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Esta ligazón fundamental del Mundo pensante no nos es sensible inmediatamente.

Partículas ahogadas entre otras partículas, vivimos habitualmente sin tomar conciencia
de lo que debe representar, vista en su conjunto, la masa de conciencia de la que
formamos parte. Como una célula que no viera más que otras células en el cuerpo al que
pertenecen. Y, sin embargo, el cuerpo existe más que los elementos de los que se
compone. En verdad no podemos alcanzar ningún progreso decisivo en nuestras
concepciones del mundo animado mientras que, permaneciendo en la escala "celular no
sepamos emerger por encima de los seres vivos para ver la Vida, por encima de los
Hombres para descubrir la Humanidad: no esta Humanidad abstracta y languideciente de
que nos hablan los filántropos, sino la realidad física poderosa en la que se bañan y se
influencian todos los pensamientos individuales hasta formar, por su multiplicidad ligada,
un solo Espíritu de la Tierra.

PIERRE TEILHARD DE CHARDIN


La energía humana

"La humanidad, decidida, avanza hacia la transfiguración del mundo, en una unidad
nueva y totalizante, hoy desconocida para nosotros pero intuida por algunos, en el
contexto de la energía, plenamente expresada en el amor, en la totalidad de la materia,
en la mística realidad del punto Omega, foco de atracción de todo cuanto existe."

(Jorge H. Llambías)

"La única sensación de sacralidad que poseo, o al menos lo que yo imagino poder
asemejar de muy lejos a lo que otros denominan lo sagrado, está vinculado a la
contemplación maravillada de una flor..."

(Claude Lévi-Strauss)

Indice

Prólogo
Introducción

PRIMERA PARTE: SEMIOLOGIA


Capítulo 1: Los fundamentos teóricos
A. La semiología como ciencia
B. La semiología médica
C. La semiología psicopatológica
D. La dimensión simbólica del síntoma
E. La semiología psicoanalítica
I. Generalidades
II. Mecanismos de defensa
1. Represión
2. Desplazamiento
3. Regresión
4. Formación Reactiva
5. Aislamiento
6. Anulación
7. Proyección
8. Introyección
9. Vuelta contra sí mismo
10. Transformación en lo contrario
11. Negación
12. Racionalización
13. Sublimación
F. La semiología floral
G. La psicopatología semiológica

Capítulo 2: Semiología descriptiva de las funciones


A. Sistema de información
I. Alteraciones Sensoperceptivas
1. Alteraciones Cuantitativas
2. Alteraciones Cualitativas
II. Alteraciones de la Memoria
1. Alteraciones Cuantitativas
2. Alteraciones Cualitativas
B. Sistema de Elaboración
I. Alteraciones de la Conciencia
1. Alteraciones de la conciencia en relación al mundo externo
2. Alteraciones de la conciencia temporal
3. Alteraciones de la conciencia espacial
4. Alteraciones de la conciencia de la percepción del Yo.
a) Alteraciones del Yo corporal
b) Alteraciones del Yo psíquico
5. Alteraciones del foco de la conciencia
II. Alteraciones del Pensamiento
1. Alteraciones del ritmo
2. Alteraciones de la coherencia
3. Alteraciones de la fluidez
4. Alteraciones del contenido
C. Sistema de Expresión
I. Alteraciones de la Afectividad
1. Alteraciones Cuantitativas
2. Alteraciones Cualitativas
II. Alteraciones de la Motricidad y la acción
1. Alteraciones Cuantitativas
2. Alteraciones Cualitativas
III. Alteraciones del Lenguaje
1. Alteraciones Orgánicas
2. Alteraciones Psicológicas

Capítulo 3: Semiología general de los estados y cursos


A. Los períodos del enfermar
I. Período de inicio
1. Según su forma
2. Según el tipo de acceso
3. Según los síntomas prodrómicos
II. Período de estado
III. Período terminal
1. Remisión
2. Cronicidad
3. Deterioro
B. La Enfermedad

Capítulo 4: Examen Semiológico


A. La organización del Examen Semiológico
I. Examen Somático
II. Examen Neurológico
III. Examen Psiquiátrico
IV. Examen Psicológico
1. La Entrevista
a) La Entrevista Floral
2. Examen Psicodiagnóstico
Apéndice: Glosario
1. Parte General
2. Parte Especial

PARTE SEGUNDA: ETIOLOGIA


Capítulo 1: Conceptos Introductorios
A. Etiología Clásica y Etiología Contemporánea
B. Leyes Etiopatogénicas
C. Causa, Motivo y Determinante

Capítulo 2: Teorías Etiológicas


A. Teorías Organicistas
B. Teoría Factorialista
I. Ecuación Etiológica
II. Factores internos y externos
III. Interacción dinámica
C. Teoría Fenomenológica
I. Reacción Vivencial
II. Proceso y Desarrollo
D. Teoría Psicoanalítica
I. Factores precipitantes
II. Factores predisponentes
E. Bosquejo de la teoría etiológica de R. Spitz
F. El modelo etiológico del Dr. Edward Bach

Capítulo 3: Los Determinantes de la Patología Mental


A. Determinantes Vitales
I. Factores Hereditarios
II. Factores Adquiridos
B. Determinantes Psicológicos
I. Concepto de Momento Crítico
II. Consideraciones Florales
C. Determinantes Socioculturales
I. Relativismo Psicopatológico
II. Sociedad Enferma
III. Consideraciones Florales

Capítulo 4: Las Estructuras Energéticas


A. Los Cuerpos Energéticos
B. Los Centros de Fuerza o Energía
I. Descripción de los Chakras
II. Ubicación de los Chakras
1. Los Chakras Mayores
2. Función de los Chakras
3. Clínica
4. Los Siete Chakras Mayores
a) Su dinámica y su clínica
III. Los Miasmas
1. Psora
2. Sycosis
3. Lues
4. Pseudosora
5. Cancerismo
Apéndice: Glosario

TERCERA PARTE: NOSOGRAFIA


Capítulo 1: Conceptos Generales
A. Esquemas Diagnósticos
I. Clínico-etiológicos
II. Organodinámicos
III. Estructurales
IV. Clínico-descriptivos
V. Dinámicos
VI. Comunicacionales
B. Síntesis Nosográfica
C. Nosografía y Esencias Florales

Capítulo 2: Estudio Descriptivo y Dinámico de las Neurosis


A. Descripción
B. Sintomatología General
C. Formas Clínicas
I. Formas Críticas
II. Formas Crónicas

Capítulo 3: Estudio Descriptivo y Dinámico de las Psicosis


A. Definición
B. Sintomatología General
C. Formas Clínicas
I. Formas Crónicas
II. Formas Críticas

Capítulo 4: Estudio Descriptivo y Clínico de las Psicopatías


A. Generalidades
B. Consideraciones Etiológicas
C. Formas Clínicas
I. Psicopatías Primarias
II. Psicopatías Secundarias

Capítulo 5: Déficit, Deterioro y Lesión


A. Las Agenesias del Desarrollo
B. Las Demencias
C. Las Epilepsias
Apéndice: Glosario

CUARTA PARTE: ESENCIAS FLORALES

Prólogo

He aquí un libro que se ofrece al lector. Detrás del breve enunciado de un hecho hay
una historia oculta que me interesa compartir.
Guardo en mi biblioteca un libro de Psicopatología y Psiquiatría General que fue
publicado hace más de cuatro lustros.
Su autor, Eduardo H. Grecco, es el que nos convoca en esta oportunidad con motivo
del "alumbramiento" de otro libro. Esto no sería llamativo si no fuera por la metamorfosis
del contenido; es decir, por la transformación de quien escribe.
Una de las cualidades del género humano es su posibilidad de evolución.
Esto es inherente a todos los seres sean conscientes o no del proceso.
En este caso particular se ha producido la transformación aludida que se halla
esbozada en la última página de dicho libro mediante:
el Pensar de Pierre Teilhard de Chardin

"Yo creo que el Universo es una Evolución;


"Yo creo que la Evolución se dirige hacia el Espíritu;
"Yo creo que el Espíritu culminará en un Dios Personal;
"Yo creo que la Persona Suprema es el Cristo Universal".

y el de Khalil Gibran

"Porque el Yo es un mar inconmensurable.


No digáis: "He descubierto la verdad", sino más bien: "He descubierto una verdad"
No digáis: "He hallado la senda del alma". Decid, más bien: "He encontrado el alma
caminando en mi senda".

Estos son algunos de los interrogantes que surgen entonces:


¿Qué cosa ha cambiado dentro de un hombre para incorporar el Universo de Edward
Bach a su concepción de la Psicopatología Académica?
¿Qué significa aceptar el efecto curativo de una flor, cuya materia se ha dinamizado,
recuperando así aquellas fuerzas sutiles que originaran su forma, color y perfume?
¿Qué imagen del Hombre ha sustituido a aquella otra que regía su pensar años atrás?
Una respuesta clara a cada una de estas preguntas servirá como introducción al
desarrollo del libro.
La primera de ellas merece estas consideraciones:
Es una empresa difícil derribar un paradigma interno y lo es más aún no instalar otro
en su lugar.
Cuando comienza el cambio no lo percibimos; sólo después, descubrimos que
aquellos "encontronazos" con los otros o aquella rebeldía constituía, en realidad, nuestro
esbozo de cambio.
Trascender el mundo de las ciencias naturales, para adentrarse en el mundo del arte
es difícil y para entender a Bach hay que despojarse del "ropaje intelectual" y tejer una
nueva "tela", impregnada de asombro y respeto donde el Pensamiento, fecundado por el
Sentimiento y la Voluntad, penetra profundamente en el alma del artista que palpita en
este ser.
Solamente así, podremos captar su estado de conciencia cuando el amor de GEA,
hecho flor, le devela sus secretos.
Esta actitud no significa apartarse de un camino para iniciar otro, sino más bien
iluminar la senda que transitamos para celebrar el encuentro de la "hija RAZON" con la
"madre INTUICION".
Este es el paso decisivo que ha dado el autor de esta obra.
La segunda respuesta consiste en trascender la idea kantiana de la imposibilidad de
conocer la Realidad (la cosa en sí), merced a la descalificación de la Percepción
Sensorial -"son meras impresiones subjetivas individuales incapaces de llegar a la Verdad
Objetiva"- y del Intelecto -"que sólo puede emitir juicios ligando conceptos conforme a
ciertas formas preestablecidas llamadas CATEGORIAS."
La Ciencia Espiritual de Rudolf Steiner elabora una Cosmovisión del mundo basada en
el pensar científico de Goethe y el modelo metodológico de Schiller, con lo cual estamos
en condiciones de unir dos esferas polares:

Los objetos que nos rodean y nuestra reflexión al respecto.

A los primeros, en cuanto asequibles a nuestra observación, los calificamos como


contenido de la experiencia o Experiencia Pura, y al fuerte impulso del intelecto
ordenador para descubrir las relaciones entre los objetos, lo denominamos: el Pensar.
La Experiencia pura es la forma de la Realidad en que ésta nos aparece cuando la
percibimos con total desprendimiento de nuestro propio ser.
Nuestro pensar es el intérprete que nos hace comprender el aspecto exterior de la
experiencia.
Nuestro espíritu, o sea nuestra individualidad, es la que se halla detrás de ambos
procesos.
El trabajo metodológico consiste en lograr la apertura de nuestra conciencia tanto
hacia el mundo exterior como hacia nuestro mundo interior. Mediante este proceso
podemos aprehender en esencia, sin prejuicios ni preconceptos, los secretos de la
Naturaleza y el Cosmos.
Con esta actitud podremos observar cómo la metamorfosis de la hoja da la flor; cómo
las fuerzas formativas de la planta nos revelan el mundo desconocido de la Vida y cómo
la luz del sol se transforma en sustancia viviente, conservando la flor, en forma intacta
dichas fuerzas, para quien sepa desentrañar su lenguaje.
El otro punto de la misma pregunta hace referencia a la aceptación del efecto curativo
de una sustancia cuando ésta ha sido "dinamizada" en el sentido hahnemanniano. Para
entender la acción curativa o armonizadora de ese preparado hay que comprender su
dimensión etérea, no física, y la correlación de estas fuerzas en la planta y en el hombre,
para no rebajar nuestra "idealizada" RAZON a suponer la mera sugestión como único
interlocutor válido frente a esta maravillosa conjunción cósmica de la cual somos
privilegiados integrantes.
Por este camino nos acercamos a la tercera respuesta:
La manifestación del macrocosmos en el microcosmos del hombre o lo que es lo
mismo:
Descubrir la estructura cuaternaria del ser humano.
Si observamos detenidamente el cuerpo físico del hombre sin hipótesis, ni leyes, ni
teorías que condicionen dicha observación, es decir mediante la experiencia pura
goetheana, comprenderemos que dicho cuerpo material, integrado solamente por
sustancias minerales, nos es dado observarlo en forma aislada, únicamente, en el estado
particular del cadáver.
Solamente allí podemos tener acceso a la constitución mineral del cuerpo, desprovisto
de toda manifestación vital. Lo muerto, lo inanimado de la Naturaleza se nos presenta con
toda su crudeza y allí se devela ante nosotros el "primer" cuerpo del hombre, el
instrumento físico que nos permite realizar nuestra experiencia terrenal. Esa organización
corpórea constituye el Reino Mineral en el hombre.
Ante esta escena de la muerte surge inmediatamente el interrogante: ¿dónde está la
Vida? ¿Qué es lo que abandonó a este cuerpo? ¿Qué es lo que se ha "desprendido" de
él?.
Y solamente entonces el pensamiento reflexivo busca la respuesta en esa misma
naturaleza que lo rodea y lo interpenetra.
¿Dónde está la naturaleza viviente? ¿Dónde se nos manifiesta la vida "derrochando"
crecimiento, multiplicación y forma? ¿Cuál es la entidad que transforma la luz solar en
sustancia viva? ... La respuesta es obvia: hablamos de la Planta, de la cubierta verde del
planeta, de aquella entidad que se ofrece como alimento y medicamento para beneficio
de los Reinos Superiores.
El principio vital que allí se manifiesta recibe el nombre de organización biofórica o
etérea y es el responsable de conferir la vida, de mantenerla y recuperarla...
Este es el segundo cuerpo del hombre y constituye el Reino Vegetal en nosotros.
Cuando su acción se extingue, sobreviene lo que llamamos muerte y la consecuente
transformación de la sustancia viva en la sustancia inerte o mineral.
Hasta aquí hemos hablado de Vida pero no de Conciencia y ésta está relacionada con
la aparición de la sensación y la percepción. También es el ámbito de los instintos y las
emociones.
La naturaleza ahora descubre ante nosotros el desarrollo de un sistema nervioso que
se perfecciona cada vez más y que posibilita la percepción sensorial. Este principio es
patrimonio de la organización animal y la denominamos organización psicofórica o astral
por su relación suprasensible con los astros.
Una reminiscencia de esta astralidad impregna lo vegetal otorgándole la multiplicidad
de colores y olores a la flor y el fruto, mientras que el tallo y las hojas siempre son verdes
(organización etérea). Por este motivo la flor está relacionada directamente con el estado
anímico de la persona y desde esta perspectiva se puede incursionar con profundidad en
descubrir sus cualidades.
Este es el tercer cuerpo del hombre y es la manifestación del Reino Animal en
nosotros.
Ahora la Naturaleza deja de ayudarnos en la observación ya que no hay otro Reino
que posea lo que el hombre Es, excepto el mismo Ser Humano.
¿Qué es lo que vive en el hombre que es radicalmente distinto de todo lo conocido
mediante los sentidos?
¿Qué es lo que diferencia al hombre del mundo que lo rodea?
No es su organización material, no es la Vida que lo anima, ni tampoco lo que siente ni
lo que percibe; entonces, solamente puede ser la Conciencia de Sí y a esta conciencia
sólo se puede llegar mediante el Pensar, la actividad espiritual más elevada otorgada al
hombre.
Cabe aclarar que no me refiero meramente al intelecto, como instrumento capaz de
asociar imágenes o ideas en la vida cotidiana, sino al desarrollo de la cualidad del
Pensar, a la elevación del Pensar despertando el Sentir y la Voluntad para incursionar en
la verdadera conciencia del YO.
La presencia del YO, del Atman, del espíritu humano, de la Individualidad en nosotros,
constituye el cuarto cuerpo del hombre y no tiene correspondencia con ningún Reino de
la Naturaleza; la única semejanza que puede admitir es la Divinidad en cada uno de
nosotros.
Es el instrumento para trasmitir los impulsos éticos morales supremos del mundo
espiritual al plano de la conciencia humana.
Reflexionando y meditando las dos últimas respuestas, yo creo que Eduardo Grecco
ha dado un paso decisivo en su proceso evolutivo como terapeuta y como persona. Ha
cambiado la imagen del Hombre que regía su Pensar años atrás y ha trascendido, quizás,
una imagen dual (cuerpo-mente) para explorar otros mundos.
El trabajo de aunar la "antigua" Psicopatología -ligada al mundo fenoménico
descriptivo- con la propuesta de Edward Bach -unida al desarrollo de la percepción
suprasensible- constituye un loable esfuerzo digno del autor que "ha encontrado el alma
caminando por su senda".

Roberto Crottogini
*El Dr. Roberto Crottogini es Médico Antroposófico y un prestigioso especialista en
terapias no-convencionales.

Introducción

Presento este libro con el objeto de ofrecer a profesionales y estudiantes un análisis


sistemático de los conceptos fundamentales de la Psicopatología vinculados con la
Terapéutica Floral.
El punto de partida de los estudios que lo componen es el concepto de enfermedad
mental; es decir, aquella situación original en la cual las relaciones del hombre con su
mundo y con su alma se han desviado o alterado sustancialmente.
La patología mental es un padecer inherente al hombre. No constituye algo ajeno,
distante o sobreagregado a su experiencia; se trata, por el contrario, de una potencialidad
que forma parte de su condición humana.
Para comprenderla es imprescindible una actitud primordial, una apertura
antropológica que permita la captación del fenómeno en toda su riqueza y plenitud y no
sólo en sus detalles aparentes. La enfermedad no es un acontecimiento vago e incierto.
Es palabra, es mensaje, es sentido.
Consecuentemente, la intención de esta obra no es convertirse en un catálogo de
síntomas, causas y cuadros, sino dar una visión de conjunto -fenomenológica y dinámica-
de la enfermedad mental. Esta visión servirá de pretexto para pensar cuál es la lección
que también la enfermedad enseña en la vida del hombre.
Resulta difícil definir en qué consiste y qué es la patología mental. En principio, porque
se trata de una manifestación en un área de integración de un único fenómeno. Cuando
el hombre enferma en su cuerpo, lo hace en su psiquis y viceversa. Pero, además, esta
dificultad se incrementa debido a las múltiples interpretaciones que de ella se hace en el
campo psicopatológico.
Sin embargo, la variada gama de conceptualizaciones, opiniones y tendencias
doctrinales oscilan entre tres grandes puntos de vista: el organogenético, el psicogenético
y el sociogenético. El primero considera que toda enfermedad mental tiene una causa de
naturaleza orgánica. Alteraciones metabólicas, procesos cerebrales, trastornos biológicos
internos, lesiones cerebrales son el sustrato al que debe remitir la explicación del
nacimiento de la patología mental. El segundo, pone el acento en los procesos
psicológicos y vinculares como factores patogenéticos. Los factores biológicos, como la
constitución, son considerados como estructuras sobre las cuales se desarrollan los
verdaderos procesos morbosos y no el motivo de su aparición. Finalmente, la perspectiva
sociogenética hace hincapié en los factores sociales como causa de la enfermedad
mental. La sociedad enferma al sujeto.
Organogénesis, psicogénesis y sociogénesis no deben ser tomados como términos
opuestos y mutuamente excluyentes. La realidad de la práctica clínica y la investigación
indican la necesidad de su complementación, y es justamente por este camino por donde
transita el pensamiento psicopatológico contemporáneo.
Existen diversas escuelas organogenéticas y psicogenéticas. Dentro de las primeras
es conveniente distinguir entre las mecanicistas y las dinámicas.
Las mecanicistas consideran que la patología mental es el resultado de una alteración
neurológica que se traduce lineal, directa e isomóficamente en perturbaciones
psicológicas, siendo estas últimas síntomas o derivados de enfermedades del cerebro.
El esquema etiopatogénico que proponen es reducir las enfermedades a fenómenos
elementales provocados por lesiones cerebrales (teoría de las localizaciones),
alteraciones metabólicas (teoría bioquímica), debilidad funcional-constitucional del
cerebro (teoría reflexológica), o la interacción conjunta de estos factores y anomalías
genéticas (psiquiatría biológica).
Las dinámicas están a mitad de camino entre la psicogénesis y la organogénesis. Se
trata de un intento de síntesis de ambas. Postulan que no hay ni una psicogenia ni una
organogenia pura, sino una complementariedad de los procesos somáticos y psíquicos.
"En toda enfermedad mental se supone un componente orgánico o negativo y otro
din mico o positivo, este último proporcionado por el accionar de las fuerzas afectivas del
inconsciente" (H. Ey).
Bajo esta óptica la enfermedad mental es vista como un proceso de disolución de la
personalidad de distinta intensidad.
Una "desorganización del ser psíquico o diversos niveles, siendo condicionada esta
desorganización por factores orgánicos" (H. Ey). La gravedad de la disolución depende
de factores tales como personalidad y edad del sujeto, presencia o no de alteraciones o
disfunciones orgánicas y del medio ambiente.
Las segundas (psicogenéticas) a su vez incluyen cinco orientaciones básicas: la
psicoanalítica, la comunicacional, la fenomenológica-existencial, la culturalista y la
psicopatológica sintética.
El psicoanálisis no configura un pensamiento aceptado de manera uniforme, sino que
a partir de la obra de Sigmund Freud se han desarrollado en su seno distintas
perspectivas que complementan o modifican sus ideas originales.
Aún así, los autores analíticos concuerdan en que la enfermedad mental es una
transición que expresa el conflicto entre el mundo externo y las fuerzas pulsionales del
inconsciente y el producto de un proceso genético de complementación de factores
biológicos, psicológicos y sociales, donde la privación, "el incumplimiento de uno de
aquellos deseos infantiles, jamás dominados ..." (S. Freud), juega un rol decisivo.
La escuela comunicacional concibe la enfermedad mental como relaciones
comunicacionales perturbadas que tienen su inicio en el vínculo diádico madre-hijo.
Si en esta matriz no se alcanzan a realizar intercambios adecuados, capaces de
satisfacer las demandas del bebé y cumplir la función de reverie, los medios normales de
comunicación de éste quedan alterados.
La fenomenología existencial considera que lo que llamamos patología mental debe
ser comprendido "no como una desviación de determinado esquema teórico, sino como
una desviación de las estructuras existenciales de ese paciente, como ruptura de la
condición humana" (R. May). Se explica por lo tanto como una potencialidad actualizada,
inherente al hombre, por la transformación de sus relaciones y su mundo y como una
"existencia fallida" (L. Binswanger).
Lo que el enfermo persigue con su enfermedad es la realización de posibilidades de
vida que le quedaron sin vivir, lo que quedó debiéndose a sí mismo en un proyecto de
existencia integrada.
La tendencia a la autorrealización lleva al hombre a buscar caminos de salida de estas
potencialidades negadas, aun a costa de que al hacerlo deba optar por la enfermedad.
Los culturalistas (K. Horney, E. Fromm y H. Satck Sullivan) ven la enfermedad mental
como una reacción psicógena ante situaciones vitales, como fracasos en la adaptación o
dificultades de la existencia.
Sin dejar de tomar en cuenta los factores biológicos, el rol de las estructuras y
funciones socio-culturales es crucial. "El ser humano predispuesto a las neurosis es quien
más ha experimentado las dificultades culturales, sobre todo a través de sus experiencias
infantiles, siendo por lo tanto incapaz de resolverlas, o logrando solucionarlas sólo a costa
de graves perjuicios para su salud. Bien podríamos llamarlo un hijastro de la cultura" (K.
Horney). Por lo tanto, la enfermedad mental es vista como producto de la sociedad que
condiciona al individuo, dando origen a la organización de una personalidad perturbada.
La psicopatología sintética, basada en la teoría genética del campo, trata de hacer
converger los aportes del organodinamismo, el psicoanálisis y el existencialismo.
El hombre, dentro de este esquema, debe realizar un conjunto de intercambios vitales
para preservar su salud. Estos se dan en tres niveles: el biológico, el psicológico y el
socio-cultural. Los tres le plantean demandas y exigencias que debe satisfacer. El
bloqueo en los caminos para alcanzarlas es lo que origina la patología.
Lo expuesto configura el pensamiento psicopatológico de nuestros días y las distintas
acepciones que recibe el concepto de enfermedad mental: como enfermedad del cerebro,
como disolución de la personalidad a distintos niveles, como transacción, como existencia
fallida, como comunicación perturbada, como fracaso en la adaptación o como bloqueo
en las relaciones yo-mundo.
Sin embargo, este recorrido merece ser ampliado con la luz que aporta la concepción
del Dr. Edward Bach. Para Bach la enfermedad no es algo negativo sino un bien, una
señal que nos informa de un conflicto que existe entre nuestra alma y nuestra
personalidad, es decir entre nuestras tendencias a la realización y a la evolución y
nuestras tendencias a la conservación. En este sentido la enfermedad, que es expresión
de nuestro mundo emocional, es lenguaje que advierte a nuestra conciencia aquello que
de nosotros es necesario corregir. Finalmente, la enfermedad es también la posibilidad de
aprender una lección que debemos asimilar, para avanzar en nuestro proceso de
individuación.
Dos palabras finales. El plan de exposición de los distintos capítulos que componen
este libro podría concebírselo como clásico He preferido que así fuese porque dentro del
marco sistemático del tratamiento semiológico, etiológico y nosográfico, de manera
consecutiva, resulta más claro y didáctico abordar el estudio de los distintos problemas
psicopatológicos de conjunto.
Al final de cada una de las tres primeras secciones se anexan glosarios de términos y
conceptos usuales, que recomiendo consultar para un mejor y eficaz aprovechamiento de
los temas abordados.
Quiero agradecer a todos los que acompañaron la idea de este libro.
Eduardo H. Grecco
Invierno 1993

CAPITULO PRIMERO: Los Fundamentos teóricos


A La Semiología como Ciencia
La semiología, en tanto ciencia, es el tratado de los signos. También suele
utilizarse a manera de sinónimo el termino "semiótica", que es definida como la rama de
la medicina que trata los signos de las enfermedades desde el punto de vista del
diagnóstico y el pronóstico.
Un signo es una realidad relacional integrada por dos vertientes, que son
como dos caras de una misma moneda: significante y significado. El plano de los
significantes constituye el plano de expresión y el de los significados el plano de
contenido. No hay entre ellos una relación causa-efecto, sino que cada uno de ellos
remite inmediatamente al otro, estableciéndose una vinculación dialéctica según la cual
uno no puede ser comprendido sin el otro.
No siempre un significante remite a un solo significado (monosemia) sino que,
a menudo, un mismo significante puede aludir a varios significados y a la inversa, un
mismo significado puede expresarse por medio de distintos significantes (polisemia).
La expresión "proceso de significación" condensa los conceptos anteriores, ya
que une lo significante y lo significado en una síntesis: el signo.
Todo sistema de signos constituye una estructura que abarca un determinado
sector de la realidad. Así, por ejemplo, el lenguaje humano conforma un sistema
organizado de signos con un aspecto social, la lengua, que es el conjunto de
convenciones que posibilitan la comunicación, y un aspecto individual, la palabra, que es
la forma peculiar mediante la cual cada sujeto utiliza la lengua.
En Psicopatología las distintas manifestaciones mórbidas de la personalidad
pueden ser consideradas como estructuras o sistemas de signos. Como en el caso del
lenguaje, cada entidad nosológica aparece a nivel individual con características propias.
La diferencia fundamental reside en que los signos utilizados en el lenguaje son
productos sociales mientras que en el caso de las estructuras psíquicas patológicas son
expresivos, naturales y motivados.

B La Semiología Médica.
La semiología basada en el "Modelo Médico" describe a las enfermedades
sistematizándolas según los elementos que las caracterizan: los signos y los síntomas.
Los Signos son los fenómenos objetivos que presenta el enfermo, perceptibles
en forma directa por el observador, como los gestos, posturas, particularidades del
lenguaje, etcétera.
Los Síntomas son aquellos hechos patológicos a los cuales sólo se tiene
acceso por el relato del enfermo; son datos subjetivos que él transmite y que pueden
concordar o no con los signos. Ejemplos de síntomas serían las vivencias cenestésicas,
perceptuales, afectivas, etcétera.
Según su extensión pueden ser generales o focales. En el primer caso nos
encontramos con reacciones en donde el organismo responde como un todo como por
ejemplo en la fiebre o una psicosis. Los focales en cambio son alteraciones de una
función especifica como la memoria en la amnesia.
Signos y síntomas suelen presentarse asociados entre si de un modo regular
constituyendo entidades clínicas más abarcativas y amplias: los síndromes y las
enfermedades.
Un Síndrome es el conjunto de signos y síntomas, que se presentan en
relación simultánea y constante y están originados por una misma causa.
La Enfermedad es un conjunto típico de síntomas y signos, formas de inicio,
evolución y terminación, que poseen, a diferencia del síndrome, una etiología múltiple.
La Semiología Medica distingue dos principales formas de comprensión de los
fenómenos: por un lado el descriptivo, que define las enfermedades por la acumulación
de datos clínicos que guardan entre si una relación asociativa; por otro, el punto de vista
estructuralista para el cual la enfermedad no se trata de una suma de signos y síntomas,
sino de una totalidad articulada donde cada elemento del conjunto ocupa una posición
relativa.
En ambos casos se puede realizar un estudio que incluye dos dimensiones: la
sincrónica y la diacrónica.
En la primera se analiza el conjunto de manifestaciones clínicas que presenta
el paciente en un momento dado, sus circunstancias y sus manifestaciones presentes. En
la segunda se investiga el momento, modo y forma de aparición de cada uno de estos
signos y síntomas en la historia personal del sujeto.
Estos dos enfoques no son opuestos sino complementarios. El objeto del
estudio sincrónico, la enfermedad tal como esta estructurada actualmente, es el resultado
de la evolución que la misma ha sufrido, al sistematizarse progresivamente, adquiriendo
una mayor diferenciación. De esta manera, lo situacional y lo histórico son polos de una
misma realidad, mirada desde ópticas distintas.
Todos estos conceptos son ampliamente utilizados por la Psicopatología en la
formulación de sus desarrollos teóricos y clínicos, de modo tal que existe una suerte de
continuidad, en algunos aspectos, entre el Modelo Médico y el Modelo Psicopatológico.

C La Semiología Psicopatológica.
La semiología psicopatológica consiste en el estudio de los distintos
fenómenos que configuran el rostro manifiesto de una estructura patológica de la
personalidad.
Este análisis sistemático apunta a encontrar las relaciones entre los
significantes estudiados y el significado de los mismos dentro de una unidad nosográfica.
De acuerdo con el sistema referencial utilizado en esta tarea puede hablarse de tres
distintas formas de lectura semiológica.
Las dos primeras apuntan a lo informativo, que son, la lectura lineal (cuyo
sistema referencial es nominal) y la lectura estructural (cuya sistema referencial es
taxonómico), mientras que la tercera apunta tanto a lo informativo como a lo comprensivo,
es decir incluye el sentido que tienen los signos y síntomas para el sujeto (su sistema
referencial es semántico).
Tanto el sistema nominal como el taxonómico consideran a los signos en su
carácter de convención y proceden a denominar, mediante las nomenclaturas
psicopatológicas usuales, la conducta patológica observada.
En el primer caso (nominal) se interroga a un paciente acerca del lugar en que
se encuentra, el día, la hora, etcétera. Si la respuesta es errónea se concluye:
"desorientación témporo-espacial". Se llama a este tipo de enfoque "lectura lineal". El
rótulo que deriva de dicha lectura responde a convenciones que permiten a los distintos
psicopatólogos comunicarse entre sí. Esta denominación general no desconoce el hecho
que las manifestaciones concretas son individuales y llevan la peculiar impronta del que
las presenta.
Una segunda lectura, (taxonómica), implica la captación de las relaciones
estructurales que configuran la organización particular de cada conjunto de síntomas. En
este caso, ya no interesa denominar los síntomas y signos aislados, sino la forma en que
están relacionados entre si. Los diversos tipos de organización constituyen sistemas que,
como un todo, obran a la manera de significados globales, cuya contraparte
(significantes) es la denominación de una estructura psicopatológica determinada:
esquizofrenia, histeria, etcétera.
Si bien se describen ambas lecturas en forma sucesivas, estas se dan de
manera simultánea, sobre todo si el observador ha logrado a través de la práctica y
experiencia clínicas cierta pericia para detectar los complejos nexos que constituyen el
proceso de significación.
La lectura semántica es posterior a la lineal y estructural, que pertenecen al
campo de la "Semiología Médica". Es a partir de los descubrimientos de la Medicina
Psicosomática y especialmente de la nueva conceptualización de síntoma, ofrecida por el
Psicoanálisis, que se hizo evidente que los elementos patológicos (signos y síntomas)
están consciente o inconscientemente dirigidos a comunicar un sentido. Representan un
mensaje que debe ser decodificado. Justamente esta tarea de traducción, es la
denominada "lectura semántica" de los síntomas.
En este plano es en donde se revela la verdadera analogía del signo psicopatológico con el signo
lingüístico. En efecto: los elementos que en las lecturas lineal y estructural constituían significados,
pasan a ser significantes. De ese modo, la conducta significada pasa a ser significante.
Las unidades de sentido ocupan en este enfoque el lugar que en los otros
ocupaban las unidades formales. Así, por ejemplo, una alucinación auditiva y una idea
delirante serían, formalmente, clasificadas como, trastornos de la percepción y alteración
del contenido del pensamiento, respectivamente. Pero con un criterio semántico, ambas
conductas pueden tomarse como significantes de una misma red de significados.

D. La Dimensión Simbólica del Síntoma


La relación entre significado y significante constituyen el proceso de
significación. De los múltiples aspectos que este adopta conviene destacar aquel que da
cuenta de los fenómenos psicopatológicos vistos como símbolos.
Comencemos por detallar la diferencia existente entre signo y símbolo. El
primero corresponde al plano en el cual la relación significado-significante se halla
codificada por convención arbitraria; de ese modo adquiere una relativa estabilidad,
aceptada colectivamente. Un ejemplo claro de formas signos son las palabras, ya que
cada una de ellas remite a un aspecto de la realidad a la cual se halla asociada, sin que
la relación entre una y otra sobrepase los límites de lo convencional.
Cuando el nexo que vincula significante y significado se vuelve individual y no
convencional, estamos en presencia de un símbolo que se diferencia del signo a partir de
su génesis: la forma-símbolo halla su motivación en una estructura personal, mientras
que la forma-signo surge de la estructura socio-cultural y es aprendida. La primera es
subjetiva, la segunda es patrimonio colectivo.
Así por ejemplo, la palabra" caballo" sirve para designar un animal
determinado. Este significante fue aprendido, y todos lo entienden por igual. En cambio,
cuando un niño "monta" una silla y le asigna el significado "caballo", estamos ante una
forma-símbolo. Si otra persona observa al niño en su juego, no le resultar difícil captar el
significado atribuido a la silla. Esto es explicable porque las formas-símbolos, si bien
tienen una génesis intrapersonal, pueden llegar a ser comprendidas por otras personas.
Pero la relación entre el significado y significante se estructura según una gradación que
va desde las formas-símbolos fácilmente comprensibles hasta aquellas absolutamente
impenetrables para un observador externo como en el caso de las psicosis. El punto de
ruptura entre lo comprensible y lo incomprensible está marcado por la barrera que separa
lo consciente de lo inconsciente.
La dimensión simbólica de los síntomas fue puesta de relieve a partir de los
descubrimientos psicoanalíticos. Los primeros estudios de Freud sobre la histeria
permitieron echar luz sobre una zona hasta ese momento olvidada. El síntoma deja de
ser una alteración para convertirse en un mensaje que expresa un conflicto psíquico, que
posee una historia que se remonta a situaciones traumáticas, de las cuales el síntoma es
conmemorativo.
La relación entre significado y significante cobra un especial sentido en el
contexto de la obra psicoanalítica. Si nos ubicamos en el punto de vista "tópico",
podríamos decir que el significante (en nuestro caso el síntoma) es la expresión
sustitutiva que enmascara ciertos contenidos (significado) que no pueden acceder al
plano de la conciencia, debido a la acción de la censura. Enmascara y revela tal cual
como lo hace la palabra.
De esta manera, quedan constituidos dos discursos, por un lado el manifiesto
(plano de lo expresivo) y por otro, el latente (plano del contenido), donde el síntoma
adquiere el valor de una forma inconsciente de adaptación a un deseo reprimido que no
obstante no ser conocido por el sujeto, es activo y eficaz. Constituye una formación de
compromiso, y a la vez es una resultante dinámica de la actividad psíquica. Al respecto,
E. Glover señala que:
"Un síntoma es un intento iniciado por el yo inconsciente para
adaptarse a alguna demanda no reconocida por la conciencia. Es un
signo de conflicto activo inconsciente. Es una construcción psíquica
que cabalga sobre la barrera entre el sistema inconsciente y el
preconciente, tomando energías de ambos sistemas. Es considerado
como una formación de compromiso".
El síntoma surge a partir de una falla de los mecanismos defensivos frente a la
cual toman su lugar los dinamismos propios del proceso primario (condensación,
desplazamiento, etc.) y los deseos inconscientes sufren, como en el caso de los sueños
una transformación que les permite aparecer en forma enmascarada. Así obtiene el sujeto
como primera ventaja un alivio de la angustia y de las tensiones inconscientes. En este
sentido, el síntoma sería la mejor conducta de que dispone una persona, en determinado
momento, para resolver las conflictos que enfrenta.
Para llegar a la comprensión del sentido del conflicto y su forma sintomática
de aparición, es necesario poner en evidencia los nexos y relaciones que unen los
aspectos manifiestos y latentes del síntoma. El hecho de acceder a la comprensión de lo
simbólico que el síntoma expresa, permite su interpretación profunda, dado que a partir
de los datos que el sujeto da a nivel de la conciencia (discurso manifiesto) se infieren los
plexos emocionales y representativos inconscientes.
"La técnica de la traducción del símbolo nos deja, pues, alcanzar la
interpretación por un camino abreviado o mejor dicho, saltar desde los
estratos más elevados de la conciencia a los más inferiores del
inconsciente. " (A. Freud).
El conocimiento de la dimensión simbólica del síntoma nos permite arribar y
acceder al proceso de significación que esta implícito en la estructuración patológica
personal del enfermo; de allí la importancia fundamental que se debe otorgar a esta tarea.
Por lo tanto, no es en la suma de síntomas donde debemos buscar la comprensión del
enfermo, sino en la relación de cada uno con la estructura global. Cada conducta es
portadora de un significado. Descubrirlo es poder ubicar dicha conducta en el contexto
humano total del cual emerge. Esto nos lleva a la constitución de una Semiología
Psicoanalítica.
No obstante, sólo puede accederse a una comprensión adecuada de los
psicodinamismos de las entidades clínicas a partir de una captación de los aspectos
descriptivos de los síntomas psicopatológicos.

E Semiología Psicoanalítica.
I- Generalidades
Si hay un punto de partida y un planteo general en la obra freudiana, es el
esfuerzo continuado por aprehender en su totalidad la significación del cuadro clínico,
como expresión, como emergente, de las relaciones de una persona (el paciente) consigo
mismo, con su mundo y con su terapeuta.
El esfuerzo psicoanalítico no esta destinado a modificar o reconstruir los
cuadros de la nosografía psiquiátrica tradicional: sino por el contrario, al entenderlos
dinámicamente, plenos de sentido, encarnados en una persona concreta, en un contexto
determinado, transforma sustancialmente la óptica que un psicopatólogo tiene sobre la
enfermedad. Y es así porque los síntomas manifiestos son de esta forma considerados
como verdaderos modos de expresión o significantes de los conflictos subyacentes. El
significado debe rastrearse más allá de "lo que aparece". La investigación debe
profundizar en el pasado.
En el orden teórico, el psicoanálisis aporta una concepción funcional de la
"enfermedad mental". Si cabe hablar de "enfermedad mental" ésta sería:
"... un ensayo de ajuste, una tentativa para solucionar los problemas
que se le han planteado al individuo y no ha sabido manejar de modo
más satisfactorio". (D. Lagache).
Según esta perspectiva, lo que para un observador puede aparecer como
una conducta perturbada, resulta ser, si se la considera en su contexto respectivo, la
conducta más adecuada posible que un sujeto puede desarrollar ante una situación,
independientemente del hecho de que sea o no "adaptativa" en el sentido de útil para
resolver los aspectos prácticos que la situación plantea.
Desde el punto de vista psicoanalítico existen varias posibilidades de
ordenamiento del estudio semiológico. Cualquiera sea la elegida debe contemplar los
siguientes aspectos.
a) Semiología de los conflictos, que abarca: semiología del conflicto
neurótico, psicótico y psicopático.
b) Semiología de las defensas patógenas: que abarca el estudio de los
mecanismos defensivos ineficaces.
c) Semiología de los trastornos del carácter.
d) Semiología de los estados afectivos, que abarca: la semiología de la
angustia, del miedo, la culpa, la vergüenza, etc.
Aquí sólo nos referiremos a los mecanismos de defensa.

II- Mecanismos de Defensa


Las características más generales de los llamados procesos, mecanismos
o conductas defensivas están vinculadas con su función esencialmente adaptativa en el
sentido que tienden a mantener un equilibrio de la personalidad en su relación con el
mundo. Un mecanismo defensivo puede considerarse "normal" cuando no se emplea en
forma crónica o estereotipada y cuando su intensidad no atenta contra el vínculo que el
sujeto mantiene con el mundo. La utilización excesiva o inadecuada, de uno o varios
mecanismos de defensa, implica un progresivo desgaste y empobrecimiento de la
personalidad.
Estos mecanismos actúan sobre amenazas que provienen del mundo
interno y del externo, y son métodos que, en mayor o menor grado, distorsionan la
realidad, con el fin de hacerla accesible, controlable, manejable y aceptable para el
individuo.
Se espera que cuando la personalidad se desenvuelve con un nivel
óptimo de madurez y de plasticidad, operen en la forma más realista posible, sin que ello
signifique que no exista siempre un repertorio de conductas defensivas al servicio del
mantenimiento del equilibrio intrapersonal.
En cuanto a su modo de operar, estos mecanismos pueden alternarse, o
complementarse. Nunca aparecen aislados o en "estado puro", si bien es cierto que
algunos de ellos puedan predominar en una situación dada o en una determinada
estructura de personalidad.
Toda conducta tiende a lograr un cierto nivel de adecuación con la
realidad, a reducir tensiones, y en última instancia a realizar las posibilidades del sujeto.
Por lo tanto puede resultar positivo y fructífero encuadrar el estudio de los mecanismos
de defensa en el concepto de conducta y verá en el capítulo de la Semiología
Psicopatológica, a qué caminos conduce.
Una defensa es un proceso que se expresa en conductas concretas. La
conceptualización teórica es la de mecanismo de defensa, que es un concepto técnico a
que alude un conjunto de conductas características. Pero lo que capta el sujeto, es una
fantasía acerca de esas defensas. Un dique en un sueño, por ejemplo, simboliza la
represión.
Teniendo en cuenta esta tripartición de un mismo hecho defensivo: lo que
un observador ve que el sujeto hace, lo que el sujeto vive sobre lo que hace y la
conceptualización teórica pertinente, podemos estudiar las distintas formas que adquiere.
Estas son:
* 1. Represión. La represión ocupa para Freud un lugar relevante en
el sutil juego defensivo, tal como se advierte en la lectura de algunas de sus obras como
"Análisis terminable e interminable" (1937); "El yo y el ello" (1923), "Inhibición, síntoma y
angustia" (1926) y "La Represión" (1921).
Su conceptualización es la siguiente:
"... La represión no es un mecanismo de defensa originariamente
dado, sino por el contrario, no puede surgir hasta después de haberse
establecido una precisa separación entre la actividad anímica
consciente y la inconsciente. Su esencia consiste exclusivamente en
rechazar y mantener alejados de lo consciente a determinados
elementos" (S. Freud).
Estos elementos que se procura mantener fuera de la conciencia son
aquellos cuya emergencia es fuente de angustia. Freud distingue entre represión
primaria, que es la que actúa para que no lleguen al nivel consciente las elecciones
objetales que nunca fueron conscientes y que están determinadas en forma innata como
producto filogenético (como la represión del deseo incestuoso), y la represión secundaria
que es un proceso que actúa suprimiendo las fuentes de amenazas. En efecto, en
determinadas situaciones el yo puede enfrentarse con el peligro de la irrupción en la
conciencia de catexias inconscientes que son la acumulación de energía en un objeto real
o imaginario. ¿Cómo opera entonces la represión? Haciendo, por ejemplo, que una
percepción, un recuerdo amenazante, una idea, no ingrese a la conciencia o como una
barrera contra cualquier tipo de descarga motora. En algunos casos la represión se ejerce
sobre determinadas áreas del cuerpo, generando trastornos tales como la ceguera
psíquica, la parálisis histérica, algunas formas de impotencia, etc.
De cualquier forma existe una finalidad común a todas las formas en que
la represión puede manifestarse: en todos los casos se trata de suprimir la angustia. Esta
supresión se produce distorsionando o negando la existencia de un peligro (interno o
externo) que amenaza la integridad del yo.
La utilización intensa de la represión empobrece la actividad y la
creatividad. Toda la energía dedicada a la defensa se sustrae a la realización de
conductas creadoras.
"El mantenimiento de la represión supone, pues, un continuo gasto de
energía, y su levantamiento significa económicamente, un ahorro. (S.
Freud).
Hay que señalar que los recuerdos pueden caer bajo la actividad
represora. El resultado de la represión es, en este caso, el olvido que no se produce por
la ruptura en una cadena asociativa o por falta de ejercicio sino que olvidar es una
conducta activa. Su origen esta en la ligazón que el material olvidado guarda con ciertos
acontecimientos traumáticos, que bajo ciertas circunstancias pueden emerger. Ante el
peligro de su aparición el Yo prefiere reprimir a correr el riesgo de ver aparecer ante sí lo
temido.
Esencias Florales. Algunas de las esencias florales que actúan
facilitando la flexibilización de este mecanismos son: Centaury, Chestnut Bud, Rock
Water, Water Violet, Cherry Plum, Billy Goat Plum, Silver Princess, Wisteria, Pink Mulla
Mulla, Turkey Bush, Flannel Flower, Scarlet Monkey Flower, Black-Eyed-Susan,
Chaparral, Fuchsia, Golden Ear Drops, Evenning Primrose, Hibiscus, Sticky Monkey
Flower, Yerba Santa, Vine.

* 2. Desplazamiento. Lo reprimido puede expresarse a través de un


desplazamiento, de modo tal que otro objeto diferente del original, pero de alguna manera
asociado a el, puede actuar como sustituto menos angustiante.
Es ya clásico en la literatura psicoanalítica el citar en este tema el artículo
de Freud "Análisis de la fobia de un niño de cinco años" (1909). El temor de Juanito hacia
los caballos tenía su génesis en el temor inconsciente hacia la figura del padre. De este
modo, desplazado el temor hacia otro objeto, se lograba preservar el vínculo con el
padre, si bien a costa de un evidente desgaste de energía yoica, puesta al servicio de la
defensa.
Es importante observar la situación de ambivalencia hacia la figura del
padre: una figura odiada y temida. Para controlar o manejar el conflicto, la figura paterna
es disociada. Los aspectos angustiantes son puestos en otro objeto que, cada vez que
aparece, provoca la misma angustia que era patrimonio de la primitiva vinculación. Es
como si los objetos se contaminaran y se tornaran peligrosos. Contaminación que suele
propagarse de un objeto a otro, ampliando aún más el espectro de objetos depositarios
de afectos primitivos, pero a costa de reducir el campo de posibilidades yoicas.
Esencias Florales. Algunas de las esencias que actúan sobre las
conductas de desplazamiento son: Saint Jonh's Wort, California Pitcher Plant, Clematis,
Mimulus, Aspen, Crab Apple, Larch, Star of Betlhehem, Vervain, Dog Rose, Grey Spider
Flower, Mulla Mulla, Red Chestnut, Star Thistle, Sweet Pea, Agrimony, Mallow.

* 3. Regresión. Llamamos regresión al proceso inconsciente por el


cual el Yo reactiva y actualiza conductas que corresponden, evolutivamente, a niveles
anteriores del desarrollo y que, al menos en términos cronológicos, se supone que
debieron ser superadas por el sujeto.
¿Cuándo surge la regresión? Este proceso puede darse en aquellas
circunstancias en las que se plantean situaciones conflictivas que el sujeto no puede
manejar o controlar con los medios de que dispone. Entonces "regresa" a formas de
comportamiento que fueron adecuadas para solucionar el conflicto en etapas anteriores.
No siempre la regresión es una conducta patológica. En el transcurso del dormir, por
ejemplo, y en el acto de soñar, reaparecen mecanismos psíquicos propios de estadios
primitivos del desarrollo. Algo similar sucede en el ensueño diurno, que incluye el intento
de realizar un deseo en forma mágica.
En el nivel de desarrollo evolutivo normal, se observa que en ciertos
momentos críticos aparecen tendencias a operar con pautas comportamentales ya
superadas. Toda situación vital que implique cambio puede crear una disposición a la
regresión; la ansiedad ante lo nuevo se incrementa ante las dificultades que el yo
experimenta en su tarea de integrar lo nuevo con lo viejo, lo conocido con lo desconocido.
Al hablar de crisis nos referimos a crisis normales. Toda crisis es en sí
misma una ruptura del equilibrio, una desorganización transitoria de la personalidad, que
en algún momento el sujeto trata de manejar con conductas que le fueron eficaces
anteriormente. Es bastante frecuente en el quehacer clínico encontrarse con el caso de
niños que pierden transitoriamente el control de esfínteres, con motivo del nacimiento de
un hermano, cuando este control se consideraba ya plenamente logrado; o que efectúen
conductas anteriores buscando con esto recibir el cariño y el afecto que ahora deben
compartir.
La regresión puede ser total o parcial, reversible o no; puede involucrar
toda la conducta o solamente alguna parte de la misma. La magnitud e intensidad que
posea permite discernir la existencia y el grado de la patología o la presencia de un
simple episodio sin mayores consecuencias para la permanencia del equilibrio psíquico.
Esencias Florales. Algunas de las esencias que contribuyen a favorecer
la regresión y/o modificar las conductas regresivas son: Mallow, Milkweed, Saint John's
Wort, Angelica, Agrimony, Zinnia, Little Flannel Flower, Chestnut Bud, Clematis,
Honeysuckle, Mariposa Lily, Echinacea, Sun Dew, Bush Fucshia, Red Lily.

* 4. Formación reactiva. La formación reactiva consiste más en un


reaseguramiento de la represión que en un mecanismo defensivo separado e
independiente. Esto no obstaculiza el que podamos diferenciar claramente este proceso
reasegurador del represivo. Consiste en la estructuración de rasgos de personalidad,
exagerados y rígidos, que ponen de manifiesto la presencia inconsciente de los rasgos
contrarios en el sujeto. Por ejemplo, un exagerado interés por la limpieza y el orden
puede estar encubriendo tendencias inconscientes a la suciedad y al desorden.
La formación reactiva es un mecanismo defensivo que opera no sólo
contra las amenazas internas, sino además, contra amenazas externas. Así, por ejemplo,
una conducta de amor y cuidado exagerada en su concreción, puede estar actuando para
tapar la emergencia de reales sentimientos de odio, que si surgieran podrían traer
consecuencias inevitables para el sujeto en su vínculo con los otros. En muchos casos la
apariencia de conformismo encubre un intenso impulso hacia la rebelión, hacia la
agresión. Estas conductas repetidas en forma estereotipada cristalizan en rasgos de
personalidad, que son "configuraciones relativamente estables, que pueden acentuarse y
hasta cierto punto constituirse en modos de respuestas realmente crónicos y siempre a
disposición del yo". (A. Allport).
En el adolescente una forma de conducta reactiva es "ascetismo". Este
mecanismo es, hasta cierto punto, una modalidad de la formación reactiva contra la
emergencia de impulsos de ello, cuyo aflorar acarrea, por lo menos en la fantasía, algún
tipo de retaliación o castigo de parte de figuras adultas significativas.
Por medio de la formación reactiva la ansiedad logra un cierto alivio
(beneficio primario), a la vez que el sujeto obtiene un mayor grado de aprobación social y
cultural (beneficio secundario).
Esencias Florales. Algunas de las esencias florales que actúan sobre las
formaciones reactiva son: Rock Water, Beech, Cherry Plum, Black Eyed Susan, Blue Bell,
Yellow Cowslip Orchid, Isopogon, Hibbertia, Vine, Agrimony, Water Violet, Vervain,
Dogwood, Quaking Grass, Larkspur, Saguaro, Zinnia, Nasturtium, Quince, Basil.

* 5. Aislamiento. En 1909, en un trabajo habitualmente conocido


como "El caso del Hombre de las Ratas", Freud delineó, por primera vez, el mecanismo
defensivo del aislamiento.
Cuando actúa el aislamiento, los afectos ligados a los impulsos sexuales
o agresivos son separados, segregados, aislados. Tal el caso del recuerdo de un hecho
traumático, que el sujeto que lo padeció lo relata de modo tal, que su discurso aparece
sin el contenido emocional correlativo.
El aislamiento se podría entender como un proceso defensivo opuesto al
desplazamiento. Recordemos que en este último, diversos objetos del mundo externo son
contaminados, con la finalidad de preservar para sí los aspectos buenos del objeto
original, quedando los aspectos malos o indeseables depositados en el mundo exterior.
Del objeto original se pasa a uno sustitutivo que asume la función de provocar los mismos
estímulos que antes provocaba el primitivo. En cambio en el aislamiento se trata de evitar
esa contaminación, de disociar los componentes afectivos de una situación. La situación
es aceptada, pero no así los afectos ligados a ella.
Esencias Florales. Las esencias más adecuadas para contrarrestar los
efectos negativos de este mecanismo son: Violet, Water Violet, Basil, Nasturtium,
Blackberry, Fawn Lily, Beech, Rock Water, Tall Mulla Mulla, Arnica. Star Of Bethlehem,
Vervain.

* 6. Anulación. En sentido general, la anulación es el proceso


defensivo que se caracteriza por la utilización de conductas que tratan mágicamente de
suprimir el efecto (real o fantaseado) que conductas previas originaron. Conductas
opuestas a la original, que buscan minimizar la ansiedad y la culpa y de borrar con el
codo lo que se escribió con la mano.
En el caso del "Hombre de las Ratas", se relata el siguiente episodio
ocurrido durante una separación momentánea de su novia (con motivo del veraneo de
ésta); fue un accidente aparentemente trivial, en cuanto a su forma: tropezó en la calle
con una piedra y tuvo que apartarla porque...
"... se le ocurrió que al cabo de pocas horas pasaría por allí el coche
de su amada y podía tropezar y volcar en aquellas piedras. Pero
minutos después pensó que todo aquello era un disparate, tuvo que
volver y colocar la piedra en el lugar que antes ocupaba en medio de
la calle". (S. Freud).
El sacar la piedra del medio del camino, encubría, según S. Freud, el
deseo de que pasara por allí el carruaje de su novia y volcara.
"En nuestro enamorado se libró un violento combate entre el amor y el
odio, orientados ambos hacia la misma persona, y este combate
queda prácticamente representado en el acto obsesivo, importante
también como símbolo, de apartar del camino la piedra y anular luego
aquel acto amoroso llevando de nuevo el peligroso obstáculo al lugar
que ocupaba, para que el coche de su amada tropiece y vuelque". (S.
Freud)
El acto de sacar la piedra del camino estaba motivado por una idea
obsesiva; no aparecían allí sentimientos agresivos contra la novia (aislamiento) pero
estos se hallaban encubiertos y la prueba de su existencia es la vuelta a colocar la piedra
en su lugar primitivo (anulación).
"Tales actos, en dos tiempos, cuya primera parte es anulada, por la
segunda, son típicos de la neurosis obsesiva. Naturalmente son mal
interpretados por el pensamiento consciente del enfermo, el cual los
provee de una motivación secundaria, racionalizándolos; pero su
verdadero significado estáen la representación del conflicto entre dos
impulsos antitéticos de aproximadamente igual magnitud y, que se
sepa, siempre de la antítesis de odio y amor. " (S. Freud).
Esencias Florales. Algunas de las esencias que favorecen la mejoría de
las conductas de anulación son: White Chestnut, Crab Apple, Rock Water, Oak, Old Man
Banksia, Boronia, Lotus, Filaree, Basil, Corn, Nasturtium.

* 7. Proyección. Proyectar es atribuir a la realidad exterior aquellos


aspectos, cualidades o motivaciones que un individuo inconscientemente se prohibe ver
en sí mismo. Lo que se atribuye, es una gama de aspectos personales que se ubican en
seres inanimados o animados, reales o fantaseados del mundo exterior. El objeto de este
mecanismo es calmar la ansiedad, que el reconocimiento de ciertos impulsos podría
generar en el sujeto. Por ejemplo, cuando una persona atribuye a otros deseos libidinales
o agresivos que en realidad le pertenecen, logra que el peligro interno quede convertido
en peligro exterior.
La proyección cumple además con una función secundaria: hallar
pretexto para dar salida a la agresividad reprimida.
Cuando se recurre intensamente a este mecanismo, el sujeto puede
llegar a configurar un mundo al que le confiere características de real, de verdadero.
Pequeños o imperceptibles rasgos del otro sirven para corroborar los propios deseos o
bien la proyección de esos rasgos se magnifica a tal punto que a partir de ellos se llega a
deducir generalidades acerca del otro. Es típico de los estados paranoicos, donde los
datos de la realidad sirven para aumentar la percepción persecutoria que de ella se
posee.
Al igual que la introyección, la proyección cumple un papel fundamental
en el desarrollo evolutivo normal. Permiten al sujeto ir ordenando la realidad externa, pero
cuando su uso se vuelve masivo y la percepción no puede ser corregida por el juicio de la
realidad, comienza a surgir un complejo sintomático patógeno. Entramos en el campo de
las alucinaciones y, en un grado más cercano de la normalidad, las ilusiones. En las
primeras, el sujeto crea un objeto depositando en el afuera un determinado deseo; en las
segundas, un objeto real es distorsionado.
La posibilidad de la proyección, no elimina la existencia de aspectos
concretos y agresivos del mundo; vale recordar que la proyección no puede lograr un
mundo hostil y represor a partir de la nada.
"... lo que se proyecta no es una esencia psicológica, sino una cierta
organización de experiencias previas por las que ya ha atravesado el
sujeto o grupo. " (J. Bleger).
Esencias Florales. Las esencias florales que brindan una ayuda en
conductas proyectivas patológicas son: Holly, Willow, Chicory, Vine, Cognis Essence,
Golden Yarrow, Canyon Dudleya, Oregon Grape, Black Eyed Susan, Garlic, Mountain
Penny Royal, Pink Yarrow.

* 8. Introyección. La introyección se caracteriza como el proceso por


el cual un individuo incorpora cualidades del mundo exterior. Puede entendérsela como el
resultado de la identificación: rasgos característicos que primero fueron ajenos al
individuo pasan a formar parte de su personalidad: las cualidades, buenas o malas, del
objeto externo son asimiladas. Una persona admirada despierta en el sujeto deseos de
parecerse a ella y comienza a conducirse con algunas de sus pautas de conducta.
La introyección, junto con la proyección, juegan un rol definitorio en el
desarrollo de la personalidad. Ambos son procesos que van alternándose y en su
conjunto ofrecen una posibilidad de ajuste y discriminación para el individuo, entre sus
características y las ajenas. El logro de una identidad madura, que se va gestando
paulatinamente y culmina con el fin de la adolescencia, se puede entender como la
integración de todas las identificaciones parciales con una serie de aspectos de las
figuras significativas. Puede verse en el adolescente la identificación con rasgos de
figuras relevantes y representativas de su subcultura (educadores, cantantes, deportistas,
políticos, etc. ), identificación que no es sólo de aspectos externos (gestos, vestimenta,
etc. ) sino también de modos de sentir la realidad.
Es necesario destacar la importancia de la introyección en los procesos
de duelo. Ante una pérdida, el sujeto incorpora cualidades o características del objeto
perdido, y cuando esta introyección es masiva la personalidad puede modificarse a tal
punto, que el sujeto se conduce parcial o totalmente como el objeto perdido, ahora
introyectado. El sujeto vive atado al recuerdo, el mundo pierde interés y puede acabar
destruyéndose como cree haber destruido al objeto amado.
Esencias Florales. Las esencias florales que ayudan en estos casos
son: Heather, Walnut, Angelica, Agrimony, Cerato, Gorse, Centaury, Garlic, Red Clover,
Yarrow, Pink Yarrow, Sturt Desert Rose.

* 9. Vuelta contra sí mismo. Cuando un deseo es vivido como


tremendamente destructivo o peligroso, como medio de atenuar las eventuales
consecuencias de su descarga, se cambia el objeto hacia el cual este es dirigido. Es el
caso de la agresión o la libido que se vuelve hacia el propio Yo. La vuelta de la agresión
contra el Yo, convierte en autoagresiones las energías que no han podido canalizarse
hacia el exterior.
En el caso del "Hombre de las Ratas", S. Freud relata cómo su paciente,
en determinados momentos, era embargado por el deseo de cortar su cuello con una
navaja, como forma de expresar agresión reprimida y el deseo de eliminar a la abuela de
su novia, a la que ésta debía atender durante una enfermedad, provocando la separación
de ambos.
El volver la agresión contra sí mismo cumplía dos funciones importantes:
aliviar el sentimiento de culpa que podría aparecer si el deseo agresivo se externalizara y
atenuar el desgaste que supone la actitud de constante defensa o prevención ante el otro,
que así, al menos momentánea y manifiestamente deja de ser "peligroso". La formulación
sería: el otro no es el malo, yo soy el malo.
También los sentimientos de cuidado y atención pueden ser dirigidos
hacia sí mismo, pero para evaluar el grado de normalidad o patología es preciso
considerar cada caso concreto en su contexto.
Esencias Florales. Algunas de las esencias que trabajan en esta área
son: Larch, Manzanita, Crab Apple, Cherry Plum, Hibbertia, Dagger Hakea, Centaury,
Rock Water.

* 10. Transformación en lo contrario. Este proceso opera cuando el


individuo se aparta de los deseos, sentimientos e impulsos que lo hacen sentir culpable o
ansioso y pasa a percibir lo diametralmente opuesto. Por ejemplo, el caso del pasaje del
odio al amor o de la actividad a la pasividad.
Entre este mecanismo y el de la formación reactiva existe una diferencia
básica. En el segundo, la conducta defensiva es mucho más general e impregna la
totalidad de la personalidad. Suele aparecer cuando ciertos rasgos de carácter se
estabilizan, y así hay cierta estereotipia en los modos de reacción. En la transformación
en lo contrario se invierte el sentido del instinto, mientras en la formación reactiva se
elabora una pauta de conducta a los efectos de que lo reprimido no deje de serlo.
Esencias Florales. Algunas de las esencias que actúan en este tema
son: Agrimony, Zinnia, Orquídea de la Alegría, Little Flannel Flower, Chestnut Bud,
Trumpet Vine, Water Violet, Vervain, Deer Brush.

* 11. Negación. La negación aparece como aquel proceso por el cual se


tiende a negar aspectos de la propia realidad (interna o externa) que pueden resultar
perturbadores para el yo.
S. Freud, en "Psicoanálisis Aplicado", se ocupó de explicitar el sentido de
este mecanismo. Las ideas centrales del mismo se ligan a la omisión en la percepción de
una realidad que pone en peligro la integridad yoica.
"Una representación o un pensamiento reprimido pueden abrirse paso
hasta la conciencia bajo la condición de ser negados. La negación es
la forma de percatación de lo reprimido; en realidad supone un
alzamiento de la represión aunque no, desde luego, una aceptación de
lo reprimido.
Es decir, en el proceso de negación el pensamiento o la vida reprimida se
expresan o manifiestan en su forma negativa:
"Negar algo, en nuestro juicio, equivale en el fondo, a decir: Esto es
algo que me gustaría reprimir. El enjuiciamiento es el sustitutivo
intelectual de la represión, y su no, un signo distinto de la misma.
Más adelante agrega:
"Por medio del símbolo de la negación se liberta el pensamiento de las
restricciones de la represión y se enriquece con elementos de los que
no pueden prescindir para su función".
Por último y en un punto donde se armoniza lo clínico con lo teórico,
afirma:
"La prueba más rotunda de que un Análisis ha llegado al
descubrimiento de lo inconsciente es que el analizado reacciona al
mismo con las palabras: En eso no he pensado jamás".
Esencias Florales. Algunas de las esencias que actúan sobre las
conductas de negación son: Centaury, Agrimony, Chestnut Bud, Vervain, Madia, Forget-
Me-Not, Blackberry, Lotus, Star Of Bethlehem, Willow, Impatiens.

* 12. Racionalización. Al hablar del mecanismo defensivo de la


anulación ejemplificamos con el historial del "Hombre de las Ratas" donde, al analizar un
caso de neurosis obsesiva, Freud habla del acto obsesivo en "dos tiempos", en los cuales
el segundo anula el primero.
En ese texto que se expresa que las conductas de anulación son:
"Naturalmente mal interpretados, por el pensamiento consciente del
enfermo, el cual provee de una motivación secundaria
racionalizándolos. " (S. Freud).
Se puede observar, que el mecanismo de racionalización opera
cuando ante el fracaso del Yo, para impedir la emergencia de un
impulso reprimido, éste elabora una justificación, aparentemente
lógica, por medio de la cual la conducta es atribuida a un origen
distinto del real.
En otras palabras: la justificación hallada por el yo es tal que permite
explicar, o más exactamente autoexplicar y aprobar, actos de algún modo prohibidos por
la conciencia moral.
Un ejemplo de racionalización, tomado de la literatura, es la fábula de la
zorra y las uvas. La zorra que no logra alcanzar las uvas se tranquilizaba pensando "las
uvas no están todavía maduras" A través de una racionalización niega la situación real.
Como se advierte, existe una estrecha vinculación entre los procesos del
racionalizar y del negar y podrían considerarse la racionalización como una forma de
negación de la realidad, un modo de controlar el conflicto y la emergencia de la angustia
que supondría el enfrentar la situación tal como ella es. Situación no sólo referida al
mundo externo sino también a los procesos internos.
Esencias Florales. Algunas de las esencias que trabajan en este tema
son: Vervain, Nasturtium, Hound's Tongue, Zinnia, Agrimony, Slender Rice Flower,
Isopogon.

* 13. Sublimación. Esta defensa permite la expresión de afectos y


tendencias reprimidas, a la vez que el objeto ligado a ellos se desplaza hacia otro objeto,
aceptable para el propio individuo y para su ámbito cultural. No se bloquea la descarga,
pero las formas que adquiere aparecen altamente diferenciadas en su expresión
manifiesta. S. Freud entiende que en alguna medida una cantidad de actividades
creativas y productivas se hallarían montadas sobre la sublimación de los impulsos
originales.
En un trabajo titulado "Un recuerdo infantil de Leonardo Da Vinci", señala:
"La observación de la vida cotidiana de los hombres nos muestra que
en su mayoría consiguen derivar hacia su actividad profesional una
parte muy considerable de sus fuerzas instintivas sexuales.
El instinto sexual es particularmente apropiado para suministrar estas
aportaciones pues resulta susceptible de sublimación, esto es, puede sustituir su fin
próximo por otros desprovistos de todo carácter sexual y eventualmente más valiosos".
Es decir que la sublimación sería una especie de desplazamiento hacia lo
personal y socialmente aceptado. De tal modo, las tendencias sexuales reprimidas logran
emerger, hasta cierto punto, desexualizadas; son así tendencias "inhibidas en su fin, ya
que el fin sexual original se abandona, al menos en su expresión manifiesta.
Cabe aquí aclarar que sobre los productos culturales, si bien tienen una
base en el proceso de sublimación, no se pueden hacer generalizaciones porque no toda
creación artística, científica, cultural, etc. puede explicarse exclusivamente por el proceso
sublimatorio.
En la obra ya citada, S. Freud muestra la importancia de una de las
producciones pictóricas de Leonardo: "Santa Ana, la Virgen y el Niño". En ella observa
una notable similitud entre la pintura y la niñez de su autor. Respecto a Leonardo
expresa:
"Tuvo dos madres: Catalina, la primera y verdadera, de cuyos brazos
fue arrancado entre los tres y cinco años; y Donna Albiera, mujer de su
padre que fue para él una madrastra más joven y delicada".
S. Freud observa aspectos singulares en la obra. Pocos pintores de
aquella época retrataban en Italia a Santa Ana, María y Jesús en conjunto como un trío y
los pocos artistas que lo habían hecho, jamás habían situado a María sentada sobre el
regazo de Santa Ana, inclinada hacia adelante y teniendo en brazos al niño Jesús que
aparece con un cordero. Por otra parte, el rostro de Santa Ana aparece joven, radiante, y
casi es el rostro de María y no el de una anciana. Además en ambas mujeres la sonrisa
enigmática, apacible, es casi idéntica a la que Leonardo inmortalizara en su "Mona Lisa".
S. Freud llegó a concluir que ésta, como otras obras de Leonardo
correspondientes a esa época, debían interpretarse como una forma de sublimación de
sus recuerdos y sentimientos reprimidos acerca del conflicto edípico.
El cuadro en sí mismo es una suerte de síntesis de la historia infantil del
artista con sus dos madres, tal cual aparecen representadas con la sonrisa que tal vez,
según Freud, surtiera como evocación de la madre de sus primeros años (Catalina).
La elaboración del cuadro es un modelo del proceso de sublimación de
todos los afectos inconscientes ligados al Complejo Edípico:
"Hállase aquí, por supuesto, una de las fuentes de actividad artística y
según que tal sublimación sea completa o incompleta y en especial de
los que poseen aptitudes artísticas, revelar con mayor o menor
precisión esta relación mixta entre la capacidad de rendimiento, la
perversión y las neurosis". (S Freud).
Por otra parte la curiosidad intelectual del adulto sería, en alguna medida,
una forma de sublimación de la investigación sexual de la infancia. Correlativamente una
intensa represión de esta curiosidad sexual infantil sería la fuente de una serie de
inhibiciones de la creatividad.
Esencias Florales. Algunas de las esencias que mejoran la condición
sublimatoria del sujeto son: Fuchsia, Iris, California Poppy, Cayenne, Blackberry, Pome-
granate, Aloe Vera, Trumpet Vine, Madia, Clematis, Vervain, Turkey Bush, Fawn Lily,
Violet y en general casi todas las Orquídeas especialmente la Orquídea Inspiración.

F. Semiología Floral.
La tarea de diagnóstico floral también supone una lectura semiológica que, si
bien escapa al campo psicopatológico, puede nutrirse de sus desarrollos en las distintas
vertientes que presentamos.
En otros trabajos ya mencionamos la necesidad de establecer un aún mayor
perfil descriptivo que permita con más precisión identificar los tipos florales manifiestos en
las respuestas y vivencias de un paciente y deducir a partir de ellas su estructura latente.
En este sentido uno de los aspectos más importantes a desarrollar son las
especificidades emocionales de cada esencia.
La arquitectura tímica de cada tipo floral responde a una estructura arquetípica
definible de modo tal que la tarea semiológica consiste en discriminar y denominar los
patrones propios y patognomónicos de cada caso.
Esto daría lugar a una Materia Floral Comparada en donde se registrarían los
rasgos permanentes, las conductas características, los afectos propios y las respuestas
específicas de cada esencia.
Lo dicho sobre la dimensión simbólica es también posible de ser aplicado aquí
con el agregado de la búsqueda del mapa emocional personal del enfermo que se logra
descubrir por la interpretación de sus dichos, sus hechos y sus signos clínicos.

G. Psicopatología Semiológica.
Existe en el campo psicopatológico y psiquiátrico una corriente semiológica
basada en la descripción de las formas elementales del enfermar.
Los estudios producidos por los autores de esta línea han permitido el
desarrollo de un gran sistema de diferenciaciones clínicas de figuras semiológicas.
Sin embargo, dado que el sustento de este modelo se basa sobre el esquema
de las funciones psíquicas, su principal debilidad es la falta de visión estructural que
permita abordar las manifestaciones patológicas como unidades y no como suma de
síntomas y signos.
Pero a pesar de esta limitación su aporte ha sido significativo y ha permitido
delinear dos segmentos de conocimientos semiológicos que conforman hoy sus capítulos
más importantes.
El primero de ellos es el que abarca el estudio de las formas sintomáticas
primarias y recibe el nombre de Semiología Descriptiva de las Funciones Psíquicas. El
segundo, Semiología General de los Estados y Cursos, dedica sus esfuerzos al análisis
de las formas que adquieren los procesos del enfermar.
Ambos capítulos investigan aspectos complementarios. Mientras el primero
pone su acento en las formas en las cuales la enfermedad se manifiesta, el otro lo hace
en el aspecto "histórico" o "dinámico".

CAPITULO SEGUNDO: Semiología Descriptiva de las Funciones Psíquicas.


La semiología descriptiva de las funciones psíquicas considera la estructura mental
como dividida en unidades funcionales. Cada una de estas se corresponde a un proceso
cognitivo, motor o afectivo, susceptible de alterarse más o menos significativamente por
influencia de causas internas, externas o por la mutua interacción de ambas.
Estas perturbaciones reciben el nombre genérico de "alteraciones de las funciones
psíquicas" y constituyen el aspecto objetivo y observable de la enfermedad mental.
Por su naturaleza, pueden discriminarse dentro de cada función psíquica dos
grupos de disfunciones, las que se refieren a su aspecto cuantitativo y las que subrayan
el contenido cualitativo.
Así, por ejemplo, la alucinación es una alteración cualitativa de la percepción,
mientras que la hiperprosexia es una alteración cuantitativa de la atención.
La perspectiva descriptiva que presentamos tiene la ventaja de ser didáctica y
exhaustiva y se superpone con un modelo psicológico bastante difundido, de modo tal
que resulta fácil para el profesional su comprensión y uso.
Desde el punto de vista de los moderno desarrollos de la Psicopatología conviene
presentar la cuestión semiológica desde una óptica más guestáltica.
En este sentido proponemos diferenciar dentro del sistema psíquico tres grandes
subsistemas: información, elaboración y expresión. El primero abarca los procesos de
incorporación y asimilación; el segundo, los de elaboración y valoración, y el tercero, los
efectores o respuestas.
Acompañamos junto a la descripción de las alteraciones las esencias florales que
actúan benéficamente en cada caso.

A. Sistema de Información.
Este sistema incluye todas las funciones y procesos de recepción informativa
que provienen tanto del interior como del exterior del aparato psíquico. Básicamente
hablamos de Sensopercepción y Memoria.
Aquí las preguntas semiológicas no solo están dirigidas a averiguar que es lo
que esta funcionando mal, sino también como ve el sujeto el mundo propio y ajeno, como
recibe los datos que le llegan y como los interpreta.
Esto implica pensar que nuestros sistemas receptores no son pasivos, sino
que tamizan y captan la información de acuerdo con un modelo valorativo previamente
inscripto, en función de la experiencia, la historia vivida y los modos permanentes de ser.
Así, por ejemplo, una personalidad temerosa vera el mundo no como un
campo de realizaciones, sino como un lugar desde donde pueden surgir situaciones de
peligro.
Esta idea no debe perderse de vista al realizar el trabajo de examen
semiológico porque permite comprender, junto con la forma sintomática, lo que ella esta
señalando en cuanto sentido. Por otra parte, cada modo de ver la realidad desnuda una
estrategia de abordaje de ella que es caracteristica a un tipo de personalidad.

I. Alteraciones Sensoperceptivas.
La percepción implica una captación de la realidad en forma selectiva, en
tanto se percibe lo que resulta significativo y resuena valorativamente para el sujeto. Esta
captación implica la presencia actual del objeto, una mínima constancia en su
corporeidad y su registro en perspectiva.
La producción del hecho perceptual si bien aparece como un resultado
conlleva un complejo de procesos psíquicos previos entre los cuales se destacan la
sensación en si misma, la evocación de recuerdos que esta sensación despierta y la
asociación de ideas que genera.
Muchas veces la inatencion, la interferencia emotiva y/o fantastica actuan
como motivos que causan falseamientos perceptivos y el sujeto recibe entonces
informacion distorsionada. Sin embargo, para que esta distorsión se transforme en
patológica necesita la falta de una conciencia critica o, dicho de otra manera, la
convicción creencial del sujeto acerca de la realidad de lo que percibe.
1. Alteraciones Cuantitativas.
* Percepción exagerada: se refiere a la percepción de las cosas
agrandadas en su tamaño, y en el aumento del numero de percepciones captadas por la
persona por unidad de tiempo. Son características de los estados de excitación, de
angustia, de intoxicación, febriles, etc. .
Esencias Florales: Vervain, Rabbitbrush, Queen Lace Ann's,
Jacaranda, Walnut, Bush Fucshia y Star Tulip.
* Percepción disminuida: se encuentra reducido el tamaño de los
objetos y el numero de percepciones por unidad de tiempo. Se produce en algunos
estados tóxicos, oníricos, demenciales, depresivos y epilépticos.
Esencias Florales: Star of Bethlehem, Gentian, Gorse, Wild Rose,
California Poppy, Chaparral, Vervain y Chesnut Bud.
* Percepción deficiente: es de tipo parcial. La percepción de un
objeto se realiza en forma confusa y desdibujada, siendo frecuente que ocurra en estados
crepusculares, oníricos o histéricos.
Esencias Florales: Peppermint, Chaparral, Mountain Pennyroyal,
Morning Glory, Red Suva Frangipani, Chesnut Bud, Bush Fucshia, Impatiens, Agrimony y
Yerba Santa.

2. Alteraciones Cualitativas.
* Ilusiones: son percepciones reales pero adulteradas. Las
deformaciones, que pueden afectar a todos o cada uno de los sentidos, provienen de una
actividad por parte del sujeto que altera las características de los objetos. En la presencia
o no de conciencia critica de lo erróneo reside la diferencia semiológica entre una ilusión
normal y una patológica.
Esencias Florales: Aspen, Cherry Plum, California Poppy, Angelica
y Chesnut Bud.
* Pareidolias: consiste en un proceso mediante el cual se tiende a
desfigurar el objeto reconstruyéndolo en otra imagen como en el caso de ver caras o
personas en las formas de las nubes. Esta ilusión es creada conscientemente o no y de
ello depende el grado de patología.
Esencias Florales: las mismas que se utilizan para ilusiones.
* Alucinaciones: es la convicción plena de percibir sin que exista
ningún objeto externo adecuado para producir esta sensación. Este termino fue
introducido por Esquirol al referirse a ella como una percepción sin objeto. Se trata de
productos mentales surgidos del inconsciente que se abre paso hacia la conciencia como
imagen sensorial. Esta imagen alucinada es una proyección de necesidades, deseos y
temores que tiene su prototipo en al vida psíquica normal en los sueños.
Esencias Florales: de modo general puede usarse Clematis, Sun
Dew, Tal Yellow Top, Waratah, Oregon Grape, Canyon Dudleya, Saint Jonh's Wort, Aspen,
Lotus, Angelica, Star of Bethlehem, Crab Apple y Willow.
a) Alucinaciones auditivas: son las más frecuentes.
Generalmente son palabras ordenadas en oraciones, pero también pueden ser solamente
ruidos. El enfermo siente que las voces son dirigidas a él y puede llegar a conversar o
pelear con ellas. A veces las localiza en su propio cuerpo y otras en lugares distales.
Pueden ser placenteras o displacenteras.
Esencias Florales: Forget-Me-Not y Bush Gardenia.

b) Alucinaciones visuales: son de menor frecuencia que las


auditivas. Aparecen especialmente en delirios de enfermedades infecciosas y psicosis
tóxicas. Tienden a estar acompañadas de obnubilación de la conciencia y provocan más
miedo que las auditivas dado que generan una mayor distorsión de la realidad.
Esencias Florales: Queen Anne's Lace y Star Tulip.

c) Alucinaciones olfatorias: común en las psicosis disociativas


y en los pacientes con lesiones del lóbulo temporal.
Esencias Florales: Chaparral, Jazmin, Crab Apple, Beech, Billy
Goat Plum, Filaree y Five Corners.

d) Alucinaciones gustativas: aparecen muy raramente y se


asocian a las olfatorias y su presencia indica un diagnostico grave. Los pacientes se
niegan a comer y manifiestan desconfianza de los alimentos. Generalmente aparecen
asociadas a ideas de desapego y suicidas.
Esencias Florales: Crab Apple y Filaree.

e) Alucinaciones táctiles: se presentan habitualmente en


estados tóxicos y adicciones, en especial a la cocaína. Sin embargo en algunos cuadros
histéricos también aparecen bajo la forma de algias. Las alucinaciones táctiles pueden
ser activas(cuando el sujeto cree tocar una cosa) o pasivas(cuando siente que es
tocado).
Esencias Florales: Chicory, Wisteria, Chamomile, Tal Mulla
Mulla y Flannel Flower.

f) Alucinaciones cenestésicas: las más comunes son los


fenómenos de "miembros fantasmas" que se dan en amputados. Estas alucinaciones son
multiformes, agradables o desagradables, fijas o móviles, locales o generalizadas,
elementales o diferenciadas. Una veces se refieren al tamaño de los órganos (corazón
que ocupa todo el pecho), otras al desplazamiento de su posición habitual(el corazón ha
descendido al vientre), o bien los órganos se han podrido, han desaparecido, se han
convertido en piedra, etc. Son comunes las alucinaciones genitales, con sensación de
coito completo, violación, masturbación forzada, etcétera.
Esencias Florales: Crab Apple, California Poppy, Clematis,
Canyon Dudleya, Arnica, Star of Bethlehem y aloe Vera.

g) Alucinaciones eco: el sujeto oye en voz alta sus propios


pensamientos, fenómeno que se presenta con mayor frecuencia en los momentos de leer
o escribir y que se debe a que alucinaciones acústicas se combinan con verbomotoras.
Esencias Florales: Clematis, Lotus, Angelica, Garlic y Forget-
Me-Not.

h) Alucinaciones verbomotoras: cuando el sujeto siente voces


que hablan a través de él.
Esencias Florales: Forget-Me-Not, Cherry Plum, Angel's
Trumpet y Dahilia.

i) Alucinaciones psíquicas: se originan en imágenes intuitivas


o eidéticas en el interior del cerebro. Común en los pacientes esquizofrénicos que
escuchan voces que los mandan o insultan dentro de la cabeza.
Esencias Florales: Star Of Bethlehem, Dahilia, Lotus, Angelica
y Orquídea Canal.

II. Alteraciones de la Memoria.


La memoria puede ser definida como la capacidad de fijar, conservar,
evocar y reconocer experiencias e informaciones. Psicológicamente se diferencia
recuerdo de rememoración. Este ultimo concepto apunta a integrar al acto de recordar la
acción constructiva del sujeto, que hace que toda evocación nunca sea del orden del
acontecimiento objetivo sino que implique una cierta cuota de subjetividad.
Según sean las imágenes que predominen en la reviviscencia de los
recuerdos se distinguen cuatro tipos de memoria que raramente se encuentran puros:
visual, auditiva, motora y táctil.

1. Alteraciones cuantitativas.
Amnesia: esta constituida por una perdida total o parcial de la
memoria. Cuando el sujeto es incapaz de fijar los acontecimientos a medida que se
producen, por un déficit en la capacidad de fijación e integración, la amnesia es
anterograda. Cuando el olvido se centra en las experiencias y acontecimientos anteriores
a la enfermedad, causado por una falla en la capacidad evocativa, la amnesia es
retrograda. Cuando el sujeto se ve incapacitado de fijar y evocar, la alteración es global y
recibe el nombre de retro-anterograda. Por último, cuando la alteración consiste en la
pérdida de los recuerdos que abarcan un período determinado de tiempo, la amnesia se
denomina lacunar.
Esta alteración puede deberse tanto a factores orgánicos como
psicógenos. En el primer caso se ha producido un trastorno biológico que dificulta los
procesos asociativos que conduce a una falla en el registro y la retención de datos. En el
segundo su origen radica en un intento de olvidar situaciones penosas como un intento
de defenderse de ellas. Esto puede llevar a una inhibición masiva de los recuerdos y a
una perdida de identidad.
También la memoria puede perderse en relación a situaciones
futuras. El sujeto vive conflictivamente una acción que debe realizar y el mecanismo que
utiliza para evadir esta situación es el olvido.
Esencias Florales: Forget-Me-Not, Orquídea de los Recuerdos, Sun
Dew, Little Flannel Flower, Isopogon, Cognis, Honeysuckle, Chaparral, Crab Apple, White
Chestnut, Clematis y Chestnut Bud.
Hipermensia: el sujeto tiene un recuerdo excesivamente vivido de
los acontecimientos registrados. Este tipo de recuerdo tan intenso de los detalles se
observa frecuentemente en estados maníacos, en la catatonia y en la paranoia.
Esencias Florales: Star Of Bethlehem, Honeysuckle, White
Chestnut y Boronia.

2. Alteraciones cualitativas.
Paramnesia: el sujeto tiende a la falsificación de los hechos, como
modo de controlar la angustia, tomando la forma de confabulación. El paciente relata
sucesos como si los hubiese vivido y se convence a sí mismo de lo que relata ha
ocurrido. Estas falsificaciones obedecen a una necesidad de crear situaciones que den
salida a necesidades afectivas frustradas o insatisfechas. Son muy frecuentes en las
psicosis paranoicas y las epilepsias.
Esencias Florales: Agrimony, Vervain, Clematis, Flannel Flower y
Chestnut Bud.
Ilusión de memoria: cuando el sujeto vive un suceso como si lo
hubiese vivido anteriormente de idéntica manera. La explicación de este fenómeno puede
encontrase cuando el conocimiento actual guarda alguna relación asociativa con un
hecho del pasado olvidado por sus connotaciones conflictivas. Se observa en personas
normales y en especial en los adolescentes en quienes hay una gran tendencia a la
ensoñación diurna.
Un suceso contrario a este es el "jamais vu", en donde se reacciona
ante experiencias ya vividas como si se las experimentara por primera vez. Se observa
esta alteración en cuadros de fatiga, psiconeurosis, intoxicaciones o lesiones del lóbulo
temporal.
Esencias Florales: Clematis, California Poppy, Angelica, Forget-Me-
Not, Honeysuckle y Rosemary.
Criptomnesia: consiste en un recuerdo vivido y detallado de los
hechos de "épocas más o menos dilatadas de la niñez".
Esencias Florales: Chaparral, Golden Ear Drops, Honeysuckle,
Mariposa Lily y Forget-Me-Not.
Ecmnesia: es la memoria panorámica que se caracteriza por la
evocación intensa de periodos de vida más o menos prolongados. Estos recuerdos se
acompañan de las emociones con que en su momento fueron vividos.
Esencias Florales: Star Of Bethlehem, Walnut, Golden Ear Drops,
Honeysuckle, Iris y Arnica.

B. Sistema de Elaboración.
Una vez ingresada la informacion al aparato psíquico comienza a ser
procesada. Es cierto que ya existió una elaboración preliminar en el polo sensoperceptivo
del aparato psíquico, pero aquí entran en juego y se de un modo prevalente mecanismos
judicativos.
Dentro de este subsistema quedan comprendidas las funciones de la
conciencia(que incluye la atención) y del pensamiento(que incluye la imaginación). Al
igual que en el punto anterior también puede analizarse el modo en como el sujeto
categoriza los datos que su sistema de informacion ha ingresado. Así, por ejemplo, un
Pine puede estar siempre haciéndolo en términos de culpa. O un Cerato en términos de
duda estará bien lo que estoy pensando?.

I. Alteraciones de la Conciencia.
La conciencia es el complejo de procesos psíquicos que se presentan en
unidad de tiempo y que permiten el conocimiento del propio Yo y del mundo externo. Tal
estado de conciencia es personal, es decir, soy Yo quien siente, piensa y quiere.
Este estado de conciencia personal varia de un momento a otro y tal
cambio de manera alguna quiere decir que carezca de duración, sino que ningún estado
de conciencia puede ser idéntico a otro. Esto implica una continuidad en el cambio de
modo tal que la conciencia puede concebirse como una corriente que fluye.
Como instancia psíquica la conciencia cumple dos funciones básicas: dar
conocimiento del propio Yo y orientar el conocimiento del mundo externo.

1. Alteraciones de conciencia en relación al mundo externo.


Tomando a manera de ejemplo dos estados extremos el consciente y
el dormir, podemos distinguir una serie de eslabones intermedios que se escalonan entre
la vigilia y lo onírico. Estos grados de conciencia alterada pueden agruparse en nueve
formas básicas: coma, confusión, embotamiento, crepuscular, onírico, oniroide, letargia,
hiperlucidez, hiperfrenia.
Coma: es el grado de mayor pérdida de conciencia. Se anula la
motilidad voluntaria y la sensibilidad conservándose exclusivamente las funciones
vegetativas. Su aparición brusca o progresiva puede ser causada por diversos factores
como traumatismos craneanos, accidentes cerebrovasculares, embolia cerebral,
epilepsia, alcoholismo, tumores, enfermedades metabólicas, etc.
Esencias Florales: Clematis, Rescue Remedy, Waratah, Sun Dew,
Red Lily y Emergency Essence(Bush)
Confusión: se manifiesta mediante un oscurecimiento profundo de
la conciencia, desorientación témporo-espacial, incoherencia del pensamiento y la
conducta, lentitud de los procesos sensoperceptivos e ideativos. Sus formas clínicas más
frecuentes son la confusión mental simple (estupor, inercia y torpeza motriz) y confusión
mental agitada(manifestaciones ansioso-alucinatorias).
Esencias Florales: Angelica, Chaparral, Red Suva Frangipani,
Indian Pink, Angel's Trump, Mountain Pennyroyal, Yerba Santa, Self Heal, Blackberry,
Hound's Tongue, Arnica y Star Of Bethlehem.
Embotamiento: es uno de los elementos de la confusión mental. Se
expresa como entumecimiento psíquico y desorientación témporo-espacial.
Esencias Florales: Peppermint y Hound's Tongue.
Crepuscular: la conciencia se halla entre la claridad y la oscuridad.
Existe una falsa percepción del mundo exterior y lo imaginario desplaza a lo real
ocupando su lugar. Es como un soñar despierto donde la ficción substituye a la realidad.
Esencias Florales: Rescue Remedy, Peppermint y Mugwort.
Onírico: se corresponde al ensueño normal. Esta poblado de
visiones e imágenes animadas que pueden incluso llegar al delirio como por ejemplo
ocurre en el alcoholismo. Existe obnubilación del juicio, imágenes alucinatorias, ausencia
de conciencia temporal y bloqueo parcial o total de la motricidad.
Esencias Florales: Star Tulip, California Poppy, Clematis,
Blackberry y Arnica.
Oniroide: esta caracterizado por la superposición de elementos
oníricos en el estado de vigilia. El sujeto se entrega a fantasías, injertando en al realidad
sus ensoñaciones, pero sin alterar su lucidez y su orientación.
Esencias Florales: Clematis, Star Tulip y California Poppy.
Letargia: se manifiesta por un sueño patológico, invencible y
prolongado. Aparece como signo clínico en encefalitis epidémica, narcolepsia, en la
histeria, en intoxicaciones, enfermedades metabólicas y endocrinas, etc.
Esencias Florales: Peppermint, Tansy, Blackberry y Clematis.
Hiperlucidez: se caracteriza por una brillante y exaltada actividad
psíquica, que provoca en el sujeto entusiasmo e inspiración proporcionándole gran
capacidad de trabajo. Suelen aparecer en estados de excitación e hipomanía y como
resultado de la ingesta de psicofármacos.
Esencias Florales: Vervain, Agrimony, Chesnut Bud, White Chesnut,
Cherry Plum, Rock Rose y la mayoría de las Orquídeas del Amazonas.
Hiperfrenia: es un grado de hipervigilia mayor que la anterior. Se
caracteriza por la intensa excitación psíquica, con una gran afluencia de estímulos que
hacen dificultosa su integración y ordenamiento. Esto conduce a la incoherencia de
pensamiento y la desorganización de la conducta, que se muestra agitada, trastornada,
inefectiva pese a la hiperactividad que se despliega. Aparece asociada a cuadros de
manía y excitación psicomotriz.
Esencias Florales: Dandelion y las mismas que en la hiperlucidez.

2. Alteraciones de la conciencia temporal.


El modo en el cual la conciencia percibe el transcurrir del tiempo esta
en funcion de varios factores, siendo entre ellos el más importante el modo en como el
sujeto esta viviendo un determinado suceso. Esta modalidad es normal pero también
puede alterarse hasta revestir cualidades patológicas. Las más importantes de estas
alteraciones son:
Velocidad del tiempo: un estado alegre hace que el tiempo parezca
transcurrir rápidamente. El punto de aceleración máximo puede ser encontrado en la
manía en donde el futuro y el pasado son absorbidos por el presente como un verdadero
torbellino. El ansioso lo vive vorazmente, con ritmo rapidísimo, anticipándose al futuro.
Esencias Florales: Vervain, Impatiens, Chestnut Bud, Dandelion,
Larkspur y Jacaranda.
Lentitud del tiempo: en un estado depresivo o cuando se atraviesa
una situación dolorosa el tiempo parece alargarse eternamente. también aquí esta
vivencia puede transformarse en patológica como ocurre en las melancolías. En estos
casos el enfermo siente que el tiempo avanza lentamente, el futuro se encuentra cerrado
y por ello se vuelve al pasado que se ensancha.
Esencias Florales: Black-Eyed-Susan, Tansy, Forget-Me-Not,
Buttercup, Gorse, Wild Rose y Gentian.
Ausencia de conciencia de tiempo: se observa en situaciones en a
las cuales prepondera la hipoactividad como en agotamientos extremos, melancolía,
esquizofrenia hebefrénica y catatónica, etc.
Esencias Florales: Macrocarpa, Olive, Horbean, Arnica, Aloe Vera,
Tansy, Gorse, Wild Rose y Start of Bethlehem.
Detención del tiempo: es la vivencia del tiempo como algo detenido
e inmóvil. Se observa en psicosis esquizofrénicas y cuadros melancólicos.
Esencias Florales: Star Of Bethlehem, Elm, Waratah, Tall Yellow
Top, Numteg, Monkshod, Dahilia y Silk Tree.
Esamblamiento del tiempo: el enfermo tiene la vivencia de que el
pasado y el futuro avanzan sobre el presente, desapareciendo el momento actual. Es un
trastorno típico de las psicosis disociativas.
Esencias Florales: las mismas que en el síntoma anterior.
Derrumbe del tiempo: la vivencia del tiempo pasado se ha esfumado.
No existe pasado, ni presente, ni futuro.
Esencias Florales: las mismas que en el síntoma anterior.
Tiempo discontinuo: el enfermo percibe el tiempo como
interrumpido, con falta de continuidad. Se observa en el síndrome de Korsakov y en la
esquizofrenia.
Esencias Florales: Star of Bethlehem, Dahilia, Orquídea de los
Recuerdos, Orquídea Coordinación y Arnica.
Retraimiento del pasado: la vivencia del pasado se ha reducido en
el tiempo. Una vida de cincuenta años se percibe como si fuera de cinco. Se presenta en
neurosis obsesivas graves y pacientes esquizocáricos.
Esencias Florales: Star of Bethlehem, Orquídea de los Recuerdos,
Honeysuckle y Dahilia.
Retraimiento del futuro: en el sujeto melancólico la percepción del
futuro casi no existe, no porque considere que es un tiempo inexistente, sino que para el,
el futuro no le ofrece proyecto. Como actitud compensatoria su mirada ensancha el
pasado.
Esencias Florales: Wild Oat, Gorse, Wild Rose y Buttercup.

3. Alteraciones de la conciencia espacial.


Forma de los objetos: la percepción visual de los objetos en el
espacio puede alterarse en el sentido de observarlos deformados(dipsomorfopsia), más
pequeños (micropsia), o más grandes (macropsia). suelen aparecer en brotes
esquizofrénicos, epilepsias, delirios febriles e intoxicaciones.
Esencias Florales: además de las señaladas para el caso de las
alucinaciones son muy importantes en aquí el Chesnut Bud, el Vervain y el Heather.
Amplitud del espacio: se percibe el espacio como ensanchado e
infinito. Es muy común en drogadictos, intoxicaciones con psicofármacos y algunos
delirios especialmente megalomaníacos.
Esencias Florales: Poison Oak, Vervain, California Poppy y
Chaparral.
Estrechamiento del espacio: se percibe como angosto y duro. El
paciente se siente cercado y acosado. Puede aparecer en algunas formas melancólicas.
Esencias Florales: Yerba Santa, Gorse, Wild Potato Bush y en
general todas las flores que actuan en cuadros melancólicos.
Inseguridad espacial: los enfermos sienten que el suelo sobre el
que caminan es inseguro, móvil e inestable. Muy común en personalidades y cuadros
ansiosos.
Esencias Florales: Vervain, Impatiens, Lavander, Dandelion,
Jacaranda, Larch, Confid Essence y todas las esencias que combaten la ansiedad.

4. Alteraciones de la conciencia de la percepción del Yo.


La noción de mundo externo se va logrando a medida que se
consolida una diferenciación entre el Yo y el No-Yo. El sujeto va reconociendo el mundo a
medida que va reconociéndose a si mismo como diferente de los demás y ocupando un
lugar entre los otros y las cosas. Diferenciamos didácticamente las alteraciones del Yo
corporal y del Yo psíquico.

a) Alteraciones del Yo corporal.


Asognosia: que consiste en la perdida de la conciencia de un
segmento corporal paralítico que comprende desde la simple indiferencia por el miembro
afectado hasta la ausencia de conciencia corporal. Su origen generalmente es atribuido a
una lesión del lóbulo parietal. Las formas clínicas más importantes son los síndromes de
Anton-Babinski, Gerstmann y de Pick.
Esencias Florales: Bush Fucshia, Chesnut Bud y Arnica.
Miembro Fantasma: es la sensación de persistencia de un
miembro amputado.
Esencias Florales: además de las mencionadas en los puntos
de ilusión y alucinaciones táctiles el Arnica es una adecuada medicación para este
síntoma.
Asomatognosia total: se trata de la vivencia de la desaparición
total del cuerpo. Se trata de un delirio de negación corporal que puede presentarse por
ejemplo en pacientes esquizofrénicos.
Esencias Florales: las mismas recomendadas para las
Psicosis Esquizofrénicas y delirios.
De modo general las esencias que trabajan sobre todos los
trastornos de la percepción del Yo corporal son: Manzanita, Star of Bethlehem, Chestnut
Bud y Bush Fucshia.

b) Alteraciones del Yo psíquico.


Actividad del Yo: el Yo se ve realizando actos que vive
extraños a si mismo, como si no le pertenecieran. Su manifestación más grave aparece
en al esquizofrenia. En el caso de la melancolía el sujeto sufre solamente una
lentificación o disminución en su actividad y en la manía una hiperactividad.
Esencias Florales: ver trastornos de la motricidad más
adelante y consultar en la tercera parte de este libro los cuadros nosográficos
mencionados.
Unidad del Yo: La conciencia de unidad del yo permite
vivenciar las experiencias como totalidad coherente entre lo que se hace y se piensa. La
alteración más caracteristica es el desdoblamiento o disociación que encuentra su
expresión más grave en las psicosis esquizofrénicas. En este caso el sujeto se halla en
un estado de dialogo interno como si dos personas, que además se encuentran en
posiciones opuestas, conversaran entre ellas. También puede darse en histerias.
Esencias Florales: Star of Bethlehem, Arnica, Red Lily e
Isopogon.
Identidad del Yo: se observa muy especialmente en las
psicosis disociativas en donde los enfermos sienten que con anterioridad a iniciarse el
proceso de su enfermedad no eran los mismos. Esta vivencia se expresa a través del
"signo del espejo". El enfermo se mira repetidamente tratando de comprobar se sigue
siendo el mismo o de controlar los cambios que siente.
Esencias Florales: Cerato, Saguaro, Alpine Lily, Sunflower,
Sagebrush, Red Clover y Golden Rod.
Diferenciación del Yo: se produce una alteracion consistente
en la vivencia de indiscriminación o fusión del sujeto con el mundo externo. El paciente
llega a sentirse confundido con respecto a lo objetivo y lo subjetivo. En los cuadros
esquizos se ve que viven las experiencias ajenas como propias ya que han perdido los
limites de su self. Otra modalidad de este trastorno es la "transparencia" en donde el
enfermo siente que sus pensamientos y sentimientos son vistos por los demás.
Esencias Florales: Poison Oak, Star Of Bethlehem, Sun Dew,
Red Lili, Walnut, Yarrow, Centaury y Pink Yarrow.

5. Alteraciones del foco de la conciencia.


El foco de la conciencia, es decir la concentración del sujeto en un
sector determinado de la realidad, esta dirigido por la funcion de la atención. Sus
principales alteraciones son:
Hiperprosexia: es la hiperactividad de la atención, que a veces se
logra por adiestramiento, pero que en psicopatología aparece en cuadros maníacos,
delirantes y lesionales cerebrales.
Esencias Florales: Dandelion, Lavander, Isopogon y Vervain.
Hipoprosexia: es una disminución de la atención común en las
depresiones y melancolías. También aparece en la oligofrenia, cuadros confusionales y
demenciales.
Esencias Florales: Shasta Daisy, Rabbitbrush, Cognis, Jacaranda,
Chaparral, Clematis, Madia y Peppermint.
Aprosexia: es la falta o disminución significativa, de la atención
voluntaria y espontanea. Se presenta en cuadros demenciales y confusionales, estados
de coma y agenesias.
Esencias Florales; ver en la tercera parte de este libro los cuadros
nosográficos mencionados.

II. Alteraciones del Pensamiento.


El pensamiento es una actividad psíquica que realiza la selección y el
ordenamiento de los conocimientos para orientarlos de acuerdo con el tema o la finalidad
perseguida. Se trata de un proceso complejo de elaboración de informacion, análisis y
critica. Muchos de estos segmentos representativos ocurren inconsciente o
preconscientemente de modo tal que no todo el pensar esta en el foco de la conciencia.
1. Alteraciones del ritmo.
Bradipsiquia: es un retardo en la actividad del pensamiento. Se
caracteriza por dificultad en la evocación de recuerdos, elaboración lenta de respuestas y
de la organización conceptual. del material escuchado. Se produce por varias causas:
confusiones mentales, demencias, oligofrenias, epilepsias y estados depresivos.
Esencias Florales: además de las correspondientes a los cuadros
mencionados se usa Chestnut Bud, Sage y Cayenne.
Taquipsiquia: aceleración de la actividad del pensamiento. Las
elaboraciones se hacen rápidamente a un ritmo que lleva a la "fuga de ideas". Aparece en
al manía, en ciertos delirios oníricos y cuadros esquizos.
Esencias Florales: Dandelion, Impatiens, Jacaranda y Mugwort.
2. Alteraciones de la coherencia.
Incoherencia: es la falta de continuidad y conexión lógica del
discurso ideativo. Se presenta siempre que falla la capacidad de regulación y
coordinación del pensamiento. Es común en estados confusionales, maníacos,
esquizofrénicos y delirantes crónicos.
Esencias Florales: Canyon Dudleya y las flores correspondientes a
los cuadros mencionados..
Fuga de ideas: es la perdida de la idea directriz en el proceso del
pensar y consecuentemente la prevalencia de múltiples ideas secundarias que se van
alternando en forma rápida a causa de estímulos internos y externos.
Esencias Florales: Jacaranda, Vervain e Impatiens.
Disgregación: es una forma de incoherencia caracterizada por la
existencia en el discurso de partes lógicamente organizadas y partes estructuradas a
neologismos, estereotipias, vervigeraciones, etc. Es típico del pensamiento
esquizofrénico.
Esencias Florales: Star of Bethlehem, Madia y las correspondientes
a los cuadros disociativos.
3) Alteraciones de la fluidez
Perseveración: es la repetición automática de una idea lógicamente
integrada al contexto, innumerables veces. Es común en diversos cuadros como
oligofrenias, esquizofrenias, algunas formas de epilepsia y psicosis organicas.
Esencias Florales: White Chestnut, Filaree, Boronia y Willow.
Estereotipia: consiste en la repetición de una idea independiente del
contexto del discurso. Es un relleno en al conversación. Cuando abarca sectores más
amplios del pensamiento se llama vervigeración.
Esencias Florales: Heather, White Chestnut, Star Of Bethlehem y
Dahilia.
Interceptación: es la interrupción sorpresiva y brusca del
pensamiento, vivida por el paciente con gran angustia y conciencia. Es frecuente en
cuadros disociativos de la personalidad.
Esencias Florales: Mountain Pennyroyal y las esencias usadas en
las psicosis disociativas.
Pararrespuestas: es una respuesta cuyo contenido no esta en
relación con al pregunta. El paciente contesta "de lado" y absurdamente. Es común en las
esquizofrenias.
Esencias Florales: Heather y las esencias recomendadas para las
psicosis disociativas.
Viscosidad: en este trastorno el pensamiento se encuentra ligado a
ideas de las cuales es difícil desprenderse. Los conceptos que el paciente expresa no se
encuentran jerarquizados y el sujeto se detiene en detalles inútiles como ocurre en los
epilépticos, obsesivos y débiles mentales.
Esencias Florales: Heather, Filaree, Nasturtium y Boronia.
Rigidez: consiste en una fijación "inmutable, persistente e
inmodificable de una idea directriz" (C. Goas), a la que acompaña una disminución
progresiva de las funciones representativas y perceptivas. Como consecuencia de este
proceso suelen surgir otros síntomas como excesivo detallismo, minuciosidad y
formalismo. Aparece en la esquizofrenia, en ciertos delirios y en forma más atenuada en
neurosis obsesiva.
Esencias Florales: Rock Water, Beech, Filaree, Rabbitbrush y las
esencias correspondientes a los cuadros mencionados.
4. Alteraciones del contenido
Ideas Fijas: son parasitarias y vividas por el sujeto como propias sin
ninguna conciencia de su carácter patógeno. Se presentan en la manía, en la melancolía
y algunas formas de obsesiones y se convierten en ideas prevalentes cuando alrededor
de ello se organiza un sistema de ideas delirantes como ocurre en los delirios celotípicos.
Esencias Florales: Nasturtium, Rock Water, Vine, Vervain, Boronia y
Beech.
Ideas Obsesivas: son egosintónicas y se organizan en torno de una
idea que resulta conflictiva y que aparece de modo repentino y compulsivo. Son
extremadamente rígidas y exageradas en relación al sentimiento que las acompaña.
Esencias Florales: Lotus, Basil, Filaree, Oak, Crab Apple y las
mismas administradas para las ideas fijas.
Ideas Delirantes: presentan la caracteristica de encontrase en total
contraposición con la realidad, siendo reconocidas por el sujeto como totalmente veraces.
A diferencia de la obsesiva, en donde el sujeto sabe de su inutilidad pero no puede
deshacerse de ella, aquí existe una convicción absoluta acerca de la certeza de lo
pensado. Las más comunes son hipocondríacas, de negación, expansivas, de
persecución, eróticas, místicas y de transformación.
Esencias Florales: Oregon Grape, Mountain Pennyroyal, Canyon
Dudleya, Crab Apple, Clematis, Elm y las recomendadas para los delirios.
Delirio: según Betta, es una "perturbación del contenido del
pensamiento, producto de un juicio desviado y tendencioso que elabora una trama más o
menos compleja y más o menos verosímil o absurda, pero siempre patológicamente
errónea y de cuya realidad el enfermo tiene completa certeza y se mantiene irreductible
en sus convicciones".
Para H. Ey, "es una radical modificación de las relaciones del
individuo con al realidad; es decir, la alienación del Yo consciente en una inversión de las
relaciones del yo con su mundo".
Psicoanalíticamente el delirio debe ser considerado como una
estructura que emerge en el psiquismo como fruto de la proyección en el mundo exterior
de conflictos, fantasías, temores y deseos inconscientes. La caracteristica de los delirios
es que:
“su aparición depende de necesidades y fantasías internas, siendo,
una vez instauradas, inaccesibles a la influencia de las personas que
rodean al sujeto. Por lo tanto, podemos decir que la falsedad es un
factor secundario en cuanto a que debemos considerar que una idea
es o no delirante, ya que lo primordial estriba en el mecanismo
inconsciente por el que se ha llegado a determinado convencimiento
de manera que, incluso, puede darse que una idea sea cierta y
delirante al mismo tiempo"(J. Coderch).
Según Jaspers, el delirio es un juicio patológicamente falseado, que
revela para Ey, una forma de existencia del Yo alienado o psicótico. Tal como las
alucinaciones, en algunos casos, los delirios pertenecen al tipo de realización de deseos;
pero, en general, son penosos y amenazantes. Representan un intento de sustituir
porciones pérdidas de la realidad, aunque en general, contienen elementos de la realidad
rechazada que, a pesar de todo, intenta regresar impulsos repudiados, al mismo tiempo
que exigencias proyectas.
Cabaleiro Goas centra su definición del delirio en torno de
considerarlo una grave alteracion de la personalidad. Ella va acompañada de la perdida
del juicio de realidad, lo que provoca que una idea errónea se incorpore como veraz, con
una profunda convicción subjetiva desplegándose hasta constituir un autentico sistema de
ideas que se convierten en creencias y que por lo tanto coloca al sujeto en que se
instaura, fuera de la realidad, hasta el punto de que dicho sistema se convierte en el eje
de su existencia.
De este modo los delirios pueden ser vistos más como una
consecuencia de un modo de funcionamiento patológico de la personalidad que una
perturbación del pensamiento.
En resumen, un delirio puede ser reconocido por la presencia de los
siguientes signos clínicos: pérdida del juicio de la realidad, ausencia de la conciencia de
enfermedad, convicción acerca de la veracidad de las ideas, no modificable por la
experiencia ni la lógica, incorporado a la personalidad, incorregible y autista.
En el esquema que se desarrolla a continuación se consideran los
dos aspectos (retracción-expansión)con que se manifiesta el Yo delirante, y además lo
que resulta de la conjugación de estos dos movimientos, que es el caso que con más
frecuencia se observa.
YO DELIRANTE

RETRACCIÓN EXPANSION
- ideas de negación del mundo - ideas de grandeza
- indignación moral - sentimiento de apropiación del mundo
- culpabilidad - adaptabilidad del mundo a los deseos del Yo.
- ideas hipocondríacas - Erotomanía. Se siente objeto de amor absoluto.
- ideas de frustración - Pensamiento inspirado y profético.
- perdida de la unidad del Yo
- ideas de influencia
- ideas de posesión

EXPANSION - RETRACCIÓN

- delirios de tipo persecutorio.


- el sujeto es tan importante como para ser el centro de atención, pero a la vez, enfoca
el mundo con una óptica negativista y lo siente como enemigo.

La etiología de los delirios es variada. Puede surgir como una


producción restitutiva dentro de un síndrome psicopatológico o a consecuencia de
procesos tóxicos, infecciosos, traumáticos, etc.
Cabaleiro Goas clasifica los delirios, desde el punto de vista
etiológico, en:
Delirios exógenos
Delirios exógenos orgánicos
Delirios orgánicos
Delirios paranoides
Delirios procesales
Delirios parafrénicos

Desarrollos paranoides o paranoicos


Delirios no procesales
Reacciones delirantes o paranoides
Subdelirios y reacciones deliroides

Delirios exógenos orgánicos: son los que aparecen a causa de


trastornos orgánicos o por factores externos. Los delirios exógenos son de carácter
agudo y sus formas clínicas más comunes son los delirios oniroides. Las causas
exógenas que actúan en la producción del delirio son muy variadas (tóxicas, encefalitis,
etc.).
Los delirios orgánicos son los que aparecen sobreagregados a
procesos orgánicos. Algunos de los cuadros que responden a esta causación son, por
ejemplo, los delirios arterioescleróticos, los megalomaníacos en la P.G.P., los
confusionales por traumatismos craneanos.
Cabaleiro Goas señala que "los delirios orgánicos muestran una
estructura en la que se entremezclan caracteres confusionales, alucinatorios y aquellos
provenientes del síndrome psicoorgánico, entre los cuales los de tipo amnésico favorecen
la presentación de confabulaciones sobre las cuales se montan delirios mal
sistematizados, influyendo en todo ello factores emocionales y estados de ánimo
morbosos de naturaleza endógena, desencadenados por la causalidad org nica cerebral,
o producidos por la especial localización de la alteración histopatológica, así como por
otros variados factores de naturaleza exógena que se sobreañaden casi siempre".
Delirios procesales: En base al concepto de proceso dado por K.
Jaspers, Cabaleiro Goas reúne en un mismo grupo las formas delirantes o paranoides y
parafrénicas.
Cualquiera sea el cuadro, el delirio paranoico posee un conjunto de
características propias, cuyo centro está en la vivencia delirante primaria a partir de la
cual se despliega el tema del delirio. Dado el origen de la producción patológica, a pesar
de las distintas formas en que aparece, el sentido de este delirio es de carácter
autorreferencial. Otros elementos notables son: la vivencia de ser impuesto desde el
exterior, la disgregación, su mala sistematización, el carácter permanente a que apunta
su desarrollo (déficit) y, en especial, el mecanismo interpretativo a través del cual se
conforma.
Cabaleiro Goas resume la descripción de este delirio de la siguiente
manera: "se caracteriza por ser primario, procesal, y por lo tanto, incomprensible
genéticamente, elaborado a partir de una vivencia delirante primaria -casi siempre una
percepción delirante-, la cual muestra, durante el período de actividad procesal, aquellas
cualidades de alteración del mundo externo, en virtud de las cuales se revela éste al
enfermo lleno de significaciones, cargado de autorreferencia".
Los delirios fantásticos o parafrénicos se caracterizan, según H. Ey,
por cinco síntomas básicos: el carácter patológico, el mecanismo imaginativo de
formación, la superposición de una realidad fantástica a la realidad objetiva, la ausencia
de disgregación, la conservación de la capacidad intelectual, la frecuencia del síndrome
alucinatorio y la edad de comienzo (tercer decenio de la vida).
El parafrénico es un delirio primario y procesal, de carácter
imaginativo y que no provoca deterioro en la personalidad. Es irreversible e
incomprensible genéticamente, al igual que el paranoide, pero, a diferencia de éste, tiene
una organización relativamente bien sistematizada.
Delirios no procesales: "Encuadramos dentro de esta
denominación a aquellos delirios y seudodelirios (reacciones deliroides) de naturaleza
secundaria, derivada de un estado de ánimo morboso, de elaboración fundamentalmente
psicógena o puramente reactiva o desencadenada y condicionada por una determinada
situación anímica no morbosa". (C. Goas).
El delirio paranoico constituye una "locura razonada", cuyas
características esenciales son: estructura lógica y sistematizada, los contenidos
autorreferenciales, generalmente persecutorios, del tema delirante y una evolución no
deficitaria, y por lo tanto, no demencial.
H. Ey, al referirse a este tipo de delirios, señala que "se van
desarrollando progresivamente a partir de las interpretaciones erróneas de la realidad,
como un devenir de la personalidad, como el relato de una novela" que aumenta sus
contenidos y complejidad día a día, pero que siempre mantiene una dirección
subordinada a la idea delirante directriz y de la cual el enfermo es el principal
protagonista. Se diferencian de los delirios procesales porque "aquí es la propia
personalidad la que se hace delirante"(C. Goas), de tal modo que la producción
patológica paranoica no es algo sobreagregado al sujeto, sino al desarrollo de sus
potencialidades psicóticas.
Contrariamente a los desarrollos, las reacciones delirantes son
conductas transitorias que nacen provocadas por factores externos o vitales, que actúan
sobre una predisposición morbosa de la personalidad del sujeto y cuya duración depende
de "la persistencia de la circunstancia que actuó como estímulo para que dicha reacción
tenga lugar" (C. Goas).
Son delirios lógicos y coherentes, donde los factores externos juegan
un rol muy importante y se extienden en una amplia gama de conductas, originadas por
distintos motivos, tales como hospitalizaciones, encierro carcelario y exilio.
Subdelirios y reacciones deliroides: Los subdelirios son
"manifestaciones delirantes que surgen en síndromes endógenos, especialmente en la
psicosis maníaco depresiva y, de un modo más concreto en los síndromes melancólicos"
(C. Goas), si bien pueden aparecer en otros cuadros, como manía y estados de ansiedad.
Las características dadas por Seglas y citadas por Ey para
diferenciar este subdelirio del resto de producciones delirantes, son seis: tonalidad
afectiva penosa, monotonía, pobreza en su desarrollo, emocionalmente muy intenso,
centrífugo y divergente, y cuyos temas se relacionan con el pasado y el futuro.
Son "creencias erróneas generadas por un estado de ánimo
morboso que por su estructura psicopatológica, su pobreza y tonalidad afectiva, siempre
acordes con el sentimiento que los originó y condicionó, no pueden ser consideradas
propiamente como delirios, aunque lo sean en germen, en estado naciente" (C. Goas).
Los contenidos de los subdelirios son incomprensibles.
Las ideas o reacciones deliroides son una forma de subdelirio de
corta duración, en el cual el sujeto que lo padece no posee la entera creencia subjetiva en
sus producciones.
La diferencia entre un verdadero subdelirio y una idea deliroide
radica en el origen de ambos procesos. El primero surge "a partir de un estado de ánimo
patológico, como en las psicosis; mientras que las ideas de tipo deliroide surgen de
estados de ánimo normales o anormales, provocados por ciertas situaciones vitales o en
personalidades psicop ticas entre determinados hechos" (C.Goas).
Este tipo de ideas o reacciones puede ser comprendido analizando
el estado de ánimo o las circunstancias en las cuales aparecieron. Son fácilmente
influenciables y a este hecho se debe su breve duración. No provocan deterioro.

CLASIFICACION DE LOS DELIRIOS


* Según su curso: un delirio puede ser agudo o crónico, con evolución deficitaria o no
deficitaria.
Estos términos se aplican comúnmente para las manifestaciones bruscas o intensas
(agudo) y las manifestaciones permanentes (crónico), según evolucione hacia un
deterioro total o demencia (deficitario) o se mantengan enquistados sin contaminar otras
reas de la personalidad (no deficitario). El delirio agudo es también la denominación con
que se conoce un síndrome grave, caracterizado por la agitación psicomotora intensa y
progresiva, alucinaciones, muecas faciales y trastornos neurovegetativos, especialmente
una rápida deshidratación e hipertimia, que ayudan al diagnóstico diferencial. Sin la
intervención médica sobreviene la muerte en un lapso de 3 a 12 días. Se presenta en
enfermedades infecciosas, después de un estado confusional, durante una
convalecencia, en accesos de paludismo, o aparece como el momento terminal de una
psicosis en la que impera la desnutrición.
Actualmente se llama delirio crónico a un grupo de psicosis caracterizadas por ideas
delirantes que hacen parte esencial del cuadro. Estas son creencias ficticias o fenómenos
intuitivos o ilusorios, imaginativos, alucinatorios o interpretativos, etc., que el enfermo vive
activamente y que colorean su relación con el mundo. Estos enfermos difícilmente
remiten, una vez instalados en la personalidad.
Actualmente se llama delirio crónico a un grupo de psicosis caracterizadas por ideas
delirantes que hacen parte esencial del cuadro. Estas son creencias ficticias o fenómenos
intuitivos o ilusorios, imaginativos, alucinatorios o interpretativos, etc., que el enfermo vive
activamente y que colorean su relación con el mundo. Estos enfermos difícilmente
remiten, una vez instalados en la personalidad.
* Según su estructura: los podemos clasificar como sistematizados o no
sistematizados.
Son sistematizados cuando las ideas delirantes constituyen un método inconmovible
que forma parte de la personalidad del enfermo, teniendo una coherencia interna que le
permite mantenerse dentro de límites, que dan peso y consistencia a su argumento.
Dichas ideas no se desgastan y no pierden fuerza afectiva. Todo conocimiento o todo
hecho pasa a ser englobado en el sistema delirante, que puede ser mono o pluritem tico,
pero siempre organizado y coherente.
Los delirios no sistematizados, en cambio, no poseen orden ni claridad, son como un
conjunto de creencias delirantes diferentes, que no poseen fuerza propia, ni se
consolidan en un sistema que agrupe y anexe las ideas en forma unitaria, por lo cual el
delirio va careciendo de fuerza y se empobrece con el transcurso del tiempo.
* Según sus contenidos: encontramos una extensa variedad, de la cual tomaremos
los ejemplos más representativos.
Delirio de persecución: es un delirio en el que el sentimiento predominante es el
temor al ataque, al rapto, al atropello ocasionado por parte del resto de la gente, seres y
objetos que están acechando permanentemente la vida del delirante. La formación del
delirio de persecución se facilita por el mecanismo de la proyección, que lleva fácilmente
a interpretaciones incorrectas de la realidad. Sirve para aliviar la ansiedad de la culpa, y
como una medida más para contrarrestar el ataque a la autoestimación.
Delirio de perjuicio: es una variedad del delirio de persecución que consiste en la
creencia del enfermo de ser víctima de hostilidades y molestias que lo llevan a sentirse
constantemente disconforme y desvalorizado.
Delirio hipocondríaco: el enfermo experimenta perturbaciones cenestésicas o
sensaciones que lo conducen a ideas delirantes acerca de enfermedades incurables que
padece, órganos inexistentes, etcétera.
Delirio de grandeza: el sentimiento de omnipotencia impera y el delirante se
siente capaz de efectuar toda clase de actos, hazañas y milagros, creyéndose un gran
personaje, que a veces asume una forma histórica, mística o extraterrena. Los delirios de
grandeza se originan en el sentimiento de incapacidad, inseguridad o inferioridad, cuyo
reconocimiento consciente se impide por los componentes afectivos e ideativos
exagerados del delirio; el contenido de los delirios de grandeza indica muy
frecuentemente la naturaleza de las frustraciones previas. Su significado simbólico no es,
habitualmente, muy complicado y se analiza muy fácilmente.
Delirio místico: coincide con sentimientos placenteros que conducen a estados
vividos como de buenaventuranza; por lo general va asociado con alucinaciones en las
que santos, vírgenes y dioses se comunican con el enfermo beatificándolo y
constituyéndolo en su elegido y enviado para propagar su mensaje en la tierra.
Delirios pasionales: se llama así a un conjunto de delirios en los que la estructura
típica se encuentra exacerbada, y se revela como una afectividad patológica en cuanto
sus contenidos son esencialmente imaginativos, cristalizados, inconmovibles e imper-
meables a toda evidencia. Dentro de estos delirios de exaltación pasional distinguimos: el
celotípico y el erotomaníaco.
a) Delirio celotípico: se basa en una situación triangular en la que se vive
fantaseadamente una relación de pareja. El miembro delirante se siente traicionado,
víctima de toda clase de engaños y forzado a actuar morbosamente en contra de
supuestas intenciones de su pareja y del presunto rival, vigilando, investigando y tratando
de probar por todos los medios, la veracidad y consistencia de sus sospechas de
infidelidad, y buscando justificación en sus celos desmedidos, originados en detalles
insignificantes, pero en los que él ve toda clase de ultrajes a su honor.
b) Delirio erotomaníaco: en este tipo de delirio prevalece la ilusión delirante de
ser amado, de concentrar pasión amorosa de varias personas, pasando cada uno de
estos amores por diferentes etapas de esperanza, despecho y rencor, cuando el
transcurso del tiempo demuestra la no concreción de los afectos. Estos enamoramientos
pueden ser platónicos o sexuales, están dirigidos a alguien que no sabe ni llegará quizás
a enterarse nunca que constituye un objeto amoroso.
Suelen ser amores imposibles por múltiples causas y se actúan a través de la
vigilancia y el control, inclusive a distancia, de la persona amada, buscando significados
de respuesta afectiva en cada uno de los actos que ésta realiza.
Delirio de reivindicación: bajo este rubro se agrupan los delirios cuyos temas
centrales descansan en la consecución de justicia y amparo y reconocimiento de valores,
hazañas o derechos que supuestamente les son negados. Se caracterizan porque los
enfermos se muestran tercos, fanáticos en sus convicciones y empecinados en lograr su
objetivo a pesar de todas las trabas y fracasos. Por ejemplo, los querellantes, que
acumulan proceso tras proceso, persiguiendo el triunfo de una venganza, clamando sin
cesar por sus derechos, sus propiedades o su honor, en medio de la exasperación de
sentir que todo el mundo es enemigo y está en su contra.
Los inventores son otra clase de delirantes que demandan por el plagio de alguna
"creación" que les pertenece, y viven tomando precauciones y ocultando sus
"descubrimientos", luchando contra intrigas o conspiraciones montadas, según ellos, para
desposeerlos de sus inventos.
Por último, otro tipo de delirantes son conocidos como idealistas, personajes que
luchan en pro de una reforma del mundo o las instituciones; sueñan con mejorar sistemas
o sus impulsos filantrópicos los llevan a instrumentar campañas publicitarias, panfletos o
cualquier arma que sirva a sus ideales.
Delirio depresivo: el delirio depresivo representa frecuentemente la expresión o
racionalización ideativa de una expresión afectiva. La depresión se origina fácilmente
cuando al debilitarse la represión, el material mental, compuesto de deseos, recuerdos e
ideas de naturaleza emocional dolorosa, pasa a la conciencia. El delirio depresivo
representa, frecuentemente, la racionalización de una depresión que tuvo origen en una
tendencia hostil inconsciente hacia personas contra las que no deberían dirigirse tales
sentimientos o tendencias.
Los delirios depresivos se expresan a menudo en ideas de culpabilidad,
enfermedad o pobreza; cuando se debilita la represión de tendencias deseadas,
inconscientemente repudiadas, pueden brotar ideas de culpabilidad y de pérdida de la
autoestimación. El enfermo, en su afán de racionalizar el vago sentimiento de debilidad
que brota en su conciencia, formula ideas de autoacusación. Las tendencias hostiles
inconscientes pueden proyectarse hacia afuera dando origen al miedo a ser castigado. En
resumen, cualquier factor psicológico que haga sentir al paciente que está colocado fuera
de su grupo social por algo indeseable e inaceptable, puede dar lugar a delirios de
culpabilidad y, en consecuencia, a la depresión.
Las ideas de enfermedad pueden, ocasionalmente, tener origen en trastornos
cenestésicos producidos en vísceras que, a través del aparato endocrino y del sistema
nervioso autónomo, son influenciadas por los estados emocionales. Los intentos de
racionalización de tales sensaciones cenestésicas pueden originar delirios en los que el
paciente cree sufrir distintas enfermedades.
Las ideas de pobreza son habitualmente la representación ideativa de un
sentimiento subjetivo de pérdida del valor social; los delirios de culpabilidad pueden ir
acompañados de esas ideas de pobreza, desplazándose entonces la idea de indignidad
hacia el símbolo de valor más generalmente reconocido: el dinero. Algunas veces, en los
delirios depresivos aparecen ideas nihilistas, expresando entonces el enfermo que él no
tiene cerebro, o sentimiento, o que está muerto, o que otras partes de la realidad no
existen ya; tales ideas nihilistas tienen su origen probablemente en vagos sentimientos de
cambio emocional, o en el sentimiento subjetivo de irrealidad y de alteración de la
personalidad. Esta sensación subjetiva de ausencia o cambio se racionaliza en las ideas
de aniquilación.

* Según su mecanismo de formación, los delirios pueden clasificarse en:


Delirio interpretativo: es un delirio crónico sistematizado, correspondiente a las
psicosis paranoicas. Está consustanciado con la personalidad del delirante y tiene un
desarrollo ordenado, coherente y claro alrededor de un tema principal. Su construcción
parte de una base de elementos falsos, erróneos o ilusorios, pero son tratados con cierta
lógica, en forma razonada, por lo cual edifican una convicción, una creencia que se va
fortaleciendo en el pensamiento lúcido del enfermo, cuyos delirios hacen que los
observadores puedan llegar a considerarlos plausibles y que a veces convenzan a otras
personas, por ejemplo familiares, induciendo la participación de otros en la acción que
motiva el delirio.
Estos delirios se construyen por enriquecimiento y complejización de su contenido,
a través de la continua interpretación de los hechos en función del tema dominante, lo
cual va formando un sistema delirante, susceptible de enquistarse y racionalizarse, una
vez que ha quedado elaborado el argumento principal.
Algunas de las formas que adoptan estos delirios se destacan por su exaltada
manifestación, por el postulado o idea fundamental a la que se subordina toda la
conducta y por su desarrollo en sector, o sea que el delirio constituye un aspecto parcial
de la realidad, a la que penetra como una cuña y hace que a veces se yuxtaponga con
ésta; de ahí el significado etimológico del término paranoia (para: al lado; noia:
conocimiento), es decir, la coexistencia de la realidad concreta con una inserción de
realidad delirante.
Delirio imaginativo: se caracteriza por la dimensión fantástica que adopta el tema,
por la riqueza de imaginación puesta a su servicio, porque el enfermo sigue adaptado al
mundo real a pesar de los contenidos fantaseados, que proyecta en él, por la carencia de
sistematización de su estructura, porque la capacidad psíquica del enfermo no se
deteriora por ser un delirio de evolución no deficitaria.
Este tipo de delirio conforma una entidad nosográfica denominada parafrenia,
psicosis que se centra en la lenta o rápida, según los casos, expansión del pensamiento
mágico que da lugar a toda una mitología fantástica que admite: metamorfosis de todo
tipo, influencias, persecuciones, etc., donde intervienen seres sobrenaturales, potencias
extraterrenas, etc. La fabulación se impone a la alucinación, que cede paso a toda una
producción imaginativa y una ideación exuberante que evoluciona adaptando floridos
matices, pero que van desgastándose con el tiempo, pudiendo llegar a la demencia.
Estos enfermos no poseen gran vigor psíquico ni luchan por imponer sus ideas; se limitan
a relatarlas como fábulas, indiferentes a si los demás comparten o no sus creencias. El
delirio no perturba la actividad común del individuo, siempre que no actúe algún
disparador, como palabras o situaciones que se relacionen con el argumento central del
delirio.
Delirio intuitivo (o paranoide): este delirio corresponde a la llamada forma
paranoide de la esquizofrenia. Se lo puede concebir como no sistematizado y con una
coherencia sólo circunstancial, que va perdiendo fuerza, y deteriorándose hasta culminar
en la demencia.
La intuición es el mecanismo que juega en la construcción del delirio, manifestada
en las respuestas "al vuelo" y ad hoc que dan los enfermos, cuando se indagan las ideas
o los elementos que componen sus creencias. Estas respuestas pueden ser absurdas,
inconexas y fragmentarias, siendo sólo tanteos que pueden no guardar relaciones de
lógica y coherencia con otros aspectos de su delirio.
Este delirio ocupa un lugar secundario, pues se instala en un cuadro procesal
grave, junto a alucinaciones y otras manifestaciones que llevan a la desintegración de la
personalidad.
Delirio sensorial (o alucinatorio): se caracteriza por los fenómenos alucinatorios
y de automatismos, que configuran percepciones que inducen al enfermo a la afirmación
dogmática de sus ideas.
El delirante "ve", "siente", "huele" cosas extrañas en los actos, en los sabores, en
los fluidos, en su cuerpo o en los pensamientos que le son "transmitidos"; en general,
reacciona con asombro pasivo ante su alucinación. La superestructura delirante se
adiciona a los sucesos alucinatorios que van desde las voces escuchadas interna o
externamente, las falsas sensaciones o automatismos sensoriales, hasta los movimientos
de la musculatura general, impuestos o forzados, que constituyen el automatismo
psicomotor.
Los delirios hipocondríacos o de negación son ejemplos de delirios sensoriales o
alucinatorios.
Delirio onírico: el enfermo relata y vive un delirio de connotaciones oníricas,
suspendido en un estado intermedio entre la realidad y el sueño, que va rellenando con
evocaciones y ficciones del mundo fantástico de sus ensoñaciones y pesadillas. Estas
son tomadas como verdaderas realidades vividas y recordables. Este delirio aparece en
casos de algunas enfermedades infecciosas, febriles o tóxicas.

CLASIFICACION DE LOS DELIRIOS

Tipos de delirios Característicos de

Agudo Psicosis confusionales


Según su curso Sub-agudo Psicosis sifilítica
Crónico Psicosis paranoicas

Sistematizados Psicosis paranoicas


Según su estructura No-sistematizados Parafrenias

Interpretativas Psicosis paranoica


Según su mecanismo Imaginativos Parafrenia
de formación Intuitivos Delirio paranoide de la esquizofrenia
Alucinatorios Psicosis alucinatorias
Oníricos Psicosis tóxicas

Deficitarios Delirios paranoides de la esquizofre-


nia
Según su evolución
Psicosis paranoicas
No deficitarios Psicosis alucinatorias crónicas
Psicosis fantásticas

Persecutorios
Perjuicios
Hipocondríacos
Megalomaníacos
Místicos
Según su tema
Pasionales Celotípicos Algunos casos de
Erotomaníacos psicosis alcohólicas

Reinvidi- Querellantes
catorios - Inventores Psicosis paranoicas
idealistas

Esencias Florales: Forget-Me-Not, Yarrow, Iris, Canyon Dudleya, Oregon Grape,


Mountain Pennyroyal, Clematis, Star Of Bethlehem, Sun Dew, Dahilia, Gum Plant, Lima
Beam, Orquídeas del set de Orquídeas del Amazonas y las esencias recomendadas en
las diferentes psicosis.

C. Sistema de Expresión.
Finalmente el sujeto luego de recepcionar y procesar la informacion, produce
una respuesta en términos de conducta. Esta expresión puede realizarse por varios
canales diferentes: verbal, motriz, tímico, visceral y de acción.
Se trata siempre de predominios, y según estas prevalencias, se establecen
modos habituales de comunicación e interacción.
Incluimos en esta sección las patologías correspondientes al lenguaje, la
psicomotricidad y la afectividad.

I. Alteraciones de la Afectividad.
Lo afectivo implica un tipo de relación entre el sujeto, su mundo y el
mundo exterior. Su principal caracteristica es el sincretismo y su capacidad para totalizar
la personalidad. Las respuestas afectivas se expresan en sentimientos, emociones y
pasiones y siempre acompañan cualquier tipo de conducta del sujeto. Inclusive suele
manifestarse por medio de equivalentes sintomáticos, como pro ejemplo en la ulcera en
donde el odio y el rencor reprimido "sangran por su herida".

1. Alteraciones cuantitativas.
Hipertimia: es un trastorno endógeno de la afectividad que consiste
en la hipertrofia del afecto con respecto a las demás funciones psíquicas. Se da en
epilepsias, euforia, tumores del lóbulo frontal, hipomanía, manía, melancolía, depresión y
esquizofrenia.
Esencias Florales: Dandelion, Scleranthus, Vervain, Agrimony,
Cherry Plum, Holly y Black-Eye-Susan.
Hiperemotividad: es una alteracion reactiva y consiste en la
respuesta emotiva exagerada con respecto a una situación externa.
Esencias Florales: las mismas que en el caso anterior y las
especificas de acuerdo a la naturaleza del motivo desencadenante. Actuan muy
benéficamente en este caso el Waratah y el Rescue Remedy.
Hipotimia: se trata de una disminución global de los afectos. Se
observa en esquizofrénicos, depresivos, dementes y oligofrénicos.
Esencias Florales: Tansy, Peppermint, Gorse, Sweet Chestnut y las
especificas de cada cuadro nosográfico mencionado.
Hipoemotividad: consiste en la escasa reacción afectiva antes los
estímulos del medio.
Esencias Florales: las mismas que en el caso anterior y los
remedios de emergencias y rescate.
Atimia: es la ausencia total del tono afectivo. Es muy común en las
psicosis disociativas, oligofrenias y demencias profundas.
Esencias Florales: se utilizan los remedios de rescate y
emergencia, Star of Bethlehem y las esencias especificas de cada cuadro nosográfico.
2. Alteraciones cualitativas.
Tristeza: es un estado afectivo provocado por pérdidas y que se
expresa corporalmente por el abatimiento del tono muscular y de la actividad gestual.
Cuando se ancla durante mucho tiempo y polariza la actividad del sujeto se hace
patológico dando lugar a la depresión y la melancolía. También puede ser signo
prodrómico de un proceso esquizofrénico.
Esencias Florales: Buttercup, Madia, Borage, Yerba Santa, Gentian,
Star, Gorse, Wild Rose, Arnica, Boronia, Sturt Desert Pea, Red Suva Frangipani y Sweet
Chestnut.
Euforia: se trata de un trastorno expansivo en donde la persona ve
el mundo amplio y ensanchado y se siente capaz de todo. Se da en la manía y las
psicosis tóxicas.
Esencias Florales: Larkspur, Dill, Dandelion, Vervain, Rescue
Remedy y Waratah.
Angustia: es una conducta afectiva de carácter global que se
presenta acompañada generalmente de signos corporales(ahogo, taquicardia,
transpiración, etc. ) y una sensación psíquica de desgarramiento y estado de alerta.
Esencias Florales: Yerba Santa, Red Clover, Chamomille, Dog
Rose, Crowea, Waratah, Agrimony, Chicory, Vervain, Sweet Chestnut, Aspen, Red
Chestnut, Cherry Plum y Remedios de Rescate.
Indiferencia: consiste en un trastorno reactivo en donde se destaca
el aislamiento afectivo, respecto del medio, tal como suele apreciarse en las psicosis
disociativa y depresiones profundas.
Esencias Florales: además de los remedios de rescate y el Waratah
es conveniente utilizar las esencias recomendadas en cada cuadro.
Egoísmo: se trata de un afecto en donde el sujeto dirige sus
esfuerzos a tomar posesión del mundo y de sus semejantes que puede conducir a la
egolatría. Se destacan rasgos de codicia, avidez, afán de lucro, avaricia, tacañería y el
afán de poseer.
Esencias Florales: Bleeding Heart, Trillium, Star Thistle, Kangaroo
Paw, Red Helmet, Rough Blue Bell, Bush Gardenia, Holly, Chicory, Heather, Willow y Vine
Poder: es un estado afectivo que busca el imponer su autoridad y
dominar a los otros. Aparece como arrogancia, presunción, autoritarismo, irritabilidad
frente a la oposición y "codicia moral".
Esencias Florales: Vine, Chicory, Beech, Larskpur y Lotus.
Resentimiento: es un sentimiento en el cual el sujeto siente que el
otro logra y posee aquello que justamente el no ha conseguido obtener. Esto lo lleva a
desear causarle daño sin que medie razón o motivo alguno.
Esencias Florales: Willow, Holly, Dogwood, Golden Ear Drops,
Mugwort, Canyon Dudleya, Oregon Grape, Saguaro, Scarlet Monkey Flower, Mountain
Devil, Dagger Hakea y Southern Cross.
Venganza: a diferencia del resentimiento o rencor en la venganza
existe una causa en la cual la persona siente que sus intereses han sido dañados por otro
y esto justifica su reacción retaliativa o de revancha.
Esencias Florales: los mismos que en el caso anterior
Sufrimiento: es una vivencia causada por el dolor físico o psíquico.
En el la persona experimenta el aislamiento, la desorganización psicofísica, la
vulnerabilidad y especialmente el hecho que en la vida misma esta la posibilidad de
sufrimiento. Pero al mismo tiempo esta experiencia ayuda a descubrir aspectos
generalmente ocultos de si mismos. Es una señal que advierte aspectos que hay que
modificar.
Esencias Florales: Impatiens, Remedios de Rescate, Waratah,
Penstemon, Boronia, Aloe Vera, Arnica, Sturt Desert Pea, Sturt Desert Rose, Blue Bell,
Five Corners y Tall Yellow Top. En el caso de dolores desplazados al cuerpo existen un
numero importante de esencias que actuan benéficamente.
* Fastidio: es una emoción en la cual la persona reacciona
irritándose por algo. El humor se vuelve agrio y siente que se consume por no haber
conseguido o logrado algo o porque no se lo ha reconocido y estimado. En cierto modo
es una actitud de protesta impotente.
Esencias Florales: Indian Paintbrush, Holly, Willow e Impatiens.
Aburrimiento: es una emocion en la cual la satisfacción y el placer
se detiene o desaparece. La vida se muestra insípida, vacía y desierta como si nada
pudiera motivar el disfrute.
Esencias Florales: Tansy, Zinnia, Orquídea Alegría, Peach-
Flowered-Tea-Tree, Paw Paw, Wild Rose y Agrimony.
Repugnancia: es la vivencia en la cual el sujeto rechaza a un objeto
que se convierte en desagradable y antipático y desea no tomar contacto con el. Lo que
motiva la repugnancia se ha convertido en repelente. Hay una diferencia entre asco y
repugnancia. En el primer caso el sujeto se siente repelido y busca alejarse o evitar,
mientras que en el segundo la actitud es de apartar activamente lo quem produce
rechazo.
Esencias Florales: Billy Goat Plum, Manzanita, Crab Apple,
Chaparral, Lotus, Beech y water Violet.
Aflicción: el sujeto siente que ha perdido la plenitud, dirección y
sentido de su existencia. Se siente vacío y el mundo se ensombrece. Su tendencia
psíquica, bajo esta emocion, es la introversión. La persona se encierra dentro de si y se
aleja del mundo externo.
Esencias Florales: Star of Bethlehem, Borage, Yerba Santa,
Dandelion, Boronia, Sturt Desert Pea, Zinnia y Orquídea Alegría, Fuchsia y Fairy Lantern.
Pánico: esta emocion esta asociada a la muerte. Frente a una
amenaza o visión de la muerte el sujeto se siente sobrecogido, temeroso, y provoca un
movimiento de huida. Cuando esta amenaza aparece de forma súbita e inesperada y
causa un shock que pude llegar a la paralización de los movimientos y los ritmos vitales
hablamos de susto.
Esencias Florales: Remedios de Rescate, Red Clover, Black-Eyed
Susan, Grey Spider Flower, Waratah, Rock Rose, Star of Betlhehem y Aspen.
Miedo: en esta emocion el sujeto siente que a el o a otras personas
les pueden llegar a suceder algo que los dañe o les sea nocivo. Se trata de circunstancias
vividas como externas, que ponen en peligro y que revisten la cualidad que no se trata de
amenazas actuales sino posibles. Esto lleva a la persona a conductas de evitación,
protección y huida. El punto extremo de esta vivencia es la fobia.
Esencias Florales: Aspen, Mimulus, Red Chestnut, Cherry Plum,
Dog Rose, Grey Spider Flower, Garlic y consultar en la sección nosográfica el capitulo de
Fobias.
* Vulnerabilidad: esta emocion se asocia a la indefensión. El sujeto
se siente a merced de las cosas, de los otros o de las circunstancias y sus defensas son
insuficientes para protegerlo.
Esencias Florales: Garlic, Pink Monkey Flower, Red Clover, Saint
John's Wort, Yarrow, Pink Yarrow, Walnut, Angelica y Fringed Violet.
Ira: es un sentimiento agresivo que busca el ataque contra aquello
que provoco esta vivencia. Tal como lo define Larch la ira "es siempre un furor destructor"
donde queda anulada la capacidad reflexiva. La cualidad de aquello que despierta ira se
vincula con comportamientos que perturban o limitan o que oponen resistencia a las
demandas y necesidades.
Esencias Florales: Holly, Willow, Cherry Plum, Impatiens y Scarlet
Monkey Flower.
Envidia: en esta emocion el sujeto se ve desbordado por un
incontrolable deseo de poseer y querer quitar lo que el otro posee. Se siente infeliz ante
los valores ajenos.
Esencias Florales: Holly y Trillium.
Desconfianza: consiste en no creer en que las circunstancia o la
gente puedan entrañar una cualidad positiva. Surge entonces la suspicacia y la necesidad
de cuidarse y prevenir ante la posibilidad del engaño.
Esencias Florales: Dogwood, Mallow, Baby Blue Eyes, Self Heal,
Oregon Grape, Pink Mulla Mulla, Holly y Willow.
Celos: surgen de un afán de posesión egoísta. El sujeto siente que
esta en peligro o cuestionado por un tercero su rol en relación a alguien que ama. Los
celos demandan exclusividad pueden llevar a la persona a comportamientos desbordados
y agresivos.
Esencias Florales: Holly, Oregon Grape, Chicory y Slender Rice
Flower.
Vergüenza: esta vinculada al sentimiento de inferioridad. Se asocia
a la perdida de imagen, prestigio o valor para los otros y a la baja autoestima del sujeto
hacia si mismo, su cuerpo o sus cosas. La vergüenza es un sentimiento en donde la
persona se siente poco digno por algo que tiene, por algo que le falta o por algo que ha
hecho.
Esencias Florales: Crab Apple, Basil, Pink Monkey Flower, Mallow y
Manzanita.
Odio: es una emocion en la cual el sujeto siente antipatía y
desprecio por otra persona que tiene para el una significación afectiva importante. A
veces se acompaña de deseos destructivos y siempre es un afecto negativo y opuesto al
amor.
Esencias Florales: Scarlet Monkey Flower, Holly y Mountain Devil.
Desesperación: en esta emocion el sujeto se siente sin salida,
caminando en la cuerda floja, como frente a un muro que no le deja avanzar, angustiado y
sin esperanza. Su existencia ha perdido el sentido y se siente profundamente desgarrado
interiormente.
Esencias Florales: Sweet Chestnut,, Waratah, Sunshine Wattle,
Borage y Scotch Broom.
Amargura: es un sentimiento en el cual el sujeto esta siempre hostil,
irritado, apunto de enojarse, y con un permanente fastidio hacia las circunstancias y
personas que lo rodean. Su visión del mundo es negativa. Se siente insatisfecho,
encadenado a la vida y vacío.
Esencias Florales: Willow, Holly, Dagger Hakea y Mountain Devil.
Ambivalencia: en este estado el sujeto siente que ama y odio,
acepta y rechaza simultáneamente a una persona o situación.
Esencias Florales: Scleranthus, Holly, Calla Lily, Manzanita,
Pomegranate, Self Heal, Shooting Star, Wild Oat.
Culpa: el sujeto se siente responsable por lo que ha hecho o no ha
hecho. Siente como si dentro de si algo lo acusara, le reprochara y lo hiciera sentir mal.
Esencias Florales: Crab Apple, Deer Brush, Mullein, Larch, Sturt
Desert Rose, Confid Essence, Pine, Pink Monkey Flower.
Soledad: es el sentimiento de estar aislado de los otros y del mundo,
sin poder conectarse y necesitando la comunicación y la compañía.
Esencias Florales: Heather, Impatiens, Water Violet, Violet, Oregon
Grape, Mallow, Pink Monkey Flower, Sweet Pea.
Indecisión: es la contrapartida emocional de la duda. El sujeto
siente que no puede decidirse. Puede estar acompañado de ansiedad o temor.
Esencias Florales: Mullein, Tansy, Buttercup, Penstemon, Scotch
Broom. Self Heal, Sunflower, Cerato, Scleranthus, Wild Oat. Angelica, Calla Lily, Bauhinia.

II. Alteraciones de la motricidad y la acción.


La motricidad y la acción constituyen modos de expresión de emociones
e ideas. En términos generales se trata de uno de los códigos que da a conocer más
fielmente lo que sucede interiormente dentro de la persona.
Por muchas causas, psicológicas u organicas, esta área de la conducta
puede verse afectada parcial o globalmente dando lugar a la aparición de una serie de
síntomas y signos patológicos

1. Alteraciones cuantitativas.
Abulia: es la disminución total de la actividad. La actitud del paciente
es de gran desinterés hacia los demás sin encontrar ninguna motivación para la acción.
Es típica de los síndromes distímicos aunque puede aparecer en otras patologías como la
esquizofrenia. En la abulia melancólica el paciente experimenta en forma dolorosa la
sensación de impotencia, de no poder, de no ser capaz que se mantiene durante largos
periodos de tiempo.
Esencias Florales: Wild Rose, Gorse, Silver Princess, Banksia
Robur y Tansy
Bradibulia: es una forma menos intensa que la abulia. El enfermo
da claras muestras de la disminución global de su capacidad para iniciar
comportamientos que, cuando se ejecutan, se hacen de manera lenta y pausada.
Esencias Florales: las mismas que para la abulia.
Hiperbulia: es el polo opuesto de la abulia. Se trata de una
excitación psicomotriz, en donde el numero y la velocidad de los movimientos están
aumentados sin coordinación. Puede llegar hasta la agitación en donde el enfermo no
puede estar un momento en reposo, marcha de un lado al otro incesantemente, sala,
corre, gesticula, etc.
Esencias Florales: Chamomille, Dandelion, Black Eyed Susan,
Waratah y todos los remedios de rescate.

2. Alteraciones cualitativas.
Automatismo: es la ejecución de ciertas acciones independientes
del control voluntario asociadas o no a la perdida de la claridad de la conciencia como
ocurre en las epilepsias. Pueden tratarse de comportamientos simples como un gesto, un
movimiento o bien de actos complejos que se llevan a cabo en forma totalmente
automática y sin que el sujeto pueda evitar su aparición. Las más importantes formas de
automatismo son: actos impulsivos, conductas automáticas, actos obsesivos, acting, tics,
temblores, convulsiones y espasmos.
a) Actos impulsivos: el sujeto lleva a cabo conductas súbitas y
violentas, movido por una fuerza o pulsión interna incoercible e involuntaria. La verdadera
impulsión es inconsciente y con amnesia posterior, pero también existen
comportamientos de esta especie llevados a cabo con lucidez. Son muy frecuentes en
psicopatías, hipomanías, neurosis obsesivas, crisis alcohólicas y traumatismos craneales.
Esencias Florales: Cherry Plum, Black Eyed Susan, Impatiens,
Chestnut Bud, Jacaranda y Vervain.
b) Actos Obsesivos: son conductas absurdas que se ejecutan
contra la voluntad, el deseo y la lucha del sujeto que se opone a su aparición. Para
defenderse recurre a la organización de rituales y ceremoniales que simbólicamente
sirven para conjurar el peligro.
Esencias Florales: Lotus, Peppermint, Crab Apple, Cherry
Plum, Rock Water y las esencias recomendadas para las neurosis obsesivas.
c) Acting: es un comportamiento en" corto-circuito", de
naturaleza brusca, inmotivada y agresiva, en donde los procesos mentales han sido
suprimidos en beneficio de la acción.
Esencias Florales: Vine, Cherry Plum, Black-Eyed-Susan
Chestnut Bud, Numteg y Star of Betlhehem.
d) Tics: son una forma de acto impulsivo y motriz que se repite
frecuentemente de manera involuntaria. Son movimientos estereotipados e intempestivos
que representan un equivalente simbólico de descarga de agresión reprimida. El paciente
los vive como extraños, irresistibles e incontrolables.
Esencias Florales: Dandelion, Filaree, Black Eyed Susan y las
esencias recomendadas para actos impulsivos.
e) Temblores: son movimientos rítmicos de poca amplitud y
localizados en zonas corporales especificas.
Esencias Florales: Cherry Plum, Rosemary, Trumpet Vine y
Filaree.
f) Convulsiones: abarcan la totalidad de la musculatura. Son
generalizadas y responden a descargas sincrónicas de la corteza cerebral. Se
acompañan de perdida de conciencia y amnesia posterior.
Esencias Florales: Blue Bell, Black-Eyed-Susan, Cherry Plum,
Nasturtium, Spinifex, Mountain Devil y las esencias recomendadas para cuadros
epilépticos.
g) Espasmos: son crisis tónica que aparecen en histerias,
asma y epilepsias y consisten en una contracción lenta o brusca, cuya duración varia.
Esencias Florales: Red Grevillea, Dog Rose, Dandelion y las
mismas recomendadas para convulsiones.
h) Conducta automática: el sujeto reacciona ante una orden
automáticamente, cumpliéndola compulsivamente, o imita las palabras o los gestos y
movimientos de otra persona como en la ecolalia y la ecopraxia. Es un signo típico de la
esquizofrenia.
Esencias Florales: usar las recomendadas para psicosis
disociativas.
Negatividad: no se trata de una oposición planeada, sino automática
que se traduce en conductas tales como no querer responder a preguntas, no obedecer
ordenes, no aceptar alimentarse etc. Es frecuente en las hebefrenias y un signo
patognomónico de las catatonías.
Esencias Florales: se recomiendan las mismas usadas para las
psicosis disociativas.
Paracinecias: son movimientos de tipo parasitario, que llegan a
deformar a los movimientos habituales. Las más comunes son estereotipias, manerismos,
hipercinecias y ecopraxia (que puede ser incluida como una conducta automática).
a) Estereotipias motrices: es la repetición de un mismo acto o
gesto en forma iterativa como ocurre con el "morrito" catatónico.
Esencias Florales: se recomienda las mismas usadas en
psicosis disociativas.
b) Manerismo: comportamiento en donde están sobreagre-
gados los gestos y movimientos. Frecuentes en psicosis esquizofrénicas, delirantes y
epilepsias.
Esencias Florales: se recomienda las señaladas para cada
uno de los cuadros mencionados en la tercera parte de este libro.
c) Hipercinecias: movimientos rítmicos y estereotipados de
carácter lucido muy comunes en las oligofrenias.
Esencias Florales: Cherry Plum, Scleranthus, Star of Bethle-
hem y las recomendadas para el cuadro mencionado en la tercera parte de este libro.
Interceptación Psicomotriz: la conducta se suspende bruscamente,
el paciente se queda detenido en una determinada pose y no hay perdida de conciencia.
Esencias Florales: las mismas que se recomiendan en psicosis
disociativas.
Estupor: es un estado de inercia, de torpeza, de pasividad que se
pueden presentar en el transcurso de diversas patología como delirio agudo, catatonia,
etc. pero que caracteriza una de las formas de melancolía aguda. Los enfermos
permanecen durante semanas en un estado de inmovilidad completa, no reclaman
alimento, concentrados en ellos mismos y los rasgos fijos con una expresión dolorosa.
Las formas más importantes son: melancólico, confusional. Post traumático, epiléptico,
maníaco y catatónico.
a) Estupor melancólico: tiene una diferencia sustancial con el
esquizofrénico, la vida mental sigue funcionando a un nivel consciente, los pensamientos
no se hallan interceptados, sino fijados a ideas delirantes. En la forma estuporosa de la
melancolía el enfermo llega a la completa y total paralización psicomotriz. No habla, no
gesticula y pareciera estar absolutamente desconectado del mundo, pero una vez
remitido el episodio, el sujeto es capaz, si se lo interroga, de contar los distintos hechos y
sucesos que ha presenciado.
b) Estupor confusional: se halla frecuentemente en las
psicosis funcionales donde su origen es de índole orgánica o tóxico-infecciosa, y su
característica es la obnubilación de la conciencia, un estado de inercia y mutismo, y por la
asimecia.
c) Estupor postraumático: los rasgos propios de este tipo de
alteración, secuelas de un accidente traumático cerebral, son: la inmovilidad del enfermo
en su cama, la mirada fija en un punto, lentitud en las respuestas, indiferencia afectiva,
verbalizaciones raras, fatiga, y estado general de sopor y sueño.
d) Estupor epiléptico: como producto del mal comicial puede
estructurarse a posteriori de una crisis convulsiva o independientemente de ella, un
particular tipo de estupor psicomotriz. El rostro del enfermo posee rasgos contraidos en
un rictus de perplejidad; sus movimientos se vuelven pesados y torpes, la comprensión
verbal e ideativa está alterada y disminuida; el lenguaje puede adquirir cierta incoherencia
y muy regularmente confunde los nombres de los objetos. Otros síntomas importantes
son los espasmos faciales que se mantienen durante casi toda la duración del episodio.
e) Estupor maníaco: en este tipo de estupor hallamos
característica la presencia de ideas múltiples y desbordantes que a su vez se acompañan
de alucinaciones auditivas.
f) Estupor catatónico: es muy frecuentemente precedido por
depresión, descontento o agitación emocional; el enfermo tiende a aislarse y sus
reacciones se caracterizan cada vez más por falta de interés, desatención, preocupación,
pobreza emocional y tendencia a soñar. Silencioso, estuporoso y con facies rígida, el
catatónico puede ocasionalmente mantener sus ojos cerrados, pero con mayor frecuencia
mira fijamente hacia abajo con los ojos en blanco, niega al mundo y resiste activamente al
medio ambiente; se resiste a que se cambien las actitudes y posiciones, frecuentemente
forzadas y peculiares que ha adoptado y que puede mantener por meses; rehusa vestirse
o comer, aunque algunas veces, cuando cree que no es observado, come vorazmente;
con frecuencia retiene la saliva, orina y heces fecales. No solo puede ensuciarse en su
ropa sino que muestra un propósito aparente en su molesto desprecio por cualquier
deseo de limpieza en sus hábitos de excreción; son comunes los gestos, muecas y
sonrisas sarcásticas; puede tener las manos fuertemente apretadas o sostener otras
tensiones musculares. En este estado el enfermo no inicia movimientos espontáneos,
sino que mantiene las posturas que se le imprimen pasivamente. Aunque no da muestras
de que se dé cuenta completa de lo que pasa a su alrededor, el enfermo registra en
realidad los acontecimientos de su ambiente, y cuando empieza a hablar otra vez hace
una narración sorprendentemente completa de los incidentes que ocurrieron durante su
estupor.
Después, en un período de duración extremadamente variable,
el enfermo sale lentamente, a veces de manera repentina, de su estado estuporoso. El
interés, el afecto y la conducta pueden regresar más o menos al estado normal, o el
paciente puede pasar a un estado de excitación catatónica.
Esencias Florales: California Wild Rose, Wild Rose, Remedios
de Rescate, Waratah y en todos los casos usar las esencias recomendadas para cada
patología en particular.
Agitación: es un estado en el cual los enfermos efectúan
movimientos continuos y desordenados. Constituyen el fenómeno contrario al estupor.
Las formas más comunes son la catatónica, maníaca, ansiosa y onírica.
a) Agitación catatónica: es una reacción súbita, violenta,
descontrolada e incomprensible, cuyo punto de máxima intensidad es el furor catatónico.
Son como explosiones o descargas generales inmotivadas a las cuales el sujeto se ve
llevado automáticamente por una impulsión incoercible.
b) Agitación maníaca: esta alteración psicomotriz está teñida
por los afectos y el humor exaltado de la manía. El enfermo se mueve y habla sin cesar,
su rostro denota animación o furia, sus movimientos son acelerados y extravagantes,
incansable e insensible a la temperatura. Puede adquirir intensidad hasta llegar al furor,
donde los disturbios psicomotrices son graves.
c) Agitación ansiosa: es una intensa agitación motriz. El
enfermo va y viene interminable e impacientemente, llora, grita y gime, se golpea el
cuerpo contra las paredes; pierde el sueño; se ve apoderado de una profunda ansiedad y
desarrolla comportamientos suicidas, como correlato de las fuertes ideas de culpa y
persecución que lo dominan. Este tipo de agitación es posible verla generalmente en la
melancolía.
d) Agitación onírica: estado de agitación acompañado de
confusión, ideas delirantes y onirismo. Los pacientes tienen estados de sudoración y
temblor, junto con otras alteraciones cenestésicas y de los órganos de la percepción. Se
dan en la epilepsia.
Esencias Florales: Dandelion, Lavander, Waratah, Remedios
de Rescate, Red Clover, Cherry Plum., Impatiens, Black-Eyed-Susan y las esencias
recomendadas para cada cuadro mencionado.

3. Alteraciones del Lenguaje.


El lenguaje es uno de los medios de expresión de la personalidad.
Las causas que dan lugar a su alteración son de diversa índole tanto organicas como
psíquicas. Pero cualquiera sea su origen la patología que aparece siempre revela, de
algún modo, la estructura del mundo emocional del paciente y su forma de enfrentar la
vida.
a) Alteraciones organicas.
En este grupo incluimos las disartrias, dislalias, dispraxias,
disfemias, dislerias, afasias y disfasias. Las esencias que se recomiendan para este caso
son Bush Fucshia, Chestnut Bud, Cherry Plum que han demostrado mejorar la condición
del paciente.
b) Alteraciones psicógenas.
Aquí solo se mencionan dos signos patológicos ya que junto
con el estudio de las psicosis disociativas se hace un estudio de las alteraciones del
lenguaje al cual remitimos.
De modo genérico las Esencias Florales que actúan en estos
trastornos son: Chestnut Bud, Bush Fucshia, Trumpet Vine, Morning Glory, Caléndula,
Garlic, Margarita, Agrimony, Water Violet, Cherry Plum, Mimulus, Five Corners y Dog
Rose.
Tartamudez: es un trastorno del ritmo del lenguaje. El flujo del
mismo es interrumpido por bloqueos, vacilaciones y repeticiones. La dicción es quebrada
por espasmos tónico y clónicos de los músculos del mecanismo del habla.
Esencias Florales: Garlic, Trumpet Vine, Manzanita, Cherry Plum,
Five Corners, Dog Rose, Mimulus y Bush Fucshia.

Capitulo Tercero: Semiología General de los Estados y Cursos.


Este campo de estudio semiológico se ocupa de describir los distintos fenómenos
de la enfermedad mental, que tienen como característica el ser estados o procesos que
definen aspectos o momentos de su curso.
Su interés va más allá de los síntomas y signos en sí mismos, para centrarse en la
función que éstos cumplen dentro de la estructura de la enfermedad. El sentido de
desarrollar este punto de manera ordenada y sistemática radica, por una parte, en que
constituyen un contexto conceptual y terminológico indispensable y por otro, la ausencia
de trabajos sobre la materia.
Su importancia es múltiple. No sólo ayuda a mayores precisiones diagnósticas,
sino que como herramientas teóricas aluden a realidades de disímil naturaleza en la
descripción psicopatológica.

A. Los períodos del enfermar


Los períodos son etapas evolutivas por las que pasa una enfermedad mental
hasta alcanzar un estado terminal. En toda patología diferenciamos tres períodos: inicio,
estado y terminal.
I. Período de inicio
Consiste en un conjunto sintomático que preanuncia la instalación de la
enfermedad y constituye por lo tanto su comienzo. Las formas de inicio más habituales
son:
1. Modo de inicio según la forma:
a) Forma progresiva: Se denomina todo proceso que se va
instalando a lo largo del tiempo en el sujeto, creciendo paulatinamente en intensidad y
complejidad. La organización de la enfermedad se produce por la rigidización de pautas
de conducta o por el aumento de la enajenación con la realidad. El proceso puede darse
de manera insidiosa o manifiesta.
b) Forma brusca: Muchas enfermedades mentales se inician
de una manera repentina y brusca, como un violento e inesperado acontecer patológico
en el psiquismo. Es, en general, intenso en su sintomatología y de breve duración (crisis
de angustia, de melancolía, etc.)
De acuerdo con la intensidad del acceso puede establecerse
una diferenciación clínica entre comienzos bruscos y agudos y subagudos.
Acceso es el nombre genérico que reciben las reacciones
desencadenadas tanto por factores endógenos como exógenos, que puede aparecer bajo
la forma de crisis pasajeras y transitorias o brotes que dejan como secuela un déficit en la
personalidad.

Insidioso-procesal
Progresivo
Manifiesto

Agudo
a) Según la forma Brusco
Subagudo

Seriadas - Progresivas
Según su forma Incompletas
Cíclicas - Unicas

Crisis Alucinatoria - Confusional


Depresiva - De agitación
Histérica - Nerviosa
Según el Psicosomática - Maníaca
contenido Atónica - Tónica
b) Según el tipo de Clónica - Uncinada
acceso Graduocomicial
Convulsiva
Periódicas
Fases
Equivalentes

Déficit
Brotes
Residuo
c) Según los Sin antecedentes sintomáticos
síntomas que Aura
preceden Pródromo
al curso

2. Modo de inicio según el tipo de acceso.


Las crisis son episodios de breve duración, de síntomas polimorfos,
desencadenados por factores exógenos o externos y que desaparecen sin dejar déficit o
deterioro.
* Según su forma, las crisis pueden clasificarse en:
Crisis seriadas: repetición de una serie de crisis que se van
acumulando hasta producir una descarga psicomotriz de gran intensidad y paroxística,
muy común en la epilepsia.
Crisis progresivas: se denomina así a todo tipo de crisis que es
precedida por auras que se convierten en los signos prodrómicos de la descarga crítica.
Crisis cíclicas: son crisis que se repiten periódicamente a lo largo
de un tiempo con intervalos de salud, hasta que su reiteración progresiva establece
definitivamente el cuadro de estado. Ej.: psicosis maníaco-depresiva, ciertas formas
esquizofrénicas, etcétera.
Crisis incompletas: son los equivalentes y constituyen crisis
abortadas o incompletas, que no han llegado a su desarrollo final.
Crisis únicas: se trata de una única crisis que provoca la
interrupción del curso normal y desencadena la enfermedad.

* Según su contenido las crisis se pueden clasificar en:


Crisis alucinatoria: la alucinación puede aparecer súbitamente y en
forma intensa invadiendo la personalidad de manera transitoria. Cuando esto sucede,
hablamos de crisis alucinatorias, en general visuales o auditivas. Este trastorno puede ser
originado por un sinnúmero de causas: tóxicas, infecciosas, etc.
Crisis confusional: crisis que presenta como rasgo semiológico
diferencial la obnubilación de la conciencia junto al estupor o la agitación, la
desorientación temporal y la espacial y la confusión mental.
Crisis depresiva: junto a los rasgos generales de una crisis
aparecen sentimientos de dolor, pena y enlentamiento de las funciones psíquicas, que
puede llegar a la inhibición total.
Crisis de agitación: "la crisis de agitación onírica se caracteriza por
el estado de confusión, el onirismo y la agitación delirante. Se acompaña de temblores y
sudoración" (H. Ey).
Crisis de angustia: irrupción súbita e intensa de vivencia de
angustia junto a una serie de trastornos somáticos: disnea, palpitaciones, dolores
neurólgicos, vómitos, sequedad de la boca, temblores, hiperestesias, etc. El sujeto sufre,
por otra parte, el temor a la aparición de un peligro y una desorganización en sus
capacidades de organizar sus defensas, razonamiento y análisis.
Crisis histérica: es el gran ataque histérico, sus rasgos
semiológicos diferenciales son: la presencia del aura histérico (dolores, trastornos
perceptivos, etc.) y las convulsiones violentas con expresiones corporales sustitutivas
(preverbales.)
Crisis nerviosa: es el equivalente de la gran crisis histérica, y
consiste, en la presencia de la vivencia de angustia asociada a llanto, dificultades
respiratorias, taquicardia, etc. En términos generales puede compararse con la crisis de
angustia, aunque en este tipo de crisis (nerviosa) predomina la descarga psicomotriz
sobre la angustia.
Crisis psicosomática: crisis en la cual la angustia se acompaña de
reacciones funcionales patológicas orgánicas. Las más conocidas son las crisis
asmáticas, alérgicas, urticarias, digestivas, etc.
Crisis maníaca: a todos los rasgos semiológicos de la crisis se
agrega un sentimiento de euforia y la aceleración de todas las funciones psíquicas, hasta
llegar a la forma extrema de la agitación.
Crisis atónica: también conocida o denominada como amiotónica,
consiste en la pérdida súbita de la conciencia y del tono muscular, lo que lleva al sujeto a
caer al suelo "donde queda en resolución completa durante varios minutos, con los
globos oculares desviados hacia arriba y los párpados semicerrados" (Gastaut).
Crisis tónica: "se trata de una contracción tónica perfecta, no
vibratoria, cuya instalación es muy brusca o muy lenta y cuya duración varía entre
segundos a un minuto, presentando así aspectos tan diferentes como los de una
sacudida prolongada a los de un movimiento de muy lenta instalación" (Gastaut).
Crisis clónica: "Esta crisis comienza por la pérdida del conocimiento
con miotonía, o por el contrario, breve espasmo tónico que provoca la 'caída'" (Gastaut).
Una vez que se produce este hecho aparece la agitación por sacudidas bilaterales de
duración variable.
Crisis tónica: "se trata de una contracción tónica perfecta, no
vibratoria, cuya instalación es muy brusca o muy lenta y cuya duración varía entre
segundos a un minuto, presentando así aspectos tan diferentes como los de una
sacudida prolongada a los de un movimiento de muy lenta instalación" (Gastaut).
Crisis clónica: "Esta crisis comienza por la pérdida del conocimiento
con miotonía, o por el contrario, breve espasmo tónico que provoca la 'caída'" (Gastaut).
Una vez que se produce este hecho aparece la agitación por sacudidas bilaterales de
duración variable.
Crisis uncinada: es la crisis que se produce con la presencia de
alteraciones de la percepción (alucinaciones, especialmente gustativas y olfativas) y de la
memoria (paramnesia). Estos síntomas están unidos a una vivencia de extrañeza y
angustia prolongada.
Crisis graduo-comicial: "Consiste en una gran crisis generalizada"
(H. Ey). "Lo que caracteriza a esta crisis es la gran variedad de su desarrollo cinético y su
posible detención en fases intermedias (crisis incompletas)" (H. Ey)
Crisis convulsiva: las convulsiones son contracciones involuntarias
e instantáneas de los músculos, seguidas de relajamiento. La sucesión rápida de los
movimientos distingue las convulsiones de las contracturas, donde la contracción dura
siempre un tiempo bastante largo.
Las convulsiones en los adultos pueden sobrevenir durante las
enfermedades febriles graves: fiebre tifoidea, cólera, paludismo, encefalitis. Pueden
seguir a un traumatismo de cráneo (fractura, derrame), a la mordedura de un perro
(rabia), a una intoxicación aguda, voluntaria o accidental (opio, cocaína). Pueden
aparecer en el momento del parto. Las convulsiones pueden sobrevenir durante una
intoxicación alcohólica o por afecciones nerviosas.
Las convulsiones en los niños no constituyen una verdadera entidad
mórbida; son las manifestaciones de diferentes estados. En los más comunes, se trata de
epilepsia verdadera, consecutiva a un traumatismo obstétrico. La herencia desempeña un
papel considerable.
Las fases son: Alteraciones psíquicas de carácter endógeno y de
distinta duración que al desaparecer no dejan deterioro en la personalidad, o fenómeno
morboso que una vez desaparecido deja a la personalidad en condiciones similares a las
que se encontraba antes de su irrupción. Pueden ser:
Periódicas: son fases que se repiten a intervalos regulares y con
síntomas similares. Es la reiteración de un cuadro mórbido o más específicamente, la
reiteración de "algo" que ya se había mostrado con anterioridad.
Equivalentes: son fases que se repiten a intervalos regulares y con
síntomas distintos.
Brote: forma de crisis violenta y súbita que luego de su desaparición
origina una alteración permanente en el sujeto. Por ejemplo, brote esquizofrénico. Es el
comienzo de una enfermedad, en cuanto ésta se manifiesta o muestra con todos su
síntomas, pero que de algún modo ya existió de manera latente.
El debilitamiento psíquico resultante de brotes cuyo origen está
determinado por un proceso de naturaleza psico-genética, se denomina déficit.
Cuando luego de un brote o fase y su posterior remitencia a la salud,
quedan enclavados síntomas en el sujeto, hablamos de residuos parasitarios que ponen
de manifiesto el episodio vivido. En algunos casos pueden ser de importancia, como
microdelirios, inhibiciones, etcétera.

3. Modo de inicio según los síntomas de inicio


a) Aura: es el conjunto de alteraciones de carácter subjetivo y de
duración breve, vivido por el enfermo en forma inmediatamente anterior a la aparición de
una crisis. Las dos auras más conocidas son la epiléptica y la histérica.
Desde un momento antes hasta un momento después de la pérdida
del conocimiento, aproximadamente la mitad de las enfermedades epilépticas tienen un
aura o advertencia de que el ataque es inminente. El aura puede consistir en entume-
cimiento, hormigueo, sensaciones, molestias, sentimiento de malestar en el epigastrio
que puede propagarse a la cabeza, o alucinaciones de los órganos de los sentidos, como
resplandores, ruidos, alucinaciones olfatorias. Habitualmente el aura es afectivamente
desagradable, algunas veces es de naturaleza motora y consiste en sacudidas y rigidez
de ciertos grupos de músculos y preceden a la pérdida de conciencia que es repentina y
completa.
Sin gran significación patogénica en el histérico, donde la reviste, sin
embargo, a veces, un carácter simbólico en relación con la situación conflictual, el aura
suele tener, en cambio, en el ataque epiléptico un interés localizador valioso, pues señala
el foco irritativo provocador de la crisis.
Las auras denominadas "psíquicas" describen las experiencias
afectivas o ideativas, a las cuales pertenecen ciertos fenómenos de las crisis uncinadas:
experiencias de angustia, de extrañeza, de despersonalización, más raramente
embriaguez eufórica, experiencia de rememoración; flujo incoercible de recuerdos,
bruscas inmersiones en el pasado, experiencias de pensamiento forzado o de
pensamiento ininterrumpido, etc. Frecuentemente, después de la crisis persiste una
imagen muy intensa del aura, un recuerdo colorado y vivo, reviviscencias de todas sus
tonalidades estéticas y afectivas.
b) Pródromos: es el conjunto de síntomas y signos que acompañan
al desarrollo de los procesos morbosos progresivos y preanuncian la aparición de la
enfermedad mental. Su variedad es muy grande (dolores ováricos, algias, inhibiciones,
trastornos del sueño, etc.). Pueden ser identificados en cada enfermedad mental sus
síntomas prodrómicos particulares, que constituyen el período inicial del cuadro.
Los síntomas son vagos e imprecisos y pueden no ser
suficientemente demostrativos para aclarar la naturaleza de la enfermedad. La diferencia
entre pródromo y aura:
PRODROMO AURA

Síntomas Indefinidos Síntomas Diferenciados


Objetivos Subjetivos

II. Período de estado


El período de estado de una enfermedad mental puede ser definido como
el complejo sintomático patognomónico (CSP) que se establece y se estabiliza como
característico de cada forma patológica. El CSP es el conjunto de síntomas propios de
los distintos cuadros de estado de los procesos morbosos, que son estudiados en el
capítulo nosográfico.

III. Período terminal


Se llama período terminal de una enfermedad mental a la última etapa
por la que ésta transita. Los cursos posibles hacia los que puede evolucionar son:
remisión a la salud, cronicidad y disolución.
1. Remisión: puede ser permanente, denominándose en este caso el
proceso mismo como "remitido a la salud", o constituirse en un intervalo lúcido entre dos
períodos del enfermar.
Un intervalo lúcido es un proceso de remisión, más o menos prolongado,
en el curso de un estado mental patológico que puede ser:
a) intermisión: vuelta completa al estado normal entre dos crisis
patológicas;
b) momentos lúcidos: en los cuales el sujeto, sin salir de la
enfermedad, tiene un chispazo de intento de restitución y claridad, y
c) remisión, que consiste en la disminución de la intensidad de los
síntomas.

2. Cronicidad: puede cursar hacia la intensificación y agravamiento de


los síntomas o la disminución de la intensidad sintomatológica.
3. Disolución: trae aparejado un trastorno profundo y un deterioro
general de la vida psíquica que puede llevar a la demencia.
Hablamos de estado cuando "la desorganización de la personalidad ha
ido produciéndose en 'forma progresiva', incompleta y de larga duración, y se realiza a
través de niveles sucesivos, dando lugar a la aparición de comportamientos autom ticos
más o menos complejos." (H.Ey). Los estados más comunes son los crepusculares, de
angustia, epilépticos, oniroides y confuso-oníricos.

B. La Enfermedad
La enfermedad mental constituye una alteración de la estructura de la
personalidad y por lo tanto de sus formas de vincularse con los otros y con el mundo.
Desde un punto de vista semiológico podemos clasificar las enfermedades en:

Agudas
Según su duración Subagudas
Crónicas

Endógenas
Según su etiología
Reactivas

Procesales
Según su inicio
No procesales

Intermitentes
Según su expresión
Remitentes

Enfermedades mentales agudas: son los cuadros violentos y de aparición


súbita con gran intensidad de los síntomas y generalmente con tendencia a una rápida
recuperación. Ejemplos de estas patologías son: las crisis melancólicas, manías, de
angustia, psicosis delirantes agudas, etcétera.
Desde un punto de vista temporal, una enfermedad es aguda, cuando tiene
una duración que no sobrepasa los seis meses.
Enfermedades mentales subagudas: se denomina así a aquel cuadro
sintomático morboso que dura de 6 meses a 2 años.
Enfermedades mentales crónicas: son alteraciones permanentes del
equilibrio psíquico que generalmente se instauran en forma progresiva en la personalidad
del enfermo. Este grupo incluye: neurosis, psicosis esquizofrénicas, psicosis delirantes,
crónicas, etc. Desde el punto de vista temporal, una enfermedad puede considerarse
como crónica cuando su permanencia ha superado los dos años.
Enfermedades mentales endógenas: son las producidas por procesos
internos más que como resultado de la estimulación del medio ambiente (melancolía
involutiva).
Enfermedades mentales reactivas: así como en las enfermedades mentales
endógenas están acentuados los aspectos constitucionales orgánicos y los procesos
psicogenéticos internos, en las reactivas, el elemento etiológico significativo es la
situación extrema que provoca u origina la patología (la depresión reactiva).
Enfermedades mentales procesales: son aquellas que surgen de manera
inesperada, como algo nuevo e inexplicado, sin antecedentes comprensibles, en la vida
del sujeto.
Enfermedades mentales no procesales: son los cursos morbosos que van
instaurándose de manera progresiva en la biografía de un sujeto.
Enfermedades mentales intermitentes: las intermitencias son la forma de
expresión de los cuadros caracterizados por la reproducción periódica del complejo
sintomático.
Existen cuatro tipos básicos de intermitencias:
a) intermitencia simple: un mismo síntoma o complejo sintomático se repite
en forma idéntica con intervalos de normalidad y lucidez como en las crisis seriadas de
manía y epilepsia.
b) intermitencias alternas: síntomas o complejos sintomáticos distintos se
suceden con un intervalo de lucidez, como en algunas formas maníaco-depresivas;
c) intermitencia periódica: dos complejos sintomáticos opuestos (manía y
melancolía) se suceden y a continuación se inicia un intervalo lúcido, luego del cual se
repite el ciclo, y
d) intermitencia circular, en donde, por ejemplo, la manía y la melancolía se
repiten sin intervalos de normalidad.
Enfermedades mentales remitentes: son las que una vez producidas en el
sujeto, reiteran a intervalos más o menos largos, por períodos de tiempo variables, luego
de una fase (en general bastante larga) de salud.

Capitulo Cuarto: Examen semiológico


El examen semiológico es un proceso mediante el cual el psicopatólogo descubre
los signos y síntomas que presenta un paciente, con el fin de elaborar un diagnóstico,
establecer un pronóstico y prescribir el tratamiento más adecuado.
Dicho descubrimiento puede ser llevado a cabo por vías objetivas (observación de
las conductas del paciente) o subjetivas (relato de los síntomas por parte del paciente).
Estas, a su vez, pueden ser directas (a través del contacto con el paciente) o indirectas
(mediante elementos técnicos de diagnóstico). Cualquiera de estas vías puede ser
utilizada en función de los tres tipos de "lecturas" descriptos. Si se trata de una lectura
lineal, mediante el registro de conductas observadas se tendrá una acumulación de
datos. Para imprimirles "movimiento" y captar la totalidad, es necesario un análisis que los
trascienda para dirigir la mirada a la dinámica según la cual se estructuran en el aquí y
ahora y la forma en que se fueron transformando genéticamente.
Así, el examen semiológico admite tres grandes momentos, que no implican una
secuencia temporal sino que habitualmente se dan en forma simultánea.
1. Observación y registro de las conductas.
2. Categorización lineal y estructural.
3. Captación de las unidades de sentido.
La instrumentación de estos momentos constituye el aspecto técnico del examen
semiológico: la utilización de recursos sistemáticos que permiten acceder a la información
necesaria. Tales recursos son los métodos diagnósticos clínicos y paraclínicos.
El examen semiológico, en el campo de la Psicopatología, presenta características
especiales que lo diferencian de aquellos que corresponden a otros campos. El rasgo
diferencial es la importancia fundamental que reviste el contacto entre médico y paciente.
Esto significa que la observación no estáexclusivamente dirigida a uno de los polos de la
relación (el paciente), sino que simultáneamente deben ser evaluadas las conductas del
médico y las particularidades del vínculo que se establece. Es lo que algunos autores han
denominado "zona de encuentro" y que la escuela psicoanalítica ha descripto como
aspectos transferenciales y contra-transferenciales.
Al respecto H. Ey dice:
"... la observación psiquiátrica no puede ser ni puramente objetiva ni
puramente subjetiva, sino que lo esencial del conocimiento clínico de
las enfermedades mentales está constituido por el encuentro del
médico con el enfermo. Efectivamente, el examen psiquiátrico
constituye el más singular de los coloquios singulares, puesto que está
fundado sobre la penetración intersubjetiva entre el espíritu del
observador, que pretende comprender, y el espíritu del paciente, que
se abandona o retrae al contacto con el otro. Es en este sentido como
han podido ser colocados en el primer plano de la clínica psiquiátrica
las intuiciones, el contacto y los intercambios afectivos constitutivos de
este encuentro".
Esto requiere del psicopatólogo, no sólo el conocimiento de síntomas, signos,
síndromes, etcétera, sino que fundamentalmente debe estar entrenado para atender y
decodificar sus propias reacciones ante el paciente, reservando un rol destacado a lo que
se ha denominado "penetración empática".
Los datos proporcionados por la comprensión de las características del vínculo
establecido con cada paciente, son de inapreciable valor diagnóstico.
Es precisamente en el plano de lo "empático" donde debemos buscar el
fundamento de la penetración totalizadora, ya que permite superar la recolección de
datos, para acceder a un enfoque de la personalidad, basado en la captación de la
din mica según la cual ésta se organiza y aparece.

A. La organización del examen semiológico.


La organización del examen semiológico abarca distintos pasos en los cuales
se efectúa el despistaje clínico y paraclínico, sobre distintas reas.
I- Examen somático
El examen de los distintos indicios físicos es absolutamente indispensable
en la práctica psiquiátrica. La acción semiológica en este nivel consiste en un registro del
funcionamiento de las distintas actividades basales del paciente.
El hombre mentalmente enfermo también presenta alteraciones orgánicas
por la indisoluble relación entre lo somático y lo psíquico Por lo tanto, ya sea en las
neurosis, las psicosis o cualquier otra patología mental, los compromisos orgánicos están
siempre presentes, a veces visibles, otras ocultos.
Por otra parte hay que pensar que el mapa emocional ligado a las
patologías de los diversos sistemas y órganos es muy revelador para la comprensión de
los procesos internos y la dinámica subjetiva que acompaña el daño orgánico.
En síntesis "... la búsqueda sistemática de todos los trastornos
funcionales o lesiones de los diversos aparatos y metabolismos es capital" (H. Ey) no solo
por la significación propia de una disfunción vital y de sus repercusiones en el sujeto, sino
esencialmente porque son reveladoras de conflictos emocionales.
En este orden, la técnica de lectura corporal es un instrumento
privilegiado de búsqueda de información. Cada parte de nuestro cuerpo y órganos está
asociada a fantasías y emociones, de modo tal que el lugar en donde los síntomas y
signos clínicos se asientan tiene una significativa importancia. Por otra parte, los gestos,
los movimientos, los rasgos faciales, las proporciones corporales dan una imagen de la
personalidad floral del consultante. Así, por ejemplo, es común encontrar personalidades
rígidas, autoritarias y aisladas, en pacientes con trastornos articulatorios. o úlceras
intestinales en personas que han reprimido rencores, odios y resentimientos, pues no han
podido asimilarlos ni expresarlos.
También el "test muscular" es un instrumento valioso de diagnóstico.

II- Examen neurológico


El examen neurológico del enfermo mental reviste aún mayor importancia
que el somático. Consiste en una exploración de las distintas funciones ligadas a la
motricidad, el lenguaje, la sensorialidad, el tono, etcétera.
El objeto del examen neurológico es tratar de evidenciar, en caso de su
existencia, procesos cerebrales generadores de la enfermedad mental, como en el caso
de ciertas demencias.
Algunas de las técnicas de investigación más usuales son:
* Radiología cerebral. Incluye un conjunto de técnicas que permiten
conocer tanto el estado de la estructura ósea craneal, como la morfología de la masa
cerebral. Entre las principales encontramos: ventriculografía, arteriografía, esterobotaxia
intracerebral y encefalografía gaseosa fraccionada.
* Electroencefalografía. Consiste en el registro de las ondas cerebrales.
Su resultado permite diagnosticar la presencia de alteraciones tales como: epilepsia,
tumores, disritmias, lesiones, traumatismos, etcétera.
* Escintigrafía cerebral. "Se designa con este nombre la exploración del
cerebro mediante isótopos marcados. El principio en que se basa es el registro por un
contador del centelleo de un elemento radioactivo" (H. Ey). Permite detectar las
neoformaciones cerebrales, hematomas, aneurismas y abscesos.

III- Examen psiquiátrico


Abarca la descripción y el registro de todas las manifestaciones
significativas que presenta el enfermo. Son recogidas ya sea de boca del enfermo o por la
observación del entrevistador y no se limitan a lo presente e individual, sino que se trata
de obtener la más rica información posible acerca del origen de los síntomas, la situación
social y familiar del enfermo, etcétera. Su objetivo central es realizar un procedimiento
técnico denominado "Examen Semiológico".

IV. Examen Psicológico


El examen psicológico incluye dos procedimientos de la investigación
diagnóstica: la Entrevista y el Psicodiagnóstico.

1. La Entrevista
La entrevista es una técnica de vital importancia y el fundamento del
quehacer psiquiátrico y psicopatológico. Es, en primer lugar, una relación interpersonal
entre dos partes una de las cuales actúa como especialista terapeuta o médico y la otra
es el enfermo. Entre ambos miembros de esta estructura se desarrolla una interacción, se
constituye un vinculo que, en la medida que le brinda al paciente un clima de seguridad y
comprensión, le permite abrirse y expresar su mundo por medio de la palabra y del
movimiento.
La situación en la cual se efectúa la entrevista incide en las
conductas de ambos miembros de la relación. Sus condiciones están ligadas a distintas
variables: lugar en donde se lleva a cabo, el modo como el enfermo se encuentra (grado
de enfermedad), la manera como concurrió a la entrevista, las experiencias terapéuticas
anteriores, etc. Todos estos factores y otros, influyen para crear el clima en el cual se
desarrolla este encuentro y, dado el carácter asimétrico de esta relación, se tornan
decisivos el rol y la actitud del profesional hacia el enfermo.
La premisa fundamental es no perder de vista lo esencial, que es el
mismo enfermo, y no la enfermedad. No se debe buscar un diagnóstico sino la
comprensión empática del otro. Cuando el entrevistador percibe que ha establecido un
buen "rapport" le es posible comenzar la etapa de indagación de la vida del sujeto.
En general se investigan todos los aspectos posibles, tratando de
"reconstruir" la biografía del paciente y dentro de ella la historia de su enfermedad o
patobiografía.
a) La entrevista Floral.
La entrevista floral se ajusta a los procedimiento de indagación
clínica habitual con la sola acentuación de la investigación de los aspectos emocionales
del paciente.
Este proceso lo denominamos "mapeo emocional" y consiste en
la determinación de la configuración afectiva de respuestas del sujeto por medio de su
decir, su hacer y sus síntomas.
El resultado de este trabajo será la formulación de una
prescripción. Cada prescripción es el resultado de una búsqueda particular realizada en el
marco de un entrevista profunda, sistemática, rigurosa y comprensiva. Por medio de este
instrumento llegamos al diagnostico del tipo floral, de la situación por la que atraviesa el
paciente y de sus necesidades. A partir de allí determinamos la combinación floral para
ese momento y esa persona.
Este procesos requiere de la pericia que da el conocimiento, la
experiencia, el sentido común y, en especial el trabajo clínico de búsqueda. Este último
provee una serie de reglas útiles como guía en la tarea terapéutica. Estas pueden ser
presentadas del siguiente modo:

 ¿Qué investigar?
La tarea general del terapeuta floral, en este punto, es tratar de
obtener toda la información posible sobre el paciente. Esto incluye los datos personales,
el motivo explícito e implícito de consulta, los antecedentes personales (progresivamente,
desde el nacimiento), la historia de sus enfermedades, el estado físico actual (de la
cabeza a los pies), las tendencias patológicas, antecedentes familiares, estado psíquico
actual, intereses y hábitos.
Esta información debe obtenerse utilizando en lo posible una
técnica de entrevista abierta, combinada, en ciertos puntos, con una semidirigida. Esto
cumple con la finalidad de permitir la aparición de un orden espontáneo en el material del
paciente.
Toda esta indagación debe completarse, además, con un buen
examen semiológico del paciente y una evaluación de las condiciones ambientales en las
cuales se desenvuelve habitualmente.
En resumen: se deben investigar la historia, la situación y los
síntomas; lo manifiesto y lo latente; lo estructural y lo sintomático.
 ¿Cómo investigar?
Al finalizar el trabajo de investigación diagnóstica, el terapeuta
floral debería poder responder, frente a los síntomas del paciente, las siguientes
preguntas:
¿Qué son?
¿Cómo son?
¿Cuándo aparecen?
¿Por qué aparecen?
¿Para qué aparecen?
¿Con qué se asocian?
¿Patognomónicos de qué tipos florales son?
¿Qué significan?
Sin embargo, no todos los síntomas tienen, para la investigación
floral, el mismo valor. Los que poseen un sentido especial para la diagnosis floral se
presentan bajo las siguientes cualidades:
- ser espontáneos
- ser característicos
- ser claros
- ser intensos y
- ser modales
Un síntoma es espontáneo cuando el paciente lo relata sin que
medien preguntas por parte del terapeuta.
Un síntoma es característico cuando es raro y peculiar, y el
terapeuta no esperaría encontrarlo en ese sujeto.
Un síntoma es claro cuando es nítido y preciso.
Un síntoma es intenso cuando el paciente lo siente con fuerza y
se acompaña de vivencias.
Un síntoma es modal cuando pueden hallarse una o más
cualidades tales como se describen en los patrones florales.
Esto nos permite diferenciar entre los síntomas de valor floral
que dependen directamente del sujeto, los síntomas de valor floral que dependen de la
patología actual del enfermo y síntomas sin aparente valor floral.
Los primeros síntomas nos llevan a la prescripción estructural y
los segundos a la sintomática.
Jerarquizar las emociones y los síntomas
Los pacientes suelen consultar por una variada gama de
problemas y el terapeuta puede detectar, además, un número de síntomas presentes en
la consulta y en la vida del enfermo. De modo tal que, puestas estas manifestaciones en
términos de flores, ellas nos darían un repertorio extenso, en cuanto a número, de
posibilidades de abordaje.
Muchas de estas manifestaciones se refieren a un mismo
núcleo original, emocional o vital. Pero, igualmente, la experiencia muestra que este
ordenamiento, si bien reduce, mantiene un conjunto significativo de motivaciones sobre
las cuales habría que trabajar; entonces, ¿por cuál iniciar la tarea?.
Los criterios pueden ser varios, pero es conveniente tener en
cuenta las siguientes pautas en la tarea de jerarquizar estados florales:

- ir de lo psíquico a lo físico
- ir de lo más consciente a lo menos consciente
- ir de lo actual a lo más remoto
- ir de la cabeza a los pies
- en los cuadros crónicos comenzar con las flores
caracterológicas
- en los cuadros críticos atender más a lo sintomático actual
- si hay emociones muy intensas o violentas (miedo, por
ejemplo) trabajar primero sobre ellas
- ir de adentro hacia afuera
- en los pacientes con alternancias cíclicas es necesario primero
estabilizar el cuadro antes de trabajar sobre las causas reales de la enfermedad.

2. Examen psicodiagnóstico
El examen Psicodiagnóstico consiste en la utilización de técnicas de
evaluación proyectivas y psicométricas.
Ambos recursos son administrados dentro de un proceso
psicodiagnóstico cuya finalidad es lograr una comprensión, lo más exhaustiva posible, de
los rasgos y la din mica que caracterizan a cada enfermo mental.
Los pasos de este proceso son :
*Entrevista/s cuya finalidad es levantar una historia clínica del
paciente y todos los datos de su vida por medio de la anamnesis y el interrogatorio
dirigido.
*Entrevista/s de administración de pruebas.
*Interpretación del material obtenido en las pruebas y entrevistas.
*Informe en donde se describe el proceso, las técnicas utilizadas, las
conclusiones dinámicas, diagnósticas, pronósticas, y terapéuticas.

Los Tests Proyectivos


Son un conjunto de pruebas verbales, gráficas, lúdicas, narrativas y
dramáticas que colocan al sujeto ante una situación o estímulo poco estructurado, que
pone en movimiento su din mica intrapersonal.
Sobre este estímulo el sujeto proyecta una variada gama de
respuestas posibles, determinadas por múltiples factores din micos que pueden ser
interpretados, dado el carácter simbólico que poseen.
Toda persona, cuando percibe no lo hace de manera lineal. Ante un
estímulo converge la historia personal del sujeto, de tal forma que lo percibido resulta una
configuración de la realidad, determinada por el significado que para el sujeto posee lo
percibido y por los afectos positivos y/o negativos que en él se movilizan.
En un testáel sujeto narra no sólo lo que ve, sino que también integra
en su narración elementos internos, de tal forma que el resultado final contiene lo que
objetivamente ve y lo que subjetivamente proyecta. A este proceso se lo denomina
"percepción", que es la interpretación que una persona hace de lo que percibe.
Toda persona cambia de alguna manera lo que percibe. Se toma
como patrón de normalidad aquello en lo que coinciden la mayoría y a partir de esto: si un
sujeto agrega hablamos de adición proyectiva, si ve menos, de omisión proyectiva y si ve
algo distinto de distorsión proyectiva.
Partiendo de estos supuestos puede utilizarse dicho fenómeno como
técnica de aproximación y Análisis de una determinada y particular persona y esta es la
función que cumplen las Técnicas Proyectivas.
"Definimos a las técnicas proyectivas como instrumento de exploración
de la personalidad que de manera intencional, sistemática e indirecta
o inadvertida para el sujeto, lo enfrenta con una situación
escasamente estructurada provocando la proyección de su
personalidad en el intento de dar forma y sentido al material
presentado. Así, una persona lleva a cabo una actividad estructurante
mediante la cual revela al observador sus valores, punto de vista,
significaciones, contenidos ideacionales y los rasgos de su
personalidad". (P. S. de Ocampo).
Los tests proyectivos pueden ser clasificados, de acuerdo con el tipo
de respuesta que se espera del sujeto, en tres grandes grupos:
* Verbales. La respuesta es verbal, oral o escrita. Los más
usualmente utilizados son el Cuestionario Desiderativo, el Test de Apercepción Temática
(T.A.T) y su adaptación infantil, el C.A.T, el Phillipson y el Rorschach. de todos el único en
el cual el sujeto tiene un estimulo verbal es el Desiderativo, mientras que el resto esta
integrado por series de laminas que van de figuras muy estructuradas (T.A.T y C.A.T) a
muy inestructuradas (Rorschach). El Phillipson se encuentra a mitad de camino entre
ambos grupos.
* Gráficos. El sujeto responde por medio de un dibujo. Con estas
pruebas se pone al examinado en situación de dibujar, comunicándose con el psicólogo
en forma preverbal, mediante imágenes. Son muy útiles porque disminuyen el control
intelectual e impiden que se utilice el lenguaje como defensa a la penetración
cognoscitiva del que examina. El papel en blanco que se presenta actúa como una
pantalla de máxima inestructuración, por lo que el sujeto debe utilizar al máximo su
proyección y depende de él exclusivamente lo que aparezca como imagen.
No proporcionan tantos matices de personalidad como los tests de
láminas, pero registran organicidad, patología incipiente, conflictos, lesiones cerebrales,
etc.
Entre los más importantes de estos test están el de Machover, el de
la Pareja Humana, el de la familia, el H.T.P (Hause, Tree, Person) y el de dibujo Libre.
* Lúdicos. Las respuestas se obtienen mediante el juego. Este tipo
de pruebas no sólo tienen carácter clínico sino que sirve simultáneamente como método
de terapia.
Son muy útiles en el caso de niños que no pueden realizar tests
gráficos o verbales; y se utiliza entonces la manera típica de expresión y comunicación
que poseen: el juego. Con los materiales apropiados y una cuidadosa observación de la
actividad que se lleva a cabo, puede llegarse a la descripción y al diagnóstico de
problemáticas infantiles que se ponen al descubierto en forma lúdica.
Con marionetas o con materiales de montaje de escenas
(decorados, escenario, figuras, todo en miniatura) se ofrece la posibilidad de representar
las situaciones o conflictos típicos de la vida familiar, social, etc.
También con el juego de construcción de casas puede apreciarse el
manejo del espacio, la motricidad, el grado de apertura y comunicación de una persona
con el exterior, etc.
Una variedad de los test lúdicos son los Dramáticos. Las técnicas
psicodramáticas permiten que el sujeto actúe en forma concreta sus conflictos,
expresando situaciones de su vida tal como las vive y como se presentan en la realidad
de su existencia. De esta forma el entrevistador puede obtener una visión directa de la
manera de ser del sujeto, la manera cómo enfrentar los conflictos y los aspectos que
debe modificar para solucionar la problemática.
Perceptivos: como el test de los colores. Este test, creado por el Dr.
Max Luscher, permite el diagnóstico de los estados emocionales y de la personalidad por
medio del ordenamiento que efectúa el paciente de una serie de 73 fichas con 25 tonos y
formas diferentes y 43 selecciones relativas distintas. Vale la pena recordar que el color
es una vibración que se vincula estrechamente con respuestas afectivas. Así, por
ejemplo, el amarillo estimula la salida de los cuadros de depresión, la actividad
metabólica y la secreción glandular. Un sujeto colocado bajo la acción cromática del rojo
durante cierto tiempo produce signos de aumento de la presión sanguínea, la velocidad
respiratoria y el palpitar de su corazón. Simultáneamente, sus sentimientos de coraje,
fuerza y lucha se incrementan. De este modo el color sirve entonces tanto para permitir
un diagnóstico como para una acción terapéutica.
Su uso es de mucha utilidad por la información que proporciona,
acerca del circuito funcional, la vivencia dominante en el mundo del consultante.

Los Test Psicométricos


Las técnicas psicométricas son técnicas de indagación cuantitativa
de aspectos medibles de la personalidad. Consisten en situaciones controladas que se le
presentan al sujeto, en las que se le proponen problemas que debe resolver
desarrollando distintas estrategias cognitivas. El resultado se describe en forma cuántica
por referencia a una escala que permite colocar los puntajes obtenidos en relación con el
resto de la población. Así, por ejemplo, si se trata de medir la inteligencia y se toma como
prueba o test el Raven, los resultados que un examinado logre tienen valor cuando se
insertan en una tabla donde se pueden leer los rendimientos promedio esperados para
cada edad. Los distintos valores permiten establecer un diagnóstico sobre la normalidad o
deficiencia de las capacidades mentales.
Pero la interpretación de un Test (a pesar de lo expuesto) no resulta
sólo de la comparación cuantitativa. No interesa saber solamente el puntaje que logró una
persona en una prueba, sino también cuáles fueron las estrategias equivocadas que
utilizó y cuáles hubieran sido las correctas. Esta evacuación clínica o cuantitativa apunta
a captar los procesos intelectuales subyacentes a cada situación de prueba en particular
y diagnosticar las funciones o actividades cognitivas que se encuentran afectadas, "...
quiere saber cómo y por qué piensa así (el sujeto) y si es genético, qué cambio
estructural le permite llegar a elaborar tal pensamiento". (S. Paín. )
Entre los principales test de este grupo se encuentran el Test
Guestáltico Visomotor o Bender, el Terman, el Weschler y el Raven.

GLOSARIO
Acceso: nombre genérico que reciben las reacciones desencadenadas por factores
endógenos como exógenos, que pueden aparecer bajo la forma de crisis pasajeras y
transitorias o brotes que dejan como secuela un déficit en la personalidad (Ver Crisis y
Fases).
Aura: conjunto de alteraciones de carácter subjetivo y de duración breve, vividas por
el enfermo en forma inmediatamente anterior a la aparición de una crisis. Las dos auras
más conocidas son la epiléptica y la histérica.
Brote: forma de crisis violenta y súbita que luego de su desaparición origina una
alteración permanente en el sujeto (Ver Déficit).
Complejo sintomático: conjunto de síntomas propios de los distintos cuadros de
estado de los procesos morbosos.
Convulsiones: son contracciones bruscas, de carácter involuntario y de muy breve
duración. Existen dos tipos de convulsiones: las clónicas y las tónicas, aunque puede
darse la combinación de ambas. (Ver Crisis tónica y clónica).
Las convulsiones son contracciones involuntarias e instantáneas de los músculos,
seguidas de relajamiento, la sucesión rápida de los movimientos distingue las
convulsiones de las contracturas, donde la contracción dura siempre un tiempo bastante
largo.
Crisis: episodios de breve duración, de síntomas polimorfos, desencadenados por
factores externos o exógenos y que desaparecen sin dejar déficit o deterioro.
Crisis alucinatoria: la alucinación puede aparecer súbitamente y en forma intensa,
invadiendo la personalidad en forma transitoria. Cuando esto sucede, hablamos de crisis
alucinatorias, en general visuales o auditivas. Este trastorno puede ser originado por un
sinnúmero de causas: tóxicas, infecciosas, etc.
Crisis atónica: también conocida o denominada como amiotónica, consiste en la
pérdida súbita de la conciencia y del tono muscular, lo que lleva al sujeto a caer al suelo
"donde queda en resolución completa durante varios minutos, con los globos oculares
desviados hacia arriba y los párpados semicerrados" (Gastaut).
Crisis clónicas: "Esta crisis comienza por la pérdida del conocimiento con miotonía, o
por el contrario, breve espasmo tónico que provoca la 'caída'" (Gastaut). Una vez que se
produce este hecho aparece la agitación por sacudidas bilaterales de duración variable.
Crisis confusional: crisis que presenta como rasgo semiológico diferencial la
obnubilación de la conciencia junto al estupor o la agitación, la desorientación temporal y
la espacial y la confusión mental.
Crisis de agitación: "La crisis de agitación onírica se caracteriza por el estado de
confusión, el onirismo y la agitación delirante. Se acompaña de temblores y sudoración."
(H. Ey).
Crisis de angustia: irrupción súbita e intensa de vivencia de angustia junto a una
serie de trastornos somáticos: disnea, palpitaciones, dolores neurológicos, vómitos,
sequedad de la boca, temblores, hiperestesias, etc. El sujeto sufre por otra parte el temor
a la aparición de un peligro y una desorganización en sus capacidades de organizar sus
defensas, razonamiento y análisis.
Crisis depresivas: junto a los rasgos generales de una crisis aparecen sentimientos
de dolor, pena y enlentamiento de las funciones psíquicas, que puede llegar a la
inhibición total.
Crisis graduo-comicial: "Consiste en una gran crisis generalizada" (H. Ey). "Lo que
caracteriza a esta crisis es la gran variedad de su desarrollo cinético y su posible
detención en fases intermedias (crisis incompletas)" (H.Ey)
Crisis histérica: es el gran ataque histérico, sus rasgos semiológicos diferenciales
son: la presencia del aura histérico (dolores, trastornos perceptivos, etc.) y las
convulsiones violentas con expresiones corporales sustitutivas (preverbales).
Crisis incompletas: son los llamados "equivalentes" y constituyen crisis abortadas o
incompletas que no han llegado a su desarrollo final.
Crisis maníacas: a todos los rasgos semiológicos de la crisis se agrega un
sentimiento de euforia y la aceleración de todas las funciones psíquicas, hasta llegar a la
forma extrema de la agitación.
Crisis nerviosa: es el equivalente de la gran crisis histérica, y consiste en la presencia
de la vivencia de angustia asociada a llanto, dificultades respiratorias, taquicardia, etc. En
términos generales puede compararse con la crisis de angustia, aunque en este tipo de
crisis (nerviosa) predomina la descarga psicomotriz sobre la angustia.
Crisis progresiva: se denomina así a todo tipo de crisis que es precedida por auras
que se convierten en los signos prodrómicos de la descarga crítica.
Crisis psicosomáticas: crisis en las cuales la angustia se acompaña de reacciones
funcionales patológicas orgánicas. Las más conocidas son las crisis asmáticas, alérgicas,
urticarias, digestivas, etcétera.
Crisis seriadas: repetición de una serie de crisis que se van acumulando hasta
producir una descarga psicomotriz de gran intensidad y paroxística, muy común en las
epilepsias.
Crisis tónicas: Se trata de una contracción tónica perfecta, no vibratoria, cuya
instalación es muy brusca o muy lenta y cuya duración varía entre segundos a un minuto,
presentando así aspectos tan diferentes como los de una sacudida prolongada a los de
un movimiento de muy lenta instalación" (Gastaut).
Crisis uncinadas: son las crisis que se producen con la presencia de alteraciones de
la percepción (alucinaciones, especialmente gustativas y olfativas) y de la memoria
(paramnesia). Estos síntomas están unidos a una vivencia de extrañeza y angustia
prolongada
Cronicidad: estado terminal de las enfermedades mentales en las que los síntomas
del cuadro han permanecido durante más de 18 meses.
Cuadro: nombre genérico con que se designan las diversas patologías de estado.
Cuadro de estado: "Son formas pasajeras de manifestación de la enfermedad, que
deben diferenciarse de todo el proceso mórbido". (K. Jaspers).
Déficit: debilitamiento psíquico resultante de brotes cuyo origen está determinado por
un proceso de naturaleza psicogenética.
Deterioro mental: fenómeno mental deficitario, consecutivo a una involución, y cuyo
origen es múltiple, pero siempre ligado a causas orgánicas. Se diferencia de los déficits
por ser producto de un proceso involutivo y puede evaluarse el grado de deterioro de un
sujeto por "la diferencia entre la eficiencia anterior y la actual" (Pichot) .
Enfermedades mentales agenéticas: son alteraciones permanentes del compromiso
orgánico, que consisten en la detención y/o insuficiencia en el desarrollo de las funciones
intelectuales (oligofrenias).
Enfermedades mentales agudas: son los cuadros violentos y de aparición súbita con
gran intensidad de los síntomas y generalmente con tendencia a una rápida recuperación.
Ejemplos de estas patologías son: las crisis melancólicas, manías, de angustia, psicosis
delirantes agudas, etcétera.
Enfermedades mentales crónicas: son alteraciones permanentes del equilibrio
psíquico que generalmente se instauran en forma progresiva en la personalidad del
enfermo. Este grupo incluye: neurosis, psicosis esquizofrénicas, psicosis delirantes,
crónicas, etcétera.
Enfermedades mentales endógenas: son las producidas por procesos internos más
que como resultado de la estimulación del medio ambiente (melancolía involutiva).
Enfermedades mentales reactivas: así como en las enfermedades mentales
endógenas están acentuados los aspectos constitucionales orgánicos y los procesos
psicogenéticos internos, en las reactivas, el elemento etiológico significativo es la
situación extrema que provoca u origina la patología (la depresión reactiva).
Estado: hablamos de estado cuando la desorganización de la personalidad se ha ido
produciendo en "forma progresiva, incompleta y de larga duración, y se realiza a través
de niveles sucesivos, dando lugar a la aparición de comportamientos automáticos más o
menos complejos" (H. Ey). Los más comunes de estos estados son los crepusculares, de
angustia, epilépticos, oniroides y confuso-oníricos.
Estados mixtos: se dan unidos síntomas patognomónicos de dos cuadros distintos
como, por ejemplo, en el estado confuso-onírico, maníaco depresivo, etcétera.
Estados segundos: son los estados crepusculares.
Estructura: por estructura se entiende en psicopatología las distintas formas de
aparición de la enfermedad, remarcando con este término, la relación solidaria que
mantienen entre sí los demás aspectos semiológicos. Pero además este término hace
alusión a los soportes sobre los cuales se asienta la variada gama sintomatológica, de tal
forma que por sobre síntomas y signos distintos, puede encontrarse en dos o más
enfermos la misma estructura básica patológica. De esta manera, podemos hablar de
estructuras neuróticas, psicóticas, etcétera.
Estructura agenética: ver Enfermedades agenéticas.
Estructura demencial: es el grado máximo de disolución de la personalidad y
constituye el período terminal de algunas psicosis. El sujeto pierde sus capacidades de
razonar, de autocrítica, y en general de cualquier otra actividad intelectual. Para H. Ey, los
síntomas de esta estructura representan "los efectos de una doble deterioración". "El
demente ha perdido no sólo el uso de sus instrumentos intelectuales, sino también la
escala de valores lógicos y éticos".
Estructura neurótica: desadaptación menor de la personalidad en sus relaciones
internas y externas cuyos rasgos semiológicos más importantes son: a) conservación del
juicio de realidad; b) conciencia de enfermedad; c) presencia de angustia y culpa; d)
vivencia egodistónica de los síntomas y e) trastornos somáticos funcionales.
Estructura psicopática: los rasgos semiológicos básicos de esta estructura
patológica de la personalidad son un conjunto de síntomas sobre los que se destacan la
tendencia a hacer actuar a los otros y la ausencia de los sentimientos de culpa y
angustia. Esto último hace que, si bien se mantiene el juicio de realidad, no haya
conciencia de enfermedad. Pueden diferenciarse: las estructuras psicopáticas primarias,
producto de un déficit y en las que a todo el complejo sintomático se agrega en forma
esencial la perversión, y las estructuras psicopáticas secundarias, en donde la psicopatía
se organiza como defensa. En ambos casos está afectado el proceso de simbolización
debido a la incapacidad de tolerar y soportar la frustración.
Estructura psicótica: consiste en la ruptura de la continuidad de la vida psíquica del
sujeto y de la relación con su mundo. Hay una tríada de síntomas que caracterizan a la
estructura psicótica: a) la pérdida del juicio de realidad; b) la pérdida de la conciencia de
enfermedad y c) la vivencia egosintónica de los síntomas.
Fases: alteraciones psíquicas de carácter endógeno y de distinta duración que al
desaparecer no dejan deterioro en la personalidad, o fenómeno morboso que una vez
desaparecido deja a la personalidad en condiciones similares a las que se encontraba
antes de su irrupción.
Fases deficitarias: procesos desorganizativos, negativos o desestructurantes, que
llevan al sujeto a la ruptura y alejamiento de la realidad (proceso primario).
Fases equivalentes: son fases que se repiten a intervalos regulares y con síntomas
distintos.
Fases periódicas: son fases que se repiten a intervalos regulares y con síntomas
similares. Es la reiteración de un cuadro mórbido, o más específicamente, la reiteración
de "algo" que ya se había mostrado con anterioridad.
Fases procesales: fases agudas, separadas por períodos de normalidad, que
conducen progresivamente al deterioro, típico de los esquizofrénicos (se identifica este
término como brote).
Fases restitutivas: a partir de la crisis o brote psicótico el sujeto intenta
"reconectarse" con el mundo. Pero debido a su estado patológico, sus producciones
también lo son, dando lugar a los síntomas secundarios, como los delirios, alucinaciones,
etcétera.
Intermitencias: formas de expresión de los cuadros morbosos caracterizados por la
reproducción periódica del complejo sintomático.
Existen cuatro tipos básicos de intermitencia: a) intermitencia simple: un mismo
síntoma o complejo sintomático se repite en forma idéntica con intervalos de normalidad y
lucidez, como en las crisis seriadas de manía y epilepsia; b) intermitencia alterna:
síntomas o complejos sintomáticos distintos se suceden con un intervalo de lucidez, como
en algunas formas maníaco-depresivas; c) intermitencia periódica: dos complejos
sintomáticos opuestos (manía-melancolía) se suceden y a continuación se inicia un
intervalo lúcido, luego del cual se repite el ciclo, y d) intermitencia circular: en donde, por
ejemplo, la manía y la melancolía se repiten sin intervalos de normalidad.
Intervalo lúcido: "Proceso de remisión más o menos prolongado, en el curso de un
estado de enajenación mental" (Rameé), que incluye: a) intermisión: es la vuelta completa
al estado normal entre dos crisis patológicas; b) momentos lúcidos, en los cuales el
sujeto, sin salir de la enfermedad, tiene un chispazo de intento de restitución y claridad y
c) remisión: que consiste en la disminución de la intensidad de los síntomas.
Involución: es el proceso regresivo de la personalidad y de las funciones psíquicas,
que conduce en algunos casos a la demencia. Hay varios tipos de involuciones según
sean las causas que provoquen dicho trastorno: seniles, atróficas, arteriopáticas,
etcétera.
Patognomónicos: se denomina así a los síntomas propios de cada cuadro.
Períodos: etapas evolutivas por las que pasa una enfermedad mental hasta alcanzar
su estado terminal.
Período de estado: es el complejo sintomático que se establece como característico
de cada enfermedad mental.
Período de inicio: es equiparable a la fase regresiva y consiste en un conjunto
sintomático que preanuncia la instalación de la enfermedad. El inicio puede ser
progresivo o lento, y manifiesto o insidioso, pudiéndose combinar estas cuatro
alternativas.
Período terminal: es la última etapa de la enfermedad mental, cuyo período posible
puede terminar en: a) la remisión a la salud; b) la cronicidad del cuadro en algunas de sus
formas y c) la disolución progresiva que conduce a la demencia.
Proceso morboso: se habla de proceso morboso o patológico cuando en el
desarrollo del sujeto se produce la "aparición de algo enteramente nuevo" (K. Jaspers),
que se incorpora como alteración duradera de la personalidad (ver diferencia con Fase).
Pródromos: conjunto de síntomas y signos que acompañan al desarrollo de los
procesos morbosos progresivos y preanuncian la aparición de la enfermedad mental. Su
variedad es muy grande (dolores ováricos, algias, inhibiciones, trastornos del sueño, etc.).
Pueden ser identificados en cada enfermedad mental sus síntomas prodrómicos
particulares, que constituyen el período inicial del cuadro.
Recurrentes: son las enfermedades mentales que una vez producidas en el sujeto se
reiteran a intervalos más o menos largos, por períodos de tiempo variable, luego de una
fase, (en general bastante larga) de salud.
Residuos: luego de un brote o fase y su posterior remitencia a la salud, pueden
quedar enclavados, en el sujeto, síntomas del cuadro psicótico como residuos
parasitarios que ponen de manifiesto el episodio vivido. En algunos casos los residuos
pueden ser de importancia como microdelirios, inhibiciones, etcétera.
Signos: fenómenos objetivos que presenta el enfermo, perceptibles en forma directa
por el observador. Así, por ejemplo: la excitación psicomotriz es directamente observable,
como lo son los gestos, las características del lenguaje, etcétera.
Síndromes: conjunto de síntomas y signos solidarios y co-existentes que no llegan a
conformar una entidad patológica o enfermedad mental. Entre los más importantes están:
los de disgregación, despersonalización, acción exterior, el afásico, el onírico, el
automatismo mental, etcétera.
Síntomas: fenómenos a los cuales sólo tenemos acceso a través del relato del
enfermo; son datos subjetivos que él transmite y que pueden coincidir o no con los signos
observables. Ejemplos de síntomas serían las distintas vivencias cenestésicas,
perceptuales, afectivas, etcétera.

PARTE SEGUNDA: ETIOLOGIA

Capitulo Primero: Conceptos Introductorios.


Los autores contemporáneos están de acuerdo en sostener que las "enfermedades
mentales" no son el resultado de causas únicas y específicas sino que, por el contrario, la
enfermedad es el producto o resultado de la articulación progresiva, en tiempo y espacio,
de situaciones y condiciones que al encadenarse de determinadas maneras posibilitan la
entrada del hombre en el mundo de la enfermedad.
La investigación y el estudio sistemático por medio de métodos adecuados, de los
determinantes que originan la "enfermedad mental", constituyen la disciplina
psicopatológica denominada Etiología.
Si bien existen numerosos puntos en los cuales todavía la Etiología no ha podido
dar respuestas, o las ha dado a medias, día a día, gracias a recursos técnicos cada vez
más precisos, aumenta el conocimiento de los diversos factores que intervienen en la
estructuración de la patología mental.
Su avance decisivo ha permitido, por un lado, establecer distintas formas en las
cuales se combinan estos factores y las leyes de su organización y por otro, en función
de estos patrones, sustentar un principio clasificatorio de las enfermedades mentales
según su etiopatogenia.

A Etiología clásica y contemporánea.


Si quisiéramos establecer diferencias significativas entre el modo de proceder
de la Psicopatología descriptiva y clásica y las modernas concepciones acerca de la
problemática etiológica, podríamos decir que la primera escuela dedicaba sus esfuerzos,
en base a principios taxonómicos generales, a la enumeración de las posibles causas de
la enfermedad, mientras que la segunda busca establecer sobre la base de principios
racionales la "estructura fundamental" que rige la producción de la patología mental y las
leyes de composición e integración de dicha estructura.
Sin embargo, no podemos decir que los avances de las corrientes clásicas
hayan sido pocos o sus puntos de vista reducidos.
El concepto de pluricausalidad de los factores etiológicos, por ejemplo, ya era
sustentado en el siglo pasado y se consideraba "que la enfermedad no se produce por
una causa única y especifica, sino por una serie de circunstancias y condiciones que
preparan de antemano al organismo y que después, por su acción simultánea,
determinan la explosión de la locura" (Griesinger, Tratado de Enfermedades Mentales,
1860).
Lo que expresaba Griesinger. hace más de cien años, implica el
reconocimiento del juego de factores múltiples y la imposibilidad de avalar causas únicas
como agentes etiopatogénicos.
Junto a este concepto de pluricausalidad también se sostenía la división, con
fines operativos, de los factores patogénicos en predisponentes y determinantes, jugando
los primeros un rol vital en la etiología de las enfermedades mentales, dado que
sensibilizaban al sujeto hacia la enfermedad.
Un tercer elemento que la Psicopatología clásica desarrolló, fue el rol de los
factores sociales. Por ejemplo el Dr. Rogues de Fussac en 1906, en su Manual de
Psiquiatría dice textualmente:
"Los factores sociales juegan un rol muy importante en la etiología de
las enfermedades mentales y dentro de estos factores, la familia hay
que considerarla como vital".
Más adelante, al referirse a la civilización, señala que:
... "no es asombroso que el número de psicópatas vaya en progresión
constante en los países llamados civilizados, justamente por las
características de la civilización".
Se podrían seguir enumerando otros puntos de contacto, pero los señalados
son suficientes para poner en evidencia lo cercana que, por momentos, la "etiología
clásica" estuvo, en sus conclusiones, de la de nuestros días.
Lo dicho anteriormente no implica reconocer identidad entre ambas. Por el
contrario existen significativas diferencias de enfoques y métodos que permiten distinguir
una de otra, una de las cuales es la aplicación de nuevos métodos científicos en la
"etiología contemporánea".
Los resultados a los que estos métodos han permitido llegar son variados.
Globalmente se puede hablar de logros específicos y generales. Los primeros se refieren
a los conocimientos alcanzados, gracias al desarrollo de técnicas de investigación y
análisis, cada vez más perfeccionadas, de la serie etiológica de cada enfermedad en
particular. Los segundos, a las leyes que rigen el conjunto de la vida mental patológica y
que son aplicables a los distintos grupos y cuadros nosográficos indistintamente. En este
punto vamos a referirnos sólo al último aspecto.

B Leyes Etiopatogénicas.
El conocimiento de las leyes etiológicas de conjunto es un eslabón
imprescindible para el abordaje y la comprensión de la enfermedad. Las más importantes
son:
1. Ley de unidad funcional
Ninguno de los factores que intervienen en la producción de la
enfermedad mental actúa de manera independiente, sino que la estructura patogenética
constituye una unidad funcional en donde los determinantes son interdependientes.
2. Ley de combinación de factores
La patología mental resulta de la combinación de factores disposicionales
y actuales, sin que ninguno, de por sí, pueda ser causa suficiente de la enfermedad.
3. Ley de secuencia temporal
Los factores etiológicos se organizan de acuerdo con la secuencia
histórica de constitución de la personalidad, de tal forma que cuanto más tempranamente
se produzcan en el sujeto las experiencias perturbadoras o traumatizantes, mayor ser el
daño experimentado y por lo tanto mayor la disposición a la enfermedad.
4. Ley de crecimiento
Cada etapa por la cual atraviesa el sujeto en su desarrollo ontogenético,
estácondicionada por cómo haya vivido la anterior, de tal suerte que cuando se produce
un fenómeno de acumulación de experiencias dolorosas, que le impiden resolver
acabadamente las exigencias que el crecimiento le va planteando, disminuye la fortaleza
del yo y aumenta la disposición a la enfermedad.
5. Ley de acumulación de energía y seguridad
El sujeto durante los períodos en los cuales no estásometido a las
presiones internas y externas, de estímulos perturbadores, acumula energía y seguridad.
Cuanto mayor sea el umbral de fortaleza que se logra asimilar, más dificultad encontrar n
los diversos factores patogenéticos para vencer la resistencia a la enfermedad.
6. Ley de intensidad
La aparición de la enfermedad mental no sólo depende de la intensidad
de los factores patogenéticos, sino también de la fortaleza e intensidad de las defensas
que posea el sujeto.
7. Ley de predisposición
La predisposición a la enfermedad no es un factor heredado, sino que se
construye por la interacción de factores constitucionales y ambientales.
8. Ley del umbral
Cuanto mayor sea el umbral disposicional a la enfermedad, menor ser el
grado de intensidad necesario del factor precipitante y viceversa.
9. -Ley de factores desencadenantes.
Los factores precipitantes de la enfermedad mental pueden aparecer bajo
la forma de hecho único (una sola vivencia determina la aparición de la enfermedad),
convergencia (idénticos factores provenientes de distintas situaciones), complementarie-
dad (distintos factores unidos se potencian entre sí y logran iniciar un curso morboso) o
como iteración (un mismo fenómeno que se repite).
10. Ley de adición
Al complejo de circunstancias patogenéticas que puede sufrir un sujeto y
que, si bien establecen un cierto déficit o perturbación mínima, no logran por sí mismas
quebrar su equilibrio, puede agregarse un elemento único e independiente que
descompone la homeóstasis y lleva a la enfermedad.
11. Ley de disminución del potencial de resistencia.
En ciertos estados, agotamientos, accidentes, crisis, etc., puede disminuir
y por último ceder la resistencia del sujeto a la enfermedad, que de otra manera
mantendría su equilibrio.
12. Ley de duración del factor desencadenante
Ciertos hechos o experiencias no poseen, inicialmente, la intensidad y
energía suficiente para originar una perturbación mental, pero su constante permanencia
puede reemplazar la insuficiente intensidad primera y por un proceso acumulativo y de
presión, provocar la enfermedad.
13. Ley de modificación de los factores etiológicos
Los factores etiopatogénicos sufren a lo largo de la enfermedad de un
sujeto modificaciones, de tal forma que el curso del proceso mórbido de la personalidad
puede predecirse teniendo en cuenta estos cambios.

C. Causa, Motivo y Determinante.


Antes de continuar con el tema de este capítulo vamos a tratar de precisar un
conjunto de términos que son los que encabezan este epígrafe: causa, motivo y
determinante. Por lo general se los utiliza como sinónimos, pero responden, en el campo
de la psicopatología, a concepciones diferentes.
¿Qué entendemos por causa? Hablar de causa nos remite a la "doctrina de la
causalidad" que afirma esencialmente la validez de un principio cuya enunciación puede
ser: "la misma causa produce siempre el mismo efecto" (Bunge).
La aplicación de este principio, y de la terminología que se deriva, no nos
ofrece ninguna duda dentro del campo de las Ciencias Exactas, pero dentro del campo de
la Psicopatología, no podemos hablar de causas y efectos únicos, sino de plural o
multicausalidad.
Por lo tanto la utilización de un esquema mecanicista, en cualquiera de sus
variantes, se torna aquí insuficiente. Por el contrario, el término "determinante" se ajusta
mucho más a la realidad que queremos explicitar.
En efecto, el principio de causalidad establece una vinculación lineal entre
causa y efecto, siendo éste sólo una transferencia de las cualidades que ya
encontrábamos en la causa. Esto permite una predicción mecánica del comportamiento
del hombre, ya que éste resultaría un reflejo de fuerzas externas y un ausente en la
construcción de su propio comportamiento. En cambio el concepto de determinante, a la
par que abre el haz de posibilidades, ya que los factores intervinientes no sólo son de
naturaleza causal, marca la participación del sujeto en su propio proyecto.
Así, el motivo es también un determinante (igual que la causa) que actúa
desde la estructura interna de la conducta dándole a ésta, en su continuidad genética y
estructural, una unidad de sentido.
Causa y motivo constituyen subestructuras de una estructura más amplia que
es la sobredeterminación.
Por sobredeterminación entendemos provisoriamente un concepto que explica
el surgimiento de la conducta, normal o patológica, en forma dialéctica, integrando tanto
los factores externos (causas) como los internos (motivos).

Capitulo Segundo: Teorías etiológicas.


Las teorías etiológicas son los modelos mediante los cuales se trata de explicar el
surgimiento de la enfermedad mental.
Al respecto existen un numero bastante considerable de hipótesis que aportan
perspectivas de comprensión dispares. Sin embargo si tomamos a cada una de ellas no
como dogmas sino como herramientas de indagación vamos a encontrar que cada una
de ellas brindan al investigador un esquema conceptual útil para su trabajo.
Por otra parte no hay que olvidar el marco conceptual del cual surgen, recuerdo
que nos da la posibilidad de asimilar más acabadamente sus fundamentos y alcances.
Nos vamos a referir en este capitulo solo a algunas de las importantes y que más
han impactado en el pensamiento psicopatológico.

A Teorías Organicistas.
Lo común a todas las teorías organicistas es sostener la existencia de un
sustrato anatómico o funcional como determinante de las enfermedades mentales. Este
sustrato orgánico puede ser hereditario, congénito o adquirido.
Los síntomas psicopatológicos son atribuidos a lesiones de los centros
funcionales del Sistema Nervioso Central. Según sea la localización de la lesión, se
producir n tales o cuales trastornos.
Tal vez quien más impulsó esta concepción fue K. Kleist, con su doctrina de
las localizaciones cerebrales.
El concepto de "desorden orgánico" como proceso generador no se limita a la
noción de lesión cerebral. Hay que recordar también los estudios realizados a nivel
genético y bioquímico. En el primer caso, encuadradas por el método estadístico, las
investigaciones intentan establecer valores significativos que permitan atribuir la
enfermedad mental a la peculiar conformación del código genético. En el segundo, la
investigación a nivel bioquímico ha permitido detectar, en ciertas enfermedades mentales,
la presencia de substancias específicas, como por ejemplo la bufotoniria en los
esquizofrénicos. De todos modos, el valor etiopatogénico de estas comprobaciones es
relativo, ya que no permite la explicación de la enfermedad a partir de dichos factores.

B Teoría Factorialista.
El aporte de la teoría factorialista en psicología ha permitido a algunos autores
utilizar sus conceptos en la práctica psicopatológica. Para ellos la enfermedad es una
situación que resulta de la convergencia multicausal que la determina. Es un efecto
complejo cuyos elementos interactúan entre sí; una situación sobredeterminada por una
matriz de factores actuantes en el momento de su aparición.
Así vista, la etiología de las enfermedades mentales puede explicarse en
términos de una "ecuación factorial".
"Si entendemos a la situación contemporánea, a la iniciación de la
enfermedad como la etiología de ésta, podríamos decir (usando el
lenguaje matemático tan útil en este caso) que estamos frente a una
ecuación (la situación) en la que tenemos varios factores (causas) de
distinta magnitud. Por lo mismo que la enfermedad es la resultante de
la situación (ecuación) podríamos decir que la ecuación (sus factores)
es igual a la enfermedad". (O. Ipar y otros).
Nos parece que el texto anteriormente citado es lo suficientemente ilustrativo,
y como el desarrollo de esta teoría hecho por los doctores Ipar y Sisto en el año 1958,
encuentra en esa publicación un desarrollo coherente, hemos extractado, con leves
modificaciones, la "Teoría Etiológica Factorialista", sustentada en ese libro.

1. Ecuación Etiológica
La ecuación etiológica de una enfermedad desde la perspectiva
factorialista es la expresión formada por dos términos, uno de los cuales es la
enfermedad en cuestión y el otro el conjunto de factores causantes de la misma.
"Es decir que para una enfermedad X se cumple que A + B + C + D... + N
= X, siendo el primer término la suma algebraica de los factores integrantes de la
multicausalidad de la enfermedad X". Estos factores podrían dividirse en causantes y
necesarios. Los primeros son "los distintos elementos capaces de intervenir en su
aparición", mientras que los segundos son aquellos "siempre presentes en la ecuación
etiológica de una determinada enfermedad y sin cuya presencia, no se verificaría la
existencia de la misma".
Este último factor (el necesario), si bien juega un rol protagónico en la
producción de la patología no se basta a sí mismo para provocarla.
Los factores intervinientes se encuentran relacionados según una
modalidad din mica y pueden ser capaces de influir en forma algebraica en la aparición
de la patología Como todos los factores causales se encuentran dinámicamente
relacionados y son armónicamente influibles entre sí, la aparición de uno de ellos en la
ecuación etiológica es capaz de sumarse a los otros existentes, de potenciarlos, o al
revés, reducir la magnitud de algunos o aun de suprimirlos".

2. Factores internos y factores externos


Los distintos factores potenciales capaces de participar en una ecuación
factorial, pueden ser agrupados en dos sectores: aquellos que son propios del sujeto
(genotípicos) y aquellos que son ajenos al sujeto y que tienen por fuente de origen el
medio (paratípicos).
Este enfoque es una forma estática de presentación de la Ecuación
Factorial. Pero, si en lugar de poner atención sobre el momento actual (sincrónico)
tratamos de establecer una evaluación de la situación patógena (diacronía), podemos
apreciar la acción de los distintos factores ambientales en juego, sobre la especial
constitución genética de cada individuo. Es decir, "la acción de los factores ambientales
sobre el capital genético del individuo a lo largo de su historia vital, da lugar en él a una
nueva situación real, es decir, se va constituyendo una estructura distinta a lo largo del
tiempo, diferente aún en mínimo grado, del estado anterior y del próximo".
"Esto da origen a una determinada constitución que, en cierto sentido y
en relativa proporción, es dinámicamente variable. Desde el punto de vista patogénico,
esto se traduce en lo que llamamos disposición, es decir, el conjunto potencial de
posibilidades de reacción ante la estimulación posible en un momento dato".
La constitución en última instancia se reduce al conjunto de factores
biohereditarios y como tales preexistentes en el individuo, los cuales, relacionados
indirectamente con los demás factores ajenos a él, determinan la aparición de la
enfermedad. Este conjunto de factores biohereditarios constituyen la predisposición
morbosa del sujeto.

3. Interacción dinámica
Los elementos o factores que constituyen parte del primer término de la
ecuación factorial etiológica, mantienen entre sí una activa relación dinámica, "es decir,
son un concepto guestáltico el todo no es igual a la suma de las partes".
De esta manera pareciera que coexisten en esta postulación explicativa
de la génesis del enfermar, dos puntos de vista. El primero apunta a remarcar la
enfermedad como un producto de la suma de factores. El segundo trata de superar este
enfoque, poniendo de relieve la relación entre las partes que integran la ecuación.
Los conceptos factorialistas derivados de las distintas Teorías Factoriales,
no son arbitrarios en el uso psicopatológico, si bien son insuficientes, justamente por
situarse en un nivel explicativo al que no pueden ajustarse los fenómenos de la patología
mental. El lenguaje en una conceptualización, no es un mero azar. Responde a causas
profunda y motivaciones precisas. La Teoría Factorial delata su flanco vulnerable, cuando
pretende que el lenguaje matemático puede expresar (aunque sea por analogía) la
realidad psicopatológica. Esta se escapa con bastante margen de adelanto, porque un
número es un punto en un sistema preciso de relaciones, mientras que el hombre es la
trama de relaciones que produce algo más que números para expresar sus
padecimientos.

C. Teoría Fenomenológica.
Desde la perspectiva Fenomenológica existirían dos tipos de explicaciones. La
primera sería la causal. Siempre se puede preguntar por causas y efectos aun en el
terreno de lo psicológico y explicar, por ejemplo, la presencia de un delirio por la
alteración exclusiva de una función orgánica. De la conexión objetiva de hechos repetidos
con regularidad, explicamos de manera casual.
Pero hay otro tipo de explicación que trata de abordar la causalidad desde el
mismo seno de lo psicológico.
Lo que se pretende lograr es la comprensión de lo psíquico en virtud de su
relación con otros hechos de la misma naturaleza y por esta penetración captar
genéticamente el surgimiento de lo psíquico de la misma fuente. "Ver cómo lo psíquico
surge de lo psíquico". (K Jaspers). Por ejemplo, una persona engañada se vuelve
desconfiada; alguien que es atacado se encoleriza y se defiende, etcétera. Lo psíquico
emerge en una relación comprensible y evidente. Dicha evidencia no conduce a teorías,
sino que es una pauta que mide sucesos particulares, buscando o tratando de encontrar
lo idéntico en lo múltiple.
El primer tipo de explicación es la explicación causal, característica de las
ciencias naturales, y posibilita la enunciación de leyes y ecuaciones causales. "En
psicopatología hallamos algunas reglas causales, raramente leyes y ninguna ecuación
causal". (K Jaspers). De ahí la propuesta de otro tipo de explicación, "la comprensible",
que se apoya en el conjunto de manifestaciones del enfermo y que por el contrario a la
causal, se ve limitada en sus posibilidades de explicación. Los límites de este comprender
psicopatológico son para Jaspers lo extraconciente y la libertad.
El aspecto crítico de la construcción fenomenológica es que reduce, en última
instancia, a la descripción de lo que objetivamente se está viendo, olvidando que lo que
objetivamente se presencia no es más que la manifestación disfrazada de contenidos
latentes.
En este marco Jaspers (y utilizamos como referencia a este autor por ser en
cierto modo el paradigma de psicopatología fenomenológica), propone tres conceptos
teóricos de relevante importancia para la acabada explicación del proceso de enfermar.
Dichas nociones son: Reacción Vivencial, Proceso y Desarrollo.

1. Reacción Vivencial.
El hombre, a lo largo de su existencia, atraviesa situaciones o
acontecimientos que repercuten en su esfera afectiva, provocándole vivencias que lo
conmocionan y modifican.
Fenomenológicamente podemos decir, que una "reacción" puede ser
considerada dentro del campo de la normalidad cuando cumple las siguientes
condiciones:
- permanece bajo el dominio final del sujeto, es decir, los sentimientos
que se originan frente a la situación no son de tal intensidad que desbordan al sujeto, de
tal manera que el individuo no pierde totalmente el control de sus actos;
- no tiene consecuencias imprevistas que perturben el desarrollo posterior
de la vida del sujeto que las sufre; y
- está teñida de una particularidad tal que sea imposible que otra persona
lo viva. De alguna manera esto quiere decir que una reacción, cuando más particular es,
más podemos sospechar su carácter anormal.
Dentro de las vivencias que frecuentemente experimentan a lo largo de
su vida los hombres, se puede diferenciar aquellas que provienen de condiciones
repentinas, tales como accidentes, catástrofes, agotamiento, ataques sexuales, etcétera,
que provocan sentimientos de miedo, espanto, rabia, etcétera; y aquellos trastornos que
marcan profundamente el ánimo de manera persistente, como la desesperanza que trae
aparejada la vejez, encarcelamientos prolongados, el fracaso de proyectos vitales de
mucha importancia, etcétera. En general, por su frecuencia, los aspectos de la vida que
son fuente de todas estas aflicciones, están directamente relacionados con las
inquietudes de la vida material, la seguridad de la familia, el temor a la enfermedad, las
aprensiones sexuales y los motivos sociales, religiosos y políticos que afectan según los
acontecimientos de cada caso particular.
Precisando los límites entre lo normal y lo patológico en estas reacciones
vivenciales, se puede determinar la línea de demarcación en base al tiempo de duración y
a la intensidad de la vivencia.
Para Jaspers lo patológico comienza cuando la transición va más allá del
término medio, convierte la excitación en exceso, la inhibición en parálisis, etcétera. Es
decir, el móvil de los sentimientos humanos se transforma en inmóvil, las asociaciones se
transforman en fijaciones, produciendo una escisión insuperable en la personalidad, lo
que provoca un estancamiento que impide el equilibrio de la vida psíquica.
Entre las reacciones vivenciales patológicas, podemos distinguir:
1. Las psicosis solamente desencadenadas. En ellas el contenido no está
en relación comprensible con la vivencia. Por ejemplo, ante la muerte de un familiar
cercano, un sujeto cae en un proceso catatónico. La vivencia no está en relación con la
magnitud de la enfermedad desencadenada.
2. Las reacciones legitimas. El contenido está en relación comprensible
con la vivencia padecida, pues sin ésta no se hubiese producido. Por ejemplo, el
encarcelamiento prolongado generador de distintos cuadros patológicos, especialmente
neuróticos.
2. Proceso y Desarrollo
El desarrollo vital e histórico comprensivo puede diferenciarse en:
- el desarrollo unitario de una personalidad con sus correspondientes
edades y fases (K Jaspers);
- el carácter no unitario de una vida que por una ruptura se desgaja en
dos partes por la iniciación de un proceso que, al irrumpir en el curso biológico, altera la
vida psíquica de modo incurable e irreversible (K Jaspers).
Cuando hablamos de desarrollo de una personalidad, se entiende que
podemos comprender lo que ha llegado a ser el sujeto bajo la presuposición de un
acontecer normal biológico.
Dicho desarrollo se realiza sin fases llamativas ni desviaciones
incomprensibles, crece y se desenvuelve con las alteraciones que imponen las distintas
edades, en una secuencia continuada, manteniendo su intercambio con el medio, y
elaborando las vivencias en su forma singular. Cuando la personalidad se va
desplegando por los carriles de lo psicopatológico, podemos seguir paso a paso, en
forma comprensible, ese desarrollo enfermo de su estructura.
Los desarrollos pueden ser prematuros o tardíos, pero siempre hay que
contemplarlos en el contexto de la personalidad, de la forma más abarcativa y en el todo
de las relaciones comprensibles.
A diferencia del concepto de desarrollo, la noción de proceso trae
aparejado algo nuevo que surge frente al desarrollo vital y altera permanentemente la
vida psíquica.
Cuando el proceso se manifiesta en forma aguda y llamativa, estamos en
presencia de un brote, por ejemplo, el brote esquizofrénico. En el proceso la personalidad
se transpone, transforma y descompone creando condiciones que progresan hacia un
estado terminal.
Muchas afecciones mentales toman la forma de proceso aun siendo
distintas entre sí. Unas son las enfermedades orgánicas del cerebro. Los acontecimientos
psíquicos aparecen entonces en el seno de un transcurrir vital destruido o dañado. En
estos casos puede haber remisiones, detenciones y algunas veces curaciones.
Otros procesos alteran una vida psíquica sin destrucción, produciendo
discursos comprensibles, pero cuyas causas desconocemos Por ejemplo, un delirio cuya
génesis es incomprensible, pero cuyos contenidos y ámbito de desarrollo son
comprensibles.
Aun en sus formas más leves, en el proceso se altera el curso de la vida
de un individuo, en un momento determinado; como una expansión repentina que
suprime "la rectitud del desarrollo normal, se instala permanente y se toma irreversible".
Este proceso psíquico está rodeado de una cantidad de síntomas conocidos, no se
encuentra la causa desencadenante o una vivencia suficiente que justifique su irrupción y
aparece en un espacio corto temporalmente localizable.

D Teoría Psicoanalítica.
La teoría etiológica de las enfermedades mentales, desde la perspectiva
psicoanalítica, gira en torno al concepto de "Series Complementarias". Este concepto
acuñado por S. Freud, alude a la existencia de una estructura dual de términos que se
complementan en la producción de la patología. Estos términos son dos distintos tipos de
determinantes: los precipitantes y los predisponentes.
Los determinantes precipitantes son de carácter exógeno, experiencias
perturbadoras, mientras que los predisponentes son de carácter endógeno e
inconscientes. "Para explicar los motivos del surgimiento de las alteraciones psíquicas no
tenemos que elegir entre uno u otro, sino que ambos se sobredeterminan mutuamente en
una relación inversa a la intensidad de cada factor". (J. Laplanche).
La intensidad del factor desencadenante (conflicto actual) es inversa a la del
factor predisponente (fijación). De tal forma que, cuando el "umbral de ruptura" (nivel por
sobre el cual el sujeto enferma, determinado por la predisposición) es alto, el conflicto
desencadenante debe tener una intensidad mayor y viceversa.
Los factores predisponentes y precipitantes se van encadenando en tres
series complementarias. La primera serie está constituida por tres elementos: dotación
genética, experiencias intrauterinas y factores innatos. Estos elementos estructuran la
constitución individual de cada sujeto.
La segunda serie complementaria se constituye a partir de las primeras
experiencias infantiles, en especial las relaciones con las figuras parentales o sustitutas
significativas.
La tercera y última serie es el conflicto actual o motivo desencadenante de la
enfermedad.
Entre estas tres series existe una interacción din mica resultante de la
correlación de constitución y vivencias infantiles, la predisposición y el umbral de ruptura,
que especifica la intensidad que deber tener el factor precipitante para lograr romper el
equilibrio psíquico de cada sujeto.

a) Factores genéticos
Constitución b) Congénitos
a) Factor 1º serie c) Innatos
Series Predisponente
complemen- Vivencias infantiles
tarias 2º serie

b) Factor Conflicto actual o motivo


precipitante desencadenante 3º serie

El modelo de Series Complementarias, como explicación etiológica de la


enfermedad mental, remarca la sobredeterminación mutua existente entre los distintos
órdenes de determinantes. Esta sobredeterminación es dinámica y puede representarse
gráficamente, siguiendo un esquema propuesto por José Bleger, de la siguiente manera:

1º serie Factores constitucionales 2º serie

Heredado Congénito Innato Experiencias


infantiles
Disposición

3º serie Factores desencadenantes Conducta

Resumiendo: la primera serie de factores son los Factores Constitucionales,


presentes en el momento del nacimiento y que abarcan elementos hereditarios (dotación
genética), congénitos (experiencias intrauterinas) e innatos. Al nacer un sujeto, no es
solamente lo determinado por el código genético hereditario, sino que también es fruto de
las experiencias intrauterinas y de parto.
La segunda serie la constituyen las experiencias infantiles. La integración de
ambas series determina la disposición. La tercera serie incluye los factores
desencadenantes actuales.
Laplanche y Pontalis en su Vocabulaire de la Psychanalyse, definen las series
complementarias de la siguiente manera:
"Término utilizado por Freud para dar cuenta de la etiología de la
neurosis y traspasar la alternativa que constreñiría a elegir entre dos
factores exógenos o endógenos: estos factores son en realidad
complementarios, pudiendo ser cada uno tanto más débil cuanto más
fuerte es el otro, de manera que un conjunto de sucesos puede ser
colocado en una escala en que los dos tipos de factores varían en
sentido inverso...
No hay que elegir desde el punto de vista etiológico entre el factor
endógeno representado por la fijación y el factor exógeno
representado por la frustración; ellos varían en relación inversa uno
del otro: para que la neurosis se desencadene, puede bastar un
traumatismo mínimo en el caso en que la fijación sea fuerte y
viceversa".

1. Factores precipitantes
¿Cómo podrían conceptualizarse psicoanalíticamente el conjunto de
factores que sobredeterminados funcionalmente precipitan la entrada del hombre en el
mundo de la enfermedad?
En primer lugar vamos a recordar que por factores precipitantes
entendemos los conflictos temporalmente actuales que por su naturaleza (frustrantes) e
intensidad, rompen el equilibrio psíquico del sujeto. Es decir un tipo de experiencias
perturbadoras que lo desorganizan de tal modo que su única respuesta posible es la
enfermedad; si bien el desencadenante acentúa los aspectos situacionales y presentes
de la patología.
"Son experiencias que objetiva o subjetivamente, tienen alguna
semejanza con los acontecimientos de la infancia que dieron lugar a
los conflictos de carácter decisivo, es decir son experiencias que
tienen alguna relación o semejanza con los complejos de la persona.
Cuanto mayor es el número de conflictos defensivos pendientes de
solución, más inclinada estar la persona a interpretar las experiencias
nuevas como repetición de los acontecimientos que en su oportunidad
dieron lugar al conflicto defensivo" (Fenichel).
Lo que significa que las situaciones conflictivas actuales pueden devenir
precipitantes, siempre que el conflicto pasado no elaborado, imponga su patrón al
presente. Así, los conflictos actuales son tales porque existe una predisposición a que el
sujeto viva la realidad bajo la óptica de sus antiguas experiencias infantiles, interpretando
aquellas en función de éstas, convirtiéndose en situaciones que al estar ligadas
intensamente a conflictos no resueltos, al revivirlos, se toman peligrosas.
Fenichel sintetiza estas "situaciones de peligro" desencadenantes en tres:
- la perturbación es originada por un aumento de las pulsiones
rechazadas;
- las defensas que aseguran el rechazo de las pulsiones disminuyen, y
- las defensas se intensifican.

a) Aumento de la pulsión rechazada


O. Fenichel señala que "Este aumento no deber ser tan considerable
como para desbaratar completamente las contracatexias, pero debe ser de bastante
magnitud como para que las defensas previas contra los derivados resulten insuficientes".
Esta situación puede presentarse de distintas maneras:
1. Por el aumento absoluto de las pulsiones instintivas. Por ejemplo
durante la pubertad o el climaterio, en donde las pulsiones de origen sexual sufren
bruscas transformaciones ligadas a procesos fisiológicos.
2. Por el aumento relativo de "una específica pulsión". Esto puede
originarse debido a: frustraciones externas, experiencias que signifiquen el incremento de
la pulsión rechazada o por el bloqueo sistemático de las gratificaciones que hasta ese
momento para el sujeto, eran posibles de concretar.
b) Disminución de las defensas
No es necesario que esta disminución sea tan considerable como
para anular la defensa, pero debe ser lo bastante fuerte como para debilitar las defensas
previas contra los derivados. Puede ser provocada por:
1. Debilidad del estado yoico debida a causas orgánicas (fatigas,
etcétera), que disminuye su capacidad defensiva. En estas situaciones el Yo se encuentra
en momento propicio para que aparezcan descargas pulsionales en forma de síntomas.
2. Disminución de las funciones de censura, que conlleva el
descuidar la actividad defensiva, ejercida sobre el material reprimido. Esto puede
conducir a la producción de síntomas.
c) Intensificación de las defensas
Como señala Fenichel, "algunos fenómenos neuróticos son más que
irrupciones de lo rechazado, manifestaciones de la defensa. Pero con cada intensificación
de las fuerzas de rechazo se intensifica también la lucha en su conjunto. Esta situación
pone en movimiento mecanismos que rompen la delicada armonía dinámica-económica
de la defensa y las pulsiones de las cuales el sujeto se defiende. Y sucede que a mayor
presión de las defensas, la pulsión reprimida ejerce una contrapresión que permite decir
que aquello que motivó la organización de la defensa, precipita a la enfermedad Este
endurecimiento de las defensas es típico en un neurótico obsesivo, donde las relaciones
de presión y contrapresión antes explicitadas, pueden observarse claramente".
En líneas generales "todo aquello que intensifica la ansiedad o el
sentimiento de culpa que da motivo a la defensa, puede precipitar la neurosis" (O.
Fenichel). Donde dice neurosis puede leerse "enfermedad". La angustia pueden
intensificarse por:
1. Angustia: amenazas al equilibrio psíquico, vivencias percibidas
como peligrosas y frustraciones que confirman las amenazas temidas.
2. Culpa: cuando crecen las exigencias Superyoicas y se percibe el
no ajuste a esas exigencias. Esto origina remordimientos que movilizan o pueden
movilizar las fuerzas represivas.
3. Ansiedad y Culpa: aumentan simultáneamente y en forma
indirecta con la pérdida de algo que hasta ese momento ha servido de apoyo o
reaseguramiento. Toda pérdida puede obrar como factor desencadenante de la patología
mental.

2. Factores predisponentes
a) La fijación
Todo el desarrollo evolutivo del hombre puede pensarse como
siguiendo una serie de etapas graduales y sucesivas. Cada una de estas etapas se va
integrando a la que la continúa, formando estructuras más amplias y desarrolladas. Pero
puede suceder que esta progresión se detenga cuando la persona, como gráficamente
dice C. Hall, se queda en un peldaño de la escalera del crecimiento en lugar de dar el
paso siguiente. La persona, decimos entonces, se ha fijado.
El sujeto se "fija" a determinadas tendencias parciales que quedan
como estancadas y que normalmente debería haber dejado atrás en su desarrollo
psíquico. La inseguridad ante lo nuevo, el temor al rechazo y al castigo, son tres de los
aspectos centrales que traban esta progresión del desarrollo.
Los motivos que favorecen las fijaciones pueden deberse a causas
de carácter constitucional o a experiencias individuales que en el curso de su proceso
evolutivo cada sujeto va teniendo.
En el primer caso se puede hablar de una mayor o menor
catectización de las distintas zonas erógenas debido a tendencias hereditarias que se
traducen en una mayor intensificación económica del flujo de la pulsión instintiva por
determinadas zonas.
Las experiencias que contribuyen a establecer puntos de fijación,
están relacionadas con la excesiva gratificación o frustración que el sujeto sufrió en los
distintos momentos evolutivos.
En general se distinguen cinco tipos de experiencias:
- excesiva gratificación;
- excesiva frustración;
- excesivas frustraciones y excesivas gratificaciones;
- brusco pasaje de un estado de excesiva gratificación a otro de
excesiva frustración;
- el logro combinado y simultáneo, en una experiencia, de la
satisfacción del impulso instintivo y la necesidad de seguridad.
Fenichel señala que esta última causa constituye la más común en la
producción de fijaciones y es la que encontramos por lo general "luego de analizar
detalladamente el material que nos proporciona el enfermo".
En capítulos anteriores presentamos muy resumidamente las
distintas etapas o niveles de organización de la libido. A cada uno de esos niveles le
corresponde cierta predominancia en determinadas patologías.
En el siguiente cuadro presentamos la relación esquematizada entre
los diversos niveles de organización de la libido y los puntos predominantes de fijación en
diversas enfermedades. Como dice Abraham: "Este cuadro es comparable al horario de
un tren expreso, en el que sólo se mencionan unas pocas estaciones de entre las más
importantes". Las relaciones entre las columnas es sólo una relación lineal, que no
responde en su totalidad a la rica y versátil naturaleza de la patología psíquica.
Puntos de Fijación de la Libido.
Etapas de organización Puntos predominantes
del desarrollo de la libido de fijación en la:

Primera etapa oral Esquizofrenia


(o de succión)
1. Etapa Oral
Segunda etapa oral Psicosis distímicas
(o canibalística) (manía y melancolía)

Primera etapa anal Paranoia


(o expulsiva)
2. Etapa Anal
Segunda etapa anal Neurosis obsesivas
(o retentiva)

3. Etapa fálica Histeria

4. Etapa genital Normalidad


Dentro del medio argentino, siguiendo la línea psicoanalítica de la
"Escuela de las Relaciones Objetales" (Melanie Klein, Fairbairn, etcétera), se efectúa un
desarrollo de la personalidad en términos de posición.
Recordamos que posición es una organización específica de
conflictos, fantasías, ansiedades, estados del objeto y del yo, vínculos y defensas, que
responden a un desarrollo evolutivo.
En este desarrollo se dan tres grandes momentos:
- la organización simbiótica (posición glishcrocárica);
- la organización esquizoparanoide (posición paranoide)
- la organización neurótica, con una situación adicional que asegura,
si se elabora, la total integración y salud del individuo. Por lo general a la tercera
organización se la denomina depresiva. Por razones puramente didácticas la hemos
separado en neurótica y depresiva.
Lo que en el cuadro anterior decíamos acerca de la relación entre
distintos niveles de organización de la libido y puntos de fijación se traduce aquí "en la
forma en que son manejados los distintos elementos que integran una posición". Por otra
parte hacemos la misma recomendación para la lectura del siguiente cuadro:
Posiciones Cuadros nosográficos

Psicopatía primaria
Melancolía
Manía
1. Glishcrocárica Hospitalismo
Inmadurez generalizada
Oligotimias
Epilepsias
Organoneurosis

Esquizofrenia
Estados paranoicos psicóticos
2. Esquizo-Paranoide (distintos tipos de delirios paranoicos)

Estados Paranoides neuróticos


Neurosis obsesiva
3. Neurótica Neurosis de angustia-fobia
Neurosis histérica
Neurosis depresiva

4. Situación depresiva Normalidad o salud


elaborada

b) La Regresión
El mecanismo de regresión está ligado a lo anteriormente descripto
como fijación. Hay fenómenos regresivos de carácter normal, como en el dormir, y de
carácter patológico, que consisten en la vuelta o retorno, en forma más o menos
permanente, de una etapa ya superada. Cuando al mismo tiempo que se opera este
retroceso se altera el juicio de realidad, surge la psicosis.
En la regresión no hay una vuelta masiva al pasado, salvo en ciertas
psicosis, lo que origina que el proceso morboso del enfermar se manifieste, a excepción
de esos casos, con una variada sintomatología.
¿Cómo se produce este fenómeno? Habíamos dicho anteriormente
que durante el desarrollo del sujeto pueden producirse alteraciones que, si bien no lo
detienen totalmente, dejan su señal o huella en el psiquismo. Estas se exteriorizan por la
presencia en niveles más evolucionados del desarrollo de conductas con características
más primitivas. Cuando se presenta una situación ante la cual el sujeto se encuentra en
dificultades para resolverlas satisfactoriamente, puede iniciarse un movimiento de
regresión a etapas vividas con más éxito "reactivando técnicas de relación que le fueron
útiles en el pasado" (Fenichel).
S. Freud sintetiza la relación entre fijación y regresión diciendo:
"Cuando más considerable haya sido la fijación durante el curso del
desarrollo, más dispuesta se hallar la función a eludir las dificultades
exteriores por medio de la regresión, retrocediendo hasta elementos
fijados, y menor capacidad de resistencia poseer al llegar a puntos
avanzados de su desarrollo, para vencer los obstáculos exteriores que
se opongan a la definitiva perfección de los mismos".
La fijación del hombre a su pasado, la imposibilidad de desprenderse
de él y proyectarse hacia el porvenir, nos muestra a la regresión como la contrapartida de
la realización de las posibilidades personales. En el manejo de la ansiedad, que
representa separarse para adquirir modos de vida nuevos, resulta más fácil para la
persona ante una angustia intensa volver a repetir antiguos patrones de conducta a los
cuales se halla fijado.
E Bosquejo de la teoría etiológica de R. Spitz.
Para Spitz el proceso de desarrollo genético de la personalidad se va dando
como fruto de un proceso comunicativo. Su punto de partida arranca en el nacimiento y
transcurre durante sus momentos vitales en un especial tipo de vínculo: la díada. Dentro
de este sistema de comunicación entre madre e hijo se ejercer una presión constante,
que dar forma al psiquismo infantil.
Esta presión constituye el proceso de moldeo por el cual el psiquismo infantil,
que es altamente plástico, se va conformando por la acción de las fuerzas afectivas.
Estas energías se expresan por un sistema de comunicaciones muy singulares que se
dan dentro del marco de la relación que H. Wallón llamo "cupla".
El moldeo es un proceso de interacción comunicativa en donde se enfrentan
una madre con su individualidad construida y un bebe con su personalidad a construir. De
ahí que este vínculo puede considerarse asimétrico. En él se efectúan mutuos
intercambios afectivos de modo tal que si la relación diádica es normal, entendiendo por
"normal" cuando satisface las necesidades de la madre y del hijo, el desarrollo psicológico
del bebe se ir cumpliendo normalmente.
Desde el punto de vista teórico y clínico se llega a un punto en el cual,
teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, puede verse cómo la etiología de las
alteraciones psicopatológicas es fruto de "relaciones no satisfactorias entre madre e hijo,
que provocan una deformación de las relaciones objetales. Por el contrario las relaciones
satisfactorias permiten establecer vínculos normales". (R. Spitz).

Cuadro de Trastornos
Tipos de trastornos Actitud materna Enfermedades en el niño

A) Psicotóxicos 1. Rechazo primario pasivo. Coma del recién nacido.


2. Rechazo primario activo Vómitos del recién nacido,
Trastornos respiratorios.

3. Solicitud primaria exagerada Cólicos del primer trimestre.


4. Hostilidad camuflada en angustia Eczema infantil.
5. Oscilación brusca de solicitud y
rechazo Hipermotilidad (balanceos).
6. Saltos cíclicos del humor Juegos fecales
7. Hostilidad Hipertimia agresiva.

B) Carencia 1. Privación emocional parcial Depresión anaclítica.


Emocional 2. Privación emocional total Marasmo.

F. El modelo etiológico del Dr. Edward Bach.


El Dr. Edward Bach formula un modelo de comprensión del origen de la
enfermedad que significa un cambio substantivo de las perspectivas planteadas hasta
ahora.
Este modelo podría sintetizarse en cinco ideas básicas:
1. La enfermedad no es un mal a suprimir sino un beneficio a
comprender
Para Bach la enfermedad es beneficiosa. ¿En dónde radica el beneficio? En el
hecho de que el dolor, el sufrimiento, el malestar sirven de señales que nos indican la
necesidad de aprender una lección "que de otro modo nos habría pasado desapercibida y
que no puede erradicarse mientras que no se aprende la lección" (Bach).
La enfermedad es una oportunidad de vida. No es algo negativo, sino que es
la expresión manifiesta de un defecto a corregir para seguir avanzando en el proceso de
evolución hacia la meta de la perfección.
Vista así, la enfermedad podría concebirse como parte de la estructura
ontológica del hombre. La enfermedad no es un sobreagregado; no se tiene enfermedad:
se es enfermo. La enfermedad es, entonces, un modo de develamiento del Ser, de sus
partes oscuras y rechazadas. Y esto es importante, pues al poner a la luz nuestras partes
imperfectas nos obliga a la completud, a integrarnos y crecer.
2. La enfermedad es consecuencia de un conflicto
La enfermedad es el fruto de un conflicto entre el alma y la personalidad. El
alma representa nuestra orientación trascendente y la personalidad nuestros intereses
inmanentes. El conflicto entre estas dos orientaciones representa la lucha entre la
voluntad de transformación y la voluntad de conservación.
El hombre, en tanto vive, vive en situación de conflicto. La inexistencia de
conflicto es un ideal que no se compadece con la realidad. Sin embargo, la vía de
resolución del antagonismo entre las instancias del alma y la personalidad consiste en la
sujeción de esta última a los dictados y el plan de vida de la primera.
3. La enfermedad es producto de la acción de factores personales y
transpersonales
La enfermedad es también resultado de la combinación de causas personales
y transpersonales. Los factores personales son el egoísmo y el aislamiento, es decir, el
ejercer una acción contraria o cruel hacia los otros y la tendencia a la disociación. Dentro
de los transpersonales incluimos la acción karmática y la influencia negativa de los
semejantes debida al hecho de la ligadura que nos une a ellos por formar parte de una
misma red.
Con respecto a los factores personales, Bach dice: "[...] la disociación entre
nuestra alma y nuestra personalidad y el mal o la crueldad frente a los demás [...]
cualquiera de estas dos cosas da lugar a un conflicto que desemboca en la enfermedad.
Con respecto a los transpersonales vale la pena subrayar que el alma viene a
esta encarnadura con un pasado previo de vidas anteriores y que desde este espacio
ciertas determinaciones actúan como factores predisponentes a la emergencia de
síntomas específicos. Sin caer en la aseveración de "la enfermedad como karma" es
necesario, y Bach lo hace, dar un lugar a esta serie etiológica en la causa efectiva de los
padeceres humanos.
4. La enfermedad no es material en su origen
El origen de la enfermedad no hay que buscarlo, para Bach, en el campo
donde aparece. "Lo que nosotros conocemos como enfermedad es el último resultado
producido en el cuerpo, el producto final de fuerzas profundas y duraderas [...]." Las
enfermedades son defectos, como el orgullo, la crueldad, el odio, el egoísmo, la
ignorancia, la inestabilidad y la codicia. Detrás de cualquier síntoma físico y psíquico que
el hombre pueda sufrir, se encuentran algunos de estos defectos que son su causa
subyacente.
5. En la enfermedad no hay nada accidental
Para Bach el modo y la manera en la cual una enfermedad se manifiesta, el
órgano o la función que se afecta no deben verse como obra de la casualidad, sino de la
causalidad. Esto tiene como consecuencia pensar en los síntomas de la enfermedad
como significantes de una trama de significados, como señales que expresan
simbólicamente la naturaleza del defecto que es causa y sostén del dolor actual. Así, por
ejemplo, la soledad, los diálogos internos, las ideas torturantes tienen que ver con el odio,
los dolores son expresión de la crueldad, etcétera.
Dentro de este marco, los síntomas de una enfermedad son signos que
indican el ajuste o no al sendero que conduce al alma por el "recto camino de la
evolución".

Capitulo Tercero: Los Determinantes de la Patología Mental


Presentado ya el cuadro teórico de algunas concepciones etiológicas, nos toca
ahora entrar en el Análisis de los distintos factores que actúan para la producción de la
patología mental.
La personalidad, como modo de funcionamiento implica una estructura de
relaciones entre el yo y el mundo, que se despliega en tres reas relacionales: la biológica,
la psicológica y la social. Estos tres modos de comportamiento, según su predominio, son
modos de integración del sujeto a su mundo y de su adecuado desarrollo depende el
mantenimiento o no de la salud (física y mental). En otros términos podemos decir, que el
hombre tiene exigencias motivacionales que debe cumplir para preservar su equilibrio. El
bloqueo de los caminos de satisfacción de estas demandas, o la inadecuada satisfacción,
se convierten en factores generadores de la enfermedad. Una necesidad en el hombre es
hablar, comunicarse con sus semejantes, tener contactos sociales. El aislamiento
prolongado, como ya se ha demostrado experimentalmente, produce en el sujeto un
conjunto de síntomas (alucinaciones, angustias, etcétera), que desaparecen cuando se
reintegra a una vida normal de relación. Como ocurre en este nivel, sucede con las otras
necesidades que el hombre como tal debe satisfacer.
En términos dinámicos se puede expresar que, tanto el conflicto desencadenante
como el predisponente, se manifiesta en la esfera de la comunicación del sujeto con su
mundo en los tres niveles indicados. Ningún nivel actúa sólo de por sí. Sólo se puede
hablar de una ley de predominancia. El hombre cuando se enferma, lo hace en su
totalidad biopsicosocial. A los efectos didácticos analizaremos los distintos determinantes
etiológicamente detectados en cada uno de esos niveles.
Sin embargo, y a pesar de lo dicho, estos tres ordenes de factores no agotan las
fuentes causales de la enfermedad. Existe un cuarto nivel de acción, el energético, que
plantea una serie de cuestiones que merecen un tratamiento particular. En este capitulo
solo hablaremos de los determinantes vitales o biológicos, psíquicos y sociales y
dejaremos para el subsiguiente el análisis de la intervención de las estructuras
energéticas.

A Determinantes Vitales.
La aplicación de las teorías biológicas para explicar el origen de las afecciones
mentales resulta insuficiente, lo cual no significa desconocer el valor de las complejas
relaciones que se establecen entre la esfera biológica y la psíquica.
Existe una trama de mutuos condicionamientos, pero sólo puede hablarse de
etiología orgánica, en un grupo reducido de enfermedades mentales: agenesias del
desarrollo (oligofrenias), procesos degenerativos (trastornos mentales de la P.G.P.,
psicosis sifilítica, etcétera), involuciones del desarrollo (trastornos mentales de la
senilidad), procesos tóxicos (psicosis alcohólica, psicosis anfetamínica, etcétera),
procesos infecciosos (trastornos mentales de la encefalitis, psicosis parasitaria, etcétera),
traumatismos cráneo-cerebrales (psicosis postraumática) y tumorales (síndrome
psicoorgánico y alteración de las distintas funciones según la localización del tumor).
Algunas de estas patologías están originadas por causas hereditarias (cierto
grupo de oligofrenias, psicosis sifilíticas) mientras que otras con el resultado de
adquisiciones biológicas como por ejemplo los traumatismos o las intoxicaciones.
Distinguiremos dentro de los factores biológicos que intervienen en la
formación de la enfermedad mental dos grupos: heredados y adquiridos.

1. Factores hereditarios
Son aquellos que se encuentran presentes en el código genético del
sujeto al nacer y que por lo tanto se hallan determinados desde el momento de la
concepción. Constituyen un conjunto de propiedades morfológicas, funcionales y
evolutivas heredadas, que se van desplegando según un plan filo y ontogenéticamente
establecido.
El estudio de la patología genética y su aplicación a la psicopatología
presenta ciertas limitaciones en su validación, debido a las dificultades en establecer
relaciones inmediatas entre enfermedades mentales y las leyes mendelianas. Las
afecciones mentales dependen de un conjunto de circunstancias que trascienden a lo
puramente genético.
Hay varios hechos, sin embargo, que la investigación genética ha logrado
establecer en relación al riesgo hereditario a ciertas patologías, al establecimiento de
anlages patológicos y mutaciones.
a) El riesgo hereditario
Es un pronóstico hecho sobre bases estadísticas acerca de la
posibilidad de reaparición de una enfermedad, calculado en base al grado de parentesco
que une al sujeto con los familiares enfermos.
En las oligofrenias el riesgo hereditario alcanza porcentajes
importantes. Estadísticamente la mitad de los hijos, si uno de los padres es retrasado, ser
afectado por la misma tara, mientras que la tasa se eleva al 90 % en el caso que ambos
padres sean oligofrénicos.
Siendo los padres normales el riesgo que un nuevo hijo nazca con la
misma alteración que un hermano anterior oscila entre el 13 y el 17 %.
En la esquizofrenia el riesgo de morbilidad entre los distintos grados
de parentesco puede resumirse así: hijos 12-15 %, hermanos 10-12 %, padres 6 %,
nietos, sobrinos, tíos 3 %.
De éstas estadísticas se pueden extraer dos consecuencias: 1) la
posibilidad de enfermar de esquizofrenia es mucho mayor en los parientes de un
esquizofrénico que en la población general; 2) la probabilidad de esquizofrenia se
incrementa a medida que aumenta el vinculo cosanguíneo, que puede llegar a un 60 %
en los hijos de parejas esquizofrénicas.
Según Luxenburger, la probabilidad de enfermar tomando en
consideración el estado de salud mental de los padres es el siguiente:
Cuando ambos padres son normales 0,06 %
Cuando un padre es anormal 3,2 %
Cuando los padres son anormales 8,6 %
Cuando ningún padre es esquizoide 1,3 %
Cuando un padre es esquizoide 4,1 %
Cuando ambos padres son esquizoides 12,0 %
En las epilepsias el 5% de las crisis generalizadas son de origen
genético porque aparecen en varios miembros de una misma familia en la cual el 50 % de
los sujetos que la integran, aparentemente sanos, "presentan descargas de punta-curva
subclínicas durante su infancia permitiendo así afirmar la transmisión mendeliana de un
gen autosómico dominante responsable de la afección" (H. Gastaut).
En las Psicosis maniacodepresivas el grado de riesgo hereditario
según Henry Ey es alto. Los resultados para los miembros de las familias afectadas
pueden resumirse así: padres 23-25 %, hermanos 17-19 %, hermanastros 14-16 %, hijos
24-26 %, primos, nietos y sobrinos 3 %.
Los resultados obtenidos sobre el riesgo hereditario de la patología
mental, de la cual tomamos algunos ejemplos, permite establecer que el grado de riesgo
“está en función de los lazos de parentesco que unen al sujeto con sus familiares
enfermos y va, por ejemplo, del 1% al 20 o al 30, y quizás hasta el 50 % en ciertos casos"
(H. Ey). Pero hay que pensar, que enfermedad familiar no es sinónimo de enfermedad
hereditaria; la extensión familiar de una enfermedad puede basarse en la contagiosidad
infecciosa, la transmisión por herencia y la transmisión por convivencia.
b) Unidades hereditarias morbosas (anlage patológico)
De la misma forma que el anlage biológico del hombre puede poseer
salud que se manifiesta a través de su desarrollo, también puede revestir características
patológicas. Aun en este caso las afecciones a las cuales predispondría requieren de las
condiciones del medio ambiente, para poder manifestarse.
Las unidades hereditarias no actúan en forma independiente como
elementos aislados, sino que sólo por la complementariedad de distintas unidades puede
provocarse la enfermedad.
"Alguien puede poseer, en su anlage, una sede de genes que son la
condición previa para la irrupción de la esquizofrenia, y no enfermar él mismo; pero al
agregarse el último gen que faltaba, por la sustancia hereditaria del cónyuge, da origen a
la esquizofrenia en los hijos". (K Jaspers).
En general se habla de tres grandes círculos hereditarios que
integran la anlage patológica: el esquizofrénico, el maníaco depresivo y el epiléptico. Sin
embargo, esto constituye una interpretación a partir de ciertas observaciones sin que el
resultado de las investigaciones realizadas pueda llevar a conclusiones categóricas.
Lo positivo y demostrable es que las enfermedades mentales son el
resultado de una mutua interacción de lo heredado y lo adquirido, y lo heredado solo llega
a manifestarse si ciertas condiciones del mundo circundante lo permiten.
c) Mutaciones genéticas
Se debe hablar más precisamente de mecanismos de mutación o
combinación cromosómica que provocan alteraciones que son transmitidas
genéticamente como factores específicos, causantes de la enfermedad mental.
La transmisión de estos factores específicos puede darse de
manera: directa (cuando va de generador a engendrado, de padres a hijos), atávica
(cuando salta una generación o más), convergente (cuando las alteraciones son
patrimonio del código genético de ambos padres), similar (cuando reproduce
exactamente la alteración) y distinta (cuando las alteraciones no son reproducción de las
alteraciones de los ascendientes). Ejemplo de mutación cromosómica es la trisomía
autosómica del par 21, que origina el mongolismo.

2. Papel de la raza, el sexo y la edad


a) Raza. Cuando hablamos de raza nos referimos a la diferente
constitución morfológica y biológica que existe entre los diferentes grupos humanos,
prescindiendo de contenidos culturales.
K Jaspers la define como "la variedad singular del individuo acuñada
en largos períodos, que permite establecer una variedad biológica especial, que se
muestra en la morfología y en la fisonomía del cuerpo, en la particularidad de sus
funciones y en el especial funcionamiento de la vida psíquica".
Existen predisposiciones más o menos específicas en las diferentes
razas, que facilitan la emergencia de determinadas enfermedades mentales, pero los
estudios de la Psiquiatría Etnográfica revelan que dicha predisposición se halla
estrechamente ligada a la existencia de: pautas culturales diferenciadas, condiciones de
vida socioeconómicas específicas y factores ecológicos ligados al medio físico en donde
se desenvuelven y originaron las distintas razas. De tal manera que la relación entre
razas y determinados cuadros patológicos es relativa.
b) Sexo. Sin duda el sexo es una polaridad básica de lo viviente y
establece diferencias significativas en la vida psíquica del hombre y la mujer.
Tradicionalmente determinadas enfermedades eran consideradas
típicas de uno u otro sexo. Es más correcto hablar de una diversa acumulación de
enfermedad en los dos sexos, estadísticamente demostrable por la frecuencia de
aparición de diversos cuadros en el hombre y la mujer.
Algunos hallazgos señalan que el alcoholismo, la parálisis general, la
psicosis paranoica y la epilepsia se presentan mayormente en los hombres, mientras que
la psicosis maníacodepresiva, la melancolía y la histeria son más frecuentes en las
mujeres. En el caso de la esquizofrenia el porcentaje es igual en ambos sexos.
Pero dejando de lado las conexiones inmediatas que existen entre
sexo y ciertas patologías, como por ejemplo la psicosis puerperal, todas las
investigaciones tienden a sostener la no existencia de un vínculo directo que ligue sexo y
patología mental.
c) Edad. La edad es un factor importante que condiciona en algunos
casos la enfermedad mental. Inclusive algunas enfermedades están ligadas a la edad: los
paranoicos son siempre adultos, por ejemplo.
La relación edad-sexo puede resumirse así: entre los 18 y 25 años
enferman más mujeres que hombres (60 %). Desde los 25 a los 40 años se invierte la
proporción y son más los enfermos del sexo masculino. A partir de esta edad la
proporción se iguala hasta la senectud, en donde vuelve a aumentar el porcentaje de
mujeres enfermas en relación con los hombres.

3. Factores adquiridos
Son aquellos que no se hallan presentes en el momento de la
concepción, pero que actúan alterando la constitución.
Hacemos una distinción entre los factores adquiridos que se presentan en
el lapso de tiempo que va desde la concepción al nacimiento (período intrauterino),
aquellos que corresponden a la situación propia del nacimiento (período de parto) y
aquellos que se ubican en el continuo evolutivo inmediatamente a partir del nacimiento y
cuando el bebe ha superado la etapa perinatal.
Siguiendo este esquema se presentan en el siguiente cuadro algunas de
las causas (etiológica) y sus consecuencias patológicas:
Factores Puede causar
etiopatogénicos o causa

Desnutrición materna
1. Durante la Rubéola materna
vida intrauterina Toxoplasmosis fetal Oligofrenias
Incompatibilidad sanguínea

2. Durante el Parto prematuro


momento del Traumatismo obstétrico Oligofrenias
parto

Infecciones Psicosis sifilítica


Intoxicaciones Psicosis alcohólicas
Factores Traumatismos craneales Deterioro
Adquiridos
3. Durante el Alteraciones circulatorias Psicosis arterioesclerótica
desarrollo Alteraciones del Psicosis diabética
evolutivo metabolismo
Alteraciones endocrinas Psicosis hormonales
Neoformaciones Síndrome psico-orgánico
(tumores)

B Determinantes Psicológicos.
Hallar el sentido de una conducta patológica implica relacionar dicha conducta
con determinadas situaciones. Si las relacionamos con situaciones pasadas, tendremos
un sentido genético; si establecemos el nexo con la situación actual, comprendemos su
sentido situacional; si la referimos a una situación futura el sentido ser teleológico.
"Las causas psicológicas no deben ser referidas a un origen mental
psíquico, sino a la relación del sujeto con su medio y especialmente a
su relación con otros seres humanos" (J. Bleger).
Podemos circunscribir, entonces, los determinantes psicológicos (motivos) al
peculiar significado que para un sujeto dado adquiere una situación dada, en función de
su pasado, su presente y su futuro. Resulta claro que el carácter etiopatogénico de tal
situación está ligado estrechamente a otros factores biológicos y sociales, debiendo
recordarse la interacción continua existente entre ellos.
Los motivos (determinantes psicológicos) pueden ser conscientes o
inconscientes y deben ser comprendidos a partir de su inclusión dentro de la estructura
de las Series Complementarias.
Si bien las situaciones no son en si patógenas, sino que se convierten en tales
a través de la resonancia vivencial que provocan en cada persona, hay una serie de
acontecimientos potencialmente patógenos que provienen de dos fuentes distintas:
- de estímulos ambientales que despiertan resonancias vivenciales extremas
(pánico, desamparo, etcétera) y
- de experiencias en relación con las adquisiciones y el desarrollo evolutivo.

1. Concepto de momento critico


Los dos factores arriba mencionados se conceptualizan en términos de
"crisis". El concepto de crisis apunta a especificar la organización de un cambio cualitativo
en la estructura psíquica del hombre. Las primeras son producto de la necesaria
reorganización estructural de la personalidad que crece y se adapta ante nuevas
situaciones, en un progresivo proceso de inserción del yo en el mundo. Son el resultado
de la reestructuración cualitativa de la organización psíquica del hombre, según una línea
de desarrollo que tiende a integrar a cada paso una red cada vez más compleja de
relaciones. Esta reestructuración es una respuesta a las exigencias que le plantea al
sujeto el hecho de ir creciendo.
Las segundas, abarcan una serie de circunstancias que surgen en el
natural desenvolvimiento de la existencia de una persona y que dependen del azar de la
vida.
Este tipo de hechos pueden ser normales en cuanto a los riesgos por los
que cualquier persona puede atravesar en su curso vital, pero entrañan la posibilidad de
desencadenar acontecimientos psicopatológicos. Una enfermedad, una operación
quirúrgica, un accidente, pérdidas de personas u objetos valiosos, un viaje, etcétera, son
algunos sucesos que pueden llevar a una crisis según la resonancia emocional que
tengan para la persona que atraviesa la situación. El motivo consiste en que, estas
situaciones mencionadas, implican algunos riesgos que ponen en contacto con la muerte.
En otras, el cambio o desaparición de objetos, personas o lugares con los cuales se
mantuvo un peculiar vínculo afectivo, cuya pérdida representa dejar detrás una parte
significativa de la propia existencia rodeada de recuerdos, sentimientos e impresiones de
los cuales no resulta sencillo desprenderse. Es muy típico que de estas circunstancias
emerjan estados depresivos, crisis de melancolía, trastornos psicosomáticos, que indican
la dificultad de elaborar y trascender las condiciones que plantea la existencia al hombre.
En síntesis: definimos el concepto de momento critico como la
articulación de factores situacionales por los cuales la identidad personal se modifica o
perturba de un modo cualitativo. Estos períodos son especialmente vulnerables e
inestables, por lo cual se convierten en un campo propicio para el surgimiento de la
enfermedad mental. Algunos de estos momentos son: nacimiento, destete y dentición,
marcha, nacimiento de hermanos, ingreso a la escuela, pubertad, climaterio, pérdida de
seres u objetos valiosos, etcétera.
2. Consideraciones Florales.
Si bien en otras partes de este libro se hacen referencias a aplicaciones
concretas de las esencias florales existen un numero de ellas muy adecuadas para
atender a los momentos críticos. Algunas de las más importantes son: Corn, Dill, Golden
Rod, Indian Pink, Larkspur, Mallow, Mountain Pennyroyal, Oregon Grape, Pink Yarrow,
Quaking Grass, Red Clover, Sweet Pea, Tiger Lily, Trillium, Trumpet Vine, Violet, Yarrow,
Walnut, Willow, Water Violet.

C Determinantes Socioculturales.
El ser humano se encuentra desde el momento de nacer, formando parte de
una estructura preexistente, organizada históricamente, que ejerce una influencia decisiva
en la conformación normal o patológica de los hombres que la integran.
Este sistema o estructura entre otras funciones, cumple el rol de mantener el
equilibrio de los distintos sectores que la componen y lo logra cuando alcanza a satisfacer
las necesidades y expectativas de "una proporción significativa de la población" (T.
Parsons). Caso contrario se produce una disfunción o mal funcionamiento que puede ir
desde una anomalía momentánea hasta una cronicidad. Esta pérdida del equilibrio y
adaptación del sistema influye en los individuos y sobredeterminan su conducta. De esta
manera puede concebirse a la enfermedad mental como el resultado de la acción nociva
del medio social.
¿Cuál es la organización y el funcionamiento de ese medio social?. ¿Cuál es
la relación sociedad, grupo, individuo? ¿Qué factores pueden ser considerados
"sociales"? ¿Qué conceptos aporta la Psicopatología y Psiquiatría Social?
Toda estructura social confiere sus características peculiares a los distintos
grupos que en ella participan. Estos a su vez, por ser los núcleos reductivos de acceso a
las pautas y valores de la comunidad, en mayor o menor medida, dejan su impronta sobre
los individuos.
El sujeto aprende en ellos los puntos de referencia (códigos morales y éticos)
con los cuales debe moverse y las capacidades instrumentales (lenguaje, instrucción,
etcétera) para alcanzarlos y satisfacer sus necesidades.
A este proceso de ajuste de los grupos y los individuos a los valores de la
sociedad se lo denominan "moldeo sociocultural". Sus contenidos varían de sociedad en
sociedad, ajustándose a los requerimientos particulares de cada una, pero los
mecanismos de socialización son los mismos: la familia, el sistema educativo, el sistema
de presiones de la comunidad y las normas culturales.
Todas estas instituciones y procesos tienen como objetivo el control social
necesario, que permita mantener la cohesión y el equilibrio entre los distintos sectores de
la estructura social. Pero cuando se produce un fracaso en el control de tensiones del
sistema, al no lograr éste satisfacer las expectativas y demandas de un número
significativo de sus miembros, o cuando una norma existente contraviene las pautas de
funcionamiento reales y su modificación encuentra resistencia, o cuando no logra (el
control social) mantener la integración de la comunidad, la sociedad pierde el equilibrio,
se desadapta y comienza a actuar, en partes o como totalidad, desajustadamente.
Estas disfunciones se manifiestan en: crisis sociales, económicas, guerras,
revoluciones, anomias políticas, conflictos generacionales, migraciones, fenómenos de
transculturación rápidos y violentos, modos de vida que imposibilitan el desarrollo
personal, etcétera, y pueden llegar a convertirse en factores que faciliten el surgimiento
de la patología.
Las escuelas culturalistas han insistido reiteradamente sobre el rol
preponderante de los procesos sociales en la formación de la enfermedad mental.
Algunos autores, inclusive consideran que la sociedad hace al hombre y que éste
construye su estructura interna por medio de la acción de la estructura social.
Los esfuerzos de estas corrientes psicopatológicas y el aporte de la
antropología han permitido el desarrollo de la Psiquiatría Social, que ha abordado
variados temas de los cuales sólo tocaremos dos: el relativismo de la enfermedad y el
concepto de "sociedad enferma".

1. El relativismo psicopatológico
El estudio comparado de las distintas culturas muestra un hecho singular:
conductas que en determinadas sociedades se consideran como síntomas de
enfermedad mental, en otras son consideradas normales, como si lo sano no dependiera
del hecho objetivo en sí mismo, como si lo cultural de alguna manera fuera el referente
que determina lo que una comunidad admite como patológico.
Esto es así porque:
"lo psíquicamente normal depende en alto grado de la concepción
imperante en determinada sociedad, y porque el juicio de esa
sociedad acerca de si alguien es un enfermo mental no depende
fundamentalmente de síntomas que aparezcan en forma similar en
todas partes, sino de si el sujeto cumple con un mínimo de integración
y de aptitud funcional dentro de la sociedad o si al contrario, las
alteraciones psíquicas han ido tan lejos que lo convierten en un cuerpo
extraño dentro de ella". (E. Ackerknecht).
La relatividad de los síntomas no sólo puede estudiarse en el campo
comparativo de las culturas. También la historia nos demuestra que ciertos modos de
comportamiento, actualmente considerados como normales, fueron en una época tenidos
como anormales y viceversa. Pero otra fuente ilustrativa de la relatividad de los síntomas
puede hallarse en el estudio de los modos de conducta en las diferentes clases sociales y
los distintos modos de vida.
Comportamientos que en un caso pueden juzgarse como anómalos,
como por ejemplo que un profesor universitario crea en el mal de ojo, resulta plenamente
usual en un campesino.
Resumiendo: muchas investigaciones fuera y dentro del campo
psicopatológico ponen en evidencia que la presencia y el concepto de lo sano y lo
enfermo dependen de las condiciones culturales de cada sociedad. Esto lleva a suponer
que las formas y contenidos, los modos de aparición de la enfermedad varían de una
cultura a otra. Y es lo que ocurre en realidad. La enfermedad mental estápresente en
todas las sociedades, pero hay cuadros ausentes de determinados grupos culturales y
cuadros más específicos de ciertas culturas.

2. Sociedad enferma
Para muchos autores el individuo enfermo es un emergente de
condiciones patológicas de la sociedad. La estructura social presiona sobre el individuo y
lo moldea dando como producto final de esta acción la "persona enferma". Esto supone
"considerar a la enfermedad como un producto artificial de la cultura" (H. Ey).
El concepto de Sociedad Enferma sintetiza la acción patogenética del
medio sociocultural, término del cual se derivan los de sociedad psicotizante y
neurotizante.
E. Fromm señala que el tipo de organización socio política económica
predominante en Occidente no ofrece un esquema referencial adecuado para el
desarrollo pleno de la personalidad y que desde un punto de vista psicológico el hombre
actual sufre un profundo sentimiento de soledad y un deseo concomitante de hallar
seguridad y pertenencia. Este miedo a la soledad, producto de las condiciones sociales,
es el motor a partir del cual se organiza la enfermedad.
Otros autores postulan otras causas, pero todos giran en torno al
problema de la importancia de la sociedad como origen de la enfermedad mental.
Sin embargo, la limitación de esta corriente:
"... proviene de una inexplicable confusión entre la noción de
enfermedad mental y las variaciones de la vida de relación... Es decir
se corre el riesgo de enfrentarse con la imposibilidad de definir y
aprehender la enfermedad mental o incluso negarla" (H. Ey).

3. Consideraciones Florales.
Existe un buen numero de esencias que pueden contribuir
significativamente tanto a proteger al sujeto de la acción nociva del mundo social como a
dotarlo de mejores herramientas para enfrentar sus demandas con éxito. Algunas de ellas
son: Chamomille, California Pitcher Plant, Calla Lily, Corn, Quaking Grass, Red Clover,
Aloe Vera, Mallow, Lavander, Indian Pink Mugwort, Walnut, Rescue Remedy, Star of
Bethlehem, Waratah, Emergency Essence, Chestnut Bud, Vervain, Impatiens, Olive,
Arnica, Mariposa Lily, Angelica, Garlic.

Capitulo Cuarto: Las Estructuras Energéticas.


Influida por el empuje de la terapéutica la Psicopatología ha comenzado a
incorporar las concepciones energéticas a su trabajo de investigación.
Formulaciones como las Psicoanalíticas, que si bien están lejos de los desarrollos
que vamos a efectuar, han preparado el terreno para que se fuera aceptando
progresivamente la hipótesis de la configuración energética del hombre y de la eficacia de
la energía en la gestación de la salud y la enfermedad.
El hombre es una estructura energética integrada por una serie de campos de
fuerza que se conocen como "campo energético humano". Este campo es una expresión
del campo energético universal y suele denominarse aura.
Dentro de este modelo existen tres conceptos centrales: cuerpos energéticos,
chakras y miasmas.

A. Los cuerpos energéticos.


Los especialistas como el Dr. David Tansley dividen este campo o estructura
energética del hombre en una serie de capas o cuerpos que se interpenetran e
interactúan entre si, que cumplen funciones diferenciadas y que vibran en frecuencias
distintas. Generalmente se acepta que estos cuerpos o capas son siete y en su conjunto
constituyen la "anatomía del cuerpo energético".
Los siete planos en los cuales el hombre esta formado son: etérico, emocional,
mental, intuitivo, espiritual, monádico y cetérico.
Los cuerpos etérico, emocional y mental junto con el cuerpo físico conforman
la personalidad del sujeto, y el intuitivo, el espiritual, el monádico y el cetérico el alma. A
su vez, al cuerpo mental se lo denomina Yo Superior y al etérico Yo inferior. Los cuerpos
que integran la personalidad suelen ser conocidos como "ser inferior" y los del alma como
"ser superior". En el siguiente esquema pueden verse estas diferentes relaciones.
Cuerpo Físico
Cuerpo Etérico (Yo inferior) Plano del
Cuerpo Emocional Ser Sí mismo
Cuerpo Mental (Yo superior) Inferior Personal

Cuerpo Intuitivo
Cuerpo Espiritual Plano del
Cuerpo Monádico o celestial Ser Sí mismo
Cuerpo Divino y Superior Transpersonal
cetérico o causal

Cuerpo Etérico
Descripción
El campo o cuerpo etérico cumple la función de ser la estructura que vitaliza y da
energía al cuerpo físico y, por otra parte, integra al sujeto al campo energético de la tierra.
En este sentido el cuerpo etérico es equivalente al principio vital.
David Tansley señala que este cuerpo consistente "en finas líneas de fuerza y luz,
es el arquetipo sobre el que se construye la forma física. Una mejor descripción es la de
un campo de energía que subyace a toda célula y átomo del cuerpo físico, permeando e
interpenetrando toda parte de él y extendiéndose más allá todavía para formar parte de lo
que comúnmente se denomina aura de salud".
La estructura del campo etérico se organiza a partir de materia proveniente de los
cuatro éteres (calor, luz, química y vida). Su matriz energética está formada por una red
de canales llamados nadis que se distribuyen análogamente al sistema nervioso cerebro-
espinal y simpático.
Por estos canales circula energía a las diferentes áreas del cuerpo a través de los
chakras, que son los centros energéticos y de información del cuerpo etérico.
Esta matriz energética formada de nadis, meridianos y centros está en constante
movimiento. Su actividad es sumamente importante dado que, por una parte, la unidad
cuerpo físico-etérico conecta al sujeto con el mundo físico y, por otra, con los planos más
sutiles de existencia. "Es a través de ella que los cinco sentidos pueden funcionar en el
plano físico, siendo capaz progresivamente de registrar el impacto de energías que le
afluyen desde los reinos superiores." (David Tansley).

Función
El cuerpo etérico tiene tres funciones complementarias y relacionadas entre sí.
En primer lugar, el etérico opera como un gran sistema de recepción de
información y energías. En segundo lugar, procede a elaborar o asimilar estos elementos
o unidades energéticas-informativas y finalmente actúa como transmisor o expresor. En
este último caso lo hace en diferentes códigos o modalidades.
Si estas funciones se mantienen en equilibrio, el cuerpo físico no hará otra cosa
que registrar este equilibrado intercambio de energías como salud. Por el contrario, el
desequilibrio implicará la manifestación de sintomatología patógena o enfermedad. Dicho
de otro modo, desde esta perspectiva la salud o su falta dependerá directamente del
correcto funcionamiento de los sistemas de asimilación, recepción y distribución del
caudal energético-informativo.

Se relaciona con:
El funcionamiento automático y autónomo del cuerpo físico y con las sensaciones
físicas de dolor y/o placer.

Clínica
Existen una serie de factores que pueden llegar a perturbar el adecuado y libre
funcionamiento de los sistemas energéticos etéricos. Básicamente estas causas pueden
ser clasificadas en alguno de los siguientes ítems:
a.- Congestión energética
b.- Sobreestimulación
c.- Falta de coordinación entre el etérico y el físico y entre el etérico y el emocional
d.- Miasmas o patrones parafísicos de enfermedad
e.- Traumas
f.- Shocks
g.- Toxinas
Todo esto da como resultado una serie de patologías específicas del cuerpo etérico
ligadas a cuadros de agotamiento, falta de energía, disociaciones, cuadros de excitación,
impotencia, epilepsia, enfermedades respiratorias, trastornos glandulares, debilidad,
obsesiones, fatiga, problemas visuales, sinusitis, trastornos circulatorios y digestivos,
etcétera.
Una de las áreas en las cuales más se expresan las patologías etéricas son las
relacionadas con las glándulas endocrinas.
Esencias Florales: Aloe Vera, Bells of Ireland, Bottlebrush, Coffee, Camphor,
Carob, Cedar, Celandine, Cosmos, Cotton, Dandelion, Date Palm, Dill, Eucalyptus, Fig,
Ginseng, Hop, Lavander, Live Forever, Orion, Peach, Pennyroyal, Petunia, Pomegranate,
Redwood, Sage.

Cuerpo Emocional
Descripción
El cuerpo emocional es el cuerpo a través del cual sentimos, palpitamos, nos
angustiamos. También se lo llama el cuerpo del deseo y es allí donde se experimentan los
opuestos emotivos de amor-odio, placer-dolor, etcétera.
Su estructura es más fluida que el cuerpo etérico y no duplica como éste el cuerpo
físico. Posee un gran dinamismo y puede suponerse que así como los chakras pueden
concebirse como los centros organizadores de la tela etérica, también el cuerpo
emocional posee centros: los plexos emocionales.
Este cuerpo tiene una vital importancia en el campo floral, y muy especialmente en
el caso de los remedios florales de Bach. Los grupos emocionales en los cuales Bach
divide los 38 efectos arquetípicos pueden vincularse con los plexos emotivos.
La estructura del cuerpo emocional se organiza, a diferencia del etérico, a partir de
las diferentes modalidades de la vida afectiva, especialmente del deseo como motor de la
din mica tímica.

Función
El cuerpo emocional cumple las funciones de dar fuerza emotiva a la conducta,
proveer conciencia de estados de ánimo al sujeto y unificarlo afectivamente en torno a
una vivencia.
Por una parte, el cuerpo emocional desarrolla un circuito funcional que vincula al
hombre con el mundo a través del etérico y del cuerpo físico, retroalimentándose de las
experiencias sensoperceptivas que en estos cuerpos y por medio de ellos se producen.
Pero, por otra parte, el cuerpo emocional vincula al Yo inferior con el Yo superior
permitiendo el libre fluir de la energía emocional hacia niveles de conciencia más
mediatizados y menos reactivos.
Se relaciona con:
Aspectos emotivos de los seres humanos (emoción, pasión, sentimiento y circuito
funcional de la vivencia).

Clínica
Las patologías del cuerpo emocional se vinculan con los trastornos afectivos y
vinculares. Depresión, melancolía, angustia, miedos, soledad, carencias, indiferencia,
desinterés, frustración, abandono, aislamiento, manía, influenciabilidad, incapacidad para
expresar lo que se siente, autoritarismo, dependencia, sobreprotección, simbiosis,
sometimiento, odio, celos, desamor, envidia, pérdida de deseo, etcétera.
Esencias Florales: Amaranthus, Avocado, Banana, Borage, Bottlebrush,
Chamomile, Red Clover, Coffee, Corn, Daisy, Dandelion, Dill, Eucalyptus, Fig, Forget-Me-
Not, Garlic, Hyssop, Loquat, Madia, Morning Glory, Mullein, Nectarine, Orange, Mariposa
Lily, Papaya, Peach, Pear, Petunia, Pomegranate, Redwood, Saguaro.

Cuerpo Mental
Descripción
El cuerpo mental está formado por la sustancia que compone el universo de las
representaciones, los pensamientos y procesos mentales.
Su estructura son las ideas. Más específicamente su organización son los
esquemas o matrices mentales. Así como los chakras en el etérico, los plexos en lo
emocional, los centros coordinadores del cuerpo mental son los arquetipos.
De este modo podemos concebir el cuerpo mental como una vasta red arquetípica,
que análogamente a los nadis del etérico, conforman canales de circulación de la
información procesada en términos de pensamientos o formas mentales.

Función
La función del cuerpo mental es la organización interna de la conciencia y la
representación del mundo en el sujeto. Su tarea es la aprehensión del universo en
términos de conceptos, la imagen mental que el sujeto tiene de sí mismo, y la formación
de la conciencia del esquema corporal y la identidad personal. Es la sede del Yo superior.

Se relaciona con:
La vida mental y el pensamiento lineal y causal. También tiene una estrecha
vinculación con el criterio de realidad.

Clínica
Las patologías del cuerpo mental se vinculan específicamente con los disturbios
mentales como delirios, obsesiones, ideas fijas, perseveraciones, falta de creatividad,
estancamiento, incapacidad de aprendizaje, fijación a hábitos, interceptaciones,
automatismos mentales, amnesia, disminución de la capacidad de atención, cuadros
paranoicos, esquizoidias, etcétera.
Esencias Florales: Amaranthus, Apricot, Banana, Bleeding Heart, California
Poppy, Camphor, Caroq, Cedor, Celandine, Centaury Apricot, Chamomile, Chaparral,
Coffee, Comfrey, Cosmos, Daffoil, Daisy, Fig, Forget-Me-Not, Garlic, Ginseng, Henna, Iris,
Blue Flag, Lemon, Lilac, Madia, Morning Glory, Nasturtium, Pansy, Peach, Pear, Sage,
Saguaro, Petunia, Queen Anne's Lace.

Cuerpo Intuitivo
Descripción
El cuerpo intuitivo es un campo de transformación energética, el crisol
transformador a través del cual debe circular la energía cuando va de un plano a otro. Así,
la energía espiritual debe pasar por él para transformarse en energías físicas inferiores y
las tres energías inferiores han de atravesarlo para convertirse en energías espirituales.
Dicho de otro modo, la estructura de esta capa o cuerpo sutil está destinada a servir de
canal de paso entre el ser superior y el ser inferior.

Función
El cuerpo intuitivo es el responsable de las interacciones profundas entre los seres
humanos a nivel astral. Tiene que ver con las emociones Yo-Tú y el amor a la humanidad.
Pero otra función del cuerpo intuitivo es el universo de las creencias, las vivencias
transpersonales y extáticas durante el sueño. También actúa sobre las funciones
sincronísticas y la formación del pensamiento holográfico.

Se relaciona con:
El metabolismo de la fuerza amatoria.

Clínica
Las patologías del cuerpo intuitivo se vinculan especialmente con la emergencia de
estados alterados de conciencia, dificultades en la convivencia grupal e interpersonal,
temor al hacinamiento, tendencia a la sugestibilidad social, incapacidad de visualizar
totalidades, dificultades en la comunicación, etcétera.
Esencias Florales: Aloe Vera, California Poppy, Camphor, Chaparral, Corn,
Forget-Me-Not, Lavander, Live Forever, Orange.

Cuerpo Espiritual
Descripción
El cuerpo espiritual, también conocido como patrón etérico porque contiene todas
las formas existentes en el plano físico en términos de esquemas, es el nivel de actividad
sutil en donde el sonido crea materia, en donde la curación por la palabra resulta más
eficaz.

Función
La función de este plano es ser el reservorio de la arquitectura de los cuerpos
energéticos inferiores. Es, por lo tanto, una especie de "memoria" de la estructuración de
los campos físicos y energéticos y actúa en la activación de todo lo vinculado a vidas
anteriores y la aceptación de las responsabilidades por las propias acciones.

Se relaciona con:
La voluntad más elevada del hombre y el poder de la palabra.

Clínica
Un aspecto particular de este nivel en su funcionamiento patológico es la formación
de comportamientos psicopáticos, delirios místicos y avatáricos y falsificaciones de
memoria. La conciencia de enfermedad y la aceptación del proyecto de la propia vida
también tienen que ver con este nivel energético. Cuadros de dominación y anulación del
desarrollo del semejante, conducta de inoculación y manipuleo, etcétera.
Esencias Florales: Amaranthus, Blackberry, Bleeding Heart, Bo, California Poppy,
Cosmos, Daisy, Green Rose, Hops, Lilac, Papaya, Passion Flower, Pear, Queen Anne's
Lace, Rosa Webbiana, Sage.

Cuerpo Monádico o Celestial


Descripción
Este nivel es el equivalente al cuerpo emocional en el alma. Se relaciona con toda
la experiencia de éxtasis espiritual y con los procesos de meditación y estado alterados
de conciencia (EAC).
También implica una suerte de unidad o fundición cósmica con el universo.
"Cuando alcanzamos el punto del ser donde conocemos nuestra
conexión con todo el universo, cuando vemos luz y amor en todo lo
existente, cuando nos encontramos sumergidos en luz percibiendo
que formamos parte de ella y que ella forma parte de nosotros y
sentimos que somos uno con Dios, entonces hemos elevado nuestra
conciencia hasta el sexto cuerpo o cuerpo celestial." (Bárbara
Brennan).

Función
La función de este cuerpo es ser un regulador de los procesos transpersonales y
de trascendencia. Guía todo trabajo de unificación cósmica del sujeto y de búsqueda de
la mismidad por intermedio del buceo interior.
En otro orden de cosas es el condensador del amor incondicional.

Se relaciona con:
El amor celestial que abarca toda la vida.
Esencias Florales: Bo, Bottlebrush, Chamomile, Peach, Rosa Webbiana.

Cuerpo Causal o Cetérico


Descripción
Así como el monádico o celestial es el equivalente del cuerpo emocional, éste
representa el cuerpo mental del plano espiritual.
La estructura de este cuerpo contiene el plan de vida directamente relacionado con
la encarnadura actual del sujeto. En este mismo orden, este campo sutil se vincula con
las bandas de vidas anteriores; es decir, con aquellos conocimientos de vidas pasadas
que tratan de ser aclaradas en la presente.
Desde el punto de vista de la configuración energética este campo cetérico o
causal es un cuerpo altamente estructurado, aun cuando es el nivel más dinámico y
flexible de todos los cuerpos sutiles.

Función
La función de este cuerpo tiene que ver con la capacidad de unión con la fuerza
creadora universal. Ser la dirección del proyecto de realización de vida del sujeto y
develador de los saberes de vidas anteriores. Al mismo tiempo da cuenta de la energía
ascendente que unifica y alinea todos los cuerpos y todos los chakras y centros
energéticos del ser humano.

Se relaciona con:
El pensamiento elevado, el conocimiento y la integración de las formaciones físicas
y espirituales.
Esencias Florales: Blackberry, Bo, California Poppy, Chaparral, Clover, Daisy,
Dandelion, Iris, Iris Blue Bell, Live Flower, Marigold, Manzanita.
Esencias que trabajan todos los cuerpos: Angelica, Camphor, Coffee, Date
Palm, Live Forever, Lotus, Mugwort, Nectarine, Orion, Redwood.

B. Los centros de fuerza o energía.


Los centros de fuerza o chakras son las estructuras organizativas del cuerpo
etérico que reflejan su actividad en el cuerpo físico y constituyen puntos focales de
emisión y recepción de energía.
La importancia del estudio de la din mica de los chakras se deriva del hecho
clínico de que las esencias florales actúan sobre estos distintos centros produciendo
efectos de apertura, desbloqueo, armonización, amplificación o alineación.

I. Descripción de los Chakras


Los chakras se ubican en la superficie del cuerpo etérico y aparecen
"como vórtices rotatorios de materia sutil" (David Tansley). Cada uno de estos vórtices
está integrado por espirales de energía, en número de tres, concéntricos y entrelazados.
Las rotaciones aumentan proporcionalmente al crecimiento interior de la conciencia del
sujeto hasta alcanzar un funcionamiento cuadridimensional "capaz de recibir y transmitir
energía de modo armonioso" (David Tansley).
Estas energías pueden provenir de diferentes fuentes: el cosmos, la
tierra, el inconsciente colectivo, el inconsciente personal, del mundo emocional o mental,
etc. "Todas ellas hacen su impacto sobre la unidad de conciencia humana a la que
llamamos hombre, galvanizándolo a la acción y determinando su estado de ánimo y
características." (David Tansley).
El surgimiento de los chakras se produce en el sitio en donde se
entrecruzan los canales energéticos. Esto determina la posibilidad de diferenciar tres
tipos de chakras: primarios, secundarios y terciarios.
* Los chakras primarios o mayores aparecen formados por el cruce de 21
cordones energéticos y son siete.
* Los chakras secundarios o menores aparecen formados por el cruce de
14 cordones energéticos y son veintiuno.
* Los chakras terciarios o puntos aparecen formados por el cruce de 7
cordones energéticos y son cuarenta y nueve.
Más allá de la exactitud numérica de estos puntos, a los cuales cabe
agregar muchos otros centros más de menor entrecruzamiento de cordones energéticos,
sobre los cuales la acupuntura y la digitopuntura tendrían mucho que decir, es importante
no perder de vista el hecho principal de que cada uno de estos centros son agencias cuya
gestión reside en distribuir las fuerzas que canalizan brindando al hombre potencia,
din mica y energía cualitativa.
Por otra parte, no hay que olvidar que sus efectos producen singulariza-
ciones en rasgos físicos externos en el hombre y que su actividad constante, desplegada
en particulares configuraciones y patrones sutiles, conduce a la aparición de tendencias o
rasgos de personalidad.

II. Ubicación de los chakras


1. Los Chakras Mayores
Existen dos posiciones en torno a la sede de los chakras mayores.
La primera es la tradicionalmente conocida de colocarlos en la parte dorsal del ser
humano. La segunda (la sostenida por David Tansley) es su ubicación siguiendo la
columna vertebral, con excepción del frontal y el coronario.
Sin embargo, modernas investigaciones sobre este tema plantean la
necesidad de concebir los chakras como canales de doble entrada (dorsal y frontal). Esta
posición armoniza las dos anteriores, aunque deja algunos aspectos sin resolver
totalmente. En la página están representados los chakras en su versión dorsal y frontal.
Cada chakra mayor de la parte delantera del cuerpo tiene un
correlato o par al dorso y ambos deben considerarse como expresión de un mismo
chakra. Los aspectos frontales estarían relacionados con los sentimientos de la persona,
los dorsales con su voluntad y los chakras de cabeza con los procesos mentales y el Sí
Mismo. Por otra parte, los frontales tienen que ver con la Máscara y el Yo, mientras que
los dorsales con el "sótano", la actividad inconsciente, la Sombra y los centros de las
sensaciones.
Cada uno de los chakras se vincula principalmente, pero no
exclusivamente, con un campo o cuerpo sutil, coordinando su actividad y siendo el lugar
de expresión principal de su armonía o desarmonía.
Los chakras mayores se relacionan y gobiernan la acción del sistema
endocrino y ciertas áreas del cuerpo. En el cuadro siguiente, se presentan estas
relaciones de modo esquemático, si bien ellas son de una complejidad mayor.

Chakras, Glándulas y Cuerpo


Glándula
Chakra Endocrina Area Corporal

7. Corona Pineal Craneana: Cerebro superior, ojo derecho, corteza


cerebral
6. Cabeza Pituitaria Frontal: Cerebro inferior, ojo izquierdo, orejas,
nariz. Sistema nervioso
5. Garganta Tiroides Laríngea: Aparato bronquial y vocal, pulmones, canal
alimentario
4. Corazón Timo Cardíaca: Corazón, sistema circulatorio, sangre, nervio
vago, brazos y manos
3. Solar Páncreas Umbilical: Estómago, hígado, vesícula biliar, sistema
nervioso autónomo y músculos
2. Sacro Gónadas Genital: Sistema reproductor
1. Basal Córtico- Coccígea: Espina dorsal, riñones, colon, piernas
adrenales

Finalmente, los chakras también se vinculan con modalidades de lo


psíquico, algunas de las cuales están reflejadas en este cuadro:

Chakra Función Arquetipo


7. Corona Imaginación Plenitud
6. Cabeza Intuición Sí Mismo
5. Garganta Conceptualización Animus
4. Corazón Afectividad Anima
3. Solar Razón Yo
2. Sacro Relaciones Sociales Máscara
1. Basal Sensación Sombra

* Los Chakras Menores


Los chakras menores tienen también una importancia significativa.
Se encuentran generalmente subordinados a la acción de los centros de fuerza mayores
más cercanos; pero, bajo ciertas circunstancias, pueden independizarse y generar
desarmonías.

Sus posiciones son las siguientes:


- uno delante de cada oreja
- uno donde se unen las clavículas
- uno en la palma de cada mano
- uno en la planta de cada pie
- uno detrás de cada ojo
- uno vinculado a cada gónada
- uno cerca del hígado
- uno conectado con el estómago
- dos conectados con el bazo
- uno en cada corva
- uno cerca del timo y
- uno cerca del plexo solar

2. Función de los chakras


Según el Dr. David Tansley, los chakras tienen tres funciones
básicas: vitalizar el cuerpo físico, promover el desarrollo de la autoconciencia y transmitir
energía entre los niveles o capas aurales.
Sin embargo, caben agregarse algunas particularidades. En primer
lugar, los chakras mantienen la conexión del sujeto con su morada, la tierra y con su
destino, el cielo. Esta metáfora trata de poner en evidencia el hecho de que los centros
energéticos tienen una doble direccionalidad: hacia abajo, conectan al hombre con sus
puntos de sustentación materiales, y hacia arriba, lo ayudan a adquirir niveles mayores y
más sutiles de comprensión y manejo de la realidad.
En este sentido, los vórtices energéticos o chakras mantienen un
constante intercambio de energía con el campo energético universal. Por ellos fluye la
energía desde y hacia él. Este fluir implica una cierta apertura de los chakras para
permitir este pasaje. Apertura que significa tanto capacidad de metabolizar la energía
proveniente del campo energético universal, como disposición energética del sujeto,
como toma de contacto con niveles de conciencia transpersonal asociada a la energía
incorporada.
David Tansley señala un modelo de metabolización de la energía que
atraviesa los chakras. Este funcionamiento psicodinámico parte de la incorporación de la
energía universal (Orgon), y continúa con un circuito que está representado en el gráfico
siguiente:
Este modo general de trabajo de los chakras, como sistema, se
modaliza en cada chakra en particular, dado que sobre esta base común cada centro
cumple, dentro del conjunto, una particular misión din mica de transformación.

3. Clínica
La inadecuada circulación de la energía por el sistema de los
chakras o la falta de ésta son la causa del desequilibrio de la enfermedad.
Los chakras pueden ser dañados por accidentes traumáticos,
shocks, crisis emocionales, temores, angustia o cualquier otro estado emocional
patológico que desgasta progresivamente la actividad de los centros y perturban su
normal funcionamiento.
También los bloqueos de los chakras producen desarmonía.
"Si tiene lugar un bloqueo en la entrada, la energía que afluye al
interior es rebotada a su punto de origen en los planos emocional o
mental. Esto trae como consecuencia problemas psicológicos y una
disfunción endocrina. Si el bloqueo se produce en la salida de energía,
ésta se acumula hasta que produce la suficiente presión como para
que estalle el bloqueo y estimule la glándula endocrina apropiada.
Esto ocasiona un funcionamiento endocrino errático con los problemas
psicofísicos que lo acompañan. Estos bloqueos son de naturaleza
subjetiva en contraste con los bloqueos causados por los miasmas o
toxinas." (David Tansley).
La idea general es que el funcionamiento patológico de los chakras
se traduce en síntomas físicos y psíquicos de alteración o enfermedad. De modo tal que
conociendo las interrelaciones chakras-órganos-glándulas-funciones psíquicas podemos
establecer un diagnóstico de los chakras a partir de sus manifestaciones clínicas.
Al estudiar cada chakra iremos tratando de precisar estas
vinculaciones.

4. Los siete chakras mayores. Su dinámica y su clínica


Los siete chakras mayores son conocidos como los centros rectores.
De abajo hacia arriba reciben el nombre de : basal, sacro, solar, cardíaco, laríngeo, frontal
y coronario.

Basal
- El Chakra Basal, Base o Muladhara se ubica en la región anal, en la base de la
columna.
- Es el nivel de los sistemas físicos y de las sensaciones.
- Gobierna las glándulas corticoadrenales, la espina dorsal, los riñones, el colon y
las piernas.
- Se lo identifica con el color rojo.
- Se asocia con: energía física y voluntad de vivir.

Descripción
Este chakra es el chakra Basal o de la vida. Se ubica en el punto final de la
terminación del sacro y se relaciona con toda la región circundante (anal) y, en especial,
con la columna vertebral (de la cual es sustento energético), los riñones y las glándulas
adrenales.
Este asentamiento delata su carácter de primera manifestación de la fuerza vital en
el cuerpo físico. El coxis "actúa como bomba de energía en el nivel etéreo, ayudando a
encauzar el flujo energético hacia arriba por la columna vertebral". (Bárbara Brennan).
Por su parte, los adrenales cumplen la importante función de generar adrenalina,
hormona responsable de adaptar el cuerpo para la defensa o la vida; es decir, el
desarrollo de conductas positivas que permitan la sobrevivencia ante el peligro.

Función
La función principal del chakra basal es la de proporcionar la fuerza para anclar el
cuerpo en el plano físico y brindar un canal de manifestación para la voluntad de ser del
sujeto.
De esto deriva la afirmación en la realidad, la vitalidad del cuerpo físico, y la
capacidad de lucha por la vida.

Perfil Psicológico
Palabra Clave
Actuar primero, no pensar después.
Hambre de sensaciones.
Vivir el presente.
Cada día una sensación nueva.

Rasgos Típicos
Generalmente muy reactivos, responden de modo impulsivo y a nivel de piel.
Poco profundos, viven siempre en el aquí y ahora. Incapaces de espera y postergación,
con poca tolerancia a la frustración. Incapacidad para futurizar o asumir el pasado.
Snobistas, influenciables y sugestionables. El mundo es una fuente continua de
sensaciones. Conductas agresivas. Poca capacidad de sublimación. No comen, devoran.

Aspecto Positivo
Los aspectos positivos se manifiestan en la fuerza para luchar por la vida, el
manejo de los objetos, la capacidad de resistencia física y el alto nivel de excitación o
energía que pueden concentrar. Paciencia, estabilidad, seguridad, salud y fuerza física,
coraje, generosidad, rapidez de percepción y simpatía.

Aspecto Negativo
Agresividad, dominación, manipulación, desconsideración hacia el prójimo,
incapacidad para aprender de la experiencia y para proyectar, violencia, miedo a la
muerte y a los accidentes, poca practicidad, generación de situaciones de malestar en el
entorno, falta de coraje moral, indolencia y extravagancia.

Lección
Aprender a postergar.
Aprender a autocontrolarse.
Aprender a pensar antes de actuar.
Aprender a respetar al semejante.

Virtudes a desarrollar
Serenidad, el equilibrio moral y psíquico y la confiabilidad.

Clínica
Contracturas en la columna. Constipación. Irritabilidad. Stress. Traumas. Cuando el
centro de base se encuentra bloqueado o cerrado se produce una falta de capacidad
física. Desgano. Cansancio. Agotamiento. También las tensiones de la vida urbana se
relacionan con este chakra.
La sobreestimulación puede producir inestabilidad psíquica, psicosis y la pérdida
de la voluntad de vivir.
Esencias Florales: Crab Apple, Elm, Larch, Oak, Willow, Pine, Star of Bethlehem,
Comfrey, Loosestrife, Squash, Orquídea Agresión, Orquídea Alegría.

Sacro
- El Chakra Sacro o Swadhistana se ubica en la región genital.
- Es el nivel de las relaciones sociales.
- Gobierna las gónadas, el sistema reproductor (ovarios, testículos, etc.).
- Se identifica con el color naranja.
- Se asocia con la cantidad de energía sexual, la calidad del amor por el sexo
opuesto y la capacidad de dar y recibir placer físico, mental y espiritual.

Descripción
Situado en la base del espinazo lumbar, este chakra es el centro de la sexualidad y
la capacidad vincular, en términos de amor, con el sexo opuesto.
Su acción se manifiesta primordialmente en las gónadas y rige todo el sistema
reproductivo y cumple con la función de garantizar la perpetuación de la especie.
En este sentido, el centro sacro se abre a la doble dirección de lo individual y lo
transpersonal. En el primer aspecto, tiene que ver con lo vincular interhumano de cada
sujeto, y en el segundo, con la acción de multiplicación para la conservación de la
especie. Al igual que el anterior, cumple una misión importante de sostén de la vida.

Función
La función principal de este chakra es el ser regente de la actividad sexual y
vincular entre los sexos. Garantiza la potencia sexual y la capacidad de goce y orgasmo.
Al mismo tiempo es un acumulador del amor interpersonal.
De esto deriva la capacidad del sujeto para dar y recibir en este plano, su potencia
de disfrute y su aptitud vincular para establecer pareja, satisfacer su erotismo y procrear.
Es la fuente del amor social.

Perfil Psicológico
Palabra Clave
Hay que decir lo que los otros quieren escuchar.
Lo dejo para mañana.
Hay que conformarse y no cuestionar.

Rasgos Típicos
Generalmente gregarios, buscadores de contacto social, de lo relacional. Muy
conformistas, sin carácter para enfrentar o cuestionar opiniones contrarias. Tienen
reacciones diferidas y suelen quedar atrapados en el "dejar para mañana". El contacto
social es algo muy importante para ellos y dependen mucho de las ideas, sugerencias y
creencias de los otros; en especial, si son figuras de autoridad o cercanía emocional. Sin
embargo, su contacto social guarda una cierta distancia. Lo concretan por medio de
ideologías, conceptos, negocios, etcétera.
Muy preocupados por su reputación, suelen desarrollar conductas
enmascarativas. Muchas veces son prisioneros de la moda y tienen la necesidad de
poseer algo envidiable por los otros. Otro rasgo marcado de la personalidad de este
chakra es su tendencia a no dejar ser a las personas de acuerdo con sus necesidades o
a evaluarlas de acuerdo con un molde previo.

Aspecto Positivo
Entusiasmo en la relación con los otros, ganas de conocer gente, capacidad
de ayuda al semejante, espíritu de investigación y búsqueda, anhelo de progreso, deseo
de tomar contacto con la realidad concreta, teniendo en cuenta la opinión de los otros,
capacidad de dar y recibir, pasión en el amor, asimilación de nuevas ideas, concepto de
familia y de salud, tolerancia, capacidad de trabajo armonioso y creativo con otros,
sinceridad de propósitos, intelecto claro, capacidad de pensamiento abstracto.

Aspecto Negativo
Orgullo, esnobismo, tendencia a formar camarillas, hipocresía, ambición,
conformismo, racismo, beatería, fariseísmo, sometimiento, excesos sexuales y
alimenticios, posesividad, obstinación, materialismo, manipulación de los otros.

Lección
Aprender a amar a los otros tales como son.
Aprender a expresar lo que se piensa y se siente.
Aprender a ser tolerante con los otros.

Virtudes a desarrollar
Sentido común, simpatía, respeto a los otros, amor.

Clínica
Enfermedades del sistema reproductivo y sexual. Impotencia, dificultades en la
satisfacción sexual. Desórdenes intestinales y gástricos. Problemas estomacales. Baja
vitalidad. Infecciones sexuales. Algunas formas de psicopatías. Adicciones. Perversiones.
Vergüenza sexual. Promiscuidad.
Esencias Florales: Beech, Chicory, Mustard, Rock Water, Vervain, Vine, Iris,
Madia, Pomegranate, Squash, Watermelon, Wood Betony, Orquídea Chocolate.

Solar
- El chakra Solar o Manipura se ubica en la columna, por debajo del nivel de los
omóplatos o por sobre el ombligo.
- Es el nivel de la conciencia racional del yo y de la personalidad.
- Gobierna el páncreas, el estómago, el hígado, la vesícula biliar, el sistema nervioso y
muscular.
- Se identifica con el color amarillo.
- Se asocia con la extroversión, la sabiduría espiritual, la conciencia de la
universalidad de la vida y la intencionalidad hacia la propia salud.

Descripción
El chakra solar gobierna la glándula del páncreas que cumple funciones tanto
endocrinas como exocrinas, la insulina, en el primer caso, responsable en parte del
metabolismo de los azúcares y el jugo pancreático, en el segundo, que actúa ayudando a
la digestión de las proteínas, carbohidratos y grasas.
Su ubicación diafragmática lo coloca como un regulador de la separación y
conexión entre las cavidades superiores e inferiores del cuerpo; entre los órganos
superiores y los viscerales; entre lo espiritual y lo material.
También su dinámica energética lo hace ser el vórtice que genera el sentimiento de
identidad y unicidad de cada sujeto en el universo. En este sentido, es responsable del
grado de enraizamiento y pertenencia dentro de él, que cada cual posee.

Función
Una de las funciones fundamentales de este chakra es la de ser un gran centro de
distribución de las energías infradiafragmáticas. Por otra parte, dirige la conciencia de la
propia salud física. Tiene influencia en la voluntad, en la capacidad de conexión humana,
las encarnaduras y la integración amor-sexo.

Perfil Psicológico
Palabra Clave
Lo que no se puede probar no existe.
Todo tiene un orden.
Hay que analizar los problemas sin involucrarse.

Rasgos Típicos
Generalmente poco reactivos y faltos de espontaneidad. De pensamiento
lineal, buscan permanentemente el porqué de las cosas. Planifican, clasifican y dividen.
Aman el cambio, la novedad. Ego poderoso. Muy ocupados de sí mismos. Dogmáticos,
les cuesta aceptar la experiencia ajena. Lo que no tiene lógica los irrita. Son fríos y tratan
a los otros como abstracciones. Poco eficaces. Binarios en su concepción del mundo y de
la realidad. No admiten grises. Extravertidos y activos. No les interesan mucho las
consecuencias prácticas de sus actividades o ideas. Racionalizadores extremos, caen
frecuentemente en la esterilidad intelectual.

Aspecto Positivo
Autoridad, energía, capacidad de decisión y análisis, buen humor, estabilidad,
autocontrol, calidez, intuición, serenidad y capacidad de transformación.

Aspecto Negativo
Miedo, ira, crueldad, fanatismo, exagerada devoción, rigidez ante los cambios,
falta de análisis, intelectualismo extremo.

Lección
Aprender a aceptar las diferencias.
Aprender a integrar los afectos al pensamiento.
Aprender a integrar el afecto y el sexo.

Virtudes a desarrollar
Tolerancia, fuerza, pureza, equilibrio y flexibilidad.

Clínica
Problemas digestivos, gástricos, vesiculobiliares y hepáticos. Procesos cancerosos.
Tumores malignos. Erupciones de piel. Astralismo. Alucinaciones. Enfermedades del
sistema nervioso simpático. Artritis. Emociones extremas e incontrolables Agotamiento
adrenal. Dolor diafragmático. Disociación entre sexo y amor. Infestaciones energéticas.
Esencias Florales: Amaranthus, Avocado, Bloodrot, California Poppy, Centaury
Agave, Corn, Dill, Fig, Hyssop, Khat, Loosestrife, Pennyroyal, Sage, Star Tulip,
Watermelon, Zinnia, Aspen, Cherry Plum, Mimulus, Olive, Red Chestnut, Rock Rose.

Cardíaco
- El chakra del corazón o Anahata se ubica en la región cardíaca.
- Es el nivel del amor, del afecto y de las adquisiciones.
- Gobierna el corazón, los brazos, las manos, el sistema circulatorio y la glándula del
timo.
- Se lo identifica con el color verde.
- Se asocia con la fuerza a través de la cual amamos.

Descripción
El chakra del corazón es el centro por el cual fluye la fuente de energía de
conexión con todas las formas de lo vivo.
El sistema glandular con el que se vincula es el timo, que actúa significativamente
en la organización del sistema inmunológico del sujeto.
Sus acciones se dirigen, por una parte, a anclar la vida en lo vivo, y, por otra, a
proteger la expresión de vida del sujeto en el plano físico.

Función
Este chakra cumple las funciones de ser el canal de distribución de la fuerza
radiante del amor. Por medio de este chakra se establecen los lazos y vínculos con las
figuras significativas para nuestro mundo afectivo. También trasmuta las energías
terrestres en espirituales y controla la voluntad exterior; es decir, la acción sobre el mundo
físico.

Perfil Psicológico
Palabra Clave
Te amo para que me ames.
Tienes que amarme porque te necesito.
Me siento bien porque tengo todo lo que quiero.

Rasgos Típicos
Generalmente es una central energética, pivote, centro o eje. Su personalidad
es como una fuerza motriz que tiene el poder del movimiento. Sin embargo, a veces se
encuentra orientado hacia la acumulación posesiva o el apego. También suele aceptar un
modo de vida poco satisfactorio para lograr seguridad; por ejemplo, un trabajo que no le
interesa.
Experimenta la realidad como totalidad. Cuando ama espera ser amado.
Puede estar dominado por sentimientos de exclusión, de posesividad o de sed de poder.
También puede desarrollar un fuerte sentimiento de inferioridad e inseguridad que lo
compensa con el dominio o la acumulación material.

Aspecto Positivo
Incondicionalidad para el amor. Compasión. Comprensión. Equilibrio.
Conciencia grupal. Amor a la vida. Paz. Armonía. Apertura. Amor a la verdad. Calma.
Temperamento sereno e inteligencia clara.

Aspecto Negativo
Represión del amor. Inestabilidad emocional. Miedo. Negativismo. Pobre
autoimagen y sentimiento de inferioridad. Inadecuación. Inercia. Inoperancia. Indiferencia
hacia los otros. Posesividad.

Lección
Aprender a amar sin esperar recibir.
Aprender a dar sin condiciones.
Aprender a no absorber al otro.

Virtudes a desarrollar
Amor, compasión y entrega.

Clínica
Enfermedades autoinmunes. Lupus erythematosus. Artritis reumatoide. Colitis
ulcerativa. Myasthenia gravis. Cuadros de stress. Problemas cardíacos funcionales y
lesionales. Disturbios circulatorios. Tumores y fibromas. Problemas estomacales. Cuadros
de amoralidad e irresponsabilidad. Enfermedades de la sangre. Formas psicop ticas de
control de los otros. Dificultades para amar.
Esencias Florales: Aloe Vera, Amaranthus, Bleeding Heart, Borage, California
Poppy, Centaury Agave, Coffee, Cosmos, Eucalyptus, Koenign van Daenmark, Mango,
Papaya, Passion Flower, Sage, Sunflower, Watermelon, Zinnia, Agrimony, Centaury,
Chicory, Holly, Walnut, Star of Bethlehem, Sweet Chestnut.

Laríngeo
- El chakra laríngeo, de la garganta o Vishuddha se ubica en la región laríngea.
- Es el nivel de la síntesis y la conceptualización.
- Gobierna la tiroides, la paratiroides, el hipot lamo, los aparatos bronquial y vocal, los
pulmones y el canal alimentario.
- Se lo identifica con el color azul.
- Se asocia con el sentido del yo dentro de la sociedad y de la profesión y la
asimilación, con la toma de responsabilidades en las necesidades propias.

Descripción
El chakra de la garganta es un poderoso centro energético vinculado a las
funciones creativas superiores del hombre.
Las glándulas endocrinas con las que se vincula son vitales para el crecimiento
normal del sujeto (procesos oxidativos y metabolismo del calcio). Del mismo modo, este
centro energético interviene en los procesos de madurez personal. Su acción sobre el
sistema respiratorio lo coloca en el comando del intercambio de lo interno y lo externo, lo
ideativo y lo afectivo, la cabeza y el tronco.

Función
Este chakra dirige las funciones de conceptualización y síntesis en el sujeto. En
este sentido tiene que ver con el almacenaje de la experiencia y su registro en la
memoria.
Otra tarea significativa de este vórtice es la de coordinar los procesos asimilativos
globales y el metabolismo. Por otra parte, actúa de filtro del sistema nervioso atenuando
los ruidos externos.

Perfil Psicológico
Palabra Clave
Lo importante es respetar la tradición, el orden conocido.
No tengo tiempo para comer, tengo que terminar un trabajo.
No es lo bastante bueno para mí.

Rasgos Típicos
Generalmente tranquilo, pasivo, no se desborda fácilmente, ni reacciona
inmediatamente ante un estímulo. Le gusta la paz, que lo dejen tranquilo. Por este motivo
evita las discusiones. Es tolerante con la gente pacífica, pero reacciona mal si alguien
altera su paz.
Idealista tanto en lo religioso como en lo científico, puede llegar a ser
dogmático. Esta actitud se vincula a la necesidad de que las cosas no cambien, que
permanezcan iguales. Con tendencia a conceptualizar todo, es un buen sintetizados y
unificador tanto en lo intelectual como en lo social. Está al servicio de la "verdad
establecida" y tiene una gran capacidad para integrar el pasado. En este sentido, es una
personalidad en quien los recuerdos de vidas pasadas tienen una importancia
significativa.
Conservador y atado a los valores consagrados, trata de que éstos perduren y
se mantengan. Tiene una gran tendencia a comparar las experiencias nuevas con las
pasadas.

Aspecto Positivo
Gran poder en la palabra. Buena comunicación. Creatividad expresiva, en el
lenguaje y en las artes. Integración. Paz. Honestidad. Don de gentes. Generosidad.
Capacidad de amar. Perseverancia. Sentido común. Justicia. Independencia. Rápida
percepción mental.

Aspecto Negativo
Ignorancia. Falta de discernimiento. Excesivo análisis y crítica. Querellante.
Orgulloso. Soberbio intelectual. Porfiado. Uso de conocimientos para fines indeseables.

Lección
Aprender a aprender.
Aprender a abrirse a lo nuevo y diferente.
Aprender a integrar la intuición.

Virtudes a desarrollar
Sabiduría.

Clínica
Depresión. Problemas de tiroides. Irritación pituitaria. Vértigo. Alergias. Anemia.
Fatiga. Irregularidades menstruales. Dolor de garganta. Faringitis. Asma. Trastornos
respiratorios. Negativismo. Cuadros de anorexia. Miedo al fracaso. Temor a no gustar.
Personas que parecen atraer siempre lo negativo sobre sí mismas.
Esencias Florales: Cerato, Gentian, Gorse, Hornbeam, Scleranthus, Wild Oat,
Almond, California Poppy, Orquídea de la Inspiración, Celandine, Cosmos, Fig, Mango.

Frontal
- El chakra frontal, del entrecejo o Ajna se ubica en el entrecejo, encima de los ojos.
- Es el nivel de la intuición.
- Gobierna la glándula pituitaria, el cerebro inferior, ojo izquierdo, orejas, nariz, sistema
nervioso.
- Se lo identifica con el color índigo.
- Se asocia con la capacidad para visualizar y entender conceptos mentales y
desarrollar ideas de forma práctica.

Descripción
Este centro o vórtice energético se vincula con la personalidad integrada. Su
correlato glandular, la pituitaria, es una glándula que controla todo el sistema endocrino
del sujeto y compensa las secreciones del resto de las glándulas del sistema.

Función
La principal función de este centro radica en la actividad de integración de la
personalidad del sujeto. Se vincula, en este sentido, con la función arquetípica del Sí
Mismo.
Pero también es responsable de los procesos de visualización y comprensión de
conceptos mentales, así como de la puesta en práctica de las ideas creativas del sujeto.
Es decir, es un vórtice que tiene que ver con la capacidad de realización del sujeto.

Perfil Psicológico
Palabra Clave
Me siento vivo.
Hay que unir lo diferente.

Rasgos Típicos
De personalidad intuitiva, optimista y con mucha esperanza en la vida.
Ensoñador, vive siempre en el futuro. De conciencia y pensamiento indisciplinados y
razonamiento "lateral", no le gusta dar definiciones claras de las cosas. Posee una
excelente disposición para el pensamiento abstracto. Capacidad de liderazgo.
Magnetismo. Entusiasmo. Posee recursos para resolver problemas. Tiene una profunda
necesidad de estar en contacto con el entorno, el universo y lo transpersonal. Visionario,
parece estar en las nubes y si se adhiere a una religión, lo es en carácter de místico que
no se preocupa de lo ritual, sino por lo iniciático.

Aspecto Positivo
Intuición. Imaginación. Mente clara. Concentración. Paz mental, Capacidad de
percepción antes de los hechos. Perseverancia. Cortesía. Extremo cuidado de los
detalles, sin perder de vista el conjunto.
Aspecto Negativo
Cinismo. Tensión. Juicio superficial. Rigidez. Adherencia al orden y la ley.
Amor a lo secreto y al misterio.

Lección
Aprender a respetar las diferencias en la unidad.

Virtudes a desarrollar
Unidad, tolerancia, humildad y don de gentes.

Clínica
Enfermedades cerebrales y de los ojos. Trastornos patológicos de la nariz, oídos y
sistema nervioso. Sinusitis. Catarro y fiebre de heno. Gigantismo y acromegalia.
Pesadillas. Falta de concentración. Dolor de cabeza. Problemas del corazón.
Esencias Florales: Amaranthus, Chamomile, Dill, Green Rose, Hop, Nasturtium,
Redwood, Chestnut Bud, Clematis, Honeysuckle, Mustard, Olive, White Chestnut, Wild
Rose, Orquídea Angel de la Guarda, Orquídea Canal.

Corona
- El Chakra Corona, Craneal o Sahasrara se ubica en la región craneal.
- Es el nivel de la imaginación.
- Gobierna la glándula pineal, la corteza cerebral, el sistema nervioso central y el ojo
derecho.
- Se lo identifica con el color violeta.
Se asocia con la integración de la personalidad total con la vida y los aspectos
espirituales de la humanidad.

Descripción
El chakra coronario se encuentra localizado en la cúspide de la cabeza. Su
exteriorización glandular es la pineal. Su gobierno se extiende sobre la parte superior del
cerebro y posee dentro de sí una réplica de cada chakra.
Esta estructura lo coloca ya en la posición de ser la conexión de la persona con la
integración de todo su ser, físico, mental, emocional y transpersonal.

Función
La función de este chakra es la de gobernar y purificar la imaginación para
permitirle alcanzar al sujeto la realización de un proyecto de vida positivo, que incluya la
concreción de sus potencialidades. Ayuda a adquirir una adecuada imagen de sí mismo y
a desarrollar las capacidades creativas.
En este sentido, la actividad de este centro energético se relaciona con el arquetipo
de la Plenitud.

Perfil Psicológico
Palabra Clave
Soy lo que imagino que soy.
Me siento pleno y realizado.
No puedo hacer las cosas perfectas.

Rasgos Típicos
De personalidad fuertemente imaginativa y creadora. De tendencia a
"maravillarse" permanentemente por las cosas. Esto lo lleva a ser un respetuoso
admirador de la naturaleza. Construye su futuro en base a sus propias "películas".
Predisposición al "éxtasis". La conciencia dominada por este chakra tiene una fuerte
aspiración a sobreponerse al caos y a controlar el orden de las cosas.
Generalmente propensos a sentimientos "cósmicos", muy espirituales pero no
dogmáticos.

Aspecto Positivo
Idealismo. Vocación de servicio. Continuidad de conciencia. Deseos
espirituales. Inspiración. Fuerza interior. Coraje. Capacidad para cuestionar lo dado.
Capacidad para emprender grandes proyectos.

Aspecto Negativo
Ambición. Dureza. Inflexibilidad. Arrogancia. Deseo de control. Terquedad.
Obstinación. Impaciencia. Irritación.

Lección
Aprender a ser humilde.
Aprender a no ser codicioso.
Aprender a reconocer los errores.

Virtudes a desarrollar
Simpatía, humildad, tolerancia, paciencia, cuidado por los otros.

Clínica
Confusión mental. Psicosis. Depresión. Alienación. Trastornos de la senilidad.
Problemas de inspiración. Tumores cerebrales. Inflamación de los nervios. Enfermedades
de los ojos. Tendencias al autoritarismo. Cuadros de disociación.
Esencias Florales: Daffoil, Forget-Me-Not, Green Rose, Lavander, Live Forever,
Lotus, Lotus, Queen Anne's Lace, Rosemary, Tuberose, Heather, Impatiens, Water Violet,
Wild Oat.
Esencias que trabajan todos los chakras: Existen un número de Esencias Florales
que trabajan todos los chakras. Algunas de ellas son: Angelica, Chaparral, Lilac, Lotus,
Mugwort, Pimpernel, Shooting Star y Sunflower.

III. Los miasmas


Los miasmas pueden ser definidos como patrones parafísicos o
energéticos de la enfermedad. Se encuentran radicados en el éter vital del cuerpo etérico
y son una predisposición a cierto tipo de respuestas patológicas que se activan por medio
de una serie de factores desencadenantes de la vida.
Su presencia misma está indicando el hecho de que el hombre es, en su
naturaleza y ontológicamente, "enfermedad" y que la vida es una oportunidad, un camino
de posibilidad de disminución de aquella que tiene el ser humano.
Desde el punto de vista floral, los miasmas se vinculan con las lecciones
que cada sujeto trae como proyecto a aprender en esta vida.
Este patrón parafísico marca la estructura din mica, el esquema
arquetípico y el producto de los recorridos anteriores del sujeto por su proceso de
evolución.
El Dr. Hahnemann, fundador de la Homeopatía, discriminó tres miasmas
a los cuales luego se les agregaron otros. De modo general, hablamos de cinco grandes
patrones miasmáticos: Psora, Sycosis, Lues, Tuberculinismo y Cancerismo.
Estos patrones no son enfermedades en sí mismas sino esquemas de
respuestas.

1. Psora
- Episodios agudos y cíclicos.
- Alternancia patológica.
- Predominio de afecciones dermatológicas eruptivas y puriginosas, afecciones
articulares y síntomas intestinales.
- Convalecencias largas. Las afecciones agudas no acaban de curarse.
- Ansiedad, como síntoma psíquico prevalente.
El Psora se vincula con lo que la medicina actual conoce como enfermedades
autoinmunes, alergias e inmunodepresión. Incluye gran cantidad de patologías
psicosomaticas con la característica de que los síntomas cambian de inervación y que
brotan generalmente vinculados con noxas psicoafectivas.
En estados avanzados de patología comienzan las enfermedades del colágeno, artritis
crónica y enfermedades por autoagresión.
Esencias Florales: Camphor, Dandelion, Eucalyptus, Fig, Garlic, Grapefruit, Lemon,
Luffa, Mango, Pansy, Peach, Pomegranate, Saint Jonh's Wort, Yerba Mate.

2. Sycosis
- Tendencia a la retención de líquidos.
- Tendencia a lesiones cutáneas.
- Tendencia a mucosas exuberantes, con secreciones continuas.
- Curso procesal insidioso.
- Ideas fijas y obsesiones, como síntomas psíquicos prevalentes.
La Sycosis puede considerarse como una situación congénita o adquirida. "En el
primer caso, se trata del clásico tipo hidrogenoide con adiposidad de hemicuerpo inferior
y edemas. En el segundo, puede ser una forma evolutiva, consecuencia del uso
continuado de corticosteroides, de otros antiinflamatorios y de antibióticos que determinan
una deficiencia inmunitaria con baja reactividad" (Ricardo Ancarola). Puede considerarse
este miasma como más grave que el anterior, y de mayor organicidad.
Esencias Florales; Dandelion, Lilac, Rosa Webbiana y Sweet Pea

3. Lues
- Tendencia a la ulceración cutánea.
- Curso tórpido de las lesiones.
- Agresión al tejido óseo, linfático y conjuntivo.
- Tendencia a la esclerosis.
- Tendencia a la agresión (auto y hétero) como síntoma psíquico prevalente.
Esencias Florales: Banana, Bells Of Ireland, Bottlebrush, California Poppy,
Chamomile, Chaparral, Comfrey, Iris-Blue Flag, Jasmine, Luffa, Morning Glory, Passion
Flower, Watermelon.

4. Tuberculinismo (pseudosora)
- Tendencia a infecciones respiratorias recurrentes.
- Delgadez con buen apetito.
- Cefaleas, diarreas y otalgias.
- Irritabilidad e intolerancia, como síntomas psíquicos prevalentes.
Predominantemente en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Un elemento
semiológico importante es la sensibilidad al medio como, por ejemplo, la hiperestesia al
frío, la hiperestesia social, etcétera.
Se vincula con algunos cuadros de alergias, diarreas crónicas, infecciones
otorrinolaringológicas recurrentes, etcétera.
Esencias Florales: Blackberry, Red Clover, Cotton, Eucalyptus, Green Rose, Hops,
Live Forever, Onion, Wisteria y Yerba santa

5. Cancerismo
- Astenia.
- Palidez.
- Anorexia.
- Adelgazamiento sin motivo aparente.
- Piel con abundancia de excrecencias y lesiones proliferativas.
- Preocupaciones obsesivas e hipocondría, como síntoma psíquico prevalente.
Esencias Florales: Almond, Sugart Beet, Aloe Vera, Corn, Cosmos, Apricot, Papaya,
Peach, Saguaro, Snapdragon, Redwood
GLOSARIO
Carencia Afectiva: consiste en la privación total o parcial del afecto y cuidado
materno durante los primeros meses de vida. En el caso de ser persistente y masiva, esta
privación conduce al niño al marasmo. La llamada depresión anaclítica se origina por una
privación de la misma naturaleza pero de carácter parcial. Además, los estados de
carencia afectiva inhiben, en algunos casos, el desarrollo intelectual del sujeto (oligotimia)
y constituyen una estructura de personalidad dominada por el sentimiento prevalente de
inseguridad y abandono.
Constitución: los factores constitucionales producen en algunos casos alteraciones,
tales como los diversos cuadros oligofrénicos y algunas formas de epilepsia. En otros,
actúan como un factor más dentro del conjunto de factores que contribuyen a la
emergencia de la enfermedad mental, tal como psicosis maníaco-depresiva, psicopatías,
ciertas formas de esquizofrenia y delirios de estructura paranoica.
Crisis: actúan como factor desencadenante de las diversas enfermedades mentales.
Son situaciones de alta tensión emocional provocada tanto por situaciones vitales
(pubertad) como por factores externos (guerra).
Familia: es la matriz donde se logra el aprendizaje de los modos de vinculación, por lo
cual se convierte en una estructura patogenética de vital importancia. Esto ha sido puesto
de manifiesto en numerosas ocasiones con el análisis de núcleos familiares de
esquizofrénicos y psicópatas, donde se encuentra una peculiar organización de la
comunicación intrafamiliar de carácter morboso. Esto se hace extensivo al resto de las
patologías.
Fatiga: entendida como agotamiento psicofísico, provocada por una sobrecarga
emocional intensa y prolongada, puede causar estados de depresión de carácter
neurótico.
Feed-back: es la capacidad de comprensión y respuesta a los mensajes
comunicativos dentro de un vínculo. Esta reverberación juega un rol de vital importancia
en los primeros años de vida del sujeto. Un feed-back patológico contribuye a la
conformación de cuadros de carencia afectiva, psicopáticos, esquizofrénicos, depresivos
y, en general, al conjunto de estados patológicos mentales.
Fracaso: el fracaso ante una situación vital o una experiencia (pareja, trabajo, etc.)
puede convertirse en factor desencadenante de diversos cuadros patológicos, en general
de carácter depresivo.
Frustración: es la privación de la satisfacción, en general de carácter libidinal, que
puede actuar tanto como factor predisponente como determinante de diversos cuadros
patológicos. (Ver Carencia Afectiva).
Funcionales: los trastornos funcionales son alteraciones opuestas a las de carácter
lesional, metabólicas y de diversa índole, que provocan generalmente cuadros
psicosomáticos como asma, úlcera, etc.
Herencia. Son los caracteres transmitidos genéticamente en forma directa (padres a
hijos), atávica (saltando una generación) o convergente (por el padre y por la madre
simultáneamente). Existen algunas alteraciones que si bien no conforman enfermedades
hereditarias propiamente dichas, sí constituyen una predisposición para contraerlas. Esto
recibe el nombre de riesgo hereditario (de esquizofrenia, melancolía, retraso mental,
epilepsia, etcétera).
Medio: la acción de los fenómenos biológicos, climáticos y del medio ambiente, tales
como ubicación geográfica, lugar de residencia, etc. puede incidir en una organización
patogénica de la personalidad.
Objeto: la pérdida real o fantaseada de los primeros objetos de amor del niño puede
provocar un daño en su estructura yoica. Posteriormente la pérdida de nuevos objetos,
equivalentes simbólicos de los primeros, revive la primitiva experiencia de pérdida,
pudiendo sumergir al sujeto en los diversos cuadros depresivos.
Rechazo: las conductas de no aceptación de un grupo o institución hacia un individuo,
pueden reactivar en el sujeto antiguas situaciones de abandono que lo llevan a
estructurar diversos cuadros patológicos tales como esquizofrenia y estados depresivos.
(Ver Abandono y Carencia Afectiva).
Relación Madre-Hijo: la estructuración patológica de la primera relación materno-filial
es causa predisponente de la enfermedad mental. Diversas actitudes de la madre
(rechazo primario pasivo, rechazo primario activo, protección primaria ansiosa y
exagerada, angustia, cambios bruscos entre solicitud y hostilidad, cambios cíclicos del
humor, etc.) provocan en el niño desde el coma del recién nacido hasta los estados de
hipertimia, pasando por los vómitos y trastornos respiratorios, cólicos, eczema infantil e
hipermotilidad, todos ellos síntomas de trastornos relacionales. Un grupo muy importante
de estas perturbaciones son la carencia afectiva parcial que lleva a la depresión anaclítica
y La carencia afectiva total que lleva al niño al marasmo y posteriormente a la muerte.
(Ver Abandono y Feed-back).
Senescencia: constituye una etapa evolutiva del desarrollo de la vida de los sujetos,
caracterizada por la predominancia de los procesos involutivos. Senilidad se denomina a
la senescencia patológica, "estado deficitario que por sus manifestaciones clínicas
aparece generalmente bajo la forma de demencia senil: presbiofrenia (la forma particular
de demencia senil caracterizada por la fabulación), psicosis, neurosis, estados maníaco-
depresivos y delirantes de involución; todos estos estados evolucionan sin un
decaimiento demencial notable. Demencias degenerativas, preseniles y arteriopáticas"
(H. Ey).
Stress: las situaciones de alta tensión estresante (guerras, accidentes, etc.) actúan
como factores desencadenantes de reacciones neuróticas y psicóticas agudas.
Traumatismos psíquicos: son vivencias o experiencias del sujeto producidas por
factores externos y que debido a su intensidad han derivado en daño psíquico. Esas
experiencias pueden ser: guerra, emociones intensas, traumatismos colectivos,
accidentes, etcétera.
Tumores cerebrales: son neoformaciones cerebrales que originan, según su
localización, distintos tipos de patologías: confusión mental de grado variable, síndrome
de Korsakoff, trastornos mnémicos, alucinosis, aprosexia (tumores en la base del
cerebro); alucinaciones visuales, amnesia de fijación (tumores occipitales); trastornos
sensitivos, apraxia, desintegración del esquema corporal (tumores parietales);
obnubilacion, desorientación, estados depresivos, labilidad emocional, alucinaciones
(tumores temporales); síndromes deficitarios, trastornos psicosensoriales tímicos
-generalmente excitación eufórica, moria-, estados confusionales y demenciales (tumores
frontales).

PARTE TERCERA
NOSOGRAFIA
Conceptos generales

La nosografía es la rama de la psicopatología dedicada a la descripción,


diferenciación y denominación de las enfermedades mentales. Su finalidad es establecer
una taxonomía; su problema determinar sobre qué bases debe efectuarse esta
clasificación.
La primera tarea de la nosología está orientada a definir las familias clínicas, que
son un conjunto de tipos patológicos iguales en su complejo sintomático, su evolución y
sus causas etiológicas.
Establecidas las especies genéricas, el paso siguiente es distinguir las variedades
que incluye cada grupo.
Como consecuencia de este trabajo es posible construir esquemas diagnósticos lo
suficientemente amplios y precisos que guardan siempre un carácter provisional dado
que no hay ningún sistema natural en el cual se puedan ordenar todos las formas de
presentación psicopatológica.

A. Esquemas Diagnósticos
Son cuadros teóricos que abarcan la totalidad de las formas posibles de
aparición de la enfermedad mental, ordenadas según diferentes criterios. Los más
importantes son: etiológicos, organo-dinámicos, estructurales, descriptivos, dinámicos y
comunicacionales.

I. Clínico etiológico
Para estos enfoques las entidades clínicas son agrupadas en virtud de las
causas etiopatogénicas que las provocan. De esta manera es posible diferenciar entre
cuadros endógenos y exógenos; orgánicos y psicógenos; procesales y no-procesales.
Kraepelin, reuniendo los tipos clínicos coincidentes en sus causas,
síntomas, evolución y terminación, propuso un esquema que posee, para Vallejo Nágera,
ciertas ventajas fundamentales: ser exhaustivo, didáctico y práctico, porque permite que
dentro de cada entidad o especie mórbida se puedan establecer formas clínicas
subsidiarias, unidas por un mismo origen patogénico. Sin embargo, su limitación reside
en la dificultad de identificar con certeza los factores patoplásticos.
Otra cuestión se deriva de la antigüedad de esta clasificación. La
nosografía ha avanzado lo suficiente para dejar hoy atrás la propuesta de Kraepelin.
Más recientemente Stafford-Clark, tomando como eje central el concepto
de desarrollo, establece una clasificación de los desórdenes psiquiátricos que según sus
causas pueden deberse a fallas en el desarrollo normal, a fallas en el desarrollo anormal,
o ser el fruto de una reacción a tensiones internas o externas.
Uno de los problemas de modelos clasificatorios clínico-etiológicos
consiste en el hecho de que la patología psíquica no resiste la generalización causal. Por
el contrario la raíz de cada síntoma hay que buscarla en la historia personal de cada
paciente. Esto, sin embargo, no impide formular posibilidades de acción y
sobredeterminación que permiten cierta comprensividad y predicción dentro del campo
psicopatológico.

II. Organodinámicos
Para H. Ey, la fisonomía clínica, la estructura y la evolución de los
trastornos definen las enfermedades mentales, consideradas como "formas de existencia
o conciencia patológica", y no meras entidades anatomoclínicas. A partir de esta
concepción puede distinguirse entre enfermedades mentales agudas y crónicas.
Lo que caracteriza a las enfermedades mentales agudas "es el estar
constituidas por síntomas cuya yuxtaposición u organización, permite prever su carácter
transitorio. Se trata de crisis, accesos o episodios más o menos largos que ciertamente
pueden reproducirse, pero que presentan una natural tendencia a la remisión...". (H. Ey).
En este grupo quedan incluidas crisis agudas de manía, melancolía, delirantes,
confusionales, alucinatorias, crisis epilépticas, etcétera.
Por el contrario las enfermedades mentales crónicas presentan
espontáneamente" una evolución progresiva que altera de manera persistente la actividad
psíquica". (H. Ey). Aquí se incluyen las neurosis, psicosis, perversiones, etc.
A estos dos grupos habría que agregarles un tercero, los estados de
retraso en el desarrollo mental que forman un capítulo aparte en la medida en que son
agenesias más que una disolución o desestructuración del ser psíquico.
Los beneficios de esta clasificación residen en su claridad al dejar de
lado, momentáneamente, la consideración de los factores etiológicos, para acentuar los
hechos clínicos. De esta manera "la clínica se libera de los conceptos hipotéticos que,
con frecuencia, alteran el correcto planteamiento de los problemas de definición y
clasificación..." (H. Ey).

III. Estructurales
Este enfoque se aleja de las opiniones clínicas o etiológicas para ordenar
las enfermedades mentales en sistemas de personalidad alterados.
Uno de los representantes de esta corriente, G. Desahies, postula la
existencia de seis estructuras básicas (oniroide, distímica, disociativa, paranoica,
parafrénica y demencial) que pueden combinarse entre sí dando lugar a estados mixtos o
secundarios. Estas estructuras son formas patológicas de organización del Yo y de sus
relaciones interpersonales y con el mundo, que ponen en evidencia una forma de vida
íntegramente transformada.
Esta postulación agrega, a las ya mencionadas, dos puntos de vista: la
consideración de los cuadros como totalidades y el carácter dinámico del conjunto
patológico. Pero a pesar del enfoque configural de la enfermedad mental, importante para
la comprensión del proceso morboso, el esquema estructural deja al descubierto una gran
franja de patologías que no pueden ser incluidas. Por lo tanto su principal desventaja es
la insuficiencia taxonómica de sus categorizaciones.

IV. Clínico-descriptivo
Para numerosos autores la misión principal de la psicopatología consiste
en encontrar unidades nosológicas naturales separadas entre sí y entre las cuales no
exista transición de ninguna clase. Por lo tanto desde esta óptica el punto de partida es la
multiplicidad de las enfermedades mentales que pueden ser ordenadas en grandes
grupos esencialmente distintos.
Hay muchas clasificaciones basadas en criterios clínico-descriptivos pero
a pesar de la diversidad de esquemas propuestos, encontramos sin embargo, entre ellos
numerosas coincidencias, debido a que ciertas concepciones básicas se fueron
imponiendo a lo largo del tiempo. Tal vez las tres concordancias más importantes sean la
diferenciación entre cuadros críticos y crónicos, la distinción entre neurosis, psicosis y
psicopatías y finalmente el cuestionamiento a incluir en estas clasificaciones a los
cuadros psíquicos consecutivos de enfermedades o patologías orgánicas.

V. Dinámicos
Para las escuelas psicoanalíticas no existen unidades nosológicas
(cuadros separados entre sí y sin ninguna vinculación), sino que las enfermedades
mentales son variadas formas que reviste un mismo proceso morboso, ligado a distintos
grados de regresión de la personalidad. Cuanto mayor sea la regresión, más
intensamente se encuentra afectado el sujeto, siendo su punto más extremo la
desorganización disociativa. Así por ejemplo se pueden establecer vinculaciones como
las que refleja el siguiente esquema:

Fijación en la etapa: Predispone a:


Oral primaria Esquizofrenia
Oral secundaria Psicosis distímicas
Anal primaria Paranoia
Anal secundaria Neurosis obsesiva
Uretral Fobias
Fálica Histeria

En la actualidad la clasificación psicoanalítica diferencia los grupos de


afecciones psicosomáticas, psicosis, neurosis y psicopatías. Pero debido a que es
frecuente encontrar nociones tales como, neurosis actuales, psiconeurosis, etc., hemos
preferido presentar una categorización de la enfermedad que tenga un carácter más
descriptivo. Esta clasificación reúne los aportes tradicionales y contemporáneos del
campo psicoanalítico.

Esquema Clasificatorio
Neurosis de angustia
- Neurosis actuales Neurastenia
Hipocondría

Histeria de angustia
Neurosis de transferencia Histeria de conversión
Neurosis obsesiva

Esquizofrenia
- Psiconeurosis Narcisista Psicosis maníaco-depresiva
Paranoia

- Neurosis de carácter

- Organo-neurosis
Neurosis de abandono
- Formas neuróticas especiales Neurosis de destino
Neurosis traumática

- Perversiones

- Psicopatías

Aclaraciones del esquema


a) Por neurosis actuales deben entenderse aquellas cuyo origen no debe
buscarse en el pasado infantil, sino en acontecimientos del presente, y cuyos síntomas
carecen de expresión simbólica, por tratarse de productos directos de la insuficiente
satisfacción sexual. Incluye:
1) Neurosis de angustia. Es una neurosis actual caracterizada
específicamente por la acumulación de tensión que se transformara directamente en
síntomas sin mediación psíquica. Su signo principal es la angustia en estado flotante.
2) Neurastenia. Afección neurótica cuyo cuadro clínico gira en torno a la fatiga
física de origen nervioso y que comprende síntomas de distinto orden. "Freud la define
por la impresión de fatiga física, las cefaleas, la dispepsia, la constipación, las parestesias
espinales, el empobrecimiento de la actividad sexual" (J. Laplanche), siendo su causa el
inadecuado funcionamiento de la actividad sexual y la inadecuada descarga de la tensión
libidinal.
3) Hipocondría. Neurosis en la cual el sujeto padece de sufrimientos orgánicos
que carecen, a diferencia de las órgano-neurosis, de substrato somático.
b) Las psiconeurosis, contrapuestas a las neurosis actuales, son afecciones
psíquicas cuyos síntomas constituyen la expresión simbólica de los conflictos infantiles y
la conmemoración de vivencias traumáticas. Incluyen:
1) Psiconeurosis de transferencia. Forma de psico-neurosis que incluye la
histeria de angustia, la histeria de conversión y la neurosis obsesiva, caracterizadas por la
acción de la libido que se encuentra fijada a objetos reales o imaginarios y no vuelta
sobre el yo como en las neurosis narcisística. Incluyen:
- Histeria de angustia. Es el nombre usado por Freud para aislar una
neurosis cuyo síntoma central es el miedo incoercible(fobia) a un objeto llamado fobígeno
y con el fin de subrayar su similitud estructural con la histeria de conversión.
- Histeria de conversión. Forma de histeria que se caracteriza por el
predominio de los síntomas de conversión, es decir la dramatización en el cuerpo de un
conflicto psíquico gracias a la existencia de una cierta complacencia somática.
- Neurosis obsesiva. Se trata de una psiconeurosis de defensa que
clínicamente se caracteriza por la presencia de síntomas compulsivos, de los cuales el
sujeto debe defenderse recurriendo a un complejo de mecanismos defensivos: anulación,
aislamiento, formación reactiva y racionalización, y a toda una serie de conductas
ritualistas y de conjuración que expresan la predominancia del pensamiento mágico.
2) Psiconeurosis narcisísticas. Este concepto, como algunos otros de los ya
utilizados, está relacionado con una etapa del desarrollo de la teoría psicoanalítica y en la
actualidad ha caído en desuso. Define al conjunto de psicosis funcionales en donde la
libido se encuentra retirada del mundo externo y concentrada sobre el yo. Incluye:
- Esquizofrenia. Es una psicosis desorganizativa cuyo punto de fijación queda
establecido en la etapa oral primaria, y por lo tanto las ansiedades predominantes son de
carácter persecutorio y las defensas son disociativas.
- Paranoia. Es una psicosis crónica caracterizada por un delirio más o menos
sistematizado cuyo mecanismo de formación es el interpretativo, la ausencia de
debilitación intelectual y que generalmente no evoluciona hacia el deterioro. Abarca
distintas formas como el delirio de persecución, la erotomanía, el delirio celotípico y el
delirio de grandeza.
- Maníaco-depresiva. Abarca el conjunto de síndromes en donde el trastorno
esencial es una alteración del humor como la manía o la melancolía.
c) Las Neurosis de carácter son estructuras en las cuales el conflicto defensivo no
se traduce por la formación de síntomas aislados, sino en rasgos de carácter, estilos de
comportamiento o incluso una estructura patológica de la personalidad.
d) Las Organo-neurosis o enfermedades psicosomaticas son desórdenes
somáticos lesionales que tienen un origen o causa psicógena, en donde han jugado un rol
especialmente importante, frustraciones afectivas tempranas por carencia de afecto,
desprotección materna y la fijación de una catexia libidinal conflictiva a un órgano.
e) Las formas neuróticas especiales son cuadros clínicos a los cuales resulta difícil
ubicar nosográficamente y que poseen una independencia que amerita su distinción
clínica. Algunas de estas formas son:
1) Neurosis de abandono. "Término introducido por psicoanalistas suizos
(Charles Odler, Germaine Guex) para designar un cuadro clínico en que predominan la
angustia del abandono y la necesidad de seguridad. No correspondería necesariamente a
un abandono sufrido en la infancia. Los sujetos que presentan estas neurosis se
denominan abandónicos" (J. Laplanche).
2) Neurosis de destino. Define una forma de existencia caracterizada por el
retorno periódico de los mismos ciclos de sucesos, generalmente desgraciados, a los
cuales parece hallarse sometido el sujeto fatalmente y cuya explicación es la presencia
del mecanismo din mico de compulsión a la repetición.
3) Neurosis traumática. Esta neurosis aparece a consecuencia de choques
afectivos, que hacen revivir en el sujeto antiguas situaciones en donde su vida se
encontraba amenazada. Su expresión sintomática es: ansiedad paroxística, agitación,
confusión o estupor. "El trauma posee una parte determinante en el contenido mismo del
síntoma (repetición mental del acontecimiento traumático), que aparece como un intento
reiterado de ligar y descargar por abreacción el trauma; tal fijación al trauma se
acompaña de una inhibición generalizada de la actividad del sujeto" (J. Laplanche).
f) Las Perversiones son desviaciones permanentes de la pauta de satisfacción
sexual genital, heterosexual y adulta. Se habla de perversión cuando el orgasmo se
alcanza con otros objetos sexuales o por medio de otras zonas corporales de un modo
excluyente, fijo y reiterado.
g) Las Psicopatías configuran un grupo nosográfico de marcado interés. Son
alteraciones estables de la personalidad, originadas por un déficit en el desarrollo de las
herramientas b sicas para postergar la frustración. Este déficit es psicógeno y no debe
confundirse con carencia de capacidades. Es un modo de expresión y pensamiento
denominado "de acción".
Dinámicamente hay que buscar la explicación etiológica de este cuadro en ciertas
fallas en el proceso de diferenciación yo/no-yo, mundo interno-mundo externo, la
capacidad para tolerar la demora y posponer la descarga.

VI. Comunicacionales
De la convergencia de la Teoría de la Comunicación y el Psicoanálisis ha
surgido una clasificación de las enfermedades mentales basada en los distintos tipos de
alteraciones comunicativas que puede estar padeciendo un sujeto.
Así pueden diferenciarse, siguiendo la propuesta del Dr. David Liberman,
tres grandes grupos: pacientes donde las perturbaciones son de predominio semántico
(organoneurosis, hipocondrías), pacientes con perturbaciones de predominio sintéctico
(histeria, fobias, obsesiones, impulsiones) y pacientes con perturbaciones de predominio
pragmático (psicopatías, perversiones, adicciones, psicosis).

1. Nosografía comunicacional
a) Fundamentos teóricos generales
La Comunicación es un fenómeno inherente a la vida y puede ser
comprendido como un conjunto de procesos físicos, psíquicos y socio-culturales cuyo fin
es el de vincular entre sí dos o más personas.
Dentro de los diversos modos de comunicación, el lenguaje humano es
la forma más perfeccionada y una característica distintiva del hombre.
El lenguaje, así como el pensamiento, es el producto de un desarrollo a
la vez onto y filogenético y varía en relación a una pluralidad de factores socio-culturales.
Según Shannon, toda comunicación supone un emisor o fuente, un mensaje, que circula
a través de un canal o contacto físico, y que llega a un destinatario llamado receptor. El
conjunto de elementos involucrados en el proceso se denomina circuito comunicacional.
Todo mensaje se expresa por medio de un código, que el receptor debe
decodificar o descifrar, dentro del campo común de experiencias (contexto).
Un código es, en sentido estricto, un verdadero sistema de símbolos y
signos propios de cada individuo, que siempre y en distintos grados se comparte con los
miembros de los grupos que integran la comunidad.
Es necesario tener en cuenta que los integrantes de una red
comunicacional pueden ser alternativamente tanto emisores (codificadores), como
receptores (decodificadores) de los mensajes.
El emisor puede conocer el resultado o los efectos de su emisión, y
modificar su conducta en consecuencia. Este proceso se denomina feed-back o
retroalimentación. Enrique Pichon Riviere, señala:
"La red de comunicaciones es constantemente reajustada y solo así
es posible reelaborar un pensamiento capaz del di logo y de enfrentar
el cambio".
El fenómeno de retroalimentación es posible, y toda la comunicación es
posible porque emisor y receptor comparten un mismo código.
Existen tres tipos de códigos o modos de comunicación básicos:
- verbal;
- de acción y
- somático.
El código verbal es el constituido por los signos verbales; el código de
acción es el que se emplea para comunicarse, expresando o dando a entender
significados por medio de la acción, y el código somático incluye todas las conductas
donde el mensaje es predominantemente observable o expresado a través del cuerpo.
Ruborizarse, desmayarse, entre otras, son formas comunicativas som ticas.
Los tres tipos de códigos no son mutuamente excluyentes; configuran
diferentes vías o posibilidades de expresión, que pueden ser coexistentes entre sí.
Asimismo, los códigos pueden ser clasificados, desde otro punto de vista, en digitales y
analógicos. Son analógicos los que de algún modo guardan alguna relación de similitud
con el objeto, fenómeno o situación a los que se refieren, por ejemplo, los ruidos
onomatopéyicos. Se denominan digitales los que no mantienen una correspondencia
analógica con aquello que designan; por ejemplo, la palabra "ballena" no guarda ninguna
relación de similitud o analogía con el objeto al que alude.
Podríamos englobar los modos de comunicación en dos amplios
sectores:
a) La comunicación por medio de gestos que si bien se da ampliamente
a nivel humano en todos los momentos de la ontogénesis, es característica de los niveles
evolutivos más primitivos. El timbre y el tono de voz, las actitudes, las emociones que
acompañan la información verbal, los gestos, etc., forman un código denominado
preverbal.
b) La comunicación por símbolos significativos que se observa con
mayor claridad y complejidad en etapas más avanzadas. La no coincidencia del código
verbal con el preverbal es una fuente permanente de distorsión comunicativa y a veces
signo de patología psíquica.

2. Tipos de comunicación de acuerdo con los participantes que


integran la red
El circuito comunicacional establecido entre dos individuos se suele
denominar interindividual o diádico; la comunicación que transcurre entre los miembros
de un grupo se denomina intragrupal, en tanto que la que se opera entre diversos grupos
es la comunicación intergrupal. Por último, la comunicación intraindividual es la que se
produce en un individuo, que resulta así, a la vez, emisor y receptor. En este caso, nos
referimos a todo el conjunto de vínculos que cada sujeto puede establecer consigo
mismo, con todo lo que constituye su mundo interior poblado de fantasías, expectativas,
dudas, ansiedades y proyectos.
Se pueden distinguir, entre los vínculos comunicativos, los que se
establecen con los objetos internos y externos.
La relación objetal comprende todos los procesos de comunicación
intraindividual. La relación interpersonal incluye los tipos de comunicación diádica, intra e
intergrupal. Ambos sistemas de comunicación son mutuamente interdependientes y se
retroalimentan de modo constante.

3. Las estructuras de Personalidad en términos de la Teoría de la


comunicación de J. Ruesch
Las denominadas estructuras de la personalidad son modelos
conceptuales para el estudio. Lo que aparece ante la observación del psicopatólogo son
conductas, a través de las cuales se infieren estructuras de personalidad determinadas
que nunca se dan de un modo exclusivo o único, sino en forma individualizada y
personal.
Las "estructuras perturbadas" son, en sentido general, estructuras
"normales" con rasgos, síntomas y defensas que de algún modo se han agudizado,
estereotipado e intensificado en sus características.
Aplicando el modelo comunicacional se puede construir una clasificación
psicopatológica a partir de estos supuestos, que brinda un esquema útil para el trabajo
clínico.

Estructuras de personalidad se corresponde con:


Personalidad infantil Afecciones psicosomaticas
Personalidad de Acción Psicopatías - Impulsiones
Personalidad demostrativa Histeria
Personalidad lógica Neurosis obsesiva
Personalidad retraída Psicosis esquizofrénica
Personalidad ansiosa y temerosa Neurosis fóbica y de angustia
Personalidad deprimida Melancolía - Depresiones

* Personalidad infantil
Palabra clave
Demando, necesito, ay de mi!

Descripción
Estas personas se caracterizan por el uso de un lenguaje corporal para
expresar conflictos y emociones. Hablan, sienten y piensan con su cuerpo y utilizan sus
síntomas para obtener manejo y control sobre las personas que los rodean. Tratan de
protegerse y evitar el ser abandonados, dejados de lado, excluidos o lastimados
trasmitiendo una imagen de indefensión y orfandad.
Modelo comunicacional
Al percibir, tienden a dar relevancia a los estímulos propioceptivos en detrimento
de los estímulos exteroceptivos. En contraparte, la percepción de lo que sucede en el
mundo externo es escasa, así como los juicios que establecen acerca de esa realidad.
Así, la recepción y la transmisión de mensajes es pobre; el canal predominante
es el cuerpo, a través del cual suelen expresar sentimientos significativos. Su capacidad
de silogizar, de conceptualizar, es limitada. Su código prevalente es preverbal.

Origen
Al investigar los sucesos de la infancia, que contribuyeron a estructurar este tipo
de personalidad, se detectan situaciones de disarmonía entre los padres; en particular
que uno de ellos se erigió en figura dominante, "castradora", en tanto que el otro resultó
ser, casi siempre, una figura casi nunca tenida en cuenta en las decisiones y la
elaboración de proyectos dentro del grupo familiar.
En general, los padres eran ansiosos que intentaban controlar sus propias
ansiedades por diversos mecanismos, como por ejemplo el excesivo cuidado del cuerpo
del niño. Todas estas situaciones, probablemente, contribuyeron a retrasar el desarrollo y
la maduración del niño y a determinar su modo de organización patológica.

Mapa emocional
Masoquismo, posesividad, rol de víctima para manipulear el entorno.

* Personalidad de acción
Palabra Clave
Hacer, dominar, actuar.

Descripción
Son personas que tienen una gran tendencia al manipuleo. Su lenguaje
predominante es la acción. Esto significa que si bien la acción es siempre un lenguaje, un
vehículo para comunicar, en este tipo de personalidad se halla continua e intensamente
exagerada. Al mismo tiempo, el intercambio verbal resulta marcadamente empobrecido
dado que son personas que no saben traducir sentimientos o pensamientos a través de
palabras o de gestos. Si desean expresar un hecho íntimo deben recurrir a complicadas
acciones físicas que frecuentemente entrañan el intercambio de cosas, contacto corporal,
u ocasionan alguna trasgresión.

Modelo comunicacional
La acción reemplaza al intercambio verbal o comunicativo en otros niveles. Lo
que habitualmente se denomina "el mundo externo", es el campo preferido en que estos
sujetos desenvuelve su actividad.
En cuanto a los mensajes intrapersonales, también resultan pobres. No son
personas capaces de soportar la soledad, ya que su capacidad de sentir, de fantasear, de
pensar, es limitada. En consecuencia, su posibilidad de introspección es una fuente de
ansiedad y de insatisfacción.
En cuanto a su relación con los otros parece como si las personas fuesen una
extensión de ellos mismos. Los utiliza para toda clase de propósitos y los trata como
cosas. Son muy hábiles para percibir las necesidades, intenciones y debilidades de las
personas y buscan afanosamente el reconocimiento a sus actos.

Origen
Con relación a los orígenes infantiles de la personalidad de acción se supone
que los padres utilizaron predominantemente, para responder al niño, un lenguaje de la
acción.
"...cuando realiza una acción, se lo tiene en cuenta, pero cuando
permanece callado y silencioso pasa inadvertido". (J. Ruesch).
Por ello, la acción, la actuación, se convierte en estos niños en una necesidad
para vivir, para convivir.
"...tiene que traer, robar, romper y arrojar cosas; debe atacar a la gente
y hacer travesuras, pero, por encima de todo debe poder causar
impresión y lograr un efecto." (J. Ruesch).
Su equilibrio interior, precario, se mantiene en tanto actúa sobre las cosas y las
personas, de tal manera que aprende a observar agudamente a los otros, con el fin de
poder controlarlos y manejarlos de acuerdo con sus necesidades.

Mapa emocional
Ansias de poder y dominio. Autoritarismo. Las cosas se deben hacer a su
manera. Tiránico.

* Personalidad demostrativa
Palabra clave
Máscara, ingenuidad, seducción, dramatización.

Descripción
Las personalidades demostrativas se encuentran dominadas por una fuerte
tendencia a la dramatización y la expresión alegórica de sus afectos.
Son personas muy influenciables que poseen un sistema de simbolización
sumamente desarrollado y complejo, que no se limita a un rea en especial. Lo verbal, la
acción, el cuerpo, son canales ampliamente utilizados por la personalidad histérica.
Como ejemplos extremos de este tipo de personalidad se citan con frecuencia
aquellos que padecen cegueras funcionales, par lisis de los miembros (sin lesiones
orgánicas), ciertas formas de impotencia sexual o frigidez, anestesias funcionales de las
extremidades, y una labilidad emocional muy acentuada.
El canal somático es el utilizado con mayor frecuencia, pero a diferencia de las
personalidades infantiles, cuyo sistema nervioso autónomo sirve de intermediario para
afirmaciones primitivas referentes al deseo de ser tocado o cuidado, las personalidades
demostrativas emplean el lenguaje somático para fines simbólicos.

Modelo Comunicacional
La personalidad demostrativa coordina la palabra y la acción de una manera
bastante singular: hace una cosa y dice otra, poniendo el énfasis en la acción antes que
en la palabra; inversamente, al percibir, presta más atención a la palabra que a la acción.
Todo lo anterior muestra hasta qué punto se desarrolla el sistema de
codificación analógico en detrimento de su sistema de codificación verbodigital.
Naturalmente, de todas estas características, resultan una serie de implicancias
psicoterapéuticas. Un objetivo esencial con estos pacientes es lograr que integren los
aspectos verbales y no verbales de la comunicación.
La disociación en la utilización de los mensajes, en su emisión y contenido, es
correlativa de una acentuada sugestionabilidad que hace que las palabras de los otros
sean interpretadas como ordenes, reproches o declaraciones de amor. De este modo, el
intercambio de mensajes resulta, aunque abundante en la superficie, pobre, limitado,
unilateral.
A diferencia de la personalidad de acción, en donde el objetivo de control es la
obtención de poder personal, la personalidad demostrativa seduce, no para sí misma,
sino en nombre de otro sea persona, movimiento o idea.

Origen
En el grupo familiar originario se estimulaba en el niño una aproximación hacia
los objetos más simbólica más mediatizada que directa o concreta.
La disociación en el modo de actuar, que luego el niño va a incorporar, se
establece en forma explícita o implícita en torno principalmente de la identidad sexual y la
diferenciación de sexos. El escotoma se planteaba en los padres con relación al sexo y al
modo de "actuar" este tema con el niño.
"Cuando ciertas cosas no pueden ser dichas en voz alta, cuando hay
hechos que se niegan, o acciones prohibidas, la expresión no verbal y
la elaboración simbólica se convierten en los únicos medios que
permiten resolver apremiantes problemas." (J. Ruesch).

Mapa emocional
Afectos poco profundos e inconstantes. Celos, envidia, falta de compromiso.
Seducción.

* Personalidad lógica
Palabra clave
Orden, racionalidad.

Descripción
Denominada comúnmente personalidad obsesiva o compulsiva, con
características de exagerada minuciosidad, orden, escrúpulos, y un afán por "clasificar las
propias experiencias dentro de categorías".
Toda la actividad de la personalidad lógica tiene por objeto primordial aliviar la
ansiedad, antes que establecer una genuina interacción comunicativa con los demás.
Esta necesidad de control puede manifestarse en la repetición de ciertas
conductas que, en ciertos casos, pueden adquirir características de verdadero ritual o
"ceremonial".
Además de las condiciones internas de la persona que desarrolla este tipo de
estructura, el sistema socio-económico actual favorece, en gran medida, el surgimiento y
la consolidación de este tipo de personalidad.
"...los rápidos cambios que debemos afrontar en la actualidad crean
ansiedades en los individuos, y, como en todo desarrollo forzado, la
falta de dominio determina rasgos obsesivos y compulsivos." (J.
Ruesch).

Modelo Comunicacional
Los mensajes predominantes son de nivel intrapersonal, no tomando demasiado
en cuenta la situación real. El obsesivo se maneja mejor con los aspectos sintácticos y
semánticos que con los pragmáticos. En otros términos, los aspectos congnitivos resultan
relevantes en detrimento de la dimensión afectiva y emocional del mensaje.
El mensaje (verbal o no verbal) es sumamente preciso, recargando el énfasis en
los aspectos formales más que en el contenido.
"La perfección del pensamiento y la expresión lógica, sea en palabras
o números, va acompañada de una apreciación inadecuada de los
sentimientos y emociones."
"...la compulsión no obedece al objeto de alcanzar un fin, sino que le
sirve para mantenerse libre de ansiedad." (J. Ruesch).
Operando con el predominio de la comunicación intra-personal, las posibilidades
de rectificar el mensaje a través del feed-back son escasas e imperfectas. El interlocutor
resulta de este modo, en muchas ocasiones una suerte de "pasado por alto en silencio"
ya que "sirve" como "depósito" de la ansiedad del emisor compulsivo. Por ello, los
mensajes que externamente pueden manifestarse como "diálogos" resultan,
esencialmente considerados, un verdadero monólogo destinado a calmar, a controlar la
propia ansiedad.
Por otra parte la comprensión analógica, la respuesta no verbal resulta
empobrecida.

Origen
Ruesch atribuye la formación de esta estructura obsesiva a exigencias
prematuras por parte de los padres, que se definirían con la expresión dirigida al niño:
"esto se debe hacer así", sin tener demasiado en cuenta si la conducta ordenada resulta
o no gratificante para aquel.
De este modo el niño aprende un repertorio de tareas o conductas que cumplen
la doble función de calmar su ansiedad y la de sus padres, en un círculo repetitivo que
empobrece las posibilidades comunicativas.
El mandato acerca de que "las cosas que hay que hacer hay que hacerlas como
se deben" se va constituyendo paulatinamente en la base del sentimiento de gratificación
del sujeto.

Mapa emocional
Rigidez, dudas, sentimientos de culpa y vergüenza, rumiaciones, agresión
contenida.

* Personalidad retraída, no participante


Palabra clave
Aislamiento, retraimiento, intelectualización.

Descripción
Desde el punto de vista del observador externo, se caracteriza por su déficit en
la interacción con los otros. La observación substituye a la participación y el sujeto tiende
a compensar este déficit "con una cantidad de inferencias derivadas a la autoobservación.
Los rasgos atribuidos a las demás personas son en todo sentido, proyecciones de
fenómenos intrapersonales". (J. Ruesch).
Tal como en el caso anterior, la civilización técnica actual contribuiría al
desarrollo de este tipo de personalidad también denominada esquizoide.
"Avanzamos en una dirección que con gran frecuencia pintan los
caricaturistas: la del homo sapiens, de cuerpo frágil y enorme cabeza,
la personificación del concepto de esquizofrenia." (J. Ruesch).

Modelo Comunicacional
El sistema de codificación intrapersonal se halla sumamente desarrollado. La
relación con el otro es fuente permanente de ansiedad. El diálogo, en general, no llega a
ser tal, en el sentido de un intercambio.
Este hiper-desarrollo de lo intrapersonal, del mundo interno, hace que su
vinculación se concrete, más que con personas, con conceptos, con ideas, con
abstracciones.
En general, el esquizoide se halla sumamente capacitado para el manejo del
lenguaje digital y verbal, pero no ocurre lo mismo con los lenguajes gráfico-analógicos.
"...es diestro para valorar extero-funciones, o a otras personas, el
grupo exterior, e igualmente m quinas y aparatos. Pero su
comprensión disminuye cuando la valoración debe fundarse en una
información obtenida merced a la participación y cuando se trata de
apreciar funciones corporales, relaciones personales, vínculos internos
del grupo u otras intero-funciones." (J. Ruesch).
El párrafo anterior implica lo siguiente: se constituye en un buen observador de
la situación en tanto la suya sea una observación no participante. El comprometerse,
"meter el cuerpo" en la situación, puede llegar a desorganizarlo y proporcionarle así una
percepción distorsionada de la realidad.

Origen
Los estudios realizados sobre niños retraídos o autistas, o diagnosticados como
"esquizofrénicos", proporcionan elementos para indagar sobre aspectos del origen
temprano de estas perturbaciones.
El hecho por una parte del fenómeno del doble mensaje y por otra la falta de
respuesta de los padres en términos no verbales impide que el niño aprenda en los
primeros años de vida a establecer conexiones a través del movimiento y la acción.
" La ausencia de una temprana comunicación apropiada y
gratificadora a través de la acción, los gestos y objetos, no pasa sin
dejar huellas". (J. Ruesch).
Estas marcas identificatorias producen, dado que en el grupo familiar se
subestiman los mensajes no-verbales, con una concomitante hipervaloración y ejercicio
de los mensajes de tipo verbal, que el niño aprenda a cerrarse a las comunicaciones
ansiosas de los otros y se vuelque hacia su interior, porque allí siente que se encuentra
más protegido y seguro.

Mapa emocional
Impenetrabilidad, desafectividad, introversión, dificultad para aceptar ayuda.

* Personalidad ansiosa y temerosa


Palabra clave
Temor, evitación, huida.

Descripción
Se trata de personas que se encuentran dominadas por el temor incontrolable
de encontrarse con algo que es vivido como peligroso y del cual se debe huir. Esto los
lleva a desarrollar de modo permanente conductas de evitación para tratar de no
enfrentarse con el objeto temido.
Es decir que no solo eluden aquello que puede llegar a producir
desorganización con su presencia, sino que anticipadamente evitan las posibles
situaciones que pueden producir ansiedad.
El objeto es eludido a todo nivel. No es ni siquiera "pensado". A su vez la
ansiedad ante éste no logra siempre ser elaborada en la relación interpersonal. De allí
entonces que "la vida de las personalidades fóbicas se organiza en torno al manejo o a la
evitación de la ansiedad". (J. Ruesch).
El objeto externo no es la fuente primaria de la ansiedad, sino desde el
momento en que el conflicto interior ha sido proyectado sobre él y por lo tanto se torna
imprescindible eludirlo al cargarse de los afectos originales. Pero la experiencia va así
empobreciéndose, ya que la evitación constante de personas y situaciones impide el
ejercicio y la experimentación en los posibles tipos de vínculos comunicativos.

Modelo Comunicacional
El modo de comunicación de estas personalidades se estructura a partir de su
dinámica psíquica. Tanto su capacidad de recepción, evaluación como de transmisión se
encuentran saturadas de excitación y ansiedad de modo que las informaciones y las
respuestas no pueden ser procesadas adecuadamente. Esta sobreexcitación se traduce
en desorganización de los sistemas de comunicación, codificación, decodificación e
interpretación. Las señales de mundo externo son vividas potencialmente riesgosas y los
mensajes se cargan de una significación ominosa.

Origen
En cuanto a los orígenes infantiles de las personalidades fóbicas, se trata, en
general, de grupos familiares en que los padres poseían características evitativas, con su
carga correspondiente de ansiedad. En este contexto, el niño no encuentra modos
adecuados de dar salida a la suya, o de canalizarla convenientemente.
Ese quantum de ansiedad de los padres es de hecho comunicado al niño, quien
para protegerse limita las relaciones con los adultos y desarrolla así su propio modo de
controlar la ansiedad.
En otras palabras, recibe un verdadero "aprendizaje" de la ansiedad y los
modos de evitarla, aprendizaje que se ve continuamente revitalizado por el grupo familiar.
Como resultado de todo esto la personalidad fóbica se consolida o cristaliza.

Mapa emocional
Miedo, pánico, hiperestesia social, disociación, angustia.

* Personalidad depresiva
Palabra Clave
Depresión, tristeza, abatimiento.

Descripción
Se trata de personalidades dominadas por un fuerte retraimiento, la disminución
de su vitalidad psíquica y sentimientos de tristeza. También manifiestan síntomas de
inhibición, abulia, desvalorización, frustración y pesimismo. Su modo de mirar el mundo
es negativo y no lo pueden percibir como un campo de realizaciones. Muchas veces viven
culpándose o penando por lo perdido o lo no hecho.

Modelo comunicacional
La conducta comunicativa de las personalidades depresivas se caracteriza por
el intento de reducir la participación en los grupos y sistemas interpersonales. Al mismo
tiempo padece de una cierta incapacidad para lograr regular el "imput" y el "output" de la
información.
"La estimación es o bien excesiva o bien demasiado escasa. La
personalidad deprimida compensa la escasez del "imput" externo con
aumento del "imput" interno, con estímulos que brotan de la memoria."
(J. Ruesch).
El sistema comunicativo intrapersonal es el más utilizado mientras que el
vínculo interpersonal se halla empobrecido; el "otro" tiende a ser percibido como si fuera
una parte de su yo. En realidad si existen vínculos en el depresivo, estos se dan
predominantemente con sus "objetos internos".
La información recibida no puede, en general, ser adecuadamente utilizada en
la realización de acciones concretas, debido, en parte, a que existe una falta de armonía
y de sincronización entre los sistemas de codificación verbales y no-verbales.

Origen
Ruesch enfatiza la estrecha correlación entre los métodos educativos utilizados
por los padres y la estructuración de una personalidad deprimida. Son parejas que
acentúan la importancia de los objetos o logros a alcanzar por el niño, y no el placer de la
labor realizada, en sí misma.

Mapa emocional
Tristeza, depresión, melancolía, pena, culpa, desvalorización.

B. Síntesis nosográfica
Lo expuesto nos permite apreciar la variedad de posibilidades taxonómicas de
la enfermedad mental. Los esquemas mencionados son solo algunos de los
ordenamientos existentes. Los principios sobre los que se basan difieren pero la intención
es similar: buscar en los casos particulares las coincidencias que permitan constituir
grupos afines.
Con tal finalidad, basados en un criterio clínico, ordenamos la clasificación
nosográfica en un esquema practico y sencillo que permite una rápida visión de conjunto
y garantiza las diferencias semiológicas básicas.

Cuadro de las enfermedades mentales


Angustia
Críticas Reacción depresiva
Crisis de terror
Crisis Neurovegetativas
Neurosis Histérica

Fobia
Histeria
Crónicas Obsesiva
Impulsivas
Organoneurosis
Depresión

Alucinatoria
Confusional
Críticas Delirante
Disociativa
Distímica
Psicosis
Disociativa
Crónicas Delirante
Distímica
Alucinatoria

Primarias
Psicopatías
Secundarias

Aclaraciones del cuadro


a) Quedan excluidas de esta clasificación las manifestaciones psíquicas que tienen
origen en patológicas físicas, sean estas el resultado de procesos orgánicos generadores,
alteraciones genéticas, involuciones, lesiones, etcétera.
b) En el primer grupo están incluidas todas las alteraciones menores de la
personalidad o neurosis, que pueden definirse como desajustes en el funcionamiento de
la personalidad donde existe una pérdida de la capacidad adaptativa del sujeto al medio,
preponderancia de los trastornos subjetivos y artificialidad de las defensas. El juicio de
realidad está conservado, el enfermo posee conciencia de su enfermedad y
especialmente sufre de angustia.
c) El segundo grupo abarca las alteraciones radicales de la personalidad o
psicosis, que pueden ser caracterizadas como estados de ruptura de la continuidad de la
vida psíquica y de la relación del sujeto con el mundo, con la pérdida del juicio de realidad
y de la conciencia del estar enfermo.
d) En el tercer grupo se incluyen las agenesias psíquicas. La clasificación utilizada
es una síntesis de aportes clínicos y dinámicos, que permite diferenciar entre las
agenesias psicopáticas o psicopatías primarias y las defensas psicopáticas organizadas
como estructura de la personalidad o psicopatías secundarias.
e) En los grupos de las neurosis y las psicosis están diferenciadas las formas
criticas y Crónicas en función de la diversidad semiológica en las cuales ambas
modalidades se manifiestan.
f) En el tratamiento de las psicosis criticas se mencionan grupos nosográficos de
etiología orgánica con la finalidad de establecer Diagnósticos diferenciales.

C. Nosografía y esencias florales


Sin bien no es posible pensar una clasificación nosográfica a partir de los
esquemas referenciales de la teoría o la clínica floral, resulta bastante practico el uso de
asociaciones de tipos florales a tipos psicopatológicos.
Al mismo tiempo los argumentos propios de cada esencia permiten delimitar
problemas básicos de las patologías psíquicas. Así, por ejemplo, al hablar de Psicosis se
puede afirmar que sus temas centrales son Mariposa Lily, Star of Bethlehem y Sunflower.
En las páginas que continúan se trata de hacer una doble presentación. Por
una parte la descripción de los cuadros clínicos psicopatológicos y, por otra, no solo las
referencias a las esencias florales que actúan benéficamente en ese cuadro, sino también
los diferentes tipos florales que se pueden distinguir en cada cuadro.

Capítulo 2
Estudio descriptivo y dinámico de las neurosis

A continuación se realiza una exposición sistemática de las principales formas


neuróticas criticas y crónicas. No hay que olvidar que el tratamiento que se hace de éstas
se ajusta al modelo psicopatológico, es decir a los tipos ideales y puros que nunca
existen como tales en la clínica.

A. Descripción
Se entiende por neurosis el conjunto de trastornos de la personalidad que se
caracterizan por ser un desajuste menor del sujeto al medio, en el cual el enfermo
mantiene el juicio de realidad y el sentido egodistónico de su padecimiento.
Para H. Ey son "enfermedades menores de la organización de la personalidad
cuyos síntomas simbolizan los conflictos inconscientes y las defensas contra la angustia".
Implican tres elementos esenciales: ser una "enfermedad menor, preponderancia de los
trastornos subjetivos y el carácter artificial de las defensas simbólicas contra la angustia".
Según O. Fenichel, en las neurosis "la manera normal y racional de manejar, tanto
las exigencias del mundo externo, como los impulsos internos, ha sido sustituida por un
fenómeno irracional, que parece extraño y no puede ser controlado voluntariamente.
Dado que el funcionamiento normal está regido por un aparato de control que organiza,
dirige e inhibe fuerzas más arcaicas y profundas, puede afirmarse que el común
denominador de todos los fenómenos neuróticos es una insuficiencia del aparato normal
de control."
A. Vallejo Nágera, por su parte, señala que el término neurosis es bastante
complejo, equívoco y controvertido de tal forma que es preferible sustituirlo por el de
psiconeurosis, que serían "síndromes psíquicos que tienen un origen psíquico puro,
cuyos síntomas cuantitativos y cualitativos son inespecíficos e indefinidos en lo que
respecta a su evolución, sin que jamás se altere definitivamente el psiquismo".
C. Jung prefiere mantener, en cambio, tal denominación, pero la considera como
"una reacción de la personalidad ante conflictos intra y extrapsíquicos, reacción que
persigue la salvación a todo trance de las tendencias fundamentales y fines creados por
el individuo, no obstante las resistencias internas y los obstáculos externos".
Las definiciones anteriores oscilan entre perspectivas descriptivas (agrupación de
síntomas) y comprensivas (búsqueda del significado dinámico). Es posible intentar una
síntesis de ambas concepciones pero nos parece más útil concebir las neurosis como:
Afecciones psíquicas cuyos síntomas son la expresión simbólica de un conflicto al
cual conmemoran, que tienen sus raíces en la historia del sujeto y que constituyen
compromisos entre el deseo y la defensa. Su síntoma central es el sufrimiento del sujeto
frente a su padecimiento y la diversa manifestación de distintos modos de procesar y
enfrentar la angustia.

B. Sintomatología general
Todos los síntomas neuróticos pueden ser traducidos como defensas contra la
angustia y de alguna manera son el resultado del conflicto intrapsíquico que los origina.
Cada neurosis posee un conjunto de síntomas que la definen, pero comparte a la
vez elementos concurrentes con el resto. Estos índices comunes son:
* Conservación del juicio de realidad. El enfermo neurótico, a diferencia del
psicótico, mantiene sus vínculos con el mundo externo y el juicio crítico de sus actos.
* Conciencia de enfermedad. El paciente siente que algo anda mal y que debe
modificar.
* Dolor psíquico bajo la forma de angustia, culpa, miedo, vergüenza, etcétera.
* Trastornos somáticos funcionales o lesionales.
* Vivencia egodistónica de los síntomas. El paciente vive sus producciones
patológicas como algo que no le pertenece, parásitas y ajenas al yo.
Estos rasgos corresponden a la fisonomía externa y descriptiva de la neurosis.
Dinámicamente responden a procesos conflictivos intrapsíquicos cuya base es la
dificultad o insuficiencia del control de las descargas: el fracaso de la represión con el
consecuente retorno de lo reprimido.
La insuficiencia del aparato del control del Yo puede producirse por dos caminos:
por el aumento del flujo de estímulos, o porque antiguos bloqueos o disminuciones de las
descargas hayan establecido en el organismo una barrera contra las tensiones, de modo
que las tensiones normales actúan ahora como si fuesen traumáticas. La resolución de la
situación conflictiva se hace por medio de la utilización de mecanismos de defensa que
usa el yo para enfrentar la angustia y que se han tornado patológicos.

C. Formas clínicas
Desde el punto de vista nosográfico las principales formas de estructuración de las
neurosis pueden agruparse en críticas y crónicas.
Las formas críticas son aquellas que aparecen de modo violento e intenso y cuyo
cuadro sintomático es polimórfico y transitorio. Existen diversas figuras en las cuales las
reacciones críticas neuróticas suelen aparecer. Las más importantes son: angustia,
depresión, terror y neurovegetativas.
Desde el punto de vista de la terapéutica floral las recomendaciones a tener en
cuenta son las siguientes:
1. Las crisis se abordan con un criterio sintomático. La tarea esencial es rescatar al
paciente de su situación de emergencia. Pasada la crisis podría realizarse cualquier otra
consideración.
2. En las crisis se utiliza una alta frecuencia en la administración de las esencias
que va disminuyendo al ritmo del decrecimiento del cuadro.
3. Las crisis se operan clínicamente con fórmulas que se deben seguir
administrando hasta por lo menos 24 hs. de remisión de aquellas.
4. Hay que tener presente que las crisis, si bien tienen mejor pronóstico que los
cuadros crónicos, implican riesgos de intercurrencias por lo que muchas veces las flores
deben acompañar otros sistemas de rescate del paciente.
Las formas crónicas son aquellas que se encuentran instaladas dentro de la
personalidad del sujeto y que conforman casi un estilo de vida. Si bien la intensidad
sintomática es menor el cuadro crónico tiene un peor pronóstico clínico, especialmente
cuando adquieren la forma de neurosis de carácter.
Desde el punto de vista de la terapéutica floral los cuadros crónicos deben tener en
cuenta los siguientes puntos:
1. Los cuadros crónicos se trabajan esencialmente desde las flores caractero-
lógicas.
2. Se usa una baja o normal frecuencia en la ingesta de las esencias.
3. Siempre que sea posible es preferible el abordaje unicista o la toma en frasco
paralelo de la esencia de base.
4. Es importante no olvidar que la remisión de las cronicidades generalmente
implica un tiempo más prolongado que el que se necesita en los cuadros críticos.
A pesar de las recomendaciones señaladas no hay que perder de vista que el
procedimiento clínico implica la singularización de cualquier regla. De modo tal que frente
a un paciente es necesario ajustar las herramientas de que se disponen al caso en
particular.

I. Formas Críticas
* Neurosis de Angustia
La neurosis de angustia es una neurosis caracterizada
específicamente por la acumulación de excitación que se transformara directamente en
síntoma sin mediación psíquica.
1. Descripción
Desde un punto de vista esencialmente clínico, esta neurosis puede
caracterizarse como una situación aguda estructurada alrededor de un síntoma
prevalente: la angustia a flor de piel en estado flotante.
Generalmente es un paso o momento de transición hacia otras
patologías y por eso suele decirse que es el tronco común de los distintos desarrollos
neuróticos. Se trata de un estado de ansiedad y aprensión emocional continua que a
veces culmina en miedo agudo, hasta llegar al pánico, con la presencia de síntomas de
perturbaciones de los sistemas neurovegetativos y endocrinos, y con efectos secundarios
sobre las demás funciones psíquicas, tales como la percepción, la atención, etcétera.
Esta situación es vivida por el sujeto como algo insoportable y difícil
de sobrellevar.
2. Etiopatogenia
Existen una variedad de factores que conjugados son capaces de
provocar la aparición de neurosis de angustia. Tres tienen relevancia capital: la
constitución, los procesos biológicos de distonía y la acción patógena de la dinámica
intrapsíquica. El primero hace referencia a una predisposición hiperemotiva existente en
el sujeto ansioso; la segunda a una alteración neurovegetativa y endocrina, y el tercero, al
particular juego de determinantes de naturaleza psicológica ligados especialmente a la
lucha entre los deseos y las tensiones inconscientes del sujeto y los valores morales.
El patrón o modelo de la respuesta angustiosa hay que remitirlo a la
experiencia del nacimiento en donde las reacciones que luego se encuentran en la crisis
de angustia fueron las que permitieron al bebe no solo descargar tensiones que no podía
elaborar sino también vivir. Es justamente por esto que el sujeto guarda en su memoria
inconsciente este recurso que una vez fue adaptativo. Cuando en otras circunstancias,
ahora por peligros internos, el sujeto se enfrenta ante la posibilidad de que fuerzas
pulsionales o contenidos inconscientes intolerables intentan emerger en la conciencia, la
angustia aparece como la señal de un inminente riesgo que hay que evitar.
En general los factores constitucionales tienen una significación
relativa en ciertos casos, porque sensibilizan de tal manera al paciente que lo hacen
vulnerable a los estados, crisis o accesos de ansiedad provocados por tensiones que
para los demás resultan triviales.
3. Sintomatología y cuadro clínico
Los trastornos más comunes que acompañan este cuadro son en
primer lugar la angustia en estado flotante. Los síntomas secundarios más importantes
son:
- síntomas físicos o somáticos: respiratorios (disnea, disfonías, tos,
etc.); vasculares (palpitaciones, taquicardia, etc.); digestivos (espasmos, diarrea, vómitos,
hambre, etc.); musculares (temblores, neuralgias, dolores, etc.); cenestésicos y
vestibulares (zumbidos y vértigo).
- síntomas psíquicos: irritabilidad, inestabilidad, insomnio, miedo
permanente, estado de alerta, desborde emocional, etcétera.
Clínicamente hay que diferenciar entre crisis de angustia y neurosis
de angustia. La primera consiste en una respuesta súbita, violenta y desorganizada que
altera en forma pasajera pero global al individuo. Son las típicas conductas que aparecen
frente a choques emocionales o situaciones críticas que ponen en peligro la existencia.
En las segundas, en cambio, la angustia se estructura sin ninguna
relación precisa a hechos externos y domina la personalidad en forma persistente hasta
desembocar en un agravamiento, complicación o remitencia. Estas son en realidad las
verdaderas neurosis de angustia.
4. Terapéutica Floral
Existen varios remedios que actúan benéficamente sobre este
cuadro. Entre ellos conviene rescatar el Waratah y el remedio de emergencia de Bush, el
Rescue Remedy de Bach, y los dos remedios de Emergencia de Nestinar. La fórmula
combinada que utilizamos para este cuadro esta integrada por: Rescue Remedy, Sweet
Chestnut, Cherry Plum, Impatiens, Olive, Agrimony y Aspen.
Otras flores que también trabajan curativamente en estos casos son:
Yerba Santa, Red Clover, Scotch Broom, Chamomile, Garlic, Lavander, Dandelion, Indian
Pink, Mugwort, Dog Rose, Crowea, Illawara Flannel tree,

* Crisis de Terror
Las crisis o reacciones de terror son respuestas ante situaciones
vividas por el sujeto como peligrosas para su existencia que lo llevan a la huida o la
parálisis.
1. Descripción
Esta reacción puede ser bastante bien descripta como pánico. Se
trata de la aparición súbita de un peligro incontrolable que lleva al desborde emocional y
comportamental.
A diferencia de la angustia nos encontramos aquí con algo externo y
objetivo hacia lo cual la persona puede desarrollar una acción activa de defensa. Pero en
el caso particular de las crisis el sujeto es fulminantemente sorprendido por la vivencia y
esta es de tal intensidad que la conciencia pierde el control de la situación.
La amenaza a la cual el sujeto se encuentra sometido es sentida
como algo que se precipita sobre el, que lo avasalla y lo derrota e inclusive lo rigidiza.
2. Etiopatogenia
El origen de esta crisis está muy vinculado a la percepción de que
algo nocivo esta por ocurrir, de modo tal que el sujeto se encuentra frente a la vivencia de
un ataque a su conservación.
La raíz de esta experiencia siempre hay que buscarla en factores
internos que dan una cualidad de percepción al sujeto sobre las circunstancias de la vida.
La situación específica se relaciona con el fracaso del control del Yo, que trae como
consecuencia sumir al sujeto en una inermidad defensiva y tornar abrumadores los
estímulos internos y externos. En el caso de la crisis de angustia la descarga toma esta
vía para expresar el conflicto, mientras que en este caso usa el pánico, el terror o el
susto. Sin embargo, ambas salidas están vinculadas a un mismo cuadro de origen:
angustia traumática, peligro inconsciente de muerte, temor a la desaparición del Yo.
3. Sintomatología y cuadro clínico
Los síntomas patognomónicos de la crisis de terror son los
siguientes:
- aparición súbita y sorpresiva de una situación vivida como peligro
- estado de shock que se asocia a la paralización de los
movimientos.
- perturbaciones significativas en el funcionamiento de los procesos
orgánicos vitales.
- debilidad corporal (sensación de que las rodillas se doblan)
- vivencia de sentirse a merced de.
- aparición de emociones de susto, terror o pánico.
- reacciones de huida desesperada.
- perturbaciones en los hábitos(sueño, alimentación, etc.)
4. Terapéutica Floral
Las crisis de pánico o terror pueden ser abordadas floralmente desde
varias posibilidades. Una es la utilización de los varios remedios de emergencia o rescate
como el Rescue Remedy. La fórmula que usamos habitualmente incluye además del
Rescue Remedy, Rock Rose, Star of Bethlehem, Cherry Plum, Red Clover, Lavander y
Yarrow.
Otras posibilidades están en recurrir a Grey Spider Flower,
Chrysanthemun, Arnica y Garlic.

* Crisis Depresiva
Se trata de una crisis cuyo tema central es una tristeza que domina a
la persona, con desvalorización, abandono, desinterés por la vida y tendencias a la
autodestrucción. Algunas veces se da acompañada de angustia.
1. Descripción
Las crisis depresivas constituyen un cuadro reactivo e intenso que
combina una profunda aflicción y un malestar espontaneo y general que excede en
duración e intensidad la respuesta que habitualmente podría dar un sujeto frente a una
pérdida, desgracia o frustración. También este cuadro suele presentar sentimientos de
culpa, angustia y desesperación. El sujeto siente que su mundo se derrumba a sus pies y
no puede detener su caída, que lo perdido es irreparable y que la muerte es una salida a
tanto dolor. Se siente desgarrado internamente y al borde del abismo o en el fondo del
pozo del cual no puede salir. Tampoco es raro encontrar ideas hipocondríacas.
2. Etiopatogenia
En estos cuadros los factores que los producen son variados. En
primer lugar hay que relacionar la crisis depresiva a la pérdida de algo valioso para el
sujeto. Siempre los factores reactivos encuentran significación en la historia de vida del
paciente. Familiares muertos, desastres económicos, frustraciones, expectativas fraca-
sadas son algunos de los motivos para desencadenar una crisis que, sin embargo,
necesita un terreno predisponente para su aparición. Este terreno si bien puede contener
elementos constitucionales, en su mayoría, fruto de experiencia de vida que gira en torno
de una fuerte carencia afectiva, desvalorización y poca resistencia a la frustración.
3. Sintomatología y cuadro clínico
Las crisis depresivas se caracterizan por los siguientes rasgos
clínicos:
- intensa aflicción, melancolía o depresión
- culpa, angustia y desesperación
- agotamiento psíquico y físico
- anorexia y cefaleas
- abatimiento e infelicidad
- embotamiento y pérdida de interés
- lentificación de la actividad psíquica y física
- hipocondría
- ideas de suicidio
- alteraciones neurovegetativas
4. Terapéutica Floral
La terapéutica floral de las crisis depresivas puede ser abordada con
cualquiera de los remedios de emergencia. Sin embargo, es importante emplear una
fórmula más específica. La que utilizamos habitualmente esta integrada por: Rescue
Remedy, Gorse, Gentian, Cherry Plum, Sweet Chestnut, Mustard, Pine y Star of
Bethlehem.
Otras esencias que también concurren a un buen abordaje de este
cuadro son: Scotch Broom, Lavander, Borage, Madia, Zinnia,
Blackberry, Turkey Bush, Kapok Bush, Waratah, Flannel Flower, Red
Grevillea y Sturt Desert Pea.
Es importante considerar en el caso de la crisis depresiva la
presencia o no de una agitación melancólica acompañada de terror o una depresión
estuporosa. En estos casos el riesgo de autodestrucción se incrementa significativamente
y son dos casos en los cuales de inicio la prescripción floral solo puede ser acompañante
de otros tratamientos.

* Crisis Visceral
La crisis visceral es una reacción psicosomatica o el momento crítico
de una organoneurosis, un modo en que el sujeto tiene de usar un lenguaje corporal para
expresar sus conflictos.
1. Descripción
Esta crisis tiene como característica la manifestación de una
patología lesional de órgano originada por un conflicto emocional o psíquico. La descarga
de tal tensión se hace en el cuerpo en una afección que aparece súbita, violenta y
fulminantemente tal como en un infarto, una crisis de asma o un ataque epiléptico. A
diferencia de la forma crónica esta manifestación psicosomática es episódica e
imprevisible y generalmente es un equivalente de afecto: la angustia.
2. Etiopatogenia
Sobre el tema de la causación de las organoneurosis nos referiremos
más extensamente al hablar de sus formas crónicas. Pero sí es importante señalar que
estas formas de crisis tienen una estructura similar a las crisis de angustia. Sin embargo,
se puede apreciar aquí, mucho más significativamente, el hecho de la ligazón de lo
psíquico con los sistemas neurovegetativo, endocrino y nervioso.
Aunque la interacción entre estos sistemas es un aspecto invariable
de la salud y la enfermedad muchas veces esta realidad es olvidada al contemplar las
causas etiológicas de este cuadro.
3. Sintomatología y cuadro clínico
Los síntomas típicos de la crisis psicosomática son:
- angustia
- inestabilidad emocional
- cuadro clínico orgánico que puede presentarse como anginas,
hipertensión, infarto, alta presión, colitis ulcerosa, urticaria, psoriasis, fiebre de heno,
crisis asm tica, jaqueca, etcétera.
4. Terapéutica Floral
Como en los casos anteriores se utilizan los remedios de rescate o
emergencia o la fórmula que mencionamos para la crisis de angustia. Además existen
una serie de remedios especiales de las flores Andinas que desarrollo la Escuela de
Terapeutas Florales "Dr. Edward Bach" como el VR5 para las crisis respiratorias y el AD7
para las digestivas

* Crisis histéricas
Las crisis histéricas son tentativas de obtener un alivio a tensiones
intolerables, mediante la manifestación de un síntoma con el objetivo inconsciente de
obtener un beneficio secundario.
1. Descripción
Las crisis histéricas a diferencia de las formas críticas anteriores
aparecen con una conciencia más organizada en el sujeto. Su emergencia proporciona
una relativa ventaja o alivio gracias a la producción del síntoma. Por otra parte presentan
un carácter menos intenso e insoportable que la causa que está en la base de su
manifestación sintomática.
Su perfil es muy dramático, emocional y convincente y generalmente
el paciente vive una profunda disociación de sus procesos mentales y la pérdida de
alguna función física o psíquica.
2. Etiopatogenia
Los factores que conducen a la producción de una crisis histérica
deben ser buscados en parte en los factores constitucionales facilitantes, pero en mayor
medida en la historia personal del paciente. Tensiones pulsionales no satisfechas
adecuadamente, represiones muy intensas que son desplazadas al síntoma, experiencias
traumáticas, fijaciones eróticas infantiles, debilidad yoica, desvalorización, mimetismo
afectivo, etcétera.
3. Sintomatología y cuadro clínico
Los síntomas más usuales de estas crisis son:
- pérdida de una función sensitiva o motriz.
- pérdida de conciencia
- amnesia selectiva
- alucinaciones histéricas
- confusión
- desborde comportamental y emocional
- crisis de llanto
- conductas dramáticas
4. Terapéutica Floral
El abordaje floral de las crisis histéricas puede hacerse con los
habituales remedios de emergencia. También se puede utilizar una fórmula integrada por
Rescue Remedy, Chestnut Bud, Agrimony, Scleranthus, Holly, Verbain y Heather. Otras
esencias posibles: Wisteria, Lavander, Yerba Santa, Chamomille, Mugwort y Sage.

II. Cuadros Crónicos


* Neurosis Fóbica
"Descriptivamente, las neurosis fóbicas son cuadros caracterizados
por el miedo a determinados lugares, objetos, situaciones que
determinan una serie de conductas evitativas y otras de
reaseguramiento" (J. R. Paz).
1. Descripción
Son neurosis de angustia crónicas que se "caracterizan por la
sistematización de la angustia sobre personas, cosas, situaciones o actos, que se
convierten en el objeto de terror paralizante" (H. Ey). S. Freud la denominó, con cierta
razón, histeria de angustia, con el fin de señalar la similitud estructural con la histeria de
conversión. Su elemento central es la fobia o temor incoercible que se manifiesta por la
inhibición o paralización de las manifestaciones de la voluntad, o por el impulso a
determinados actos que resultan absurdos a la conciencia.
2. Etiopatogenia
Dinámicamente la constitución de la neurosis fóbica se debe
considerar como una reactualización de situaciones conflictivas relacionadas
estrechamente con el complejo edípico. Toma su patrón de los primeros miedos y terrores
infantiles que conllevan potencialmente las fobias adultas y mediante un doble
mecanismo de proyección y desplazamiento deposita en el mundo externo la situación
conflictiva interna, pasando a ser el objeto sobre el cual se proyectó, un sustituto
inconsciente de los objetos temibles originales, y por lo tanto su aparición es motivo de
miedo para el sujeto, que busca evitarlo por todos los medios.
El factor que inicia este proceso es específicamente el temor a la
castración. El sujeto está fijado a una idea edípica que fue reprimida, y se expresa en
forma disfrazada y diferente pero con la misma fuerza afectiva.
Es clásico en la literatura psicoanalítica citar a este respecto el
artículo de Freud "Análisis de la fobia de un niño de cinco años" (1909). El temor de
Juanito hacia los caballos tenía su génesis en el temor inconsciente a la figura del padre.
De este modo, desplazado el temor hacia otro objeto, se lograba preservar el vínculo con
el padre, si bien a costa de un evidente desgaste de energía yoica, puesta al servicio de
la defensa.
"...el material patógeno quedara transferido al complejo del caballo, y
transformados uniformemente en angustia todos los afectos
concomitantes" (S. Freud.)
Obsérvese la situación de ambivalencia hacia la figura del padre:
una figura odiada y temida. Para controlar o manejar el conflicto, la figura paterna es
disociada. Los aspectos angustiantes son puestos en otro objeto que, cada vez que
aparece, provoca la misma angustia que era patrimonio de la primitiva vinculación. Es
como si los objetos se contaminaran y se tornaran peligrosos. Contaminación que suele
propagarse de un objeto a otro, ampliando aún más el espectro de objetos depositarios
de afectos primitivos, a costa de reducir el campo de posibilidades yoicas.
3. Sintomatología y cuadro clínico
Existen tres rasgos básicos dentro de la estructura fóbica: las
conductas de evitación, el permanente estado de alerta y la actitud de escape o huida.
Cabría agregar una cuarta característica diferencial: los mecanismos de defensa
utilizados por el enfermo y los síntomas de su enfermedad son una misma cosa. La
evitación, por ejemplo, le es útil al sujeto porque le permite sortear las situaciones
peligrosas, pero al mismo tiempo es un síntoma de retracción de las posibilidades de
desarrollo del yo. La huida, que es otra forma defensiva, también constituye otro síntoma
de las fobias. La asociación con un objeto acompañante, posibilita al enfermo enfrentar el
peligro o resolver la situación peligrosa, pero pone en evidencia la incapacidad del yo de
hacerlo por sí mismo.
El resto de síntomas que presenta el fóbico constituyen el mismo
complejo sintomático de la neurosis de angustia, pero su valor semiológico es secundario.
Según S. Freud, las fobias pueden ser de carácter universal
(situaciones temidas por todos: soledad, muerte, etc.) o particulares (miedo a situaciones
que solo resultan temidas para cada sujeto en especial: miedo a las alturas, a los
espacios abiertos, etcétera).
4. Terapéutica Floral
El abordaje de las neurosis fóbicas implica una técnica general muy
específica en tres tiempos. Partimos de la idea de que el primer objetivo terapéutico
consiste en lograr colocar al paciente en situación de poder ser tratado. Esto significa
poner sus miedos a un nivel tolerable para el paciente que le permita por ejemplo salir de
su casa. Esto se consigue mediante la administración de los remedios del grupo de los
miedos (Bach) juntos. Estas esencias combinadas entre si han demostrado potenciar la
acción "antimiedo" en la conciencia del paciente. Luego que esto es conseguido se
agrega a esta preparación el Star of Bethlehem con la intención de trabajar sobre la
disociación de base que existe en este cuadro. Cuando el enfermo comienza a poder
tener conductas creativas y productivas se puede pasar a la tercera etapa. En ella se dan
los remedios específicos del miedo que el paciente necesita, Star of Bethlehem y las
flores caracterológicas propias del caso.
Otros remedios que son útiles: Saint Jonh's Wort, California Pitcher
Plant, Garlic, Angelica, Castellan Rose, Asparagus, Peanut, Rice, Brussel Sprouts,
Figwort, Kidney Bean, Kiwi y Pyrethrom.
5. Tipos florales de fobias
Según el tipo de miedo fóbico predominante puede ser útil el uso de
esencias que actúan muy específicamente en cada caso particular. Hay que recordar que
los síntomas son una expresión del enfermo y que por lo tanto trabajar sobre el síntoma
es trabajar sobre el paciente.
Tipos de fobias Esencias
a dejar la casa propia Yucca
a dormir Aspen, Rock Rose
a encontrase con gente Rose Fendelery Woodsil
a envejecer Mimulus, Peach-Flowered tea-tree,
Mallow, Chrysantemun, Pumpkin, Phytolloca
Dioica.
a hablar en publico Mimulus, Garlic, Raspberry
a la enfermedad Agrimony, Heather, Mimulus, Rock Rose
a la gente Violet, Oregon Grape, Mimulus
a la locura Cherry Plum
a la muerte Bush Iris, Angel's Trumpet, Crysanthemun,
Milk Weed, Lily of the Valley
a la naturaleza Poison Oak
a la noche Aspen, Saint Jonh's Wort
a la pobreza Agrimony, Mimulus, Star Thistle
a la soledad Mimulus, Heather
a las alturas Sandalwood, Macadema,
a las catástrofes Aspen, Pine, Red Chestnut, Red Clover
a las discapacidades Agrimony
a las frustraciones Impatiens
a las intoxicaciones Crab Apple
a las operaciones Mimulus
a las prácticas médicas Mimulus
a lo sobrenatural Aspen, Grey Spider Flower
a los animales Mimulus
a los cambios Mimulus, Walnut
a los dentistas Mimulus
a los espacios abiertos Poison Oak, Lima Bean, Mesquite.
a los exámenes Mimulus, Rock Rose
a los fantasmas Aspen, Grey Spider Flower
a los hospitales Mimulus
a los lugares cerrados Mimulus
a los objetos calientes Mulla Mulla
a lugares pequeños Rose California
a ser engañado Holly
a viajar Rock Rose, Rhodendron
al abandono Chicory, Clematis, Red Chestnut
al agua Beech
al cáncer, Sida Clematis, Crab Apple, Mimulus
al contacto físico Chicory, Fringet Violet, Pink Monkey Flower
al contacto sexual Poison Oak, Mimulus, Basil
al descontrol Cherry Plum
al embarazo Pomegranate
al frío o la humedad Mimulus
al fuego Mulla Mulla
al futuro Agrimony, Cherry Plum, Sweet Chestnut
Mimulus, Dog Rose
al infortunio Pine, Red Chestnut
religiosas Aspen

* Neurosis Obsesiva
"Clase de neurosis que aisló Freud y constituye uno de los grandes
cuadros de la clínica psicoanalítica. En su forma más típica, el
conflicto psíquico se expresa por los síntomas llamados compulsivos:
ideas obsesivas, compulsión a realizar actos indeseables, lucha contra
estos pensamientos y tendencias, ceremoniales, conjuramientos, etc.,
y por un tipo de pensamiento caracterizado especialmente por la rumia
mental, la duda, los escrúpulos, y que conduce a inhibiciones del
pensamiento y la acción." (J. Laplanche).
1. Descripción
Puede definirse esta neurosis "por el carácter forzado de los
sentimientos, de las ideas o de las conductas, que se imponen al sujeto y que lo llevan a
una lucha inextinguible, sin que no obstante, el mismo deje de considerar irrisorio este
parasitismo incoercible" (H. Ey). De esta situación se derivan los síntomas clínicos
esenciales: la compulsión de las ideas, el automatismo de los actos, el carácter mágico
del pensamiento, la ritualización de la conducta y la duda obsesiva.
Para la escuela psicoanalítica las neurosis obsesivas son
organizaciones regresivas de la personalidad a la etapa sádico-anal en donde el yo se ve
enfrentado ante las exigencias de un superyó muy estricto y cruel de las que se defiende
mediante mecanismos de anulación, formación reactiva, aislamiento y racionalización.
2. Etiopatogenia
Muchos autores contemporáneos concuerdan en dar cierta
importancia a la constitución del sujeto en el origen de esta neurosis. Pero lo mismo que
en el resto de patologías este aspecto es solo uno entre los varios que deben
considerarse. Entre ellos, uno de los más destacados es el relacionado a la vida infantil
del neurótico obsesivo. También juegan un rol preponderante: el proceso de fijación, los
complejos edípicos y el superyó, las tendencias agresivas y las transacciones obsesivas.
Pero la especificidad etiológica de este cuadro reside en los
mecanismos de defensa, la fijación anal y la relación sadomasoquista interiorizada "en
forma de tensión entre el yo y el superyó singularmente cruel" (J. Laplanche).
3. Sintomatología y cuadro clínico
Entre los síntomas característicos uno de los más importantes lo
constituye la idea obsesiva. Este tipo de pensamiento compulsivo no deseado, insistente,
repetido, reconocido por el sujeto como suyo y, sin embargo, repudiado por molesto u
odioso, es una intrusión parasitaria, que agota al sujeto sin llevarlo a logros, y traduce la
lucha del obsesivo y su sufrimiento por los síntomas que padece.
Lo que acontece a nivel de pensamiento también ocurre en la acción.
Nos encontramos en la presencia de los actos compulsivos. Estos actos están siempre
cargados de agresividad y, como no se deben hacer, el obsesivo se ve en la obligación de
realizarlos. Un paciente mencionaba en una sesión una conducta que lo preocupaba.
Todas las noches, luego de acostarse, se sentía invadido por la duda de si había cerrado
correctamente la puerta de entrada. Su temor era que al dejarla abierta entraran ladrones
y lastimaran a su padre. Al levantarse y verificar se daba cuenta de que la puerta estaba
cerrada correctamente y que era inútil su preocupación, por lo que decidía acostarse,
pero antes de hacerlo debía pasar al baño a lavarse las manos. Estas conductas eran un
ejemplo de los mecanismos compulsivos que operaban en el llamado "ritual obsesivo",
pero además expresaban los verdaderos sentimientos del paciente hacia su padre y la
forma en que evitaba la emergencia de la agresividad reprimida: mediante un cuidado
extremo y exagerado.
Otro síntoma importante es la duda obsesiva que se transforma en
una dolorosa rumiación.
4. Terapéutica Floral
A diferencia de las fobias estas patologías deben tratarse
inicialmente con las flores caracterológicas. Es muy común por la naturaleza del cuadro
encontrarlo en pacientes con personalidad Rock Water o Beech, que son dos excelentes
curadores de las formas obsesivas. Otras flores útiles son: Crab Apple, Chestnut Bud,
Cherry Plum, Pine, Holly, Cerato, Oak, Corn, Clematis, Lotus, Basil, Filaree, Dill,
Chaparral, Chamomille, Old Man Banksia, Boronia, Mullein, Larkspur, Scotch Broom,
Tansy, Sturt Desert Rose, Bottlebrush y White Chestnut.
5. Tipos Florales de Obsesión
* Crab Apple
En este tipo de Neurosis Obsesiva lo característico es la compulsión
a la limpieza y la sensación permanente de sentirse sucio e impuro. Muchas veces
aparecen hiperestesias olfativas y vergüenza corporal. Los tipos Chaparral y Bottlebrush
son bastante similares.
* Sagebrush
Son personalidades avaras y acumuladoras. Generalmente
coleccionistas patológicos y con mucha dificultad a dejar cosas o hábitos. Predominan
todos los aspectos retentivos y sufren mucho por el temor a que sus pertenencias se
arruinen, destruyan o sean robadas. Pueden ser obstinados y tercos. Dan al dinero un
valor simbólico de tranquilidad y autoridad.
* Beech
El centro del cuadro es la rigidez. Son pacientes que buscan la
perfección y exigen la perfección a los que están a su lado. Critican permanentemente y
su meta es el orden estable y perenne. Su lema: un lugar para cada cosa y cada cosa en
su lugar. Su personalidad esta organizada en torno a numerosas formaciones reactivas.
Pueden ser crueles con los débiles.
* Hound's Tongue
En este cuadro lo que predomina es el intelectualismo y la
racionalización permanente de la conducta. Son personas muy apegadas a lo material y
escépticas. Muy escrupulosas y afectas a hacer cálculos matemáticos de toda
circunstancia. Muchas veces parecen absortos en sus pensamientos y concentradas.
* Nasturtium
Esta forma de obsesividad está muy cercana al tipo anterior. Además
de la intelectualidad en este caso se destacan mucho la rigidez de pensamiento, el
esquematismo y la fijeza de sus ideas. Son monotemáticos y aburridos. Poseen una
fuerte tendencia al aislamiento de sus emociones.
* Filaree
Son personalidades fastidiosas y críticas de los errores ajenos.
Excesivamente preocupados por los problemas pequeños de la vida diaria y malestares
físicos. Muy censuradores de la manera de ser y vestir de los otros. Son aburridos,
monótonos y excesivamente detallistas. Tienen un estilo narrativo de contar la cosas que
termina por cansar al que escucha. Son muy apegados a lo trivial e hipocondríacos.
* Cherry Plum
La neurosis obsesiva Cherry está dominada por la tendencia a la
agresividad. Son presa de un sadismo fantasmático y un gran deseo de poder. Suelen ser
corrosivos en sus comentarios y muchas veces tienen comportamientos francamente
destructivos. También aparecen tics, tartamudeos, accesos de cólera impulsiva y otras
formas de descontrol psicomotriz.
* Lotus
Lo sobresaliente de esta forma clínica es la existencia de rituales
religiosos. El paciente establece de este modo un relación mágica con el mundo. Suele
desplegar" conjuros " para enfrentar las situaciones hostiles y peligrosas y desarrollar un
sistema muy rígido y sistematizado de creencias y prácticas místicas. Se siente superior a
los demás y tiene tendencia al autoritarismo y al fanatismo. A diferencia de la forma
Sagebrush, la codicia de este tipo es "espiritual".
* Rock Water
Son personas con ideales muy arraigados y elevados. Muy estrictos
y rígidos, programan sus vidas muy esquemáticamente. Tienen la fantasía de ser ejemplo
para los demás y se someten a "disciplinas" que cumplen "obsesivamente". Son
dogmáticos y muy moralistas. Generalmente se prohiben las satisfacciones y placeres
más elementales dado que los viven como si fueran pecados.
* White Chestnut
En esta neurosis obsesiva es muy común el insomnio, la rumiación y
las dificultades para concentrarse en tareas y trabajos. Pero el centro del cuadro es la
tortura mental de un pensamiento reiterado e inútil, más imposible de ser sacado de
encima. Este diálogo llega a convertirse en una verdadera fuente de sufrimiento para el
sujeto. Muchas veces se asocia con una verdadera "locura de duda". En ella el paciente
no actúa por incertidumbre, temor a contagiarse, hacer las cosas mal o cualquier otra
razón.

* Neurosis Histérica
"Forma de histeria que se caracteriza por el predominio de los
síntomas de conversión. El conflicto psíquico se encuentra
simbolizado en los más diversos síntomas corporales, duraderos
(anestesias, parálisis histéricas, sensación de bolo faríngeo, etc.) o
paroxísticos (crisis emocional con teatralidad)" (J. Laplanche).
1. Descripción
Esta neurosis consiste en la conversión en el plano somático de
conflictos psíquicos inconscientes.
H. Ey la define como "neurosis caracterizada por la
hiperexpresividad somática de las ideas, de las imágenes y de los afectos inconscientes.
Sus síntomas constituyen manifestaciones psicomotrices, sensoriales o neurovegetativas
de esta conversión somática". El perfil de personalidad de los pacientes histéricos se
puede caracterizarse como la presencia de una mascara detrás de la cual el paciente se
esconde sin saber siquiera que la lleva.
2. Etiopatogenia
El origen de la histeria hay que buscarlo en la resolución edípica. En
las fuertes fijaciones eróticas que persistieron y, en especial, en un particular modo de
mantenimiento de una expectativa de amor. El sujeto no ha podido superar nunca su
elección de objeto original o se encuentra tan fijado que cualquier desengaño posterior lo
hace regresar a el. De este modo toda la sexualidad se transforma en su mundo
inconsciente en un tema incestuoso y esto hace que el sujeto la reprima intensamente.
Pero además de estas condiciones ligadas a la identificación y la
elección sexual infantil existen otros factores que contribuyen a la conformación de una
predisposición histérica. Uno de ellos es el comportamiento contradictorio de los padres.
Por una parte una conducta de seducción y permisividad y posteriormente la prohibición.
Junto a este hecho se aúna la sobreprotección y la construcción de
una imagen de hombre o mujer ideal y por lo tanto inalcanzable. Nadie en el futuro será
como el padre-hombre o la madre-mujer.
3. Sintomatología y cuadro clínico
La conversión es un mecanismo defensivo que produce "alteraciones
en las funciones fisiológicas; alteraciones que, inconscientemente y de manera
deformada, sirven de expresión a impulsos instintivos previamente reprimidos". (O.
Fenichel).
Juntamente con este mecanismo actúan en la histeria mecanismos
de disociación y represión como formas de resolver las situaciones conflictivas. Los
síntomas histéricos que caracterizan la personalidad son: la tendencia a la dramatización,
la sugestibilidad, la ingenuidad en la captación de las intenciones de los otros y del efecto
de sus actos, especialmente relacionados con modalidades o conductas de seducción.
Ejemplos de conversiones histéricas son: parálisis funcionales, afonías y anestesias
sensoriales.
Ey insiste sobre tres aspectos fundamentales del carácter histérico:
la sugestibilidad, la mitomanía y las alteraciones sexuales.
La sugestibilidad se refiere a la propensión del histérico a ser
influenciado, ya que "su persona no consigue fijarse en la autenticidad de una identidad
personal firmemente establecida" (H. Ey).
La mitomanía consiste en las fabulaciones del enfermo acerca de
aventuras imaginarias que lo llevan a "falsear sus relaciones con los demás". El histérico
edifica una historia sobre sí mismo a cada momento por una natural tendencia a la
mentira, implícita en su personalidad.
Las alteraciones sexuales tienen una especial importancia y pueden
ir desde la frigidez en la mujer y la impotencia en el hombre, hasta formas atenuadas de
pérdida de la capacidad de orgasmo y goce.
A estos rasgos habría que agregar: la tendencia a la negación de la
realidad, la dramatización de un papel que oculta la verdadera personalidad y la
tendencia a la falsificación de la experiencia.
4. Terapéutica Floral
Las flores que actúan más eficazmente sobre este cuadro son:
Agrimony, Scleranthus, Holly, Chestnut Bud, Water Violet, Cerato, Chicory, Heather,
Verbain, Yerba Santa, Hibiscus (en la mujer), Sticky Monkey Flower (en el varón), Golden
Rod, Quince, Fuchsia, Calendula, Sage, Wisteria, Flannel Flower, Pomegranate, Holly,
Honorine de Brabant, Mariposa Lily y Wedding Bush.
Un grupo de esencias particularmente importantes para el trabajo en
este cuadro son las Orquídeas, especialmente las del sistema del Amazonas.
5. Tipos florales de histeria
* Chicory. "La castradora afectuosa"
Es el tipo de histeria conversivo que se caracteriza por la fuerte
presencia de sentimientos de posesividad. La frase característica gira en torno a "quien te
puede dar y amar como te doy y amo Yo" y "quién sabe mejor que Yo lo que te conviene".
Generalmente está acompañada de trastornos en la sexualidad y en la zona cardíaca sin
que existan lesiones. Esta conducta oculta una fantasía de salvación o redención del otro
y un mensaje desvalorizativo: "lejos de mí no sos nada". Si es mujer busca hombres que
frecuentemente han tenido una madre dominadora de modo tal que continúan con ella la
relación de dependencia. En este vínculo es ella la que toma las decisiones, aunque no lo
parezca, manipula, maneja el dinero y da al hombre su "cuota de sexo" como
recompensa a su sumisión.
* Vine. "La castradora dominante".
La histeria Vine tiene un cierto parecido con la Chicory. Sin embargo,
su dinámica es diferente. En este cuadro existe un afán desmesurado de dominio por el
poder que esto proporciona. Utilizan a su pareja para acceder a beneficios o para
satisfacer sus fantasías agresivas. Por ejemplo, incitan -en el caso de una mujer- a su
pareja masculina a ser valientes, a no dejarse pisotear, a mostrar que son alguien, aun a
costa de los riesgos posibles del enfrentamiento. Si no lo hacen reprochan su debilidad.
En la esencia del cuadro encontramos por una parte deseos de
desvalorizar a la pareja y el uso del otro como objeto, como medio para alcanzar los fines
propios.
* Quince. "Amor versus poder".
En esta histeria el conflicto básico es entre el amar y el poder.
Muestran dureza y falta de receptividad. Pueden desear pero les cuesta amar.
Generalmente eligen -si es mujer- hombres que les atraen menos que cualquiera como
una manera de negar su femineidad, para ser fuertes. Frecuentemente son mujeres
frígidas que necesitan aprender a nutrir y entregarse sin temor a ser débiles.
* Wisteria. "La seductora frustrante".
Son cuadros en los cuales se seduce con el objeto de transformar al
otro en dependiente para luego jugar con el. En el caso de una mujer, ella reclama no
solo que la quieran sino que el hombre le satisfaga todos sus caprichos. En cuanto lo ha
"explotado" a fondo lo deja triunfalmente o le da celos de continuo.
También otro comportamiento típico es excitar sexualmente al
hombre durante un tiempo para abandonarlo bruscamente. La idea básica es que "el otro
interesa en tanto no me pertenece". Efectuada la conquista deja de ser deseable. En el
momento en que un hombre le declara su amor a una mujer de este tipo, el amor de ella
desaparece.
* Holly. "La vampiresa".
Ligada a la anterior está el tipo "Vampiresa". Los procesos son
similares hasta cierto punto. El hombre primero es conquistado para ser rechazado con el
objeto de dramatizar de este modo una fantasía inconsciente: privarlo de su potencia.
Este comportamiento implica la presencia de otra fantasía inconsciente: la vagina
dentada. La mujer siente que con su actitud arrebata el pene a los hombres que tienen
relación sexual con ella o que han quedado deseantes.
Son mujeres infieles, con una fuerte incapacidad de fijar el amor en
una persona determinada y un sentimiento de rencor hacia el hombre. También están
dominadas por intensos sentimientos de celos, envidia, sospecha y odio.
* Mimulus. "La mujer inhibida".
El tipo inhibido de histeria se caracteriza por una sensación de no
poder, de tener miedo, de necesitar protección y ayuda. La mujer siente que no es buena
para nada, que no se anima a hacer nada. Posee rasgos de carácter típicos como
ingenuidad, apocamiento, timidez, condescendencia y masoquismo. Son usuales los
trastornos sexuales conversivos de vaginismo y frigidez.
Un tema importante es que este perfil psicológico es para el
partenaire como un foco de atracción y cuando se acerca para proporcionar a "esta pobre
mujer indefensa y huérfana de la vida" su ayuda, queda atrapado como en una telaraña.
* Hibiscus. "El témpano de hielo".
La frigidez sexual y la apatía son los dos rasgos más notables de
este cuadro. Son histerias(usualmente femeninas) que viven la sexualidad con poco calor
y deseo, que evitan las relaciones intimas y tienen una predisposición crónica para no
iniciar acciones que conduzcan a ellas. Que siempre se indisponen ante la circunstancia
de un posible acto sexual, que sienten que el sexo es un deber y no un goce.
* Yerba Santa. "El ahogo".
Esta es la histeria en donde la principal conversión está puesta no
tanto en la sexualidad como en las vías respiratorias. Inestables, infieles, las histerias
Yerba Santa son neurosis en las cuales las relaciones afectivas profundas y estables son
motivo de "ahogo". Tienen una gran necesidad de seducir pero luego no saben muy bien
qué hacer con las respuestas afirmativas de los otros. Se involucran y hacen enredos en
los cuales salen perdiendo y en esto se denotan sus sentimientos de culpa. Otro tema es
la necesidad de autoafirmación mediante las continuas conquistas.
* Pomegranate. "El agobio de la femineidad".
La histeria Pomegranate es el cuadro en donde la mujer que lo
padece se encuentra ante un conflicto entre su realización como mujer y como
profesional o en su trabajo. Existe una dificultad para asumir su femineidad y muchas
veces una ambición desmedida. Esta histeria presenta muchos trastornos en la
sexualidad (especialmente frigidez) desde el inicio de menstruación. Son mujeres con
miedo al embarazo y el parto, quejosas y con mucha tendencia a hacer quistes y tumores
en sus órganos genitales. Suelen ser muy celosas.
* Chestnut Bud. "La bella ingenuidad".
Esta histeria está caracterizada por la ingenuidad que muestra la
persona hacia sus propios actos y dichos. El punto extremo de esta conducta es la "bella
indiferencia". El paciente es como si se asombrara de las respuestas que generan sus
comportamientos y como si se deslizara por la vida y por el mundo irresponsablemente.
Simultáneamente su hacer está revestido de mucha teatralidad y hasta cierto punto la
imagen que trasmiten es de mucha inautenticidad.
Otros rasgos importantes son la incapacidad de darse cuenta de las
intenciones de los otros, la dificultad para aprender de la experiencia y sobre todo el
hecho de no poder conectarse y revisar su pasado.
* Agrimony. "La máscara histérica".
La histeria Agrimony es la forma clínica en donde más exagerados
aparecen los signos de inautenticidad y teatralidad. Son pacientes que buscan
permanentemente el reconocimiento y la aceptación. Muy sugestionables e influibles
evaden permanentemente situaciones de tensión y decisión. Son muy negadores y
emocionales. Viven preocupados por la imagen y tanto el hombre como la mujer, por el
adorno y vestimenta.
Las conversiones pueden estar acompañadas por alguna práctica
adictiva que es más una conducta de conformismo y mimetismo social que una verdadera
impulsión. Son personalidades que esconden mucho sus verdaderos sentimientos como
si usaran una mascara.
* Vervain. "El guerrero del amor".
Esta histeria es común tanto en los hombres como en las mujeres.
Aquí el centro sintomático está en la conducta de exageración y apasionamiento con que
emprenden sus vínculos afectivos y de cualquier tipo. Simultáneamente son volubles,
infieles, veleidosos y de tendencia a ostentar. El capricho es otro rasgo importante.
Suelen enamorarse fácilmente y les gusta arrastrar a los otros en sus
emprendimientos y para ello usan todos sus recursos seductores. En los varones es muy
común la impotencia orgásmica en este tipo clínico.
* Scleranthus. "La dualidad".
Estos pacientes sufren de mareos, vértigos, inestabilidad emocional,
temblores y ataques de "nervios". Generalmente indecisos, son muy vacilantes y se
desconcentran fácilmente, saltando de tema en tema. Pero sin duda el eje del cuadro
clínico es la ciclicidad de su humor y la tendencia a las "crisis histéricas" que casi
sustituyen como equivalentes a las conversiones.
* Flannel Flower. "El Don Juan Insensible".
Lo que predomina en esta histeria es el disgusto a ser tocado y la
falta de sensibilidad, especialmente en los hombres. Sin embargo, poseen una gran
sensualidad. Muchas veces esta dificultad para tomar contacto corporal es encubierta con
un comportamiento "donjuanístico". Estos hombres histéricos se defienden de sus
temores y angustias de contacto mediante el cambio continuo de parejas.
* Wedding Bush. "Las promesas incumplidas"
Lo que acentúa este cuadro es la dificultad para comprometerse en
las relaciones afectivas. Viven permanentemente postergando el cumplimiento de sus
promesas. Existe aquí un miedo latente a perder libertad e identidad. Pero también el
mapa emocional tiene que ver con egoísmo y egocentrismo.
Los pacientes suelen sentirse el foco de la atención y se hacen a sí
mismos objeto de reflexión, meditación y comentario. Pero lo cierto es que, en este tipo
histérico, el tema central es la imposibilidad de involucrarse realmente.
* Beech. "La vagina intolerante".
No son raros los casos de histeria Beech. Con tendencia a elevarse
a sí mismos al nivel de norma y modelo a ser imitados suelen estar permanentemente
hablando de las bondades de su personalidad como algo digno de ser admirado y
comentado. Son muy críticos y" fruncen su nariz" ante todo lo que no sea como a ellos les
parece que debe ser. Son afectiva y sexualmente" frígidos". Siempre acentúan lo
negativo. Juzgan y son pedantes. Se quejan frecuentemente y más frecuentemente
condenan a los otros por sus faltas.
Tanto el hombre como la mujer de este tipo histérico tienen una
actitud hacia los otros insoportablemente arrogante.
* Water Violet. La seducción estética.
Son personalidades histéricas que cuidan la estética y la elegancia.
Así como el Beech ordena su mundo en bueno y malo, aquí el valor principal es la
belleza. Se rechaza lo feo o repugnante y se acepta lo lindo. Tienen un modo de ser que
las presenta como personas inaccesibles, distantes, inalcanzables y orgullosas. Son muy
snob y vanidosas. Suelen sentirse superiores y generalmente les cuesta mucho
emocionarse profundamente. Pareciera como si sus sentimientos fueran artificiales.

* Depresión Neurótica
"La palabra depresión no se aplica a una enfermedad concreta bien
definida, sino a todo un conjunto de síndromes de orígenes diversos,
en los cuales se mezclan, con intensidades variables, una tristeza
cargada de ansiedad, de inhibición, de insomnio, de astenia, una
visión pesimista del mundo y de uno mismo y una pérdida o
debilitamiento del impulso vital" (Y. Poinso).
1. Descripción
La depresión neurótica o crónica es una patología psíquica que
puede aparecer o no con el sentimiento de tristeza en el centro de su cuadro. Cuando
este sentimiento no aparece como tal es que se encuentra desplazado a un equivalente
que bien puede ser una enfermedad orgánica. En la circunstancia depresiva el enfermo
siente de un modo u otro que su vida es un peso bastante difícil de sobrellevar, que su
mundo se ha teñido de un color oscuro y que algo se ha roto dentro de sí. La
desvalorización, la culpa, la vergüenza, a veces el rencor, lo invaden y dominan. Se
encuentra de duelo y le resulta difícil diferenciarse de lo perdido, del objeto muerto. Es
por esto que en su interior, en su mente, surgen ideas de suicidio. El motivo de su
abandono y desinterés por la vida hay que buscarlo en su identificación con lo perdido.
2. Etiopatogenia
El origen de la depresión se conecta con una fuerte carencia afectiva
del sujeto en sus primeros años infantiles, que ha dejado una herida que debilitó al yo a
tal punto que cualquier pérdida hunde al sujeto en un marasmo de incertidumbre y dolor
psíquico. El sujeto fijado al estado en que su autoestima es regulada por los suministros y
seguridades externas o a quien los sentimientos de culpa han logrado llevarlo a ese
estadio se encuentra a merced de la presencia de esos objetos que son sus dadores de
amor. Necesita ser amado, depende de ese amor y cuando los pierde siente que su vida
se pierde.
3. Sintomatología y cuadro clínico
Así como la angustia puede aparecer en forma de crisis más o
menos organizada alrededor de una línea estructural directriz, la depresión puede
manifestarse como una crisis o una cronificación neurótica.
En el primer caso, el trastorno se origina en situaciones de pérdidas
que rompen el equilibrio intrapsíquico del sujeto. De alguna forma, las pérdidas actuales
son una reviviscencia de las primitivas pérdidas y renuncias infantiles, que pudieron haber
dejado (psicológicamente) en desamparo e inseguridad al sujeto.
Los síntomas generales son: sentimiento de tristeza que invade la
personalidad del sujeto, una postura corporal abatida, inhibición, abulia, tendencias
suicidas, trastornos en el dormir y el comer, sentimiento de minusvalía, sensación de
frustración, etc. El futuro se estrecha y aparece pesimista, mientras que el pasado se
ensancha cobrando para el sujeto un sentido de improductividad y de realizaciones que
ahora le resultan desagradables y se vuelven contra él.
En el caso de la cronicidad, son estados permanentes de la
personalidad que pueden estar encubriendo procesos o desarrollos psicopatológicos más
serios. Este tipo de depresiones son de carácter no evolutivo, su sintomatología gira en
torno del estar en continuo estado depresivo.
4. Terapéutica Floral
En la terapéutica floral existen un grupo de esencias para el abordaje
de la depresión, las que deben ser administradas según el cuadro que corresponda.
Algunas de ellas son: Star of Bethlehem, Cherry Plum, Willow, Pine, Olive, Aloe Vera,
Macrocarpa, Gentian, Madia, Mustard, Gorse, Sweet Chestnut, Elm, Mulberry (Red),
Gooseberry, Poke Weed, Milkweed, Milk thistle, Chicory, Tree of Life, Oak, Agrimony,
Lavander, Scotch Broom, Mallow, Borage, Buttercup, Iris, Madia, Tansy, Blackberry, Sage
Mulberry, Bittersweet, Fennel, Horseradish y Chestnut Bud, Tree of Live y Gallica
Oficinalis.
5. Tipos Florales de Depresión
* Star of Bethlehem
Es la depresión que se origina a causa de pérdidas, experiencias
traum ticas y accidentes. Sus rasgos característicos son la introversión, el dolor psíquico,
la impenetrabilidad y la ansiedad. En esta depresión el sujeto se encuentra incapaz de
aceptar la ayuda que se le quiere brindar. La depresión Arnica es muy parecida a la Star
con la diferencia de la falta del retraimiento propio de esta última. Este cuadro también se
relaciona con la depresión Fringet Violet.
* Agrimony
Se trata de una depresión ansiosa derivada a un equivalente
adictivo. El sujeto que a lo largo de un tiempo de su vida ha vivido postergando su ser a
costa de un parecer en la búsqueda de amor y aceptación, entra en crisis. La depresión
surge como reacción frente esta disociación y el sujeto que no tolera la experiencia la
evade mediante una conducta adictiva. La tristeza es tapada por el hacer, el sexo, los
viajes, la droga, etc. La Agrimony es una depresión negada. Muy parecida, sin tanta
negación, es la depresión Zinnia.
* Fringet Violet
Se caracteriza por la existencia de una experiencia traum tica o de
shock que ha dañado la estructura psíquica y energética del sujeto. El hecho que provoca
este cuadro puede ser de muy diversa naturaleza, pero generalmente reviste el carácter
de ataque o asalto que se acompaña de una evidente vulnerabilidad para enfrentar este
tipo de circunstancias. En esta depresión se destacan los signos de desprotección y el
dolor por un trauma mal elaborado del cual no han podido salir.
* Chicory
Es otra depresión ansiosa que surge ante la experiencia de
exclusión, de ser dejado de lado o sentirse no útil o necesario. A veces el solo temor a
que esto ocurra puede ser motivo de la aparición del cuadro. Los signos que predominan
son el ahogo, los dolores cardíacos, el malestar general junto a la tristeza y el dolor de la
decepción y el engaño.
* Sweet Chestnut
La depresión Sweet es una depresión angustiosa extrema.
Predomina la desesperación y el paciente siente que esta hundido en un pozo del que no
puede salir, que camina por la cuerda floja y que la angustia es tal que se está muriendo.
Generalmente transitoria es una vivencia intensa y transformadora que en oportunidades
puede estar ocultando un cuadro psicótico.
* Mustard
Es la "depresión hormonal". Se caracteriza por ser cíclica, aparecer y
desaparecer sin causas aparentes y por presentar irritabilidad, mal humor y angustia. Es
la típica depresión que acompaña en oportunidades al síndrome premenstrual.
* Gentian
La causa de esta depresión es la frustración. Los obstáculos de la
vida desaniman al sujeto. La falta de fe en sí mismo, el pesimismo, la identificación con el
fracaso, la sensación de derrota, el desaliento y el desánimo son las características más
notables de este cuadro. La vivencia interna es la de una situación insuperable y difícil.
Muy parecida a esta depresión es la Madia, pero mucho más centrada en el fracaso ante
objetivos. Una depresión similar a ésta es la Kapok Bush que acentúa intensamente la
sensación de derrota.
* Gorse
La depresión Gorse puede aparecer en sí misma causada por una
historia de mucho sufrimiento, a veces por una larga enfermedad. En estos casos el
sujeto se siente desesperanzado, carente de energía para seguir a delante, resignado,
sin ganas de luchar. Puede tener signos externos como palidez, expresión de indiferencia
y ojeras muy marcadas.
Pero esta depresión también puede aparecer por equivalentes. Una
enfermedad orgánica y crónica sustituye la tristeza y el abatimiento. El sujeto siente la
desesperanza ahora, pero puesta en la patología física que padece.
* Borage
En esta depresión predominan los sentimientos de abatimiento,
pesadumbre, desazón y desilusión. Pero el rasgo semiológico diferencial es la congoja en
el corazón. Estas personas también se retraen y parece como si llevaran a sus espaldas
un gran peso o un gran dolor.
* Olive
Es la depresión que surge luego de un gran esfuerzo psíquico y
físico. El paciente siente que está tan cansado que "hasta le duele el pelo" y no se
encuentra con fuerzas para emprender nada. Esta depresión reactiva es similar a la Aloe
Vera.
* Hornbeam
Es la depresión del aburrimiento y la rutina. Los sujetos se sienten
faltos de ganas para emprender el día o para ir a trabajar. Sienten que la actividad diaria
reiterada es algo que los abruma, los deprime. Aparece muchas veces con signos de
pesadez de cabeza y agotamiento. El rasgo diferencial es que si se les propone algo que
los motiva los signos patológicos se esfuman o atenúan significativamente.
* Oak
Es la depresión que surge del agotamiento psíquico de luchar contra
la corriente. La excesiva responsabilidad, la falta de percepción de sus necesidades
psíquicas y físicas, el exagerado sentido del deber y la lucha por la vida suelen ser los
motivos más usuales en el origen de este cuadro. Generalmente aparece como
agotamiento extremo: estoy tan cansado que quisiera morirme. También otro signo
importante son las contracturas en hombros y cuello.
* Elm
La depresión Elm es la que surge frente ante una situación en la cual
el sujeto siente que no puede cumplir a la perfección con todas las responsabilidades a
las cuales se encuentra comprometido. Esto le provoca abrumamiento y la sensación
patognomónica de "no puedo más". También acompañan al cuadro los síntomas de
confusión, cansancio, a veces resfríos o estados gripales, la vivencia de estar vacíos, sin
fuerzas y de no poder mantenerse firmes.
* Larch
Esta depresión es muy característica por lo sentimientos de
desvalorización y minusvalía que la acompaña. El sujeto se siente impotente, no intenta
ningún emprendimiento, sólo espera que ocurran fracasos y no se siente suficientemente
aptos. El cuadro depresivo surge ante la percepción del paciente acerca de la naturaleza
de" rebusque" que ha sido, en su vida, su conducta de autodesvalorización que le ha
permitido no aceptar desafíos y riesgos y le ha hecho perder tiempo y tirar por la borda
oportunidades y posibilidades. Muy cerca de este cuadro se encuentra la depresión
Buttercup.
* Wild Rose
Esta depresión se distingue por la indiferencia, el vacío y el
desinterés que muestra el paciente. La apatía, la abulia y el pesimismo completan el
cuadro. Hay un marcado retraimiento y es muy común encontrar que esta depresión
encubre en realidad, a veces, procesos psicóticos.
* Wild Oat
Es la depresión de los "treinta y pico". El sujeto siente que no ha
cumplido con los objetivos de vida y realización que se había propuesto y esto de vive
como insatisfacción. Esta emoción y la incertidumbre o desasosiego son elementos
clínicos importantes del cuadro. El paciente siente que ha desperdiciado su vida y su
energía, que sus talentos y su verdadera vocación se malgastaron. Quiere hacer algo y
no sabe o no se da cuenta qué puede ser.
* Mallow
A diferencia de la anterior esta depresión es la característica de la
mitad de la vida. Aparece con signos de desconfianza, repliegue en sí mismo e
inseguridad. El paciente tiene, en el centro del cuadro, timidez, vergüenza y temor a ser
rechazado.
* Chestnut Bud
Es la depresión que se origina ante la no aceptación del paso del
tiempo. Muchas veces la reacción ante la constatación de que ya no "puedo hacer todo lo
que antes hacía" da lugar a una reacción maníaca de negación. Similar a ésta es la
depresión Sage, pero aquí se encuentra más acentuada la dificultad para la introspección
necesaria que le permita elaborar el duelo y proyectar nuevas potencialidades.
* Lavander
Es una depresión ansiosa donde predomina el desasosiego, la
hipersensibilidad y el exceso de estimulación. El sujeto se siente sobreestimulado,
irritable, nervioso y tenso. suele sufrir dolores y algunas veces tener tendencia a
adicciones. Es muy común que acompañando a la depresión aparezcan cefaleas y
jaquecas. Es interesante comparar este cuadro con la depresión por stress o depresión
Rescue Remedy.
* Scotch Broom
En este cuadro depresivo el sujeto está tematizado en torno a la idea
de "fin de mundo". Otros signos importantes son la desesperación, la angustia, la
pesadumbre y el sentimiento de inutilidad de las cosas. Una de las causas de esta
reacción es la percepción negativa del enfermo ante la situación del mundo y la vivencia
de que "ya no hay nada más que hacer".
* Iris
Esta depresión surge ante el estancamiento de la actividad creativa.
Se acompaña por tortura mental, irritabilidad, intolerancia, aridez y decepción. También
suelen presentarse signos de dolor de cabeza, insomnio, problemas sexuales y mal
humor.
* Tansy
Son depresiones similares a las Wild Rose en muchos aspectos. El
sujeto entra en abandono, pasividad, falta de objetivos, inercia, pereza, falta de
motivación y aburrimiento. Lo más importante en esta forma clínica es la incapacidad del
sujeto para actuar aloplásticamente.
* Blackberry
Es la depresión cuya causa es la muerte de un ser amado. El cuadro
semiológico está compuesto por inercia, inmovilidad, estancamiento, incapacidad de
concretar ideas, como si la persona no tuviese voluntad. En los casos más graves llega al
letargo y generalmente aparecen signos de confusión mental.
* Indian Paintbrush
Se trata de una depresión reactiva con muchos contenidos Gentian.
El motivo de la generación del cuadro radica en una intensa frustración luego de alguna
actividad creativa, como si lo producido en vez de proporcionar goce diese lugar a la
insatisfacción y la desilusión. El cuadro se acompaña de irritabilidad, mal humor y fastidio.
* Yerba Santa
Esta forma de presentación de la depresión es muy característica. El
paciente manifiesta sentimientos de pesadumbre, angustia, desasosiego, aflicción y
agobio. Siente en su pecho una gran opresión y son propensos a recordar los hechos
traum ticos por los que sufren. Muchas veces acompañan el cuadro psíquico trastornos
psicosomáticos, especialmente en las vías respiratorias.
* Wild Potato Bush
Esta depresión tiene su origen en las frustraciones y restricciones
que imponen las limitaciones físicas. El enfermo siente como un peso excesivo que debe
cargar, no cree ser capaz de hacer los cambios que necesita para avanzar en la vida y
esto lo lleva a una profunda y constante aflicción que se refleja en su semblante y en su
porte. Su rostro está ensombrecido y muestra rastros de mucho sufrimiento.
* Sturt Desert Pea
En esta depresión las emociones dominantes son la pena y un
profundo dolor emocional. Generalmente se trata de recuerdos muy hundidos en el
pasado que no han podido liberar su fuerza negativa ni drenar su pesar. Muy
frecuentemente es acompañada o sustituida por una enfermedad orgánica,
especialmente en las vías respiratorias y sistema óseo.
* Boronia
La depresión Boronia está producida por el pesar que otra persona
ha ocasionado en el paciente. Una relación afectiva rota, por ejemplo, hace que el sujeto
se sienta herido y dolido por lo que pasó. Puede estar acompañada de insomnio y
pensamientos reiterados. También estos sujetos suelen tener tendencia a los accidentes.
Un signo importante y casi patognomónico es la sensación de presión en la cabeza.
* Red Suva Frangipani
Se caracteriza por la tristeza, la confusión y la falta de serenidad.
Muchas veces la causa de esta depresión es la pérdida de un ser querido o la ruptura de
una relación. Aunque diferente, se relaciona con la depresión Blackberry.
* Southern Cross
En esta depresión el paciente siente resentimiento. Cree que la vida
ha sido injustamente muy dura con él, que lo aplasta y pisotea. Generalmente quejoso y
lastimero, se pueden encontrar en la historia de su vida carencias afectivas muy
importantes.
* Gooseberry
Esta depresión está asociada a un cuadro de infertilidad o puede
aparecer como producto de una histerectomía. La mujer se siente culpable e incompleta a
causa de la imposibilidad de tener hijos. Generalmente el cuadro se completa con baja
autoestima.
* Milk Weed
En este tipo de depresión lo que predomina es un cuadro de estado
caracterizado por: tristeza, desaliento, desesperación y miedo a la muerte. También existe
un grado bastante marcado de falta de claridad mental aunque este signo no siempre
esta presente.
* Judas Tree
Este cuadro está caracterizado por una depresión extrema con ideas
de suicidio muy marcadas y sentimientos de remordimiento y culpa. Los pacientes sienten
como si no quedara otro camino que el aniquilamiento para pagar los "crímenes"
cometidos.
Hemos estado hablando de diferentes tipos de depresión sin que
esto implique haber agotado todas las posibilidades que las flores nos permiten. Pero
además de estas formas más o menos típicas existen estados transitorios que dificultan
con su presencia el trabajo de duelo y que forman parte de momentos o emociones
acompañantes del proceso depresivo. En términos florales son:
- Willow, que alude al rencor, la amargura, la negatividad y la queja
que le impiden separarse de lo perdido y perdonar o perdonarse.
- Holly, que alude a la presencia de odio, enojo, sentimientos de
persecución, desconfianza y que traban el trabajo de duelo al no permitir aceptar los
afectos ambivalentes hacia lo perdido.
- Pine, que desnuda la culpa inconsciente que martiriza y
responsabiliza al sujeto por el daño infligido al objeto perdido.
- Water Violet, que se vincula con la pena y la soledad. Este estado
depresivo se caracteriza porque el sujeto es incapaz de expresar sus sentimientos y
sobre todo porque no puede llorar.
- Cherry Plum, cuando dominan ideas de autodestrucción,
mutilación y castigo.
- Scleranthus, cuando el sujeto pasa de un estado de manía a otro
de depresión de modo cíclico y constante. Un equivalente de mucha utilidad en este caso
es la esencia Sugar Cane.

* Neurosis Impulsivas
Se trata de cuadros en los cuales el sujeto se siente forzado a
realizar un acto aun contra su voluntad. La modalidad más típica de impulsión está
representada por las adicciones.
1. Descripción
El sujeto preso de esta neurosis se ve irresistiblemente llevado a
satisfacer de manera inmediata su necesidad sin poder tolerar la espera. Lo que desea
debe obtenerlo.
Esta imposibilidad de controlar la descarga asemeja a estos
pacientes a los bebés antes del desarrollo de su sistema de postergación y realidad. Su
objetivo no es alcanzar una meta sino liberarse de una tensión, una necesidad o un dolor.
Toda tensión es sentida como una amenaza a la vida y la existencia.
2. Etiopatogenia
El origen de estas neurosis hay que vincularlo con experiencias
fijadoras traumáticas tempranas que incrementan el umbral de temor a las tensiones
dolorosas. A esto hay que agregar un comportamiento de evitación del yo a enfrentarse
con los temas que siente como dolorosos y la habituación sustitutiva como vía de
descarga. El principal conflicto es aquí un lucha entre una tendencia a la violencia debido
a la baja tolerancia a la frustración que posee su aparato psíquico, y una tendencia a
reprimir esta agresión por temor a la pérdida de amor. El resultado es la emergencia del
síntoma impulsivo que puede aparecer como fuga, cleptomanía, priromanía, adicción al
juego, a las drogas, al alcohol, etcétera.
3. Sintomatología y cuadro clínico
Los principales síntomas de esta neurosis son:
- carácter impulsivo de la satisfacción
- irresistibilidad y coerción del hábito
- infantilismo
- emociones intensas y polares
Los pacientes impulsivos son también muy sensibles a las heridas en
su amor propio y a veces poseen fantasías de grandeza. Todo esto hace propicio que
estos pacientes reaccionen negativamente ante la mínima frustración o postergación de
sus demandas.
4. Terapéutica Floral
Existen varias posibilidades para el abordaje de estos cuadros. Se
usan con bastante buenos resultados: Chestnut Bud, Sage, Cherry Plum, Black-eyed
Susan, California Poppy, Chaparral, Chrysanthemun, Fairy Lantern, Morning Glory,
Sunflower, Larch, Mariposa Lily, Impatiens, Vervain, Vine y Damascena Bifera.
5. Tipos florales impulsivos-adictivos
Este grupo es uno de los que mayores dificultades presenta en su
abordaje nosográfico. Esto también se traduce en las distinciones florales. Sin embargo,
la práctica clínica ha permitido individualizar un número de tipos impulsivos.
* Agrimony
La adicción Agrimony es una impulsión encubridora de sentimientos
depresivos. El sujeto para escapar del dolor y la aflicción trata de evadirse mediante
algún objeto adictivo. Finalmente termina por convertirse en dependiente de su consumo
o uso. Niega los peligros o la enfermedad. Sin embargo, estos enfermos son capaces de
postergarse y hasta sacrificarse por los demás, no tanto altruistamente como por la
necesidad de ser aceptados y queridos. Reprimen sus sentimientos negativos para no
herir a los otros.
* Heather
Las impulsiones y adicciones de este tipo son motivadas por la
necesidad de no estar solos. Son exagerados e hipocondríacos, les gusta atraer la
atención y ser escuchados. No pueden para de hablar y muchas veces de comer. Son
reiterativos. Buscan mediante sus conductas seguridad. Temen al abandono y el rechazo.
Desean que alguien se haga cargo de ellos, obtener gratificaciones inmediatas y ser
escuchados permanentemente.
* California Poppy
Encontramos aquí un complejo cuadro que si bien tiene ribetes
California Poppy también posee marcados rasgos Vervain. Se trata de pacientes con
fuerte tendencia a la independencia y a la autonomía. Huyen del conformismo y de los
peligros sin enfrentarlos. Exploran permanentemente lo nuevo y distinto y tienen una
marcada tendencia a arreglárselas solos con cierto tinte de estoicismo. Junto a esto son
de ensoñar y escaparse de la realidad que los frustra. Inquietos, codiciosos de
sensaciones y muy dependientes de estímulos externos.
* Impatiens
Las impulsiones Impatiens son las que menos frecuentemente se
acompañan de adicciones a las drogas o el alcohol. Son pacientes irritables, que no
toleran la espera o las frustraciones. Suelen enojarse con brusquedad y violencia y a
veces llegan a la crueldad. Son, preferentemente, impulsivos del "golpe" y del juego.
* Morning Glory
Son personas dominadas por hábitos destructivos y/o adictivos.
Llevan, por lo general, una vida errática y desordenada. Son irritables, faltos de vitalidad y
de moderación. Suelen padecer de insomnio y cuando duermen pueden ser sonámbulos.
Su adicción es generalmente los estimulantes.
* Cayenne
Estos pacientes impulsivos poseen un cuadro característico de
estancamiento y falta de voluntad. El único camino que logran ver para salir de esta
situación es la adicción, que puede ser de cualquier tipo. De este modo arman ciclos de
pasividad-actividad. Logran salir del letargo mediante alguna ingesta adictiva. Son
indecisos, sin entusiasmo, rutinarios y faltos de espontaneidad.
* Cherry Plum
En el caso de este tipo de impulsión nos encontramos frente a un
cuadro reactivo de desborde de cualquier naturaleza. Estos pacientes no pueden detener
el curso de los comportamientos de los que se sienten prisioneros. Así tienen todo tipo de
acting. Es justamente el desborde junto a la versatilidad de las manifestaciones lo que
distingue esta forma. Por otra parte el sujeto siente como si una fuerza interior surgiera,
como si un automatismo lo dominara y lo llevara a cometer actos que no quiere realizar.

* Enfermedades Psicosomática
"No se trata de curar un asma, sino a un asmático. La afección
psicosomática refleja un tipo de personalidad. "
1. Descripción
Un desorden psicosomático, a diferencia del conversivo, tiene un
compromiso orgánico real en donde algunas de las funciones biológicas está alterada por
motivos psicogenéticos. Un conflicto emocional se ha hecho carne.
Ciertas disfunciones, como los dolores de cabeza y algias, no
conforman más que el aspecto superficial de estos trastornos y pueden ser comprendidas
más como síntomas que acompañan un cuadro neurótico que como verdaderas
afecciones psicosomáticas. Estas, a diferencia de los primeros, abarcan más globalmente
la vida del individuo y poseen cierta permanencia o cronicidad.
En base a este criterio distinguimos dos tipos de trastornos
psicosomáticos: los agudos y aislados, y los crónicos y generales.
Ambas formas comparten una serie de características comunes que
constituyen el cuadro clínico organoneurótico.
2. Etiopatogenia
Psicoanalíticamente las enfermedades psicosomáticas son
consideradas como organoneurosis. Para su formación se articularon un conjunto de
factores de diversa naturaleza.
En primer lugar, debe existir en el sujeto la predisposición somática a
que un órgano se sensibilice para ser la sede de una disfunción, que con el tiempo puede
llegar a convertirse en lesión. Esta facilitación depende tanto de la herencia como de la
constitución, teniendo ésta un rol preponderante.
En segundo lugar, durante la vida infantil debe haber sufrido el sujeto
la desprotección materna, que provoca sentimientos de abandono y frustración afectiva.
La privación y la carencia son los motores que llevan a que ciertas catexias libidinales se
fijen en un órgano.
Así queda establecida una predisposición psicosomática que puede
desencadenarse en afección cuando actúan sobre ella situaciones traumáticas, críticas o
frustrantes, que hacen revivir en el enfermo el primitivo abandono.
En el cuadro siguiente está representado esquemáticamente el
interjuego de estas tres series complementarias de factores etiopatogénicos.

ojooooooooo CUADRO PAG.151 DEL BORRADOR

3. Sintomatología y cuadro clínico


Cada afección psicosomática tiene sus rasgos particulares. Sin
embargo, existen una serie de hechos comunes. El primero de ellos es el carácter
regresivo de los síntomas. El sujeto expresa con su cuerpo, con su primera herramienta
de lenguaje, sus conflictos emocionales.
En segundo lugar H. Ey destaca el fenómeno conocido como
balance psicosomático. Cuando el enfermo mejora su componente psíquico empeora su
cuadro orgánico y viceversa.
Finalmente debe señalarse la organización de rasgos psíquicos de
personalidad muy marcados y propios de cada patología. Así existiría un carácter
asmático, ulceroso, etcétera.
4. Terapéutica Floral
La terapéutica floral de las enfermedades psicosomáticas nos
enfrenta a un vasto problema. Se trata de que en cada caso en particular es necesario
encontrar el mapa emocional significativo y a partir de esta compresión establecer las
esencias que pueden contribuir a la mejoría y el alivio de un paciente.* (Nota a pie de
página: (Recomendamos la lectura de los trabajos de Luis Chiozza, L. Hay y Debbie
Shapiro que citamos en la bibliografía y los Repertorios de Síntomas de Bach, California,
Bush y de Pegasus (Espeche, Grecco, Pérez). Algunas de las esencias que actúan de
modo general son: Chaparral, Self Heal, Thyme, Yerba Santa, Corn, Garlic, Crab Apple,
Gorse, Sweet Corn, Star of Bethlehem y Scleranthus.
5. La afecciones psicosomáticas. Mapa emocional y Esencias
florales.
A continuación haremos una somera descripción de las
configuraciones emocionales de algunas patologías psicosomáticas y la relación con las
distintas esencias que actúan benéficamente en cada caso. Se presentan organizadas
por aparato o sistema afectado para dar una cierta visión de conjunto. Solo se hace
mención a unas pocas debido a la naturaleza de este texto. (Nota a pie de página: un
tratamiento exhaustivo de estos temas se aborda en el libro "Nuestro Mapa emocional. La
cura de los afectos que enferman" que Ediciones Continente publicará próximamente.)

Sistema Respiratorio
El aparato respiratorio es uno de los sistemas abiertos de intercambios del ser
humano. El aire penetra en el sujeto trayendo el mundo exterior: el Yo introyecta lo ajeno.
El aire es expulsado del sujeto: el Yo proyecta lo propio. En esta interacción se produce
un movimiento unitivo de lo externo con lo interno y de lo afectivo con lo mental. El aire,
por otra parte, es lo que todos compartimos por igual.
La inhalación del oxígeno aporta vida. La falta implica la muerte. En este sentido el
sistema respiratorio representa en nuestro mundo psíquico un símbolo de independencia
e individualidad y las patologías que en él aparecen se relacionan con la falta de deseo
de vivir o de interés o placer por la vida.
Pero al mismo tiempo la respiración es rítmica. Un tomar y un dar de un modo
regular. Un circuito reiterado de contracción y expansión, Este hecho determina que
muchas veces las afecciones de este sistema también se vinculen con dificultades en el
compartir, el dar, entregar o bien miedo a asimilar.
Finalmente la respiración comienza en la nariz y baja progresiva. Este descenso
psicológicamente expresa un movimiento de descenso de la conciencia, una toma de
contacto con lo inconsciente, un buceo en nuestras sombras y oscuridades.
Desde el punto de vista de la clínica conviene diferenciar cuatro grupos de
trastornos:
a) Conductas como la taquípnea y la tos que revisten un carácter sintomático.
b) Trastornos como opresión torácica y disneas que son una expresión directa de
angustia.
c) Trastornos funcionales transitorios como bronquitis, gripe, laringitis, neumonía,
resfríos y sinusitis.
d) Los síndromes lesionales psicosomáticos como el asma y la tuberculosis
pulmonar.
* Asma
Este es uno de los cuadros donde se pone más en evidencia la participación de
factores psíquicos en su gestación y en especial el rol de la carencia afectiva padecida
por el bebé en los primeros momentos de vida. El asma es una crisis paroxística de
disnea respiratoria, estertores y disfonías de duración más o menos prolongadas. Como
tal esta crisis es una reproducción del ahogo del niño al nacer y por lo tanto un
equivalente de angustia. El asma representa el miedo del niño a perder el amor maternal.
La crisis expresa el dolor, el rencor y el temor de dejar de ser amado. Un grito, dirigido a
la madre, en procura de ayuda.
Otro tema importante es que en la crisis asmática el sujeto siente que no puede ni
incorporar ni expulsar de tal modo que se ahoga por esta incapacidad de "no saber qué
hacer con el amor" simbolizado por el aire. Esto explica la curiosidad clínica que aparece
en pacientes que sienten que nunca han estado mejor afectivamente y sin embargo,
recrudecen en sus crisis. Se ahogan tanto con la falta como con el exceso de amor.
Las esencias que han demostrado eficacia en esta patología son: Yerba Santa,
Jasmin, VR5, Heather, Chicory, Wild Oat, Agrimony, Mariposa Lily, Blue Bell, Red
Grevillea, Grey Spider Flower, Tall Yellow Top, Gorse, Holly, Cherry Plum, Crab Apple,
Bloodroot, Eucalyptus, Green Rose, Daisy, Stinging Nettle y Chaparral.
* Tuberculosis Pulmonar
Clínicamente diferente pero emocionalmente similar al asma, la tuberculosis
pulmonar es una patología en donde las frustraciones de los primeros años de vida han
jugado un rol significativo en la constitución de la predisposición patológica del sujeto.
H. Ey señala que el tuberculoso es un "hambriento de amor" que se abandona a la
protección, a la dependencia y a la vida parasitaria. Cuando quiere luchar contra esta
tendencia, se consume en una hiperactividad sin medida, especie de suicidio orgánico.
Es muy conocido entre los especialistas el hecho de que en la historia de los
pacientes tuberculosos hacia la fecha de comienzo del cuadro el sujeto sufrió una pérdida
afectiva que le dejó una "herida" anímica muy importante.
Simultáneamente nuestra experiencia e investigaciones en una población bastante
significativa de estos pacientes nos han permitido elaborar la hipótesis de que esta
patología actúa como defensa contra una depresión, como un encubrimiento Agrimony
contra una vivencia Sweet Chestnut.
Las esencias con las cuales se puede tratar esta afección son: Red Helmet, Bush
Gardenia, Mariposa Lily, Shasta Daisy, Gorse y Chaparral.
* Bronquitis
La inflamación de los bronquios expresa la existencia de una emoción reprimida y
la necesidad de que este núcleo afectivo contenido pueda ser expulsado, ya que daña al
sujeto en su mundo interno.
Cabe recordar que nuestro pecho es una zona vinculada a la relación del sujeto
consigo mismo y por lo tanto todo lo que ocurre en ese espacio corporal tiene que ver con
los sentimientos e ideas que nos formamos acerca de nuestros actos y nuestros
desempeños.
En el caso especifico de la bronquitis la emoción oprimida es el descontento, el
odio y la frustración hacia uno mismo que busca descargarse.
Las esencias que actúan en esta patología: Jazmin, Holly, Mallow, Chaparral,
Cosmos, Snapdragon, Dagger Hakea, Mountain Devil.
* Laringitis
La inflamación de la laringe expresa la lucha entre un temor que impide la
expresión de sentimientos de ira y el deseo de hacerlo. También se vincula con
vergüenza y culpa y en algunos casos con creatividad estancada.
Las esencias indicadas son: Bush Fuchsia, Red Helmet, Jazmin, Holly,
Snapdragon, Impatiens, Trumpet Vine, Agrimony y Gentian.
* Neumonía
Esta inflación de los pulmones surge cuando el Yo se siente abrumado, no puede
respirar, por las circunstancias que tiene que enfrentar. Hay irritación, frustración, enojo
pero también temor a la soledad. Puede encontrase una relación bastante constante
entre neumonitis y depresión, a tal punto que puede decirse que esta patología es una
depresión respiratoria.
Las esencias para trabajar esta afección son: Waratah, Sturt Desert Pea, Chicory,
Bo, Eucalyptus, Stinging Nettle, Macrocarpa, Wild Oat, Heather, Jazmin, Yerba Santa,
Garlic, Crab Apple, Manzanita, Saint John's Wort y Yarrow.
* Sinusitis
Como en los cuadros anteriores en éste encontramos también una inflamación. Su
significación psicológica expresa la liberación de emociones negativas y la sensación de
estar emocionalmente agotados.
Las flores para actuar en este caso son: Manzanita, Crab Apple, Chaparral,
Agrimony, Chicory, Rescue Remedy, Dagger Hakea y Tall Mulla Mulla.

Sistema Digestivo
El aparato digestivo es un sistema al que le corresponde la tarea de asimilar los
alimentos que el cuerpo necesita para nutrirse y expulsar los desechos.
Los alimentos son sustitutivos del amor y el afecto. Desde muy pequeño el hombre
fue asociando satisfacción a ser querido, frustración a ser rechazado. Al llenar el vacío
(hambre) el bebé no solo calma su necesidad fisiológica sino también confirma que es
amado.
El patrón genérico que este sistema plantea en lo psíquico, por su función y
arquitectura, es el de la incorporación. Sin embargo, sus diversos componentes destacan
aspectos particularizados. Así, por ejemplo, los intestinos son el centro de absorción de
las sustancias nutritivas y el lugar donde se separa lo asimilable de lo no asimilable, lo
bueno de lo malo, lo aceptable de lo rechazable. Generalmente cuando se tiene miedo de
liberar sentimientos agresivos el estreñimiento aparece como respuesta sintomática.
Algunos de los cuadros psicosomáticos que afectan este sistema son: enteritis,
estreñimiento crónico, úlcera péptica, úlcera gastroduodenal y hemorroides.
* Enteritis
Es una patología del intestino delgado, sede de la absorción de alimentos. Esta
inflamación se produce cuando el sujeto siente inconscientemente que ha incorporado
algo que lo daña y envenena. Pero el dinamismo curioso es que en vez de eliminarlo el
paciente se aferró más a lo que lo lastimaba y Así este conflicto fue progresivamente
lesionando su cuerpo hasta injuriarlo.
Las flores que actúan benéficamente son: Cedar, Aloe Vera, Crowea, Dill, Pine,
Crab Apple, Centaury, Manzanita y Chicory.
* Estreñimiento
En general se trata de un intento de control por temor a descargar la propia
agresión en el mundo exterior o por miedo a perder. Muchas veces se acompaña de
rasgos de carácter avaros y obsesivos.
Las flores que actúan son: Chicory, Blue Bell, Sunshine Wattle, Chamomile,
Pomegranate, Dandelion, Mullein, Bottlebrush, Boronia, Crab Apple, Jasmin y Basil.
* Ulcera
Las úlceras son llagas. El ulceroso sangra su rencor por la herida.
De niño padeció una fuerte falta de amor y de satisfacción de los suministros
básicos. Quedaron hambrientos de amor.
Esta situación dejó inscripto un mecanismo de funcionamiento patológico. El
hambre psíquica lleva al sujeto a conducirse como si realmente le faltase alimento. La
membrana mucosa del estómago comienza a secretar y cuando esta hipersecreción se
cronifica se convierte en la causa inmediata de la úlcera. Como señala Fenichel "La
úlcera es una consecuencia fisiológica de una actitud psicógena".
Otro factor de importancia en la etiopatogenia del trastorno ulceroso radica en la
incapacidad del sujeto para expresar su resentimiento ante las frustraciones a las cuales
se vio sometido.
Algunas de la esencias que actúan en este cuadro son: Dandelion, Cedar, Aloe
Vera, Comfrey, Daffoil, Dandelion, Dill, Green Rose, Avocado, Crowea, Willow, Gentian,
Centaury, Lavander, Holly, Pleurisy Root, Arnica y Rescue Remedy.
* Hemorroides
Este trastorno es el resultado de un conflicto entre la retención y las necesidades
expulsivas. El mapa emocional de las personas que sufren de esta afección se relaciona
con el deseo de mantener reprimido cierto contenido emocional que no se permiten
"soltar". Es como si la contención enfrentada a la eliminación diera como resultado la
dilatación de las venas varicosas de la zona anal. El origen de este conflicto puede estar
en la naturaleza agresiva de estos afectos contenidos y en tendencias posesivas
sofocadas.
Las flores para atender esta patología pueden ser usadas por vía oral o en crema.
Las que mayores resultados han dado son: Mallow, Redwood, Chicory, Chaparral,
Mountain Devil, Black-eyed Susan, Arnica, Aloe Vera y Lavander.

Sistema Circulatorio
El sistema circulatorio se vincula muy estrechamente con la energía afectiva. La
sangre también se asocia psicológicamente con la identidad.
Las patologías de este sistema señalan el estado de nuestro mundo emocional: lo
que contenemos, dejamos fluir o reprimimos.
Los autores de la escuela psicosomática acuerdan que los trastornos funcionales
como taquicardia, lipotimias, palpitaciones, dolores precordiales, etc., son expresiones
emocionales directas. Algunos de los cuadros que conviene destacar son : infarto,
hipertensión arterial, taquicardia paroxística y trombosis.
* Infarto
Este ataque al corazón es un modo desesperado del organismo de decir "basta".
Es muy común que la personalidad previa del infartado sea la de gente dominada por la
actividad, el stress y el nerviosismo. Son sujetos emprendedores, impacientes y
apurados.
Junto a esta serie causal hay que ubicar también esta patología como un mensaje
directo a la conciencia. Es como si el cuerpo dijese que se ha ido demasiado lejos.
Por otra parte los temas de amor y odio juegan un rol preponderante. En relación al
primero los infartos pueden estar mostrando las cosas que dejamos de lado. Una señal
de los afectos que postergamos, de los seres queridos a los cuales no les damos el
suficiente cariño y dedicación.
Con respecto al odio, Debbie Shapiro dice lo siguiente:
"Una enfermedad coronaria puede atribuirse a la hostilidad crónica,
que creemos se trata de un rechazo a los demás cuando en realidad
consiste, de hecho, en el rechazo de uno mismo. Los ataques al
corazón guardan relación con el modo en que nos relacionamos y
sentimos respecto a nosotros mismos, con si somos capaces de sentir
amor y expresarlo".
Algunas de las esencias que dan buen resultado en estos cuadros son: Sunflower,
Angelica, Golden Ears Drops, Bleeding Heart, Waratah, Black-eyed Susan, Old Man
Banksia, Blue Bell, Red Helmet, Sunshine Wattle, Chicory, Holly, Cosmos, Dill, Mallow,
Peach y Hawthorne.
* Hipertensión
La causa más común de este trastorno reside en la falta de confianza, el temor y la
sensación de angustia en estado flotante. El alerta se traduce en presión arterial alta. El
perfil psicológico de estos pacientes muestra, por una parte, una aparente pasividad
habitual frente a hostilidad reprimida que estalla en accesos de cólera. Son sujetos
bastante obsesivos, rígidos y perfeccionistas. Temen la falta de afecto y a veces han
tenido episodios traumáticos en el pasado que no han sido drenados y permanecen vivos
dentro del mundo interno.
Las esencias que brindan una acción benéfica son: Holly, Rock Water, Agrimony,
Scleranthus, Rescue Remedy, Bleeding Heart, Indian Pink, Golden Ear Drops, Five
Corners, Crowea, Mountain Devil, Aloe Vera, Centaury Agave, Daffoil y Papaya.
* Taquicardia
La taquicardia paroxística es un modo de descarga de agresividad. Es muy común
que el perfil psicológico se corresponda al tipo histérico y en cierto modo podría
consider rselo un equivalente histérico. Su din mica muestra que un fracaso en los
mecanismos de control emocional se puede compensar mediante esta salida. El sujeto
siente como si el corazón le fuese a saltar, sus latidos se aceleran súbita y violentamente
y a veces aparece angustia acompañando el cuadro.
Una de las flores que mejor efecto ha demostrado es Lavander. Sin duda los
remedios de emergencia (Rescue Remedy, etc.) y el Waratah brindan una ayuda cierta en
la crisis, pero de lo que se trata es de prevenir más profundamente este trastorno. En
este sentido esencias como Tall Mulla Mulla, Borage, Yerba Santa, Cherry Plum, Holly,
Black-eyed Susan brindan una acción de fondo para la cura de esta patología.
* Trombosis
Psicológicamente la trombosis es un accidente que implica el bloqueo en la
circulación de los afectos, especialmente el amor. Debbie Shapiro señala que "puede
darse un período en el que el paciente se siente ignorado, abandonado o inaceptable,
cuando parece que lo han despojado de amor o cuando obstaculizan su expresión de
algún modo. Por ello es tanto una barrera a amarse uno mismo como un obst culo a la
capacidad para amar a los demás y para recibir su amor".
En nuestra experiencia un hecho bastante frecuente es que los pacientes que
sufren este cuadro tienen un temor inconsciente de perder sus vínculos afectivos más
significativos.
Las flores que trabajan aquí son: Black-eyed Susan, Old Man Banksia, Little
Flannel Flower, Blue Bell, Red Helmet, Cherry Plum, Holly, Chicory, Bleeding Heart,
Pomegranate, Mallow y Saguaro.
* Arterioesclerosis
En general lo que puede verse en el mapa emocional de estos pacientes es un
endurecimiento progresivo de su capacidad amatoria al punto de perderla totalmente en
sus aspectos expresivos. Ya sea por miedo, inseguridad, represión, egoísmo,
inflexibilidad o cualquier otro motivo siempre se puede encontrar en estos casos una
fuerte limitación de la capacidad para dar a conocer los afectos. Un rasgo importante es
el hecho de que parejamente con la evolución de la enfermedad el sujeto va también
siendo cada vez más incapaz para compartir y realizar trabajos cooperativos.
Algunas de las esencias que pueden trabajar en estos casos son: Blue Bell, Bottle
Brush, Yellow Cowslip Orchid, Isopogon, Angelica, Trumpet Vine, Holly, Centaury Agave,
Mallow y Paw Paw.
* Leucemia
Esta patología reviste una importante singular. Las historias clínicas permiten
observar que en un porcentaje bastante significativo el cuadro de inicio se relaciona con
la pérdida de un ser querido que ha dejado en el psiquismo no solo dolor sino también
frustración. Esta vivencia lleva al sujeto a una actitud de contención y retraimiento de sus
afectos, se vuelve desconfiado y termina por expresar sus bloqueos en un c ncer en su
sangre.
Remedios como Gorse, Willow, Crab Apple, Aloe Vera, Corn, Dandelion, Bottle
Brush, Blue Bell, Chaparral brindan un alivio al padecimiento.

Sistema Cutáneo
La piel es un sistema que establece una conexión entre lo interno y lo externo, es
fuente de sensaciones y establece un borde o límite. Psicológicamente se vincula con
nuestras creencias acerca de cómo nos ven los otros, las inseguridades, incertidumbres,
pérdidas y preocupaciones. La piel refleja nuestros pensamientos y sentimientos íntimos.
En ella recibimos las caricias y los golpes. Sentimos el calor y el frío. La excitación y la
frialdad afectiva.
Estas patologías incluyen desde pequeños trastornos reactivos como palidez,
rubor, sudoración, piel de gallina, etc., hasta urticaria, alergias, eczema y psoriasis.
En el caso de las patologías de piel es muy importante los tratamientos
combinados por vía oral y con aplicaciones de cremas o geles sobre la zona afectada.
* Acné
Debbie Shapiro señala muy acertadamente que el acné es una manifestación de
ira, resentimiento y miedo. Todos estos sentimientos se ordenan alrededor de un tema
central: problemas de identidad.
Este síntoma común en los adolescentes justamente en esta concordancia
temporal marca su sentido. El adolescente busca saber quién es y este síntoma puede
estar aludiendo a el estallido de un conflicto interior en torno de esta cuestión.
Puede tener que ver con vergüenza, inhibición, sentimientos de crítica, temor de
ser rechazado y dificultad para aceptarse tal cual se es.
Algunas de las esencias que actúan benéficamente son: Spinifex, Billy Goat Plum,
Five Corners, Aloe Vera, Chaparral, Fuchsia, Saguaro, Pine, Larch, Crab Apple, Olive,
Sunflower, Sagebrush y Golden Rod.
* Alergias
Estas patologías tienen una estructura similar al asma. La cuestión fundamental de
su mapa emocional reside en el rechazo a algo generalmente por un intenso temor
inconsciente. Muchas veces también tienen que ver con temas de no aceptación de lo
diverso y diferente.
Flores que actúan en las alergias: Green Rose, Snapdragon, Tall Mulla Mulla,
Dagger Hakea, Fringed Violet, Calendula, Beech, Pratty Face, Oregon Grape, Agrimony,
Larch, Vervain, Walnut, Chicory, Gorse, Crab Apple y Cherry Plum.
* Lupus
Esta afección de la piel también podría ser tratada en relación al sistema
inmunológico. Se trata de anticuerpos que se comportan alucinatoriamente atacando y
destruyendo el propio cuerpo del sujeto. Existen en estos pacientes algunos rasgos
importantes: culpabilidad inconsciente o consciente ligada a experiencias pasadas de las
cuales el sujeto tiene vergüenza de recordar; odio a sí mismo; autocastigo; incapacidad
para poder perdonarse. Todo esto habla de la existencia dentro del sujeto de instancias
morales y censuradoras muy sádicas y crueles. Algunas experiencias terapéuticas han
permitido comprobar la eficacia de ciertas esencias: Centaury, Vine, Cedar, Rock Water,
Pine, Dogwood, Spinifex, Sturt Desert Rose, Confid Essence, Crab Apple y Fringed Violet.
* Eczemas y Psoriasis
En el caso particular de estas patologías, (a las cuales la Lic. B rbara Espeche ha
dedicado varios trabajos de investigación a los que remitimos) las emociones que pueden
encontrarse son las relacionadas con resistencia a abandonar pautas de conducta,
modelos mentales o rasgos de personalidad que ya no sirven, pero que no terminan de
ser dejadas de lado. En ultima instancia estos cuadros, cada uno a su modo, se vinculan
con problemas de identidad.
La piel es al mismo tiempo una zona de contacto, un órgano de recepción de
sensaciones, un sistema de borde o continente y un espacio de expresión de la identidad.
En los pacientes que sufren de psoriasis y/o eczema se pueden encontrar hechos
significativos entre los cuales se destaca la fantasía de "estar en carne viva", de haber
perdido la protección que la piel brinda. Por otra parte, el cambio de piel puede leerse
como un intento de cambio de identidad.
Las flores que actúan en estos casos son: Pine, Crab Apple, Larch, Gorse, Star of
Bethlehem, Holly, Willow, Water Violet, Billy Goat Plum, Little Flannel Flower, Fuchsia,
Aloe Vera, Eucalypthus, Fig, Angelica, Ginseng, Henna, Lemon, Luffa, Mallow, Banana,
Orion, Olive, Redwood, Petunia y Saguaro.

Sistema Endocrino
El sistema endocrino da cuenta psicológicamente de la realidad de nuestro mundo
interior, de nuestro balance emocional y de nuestro equilibrio intrapsíquico.
Las patologías psicosomáticas de este sistema se vinculan muy estrechamente, en
su sentido emocional, a la glándula afectada. Cada uno de los componentes del aparato
endocrino desarrolla una labor que contribuye a la arquitectura del mantenimiento general
del sujeto, de su salud y su vitalidad.
Para tomar un ejemplo, el páncreas es el responsable, entre otras cosas, del
mantenimiento del equilibrio de azúcar en sangre. La hipoglucemia se deriva de la
insuficiencia de este elemento en la sangre, así como la diabetes de su exceso.
En el caso particular de la diabetes se puede apreciar el hecho de que el paciente
tiene una dificultad cierta para asimilar "las dulzuras de la vida". Que el amor que recibe
es excesivo hasta un nivel que resulta ahogante, pero que además no es de la calidad
que el sujeto necesita. "Es un amor inservible".
La clínica muestra sobradamente que esta patología suele ser una melancolía
encubierta. Una suerte de desesperanza de asimilar aquello que se necesita. También es
común la existencia de padres sobreprotectores que dan todo pero no lo que el niño
demanda.
Existe dentro de la terapéutica floral un número de esencias que trabajan la
patología diabética. Estas son: Sugar Beet, Ginseng, Banana, Pomegranate, Sage,
Queen Anne's Lace, Madia, Bottle Brush, Blue Bell e Isopogon. Para el caso puntual de la
hipoglucemia existen dos esencias particularmente importantes: Barley Elecampane y
Rye.

Capítulo tercero
Estudio descriptivo y dinámico de las Psicosis

La psicosis constituye un tema de importancia significativa dentro de la


psicopatología. Tal vez la razón del interés que siempre ha despertado se deba en parte a
lo extraño y fascinante de los fenómenos que la componen y en parte que al amplificar los
síntomas permite una comprensión más profunda de la naturaleza del proceso patológico.

A. Definición
Se entiende por psicosis la alteración radical de la personalidad, que consiste
en una ruptura de la continuidad de la vida psíquica, la pérdida del juicio de realidad y de
la conciencia de enfermedad.
Desde el punto de vista descriptivo-clínico, neurosis y psicosis conformarían
unidades nosográficas diferenciadas sin ningún punto en común. Psicoanalíticamente
entre ambos grupos existe una continuidad y solo son grados distintos de un mismo
proceso. En la neurosis, la regresión es menor, mientras que en la psicosis alcanza las
etapas más tempranas del sujeto, siendo por lo tanto sus puntos de fijación mucho más
primitivos. Pero en ambos casos los síntomas poseen un sentido que es posible conocer
analizando el contexto en el cual aparecen.

B. Sintomatología general
El grupo de psicosis es muy extenso e incluye numerosas manifestaciones de
muy distinta índole sintomática y etiológica. Los elementos comunes a todas son
esencialmente cinco:
- Pérdida del juicio de realidad
- Pérdida de la conciencia de enfermedad
- Vivencia egosintónica de los síntomas
- Desintegración yoica
- Carácter patológico de las restituciones psicóticas
Todos estos rasgos constituyen solo su aspecto descriptivo. Dinámicamente
operan una serie de procesos que van configurando a las psicosis como expresiones de
conflictos entre el mundo externo y el yo, que son resueltos por el enfermo recurriendo al
alejamiento o retiro de las catexias que tenía depositadas sobre la realidad. Como
consecuencia el sujeto estructura un mundo imaginario, sobre el cual tiene una profunda
convicción subjetiva.

C. Formas clínicas
Algunos autores dividen las psicosis en tres grupos plenamente diferenciables:
psicosis orgánicas lesionales (traumáticas, tumorales, etc.); psicosis orgánicas
funcionales (tóxicas, febriles, etc.) y psicosis endógenas o psicógenas (esquizofrenia,
paranoia, etc.).
Y. Poinso, en base a un criterio clínico, las clasifica en: crónicas, agudas y
subagudas y humorales. Las primeras son alteraciones radicales de la personalidad y su
relación con el mundo, que se fueron estructurando en forma progresiva e insidiosa,
hasta invadirla totalmente. Las segundas, en cambio, forman un grupo vasto pero que
comparten ciertas pautas comunes: inicio brusco, rápido y violento; evolución hacia la
remitencia (usualmente) y causadas en la mayoría de los casos por agentes externos,
que al cesar su incidencia permiten el restablecimiento, tal como ocurre en las
intoxicaciones. Por último, el tercer grupo incluye las formas de psicosis distímicas
(manía, melancolía y maníaco-depresiva).
Para el estudio de las psicosis optamos por colocarnos en un punto de vista
clínico que se refleja en el siguiente esquema:

Psicosis Disociativas Simple – Hebefrénica - Catatónica

Manía - Melancolía
Psicosis Distímicas
Crónicas Psicosis maniacodepresiva

Psicosis Delirantes Paranoide – Parafrenia - Paranoica


Psicosis Alucinatorias

Disociativas - Distímicas
Críticas Delirantes - Alucinatorias
Confusionales

Aclaraciones del cuadro


a) Los cuatro grupos de psicosis crónicas tienen un origen predominantemente
psicogenético, aunque en el caso de las psicosis alucinatorias y confusionales es de vital
importancia la acción de factores externos u orgánicos.
b) Cada grupo conforma una familia patológica con formas subsidiarias que
comparten una estructura básica común pero entre grupo y grupo las diferencias son de
estado.
c) Todas las manifestaciones psicóticas del síndrome distímico o psicosis
humorales, tanto en sus apariciones críticas (crisis de manía o melancolía) como crónicas
(círculo maníaco-depresivo) abarcan las psicosis cuyo eje sintomático central es la
alteración de la timia o afecto.
d) Las psicosis delirantes, crónicas y agudas incluyen el delirio paranoide, que es la
única estructura delirante que conduce al déficit.
e) En caso de las psicosis confusionales los factores tóxicos y somáticos tienen
mucha importancia, pero lo que se trata de destacar es la predisposición psicológica de
determinados enfermos a tales cuadros.

I. Formas Crónicas
* Psicosis Disociativas
"La que la totalidad de la experiencia del sujeto esta dividida de dos
maneras principales: en primer lugar, hay una brecha en su relación
con su mundo y, en segundo lugar, hay una rotura en su relación
consigo mismo. Tal persona no es capaz de experimentarse a sí
misma "junto con" otras o "como en su caso" en el mundo, sino que,
por el contrario, se experimenta a sí misma en una desesperante
soledad y completo aislamiento" (R. Laing).

1. Descripción
La esquizofrenia ha sido tomada como el paradigma de las psicosis.
Su rasgo básico es una triple escisión: del sujeto con el mundo, del sujeto con su cuerpo
y del sujeto con su self, lo que la convierte en una perturbación total de la personalidad,
tanto en sus vínculos internos como externos.
Pueden ser consideradas también como psicosis desorganizativas,
porque la desestructuración psíquica es un trastorno fundamental que conlleva la ruptura
del contacto vital con la realidad. Pero el verdadero centro de este cuadro es la
disociación.
2. Etiopatogenia
Sobre el origen de la esquizofrenia existen numerosas posturas,
tanto organicistas como psicogenéticas.
Si bien no puede desconocerse la presencia de factores biológicos y
ambientales en su surgimiento, esta afección es eminentemente psíquica.
Psicoanalíticamente la esquizofrenia representa una regresión
masiva a la etapa oral primaria. La disociación y disgregación actúan como últimos
recursos defensivos, sacrificando la salud en un intento para evitar la emergencia y toma
de conciencia de primitivas relaciones objetales, deseos y ansiedades infantiles.
Desde el punto de vista etiológico, hay que considerar al
esquizofrénico como a un individuo que ha sufrido experiencias traumáticas en los
primeros tiempos del desarrollo de su psiquismo y que debido a su mayor vulnerabilidad
le causan, precisamente, mayor daño. Estas experiencias acortan el período de vida en el
cual el sujeto goza de una completa seguridad "poniendo en peligro la posibilidad de
almacenar una reserva razonable de seguridad y confianza en sí mismo. De esta manera
el niño queda más sensibilizado para las frustraciones de la vida posterior" (O. Fenichel),
y por eso muchas experiencias que, para una persona sin esta predisposición no
significan mucho, ocasionan al sujeto un gran dolor, porque su resistencia a la frustración
se agota fácilmente y cuando llega al límite de la tolerancia, al límite de sus fuerzas
defensivas, escapa a la realidad de su vida presente tratando de reconstruir el mundo
autista infantil.
El surgimiento de una esquizofrenia puede darse, básicamente, de
las siguientes formas:
a) la enfermedad aparece en forma lenta y progresiva invadiendo
paulatinamente los distintos sectores de la personalidad;
b) por síntomas aislados;
c) en forma brusca y aguda;
d) en forma de crisis o brotes que se repiten cíclicamente.
En el siguiente gráfico esta reflejado el conjunto de experiencias que
contribuyen a la organización o surgimiento de las distintas formas de la esquizofrenia.
3. Sintomatología
Las funciones psíquicas, en el esquizofrénico, se encuentran
marcadamente alteradas. Los principales trastornos están ligados a la conciencia, la
sensopercepción, el pensamiento, la afectividad, la motricidad y el lenguaje.
a) Alteraciones de la conciencia del Yo corporal
El trasfondo de estas perturbaciones es la vivencia de cambio
corporal, que el enfermo interpreta como influencias ajenas provenientes del exterior.
Dentro de este grupo hay que incluir:
* Las alucinaciones musculares de Cramer que se dan más
frecuentemente en las formas catatónicas y en las cuales el paciente siente que la cama
se hunde o se levanta o que no tiene peso, que está liviano y capaz de volar o bien
pesado, con dificultad para moverse, a veces cree trasladarse permaneciendo inmóvil,
etcétera.
* Las seudopercepciones vestibulares en las cuales se experimentan
mareos, pérdida del equilibrio, "flotan en el aire", "el piso se mueve", etcétera.
* Las seudopercepciones corporales tales como vivencias de
petrificación, encogimiento, alargamiento, "lleno", "vacío", de fortaleza extraordinaria (o lo
inverso), de "hinchazón" de algún segmento corporal (cabeza, manos, pies), manipuleo y
"desaparición" de órganos viscerales ("me cambian la cabeza", "me ponen un pie en el
lugar de la mano", etcétera.)
* La imagen del doble que consiste en la visión de la propia imagen
corporal tal cual se ve en un espejo, es decir, en la súbita aparición de un doble
verdadero, que puede ser total o reducida a segmentos corporales. El individuo no solo
cree ver su propia imagen corpórea, sino que también tiene la sensación de hallarse en
intima relación material-espiritual con ella.
Hecaen y De Ajuriaguerra sostienen que "...la aparición del
fenómeno heutoscópico, el desdoblamiento se presenta como regresión a los momentos
integrativos de la conciencia del cuerpo y de sus relaciones con el otro; el individuo revive
esos estados donde el yo de interoceptivo se vuelve visual. Así llegan a concretizarse de
nuevo sus esfuerzos por escaparse de la realidad del yo vivido".
b) Alteraciones de la conciencia del "Yo psíquico"
* Las alteraciones de la conciencia de la actividad del Yo llevan al
individuo a la despersonalización en donde los sucesos psíquicos son realizados con la
conciencia de no pertenecer, de ser extraños, automáticos, como si fuesen originados en
otra parte.
Este fenómeno puede observarse desde su grado más profundo en
el demente, pasando por el tan típico y específico en el esquizofrénico, hasta llegar al
menos acusado, pero también evidente, que se detecta en el neurótico, especialmente en
la histeria. Sin embargo, en ningún enfermo mental se nos muestra este trastorno tan
clara y expresivamente como en el esquizofrénico.
* Las alteraciones de la conciencia de la unidad del Yo incluyen las
experiencias de desdoblamiento, escisión o disolución del Yo, el sentimiento de partición
del Yo en dos o más fracciones que, aún coexistiendo, actuaran cada una por su lado, sin
que entre ellas exista armonía. Dicha escisión ya fue subrayada por E. Bleuler
permitiéndole denominar esquizofrenia a esta enfermedad y sostener al mencionado
fenómeno como el trastorno fundamental de esta psicosis.
Esta escisión es claramente vivenciada por el esquizofrénico,
especialmente cuando la psicosis se inicia gradualmente, quien se manifiesta perplejo al
notar la contraposición de "sus" Yo, su incapacidad para sincronizar sus deseos y afectos,
como si en él coexistieran dos o más personas con opiniones contrapuestas.
Este Yo dividido lleva al enfermo a dialogar consigo mismo, como si
fueran dos personas. Esta es la razón por la que estos enfermos hablan solos, pero no
con las características de un monólogo, sino de un diálogo como si realmente tuvieran un
interlocutor.
Estos fenómenos, para Cabaleiro Goas, son vivenciados por estas
personas como una verdadera "disolución de su Yo". Perciben la amenaza cierta e
inminente que se cierne sobre su Yo, no sólo a través de la irrupción de lo externo, de lo
ajeno en el propio Yo, sino de esa falta de coordinación y de armonía de sus funciones
psíquicas, de la vivencia de esas contradicciones, de esa disgregación y de la ausencia
de armonía entre ellas. Puede decirse que el esquizofrénico "presiente" la acción
disolvente del proceso sobre su Yo.
* Las alteraciones de la conciencia de la identidad del Yo son
trastornos frecuentes y consisten en que el esquizofrénico vivencia su Yo transformado,
distinto de su Yo anterior ("no soy el mismo que era antes de enfermar", "me han
cambiado"). El denominado "signo del espejo" (el enfermo se contempla repetidamente
en el espejo) es expresión de este trastorno de la conciencia, pues con ello trata de
comprobar si sigue siendo el mismo, dado ese sentimiento de extrañeza y de mutación
del propio Yo, que experimenta. En estados terminales, con intenso deterioro de la
personalidad, llegan a hablar de sí mismos en tercera persona, pues realmente se
vivencian como "otros".
* Las alteraciones de la conciencia del Yo en oposición a lo externo
es en realidad el efecto de las anteriormente descriptas, que conducen a esta vivencia de
fusión del Yo con el mundo externo, a la unificación con los objetos que lo rodean; a una
fusión de lo subjetivo con lo objetivo y viceversa. Lo que le sucede a un objeto o a otra
persona, el esquizofrénico lo experimenta como si le sucediera a él. Se trata de la
irrupción del mundo exterior en su Yo.
c) Alteraciones de la conciencia del "Yo personal"
Los trastornos de este grupo incluyen la sensación del Yo como "no
encarnado", como carente de alma, o bien, experimentando el "Yo personal" totalmente
escindido, como si el cuerpo y la psique fueran dos Yo distintos, que actúan cada uno por
su cuenta sin ninguna interrelación entre ambos.
Laing describe la vivencia del Yo "no-encarnado", diciendo que el
"individuo experimenta su yo como si estuviese más o menos divorciado de su cuerpo. Se
siente el cuerpo más como un objeto entre objetos, en el mundo, que como la médula del
propio ser del individuo. En vez de médula de su verdadero yo se siente el cuerpo como
si fuese la médula de un falso yo, a la que un yo "interior", "verdadero", separado, no
encarnado contempla con ternura, diversión u odio, según los casos".
La tendencia a la interiorización, a la introversión del esquizoide, que
le hace vivir dentro de sí, sumido en una rica vida interior llena de fantasías, aislándose
de la realidad exterior, es expresión de ese Yo no-encarnado. El cuerpo se halla, pues,
disociado del Yo, parcialmente en el primer caso, y totalmente en el segundo.
Tal vivencia de apartamiento corporal del Yo conduce
frecuentemente al esquizofrénico a sentirse como "inexistente", a decir que "está muerto".
En otras ocasiones, el Yo es vivenciado como carente de alma. Solo
se siente el cuerpo, como si el fuese el único componente del "Yo personal". El
esquizofrénico se siente, en este caso, vacío, falto de sentimientos, incapaz de pensar, de
actuar, con inercia psíquica y ausencia total de "interioridad".
d) Alteraciones sensoperceptivas
* Las alucinaciones esquizofrénicas pueden afectar todos los
sentidos, si bien ciertas vivencias alucinatorias parecen más especificas .
Entre las alucinaciones auditivas que son las más frecuentes, se
destacan las frases imperativas (que ordenan determinados actos); los fonemas
dialogados (entre el enfermo y personas que le hablan) y el eco del pensamiento (el
enfermo cree escuchar sus propios pensamientos, como si antes de ser emitidos fueran
pronunciados dentro de su cabeza).
Para el esquizofrénico sus alucinaciones auditivas tienen una
significación especial, pues tiene el convencimiento de que las voces se disponen
deliberadamente de forma que el no tenga más remedio que escucharlas.
En el área visual son más frecuentes las ilusiones que las
alucinaciones.
Las alucinaciones cenestésicas o corporales son las principales
contribuyentes de la despersonalización de estos enfermos (sienten que los "tocan",
"pinchan", "sujetan"; que sus órganos son "retorcidos", "mordidos", "destrozados"). Al
principio tales alucinaciones les provocan una viva extrañeza, ante la cual adoptan una
actitud de perplejidad; situación que se desvanece más o menos cuando les encuentran
una explicación que casi siempre es de tipo delirante.
Las alucinaciones extracampinas, denominadas así porque escapan
al campo sensorial, explican bien el valor de la idea como fenómeno productor de las
falsas percepciones, puesto que en ellas se prescinde de las fuentes sensoriales hasta tal
punto, que el enfermo pretende ver lo que se encuentra por detrás o que de algún modo
escapa al campo sensorial del sentido con el cual pretende percibir.
e) Alteraciones del pensamiento
* La rigidez del pensamiento es una alteración del curso del
pensamiento que consiste en la fijación inmutable, persistente e inmodificable de una idea
directriz; es decir, el pensamiento aparece "canalizado" en un determinado sentido del
que es imposible desviarlo. Este trastorno se ve favorecido por un empobrecimiento de
las sensopercepciones y representaciones, como así también por una lentificación de los
procesos de asociación y de comprensión, todo lo cual depende principalmente de la gran
disminución de la actividad psíquica global de estos pacientes.
* La perseveración del pensamiento es también una alteración del
curso del pensamiento. Se trata de "la repetición automática y frecuente de
representaciones (preferentemente verbales y motrices), que son introducidas como
material de relleno en los casos en que existe un déficit en la evocación de nuevos
elementos ideativos" (Pick) y generalmente señala el inicio de la disgregación del
pensamiento.
* La estereotipia del pensamiento es una manifestación patológica
caracterizada por la repetición continua de frases o palabras, que se intercalan en
cualquier momento del curso del pensamiento, con la particularidad de que no participan
ni tienen relación alguna con el tema, por lo que no interfieren ni desvían su curso. Esta
característica es fundamental para diferenciarla de la perseveración.
En la perseveración se emplean términos que se repiten como
estribillo, con el fin de obtener tiempo para enlazar los conceptos en un pensamiento de
curso lento y progresión torpe. En la estereotipia el pensamiento puede conservar su
fluidez habitual y como no se relaciona con el tema ni participa de éste, no se la puede
considerar como parte del pensamiento en curso. La perseveración, en cambio, interviene
en el curso del pensamiento, cuya progresión dificultosa trata de favorecer.
* La interceptación del pensamiento es un síntoma de gran
importancia diagnóstica en la esquizofrenia que, según Carlos R. Pereyra, tal vez el único
verdaderamente patognomónico, consiste en la interrupción brusca del curso del
pensamiento, y que afecta no solamente al pensar, sino también la acción y la psique en
general.
En ocasiones, esta interceptación es solo momentánea, pudiendo
reanudarse el hilo del pensamiento anterior, o bien, reiniciarse uno diferente; en otras
oportunidades es de mayor duración, y provoca en el enfermo un verdadero estado de
perplejidad.
La interceptación puede ser confundida, por su brusquedad, con la
ausencia epiléptica. El enfermo esquizofrénico, en un intento de vencer el obstáculo,
masculla algunas palabras o realiza desordenadamente algunos actos inconclusos, con lo
que la semejanza con el petit-mal se hace mayor. La ausencia se acompaña
frecuentemente de actos desordenados y musitaciones incongruentes, pero la diferencia
con este último trastorno radica en la impresión subjetiva. Mientras la ausencia llena su
paréntesis, con un vacío absoluto, del cual no tiene conciencia el enfermo, la
interceptación es subjetivamente un paro, una detención consciente y sufrida.
Cabaleiro Goas sostiene que la interceptación del pensamiento (o de
la acción, o de ambos) es un síntoma más primario que el fenómeno del "robo del
pensamiento" que otros autores consideran como una vivencia de las más primitivas del
proceso esquizofrénico.
* El robo del pensamiento es un síntoma de gran valor diagnóstico
en el cual el enfermo siente que le ponen o le quitan ideas, que se apoderan de sus
pensamientos.
* La disgregación del pensamiento fue señalada por Bleuler
conjuntamente con el autismo y la ambivalencia afectiva, como uno de los síntomas
fundamentales de la esquizofrenia. Esta disgregación surge cuando la idea directriz es
incapaz de reglar y conducir la progresión del pensamiento hacia su objetivo lógico. Al
perder su direccionalidad, el pensamiento continúa su curso en forma irregular y
anárquica canalizándose en diversas direcciones, aceptando imágenes e ideas absurdas,
sin ninguna relación con la idea central y rectora, de tal forma que al expresarse
verbalmente resulta ininteligible para su interlocutor.
Aclara Betta que este pensamiento es fragmentariamente
comprensible, puesto que las ideas asociadas por el tema que lo inició son afines y
surgidas mediante mecanismos y leyes asociativas lógicas. Pero como estos fragmentos,
por la falta de idea directriz, no se conectan entre sí de una manera lógica, el
pensamiento, tomado en su totalidad, resulta ilógico e incomprensible.
* La incoherencia del pensamiento es entendida por algunos autores
como una alteración del curso del pensamiento (sería una acentuación del pensamiento
disgregado); por otros, como una alteración del contenido (es el resultado de una
conciencia obnubilada).
Este pensamiento incoherente, totalmente ininteligible y caótico, es
expresión de la profunda alteración de toda la personalidad, en donde los contenidos
mágico-arcaicos del inconsciente encuentran vía libre hacia la conciencia y entran a
formar parte del contenido caótico del pensamiento esquizofrénico, contribuyendo de este
modo a conformar una presentación anárquica.
Resumiendo: el pensamiento incoherente aparecer siempre como
expresión de una profundísima perturbación de la personalidad, lo que se revela por una
incoherencia total de sus actividades.
f) Alteraciones de la afectividad
* En la ambivalencia afectiva, el enfermo experimenta, en un mismo
momento, sentimientos opuestos (amor-odio; alegría-pena; etc.), lo que conduce a una
inestabilidad constante de la afectividad que oscila entre ambos polos, con una evidente
repercusión sobre la conducta del sujeto que es impulsado en sus actos en uno y otro
sentido, porque al mismo tiempo desea y rechaza, o desea y teme su ejecución. En
situaciones extremas puede cometer actos punibles contra personas queridas y a
continuación arrepentirse sinceramente.
Este síntoma es un exponente más de la discordancia y disgregación
psíquica global que afecta a estos enfermos.
* La rigidez afectiva consiste en la falta de elasticidad, modulación y
gracia en las expresiones y actitudes del enfermo esquizofrénico.
Habitualmente existe en estos enfermos un estado de ánimo básico,
que puede ser eufórico, triste, ansioso, etc.; pero tal afecto fundamental carece de
resonancia y modulación y por ello no se exterioriza de manera adecuada. Es decir, el
afecto habitual permanece inmutable, sean las que fueren las vivencias y
representaciones mentales que se estén dando en ese momento.
* La indiferencia afectiva es una manifestación sintomática que
generalmente anuncia el comienzo de la esquizofrenia. Aparece como falta de cariño a
padres y amigos, insensibilidad ante la felicidad y la desgracia, falta de interés por
relaciones sociales, deportes, viajes, placeres, etc. ("todo me es completamente igual",
dice el esquizofrénico encogiéndose de hombros).
La indiferencia afectiva llega en algunos casos, a tal grado, que
parece atrofiada la tendencia a la conservación. El enfermo se despreocupa de sus
necesidades vegetativas, y le importan poco las temperaturas más extremas; no teme al
dolor y permanece impasible en su cama ante un caso de peligro externo.
La aparente indiferencia de estos enfermos no indica que son
incapaces de sentimientos, sino que se desentienden de ellos y de aquí su indiferencia.
* Las paratimias son reacciones afectivas contrarias al afecto
desencadenado; los sujetos reaccionan con alegría a los acontecimientos tristes, y
viceversa; un cordial saludo los saca de quicio y agreden o insultan.
Frecuentemente este síntoma se acompaña de paramimia, falta de
adecuación en los movimientos de la expresión, de manera tal que placer o displacer no
se manifiestan con adecuados tonos de voz, gesticulación o actitudes, sino muchas veces
con los contrarios.
* La perplejidad, que no es un síntoma exclusivo de la esquizofrenia
(puede aparecer en la confusión mental, melancolías, etc.), surge como un sentimiento
complejo para cuya estructuración concurren varios estados afectivos, como ser
sentimientos de extrañeza, de desconcierto, de asombro, de duda y desconfianza, que
revelan que el enfermo no sabe o no acierta a entender cuál es su situación.
* Las neotimias son estados afectivos nuevos, extraños y fuera de lo
común. En ellos el enfermo experimenta una sensación de cambio, de transformación en
su "mismidad". Se siente diferente de como era antes. Los más frecuentes de estos
sentimientos son: de cambio y de transformación, de despersonalización, de muerte y
reencarnación, de transformación del mundo circundante.
g) Alteraciones conativo-motrices
Los trastornos conativo-motrices de los esquizofrénicos, cuando
están presentes, sirven para caracterizar, por sí solos, a una forma clínica
esquizofrénica : la catatonía.
Las alteraciones de este tipo más frecuentemente observadas en el
enfermo esquizofrénico son:
* La hipobulia, que consiste en la disminución de la actividad
voluntaria. Según Betta, la hipobulia es más aparente que real, pues a pesar de que esta
disminución es bien evidente en lo referente a las relaciones con el medio ambiente, no
ocurre así en lo que respecta a las demandas de la vida interior del enfermo. Se trata, en
consecuencia, dice Betta, de una inversión de valores.
* El manerismo, que consiste en la realización de movimientos
"amanerados", es decir, faltos de espontaneidad y de soltura, de carácter artificial y
teatral. El manerismo en el esquizofrénico "es la consecuencia del ejercicio de un control
descontrolado de todos los actos"(Betta).
A la exageración del manerismo, que culmina en gestos y actitudes
forzadas, carentes totalmente de soltura y de naturalidad, se la denomina extravagancia.
Cuando las extravagancias se repiten en forma perseverante reciben la denominación de
estereotipias, que pueden ser "de actitud" como en el catatónico o de "movimiento".
* La ecopraxia es la imitación de actos realizados por otras personas.
Puede ser expresión de una sugestibilidad patológica, de un aumento de automatismo o
de una intención de juego o de aprendizaje.
* La interceptación cinética es la interrupción brusca de una acción
ya empezada, en la que el enfermo conserva la posición adquirida. En realidad, esta
manifestación tiene su origen en el análogo trastorno del pensamiento, del que no
constituye más que una objetivación motora, puesto que la actividad voluntaria es puesta
en funcionamiento y dirigida por el pensamiento y las funciones psíquicas.
* El negativismo puede ser pasivo (desobediencia sistemática y
resistencia a los movimientos sugeridos) o activo (ejecución de actos contrarios a los
solicitados). La resistencia del enfermo negativista es sistemática, se opone a todo, se
resiste aun contra sus intereses personales. Se lo considera como una objetivización de
la interceptación de la voluntad.
Cuando el negativismo se produce exclusivamente a nivel de la
ingestión de alimentos, el trastorno se denomina "sitofobia", pero hay que ser muy cautos
en su interpretación, pues es posible que obedezca a un mecanismo diferente (miedo al
envenenamiento, actitud de protesta, etc.) de lo que lo caracteriza.
La obediencia automática es el síntoma opuesto al negativismo,
consistente en que el enfermo ejecuta inmediatamente y sin reparo todas las órdenes que
recibe, por absurdas y molestas que ellas sean.
* La flexibilidad cérea o catalepsia es una manifestación propia de la
catatonía, que consiste en la exageración del tono postural, a raíz de lo cual las masas
musculares adquieren, al ser movidas pasivamente, cierta plasticidad, y los miembros y
segmentos corporales pueden conservar largo tiempo las actitudes impresas,
manteniéndose en posiciones inverosímiles, hasta que cede el tono muscular por
agotamiento físico y caen los miembros por acción de la gravedad.
h) Alteraciones del lenguaje
El lenguaje, en la esquizofrenia, está desviado de su función
primordial. Se transforma en un simbolismo personal, reducido o proliferante; emanación
de un mundo de im genes que el enfermo parafrasea sin expresarlo, como sucede en el
sueño.
Las alteraciones del lenguaje en sus diversas formas (oral, escrito,
mímico) son variadas en la esquizofrenia, y pueden obedecer a diversas patogenias, pero
en general deben ser consideradas como síntomas secundarios, es decir, derivados de
otros preexistentes.
* Las alteraciones de la forma y estilo son, según Mira y López, las
alteraciones más características; el lenguaje oral y mímico se presenta con un estilo
peculiar, que inclusive contrasta con el habitual de la personalidad prepsicótica. El
lenguaje puede ser pedante, rebuscado, fatuo y altisonante, o bien reticente, oscuro,
apagado y misterioso, monosilábico o logorreico. Pero casi siempre en su estilo se nota
un algo de "extrañeza", de falta de "sinceridad" y "espontaneidad". Su forma expresiva es
por lo general extravagante, complicada y artificial y nos da la sensación de que el
enfermo "no siente lo que dice o no dice lo que siente", aun cuando el contenido resulte
comprensible. En conjunto "no hay integración en las configuraciones expresivas".
* Los neologismos son vocablos o términos creados por el enfermo
provistos de significado para él, pero totalmente absurdos e incomprensibles para el resto
de la gente.
* Las estereotipias verbales consisten en la repetición de palabras o
frases que se intercalan en la conversación, en forma incoherente, ilógica y carente de
sentido. La repetición estereotipada de las mismas frases y palabras (durante horas, y a
veces días) se llama verbigeración.
* La jergafasia es un profundo trastorno de la expresión verbal que
conduce a un lenguaje confuso e incoherente, a una verdadera "ensalada de palabras".
* El mutismo es otra perturbación del lenguaje que, aunque por
defecto, es una de las más típicas manifestaciones de la esquizofrenia. Es raro el
paciente que en algún momento de su enfermedad no ha exhibido una fase de mutismo,
durante la cual no hay medio humano de hacerle hablar, a pesar de que sin duda
comprende cuanto se le dice y puede además contestar. El esquizofrénico en mutismo no
habla porque no tiene nada que decir.
* Las musitaciones, los monólogos y las pararrespuestas son tres
trastornos significativos. En el primero el enfermo habla en voz baja consigo mismo y en
el segundo en voz alta añadiendo gestos y ademanes y dirigiéndose a un auditorio
imaginario. Finalmente las pararrespuestas son contestaciones desconcertantes, sin
ninguna relación con la pregunta.
* Las alteraciones de la escritura, dibujos y producciones gráficas. En
esta área aparecen alteraciones del mismo sentido y valor que en el lenguaje oral:
neografismos, estereotipias, verbigeraciones, amaneramientos, imágenes fantásticas,
cuadros y poemas extraños, simbólicos, abstractos.

4. Formas clínicas
Las formas clínicas en las cuales clasificamos las psicosis
disociativas son tres: simple, hebefrénica, y catatónica.
a) Esquizofrenia simple
Se caracteriza por la ausencia de síntomas "activos" (alucinaciones -
ideas delirantes - síntomas catatónicos) y por un empobrecimiento creciente, primero de
la vida afectiva, y luego de toda la actividad psíquica en general. Es crónica, insidiosa y
lentamente progresiva. En todos los casos se van acentuando los rasgos del carácter
esquizoide. El individuo se hace más retraído y extravagante y paulatinamente abandona
sus actividades (estudio, profesión, trabajo) evolucionando hacia un estado de apatía y
perplejidad característico de esta forma clínica. Al cabo de un tiempo más o menos
prolongado (10-20 años), el enfermo está tan dominado por su apatía e indiferencia total
que es incapaz de valerse por sí mismo, por lo cual acaba su vida, si no se logra su
remisión, en una institución hospitalaria.
En este tipo clínico, "la destrucción de la personalidad evoluciona
silenciosamente, observándose tan sólo la progresiva incapacidad del enfermo para con
sus obligaciones sociales". (Mira y López)
b) Esquizofrenia hebefrénica
Es la forma clínica de aparición más precoz y según Mayer-Gross
tiene las siguientes características: falta de síntomas productivos, frecuencia de brotes sin
progresión del proceso destructivo de la personalidad y la alternancia periódica de hipo e
hiperactividad, cambios del humor, que oscilan entre la distimia hipocondríaca y la euforia
insulsa e impertinente. La ausencia de alguno de estos signos puede motivar dificultades
diagnósticas en los casos en que las perturbaciones del pensamiento no son muy claras.
Así, no es raro que en el período inicial se confundan bastante casos de esquizofrenia
hebefrénica con la psicosis maníaco-depresiva o con simples trastornos neuróticos
(neurastenia, en la fase de hipoactividad, e histeria, en la fase agitada). No obstante,
llama la atención la falta de emoción con que afirman las más peregrinas y absurdas
ideas hipocondríacas y en las fases de agitación, la jocosidad, la vacuidad que revelan
sus amanerados gestos, sus extravagantes payasadas, sus petulantes y disgregadas
disertaciones, en las que casi siempre pueden sorprenderse las formas verbales
características del pensamiento esquizofrénico.
c) Esquizofrenia catatónica
Así como en la forma hebefrénica resaltan las alteraciones afectivas,
en esta forma clínica predominan las perturbaciones psicomotoras. En esta esfera
alternan los períodos de hipocinecia, acinecia y estupor, con los de agitación motriz
violenta.
Henry Ey describe variedades clínicas de la catatonía:
- estupor catatónico: estado de inercia, de inactividad, en el que
predominan los signos negativistas y sobre los cuales sobrevienen bruscos accesos de
agitación, que pueden durar semanas y aun meses;
- agitación catatónica: caracterizada por una violencia extrema;
- catatonismo: forma mínima de catatonía;
- catatonía periódica: episodios catatónicos separados por
remisiones.
5. Las fases de organización de la esquizofrenia
Lo común a todas las formas clínicas es que este proceso morboso
tiene dos fases. En la primera de ellas, la de desestructuración de la personalidad, el
sujeto evoluciona hacia la ruptura con la realidad. Se caracteriza por un conjunto de
conductas que se pueden agrupar en los síndromes de despersonalización y de
disgregación. El primero incluye la vivencia de cambio y el signo del espejo.
La vivencia de cambio se da en tres niveles: cuerpo (extrañamiento),
Yo (despersonalización) y mundo (desrealización). El signo del espejo es la búsqueda
desesperada del enfermo por controlar esos cambios.
El síndrome de disgregación consiste en la pérdida de unidad del
individuo, que se traduce, clínicamente, en alteraciones de las funciones psíquicas
(disgregación del pensamiento, ambivalencia, extravagancia, impenetrabilidad,
desapego).
La segunda fase es la restitutiva, período durante el cual el enfermo
trata de vincularse con el mundo, con los medios y conductas a su alcance: delirios,
alucinaciones, etc., siendo estos síntomas secundarios.
6. Terapéutica Floral
En términos generales las esencias florales actúan como remedios
complementarios en el campo de las psicosis y en especial de las disociativas. La
práctica clínica ha permitido apreciar efectos significativos: disminución importante de la
medicación psicofarmacológica, distanciamiento de crisis y brotes, mejoría en la calidad
de vida, incremento de los signos restitutivos positivos y mejor comunicación. Sin
embargo, no se han podido, hasta el momento, registrar curaciones de modo sistemático,
si bien existen algunos casos en los cuales hay que aludir a la acción conjunta de varios
sistemas terapéuticos administrados simultáneamente.
Las flores que actúan benéficamente en esta forma clínica son: Star
of Bethlehem, Elm, Clematis, Cherry Plum, Crab Apple, Holly, Water Violet, Waratah,
Sundew, Tall Yellow Top, Mariposa Lily, Sunflower, Canyon Dudleya, Wild Rose, Sweet
Chestnut, Aspen y los remedios de emergencia en especial el Rescue Remedy. También
han dado excelentes resultados: Dahilia, Gum Plant, Numteg, Monkshod y Silk Tree.

* Psicosis Distímicas
"...se caracterizan por su evolución cíclica, por la alteración del humor
que acarrean, ya sea en un sentido depresivo (la melancolía), ya sea
en un sentido de exaltación (la manía), y por la posibilidad de ver
cómo al enfermo le sobrevienen unas veces accesos maníacos y otras
veces accesos melancólicos" (Y. Poinso).

1. Descripción
Es la denominación clásica del grupo de enfermedades mentales
conocidas como Manía, Melancolía, Psicosis Maníaco-Depresiva (o Psicosis Circular) y
las combinaciones posibles que de estos estados básicos se derivan.
Sus rasgos semiológicos son fundamentalmente la alteración
patológica del humor que se transforma en manía, con la hiperexcitación de las funciones
psíquicas, y la hipoexcitación de éstas, unidas a un estado de inhibición generalizada,
astenia y pena, que se convierte en depresión y melancolía.
El Síndrome Distímico, en todas sus formas de presentación,
corresponde a una etapa más evolucionada del sujeto, en comparación con las psicosis
esquizofrénicas, e implica por lo tanto un menor grado de regresión psicótica. Las raíces
de esta alteración hay que buscarlas, desde el punto de vista dinámico, en una fijación
oral-secundaria o canibalística y en un fracaso de la reparación de los objetos amados,
que lleva al sujeto al sentimiento de destrucción (melancolía) o de omnipotencia (manía).
2. Etiopatogenia
Para que cualquiera de los cuadros en los que se manifiesta el
síndrome distímico invada la personalidad de un sujeto es imprescindible la presencia de,
por lo menos, un juego combinado de cuatro factores:
- Hipersensibilización constitucional del erotismo oral
- Fijación de la libido en la etapa oral secundaria
- Herida al narcisismo infantil por desengaños en el amor antes de la
resolución edípica
- Repetición de experiencias de desengaño en la vida posterior del
sujeto, que son evocativas del primer abandono
Dejando de lado los factores constitucionales del sujeto al nacer, que
puede predisponer a estas particulares patologías, vamos a referirnos a las experiencias
vitales, pasadas y/o actuales, que dan lugar a la organización distímica psicótica de la
personalidad, es decir, a la segunda y tercera de las series complementarias.
La segunda serie complementaria abarca las vivencias infantiles y
describe de qué manera y en qué medio el sujeto se educó y creció, las relaciones
familiares, los vínculos entre los padres, la relación padres-hijos y los sistemas de normas
y valores aprendidos.
Si efectuamos un análisis retrospectivo de la infancia de los
pacientes distímicos, podemos arribar a un conjunto de conclusiones sobre la dinámica
de su núcleo familiar y en donde se destaca especialmente el deseo de los padres por
aceptarlos, cuidarlos y protegerlos. Este deseo está más dictado por una exigencia moral
que por un sentimiento de entrega. Pero igualmente, sin considerar las motivaciones, la
madre especialmente, quiere dar y proveer al niño de todo aquello que satisfaga sus
necesidades. Esta situación es aceptada, "el deseo de la madre es recibido", de tal forma
que paulatinamente el bebé, educado en la escuela de la receptividad, "desea aceptar
todo lo que se le ofrece" y se torna dependiente del suministro de afecto y alimento de la
madre.
Esta receptividad que se manifiesta en primer término hacia la
madre, se generaliza posteriormente hacia la totalidad de adultos significativos y los
"valores que éstos le trasmiten". "Esta receptividad y aceptación lo predispone también a
una introyección exagerada o patológica" (A. Glouer), lo que lo convierte en un
conformista.
A partir del segundo año de vida "una nueva actitud de la madre
cambia radicalmente el medio ambiente del chico y lo deja expuesto a severos traumas.
La madre continúa cuidándolo pero menos que antes y ahora le exige cosas. El chico
recibir afecto y cuidados siempre que acepte las exigencias de sus padres y trate de vivir
de acuerdo con ellas" (A. Glover).
Son varias las experiencias que pueden llevar a la madre a cambiar
su actitud, pero por lo general se trata del nacimiento de un nuevo hijo. La madre, que
fomentó la receptividad crea, ante esta nueva situación, un clima de expectación y
exigencias a las cuales el chico debe adaptarse para ser querido.
Con el nacimiento de un hermano las relaciones padres-hijo se
transforman porque la misma fuerza que impulsó a los padres a cuidarlo, los lleva ahora a
proveer lo mismo al nuevo hijo. No se trata de que los padres descuiden objetivamente al
niño, sino que al tener que compartir el tiempo se ocupan de él de una manera distinta. El
chico vive esto como un desengaño amoroso, vivencia que se transforma fácilmente en la
de abandono y que tiene que ser manejada de tal forma que le permita adaptarse a la
nueva situación y a las nuevas condiciones y exigencias que ésta le plantea. Cabe
preguntarse entonces: ¿qué hace el chico?
Glover lo define diciendo que "para adaptarse a la nueva situación el
chico acepta las expectativas de sus padres, debe vivir de acuerdo con ellas, no importa
cuán pesadas sean. Sólo obedeciendo puede conseguir el amor que gozaba siendo bebé
o por lo menos mantener el que está recibiendo. Si no hace lo que se espera de él va a
ser castigado: la madre le quitará totalmente su amor. La ansiedad de ser incapaz de
satisfacer las expectativas de sus padres se convierte en sentimiento de culpa, porque no
ha cumplido con lo que se esperaba de él. Cuando se siente culpable, espera el castigo;
desea ser castigado porque el castigo es el menor de los males; mucho más grave sería
perder el amor de su madre. Si no es castigado, frecuentemente se esfuerza por
autocastigarse".
Pero esta situación genera en el niño un conjunto de sentimientos de
odio contra esos padres que lo han llevado a asumir tantas responsabilidades. Es
frecuente que aparezcan, por ejemplo, las rabietas infantiles tan temidas por los padres,
pero el resentimiento actuado o fantaseado lleva, en la dinámica interna del niño, a un
sentimiento de culpa y sobre todo de desvalorización. Son éstos los sentimientos que
priman en las patologías distímicas.
cuadro
Hemos descripto hasta ahora algunos de los elementos dinámicos
que intervienen en el juego de la segunda serie complementaria. Vamos a referirnos a la
tercera serie.
Los factores precipitantes de la psicosis maníaco-depresiva pueden
sintetizarse bajo un denominador común: la pérdida por parte del sujeto de un objeto
importante para él (equivalente simbólico de la Madre). Los que más usualmente pueden
encontrarse son: la muerte de un ser querido (padres, pareja, amigos, maestro, etc.), el
fracaso en un importante proyecto de vida (pareja, trabajo, etc.), la pérdida de objetos en
los cuales se había depositado una fuerte carga afectiva.
Decíamos que el niño hace lo imposible por conservar el amor de la
madre. Las situaciones precipitantes son el patético testimonio de que en la lucha por ese
amor el sujeto ha sido vencido y su melancolía no sólo se debe a la efectivización de un
viejo temor (ser abandonado), sino también a que el sujeto vive ese hecho como
producido por su causa y responsabilidad y por lo tanto se siente culpable de haber
dañado irremediablemente el objeto que para él es tan vital conservar. Esto es el drama
del melancólico: temer dañar con su amor.
Dentro de este análisis etiológico es conveniente aclarar que no
todas las patologías distímicas son fruto de una construcción psicogenética, también
pueden estar originadas por procesos orgánicos, infecciones, post-traumáticos o tóxicos.
En el gráfico anterior está reflejado el conjunto de experiencias que
desde la perspectiva de las series complementarias contribuyen al surgimiento de las
diversas patologías distímicas.

3. Formas clínicas
Las psicosis distímicas incluyen tres cuadros clínicos básicos: manía,
melancolía y psicosis maníaco-depresiva.

a) Manía
* Definición y cuadro clínico
Si bien puede llegar a estructurarse una patología maníaca como
una cronicidad del Yo y de sus funciones, por lo general se manifiesta clínicamente en
forma de crisis, que reciben el nombre de "accesos maníacos".
Su forma de comienzo puede ser súbita y violenta o progresiva. Esta
última está acompañada de síntomas prodrómicos que la preanuncian. Una vez que este
proceso morboso irrumpió en la personalidad se inicia una "agitación generalizada que
puede llegar al "furor", junto a la exaltación y al desorden de los procesos psíquicos" (H.
Ey), instalándose un complejo sintomático, de las siguientes características:
. Aceleración de las representaciones mentales
. Asociación de ideas rápida e inestable
. Atención dispersa
. Exaltación imaginativa
. Flujo de palabras y frases en forma continua
. Humor inestable
. Fuga de ideas
. Excitación psicomotriz
. Pérdida del sueño, aumento del apetito, mayor resistencia a la
fatiga, pulso acelerado, palpitaciones, etcétera.

* Formas Clínicas
Las formas clínicas en que pueden agruparse las manías son, según
H. Ey cuatro: semiológicas, etiológicas, evolutivas y mixtas.
Las primeras incluyen: la Hipomanía, la Manía Delirante y
Alucinatoria, Manía Sobreaguda y Estados Mixtos Maníaco-Depresivos.
* La hipomanía. "Se trata de un estado de agitación que ha sido
llamado forma benigna, forma atenuada, forma menor de la excitación maníaca. Se
considera que es cada vez más frecuente.
Este estado hipomaníaco puede ser caracterizado de un modo
descriptivo por un humor fundamentalmente jovial, eufórico, una superabundancia de
ideas y de actividad.
La exuberancia del pensamiento y del lenguaje se expresa por una
gran facilidad en la conversación y sobre todo por una abundancia excesiva de la palabra
y de los escritos. En el grado más ligero el sujeto pasa por vivo, espiritual, inteligente,
brillante, pero rápidamente se torna agresivo, irritable, autoritario, sarcástico. En el campo
de la actividad, el hipomaníaco tiene un comportamiento bastante característico: está
constantemente en actividad, siempre necesita hacer alguna cosa, no parece descansar
nunca o experimentar cansancio. Toma numerosas iniciativas y se embarca en empresas
múltiples y dispersas que muy raras veces son terminadas. Como el control moral está
más o menos alterado, puede entregarse a excesos sexuales o a una agitación tan
desordenada que a veces llega a ponerse en situaciones delicadas desde el punto de
vista médico-legal (prodigalidad, alteración de la conducta sexual, etcétera).
El comportamiento hipomaníaco puede constituir una crisis, pero
también un carácter cuyas variaciones deben ser apreciadas (H. Ey).
* Manía delirante y alucinatoria. "Como hemos dicho
anteriormente, en el acceso maníaco franco no existen ni delirio propiamente dicho ni
alucinaciones. Sin embargo, en ciertas formas con una desestructuración más profunda
de la conciencia se observan "experiencias delirantes", caracterizadas por su movilidad,
su carácter cambiante y su mínima organización; los temas vivenciados acostumbran ser
los de grandeza y poderío, y más raramente los de persecución. La mayoría de las veces
se trata de fabulaciones inconscientes, de un "delirio verbal". La actividad alucinatoria,
ciertos elementos pertenecientes al síndrome de automatismo mental (alucinaciones
psíquicas y psicomotrices), los sentimientos de influencia y sobre todo de inspiración
profética se presentan con frecuencia en esta "experiencia delirante" maníaca". (H. Ey).
* Manía sobreaguda o furor maníaco. "Se caracteriza por una
agitación con marcado oscurecimiento de la conciencia.
En esta forma pueden observarse rechazo de alimentos y signos
orgánicos graves de agotamiento: deshidratación, hipertermia, etc., los cuales, en su
forma externa, se confunden con el cuadro del 'delirio agudo'." (H. Ey)
* Estados mixtos maniacosdepresivos. "En ocasiones, junto a los
síntomas maníacos se imbrican síntomas de la serie melancólica. Esta imbricación,
característica de los estados mixtos, es comprensible si se tiene en cuenta que manía y
melancolía son los dos términos antagonistas de una misma estructura conflictiva de la
conciencia. Kraepelin describió una serie de estados mixtos que, yendo de los más
maníacos a los más melancólicos son: la manía acinética - la manía depresiva - la manía
improductiva - el estupor con elementos maníacos - la melancolía agitada. " (H. Ey)
Las formas etiológicas pueden ser divididas en cinco grandes grupos
derivados de los distintos factores que influyen en la formación del cuadro. Estas formas
son: manía senil y presenil, acceso maníaco tóxico, acceso maníaco postraumático,
estados maníacos en las afecciones cerebrales y estados maníacos en los síndromes
endocrinos.
* Acceso maníaco senil y presenil. Los trastornos de la nutrición
celular de origen vascular o las autointoxicaciones por insuficiencia de los diversos
órganos (hígado, riñones, etc.) pueden desencadenar en el individuo anciano o en el
presenium accesos maníacos más o menos típicos. Estos accesos pueden desaparecer o
recidivar. A veces el síndrome maníaco de los ancianos constituye el inicio de una
demencia senil pura o arteriopática, aunque no siempre ocurre así.
* Acceso maníaco tóxico. El alcohol, la cocaína, las anfetaminas, la
cortisona pueden dar lugar, en las fases de inicio de su intoxicación o de su embriaguez,
a cuadros clínicos de manía.
* Acceso maníaco postraumático. Sobreviene después de una
fase de coma y puede curar o, por el contrario, evolucionar hacia una demencia
postraumática progresiva.
Estados maníacos en las afecciones del diencéfalo y de región
hipotalámica. Se deben sobre todo a los tumores de esta región y se caracterizan por una
alteración hipertérmica del humor (Delay), en la que predominan la agresividad, la cólera
y más raramente la excitación eufórica.
Tal vez puedan explicarse por esta afectación diencefálica las crisis
maníacas que sobrevienen en el curso de las; encefalitis y de la arteriosclerosis cerebral.
* Estados maníacos en los síndromes endocrinos. "En los
síndromes endocrinos han sido descritos numerosos casos de manía (manías
puerperales, manías de la pubertad y manías de la menopausia). La hiperfoliculinemia, la
hiperluteinemia, el hipertiroidismo, las alteraciones hipofisarias y suprarrenales
desencadenan con bastante frecuencia síndromes de excitación maníaca. Han sido
descritos especialmente en el curso de tratamientos con cortisona y A.C.T.H." (H. Ey).
Las formas evolutivas que en general siguen las crisis maníacas son:
la remitencia a la salud, la cronicidad luego de la repetición de varios accesos, la
demencia y el delirio crónico.
La curación puede producirse luego de varios años de evolución,
gracias a que los síntomas se atenúan progresivamente, o lo que es más común, una vez
superadas las condiciones que dieron lugar a la enfermedad.
Pero si bien este estado reviste las características de crisis, puede
llegar a la estabilización de los síntomas o cronicidad. El factor orgánico y la edad
cumplen, en este caso, un rol facilitante para la cronificación de los comportamientos
maníacos, tal como puede apreciarse en la involución senil.
Pero hay que tener en cuenta dos tipos de cronicidades en la manía:
la simple y la delirante. En la primera los síntomas característicos del cuadro de estado
de la manía se manifiestan en el enfermo ligados a una agitación psicomotriz sin mucha
intensidad y en general con ausencia de alucinaciones y delirios; en cambio en la
segunda, el delirio maníaco, en general de temas de grandeza y desorganizados, es el
elemento prevalente del complejo sintomático crónico de la personalidad maníaca.
En algunos casos, no muy comunes, puede también la manía
evolucionar hacia la demencia, donde el estado terminal es causado no sólo por un
proceso psicogenético, sino también por reincidencia de procesos orgánicos.

FORMAS CLINICAS DE LA MANIA

Hipomanía
Formas semiológicas Manía delirante y alucinatoria
Manía sobreaguda o furor maníaco

Manía senil y presenil


Acceso maníaco tóxico
Formas etiológicas Acceso maníaco post-traumático
Estados maníacos en las afecciones cerebrales
Estados maníacos en los síndromes endocrinos
Remitencia a la salud

Formas evolutivas Simple


Cronicidad
Delirante
Demencia
Manía acinética
Manía depresiva
Formas mixtas Manía improductiva
maníaco-depresivas Estupor con elementos maníacos
Melancolía agitada

3. Terapéutica Floral
El abordaje floral de los cuadros maníacos está fuertemente
condicionado por la naturaleza del origen y la forma de aparición. En los cuadros críticos
la ayuda que puede ser brindada es bastante pobre. En las cronicidades maníacas las
esencias que se pueden usar son: Star of Bethlehem, Crab Apple, Cherry Plum, Heather,
Agrimony, Scleranthus, Black-eyed Susan, Dandelion, Lavander, Larkspur, Jacarand ,
Waratah, Figwort y la fórmula para Crisis Psicóticas (Grecco-Espeche).

b. Melancolía
* Definición y cuadro clínico
La melancolía es una situación de pérdida de objeto "que queda
fuera del alcance de la conciencia, al mismo tiempo que una identificación agresiva del
objeto. Es una forma arcaica de duelo, en la cual la pérdida del objeto es vivida de un
modo puramente fantasmal" (Y. Poinso).
De la misma manera que en la manía, se puede hablar de crisis en la
melancolía. La "crisis melancólica" consiste en la hipoactivación de las funciones
psíquicas junto a un complejo sintomático integrado por la inhibición, los sentimientos de
tristeza, abandono, culpa, soledad y autocastigo, lentificación ideativa y psicomotriz y
alteraciones fisiológicas (insomnio, astenia sexual, pérdida del apetito, dolores, etcétera).
Su inicio puede ser progresivo (con pródromos) o crítico, en donde la
Sintomatología irrumpe bruscamente en el sujeto. Pero rara vez un episodio melancólico
comienza de manera brusca. Por lo general va avanzando en intensidad paulatinamente,
incrementándose la fuerza de los síntomas, hasta tornar imposible, para el sujeto, la vida
de relación.
Durante su período de estado se consolida el síndrome melancólico:
expresión corporal típica (cabeza caída, inmovilidad, inexpresividad, etc.), lentificación
psíquica y sentimientos de tristeza, desvalorización, autoacusación, autocastigo y
culpabilidad.
* Formas Clínicas
Pueden diferenciarse cinco formas clínicas: simple, estuporosa,
ansiosa, delirante y alucinatoria.
* hipomelancolía o melancolía simple. Es una depresión
melancólica leve que "no pasa de un pesimismo absoluto para todas las cosas" (A. Vallejo
Nágera), unida a sentimientos de tristeza, desinterés y apatía. El síntoma central es la
abulia, al que se subordinan el resto, aun las ideas hipocondríacas, la indecisión y la falta
de fuerza para enfrentar los problemas.
* melancolía estuporosa. El sujeto llega a la más absoluta
inmovilidad como resultado de una profunda y generalizada inhibición psicomotora. No
puede hablar, hacer gestos, pensar y responder a los estímulos del medio ambiente. La
expresión denota una total desconexión de la realidad, que parece no ser percibida. Sin
embargo, y a pesar de su aparente indiferencia, el enfermo no está aislado. Por el
contrario, percibe, escucha, siente, piensa y padece, tal como se evidencia en los
recuerdos del paciente, de lo acontecido, una vez curado.
* melancolía ansiosa. El síntoma predominante en este caso es la
ansiedad, que subordina el resto de la estructura sintomática. Se trata de una verdadera
ansiedad "física, con fuerte opresión precordial y gástrica y que el enfermo descarga por
medio de gritos, suspiros, sollozos, gemidos, actitudes de desesperación, autoagresiones
y tentativas de huida". Cuando adquiere cierta reiteración y gravedad suele evolucionar
hacia la forma delirante.
* melancolía delirante. El síntoma predominante es un delirio
centrado comúnmente en ideas de culpabilidad, hipocondría, frustración, expiación y de
indignidad. En los casos graves el delirio suele organizarse sobre un tema
megalomaníaco o de absurdidad.
* melancolía alucinatoria. Si bien es lo menos frecuente, pueden
presentarse alucinaciones asociadas a las crisis melancólicas que dominan el cuadro. Se
trata en general de alucinaciones auditivas y visuales. El enfermo ve personajes o
escenas terroríficas (muertes, cementerios, infierno, etc.) o escucha voces acusadoras.
Terapéutica Floral
Las flores que contribuyen especialmente a la recuperación del
cuadro melancólico son: Star of Bethlehem, Mustard, Pine, White Chestnut, Honeysuckle,
Cherry Plum, Wild Rose, Vine, Suthern Cross, Waratah, Grey Spider Flower, Wild Potato
Bush, Kapok Bush, Red Grevillea, Boronia, Sturt Desert Pea, Buttercup, Black-eyed
Susan, Yerba Santa, Tansy y Madia.

c. Psicosis maníaco-depresiva
* Definición y cuadro clínico
Esta estructura psicótica, llamada también "cíclica" o "periódica",
puede definirse como la alternancia de crisis o períodos de manía o melancolía, que
reviste la Sintomatología propia de cada uno de estos cuadros ya descriptos
anteriormente.
El comienzo de las psicosis maníaco-depresivas sigue el curso de
cualquier otra psicosis, pero lo que distingue a estos inicios es la presencia de accesos
que puedan organizarse alrededor de tres posibles caminos:
- Acceso aislado de manía o melancolía que desencadena todo el
proceso morboso cíclico sin que el sujeto retorne a la normalidad;
- Accesos de manía o melancolía remitentes, donde el sujeto
recupera entre una y otra crisis un estado de relativa salud;
- Acceso de manía o melancolía remitente.
* Formas clínicas
A partir de estas posibilidades y bajo la influencia de un conjunto de
factores y circunstancias orgánicas, psíquicas y externas puede estabilizarse la psicosis
periódica bajo tres formas clínicas diferentes: alterna, periódica alternada, circular.
* Terapéutica Floral
En este caso particular de las psicosis distímicas es muy importante
la acción floral. Remedios como el Scleranthus, Gentian, Gorse, Sweet Chestnut, Star of
Bethlehem, Cherry Plum, Mustard, Black-eyed Susan, Yerba Santa, Tansy, Madia, Wild
Potato Bush actúan en los cuadros melancólicos o mixtos. Del mismo modo, Larkspur,
Dill, Dandelion, Impatiens, Cherry Plum, Jacaranda y Vervain actúan en el polo maníaco.

* Psicosis Delirantes
"Distorsión radical de la relación del ser con la realidad: el delirio
constituye el problema fundamental de la alienación" (Y. Poinso).

1. Descripción
Las psicosis delirantes constituyen un nutrido y versátil grupo
nosográfico que tiene como síntoma central un delirio acompañado de otros rasgos
comportamentales secundarios y una etiología polimorfa. "Son psicosis caracterizadas
por ideas delirantes que constituyen lo esencial del cuadro clínico" (H. Ey). Al mismo
tiempo se desarrolla un tipo de personalidad característica de cada forma delirante.
2. Etiopatogenia
Las causas de las psicosis delirantes hay que buscarlas en los
primeros años de vida del sujeto donde se establecieron puntos de fijación muy
primitivos. Al mismo tiempo el sujeto, en su proceso de crecimiento, estableció una
resolución edípica en torno de una figura paterna y una función paterna de mucha
debilidad. Posteriormente acontecimientos actuales desencadenaron la psicosis.
3. Formas clínicas
La clasificación de estas psicosis representa un problema complejo
por la disparidad de criterios existentes, pero en general es bastante aceptado el
esquema que divide las psicosis delirantes en agudas y crónicas.
Las psicosis delirantes crónicas son estructuras patológicas
permanentes de la personalidad cuyo trastorno patognomónico consiste en un delirio
sistematizado o no, alrededor del cual se organiza toda la actividad del enfermo. Gori las
define como "caracterizadas por la persistencia del delirio y por la desintegración
perdurable del yo y de su vínculo existencial con lo real."

Paranoica o Sistematizada
Psicosis delirante Alucinatoria crónica no deficitaria
crónicas
Parafrenia o fantástica
Paranoide deficitaria

Aclaraciones del cuadro


a) En las tres primeras psicosis, como se señala en el cuadro, el
desarrollo del delirio no da lugar a deterioro de las capacidades funcionales de la
personalidad. Caso contrario ocurre en el delirio paranoide que sí produce déficit como
secuela de los brotes del síndrome delirante.
b) En las psicosis paranoicas el delirio que se encuentra
sistematizado, es fruto de una interpretación delirante que el enfermo hace de la realidad
y que se va complejizando de manera progresiva a partir de una predisposición o
constitución facilitante.
c) Esta psicosis incluye la mayoría de los temas delirantes,
especialmente los de persecución, pasionales, reivindicación y autorreferencia.
d) La psicosis alucinatoria crónica puede ser considerada como un
delirio crónico de persecución, en donde a esta construcción patológica se le sobreagrega
una riqueza alucinatoria sustantiva.
Se encuentra muy vinculada nosográficamente a la paranoia, de la
cual se diferencia por la variedad alucinatoria y el poliformismo de sus síntomas, y a la
forma paranoide de la esquizofrenia, pudiendo ser concebida, hasta cierto punto, como
un estado más avanzado de la desestructuración disociativa.
e) La parafrenia es una psicosis cuyo delirio de base no es
sistematizado, pero sí muy polimorfo, imaginativo y no deficitario. Muchos autores
sostienen la necesidad de suprimir este grupo e incluirlo dentro de las psicosis
alucinatorias crónicas y la esquizofrenia. Sin embargo, nos parece útil seguir
manteniéndola como entidad clínica diferenciada, aunque preferimos denominarla
psicosis fantástica debido a los contenidos de los temas delirantes.

* Psicosis Paranoicas
1. Definición
Es una estructura patológica de la personalidad, organizada en torno
a un delirio ordenado, claro, coherente y comprensible. Esta lógica que demuestra la
"locura razonante" es una lógica interna del discurso delirante y por lo tanto no puede
contrastarse con la realidad aunque parte de ella (percepción delirante). La
sistematización que posee el síntoma básico "no es cierto más que para las formas más
típicas y sobre todo por oposición al delirio paranoide o esquizofrénico, el cual evoluciona
hacia la incoherencia y la disgregación mental" (Y. Poinso). Puede ser definida también
como una psicosis crónica, con un delirio razonado como centro donde predominan los
mecanismos interpretativos, la ausencia de debilidad intelectual y cuya evolución y curso
no son deficitarios.
Psicoanalíticamente se concibe la paranoia como una defensa contra
las tendencias homosexuales. El enfermo proyecta en el mundo externo todo lo interno
que le resulta intolerable y así logra reprimir sus propios deseos. Cuando determinadas
circunstancias y experiencias han establecido, sobre un fondo constitucional, una
predisposición, ciertos acontecimientos externos o procesos del mundo interno pueden
lograr vencer la defensa y lo reprimido retorna. Entonces, el sujeto se ve obligado, para
oponerse a aceptar en su conciencia los deseos antiguamente reprimidos, a
reproyectarlos en el mundo externo; el objeto sobre el cual se hace la depositación
adquiere, entonces, un carácter persecutorio.
2. Sintomatología
El síntoma esencial es el delirio. Esta alteración del juicio se
acompaña de una serie comportamental típica: orgullo, agresividad, autoritarismo,
suficiencia, rigidez, intolerancia, obstinación, peyorización, desconfianza y susceptibilidad.
Estos rasgos conforman la estructura paranoica.
3. Formas clínicas
Según el tema del delirio se puede subdividir esta psicosis en cuatro
cuadros clínicos: pasionales, reivindicatorios, persecutorios y sensitivos de relación.

celotípico
Delirio pasional erotomaníaco

querellante
Delirio de invenciones
Psicosis paranoicas reivindicación idealistas

Delirio de persecución
Delirio sensitivo de relación

Aclaraciones del cuadro.


a) El mecanismo de formación de estos delirios es el interpretativo.
El sujeto construye su delirio en base a hechos objetivos de los cuales hace una
interpretación anormal (percepción delirante). Esto es lo común a los cuatro cuadros.
b) Las diferencias entre las psicosis paranoicas es de tema y no de
estado. Mantienen entre sí una estrecha vinculación nosográfica, etiológica y clínica.
c) La primera, psicosis paranoica con delirio pasional, puede tener
un inicio progresivo, insidioso, que durante varios años permanece larvado para estallar
bruscamente, o ser fruto o producto de un cambio radical en la vida del sujeto, que actúa
como desencadenante del proceso morboso.
d) El segundo grupo está integrado por las psicosis interpretativas de
reivindicación. El más típico de los tres temas bajo el cual puede organizarse el delirio es
el querellante o picapleitos. La meta de estos enfermos, dado que consideran haber
sufrido un daño, perjuicio o estafa, es que prevalezca la justicia y como están seguros de
su verdad, "cuando ven que su demanda es desestimada, se tomarán la justicia por su
cuenta, lo cual indica la peligrosidad de estos enfermos" (Y. Poinso).
e) Algunos autores unen en un mismo grupo los pasionales y los
reivindicatorios. Dado que poseen peculiaridades que los hacen diferenciables,
preferimos aislarlos o separarlos.
4. Terapéutica Floral
La terapéutica de las formas delirantes paranoicas representan un
desafió clínico. Esto se debe no sólo a la estructura delirante, sino al tipo de personalidad
que hace que toda tentativa de ayuda termine integrándose a su sistema referencial
patológico. Sin embargo, la experiencia muestra logros importantes especialmente en las
áreas afectivas y de conexión con la realidad.
Algunas de las esencias que prestan una acción benéfica sobre el
paciente son: Star of Bethlehem, Crab Apple, Holly, Willow, Vervain, Rock Water, Beech,
Vine, White Chestnut, Cherry Plum, Gentian, Mimulus, Rock Rose, Oregon Grape,
Canyon Dudleya, Garlic, Mountain Pennyroyal, Pink Yarrow, Bauhinia, Sun Dew, Slender
Rice Flower, Kidney Bear, Rabbitbrush, Peanut, Pyrethrum y Sunflower.
* Psicosis alucinatorias crónicas
1. Definición
Son organizaciones patológicas de la personalidad cuyo rasgo
distintivo es un delirio onírico alucinatorio. Estas perturbaciones estables están
caracterizadas por la presencia de cuatro síntomas fundamentales: síndrome alucinatorio,
síndrome de automatismo mental, delirio alucinatorio y déficit en la personalidad.
2. Sintomatología
Las principales alteraciones del cuadro están referidas a la
sensopercepción (alucinaciones y pseudoalucinaciones auditivas); pensamiento (voces
interiores, robo del pensamiento y delirio); psicomotricidad (gestos parásitos, espasmos,
etc.) y trastornos del lenguaje (asociación de palabras, letanías, etc.). Todos estos
síntomas se van desarrollando "a lo largo del tiempo para terminar el curso de su
evolución en un deterioro intelectual o en un proceso de disgregación muy similar a la
demencia" (H. Ey).
3. Cuadro clínico
El comienzo de esta psicosis es usualmente brusco y violento "bajo
la forma de eco, de trasmisión del pensamiento; el enfermo se siente interpretado,
vigilado, espiado. Puede presentarse una fase de meditación predelirante, pero en
general se elabora muy rápidamente un delirio de persecución bastante bien
estructurado" (R. Gori).
H. Ey distingue en la psicosis alucinatoria crónica dos estructuras:
una positiva y otra negativa. La negativa: desestructuración de la conciencia en el curso
de experiencias delirantes primarias (originales y no derivadas). La positiva: una
construcción delirante (restitución delirante positiva o secundaria).
El síndrome del período de estado de la psicosis alucinatoria crónica
contiene un triple automatismo: ideoverbal, psicosensorial y motor.
- automatismo ideoverbal: eco de pensamiento, robo e
interceptaciones, alucinaciones acústico-verbales, juegos verbales y repetición de
palabras y oraciones.
- automatismo psicosensorial: alucinaciones (visuales, gustativas,
olfativas y cenestésicas), dolores, algias, sensaciones térmicas y percepciones
anormales.
- automatismo psicomotor: "se trata de sensaciones de imposición de
movimientos, de articulación verbal forzada (alucinaciones psicomotrices)" (H. Ey).
3. Terapéutica Floral
Además de las flores habituales de las psicosis en este caso
particular es muy importante la inclusión de las siguientes esencias: Rabbitbrush, Queen
Anne's Lace, Scoth Broom, Aspen, Lima Beam, Silvers Word, Cherry Plum y Chaparral.

* Psicosis fantástica
1. Definición
Este grupo de psicosis, en todas sus formas, constituye una
estructura patológica de la personalidad que se caracteriza, según H. Ey, por lo fantástico
de los temas delirantes; la riqueza imaginativa; la yuxtaposición de un mundo fantástico
con un mundo real, al cual el enfermo continúa adaptado; la ausencia de sistematización
del delirio y la carencia de evolución deficitaria. "Se trata de un delirio verdaderamente
desenfrenado, más imaginativo que interpretativo, pobre en alucinaciones, en el cual se
entremezclan una gran cantidad de temas de filiación, de posesión, de transformación y
de trastorno cosmológico" (Y. Poinso).
2. Cuadro clínico
Durante el período de estado de esta psicosis se destacan cuatro
síntomas: el pensamiento paralógico, las ideas de grandeza, la primacía de la fabulación
sobre las alucinaciones y la coexistencia del mundo delirante con el mundo real, que
dominan el conjunto de la estructura parafrénica. La mitología delirante, la megalomanía,
la fabulación y la integración paradojal de dos realidades contrapuestas también
aparecen en cada una de las formas clínicas: expansiva, megalomaníaca, confabulante y
fantástica.
- Expansiva: delirio exuberante, comúnmente de temas eróticos y
místicos.
- Megalomaníaca: desarrollo progresivo de ideas de grandeza con
alucinaciones. Este último rasgo es lo que permite hacer la distinción de la paranoia.
- Confabulante: los temas del delirio son relatos sobre
confabulaciones, complots, pero a diferencia del anterior no presenta alucinaciones.
- Fantástica: ideas delirantes muy extravagantes, incoherentes, con
alucinaciones múltiples, fuera de lo cual el enfermo aparenta o permanece normal.
3. Terapéutica Floral
En este tipo de delirio es significativamente importante administrar
Star of Bethlehem, Vervain, Clematis, Golden Rod e Iris.

* Psicosis Paranoide
Es un delirio destruido e incoherente propio de las formas finales de
organización psíquica del sujeto.
1. Descripción
Comienza a una edad más avanzada que las restantes formas
clínicas (entre 21 y 35 años), y se caracteriza por la presencia de ideas delirantes
primarias, que juntamente con las ideas delirantes secundarias y las alucinaciones
forman el trípode de esta variedad clínica.
El delirio, en los estados precoces, puede presentar una
sistematización tal que plantee el diagnóstico diferencial con la paranoia. Los autores
consideran que todo enfermo que sobre un delirio presenta alucinaciones, padece, por
este solo hecho, no ya de una paranoia, sino de una esquizofrenia paranoide. Pero por un
examen cuidadoso del delirio (pues las alucinaciones pueden faltar en la esquizofrenia
paranoide), se percibe el carácter primario de alguna de las ideas delirantes, y en el
delirio se descubren resquicios, rasgos de incoherencia, que permiten comprobar que la
sistematización no es completa. En general, al progresar la enfermedad, se acentúa la
falta de sistematización del delirio, que puede llegar a tornarse totalmente disgregado e
incoherente.
La forma paranoide cursa generalmente limpia de otros síntomas,
distintos de los suyos típicos en las primeras fases: en los últimos períodos aparecen
progresivamente otros síntomas esquizofrénicos, como los trastornos del pensamiento,
del lenguaje, del esquema corporal, del gobierno del Yo, etcétera, pero no en el grado en
que se mezclan los síntomas en los estadios finales de las formas hebefrénicas y
catatónicas.
2. Cuadro clínico
Se trata de un cuadro donde predomina la disociación junto al delirio.
Este cuadro se distingue por el deterioro que provoca por sus mecanismos intuitivos de
formación, la presencia de alucinaciones auditivas y graves trastornos del juicio y el
lenguaje.
3. Terapéutica Floral
En esta forma de psicosis delirante la ayuda que la Terapéutica floral
puede brindar es relativamente poca. Tal vez uno de los temas de mayor alcance sea el
mejorar la calidad de vida del paciente. Se pueden usar las flores mencionadas para las
psicosis disociativas.

Cuadro Comparativo de las Psicosis Delirantes

Datos Paranoia Parafrenia Esquizofrenia Psicosis


paranoide alucinatoria crónica

Edad de 35 a 45 30 a 35 25 a 30
inicio
Persona- paranoica expansiva, esquizoide delirante
lidad seudológica y paranoica
previa paranoide

Evolución crónica crónica crónica crónica

Deterioro sin algunas con sin


deterioro formas deterioro deterioro
provocan
deterioro

Organiza- muy poco sistematizar sistematiza-


ción del sistema- sistema- dos
delirio tizado tizado

Mecanismo interpre- imaginativo intuitivo e alucinato-


de forma- tativo interpreta- rios y
ción del tivo oníricos
delirio

Temas pasional, fantástico, autorrefe- persecuto-


delirantes reinvidi- místico y rencial, rios
catorio, erótico persecutorio
perjuicio, y de
persecu- influencia
torio,
autorenoia

Percepción sin ilusiones y alucinaciones alucina-


alteracio- alucinacio- auditivas ciones
nes nes psiquicas y
auditivas

Imaginación hipertrofiada elementos elementos


fantásticos fantásticos

Memoria conser- ilusiones y


vada alucinaciones
mnémicas

Pensa- lógico acelerado y graves automatismos


miento seudoinco- trastornos ideacionales
herente (persevera- (eco, robo y
ción, rigidez transmisión
disgregación, del pensa-
etc.) miento)

Trastornos no hay reflejos al- trastornos


físicos terados, fri- cenestésicos
gidez, ciano- algias, do-
sis, etc. lores, etc.

II. Formas Críticas

* Psicosis Confusionales
"Estas psicosis son las que ponen quizás más en evidencia el rol de la
conciencia. Todos los trastornos pueden reducirse a una alteración de
la conciencia" (C. Vigano-H. Fischer).

1. Descripción
Las psicosis confusionales, agudas o crónicas, poseen una
estructura sintomática patognomónica, que se caracteriza por tres rasgos: una
perturbación de la lucidez de la conciencia, una pérdida del sentido de la orientación
témporo-espacial y la presencia de un delirio onírico.
La confusión consiste en una "incapacidad para efectuar síntesis y
una diferenciación suficiente de los contenidos psíquicos, los cuales se confunden y
aglutinan" (H. Ey).
2. Etiopatogenia
Las causas que actúan para provocar este estado psicopatológico
pueden ser sintomáticas o no. Las primeras abarcan factores somáticos: shock,
hemorragias, tumores, infecciones, intoxicaciones, anemias, etc. A esto hay que agregarle
el correspondiente contenido psicógeno. Las segundas constituyen una
complementariedad de elementos que inciden concurrentemente para producir la
patología.
3. Inicio y evolución
Desde el punto de vista clínico el curso confusional atraviesa por tres
etapas: período de invasión, período de estado y período de resolución.
a) Período de invasión: La confusión mental puede aparecer como
primera manifestación o como acompañante de un cuadro nosológico. Los síntomas de la
confusión se darían directamente en el primero de los casos, mientras que en los otros
podrían instaurarse durante el cuadro de origen o después de éste.
Generalmente la confusión se inicia con desinterés y astenia
psicofísica y pueden agregarse estados de insomnio o de sopor persistente.
Son muy comunes las cefaleas difusas de tipo gravitativo, y en pocas
oportunidades, frontales u occipitales, además de algias y parestesias en los miembros
inferiores.
Un detrimento en el estado físico acompaña al entorpecimiento
psíquico e intelectual de modo progresivo, con cambios significativos en los estados de
ánimo y predominio del mal humor.
b) Período de estado: Inspeccionando la presentación de un
paciente confuso, se observa una despreocupación absoluta por su aspecto exterior.
En su rostro puede apreciarse que no entiende bien lo que sucede.
Su expresión es dura y perpleja y su mirada rígida, que da la impresión de ausencia.
Hay movimientos incoordinados, como si el paciente quisiera
sacarse cosas de encima. Este cuadro físico se acompaña de adinamia, síndrome febril
(fiebre, oliguria, deshidratación, taquicardia, taquípnea, lengua saburral, piel marrón
terrosa).
Debido a la bradipsiquia del paciente, se hace muy difícil su
interrogatorio, pues la atención se halla deteriorada y debe hacer intensos esfuerzos para
poder concentrarse, lo que es casi imposible. Pero además, como la atención espontánea
se encuentra conservada, se dispersa ante los múltiples estímulos.
La orientación con respecto a sí mismo, a no ser que el cuadro sea
muy profundo, se halla relativamente conservada, y puede responder con alguna
dificultad sobre sus datos de filiación.
En cuanto a tiempo y espacio, el paciente se halla completamente
desubicado. La memoria es una de las funciones psíquicas más alteradas.
Como las percepciones son débiles el enfermo no puede fijar y
entonces depender mucho de la intensidad del estímulo, para que a posteriori del cuadro
confusional el paciente recuerde o no algún acontecimiento referido a éste.
Esta probable sucesión de recuerdo y "vacíos" se denomina amnesia
lacunar. La evolución de los recuerdos es muy difícil y el paciente no puede precisar
datos sobre acontecimientos acaecidos, por más simples y cercanos que hayan sido.
Si aparecen dudas, errores y falsos reconocimientos puede confundir
a una persona con otra o mostrar extrañeza por el lugar en el cual se encuentra.
Se ha descrito la persistencia de un recuerdo de la actividad onírica
del período confusional durante el período posterior a la confusión. Esto puede llegar a
producir un "delirio de evocación post-onírico".
Las alteraciones sensoperceptivas son las más perturbadas de las
funciones psíquicas. Como el paciente se encuentra con su conciencia obnubilada, los
estímulos exteriores no penetran o, si lo hacen, llegan disminuidos en intensidad o
desfigurados en calidad.
La percepción permite al hombre elaborar un mecanismo de
adaptación y comprensión de objetos físicos y "psíquicos", y en el caso de la confusión
mental toda la primera parte de la percepción se halla alterada, mientras que la
aprehensión y la comprensión de objetos psíquicos se hallan exaltadas, dependiendo
fundamental y masivamente del campo cultural del paciente.
El paciente puede presentar ilusiones y alucinaciones. Las
alucinaciones más comunes son las visuales, las cenestésicas, las táctiles, las cinéticas y
las auditivas y se producirían por un bloqueo en la aceptación de nuevos estímulos del
mundo exterior, estimulación del aparato mental por sustancias metabólicas, tóxicas o
estímulos internos de naturaleza psíquica.
El contenido de las alucinaciones puede expresar cumplimiento de
deseos. A veces este deseo está de acuerdo con el juicio de realidad: se rechaza una
realidad displacentera y en su lugar se crea otra más placentera.
Muchas veces esta ruptura con la realidad toma el camino de la
regresión, de tal modo que el paciente vuelve a sumirse en el estado de realización
alucinatoria de deseos, que vivió antes de adquirir la capacidad del juicio de realidad.
Los delirios, como las alucinaciones, son mezcla de elementos
perceptivos, pensamientos y recuerdos, sistemáticamente deformados de acuerdo con
tendencias definidas.
Según H. Ey "uno de los caracteres más importantes del onirismo es
la adhesión del confuso a su delirio; el delirio es vivido y el sujeto se enfrasca vivamente
en el llamado de sus compañeros, huyendo de sus enemigos, luchando contra los
peligros. El ejecuta su ensueño en vez de ser un espectador inmóvil y pasivo".
La temática delirante es variable y las imágenes se suceden
ininterrumpidamente.
H. Ey recuerda el ejemplo clásico del carretero que intenta por
medio de grandes esfuerzos librar su yunta atascada. Esto es denominado: "delirio de
preocupación profesional", en donde el confuso vive las dificultades que encuentra en su
trabajo diario.
A veces el delirio puede ser terrorífico, con alucinaciones en las que
pueden aparecer zoopsias, monstruos, incendios, etc., mientras que en otros casos el
delirio es agradable, místico, erótico.
El delirio puede ser detectado por un espectador sagaz, pues el
enfermo actúa de acuerdo con las imágenes oníricas que aparecen en su campo
perceptivo (intentos de huida, facies de horror, gestos de placer).
c) Período de resolución: Puede resolverse favorablemente o ir
hacia la cronicidad.
En los casos de resolución rápida depende de la etiología de la
afección que dio origen a la confusión. Esta mejoría se presenta en forma progresiva
tanto en el plano mental como en el físico, aunque en muchas oportunidades persiste,
durante un tiempo, la astenia psicofísica.
A veces, después de la desaparición del estado confusional, puede
persistir un delirio de evocación postonírica al que Régis también denominó "ideas fijas
postoníricas". Tanto unas como otras desaparecen al cabo de algunos días. En cuanto el
paciente mejora físicamente sin acompañarse de mejoras psíquicas, puede predecirse la
cronicidad del cuadro. Dicha cronicidad era interpretada por Régis como una forma
precoz de demencia postoxoinfecciosa.
La muerte es una rara eventualidad, que se da sobre todo en las
confusiones mentales de etiología tumoral o infecciosa grave.
4. Formas clínicas
Según Betta la confusión mental puede ofrecer cuatro formas
clínicas:
a) Confusión mental simple
b) Confusión mental onírica
c) Confusión mental agitada
d) Confusión mental estuporosa
Cada una de estas formas se caracteriza por la expresión
sintomática que trae explícita en su definición.
En la forma simple hallamos todos los elementos característicos de
las confusiones mentales en general.
En la forma onírica predomina fundamentalmente el delirio, cuyas
principales manifestaciones son: el delirio onírico de preocupación profesional, el delirio
onírico terrorífico, el delirio onírico expansivo (el paciente se siente héroe, personaje
importante o un ser superior).
En forma agitada predomina la excitación psicomotriz, con logorrea,
agresividad, intentos de huida, etcétera.
La forma estuporosa se caracteriza por la profundidad del sopor; el
paciente está prácticamente en coma.
En su Tratado de Psiquiatría, Henry Ey distingue dentro de la
confusión mental: a) una forma estuporosa; b) una forma alucinatoria) y c) una forma de
onirismo puro.
La forma alucinatoria se corresponde con la forma simple de Betta,
con componentes de la forma agitada, mientras que la estuporosa y onírica coinciden
plenamente.
5. Terapéutica Floral
En el cuadro de confusión son muy específicas las siguientes flores:
Angélica, Chaparral, Pink Yarrow, Mountain Pennyroyal, Yerba Santa, Blackberry, Hound's
Tongue, Arnica, Star of Bethlehem, Red Suva Frangipani y Heather.

* Crisis Distímicas Agudas, Crisis Disociativas y Crisis


Delirantes agudas
Todas estas formas revisten el cuadro clínico de las formas crónicas,
pero con una presentación crítica, con síntomas violentos e intensos. Por una razón de
presentación didáctica de este texto son tratadas junto a las formas crónicas.

Capítulo Cuarto:
Estudio descriptivo y dinámico de las Psicopatías
La psicopatías presentan un problema complejo de clasificación. En
algunos momentos fueron consideradas como neurosis impulsivas; sin embargo, no
comparten con ellas elementos semiológicos importantes. Hemos preferido tratarlas como
grupo aparte dada su estructura y din mica plenamente diferenciadas de las neurosis y
psicosis.
A. Generalidades
Dentro del cuadro general de las enfermedades mentales
encontramos un grupo descripto generalmente con el nombre de "psicopatías", que
caracterizan a personalidades que hacen "actuar a los otros". Sintomatológicamente,
sentimientos tales como angustia, vergüenza y culpa están ausentes. El cuadro se
completa con la tendencia a la impulsividad, su carácter antisocial, el trato a las personas
como si fuesen cosas, frialdad, etcétera.
Se puede diferenciar entre psicopatía primaria, producto de un déficit
de la personalización (J. Bleger) y psicopatías secundarias, donde la patología se
organiza como una defensa. En ambos casos el proceso de simbolización está afectado,
predominando ostensiblemente las conductas aloplásticas; de ahí que se las llame
personalidades de acción.
H. Ey, a propósito de las psicopatías sexuales señala que el conjunto
sintomatológico esencial se traduce en una serie de conductas, tales como: ausencia de
angustia o culpa; inestabilidad afectiva, impulsividad, que se organizan crónicamente en
la estructura comportamental. Esta rigidización de los actos y del carácter es un rasgo
esencial para el diagnóstico diferencial de la psicopatía.
B. Consideraciones Etiológicas
En nuestro esquema conceptual vamos a definir a la psicopatía
como una organización patológica de la personalidad de carácter crónico, con un especial
estado del Yo, los objetos, el vínculo, las ansiedades, las defensas y las fantasías, cuyas
características básicas son:
- Ausencia de sentimientos de angustia y culpa
- Incapacidad para tolerar las experiencias frustrantes y la
postergación de la satisfacción de los deseos
- Conductas antisociales, impulsivas y agresivas
- Manejo de las personas como objetos (manipuleo psicopático)
- Conductas de descalificación e inoculación
- Ausencia de conciencia de enfermedad y conservación del juicio de
realidad
Desde el punto de vista etiológico existirían en el sujeto factores
constitucionales sensibilizantes hacia la motricidad y las sensaciones visuales, y factores
ambientales cuyo núcleo patogenético es la familia.
La familia en la cual el niño crece y se desarrolla está estructurada
en base a una relación de pareja cuyos elementos centrales son la incapacidad de
elaborar pérdidas y por lo tanto de separarse y, por último, el intercambio de objetos como
sustitutos de los afectos.
El padre, por lo general, es una persona autoritaria, severa, fría,
distante o ausente, mientras que la madre puede ser lejana y autista o excesivamente
sobreprotectora. Tanto los comportamientos del padre como los de la madre dan como
resultado en el niño: un déficit en la estructuración mental, un incremento de su
dependencia y una dificultad en pasar a relaciones con figuras sustitutas, y un fracaso en
la organización de las herramientas básicas "para tolerar la frustración: el lenguaje y el
pensamiento" (J. Zac).
Estos hechos conducen a una serie de consecuencias de las cuales
las dos fundamentales son la estructuración de un Superyó patológico y la internalización
de una imagen de pareja combinada, con las consecuencias que esto provoca (confusión
de sexo, etcétera).
Desde el punto de vista de las series complementarias la etiología
psicopática puede resumirse de la siguiente manera:
cuadroooooooooooooooo
C. Formas Clínicas
Las psicopatías pueden clasificarse en dos grupos: psicopatías
primarias y psicopatías secundarias.

I. Psicopatías primarias: incluyen tres grupos:


1) Perversiones constitucionales. Es una forma clínica psicopática
cuyo rasgo central lo constituye el placer en hacer el mal. Alrededor de este síntoma se
organiza el resto de comportamientos patológicos: ausencia de angustia o delirio,
insensibilidad, impulsividad, amoralidad, inafectividad e inadaptabilidad.
2) Perversiones sexuales. A diferencia del grupo anterior, cuyo eje
era la destructividad, en este caso lo prevalente es la patología sexual.
Las perversiones sexuales abarcan un conjunto de conductas
sustitutivas de la relación sexual normal, que van desde las anomalías en la elección
objetal (autoerotismo, zoofilia, etc.) a la deformación del acto sexual mismo (sadismo,
masoquismo, etc.). Se incluyen en este grupo siempre que tengan como base una
estructura psicopática.
3) Adicciones. La psicopatía también puede manifestarse en una
forma adictiva. En este caso además de los rasgos propios de la psicopatía se destacan
mucho los comportamientos de promiscuidad, violencia y descontrol.

II. Psicopatías secundarias: abarcan seis grupos distintos,


según la clasificación del Dr. Joel Zac.
1) Psicópata esquizoide. Sus rasgos semiológicos son la inoculación
de inafectividad, falta absoluta de empatía, y sus depositarios-víctimas se caracterizan
por poseer rasgos esquizoides.
2) Psicópata depresivo. Se caracteriza por inocular estados de
humor, despertar compasión como manejo y por violentos estallidos emocionales al ser
frustradas sus necesidades.
3) Psicópata paranoide. Inocula ideas, racionaliza sus acciones para
encontrar seguidores y organiza un contexto que justifique sus delirios.
4) Psicópata obsesivo. Es aquel que inocula sus propios sistemas
éticos, se comunica por medio de un lenguaje estudiado y trata de establecer un control
de los depositarios.
5) Psicópata fóbico. Inocula en los otros tendencias a desafiar
peligros, procurando explotar la ambición de los depositarios.
6) Psicópata histérico. Su característica consiste en inocular en las
personas del sexo opuesto sus propios deseos, generalmente sexuales, con una gran
capacidad para representar papeles y simular con el objetivo de ganar afectos, y una
tendencia manifiesta a la mitomanía.

4. Terapéutica Floral
El abordaje de los pacientes psicopáticos es una tarea de extrema
dificultad dado su carencia de conciencia de enfermedad. El Chestnut Bud es uno de los
remedios apropiados para esta patología, junto con el Morning Glory, el Crab Apple y el
Pine. Otras esencias que proveen ayuda cierta son: Vine, Cherry Plum, Chicory, Rock
Water, Sweet Pea, Trillium, Calendula, Saguaro, Rough Blue Bell e Isopogon.

Capítulo Quinto
Déficit, Deterioro y Lesión
Acerca de los retrasos, las demencias y la epilepsia

Hemos querido tratar en este capítulo final tres cuadros clínicos cuyo
estudio, si bien tiene una discutida inclusión en la psicopatología, nos permite abordar
problemas que se presentan cotidianamente en la clínica: las agenesias, el deterioro y las
organicidades lesionales.
En el caso puntual de la epilepsia es bastante conocida la
importancia de los factores psíquicos a tal punto que para muchos autores se trata de un
cuadro posible de ser tratado dentro de las enfermedades psicosomaticas.
Lo común de las tres formas clínicas es que se trata de patologías de
límites o bordes. Las tres nos enseñan los condicionamientos que lo biológico impone a lo
psíquico cuando se ha instalado orgánicamente. Las tres enfrentan al terapeuta con tres
caminos: el abortamiento, la destrucción y el desborde.

A. Las Agenesias del Desarrollo


"Con el término general de retraso mental o de oligofrenias se reúne
insuficiencias congénitas, neonatales o infantiles del desarrollo de la
inteligencia" (Y. Poinso).
1. Descripción
Son afecciones del campo intelectual, que se traducen en una
organización peculiar de la personalidad, con modos de comportamientos
patognomónicos. A diferencia de las demencias, que son deterioros progresivos, en este
caso lo que se manifiesta es una insuficiencia de la inteligencia, una agenesia en el
desarrollo del aparato del pensar.
Las terminologías y conceptualizaciones en este campo son bastante
variables según los autores y las escuelas. "Por ese motivo, antes de aplicar los nombres
de idiocia, imbecilidad y debilidad, los psiquiatras y psicólogos prefieren utilizar las
nociones de nivel, de edad mental y sobre todo de coeficiente intelectual" (R. Gorí). Así,
desde un punto de vista psicométrico, en términos de cocientes intelectuales, los
agenésicos pueden clasificarse en:
débiles ligeros: 65 a 80 de C.I.
débiles medios: 50 a 65 de C.I.
débiles profundos: 30 a 50 de C.I.
idiotas: 30 o menos de C.I.
2. Etiología
Las causas que pueden provocar en forma directa, o combinada con
otras, una insuficiencia oligofrénica son:
- factores hereditarios: enfermedades genotípicas, como la esclerosis
tuberosa (se trata de genes anormales, dominantes o recesivos, portadores de
anormalidades que derivan en anomalías orgánicas. Ejemplos de formas oligofrénicas
debidas a este factor son la idiocia fenilpirúvica y amaurótica) y ciertas alteraciones
cromosómicas, como la trisomía 21, que provoca el mongolismo.
- factores traumáticos intrauterinos: como las infecciones, sífilis,
rubéola, toxoplasmosis, intoxicaciones, etcétera.
- factores obstétricos: como la anoxia neonatal, parto distócico,
etcétera.
3. Cuadro clínico
Siguiendo a la escuela francesa, y con el fin de lograr una mayor
claridad, reunimos los distintos cuadros oligofrénicos en tres grupos: débiles mentales,
imbéciles, idiotas.
a) Los débiles mentales comprenden la mayor parte de las
oligofrenias, y son entre éstas las de menor grado de insuficiencia mental. El CI oscila
entre 70 y 90 y la edad mental entre los 7 y 12 años.
Fundamentalmente, lo que está alterado en el débil es la inteligencia,
lo que impide la estructuración de una personalidad fuerte y deja al sujeto a merced de un
yo muy lábil.
La resultante de esta realidad es la elaboración de un pensamiento
mágico, con predominio de lo concreto sobre lo abstracto, de lo real sobre lo imaginativo,
de modo que el sujeto no alcanza a conocer su personalidad y, en consecuencia,
tampoco la de los demás.
La atención es bastante buena, especialmente la espontánea y
muchas veces la voluntaria, aunque esta última es fácilmente fatigable. Si no existe
alguna malformación que gravite sobre los sentidos, la sensopercepción es normal; una
buena memoria compensa en muchas oportunidades las falencias intelectivas.
El juicio es insuficiente y no se ajusta a la realidad. La asociación de
ideas es algo débil y en muchas ocasiones llena con fabulación los vacíos que dejan las
realidades que se le escapan. La estereotipia caracteriza el curso del pensamiento.
Los débiles mentales son emocionalmente lábiles y manifiestan una
extraña y profunda dependencia de sus padres, junto con una acentuada necesidad de
protección. Son afectuosos en el ambiente familiar y propensos a reacciones emocionales
intensas; y en muchos casos la hiperemotividad se expresa en la risa y el llanto que
brotan en forma fácil y espontanea.
En el ámbito laboral pueden realizar trabajos que requieran cierta
coordinación de tipo manual y, en algunas ocasiones, alcanzan a cubrir funciones de
mayor importancia, gracias a su buena memoria.
El hecho de carecer de una personalidad bien estructurada, sumado
a la imposibilidad de comprender a los demás, hace del débil mental, en muchas
oportunidades, un inadaptado social que cae fácilmente en la delincuencia (robo,
prostitución, incendios, etc., que se caracterizan por la pobreza del móvil y la ausencia de
preocupación y de precauciones en su ejecución). Todo ello se ve agravado por la falta de
establecimientos apropiados, que conduzcan al débil mental, ya adolescente, hacia
actividades propias de su nivel.
b) Denominamos imbécil a la persona cuyo CI oscila entre 20 y 50 y
que alcanza una edad mental entre los 3 y 7 años. El imbécil no alcanza a manejar el
lenguaje escrito, y se desempeña con un código que permanece a nivel oral; con mejor
suerte logra desenvolverse en algunas actividades manuales, aunque difícilmente con un
grado tal de eficiencia que le permita su autonomía en el plano económico.
La atención es muy superficial e inestable, conservándose completa
la forma espontánea. Esta inestabilidad de la atención lo hace aparecer completamente
distraído, pues su campo consciente es requerido permanentemente hasta por los más
pequeños estímulos, lo que acarrea también fallas en su sensopercepción.
La memoria mantiene un nivel aceptable, posibilitando que se
produzca lo que en muchas oportunidades se llama "inteligencias parciales" (Sante de
Sanctis).
El pensamiento es absolutamente concreto, no utiliza ningún
elemento abstracto y falla en el raciocinio y en el juicio crítico.
El lenguaje oral se reduce al uso de un vocabulario restringido, y el
escrito nunca está al alcance del imbécil, lo cual sirve como criterio para distinguirlo del
débil mental.
Normalmente adquiere hábitos, lo que le permite bastarse a sí
mismo en lo que concierne a la higiene y a la alimentación e inclusive desempeñarse en
algunas actividades primarias.
Son muy frecuentes los trastornos de conducta con reacciones
antisociales, sobresaliendo sobre todo las desviaciones de su instinto sexual (fuga,
exhibicionismo, homosexualidad, etcétera).
Su carácter es afable y puede ser grato convivir con él, aunque a
veces predomina la indiferencia afectiva.
c) En la idiocia el CI es inferior a 20, lo que demuestra la carencia
absoluta de inteligencia y explica incapacidad de cuidar de sí mismo. Concomitantemente
suelen apreciarse diversas e importantes malformaciones teratológicas,
fundamentalmente a nivel de los órganos derivados del ectodermo (sentidos, piel, sistema
nervioso).
La facie del idiota es inexpresiva y su lenguaje es rudimentario,
limitado a la posibilidad de proferir alaridos y ruidos guturales. Prácticamente carece de
atención y su vida afectiva es inexistente.
Su motricidad es pobre aunque a veces es capaz de andar, y en
otras oportunidades permanece sentado haciendo exclusivamente movimientos sin
intención. Es muy común la incontinencia esfinteriana; come, en general, de un modo
animal, siendo necesario ayudarlo, pues permanece con la boca entreabierta, y se le
escapan por ella la saliva y los restos alimenticios.
La masturbación es la expresión casi permanente de su vida sexual
a partir de los 13 a 14 años.
Antiguamente estas personas vivían hasta los 30 o 40 años, pero
actualmente el empleo de los antibióticos les abre posibilidades de una existencia más
prolongada.
4. La cuestión emocional
Entre los factores causales de estos síndromes hay que considerar
las cuestiones emocionales. Las llamadas oligotimias son los productos de carencias
afectivas que presentan como resultado un síntoma deficitario intelectual. Todas las
modernas investigaciones en este terreno incluyen la dinámica emocional entre las
fuerzas patogenéticas y también curativas de estos cuadros. En este sentido es
significativa la frecuencia de padres Chestnut Bud entre niños discapacitados mentales.
5. Terapéutica Floral
La terapéutica floral de los pacientes con retrasos mentales ha
demostrado ser una eficaz ayuda. No solo provee a la atención de los aspectos
emocionales de estas personas sino que también contribuye objetivamente a su
crecimiento y maduración, así como al despliegue de capacidades latentes. En este
sentido esencias como Chestnut Bud, Bush Fuchsia, Clematis, Cerato, Mugwort, Sage,
Angelica, Cognis Essence, Aloe Vera, Wild Oat, Larch, Clematis son muy indicadas para
atender a la problemática psicofísica de estos pacientes. También hay que agregar las
específicamente caracterológicas de cada situación particular.

B. Las Demencias
"La demencia se opone al retraso mental, en el sentido de que, en
relación al retrasado, el demente es un rico empobrecido" (Esquirol)

1. Definición
Las demencias son estructuras patológicas de la personalidad,
basadas en un déficit adquirido y definitivo de las funciones psíquicas intelectuales, unido
a un deterioro marcado en la posibilidad de realización de conductas aloplásticas. "...es
una desorganización del yo hasta su estructura de ser razonable" (H. Ey). El sujeto ha
perdido su capacidad de juicio y autocrítica. Son lesiones del cerebro en "su calidad de
órgano sede del pensamiento" (Y. Poinso).
2. Semiología Demencial
Los rasgos semiológicos de la demencia giran en torno al trastorno
intelectual patognomónico. Sin embargo, existen otros elementos clínicos de importancia.
En primer lugar hay que considerar que toda demencia tiende a una agravación
progresiva e irreversible tanto en aquellos casos donde las causas son de naturaleza
orgánica como psicogenéticas.
Existe un comportamiento habitual y propio del demente que abarca
la totalidad de las funciones psíquicas, pero en especial el lenguaje, el humor, las
relaciones sociales y la sexualidad.
La atención y la memoria están perturbadas. En el primer caso se
encuentra ausente o disminuida la capacidad de concentración, mientras que en el
segundo "se podrá observar la ausencia de precisión, la inexactitud y la lentitud de las
evocaciones" (H. Ey).
El lenguaje tanto mímico como verbal y escrito refleja todos los
rasgos de la disgregación y deterioro de la estructura mental.
El humor, otra de las funciones alteradas en el demente, puede
oscilar entre la alegría y la depresión, y en los casos extremos, de la excitación al estupor.
Además, el humor sirve de base a los delirios demenciales que presentan la falta de
sistematización e incoherencia propias del sujeto. Pero lo más frecuente "es que apenas
puede hablarse de delirios ya que el término implica una fijeza de convicción que aquí
falta. El demente más bien vive en su delirio situaciones fugaces como las de un sueño
incoherente: es obispo o marino, ministro o mendigo" (H. Ey).
Orgánicamente el demente también manifiesta alteraciones. Las
funciones somáticas se encuentran impregnadas por el proceso de decadencia general y
se manifiestan déficits de los distintos sistemas y aparatos, perfectamente observables en
el trabajo clínico. Para algunos autores las manifestaciones orgánicas y el trastorno
intelectual constituyen los dos elementos semiológicos básicos.
Todos los síntomas y signos mencionados forman parte de un modo
de ser de la personalidad y del yo, en la cual la desorganización ha alcanzado hasta las
estructuras basales de su funcionamiento y su productividad. Los distintos tipos de
demencias poseen determinados caracteres propios y peculiares, pero aun así el
deterioro del proceso del pensar y la capacidad crítica son comunes a todas las formas
clínicas.
Esto no abarca solamente "la actividad mental, es decir a sus
capacidades actuales de organización, sino también la capacidad mental (valores lógicos
y razonables)" (H. Ey). De esta forma el sujeto enfermo se desarticula de las relaciones
interpersonales y se deshumaniza de manera progresiva e irreversible.

3. Clasificación de las demencias


Según el grado de disolución que haya alcanzado la personalidad y
el deterioro intelectual pueden diferenciarse tres grandes grupos clínicos: demencia
profunda, donde el trastorno es crónico, global e irreversible; demencia intermedia, donde
el deterioro intelectual aparece encubierto y demencia inicial o incipiens, que consiste en
un deterioro intelectual no muy notable.
Desde el punto de vista etiológico existe un grupo de demencias que
resultan a consecuencia de procesos orgánicos (arteriopáticos, tumores, atrofias, etc.) y
contrapuesto a éste, está el grupo de las demencias que aparecen como formas
terminales de algunas psicosis. (psicosis esquizofrénicas, melancólicas, etcétera).
También, por último, las demencias se pueden clasificar en primarias
y secundarias. Las demencias primarias son las que se instalan, según Betta, desde su
inicio como tales, mientras que en las secundarias el trastorno demencial es un
sobreagregado que invade la personalidad.

4. Las demencias como estados terminales de la psicosis


Hay un conjunto de psicosis, en general de carácter procesal y
progresivo, que luego de un determinado tiempo de evolución pueden concluir en una
desestructuración demencial. Cada una de estas psicosis determina de alguna manera el
contenido y la forma que reviste la personalidad demencial, de tal forma que las
cualidades de su psiquismo están impregnadas de ellas.
Algunas de las psicosis que pueden concluir a un desarrollo demente
son ciertas esquizofrenias, ya que la reiteración de brotes que originan los déficit conduce
en forma paulatina a la disgregación. También los delirios crónicos pueden concluir en un
estado demencial donde el delirio, en muchos casos, se constituye como residuo que se
sobreagrega a la decadencia y al deterioro intelectual. Lo mismo que en los casos
anteriores, la "locura circular o periódica" (psicosis maníaco-depresiva), manteniendo el
trastorno tímico que la caracteriza, puede llegar a evolucionar hacia la demencia.
En todas estas formas la demencia es una complicación secundaria
y progresiva del enfermar psíquico.
Junto a los casos antes mencionados hay otras psicosis de etiología
orgánica que también son portadoras de una posible evolución demencial. Algunos
ejemplos son la psicosis sifilítica, ciertas psicosis traumáticas cerebrales, psicosis
tumorales, psicosis involutivas y psicosis tóxicas, en especial la psicosis alcohólica.
La demencia orgánica adquirida debe ser distinguida en sus diversas
especies tanto de la debilidad mental congénita como de la demencia esquizofrénica. El
proceso orgánico suele destruir primeramente, en la mayoría de los casos, las
condiciones previas de la inteligencia, la memoria y la capacidad de fijación, a veces
también el mecanismo del lenguaje; así, por ejemplo, surgen en la demencia senil
cuadros en que un individuo olvida toda su vida, no puede hablar debidamente, sino que
sólo puede hacerse entender con grandes dificultades, mientras que en su actitud y sus
actos se puede comprobar todavía la naturaleza propia del hombre instruido, su sentido
de lo esencial, en algunas circunstancias, una cierta capacidad de juicio.
En otros casos de demencia arterioesclerótica, paralítica y en grados
profundos de demencia epiléptica, se descompone la inteligencia entera progresivamente
a consecuencia del proceso cerebral.
Los enfermos tienen finalmente menos capacidad de juicio y menos
propensión a dirigir su atención a lo esencial, como un débil mental congénito, y se
manejan así en sus manifestaciones con fragmentos de su anterior adquisición intelectual
de modo que en oposición a la debilidad mental congénita, aparecen cuadros
contradictorios que suelen hacer pensar directamente en algún proceso orgánico.
Para todas las demencias orgánicas es característica, en los grados
avanzados, la falta de noción de enfermedad. Sólo cuando el proceso orgánico se
circunscribe en lo esencial a las condiciones previas de la inteligencia (memoria, etc. ),
suele existir una conciencia intensa de la enfermedad (por ejemplo, en la
arterioesclerosis).
En oposición a la demencia paralítica, en la demencia senil y
arterioesclerótica hay al comienzo, a menudo, un vivo sentimiento del propio retroceso"
(K. Jaspers).

4. Terapéutica Floral
En los casos de demencias las flores proporcionan una mejor calidad
de vida y atenúan el deterioro del sujeto. Esencias como Cherry Plum, Sun Dew, Red Lily,
Isopogon, Yellow Cowslip Orchid, Mountain Devil, Peach-flowored Tea-tree, Gorse,
Honeysuckle, Aloe Vera, Wild Rose, Clematis dan una buena base para alcanzar
objetivos muy circunscriptos pero no por eso menos importantes, de acuerdo con la
naturaleza del cuadro.

C. Las Epilepsias
"Todos tenemos una potencialidad epiléptica, un umbral
convulsionante más o menos elevado, es decir, la posibilidad de que
nuestro cerebro sea la sede de una descarga hipersincrónica de una
población neuronal" (Gastaut).

1. Definición
La epilepsia es una enfermedad de base orgánica que
esencialmente consiste en descargas convulsionantes, con pérdida de la conciencia y
trastornos psicológicos asociados a vivencias afectivas.
Lo característico de la epilepsia es la tendencia a la repetición de las
crisis y episodios y las "variaciones paroxismales de la desestructuración de lo
conciencia, según una forma de ser propia del mundo epiléptico" (H. Ey).
El paroxismo, una caída brusca del tono y la conciencia que se
acompaña con espasmos, es lo esencial del cuadro, tanto en el plano psíquico como
somático.
2. Etiología
Todos los autores concuerdan en establecer en la infancia las
principales improntas epilépticas que preforman un terreno convulsivo de cierta
irreversibilidad. Estos factores son: encefalitis infantil, encefalopatías, tromboflebitis
cerebrales, heredo-degeneraciones epilépticas, trastornos metabólicos, tumores,
traumatismos craneales, alteraciones neurofisiológicas y, ya en los adultos y gerontes,
artritis cerebrales, formas vasculares de la sífilis y ciertas abiotrofias. Sin embargo, no hay
que olvidar que la causación psíquica puede operar produciendo la lesión neuronal
necesaria que luego provoca la crisis orgánica.
3. Formas clínicas
La clasificación de las distintas epilepsias es una tarea bastante
compleja. H. Ey, propone diferenciar entre: epilepsias generalizadas, epilepsias parciales
y epilepsias parciales con generalizaciones consecutivas.

Epilepsias generalizadas Crisis del gran mal


(ictocomiciales) Crisis del pequeño mal

Epilepsias Epilepsias parciales Foco epiléptico

Epilepsias parciales con Auras


generalizaciones consecutivas. Crisis progresivas
(graduocomiciales) Crisis incompletas
o equivalentes
Aclaraciones del cuadro
a) Las epilepsias generalizadas, desde el punto de vista neurológico, son acciones
masivas de toda la actividad cerebral, que se manifiestan como descargas o crisis del
Gran Mal y del Petit Mal.
La crisis del gran mal. Es un "coma brutal y sin pródromos" (H. Ey), que se inicia
con la pérdida del tono que origina la caída y una explosión gutural breve, seguida de
espasmos tónicos, convulsiones clónicas y alteraciones neurovegetativas. "El espasmo
da lugar a mordedura de la lengua o de los labios y a la apnea, de donde deriva la
cianosis progresiva" (H. Ey).
La crisis del pequeño mal. Son una "serie de accidentes que sobrevienen cuando la
descarga generalizada es muy breve" (H. Ey). Semiológicamente se aprecian: ausencias,
sacudidas mioclónicas y crisis atónicas.
- ausencias: pérdida de la conciencia, sin desmayo y caída, y con olvido de lo
ocurrido.
- sacudidas: musculares, bilaterales, sincrónicas y a veces asimétricas,
"predominando entonces de un lado, que puede alternarse de una crisis a otra." (H.
Gastaut).
- crisis atónicas: o inhibición brusca del tono postural, que predomina sobre la
obnubilación de la conciencia.
Dura breves instantes y puede tener tres consecuencias: caída parcial,
encogimiento y enderezamiento antes de la caída y finalmente caída de la cabeza sobre
el pecho.
b) Las epilepsias también pueden ser parciales o focalizadas. Los focos epilépticos
constreñidos a una determinada zona cerebral, actúan patógenamente alterando la
conciencia de manera leve y son "lo bastante parciales como para no perturbar los
procesos globales de integración psíquica" (H. Ey).
c) Por último, las epilepsias parciales pueden generalizarse consecutivamente a
una crisis. Son fenómenos iniciales de una crisis graduocomicial paroxística, que se
caracteriza por la presencia de alteraciones sensoperceptivas, vegetativas, motoras y
afectivas.
Según "constituyan una fase inicial del desarrollo graduocomicial o que este
desarrollo no pase más allá de dichos fenómenos, se denominan aura o equivalentes" (H.
Ey).
- Aura: "El término aura hace referencia a la experiencia vivida al comienzo de una
crisis. Esta forma de epilepsia graduocomicial se caracteriza especialmente por la
frecuencia y la repetición de las auras" (H. Ey). Las auras pueden ser de muy distinta
naturaleza: olfativas, gustativas, vegetativas y con ciertos correlatos afectivos o ideativos
o aura psíquica. Algunos de los síntomas que puede sentir el enfermo son: dolores
gástricos, accesos térmicos (calor o frío), palpitación, paramnesia, angustia, ilusiones,
etcétera.
- Crisis graduocomiciales: es un episodio precedido por síntomas prodrómicos
propios del aura, de gran riqueza y variedad en los movimientos (frotarse, gestos,
deambulación, etc.) y que se transforma a menudo en crisis incompletas.
- Equivalentes: un equivalente epiléptico es un fenómeno automático,
generalmente motriz o psicomotriz que reemplaza la crisis. Los rasgos más importantes
son: automatismos impulsivos, inconscientes y amnésicos, absurdidad de la conducta,
detención de la actividad y el sentimiento de extrañeza del enfermo hacia sus propios
actos.
4. Consideraciones psicopatológicas
El padecer epiléptico es para el enfermo un estigma, una situación
de incertidumbre y una fuente de ansiedad y riesgo. En algunos casos la textura afectiva
se tiñe de sentimiento de desesperanza ante el hecho incontrolable de un acontecimiento
involuntario: la pérdida de la conciencia por un lapso de tiempo determinado. Por lo tanto
se trata de un estado que puede llegar a vivenciarse con agudos sentimientos de
impotencia, alrededor de los cuales se establece un comportamiento de espera y
contramedidas para prevenir y evitar la crisis, y cuando estas precauciones fallan
sumergen más al enfermo en ansiedad y angustia.
Algunas complicaciones más graves de la epilepsia son los estados
confuso-oníricos y crepusculares de la conciencia, trastornos graves del carácter, delirios
crónicos y demencias por deterioro epiléptico.
La epilepsia introduce en el enfermo una tendencia al aglutinamiento
y al pegoteo, viscosidad en el pensamiento y un enlentecimiento general que "acaba por
descargarse en formas de reacciones explosivas" (Y. Poinso).
Para el psicoanálisis esta descarga es un equivalente simbólico de
una especie de "orgasmo criminal", mediante el cual el sujeto se permite expresar sus
impulsos agresivos (de homicidio y de suicidio) "como si se entregara inconscientemente
a su crimen y a su castigo" (H. Ey).
O. Reich hace hincapié en la gratificación extragenital y en la
erotización de todo el cuerpo ligadas a una satisfacción narcisística, significada por la
convulsión epiléptica. El objeto libidinal es tratado y aprisionado sádicamente y se reviste
de pulsiones inconscientes: el homicidio, el incesto y la autopunición, "que son las fuerzas
que confieren su suprema, primera y última significación a las descargas nerviosas y
musculares de su cuerpo" (H. Ey).
5. Terapéutica Floral
Existe un buen número de esencias que ayudan en esta patología.
Entre ellas hay que destacar: Chicory, Holly, Willow, Cherry Plum, Chestnut Bud, Vine,
Dandelion, Lavander, Spinifex, Suthern Cross, Waratah, Bush Fuchsia, Arnica, Star of
Bethlehem, Black-Eyed Susan, Bleeding Heart, Angélica y Mugwort.

GLOSARIO
Faltan las 3 páginas finales que no encontré en todos los archivos. Se nota que los
agregué sólo en el momento de la diagramación.

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