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Hechos

ilícitos

Derecho
Privado VIII
(Daños)

1
Hechos ilícitos.
Responsabilidad directa
y por el hecho de
terceros (por el hecho
propio y por el hecho
ajeno)
En esta tercera parte del programa abordaremos las novedades introducidas en
materia de daños y perjuicios en relación con las responsabilidades especiales.
Dentro de la unidad 11 encontramos la responsabilidad directa y la
responsabilidad civil por el hecho de terceros. En la unidad 12, la
responsabilidad por el hecho de las cosas y de ciertas actividades, que
constituyen el modulo básico de esta tercera parte del programa.

Las modificaciones introducidas en materia de daños y perjuicios por este


punto se encuentran desde la Sección 5ª a la 9ª, es decir, desde los arts. 1749 a
1771 del CCC. Refieren:

1. responsabilidad directa;

2. responsabilidad civil por el hecho de terceros;

3. responsabilidad por el hecho de las cosas y de ciertas actividades;

4. responsabilidades especiales.

Así, tenemos:

 Sección 5ª, se destina a la "Responsabilidad directa" (arts. 1749 a 1752).

 Sección 6ª, a la "Responsabilidad por el hecho de terceros" (arts. 1753 a


1756), incluyendo la responsabilidad por el hecho de los dependientes
(art. 1753), la responsabilidad paterna por el hecho de los hijos (arts.
1754 a 1756) y la de otras personas encargadas –tutores, curadores y
establecimientos que tienen a su cargo personas internadas- (art. 1756).

 Sección 7ª, a la "Responsabilidad derivada de la intervención de cosas y


de ciertas actividades" (arts. 1757 a 1759).

 Sección 8ª, a la "Responsabilidad colectiva y anónima" (arts. 1760 a


1762).

 Sección 9ª a los "Supuestos especiales de responsabilidad" (arts. 1763 a


1771): responsabilidad de la persona jurídica (art. 1763), de los
establecimientos educativos (1767), de los profesionales liberales (art.
1768), remisión de los accidentes de tránsito a la norma sobre daños
producidos por la intervención de las cosas y el hecho de determinadas
actividades (art. 1769), protección de la vida privada (art. 1770),
acusación calumniosa (art. 1771). Inaplicabilidad de las disposiciones del
Capítulo 1 "Responsabilidad civil" a la responsabilidad del Estado de
manera directa ni subsidiaria (arts. 1764 y 1765), como así tampoco a la
responsabilidad civil de los funcionarios y empleados públicos (art.
1766); ambas responsabilidades que se rigen según el CCC por las
normas del derecho administrativo nacional o local, según corresponda.

Responsabilidad directa
Vamos a comenzar el análisis con la primera figura de la parte especial de la
responsabilidad civil directa, siguiendo el hilo conductor trazado por el Código
Civil y Comercial de la Nación80. Este orden coincide con la sistematización que
sobre la materia hacen generalmente los autores, dando inicio al estudio de la
parte especial con la responsabilidad directa. En el Código derogado se hacía
referencia a la responsabilidad por el hecho propio.

En sustancia y más allá del nomen iuris, regula la hipótesis idéntica: cuando el
daño es producido por la acción directa del responsable. Es decir, quien
ejecuta la conducta dañosa coincide con quien debe responder. Con lo cual
las explicaciones aportadas por Pizarro y Vallespinos (2014) son plenamente
aplicables, con las modificaciones propias introducidas por las nuevas normas
que señalaremos a medida que avancemos.

80En esta unidad trabajaremos en base a lo expuesto por uno de los integrantes de la comisión
de responsabilidad civil del Anteproyecto: Sagarna, 2014.
Caracterización. La cuestión en materia contractual y
extracontractual. Efectos de la unificación de
regímenes conforme el Código Civil y Comercial
Continuando con lo expuesto, podemos decir que, a partir de esta noción de
responsabilidad directa se ha creado el paradigma sobre el cual se fue
construyendo a lo largo de los años el derecho de daños. Tal es así que el
axioma que predominó, hoy ya superado, era que no hay responsabilidad civil
sin culpa, y surgió en base a este tipo de responsabilidad por el hecho propio y
con basamento en la idea de culpa. Actualmente, como hemos visto a lo largo
de la materia, esto no es más así, ya que hemos contemplado diversos
supuestos en los cuales el sindicado como responsable está obligado a
responder aun sin culpa. Es más, como hemos visto, ante la responsabilidad
con factor objetivo de atribución, no es sólo una “responsabilidad sin culpa”,
sino que existe un fundamento axiológico de carácter objetivo que justifica su
responder abstraído de la culpa. En estos casos, no nos interesa siquiera
indagar sobre la existencia de la culpa, en virtud del factor objetivo de
atribución que entra en acción.

La responsabilidad por el hecho propio puede ser objetiva o subjetiva. La


responsabilidad es subjetiva cuando se ve alcanzada por la presencia de
culpabilidad probada o presumida en la conducta del agente. Es objetiva
cuando se fundamenta en un factor de atribución de tal naturaleza.

El nuevo código regula “responsabilidad directa” en el art. 1749: “Sujetos


responsables. Es responsable directo quien incumple una obligación u ocasiona
un daño injustificado por acción u omisión”81.

En esta norma transcripta se engloba a los derogados arts. 1109 y 1074 del
Código Civil, que prevén la responsabilidad civil extracontractual por culpa o
negligencia en la acción y omisión, respectivamente, y a los arts. 519 y
siguientes, que enmarcan la responsabilidad civil contractual (Sagarna, 2014).

Siguiendo la línea establecida, el nuevo CCC unifica –tal como pudimos ver en
las unidades anteriores- casi todas las consecuencias de ambos regímenes de
responsabilidad civil. En este sentido, se puede ver en los fundamentos del
Anteproyecto: "En este tema [refiriéndose a la responsabilidad directa] se
comienza con una norma que precisa los conceptos en un sistema de
responsabilidad civil que comprende tanto el ámbito contractual como
extracontractual" (Lorenzetti, Highton de Nolasco & Kemelmajer de Carlucci,
2012, http://goo.gl/K8bpzE ). Esto es propio del fenómeno de la unidad de
sistema o unificación de sistemas de responsabilidad civil (unidad 2).

81 Art. 804 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
El art. 1749 del CCC se basa en el principio general de la "teoría del responder",
por el que se establece que toda persona es responsable de sus actos, sea por
actividad positiva o negativa.

Además, el precepto se encuentra en concordancia con lo dispuesto en el art.


1717 del CCC, que dispone que "Cualquier acción u omisión que causa un daño
a otro es antijurídica si no está justificada"82, con lo cual se acaba la discusión
sobre la necesidad de una norma previa que haya sido violada a los fines de
atribuir las consecuencias de un perjuicio determinado a un agente dañoso, que
implicaba un debate sobre los alcances de los arts. 1066 y 1074 del Código hoy
derogado.

La figura de la responsabilidad directa, parte desde la capacidad como regla de


las personas (conf. art. 22 del CCC83), en virtud de la cual, en principio todos
somos responsables directos por nuestros hechos dañosos, salvo que se
demuestre la involuntariedad del acto, aunque, en este último supuesto, se
podrá ser responsable en función de la indemnización de equidad prevista en el
art. 1750, que remite a la previsión del art. 1742, lo que veremos con mayor
detalle en el punto siguiente.

Las causales de justificación de la antijuridicidad para la responsabilidad directa


–como para el resto de las figuras- se establecen en el art. 1718 –legítima
defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho-, cuyo
contenido ya hemos estudiado en la unidad 8.

De igual modo debemos recordar lo expuesto sobre la asunción de riesgos (art.


1719) y sobre el consentimiento del damnificado (art. 1729); la segunda no
constituye causa de justificación, mientras que en la asunción de riesgos, el
juzgador podrá evaluar si el mismo constituyó, al momento de la producción de
los daños, un "hecho del damnificado que interrumpe total o parcialmente el
nexo causal"84.

Nos enseña Sagarna que el art. 1749 del CCC encierra el “deber de responder”,
así surja de un vínculo jurídico preexistente entre las partes o de la inexistencia
de una relación anterior entre los intervinientes –dañoso y dañado-, fundado
en el principio rector alterum non laedere contenido ahora expresamente en el
art. 1716, el que prevé que la violación de dicho deber de no dañar a otro y el
incumplimiento obligacional provocan el deber de reparar el perjuicio causado.
(2014).

82 Art. 1717 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
83 “Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos
y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples
actos, o actos jurídicos determinados”. Art. 22 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
84 Art. 1719 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Es decir que quien incumple una obligación preestablecida (responsabilidad
contractual) u ocasiona un daño sin que exista prestación o vínculo anterior
(responsabilidad extracontractual) es responsable directo del perjuicio
ocasionado, sin perjuicio –claro está- que la víctima pueda encontrar como
legitimado pasivo a un responsable por el hecho de otro, supuesto que podrá
convivir plenamente con la responsabilidad directa (Sagarna, 2014). Esto nos
lleva a tratar el supuesto de la pluralidad de responsables.

La unidad del fenómeno de la ilicitud


En síntesis, la responsabilidad por el hecho propio surge cuando el daño es
producido por la acción directa del responsable. Es decir, quien ejecuta la
conducta dañosa coincide con quien debe responder, y conforme el texto del
nuevo Código, se confiere unicidad al régimen de la responsabilidad contractual
y extracontractual.

En palabras de la propia comisión redactora, la tesis que se adopta es la


“unidad del fenómeno de la ilicitud” (Lorenzetti, Highton de Nolasco &
Kemelmajer de Carlucci, 2012, http://goo.gl/K8bpzE ) para la responsabilidad
contractual o extracontractual, lo cual no implica la homogeneidad, ya que hay
diferencias que subsisten (ver lectura 1). Con la solución que aporta el nuevo
Código, se pretende unificar los supuestos que han generado dificultades
serias, como ocurre con los daños a la persona en el ámbito de la
responsabilidad contractual (por ejemplo, responsabilidad médica).

Pluralidad de responsables y solución del Código Civil y


Comercial
Dice al respecto el nuevo Código:

Pluralidad de responsables. Si varias personas participan en la


producción del daño que tiene una causa única, se aplican las
reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de
causas distintas, se aplican las reglas de las obligaciones
concurrentes.85

La víctima podrá accionar contra el responsable directo (por ejemplo, el


"dependiente"), conforme al art. 1749 del CCC, y contra su responsable
“garante” o “reflejo”, según sea la doctrina que sigamos. Así por ejemplo el
"comitente" de ese "subordinado", conforme al art. 1753 del nuevo Código.

85 Art. 1751 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
En este sentido, el art. 1773 del CCC prevé, como el derogado art. 1122 del CC,
que el legitimado tiene derecho a interponer su acción, conjunta o
separadamente, contra el responsable directo y el indirecto; en fin, el actor
podrá optar por demandar a uno o a otro o a ambos, aunque deberá probar la
responsabilidad del agente dañoso responsable directo para que se desprenda
la responsabilidad del indirecto.

En los daños extracontractuales causados por varios sujetos, el Código


derogado disponía que se aplicaban las reglas de la solidaridad, ya se tratara de
un delito (art. 1081), como de un cuasidelito (art. 1109, 2° párr., agregado por
la ley 17711). Por otro lado, en el 1081, se equiparaba en cuanto a la obligación
de indemnizar a los "autores, consejeros o cómplices". En cuanto a los daños
contractuales, la regla era la mancomunidad, a menos que la obligación
incumplida fuera solidaria.

En el actual Código, si el daño fue causado por varios sujetos, se aplicarán las
normas de las obligaciones solidarias (arts. 827 a 843 del CCC) o concurrentes
(arts. 850 a 852 del CCC –se les asigna subsidiariamente la aplicación a éstas de
las normas de las obligaciones solidarias por reenvío del art. 852 citado-), según
sea el caso. Las acciones de repetición o recurso están previstas en los arts. 840
y 851, inc. “h”. Es de suma importancia la incorporación de la clasificación de
obligaciones concurrentes en las obligaciones de sujeto plural, siendo
"obligaciones concurrentes" aquellas en las que "varios deudores deben el
mismo objeto en razón de causas diferentes"86, constituyendo "obligaciones
solidarias"87 las que están fundadas en una causa única. (Sagarna, 2014).

Debemos aclarar aquí que la intervención plural de sujetos en la producción de


un daño no necesariamente dará lugar a una responsabilidad colectiva prevista
en los arts. 1760 y 1761 del CCC.

Ello es así porque, aunque intervengan varios sujetos en forma conjunta, la


responsabilidad puede ser individual por estar perfectamente identificados los
sujetos causantes del hecho ilícito. La distinción entre la responsabilidad
individual y la colectiva resulta de la circunstancia de que el daño como
elemento indispensable para la existencia de responsabilidad civil puede
resultar de la actuación individual del agente (responsabilidad individual) o de
la concurrencia de la actividad de varios sujetos relacionados entre sí de modos
diversos para producirlo. Así, varias personas colaboran desde distintos niveles
de participación para producir un hecho ilícito. Esa intervención puede revestir
la forma de autoría o de mera participación. La coautoría implica que los
intervinientes conciben en común la ejecución del ilícito. La mera participación
radica en un obrar imprudente pero no concertado entre los intervinientes.
Cuando varias personas deciden ocasionar un daño de manera concertada, no
hay responsabilidad colectiva sino individual. Es lo que se ha dado en llamar la
86 Art. 852 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
87 Art. 827 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
intervención conjunta. En esta hipótesis, se sabe quiénes fueron los autores y
todos produjeron el daño (Sagarna 2014).

La figura del encubrimiento


Dice al respecto el Código Civil y Comercial: “Encubrimiento. El encubridor
responde en cuanto su cooperación ha causado daño”88.

El Código establece la responsabilidad del encubridor en cuanto su accionar


haya sido relevante para la producción del daño. Esta “relevancia” o
“cooperación” tiene que ver con el aporte causal de la conducta con el daño
causado a la víctima. Conforme ello, el encubridor no responde solidariamente
con los autores materiales del ilícito, sino que debe responder por los daños
causados causalmente por su conducta.

Esta figura es novedosa por cuanto en el 1081 del CC derogado se aludía a los
autores, consejeros o cómplices, pero no al encubridor como figura autónoma.
Aquí, el Código, siguiendo el modelo de los Proyectos de reforma de 1993 y
1998, responsabiliza al encubridor en tanto su cooperación en el hecho causó el
daño, siendo responsable en esa medida (art. 1752 del CCC).

Parece ser que la norma toma los conceptos del derecho penal, para el cual el
cómplice se diferencia del encubridor en que el primero actúa por una promesa
anterior al delito89. De esa manera, conoce el hecho que se está por realizar y, si
bien su cooperación pude ser menor, debe equiparárselo al autor.

El encubridor también coopera, pero lo hace sin promesa anterior al hecho, por
lo que no responde como autor –como sí lo hace el cómplice- sino que
responde en cuanto su cooperación ha causado daño.

Responsabilidad por daños involuntarios.


Régimen legal
El art. 260 del CCC determina que el acto voluntario es aquel ejecutado con
discernimiento, intención y libertad, aunque, según el art. 261 del CCC, es
involuntario: 1) el acto de quien, al momento de realizarlo, se encontraba
privado de razón por falta de discernimiento (arts. 921 y 1076 del CC); 2) el acto
ilícito de la persona menor de edad que no ha cumplido 10 años (arts. 921 y
1076 del CC);

88Art. 1752 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
89“Los que cooperen de cualquier otro modo a la ejecución del hecho y los que presten una
ayuda posterior cumpliendo promesas anteriores al mismo”. Art. 46 – Código Penal de la Nación.
Honorable Congreso de la Nación Argentina.
y 3) el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido 13
años (bajándose así un año la edad para la comprensión de los actos lícitos,
siendo la anterior de 14 años, según el art. 921 del CC –menores impúberes
del art. 127-).

“Daños causados por actos involuntarios. El autor de un daño causado por un


acto involuntario responde por razones de equidad. Se aplica lo dispuesto en el
artículo 1742.”90

Atenuación de la responsabilidad. El juez, al fijar la


indemnización, puede atenuarla si es equitativo en función del
patrimonio del deudor, la situación personal de la víctima y las
circunstancias del hecho. Esta facultad no es aplicable en caso de
dolo del responsable.91

En el art. 1750 del CCC se determina que el agente dañoso responda por
equidad si el daño fue causado por un acto involuntario (conf. art. 260 del CCC)
y reenvía al art. 1742, que establece las características a tener en cuenta por el
juzgador para fijar la indemnización.

La equidad se encuentra presente en el fundamento del art. 907, 2º párrafo,


del Código Civil derogado y del art. 1750 del CCC.

El art. 1750 del CCC, remite al art. 1742, que establece una fórmula similar a lo
preceptuado en el art. 907 del Código Civil derogado para los daños causados
por actos involuntarios, en el que se faculta al juez a disponer un resarcimiento
a favor del damnificado fundado en razones equidad, cuya indemnización debe
tener como base para su fijación el patrimonio del autor del hecho, la situación
personal de la víctima y las circunstancias del hecho, es decir que el juzgador
deberá balancear ambos patrimonios, el del agente dañoso y el del
damnificado, y, al sopesar ambos, si el del deudor del daño causado
involuntariamente lo amerita, podrá trasladar a la víctima una parte para cubrir
al menos parcialmente el perjuicio sufrido, cumpliendo así con la meta
equitativa de la norma de los arts. 1742 y 1750 del CCC.

El juez tiene la facultad de otorgar el resarcimiento y, discrecionalmente,


establecerá equitativamente la cuantía de la indemnización, teniendo en

90 Art. 1750 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
91 Art. 1742 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
cuenta la importancia del patrimonio del autor del hecho y la situación personal
del damnificado. Esta reparación puede o no ser plena e integral.

Debemos también señalar que el art. 1753, segundo párrafo del CCC, establece
que la falta de discernimiento del dependiente no excusa al principal. Esto es
relativamente novedoso, pues, por lo general, se exigía que debía existir
responsabilidad por parte del dependiente para que ésta se transmita al
principal.

El Código Civil y Comercial y los llamados


“cuasicontratos”. El enriquecimiento sin causa
El nuevo Código recepta las fuentes de las obligaciones conforme la siguiente
clasificación:

Los contratos (art. 957).

La “Responsabilidad civil” (art. 1716)

Los cuasicontratos: gestión de negocios, empleo útil (arts. 1781 a 1793). El


enriquecimiento sin causa (incluye pago de lo indebido; arts. 1794 a 1799), la
declaración unilateral de la voluntad (arts. 1800 a 1881). Y dentro de esta
última categoría de cuasicontratos a la promesa pública de recompensa,
Concurso público, Garantías unilaterales y Títulos valores

Los aspectos relacionados con las fuentes de las obligaciones fueron tratados
en derecho privado de las obligaciones; sin embargo, queremos rescatar el
punto del enriquecimiento sin causa y el pago de lo indebido como fuente legal
y autónoma de las obligaciones, que, de manera diferenciada de la
responsabilidad civil, hace nacer una reparación patrimonial con los límites
impuestos por la norma (arts. 1794 a 1799). El enriquecimiento sin causa se
relación directamente con el deber de prevención del daño (art. 1710 del CCC)
y la asunción de riesgos (art. 1719 del CCC).

Responsabilidad por el hecho de


terceros
Caracterización
En la Sección 6ª "Responsabilidad por el hecho de terceros" (arts. 1753 a 1756
del CCC), se engloban las hipótesis de responsabilidad civil por el hecho de
otros por el actuar de subordinados, hijos, delegados en el ejercicio de la
responsabilidad parental, tutelados, curados y personas internadas.

Abordaremos cada uno de los supuestos separadamente.

Adelantamos ahora que se discute si la responsabilidad indirecta o por hecho


ajeno tiene o no un carácter anómalo o excepcional. Las conclusiones son
diversas, desde quienes consideran que es un tipo de responsabilidad
excepcional, hasta quienes le atribuyen una aplicación flexible. Nos remitimos a
la bibliografía obligatoria respecto de las particularidades de las teorías
mencionadas92.

Personas por las cuales se responde


Existen diversas personas por las cuales se pueden responder:

 subordinados;

 hijos;

 delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental;

 tutelados, curados y personas internadas.


Responsabilidad por el hecho ajeno contractual y
extracontractual. Efectos de la unificación de régimen
La responsabilidad por el hecho ajeno reviste enorme gran importancia, tanto
en materia contractual como extracontractual. Analicemos las modalidades con
las cuales podemos encontrarnos:

a) Responsabilidad de naturaleza contractual. Responsabilidad del deudor


por los auxiliares que utiliza, de los capitanes de buques y patrones de
embarcaciones, de los agente transportes terrestres, de los dueños de
hoteles, casas públicas de hospedaje y de establecimientos de todo
género, etc.

b) Responsabilidad de naturaleza extracontractual. Responsabilidad del


principal por hecho del dependiente, de los padres, tutores y
curadores, etc.

92 Véase Pizarro & Vallespinos, 2014.


Ante la unificación de ambos regímenes de responsabilidad civil, el régimen
establecido se aplicará tanto a los supuestos de –por ejemplo- subordinados
que causen daños en el ámbito del cumplimiento de una obligación –los
terceros introducidos en la ejecución de la prestación obligacional- como a las
hipótesis de perjuicios originados fuera de todo vínculo jurídico preexistente
con el damnificado. Es decir, aun cuando en la práctica la responsabilidad del
dependiente puede derivar de una obligación preexistente o de un ilícito, el
régimen está unificado.

Responsabilidad del principal o comitente por el hecho


del dependiente: causación por el dependiente de un
daño resarcible. Relación entre la función y el daño.
Daños causados en ejercicio y en ocasión de la función;
d) inexcusabilidad; e) legitimación pasiva (concurrencia)
Ante la unificación de los regímenes de responsabilidad civil contractual y
extracontractual con el nuevo CCC, el art. 1753 previsto abarcará los dos
supuestos, tanto los hechos dañosos provocados por subordinados cuyo
principal esté unido con el damnificado por un contrato, como cuando no exista
previamente esa relación preexistente entre las partes

Responsabilidad del principal por el hecho del dependiente. El


principal responde objetivamente por los daños que causen los
que están bajo su dependencia, o las personas de las cuales se
sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho
dañoso acaece en ejercicio o con ocasión de las funciones
encomendadas.93

La falta de discernimiento del dependiente no excusa al principal. La


responsabilidad del principal es concurrente con la del dependiente.

En cuanto al concepto de dependiente, se continúa con la misma doctrina


judicial imperante para el primer párrafo del art. 1113 del Código derogado,
entendiéndose por tal “al que actúa bajo las órdenes y subordinación de otro,
jurídica o fácticamente, ocasional o transitoriamente, gratuita u onerosamente”
(Pizarro y Vallespinos, 2014), sin que sea necesaria la relación laboral específica
para tenerlo como tal, requiriéndose al menos una relación entre la función del
principal y su dependiente, y bastando, como veremos, que el hecho dañoso
del subordinado haya sido cometido en ocasión de la dependencia para
responsabilizar al comitente (Sagarna, 2014).

93 Art. 1753 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Fundamento de la responsabilidad del principal

El art. 1753 del CCC es claro al determinar que el principal responde


objetivamente por los daños causados por su subordinado. Es decir que no se
tiene en cuenta la conducta del principal en el hecho, ya que ella es ajena al
factor de atribución objetivo (conf. art. 1722 del CCC).

Ahora bien, la cuestión radica en discernir cuál es el factor objetivo de


atribución de la responsabilidad civil del principal por el hecho del subordinado.
Entendemos que el factor de atribución objetivo en la responsabilidad del
principal por el hecho del dependiente lo constituye la garantía, esto es, que el
comitente garantiza que, si el dependiente causa un daño en ejercicio o con
ocasión de las funciones encomendadas, él responderá ante el damnificado, sin
perjuicio de la responsabilidad civil directa del propio agente dañoso, según el
art. 1749 del CCC.

Requisitos de la responsabilidad del principal

Entre los requisitos para que se torne procedente esta responsabilidad, se


encuentra: 1) el hecho ilícito del dependiente; 2) la existencia de relación de
dependencia o subordinación amplia entre el principal y el subordinado; 3) la
relación entre la función encomendada y el hecho dañoso; 4) la relación
adecuada entre el evento y el daño; 5) el daño sufrido por un tercero.

Como observamos, las condiciones de viabilidad de la responsabilidad del


principal siguen siendo esencialmente las mismas que en el art. 1113, 1er
párrafo, del Código derogado.

De la lectura de la norma podemos decir advertir que el principal responderá


por el hecho ilícito de su subordinado aun actuando con cosas de su propiedad,
y también por el daño provocado por éste aunque no haya tenido
discernimiento al momento del hecho dañoso, según el art. 1753, 2º párrafo,
del CCC: "La falta de discernimiento del dependiente no excusa al principal"94,
agregado que no se incluye en el art. 1113 del Código derogado. Si bien se
entiende que este presupuesto se encuentra comprendido en el mencionado
art. 1113, en el CCC, la norma aclara esta circunstancia para salvar toda duda
que pueda existir al respecto (Sagarna 2014).

La norma trae una aclaración que estaba contenida en el derogado art. 43 del
CC, en cuanto el principal responderá ante el damnificado si el hecho dañoso
fue realizado "en ejercicio o con ocasión de las funciones encomendadas al

94 Art. 1753 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
subordinado"95. Este requisito no estaba incluido en el art. 1113, aunque la
mayoría de la doctrina y jurisprudencia lo entiende como englobado en la
misma. Es así que el principal responderá por los hechos dañosos de sus
subordinados en el ejercicio de sus funciones, como por aquellos perjuicios
provocados por ellos en ocasión de las mismas, es decir que si la función dio la
ocasión para la comisión del daño, el principal igualmente deberá responder.
Todo conforme a relación de causalidad adecuada prevista en el art. 1726 del
CCC.

Carácter de la responsabilidad del comitente. Eximentes

La responsabilidad del principal y del subordinado, sea que exista o no un


vínculo jurídico preexistente entre aquél y el damnificado, es concurrente
porque lo determina el art. 1753 del CCC, y, además, porque se condice con lo
preceptuado en el art. 850 del mismo cuerpo normativo al conceptualizar las
obligaciones concurrentes. La nueva norma sigue en este sentido el
pensamiento doctrinario y jurisprudencial sobre el derogado art. 1113, 1er
párrafo, del CC.

Por otro lado, la responsabilidad del principal es excusable, si acredita la


interrupción total o parcial de la relación causal por causas ajenas
(Sagarna2014).

Con la nueva norma queda claro que el principal podrá eximirse de


responsabilidad, además de poder demostrar que no era su dependiente el que
causó el daño, que no existía entre él y éste relación de dependencia y que no
había vínculo entre la función encomendada y el daño, porque éste había sido
ocasionado fuera del ejercicio de la misma o fuera de la ocasión, que el
perjuicio se debió a una causa ajena que interrumpió total o parcialmente el
nexo adecuado de causalidad, por la causa ajena (el "hecho del damnificado", el
"caso fortuito" o el "hecho de un tercero" (Sagarna, 2014).

Acción contra el principal y/o contra el dependiente

El damnificado podrá accionar contra el principal, quien responde por el hecho


del tercero, como contra el dependiente causante del perjuicio, quien responde
en forma directa. Ello, conforme lo determina el art. 1773, en la Sección 10ª del
CCC (referida al ejercicio de las acciones de responsabilidad), que posibilita que
el legitimado pueda interponer su acción, conjunta o separadamente, contra el
responsable indirecto y el directo. La víctima no se verá obligada de accionar
contra el dependiente para responsabilizar al responsable indirecto, es decir,

95Art. 43 – Código Civil de la Nación. Derogado por ley 26994. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
puede hacerlo sólo contra el principal, pero deberá demostrar la
responsabilidad civil del responsable directo para hacer responsable al
indirecto (Sagarna 2014).

Acción de regreso del principal contra el subordinado

Ante la ejecución de la sentencia contra uno de los coobligados, se posibilita la


acción de regreso del que afrontó la indemnización contra el otro obligado en la
medida del resarcimiento afrontado por él, siguiendo al art. 840 del CCC,
aplicable por reenvío del art. 852 del mismo ordenamiento.

Rol del art. 1753 con otras normas del Código Civil y Comercial de la Nación

Contra el legitimado pasivo que, a la vez de principal del dependiente agente


dañoso, es dueño o guardián de una cosa con la que ese subordinado causó el
daño, podrá hacerse uso del art. 1753, como de los arts. 1757, 1758, 1759 y
1769 del CCC. Las eximentes en los distintos supuestos diferirán, siendo más
amplia la responsabilidad civil endilgada a título de comitente, pues éste
responde hasta por el daño causado por el subordinado en ocasión de sus
funciones.

Si en el hecho causal intervino una cosa productora del daño de la que un


subordinado era guardián, el legitimado activo podrá optar por la normativa de
la responsabilidad principal del hecho del dependiente (art. 1753 del CCC) o la
que dimana de la responsabilidad civil por el hecho de las cosas y actividades
riesgosas (arts. 1757 a 1759, 1769 del CCC), para accionar contra el legitimado
pasivo, sea como principal o como dueño o guardián de la cosa,
respectivamente. O, al accionar, el actor puede acumular ambas normas, cuyos
eximentes en cuanto al corte total o parcial del nexo causal coinciden, pero, en
los supuestos específicos, cada norma tendrá su excusación diferente. Así, por
ejemplo, en la responsabilidad por el hecho del dependiente, para liberarse, el
deudor podrá acreditar que aquél no era su subordinado, y en la
responsabilidad por el hecho de una cosa, que ésta no era generadora de riesgo
o no portaba ningún vicio, o que él no era su dueño o su guardián.

Responsabilidad del deudor por los auxiliares que


utiliza en el cumplimiento de las obligaciones
El deudor responde por la culpa de los dependientes y auxiliares que
introduzca para ejecutar la prestación por él debida.
Con el titulo “Actuación de Auxiliares. Principio de Equiparación”, el nuevo
Código incorpora en forma expresa el principio general de la responsabilidad
obligacional por el hecho ajeno, cuestión no tratada en el texto de Vélez e
incluida en todos los proyectos de reforma elaborados en el último cuarto de
siglo. El deber de responder aparece, por un lado, como consecuencia de la
inejecución –o ejecución defectuosa- de las obligaciones asumidas, o bien por
el perjuicio originado a otro durante el desarrollo de las prestaciones.

Reza el art. 732: “Actuación de auxiliares. Principio de equiparación. El


incumplimiento de las personas de las que el deudor se sirve para la ejecución
de la obligación se equipara al derivado del propio hecho del obligado”96.

Este principio de equiparación implica que la responsabilidad contractual del


deudor por el hecho ajeno involucra la actividad de toda persona introducida
por el deudor para ejecutar el plan prestacional que comprende el vínculo
obligatorio, sea que el ejecutor pueda o no ser considerado como dependiente
del deudor, sin importar si éste posee algún poder de dirección o control sobre
las acciones del interpuesto.

Responsabilidad de los padres por los daños


causados por sus hijos sometidos a la patria potestad
que habiten con ellos
Conforme la norma, los padres son solidariamente responsables
por los daños causados por los hijos que se encuentran bajo su
responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de
la responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los
hijos.97

Cesación de la responsabilidad paterna. La responsabilidad de


los padres es objetiva, y cesa si el hijo menor de edad es puesto
bajo la vigilancia de otra persona, transitoria o
permanentemente. No cesa en el supuesto previsto en el
artículo 643.
Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no
conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una causa que
les es atribuible.
Los padres no responden por los daños causados por sus hijos
en tareas inherentes al ejercicio de su profesión o de funciones
subordinadas encomendadas por terceros. Tampoco responden

96 Art. 732 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
97 Art. 1754 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
por el incumplimiento de obligaciones contractuales
válidamente contraídas por sus hijos.98

Introducción. Denominación

El Código Civil y Comercial de la Nación trae dos normas referidas a la


responsabilidad paterna por el hecho de los hijos, los arts. 1754 y 1755,
similares a los arts. 1114, 1115 y 1116 del Código derogado.

La lectura de las normas permite colegir que el art. 1754 alude al “hecho de los
hijos”; en el art. 1755 se la denomina “responsabilidad paterna”. La
denominación es importante, nos dice Sagarna (2014), pues no debe
confundirse la expresión "responsabilidad parental" (que hasta el propio art.
1754 menciona en su texto y que abarca al conjunto de deberes y derechos de
los progenitores hacia sus hijos y es regulada especialmente en los arts. 638 y
siguientes del Título VII, del Libro Segundo "Relaciones de familia") con la
"responsabilidad paterna" por el hecho de sus hijos, es decir, por los hechos
dañosos que estos causen en sus actividades.

Fundamento de la responsabilidad de los progenitores

La responsabilidad de los progenitores es objetiva, tal como lo enfatiza el


propio art. 1755 ("La responsabilidad de los padres es objetiva..."99).

El fundamento de esta responsabilidad objetiva (en la que, como en la


responsabilidad civil del principal por el hecho del dependiente, no interesa la
conducta del legitimado pasivo) es la garantía. Los padres garantizan que, al
ocasionarse un daño por sus hijos, ellos responderán civilmente por el hecho
ajeno. No se comprende en la norma el supuesto de daños sufridos por los
hijos, salvo que el causante del daño sea un hermano, en donde esta norma
resulta aplicable en las relaciones de familia.

Requisitos de la responsabilidad paterna

Son presupuestos de la responsabilidad objetiva de los progenitores por el


hecho dañoso de sus hijos: 1) el hecho ilícito del hijo o, al menos,
objetivamente antijurídico; 2) que el descendiente sea menor de edad, es decir,
menor de 18 años –por más que la "responsabilidad parental" en cuanto a los
alimentos se extienda hasta los 21 años de edad, conf. art. 658 del CCC o que,
en definitiva, la obligación de los progenitores de proveer recursos al hijo se

98 Art. 1755 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
99 Art. 1755 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
amplíe hasta sus 25 años de edad si la prosecución de estudios o preparación
profesional de un arte u oficio le impide proveerse de medios necesarios para
sostenerse independientemente, conf. art. 663 del CCC-; 3) que el menor se
encuentre bajo la "responsabilidad parental"; 4) que el menor habite con el
padre responsable, requiriéndose "convivencia" con los hijos (salvo el segundo
párrafo del art. 1755 (“Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad
no conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una causa que les es
atribuible”100); 5) que entre el hecho del hijo y el daño a un tercero exista
relación de causalidad.

Como se observa, se continúa con las condiciones exigidas en la actualidad para


responsabilizar a los progenitores por los hechos dañosos de sus hijos (conf.
art. 1114 del CC).

Carácter de la responsabilidad de los progenitores. Eximentes

La responsabilidad de los padres entre si es solidaria (así lo expresa el propio


art. 1754) y no concurrente, debido a que ellos, sean de distinto o mismo sexo,
responden por una única causa fuente, esto es, por ser los progenitores del
causante del perjuicio (conf. arts. 827 y 833 del CCC).

Pero la responsabilidad conjunta de los padres y del hijo causante del daño
resulta concurrente frente al damnificado (conf. art. 850 del CCC), ya que
aquéllos responden como progenitores por el hecho de su hijo –
responsabilidad indirecta, art. 1754- y el descendiente responde como tal –
responsabilidad directa, art. 1749-, es decir, la causa fuente del responder varía
en uno y otro caso (Sagarna, 2014).

Siendo la responsabilidad objetiva, los padres pueden eximirse total o


parcialmente de responsabilidad demostrando el hecho del damnificado (art.
1729 del CCC), el caso fortuito (art. 1730) o el hecho de un tercero por quien no
deben responder (art. 1731). Es por ello que los padres no pueden liberarse de
responsabilidad civil demostrando su falta de culpa en el hecho, pues se trata
de una responsabilidad basada en un factor de atribución objetivo. Si se
pudiera demostrar también esa eximente, se convertiría a la responsabilidad en
una mezcla entre objetiva y subjetiva (Sagarna 2014), desvirtuándose así la
naturaleza de la primera, aunque esto se da en la responsabilidad civil de los
delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental, en la de los tutores y
curadores, conforme al art. 1756, primer y segundo párrafos, del CCC.

100Art. 1755 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.
Cesación de la responsabilidad paterna
Cesación de la responsabilidad paterna. La responsabilidad de
los padres es objetiva, y cesa si el hijo menor de edad es puesto
bajo la vigilancia de otra persona, transitoria o
permanentemente. No cesa en el supuesto previsto en el
artículo 643.101

Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si
esta circunstancia deriva de una causa que les es atribuible.

Los padres no responden por los daños causados por sus hijos en tareas
inherentes al ejercicio de su profesión o de funciones subordinadas
encomendadas por terceros. Tampoco responden por el incumplimiento de
obligaciones contractuales válidamente contraídas por sus hijos.

La responsabilidad paterna se extingue por haber llegado el hijo a la mayoría de


edad (art. 25, 1er párr., CCC), como también si el menor se emancipa por
matrimonio (art. 27, 1º y 2º párr., CCC).

Esta responsabilidad cesa si el hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia


de otra persona, sea en forma transitoria o permanente (conf. art. 1755, 1er
párrafo, del CCC). Pero, razonablemente, los padres no se liberan si el hijo no
convive con ellos debido a una causa que les es atribuible (conf. art. 1755, 2º
párrafo, del CCC). La guarda que exima de responsabilidad paterna debe ser
legítima. La transmisión ocasional de la guarda no implicará cesación de la
responsabilidad de los padres, puesto que si se cede la vigilancia del hijo en
forma transitoria, también será exigible un cierto grado de permanencia en el
control del menor para así responder. La guarda circunstancial no hace cesar
esa responsabilidad; de otro modo, bastaría que el hijo esté
momentáneamente a cargo de un tercero para eximirse de responsabilidad, y,
en la actualidad, los menores tienen una vida social altamente activa y no están
siempre con sus progenitores (Sagarna, 2014). Durante el día, la asistencia a la
escuela hace cesar la responsabilidad paterna para transmitir esa guarda
provisoria al titular del establecimiento educativo, por lo que deberá destacarse
que la intención del legislador es que siempre haya un responsable civil por los
daños causados por los menores, sean los progenitores, los titulares de
establecimientos educativos o los delegados en el ejercicio de la
responsabilidad parental (Sagarna, 2014).

Si se traslada el ejercicio de la responsabilidad parental a terceros –el CCC habla


de "delegados" en dicho ejercicio, conf. art. 1756-, estos delegados
responderán por el hecho de esos terceros –los hijos de los padres que

101Art. 1755 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.
delegaron la responsabilidad parental-, pero, en este supuesto, la
responsabilidad sí sería mixta, objetiva y subjetiva a la vez, pues el "delegado"
en la responsabilidad parental se podrá liberar demostrando cualquiera de las
eximentes de la responsabilidad objetiva –causas ajenas al evento- y también
con la acreditación de que le ha sido imposible evitar el daño, imposibilidad que
no resultará de la mera circunstancia de haber sucedido el hecho fuera de su
presencia (conf. art. 1756, 2º párr., CC). Debe señalarse que el art. 643 del CCC
prevé el supuesto de delegación del ejercicio de la responsabilidad parental en
el interés del hijo y por razones suficientemente justificadas (Sagarna, 2014).

Debemos recordar que existe una nueva figura normativa titulada "progenitor
afín" (art. 672102), quien responde como "delegado en el ejercicio de la
responsabilidad parental" y para ello deberán darse las condiciones prescriptas
en el art. 674103 del CCC. De tal modo, el "progenitor afín" responderá sólo en
caso de delegación en virtud del art. 674 del CCC y no podrá responder como
"progenitor" en función del art. 1754 del CCC, toda vez que esta norma regula
una responsabilidad específica por el hecho del hijo y hace a cargo de los daños
producidos por el descendiente a los padres, no a terceros que no lo son,
aunque a veces cumplan ese rol (Sagarna, 2014). El "progenitor afín" podrá
igualarse al progenitor si el ejercicio de la responsabilidad parental es conjunto,
conforme al art. 675104, pero siempre que se den los requisitos exigidos por esta
norma.

Cuando el art. 1754 del CCC exige habitación de los padres con los hijos para
que se mecanice la responsabilidad civil, no requiere –dice Sagarna (2012) - la
“convivencia puntual en el mismo hogar”. Por ejemplo, suceden en nuestra
sociedad, con menores que viven en otras ciudades u otros países por razones
de estudio o por trabajo, supuestos en los que continúan siendo responsables
los progenitores por los hechos dañosos de sus hijos, porque si no, bastaría con

102 “Progenitor afín. Se denomina progenitor afín al cónyuge o conviviente que vive con quien
tiene a su cargo el cuidado personal del niño o adolescente”. Art. 672 – Código Civil y Comercial
de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
103 “Delegación en el progenitor afín. El progenitor a cargo del hijo puede delegar a su cónyuge o

conviviente el ejercicio de la responsabilidad parental cuando no estuviera en condiciones de


cumplir la función en forma plena por razones de viaje, enfermedad o incapacidad transitoria, y
siempre que exista imposibilidad para su desempeño por parte del otro progenitor, o no fuera
conveniente que este último asuma su ejercicio.
Esta delegación requiere la homologación judicial, excepto que el otro progenitor exprese su
acuerdo de modo fehaciente”. Art. 674 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
104 “Ejercicio conjunto con el progenitor afín. En caso de muerte, ausencia o incapacidad del

progenitor, el otro progenitor puede asumir dicho ejercicio conjuntamente con su cónyuge o
conviviente.
Este acuerdo entre el progenitor en ejercicio de la responsabilidad parental y su cónyuge o
conviviente debe ser homologado judicialmente. En caso de conflicto prima la opinión del
progenitor.
Este ejercicio se extingue con la ruptura del matrimonio o de la unión convivencial. También se
extingue con la recuperación de la capacidad plena del progenitor que no estaba en ejercicio de
la responsabilidad parental”. Art. 675 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
que el hijo menor de edad viviera en otro lugar, aunque no se trate de otra
ciudad, para que aquéllos no respondan.

La responsabilidad paterna desaparece por los daños causados por los hijos en
tareas inherentes al ejercicio de su profesión (si la ejercen antes de cumplir la
mayoría de edad a los 18 años, porque posteriormente a esa edad se extingue
esa responsabilidad) o de funciones subordinadas encomendadas por otros
(conf. art. 1755, 3er párrafo, 1ª parte, del CCC), siendo responsables, en este
último supuesto, estos terceros, en función de lo previsto en el art. 1753 del
CCC.

Asimismo, la responsabilidad de los padres desaparece por los perjuicios


provocados por los hijos menores en el incumplimiento de obligaciones
contractuales válidamente contraídas por ellos (conf. art. 1755, 3er párrafo in
fine, del CCC). Si el contrato no reúne este requisito, los progenitores continúan
siendo responsables.

No se suprime la responsabilidad paterna si se otorga la guarda judicialmente a


un pariente, pues esa responsabilidad queda en cabeza de los progenitores,
quienes conservan los derechos y responsabilidades emergentes de esa
titularidad y ejercicio (conf. art. 657 del CCC)105.

Acción de la victima

El damnificado podrá accionar tanto contra el progenitor como contra el hijo


menor, mayor de 10 años, por el daño causado por éste, por lo que resulta
innecesario demandar a este último para tener por responsable al primero
(conf. art. 1773 del CCC); aunque, si se pretende ejercer la acción contra el hijo,
tendrá que demandárselo para garantizar su ejercicio del derecho de defensa
en juicio (Sagarna, 2014).

Una cuestión problemática implica la responsabilidad paterna por los daños


causados por los hijos, si mediare "plan de parentalidad" previsto en el art. 655
del CCC. Según la opinión de la doctrina que venimos siguiendo (Sagarna, 2014)
el plan de parentalidad resultará inoponible ante los damnificados de daños por
los hijos.

105“Otorgamiento de la guarda a un pariente. En supuestos de especial gravedad, el juez puede


otorgar la guarda a un pariente por un plazo de un año, prorrogable por razones fundadas por
otro período igual. Vencido el plazo, el juez debe resolver la situación del niño, niña o
adolescente mediante otras figuras que se regulan en este Código.
El guardador tiene el cuidado personal del niño, niña o adolescente y está facultado para tomar
las decisiones relativas a las actividades de la vida cotidiana, sin perjuicio de que la
responsabilidad parental quede en cabeza del o los progenitores, quienes conservan los
derechos y responsabilidades emergentes de esta titularidad y ejercicio”. Art. 657 – Código Civil y
Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Rol del art. 1754 con otras normas del Código Civil y Comercial de la Nación

Los progenitores, además ser demandados en virtud de la responsabilidad civil


por el hecho de sus hijos, podrán serlo por ser dueños o guardianes de la cosa
con la que el menor produjo el daño, es decir que se podrá accionar contra
aquéllos con fundamento en el art. 1754 y en los arts. 1757, 1758, 1759 y 1769
del CCC. Los progenitores también responden si el daño es causado por el hijo
con una cosa de su propiedad.

Las eximentes respecto al quiebre del ligamen causal son iguales, pero difieren
las otras excusas liberatorias en uno y otro supuesto.

Responsabilidad de otras personas encargadas: la


situación de los delegados en el ejercicio de la
responsabilidad parental, los curadores y tutores
Dice el Código Civil y Comercial:

Otras personas encargadas. Los delegados en el ejercicio de la


responsabilidad parental, los tutores y los curadores son
responsables como los padres por el daño causado por quienes
están a su cargo.
Sin embargo, se liberan si acreditan que les ha sido imposible
evitar el daño; tal imposibilidad no resulta de la mera
circunstancia de haber sucedido el hecho fuera de su presencia.
El establecimiento que tiene a su cargo personas internadas
responde por la negligencia en el cuidado de quienes, transitoria
o permanentemente, han sido puestas bajo su vigilancia y
control.106

En el art. 1756, 1er párrafo, del CCC, se incluye la responsabilidad de los


"delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental", "tutores" y
"curadores" por los daños causados por las personas bajo ese ejercicio, bajo
tutela o curatela. Si bien, en esta hipótesis, se mantiene la responsabilidad
objetiva de los delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental, de los
tutores y curadores, se anexa como eximente de responsabilidad la posibilidad
de demostrar que les ha sido imposible evitar el daño, imposibilidad que no
puede surgir de haber ocurrido el hecho dañoso fuera de su presencia (art.
1756, 2º párrafo, del CCC). También podrán eximirse de responsabilidad

106Art. 1756 – Código Civil y Comercia de la Nación. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.
acreditando la intervención total o parcial en el hecho de una causa ajena (arts.
1729, 1730 y 1731 del CCC).

El art. 1756, 3er párrafo, del CCC trae como novedad la responsabilidad civil de
los establecimientos que tienen personas internadas transitoria o
permanentemente, los que responden por la negligencia en el cuidado de las
mismas que ocasionaron daños por ese descuido. Entre esos establecimientos
se encuentran los centros de rehabilitación para cuidado de personas con
problemas de causación de daños a sí mismos o a terceros, etc. En todos estos
casos, en concordancia con el art. 1723, si de las circunstancias de la obligación
surge que el deudor se obligó a obtener un resultado, la responsabilidad de
aquel establecimiento con personas internadas a cargo será objetiva,
constituyendo liberación total o parcial de su responsabilidad la demostración
de una causa ajena al evento fáctico (arts. 1729, 1730 y 1731 del CCC).
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