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¿Qué organismos genéticamente modificados se

cultivan en México?

Por Carmen Báez

Ciudad de México. 6 de julio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- El


desarrollo de los organismos genéticamente modificados (OGM), que se obtienen
a partir de la transferencia de genes de distintas especies, ha permitido incorporar
características que los hacen más resistentes a plagas o condiciones ambientales
adversas. Sin embargo, el cultivo de plantas genéticamente modificadas es un
tema que genera debate a nivel mundial, principalmente por los riesgos que podría
ocasionar la liberación de estos al medio ambiente, a la salud y a las actividades
socioeconómicas.

La falta de información fundamentada acerca de los efectos del uso de estos


cultivos en el ambiente, y con la idea de fomentar la investigación en materia de
bioseguridad sobre los efectos del uso de los OGM, en 1999 se formó la Comisión
Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados
(Cibiogem), institución encargada de establecer las políticas relativas a la
seguridad de la biotecnología respecto a los OGM.

De acuerdo con Sol Ortiz García, doctora en ecología por el Instituto de Ecología
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y secretaria ejecutiva de
la Cibiogem, la primera liberación de un OGM en el país se llevó a cabo en 1996,
con la autorización del cultivo de algodón y soya genéticamente modificados.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Sol Ortiz García habla sobre el
quehacer de la institución que encabeza y de los procesos que intervienen en la
liberación de un organismo genéticamente modificado en territorio mexicano.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cuál es el objetivo de la Comisión


Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados?

Sol Ortiz García (SOG): La Cibiogem se conformó en 1999 y se encarga de


coordinar la implementación de la Ley de Bioseguridad de los Organismos
Genéticamente Modificados: desde que entró en vigor en 2005 y la regulación que
requiera una actuación coordinada. Se ha buscado trabajar en coordinación desde
las perspectivas y competencias de las diferentes secretarías que conforman la
comisión.

La Cibiogem está integrada por seis secretarías de estado: la Secretaría de Medio


Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de la Secretaría
de Salud (SSA), que tienen amplias competencias en materia del uso seguro de
organismos provenientes de la biotecnología moderna, pero también están la
Secretaría de Economía (SE), Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y
la Secretaría de Educación Pública (SEP), para cuestiones de difusión y
educación en ese tema tan interesante y controversial.

AIC: ¿Qué procesos intervienen para la liberación de un OGM al ambiente?

SOG: En función de cuál es el organismo genéticamente modificado que se


pretende liberar, de su uso y en dónde, pueden intervenir la Semarnat y la
Sagarpa. Cuando se trata de un cultivo agrícola, esta última revisa la
documentación (requisitos que acompañan una solicitud de liberación de un OGM
al ambiente) y pasa el expediente a la Dirección General de Impacto y Riesgo
Ambiental de la Semarnat. En función de sus respectivas evaluaciones de
inocuidad, sanidad vegetal y animal y de efectos al medio ambiente y la diversidad
biológica, pueden decidir otorgar o no el permiso.

La información detallada que se debe incluir en la solicitud está en el Reglamento


de la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, en el
artículo 31 donde se ve la caracterización molecular, cuál es el organismo
receptor, cuál es la modificación y dónde se pretende liberar. Hay además una
serie de principios asociados a lo que llamamos la evaluación del riesgo.

Otro de los requisitos, además del estudio de riesgo que presentan quienes
requieren hacer una liberación de un OGM que no se originó en México, es saber
cuál ha sido su categoría legal fuera del país, es decir, si ha sido evaluado y está
aprobado para su uso, como por ejemplo de alimento y el procesamiento. Todo lo
anterior se conoce como principio del caso por caso y paso por paso.
El principio caso por caso consiste en analizar qué se modificó, a cuál organismo y
dónde se pretende llevar a cabo su liberación al ambiente, así como su uso
provisto. El principio paso por paso está reflejado en nuestra ley y se refiere a la
etapa de liberación experimental que es la inicial, después de la utilización en
confinamiento, le sigue la etapa de liberación en programa piloto, etapa de
liberación comercial.

Para tener permiso de liberación en programa piloto y comercial se requiere


previamente contar con la autorización de la Secretaría de la Salud.

La primera solicitud en México para la liberación al ambiente de un OGM se


realizó en 1988. Tenemos casi 30 años generando este tipo de experiencia.

AIC: ¿Cuáles serían los aspectos que frenan el proceso de autorización para el
cultivo de un OGM?

SOG: Además de los requisitos técnico científicos, también hay requisitos legales.
Por ejemplo, si se solicita la siembra de un cultivo GM en alguna región
considerada centro de origen de diversidad genética, se debe tratar de un cultivo
que no sea originario de esas regiones.

AIC: ¿Cómo puede la sociedad involucrarse en estos procesos?

SOG: La sociedad puede participar de varias formas: la primera es conociendo los


procesos a través de la página de la Cibiogem. Otra forma más específica es
mediante la consulta pública: para todas las solicitudes de liberación al ambiente
hay un periodo de consulta pública, y cualquier persona puede revisar la
información del permiso, que no incluye información confidencial, pero sí aquella
que permite un análisis con elementos científicos y técnicos, y puede opinar de
forma fundamentada para, por ejemplo, que la autoridad considere tener mayores
medidas de bioseguridad en caso de que se otorguen los permisos.

Junto a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas se


realizan consultas a pueblos y comunidades indígenas asentados en regiones
donde se pretenda la liberación de organismos genéticamente modificados.

AIC: ¿En qué consisten estas consultas?


SOG: Nos adaptamos a los usos y costumbres de las comunidades pero de
acuerdo con los protocolos que estamos siguiendo, las consultas se componen de
cinco fases. La primera es una fase de acuerdos previos, acordamos fechas de
consulta, formas de consulta, información que sea relevante para el proceso de
consulta.

La fase informativa consiste en dar información de forma culturalmente adecuada


para la toma de decisiones de las comunidades y escuchar las inquietudes de las
comunidades. Luego viene la fase deliberativa, aquí por lo general, no
participamos las autoridades y es un proceso que se da en el interior de las
comunidades.

Posteriormente, realizamos la fase de consulta, donde las comunidades nos


informan cuáles son las posibles afectaciones que visualizan puede traer la
actividad, en este caso, la siembra de algún cultivo genéticamente modificado y
sustentan su opinión al respecto; durante esta fase se busca lograr el
consentimiento o alcanzar acuerdos. Posteriormente se da la fase de
seguimientos de acuerdos.

Otras de las características muy importantes que deben tener los procesos de
consulta indígena —de acuerdo con los estándares internacionales— es que
deben ser previas, libres, informadas y de buena fe. Además, para que sean
culturalmente adecuadas, si así lo solicitan, se requiere de la participación de
intérpretes de la lengua indígena de la comunidad consultada.

AIC: Actualmente, ¿qué OGM se cultivan en México?

SOG: Toda la información sobre los OGM que se cultivan en nuestro país y los
que se utilizan, por ejemplo, en confinamiento, se puede encontrar en el
Registro Nacional de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados
que está en la página de la Cibiogem.

Para el caso de autorizaciones para consumo humano y el procesamiento, se


tienen aprobados en México 146 diferentes eventos de cultivos genéticamente
modificados, 70 de estos corresponden a maíz. Sin embargo, actualmente la
siembra de maíz genéticamente modificado en México está suspendida.

Se tienen también permisos de siembras piloto y comercial para algodón en el


norte del país. Además, hay siembras a nivel experimental de trigo, limón y
naranja, entre otros cultivos.

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