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Cultivando la espiritualidad

Introducción

En el libro de los comienzos (Génesis 2:1-17) se nos cuenta la historia de la creación del primer hombre, Dios plantó
un huerto y puso ahí al hombre, para que cuidara y cultivara el huerto. ¿Te puedes imaginar lo hermoso que sería
ese huerto? Con ríos de aguar cristalinas y limpias, árboles de toda clase, una variedad muy grande de aves, de
animales. Cultivar un huerto así debió ser una experiencia maravillosa. Desde entonces el hombre se ha dedicado a
cultivar la tierra, la cual Dios hace florecer y fructificar. Pero también el hombre se ha convertido en experto en
cultivar diferentes áreas de la vida y de la naturaleza.

Ahora, con los avances tecnológicos, el cultivo se ha vuelto más sencillo, de tal manera que queda tiempo para
cultivar otras cosas, por ejemplo, las artes, como la pintura, la literatura, la música. S puede cultivar el intelecto,
leyendo, yendo a escuelas, podemos cultivar también relaciones personales, un sinfín de cosas.

Los cristianos en especial, debemos tener cuidado de cultivar la espiritualidad en nuestras vidas, debemos dejar el
mundo, sus placeres, sus riquezas, y todas aquellas cosas que nos alejan de Dios. En cambio, debemos sembrar y
cultivar la espiritualidad en nuestras vidas, menos carnales y más espirituales.

1.- Cultivar para la carne trae condenación, cultivar la espiritualidad trae vida eterna, Gálatas 6:7-8

Gálatas 6:7-8 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también
segará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu,
del Espíritu segará vida eterna.

Si una persona se dedica a los deleites de la carne, si entrega su vida al pecado, a la maldad y a Satanás mismo, lo
que va a cosechar es corrupción, condenación. Hay personas que han venido a los pies de Cristo, pero aún siguen
muy aferrados al mundo, a las mismas cosas que hacían antes. En otras palabras, son mundanos.

He conocido personas que dicen ser cristianas, que todos los días se fuman dos o tres cigarros, que van a las fiestas y
se emborrachan, que dan rienda suelta a la mundanalidad, bailes, parrandas, malas palabras, mentira, y cosas
semejantes. No han cultivado la espiritualidad y santidad que Dios nos pide en su Palabra.

Cultivar mundanalidad trae consecuencias desastrosas eternamente, cultivar la espiritualidad nos trae bendiciones
hermosísimas y eternas.

No te engañes, en lo profundo de tu ser sabes que eso que estás haciendo mal, Dios ya lo conoce, no te puedes
esconder de Dios, en ningún lado, no puedes burlar la vigilante omnipresencia de Dios, él está en todas partes, sus
ojos miran toda la tierra.

Gálatas 5:16-18 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la
carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que
quisiereis.

Ya es tiempo de dejar las cosas del mundo y comenzar a cultivar la espiritualidad, que se vea que eres un verdadero
cristiano, que estudiar la Biblia, que Dios te ha transformado y sigue trabajando en ti. Esas modas, esa música, esas
palabras que no manifiestan espiritualidad en tu vida, es momento de dejarlas, de comenzar a sembrar
espiritualidad y santidad en tu vida.

Romanos 8:5-9 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las
cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por
cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco
pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Más vosotros no vivís según la carne, sino
según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Tienes que vivir conforme al espíritu, cultivando aquellas cosas buenas y agradables a Dios.
2.- Pasa tiempo con Dios cada día

Entre más tiempo pasas con alguien, más te pareces a esa persona. He conocido grupos de personas que son unidos
y se juntan mucho entre ellos, y he observado que la mayoría de ellos actúan de la misma manera, hacen los mismos
ademanes, usan el mismo tono de voz, dicen las mismas frases.

Dime con quién andas, y te diré quién eres. El que con lobos anda a aullar se enseña.
Había un tipo de sacrificio que se ofrecía bajo la ley de Moisés. Números 28:1 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2
Manda a los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con mis ofrendas encendidas en olor grato a mí, guardaréis,
ofreciéndomelo a su tiempo. 3 Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis a Jehová: dos corderos sin
tacha de un año, cada día, será el holocausto continuo. 4 Un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero
ofrecerás a la caída de la tarde; 5 y la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con un cuarto de un hin de
aceite de olivas machacadas, en ofrenda. 6 Es holocausto continuo, que fue ordenado en el monte Sinaí para olor
grato, ofrenda encendida a Jehová. 7 Y su libación, la cuarta parte de un hin con cada cordero; derramarás libación
de vino superior ante Jehová en el santuario. 8 Y ofrecerás el segundo cordero a la caída de la tarde; conforme a la
ofrenda de la mañana y conforme a su libación ofrecerás, ofrenda encendida en olor grato a Jehová.

Nuestra vida debe ser un holocausto continuo, de mañana debemos presentarnos ante Dios, y permanecer en su
presencia, como ese cordero que se ofrecía y duraba toda la mañana dando ese olor grato. Por la tarde debemos
seguir siendo un sacrificio continuo, ofreciéndonos a nosotros mismos.

Daniel, el profeta, oraba tres veces al día, con su ventana abierta hacia Jerusalén, de acuerdo a lo que oró Salomón
cuando dedicó el Templo que edificó. Era un funcionario importante en el imperio más grande del mundo en
aquellos años, seguramente tenía muchas cosas que hacer, asuntos que atender, personas con las cuales tenía que
reunirse. Sin embargo tenía tiempo para dedicarse a Dios todos los días, pasaba valioso tiempo en presencia de su
señor.

La biblia nos dice que: Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Hechos 17:28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también
han dicho: Porque linaje suyo somos.

Ora a Dios cada día


Alaba a Dios cada día
Adórale en todo momento
Sé más como él
Deja que Cristo crezca en ti y que ti mengües, que reflejes más y más a Cristo cada día.

3.- Alimenta tu espíritu en todo momento

Una de las maneras de hacer rendir los cultivos en el campo es: regar el cultivo, abonarlo, arrancar la maleza,
combatir las plagas. Si se siguen estas reglas, los frutos son muy buenos y abundantes.

De la misma manera, nosotros debemos alimentar nuestro ser, para cultivar la espiritualidad cada día.

2 Corintios 4:16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el
interior no obstante se renueva de día en día.

Lo primero que tenemos que hacer es alimentarnos de la Palabra de Dios. Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras;
porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.

1 Timoteo 4:13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
Deuteronomio 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. 5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte,
y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las
escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

Si no te alimentas de la Palabra de Dios, serás un cristiano raquítico, anoréxico, bulímico, enfermo, sin fuerzas, sin
denuedo, triste, enojado, inconforme, débil, presa fácil de la tristeza, la depresión, del león rugiente que tenemos
como enemigo, él vino a matarte, a destruirte y a robar lo que Dios te ha dado.

Para cultivar la espiritualidad, es necesario que demos prioridad a alimentar nuestro ser interior con la Palabra de
Dios, recuerda que no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

La segunda cosa primordial que tenemos que hacer cada día para cultivar la espiritualidad, es orar a Dios, platicar
con él, llevar nuestras cargas, nuestros sueños, nuestras metas delante del trono de gracia.

1 Tesalonicenses 5:17 Orad sin cesar.


Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y
ruego, con acción de gracias.
Colosenses 4:2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.

La oración de la iglesia es el disparador de los milagros, lo fue en el libro de los Hechos, lo es nuestros días.

Cultiva la espiritualidad:
 Escucha música cristiana
 Lee libros cristianos, que edifican
 Escucha sermones y estudios bíblicos
 No dejes de congregarte
 Quédate a las clases de escuela dominical
 Asiste a la oración de la iglesia
 Asiste al estudio de la Biblia entre semana
 Prepara tu vida espiritual
 No dejes que el enemigo arrebate lo que Dios te ha dado, no dejes que otro tome tu corona

Conclusión

Quiero terminar invitándote a dejar la mundanalidad, la carnalidad, el pecado, la suciedad del mundo y toda
inmundicia. Deja de sembrar para la carne, pues de lo contrario de la carne segarás corrupción, condenación y
perdición. ¿Por qué mejor no te dedicas a cultivar la espiritualidad en tu vida? Siembra para el espíritu, vas a
cosechar la vida eterna que Dios tiene preparada para los que le obedecen.

Si hay cadenas que te atan al mundo, deja que Dios las rompa y te haga libre, libre del pecado, de la mentira, de la
ira, de la lascivia, del chisme, de la maldad, que Dios rompa esas cadenas pesadas, gruesas que te están
esclavizando.

Si te sientes oprimido por la frustración, por el enojo, por raíces de amargura, deja que Dios te limpie para que
puedas sembrar amor en lugar de esas raíces de amargura.

Si estás lleno de malas cosas en tu corazón, deja que Dios te limpie y siembre en él cosas buenas y hermosas, y
dedícate a cultivar la espiritualidad, finalmente la cosecha será una vida eterna con nuestro Señor y Salvador.

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