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UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE FONOAUDIOLOGÍA

ESTANDARIZACIÓN DE PARÁMETROS
CUANTIFICABLES DE HABLA EN ADULTOS
NORMALES CHILENOS.

Claudia Bahamonde Díaz


Javiera González Jara
Macarena Martínez Oportus
María Magdalena Muñoz Montes

TUTOR PRINCIPAL
Flga. Lilian Toledo Rodríguez.

TUTOR ASOCIADO
Flgo. Rafael González Victoriano

ASESOR METODOLÓGICO
Ilse López Bravo

Santiago-Chile
2007
2
3

A nuestros padres, hermanos e hijo,


quienes siempre nos apoyaron
durante este largo proceso.
4

AGRADECIMIENTOS

Este seminario de investigación ha requerido de un gran esfuerzo y dedicación por


parte de las autoras. Sin embargo, éste no hubiese sido posible sin el aporte de nuestra tutora
Lilian Toledo, quien siempre se mostró dispuesta a colaborar, atendiendo las dudas y
propuestas que fueron surgiendo en el camino.

No podemos dejar de mencionar a cada una de las personas que nos ayudaron en la
realización de nuestras evaluaciones, a través de la gestión realizada para colaborar con la
obtención de nuestra muestra. En este sentido, agradecemos a la Sra. Carmen Lacalle, porque
gracias a su gentileza pudimos evaluar a adultos pertenecientes a las dependencias de la
Municipalidad de Providencia. Del mismo modo, mencionar a la Sra. Rosa Muñoz y a la Sra.
Ana Natalia Arias, quienes permitieron las evaluaciones realizadas en la Municipalidad de
Santiago y Municipalidad de Conchalí, respectivamente.

Por último, pero no menos importante, reconocemos a cada uno de los 90 sujetos
evaluados, porque el tiempo que nos entregaron fue primordial para lograr nuestros objetivos, y
que en términos generales, fue fundamental para el desarrollo de la investigación.
5

RESUMEN

Los test de producción de habla son comúnmente aplicados en la clínica


fonoaudiológica, especialmente en el estudio de los trastornos de habla y su diagnóstico
diferencial. La utilidad y validez de estos test depende de datos normativos, los cuales no
existen en nuestro país, utilizándose en la actualidad normas extranjeras.
Este estudio pretende establecer datos normativos preliminares de los parámetros
cuantificables del habla en adultos normales chilenos entre 40 y 69 años de edad. Se formuló
un protocolo con los siguientes parámetros: Tiempo Máximo Fonatorio (T.M.F.) de los
fonemas /s/, /i/ y /a/, movimientos orales, velocidad del habla, diadococinesias y habla
automática.
Se evaluó a 90 adultos normales de entre 40 y 69 años. Este grupo fue dividido en tres
segmentos de edad: 40-49, 50-59 y 60-69 años
Al finalizar el proceso de análisis de los datos se obtuvo en promedio: para el T.M.F.
de /s/, /a/ e /i/, 19.68, 15.65 y 18.74 s. respectivamente; repetición de sílabas /pa/, /ta/ y /ka/,
33.09; 33.10 y 30.32 repeticiones/5 s. respectivamente; serie /pa-ta-ka/: 11.04 repeticiones/5 s.;
velocidad de lectura: 157.46 palabras/minuto. La evaluación de habla automática a velocidad
normal y a máxima velocidad registró un tiempo promedio de 9.42 y 4.72 s. respectivamente.
Si comparamos estos valores con datos extranjeros, se observa grandes diferencias en
los movimientos orales y en la velocidad de lectura, mientras que en los parámetros de
fonación, respiración, repetición se sílabas y serie /pa-ta-ka/, no se observó grandes diferencias.
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SUMMARY

The speech production tests are commonly applied in the speech, language and hearing
clinic, specially in the study of speech disorders and their differential diagnosis. The usefulness
and validity of these tests depends on normative data, which do not exist in our country, being
used at present foreign standards.
This study seeks to establish preliminary normative data of quantifiable parameters from
speech in normal chilean adults between 40 and 69 years old. A protocol was formulated with
the following parameters: Maximum Phonation Time (M.P.T.) of phonemes /s/, /i/, and /a/, oral
movements, speed of speech, diadochocinesis and automatic speech.
90 normal adults between 40 and 69 years old were evaluated. This group was divided
into three age segments: 40-49, 50-59 and 60-69 years old.
Once the data analysis process was complete, there were obtained the means for the
M.P.T. of /s/, /a/ and /i/, being 19.68, 15.65 and 18.74 s. respectively; repetition of syllables
/pa/, /ta/ and /ka/, being 33.09, 33.10 and 30.32 repetitions/5 s. respectively; /pa-ta-ka/ series:
11.04 repetitions/5 s.; reading speed: 157.46 words per minute. The automatic speech
evaluation at normal and maximum speed, were an average time of 9.42 and 4.72 s.
respectively.
If these results are compared with foreign data, large differences can be found in oral
movements and the reading speed, while the phonation and breathing, syllables and /pa-ta-ka/
series repetition parameters have no major differences.
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INDICE

1. INTRODUCCIÓN...................................................................................................................... 9
2. MARCO CONCEPTUAL..........................................................................................................12
2.1 Mecanismos de control motor del habla................................................................... 12
2.2 Parámetros involucrados en el habla……….............................................................18
2.2.1 Parámetros relacionados con
la respiración y fonación.....................................................................................18
2.2.2 Parámetros relacionados con la
articulación y el control motor oral..................................................................... 19
2.3 Desórdenes del habla: impacto en la población....................................................... 24
2.4 Evaluación clínica del habla..................................................................................... 26
2.4.1 Metodología de evaluación propuesta por Duffy...................................... 27
2.4.1.1 Evaluación de los mecanismos del habla en
ausencia de producción del habla........................................................ 28
2.4.1.2 Valoración de la inteligibilidad,
comprensibilidad y eficiencia del habla................................................. 30
2.4.2 Metodología de evaluación utilizada en Chile…………………………...….31
3. OBJETIVO GENERAL............................................................................................................ 34
4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS................................................................................................... 34
5. MATERIAL Y MÉTODO.......................................................................................................... 35
5.1 Tipo de diseño.......................................................................................................... 35
5.2 Variables................................................................................................................... 35
5.3 Población en estudio................................................................................................ 35
5.4 Formas de selección de las unidades de estudio..................................................... 36
5.5 Procedimientos de obtención de datos.................................................................... 36
5.6 Instrumentos de recolección de datos...................................................................... 37
5.7 Análisis de datos...................................................................................................... 38
6. RESULTADOS.........................................................................................................................39
7. DISCUSIÓN............................................................................................................................ 71
7.1 Limitaciones del estudio…………………………………………………………………..73
8. CONCLUSIONES....................................................................................................................75
9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS....................................................................................... 76
ANEXOS
ANEXO 1: Minimental test.............................................................................................. 78
8

ANEXO 2: Consentimiento informado............................................................................ 80


ANEXO 3: Cuestionario.................................................................................................. 83
ANEXO 4: Protocolo de evaluación................................................................................ 86
ANEXO 5: Pauta de evaluación..................................................................................... 91
ANEXO 6: El abuelo....................................................................................................... 95
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1.- INTRODUCCIÓN.

El habla representa un amplia área de estudio de la fonoaudiología, debido a que


cumple una función preponderante dentro del proceso de la comunicación oral, la cual puede
ser definida como un “acto motor que tiene por finalidad la producción de sonidos significativos
para la transmisión del lenguaje” 2. Es, por lo tanto, la expresión oral del lenguaje,
correspondiendo a un instrumento con el cual los seres humanos manifiestan pensamientos y
emociones, además de interactuar con su medio ambiente, contribuyendo al carácter y a la
calidad de vida de las personas.
Esta facultad propia del ser humano es esencial para su desarrollo integral, tanto a nivel
afectivo como social y laboral, razón por la cual cualquier alteración que interfiera en su normal
funcionamiento debe ser afrontada de la manera más adecuada posible, con la finalidad de
restablecer las habilidades perdidas, minimizando el impacto en la calidad de vida del individuo.
Desde esta perspectiva, la evaluación del habla adquiere gran relevancia debido a que
constituye el punto de partida de toda intervención, al entregar información diagnóstica
imprescindible para llevar cabo el abordaje terapéutico. Este proceso requiere, por lo tanto,
especial atención tanto de las características que componen el habla como de los procesos
involucrados en su producción; de esta forma se estará propiciando un diagnóstico confiable y
un tratamiento adecuado en relación a la patología de base.
Por otra parte, dado que el habla posee un correlato biológico sustentado
principalmente a nivel neurológico, su indemnidad constituye un indicador sensible del estado
funcional de estos sistemas; de ahí la importancia de la detección oportuna de sus posibles
alteraciones, ya que “cambios en el habla pueden anunciar la presencia de un trastorno
neurológico”1.
La evaluación tiene por objetivo establecer si un individuo presenta o no alguna
alteración, es decir, si su condición se desvía o no de los parámetros normales atribuidos al
aspecto observado. Cabe destacar que aunque no toda desviación de la normalidad constituye
una patología, ésta es una importante alerta para que el profesional indague acerca de la
existencia de posibles alteraciones. Dado lo anterior, es imprescindible contar con criterios de
normalidad conocidos y compartidos por los profesionales involucrados en la evaluación,
diagnóstico y tratamiento del habla, siendo especialmente valiosos aquellos derivados del
soporte empírico. De esta forma, la distinción del habla normal se sustentará bajo juicios
objetivos para ser aplicados a la práctica clínica.
En estos términos surge la necesidad de contar con instrumentos de evaluación de la
programación y producción del habla estandarizados bajo criterios de normalidad. Actualmente,
10

en nuestro país no se encuentran disponibles valores normativos en relación a los parámetros


evaluados por dichos instrumentos, utilizándose hasta el día de hoy aquéllos obtenidos en el
extranjero a partir de la lengua inglesa.
Lo anterior no puede dejar de ser considerado, especialmente si se piensa que entre
una lengua y otra existen grandes diferencias a nivel de la forma, encontrándose variaciones
estructurales importantes en cada una de sus unidades constituyentes. Dada la evidente
relación que existe entre habla y lenguaje, las implicancias de estas variables no son menores.
Según una revisión de la literatura realizada por Smith 18, los modelos de procesamiento del
habla y del lenguaje propuestos para hablantes adultos evidenciarían la presencia de
mecanismos paralelos de alta complejidad que involucrarían a las distintas unidades
lingüísticas. Desde este punto de vista, un análisis puramente lingüístico pone de manifiesto
importantes variaciones morfosintácticas, fonéticas y fonológicas entre el inglés y el español,
que pueden influir de manera considerable tanto en la programación de los engramas motores
del habla como en su ejecución, especialmente en relación al grado de complejidad de los
enunciados.
El problema resulta aún mayor si se considera que estas diferencias no se restringen
únicamente a factores estructurales, sino que involucran también las dimensiones del uso y del
contenido, debido a que la lengua está estrechamente relacionada con la cultura. Es de esperar
entonces, que las características del habla varíen, de esta manera, entre los hablantes de una u
otra lengua. Otras variaciones potencialmente influyentes pueden derivarse de factores
geográficos y socioeconómicos16, tales como la alimentación, la raza, la educación y las
costumbres, entre otros múltiples aspectos inherentes a cada grupo poblacional, por lo cual se
vuelve necesario el establecimiento de normas obtenidas a partir de las poblaciones de interés,
en este caso, de los adultos normales chilenos.
Por otra parte, dentro de un mismo grupo poblacional existen variaciones en el habla
que son consideradas normales, tales como aquellas relacionadas con el género, la
personalidad, el estado emocional, los roles social y laboral. Otras variaciones pueden ser
atribuidas a la edad, influyendo a este nivel los diversos cambios morfológicos y fisiológicos
ocurridos a lo largo del ciclo vital, siendo particularmente importante la consideración del declive
funcional asociado al envejecimiento. Estas modificaciones imprimen características
particulares a la respiración, fonación y articulación, entre otros procesos involucrados en el
habla, los que influyen directamente sobre los parámetros de emisión tales como el tono,
sonoridad, timbre, calidad y estabilidad vocal, así como a nivel de los patrones respiratorios, la
velocidad y la prosodia. Dichas variaciones son acústicamente perceptibles y pueden constituir
aspectos confundentes a nivel diagnóstico si no se cuenta con la información necesaria que
11

proporcione adecuados rangos de normalidad. Lo anterior se debe a que los rasgos


mencionados podrían ser erradamente atribuidos a la presencia de una condición patológica,
debido a que constituyen variables susceptibles de verse afectadas, especialmente en
patologías de origen neurológico, tales como la disartria o la apraxia del habla, entre otras.
En vista de la inmensa variabilidad que caracteriza a este acto motor, resulta imposible
evaluar el habla en todos los grupos poblacionales sin establecer distinciones. Es por esto que
en el actual estudio se restringirá la evaluación a pacientes adultos, los que serán clasificados
según su edad y sexo, debido a la necesidad de considerar ambas variables para el
establecimiento de datos normativos preliminares. Es innegable que seguirán existiendo
factores que pueden ocasionar diferencias en el habla entre los individuos que no serán
consideradas en el presente estudio, como son la condición de fumador o no fumador, la
ocupación en relación a la carga vocal, entre otros múltiples factores. Tales aspectos no han
sido incluidos dentro de las variables a estudiar, bajo el criterio de que éstas y otras
características, se encuentran en forma habitual dentro de la población en estudio, por lo que no
pueden constituir una limitación al momento de establecer valores normativos.
De lo anterior se desprende el objetivo general de este estudio que fue establecer
datos normativos preliminares de los distintos parámetros cuantificables del habla en adultos
normales chilenos, entre 40 y 69 años de edad.
Para concretarlo, se seleccionaron los parámetros cuantificables del protocolo de
evaluación de habla de R. González y L. Toledo 3, determinando qué parámetros no incluidos
podían ser significativos de evaluar en el habla. A partir de esto se formuló un protocolo para
evaluar específicamente los parámetros cuantificables del habla, el que posteriormente fue
validado por juicio de expertos. Se llevó a cabo además un pilotaje para asegurar la
confiabilidad interevaluador, previo a la aplicación del protocolo. Finalmente, se describió
cuantitativamente los valores obtenidos según rango de edad y sexo.
12

2.- MARCO CONCEPTUAL.

2.1.- Mecanismos de control motor del habla

El habla es un proceso neurofisiológico complejo, que corresponde a un fenómeno


particular de cada individuo, revelando detalles de la personalidad, estado anímico y
emocionalidad de quien lo produce.
Para que el acto del habla tenga lugar, se requiere de la participación coordinada de
una serie de sistemas neurofisiológicos y anatómicos. Es así, como la sola necesidad de querer
manifestar una idea no basta, requiriéndose de la participación de un sistema laríngeo indemne
para la emisión de la voz, un aparato fonoarticulatorio en condiciones óptimas para la
modificación del sonido fundamental y un sistema nervioso con normal funcionamiento para el
análisis, planificación y ejecución fluida del acto del habla. Este último incluye una serie de
conexiones neurológicas que permitirán el movimiento voluntario de los músculos involucrados
en la articulación de la palabra. De esta forma, los parámetros del habla: fluencia, ritmo,
velocidad, duración y secuencia, son el resultado de una intrincada red de funcionamiento
motor, que involucra varios sistemas de participación conjunta.
El sistema motor del habla está compuesto por una compleja red de estructuras y vías
que organizan, controlan y ejecutan el movimiento. Este sistema involucra todos los niveles del
sistema nervioso, mediando de esta manera, muchas de las actividades musculares. Para
poder entender la producción de un habla normal, es necesario conocer la organización y
operación básica que la caracteriza1.
Como se ha visto, la producción del habla requiere por lo tanto de la participación de
mecanismos neurológicos superiores, destacando entre ellos la corteza cerebral, los núcleos de
la base, el tronco encefálico, el cerebelo y la médula espinal. Es necesario que estos cinco
niveles trabajen de forma coordinada, siendo de vital importancia la comunicación y
organización que existe entre ellos.
Por otra parte, siguiendo el punto de vista clínico, Love y Webb 10 plantean que el
sistema motor del habla se basa en el funcionamiento de tres sistemas: el piramidal, el
extrapiramidal y el cerebeloso. Éstos participan en la interacción y regulación de los sistemas
nervioso central y periférico, así como en la activación y control del aparato fonoarticulatorio.
El sistema piramidal es la principal vía para el movimiento voluntario. Su funcionamiento
está dado básicamente a través de vías de proyección primarias descendentes desde la corteza
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motora primaria hasta los núcleos troncoencefálicos y medulares. Esta vía se compone a su vez
de los tractos o vías corticoespinal, corticobulbar y corticopontina.
En primer lugar, la vía corticoespinal es la encargada del control de los movimientos
finos de los músculos distales de los miembros. En cuanto a su recorrido, el origen de sus
haces se encuentra en gran proporción en la circunvolución precentral y en menor grado en la
circunvolución postcentral. De este modo, su nacimiento se encuentra en los lóbulos frontal y
parietal, concretamente en las áreas motora primaria y premotora (Brodmann 4 y 6,
respectivamente). En un principio, las fibras viajan distribuidas en forma de abanico hasta
alcanzar la sustancia blanca subcortical, la cual se denomina corona radiada. A continuación,
las fibras convergen en la cápsula interna, atravesando la porción posterior de ésta, para luego
recorrer el tronco encefálico hasta llegar al bulbo caudal, donde cruza entre el 85% y 90% de
las fibras al lado contralateral, área denominada “decusación de las pirámides”.
Es importante tener en cuenta que el tracto corticoespinal se divide en los haces lateral
y medial. El primero, es el encargado de la regulación de la motricidad fina y de la comunicación
verbal, mientras que el segundo, ejerce un control motor bilateral y se encarga principalmente
del control de la musculatura axioproximal, la postura y motricidad estática. Este haz no decusa
y es considerado como el haz motor descendente primario, pues abarca desde la corteza hasta
los distintos niveles de la médula espinal, donde entrará en contacto con el sistema nervioso
periférico. Entre las características de esta vía cabe destacar que, al ser una ruta muy directa,
está constituida por los axones más largos del sistema nervioso. Además, no sólo ejerce un
control motor, sino que a su vez realiza sinapsis con interneuronas que intervienen en los arcos
reflejos y en núcleos de las vías sensoriales ascendentes. Finalmente, permite respuestas de
muy alta velocidad y participa en el control sensoriomotor de las funciones oro-faríngeas
relacionadas con la deglución y con el habla.
En segundo lugar, el tracto corticobulbar es el encargado del control voluntario de los
movimientos de los músculos del habla, con excepción de los relacionados con la respiración.
Este haz ejerce un control bilateral cruzado de los órganos fonoarticulatorios (OFA), a través de
la activación de los núcleos craneales ubicados en el tronco encefálico.
En comparación con el tracto corticoespinal, se puede observar que esta vía es menos
directa y está compuesta por fibras ipsi y contralaterales. En cuanto al camino que recorre, es
importante destacar que viaja desde su origen junto al tracto corticoespinal, diferenciándose de
éste en el sitio donde atraviesa la cápsula interna, que en este caso corresponde a la rodilla de
ésta. Además, ambos tractos se separan a nivel del tronco encefálico, donde el corticobulbar
decusa a distintos niveles.
14

La importancia de este tracto apunta a los músculos del habla localizados en la línea
media, de los cuales la mayoría presenta inervación bilateral. Gracias a esta vía, todos los
músculos simétricos del rostro, paladar, pliegues bucales y diafragma trabajan de forma
sincronizada en actos tan cotidianos como lo son el sonreír, masticar, hablar, deglutir, entre
otros.
En tercer lugar, la vía corticopontina es la menos descrita en la literatura. Sin embargo,
se sabe que pasa por los núcleos pontinos y que sus aferencias se dirigen principalmente al
cerebelo.
El sistema extrapiramidal, por su parte, ejerce un control regulador entre los distintos
niveles involucrados en los mecanismos superiores. Entre sus componentes, es fundamental la
participación del sistema subcortical, el que actúa principalmente en la regulación de la
actividad motora.
De esta manera, se dice que el sistema extrapiramidal realiza un control de carácter
indirecto a través de su efecto inhibidor, encargándose de entregar automaticidad al habla,
controlar la calidad y cantidad de movimientos e inhibir la actividad motora antagonista.
Dentro de este sistema es fundamental la acción de los núcleos de la base, dentro de
los que destacan el núcleo subtalámico, la sustancia negra y núcleo rojo, los cuales regulan los
movimientos para que éstos sean finos y precisos. Se relacionan además, con la mantención
del estado motor basal funcional, controlando por ejemplo, el tono faringolaríngeo durante la
emisión.
A estos núcleos llega la información sensitiva y motora proveniente de las cortezas
visual, auditiva, sensitiva y motora primaria, la que es organizada y decusada a través del
globus palidus, para luego comunicarse con el tálamo. Este centro de relevo enviará
posteriormente la información procesada hacia la corteza prefrontal, lo cual permite que todo lo
relacionado con los aspectos cognitivos del acto motor sea censado e integrado 10.
Por su parte, Duffy1 hace una distinción entre la vía de activación indirecta y los circuitos
de control. La primera corresponde al sistema extrapiramidal y los segundos, a los núcleos de la
base y cerebelo. La diferencia radica en que estos últimos no son fuente de estímulo para las
neuronas motoras inferiores, mientras que la vía indirecta enviaría impulsos hacia
motoneuronas inferiores y algunos núcleos de los nervios craneales. Según este mismo autor,
la vía de activación indirecta se forma por múltiples vías cortas e interconexiones entre la
corteza y la motoneurona inferior.
En todo caso, es claro que aún quedan muchas interrogantes acerca de la vía
extrapiramidal por contestar, pues, falta conocimiento acabado acerca de su funcionamiento.
15

El tercer y último subcomponente participante en la producción del habla es el sistema


cerebeloso, el cual ejerce una influencia muy importante en la función de los otros sistemas
motores involucrados en el habla. La participación del cerebelo en el habla dice relación con su
naturaleza retroalimentadora, que es posible gracias a sus conexiones aferentes y eferentes.
Además, una vez que el acto motor se desencadena, el sistema cerebeloso coordina los
movimientos y entrega una regulación constante y simultánea mediante mecanismos
propioceptivos; de esta forma, controla el grado de contracción muscular tanto antagonista
como agonista, permitiendo la regulación necesaria para la precisión de los movimientos del
habla. Al estar involucrado en la sinergia de los movimientos rápidos realizados alternadamente
y en la coordinación muscular fina, se relaciona con las fibras corticobulbares, proporcionando
de este modo el control motor preciso y rápido que se requiere para la realización del habla.
De esta manera, existen tres áreas reconocibles dentro de esta estructura: áreas
auditivas, táctiles y visuales, las que se proyectan hacia regiones de la misma índole en el
cerebro. Desde éstas, se originan fibras que retornarán al cerebelo. Se puede concluir que el
cerebelo actúa como un modulador crítico de la función neuronal, aumentando o disminuyendo
los impulsos sensoriales y motores. Dichas funciones están organizadas en tres vías
cerebelosas: la vestíbulocerebelosa, que lleva la información sobre el equilibrio proveniente de
los núcleos vestibulares; la espinocerebelosa, encargada de transportar la información
propioceptiva y la vía cortico-ponto-cerebelosa, que permite que la corteza cerebral controle e
influya en la actividad del cerebelo, posibilitando a este último coordinar y regular las
actividades involuntarias.
Finalmente, entre los mecanismos de control motor del habla no se puede dejar de
mencionar al sistema nervioso periférico, dentro del cual resultan imprescindibles los pares
craneales, pues están íntimamente ligados con la producción del habla, ya que son los
encargados de brindar información sensorial y motora a la musculatura oral.
Así, las fibras motoras eferentes se originan en los núcleos del tronco encefálico,
mientras que las fibras sensoriales lo hacen en los ganglios periféricos. El componente motor
está formado por axones de células sensoriales que están dentro del encéfalo. Los núcleos
motores, lugar donde se originan los pares craneales, reciben impulsos provenientes de la
corteza cerebral por medio de los ya descritos haces corticobulbares. A diferencia del
componente motor, el componente sensorial de los pares craneales está formado por axones de
células nerviosas que se localizan fuera del encéfalo, en los troncos nerviosos o en el mismo
órgano sensorial. Éstos entran en el encéfalo y hacen sinapsis con los núcleos terminales y con
otros núcleos sensoriales como el tálamo. Desde este punto, atravesarán la línea media para
dirigirse a la corteza cerebral.
16

Cabe destacar que no todos los pares craneales tienen una relación directa con el acto
motor del habla, sino que lo harán los pares V, VII, IX, X, XI y XII, en vista de lo cual solamente
se hará una descripción de éstos.
El par V o Trigémino participa primariamente en la masticación y en la sensibilidad de la
cara, inervándola de manera bilateral y simétrica. Este par, envía información táctil a los dos
tercios anteriores de la lengua, inerva el tensor del paladar, además de relacionarse con el
aplanamiento, extensión del paladar blando y apertura de la trompa faringotimpánica. Gracias a
la inervación del músculo laríngeo externo, colabora además en el movimiento vertical y anterior
de la laringe.
Con respecto al par VII o Facial, es importantísimo tener clara su responsabilidad en los
movimientos de la expresión facial, pues realiza una inervación mixta y contralateral. Este par
permite el arrugamiento de la frente, el cierre de ojos y boca, estiramiento de las comisuras
labiales, tensión de mejillas, hundimiento de comisuras y tensión de los músculos anteriores del
cuello. Es posible notar la real importancia que tienen estos movimientos para el habla.
Además, ayuda al ascenso y descenso de la laringe.
Siguiendo con el par IX o Glosofaríngeo, éste proporciona el gusto del tercio posterior
lingual; sensibilidad tanto velar como de las paredes laterales y posteriores de la faringe; y
regulación de la porción sensorial del cierre faríngeo. La inervación motora de este nervio se
restringe al músculo estilofaríngeo, el cual eleva y dilata la faringe hacia lateral, además de
contribuir en la elevación de la laringe.
El nervio X o vago (también llamado neumogástrico) cumple múltiples funciones, siendo
motor en relación a las vísceras, los músculos del paladar (a excepción del tensor del paladar),
constrictores faríngeos y músculos intrínsecos de la laringe. Controla los movimientos velares a
superior y es sensitivo de los dos tercios inferiores de la faringe, al igual que de la mayor parte
de los músculos laríngeos. Lo caracteriza una inervación bilateral simétrica.
Por otra parte, el par XI o accesorio, realiza una inervación contralateral de la
musculatura cervical principalmente, y permite entre otras cosas, el encogerse de hombros.
Además, acompaña al X par en algunas funciones velares, controlando parte de la musculatura
extrínseca e intrínseca faríngea. Así mismo, permite movimientos de torsión, inclinación y
proyección hacia delante de la cabeza, además de la elevación del esternón y clavícula cuando
la cabeza está fija. Su importancia en el habla radica en la influencia que tiene a nivel
respiratorio.
Por último, el par XII o hipogloso se enfoca en la inervación motora de la lengua, de un
modo mixto y contralateral. Tanto los músculos intrínsecos como los extrínsecos de la lengua
están inervados por dicho nervio, de manera que controla las siguientes acciones linguales:
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acortarse, ponerse cóncava, estrecharse, alargarse y aplanarse, además de su protrusión,


retracción hacia arriba, retrusión y depresión.

Paralelo a lo anteriormente planteado, Duffy 1 entrega una organización funcional distinta


del sistema de control motor del habla, la cual sería útil en caso de una lesión, para comprender
de mejor manera los componentes involucrados en ella y no sólo su ubicación. Desde este
punto de vista, el sistema motor se divide de la siguiente manera:

1- Vía final común (VFC)


2- Vía de activación directa
3- Vía de activación indirecta
4- Circuito de control

La vía final común es el mecanismo periférico por el cual se media la actividad motora,
que está formado por los nervios craneales, que inervan los músculos relacionados con la
fonación, resonancia y articulación, y por los nervios espinales, que inervan los músculos
relacionados con la respiración. Esta vía se asocia a la motoneurona inferior y tiene como
principal función la estimulación de la contracción y del movimiento muscular.
La vía de activación directa, también llamada sistema piramidal, se conecta
directamente con la vía final común. A diferencia de Love y Webb 10, en ésta se identifican tan
sólo dos tractos: tracto corticobulbar y tracto corticoespinal, los cuales constituyen la
motoneurona superior. Su rol se enfoca en el control consciente, y por ende, en los movimientos
voluntarios.
La vía de activación indirecta, también llamada sistema extrapiramidal, se relaciona con
el estado subconsciente. Las actividades musculares automáticas incluyen la postura, el tono y
los movimientos que sostienen y acompañan al movimiento voluntario.
El circuito de control se refiere al cerebelo y otras estructuras reguladoras,
específicamente: pedúnculos cerebelosos, formación reticular, núcleo rojo, núcleos pontinos,
núcleo de la oliva inferior, tálamo y corteza cerebral. Su función apunta a la integración y
coordinación de la ejecución de movimientos directos.
Además, Duffy1 hace referencia a una quinta división, la llamada programación motora,
que integra los conceptos de planeamiento y programación de los procesos, cuyo sustrato
neuroanatómico consiste en el hemisferio dominante (corteza somatosensorial, corteza
premotora, corteza motora suplementaria e ínsula) y el circuito de control (sistema límbico,
hemisferio derecho, tálamo y formación reticular). Este nivel se encarga de la formulación y
18

recuperación de los comandos motores para la producción de segmentos fonéticos y sílabas,


además de determinar las tasas y patrones de tensión y prosodia, basándose en la información
acústica y el feedback1.
La participación conjunta de estas estructuras permite el funcionamiento adecuado de
los procesos motores básicos (PMB) que ejercen el habla: respiración, fonación, articulación,
resonancia y prosodia. En consecuencia, el trabajo apropiado y coordinado de los sistemas
anteriormente descritos es lo que permite que el habla se produzca en forma fluida.

2.2.- Parámetros involucrados en el habla

Los Procesos Motores Básicos (PMB) involucrados en la ejecución del habla pueden
ser valorados a través de una serie de parámetros que ponen de manifiesto diversas variables
que acompañan la producción de este acto motor.
En el presente estudio se ha seleccionado algunos de estos parámetros con la finalidad
de establecer datos normativos, que sirvan de base para la evaluación clínica del habla en
adultos normales chilenos.

2.2.1.- Parámetros relacionados con la respiración y la fonación

 Tiempo Máximo Fonatorio (T.M.F.):

Corresponde a la mayor cantidad de tiempo en el cual puede realizarse la emisión


sostenida de un sonido tras la realización de una respiración profunda. Su valoración permite
estudiar tanto la eficiencia del cierre glótico como la eficiencia del sistema respiratorio en
general4.
El T.M.F. suele aplicarse en relación a la emisión de vocales, las cuales en su calidad
sonora requieren de la actividad de las cuerdas vocales para su producción. Para la estimación
de la eficiencia fonatoria en relación a los sonidos áfonos se utiliza habitualmente en la clínica la
emisión de la fricativa /s/. Según mediciones de Ptacek y col. 4 la emisión sostenida de este
sonido fluctúa entre los 20 y 25 segundos (s.) en los adultos. Por su parte Skel y Boone 7
encontraron una media de 17.7 s. de duración para la /s/, sin hacer distinciones de edad ni
sexo. En tanto, Young y Bless7, valoraron este parámetro en 14.7 s. de duración media en
adultos mayores inactivos y en 20.2 s. como promedio en adultos geriátricos activos.
Por otra parte, Wilson4, describe los valores normales del T.M.F. en adultos respecto a la
emisión de vocales, los cuales corresponden a 15.0 s. en los hombres y 14.3 s. en las mujeres.
19

Según Jackson – Menaldi4, dichos valores fluctúan entre 25 y 35 s. para los hombres y 15 a 25
s. para las mujeres.

Los parámetros considerados en este estudio incluyen:


- T. M. F. de /a/: Máxima cantidad de tiempo en la cual el sujeto puede realizar la
emisión sostenida del sonido /a/ tras la realización de una inspiración profunda.
- T. M. F. de /i/: Máxima cantidad de tiempo en la cual el sujeto puede realizar la emisión
sostenida del sonido /i/ tras la realización de una inspiración profunda.
- T. M. F. de /s/: Máxima cantidad de tiempo en la cual el sujeto puede realizar la
emisión sostenida del sonido /s/ tras la realización de una inspiración profunda.

2.2.2.- Parámetros relacionados con la articulación y el control motor oral

 Movimientos orales:

La evaluación de los movimientos orales permite obtener información relevante en


relación a la producción del habla, debido a que proporciona una visión global del
funcionamiento de los OFA, encargados de la ejecución de los sonidos que la componen. Otra
ventaja de este tipo de procedimiento de evaluación es que posibilita la observación del
funcionamiento motor oral en acciones específicas, libres de “restricciones lingüísticas” 6,
elemento importante si se piensa que lo anterior puede facilitar el diagnóstico diferencial entre
casos comprometidos a nivel de la programación motora del habla y aquellos vinculados a la
ejecución.
La estimación de la fuerza, velocidad, regularidad, exactitud y rango de este tipo de
movimientos, así como la observación de la tonicidad muscular, tanto en su realización
voluntaria como en la mantención de posturas estáticas, corresponden a características
determinantes en el diagnóstico de la patología, de ahí su importancia en la evaluación clínica 1.
Lo anterior se debe a que posibles variaciones en los componentes mencionados
representan un indicador sensible de la presencia de trastornos motores; es así como, por
ejemplo, variaciones del tono, pueden observarse en aquellas patologías que comprometen
diferentes niveles del procesamiento motor, tanto a nivel central como periférico, involucrando
estructuras tales como la placa neuromotora, las neuronas motoras, fibras nerviosas y fibras
musculares. Dichas alteraciones pueden comprometer la función del habla en diferentes grados
de severidad, manifestándose en aumentos o disminuciones del tono, como ocurre en algunos
tipos de disartrias6.
20

Desde esta perspectiva, surge la necesidad de contar con medidas estandarizadas en


relación a los componentes citados, que reflejen la realidad de la población estudiada.
Si bien el presente estudio no pretende aportar información cualitativa de las
variaciones de estos y otros componentes, cabe destacar la influencia de dichas variables en
los aspectos cuantitativos de la evaluación de la motricidad oral, ya que pueden repercutir en el
número de movimientos que un individuo es capaz de realizar en determinado tiempo.
Lo anterior corresponde a un aspecto merece ser considerado, ya que la velocidad de
los movimientos orales corresponde a un rasgo fundamental a nivel articulatorio, con
especiales repercusiones a nivel de la fluidez. Esta medida está determinada de manera
especial por la amplitud de los movimientos, la tonicidad y la fuerza muscular, por lo que
representa uno de los elementos más susceptibles de verse afectados en la patología, debido a
la confluencia de factores que intervienen en su manifestación. La observación de este
parámetro y su cuantificación específica en relación a los movimientos de los diferentes
órganos periorales merece, por lo tanto, especial consideración. Una vez más, se plantea la
necesidad de contar con la estandarización de estos parámetros en relación a la población
estudiada, para poder establecer límites de normalidad utilizables en la práctica clínica.

Los movimientos orales considerados en este estudio incluyen:


Mandibulares:
- Velocidad de apertura/cierre bucal: Número de ciclos de apertura y cierre
bucal obtenidas en un intervalo de 5 s.

Labiales:
- Velocidad de apertura/cierre labial: Número de ciclos de apertura y cierre labial
en máxima intercuspidación dental, obtenidas en un intervalo de 5 s.
- Velocidad de protrusión/retrusión labial: Número de ciclos de protrusión y
retrusión labial de ambos labios obtenidas en un intervalo de 5 s.

Linguales:
- Velocidad de protrusión/retrusión lingual: Número de ciclos de protrusión y
retrusión lingual obtenidos en un intervalo de 5 s.
- Velocidad de lateralización lingual extraoral: Número de ciclos de contacto
entre ápex lingual y comisuras derecha e izquierda alternadamente, obtenidos
en un intervalo de 5 s.
21

- Velocidad de elevación/descenso lingual extraoral: Número de ciclos de


contacto entre ápex lingual y labio superior e inferior alternadamente en
apertura bucal, obtenidos en un intervalo de 5 s.

 Lectura oral:

Velocidad del habla en la lectura: Se obtuvo el número de palabras por minuto


que el paciente fue capaz de emitir, durante la lectura del texto “El abuelo”. Este
número se obtiene multiplicando el tiempo total transcurrido en la lectura del
texto, medido en s., por una constante c = 6060, la cual representa la
transformación de la medición en segundos a minutos, calculada a través de la
multiplicación del número total de palabras contenidas en el texto (101
palabras) por 60 s.
Según Kent1 la velocidad normal de lectura es de 100 palabras por
minuto, lo cual fue determinado en el habla inglesa.

 Habla automática:

La evaluación del habla automática se realiza a nivel clínico con la finalidad de


comparar el rendimiento del sujeto en este tipo de producciones y en aquellas originadas a
partir del habla voluntaria. Cuando la diferencia en el desempeño entre ambos tipos de
producciones es evidente, se verifica la presencia de disociación automático voluntaria, la cual
corresponde a un signo clásico relacionado con las alteraciones de la programación motora del
habla, como ocurre en la Apraxia del Habla.
Este tipo de producciones pueden ser evaluadas mediante la repetición de series, cuya
elaboración no requiere de un procesamiento de tipo voluntario; lo anterior ocurre cuando
dichas elocuciones o secuencias, según sea el caso, son conocidas por el sujeto que las
produce, correspondiendo a información ya almacenada, lo que implica que los engramas
motores ya se encuentran previamente establecidos a nivel central. Esto posibilita que el
acceso a dichos contenidos al momento de la ejecución corresponda a una tarea más fácil
comparada con la requerida en el caso de las ejecuciones de carácter voluntario. Las series
numéricas, los días de la semana, los meses, entre otras, corresponden a algunos ejemplos de
habla automática.
22

Parámetros considerados en este estudio:


- Velocidad de la serie automática 1-20 a una velocidad cómoda para el
sujeto
- Velocidad de la serie automática 1-20 a la máxima velocidad que el sujeto
pueda producirla sin errores.

 Diadococinesias orales:

Las diadococinesias corresponden a movimientos antagonistas realizados en una


secuencia rápida17, representando una forma de movimiento rítmico que consta de un circuito
cerrado a abierto, es decir, de la presencia de movimientos arbitrarios rápidos que no se
acoplan retroactivamente a nivel sensorial, contrario a lo ocurrido en los movimientos lentos.
Dado su carácter rítmico, participan en su realización tanto el cerebelo como los núcleos de la
base17.
En cuanto a la literatura, es muy poco el material disponible relacionado con la
producción de diadococinesias orales en adultos sin patologías del habla; situación que no ha
variado de lo observado en décadas anteriores. Ya en 1982, Portnoy y Aronson 14 mencionaban
que “la cuantificación de la velocidad y la regularidad de la sílaba como una de las muchas
medidas disponibles de un intacto sistema neurológico motor del habla ha recibido mínima
atención de la investigación”. En tanto Pereira y cols.13 han destacado “la importancia de la
diadococinesia fonoarticulatoria como herramienta en la evaluación del control motor en casos
neurológicos”.
Actualmente, la investigación continúa siendo escasa y la mayoría de los estudios
involucrados se orienta a la patología, debido a que las variaciones en su tasa de producción
corresponden a un indicador sensible que pone de manifiesto “cambios estructurales y
fisiológicos en el sistema nervioso central y en los componentes periféricos de los mecanismos
orales y de la producción del habla” 15. De esta forma, el análisis perceptivo de la producción de
secuencias silábicas rápidas corresponde a un procedimiento de diagnóstico habitual de los
desórdenes del discurso motor14, permitiendo el estudio de los déficits en la articulación en
forma particular, especialmente a través de diadococinesias orales basadas en la combinación
de sonidos oclusivos con la vocal /a/ mediante las sílabas /pa-ta-ka/ 11.
Según Lotze 11, lo que ocurre en el caso particular de la serie /pa-ta-ka/, es que su
estructura combina en una misma sílaba directa, sonidos consonánticos oclusivos áfonos con el
sonido vocálico sonoro de la /a/, lo que implica la generación de un “cierre poderoso del aire”
seguido de su liberación posterior. Algunas características descritas por este autor y sus
23

colaboradores acerca de la ejecución de dicha secuencia, incluyen dificultades a nivel de los


movimientos bilabiales durante la realización de la sílaba /pa/, así como del movimiento del
ápice lingual en /ta/ y del dorso de la lengua en la sílaba /ka/.
Otros estudios se han enfocado en la búsqueda de diferencias en las producciones
diadococinéticas orales entre diversos grupos de adultos, los cuales han proporcionado cierta
evidencia acerca del funcionamiento de este tipo de movimiento en sujetos normales. Entre
estas investigaciones cabe mencionar un estudio realizado por Portnoy y Aronson en 1982 14,
quienes compararon la producción de las sílabas /pa/, /ta/ y /ka/ entre adultos normales y
pacientes con disartria espástica y atáxica, en el cual los resultados obtenidos en el grupo de
sujetos normales arrojaron un promedio de 155.3, 163.9 y 174.4 ms para las sílabas /pa/, /ta/
y /ka/, respectivamente, en un total de 30 sujetos. Pese a que el objetivo del estudio no fue la
obtención de valores normativos en la producción diadococinética, corresponde a una de las
pocas referencias de este fenómeno encontradas al respecto en la literatura.
Otra estudio importante de mencionar es el realizado por Tiffani en el año 1980 7, quien
encontró que en la producción de las sílabas /pa/, /ta/ y /ka/ los adultos sin patología del habla
producían en promedio 7.1; 7.1 y 6.2 sílabas por segundo respectivamente. Es decir, 35.5, 35.5
y 31 sílabas en 5 s. Además, dentro del mismo estudio, el autor encontró que para la serie /pa-
ta-ka/ se produciría 2.5 sílabas por s., o sea 12.5 series en 5 s.
Por otra parte, parece interesante destacar la existencia de estudios comparativos entre
grupos de adultos de distintas edades, los que han proporcionado evidencia empírica acerca de
la producción de diadococinesias orales y sus cambios relacionados con la edad. Un estudio de
Parnell y Amerman12 sugirió diferencias cualitativas entre un grupo de adultos jóvenes normales
(n = 10), un grupo de adultos mayores normales (n = 10) y otro grupo de pacientes disártricos (n
= 4). Si bien los resultados arrojaron diferencias considerables entre los grupos evaluados, cabe
mencionar que la metodología utilizada en dicha investigación sólo se basó en la percepción
clínica de la suficiencia del funcionamiento en esta tarea, llevada a cabo por fonoaudiólogos. De
esta manera, las mediciones realizadas no proporcionaron valores cuantificables acerca del
desempeño entre los grupos estudiados. Ante esta problemática los autores enfatizaron la
“necesidad del desarrollo de estándares clínicos de la normalidad del habla para la población
geriátrica”

Parámetros a cuantificar en este estudio:


- Velocidad en la producción de la sílaba /pa/: Número de producciones de la
sílaba /pa/ emitidas sin errores, medidas en un intervalo de 5 s.
24

- Velocidad en la producción de la sílaba /ta/: Número de producciones de la


sílaba /ta/ emitidas sin errores, medidas en un intervalo de 5 s.
- Velocidad en la producción de la sílaba /ka/: Número de producciones de la
sílaba /ka/ emitidas sin errores, medidas en un intervalo de 5 s.
- Velocidad en la producción de la serie /pa-ta-ka/: Número de producciones
de la serie /pa-ta-ka/ emitidas sin errores, medidas en un intervalo de 5 s.
- Velocidad en la producción de las palabras: Número de producciones de
cada una de las palabras emitidas sin error, medidas en un intervalo de 5 s.
El objetivo de este ítem es evaluar palabras de nuestra lengua que
contengan, al igual que la serie /pa-ta-ka/, la sílaba inicial con un fonema
anterior, la sílaba media con un fonema medio y la sílaba final con un
fonema posterior. Las palabras evaluadas son las siguientes: /pitúko/,
/petáka/, /botíka/, /bodéga/, /médiko/ y /málaga/.

2.3.- Desórdenes del habla: impacto en la población

A nivel mundial, las alteraciones del habla tienen una gran importancia si se piensa en
la alta prevalencia que estas han alcanzado durante los últimos años. Una explicación para esto
es que, como ya se ha mencionado, el funcionamiento motor del habla es un proceso que
cuenta con una infinidad de estructuras participantes, por lo que hay una gran probabilidad que
alguna de éstas falle, y por lo tanto, se afecte el acto motor en cuestión. Otro hecho relacionado
con este alto índice, es que algunas de las causas de estos trastornos han ido en aumento en
los últimos años, debido a un incremento de los factores de riesgo que influyen en éstas. Un
ejemplo de causa que se ha incrementado es el accidente cerebro vascular (ACV), cuyo
principal factor de riesgo, la hipertensión arterial, se da cada vez en mayor proporción.
De este modo, las alteraciones motoras del habla resultan ser las más frecuentes en las
patologías que afectan a la comunicación, lo cual fue analizado por un estudio realizado por la
Clínica Mayo. Este estudio abarcó la distribución de los desórdenes adquiridos de la
comunicación, entre los años 1987-1990 y entre 1993-2001 1, basados en 14.269 evaluaciones
de sujetos con diagnóstico principal en patología del habla por un trastorno adquirido en la
comunicación, se destaca un 41% de problemas motores del habla (disartrias y apraxias del
habla), seguidos por un 19% de Afasia, 11% de otros desórdenes cognitivos del lenguaje
(demencia, mutismo akinético, confusión, déficit cognitivos en la comunicación no afásico
asociados con TEC, alexia con o sin agrafia, pérdida de memoria específica, desorden
neurológico del lenguaje de tipo indeterminado y falta de respuestas asociada a patologías
25

neurológicas), 8% de trastornos idiopáticos (disfonía, estridor, palilalia, monotonía, acento


pseudo extranjero, conducta disfluente adquirida), 8% de trastornos de voz (no neurológicos ni
psicogénicos, incluyendo etiologías por abuso vocal, papiloma, intubación, traqueostomía,
desbalance hormonal, neoplasia, acromegalia, cirugías), 8% de deficiencias anatómicas
(laringectomías y glosectomías), 4% de origen psicogénico (incluye desórdenes del habla no
orgánicos caracterizados por mutismo, afonía o disfonía, disfonía espasmódica, disprosodia,
conducta disfluente adquirida, habla infantil, problemas articulatorios, acento extranjero, tono
alto e intensidad anormal) y un 1% de otros desórdenes neurológicos del habla (conducta
disfluente adquirida, aprosodia, disfonía espasmódica asociada con tremor o distonía, mutismo
no específico del SNC o afonía aislada e intensidad reducida, déficit del habla asociado con
problemas sensoriales)1.

Para tener una visión más clara de la distribución descrita, se presenta el siguiente
gráfico:

Dentro de los desórdenes neurológicos de la comunicación, la Clínica Mayo destaca el


alto porcentaje de incidencia de Disartria con un 54%, superando la incidencia de la Afasia u
otros desórdenes cognitivos del lenguaje, a los que respecta un 4% y un 16% respectivamente
(estudio realizado entre los años 1987-1990 y entre 1993-2001, basados en 10.444
evaluaciones)1.
26

En cuanto a la situación chilena, no existen estudios específicos acerca de los


trastornos del habla, ni tampoco de los trastornos de la comunicación. Sin embargo, es de gran
ayuda el estudio prospectivo realizado en Iquique, Chile, entre Julio 2000 y Junio 2002 8,9. Esta
investigación epidemiológica, cuyo título es “Incidencia, tasa de casos fatales en 30 días, y
prognosis de ACV en Iquique, Chile: un estudio prospectivo de 2 años basado en dicha
comunidad (Proyecto PISCIS)”, es el primer trabajo latinoamericano y de países en vías de
desarrollo con características metodológicas adecuadas que abarca el tema ACV. Es conocida
la enorme importancia que tienen los ACV a nivel de la salud mundial, y nuestro país no se
queda fuera, ya que además de ser la segunda causa de muerte en Chile, es la primera causa
de hospitalización en sujetos mayores de 65 años. Existe una tendencia al incremento en los
países en desarrollo, debido al aumento de los factores de riesgo y al rápido envejecimiento de
la población9. Aunque no se sabe la incidencia que hay en Chile, se puede extrapolar la
incidencia de la primera región a todo el país, estableciendo así una tasa 168,4 casos cada
100.000 habitantes. Conociendo este valor, se puede inferir que se esperan 27.000 casos a
nivel nacional en un año8. Lo preocupante es lo informado por Sacks y cols 9 : sólo el 12% de los
pacientes con síntomas neurológicos agudos en Valparaíso, Chile, son atendidos
inmediatamente en el servicio correspondiente en dicha ciudad, lo que lógicamente influye
negativamente al pensar en las consecuencias que puede implicar el ACV. De los pacientes que
logran sobrevivir seis meses tras ocurrido el accidente vascular, sólo el 47% lo hacen de
manera independiente, y 63% necesita algún tipo de ayuda 9. Es por esto la importancia del
conocimiento sobre los trastornos de habla, pues son una consecuencia habitual del ACV y, al
mismo tiempo, una de las principales causas de trastornos del habla es el ACV.

2.4.- Evaluación Clínica del Habla

La evaluación clínica del habla es fundamental para determinar si este proceso motor
se está realizando con normalidad o si se encuentra alterado de alguna forma. En el segundo
caso, una evaluación exhaustiva permitirá descubrir y describir la alteración que afecta al
paciente, además de establecer un diagnóstico que será esencial para relacionar los daños
observados con la localización de la lesión y finalmente, determinar la severidad del caso.
Para que el proceso de evaluación sea eficiente, se debe contar con un conocimiento
acabado de las patologías del habla, sus características e implicancias clínicas, así como contar
con pautas de evaluación e instrumentos estandarizados que permitan recabar la información
necesaria para realizar un diagnóstico confiable.
27

De esta manera, el clínico debe tener en cuenta que un daño neurológico puede
ocasionar alteraciones en el habla fáciles de reconocer, pues existen patrones predecibles que
tienen bases neurofisiológicas subyacentes. En consecuencia, para el reconocimiento y
abordaje del problema es importante ser capaz de:

 Comprender la organización que existe del sistema nervioso en relación al control


motor del habla: esto se puede lograr gracias a la predecible asociación existente entre los
patrones de déficit en el habla y una determinada patología localizable.
 Realizar el diagnóstico diferencial y localización de enfermedades neurológicas: los
cambios en el habla pueden ser la primera o única manifestación de enfermedades
psiquiátricas u orgánicas, por lo que su detección puede contribuir a la localización, diagnóstico
y cuidado de la patología.
 Conocer la prevalencia de los desórdenes neurológicos, los que constituyen la
mayor causa de dishabilidad en los patrones de habla en la población adulta de nuestro país.
 Tener un manejo adecuado a nivel de la identificación de las características
alteradas y su localización en los distintos niveles del sistema del habla, comprendiendo así la
posible neurofisiopatología de base, información a partir de la cual se puede obtener
determinadas pistas para el manejo del trastorno1.
En relación a las pautas e instrumentos estandarizados destinados a la evaluación del
habla, su importancia es tal, que muchos autores han dedicado tiempo y esfuerzo en su
creación. Es así como Duffy1, a partir del estudio de población con trastornos fonoaudiológicos
derivados de alteraciones neurológicas y de la recopilación de información en esta área, ha
creado un método de evaluación clínica del habla, que además ha permitido el establecimiento
de normas en relación a la medición de algunos parámetros. Debido a esto y en función al
objetivo del presente estudio, resulta interesante examinar la metodología de evaluación
propuesta por Duffy previo al análisis de la presente investigación. Lo anterior tiene por finalidad
dar a conocer la metodología que sirvió de base para el desarrollo del Protocolo de Habla de
González y Toledo, instrumento que será descrito posteriormente y que fue considerado para la
elaboración del protocolo formulado para el desarrollo del actual estudio.

2.4.1.- Metodología de Evaluación propuesta por Duffy

El método desarrollado por Duffy1 plantea que la evaluación del sistema motor del habla
se divide en cuatro partes fundamentales: la obtención de la historia del paciente, la evaluación
de los mecanismos del habla en ausencia de su producción, la valoración de los parámetros
28

perceptuales del habla y finalmente, la valoración de la inteligibilidad, comprensibilidad y


eficiencia del habla. De estas etapas, únicamente se hará alusión a la segunda, debido a su
relación con los objetivos de esta investigación.

2.4.1.1.- Evaluación de los mecanismos del habla en ausencia de


producción del habla

Estos mecanismos permiten caracterizar la patología del sujeto evaluado, posibilitando


establecer el grado de afectación y vislumbrar el origen del daño. Se debe tener en cuenta la
observación del tamaño, fuerza, simetría, rango, tono, regularidad, velocidad y exactitud de los
movimientos de la mandíbula, rostro, lengua y paladar. Es importante tener presente que estas
propiedades serán decisivas para el diagnóstico de la patología, consignando así todas aquellas
variaciones que pudieran producirse.

Cabe destacar que estos componentes propuestos por Duffy, repercuten en el


rendimiento de los sujetos frente a tareas utilizadas en la evaluación del habla. Por lo tanto, se
hace necesario revisar la descripción que hace el autor de cada uno de ellos:

 Fuerza: Se refiere a la potencia que deben tener los músculos involucrados en la


producción del habla para realizar sus funciones normales. Así, se observa el nivel de
contracción de estos músculos antes de que se produzca fatiga, además del
movimiento obtenido en contra de la resistencia.
De esta manera, cuando un músculo está débil, puede que no realice el movimiento
deseado y se fatigue antes de lo esperado, obteniéndose patrones descendidos. Se
debe consignar si se encuentra patrones anormales de fuerza como lo son: la fuerza
reducida, que puede ser constante o progresiva.

 Velocidad: Se refiere a movimientos o sonidos producidos en un determinado


tiempo. Normalmente los movimientos durante el habla son rápidos, produciendo hasta
14 fonemas por segundo en una conversación habitual. Por ello se debe consignar si
esta velocidad se ve reducida o no.

 Rango: Este parámetro corresponde a la distancia recorrida por las distintas


estructuras que participan en la producción del habla, durante la realización de
movimientos únicos o repetitivos. Se debe poner atención a un posible aumento o
disminución del rango de movimiento.
29

 Regularidad: Este parámetro se refiere a los movimientos involuntarios de la


musculatura. Existe una medida de referencia de 8 a 12 Hz en la musculatura del
cuerpo. En general, en personas sanas las oscilaciones e interrupciones de los
movimientos de la musculatura no son visibles, pero en personas con patología
neurológica, al estar aumentada la amplitud de la oscilación, se hacen evidentes. De
esta manera, se debe observar si la musculatura parece inestable, presentando temblor
que puede ser estable o inestable.

 Tono: El tono muscular debe ser el adecuado como para producir movimientos
voluntarios y para mantener una postura. Se debe consignar si está disminuido,
aumentado o inestable.

 Exactitud: Ésta debe ser observada en la producción de sonidos del habla en


forma aislada, repetitiva y en secuencias complejas. Lo esperable es que una persona
pueda producir sonidos inteligibles. Este parámetro es el resultado de la regulación de
todos los anteriormente descritos.

Además de la valoración de los parámetros recién explicados se debe realizar una


exploración de cada órgano fonoarticulatorio en reposo, durante la mantención de una postura y
durante la ejecución de un movimiento. En reposo se debe observar la simetría, el tono
muscular y la presencia de movimientos involuntarios. A su vez, durante la mantención de una
postura se debe poner atención a la simetría, al rango de movimiento y a la fuerza de la
musculatura. Y finalmente, durante la ejecución de un movimiento se debe advertir si éste es
simétrico, si la regularidad y velocidad de ejecución son normales y si el rango es adecuado 1.

Es importante añadir, que dentro de los parámetros considerados por el autor se


encuentra la valoración de los reflejos, incluyendo el de arcada, búsqueda, succión, mandibular
y palmomentoniano. La descripción de éstos, como de la estimación de las características
perceptuales del habla, también incluidas por este autor en la evaluación de los mecanismos del
habla, distan de los objetivos que conciernen a este estudio, por lo que no serán desarrolladas
en esta revisión.

Por otra parte, en relación a la evaluación de la respiración, el autor se basó en un


protocolo clínico desarrollado por Hixon y Hoit 1 en el cual se describe la observación de
pacientes con respiración normal y con daño neurológico, tales como debilidad, incoordinación
e hiperkinesia respiratoria. Provee así importante información para comprender la dinámica de
30

los movimientos respiratorios, especialmente en la evaluación de pacientes con disartria,


quienes presentan mayores dificultades en este aspecto.

De acuerdo a su perspectiva, los aspectos a considerar en la evaluación de este


parámetro incluyen la observación de algunos signos tales como la postura corporal del
paciente, la presencia de hipo, movimiento de hombros, extensión o retracción del cuello
durante la respiración, así como el aleteo de narinas durante la inspiración. Debe observarse
además la regularidad de la respiración y la presencia de algunos síntomas, tales como quejas
de disminución de esta función en descanso, durante el esfuerzo físico, o durante el habla.

La evaluación de este parámetro, según el autor, incluye además la medición de la


función pulmonar, la cual puede ser examinada a través de una simple prueba realizada con un
vaso con 10 centímetros de agua y una bombilla. El procedimiento que consiste en soplar la
bombilla sumergida en el agua durante cinco segundos, permite determinar si la presión
subglótica del sujeto es suficiente como para generar el volumen espiratorio requerido para la
fonación, lo cual se comprueba mediante la aparición de burbujas en el líquido.

Como se observa, Duffy no propone la medición del T.M.F. del fonema /s/ para la
evaluación de la respiración. Sin embargo, este estudio si lo considera por tratarse de un
parámetro cuantificable que puede vislumbrar alguna lesión subyacente, tanto a nivel del
sistema respiratorio como del sistema nervioso

2.4.1.2.- Valoración de la inteligibilidad, comprensibilidad y eficiencia del

habla.

La inteligibilidad y comprensibilidad del habla son fundamentales para la producción


eficiente del discurso comunicativo. Se define como inteligibilidad al grado en el cual un oyente
comprende la señal acústica producida por un hablante, mientras que la comprensibilidad es el
grado al cual un oyente es capaz de entender el habla, basándose en la señal acústica
percibida y toda la información que pueda contribuir a entender lo que se ha dicho. De ambas
definiciones se desprende la eficiencia, que es el resultado del desarrollo de ambas
características1.

Estas tres características pueden ser sometidas a examen clínico, para determinar un
porcentaje de afectación de cada uno de ellos, basándose en el desempeño conversacional del
paciente.
31

Para finalizar con la presentación de este método, se puede decir que el aporte de
Duffy1 es de gran relevancia para la evaluación clínica de los pacientes con algún trastorno de
habla, pues reúne todas las características indispensables para el diagnóstico diferencial.

2.4.2. Metodología de evaluación utilizada en Chile:

En Chile, aunque aún no existen instrumentos estandarizados para la evaluación del


habla, los autores González y Toledo3 han creado un protocolo que permite examinar los
distintos parámetros de habla susceptibles de afectarse tras un daño neurológico. Este
instrumento de evaluación se basó en los estudios realizados por Duffy 1, que ha sido revisado
anteriormente.

El protocolo recientemente señalado evalúa los distintos procesos motores básicos del
habla, valorando el rendimiento en cada uno de ellos a través de una escala de 1 a 5, siendo 1
normal, 2 deficiencia leve, 3 deficiencia moderada, 4 deficiencia moderada a severa y 5
deficiencia severa.

Para cada proceso motor básico se evalúa:

 Respiración: - Producción de una /s/.


- Características de la respiración, es decir, inspiración normal,
espiración forzada o inspiración audible.
- Tipo respiratorio, que puede ser: costal alto, costodiafragmático o
abdominal
- Modo, que puede ser: nasal, bucal o mixto.

 Fonación: - Inicio de una /a/.


- T.M.F. /a/, que es un parámetro cuantificable.
- Producción de una /a/ intensa.
- Características de la fonación, las cuales pueden ser: normal
forzada-estrangulada, soplada, húmeda y/o temblorosa.
- Tono, en el cual se debe poner atención a la presencia de quiebres
tonales, tono bajo o tono alto.
- Intensidad, que puede ser normal, débil o aumentada.
32

 Resonancia: - Movilidad del velo del paladar al producir una /a/.


- Producción de pares de palabras: /mata – bata/, /mala – bala/,
/moto – boto/.
- Características de la resonancia, que pueden ser: normal,
hipernasal, hiponasal, emisión nasal y enunciados cortos.

 Control Motor Oral y Articulación:


- Cara en reposo y sonrisa.
- Mandíbula: apertura y cierre.
- Labios: en protrusión, retrusión, al cerrar por 5 s., al abrir y cerrar por
5 s. Además se evalúa articulación bilabial y labiodental.
- Lengua: en protrusión, retrusión, movimientos laterales y hacia arriba
y abajo, cuantificando además estos movimientos durante 5 s. Es
importante evaluar la articulación postdental superior, postdental
inferior, alveolar, palatal y velar.
- Producción de dífonos consonánticos y vocálicos.
- Producción de palabras polisilábicas.
- Producción de frases.
- Lectura oral: cuantificación del tiempo y de la velocidad de lectura.
- Diadococinesias: Producción de una secuencia de sonidos en el
siguiente orden: fonema anterior, fonema medio y fonema posterior.
La sucesión utilizada es /pa-ta-ka/, parámetro cuya velocidad de
producción es cuantificable.
- Habla automática: Producción de la serie automática de números del
1 al 20. Para ser cuantificada se calcula la velocidad de su
realización.
- Características de la articulación: Registro de la presencia de
distorsión, prolongación o quiebre, tanto para consonantes como
vocales. Consignar además si existe repetición de sílabas.
 Prosodia: - Monointensidad.
- Monotonía.
- Excesivas variaciones de intensidad.
- Taquilalia.
- Bradilalia.
- Breves precipitaciones al hablar.
33

- Silencios inadecuados.
- Acentuación excesiva y uniforme.

 Inteligibilidad: - En palabras.
- En oraciones.
- En párrafo (lectura).
- En conversación.

 Sensibilidad Oral

Toda la información recabada por este protocolo se resume finalmente en un esquema


que permite visualizar el rendimiento general del paciente, facilitando el diagnóstico.

Para la realización de este estudio se tomó como referencia las pautas y estudios
revisados anteriormente, considerando sólo los parámetros cuantificables del habla incluidos en
la evaluación clínica.
34

3.- OBJETIVO GENERAL.

Establecer datos normativos preeliminares de los distintos parámetros cuantificables del


habla en adultos normales chilenos entre 40 y 69 años de edad.

4.- OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

- Seleccionar los parámetros cuantificables del protocolo de evaluación de habla de R.


González y L. Toledo3.
- Determinar qué parámetros que no estén contenidos en el protocolo mencionado
podrían ser significativos de evaluar en el habla.
- Formular un protocolo de evaluación que incluya los parámetros previamente
seleccionados, además de los nuevos parámetros determinados.
- Validar el protocolo de evaluación de parámetros cuantificables a través del juicio de
expertos.
- Realizar un pilotaje de la evaluación guiado por un experto en el tema, de manera de
asegurar la confiabilidad interevaluador.
- Aplicar el protocolo de evaluación de parámetros del habla cuantificables en adultos
normales chilenos de 40 a 69 años.
- Describir cuantitativamente el rendimiento de adultos normales chilenos de 40 a 69
años obtenido en los distintos parámetros evaluados.
- Describir cuantitativamente el rendimiento de adultos normales chilenos 40 a 69 años
obtenido en los distintos parámetros evaluados específicamente en cada rango de
edad.
- Describir cuantitativamente el rendimiento de adultos normales chilenos 40 a 69 años
obtenido en los distintos parámetros evaluados específicamente en cada sexo.
35

5.- MATERIAL Y MÉTODO.

5.1.- Tipo de diseño

Descriptivo transversal

5.2.- Variables

Variables a considerar: Edad


Sexo

5.3.- Población y grupo en estudio

La población en estudio está compuesta por 90 adultos chilenos normales entre 40 y


69 años, residentes de la región metropolitana, los cuales fueron seleccionados mediante los
siguientes criterios de inclusión:
 Nacionalidad chilena.
 Hablante nativo del español.
 Escolaridad básica completa.
 Rango de edad entre 40 y 69 años.
 Visión que le permita leer sin dificultades un texto de letra Arial tamaño 21, por lo tanto
sí podrá participar un sujeto con alteraciones visuales compensada con anteojos.
 Nivel de audición que le permita entender las indicaciones y preguntas que realice el
evaluador. Por lo tanto, sí podrá participar un sujeto con pérdida auditiva compensada
con audífonos o implante coclear.
 Puntuación mayor o igual a 26 puntos en el Test Minimental (MMSE). (ANEXO Nº1)

Además de lo anterior, los sujetos seleccionados no debieron poseer ninguno de los


siguientes criterios de exclusión:
 Antecedentes de alteraciones del habla.
 Antecedentes de alteraciones del lenguaje.
 Antecedentes de alteraciones del desarrollo.
 Antecedentes de alteraciones del aprendizaje.
 Antecedentes de trastorno psiquiátrico y/o psicológico.
36

 Antecedentes de alteraciones neurológicas.


 Alteraciones cognitivas.
 Alteraciones de voz.

La muestra quedó dividida en tres grupos de acuerdo al rango de edad, cada uno
compuesto por 30 sujetos, el primer segmento está conformado por individuos entre 40 y 49
años (15 hombres y 15 mujeres), el segundo, entre 50 y 59 años (15 hombres y 15 mujeres) y el
tercero, entre 60 y 69 años (14 hombres y 16 mujeres).
Cada sujeto seleccionado para participar en el estudio debió firmar un consentimiento
informado (ANEXO Nº 2), en el cual accedieron a ser evaluados y sometidos a una grabación
de audio y video del tercio inferior de la cara.

5.4.- Formas de selección de las unidades de estudio

Para seleccionar la muestra de estudio se realizó gestiones a través de la I.


Municipalidad de Santiago, I. Municipalidad de Conchalí, I. Municipalidad de Providencia y
Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, instituciones en las cuales habitualmente se
reúnen y trabajan personas con las características necesarias para llevar a cabo las
evaluaciones que el presente seminario requiere.
A partir de esto se realizó una selección no aleatoria de los sujetos en estudio a través
de la aplicación de un cuestionario autogenerado (ANEXO Nº 3), el cual fue creado para
detectar la presencia de posibles factores de exclusión.
Una vez sorteada esta primera etapa, cada sujeto fue sometido a la aplicación del Mini
Mental Test (MMSE) de Folstein para la evaluación de su estado cognitivo previo a la aplicación
del protocolo. Así, los resultados obtenidos en la aplicación de este test, conformaron el último
criterio de inclusión que requirieron los sujetos para ser evaluados. Las personas que no
calificaron dentro de los parámetros establecidos previamente como punto de corte, es decir, un
mínimo de 26 puntos, no pudieron formar parte de la muestra.

5.5.- Procedimientos de obtención de datos

Para la obtención de los datos se evaluaron a 90 adultos normales entre 40 y 69 años


de edad, mediante la aplicación del “Protocolo de Evaluación de Parámetros Cuantificables de
Habla” creado especialmente para el presente estudio (ANEXO Nº 4).
37

Esta tarea fue llevada a cabo por cuatro estudiantes de IVº año de Fonoaudiología de la
Universidad de Chile, familiarizadas con los procedimientos habituales de evaluación de los
órganos fonoarticulatorios y de los distintos parámetros relacionados con los procesos motores
básicos involucrados en el habla: respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia.
La evaluación de cada sujeto fue realizada en forma individual, por dos evaluadores, en
una sala cómoda, libre de distractores y en condiciones de temperatura e iluminación
adecuadas. Además, cada pareja de evaluadoras contaba con un cronómetro, una grabadora
de audio digital y una cámara fotográfica digital, con el fin de registrar la evaluación en video y
audio, facilitando el posterior análisis de los datos. Este análisis se realizó con la ayuda del
programa Windows Movie Maker 2.0, el cuál permitió la edición y enlentecimiento de los videos.
Para establecer la confiabilidad en la evaluación, las examinadoras fueron sometidas a
un pilotaje. En éste, cada una debió aplicar las pruebas que forman parte del estudio a un sujeto
externo que no formará parte de la muestra, siendo evaluadas en el proceso por un experto en
el área. Este último determinó que las evaluadoras utilizan de manera similar y adecuada el
protocolo de evaluación, haciendo las correcciones necesarias para el cumplimiento de este
criterio.

5.6.- Instrumento de recolección de datos

Como instrumento de recolección de datos se utilizó el Protocolo de Evaluación de


Parámetros Cuantificables del Habla (ANEXO Nº4) desarrollado especialmente para esta
investigación. Este protocolo fue formulado en base a parámetros extraídos del protocolo de
evaluación de habla de R. González y L. Toledo y a nuevos parámetros creados por las autoras
del seminario con el apoyo de los fonaudiólogos expertos en el área Lilian Toledo y Rafael
González. Dicho protocolo cuenta con una Pauta de Registro (ANEXO Nº5), en la que se
puede consignar el desempeño de cada sujeto en estudio para cada tarea solicitada.
Además se utiliza como material de registro un cronómetro, una grabadora de audio
digital (RCA RP5030A, Olympus VN-480PC, Olympus VN2100PC y Panasonic RR-US450) y
una cámara fotográfica digital que permita la grabación de video y audio (Cannon Power Shot
SD 600, Nikkon Coolpix 4100,).
38

5.7.- Análisis de los datos.

Para realizar el análisis de los datos, primero se debió examinar la distribución de estos
con el programa S.S.P.S. versión 12.0 para Windows. Ésta resulto ser normal, por lo que se
realizó un tipo de analisis paramétrico para la descripción de los datos.
Así, se calculo el promedio, desviación estándar, mediana, mínimos y máximos por
cada parámetro evaluado, utilizando para esto el mismo programa estadístico ya mencionado.
39

6.- RESULTADOS.

Del total de los 90 sujetos evaluados, 61 de ellos (67,7%) son funcionarios de la


Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, 18 (20%) asisten a los centros del adulto
mayor o son trabajadores de la I. Municipalidad de Providencia o alguna de sus dependencias,
6 (6,7%) asisten a los centros comunitarios o son trabajadores de la I. Municipalidad de
Conchalí o alguna de sus dependencias y 5 (5,5%) asisten a los centros del adulto mayor o son
trabajadores I. Municipalidad de Santiago. En cuanto a su distribución por género, estos fueron
46 mujeres y 44 hombres evaluados, lo que corresponde al 51,1% y 48,9% respectivamente. En
cuanto a su edad, estos se distribuyeron de la siguiente manera: en el rango de 40 a 49 años se
evaluaron 30 personas (15 hombres y 15 mujeres), en el rango de 50 a 59 años se evaluaron
30 personas (15 hombres y 15 mujeres) y en el rango de 60 a 69 años se evaluaron 30
personas (14 hombres y 16 mujeres).
Del análisis de los datos obtenidos de las evaluaciones de cada sujeto se ha obtenido
los siguientes resultados:

Tabla I: Tiempo Máximo Fonatorio /s/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

T.M.F. /s/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
19.37 9.38 17.55 7.5 58.7
40- 49 años

50-59 años 21.06 10.12 18.55 8.0 46.3

60-69 años 18.61 9.10 18.20 5.7 38.2

Total 19.68 9.49 17.95 5,7 58.7

Sexo
17.98 9.70 15.35 6.9 58.7
F

M 21.46 9.03 20.85 5.7 46.3

Total 19.68 9.49 17.95 5.7 58.7


40

En la tabla I, se muestra los resultados obtenidos de la evaluación del T.M.F. de /s/. En


ésta se destaca que del total de los 90 sujetos evaluados, el tiempo promedio para el fonema /s/
fue de 19.68 s. (D.E.=9.49), el T.M.F. mínimo fue de 5.7 s. y el T.M.F. máximo fue de 58.7 s. La
mediana alcanzada correspondió a una duración de 17.95 s. (ver tabla I y gráfico 2)
Los sujetos de edad comprendidas entre los 40-49 años obtuvieron un promedio de
19.37 s. (D.E.=9.38) y una mediana de 17.55 s. El tiempo mínimo observado en dicho grupo fue
de 7.5 s., mientras que el máximo observado fue de 58.7 s. Por otro lado, el grupo de edad 50-
59 años alcanzó un tiempo promedio de 21.06 s. (D.E.=10.12) y una mediana de 18.55 s. Los
valores mínimos y máximos que se registraron fueron 8.0 s. y 46.3 s. respectivamente. El grupo
de 60 a 69 años alcanzó un promedio de tiempo máximo fonatorio menor que los dos grupos
anteriores, correspondiente a 18.61 s. (D.E.=9.10). La mediana obtenida por este mismo fue
igual a 18.20 s., mientras que el valor mínimo fue 5.7 s. y el máximo fue 58.7 s. (ver tabla I)
En el grupo de las mujeres, la media del T.M.F. /s/ fue de 17, 98 s. (D.E.=9.03), mientras
que en el grupo de los hombres fue de 21.46 s. (D.E.=9.49). En las mujeres se observó una
mediana igual a 15.35 s.; un mínimo de 6.9 s.; y un máximo de 58.7 s., mientras que en los
hombres estos valores correspondieron a 20.85 s., 5.7 s. y 46.3 s., respectivamente (ver tabla I)
41

Tabla II: Tiempo Máximo Fonatorio /a/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

T.M.F. /a/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
14.39 4.33 14.5 7.1 24.4
40- 49 años

50-59 años 16.56 7.39 15.5 3.5 30.5

60-69 años 16.01 6.65 16.05 6.2 35.8

Total 15.65 6.26 14.95 3.5 35.8

Sexo
15.03 6.32 14.0 6.2 30.5
F

M 16.30 6.20 16.2 3.5 35.8

Total 15.65 6.26 14.95 3.5 35.8

En la Tabla II se observa que en relación al T.M.F. del fonema /a/, el promedio de los 90
sujetos evaluados correspondió a 15.65 s. (D.E.=6.26) con una mediana equivalente a 14.95 s.
El mínimo observado fue de 3.5 s y el máximo observado fue de 35.8 s. (ver tabla II y gráfico 2)
El grupo de sujetos más jóvenes alcanzó un T.M.F. promedio de 14.39 s. (D.E.=4.33),
con un valor mínimo de 7.1 s y un valor máximo de 24.4 s. La mediana obtenida en dicho grupo
fue igual a 14.5 s. En el grupo de edades comprendidas entre 50 y 59 años la media obtenida
fue de 16.56 s. (D.E.=16.56), mientras que la mediana arrojó un valor igual a 15.5 s. Los
tiempos fluctuaron entre un mínimo de 7.1 s. y un máximo de 24.4 s. El tercer grupo de edad
mostró un T.M.F. promedio igual a 16.01 s. (D.E.=6.65) y una mediana igual a 16.05 s. Los
valores mínimo y máximo correspondieron a 6.2 s. y 35.8 s. respectivamente en dicho grupo
(ver tabla II).
En el grupo de las mujeres, el tiempo promedio correspondió a 15.03 s. (D.E.=6.32),
calculado entre valores que fluctuaron desde un mínimo de 6.2 s. hasta un máximo de 30.5 s.
La mediana arrojó un tiempo igual a 14.0 s. Por otro lado, en el sexo masculino la media
42

obtenida fue igual a 16.30 s (D.E.=6.2) y la mediana igual a 16.2 s. El valor mínimo registrado
fue de 3.5 s. y el valor máximo fue de 35.8 s. (ver tabla II)

Tabla III: Tiempo Máximo Fonatorio /i/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

T.M.F. /i/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
18.77 7.45 17.8 7.2 36.0
40- 49 años

50-59 años 19.01 7.72 18.15 5.2 36.8

60-69 años 18.44 10.22 16.2 3.5 50.1

Total 18.74 8.46 17.2 3.5 50.1

Sexo
17.41 7.62 16.8 3.5 36.8
F

M 20.13 9.14 18.2 5.2 50.1

Total 18.74 8.46 17.2 3.5 50.1

Así mismo, respecto al T.M.F. del fonema /i/, la tabla III muestra que el valor promedio
de los adultos normales chilenos asciende a 18.74 s. (D.E.=8.46), registrándose además un
mínimo de 3.5 s. y un máximo de 50.1 s. La mediana arrojada fue igual a 17.2 s. (ver tabla III y
gráfico 2)
Respecto a la variable edad, el primer grupo alcanzó un tiempo promedio igual a 18.77
s. (D.E.=7.45) y una mediana igual a 17.8 s. Los valores mínimo y máximo fueron 7.2 s. y 36.0
s. respectivamente. Mientras que el promedio obtenido por el segundo grupo fue de 19.01 s.
(D.E.=7.72), con una mediana de 18.15 s. Los valores fluctuaron entre un mínimo de 5.2 s. y un
máximo de 36.8 s. En tanto, el grupo de edades entre 60 a 69 años realizó un T.M.F. promedio
igual a 18.44 s. (D.E.=10.22), comprendido en un rango que fue desde un mínimo de 3.5 s. y un
máximo de 50.1 s. La mediana correspondiente a dicho grupo fue 16.2 s. (ver tabla III)
43

Los adultos de sexo masculino alcanzaron un T.M.F. /i/ promedio de 20,13 s.


(D.E.=9.14) mientras que en los adultos de sexo femenino se obtuvo un T.M.F. /i/ promedio de
17.41 s. (D.E.=7.62). En las mujeres se registró un tiempo mínimo de 3.5 s. y un tiempo máximo
de 36.8 s. La mediana obtenida en este grupo correspondió a 16.8 s. En el grupo de los
hombres los valores fluctuaron entre un tiempo mínimo de 5.2 s. y un tiempo máximo de 50.1 s.
La mediana fue de 18.2 s. (ver tabla III)

El gráfico 2 muestra el rendimiento promedio de los T.M.F.de /s/, /a/ e /i/ de los 90
sujetos evaluados.
44

Tabla IV: Apertura y cierre de mandíbula en adultos normales chilenos según sexo y edad.

Apertura y cierre Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


de mandíbula

Edad
11.85 4.18 11.0 6.0 22.0
40- 49 años

50-59 años 15.22 7.29 15.0 6.0 33.0

60-69 años 13.02 5.37 12.75 5.0 28.0

Total 13.36 5.87 12.25 5.0 33.0

Sexo
13.59 6.29 12.75 5.0 33.0
F

M 13.13 5.45 12.0 5.0 29.0

Total 13.36 5.87 12.25 5.0 33.0

En cuanto a los movimientos orales, como se observa en la tabla IV, el total de los 90
sujetos realizó 13.36 aperturas y cierres de mandíbula en 5 s. en promedio (D.E.=5.37). La
cantidad mínima realizada fue 5 movimientos, mientras que la máxima fue 33 movimientos. La
mediana corresponde al valor de 12.15 movimientos (ver tabla IV y gráfico 3).
Dentro de los distintos grupos de edad, la mayor cantidad de movimientos se encontró
en el grupo 50 a 59 años, quienes realizaron 15.22 movimientos en promedio (D.E.=7.29),
observándose una mediana igual a 15. El mínimo valor observado en este grupo fue 6
movimientos, mientras que el máximo fue de 33 aperturas y cierres. En segundo lugar, en el
grupo 60 a 69 años se obtuvo un promedio de 13.02 movimientos (D.E.= 5.37) y una mediana
de 12.75 ciclos. El mínimo y máximo fueron de 5 y 28 movimientos respectivamente. El grupo
de menor edad logró un valor promedio de 11.85 movimientos (D.E.=4.18) y una mediana de 11.
El mínimo de ciclos realizados fue 6, mientras que el máximo fue 22 (ver tabla IV).
En cuanto al género, se observa un promedio igual a 13.59 movimientos en las mujeres
(D.E.=6.29) e igual a 13.13 movimientos en los hombres (D.E.=5.45). En el grupo femenino se
observó una mediana igual a 12.74 ciclos, un valor mínimo de 5 ciclos y un valor máximo de 33
45

movimientos. Por otro lado, en el grupo masculino la mediana correspondió a 12 movimientos,


mientras que los valores mínimo y máximo fueron de 5 y 33 movimientos respectivamente. (ver
tabla IV)

Tabla V: Apertura y cierre de labios en adultos normales chilenos según sexo y edad.

Apertura y cierre Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


de labios

Edad
13.05 5.98 11.75 6.0 27.0
40- 49 años

50-59 años 17.38 7.28 18.25 5.0 30.0

60-69 años 13.03 6.11 12.5 5.0 27.0

Total 14.49 6.73 13.0 5.0 30.0

Sexo
14.40 6.89 13.5 5.5 27.0
F

M 14.58 6.64 13.0 5.0 30.0

Total 14.49 6.73 13.0 5.0 30.0

En la tabla V se observa el promedio de aperturas y cierres de labios observado en el


total de la muestra, corresponde al valor de 14.49 ciclos (D.E.=6.73). En este total se obtuvo
además una mediana de 13 ciclos, un mínimo de 5 ciclos y un máximo de 30 ciclos (ver tabla V
y gráfico 3).
La cantidad de movimientos observada en los distintos grupos de edad es igual a 27
ciclos de apertura-cierre en el grupo 40 a 49 años (D.E.=5.98); 30 ciclos de apertura-cierre en el
grupo 50 a 59 años (D.E.=7.28); y 27 ciclos apertura-cierre en el grupo 60 a 69 años
(D.E.=6.11). En cuanto al primer rango de edad mencionado, se observó una mediana de 11.75
movimientos, un mínimo de 6 movimientos y un máximo de 27 movimientos. El segundo grupo
de edad mostró 5 movimientos como valor mínimo y 30 movimientos como valor máximo,
además de una mediana igual a 18.25 ciclos. El grupo de edades entre 60 y 69 años realizaron
46

5 movimientos como mínimo y 27 movimientos como máximo. La mediana encontrada en dicho


grupo es de 12.5 movimientos (ver tabla V).
Las mujeres realizaron 14.40 ciclos de apertura-cierre de labios en promedio
(D.E.=13.5), mientras que los hombres 14.48 (D.E.=13.0). Respecto al género femenino,
mostraron una mediana de 13.5 movimientos, un valor mínimo de 5.5 movimientos y un valor
máximo de 27 movimientos. Por otra parte, el género masculino muestra una mediana igual a
13.0, un mínimo igual a 5.0 y un máximo igual a 30.0 (ver tabla V).

Tabla VI: Protrusión y retrusión de labios en adultos normales chilenos según sexo y edad.

Protrusión y Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


retrusión de
labios

Edad
6.14 1.24 6.0 3.8 8.5
40- 49 años

50-59 años 6.70 1.56 6.0 4.5 10.5

60-69 años 5.88 1.72 5.75 4.0 12.0

Total 6.24 1.54 6.0 3.8 12.0

Sexo
6.29 1.56 6.0 4.0 10.5
F

M 6.19 1.54 6.0 3.8 12.0

Total 6.24 1.54 6.0 3.8 12.0

En relación a la protrusión y retrusión de labios en el total de adultos, como muestra la


tabla VI, es posible observar que la media obtenida es de 6.24 ciclos (D.E.=1.54), la cual fue
calculada dentro de un rango con un mínimo de 3.8 movimientos y un máximo de 12
movimientos). La mediana correspondiente al total es de 6.0 ciclos de protrusiones y retrusiones
(ver tabla VI y gráfico 3).
Respecto a los distintos grupos de edad, las medias para el grupo de 40 a 49 años
fueron de 6.14 ciclos de protrusiones y retrusiones de labios (D.E.=1.24); de 6.7 (D.E.=1.56)
47

para el grupo 50 a 59 años y de 5.88 (D.E.=1.72) para el grupo 60-69 años. El grupo de adultos
más jóvenes mostraron una mediana de 6.0 movimientos, mientras que el mínimo y máximo
correspondieron a 3.8 y 8.5 ciclos respectivamente. La mediana fue la misma para el grupo de
50-59 años, quienes mostraron un valor mínimo de 4.5 ciclos y un valor máximo de 10.5 ciclos,
en tanto que, los valores obtenidos en el grupo 60 a 69 años fueron una mediana igual a 5.75
movimientos; un mínimo igual a 3.8 movimientos y un máximo igual a 12.0 movimientos. (ver
tabla VI)
Por otra parte, las mujeres realizaron una cantidad de 6.29 protrusiones-retrusiones de
labios en promedio (D.E.=1.56), mientras que los hombres alcanzaron 6.19 ciclos en promedio
(D.E.=1.54). La mediana fue igual en ambos grupos, correspondiente a 6 movimientos. El valor
mínimo observado fue de 4.0 ciclos en las mujeres y 3.8 ciclos en los hombres, mientras que el
valor máximo fue de 10.5 ciclos en las mujeres y de 12.0 en los hombres (ver tabla VI).

Tabla VII: Protrusión y retrusión de lengua en adultos normales chilenos según sexo y edad.

Protrusión y Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


retrusión de
lengua

Edad
5.57 1.07 5.25 4.0 7.5
40- 49 años

50-59 años 5.73 1.55 5.5 3.5 10.5

60-69 años 5.68 1.82 5.5 3.5 12.5

Total 5.66 1.50 5.5 3.5 12.5

Sexo
5.27 1.32 5.0 3.5 10.5
F

M 6.07 1.58 6.0 4.0 12.5

Total 5.66 1.50 5.5 3.5 12.5


48

Así mismo, en la tabla VII se muestra que el total de la muestra realizó la protrusión y
retrusión de lengua 5.66 veces en promedio (D.E.=1.50) y 5.5 veces como valor de la mediana.
El mínimo observado fue de 3.5 movimientos y el máximo fue de 12.5 movimientos. (ver tabla
VII y gráfico 3)
En el grupo de 40 a 49 años el promedio obtenido fue de 5.57 protrusiones (D.E.=1.07)
y retrusiones; la mediana obtenida fue de 5.25 y los valores mínimo y máximo fueron de 4 y 7.5
respectivamente. En el grupo 50 a 59 años se observó un valor promedio de 5.73 movimientos
completos (D.E.=1.55); una mediana igual a 5.5, un mínimo igual a 3.5 y un máximo igual a 10.5
ciclos completos. Tanto la mediana como el mínimo obtenidos por el tercer grupo de edad,
fueron iguales a los valores recién nombrados. Se observó, en tanto, diferencias en el
promedio, que en el grupo de 60 a 69 años fue de 5.68 palabras (D.E.=1.82), además de las
diferencias encontradas en el máximo, que fue de 12.5 ciclos en este último. (ver tabla VII)
Las mujeres realizaron la protrusión y retracción en un promedio de 5.27 veces
(D.E.=1.32), mientras que los hombres lo hicieron 6.07 veces (D.E.=1.58). En el género
femenino se obtuvo una mediana de 5 ciclos y se observó un mínimo de 3.5 y un máximo de
10.5. Por otro lado, en los hombres la mediana correspondió a 5 movimientos completos; el
mínimo correspondió a 4.0; y el máximo a 12.5 (ver tabla VII).
49

Tabla VIII: Lengua derecha- izquierda en adultos normales chilenos según sexo y edad.

Lengua derecha- Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


izquierda

Edad
7.75 2.53 7.0 5.0 18.0
40- 49 años

50-59 años 8.93 4.33 7.5 5.5 26.5

60-69 años 7.48 2.24 6.75 4.5 14.5

Total 8.06 3.20 7.0 4.5 26.5

Sexo
7.91 2.76 7.0 4.5 17.5
F

M 8.21 3.63 7.0 5.0 26.5

Total 8.06 3.20 7.0 4.5 26.5

Como se puede observar en la tabla VII, en el total de los sujetos evaluados, la lengua
fue llevada a ambas comisuras alternadamente 8.06 veces en promedio (D.E.=3.20). Además
se observó una mediana igual a 7.0, un mínimo igual a 4.5 ciclos y un máximo igual a 26.5 (ver
tabla VIII y gráfico 3).
En el grupo de edad 40 a 49 años se obtuvo un promedio de 7.75 veces (D.E.=2.53),
además de una mediana de 7. La cantidad mínima observada fue 5 veces y la cantidad máxima
observada fue 18 veces. Por otro lado, el grupo 50 a 59 años mostró una media igual a 8.93
movimientos (D.E.=4.33) y una mediana igual a 7.5 movimientos. Como valores mínimo y
máximo se obtuvo 5.5 y 26.5 respectivamente. El grupo de mayor edad realizó 7.48
movimientos en promedio (D.E.=2.24), grupo en el cual la mediana correspondió a 6.75, el
mínimo a 4.5 y el máximo a 14.5 movimientos (ver tabla VIII).
El valor promedio obtenido por las mujeres fue menor al obtenido por los hombres,
siendo de 7.91 movimientos en el primer caso (D.E.=2.76) y de 8.21 en el segundo caso
(D.E.=3.63). La mediana obtenida en ambos sexos fue de 7.0 ciclos. En las mujeres se observó
un mínimo de 4.5 y un máximo de 17.5 movimientos, mientras que en los hombres se observó
un mínimo de 5.0 y un máximo de 26.5 ciclos (ver tabla VIII).
50

Tabla IX: Lengua arriba-abajo en adultos normales chilenos según sexo y edad.

Lengua arriba- Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


abajo

Edad
5.52 1.24 5.5 3.0 7.5
40- 49 años

50-59 años 6.25 1.72 6.0 3.5 12.0

60-69 años 5.85 1.12 6.0 3.5 9.0

Total 5.87 1.40 6.0 3.0 12.0

Sexo
5.77 1.47 6.0 3.5 12.0
F

M 5.98 1.33 6.0 3.0 10.0

Total 5.87 1.40 6.0 3.0 12.0

En relación al movimiento de lengua hacia el labio superior e inferior, el número


promedio de veces realizado por la totalidad de la muestra fue de 5.87 veces (D.E.=1.40). La
mediana correspondió a 6.0 movimientos, mientras que el mínimo fue de 3.0 movimientos y el
máximo fue de 12.0 movimientos. (ver tabla IX y gráfico 3)
Entre los diferentes grupos según edad, el máximo promedio obtenido fue en el grupo
50 a 59 años, el que correspondió a 6.25 ciclos (D.E.=1.72), grupo que obtuvo un máximo de 12
movimientos. Tanto la mediana como el mínimo observado en este grupo fueron iguales a los
valores obtenidos en el grupo 60 a 69 años, en el que se obtuvo un máximo de 9.0 movimientos
y el promedio correspondió a 5.85 ciclos (D.E.=1.12). El grupo de adultos más jóvenes mostró
un valor medio de 5.52 movimientos (D.E.=1.24), además de una mediana de 5.5 movimientos.
Los valores mínimos y máximos obtenidos en este grupo fueron de 3.0 y 7.5 respectivamente
(ver tabla IX).
Respecto a los distintos géneros, las mujeres mostraron una media de 5.77 ciclos
(D.E.=1.47), mientras que los hombres mostraron una media de 5.98 ciclos (D.E.=5.98). En el
género femenino se observó además un mínimo de 3.5 ciclos y un máximo de 12 ciclos,
51

mientras que en los hombres estos valores correspondieron a 3 ciclos y 10 ciclos,


respectivamente. Tanto en hombres como en mujeres la mediana correspondió a 6.0 ciclos (ver
tabla IX).

E-D
E-D

El gráfico 3 muestra los valores promedio de los movimientos orales de apertura y cierre
mandibular (A-C mand.), apertura y cierre de labios (A-C labios), protrusión y retrusión de labios
(P-R labios), protrusión y retrusión de lengua (P-R lengua), movimiento derecha a izquierda de
lengua (D-I lengua) y movimiento de elevación y descenso de lengua (E-D lengua) obtenidos
del total de los sujetos evaluados.
52

Tabla X: Repetición de sílaba /pa/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/pa/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
32.73 4.22 31.0 24.0 41.0
40- 49 años

50-59 años 35.23 4.24 35.0 25.0 43.0

60-69 años 31.30 5.07 33.0 20.0 38.0

Total 33.09 4.77 33.0 20.0 43.0

Sexo
32.17 4.95 32.5 20.0 43.0
F

M 34.05 4.42 35.0 23.0 42.0

Total 33.09 4.77 33.0 20.0 43.0

En cuanto a la repetición de la sílaba /pa/, ésta fue realizada un promedio de 33.09


veces del total de sujetos evaluados (D.E.=4.22), entre los cuales se observó una mediana igual
a 33 repeticiones, un mínimo igual a 20 repeticiones y un máximo igual a 43 repeticiones. (ver
tabla X y gráfico 4)
Entre los distintos grupos de edad, la mayor media fue encontrada en el grupo 50-59
años, quienes realizaron 35.23 repeticiones en promedio (D.E.=4.24). La mediana observada en
ellos fue de 35 repeticiones, mientras que el mínimo fue de 25 y el máximo fue de 43
repeticiones. En el grupo 40 a 49 años se obtuvo una media de 32.73 /pa/ (D.E.=4.22), en el
que la mediana correspondió a 31 repeticiones, el mínimo 24 repeticiones, y el máximo a 41
repeticiones. En cuanto al grupo de mayor edad, en ellos se observó un valor medio de 31.30
/pa/ (D.E=5.07), obteniéndose una mediana de 33 repeticiones, un mínimo de 20 repeticiones y
un máximo de 38 repeticiones (ver tabla X).
En relación al sexo, las mujeres rindieron con un promedio de 32.17 repeticiones
(D.E.=4.95), mientras que los hombres lo hicieron con un promedio de 34.05 repeticiones
(D.E.=4.42). En el género femenino se observó una mediana de 32.5 /pa/, un mínimo de 20 /pa/,
53

y un máximo de 43 /pa/, mientras que en los hombres se observó una mediana de 35 /pa/, un
mínimo de 20 /pa/ y un máximo de 43 /pa/. (ver tabla X)

Tabla XI: repetición de sílaba /ta/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/ta/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
33.27 6.39 33.0 18.0 47.0
40- 49 años

50-59 años 33.90 5.76 35.0 20.0 43.0

60-69 años 32.13 4.02 32.5 22.0 38.0

Total 33.1 5.47 33.0 18.0 47.0

Sexo
32.57 4.52 33.0 18.0 40.0
F

M 33.66 6.32 34.5 19.0 47.0

Total 33.1 5.47 33.0 18.0 47.0

Respecto a la cantidad de repeticiones de la sílaba /ta/ en 5 s., el total de los 90 sujetos


realizó un promedio de 33.1 repeticiones (D.E=5.47), con un mínimo de 18.0 y un máximo de
47, observándose una mediana equivalente a 33.0 repeticiones (ver Tabla XI y gráfico 4).
El grupo de edad que realizó una mayor cantidad de repeticiones fue el de 50 a 59
años, alcanzando un promedio de 33.90 repeticiones (D.E.=5.76), con un mínimo de 20.0 y un
máximo de 43.0 repeticiones en 5 s. La mediana en este grupo arrojó un valor de 35.0
repeticiones de esta sílaba. El grupo de 40 a 49 años, en tanto, realizó un promedio 33.27
repeticiones (D.E.= 6.39), con una mediana de 33.0, variando entre un mínimo de 18.0 y un
máximo de 47.0 repeticiones. En el grupo de adultos mayores, con edades entre 60 y 69 años,
el promedio obtenido fue de 32.13 repeticiones (D.E.= 4.02), con un mínimo de 22.0 y un
máximo de 38.0 repeticiones de esta sílaba, alcanzando una mediana de 32.5 repeticiones. (ver
tabla XI)
54

En relación al sexo, se observa un promedio equivalente a 32.57 repeticiones en el


grupo femenino (D.E.=4.52) y a 33.66 repeticiones en el masculino (D.E.=6.32). En cuanto al
primer grupo se observó una mediana de 33.0 repeticiones, con un mínimo de 18.0 y un
máximo de 40.0 repeticiones. En el grupo masculino, en tanto, la mediana correspondió a 34.5
repeticiones, variando entre un mínimo de 19.0 y un máximo de 47.0 repeticiones en 5 s. (ver
tabla XI)

Tabla XII: Repetición de sílaba /ka/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/ka/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
29.90 5.69 30.0 15.0 38.0
40- 49 años

50-59 años 31.70 4.80 31.0 23.0 44.0

60-69 años 29.37 4.55 30.0 18.0 37.0

Total 30.3 5.08 30.0 15.0 44.0

Sexo
29.76 4.44 30.0 17.0 37.0
F

M 30.91 5.66 31.5 15.0 44.0

Total 30.3 5.08 30.0 15.0 44.0

Mientras que la repetición de la sílaba /ka/ alcanzó un promedio de 30.3 veces respecto
al total de sujetos evaluados (D.E.=5.08), entre los cuales se observó una mediana igual a 30.0
repeticiones, con un mínimo equivalente a 15.0 repeticiones y un máximo equivalente a 44.0
repeticiones en 5 s. (ver tabla XII y gráfico 4)
Entre los distintos grupos de edad, la media más alta fue encontrada en el grupo de 50
a 59 años, quienes realizaron un promedio de 31.70 repeticiones (D.E.=4.80). La mediana
observada en ellos fue de 31.0 repeticiones, mientras que el mínimo fue de 23.0 y el máximo de
44.0 repeticiones. En el grupo de 40 a 49 años se obtuvo una media de 29.90 repeticiones
55

(D.E.=5.69), correspondiendo la mediana a 30.0 repeticiones, el mínimo a 15 y el máximo a 38


repeticiones. En cuanto al grupo de mayor edad, se observó un valor medio de 29.37
repeticiones (D.E.=4.55), obteniéndose una mediana de 30.0, un mínimo de 18.0 y un máximo
de 37.0 repeticiones (ver tabla XII).
En relación al sexo, las mujeres rindieron con un promedio de 29.76 repeticiones
(D.E.=4.44), mientras que los hombres lo hicieron con un promedio de 30.91 repeticiones
(D.E.=5.66). El grupo femenino obtuvo una mediana de 30.0 repeticiones, con un mínimo de
17.0 y un máximo de 37.0, mientras que en los hombres se observó una mediana de 31.5 con
un mínimo de 15.0 y un máximo de 44.0 repeticiones de esta sílaba en 5 s. (ver tabla XII)

Tabla XIII: Repetición de serie /pa-ta-ka/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/pa-ta-ka/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
10.94 1.86 10.7 8.0 16.7
40- 49 años

50-59 años 11.30 1.91 11.3 5.7 14.7

60-69 años 10.89 1.37 11.0 8.0 13.7

Total 11.0 1.7 11.0 5.7 16.7

Sexo
10.87 1.55 11.0 8.0 14.7
F

M 11.23 1.89 11.3 5.7 16.7

Total 11.0 1.7 11.0 5.7 16.7

En relación a las diadococinesias orales, el total de los 90 sujetos realizó un promedio


de 11.0 producciones de la serie /pa-ta-ka/ (D.E.=1.7) en 5 s. con un mínimo de 5.7
producciones y un máximo de 16.7. La mediana alcanzó un valor de 11.0 producciones (ver
tabla XIII y gráfico 4).
56

Entre los distintos grupos de edad, se observó una mayor cantidad de producciones en
el grupo de 50 a 59 años, quienes realizaron un promedio de 11.30 series (D.E.=1.91), con un
mínimo de 5.7 y un máximo de 14.7 producciones. La mediana correspondió a 11.3
producciones. En el grupo de 40 a 49 años, se obtuvo un promedio de 10.94 series (D.E.=
1.86), observándose un mínimo de 8.0 producciones y un máximo de 16.7, con una mediana de
10.7 producciones. El grupo de 60 a 69 años, en tanto, realizó un promedio 10.89 series (D.E.=
1.37), con un mínimo de 8.0 y un máximo de 13.7 producciones, obteniendo una mediana de
11.0 producciones de la serie /pa-ta-ka/ (ver tabla XIII).
En relación al sexo, se observa un promedio equivalente a 10.87 producciones en las
mujeres (D.E.=1.55) y a 11.23 producciones en los hombres (D.E.=1.89). En el grupo femenino
se observó una mediana igual a 11.0 producciones, con un valor mínimo de 8.0 y un valor
máximo de 14.7 producciones. En el grupo masculino, en tanto, la mediana correspondió a 11.3
series, mientras que los valores mínimo y máximo fueron de 5.7 y 16.7 producciones de la
serie /pa-ta-ka/, respectivamente (ver tabla XIII).

El gráfico 4 muestra los valores promedio de la repetición de las sílabas /pa/, /ta/, /ka/ y de la
serie /pa-ta-ka/ obtenidos del total de los sujetos evaluados.
Tabla XIV: Tiempo de lectura en adultos normales chilenos según sexo y edad.
57

Tiempo de lectura Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
41.66 9.40 40.7 30.1 82.0
40- 49 años

50-59 años 38.803 8.89 37.05 29.1 80.0

60-69 años 38.47 4.17 38.6 28.6 50.0

Total 39.6 7.9 38.9 28.6 82

Sexo
39.27 7.85 38,8 29.1 82.0
F

M 40.03 8.00 39,7 28.6 80.0

Total 39.6 7.9 38.9 28.6 82

En cuanto a la lectura, el total de la muestra leyó el texto en un tiempo promedio de 39.6


s. (D.E.=9.4). Los valores fluctuaron entre un mínimo de 30.1 s. y un máximo de 82.0 s.,
registrándose una mediana igual a 40.7 s. (ver tabla XIV)
Respecto a los diferentes grupos de edad, el primero de ellos demoró en promedio
41.66 s (D.E.=9.40), el segundo demoró 38.80 s. (D.E.=8.89) y el tercero demoró 38.47 s.
(D.E.=4.17). El grupo 40 a 49 años obtuvo una mediana igual a 40.7 s., y sus valores mínimo y
máximo fueron 30.1 s y 82 s respectivamente. En el grupo 50 a 59 años los valores estuvieron
en un rango que fue desde 29.1 s. hasta 80 s. y la mediana correspondió a 37.05 s. El grupo de
mayor edad obtuvo una mediana de 38.6 s., en el cual el mínimo valor encontrado fue 28.6 s.,
mientras que el máximo fue 50.0 s. (ver tabla XIV)
La duración media fue de 39.27 s. en las mujeres (D.E.=7.85) y de 40.03 s. en los
hombres (D.E.=8.00). En las mujeres se obtuvo una mediana igual a 38.8 s., un mínimo igual a
29.1 s. y un máximo igual a 82 s. En los hombres la mediana correspondió al valor de 39.7 s. y
se registró duraciones mínima y máxima de 28.6 s. y 80 s. respectivamente (ver tabla XIV).

Tabla XV: Velocidad de lectura en adultos normales chilenos según sexo y edad.
58

Velocidad de Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


Lectura

Edad
150.76 25.96 148.9 73.9 201.3
40- 49 años

50-59 años 162.29 25.27 165.9 75.8 208.2

60-69 años 159.35 17.35 157.05 121.2 211.9

Total 157.5 24.4 156.2 73.9 211.9

Sexo
159.06 22.99 157.2 73.9 208.2
F

M 155.80 24.07 152.7 75.8 211.9

Total 157.5 24.4 156.2 73.9 211.9

Respecto al número de palabras emitidas por minuto a partir de la lectura “El abuelo”, el
total de sujetos evaluados obtuvo una media de 157.5 palabras (D.E.= 24.4), observándose un
mínimo de 73.9 y un máximo de 211.9 palabras por minuto, con una mediana equivalente a
156.2 palabras (ver tabla XV).
Entre los distintos grupos de edad, se observó una mayor velocidad de lectura en el
grupo de 50 a 59 años, el cual alcanzó un valor promedio de 162.29 palabras por minuto
(D.E.=25.27), variando entre un mínimo de 75.8 y un máximo de 208.2 palabras. La mediana
correspondió a 165.9 palabras leídas por minuto. En el grupo de 60 a 69 años, se obtuvo una
media de 159.35 palabras (D.E.= 17.35), observándose un mínimo de 121.2 palabras y un
máximo de 211.9, con una mediana de 157.05 palabras. El grupo de 40 a 49 años, en tanto,
realizó un promedio 150.76 palabras (D.E.= 25.96), variando los valores entre 73.9 y 201.3
palabras como valores mínimo y máximo, respectivamente. La mediana en este grupo fue de
148.9 palabras leídas por minuto (ver tabla XV).
En el grupo femenino, la media obtenida correspondió a 159.06 palabras por minuto
(D.E.=22.99), mientras que en el grupo masculino, este valor alcanzó las 155.80 palabras
(D.E.=24.07). En el grupo femenino se observó una mediana igual a 157.2 emisiones, con un
59

valor mínimo de 73.9 y un valor máximo de 208.2 palabras. En el grupo masculino, en tanto, la
mediana correspondió a 152.7, mientras que los valores mínimo y máximo fueron de 75.8 y
211.9 palabras leídas por minuto, respectivamente (ver tabla XV).

Tabla XVI: Repetición de palabra /pitúko/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/pitúko/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
11.83 1.50 11.7 9.7 17.0
40- 49 años

50-59 años 12.90 1.20 13.0 10.7 15.0

60-69 años 12.01 1.66 11.7 9.7 17.3

Total 12.2 1.5 12.0 9.7 17.3

Sexo
11.98 1.30 11.7 9.7 15.0
F

M 12.52 1.70 12.3 9.7 17.3

Total 12.2 1.5 12.0 9.7 17.3

En cuanto a la cantidad de repeticiones de la palabra /pitúko/ en 5 s., el total de los 90


sujetos realizó un promedio de 12.2 repeticiones (D.E.=1.5), con un mínimo de 9.7 y un máximo
de 17.3, observándose una mediana equivalente a 12.0 repeticiones (ver tabla XVI y gráfico 5).
El grupo de edad que realizó una mayor cantidad de repeticiones fue el de 50 a 59
años, alcanzando un promedio de 12.9 repeticiones (D.E.=1.20), con un mínimo de 10.7 y un
máximo de 15.0 repeticiones en 5 s. La mediana en este grupo arrojó un valor de 13.0
repeticiones. El grupo de adultos mayores, con edades entre 60 y 69 años, obtuvo un promedio
de 12.01 repeticiones (D.E.= 1.66) de esta palabra, con un mínimo de 9.7 y un máximo de 17.3
repeticiones, alcanzando una mediana de 17.3. El grupo de 40 a 49 años, en tanto, realizó un
60

promedio 11.83 repeticiones (D.E.= 1.5), con una mediana de 11.7, variando entre un mínimo de
9.7 y un máximo de 17.0 repeticiones de la palabra /pitúko/ en 5 s. (ver tabla XVI)
En relación al sexo, se observa un promedio equivalente a 11.98 repeticiones en el
grupo femenino (D.E.=1.3) y a 12.52 repeticiones en el masculino (D.E.=1.7). En el primer grupo
se observó una mediana de 11.7 repeticiones, con un valor mínimo de 9.7 y un valor máximo de
15.0 repeticiones. En el grupo masculino, en tanto, la mediana correspondió a 12.3 repeticiones,
variando entre un mínimo de 9.7 y un máximo de 17.3 repeticiones en 5 s. (ver tabla XVI)

Tabla XVII: Repetición de palabra /petáka/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/petáka/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
11.78 1.68 11.7 9.7 17.0
40- 49 años

50-59 años 12.57 1.40 12.7 10.0 16.0

60-69 años 11.60 1.57 11.3 8.7 15.7

Total 12.0 1.6 12.0 8.7 17.0

Sexo
11.80 1.36 11.9 8.7 15.3
F

M 12.18 1.80 12.0 9.0 17.0

Total 12.0 1.6 12.0 8.7 17.0

La repetición de la palabra /petáka/ alcanzó un promedio de 12.0 veces en el total de


los sujetos evaluados (D.E.=1.6), entre los cuales se observó una mediana igual a 12.0
repeticiones, con un mínimo de 8.7 y un máximo de 17.0 repeticiones de esta palabra en 5 s.
(ver tabla XVII y gráfico 5)
El grupo de edad que realizó una mayor cantidad de repeticiones fue el de 50 a 59
años, alcanzando un promedio de 12.57 repeticiones (D.E.=1.40), con un mínimo de 10.0 y un
61

máximo de 16.0 repeticiones en 5 s. La mediana en este grupo arrojó un valor de 12.7


repeticiones. El grupo de 40 a 49 años, en tanto, obtuvo un promedio de 11.78 repeticiones
(D.E.= 1.68) de esta palabra, con un mínimo de 9.7 y un máximo de 17 repeticiones,
alcanzando una mediana de 11.7. El grupo de 50 a 59 años, en tanto, realizó un promedio 11.60
repeticiones (D.E.= 1.57), con una mediana de 11.3, variando entre un mínimo de 8.7 y un
máximo de 15.7 repeticiones de la palabra /petáka/ en 5 s. (ver tabla VII)
En cuanto a la variable sexo, se observa un promedio equivalente a 11.80 repeticiones
en el grupo femenino (D.E.=1.36) y a 12.18 repeticiones en el masculino (D.E.=1.80). En el
primer grupo se observó una mediana de 11.9 repeticiones, con un mínimo de 8.7 y un máximo
de 15.3 repeticiones. En el segundo, los valores fluctuaron entre un mínimo de 9.0 y un máximo
de 17.0 repeticiones de esta palabra, con una mediana de 12.0 repeticiones en 5 s. (ver tabla
XVII)
62

Tabla XVIII: Repetición de la palabra /botíka/ en adultos normales chilenos según sexo y
edad.

/botíka/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
11.63 1.56 11.5 9.3 16.0
40- 49 años

50-59 años 12.86 1.74 13.0 9.7 18.3

60-69 años 11.63 1.76 11.3 7.7 16.3

Total 12.0 1.8 11.9 7.7 18.3

Sexo
11.68 1.75 11.7 7.7 18.3
F

M 12.42 1.73 12.3 9.0 16.3

Total 12.0 1.8 11.9 7.7 18.3

Respecto a la cantidad de repeticiones de la palabra /botíka/ en 5 s., el total de los 90


sujetos realizó un promedio de 12.0 repeticiones (D.E.=1.8), con un mínimo de 7.7 y un máximo
de 18.3, observándose una mediana equivalente a 18.3 repeticiones. (ver tabla XVIII y gráfico 5)
El grupo de edad que realizó una mayor cantidad de repeticiones fue el de 50 a 59
años, alcanzando un promedio de 12.86 repeticiones (D.E.=1.74), con un mínimo de 9.7 y un
máximo de 18.3 repeticiones en 5 s. La mediana en este grupo arrojó un valor de 13.0
repeticiones (ver tabla XIII).
Tanto el grupo de 40 a 49 años como el de 60 a 69 años obtuvieron el mismo valor
promedio de repeticiones, equivalente a 11.63, observándose una D.E. de 1.56 y 1.76
repeticiones de esta palabra, respectivamente. En el grupo de adultos jóvenes se observó un
mínimo de 9.3 y un máximo de 16.0 repeticiones, con una mediana de 11.5, mientras que en los
adultos mayores los valores fluctuaron entre un mínimo de 7.7 repeticiones y un máximo de
16.3, con una mediana equivalente a 11.3 repeticiones.
63

En relación al sexo, se observa un promedio equivalente a 11.68 repeticiones en el


grupo femenino (D.E.=1.75) y a 12.42 repeticiones en el masculino (D.E.=1.73). En el primer
grupo se observó una mediana de 11.7 repeticiones, con un valor mínimo de 7.7 y un valor
máximo de 18.3 repeticiones. En el grupo masculino, en tanto, la mediana correspondió a 12.3
repeticiones, variando entre un mínimo de 9.0 y un máximo de 16.3 repeticiones en 5 s.

Tabla XIX: Repetición de la palabra /bodéga/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/bodéga/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
11.84 1.68 11.5 8.3 15.3
40- 49 años

50-59 años 12.70 1.40 13.0 9.0 15.3

60-69 años 11.63 1.98 11.7 7.7 18.0

Total 12.1 1.7 12.0 7.7 18.0

Sexo
11.70 1.68 12.0 7.7 15.0
F

M 12.43 1.75 12.3 9.0 18.0

Total 12.1 1.7 12.0 7.7 18.0

Los resultados obtenidos en la repetición de la palabra /bodéga/, revelan que el total de


los 90 sujetos realizó un promedio de 12.1 repeticiones (D.E.=1.7) en 5 s., con un mínimo de 7.7
repeticiones y un máximo de 18.0. La mediana alcanzó un valor de 12.0 repeticiones. (ver tabla
XIX y gráfico 5)
El grupo de edad que realizó una mayor cantidad de repeticiones fue el de 50 a 59
años, alcanzando un promedio de 12.7 repeticiones (D.E.=1.40), con un mínimo de 9.0 y un
máximo de 15.3 repeticiones en 5 s. La mediana en este grupo arrojó un valor de 13.0
repeticiones. El grupo de 40 a 49 años, en tanto, obtuvo un promedio de 11.84 repeticiones de
esta palabra (D.E.= 1.68), con un mínimo de 8.3 y un máximo de 15.3 repeticiones, alcanzando
64

una mediana de 13. El grupo de 60 a 69 años, obtuvo un promedio 11.63 repeticiones (D.E.=
1.98), con una mediana de 11.7, variando entre un mínimo de 7.7 y un máximo de 18.0
repeticiones de la palabra /bodéga/ en 5 s. (ver tabla XIX)
En relación al sexo, se observa un promedio equivalente a 11.7 repeticiones en las
mujeres (D.E.=1.68) y a 12.43 repeticiones en los hombres (D.E.=1.75). En el grupo femenino
se observó una mediana igual a 12.0 repeticiones, con un valor mínimo de 7.7 y un valor
máximo de 15.0 repeticiones. En el grupo masculino, en tanto, la mediana correspondió a 12.3
repeticiones, y los valores mínimo y máximo fueron de 9.0 y 18.0 repeticiones de esta palabra,
respectivamente (ver tabla XIX).

Tabla XX: Repetición de la palabra /médiko/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/médiko/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
11.33 1.71 11.0 8.0 16.3
40- 49 años

50-59 años 12.21 1.51 12.0 9.7 17.0

60-69 años 11.34 2.09 11.0 7.0 18.0

Total 11.6 1.8 11.7 7.0 18.0

Sexo
11.42 1.81 11.5 7.0 17.0
F

M 11.85 1.82 11.7 8.7 18.0

Total 11.6 1.8 11.7 7.0 18.0

La repetición de la palabra /médiko/ alcanzó un promedio de 11.6 veces en el total de


los sujetos evaluados (D.E.=1.8), entre los cuales se observó una mediana igual a 11.7
repeticiones, con un mínimo de 7.0 y un máximo de 18.0 repeticiones de esta palabra en 5 s.
(ver tabla XX y gráfico 5)
65

El grupo de edad que realizó una mayor cantidad de repeticiones fue el de 50 a 59


años, alcanzando un promedio de 12.21 repeticiones (D.E.=1.51), con un mínimo de 9.7 y un
máximo de 17.0 repeticiones en 5 s. La mediana en este grupo arrojó un valor de 12.0
repeticiones. El grupo de 60 a 69 años, en tanto, obtuvo un promedio de 11.34 repeticiones
(D.E.= 2.09) de esta palabra, con un mínimo de 7.0 y un máximo de 18.0 repeticiones,
alcanzando una mediana de 11.0. El grupo de 40 a 49 años, alcanzó un promedio similar al
observado en los adultos mayores, equivalente a 11.33 (D.E.= 1.71), con una mediana de 11.0
repeticiones, variando entre un mínimo de 8.0 y un máximo de 16.3 repeticiones de la
palabra /médiko/ en 5 s. (ver tabla XX).
En cuanto a la variable sexo, se observa un promedio equivalente a 11.42 repeticiones
en el grupo femenino (D.E.=1.81) y a 11.85 repeticiones en el masculino (D.E.=1.82). En el
primer grupo se observó una mediana de 11.5 repeticiones, con un mínimo de 7.0 y un máximo
de 17.0 repeticiones. En el segundo, los valores fluctuaron entre un mínimo de 8.7 y un máximo
de 18.0 repeticiones de esta palabra, con una mediana de 11.7 repeticiones en 5 s. (ver tabla
XX).
66

Tabla XXI: Repetición de la palabra /málaga/ en adultos normales chilenos según sexo y edad.

/málaga/ Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo

Edad
9.33 2.22 9.2 2.0 15.0
40- 49 años

50-59 años 10.11 1.39 10 7.0 13.0

60-69 años 9.68 1.92 10 4.7 12.7

Total 9.7 1.9 10.0 2.0 15.0

Sexo
9.49 1.59 9.5 5.0 13.0
F

M 9.94 2.14 10 2.0 15.0

Total 9.7 1.9 10.0 2.0 15.0

La cantidad de repeticiones obtenida para la palabra /málaga/ en 5 s., alcanzó un valor


promedio de 9.7 en el total de los 90 sujetos evaluados (D.E.=1.9), observándose un mínimo de
2.0 y un máximo de 15.0 repeticiones, con una mediana equivalente a 10.0 repeticiones. (ver
tabla XXI y gráfico 5)
Entre los distintos grupos de edad, se observó una mayor cantidad de repeticiones en el
grupo de 50 a 59 años, quienes obtuvieron un valor promedio de 10.11 repeticiones (D.E.=1.39),
con un mínimo de 7.0 y un máximo de 13.0. La mediana correspondió a 10 repeticiones. En el
grupo de 60 a 69 años, se obtuvo un promedio de 9.68 repeticiones (D.E.= 1.92), observándose
un mínimo de 7.0 repeticiones y un máximo de 13.0, con una mediana de x producciones. El
grupo de 40 a 49 años, en tanto, realizó un promedio 9.33 repeticiones (D.E.= 2.22), con un
mínimo de 2.0 y un máximo de 15.0 producciones, obteniendo una mediana de 9.2 repeticiones
de esta palabra (ver tabla XXI).
En relación al sexo, se observa un promedio equivalente a 9.49 repeticiones en las
mujeres (D.E.=1.59) y a 9.94 repeticiones en los hombres (D.E.=2.14). En el grupo femenino se
observó una mediana igual a 9.5 repeticiones, con un valor mínimo de 5.0 y un valor máximo de
67

13.0 repeticiones. En el grupo masculino, en tanto, la mediana correspondió a 10 repeticiones,


mientras que los valores mínimo y máximo fueron de 2.0 y 15.0 repeticiones de esta palabra,
respectivamente (ver tabla XXI).

El gráfico 5 muestra los valores promedio de repetición de las palabras /pitúko/, /petáka/,
/botíka/, /bodéga/, /médiko/ y /málaga/ obtenidos del total de los sujetos evaluados.
68

Tabla XXII: Habla automática normal en adultos normales chilenos según sexo y edad.

Habla automática Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


normal

Edad
10.15 2.57 10.4 5.9 15.2
40- 49 años

50-59 años 8.61 2.25 8.6 4.6 14.4

60-69 años 9.50 2.37 9.6 4.6 14.0

Total 9.4 2.5 9.4 4.6 15.2

Sexo
9.23 2.49 9.1 4.6 15.2
F

M 9.61 2.44 9.7 5.9 15.0

Total 9.4 2.5 9.4 4.6 15.2

Respecto a la producción de la serie automática numérica del 1 al 20 a velocidad


normal, se observó un promedio de 9.4 s. en el total de los sujetos (D.E.=2.5), con un mínimo
de 4.6 y un máximo de 15.2 s., observándose una mediana equivalente a 9.4 s. (ver tabla XXII y
gráfico 6)
El grupo de edad de 50 a 59 años, obtuvo un promedio de 8.61 s. (D.E.=2.25), pudiendo
realizar esta serie en un mínimo de 4.6 y un máximo de 14.4 s. La mediana en este grupo de
edad arrojó un valor de 8.6 s. El grupo de adultos mayores, con edades entre 60 y 69 años,
obtuvo un promedio de 9.50 s. (D.E.= 2.37), con un mínimo de 4.6 y un máximo de 14.0 s.,
alcanzando una mediana de 9.4 s. en la producción de esta serie. El grupo de 40 a 49 años, en
tanto, realizó esta tarea en un promedio de 10.15 s. (D.E.= 2.57), con una mediana de 10.4,
variando entre un mínimo de 5.9 y un máximo de 15.2 s. para la producción de esta serie a
velocidad normal (ver tabla XXII).
En relación al sexo, se observa un promedio equivalente a 9.23 s. en el grupo femenino
(D.E.=2.49) y a 9.61 s. en el masculino (D.E.=2.44). En el primer grupo se observó una mediana
69

de 9.1 s., con un valor mínimo de 4.6 y un valor máximo de 15.2 s. En el grupo masculino, en
tanto, la mediana correspondió a 9.7 s., variando entre un mínimo de 5.9 y un máximo de 15.0
s. en la producción de esta serie (ver tabla XXII).

Tabla XXIII: Habla automática aumentada en adultos normales chilenos según sexo y
edad.

Habla automática Promedio D.E. Md. Mínimo Máximo


aumentada

Edad
4.81 1.02 4.7 2.5 7.5
40- 49 años

50-59 años 4.42 0.56 4.4 3.6 6.2

60-69 años 4.92 1.06 4.9 3.1 7.7

Total 4.7 0.9 4.5 2.5 7.7

Sexo
4.83 0.98 4.8 3.1 7.7
F

M 4.60 0.85 4.5 2.5 7.5

Total 4.7 0.9 4.5 2.5 7.7

Los resultados obtenidos en la producción de la serie automática numérica del 1 al 20 a


la máxima velocidad posible, revelan que el total de los 90 sujetos realizó esta tarea en un
promedio de 4.7 s. (D.E.=0.9), observándose un mínimo de 2.5 s. y un máximo de 7.7. La
mediana alcanzó un valor de 4.5 s. (ver tabla XXIII y gráfico 6)
El grupo de edad de 50 a 59 años, obtuvo un promedio de 4.42 s. (D.E.=0.56), pudiendo
realizar esta serie en un mínimo de 3.6 y un máximo de 6.2 s. La mediana en este grupo de
edad arrojó un valor de 4.4 s. Por su parte el grupo de 40 a 49 años, obtuvo un promedio de
4.81 s. (D.E.= 1.02), con un mínimo de 2.5 y un máximo de 7.5 s., alcanzando una mediana de
4.7 s. en la realización de esta serie. El grupo de 60 a 69 años, en tanto, realizó esta tarea en
70

un promedio de 4.92 s. (D.E.= 1.06), con una mediana de 4.9, variando entre un mínimo de 3.1
y un máximo de 7.7 s. para la producción de esta serie a velocidad aumentada (ver tabla XXIII).
En cuanto a la variable sexo, se observa un promedio equivalente a 4.83 s. en el grupo
femenino (D.E.=0.98) y a 4.60 s. en el masculino (D.E.=0.85). En el grupo femenino se observó
además una mediana de 4.8 s., con un mínimo de 3.1 y un máximo de 7.7 s., mientras que en el
masculino, estos valores fluctuaron entre un mínimo de 2.5 y un máximo de 7.5 s., con una
mediana de 4.5 s. en la producción de esta serie a máxima velocidad (ver tabla XXIII).

A.

En el gráfico 6 se observa los valores promedio de la producción de series automáticas a


velocidad normal (Habla aut. N.) y a velocidad aumentada (Habla aut. A.) obtenidos
del total de los 90 sujetos evaluados.
71

7. DISCUSIÓN.

El propósito de este estudio fue encontrar datos normativos preliminares de parámetros


cuantificables del habla en adultos chilenos normales, puesto que hasta la fecha no se contaba
con este tipo de datos para evaluar a dicha población. Si bien existen investigaciones que han
evaluado algunos de estos parámetros, éstas se han realizado en lenguas distintas al español
de Chile, como el inglés y el alemán, siendo la información aportada por dichas investigaciones
la que hasta el momento se utiliza para evaluar el habla de pacientes chilenos.
Debido a lo anterior resulta interesante comparar los datos presentados en el actual
estudio con aquellos obtenidos en el extranjero, para conocer si los valores hasta ahora
considerados como normales, corresponden al rendimiento real de nuestra población.
De esta manera, al realizar un paralelo entre los resultados obtenidos y los datos
extranjeros, es posible observar diferencias en los siguientes parámetros:
Para el T.M.F. de /s/, Skel y Boone7 encontraron que adultos normales producían el
fonema /s/ con una duración promedio de 17,7 s. Por su parte, Ptacek y cols 4, en el mismo
grupo etáreo, hallaron un rango promedio de 20 a 25 s. en la producción sostenida de este
fonema, mientras que Young y Bless7 valoraron este parámetro en 14.7 s. de duración media en
adultos mayores inactivos y en 20.2 s. como promedio en adultos geriátricos activos. Por otro
lado, en el presente estudio se encontró que en adultos normales chilenos entre 40 y 69 años
de edad el promedio de producción del T.M.F. de /s/ es de 19.7 s.
Por su parte, para el T.M.F. de /a/, Wilson4 encontró que su producción en adultos
normales variaba entre 14.3 y 15.0 s. Así mismo, Jackson-Menaldi 4 realizó una diferenciación
entre ambos sexos, valorando este parámetro en un rango de 15 a 25 s. en las mujeres y de 25
a 35 en los hombres, en cambio, el presente estudio halló que en promedio la producción del
T.M.F. de /a/ es de 15,7 s. Si además se diferencia entre sexos, se puede decir que en las
mujeres el promedio de producción es de 15 s., mientras que en los hombres es de 16,3 s.
Si bien es cierto que estos resultados no difieren mayormente de lo encontrado en
estudios extranjeros, aportan mayor precisión a los parámetros de normalidad, pues, como se
ha podido extraer de todos los estudios anteriores, los rangos de normalidad entregados son
muy amplios.
Ahora bien, si se observa los datos publicados por Kent y Rosembek 7 para los
movimientos orales, se puede decir que éstos se encuentran expresados en Newton y no en
cantidad de movimientos por segundo, puesto que el estudio de dichos autores tiene por
finalidad medir la fuerza del movimiento y no su velocidad, imposibilitando la comparación entre
ambas investigaciones. Sin embargo, en el “Protocolo de Evaluación de Habla” de González y
72

Toledo3, un instrumento chileno basado en datos extranjeros, sí se incluyó mediciones de


velocidad, considerándose los siguientes valores como normales en adultos: apertura y cierre
de labios entre 15 y 20 ciclos en 5 s., protrusión y retrusión de lengua entre 18 y 25 ciclos en 5
s., movimiento de lengua hacia arriba y hacia abajo entre 18 y 25 ciclos en 5 s., movimiento de
lengua hacia derecha e izquierda entre 18 y 25 ciclos en 5 s. A modo de comparación, el
presente estudio encontró que en adultos chilenos entre 40 y 69 años de edad el rendimiento
normal corresponde a: 14.4 ciclos de apertura y cierre labial en 5 s., 5.7 ciclos de protrusión y
retrusión de lengua en 5 s., 5.9 ciclos de movimientos verticales de lengua en 5 s. y 8.1 ciclos
de movimientos laterales de lengua en 5 s. Como es posible observar, los valores encontrados
en esta investigación son muy inferiores a los considerados normales al momento de evaluar
los movimientos orales en pacientes chilenos. Se destaca la importancia de contar con
información correspondiente a la población objetivo, para evitar clasificar a sujetos en rangos
inferiores a los correspondientes, siendo que realmente se encuentran en el promedio esperado
para su población. El presente estudio pretende obtener datos de nuestra población, sin
embargo, se requiere de investigaciones posteriores que amplíen la muestra para poder
estandarizarlos. No se debe olvidar que, si bien es importante considerar estos datos en la
evaluación de los movimientos orales, la percepción del clínico es fundamental al momento de
estipular si un sujeto presenta o no normalidad en sus movimientos.
En relación a la repetición de las sílabas /pa/, /ta/ y /ka/, Tiffani 7 encontró que se
producían en promedio 7.1, 7.1 y 6.2 sílabas por s. respectivamente, es decir, 35.5, 35.5 y 31
sílabas en 5 s. En este estudio, sin embargo, se encontró que para /pa/ se producirían 33.1
repeticiones en 5 s., para /ta/ 33.1 y para /ka/ 30.3. Además, Tiffani 7 logró recabar información
acerca de la repetición de la serie /pa-ta-ka/, encontrando que se producirían 2.5 series por s.
Esta cifra es equivalente a 12.5 series en 5 s., lo cual es mayor al valor promedio obtenido en el
estudio presentado, el cual corresponde a 11 series en 5 s. De alguna manera podría ser
criticable la comparación entre ambas mediciones, debido a que el rendimiento de los sujetos
puede variar si la valoración es realizada en 1 o en 5 s. Esta consideración se sustenta en el
hecho de que, en el último caso, la exposición al error articulatorio es mayor al tratarse de un
tiempo de medición más largo, al igual que la probabilidad de generar una mayor fatigabilidad
en los sujetos, lo cual puede influir negativamente en su desempeño.
Para finalizar, es importante mencionar la enorme diferencia que se observa en la
velocidad de lectura encontrada por Kent1, en comparación con la recabada en este estudio.
Los primeros, encontraron que la velocidad normal de lectura en adultos es de 100 palabras por
minuto, mientras que la presente investigación encontró que es de 157,5 palabras por minuto.
Cabe destacar que además de las diferencias culturales que puedan conducir a una lectura más
73

rápida o más lenta, es muy influyente que ambos textos estén escritos en diferentes lenguas,
puesto que esto además involucra distinta metría de las palabras, lo que implica un mayor o
menor tiempo de lectura.
Como se puede observar, previamente sólo se comparó algunos datos de los evaluados
en la presente investigación, pues no se encuentra en la literatura valores, ya sea en español u
otra lengua, acerca del T.M.F. del fonema /i/, apertura y cierre mandibular, protrusión-retrusión
lingual, la velocidad normal del habla automática y su máxima velocidad, además de las
palabras con estructura diadococinética evaluadas exclusivamente en este estudio. Entre estos
parámetros, llamó nuestra atención el rendimiento observado en la repetición de la palabra
/málaga/, pues además de presentar un valor inferior en los resultados, fue el ejercicio en el
cual los pacientes refirieron tener la mayor dificultad para llevarlo a cabo.
Como aspecto positivo, podemos mencionar la diversidad de niveles socioeconómicos
presente en la muestra, la cual fue lograda al extraer sujetos de diferentes comunas de la región
metropolitana. Otro aspecto a destacar en el presente estudio es la realización de tres ensayos
del T.M.F. de cada fonema evaluado, lo que nos asegura mayor precisión en la medición de este
parámetro.
A modo de sugerencia, proponemos que estudios posteriores incluyan mediciones
cualitativas de parámetros del habla. Sería interesante consignar los errores cometidos, para
poder analizarlos, con la finalidad de establecer los tipos existentes y la frecuencia con que se
presenta cada uno de ellos en las distintas mediciones.

7.1 Limitaciones del estudio

Es importante reconocer las limitaciones que presenta nuestro estudio, que de alguna
manera puedan haber provocado que los resultados no fueran fidedignos. Entre ellos, es
primordial mencionar el tamaño de la muestra, que si bien permite obtener resultados
estadísticamente significativos, podría ser aumentada para lograr una mayor representatividad
de la población y así pasar de valores preliminares a una estandarización de éstos. Por otra
parte, es cuestionable la heterogeneidad de niveles de educación existentes en la muestra. A
pesar de haber establecido un mínimo de escolaridad básica completa, la cantidad de años de
estudio de enseñanza media y superiores varió mucho entre los 90 sujetos. Este factor podría
haber afectado principalmente el parámetro de velocidad de lectura. Además, es posible pensar
que los altos valores obtenidos en la lectura oral y el habla automática a velocidad normal
pueden deberse a un condicionamiento del sujeto. Lo anterior se debe a que el orden de
presentación de los parámetros a evaluar obligaba a los sujetos a estar un largo tiempo
74

realizando ejercicios que implicaban responder a alta velocidad, por lo que, al intercalar tareas
que se solicitaban a velocidad normal, es posible que ellos hayan generalizado las conductas
anteriores. Continuando con la lectura oral, otro factor que pudo haber afectado esta medición
es que no todos los sujetos hayan leído la totalidad del texto sin cometer errores. Al
equivocarse, los sujetos tendían a repetir la palabra en cuestión, a omitirla o permutarla,
provocando alteraciones en la medición; sin embargo, este fenómeno se observó sólo en forma
esporádica, por lo que no puede ser considerado un factor relevante.
75

8.- CONCLUSIONES.

El establecimiento de valores normativos de los parámetros considerados en la


evaluación del habla corresponde a un elemento de gran relevancia para la realización de una
correcta apreciación diagnóstica, estableciendo los límites dentro de los cuales el rendimiento
de un individuo puede ser catalogado como esperable o no en relación a su grupo poblacional.
Los resultados obtenidos en esta investigación indican que adultos chilenos entre 40 y
69 años que carecen de patología que afecte su habla, obtienen valores similares a los
encontrados en la literatura extranjera para el parámetro de fonación y respiración, T.M.F. de /s/,
/a/ e /i/. Estos datos, para la población de adultos normales chilenos de entre 40 y 69 años de
edad, corresponden a 19.69 s., 15.65 s. y 18.74 s. para la /s/, /a/ e /i/ respectivamente. Sin
embargo, se encuentra importantes diferencias a nivel de control motor oral y articulación, en
relación a los datos extranjeros. Para la población chilena en estudio, se encontró que la
apertura y cierre mandibular corresponde a 13.36 ciclos en 5 s., apertura y cierre labial a 14.49
ciclos en 5 s., protrusión y retrusión labial a 6.24 ciclos en 5 s., protrusión y retrusión lingual a
5.66 ciclos en 5 s., movimientos laterales linguales a 8.06 ciclos en 5 s., y movimientos
ascendentes y descendentes linguales a 5.87. Con respecto a la repetición de las sílabas /pa/,
/ta/ y /ka/, se obtuvo un promedio de 33.09, 33.1 y 30.32 repeticiones en 5 s., respectivamente.
En relación a la repetición de la serie /pa-ta-ka/ se obtuvo un promedio de 11.04 repeticiones en
5 s., y la repetición de las palabras /pitúko/, /petáka/, /botíka/, /bodéga/, /médiko/ y /málaga/ se
obtuvo un promedio de 12.24, 11.98, 12.04, 12.06, 11.63 y 9.7 repeticiones en 5 s.
respectivamente.
Los datos normativos preliminares del parámetro de lectura oral, corresponden a una
duración de 39.64 s. en promedio para la lectura del texto “El abuelo”, y una velocidad de
157.46 palabras por minuto.
En los resultados obtenidos para el parámetro habla automática, la realización de la
serie numérica del 1 al 20 corresponde a un promedio de 9.42 s. a velocidad normal, y 4.72 s. al
efectuarla a máxima velocidad sin equivocaciones.
76

9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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15. Prathanee, B. Oral diadochokinetic rate in adults. Journal of the Medical Association of
Thailand. 81(10):784-8. Oct, 1998.

16. Rona, J., (1958). En: Gómez-Macker, L. La realidad lingüística y su


multidimensionalidad. Signos. 7(9-10): 41-56, 1974.

17. Shulz, R. Apparative Messung der Diadochokinese an einem Normalkollektiv En:


Disertación inaugural para la obtención del grado de doctorado de medicina de la
Facultad de Medicina de alta calidad de la Universidad Ruhr .29 de Abril de 2003,
Bochum, Universidad Ruhr, Alemania.

18. Smith, A. Speech motor development: Integrating muscles, movements, and linguistic
units. Journal of Communication Disorders. 39: 331–349.Jun. 2006.
78

ANEXO Nº1
79
80

ANEXO Nº2
81

CONSENTIMIENTO INFORMADO

El objeto de esta información es ayudarlo a tomar la decisión de participar o no.

Proyecto de Investigación: “Estandarización de parámetros cuantificables del habla en


adultos normales chilenos”

Investigadores responsables:

Claudia Alejandra Bahamonde Díaz. RUT: 13.899.742-1


Estudiante, Escuela de Fonoaudiología. Facultad de Medicina, Universidad de Chile.

Javiera Constanza González Jara. RUT: 16.015.015-7


Estudiante, Escuela de Fonoaudiología. Facultad de Medicina, Universidad de Chile.

Macarena Pía Martínez Oportus. RUT: 13.507.322-9


Estudiante, Escuela de Fonoaudiología. Facultad de Medicina, Universidad de Chile.

María Magdalena Muñoz Montes. RUT: 16.097.012-K


Estudiante, Escuela de Fonoaudiología. Facultad de Medicina, Universidad de Chile.

Se me ha solicitado participar en un estudio que forma parte de un Seminario de


Investigación que está estudiando parámetros del habla cuantificables. Dicho estudio
se llevará a cabo en una población de adultos chilenos normales.

Se me ha informado que el propósito de este estudio es cuantificar el rendimiento de


adultos normales chilenos para los distintos parámetros cuantificables de producción
del habla. Para este estudio se requiere evaluar la realización de algunos ejercicios
que involucran respiración, movimientos de la boca, lectura, repetición de palabras,
entre otros.

Acepto ser sometido previamente a la aplicación del Test Minimental, que evalúa de
manera rápida y sencilla la orientación, repetición de palabras, atención y cálculo,
evocación, lenguaje y praxia constructiva. Además se me realizará una pequeña
encuesta sobre la existencia de enfermedades actuales o previas.

Mi participación, por lo tanto, es de gran ayuda para el desarrollo de este Seminario de


Investigación, y para obtener datos del comportamiento normal de los adultos chilenos
normales.

Entiendo que todas las pruebas a las cuales seré sometido no representan ningún
riesgo para la salud, y su realización no produce dolor.

Acepto que se me realice una grabación de video y audio, utilizando una cámara
fotográfica digital. Esta grabación sólo será del tercio inferior de mi cara, para proteger
mi identidad.
82

Mi participación es voluntaria y gratuita.

Entiendo que podré retirarme de este estudio en cualquier momento, sin la necesidad
de dar explicaciones.

Entiendo que los resultados de este estudio pueden ser publicados, pero mi nombre no
será revelado, permaneciendo mis datos clínicos y experimentales en forma
confidencial, a menos que yo lo explicite por escrito.

Mi consentimiento es libre y gratuito, esta dado voluntariamente y no he sido forzado u


obligado.

Cualquier pregunta que yo quiera realizar en cuanto a mi participación antes, durante o


después del estudio, será contestada en forma oral por cualquiera de las
investigadoras responsables del estudio.
Firmo este documento de consentimiento luego de considerar que me han respondido
adecuadamente a todas las dudas que pudiese haber tenido y han considerado mis
observaciones.

Declaro que he sido informado:

En forma oral: En forma escrita:

FIRMA DEL INVESTIGADOR FIRMA DEL VOLUNTARIO

FECHA: ______________ LUGAR: _______________________________


83

ANEXO Nº3
84

CUESTIONARIO

1.- Información general.

2.- Información Médica General: ¿Padece usted o ha padecido alguna de las


siguientes enfermedades?:

3.- Otros antecedentes:


85

¿Consume usted medicamentos?

¿Ha sido hospitalizado?

Motivo
Tiempo
Cuándo

¿Ha sido sometido a alguna cirugía?

Cuál
Anestesia
local/general
Cuándo

¿Usted fuma?
Si No
¿Desde que edad?
¿Cuántos cigarrillos fuma a diario?
86

ANEXO Nº 4
87

Protocolo de Evaluación de Parámetros Cuantificables de Habla

 Para la aplicación de este protocolo de evaluación, se requiere que el sujeto evaluado


se encuentre cómodamente sentado en una silla, con espalda apoyada en el respaldo,
piernas sin cruzar y pies apoyados en el suelo.
 La evaluación debe realizarse en un ambiente silencioso y sin distractores.
 Cada ejercicio por separado debe ser grabado en video y audio.

MATERIALES NECESARIOS: grabadora de video y audio, cronómetro.

1.- Respiración:

1.1 Producción de una /s/:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Tome aire por la nariz y produzca una /s/ lo
más larga que pueda. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador ejemplifica). Se solicita
que se repita este ejercicio dos veces más, completando un total de tres producciones.
En cada producción, se contabilizará el tiempo que el sujeto demora en realizar
el ejercicio, medido en segundos, con el uso de un cronómetro.
El examinador debe consignar en la pauta de registro cada producción, y luego
promediar los tres valores obtenidos.

2.- Fonación:

2.1 Tiempo máximo de fonación (T.M.F.) /a/:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Tome aire por la nariz y produzca una /a/ lo
más larga que pueda. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador ejemplifica). Se solicita
que se repita este ejercicio dos veces más, completando un total de tres producciones.
En cada producción, se contabilizará el tiempo que el sujeto demora en realizar
el ejercicio, medido en segundos, con el uso de un cronómetro.
El examinador debe consignar en la pauta de registro cada producción, y luego
promediar los tres valores obtenidos.

2.2 Tiempo máximo de fonación (T.M.F.) /i/:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Tome aire por la nariz y produzca una /i/ lo
más larga que pueda. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador ejemplifica). Se solicita
que se repita este ejercicio dos veces más, completando un total de tres producciones.
En cada producción, se contabilizará el tiempo que el sujeto demora en realizar
el ejercicio, medido en segundos, con el uso de un cronómetro.
El examinador debe consignar en la pauta de registro cada producción, y luego
promediar los tres valores obtenidos.
88

3.- Control Motor Oral y Articulación:

3.1 Mandíbula

3.1.1 Apertura y cierre:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Abra y cierre la boca lo más grande posible,
sin que le duela, y lo más rápido que pueda, hasta que yo le pida que se detenga. Yo
le daré un ejemplo; así” (examinador ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos. Se considera
como un ejercicio, a cada ciclo de apertura-cierre completo.

3.2 Labios

3.2.1 Apertura y cierre:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Con los dientes juntos, abra y cierre los
labios lo más rápido que pueda hasta que yo le pida que se detenga. Yo le daré un
ejemplo, así” (examinador ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos. Se considera
como un ejercicio, a cada ciclo de apertura-cierre completo.

3.2.2 Protrusión y retracción:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Con los dientes juntos, haga como si lanzara
un beso y luego coloque la boca como diciendo una /e/, lo más rápido que pueda hasta
que yo le pida que se detenga. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos. Se considera
como un ejercicio, a cada ciclo de protrusión-retracción (beso-/e/) completo.

3.2.3 Repetición de /pa/:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Repita la sílaba /pa/ lo más rápido que
pueda, hasta que yo le pida que se detenga. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador
ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos.

3.3 Lengua

3.3.1 Protrusión y retracción

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Saque y entre la lengua lo más rápido que
pueda, hasta que yo le pida que se detenga. Es importante que al entrar la lengua,
89

lleve la parte posterior de ésta hacia arriba y atrás. Yo le daré un ejemplo; así”
(examinador ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos. Se considera
como un ejercicio, a cada ciclo de protrusión-retracción (sacar-entrar) completo.

3.3.2 Derecha e izquierda

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Con la boca abierta, mueva su lengua de un
lado a otro, tocando con la punta cada comisura de la boca lo más rápido que pueda,
hasta que yo le pida que se detenga. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador
ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos. Se considera
como un ejercicio, a cada ciclo de derecha-izquierda completo.

3.3.3 Arriba y abajo

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Con la boca abierta, saque su lengua y
muévala arriba y abajo, tocando con la punta los labios superior e inferior lo más rápido
que pueda, hasta que yo le pida que se detenga. Yo le daré un ejemplo; así”
(examinador ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos. Se considera
como un ejercicio, a cada ciclo de arriba-abajo completo.

3.3.4 Repetición de /ta/ (postdental superior)

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Repita la sílaba /ta/ lo más rápido que pueda,
hasta que yo le pida que se detenga. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador
ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos.

3.3.5 Repetición de /ka/ (velar)

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Repita la sílaba /ka/ lo más rápido que
pueda, hasta que yo le pida que se detenga. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador
ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos.

3.4 Lectura

3.4.1 Leer la lectura “El abuelo”

Instrucción: “Ahora le pediré que lea el siguiente texto en voz alta”


90

Se le debe entregar al sujeto evaluado el texto “El abuelo” en una hoja tamaño
carta, en letra Arial 21.
Con el cronómetro, se debe tomar el tiempo que demora el leer el texto
completo, y luego anotarlo en la pauta de registro.

3.5 Diadococinesias

3.5.1 Producción de serie /pa-ta-ka/

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Repita la serie /pa-ta-ka/ lo más rápido que
pueda, hasta que yo le pida que se detenga. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador
ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos.

3.5.2 Producción de palabra con sonidos a evaluar

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Repita la palabra /pitúko/ lo más rápido que
pueda, hasta que yo le pida que se detenga. Yo le daré un ejemplo; así” (examinador
ejemplifica).
Se debe contar y consignar en la pauta de registro el número de veces que el
sujeto evaluado logra realizar este ejercicio en un lapso de 5 segundos.
Luego se realiza la misma instrucción, contado y consignación, pero utilizando
las siguientes palabras:
/petáka/
/botíka/
/bodéga/
/médiko/
/málaga/

3.6 Habla automática:

3.6.1 Contar del 1 al 20

3.6.1.1 Con velocidad normal:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Cuente del 1 al 20 con velocidad normal”. Se
debe utilizar un cronómetro para obtener el tiempo que el sujeto demora en realizar la
serie numérica del 1 al 20 a una velocidad cómoda para el sujeto. Luego este tiempo
debe consignarse en la pauta de registro.

3.6.1.2 Con velocidad aumentada:

Instrucción: “Le voy a pedir lo siguiente. Cuente del 1 al 20 a la máxima velocidad que
pueda sin equivocarse”. Se debe utilizar un cronómetro para obtener el tiempo que el
sujeto demora en realizar la serie numérica del 1 al 20 a la máxima velocidad posible
para el sujeto. Luego este tiempo debe consignarse en la pauta de registro.
91

ANEXO Nº 5
92

Pauta de Registro
de Protocolo de Evaluación de Parámetros Cuantificables del Habla

Nombre: ______________________________________________________________

Fecha de nacimiento: ___/___/___ Edad: ________ Género: F___ M___

Fecha de evaluación: ___/___/___ Evaluador: ______________________________

1.- Respiración:

1.1 Producción de una /s/:

Producción 1: _______ Producción 2: _______ Producción 3: _______

Promedio tres producciones: __________

2.- Fonación:

2.1 Tiempo máximo de fonación (T.M.F.) /a/:

Producción 1: _______ Producción 2: _______ Producción 3: _______

Promedio tres producciones: __________

2.2 Tiempo máximo de fonación (T.M.F.) /i/:

Producción 1: _______ Producción 2: _______ Producción 3: _______

Promedio tres producciones: __________

3.- Control Motor Oral y Articulación:

3.1 Mandíbula
3.1.1 Apertura y cierre:

Nº de ejercicios: _______

3.2 Labios
3.2.1 Apertura y cierre:

Nº de ejercicios: _______

3.2.2 Protrusión y retracción:

Nº de ejercicios: _______
93

3.2.3 Repetición de /pa/:

Nº de ejercicios: _______

3.3 Lengua

3.3.1 Protrusión y retracción

Nº de ejercicios: _______

3.3.2 Derecha e izquierda

Nº de ejercicios: _______

3.3.3 Arriba y abajo

Nº de ejercicios: _______

3.3.4 Repetición de /ta/ (postdental superior)

Nº de ejercicios: _______

3.3.5 Repetición de /ka/ (velar)

Nº de ejercicios: _______

3.4 Lectura

3.4.1 Leer la lectura “El abuelo”

Tiempo de lectura: __________seg.

Velocidad del habla en la lectura por minutos:


c =6060 / ______tiempo de lectura en seg. /______palabras por minuto

3.5 Diadococinesias

3.5.1 Producción de serie /pa-ta-ka/

Nº DE PALABRAS EN 5 SEG.
/pa-ta-ka/ ________________________
94

3.5.2 Producción de palabras con sonidos a evaluar

PALABRAS Nº DE PALABRAS EN 5 SEG.


/pitúko/ ________________________
/petáka/ ________________________
/botíka/ ________________________
/bodéga/ ________________________
/médiko/ ________________________
/málaga/ ________________________

3.6 Habla automática:

3.6.1 Contar del 1 al 20

3.6.1.1 Con velocidad normal:

Tiempo utilizado: _______

3.6.1.2 Con velocidad aumentada:

Tiempo utilizado: _______


95

ANEXO Nº6
96

LECTURA “EL ABUELO”

Usted quiere saber sobre mi


abuelo. Bueno, el tiene cerca de
noventa y tres años de edad y aún
piensa tan lúcidamente como
siempre. Se viste solo, y se pone su
vieja chaqueta negra que
comúnmente, tiene varios botones
menos.

Una larga barba cuelga de su cara


inspirando, a aquellos que lo
observan, un profundo sentimiento de
respeto. Cuando habla, su voz parece
un poco quebrada y temblorosa.

Dos veces al día el disfruta


tocando hábilmente un pequeño
órgano.
97

Todos los días, el Abuelo da un


corto paseo, excepto en el invierno
cuando la lluvia o el frío se lo impiden.

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