VISTOS: Se reproduce la sentencia en alzada, con las siguientes modificaciones: En el considerando 1°, se reemplaza ?demandad? por ?demandada?. En el considerando 4° se acentúa esdrújulamente ? practica?; gravemente ?solo? (al igual que en los considerandos 5° y 12°) y ?continua?; y agudamente ?procedio?, ?estas?, ?genero?, ?mas?, ?Tomas?; se substituye ?ha ocasionado? por ?han ocasionado?. En el considerando 7° se suprime el segundo párrafo. En el considerando 11° se acentúa en forma esdrújula ?merito?, lo mismo que el considerando siguiente; y en ese mismo, se pluraliza ?prestada?. En el considerando 12° se substituye ?a la agresión sexual física directa? por ?acometimiento físico?. Y TENIENDO ADEMÁS PRESENTE: 1°) Que la defensa del demandado ?trabajador aforado? ha hecho hincapié en estrados acerca de una supuesta fa lta de tipicidad de la conducta de acoso sexual atribuida a éste, porque a su juicio nuestro código sólo contemplaría dicha figura como acometimiento vertical; y no horizontal ?entre pares? que sería lo que acontecería en la especie.
2°) Que el artículo 2 inciso 2° del Código del Trabajo al introducir la
precitada figura como atentado a la situación laboral del afectado, no ha hecho la distinción pretendida, lo que se encuentra en concordancia con la historia fidedigna del establecimiento de dicho precepto, en que se dejó constancia de que abarcaría ambas clases. La responsabilidad del empleador ?que le parece dudosa a dicho profesional en estrados? se origina en el hecho de ser el dueño y controlador del ambiente de trabajo (artículo 184 del Código del Trabajo). 3°) Que la misma defensa también ha hecho caudal respecto del valor otorgado al testimonio de la víctima, llegando incluso a denunciar en su recurso ?erróneamente, porque había sido resuelta a fs.100? la falta de decisión sobre la tacha, pero apuntando esencialmente a la excesiva credibilidad que a su juicio se le habría otorgado a esta persona, respecto a lo cual esta Corte no percibe una extralimitación en la potestad de apreciación de dicha prueba por parte de la jueza del grado, quien ha tenido presente que, en esta clase de asuntos, normalmente se afecta una órbita más bien privada e íntima de los intervinientes, en la que no abunda la prueba y el punto de vista de la víctima puede resultar determinante para el establecimiento de la verdad. 4°) Que yerra a su vez la parte demandante cuando pretende que se extienda al informe evacuado por la Inspección del Trabajo con motivo de la investigación encomendada, la presunción legal de veracidad que asiste a sus funcionarios en cuanto ministros de fe. Las conclusiones de la investigación administrativa constituyen un antecedente serio, grave, relevante; pero que debe ser apreciado en conjunto con los demás elementos de juicio que se alleguen en cada caso y conforme a las facultades de que están premunidos los jueces laborales. En la especie, confluyen todos ellos, efectivamente, para dar por establecida la figura materia de la imputación; y permiten fundadamente otorgar la autorización que se ha solicitado, tal como lo ha resuelto la antes citada jueza. Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 465 y 473 del Código del Trabajo, se declara: Que se CONFIRMA la sentencia apelada de fecha 20 de noviembre de 2008, escrita de fs. 170 a 180, sin costas. Regístrese y devuélvase, con su custodia. Redacción del Ministro don Carlos Aránguiz Zúñiga. Rol 339-2008.
Pronunciada por la Primera Sala de esta Corte de Apelaciones,
integrada por los señores ministros titulares don Carlos Aránguiz Zúñiga, don Carlos Bañados Torres y don Ricardo Pairicán García.
Eliana Rivero Campos
Secretaria
En Rancagua cuatro de junio de dos mil nueve, notifiqué por el estado