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Positivismo: Los positivistas que influyeron en los intelectuales peruanos fueron Comte
y Spencer. Este pensamiento refleja las preocupaciones por buscar salidas a la severa
crisis que había dejado la derrota en la guerra del Pacífico. Las ideas positivistas fueron
consideradas peligrosas por los sectores conservadores, los militares y la iglesia
católica, el conocimiento científico fue considerado negador de Dios.
Positivismo no universitario: Es aquel que no se desarrolló en las aulas de las
universidades, sino en periódicos y teatros.
Manuel Gonzáles Prada: Crítico de los grupos hegemónicos del país y
asumió el anarquismo como propuesta política. En él está presente un
pensamiento humanista. Uno de los primeros intelectuales que realiza un
análisis de la realidad nacional con agudeza crítica.
Positivismo universitario: Es aquel que tuvo como centro de irradiación las aulas de San
Marcos.
Javier Prado: Su pensamiento se establece en dos etapas: la positivista y la
postpositivista. En su etapa positivista nos dice que el hombre solo puede
conocer lo finito y lo relativo, solo puede percibir los casos simultáneos y
consecutivos.
Carlos Wiesse: Plantea que la tarea de la filosofía consiste en ordenar los
conocimientos empíricos, formular una síntesis final sobre las ciencias e
indagar sobre lo incognoscible en la medida en que se toca a lo cognoscible.
Manuel Vicente Villarán: A él se le debe la reforma de la enseñanza del
Derecho, por la cual las teorías positivistas desplazarán al idealismo de
tendencia krausista que se impartía en San Marcos.
Jorge Polar: Desarrolla un importante trabajo sobre estética. Él no descarta
la viabilidad de un idealismo religioso, fundado en la dualidad de la
experiencia y la razón.
Los movimientos sociales en el Perú: Esta etapa está vinculada a los movimientos de
obreros, trabajadores y campesinos que realizarán una lucha por reivindicaciones
sociales y políticas. Los intelectuales desarrollan su labor filosófica y política fuera de
las universidades y hay preocupación por el desarrollo de corrientes como el
espiritualismo, positivismo y tomismo.
José Carlos Mariátegui: Desarrolla una labor teórica y práctica sobre la realidad
peruana. Tuvo una perspectiva de clase a favor del proletariado y es por esto
por lo que organizó políticamente a los obreros fundando el partido del
proletariado peruano.
Víctor Raúl Haya de la Torre: Considera que se debe contar con la clase media
para la revolución y, a diferencia de Mariátegui, nos dice que los obreros son una
clase incipiente y débil. Fundó el APRA.
Filosofía en el Perú a partir de la década del 50: Una de sus principales características
fue el haber impulsado la reflexión filosófica auténticamente latinoamericana,
perteneciendo así a la tercera generación o generación técnica. Sus principales
exponentes fueron:
Augusto Salazar Bondy: Desarrolla una teoría de la dependencia, dominación y
alienación de la sociedad peruana.
Francisco Miró Quesada: Aportó en lógica simbólica y en la historia de las ideas
en Latinoamérica.
Alberto Wagner de Reyna: Tenía una perspectiva existencialista y sostenía que
la historia era muy importante para la filosofía.
Víctor Li Carrillo: Realizó estudios de la antigua filosofía griega, destacándose
en ello, y utilizó el método estructuralista.
Walter Peñaloza Ramellla: Hizo una observación acerca de la pedagogía,
sosteniendo que esta era deficiente y solo se preparaba al alumnado para los
exámenes, mas no para el saber.
María Luisa Rivara de Tuesta: Realizó un conjunto de trabajos académicos en
los que habló sobre una diversidad de temas, entre ellos la problemática de la
filosofía latinoamericana de los últimos años.