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Brasil quiere eliminar la tuberculosis

como problema de salud público para el


año 2035
De la redacción | Publicado el 06 de enero del 2018 en Massa News
https://massanews.com/noticias/ciencia-e-saude/brasil-quer-eliminar-tuberculose-como-
problema-de-saude-publica-ate-2035-eoeaq.html

(Foto: Ilustración/saberviver.org.br)

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tratamiento preventivo contra la tuberculosis
creció, especialmente, en grupos de alto riesgo: personas con HIV y niños de hasta 5 años de edad. No
obstante, la organización destaca que, aun cuando la inversión en el cuidado y prevención de la enfermedad
aumentó en un período de diez años, las personas con el perfil apropiado para el tratamiento preventivo no
recibieron el atendimiento adecuado.

En el año 2017, fueron invertidos en todo el mundo casi U$S 7000 millones en diferentes acciones para
combatir a la tuberculosis. Más del 80% de estos recursos provienen de los presupuestos de los propios países,
como es el caso de Brasil, donde toda la inversión para el área es nacional. En cambio, en naciones de
menores ingresos, las donaciones internacionales superan a la inversión doméstica. A nivel mundial, el déficit de
inversión supera los U$S 2000 millones.

De los 30 países con mayor incidencia de tuberculosis, solo nueve tienen inversión doméstica en programas de
combate a la enfermedad, entre ellos está Brasil.

La organización se refiere a la política brasileña de inversión para el control de la enfermedad como un ejemplo
a nivel mundial. En el 2017, el presupuesto del plan estratégico contra la tuberculosis fue de U$S 67 millones.
Una de las acciones previstas para el segundo semestre del 2018 es una campaña destinada a las personas
privadas de libertad que tengan síntomas de tuberculosis; esta es una de las poblaciones más vulnerables a la
enfermedad. Para esto, el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública transfirió a la Fundación Oswaldo Cruz
(Fiocruz) más de R$ 27 millones.

La OMS asegura que las deficiencias en la financiación deben ser solucionadas tanto con la inversión de más
recursos domésticos como con donaciones internacionales, principalmente en países de ingresos medios y
bajos, que concentran gran parte de los casos de tuberculosis en el mundo.

A fines del año pasado, la organización Médicos sin Fronteras lanzó una campaña y un petitorio para que los
países inviertan más en el combate contra la tuberculosis: recolectaron más de 30 mil firmas. Esta organización
también invirtió en la producción de tecnologías sanitarias y en la realización de estudios clínicos para nuevas
drogas -delamanide y bemaquilina- en países con un alto nivel de morbilidad de tuberculosis.

“Los estudios clínicos todavía deben ser realizados durante dos años más. La eficiencia de estas drogas ya
está más que comprobada, la OMS eliminará cualquier tipo de duda para probar que el tratamiento es efectivo y
posible, debido a que existen algunos aspectos relacionados a la seguridad y uso a gran escala de estos
fármacos. No obstante, al ser un tratamiento para personas pobres, la industria farmacéutica no tiene interés en
invertir tiempo y dinero en un producto que no va a generar un lucro importante”, afirma el infectólogo Rafael
Sacramento, que trabajó en estudios clínicos de las drogas contra la tuberculosis en Kirguizistán, en Asia
Central.

En busca de la meta
Brasil se propuso como meta que para el año 2035 la tuberculosis ya no sea un problema de salud pública. En
los próximos 17 años, el país deberá reducir la actual tasa de registro de nuevos casos de 32 para menos de 10
casos por cada 100 mil habitantes. Asimismo, tiene que reducir la tasa de mortalidad a 1 caso por cada 100 mil
habitantes.

En una nota, el Ministerio de Salud aclaró que Brasil ya alcanzó las metas de los Objetivos del Milenio (ODM) de
combate a la tuberculosis y adhirió al compromiso global de reducción del 95% de las muertes y 90% de la tasa
de incidencia de la enfermedad para el año 2035.

Según el Ministerio, en el 2016 se registraron 69,5 mil casos nuevos de tuberculosis. En el período 2007-2016,
la tasa de nuevos casos de la enfermedad cayó 1,2%, pasando de 37,9 para 33,7 casos por cada 100 mil
habitantes.

La mortalidad por tuberculosis también se redujo. En el 2015, Brasil tuvo 4,6 mil muertes por esta enfermedad,
una cifra 11,5% menor que la registrada en el 2006, pasando de 2,6 para 2,3 casos por cada 100 mil habitantes.
En el mismo año, la tuberculosis fue la enfermedad que más muertes causó en el mundo.

“Si lo que se quiere es curar al 95% de las personas (meta de la OMS) no se puede tener un 5% de muertes.
Por lo tanto, si a ese 5% de casos letales le sumamos un 15% de abandono (del tratamiento), ya tenemos un
20%, entonces solo se cura a un 80%. Y todavía hay que sacar los resultados negativos, que son aquellos que
no se curaron”, afirma Valeria Rolla, investigadora de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).

Otro desafío es reducir los índices de subnotificación y pérdida de información sobre los resultados de pacientes
que ya comenzaron el tratamiento. Según la OMS, el 71% de los casos de tuberculosis registrados en el país
son curados y el 10% no presentan ningún resultado. En el caso del tratamiento de la coinfección por HIV y
tuberculosis, 40% de los tratamientos son exitosos, 30% de los intentos tienen un resultado negativo y del 30%
restante no hay un registro de evaluación de resultados.

Prevención
El Ministerio de Salud destaca, en uno de sus boletines, que la meta a alcanzar en el 2035 “solo se logrará si
mejora la situación actual en algunos indicadores operacionales y epidemiológicos. Por ejemplo, la reducción de
la tasa de incidencia del SIDA”. Del mismo modo, especialistas destacan otros desafíos, principalmente en el
ámbito social y de desarrollo de políticas preventivas.

“Para alcanzar los objetivos de desarrollo sustentable, se precisa algo más que nuevas drogas: es necesario
prevención. Al mismo tiempo, se deben desarrollar otros factores, como por ejemplo: estímulo a los enfermos
para que inicien el tratamiento; transferencia de ingresos; beneficios sociales; del punto de vista laboral, baja
temporal del puesto de trabajo (algo que en Brasil ya existe); saneamiento y, por último, todo lo que suponga
mejoramiento en la calidad de vida, que es algo mucho más complejo”, explica Dráurio Barreira, médico
sanitarista y gerente técnico de la Unitaid, organización internacional que busca nuevos métodos de prevención,
diagnóstico y tratamiento del HIV y de la tuberculosis en todo el mundo.

Entre las formas de prevención, Dráurio sugiere una mejora en la detección de la tuberculosis latente. Este
médico advierte que una de cada tres personas en el mundo puede tener el bacilo de la tuberculosis en su
organismo y, sin embargo, no estar enferma.

“En un momento de inmunodeficiencia -debido a la vejez, diabetes, SIDA, uso de medicación o cualquier motivo
que provoque la caída de la inmunidad- la tuberculosis se puede manifestar, es decir, deja de estar latente y se
transforma en una enfermedad. Entonces, al tener más de 2 millones de personas afectadas, la prevención es
fundamental”, afirmó Barreira.

No obstante, el doctor resalta que este tipo de prevención implica que el paciente tome remedios a pesar de no
haber desarrollado la enfermedad, y esto tiene un costo elevado para el sistema de salud. Otro tipo de
prevención eficaz es la vacuna. Sin embargo, Barreira aclara que “aún está un poco fuera de nuestro alcance”,
ya que puede llevar algunos años desarrollarla

Plan Nacional
En junio del año pasado, el Ministerio lanzó el Plan Nacional por el fin de la Tuberculosis como problema de
salud pública. Esta política ratifica el compromiso de Brasil con la OMS para reducir la incidencia de esa
enfermedad en la población. La estrategia para lograr esta meta incluye la reducción de la cifra de abandonos
del tratamiento y la mejora en el porcentaje de resultados positivos para las personas diagnosticadas con
tuberculosis, como así también un mejor monitoreo del control de la enfermedad.

Asimismo, el plan destaca que los principales objetivos deben ser la prevención y cuidado integral del paciente,
mejoras en el diagnostico precoz, un tratamiento adecuado, fortalecimiento de la participación de la sociedad
civil, perfeccionamiento de los sistemas de registro y, por último, elaboración de más investigaciones.

El Ministerio también prepara una campaña que busca llamar la atención para la detección y rápido diagnostico
de las personas con HIV, para que puedan acceder al tratamiento contra la tuberculosis.

Traducción: Pedro Costa.

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