pero su carácter altivo le impedía rogar a los grandes señores de la época la oportunidad de
encaramarse con ellos en alguna aventura de ultramar.

79
Su adicción al juego, fue el hazmerreír de sus enemigos y sus altas pretensiones de vida, la causa de la ruina
de sus últimos años.

7.2.2.2. Carencia de cordialidad

Pronto muestra Góngora una actitud satírica y desdeñosa hacia los demás. Este comportamiento se fue
acrecentando con el paso del tiempo debido a sus insuficiencias económicas. Es una persona de una
agudísima inteligencia, muy carente de afectos.

No hay en Góngora poemas amorosos; sus sonetos petrarquistas son finísimos ejercicios poéticos, no
expresión sincera de sentimientos. Sus canciones religiosas son poemas conmemorativos y brillantes. La
reflexión sobre el paso del tiempo se expresa desde la clara conciencia, sin ser arrebatado por lo que
expresa.

Para buscar a un Góngora zarandeado por la realidad y más emocional, hay que acudir a las cartas en las que
pide dinero con todo el patetismo que es capaz. Sus poemas más desengañados y desnudos, tratan los
mismos problemas, pero desde una perspectiva melancólica y distante.

Sin embargo su carácter agrio, destructivo a ratos, feísta en ocasiones, melancólico otras veces, nos hace
darnos cuenta de la complejidad del autor y nos dificulta las trazas genéricas de su personalidad.

7.2.3. Polémicas literarias

7.2.3.1. Una constante vital

No fue algo que solo se diese tras la publicación de sus grandes poemas. Ya en Salamanca tuvo numerosos
enemigos y admiradores por su afán de protagonismo, su carácter agresivo y desdeñoso y por su innegable
genialidad.

La mejor parte de la polémica fue la que encaramó a don Luis contra otros dos gigantes literarios del
momento: Lope de Vega y Quevedo.

7.2.3.2. Polémica con Lope

Las polémicas con Lope son anteriores a las publicaciones del Polifemo y de las Soledades. El iniciador de la
contienda dialéctica y poética fue Góngora. Lope, de carácter impetuoso, respondió, aunque algo falto de la
fiereza de su contrincante, mucho más mordaz en sus sátiras. De hecho, Lope alternaría las críticas a
Góngora de forma velada e indirecta en sus obras con, al parecer, sinceros elogios ante la opinión pública
hacia la persona de Lope. Es más, Lope terminaría por admitir la victoria de la nueva poesía, y se vería
contagiado de este carácter cultista en algunos de sus poemas posteriores.

7.2.3.3. Polémica con Quevedo

De mayor crudeza y distinto signo son las polémicas con Quevedo. Don Luis fue a dar con la horma de su
zapato. Quevedo, más ingenioso y recrudecido que Lope en el empleo de la sátira, consigue salir victorioso
en su batalla dialéctica con Góngora. Quevedo utilizará como uno de sus argumentos favoritos el posible
origen converso de don Luis.

Las críticas de Quevedo no serán solo contra Góngora, sino con todo lo que rodea a la nueva poesía. Así
escribirá de forma satírica poemas al estilo cultista, ridiculizando las exuberancias de la expresión de esta
corriente. Hay que saber que Quevedo, a su vez, siente un gran desapego por las cosas del mundo, muy en
contra de la vida pretenciosa y ociosa de Góngora, por lo que este será el perfecto blanco de sus iras.

80
Góngora responderá con cierto ingenio a las críticas de Quevedo, pero esta vez, saldrá derrotado en el
enfrentamiento dialéctico.

7.3. LA OBRA DE GÓNGORA

7.3.1. Ediciones

Góngora no publicó sus obras en vida, exceptuando los 48 romances que aparecieron en el Romancero
general y las 37 composiciones de las Flores de poetas ilustres. La poesía gongorina se difundió manuscrita. A
partir de su muerte se empiezan a suceder las ediciones de sus obras. Las ediciones modernas, a partir de la
de Foulché-Delbosc, se basan en el <<manuscrito Chacón>>. La edición de los hermanos Millé es la más
asequible y popular.

7.3.2. Direcciones y clasificación de la lírica gongorina

7.3.2.1. Una clasificación externa

Millé distribuye su obra en romances, letrillas y otras composiciones de arte menor, sonetos, otras
composiciones de arte mayor y poemas. Esta clasificación poco nos dice de los estilos y de los tonos
utilizados por el poeta.

7.3.2.2. Las dos etapas

Tradicionalmente se han distinguido dos etapas en la poesía de Góngora. En una primera época escribió
poemas en metros cortos dentro de una tradición petrarquista; y en una segunda, en que sacó a la luz sus
creaciones más personales y de más rebuscada dificultad.

En cuanto aparecieron las Soledades y el Polifemo sus contemporáneos se dieron cuenta de que nos
encontrábamos ante una nueva etapa en la poesía del autor. Así lo hicieron ver tanto detractores como
seguidores de la nueva poesía de Góngora.

7.3.2.3. Los dos planos: escéptico y entusiasta

Dámaso Alonso prefiere hacer una distinción en dos planos, más referentes a la actitud del autor que no
tanto al estilo. No concibe que exista como tal una división entre el poeta claro y el oscuro, sino que
considera que existen poemas primeros que incluyen un tono elevado y de difícil entendimiento. Para
Dámaso la diferencia está en el tono que toma el autor frente al poema. En algunos casos se mostrará
escéptico, riéndose de los tópicos literarios, y en otros, entusiasta, idealizando y amontonando las imágenes
ascendentes del petrarquismo.

A nuestro parecer esta división queda incompleta porque en ella no se atiende a los rasgos de estilo, que nos
parece una división más evidente, sobre todo cuando observamos los poemas de su segunda etapa.

7.3.2.3. Entre la dificultad conceptista y la oscuridad culterana

El primer estilo de Góngora responde en muchos elementos, al estilo conceptista. Hay constantes juegos de
palabras, atrevidas imágenes, oscuras alusiones que se escapan al lector más atento, chistes, voces de
capricho…

81
En la segunda etapa estilística de Góngora, con la aparición de los grandes poemas, donde no renuncia al
concepto, la dificultad se basa fundamentalmente en las palabras: neologismos, hipérbatos y procesos de
lexicalización del metaforismo formal del petrarquismo. Sus adversarios lo hicieron notar enseguida.

Lope, establece una clara diferencia entre ambos estilos y Quevedo, que ya se había enfrentado a Góngora
anteriormente, arreció en sus ataques por estos años, cuando la voluntad de don Luis de salirse del lenguaje
aceptado como normal fue más decidida y su dificultad más intencionada y manifiesta.

Se ha señalado que las mayores dificultades de Góngora se encuentran, en el romance de Píramo y Tibse, de
1618.

7.3.2.4. Los 4 Góngoras de Jammes

Para nosotros, es la clasificación más honda y acertada de las estudiadas.

Jammes ve cuatro momentos en la creación poética de Góngora:

- Un primer Góngora rebelde y satírico, que muestra las contradicciones internas del sistema
imperante.

- Un segundo Góngora integrado en la sociedad, que celebra las figuras y actitudes de la época, a
través de poemas cortesanos, panegíricos, poesías sacras y elogios.

- Tenemos también un Góngora petrarquista, conocedor de los textos clásicos y de un inmenso baja
cultural y formal. Tiene su mejor expresión en los cuidados sonetos de su etapa italianista.

- El último Góngora, el más personal y atrevido, crea un mundo autónomo, siguiendo el rigor formal, y
dramático, como en el Polifemo, y más tarde, con la libertad de las Soledades.

7.3.3. La lírica descendente

7.3.3.1. El plano escéptico: contraste de códigos

El plano escéptico de la lírica gongorina está presente en las composiciones de carácter burlesco y satírico.
Estas obras son una constante en nuestro autor, que las cultiva hasta la vejez. Góngora nos muestra aquí lo
feo, lo grotesco empleando fundamentalmente recursos conceptistas. Como Quevedo, Góngora nos quiere
mostrar lo repulsivo que le resulta el mundo desde una perspectiva desdeñosa y de desprecio intelectual. No
llega a la genialidad de Quevedo, pues este ve el mundo desde una perspectiva más moralizadora.

Góngora se vale del contraste, del choque de dos códigos en la mente del lector. Por eso, la ruptura empieza
en poner en versos motivos soeces y desvergonzados.

7.3.3.2. Desmitificación de los comportamientos sociales

En la poesía satírica aparece un recurso estilístico muy interesante en algunos de sus poemas. Consiste en
contraponer dos estribillos de forma antitética. Caso así sucede en el poema <<Dineros son calidad…>>

Góngora, en su desenmascaramiento de los distintos estamentos sociales, propone, como solución, una vida
holgada, fuera de preocupaciones, en las que lo único que no debe faltar es el pan. De esta actitud holgada
se desprende también el apoliticismo de Góngora, siempre alejado de cargos, y preferible de llevar <<vida de
mozo>>. Se observa también un comportamiento anti erótico de Góngora, dentro de una perspectiva
prostibularia, considerando a la mujer como entregada al amor por el quid pro quo. También entrará en la
crítica clerical de la época, a pesar de haber sido siempre eclesiástico. Las instituciones de justicia son
reiteradamente acusadas de soborno y cohecho.

82
7.3.3.3. Poesía escatológica

Fue duramente criticada por sus contrincantes literarios. Es una poesía menos conocida de Góngora, tapada
por las metáforas ascendentes de don Luis. En ellas hace referencia a ríos como el Manzanares de forma
negativa.

7.3.3.4. Poemas del desengaño

En esta poesía, los equívocos, juegan un papel fundamental. Se refleja en esta poesía, bajo el disfraz del
donaire, refleja una realidad apremiante en su vida, normalmente ligada a su hambruna y sus numerosas
deudas.

7.3.4. El romancero y sus parodias

7.3.4.1. Simultaneidad de los dos tonos

Góngora desarrolla a la vez sus romances líricos y sus romances paródicos. No parece que exista una
evolución y un cambio de perspectiva, sino que lo más probable es que se desarrollen de forma simultánea.

En total su romancero se compone de 94 romances y 18 atribuibles, de difícil distribución temática y


cronológica.

7.3.4.2. Los romances moriscos y caballerescos. Sus parodias.

La mayor parte están escritos entre 1583 y 1602. En sus romances moriscos el moro no es protagonista, sino
casi siempre opresor. Destacan sus dos series divididas en romances turquescos y la segunda serie centrada
en las peripecias erótico-bélicas de un militar español en tierras africanas.

La perspectiva del romance suele ser distante. Góngora, aunque recoja elementos amorosos y pasionales en
sus romances lo suele hacer desde una perspectiva distante, por la cual nos presenta a una realidad
fosilizada, permitiéndose así el lujo de un estilo complejo y depurado.

En sus romances paródicos de los temas moriscos y caballerescos, hace burla de romances de Lope, de su
estilo grave y pasional, haciendo equívocos al cambiar algunas palabras del verso. En otros lo que hace es
normalizar un sentimiento de pérdida y de añoranza, con cosas banales.

7.3.4.3. Romances pastoriles, piscatorios y similares. Sus parodias

Los romances “serios” del género, no son cultivados hasta el final de la sus días, en torno al 1620. Los
pastoriles como tal, no se nos presentan y serán los de tema marinero y piscatorio los que abunden.
Predomina en ellos el elemento descriptivo y se hace alusión en ellos al elemento erótico obligado.

La parodia del género aparece mucho antes, en el año 1582. Los tópicos aparecen reducidos a lo grotesco en
poemas como el 10 y el 56. Otra forma de degradación empleada por don Luis, es la de reírse desde la
distancia de los amoríos de sus personajes.

7.3.4.4. Romances burlescos y satíricos

Predomina en ellos la burla juguetona y conceptista por encima de la sátira. En las letrillas ocurre lo
contrario. Algún ejemplo tenemos de sátira de costumbres. Tal es el caso del romance 31, que es a la vez
una letrilla cuya mudanza son octosílabos con asonancia en los pares.

El género dominante es el burlesco. Estos romances nos presentan a un poeta burlonamente insolidario con
las pasiones ajenas y aun con las propias.

83
7.3.4.5. Romances líricos

Se cuela en esta serie de romances la expresión de la afectividad, con el uso de versos populares, que se
infiltran entre los característicos del autor. Estos textos, aunque no implican una identificación del poeta con
los sentimientos del personaje, tienen una ternura que falta en otras obras gongorinas.

7.3.4.6. La <<Fábula de Píramo y Tisbe>> y otras parodias mitológicas.

El primer ensayo desmitificador aparece de Píramo y Tisbe lo tenemos en el año 1604. En el 1618, vuelve al
mito ovidiano para crear el poema maestro que ahora estudiamos. Este romance de Góngora es una
refundición de sus dos tendencias poéticas más relucientes: su tendencia desmitificadora a través de la
metáfora descendiente y recursos conceptistas burlescos; y su difícil concepción estilística.

El romance es una desmitificación del mito de Píramo y Tisbe. Sin duda, uno de los poemas más complejos,
por no decir el que más, de su larga trayectoria poética.

También desmitifica a través del romance el mito de Hero y Leandro.

7.3.5. El poeta amoroso, religioso y cortesano

7.3.5.1. Poemas amorosos

En su mayoría sonetos, dejan de ser cultivados en torno al 1609, cuando Góngora sale de los presupuestos
petrarquistas y crea una voz literaria propia.

Muchos de ellos, pronto derivan en poemas descriptivos, incluso cuando nos presenta a la dama. Otros,
terminan por cantar a la belleza, que no al amor. Góngora se centra más en los alardes retóricos que en
expresar un sentimiento íntimo y vivificado por él mismo. De hecho, estos poemas son admirados por sus
endecasílabos impecables, su léxico de cuidada sonoridad, su estructura geométrica y muy elaborada…

Sus poemas más célebres de esta colección, son vagamente amorosos, y se centran más en el tema del carpe
diem y del tempus fugit. Estos tópicos son tratados desde una perspectiva negativa, muy acorde al
sentimiento barroco. En otros poemas amorosos, el desengaño es lo que marca el transcurso del poema.

A los poemas amorosos cabe agregar los galantes, que describen con todo lujo de imágenes una situación
insignificante en la que participa una dama.

En las canciones el petrarquismo fosilizado domina por completo en la creación. La estructura amplia del
poema da lugar a un tono rimbombante y de grandes alardes eróticos.

7.3.5.2. Panegíricos, dedicatorias, poemas cortesanos

No son los más excelsos de la colección gongorina. Destacamos por su sentimentalismo, poco recurrente en
la poesía de don Luis, el soneto a Córdoba. Otro soneto, muy sincero al sentir del poeta es el poema De las
muertes de don Rodrigo de Calderón, del conde de Villamediana y conde de Lemos. En él expresa el dolor por
la muerte de sus tres protectores en un escaso espacio de tiempo.

Entre los poemas cortesanos destaca uno sobre los galanes andaluces. De sus canciones recuperamos
algunas sinceras como la dedicada Al conde de Lemos, habiendo venido nueva de que era muerto en Nápoles.

7.3.5.3. Poemas religiosos

La inspiración externa es la nota dominante. Góngora nunca expresó un auténtico sentimiento religioso. Los
poemas dedicados a sus autoridades eclesiásticas son asimilables a los cortesanos.

84
También externos son los poemas que se cantan en festividades religiosas o figuras del santoral. Los más de
ellos están escritos para justas poéticas con el pie forzado de un tema impuesto o un verso ajeno.

Otra consideración merecen los poemas en metros cortos, cruzados con algunas voces tradicionales, en
especial en cabezas y estribillos.

La incursión del habla de los negros, el lenguaje y el tono pastoril, son algunas de las características más
peculiares de don Luis en su poesía sacra.

La pieza más destacable es un villancico navideño de 1621, en el que destaca la suntuosa y refinada
elaboración poética.

7.3.6. Los grandes poemas

7.3.6.1. <<Fábula de Polifemo y Galatea>>

La Fábula de Polifemo y Galatea es el primero de esos grandes poetas en que se consagra definitivamente el
<<segundo estilo>> de Góngora. La fábula, de origen ovidiano, fue posteriormente cultivada por otros
poetas griegos y ya en el siglo XVI por poetas españoles como Castillejo y Carrillo Sotomayor, del que, como
hemos visto en puntos anteriores, no vemos el más mínimo influjo en LA Fábula de don Luis.

En las 63 octavas que forman el Polifemo nos encontramos con el contraste entre la belleza, engalanada con
todos los recursos del petrarquismo, de Galatea y la fealdad del cíclope.

El empleo de las metáforas de metáforas, para dar vida a las ya fosilizadas metáforas petrarquistas, es uno
de los recursos favoritos de Góngora que marcan un giro en su poesía. El uso de metáforas ascendentes que
remarcan aún más si cabe la belleza de Galatea, contrastan con las metáforas descendientes que hacen
referencia a la monstruosidad de Polifemo.

En el extenso poema, los tres protagonistas, encarnan a la perfección, quizás por sus caracteres
hiperbolizados, a personajes humanos. Polifemo y su monstruosidad, de la que surgirá la fiereza de la
envidia y la sed de sangre por el rechazo que siente por Galatea. El ambiente refinado y lujurioso en el que
se encuentran en amores Acis y Galatea.

En cuanto al tema, destaca por su final trágico, tema muy barroco. Polifemo, celoso y dolido por el rechazo,
mata a Acis, que tras morir, es transformado por Galatea en río, como símbolo del trascurso de la vida, y del
poder transformador de la naturaleza.

2. POESÍA CULTA Y GONGORINA OTROS POETAS

2.1. Juan de Tassis, conde de Villamediana

2.1.1. Vida y carácter

2.1.1.1. Biografía

Nace en agosto de 1582, en Lisboa, en un viaje en el que sus padres acompañaban a Felipe II. Su familia se
había ganado su fortuna gracias a numerosos cargos oficiales.

Nuestro personaje llevó una vida ajetreada. Se casó en 1601, pero no por ello dejaría sus múltiples amoríos.
Tuvo problemas con los validos de Felipe III, por lo que lo destierran de la corte. Con Felipe IV vuelve a
Madrid. Organiza una suntuosa fiesta en Aranjuez para celebrar el cumpleaños del rey. Se representa una
comedia suya: La gloria de Niquea. El 21 de agosto de 1622 muere asesinado. Las causas de su asesinato han

85
sido motivo de numerosas hipótesis. La que más fuerza ha cobrado ha sido la de que fue el rey que,
enterado del amor que sentía el conde por la reina Isabel de Borbón, manda asesinarlo.

2.1.1.2 Carácter

Fue una persona de un carácter desequilibrado. Violento y desmedido, su conducta en la corte fue casi
siempre escandalosa. Llevo una vida marcada por su vida prostibularia, su casi verificada homosexualidad y
su gusto por la altanería: joyas, caballos, objetos de arte… a lo que añadió sus dificultades económicas,
desembocaron en un fracaso rotundo en todas las áreas de su vida. De este fracaso surgen sus
composiciones, impregnadas de la insatisfacción en la que se vio envuelto en la mayor parte de su vida.

2.1.2. Ediciones de la obra. Clasificación

Las obras de Villamediana se publicaron en Zaragoza en el año 1629. Nosotros utilizamos la moderna edición
de Rozas.

Él divide sus obras en: poesía satírica, amorosa, fábulas mitológicas de estilo y filiación gongorina y lo que
Rozas llama el <<cancionero del desengaño>>. Nosotros centraremos nuestra atención en la lírica, el género
que Villamediana cultiva de forma más brillante.

2.1.3. Poesía satírica

A diferencia de la sátira de Góngora, más impersonal y que satiriza contra las costumbres de la sociedad de
su tiempo, la poesía satírica de Villamediana es mucho más personal y temeraria. Igualmente hace alusión al
rey y a sus validos que a una comedianta. El foco favorito de sus sátiras, es Pedro Vergel, alguacil de corte
que tenía a su cargo despejar la plaza en que se corrían los toros. Contra él emplea todo tipo de juegos
verbales sobre los presuntos cuernos de Vergel.

Su sátira resulta ser mucho más cruel y despiadada que incluso la de Quevedo. Se muestra en ella a la
perfección su carácter orgulloso y lúcido.

2.1.4. Poesía amorosa

Son el contrapunto a su vida desenfrenada. Frente a lo que cabría pensar, Villamediana demuestra en estos
poemas una graciosa sensibilidad. En él confluyen principalmente dos temas: el amor cortés y los augurios
de su muerte. Muchos de estos poemas parecen ser perfectas autoprofecías de lo que posteriormente le
habría de pasar.

Cultiva el soneto y al redondilla, aunque será con el primero con el que consiga un mundo más rico y
personal.

2.1.5. Cancionero del desengaño

Se incluyen dentro de esta clasificación un conjunto de poemas morales y satíricos escritos en su mayor
parte en el destierro de Alcalá de Henares durante los últimos años del rey Felipe III. Es un tipo de poesía
que refleja a la perfección la desesperación iracunda del poeta.

El mar y sus tormentas es la imagen que ilustra el doble desengaño político/amoroso. Frente a esta
desesperanza por la vida, escribe acerca de una vida alejada del mundo, pero que nunca llevó a cabo. En
esto se acerca a los poetas del Barroco sevillano, a los Argensola…pero con la diferencia de un fatalismo y
desesperación antes inadvertidos.

86
2.1.6. Las fábulas mitológicas

Las fábulas mitológicas del conde son un reflejo del influjo de Marino, a quien conoció en Italia y de
Góngora, de quien fue alumno aventajado.

De su pluma salieron fábulas como la de Faetón, Fénix, Apolo y Dafne y Europa. La primera es, con mucho, la
mejor de todas.

2.1.6.1. <<Fábula de Faetón>>

A pesar de ser una fábula mitológica, el autor sigue mostrando su marcada personalidad en esta obra. Se
siente muy identificado con el personaje principal, Faetón, de quien dice que es más valiosa su actitud
desafiante que el premio que pueda recibir con ella. Esta consideración la podemos compararlo con el amor
cortés de la poesía lírica.

De lo más destacable que encontramos en la obra, es la descripción del Palacio del Sol. También
desatacamos el infausto final de Faetón, hecho por el cual el autor se identifica plenamente con él.

2.1.6.2. Otras fábulas

La más feliz es Europa. El poema está escrito en una silva. Es la de menor pretensión y empeño. La Fábula de
Apolo y Dafne es la más infeliz. En cuanto a la Fábula del Fénix, realiza una descripción del ave para después
cristianizar el renacimiento de las cenizas como símbolo de la inmortalidad del alma.

2.2. Soto de Rojas

2.2.1. Vida y ediciones

Nace en Granada en 1584. En Madrid entabla amistad con Góngora y Lope. A instancias de este último edita
en 1623 sus poemas de juventud, titulado Desengaños de amor en rimas. De carácter altivo, se vio inmerso
en muchas revueltas en la época. Muere en su Granada natal en 1658.

Además de los Desengaños Soto de Rojas publicó Los rayos del Faetón y el Paraíso cerrado para muchos,
jardines abiertos para pocos.

2.2.2. <<Desengaños de amor en rimas>>

Aunque aparece en 1623 dedicada al conde-duque de Olivares, es escrita 12 años antes. Llevan un
<<elogio>> realizado por Lope de Vega al frente del libro. Los versos van precedidos de un prólogo y de un
Discurso sobre la poética. Las Rimas en sí tienen dos partes: una primera donde el tema dominante es el
amatorio y la forma métrica más habitual es el soneto. También hay lugar para las églogas, los madrigales,
canciones… El poeta dirige sus versos a una amada a la que llama Fénix. El tratamiento del tema amoroso
sigue los tópicos del petrarquismo (amores lacrimosos, cómputo de los años, antítesis), sin asomo de burla
hiriente.

Los Desengaños cantan a menudo motivos insignificantes de la vida cotidiana, lo que acerca mucho a la obra
a la poesía de su tiempo.

En sus versos dedicados al Fénix, vemos una tendencia cambiante hacia el desengaño. Lo que es alegría en la
descripción Amor triunfa de Fénix, torna en tristeza en el soneto <<Mudó el tiempo ligero mi
esperanza…>>.En la Égloga III tenemos una bella descripción del campo y de las frutas desarrollada en liras.

Los Desengaños de amor en Rimas vienen a constituir uno de los últimos canzioneres petrarquistas, aunque
quebrado por el tema del desengaño.

87
2.2.3. <<Rayos del Faetón>>

Dedicado también al conde-duque, aparece en Barcelona en el año 1639. El poema consta de 257 octavas y
se desarrolla en 8 cantos, denominados rayos. Trata el mito de Faetón, en todo su esplendor natural,
haciendo metáforas mitológicas descendentes, y trayendo el mito a pasajes conocidos. Para Soto de Rojas, la
caída del protagonista y su conversión en cenizas, es la caída de la soberbia, contraria al aurea mediocritas.

2.2.4. <<Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos>>

El poema es una descripción culterana del jardín que tiene nuestro autor en el Albaicín. El Paraíso es la
expresión de la soledad ensombrecida por el desengaño, pero iluminada por la contemplación de la
naturaleza. En su poesía los elementos visuales predominan sobre cualesquiera otros.

El libro contiene también unos Fragmentos de Adonis, que versan sobre el mito de Adonis. Cossío los pone a
la altura de los poemas narrativos de Lope, Góngora o Jáuregui.

2.3. Juan de Jáuregui

2.3.1. Vida y obra de Juan de Jáuregui

2.3.1.1. Biografía. Ediciones

Nace en Sevilla en 1583. Artísticamente se formó en Italia. Fue un destacado poeta, pintor y crítico. Lope
elogia su pluma y su pincel en los sonetos finales de la Corona trágica. La polémica contra Góngora lo unió
estrechamente con el Fénix. Esta armonía se rompe con la publicación del Orfeo y el Discurso Poético por
parte de Jáuregui. Las mismas oscilaciones tuvieron sus relaciones con Quevedo. Muere en Madrid, el 11 de
enero de 1641, dos años después de obtener el hábito de Calatrava.

Jáuregui publicó en vida la traducción de Aminta, las Rimas, que incluyen a Aminta y el Orfeo.
Póstumamente se publicó La Farsalia.

2.3.1.2. <<Aminta>>

Es una de las más perfectas traducciones que se hicieron de la égloga pastoril de Torcuato Tasso. Cervantes
hace una elevadísima valoración del texto en el Quijote.

2.3.1.3. <<Rimas>>

Al frente de las Rimas aparece una Introducción en la que Jáuregui expone su poeta. Para él su poema tiene
tres partes: alma (asunto), cuerpo (sentencias) y adorno (imágenes, sonoridad, etc.).

Considera Jáuregui la necesidad de adecuar el estilo utilizado con el tema tratado, es decir, se alejará de la
tendencia barroca que permita lo trágico y lo cómico mezclado.

De ahí derivarán una Rimas formalmente muy bien construidas, pero nada más. Los temas amorosos toman
los tópicos amorosos de la ausencia. El más celebrado de estos poemas amorosos es la silva titulada
acaecimiento amoroso, donde se describe con sensualidad y brillantez la entrada en el agua de una
jovencita.

De sus poemas morales, la gran parte de su obra, destaca el soneto dedicado A un navío destrozado en la
ribera del mar. Aparecen en la obra poemas de ocasión, como la elegía En la muerte de la reina Margarita.
Tres sátiras se vierten también en sus Rimas, entre las que reluce A una dama antigua y fea.

El libro se cierra con las Rimas sacras, de escaso valor literario para el lector actual.

88
2.3.1.4. <<Orfeo>>

Este poema de 186 octavas en 5 cantos es la muestra más consumada de la poesía cultista de Jáuregui. El
Orfeo de Jáuregui nos relata escuetamente la fábula ovidiana. Muestra especial atención en la descripción
pormenorizada, en lo que tiene mucho que ver su profesión de pintor. Comparándolo con el Polifemo de
Góngora, echamos en falta el dramatismo que si observamos en el poema del cordobés. Por su extensión y
por su etilo, exceptuando los numerosos latinismos, se encuentra muy cerca de las fábulas mitológicas de
Lope.

2.4. Gabriel Bocángel Unzueta

2.4.1. Vida

De origen italiano, nace en Madrid y se le bautiza el 24 de marzo de 1603. Ocupó varios cargos en la
administración estatal. Se casó dos veces. Murió el 8 de diciembre de 1658.

2.4.2. Obra: clasificación

Benítez Claros divide la obra de Bocángel en tres partes: Rimas y prosas, la Lira de las musas y los poemas
<<áulicos y elogios>>. Compuso además muchos poemas sueltos, en especial romances. Hoy en día,
literariamente hablando nos interesan las obras del Bocángel más joven: Rimas y prosas y La lira de las
musas.

2.4.3. <<Rimas y prosas>>

Se abre con el poema de Leandro y Ero, dedicado a Juan de Jáuregui. En su obra, el influjo gongorino está
muy presente. De lo más logrado de la pieza es el momento previo a un sacrificio que se produce en el
templo de Venus.

En los sonetos tenemos a un fiel seguidor de Petrarca. Las moralidades abundan. Destaca el soneto A un
velón que era juntamente relox donde se impone la reflexión sobre el tiempo.

Siguen a los sonetos, canciones, églogas, romances y un conjunto de comentarios morales de valor desigual.

2.4.4. <<La lira de las musas>> (Madrid, 1637)

Este volumen se abre con El Fernando, poema en sextinas en elogio del cardenal infante. Siguen unos
sonetos en los que Propone al autor discurrir en los afectos de amor. Es un conjunto de estampas con un
lenguaje que aspira a la dulzura garcilasiana, aunque es algo más alambicado.

Bella es la elegía En la muerte de una dama ilustre por todos los méritos e interesante la Epístola moral a
Filis, una sátira a cerca de la vida de una cortesana.

Los romances tienen la agilidad caprichosa aprendida en Góngora y Quevedo. Concluye el libro con una Lira
de voces sacras, donde encontramos algunos tercetos quevedescos.

2.5. Otros poetas

2.5.1. Pantaleón de Ribera

Nace en Madrid, probablemente en 1600 y muere de sífilis en 1629. Sus obras se publicaron en 1631 en
Madrid.

Lo más feliz de sus versos son los burlescos. Destacamos tres fábulas burlescas: la de Proserpina, la de
Europa y la de Alfeo y Aretusa.

89
El lenguaje resulta difícil y enrevesado a fuerza de ingenio. Abundan los juegos de palabras.

2.5.2. Salvador Jacinto Polo de Medina

Nace en Murcia y se bautizó el 3 de agosto de 1603. Muere en Alcantarilla, cerca de Murcia en 1676. Sus
obras se publicaron en vida.

Destacamos las siguientes: Las academias del jardín, donde entremezcla el atrevido metaforismo gongorino
y el conceptismo burlesco de Quevedo; El buen humor de las musas, donde se reúne el mayor corpus de
poesía burlesca de nuestro autor; y Las fábulas burlescas, donde el metaforismo degradante será llevado a
su máxima expresión.

2.5.3. Francisco de Trillo y Figueroa

Nace en La Coruña en torno a 1620, pero se crio en Granada. Murió, al parecer, en esa ciudad en 1680.

Sus ideas poéticas son eminentemente culteranas. Cultiva poemas de circunstancias y de galanterías. En sus
poesías varias cultiva este tipo de poemas, además de los satíricos y burlescos, donde abunda lo obsceno.
Las cancioncillas tradicionales están repletas de obscenidades gracias a equívocos picarones.

Cultiva también versos largos más elaborados, repleto de cultismos y con continuas referencias mitológicas y
eruditas. Así sucede en el Panegírico natalicio al marqués de Montalbán.

2.5.4. Sor Juana Inés de la Cruz

Nace en San Miguel de Nepantla (actual estado de Méjico) en 1651. Fue un ejemplo de precocidad, y sus
ganas de estudiar encontraron mucha oposición. Cultiva el género teatral, en imitación al de Calderón. En
prosa es autora de 5 ensayos, aunque lo más importante de la producción de sor Juana es la poesía.

Su poesía más genuina, es el largo poema en silvas titulado Primero sueño, enrevesado y difícil. El tema
central es la admiración o maravilla ante el misterio natural del hombre y del mundo.

TEMA 8: LA POESÍA DE LOPE

1. Lope de Vega

1.1. Datos biográficos y rasgos generales de su obra

1.1.1. Biografías y textos autobiográficos

La mejor fuente de información para conocer la vida de don Lope de Vega, son sus propios textos literarios.
En ellos, de forma muy frecuente, traslucen datos de su vida real. Muchas veces las líneas entre lo real y lo
ficticio son tan poco visibles, que muchos autores han errado en la labor de desenmascarar lo real de lo
ficticio.

Aun así, en obras como en su romancero juvenil, publicado de forma anónima en el Romancero general, se
narran muchos de los amoríos que tiene en su juventud y los problemas que le acarrearían. Del mismo tono
es la Dorotea. La Filomena y La Circe y el Epistolario, completan estos textos autobiográficos capitales,
aunque hay otros muchos más que contienen referencias verdaderas del autor.

90
1.1.2. Biografías y biógrafos de mayor relieve

La primera biografía de Lope, titulada Fama póstuma (1636) fue escrita por su discípulo Juan Pérez de
Montalbán. Es una biografía de escaso valor por el interés de favorecer a la figura de su maestro, omitiendo
ciertos datos.

Las otras dos biografías que si destacamos por su veracidad, son La nueva biografía de Lope de Vega (1890)
de Cayetano Alberto de la Barrera y Vida de Lope de Vega de Hugo Rennert y Américo Castro.

1.1.3. Orígenes, infancia y juventud del poeta

1.1.3.1. Nacimiento y ascendencia

Según Pérez de Montalbán Félix Lope de Vega Carpio nació en Madrid el 25 de noviembre de 1562.
McCready, ha discutido esta fecha y cree que nació el 2 de diciembre, festividad de San Lope.

Se ha dicho que sus padres eran oriundos de la Montaña santanderina, pero no eran nobles. Aunque
utilizase como argumento de ser cristiano viejo el haber nacido en la Montaña, no está del todo claro si su
procedencia es judía o no. Hay numerosos estudios, pero no existen datos concluyentes al respecto. Se cree
que nació producto de la reconciliación de sus padres después de una aventura de su padre con una
amante. Esta teoría parece más novelesca que real.

1.1.3.2. Primeros años

Acudió al estudio de Vicente Espinel y terminó su formación con los jesuitas. Entró al servicio del Obispo de
Ávila Jerónimo Manrique e inició los estudios universitarios en Alcalá pero no los terminó por unos amoríos
juveniles.

Se cree por el prólogo a las Rimas de Tomé, que nuestro autor pudiese haber estudiado en Salamanca,
aunque no hay pruebas documentales. Participó en la expedición contra las islas Terceras mandada por el
marqués de Santa Cruz.

1.1.3.3. Elena Osorio y el proceso por libelos

Sus amores con Elena Osorio se producen por un intercambio, en el que el poeta daba comedias a Jerónimo
Velázquez, su padre. Aunque Elena estaba casada, ese no fue el problema. La ruptura surgió a raíz de que
Elena se decantara por amantes más ricos y poderosos que Lope. Estas idas y venidas de la relación se hacían
trasparentes en los versos que componía el Fénix. Los seudónimos pastoriles y moriscos, empezaban a ser
evidentes por reiteración, y la familia Velázquez no lo vio con buenos ojos.

El desencadenante de la ruptura definitiva fue el amante Francisco Perranot, sobrino del cardenal Grandvela,
y llamado don Bela en la Dorotea. Estos amores y la posterior ruptura dieron origen a una larga serie de
textos literarios: una narración de las Novelas a Marcia Leonarda Novelas a Marcia Leonarda¸la comedia
Belardo el furioso y La Dorotea.

Tras la ruptura, Lope empezó a satirizar a los Velázquez y decidió dar sus comedias a Gaspar de Porres. Los
Velázquez le querellaron y fue condenado a 8 años de desiterro de la Corte y dos del reino.

1.1.3.4. Isabel de Urbina

Lope rapta, con el consentimiento de la raptada, a Isabel de Urbina. Se casó con ella por poderes. Se dice
que al poco tiempo la abandona y se enrola en la Invencible, aunque no está del todo claro. Lo que si es
cierto, es que poco después va a Valencia, atraído por la vida teatral de la ciudad. Allí se fragua la nueva

91
comedia lopesca. Porres envía a Valencia las obras que le fueron entregas por Lope. Los romances de
nuestro poeta empiezan a ser reproducidos de forma anónima en las Flores.

En 1590 vuelve a Castilla y sirve al duque de Alba como gentilhombre de cámara. En 1594 muere Isabel y
Lope deja Alba de Tormes un año más tarde, consiguiendo que los Velázquez lo perdonen. Sin duda,
Jerónimo Velázquez buscaba las comedias de Lope. Vuelve a Madrid en 1596, donde es procesado por
amancebamiento con Antonia de Trillo.

1.1.4. Madurez

1.1.4.1. Juana de Guardo y Camila Lucinda

En 1598 se casa con Juana de Guardo. Ese mismo año publica La Arcadia. Acude a las bodas de Felipe III e
Isabel clara con Margarita y Alberto de Austria. Compone para la ocasión el auto sacramental Las bodas del
alma con el amor divino.

Lope dedica versos amorosos a una mujer que responde al nombre de Camila Lucinda, posiblemente María
de Luján. Nuestro poeta vive con su amante en Sevilla, con la que tuvo 5 hijos. Su casa oficial estaba en
Toledo donde vive Juana de Guardo, con la que tiene 2 hijas y un hijo.

1.1.4.2. Desgracias familiares. Lope, sacerdote. Marta de Nevares

En 1610 se instala en Madrid, en una casa de la calle Francos, donde vivirá el resto de sus días. La muerte de
su mujer y de su hijo le provocó una honda crisis que concluyó en la ordenación sacerdotal del poeta en
1614.

Desde 1605, se mantuvo en el entorno del duque de Sessa, para quien escribía las cartas que luego enviaría
a sus amantes. Él entró en ese mundo y también gozó de las amantes del duque.

En 1616, dos años después de ordenarse, sobreviene el último amor del poeta: Marta de Nevares. De esas
relaciones nace una hija: Antonia Clara. Roque Hernández, el marido de Marta se terminó por enterar de lo
que pasaba entre ambos y murió del disgusto en 1619.

Después de la muerte del marido, hay teorías que dicen que Marta vivió donde su madre, otras, que junto a
Lope. Marta enfermó de los ojos hasta quedarse ciega en 1623. En 1628, empezaron a darle ataques de
locura. El 7 de abril murió en la calle de Lope, en la casa de un vecino, Pedro de Meridoy.

Los hijos del Fénix fueron creciendo y desarrollando sus vidas: Lopito, murió en una expedición con el
ejército a Isla Margarita; Feliciana, hija de Juana, se casó con Luis de Usátegui en 1633. Antonia Clara, se fugó
con un protegido de Olivares y Marcela profesó en las Trinitarias en 1623.

1.1.4.3. Muerte del poeta

La muerte de su hijo Lope Félix y la fuga de Antonia Clara, mermaron la ya débil salud del poeta. Murió el 27
de Agosto de 1635. El duque de Sessa costeó el entierro y las honras fúnebres que duraron 9 días. Aun así la
sociedad de su tiempo no perdonó la vida azarosa del poeta y se le prohibieron ciertas honras del
ayuntamiento de Madrid. Ante los impagos del duque de Sessa, los restos mortales del Fénix, fueron a para a
un osario.

1.1.5. Carácter

Igual que nos sucedía con Quevedo, es difícil hacer una radiografía de la personalidad de Lope en unas pocas
líneas. Estamos ante una persona apasionada, sincera e imprudente, que choca con el mundo convencional
en el que vive. No tiene reparos en atropellar la honra y los intereses de terceros con tal de ver cumplidos

92
sus deseos pasionales. Esto, no lo hace con una maldad estudiada, sino que brota de sí mismo, como un
vitalismo sin límites.

Tiene cierta crueldad con los maridos de sus amantes e incluso con los señores a los que servía. Se le ha
acusado servilismo, aunque ese servilismo escondía intereses propios. En sus enfrentamientos literarios, se
mostraba poco mordaz, sabedor de sus debilidades. Uno de sus mayores males fue la envidia por el éxito
ajeno, como demuestra el declarado desdén por la obra de uno de sus adeptos, Tirso de Molina, cuando
escribe Los cigarrales de Toledo.

Como escritor ni que decir tiene el sabido ingenio del Fénix. Llegó a escribir alrededor de unas 1500 obras
dramáticas y cultivó todos los genios literarios. Sin duda, es el autor de literatura más prolífero de la historia.

1.1.6. Lope y las gentes de su tiempo

Lope alcanzó una fama desbordante en su época. Su nueva fórmula teatral capaz de retratar a todos los
estamentos sociales, tuvo una enorme aceptación entre las clases más humildes.

Sin embargo, esta fama no le permitió llevar una vida holgada, en parte debido a su mala gestión del dinero.
Tuvo que pedir reiteradamente dinero a sus señores, que se terminaron cansando de él, como el duque de
Tessa. No consiguió excesivos favores ni de la corte ni de la realeza. Es algo que Lope no llegó a comprender
y se convirtió en verdadera obsesión en sus últimos días.

Se vio involucrado en varias polémicas. Primero con Cervantes, dolido por la primacía del Fénix con su nueva
fórmula teatral y más tarde con Góngora, Ruiz de Alarcón y Torres Rámila. No fue especialmente agresivo en
las confrontaciones literarias, pues, su vida irregular le dejaba muy indefenso ante las críticas. Con Quevedo
mantuvo una gran amistad y ambos se elogiaron mutuamente. Correspondidos fueron también los elogios
hechos por Guillén de Castro, mientras que Tirso de Molina no obtuvo una justa correspondencia a sus
alabanzas.

1.1.7. La obra no dramática de Lope de Vega

1.1.7.1. Relación de textos conservados

La obra no dramática se contiene en los 45 libros impresos en vida del poeta, a los que hay que añadir La
Vega del Parnaso y la Égloga a Claudio, editados póstumamente, y la multitud de composiciones publicadas
en libros ajenos o en cancioneros o romanceros.

1.1.7.2. La ordenación de la obra no dramática de Lope

Lope fue un poeta dado a las creaciones misceláneas, con ediciones que incluían varios géneros dentro de
una misma obra. Nosotros respetamos la imprenta del autor, aunque rescatamos para el estudio de la lírica,
las intercalaciones poéticas del autor en sus obras dramáticas y novelas. Lo mismo hacemos con las Novelas
a Marcia Leonarda, con cuerpo propio aunque se editaran dentro de La Filomena y La Circe.

De acuerdo con estos criterios, hemos establecido cuatro apartados que abarcan: lírica popular, lírica culta,
épica y novelas, y La Dorotea.

1.1.8. Carácter general de la lírica lopesca

1.1.8.1. Máscara y sinceridad poética

La dualidad vida/literatura se resuelve a menudo en una identidad. Lope tiene una singular facilidad para
trasponer cuanto le ocurre en la vida real y llevarlo al terreno de la poesía. Lope lleva su visión dramática de

93
la realidad a la lírica y se trasmuta a sí mismo en personaje de ficción: Zairde, Belardo, Tomé de Burguillos,
arrastrando tras de sí a la amada de turno que se convierte en Filis, Dorotea, Celia, Marcia Leonarda, etc.

Esta recreación lírica de su vida se hace extensible a toda la obra de Lope.

1.1.8.2. Tonos y variantes

En su variadísimo repertorio literario, nos encontramos con métricas muy diferentes, que van desde los
metros italianos (sonetos, canciones, tercetos encadenados,…), cultas castellanas (redondillas, quintillas,…) y
tradicionales (villancicos, romances, letrillas,…).

Todos los temas caben en su producción: amorosos, religiosos, familiares, patrióticos, descripción de
paisajes y monumentos, poemas históricos, versos de circunstancias…

1.2. Poesía popular y tradicional: Los romances

La poesía tradicional ocupa un papel importante dentro de la obra literaria de Lope. Cultivó el romancero,
especialmente el morisco dentro de un mundo idealizado, además del pastoril, y otros en una dimensión
más espiritual y religiosa al final de su vida (Romancero Espiritual). Además, en sus obras recoge e inserta
gran variedad de estos romances y pasajes líricos, como es el caso de La Dorotea, o en sus obras dramáticas,
donde el poeta glosa y recrea de forma magistral canciones tradicionales procedentes de la tradición
popular, lo que enriquece enormemente el conjunto.

1.2.1. Romances juveniles: rasgos generales

Narran sus primeros amoríos con Elena Osorio y el rapto de Isabel de Urbina. Aparecen en las diversas
ediciones de las Flores y en las dos partes del Romancero general (1600 y 1604).

El poeta se disfraza siempre y presenta las aventuras y desventuras amorosas traspuestas al mundo morisco
o pastoril. Este proceso no es más que una mitificación de la situación real del autor.

1.2.2 Romances moriscos

Seguramente son la primera creación poética de Lope. Ellos se centran en el momento de amores que tuvo
con Elena Osorio. Según Millé, son 30 los poemas moriscos de nuestro poeta. Estos son clasificados en
función de las alusiones autobiográficas que contienen y quedan encuadrados en tres grupos:

- Un primer grupo alude a asuntos anteriores al proceso por libelos. Los acontecimientos narrados
bajo el disfraz morisco se desarrollaron entre 1581 y 1585.

- El segundo grupo alude a la ruptura entre los amantes. La causa: un rico competidor. Lope va a parar
a la cárcel y al destierro. En los romances los personajes pasan por circunstancias parecidas. Los
hechos aludidos se desarrollan entre los últimos meses de 1587 y los primeros de 1588.

- La última etapa la constituyen los romances que aluden a hechos que ocurrieron a partir de 1588. La
cárcel, el destierro y las despedidas son los temas nucleares.

Todos estos romances, y algunos de ellos muy especialmente, ganaron enseguida el favor del público.

En estos poemas Lope crea un mundo ficticio en el que tiende a idealizar los personajes que le representan,
con la pretensión de huir de la pobre realidad que le perseguía.

Entre los aspectos estilísticos del romancero morisco hay que destacar: la agilidad de su ritmo, la
adjetivación abundante y colorista y la riqueza de las descripciones, que ayudaron a que la gente recordara
estos romances con facilidad y pronto pasaran a la memoria colectiva del pueblo.

94
1.2.3. Romances pastoriles

Son poemas contemporáneos y posteriores a los moriscos. Expresa momentos de su destierro y el abandono
de Elena Osorio, así como sus amores con Belisa (Isabel de Urbina). En ellos aparecen frecuentemente
sentimientos de abandono y de tristeza, así como de celos, por los amores de Filis (Elena Osorio). Lope tiene
que justificar en sus poemas que ya no ama a Elena y que Isabel es su único amor. Aunque la realidad es que
la mayoría de los romances están dedicados a Elena, un amor que nunca pudo olvidar.

El moro impetuoso se ha trasformado en un pastor melancólico atento a su mundo íntimo, a sus torturas y
fantasmas interiores.

El entorno natural, más sencillo que en los moriscos, da sensación de una triste belleza, plegándose así a las
emociones del poeta. El estilo mantiene una estructura más uniforme. Hemos de tener en cuenta que
estaban pensados para transmitirse oralmente.

1.2.4. Romances de madurez

Los romances de su madurez suelen alcanzar dimensiones religiosas, filosóficas y elegiacas.

1.2.4.1. El <<Romancero espiritual>>

Publicado en Pamplona en 1619, recoge textos ya publicados en las Rimas sacras y en Los pastores de Belén.
La mayor parte de ellos se han escrito a raíz de la honda crisis espiritual de 1612. Casi todos tienen un
profundo sentido religioso. No son muy valorados estéticamente hablando.

1.2.4.2. Los romances de <<La Dorotea>>

En La Dorotea (1632) se incluyen algunos de los más bellos romances de Lope. Carreño lo llama el
<<Romancero filosófico>>. Su estructura métrica tiende a los cuatro versos con unidad temática y sintáctica.

En La Dorotea se centra en el dolor por la muerte de Marta de Nevares y en el fracaso vital del poema, que,
melancólicamente, se representa en esa barquilla alegórica estrellada contra las rocas que expresa en
algunos romances.

1.3. Las Rimas

1.3.1. Primeras ediciones

La primera edición de las Rimas aparece en Madrid en 1602 en un volumen que contenía La hermosura de
Angélica, La Dragontea y 200 sonetos. En 1604 se publica en Sevilla un volumen del que solo se conocen dos
ejemplares. En la edición de 1609 se adjuntó el Arte nuevo de hacer comedias.

1.3.2. Los 200 sonetos

En la colección se incluyen sonetos dedicados a Filis y a Camila Lucinda. Son sonetos petrarquistas llegados al
siglo XVII a través de Herrera.

Las aventuras con la Osorio tienen su punto final y culminante en el maravilloso <<Suelta mi manso, mayoral
extraño…>>. Se muestra la imagen del manso engañado por los collares de oro del rico rival. Tampoco, faltan
referencias al destierro.

Los sonetos más apasionados son hacia Camila Lucinda. A imitación del estilo petrarquista, 29 sonetos son
en los que explícitamente aparece el nombre de Lucinda y otros muchos en los que se dirige a ella pero no
de forma explícita. Los sonetos a Lucinda cantan un amor hiperbolizado, donde el tema más reiterado es el
de la belleza de la amada.

95
No faltan en las Rimas las clásicas definiciones de amor a base de términos antitéticos. De los 200 poemas,
117 son amorosos.

Aun así, a la plenitud emocional del Fénix en esta etapa, el sentimiento del desengaño aflora en algunos
poemas. Algunos, al estilo de Quevedo, parecen contradecir a la mayoría del conjunto, de un estilo más
vitalista.

Junto a ellos hay algunos sonetos de tema mitológico o histórico.

1.3.3. Los restantes poemas

Destacamos de ellos la Égloga Elisio, donde el poeta se queja por los desdenes de Lucinda y la Égloga a
Apolo, donde el dios se lamenta de que los poetas, seres soeces y soberbios, le tengan por su patrón.

La Epístola al contador Gaspar de Barrionuevo nos cuenta su vida en Sevilla, junto a Lucinda y sus hijos, es
una anticipación de las bellísimas epístolas de La Filomena y La Circe.

1.4. Poesía sacra y religiosa. Rimas sacras

1.4.1. Primeras ediciones. Contenido.

Tuvo un gran éxito y a la edición de Madrid de 1614 siguieron otras de Lérida (1614 y 1626), Lisboa (1616) y
Madrid (1619).

Las Rimas sacras se componen de cien sonetos y un conjunto de poemas de diversa índole y calidad.

1.4.2. Los sonetos

Los sonetos se dividen en dos grupos: en los 49 primeros habla Lope mismo, de forma íntima y acertada, en
los restantes Lope se limita a comentar de forma poco acertada vidas de santos, festividades eclesiásticas… y
se queda muy lejos de la excelencia de los primeros.

Los primeros 49 sonetos constituyen un hermoso poemario donde Lope expresa, con toda la inmediatez y
sinceridad de que era capaz, su estado de pecador arrepentido y dispuesto a trocar amores humanos por los
divinos.

1.4.3. Los restantes poemas

Tras los sonetos se incluye un poema en octavas titulado La lágrimas de Madalena, en las que, plegándose al
personaje de la pecadora, nos narra, acercándose a la técnica dramática, la pasión y muerte de Jesús.
Madalena se nos presenta como Lope, carnal y sensual, donde confiesa a Jesús que el loco deseo de ver su
hermosura humana es la que lo ha llevado a caer en los pecados. El libro contiene un romancero de la
Pasión, que será añadido después al Romancero espiritual. Las escenas de la pasión son sangrientas y
crueles.

El poema clave de estas Rimas sacras es la bellísima Canción a la muerte de Carlos Félix, donde el poeta
trata, tras rememorar a la figura de su hijo muerto, resignarse ante la voluntad divina.

1.5. La Filomena

Fue publicada en Madrid en 1621, bajo el título La Filomena con otras diversas rimas, prosas y versos. Se
trata de una obra miscelánea en la que encontramos: dos poemas narrativos (La Filomena y La Andrómeda),
la Descripción de la Tapada, una novela (Las Fortunas de Diana), diversas epístolas, poesías varias y el Papel
de la nueva poesía.

96
La Filomena está presente dentro de tres realidades: los amores con Marta de Nevares, el ataque de Torres
Rámila en la Spongia y la aparición de las grandes obras gongorinas.

El poema que da título a la obra consta de dos partes: En la primera, se narra el mito de Filomena, Progne y
Tereo. Se observan ciertos parecidos a la poesía de Góngora. En la segunda, escrita en silvas, responde a las
críticas vertidas por Torres Rámila en la Spongia.

La Andrómeda tiene menos interés. Es una ampliación de la fábula de Ovidio en Las metamorfosis.

Lo mejor de La Filomena son las epístolas. Destacamos la respuesta a una carta de una supuesta poetisa
llamada Amarilis Indiana, en la que nos narra una autobiografía novelesca y distorsionada y nos da noticias
de su familia. En la titulada El jardín de Lope de Vega, describe su jardín y comenta a Francisco de Rioja la
actualidad sobre poetas y poesía. En la dirigida a su amigo, Baltasar Elisio de Medinilla, relata su vida
humilde y tranquila. De ese mismo tema es otra carta enviada a don Diego Félix Quijada y Riquelme. De
tema literario es la dirigida a su amigo y protector Juan de Arguijo.

Cierra la serie la respuesta de Lope a un señor de estos reinos en razón a la nueva poesía, donde critica la
poesía de Góngora.

1.6. La Circe

La Circe con otras Rimas y prosas se publica en 1624. Sigue a la miscelánea de La Filomena y está formado
por tres poemas: La Circe, La mañana de San Juan y La rosa blanca; tres novelas y una serie de epístolas y
sonetos.

La Circe es considerada como el poema más perfecto y cuidado de Lope. Son tres largos cantos, donde,
siguiendo a Ovidio y Homero, se nos narra el mito de Ulises y Circe. El ritmo es rápido hasta llegar a los
momentos especialmente dramáticos. En el canto II se incluyen la fábula de Polifemo y Galatea, en una clara
pretensión de competir con Góngora, dotando a la fábula de un estilo más garcilasiano.

La rosa blanca está dedicada a dar un origen mítico al emblema de la hija del conde-duque de Olivares, doña
María de Guzmán.

En La mañana de San Juan en Madrid, Lope describe con gracia las fiestas de sus paisanos.

Lo más granado de La Circe son las epístolas. Otra vez el tema predominante es su vida familiar. En la
Epístola a don Francisco de Herrera Maldonado describe la profesión como trinitaria de Marcela. En la
Epístola al doctor Matías de Porras le da información sobre su vida. El momento más sublime lo tenemos en
la descripción de Carlos Félix, <<Carlillos de azucena y rosa>>. En otras epístolas se centra en las opiniones
literarias.

Los sonetos de La Circe, de estilo platónico, cantan a la justificación de sus amores con Marta de Nevares.
Aparecen también otros motivos como el dedicado a la caza de un jabalí por parte de Felipe IV.

1.7. Los sonetos

Incluimos en esta parte el estudio merecido que tiene reservada la nada desdeñable cantidad de 813
sonetos en 476 piezas dramáticas escritas por el Fénix.

En el teatro el soneto sirve como enlace entre dos situaciones, o para hacer juegos de ingenio, como el
famoso <<Un soneto me manda hacer Violante…>>, que recita Chacón, el gracioso de La niña de plata. Es

97
frecuente que un soneto pase del teatro a los libros: tal es el caso de <<Querido manso mío que vinistes…>>,
entre otros.

El soneto teatral también sirvió al poeta como plataforma para sus poemas anti-gongorinos como el
paródico: <<Inés, tus bellos ya me matan, ojos>> de El capellán de la Virgen.

1.8. Poesía épica

Aunque no fue uno de los géneros que mayor fama dieron a nuestro poeta, Lope compuso un variado
ramillete de obras épico-narrativas, siguiendo tradiciones renacentistas e influencias italianas. Destacan La
Dragontea, La hermosura de Angélica, La Jerusalén conquistada, La corona trágica, El Isidro y La Virgen de la
Almudena, además de La gatomaquia, considerado su mejor poema épico, que estudiaremos en el apéndice
siguiente.

1.8.1. <<La Dragontea>>

Es un desafortunado poema épico en 10 cantos en defensa de la causa española y el catolicismo. El hecho de


que el protagonista sean las aventuras de un corsario inglés en América y Canarias, no casa con la pretensión
inicial del poema.

1.8.2. El <<Isidro>>

Isidro, poema castellano se publica en Madrid en 1599 y está dedicado a la villa natal del poeta. Lo más
acertado del texto es la descripción del ambiente que rodea al santo. En ocasiones la ramplonería erudita
llega a cansar hasta el extremo. Es el mayor error del poeta en esta composición.

1.8.3. <<La hermosura de Angélica>>

Es un dificultoso engendro híbrido, caótico, extenso y desordenado, que resulta muy confuso. La redacción
del poema empieza según Lope, en el galeón de San Juan, en la Armada Invencible. Posiblemente no se
remató hasta pocos años antes de su publicación. Lo mejor del poema es cuando Lope nos cuenta sus
arrebatados amores con Micaela de Luján o su turbulenta historia con Elena Osorio.

1.8.4 <<Jerusalén conquistada>>

En su momento tuvo un gran éxito (hay dos ediciones de 1609 y otras de 1611 y 1619). La crítica actual tiene
diferentes opiniones al respecto de su calidad literaria, aunque nosotros nos inclinamos a pensar que no
estamos, ni mucho menos, ante una de las mejores obras de Lope. Pretende ser un poema nacional, en el
que gracias a una invención poética, Lope hace participar al rey Alfonso VIII en la tercera cruzada. Los
estudiosos se han detenido en los cantos dedicados a Lucinda, pero ni ahí han encontrado la gracia que suele
caracterizar a Lope.

1.8.5. La <<Corona Trágica>>

Dedicada al papa Urbano VIII, cuenta la vida y muerte de María Estuardo. No es capaz de captar la realidad
dramática de la reina de Escocia, perdida entre las 600 octavas del poema.

1.8.6. La <<Virgen de la Almudena>>

En 1625, publicó el libro de poemas Triunfos divinos, donde se incluían unas octavas dedicadas a la Virgen de
la Almudena.

El literato relata el momento de la aparición y pone el énfasis en el estado de conservación de la imagen,


que, siempre según la tradición, salió a la luz sin ningún signo de deterioro, después de cuatrocientos años
oculta dentro de la muralla, e, incluso, con dos velas prendidas a sus pies.

98
1.9. Poesía de la vejez.

1.9.1. La Dorotea

Es una obra a la que se la tiene una alta consideración. Es la mejor novela de Lope, en donde además incluye
diversos poemas y Las rimas humanas y divinas del Licenciado Tomé de Burguillos (1634), dentro de las
cuales se incluye la canción burlesca de La Gatomaquia, además de varios poemas de tipo burlesco (pero no
tan grotescos como los quevedianos), poesía religiosa y pasajes líricos. Ya hemos hablado de la parte de
novela de La Dorotea en así que ahora nos centramos en la lírica que contiene la obra.

1.9.2. Rimas de Burguillos

1.9.2.1. Burguillos y sus <<Rimas>>

Las Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos se publicaron en Madrid en 1634. Es un
conjunto de poesías, en su mayor parte burlescas, que fingen ser recogidas por Burguillos, un licenciado
creado por Lope para las justas en honor de San Isidro en 1620 y 1622.

El libro lo constituyen dos partes: las Rimas humanas (161 sonetos, una canción burlesca, La gatomaquia y
cinco composiciones a diversos motivos) y las Rimas divinas (dos églogas pastoriles, un villancico al
nacimiento, 4 poemas al Niño de la Cruz y tres romances). Las Rimas de Burguillos a pesar de su dispar
contenido, forman una unidad en la que predomina el humor guasón y benevolente. En él aflora el
desengaño risueño del viejo poeta que solo aspira a <<templar tristezas>>.

1.9.2.1. Las <<Rimas humanas>>

Los sonetos son un canzionere paródico dedicado a una tal Juana, lavandera del Manzanares, de la que está
enamorado Burguillos. Los elementos petrarquistas, los tópicos poéticos y la descripción del locus amoenus
son totalmente descontextualizados y desvirtualizados, quedando en un plano de utilización paródico y poco
acorde a la verdadera naturaleza del estilo petrarquista. Entre las burlas no faltan algunos poemas de amor,
propios de la poesía de Lope, y algunos sonetos galantes y pícaros. Algunos de ellos son satíricos, como los
que escribe contra Pellicer y contra Góngora. Las reflexiones morales se contagian del tono burlesco que
campea por el libro. No podemos olvidar el emocionante soneto a la memoria de Marta de Nevares.

Estos sonetos son de los más perfectos que salieron de la pluma de Lope. Su arte para rematarlos es
extraordinario.

De interés es la canción <<Ya pues que todo el mundo mis pasiones…>> por su visión degrada de la realidad.

1.9.2.2. <<La gatomaquia>>

A pesar de estar dentro de las Rimas humanas, le dedicamos un aparte por tratarse de un poema épico de
cierta extensión. Nada menos que unos 2700 versos, divididos en 7 silvas, que nos cuentan la lucha de
amores de dos gatos Marramaquiz y Micifuf, por la mano de Zapaquilda. El primero, desdeñado intentará
chafar la boda y rapta a la hembra, hasta que un disparo de un hombre lo mata y se acaba, de lo contrario
que cabría esperar, de forma risueña.

A través del poema, Lope, con la animalización de los personajes ridiculiza los comportamientos sociales de
los cortesanos de la época. Además sigue la línea de satirizar las formas petrarquistas e incluso, elementos
de su propia comedia, como es la peripecia del trío amoroso.

Esta parodia está muy lejos de las amargas parodias quevedescas y gongorinas, y en el fondo se adivina el
cariño que siente el poeta por los mundos literarios que él mismo crea y destruye. Los comentarios

99
distanciadores, la creatividad verbal se unen a la amorosa enumeración de todo tipo de cacharros
domésticos: vestidos, zapatos…

Es, en definitiva, un divertidísimo poema, el mejor texto épico que compuso el Fénix.

1.9.2.3. Las <<Rimas divinas>>

Los más interesante que encontramos aquí, son dos deliciosos diálogos pastoriles de una sencillez e
ingenuidad maravillosas.

1.10. Otros libros y poesías

1.10.1. <<Triunfos divinos>>

Es un volumen misceláneo que recoge, entre otras cosas, un largo poema religioso en cinco cantos que
pretende imitar, sin éxito, los Trionfi de Petrarca. De mayor interés nos parecen algunos de los 46 sonetos
que siguen al anterior poema. Algunos de ellos, a la altura de los que encontramos en las Rimas sacras. Hay
también doce sonetos a una rosa, Vida de Cristo por los templos y edificios de Madrid, un poema de interés
documental y el poema La Virgen de la Almudena, estudiado anteriormente.

1.10.2. <<La Vega del Parnaso>>

La Vega del Parnaso se publicó póstumamente. Entre lo novedoso de la obra destaca la silva El siglo de Oro,
última de sus obras, en la que el poeta refleja su amargura; y el poema Huerto desecho, en el que tras una
noche de tormenta su jardín queda destrozado, en clara alusión a la fuga de su hija Antonia Clara.

1.10.3. El <<Laurel de Apolo>>

Es un extenso catálogo de poetas contemporáneos compuesto con ocasión de una sesión en homenaje a
Vicente Espinel que celebró la Academia de Madrid en 1629. Es, un texto para especialistas que recoge unos
300 poetas distribuidos por ríos regionales. Lo mejor es el humor con que el poeta comenta algunos
aspectos.

2. Poetas castellanos del ámbito de Lope

2.1. El Conde de Salinas

Es un escritor salido de la nobleza. Los estudiosos no han prestado mucha atención a tu obra, aunque para
nosotros es de cierto interés, a pesar de ser limitado en sus temas y en el tratamiento de los mismos.

La poesía amorosa del conde Salinas tiende al petrarquismo neoplatónico. No faltan en su obra los poemas
religiosos, algunos de gran belleza y que imitan el estilo lopesco. Son también destacables sus glosas a temas
de cancionero. En las Flores de Espinosa se recoge una redondilla suya dedicada a la esperanza.

2.2. Pedro Liñán de Riaza

Nació en Toledo y fue amigo de Lope. Fue también uno de los creadores del romancero nuevo. Se le ha
atribuido una obra en prosa: Vida del pícaro y Lope afirma que escribió alguna comedia.

Lo más jugoso de la lírica de Liñán son sus romances pastoriles. Toman el tono cómico y distante del nuevo
romance frente al mundo pastoril. Él se hace llamar Riselo en sus poemas.

Muy célebre es su Confesión en Romance, que cuenta de manera satírica sus aventuras amorosas. Entre los
casi olvidados romances moriscos destaquemos Un juego de toros.

100
La desintegración del Romancero comienza a alcanzar a Liñán con la introducción del tema de las germanías.
El mismo ambiente germanesco aparece en 5 sonetos. Cultivó también Liñán las redondillas, quintillas y
otras estrofas octosilábicas.

2.3. Antonio Enríquez Gómez

Nació en Logroño en torno a 1580. Se dedicó enteramente a la poesía. Por un poema que tiene por tema la
rosa es conocido como poeta de la rosa.

Sus versos se reúnen en dos volúmenes titulados Poesías varias y Obras varias. En su obra lírica encontramos
numerosos poemas galantes sin mayor trascendencia. Lo mejor de López de Zárate son, von mucho, sus
poemas morales. Los sepulcros suntuosos son un motivo típico de nuestro autor.

En definitiva, López de Zárate es un poeta lírico interesante. Intrascendente en sus poemas amorosos pero
singularísimo en los morales.

2.4. Francisco López de Zárate

Nació en Logroño en torno a 1580. Se dedicó enteramente a la poesía. Por un poema que tiene por tema la
rosa es conocido como poeta de la rosa.

Sus versos se reúnen en dos volúmenes titulados Poesías varias y Obras varias. En su obra lírica encontramos
numerosos poemas galantes sin mayor trascendencia. Lo mejor de López de Zárate son, von mucho, sus
poemas morales. Los sepulcros suntuosos son un motivo típico de nuestro autor.

En definitiva, López de Zárate es un poeta lírico interesante. Intrascendente en sus poemas amorosos pero
singularísimo en los morales.

2.5. José de Valdivielso

Fue sacerdote y amigo de Lope, a quien bautizó varios hijos ilegítimos. En 1612 publica en Toledo su
Romancero espiritual del Santísimo Sacramento compuesto fundamentalmente por letrillas, romances y
ensaladillas. Sabe aplicar los motivos populares a las ceremonias litúrgicas con deliciosa genialidad.

2.6. Francisco de Borja y Aragón, príncipe de Esquilache

Fue virrey del Perú. Estuvo muy ligado al grupo aragonés de los hermanos Argensola y a Lope de Vega.
Pertenece al grupo de los claros y estuvo muy alejado de los cultistas. Es autor de un poema épico, Nápoles
recuperada (1651). Publicó su obra lírica bajo el título Obras en verso en 1648. Merecen destacarse algunos
sonetos como A la crecida del Tajo. También compuso romances y letrillas.

2.7. Otros poetas

2.7.1. Pedro de Medina Medinilla

Destaca de él la Égloga en la muerte de doña Isabel de Urbina publicada en La Filomena. Se le atribuyen unas
Octavas a la desgraciada y lastimosa muerte de don Diego de Toledo.

2.7.2. Baltasar Elisio de Medinilla

Destacó por sus poemas de tema religioso, tanto cultos como populares. Muy interesante es su epístola A
Lope de Vega publicada en La Filomena, en la que expone los goces del campo contrapuesto al tráfago
ciudadano.

101
2.7.3. El conde de Rebolledo

Cultivó la poesía didáctica y la religiosa. En las del primer tipo, destaca el estilo lacónico y sentencioso. Sus
obras religiosas son traducciones o paráfrasis de la Biblia.

TEMA 9: QUEVEDO, OTRAS MODALIDADES POÉTICAS

1. Francisco de Quevedo (1580-1643)

1.1. Biografía

La biografía de Quevedo ya fue trata en el tema 4, referido a su prosa.

1.2. Rasgos generales de su obra poética

1.2.1. Ediciones y transmisión de su obra

Resulta de extrema dificultad conseguir un acercamiento a la poesía de Quevedo, ya que don Francisco no se
dedicó en vida a la edición de su obra poética. De la mano de su sobrino, Pedro de Aldrete, tenemos las
primeras recopilaciones de poetas de Quevedo bajo el nombre del autor, pero estas ya habían aparecido
anteriormente en las Flores de Espinosa, en la segunda parte del romancero general de Madrigal y en el
conjunto de los romancerillos tardíos. Desde entonces, se multiplicaron las ediciones sobre los poemas del
autor, aunque en su mayoría, carentes de rigor. No fue hasta el año 1963, con la edición de Blecua, cuando
se recogen los poemas de Quevedo con la mayor fidelidad posible al texto original, difícil siempre, por los
numerosos retoques que nuestro autor hacía en ellos.

1.2.2. Estilo literario

1.2.2.1. Personalidad y estilo

Lo más granado del autor es, sin duda, su capacidad para hacer uso del lenguaje. Los temas que en él
aparecen no son originales, pero la capacidad que tiene para recrear su realidad con las fuentes primarias de
la que parten sus temas a través del lenguaje, hacen que resaltemos sobre los demás autores de su tiempo,
el lenguaje literario de Quevedo.

1.2.2.2. Aspectos sonoros

1.2.2.2.1. Su relativa escasez

Son escasos los recursos literarios relacionados con la sonoridad que nos muestra Quevedo, mucho más
interesado por las figuras de pensamiento. Aun así, citamos a algunos de ellos.

1.2.2.2.2. Esticomitia y encabalgamiento

Se nos presenta en la estructura cerrada del soneto; en el punto climático del poema cada endecasílabo
viene a coincidir con un segmento de la cadena de pensamiento. Cuando se expresan desazones, el
encabalgamiento es un recurso utilizado por Quevedo.

1.2.2.2.3. Aliteración y paranomasia

Son recursos conceptistas que aparecen a lo largo de toda su obra, pero ni mucho menos, de forma abusiva.
La paranomasia tiene especial cabida en los textos burlescos.

102
1.2.2.2.4. Anáforas y paralelismos

La anáfora juega un especial papel en los poemas burlescos donde actúa como elemento estructurador y
unificador de las imágenes que integran la composición. Anáfora y paralelismo aparecen mil veces en las
enumeraciones de los romances.

1.2.2.2.5. Bimembración

Casi siempre conlleva unos contenidos conceptuales, y se apoya a menudo en otros recursos estilísticos, en
especial la antítesis. La partición del verso responde casi siempre a la necesidad de estructurar el contenido.

1.2.2.3. Adjetivación, hipóstasis y aposiciones metafóricas

La adjetivación decorosa escasea para convertirse en elemento descriptivo y humorístico. La hipóstasis


(transformación del adjetivo en sustantivo) se emplea como metáfora humorística. Las aposiciones
metafóricas son muy similares a las hipóstasis y se emplean frecuentemente en el retrato degradador.

1.2.2.4. Otros aspectos sintácticos

Su estilo lacónico hace que sean comunes en él recursos como la elipsis y el zeugma. Otro recurso
característico de Quevedo es el de hacer transitivos a verbos que no lo son. La polisíndeton es frecuente en
sus descripciones, aunque otras veces se decanta por la yuxtaposición y eliminación de nexos. Este
laconismo se ralentiza gracias al uso de proposiciones subordinadas.

1.2.2.5. El equívoco

Es el recurso por excelencia de Quevedo. Existen varios tipos:

- El que tiene un mismo significante con dos significados.

- Un solo elemento sonoro, que deja entender dos acepciones sugeridas por el sonido.

- El doble sentido de una frase hecha

- Padre en el sentido paternal del término y en el religioso

- Empleo del calambur como forma de equívoco.

- Equívocos a través de nombres propios.

- Equívocos que pueden dar lugar a más de dos interpretaciones.

Gracián en su Agudeza y arte de Ingenio alaba la habilidad de nuestro poeta para cultivar tan acertadamente
el equívoco.

1.2.2.6. Los tropos y comparaciones

La prosopopeya, que anima conceptos y seres inertes, tiene un papel fundamental en este proceso poético.
La animalización y cosificación juegan un papel importante en las descripciones degradantes que Quevedo
hace. A veces dista tanto de la realidad, que el autor tiene que dar una explicación de la connotación de la
animalización o cosificación.

En muchas ocasiones, la cosificación, la animalización la prosopopeya… se llegan a engarzar unas con las
otras creando auténticas imágenes subversivas de difícil pero brillante interpretación.

103
Podemos concluir como característico de Quevedo su plasticidad e inmediatez, el nexo a menudo caprichoso
entre sustituyente y sustituido, la acumulación para retratar desde diversas relaciones y semejanzas una
única realidad y la tendencia a la hipérbole y la desmesura de sentido predominantemente descendente.

1.2.2.7. Contrastes e ironías

1.2.2.7.1. Antítesis y paradoja

La antítesis de Quevedo es fundamentalmente usada en el tema amoroso y el metafísico. En la poesía


erótica se trata de una herencia petrarquista cuya fórmula principal opone el fuego del amante al hielo
desdeñoso de la amada.

En los poemas metafísicos, la oposición e identidad entre la vida y la muerte es de raigambre estoica y en
Quevedo se presenta unas veces en la forma atenuada de la antítesis, otra en la extrema contradicción de la
paradoja.

1.2.2.7.2. La ironía

La ironía es muy frecuente en los textos burlescos. Alcanza su máximo esplendor en las escenas del Buscón,
en casa de domine Cabra.

1.2.2.7.3. Ruptura de la frase hecha

El contraste entre lo esperado y lo que ofrece el texto pone en entredicho la estructura de la lengua
coloquial y el mundo conceptual que conlleva. El poeta parodia giros lingüísticos acuñados y los ridiculiza al
cambiar sus elementos fósiles no permutables.

1.2.2.8. Vocabulario

1.2.2.8.1. Exuberancia léxica

En el tono ascendente, Quevedo se rige por la tradición literaria aportando su sello personal a la
composición literaria. No emplea cultismos desacostumbrados, aunque no por ello deja de tener una
poderosa riqueza léxica.

1.2.2.8.2. Incorporación del léxico vulgar

Se incorporan palabras como apear, escupir, pasadizo… Algunas veces se entremezclan con voces cultas. La
mayoría de las veces se emplean en versos burlescos y en prosa.

1.2.2.8.3. Voces de germanías y disfemismos

Se emplean fundamentalmente en jácaras, poemas burlescos, obras festivas en prosa, los Sueños y El
Buscón. Es difícil saber qué términos son invención literaria y fueron introducidos en la hampa a posteriori y
qué otros son propiamente del hampa y son adoptados por Quevedo en sus escritos literarios.

Aparte de estas germanías, es también común el uso del disfemismo que, más allá del contexto rufianesco,
nos revela una visión degradadora de lo que acontece.

1.2.2.8.4. Voces de capricho y creación verbal

Para la creación de nuevas palabras Quevedo recurre a los esquemas de formación del español.

Crea compuestos parasintéticos, con prefijo y con sufijo como desempadrar o embodar.

Como señala Alarcos otros derivados son sustantivos o adjetivos que remedan esquemas habituales en el
idioma con el uso de prefijos y sufijos: protocornudos, disparatario.

104
El mismo Alarcos llamó <<neologismos por condensación>> a aquellos que sustituyen una parte de una
palabra por otro semema: quintacuerna (de quintaesencia).

Otras creaciones son las que Alarcos llamó <<neologismos por comparación condensada>>: libropesía (libro
+hidropesía= avidez de libros similar a la sed del hidrópico).

Hay también <<neologismos por adaptación al tema>> hidearbitrista (<hideputa).

La economía, el alarde de ingenio y la originalidad rigen estas singulares creaciones literarias.

1.2.2.9. Técnica del retrato

La concatenación de elementos yuxtapuestos, inarticulados, que parecen formar un todo heterogéneo


inacabado, es la forma de retratar de Quevedo. Su distancia le permite describir a la persona como un
cachivache, carente de una personalidad marcada, y casi siempre degrada en su descripción. Quevedo se
adelanta al arte expresionista, concretamente a la estética del esperpento.

1.3. Clasificación de su obra

Es complicado realizar una clasificación cronológica de la obra, así que la clasificación temática realizada por
Blecua, nos parece la más razonable y casi la única posible. Blecua reparte los poemas en los siguientes
capítulos: <<Poemas metafísicos>>, <<Heráclito cristiano>>, <<Poemas religiosos>>, <<Poemas líricos a
diversos asuntos>>, <<Elogios, epitafios, túmulos>>, <<Poemas amorosos>>, <<Canta sola a Lisi y la amorosa
pasión de su amante>>, <<Poemas satíricos y burlescos>>, <<Sátiras personales>>, <<Jácaras>>, <<Bailes>>,
<<Poema heroico de las necedades y locuras de Orlando>>.

Nosotros seguimos esta clasificación aunque reducida a cuatro apartados: <<poemas metafísicos, morales y
religiosos>>, <<Poemas de tema amoroso>>, <<Poemas burlescos y satíricos>> y <<poemas de circunstancias
y traducciones>>.

1.3.1. Poemas amorosos

Observamos en ellos una afectividad destemplada y angustiosa, muy alejada del rendido vasallaje
trovadoresco y del complacido dolor del petrarquismo.

1.3.1.1. Poemas externos

Versan sobre los aledaños de la experiencia erótica. Dos aspectos nos interesan aquí: las definiciones del
amor y los versos galantes.

1.3.1.1.1. Definiciones del amor

Sigue la línea petrarquesca que concluye en Lope de describir al amor a base antítesis y paradojas. Es muy
característico de él definir al amor como soledad acompañada, algo que nos revela mucho de la psicología
del autor.

1.3.1.1.2. Poemas galantes

Son poemas que nos describen las gracias de una muchacha o una breve escena cotidiana en la que
interviene una dama. Abundan los juegos conceptistas, más o menos triviales. La radical diferencia, aunque a
veces imperceptible, entre estos poemas galantes y los auténticamente amorosos, es el mayor colorido y
alegría de aquellos.

105
Sonetos graciosos, entre afectuosos y zumbones, son los dedicados A una dama bizca y hermosa, A una
dama tuerta y A otra dama de igual hermosura y del todo ciega. No se sabe con certeza si estos poemas
están basados en damas que realmente existieron o si se trata de invenciones poéticas.

1.3.1.2. Poemas amorosos a diversas damas

Se siguen los modelos petrarquistas teñidos de amor cortés. Muchos de estos poemas, aparentemente
apasionados, son puros ejercicios retóricos. El neoplatonismo es clave para la interpretación de numerosas
actitudes. Una de ellas, la diferencia entre querer/amar. En poemas de estos exalta el amor inteligible
respecto del sensitivo, que trasciende más allá de lo físico.

Los poemas más marcados sensualmente, esconden tras de sí cierto desengaño. El tópico del carpe diem es
tomado desde la vejez de la amada, a la que casi siempre echa por tierra por haber llegado ya a la vejez.

Por último, va dando paso a una poesía más liberada del estilo petrarquista, desnuda y con voces vulgares,
más cercana a la que culminaría en el cancionero dedicado a Lisi.

1.3.1.3. <<Canta sola a Lisi y la amorosa pasión de su amante>>

1.3.1.3.1. Un <<canzionere petrarquesco>>

En ellos vuelven a aparecen los contrastes ente el amor (fuego) del poeta y el desdén (hielo, agua) de la
dama. La espiritualidad de signo neoplatónico también empapa a la mayoría de los poemas. La mayoría de
ellos son endecasílabos y de estos casi todos sonetos. La particularidad que añade Quevedo a este
cancionero se resume en dos aspectos: la agudeza conceptista de los sonetos de ocasión y el tema del dolor
y la muerte en confluencia con la experiencia amorosa.

1.3.1.3.2. Poemas galantes y de ocasión

Quevedo nos describe en ellos situaciones de la vida cotidiana. La utiliza para trenzar agudezas y requiebros.
Especialmente conceptuales son los tercetos, donde el alambicamiento conceptual explota con mayor rigor
los fósiles metafóricos.

1.3.1.3.3. El dolor y la muerte. La <<ceniza enamorada>>

El amor como pasión devastadora aparece en el Cancionero de Lisi. El poeta se ofrece como ejemplo de
dolorido sentir. Esta concepción es antigua; pero lo novedoso es la intensidad de la expresión de la que es
capaz de dotar al tópico don Francisco. Los sinsabores van unidos como una fatalidad a la existencia y como
contrapunto gozoso a las angustias eróticas surge la muerte.

Con esto, nos encontramos con dos de los temas más originales y sugestivos de Quevedo: el del <<amor más
allá de la muerte>> y de la <<ceniza enamorada>>. La radical diferencia entre uno y otro tópico es que el
segundo es más originalidad, pues las cenizas, los restos corpóreos del amante perduran después de la
muerte. Mientras que en el amor más allá de la muerte, hablamos de una perduración inmaterial del alma y
no de los restos del cuerpo.

1.3.1.3.4. El soneto <<Cerrar podrá mis ojos…>>

Es el soneto llamado Amor constante más allá de la muerte, y destaca sobremanera en el cancionero y en la
demás serie de sonetos amorosos. En él se funden los dos tópicos anteriormente estudiados: el amor más
allá de la muerte, donde el hecho de haber amado hacen del alma del amante inmortal; y el trasgresor y
original tópico quevedesco <<ceniza enamorada>>, donde no solo el alma sobrevivirá a la muerte, sino que
el propio cuerpo del amante será capaz de pervivir una vez muerto.

106
1.3.2. Poemas religiosos y morales

1.3.2.1. Poemas existenciales

Tienen como tema central la reflexión sobre el sentido de la existencia, la muerte y el paso del tiempo.

1.3.2.1.1. La vida como muerte

Quevedo mantiene la constante paradoja de la vida como muerte. Nos advierte de que la muerte no está
solo presente en el momento final de nuestras vidas, sino que está se hace patente en el transcurso de las
mismas. Es una poesía del desengaño, que hace ver al lector la inconsistencia de la vida desde que formamos
parte de ella. Para expresar este concepto, Quevedo emplea fundamentalmente dos figuras de
pensamiento: el oxímoron (consiste en terminar una frase con un elemento contrario) y la paradoja. La
perspectiva del no-ser está siempre presente en la poesía de Quevedo.

Aunque las raíces estoicas y cristianas del pensamiento quevedesco, se hacen patentes en el poder
liberador que le concede a la muerte, a la cual, ha de esperar de forma tranquila, el poeta se duele de la
brevedad y de la inexorable fugacidad de la vida.

1.3.2.1.2. El tiempo fugitivo

El tiempo se nos muestra como un ladrón gracias al recurso de la prosopopeya. Es capaz de saquear al
hombre dormido, que incluso en el sueño ve como el tiempo le gana la partida. Después de hurtar, el tiempo
ladrón se da a la huida.

Quevedo en estos poemas también invita a la reflexión del lector; pues le hace ver que inconscientemente el
tiempo está pasando ante sus ojos sin que él pueda hacer nada.

1.3.2.1.3. La inconsistencia de la vida

De nuevo aparece el tema que raya la tragedia en Quevedo: y es que la vida es algo perecedero. Pocos son
los poemas en los que Quevedo logra mostrar su esperanza cristiana ante la muerte; sino que en la mayoría
de ellos se deja llevar por el pánico que representa la muerte, el momento del no-ser. Ya en vida es patente
la vanidad de la vida, perecedera y llena de sinsabores.

1.3.2.2. Poemas morales

1.3.2.2.1. Apariencias y ambiciones

Para caracterizar este apéndice nos centramos sobretodo en el poema <<Verdugo fue el temor, en cuyas
manos…>> en el que en una plaza de toros de Madrid corre el falso rumor de que se ha producido un
incendio y la gente empieza a precipitarse al vacío. Explica muy bien dos cosas: primero que lo que parece
no es; y segundo: que la muerte aparece en medio de la confusión.

También con esto ilustramos el hecho de que muchas veces nos movamos por cosas que no existen, como
también denuncia Quevedo. En sus poemas morales de carácter político, critica duramente las ambiciones
políticas desmedidas, y para ello nos ilustra con ejemplos: uno de ellos es el de la subida y caída de poder del
condestable don Álvaro de Luna y otra es el encuentro de unos restos que resultan ser de un rey, y que
ahora son huesos.

Critica también la bajeza humana, que llega a cavar bajo tierra para encontrar metales preciosos, etc.

107
1.3.2.2.2. El apartamiento

Frente a la ambición desmedida de los hombres, don Francisco predica a la vida retirada. Ensalza el tópico
del beatus ille al que adorna graciosamente en el soneto 60. A pesar de predicar el abandono de la vida
mundana, Quevedo fue un hombre activo y ambicioso en sus quehaceres políticos. Aunque no es menos
cierto que en determinados momentos se retirase, bien fuera por obligación bien por su propio parecer, a la
Torre de Juan Abad. Desde allí escribiría sonetos animosos a la vida del estudio.

La imagen del sabio estoico aparece en sus poemas bajo la piel de Demetrio. El Sermón estoico de censura
moral es una diatriba contra la ambición y la opulencia.

1.3.2.2.3. Advertencias político-morales

Destacan por encima del resto dos composiciones de esta temática. El soneto <<un godo, que una cueva en
la montaña…>> es una comparación histórica de la caída del Imperio romano con la presumible caída de
España. Tras ir pasando las etapas gloriosas de la historia española, concluye con una traducción casi literal
de unos versos de Séneca que dedicó a la caída del Imperio Romano. Estamos ante unos versos con una
estructura interna muy bien acogida y llena de afectividad.

La otra gran composición político-moral es la Epístola satírica y censoria contra las costumbres presentes de
los castellanos. Es una crítica de costumbres en la que los versos narran el ilusorio igualitarismo militarista y
feudal. Se encuentran ideas que se dan la mano con las de los más lúcidos arbitristas. Es una obra que tiene
lucidez en momentos puntuales.

1.3.2.3. Poemas religiosos

1.3.2.3.1. <<Heráclito cristiano>>

Es una breve colección que escribió en la Torre de Juan Abad en el año 1613, dedicado a su tía doña
Margarita de Espinosa. Se trata de un total de 28 salmos entre silvas y sonetos.

El poemario, subtitulado Lágrimas de un penitente, es una sincera y apasionada reflexión sobre la propia
existencia. Se abre el Heráclito con un magnífico soneto: << un nuevo corazón, un hombre nuevo…>> que
refleja una honda ansia de regeneración. El arrepentimiento es la temática dominante.

Como conjunto el Heráclito cristiano es lo más auténtico y bello de la poesía religiosa de Quevedo.

1.3.2.3.2. Otros poemas

Son poemas menores destinados a glosar varias escenas de la Pasión. Compone un Poema heroico a Cristo
resucitado en octavas reales y poemas en honor a San Raimundo y a San Lorenzo.

Quizás lo más bello de este grupo de poemas sea la paráfrasis incompleta del Cantar de los cantares, escrita
en sextinas, que es una espléndida versión barroca del texto bíblico.

1.3.3. Poemas satíricos y burlescos.

Son, probablemente, los más conocidos de este autor y los que más marcan su estilo, que utiliza recursos
como la lengua coloquial y vulgar para sus burlas con un toque constante de humor. Los juegos de palabras y
las metáforas sirven al autor para degradar o ridiculizar los objetos que está tratando, tanto en prosa como
en verso, y la parodia se convierte en su principal recurso.

Siguiendo a Blecua, los dividimos 5 apartados:

- Poemas de la <<vida poltrona>>

108
- Sátiras

- Poemas burlescos

- Jácaras, poemas obscenos y prostibularios

- Las necedades de Orlando y otras parodias

1.3.3.1. Poemas de la <<vida poltrona>>

Son poemas que cantan a la vida picaresca y antiheroica al mismo tiempo que critican la vida afanosa del
poderoso. En ellas se entremezcla un lenguaje de germanías y diversas variaciones en la rima que las
confieren una gran dificultad y a su vez una sugerente singularidad.

El sentir de los textos se recoge de unos versos del romancillo Vida poltrona: <<para mí me vivo/ para mi me
bebo>>.

1.3.3.2. Sátiras

1.3.3.2.1. Críticas de los comportamientos sociales

Es un recorrido por los numerosos tipos sociales donde tienen cabida el médico, el calvo, el viejo verde, la
doncella, el pastelero, el alguacil, el juez…

En todos ellos no hay una intención moralizante, sino más bien jocosa. De esta serie es muy conocido el
poema que sigue Poderoso caballero don dinero que perdura en la tradición oral en nuestros días.

1.3.3.2.2. Poemas misóginos

La mujer y con ella el matrimonio es blanco predilecto de la sátira de Quevedo. La misoginia está muy
enraizada al carácter y a la vida del poeta, solo hay que echar un vistazo a su biografía.

El argumento que más esgrime Quevedo para criticar a las mujeres en sus poemas, es el del interés. También
hará poemas sobre defectos de las mujeres A una mujer pequeña, A una mujer flaca… Aunque sus sátiras
favoritas serán contra las viejas, de las que hacemos mención en un capítulo aparte.

1.3.3.2.3. Sátiras contra las viejas

Son de las sátiras más crudas de Quevedo y en ellas no existe lugar para la compasión. Lo más habitual en
este tipo de sátiras es el feísmo expresionista y la burla ingeniosa. Trata el tópico del carpe diem en la más
agria y vengativa de sus versiones. Las bodas de los viejos aparecen caricaturizadas en el Epitalamio. La
inquina de Quevedo se ceba con las dueñas, como se demuestra en el Epitafio.

1.3.3.2.4. Sátiras personales

Menos abundantes de lo que comúnmente se cree, son realizadas por motivos literarios y paraliterarios. La
más sonada es la que mantuvo con Góngora, según se cree, a raíz de que el cordobés escribiera versos
contra Valladolid, el Pisuerga y el Tajo atacando lo castellano. También Quevedo realiza una respuesta a la
publicación del Polifemo y las Soledades que ya hemos tratado en el tema referente a Góngora. También
mantuvo polémicas con Ruiz de Alarcón, al que le dedica la letrilla <<Corcovilla>>.

De menor relieve es la disputa con Morovelli, con el que mantenía disputa a causa del patronato de Santa
Teresa que defendía Morovelli.

109
1.3.3.3. Poemas burlescos

Son poemas en que el ingenio y el chiste son el motor composicional de estas creaciones. Muchas veces los
temas tratados tienen un tinte fatalista pero que deben ser vistos en su contexto bufo. El afán desmitificador
de esta composición le lleva a elegir la figura de Diógenes para reírse de las teorías que el mismo tantas
veces había expuesto en serio.

Una muestra de intenso humor es el célebre Boda de negros, en la que Quevedo hace teñir todo de negro. El
equívoco llega a tan surrealista extremo, que los asistentes temen comer morcilla por creer comerse a ellos
mismos.

La estructura abierta del romance se presta mejor a juegos discursivos, aunque también encontramos
numerosos sonetos como el dedicado a Góngora <<Érase un hombre a una nariz pegado…>>.

El gusto por el equívoco conceptuoso se comunica en un sinfín de poemas. Muchas de las sátiras
quevedescas no tienen como principal fin el ataque personal o la denuncia de costumbres, sino, como
apuntábamos antes, el puro deleite intelectual del chiste ingenioso o la imagen disparatada.

1.3.3.4. Jácaras, poemas obscenos y prostibularios

1.3.3.4.1. Jácaras

El género, aunque tiene sus raíces en algunos poemas de Rodrigo de Reinosa, hay que esperar a Quevedo
para que alcance su mayoría de edad literaria. La más célebre muestra es la Carta de Escarramán a la
Méndez, en torno a 1611. El éxito fue inmediato.

Las jácaras son por lo común cartas que se cruzan entre un jaque (rufián) y su marca (puta), o la relación que
hace un delincuente. Existen unas dialogías típicas en este tipo de composiciones:

- Los jaques que van forzados a galeras

- El rebenque (látigo del verdugo), que sin ser Papa, cría cardenales.

- Los azotes no agravian porque se dan a traición, por la espalda.

- Las pendencias son mosquitos porque se ahogan en vino.

Lo de mayor relieve es el ingenio desbordante, el vocabulario apicarado y germanesco y el humor macabro,


que convierten a estos romances en una anticipación del arte valleinclanesco.

1.3.3.4.2. Otros poemas

Nos centramos en esta parte en la temática de los adulterios consentidos. Muchas veces los maridos
consideran como una vía de escape los cuernos de su mujer, lo que hace quitarles una carga.

En algunos sonetos acumula elementos que se relacionan con los cuernos. En el soneto <<Puto es el hombre
que de putas fía…>> la reiteración de la palabra puta y sus derivados llega nada más y nada menos que a 16
veces.

Los romances también explotan esta materia, donde la mayor extensión permite la alusión a enfermedades
venéreas y el chiste equívoco con los nombres de algunas de ellas. El epitafio burlesco es la fórmula elegida
para recrear comportamientos sexuales anómalos: <<La mayor putas de las dos Castillas…>>, A un bujarrón…

110
1.3.3.5. Las <<Necedades de Orlando>> y otras parodias

1.3.3.5.1. Quevedo parodista y desmitificador

Quevedo, consciente del degaste de los tópicos mitológicos renacentistas, lleva a cabo un proceso
desmitificador degradante, reduciendo los mitos al mundo rufianesco y prostibulario como sucede con la
fábula de Apolo y Dafne en el soneto <<Bermejazo platero de las cumbres…>>.

Como parodista, Quevedo caló enseguida en los recursos gongorinos y explotó para su poesía sarcástica los
cultismos, hipérbatos, fórmulas de contraste…

El gran poema paródico, es, sin duda, las Necedades de Orlando el enamorado, que merece capítulo aparte.

1.3.3.5.2. <<Poema heroico de las necedades y locuras de Orlando el enamorado>>

Sigue la línea de los poemas paródicos de Quevedo, donde se lleva a cabo un proceso desmitificador
degradante y los mitos se reducen al mundo rufianesco y prostibulario. El texto está incompleto y sólo
abarca los dos primeros cantos (976 y 728 versos) y una octava del tercero.

Alarcos señaló la fusión de las descripciones ascendentes con los contrapuntos burlescos. El crítico propone
como modelo la llegada de Angélica, a la que preceden cuatro gigantes cuya magnitud esta ponderada de
forma grotesca, mientras que el relato de Angélica responde a los modelos hiperbólicos de la dama
renacentista. Esta misma técnica de contraste imprime carácter a toda la obra.

La corte de Carlomagno se compone de un atajo de rufianes. Las figuras de damas y caballeros, las hazañas
de los paladines, etc. Sirven a Quevedo para crear un mundo autónomo donde lo capital es la sonoridad del
vocabulario germanesco y el placer de la imagen sorprendente que raya lo surreal. El deleite verbal se
respira en la exuberancia del léxico y en el torrente de chistes conceptuales.

1.3.4. Otros poemas

1.3.4.1. Poemas de ocasión

1.3.4.1.1. Quevedo, poeta cortesano

En ellos, no falta el ingenio y la imagen atrevida, que convierten al poema en una auténtica greguería. Tal es
así el romance que Celebra el tiro con que dio muerte a un toro el rey nuestro señor. Junto a esto, tenemos
elogios al duque de Lerma, al duque de Pastrana, etc. De valor poético muy limitado.

1.3.4.1.2. Epitafios y elogios fúnebres

Son más o menos tocantes a su intimidad. Dentro de los más externos y de menor valor, encontramos los
epitafios a Felipe III, al duque de Lerma, al príncipe don Carlos y tantas otras figuras de la alta aristocracia.

Los momentos álgidos, poéticamente hablando, los alcanza en los epitafios a personajes históricos (Mucio
Cévola, Escipión…) o contemporáneos (Enrique IV, Villamediana…) a los que le unía algún tipo de afinidad.
Muy superiores a los demás son los 4 sonetos dedicados a su amigo y protector el duque de Osuna, en
especial <<Faltar pudo su patria al grande Osuna…>> o <<Del Asia fue terror, de Europa espanto,…>>

1.3.4.2. Traducciones e imitaciones

1.3.4.2.1. Imitaciones de Marcial

Por lo común es una paráfrasis que transcribe en una décima los dísticos latinos.

111
1.3.4.2.2. <<Anacreón castellano>>

Los metros elegidos son variados: silvas, romances, quintillas, etc. Su fidelidad al original, discutible. Su
mérito quizás sea adelantarse a los gustos del XVIII y darnos la primera traducción castellana de las
anacreónticas.

1.3.4.2.3. <<Epicteto y Phocílides en español>>

Fue el único libro en verso publicado en vida del autor (Madrid, 1635). Su lenguaje poético difiere del
habitual, y por lo general es sencillo, con el objetivo de hacer llegar al público el mensaje estoico de los
textos de Epicteto. El más célebre de estos mensajes es el de la consideración del mundo como teatro.

1.3.4.2.4. <<Lágrimas de Hieremías castellanas>>

Contiene la traducción literal en prosa de los trenos, calcada de la Biblia de Ferrara, unos comentarios, una
traducción en verso y una paráfrasis en heptasílabos y endecasílabos blancos. Es en la paráfrasis donde hay
que buscar al Quevedo poeta que tantas afinidades tiene con el profeta hebreo.

2. Otras modalidades poéticas

2.1. Poesía épica

2.1.1. Introducción

Respecto a la épica del XVI, surgen notables cambios en la nueva centuria. El primero es el del mayor influjo
de Tasso en detrimento del de Ariosto. El segundo es el cambio en el tratamiento de los temas. Los temas
contemporáneos dejan paso a los religiosos y a los de exaltación nacional, tal y como demuestran dos de los
mayores poemas épicos del siglo XVII, la Cristiada y el Bernardo, que desarrollan respectivamente dichos
temas.

También surge la aparición de la épica burlesca, reflejo del desengaño vital del Barroco con el que asistimos
a la desintegración de la épica heroica.

2.1.2. Épica histórica y legendaria

En el siglo XVII encontramos bastantes muestras de la épica de tema histórico que muchas veces se funde
con la leyenda. En este grupo destacamos al poema del Bernardo de Balbuena sobre el resto. La Jerusalén
conquistada de Lope ya fue estudiada en el tema referido al Fénix.

2.1.2.1. Historia antigua

El Libro de la Iberiada de los hechos de Scipión africano (1603) de Bernardo Gaspar de Savariego de Santana
exalta las hazañas del protagonista. Es fiel a los hechos e introduce escasos elementos ficticios. Está escrito
en octavas reales.

Francisco Mosquera de Barnuevo es autor de la Numantina (1612) que exalta la resistencia heroica de
Numancia ante el invasor en la España antigua.

2.1.2.2. La leyenda de Bernardo del Carpio

Cristóbal Suárez de Figueroa publica en 1612 su España defendida, que trata sobre la figura de Bernardo del
Carpio. Hay pasajes muy logrados, si bien no es un texto de excesivo interés.

Más importante es, sin duda, el Bernardo de Bernardo de Balbuena. Balbuena nace en Valdepeñas en 1562.
En 1585 se traslada a Méjico donde se ordena sacerdote. Vuelve a España en 1060 para graduarse en

112
Sigüenza. En 1608 vuelve a las Indias, donde es abad de Jamaica y después de Puerto Rico. Muere en este
país en 1627.

El título original de la epopeya es El Bernardo o la Victoria de Roncesvalles; se publica en el año 1624,


aunque su composición es 14 años anterior. El poema consta de 40.000 versos agrupado en 5000 octavas y
se divide en 24 cantos.

El tema histórico de la historia de Bernardo Carpio se funda con una infinitud de temas: fábulas, alegorías,
leyendas, materiales de procedencia clásica y del género caballeresco. El marco geográfico en el que se
mueve la acción es amplísimo, lo que hace dificultar su estructura, la cual sigue el canon barroco en el que
cada elemento se subordina a los circundantes, creando un todo unitario, complejo y multiforme. El influjo
de autores clásicos como el de Homero, Ovidio… y el de modernos como Dante, Camoens, Ercilla… es
constante a lo largo de la obra.

Su extensión ha sido motivo de crítica, aunque esta longitud del poema es compensada con la capacidad de
aglutinar su conjunto y con la graduación ascendente del poema, que concluye con la victoria sobre los
franceses en Roncesvalles con la muerte de los Doce Pares a manos de Bernardo.

En cuanto al estilo, este se mantiene acorde a la complejidad del poema. La imagen plástica, el adjetivo
colorista, la musicalidad y ritmo son los consortes estilísticos en los que se mueve el poema. El léxico sonoro
y exuberante también es digno de elogio, aunque a veces reconocemos que peca de verborrea, aunque en
su conjunto la obra tiene un estilo muy logrado.

2.1.2.3. Otras leyendas medievales

De menor relieve son otros poemas legendarios como Los amantes de Teruel de Juan Yagüe de Salas. Está
escrito en verso suelto y consta de 26 cantos. En el prólogo se alude a la veracidad de la leyenda que el
lector debe creer. Si no la cree por la historia en sí misma, debe hacerlo por el ajuste del poema a la
verosimilitud aristotélica. Los 17 primeros cantos tratan sobre los amantes mientras que a partir de ahí narra
la reconquista de Teruel y Valencia y otros hechos famosos. Maneja muy bien el verso suelto y consigue una
gran fluidez. La influencia de Tasso y Lope es notable.

Luis de Ulloa Pereira es autor de La Raquel (1650), que desarrolla la leyenda de amores del rey Alfonso VIII
con la judía toledana. Se inspira en la Crónica general del Rey Sabio, igual que el drama de Lope de Vega
titulado Las paces de los reyes y judía de Toledo.

2.1.2.4. Poemas en torno a la Reconquista

Cristóbal de Mesa es el introductor definitivo de las teorías de Tasso con su poema Las Navas de Tolosa
(1594). En el XVII escribe otra obra de tema afín: Restauración de España (1607). Exalta la figura de Don
Pelayo y el presunto comienzo de la Reconquista. Pinciano trata el mismo tema en el Pelayo (1605) a
imitación de la Gerusalemme.

Bernarda Ferreira de Lacerda escribe España Libertada (1618), cuya segunda parte aparecerá en 1673, con la
autora ya fallecida. Es en realidad una crónica rimada que va desde las primeras victorias contra los moros
hasta el reinado de Alfonso X.

Juan de la Cueva en La Conquista de la Bética por el Santo Rey (1603) narra la caída de Sevilla en manos del
monarca Fernando III el Santo. En el prólogo hay una detallada descripción de Sevilla.

Luis Belmonte Bermúdez trata el mismo tema en su obra La Hispálica (1619). Consta de 1500 octavas,
dotadas de una gran fuerza narrativa y descriptiva donde su exaltación por la causa cristiana late en cada
verso.

113
Antonio de Vera y Figueroa compone una de las mejores imitaciones de la Gerusalemme liberata: el
Fernando o Sevilla restaurada (1632).

Rodrigo de Carvajal y Robles canta un episodio distinto de la Reconquista en el Poema de asalto y conquista
de Antequera (1627). Se producen intervenciones de elementos sobrenaturales.

2.1.2.5. Poemas sobre las campañas italianas

Francisco De Borja, príncipe de Esquilache, canta las hazañas en Italia del rey Alfonso V en su poema Nápoles
recuperada (1651). La obra se desenvuelve en un tono sencillo y prosaico.

Francisco Trillo de Figueroa es autor de la Neapolisea (1651) que canta sucesos inmediatamente posteriores
a los de la obra que acabamos de citar. Está dedicada a la figura del Gran Capitán, quien inicia la serie de
poemas épicos históricos con la Historia Parthenopea de Alonso Hernández y es también quien la cierra con
la Neapolisea.

2.1.2.6. Historia contemporánea

Intentan mantener un tono heroico en una época esencialmente antiheroica. G

Gabriel de Ayrolo Calar es autor de La Laurentina (1624), poema que mereció los elogios de Lope. Relata la
batalla naval entre españoles y holandeses en las proximidades de Gibraltar.

Gregorio de San Martín da a la luz El triunfo más famoso que hizo Lisboa a la entrada del rey Don Felipe III
(1624). El tema es forzado y el poema se resiente de ello. Es salvable por su énfasis retórico de buen tono.

El tema de los moriscos como exaltación es producto de una absurda campaña del duque de Lerma al
expulsar a una población desarmada y sin recursos.

Gaspar de Aguilar es autor de la Expulsión de los moros de España por Felipe III (1610). Méndez de
Vasconcelos trata el mismo tema en el año 1612 con la Liga deshecha por la expulsión de los moriscos.

Gabriel de la Vega es autor de la Feliz campaña y los dichosos progresos que tuvieron las armas de D. Felipe
IV en estos Países Bajos el año de 1642 (1643). Estricta historia que prescinde de todo adorno literario.
Escaso valor estilístico.

2.1.2.7. Poemas de tema americano

Barco Centenera prolonga el tema de la conquista de las Indias en su Argentina (1602). Escrito en octavas,
desarrolla algunos episodios de la conquista del Río de la Plata.

Gaspar Villagrá vuelve otra vez a la epopeya americana en su Historia de la Nueva Méjico (1610).

2.1.3. Épica religiosa

Es un género que alcanza su máximo esplendor en este siglo. Sobre el resto sobresalen dos obras de
indudable calidad: la Vida de San José y Cristiada.

2.1.3.1. Poemas bíblicos

Caudibilla y Perpiñán rememora en La historia de Thobías (1615) a este personaje del Antiguo Testamento.
Naturalmente toma su material de la biblia, aunque con adornos propios del género épico.

Jacobo Uziel escribe David en 1624. El estilo es excesivamente recargado.

Joao Pinto Delgado es autor del Poema de la reina Ester (1627). Introduce muchos elementos inventados.
Está escrito en sextinas.

114
Miguel de Silveira compone el Macabeo (1638) en veinte cantos, que mereció el elogio de sus
contemporáneos pero no de la crítica posterior.

Manuel de Salinas y Lizana escribe La casta Susana, paráfrasis poética de su sagrada historia (1651), que se
atiene fielmente al texto bíblico.

Antonio Enríquez Gómez se inspira en el Macabeo de Silveira para escribir el Sansón Nazareno (1656). Los
dos, junto al David de Uziel forman un bloque de naturaleza judaizante. El Sansón Nazareno es el de mayor
fuerza expresiva y sin duda el más valioso de los tres.

2.1.3.2. Poemas en torno a Cristo

Citamos, ante todo, dos obras en torno a la figura de Cristo de Lope y de Quevedo respectivamente: Las
lágrimas de la Magdalena y el Poema heroico a Cristo resucitado. Ambas obras son estudiadas en los temas
correspondientes a los autores.

La obra cumbre de la épica religiosa se debe a fray Diego de Hojeda, autor nacido en Sevilla en torno a 1570
y que vivió en Lima, donde sería prior del convento del Rosario. Muere en el año 1615.

El poema se publica en Sevilla en 1611. Está escrito en octavas y se divide en 12 cantos. A pesar del título, el
relato comienza con el relato de la Última Cena. Es realmente un relato de la Pasión y Muerte de Cristo.

Las fuentes son varias: evangelios canónicos y apócrifos, padres de la Iglesia, textos del Antiguo testamento
y literatura devota en general. Aunque destacamos dos obras que influyen decisivamente en el poema: el
poema latino Christias (1527) de Jerónimo Vida y la Universal Redención de Hernández Blasco.

A pesar de las influencias, observamos cómo hay un arduo trabajo personal de refundición de las fuentes, las
cuales están dotadas con el intimismo religioso del autor. Junto a los hechos puros y simples, aparecen
multitud de elementos alegóricos y simbólicos, visiones, profecías, escenas infernales…

En cuanto al estilo, se ha criticado la llaneza empleada por Hojeda al tratarse de temas elevados. Pierce
defiende el estilo prosaico y llano de la composición al estar dirigido a un lector modesto, al cual se le
pretende acercar la humanidad de Cristo.

2.1.3.3. Poemas hagiográficos

Además del ya estudiado Isidro (1599) de Lope de Vega, cabe citar algunos otros poemas que exaltan la vida
de santos. El más importante es el de José Valdivieso: Vida, excelencias y muerte del glorioso patriarca San
José. Está compuesto en octavas y consta de 24 cantos. Se hicieron 30 ediciones en el siglo XVII.

Se inicia con los desposorios de la Virgen y San José, sigue con la Encarnación y el Nacimiento de Cristo, para
culminar en la Pasión. La obra se sale poco de la trama. Destacamos eso sí, la visión del Infierno del canto
XVIII.

Valdivieso consigue crear una hibridación entre lo lírico y lo épico. La ternura y calor con la que están
relatados los hechos nos recuerdan mucho a Lope, con quien mantuvo una profunda amistad.

Quizás sea el estilo a veces demasiado petulante y empalagoso el punto débil de la obra. Aun así, creemos
que estos defectos se pulen con muchas otras cualidades, como sus descripciones, su gran musicalidad y,
por encima de todo, su indudable fuerza expresiva.

A medio camino entre épica religiosa e histórica encontramos el Patrón de España (1612) de Cristóbal de
Mesa. Desarrolla diversas leyendas sobre Santiago relacionadas con sus viajes y su llegada a nuestro país.

115
Luis de Tovar escribe una obra hagiográfica en la que recoge la historia antigua de Lusitania, entre ellos la
rebelión de Viriato: Poema místico del glorioso santo Antonio de Padua.

Francisco Gregorio de Fanlo publica en 1618 la Vida de San Ramón Nonato, poema breve en cuatro cantos.

La invención de la Cruz de Francisco López de Zárate (1648), no es propiamente un poema hagiográfico pero
lo incluimos por ser parte de la tradición devota. Gira en torno a la figura del emperador Constantino. La
influencia italiana, sobre todo de Tasso, es bien patente.

2.1.3.4. Poemas marianos

Citamos aquí a Baltasar Elisio de Medinilla y su poema La limpia concepción de la Virgen Señora nuestra
(1617) y a Sebastián de Nieva Calvo y su Mejor mujer, madre y Virgen (1625).

2.1.4. Épica burlesca

Ya hemos estudiado los dos poemas épicos burlescos por antonomasia: La Gatomaquia, de Lope de Vega y
Las necedades de Orlando, de Francisco de Quevedo.

A continuación vamos a estudiar una tercera obra que merece nuestra atención: La Mosquea de José de
Villaviciosa.

2.1.4.1. <<La Mosquea>>

Es una versión lie del poema Moschaea de Teófilo Folengo. Se advierte también el influjo de Dante, Homero,
Virgilio y Ovidio. Las octavas están divididas en doce cantos.

Narra la lucha entre las moscas, lideradas por el rey Sanguileón y aliadas con mosquitos, tábanos y
mirmiliones, contra las pulgas, piojos, chinches, hormigas y arañas. La victoria final corresponde a Granestor,
rey de las hormigas, que obliga a las moscas a ponerse a la fuga. Naturalmente esta pugna es un pretexto
para trazar el paralelo de la sociedad humana.

La ingeniosidad del argumento, el dominio de la ironía y del arte de los contrastes son indudables. Sabe
mantenerse en los límites precisos sin excederse en el uso de recursos. A pesar de la extensión del poema
mantiene el interés del lector.

2.1.4.2. Otros poemas burlescos

En 1604 se publica en París la Muerte, entierro y honra de Crispina Marauzmana, gata de Juan Crespo. Se
narra la agonía y muerte de una gata que en los últimos años evoca las hazañas de su amante. Está escrito
en octavas reales y se divide en dos partes, con un total de 1.176 versos. Tiene una temática similar a La
Gatomaquia de Lope pero de una calidad muy inferior.

Otros dos poemas de menor relieve son: La Asinaria de Rodrigo Fernández de Ribera y La Asneida de Cosme
de Aldana.

2.2. Poesía jocosa

La poesía jocosa constituye un volumen importante de la producción poética de los autores barrocos, ya que
buena parte de la misma se leía en las sesiones de la Academia. Casi todos los autores que ya hemos
estudiado tienen producción poética en esta línea. Destacan además, otros nombres como el de Juan de
Salinas, Alonso de Castillo Solórzano, Alonso de Salas Barbadillo, Jacinto Alonso Maluenda, Francisco
Bernardo de Quirós o Jerónimo de Cáncer.

116
2.3. Poesía erótica

Se trata de una poesía generalmente dejada de lado por la crítica, pero de un considerable volumen, en
especial entre los años 1580 y 1620. La variedad de tonos líricos y registros es notable, lo que hace que sea
un filón interesante y rico en recursos aún poco estudiado.

117

Das könnte Ihnen auch gefallen