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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS DEL CUSCO


CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

“GARANTÍA DE LAS OBLIGACIONES”

CURSO : DERECHO ROMANO

DOCENTE : RUBEN SOLIS HINOJOSA

ALUMNO : JHOEL JHAROL FLORES HUAYTA

CUSCO – PERÚ

2017

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PRESENTACIÓN

Docente del curso que su digna persona dirige, me presento con el


debido respeto ante usted, para presentarle el presente trabajo titulado
“GARANTÍA DE LAS OBLIGACIONES”, pongo en conocimiento que el
siguiente trabajo que es fruto de mi esfuerzo, entusiasmo y dedicación, que se
amplía en el conocimiento que más adelante nos servirá para la aplicación de
mis conocimientos en la vida profesional.

Esperando que llene sus expectativas, así como también ruego que
comprenda y pase por alto algún error cometido en forma involuntaria.

Atentamente.

Su Alumno

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INTRODUCCIÓN

En roma, la forma mas frecuente de garantía fue la personal (Fianza) cuando


otra u otras personas asumían, conjuntamente con el deudor principal, la
obligación de pagar la deuda. A estas garantías personales se oponían las
garantías reales, cuando el deudor confería al acreedor un derecho real sobre
cosa propia de aquel o de un tercero, para asegurar el cumplimiento de la
obligación (ius in re) pudiendo el acreedor venderla o hacerla suya, en caso de
incumplimiento.

Lo mismo que en la actualidad, el acreedor que quería precaverse contra la


posible insolvencia de su deudor y, en consecuencia, del riesgo de tener que
concurrir con los demás acreedores a distribuirse a prorrata los bienes del
deudor común, podía valerse de dos categorías de seguridades: Las Garantías
Reales y las Garantías Personales.

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ÍNDICE
PRESENTACIÓN ............................................................................................... 2

INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 3

GARANTÍA DE LAS OBLIGACIONES

1. CONCEPTO ................................................................................................... 5

2. CLASES DE GARANTÍAS.............................................................................. 5

2.1. Garantías personales o intercesión: ........................................................ 5

2.2. Garantías reales: ..................................................................................... 5

3. TIPOS DE GARANTÍAS PERSONALES ........................................................ 6

3.1. La fianza:................................................................................................. 6

3.2. Sponsio: .................................................................................................. 6

3.3. Fidepromissio .......................................................................................... 7

3.4. Fideiussio ................................................................................................ 7

4. TIPOS DE GARANTÍAS REALES .................................................................. 8

4.1. La prenda: ............................................................................................... 8

4.2. La hipoteca.............................................................................................. 9

4.2.1. Características ............................................................................. 10

4.2.2. Constitución de la hipoteca. ......................................................... 12

4.2.3. Derechos del acreedor hipotecario .............................................. 13

4.2.4. Extinción de la Hipoteca. ............................................................. 14

5. EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES ........................................................ 15

6. MODOS DE EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES .................................... 15

6.1. Modos de extinción ipso iure ................................................................. 16

6.2. Modos de extinción de obligaciones Exceptionis Ope .......................... 18

CONCLUSIONES............................................................................................. 21

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................ 22

ANEXOS .......................................................................................................... 23

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GARANTÍA DE LAS OBLIGACIONES

1. CONCEPTO

Llamamos garantía de las obligaciones en sentido amplio, a aquellos actos


jurídicos encaminados a garantizar o reforzar la posición del acreedor
frente a un posible incumplimiento del deudor. Ya en Roma se exigían
garantías como precaución.

El cumplimiento de la obligación podía asegurarse en el derecho romano


afectando la cosa de propiedad del deudor a la acción del acreedor
(obligado rei) o haciendo que el mismo deudor u otra persona por él
respondiera con su propio crédito (obligado personae). Había, pues, dos
clases de garantías: las garantías reales y las garantías personales.

2. CLASES DE GARANTÍAS

2.1. Garantías personales o intercesión:

Conferían al acreedor un derecho de crédito contra un tercero


llamado fiador a quien se obliga con el deudor principal.

Una o varias personas se comprometen a cumplir por el deudor si


este no satisface la obligación principal. Se llama intercessio a la
intervención de una persona en beneficio de otra. (Fianza)

2.2. Garantías reales:

Consistía en la afectación de un determinado (Bien) objeto como


garantía del cumplimiento de la obligación. Podía ser una prenda o
hipoteca o enajenación con fiducia.

La doctrina distingue entre garantías reales y personales. Las reales


atribuyen al acreedor un derecho real sobre una cosa del deudor ó
de un tercero, sobre la cual podrá satisfacerse una vez tenga lugar el
incumplimiento: son fundamentalmente la prenda y la hipoteca, ya
estudiadas en los derechos reales de garantía. Las garantías

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personales consisten en la constitución de una relación accesoria de


la obligación ya constituida (llamada por ello principal), destinada a
garantizar su cumplimiento.

Tales garantías son proporcionadas unas veces por el mismo deudor


y otras por un tercero. Entre las primeras citaremos las arras, la
cláusula penal y el juramento; de las segundas estudiaremos la
fianza y el mandato de crédito.

3. TIPOS DE GARANTÍAS PERSONALES

3.1. La fianza:

La fideiusso, o fianza, es un contrato verbal accesorio, mediante el


cual una persona (fiador) se obliga a pagar una deuda ajena en el
caso en que el deudor principal no pague llegado el término. Es una
obligación accesoria por medio de la cual una persona se obliga a
responder con lo suyo por una deuda ajena. Debido a la alta estima
que los romanos tenían del honor y de la amistad, la fianza alcanzó
una importancia muy grande quizá mayor que las mismas
seguridades pignoraticias rodeándola de un halo de verdadero deber
de lealtad.

En la época clásica hubo tres clases de fianzas: sponsio,


fidepromissio y fideiussio.

3.2. Sponsio:

Como su nombre lo indica se trata del contrato verbal, que sólo podía
celebrarse entre ciudadanos romanos.

Al fiador (sponsor) se le pregunta luego de celebrado el negocio


principal: ¿prometes darme lo mismo? La obligación contraída por el
sponsor no se transmite a los herederos.

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3.3. Fidepromissio

Se realizaba por medio de una stipulattio accesoria —para que


pudiera ser celebrada por no ciudadanos—, rigiéndose por las
mismas reglas que la sponsio. Varias leyes reglamentaron en la
República ambas clases de fianza. Así, la lex Apuleia disponía que,
habiendo varios fiadores, si uno de ellos pasaba más que su parte,
podía haberse reembolsar de los otros el excedente por medio de
una acción.

Igualmente la lex Furia que rigió sólo en Italia limitaba la


responsabilidad de esta fianza a dos años, luego de los cuales se
extinguía; también se establecía que cada uno pagaba con su parte
viril, y si uno de ellos era insolvente, no se cargaba sobre los demás
sino que se perjudicaba el acreedor.

Por la lex Cicerela se prescribía que el acreedor debía hacer saber


públicamente la clase de crédito, el monto y la cantidad de fiadores.
De lo contrario, parece ser que éstos quedaban liberados.

3.4. Fideiussio

Por medio del verbo empleado en la pregunta y respuesta (se sigue


la mecánica de la stipulatio) se da a entender que el fiador queda
obligado por su fe y lealtad.

A diferencia de los dos anteriores, esta institución, aparecida en el


siglo I a.C., se puede emplear para garantizar todo tipo de
obligaciones y no solamente las que surgen de la sponsio o de la
stípulatio. No estando sometidos a las leyes Apuleia, Furia y
Cicereía, la cofia-dores salvo regla contraria responden
solidariamente.

La fideiussio es una fianza más típica, ya que es un respaldo


accesorio de la obligación principal; en la sponsio y en la
fidepromissio se obligan por lo mismo que el deudor principal. Por
último, se transmite a los herederos.

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4. TIPOS DE GARANTÍAS REALES

4.1. La prenda:

En el derecho romano, la prenda, pignus o empeño es un tipo de los


llamados préstamos pretorios (por oposición a los préstamos civiles).
Consiste en la entrega en garantía de una cosa del deudor que es, a
la vez, pignorante-, al acreedor que pasa a ser acreedor pignoraticio
para que la retenga hasta que se extinga la obligación, propia o
ajena, que se garantiza. En cuanto préstamo en garantía, supone la
existencia de una obligación para el acreedor pignoraticio: la de
restituir la prenda en caso que el deudor o pignorante extinga la
obligación. Sin embargo, el hecho de quedar la prenda en poder del
acreedor pignoraticio hace nacer en favor de éste varios derechos
sobre la cosa, entre ellos, un derecho de persecución, por lo que
hablamos de un derecho real de garantía. .

Con la voz pignus (prenda), se abarca tanto el negocio jurídico de


entregar la cosa, así como la cosa pignorada misma y el derecho real
que constituye.

Requisitos

Es requisito esencial de la prenda, la puesta en posesión del


acreedor del bien mueble ofrecido en garantía del crédito, que puede
ser propiedad del deudor o de un tercero, constituyéndose así, con
ese desplazamiento de la posesión, la prenda sobre el bien mueble
entregado.

La prenda no otorga a quien la posee la posibilidad de venderla,


puesto que la prenda solo traslada la posesión y no el dominio del
bien pignorado.

Extinción

El derecho de prenda caducaba por las siguientes causas:

 Cumplimiento de la obligación principal.

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 Caución en que el deudor se obligaba de otra manera a cumplir,


como con fianzas.
 Renuncia mediante un pacto en el cual se extinguía la prenda,
otorgando la Exceptio Pacti al pignorante para hacerlo operativo.
 Confusión de titularidad entre las partes.
 Destrucción o especificación de la cosa pignorada.
 Venta de la cosa. En virtud del Pacto de Vendendo, el comprador
la adquiere sin calidad de prenda.
 Longi Temporis Praescriptio en provincias. Si cosa estaba en
manos de un tercero por 10 a 20 años haciendo imposible su
persecución.
 Remisión tacita de la prenda, como por autorización la venta de
la cosa sin pacto de vendendo, etc.

4.2. La hipoteca

La hipoteca es un derecho real que gravita sobre un bien afectado al


cumplimiento de una obligación. Grava a una cosa en lugar de gravar
a una persona. Por la hipoteca se tiene un derecho real sobre el
objeto que garantiza el crédito y da al acreedor un derecho de
preferencia por el cual escapa al concurso de los acreedores, se
paga con el objeto afectado a su crédito. El acreedor tiene también el
derecho de persecución sobre el objeto para que éste le sea
entregado de manos de quien lo tenga, desconociendo las
enajenaciones y constituciones de derechos reales posteriores al
nacimiento de la hipoteca; finalmente, el acreedor tiene el derecho de
vender la cosa gravada (“ius vendendi” o “ius distrahendi”).

Para que la hipoteca pueda constituirse se necesita: a) La existencia


de una deuda, pues la hipoteca no es más que un derecho accesorio;
b) La cosa hipotecada debe ser objeto de venta, pues el derecho de
preferencia que otorga se ejerce sobre el precio; c) El constituyente
debe de ser propietario de la cosa y capaz de enajenar, pues es uno
de los fines de la hipoteca llegar a vender, en caso de que no se
pague al acreedor.

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La hipoteca es un derecho real de garantía, que se constituye para


asegurar el cumplimiento de una obligación (normalmente de pago
de un crédito o préstamo), que confiere a su titular un derecho de
realización de valor de un bien, (generalmente inmueble)

Los derechos reales son las relaciones jurídicas inmediatas entre una
persona y una cosa. La figura proviene del Derecho romano ius in re
o derecho sobre la cosa (ver Derecho de cosas). Es un término que
se utiliza en contraposición a los derechos personales o de crédito.

4.2.1. Características

La hipoteca es un derecho real de garantía: el derecho real


de garantía es aquel que tiene como finalidad asegurar el
cumplimiento de una obligación, constituyendo trabas para
impedir la enajenación de la cosa que está destinada a
responder al titular del crédito o derecho. Esta garantía real
hipotecaria en principio sólo puede constituirse sobre bienes
inmuebles, pero también puede constituirse sobre bienes
muebles. El derecho real de garantía es oponible a todos y
permite al acreedor hipotecario ejercer su poder sobre los
bienes hipotecados, le confiere al acreedor hipotecario:

1. Derecho de hacer ejecutar la cosa para la satisfacción


de su crédito.
2. Derecho de preferencia para cobrarse con el producto
del remate de la cosa hipotecada por encima de los
demás acreedores.
3. Derecho de persecución de ese bien donde se
encuentre y en las manos de quien se encuentre,
para traerlo al remate judicial con el mismo propósito
anterior.

La hipoteca es un derecho accesorio: es un derecho


accesorio, en virtud de que para su existencia presupone la
existencia y validez de una obligación principal, a la cual

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garantiza. Al deudor le asiste el derecho de oponer las


siguientes excepciones en resguardo de su derecho:

1. Excepciones personales: destinadas a extinguir la


obligación, por circunstancias que dependen o son
inherentes a la persona obligada.
2. Excepciones reales: son aquellas que están
destinadas a dejar sin efecto las pretensiones de
acreedor, basadas en circunstancias objetivas
inherentes al crédito o a la garantía.

La hipoteca no confiere al acreedor hipotecario los derechos


de uso, goce y disposición de la cosa hipotecada: la hipoteca
no le confiere la transferencia de la posesión del bien al
acreedor. La tenencia y posesión de la cosa queda en poder
del constituyente o propietario de la misma.

La hipoteca es un contrato solemne: la hipoteca es un


contrato solemne, porque necesita de la escritura y del
registro correspondiente para surtir sus efectos y ser eficaz.
La hipoteca no se perfecciona ni por el consentimiento
legítimamente manifestado, ni por la tradición de la cosa, y
en tal sentido, no es un contrato consensual sino solemne
porque está sometido a la solemnidad de la escritura
pública, sin la cual no tendría ningún valor.

La hipoteca tiene como fundamento bienes muebles e


inmuebles.

La hipoteca es un derecho especial: para que pueda tener


efecto la hipoteca, además de la publicidad, se requiere la
designación especial de los bienes sobre los cuales debe ser
constituida. Debe hacerse, conforme a la naturaleza de los
bienes, su situación, linderos, nombre específico si lo tiene,
el Estado Parroquia o Municipio donde está ubicado,
individualización, etc. Otro de los requisitos es la

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especificación de la cantidad de dinero por la cual se


constituye la hipoteca. El fundamento de esta determinación
es facilitar a terceros el conocimiento con exactitud de la
totalidad de gravámenes que afectan al inmueble, para así
evitar posibles componendas fraudulentas entre acreedor y
deudor, también permite la graduación de la hipoteca.

4.2.2. Constitución de la hipoteca.

La hipoteca puede originarse por:

a) Pacto. El acuerdo entre las partes bastaba para crear el


derecho real de hipoteca; se trata de un pacto sancionado
por el derecho pretorio (“pactum vestitum”).

b) Testamento. El de “cuius” utilizaba este modo de


constituir la hipoteca sobre alguno de los bienes hereditarios,
cuando deseaba garantizar a su legatario una renta vitalicia
o una pensión alimenticia.

c) Hipotecas Tácitas. Las hipotecas tácitas son aquellas


que la ley crea directamente, de ordinario por interpretación
de la voluntad de las partes, o por favor hacia un acreedor
incapaz.

Tiene una hipoteca tácita especial:

1) El arrendador de un fundo rural sobre los frutos y


cosechas.2) La hipoteca del arrendador de una casa sobre
todos los muebles y objetos introducidos a ella. 3) En el
derecho Justiniano, la hipoteca de los legatarios sobre los
bienes de la sucesión.

Tiene una hipoteca tácita general:

1) El fisco, sobre los bienes sus administradores y deudores.

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2) Los pupilos y los menores de veinticinco años sobre los


bienes de sus tutores y curadores; esta hipoteca creada por
Constantino, fue extendida por Justiniano a los locos.

3) La mujer casada y sus herederos, bajo Justiniano, sobre


los bienes del marido para garantizar la devolución de la
dote.

4.2.3. Derechos del acreedor hipotecario

Al igual que en la prenda, en el contrato accesorio de


hipoteca el acreedor prendario tiene derechos; en la
hipoteca el acreedor hipotecario tiene los mismos derechos
que el acreedor prendario, esto debido a que ambos
contratos accesorios se constituyen en garantía de una
obligación, pero la prenda recae sobre bienes muebles y la
hipoteca sobre bienes inmuebles. Entonces teniendo en
cuenta lo anteriormente expuesto, el acreedor hipotecario
tiene derecho a pedir que la cosa hipotecada se venda en
pública subasta cuando el deudor se encuentre en mora;
con la venta de la cosa hipotecada se le pague. De igual
forma el acreedor hipotecario podrá pedir que se le
adjudique el bien hipotecado hasta la concurrencia de su
crédito.Una hipoteca implica la transferencia de un derecho
real como garantía para un préstamo u otra obligación. Es el
método más común para financiar transacciones de bienes
raíces. El derecho hipotecario está principalmente regulado
por el derecho común y jurisprudencial de cada estado.

El deudor hipotecario es la parte que transfiere los derechos


reales. El acreedor hipotecario, generalmente una institución
financiera, es el proveedor del préstamo u otro interés
otorgado a cambio de la garantía. Normalmente, una
hipoteca se paga en cuotas que incluyen los intereses y el
monto prestado. Si el deudor no paga, se produce la
ejecución de la hipoteca, que permite al acreedor hipotecario

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exigir el pago inmediato del total de la deuda. Esto se


concreta gracias a la cláusula de aceleración hipotecaria,
que hace exigible el pago de la hipoteca. Muchos estados
establecen cláusulas de aceleración y permiten al deudor
realizar pagos atrasados para evitar la ejecución. Si no se
realizan los pagos una vez declarada la ejecución, se
produce el embargo de la garantía y su venta para pagar la
deuda hipotecaria.

4.2.4. Extinción de la Hipoteca.

La hipoteca se extingue por la vía de consecuencias o


directamente. Por vía de consecuencia cuando el acreedor
es pagado y más generalmente todas las veces que la
deuda de la cual es el accesorio se extingue totalmente, bien
por el derecho civil, bien por el derecho pretorio, pues si sólo
se extingue parcialmente, la hipoteca que es indivisible,
subsistirá entera.

La hipoteca se extingue directamente: 1) Por la venta de la


cosa hecha por el acreedor hipotecario; extingue así su
hipoteca y las posteriores, si las hay, pero no las anteriores.
2) Por la renuncia del acreedor, que puede ser expresa o
tácita, como cuando deja de vender el bien afectado sin
ejercer su derecho. 3) Por confusión, es decir, por la
adquisición de la propiedad de la cosa hipotecada por el
acreedor hipotecario. 4) Por la pérdida de la cosa
hipotecada. 5) Por la prescripción extintiva de cuarenta años
que es la más larga duración de la acción hipotecaria, según
disposición del emperador Justino. 6) Por las “praescriptio
longi temporis” cuando el bien hipotecado está en manos de
un tercer adquirente de buena fe y con justo título con
relación al acreedor hipotecario, puede oponerle esta
“praescriptio” a su acción hipotecaria.

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5. EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES

Las obligaciones se extinguen por una serie de hechos que han sido
reunidos bajo el título de modos de extinción de las obligaciones, que no
tiene un carácter uniforme y que no poseen toda una eficacia igual. El
Vínculo de derecho entre el acreedor y el deudor no estaba llamado a
perpetuarse indefinidamente. Debía llegar un momento en que el deudor se
libertara de la carga de su obligación y entonces esta última quedaba
extinguida.

El medio propio y natural de extinguirse toda obligación era el pago, es


decir, la satisfacción del objeto de aquella por parte del deudor.

6. MODOS DE EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES

Llamamos modos de extinguir las obligaciones a aquellos actos jurídicas


que resuelven el vínculo obligatorio existente entre acreedor y deudor. La
doctrina suele distinguir entre modos de extinción ipso iure y modo de
extinción ope exceptionis.

Los primeros extinguen automática y definitivamente la obligación. Los


segundos (ope exceptionis) no extinguían directamente la obligación sino
mediante la vía judicial, esto es, concedían al deudor la posibilidad de
oponer una exceptio frente a la acción ejercitada por el acreedor, para así
intentar ser absuelto.

Dentro de los modos de extinción ipso iure, estudiaremos en primer lugar la


aceptilatio y el contrario consensus, basados en el principio del contrarius
actus, esto es, en el principio de la correlación, en virtud del cual, la
obligación puede extinguirse mediante un procedimiento inverso a su
constitución: Paulo (D. 50, 17, 100) lo expresa muy bien cuando afirma que
“cualquiera que sean los modos con que nos obligamos, nos liberamos por
los mismos actos contrarios”. Inmediatamente después abordaremos el
pago y la novación, formas más generales de extinguir la obligación. Entre
los modos de extinción ope exceptionis estudiaremos tan solo la
compensación y el pactum de non petendo.

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6.1. Modos de extinción ipso iure

El pago: Es el acto que producía al acreedor el beneficio que debía


reportar de su acreencia, era la finalidad propia de la obligación.

En principio cualquier persona podía realizar el pago en nombre del


deudor, excepto en el caso que se haya pactado un acto personal del
deudor, por haberse celebrado el contrato en vista de sus peculiares
cualidades personales. Pudiendo el tercero realizarlo con o sin el
consentimiento del deudor.

El pago debía ser hecho a la persona del acreedor, su mandatario; si


era incapaz, a su tutor, curador o en caso de que hubiese un gestor
de negocios.

En lo referente al objeto de la obligación, esta debía cumplirse


pagando la misma cosa que se había prometido, entregándose esta
en su totalidad.El pago tiene por efecto extinguir de pleno derecho la
obligación.

Novación: Es la extinción de una obligación por la creación de una


obligación nueva que es sustituida a la antigua. He aquí cuál es su
utilidad; sucede con frecuencia que un acreedor y un deudor
quisieran, aun conservando el objeto de la obligación, modificar otro
elemento de la misma.

Características:

1. Debe haber una obligación antigua. Esto era absolutamente


imprescindible la existencia de una primera obligación, porque
de lo contrario no podía haber novatio alguna. En cambio, esa
obligación antigua podía ser de cualquier clase, civil,
pretoriana, e inclusive natural.
2. Algo nuevo (aliquid novi). Era necesario que la obligación
nueva se distinguiera en algo de la anterior, y esta diferencia
podía recaer sobre alguno de los extremos siguientes: sobre la
naturaleza de la obligación; sobre alguna modalidad; o, sobre

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las personas, la cual podía tener lugar bien por cambio del
acreedor o por cambio del deudor.
3. Identidad del objeto. El Derecho Romano exigió que el objeto
de la segunda obligación fuese el mismo de la primera. Se
explica este requisito teniendo en cuenta el origen de la figura
extintiva, que como se ha dicho, surgió por la incompatibilidad
de dos obligaciones sobre una misma cosa. Con el tiempo, se
admitió que en la segunda obligación pudiera prometerse el
valor de la cosa de la primera, en lugar de la cosa misma.
4. Animus novandi. Es la intención de los contratantes de
sustituir la obligación antigua por la nueva. Este requisito no
existió en los primeros tiempos. En efecto, él supone la
posibilidad de que las dos obligaciones coexistan, si los
contratantes no han tenido la intención de extinguir la primera;
y este resultado era incompatible con el fundamento originario
de la novación.

Confusión: Para que la obligación exista es indispensable la


concurrencia de dos elementos personales: un elemento activo,
llamado acreedor, y un elemento pasivo, deudor. Si uno de estos
desaparece, la obligación no puede subsistir. La confusión se da
cuando se reúnen en una sola persona las calidades de acreedor y
de deudor, desaparece la dualidad de sujetos del vínculo jurídico, y la
obligación queda extinguida de pleno derecho.

La confusión se da generalmente por sucesión, es decir, el deudor


hereda del acreedor, o viceversa, o una persona de ambos.

La confusión, en Derecho, es un modo de extinguir obligaciones que


se produce cuando por algún motivo concurren, es decir, se
confunden en una misma persona las dos posiciones contrapuestas
de una obligación (obligación y derecho correlativo). Esta situación
puede darse, por ejemplo, cuando una persona ostenta, a la vez, la
calidad de acreedor y deudor respecto de una misma deuda.

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Mutuo disentimiento: Es cuando el deudor y el acreedor


voluntariamente acuerdan hacer desaparecer la obligación. Este tipo
de medio de extinción se aplicaba solo en los contratos
consensuales, que se perfeccionan por el solo consentimiento de las
partes; en virtud de que si el acuerdo de las partes era suficiente
para crear la obligación, también era suficiente para extinguirla.

Capiti deminutio: Era una injusticia para con el acreedor, por lo que
el pretor dio a este, acción contra el que adquirió los bienes del
deudor y hasta el monto de dichos bienes.

Muerte: Es necesario distinguir entre obligaciones provenientes de


delitos, las cuales no se transmiten a los herederos, por lo tanto con
la muerte del deudor, se extinguen. Y por otra parte las obligaciones
de origen contractual transmisibles, salvo algunas excepciones, no
se extinguen sino que pasan a los herederos del deudor.

6.2. Modos de extinción de obligaciones Exceptionis Ope

La prescripción: La extinción de una obligación por el transcurso de


un determinado período de tiempo, sin que el acreedor haya exigido
su cumplimiento. Se estima que se trata de una sanción que se
impone al acreedor

La compensación: Es un modo de extinguir obligaciones que tiene


lugar cuando dos personas son deudoras la una de la otra y en cuya
virtud ambas deudas se extinguen hasta la concurrencia de la menor.

Pacto de non petendo: Es aquél en que el acreedor promete al


deudor no exigirle el pago de la obligación. Tal pacto no extingue
automáticamente la obligación, sino que sólo suministra al deudor la
base para oponer una excepción, alegando que existe un pactum de
non petendo.

Contrato

El contrato es un acuerdo de voluntades, verbal o escrito,


manifestado en común entre dos o más, personas con capacidad

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(partes del contrato), que se obligan en virtud del mismo, regulando


sus relaciones relativas a una determinada finalidad o cosa, y a cuyo
cumplimiento pueden compelerse de manera recíproca, si el contrato
es bilateral, o compelerse una parte a la otra, si el contrato es
unilateral. Es el contrato, en suma, un acuerdo de voluntades que
genera «derechos y obligaciones relativos», es decir, sólo para las
partes contratantes y sus causahabientes. Pero, además del acuerdo
de voluntades, algunos contratos exigen, para su perfección, otros
hechos o actos de alcance jurídico, tales como efectuar una
determinada entrega (contratos reales), o exigen ser formalizados en
documento especial (contratos formales), de modo que, en esos
casos especiales, no basta con la sola voluntad. De todos modos, el
contrato, en general, tiene una connotación patrimonial, incluso
parcialmente en aquellos celebrados en el marco del derecho de
familia, y es parte de la categoría más amplia de los negocios
jurídicos. Es función elemental del contrato originar efectos jurídicos
(es decir, obligaciones exigibles), de modo que a aquella relación de
sujetos que no derive en efectos jurídicos no se le puede atribuir
cualidad contractual.

En cada país, o en cada estado, puede existir un sistema de


requisitos contractuales diferente en lo superficial, pero el concepto y
requisitos básicos del contrato son, en esencia, iguales. La
divergencia de requisitos tiene que ver con la variedad de realidades
socio-culturales y jurídicas de cada uno de los países (así, por
ejemplo, existen ordenamientos en que el contrato no se limita al
campo de los derechos patrimoniales, únicamente, sino que abarca
también derechos personales y de familia como, por ejemplo, los
países en los que el matrimonio es considerado un contrato).

Teoría general de los contratos romanos

Contrato, El contrato era entre los romanos toda convención


destinada a producir obligación, aunque el derecho natural reconocía
que si el objeto de la convención era lícito, aquel que se había

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comprometido libremente, estaba obligado, porque toda convención


lícita era legalmente obligatoria, pero el derecho romano jamás
admitió ese principio de forma absoluta y aun en la época de
Justiniano, por los días finales del imperio, el simple pacto, no
bastaba para crear la obligación civil. El derecho civil solo reconocía
la obligatoriedad si esta estaba acompañada de ciertas formalidades,
que dieran fuerza y certidumbre al consentimiento de las partes, para
así evitar pleitos y encerrar los limites precisos de las voluntades.
Estas formalidades consistían en; palabras solemnes, menciones
escritas y la remisión de una cosa hecha por una de las partes a la
otra. Aunque con el paso de los años, con el ensanchamiento del
imperio el cual añadía más y más territorios, ensanchando a su vez
sus posibilidades comerciales, muchas de estas reglas fueron siendo
derogadas en beneficio de los negocios practicados entre los
ciudadanos y entre estos y los peregrinos los que lograron así
negociar más fácilmente entre ellos.

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CONCLUSIONES

 Llamamos garantía de las obligaciones en sentido amplio, a aquellos


actos jurídicos encaminados a garantizar o reforzar la posición del
acreedor frente a un posible incumplimiento del deudor.
 La fideiusso, o fianza, es un contrato verbal accesorio, mediante el cual
una persona (fiador) se obliga a pagar una deuda ajena en el caso en
que el deudor principal no pague llegado el término.
 La fideiussio es una fianza más típica, ya que es un respaldo accesorio
de la obligación principal; en la sponsio y en la fidepromissio se obligan
por lo mismo que el deudor principal.
 En el derecho romano, la prenda, pignus o empeño es un tipo de los
llamados préstamos pretorios (por oposición a los préstamos civiles).
Consiste en la entrega en garantía de una cosa del deudor que es, a la
vez, pignorante-, al acreedor que pasa a ser acreedor pignoraticio para
que la retenga hasta que se extinga la obligación, propia o ajena, que se
garantiza.
 La hipoteca es un derecho real que gravita sobre un bien afectado al
cumplimiento de una obligación. Grava a una cosa en lugar de gravar a
una persona.
 Las obligaciones se extinguen por una serie de hechos que han sido
reunidos bajo el título de modos de extinción de las obligaciones, que no
tiene un carácter uniforme y que no poseen toda una eficacia igual.

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BIBLIOGRAFÍA

 Código Civil Comentado; Miguel Ángel Pangrazio


 Derecho de las Obligaciones; Ramón Silva Alonso
 Manual de las obligaciones; Guillermo Borda
 Derecho de las obligaciones II; Pedro N. Cazeaux, Félix A. Trigo Repres

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ANEXOS

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