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El jueves 20 de junio de 2013 concretó una mesa redonda llevada a cabo en la Univer-
sidad Wiener, que tuvo como tema los aspectos culturales y jurídicos del takanakuy, una
suma de peleas o combates, de puñetazos y patadas entre varones, de carácter marcada-
mente colectivo, dentro de periodos específicos del año en un segmento del sur andino
peruano, evidenciado principalmente en las provincias de Chumbivilcas, en el Cusco, y
Antabamba, en Apurímac.
Deborah Poole2 halla que Chumbivilcas Norbert Elias4 dice que el proceso civili-
sufrió de modo endémico el gamonalismo zatorio significa acotar las reglas, limitar
mEsa rEdonda
TakaNakuY: lOs líMITes de la CulTuRa Y lO juRídICO
de las raíces del Perú andino, de los incas bién [en el takanakuy] parecen abrazarse
y antes de los incas. Y era falso, porque al final.
el varayoc es un alcalde de indios que fue
impuesto por los españoles para rempla- Me llama la atención el lugar. Es
zar a los curacas. Entonces, de algo sirve Chumbivilcas, con su capital Santo To-
la comprobación histórica. más, que está a una altura de 3660 msnm,
200 metros más que la ciudad del Cusco.
Ahora, yo no sabría decir si el taka- Hay otros lugares más altos, Colquemar-
nakuy es un ritual o si es un rito o es una ca por ejemplo; pero, digamos, es una
fiesta. Pero tengo la sensación, después población de ganaderos, de campesinos
de la lectura de las tres publicaciones in- ganaderos, de alpaqueros y de pastores de
dicadas, que detrás de los movimientos, ovejas. Eso es bien importante. Hay una
de las mascaradas, de los personajes, de estadística sobre Chumbivilcas de los años
los encuentros rituales o reales, hay toda 30; hay un libro de Parker, sobre el manejo
una organización, que se llama el cargo, de los rebaños. Y San Marcos [UNMSM]
en el Cusco, o el carguyoc, para aquel que tiene en la zona de altura, sobre Sicuani
lo posee durante el año. Y el cargo y el y Maranganí, un centro de experimenta-
carguyoc están anclados en las sociedades ción de alpacas; y teníamos muchas difi-
campesinas de esas regiones, del Cusco, cultades con los campesinos de la región
de Huancavelica, de Apurímac, de An- para hacerlos entender, para que nuestros
cash, de Huánuco; porque el cargo tie-
veterinarios se puedan entender con los
ne una connotación muy importante en
campesinos. Bueno, el lugar me parece
la vida de las personas que están en esos
importante, porque es un lugar ganadero,
lugares. Ahora, Laime no entra al cargo
porque es un lugar de comunidades, por-
porque no es antropólogo, probablemen-
que es un lugar donde se guardan muchas
te, porque el cargo es bastante invisible.
organizaciones sociales. Entonces, eso me
Pero el cargo es lo que moviliza a las fa-
llama la atención. No ha habido en nin-
milias, lo que moviliza a las personas para
gún estudio un tratamiento de este tema.
hacer cosas en conjunto y a veces para
enfrentarlas unas contra otras; eso es el
ritual. Les digo que ese ritual de enfren- Los personajes [representados en el
tamiento entre unos y otros lo podemos huaylía y el takanakuy], el negro, el ma-
encontrar en otras regiones del país. Yo jeño, el langosta, el c’ara gallo, son en-
lo he estudiado en el caso de la provincia mascarados y no enmascarados; pero son
de Bolognesi; y en particular, en la po- personajes que surgen de la historia local.
blación de Chiquián, en la población de Yo me imagino que antes habían otros
Aquia, en la población de Cajatambo. Y personajes. No sé la historia del negro
en las representaciones de la muerte del en la zona de Chumbivilcas. La zona de
Inca, en otros lugares. En esta muerte del Chumbivilcas no es zona de grandes ha-
Inca también se enfrentan dos grupos; y ciendas; por más que vivían los Oblitas,
al final terminan ritualizando el grupo y los Álvarez, los De la Cuba, no es zona de
trivializando la enemistad, las raíces de haciendas; la zona de haciendas está en
contradicción que habían antes. En Chi- frente y está abajo, en Canas, Canchis y
quián no muere el Inca, sino que el Inca Quispicanchi, que está al otro lado, don-
se abraza con Pizarro, lo que no sucede de están Lauramarca y donde está Capa-
en Cajamarca, evidentemente. Aquí tam- na, que son las haciendas más grandes del
Como tercer punto: hay una pelea en ahí donde opera el error de compresión
Chumbivilcas; uno de los púgiles no lo culturalmente condicionado.
pudo prever, pero como consecuencia de
un puñetazo, el contrincante cae y muere Esto obliga a pasar al cuarto punto:
a consecuencia de un traumatismo encé- ¿qué es el error de compresión cultural-
falo craneano. Entonces, a partir de ese mente condicionado? Este se encuentra
ejemplo concreto pasaremos a lo que ya regulado en el artículo 15 del Código
mencioné, es decir, las modalidades a Penal de 1999: «El que por su cultura o
las cuales se podría adecuar este ejemplo costumbre comete un hecho punible sin
planteado. poder comprender el carácter delictuoso
de su acto o determinarse de acuerdo a
Pero, como repito, para que opere esa comprensión, será eximido de res-
alguna de estas figuras penales descritas ponsabilidad. Cuando por igual razón,
y sancionadas en nuestro código penal, esa posibilidad se halla disminuida, se
tenemos que verificar si efectivamente atenuará la pena».
son conductas delictivas. Y para verificar
y comprobar si son conductas delictivas, Esta institución penal tiene sus an-
tenemos que ver que se adecue a los nive- tecedentes en el Código Penal de 1924;
les de la estructura del delito. ¿Cuáles son particularmente en los dispositivos 44 y
estos niveles de la estructura del delito? 45 del código penal. Ahí se hacía refe-
En primer lugar, tenemos a la tipicidad. rencia a algunas categorías ya felizmente
¿Qué significa tipicidad? Que la conduc- desfasadas, como los semicivilizados, los
ta descrita se adecue a alguna figura pe- salvajes y los civilizados. A esta institu-
nal. En este caso sí podría adecuarse el ción se le considera como una eximente
ejemplo planteado de traumatismo encé- de culpabilidad; por lo tanto, está consi-
falo craneano a la lesión dolosa grave pre- derada en el tercer nivel de la estructura
vista y sancionada por el artículo 121 del del delito, que es culpabilidad. Vendría a
Código Penal, porque tuvo como resulta- ser lo que se conoce como un elemento
do una muerte sobreviniente. Pero ahí no negativo de la culpabilidad. Pero para
queda el análisis. Tenemos que ver que que opere esta eximente, y sea eximido
exista un reproche de antijuridicidad; es de pena, el agente, es decir, el campesi-
decir, que sea una conducta contraria a no chumbivilcano, danzante peleador,
todo el ordenamiento jurídico. que sin querer ocasionó una lesión do-
losa grave con una muerte sobreviniente
Entonces, ahí vamos al segundo ni- a su contrincante, habría que verificar
vel, que es antijuridicidad. Entonces, sí, la concurrencia o simultaneidad de tres
la conducta es antijurídica. Pero para que requisitos. Estos son los siguientes: pri-
sea considerada culpable, y por lo tanto mer requisito, conciencia disidente. ¿Qué
merecedora de alguna sanción penal, te- significa? Que el agente tiene que obrar
nemos que pasar al tercer nivel, que es la con una finalidad y sentido; no tanto a
culpabilidad. Entonces, tenemos hasta el título individual, sino que sea valorado
momento una conducta típica y antijurí- dentro de su propio ámbito, dentro de
dica. Pero todavía no estamos ante un de- su propio grupo social. En otras palabras,
lito; entonces, queremos verificar si existe ¿cuál es la finalidad?, ¿cuál es el sentido
el último nivel, que es culpabilidad. Es para la gente? Entonces, los elementos
teleológicos y axiológicos, en el caso que por el Estado. Pero falta el tercer requisi-
nos interesa, son valores como la valentía, to, que es el más importante de todos: la
el honor chumbivilcano u hombría, y la falta de comprensión en el agente. ¿Qué
virilidad. Es decir, quienes participan del significa ello? Que el sujeto tiene que no
takanakuy, sean varones, mujeres o niños solo conocer, sino comprender, lo cual sig-
–o incluso extraños– tienen valores con- nifica el máximo grado de internalización
siderados plausibles. o introyección de que esa conducta es con-
traria al ordenamiento jurídico, no solo
El segundo requisito, que el campe- un dispositivo penal. Entonces, en el caso
sino chumbivilcano, danzante peleador, planteado, los agentes, campesinos chum-
motivado por determinados valores, bivilcanos, danzantes peleadores, intervie-
también pertenezca a un grupo cultural nen en esta pelea ancestral. Sí, saben que,
y que su conducta se adecue a una cos- efectivamente, es una agresión; saben que
tumbre jurídica o con relevancia jurídi- no es de cristianos, que no es una actitud
ca. ¿Qué significa este segundo requisito, piadosa, efectivamente. Pero todo forma
que se desdobla a su vez en dos elemen- parte de una parafernalia, la cual busca no
tos? En primer lugar, el agente, es decir, solamente formar parte de una festividad
patronal, como es la Navidad, sino que
el campesino chumbivilcano, pertenece
también hay una muestra de veneración.
a una comunidad de campesinos, a los
Y aun así, ellos se sienten determinados a
cuales se les aplicaría el dispositivo del
realizar tales comportamientos.
convenio 169-OIT, y de la Constitución
Política del Perú, de 1993. Es decir, co-
Entonces, para redondear y hacer un
munidades campesinas que se adecuan a
breve análisis del caso planteado: efecti-
esa categoría llamada pueblos indígenas,
vamente, estamos ante agresiones físicas;
en todo cuanto los favorezca. Pero no
y estas agresiones podrían adecuarse a
basta eso. La conducta, que son los pu-
estas cuatro conductas en el Código Pe-
ñetazos y patadas intercambiados, tiene
nal, escritas o mencionadas: lesión dolosa
que asimilarse a una costumbre jurídi-
grave, lesión dolosa leve, faltas, maltrato
ca. ¿Cuándo es una costumbre jurídica? de obra. Pero para que se adecue a alguno
Cuando se trata de una conducta huma- de estos delitos, tenemos que verificar los
na de uso generalizado, antigua, y que sea elementos estructurales del delito: tipi-
considerada obligatoria, no coaccionada, cidad, antijuridicidad y culpabilidad. El
que uno mismo decide acatar como parte error de comprensión culturalmente con-
de una colectividad. Pero a su vez, ade- dicionado opera en el último nivel, que es
más de estos requisitos, para considerar culpabilidad. Entonces, aún en el caso en
una costumbre como jurídica, tiene que que estuviésemos ante un injusto, opera-
mantener ciertas características. ¿Cuáles ría el error de comprensión culturalmen-
son esas características? Formación lenta, te condicionado. Para concluir, señalo lo
evolutiva e imprecisa. siguiente: primero, no toda conducta de
agresión o vulneración a un derecho hu-
Entonces, el agente obra de acuerdo a mano, necesariamente constituye un de-
una finalidad y sentido; el agente pertene- lito. Segundo, no debemos siempre pre-
ce a un grupo cultural, cuya conducta se suponer que toda conducta, además de
adecua a una costumbre jurídica a la que ser delictiva, tiene que ser necesariamente
lo único que le hace falta es ser respaldada atentatoria contra algún bien jurídico. En
ciones que Manuel Burga hizo respecto Pues yo digo: en el takanakuy encon-
a algunos argumentos que desesperada- tramos eso. Aparentemente es una pelea.
mente y sin evidencias intentan estable- Se golpean, lógicamente; y se hacen daño
cer los orígenes del takanakuy en algún probablemente. Pero los que estudian,
referente prehispánico. Lo andino no es personas locales o del Cusco, el taka-
lo prehispánico; lo andino es la perma- nakuy, siempre se remiten a la historia:
nente alianza y lucha de lo remanente, dicen que la huaylía probablemente es
de lo prehispánico, con oleadas sucesi- el taki onqoy; que ahora se baila, porque
vas de modernidad; la Conquista es solo el taki onqoy se bailaba con un enorme
frenesí y se llamaba “la enfermedad de la
la primera de ellas. Y la dispersión, sin
danza”; y era como en la época de antes
embargo articulada, de manifestaciones
del virrey Toledo, como que se difundió
que todo eso genera.
por todo Ayacucho y Huancavelica esta
suerte de regreso de las wakas, bailando.
Termino, entonces, planteando que El takanakuy como que lleva ese frenesí
en despliegues curatoriales tan agudos de la danza, que es sumamente interesan-
como el que estamos aquí viendo en esta te, y que probablemente provenga de las
exposición, podemos reafirmarnos en la costumbres antiguas.
necesidad de evitar el riesgo de utopizar
situaciones de alta ambivalencia, como Luego, dando un paso siguiente, hay
las que el takanakuy realiza y procesa. dos personajes históricos que aparecen
en sus disfraces, que son el negro y el
Manuel Burga: majeño, probablemente los dos grandes
personajes que se enfrentan. Uno asume
Quería hacer una reflexión a propósito de la figura del negro; otro asume la figura
lo que he leído en todos los documentos del majeño; que en realidad son las dos
sobre el takanakuy, cuando se remiten a partes enfrentadas en la zona de Chum-
hechos históricos, personajes que repre- bivilcas. Pero el negro y el majeño no son
sentan hechos históricos. El takanakuy fortuitos. El negro, que llegó durante la
no es una cosa arbitraria ni fortuita; el Colonia, era un personaje extraño en las
takanakuy está enraizado en las costum- regiones andinas; estaba identificado con
bres de Chumbivilcas, y en particular los trabajos de las plantaciones jesuitas,
las plantaciones azucareras; entonces,
del distrito de Santo Tomás. Pero no so-
muchos lo imitaban, y admiraban su for-
lamente es una costumbre andina, sino
taleza, por su tamaño y características. Y
que es una costumbre que conserva una
el majeño era este comerciante que venía
memoria. Y eso me ha interesado. Pero
del valle de Majes, de la zona de Arequi-
no he podido encontrar realmente la pro- pa, trayendo algo que era muy apreciado
fundidad para poder decir que el taka- por los campesinos, el aguardiente. En-
nakuy es un mecanismo de recordación, tonces, el aguardiente, si bien era aprecia-
un mecanismo de rememoración, como do por los campesinos para la fiesta –de
lo vemos en otros rituales, en otras fies- acuerdo a los que conocen las regiones y
tas andinas, que mezclan lo occidental y a los que han estudiado las regiones para
lo propio para expresarse, para hacer una el periodo colonial– el aguardiente decía,
lectura de su historia, de sus problemas, era un destructor de las poblaciones nati-
de las cosas que ocurren. vas; y en el aguardiente encontraban ellos
una forma de liberación de las realidades ruano derrotaba al chileno, haciendo una
que vivían en ese momento. Entonces, el relectura de la historia, así como el negro
negro y el majeño, que se enfrentan, tie- derrotaba al majeño, haciendo también
nen muchas connotaciones históricas. El una relectura.
negro es más fuerte; el que asume el rol
del negro es como que va a triunfar. Y El cuarto paso: En esta trama de he-
el majeño es el que va a ser derrotado; va chos históricos que estoy tratando de en-
a ser derrotado el comerciante que trae hebrar, ellos se remiten en algún momen-
aguardiente. Esto es como derrotar per- to a decir cuándo se juntan la huaylía con
manentemente el negocio del aguardien- el takanakuy; cuándo se junta la música
te, derrotar al majeño; y cuando el ma- con esta pelea. No he escuchado esta mú-
jeño triunfa es algo que llamaba la aten- sica; pero sí he subido al Qoyllur R’iti; y
ción, entonces dicen: «algo va a ocurrir he escuchado la música del Qoyllur R’iti.
en Chumbivilcas». Escuché tres días la música del Qoyllur
R’iti, y se queda en mis oídos creo que
Tercer paso: En algún momento, en el una o dos semanas. Porque era una mú-
libro de Víctor Laime se dice que en esta sica que nunca paraba durante las veinti-
fiesta se enfrentan chilenos y peruanos. No cuatro horas. Y parece que la huaylía es
encontré más datos. No he podido ir a también una música que no para las vein-
otros estudios. Me hubiera gustado ver ticuatro horas. Y la unión de la huaylía
esa colección que se conserva en el Archi- con el takanakuy, dice, en algún mo-
vo Departamental del Cusco, que es de mento el libro, se produce cuando hay
los años cuarenta y cincuenta, donde hay insurrecciones campesinas en la zona de
muchas referencias a los rituales de las Chumbivilcas. Y eso sí es mi campo de
poblaciones. Me hubiera gustado saber si estudio.
allí habían peruanos y chilenos. Peruanos y
chilenos hay en Huarochirí; hay en Canta Se mencionó el libro Apogeo y crisis
y en algunas regiones de Áncash. En los de la República Aristocrática; en el año
rituales de oposición y de confrontación, 78 o 77, cuando trabajábamos en la Bi-
dicen: yo soy chileno y tú eres peruano, y se blioteca Pública de Sicuani, descubri-
enfrentan. Pero aquí, Víctor Laime hace mos que en los años 19 al 23 del siglo
una lectura muy particular: dice que a los XX hubo una gran sublevación en el sur
campesinos de Chumbivilcas, chilenos andino, que iba desde Huancané hasta
y peruanos les da igual. No. A un cam- justamente Chumbivilcas. Es decir, una
pesino de Chumbivilcas no le da igual, recuperación de muchas cosas propias;
porque ellos son peruanos; no puede ser. una identidad con lo que era el país;
una identificación con el gobierno de
Ahora, no sé a qué se está refiriendo. Leguía, que se presentaba como el Wi-
Si a un cusqueño le decimos que es chile- racocha y se produce una serie de recla-
no, no le va a gustar para nada ¿no? Pero mos contra los hacendados que vivían al
lo interesante es que esta confrontación otro lado del río Vilcanota, que eran las
tan dramática para el país, que ocurrió otras provincias. Entonces, no me pare-
entre 1879 y 1883, cuando perdimos una ce raro tratar de establecer una vincula-
guerra, se repitió en algún momento en ción entre la huaylía y el takanakuy en
el takanakuy, donde seguramente el pe- un momento de desorden social, en un
Para ser más exactos, mi hipóte- Para concluir: ¿cuáles son las bon-
sis central de la tesis consiste en que el dades jurídico-procesales y jurídicas en
takanakuy es un mecanismo heterocom- general que yo veo en el takanakuy? En
positivo, porque se acude a un tercero; primer lugar, en el takanakuy no se vul-
es extrajudicial, porque se prescinde del nera el núcleo duro de los derechos fun-
proceso común de la jurisdicción ordi- damentales constituidos por la vida, la
naria oficial; es cuasiarbitral, porque se integridad física, la libertad, la igualdad,
acude a un tercer sujeto imparcial, pri- y el debido proceso; la vida y la integri-
vado, en este caso son los ronderos; no dad física, porque son situaciones excep-
se acude a funcionarios públicos, como cionales si se presentase la muerte de al-
antes lo eran los tenientes gobernadores. guien, y lo mismo en integridad; son, di-
Es comunal, el takanakuy, por cuanto se gamos, resultados colaterales; la libertad,
acude a la propia comunidad; la propia porque a nadie se le coacciona; la gente
comunidad es quien nombra y convoca a acude voluntariamente. La igualdad, por-
los ronderos, obviamente con el conoci- que acá no hay discriminación; el trato
miento y consentimiento de quienes van es igualitario; las reglas todos tienen que
a participar en esta pelea; y es ordálica, acatarlas; y el debido proceso, porque hay
porque aquí se acude a esta modalidad un mínimo de previsibilidad en estas pe-
probatoria conocida como la ordalía. Los leas con relevancia jurídica.
puñetazos y patadas son las explicaciones
fácticas, los argumentos de las partes, los Luego, en el takanakuy se alcanza el
medios probatorios corporales que se tra- respeto a los ronderos –y no es digamos
ducen en conductas humanas, los cuales un secreto que acá el ciudadano pro-
requieren ser expuestos en este foro que medio no confía en los magistrados, no
es el takanakuy. Entonces, todos los su- confía en fiscales ni en jueces–. Por úl-
jetos que intervienen en esta paraferna- timo, seguro se puede constatar que por
lia, en esta pelea deportiva ritualizada, se el takanakuy se ha reducido la carga pro-
convierten en sujetos procesales. Así, te- cesal en lo que se refiere a los delitos por
nemos que los danzantes peleadores son abigeato; por lo cual me atrevo a afirmar
las partes materiales en esta relación ju- que ha servido para reducir estos conflic-
rídico-material que también se convierte tos en lo que se refiere a abigeato.
en una relación jurídico-procesal. Lue-
go, los ronderos son los árbitros, son los Gustavo Buntinx:
terceros imparciales que mantienen una
posición equidistante frente a las partes. Fascinante todo lo que hasta aquí se ha
Después, está el resto de sujetos, que si dicho. Y claro, la pregunta queda, levi-
bien es cierto no son partes materiales de tante, en el auditorio: si tuviéramos un
la controversia, sí tienen un interés di- Estado digno de tal nombre, si nuestro
recto en el resultado de las peleas. Estos sistema judicial no fuera el pozo séptico
sujetos, ¿quiénes son? Los dos carguyoqs, que conocemos o que es, ¿sobreviviría el
los bandos, las mujeres, los niños, las takanakuy? Y en ese sentido, ¿podemos
huaylilleras, los extraños –como los que aquí analizar, celebrar incluso, la comple-
tuvimos oportunidad de apreciar estas jidad socio-político-jurídico-cultural de
peleas– y el resto de gente que acuda a un fenómeno como es takanakuy? Pero
las mismas. también debemos pensar en sentido in-
afectaron la cultura y la afecta incluso –y no puedo entender cómo eso puede lla-
hasta nuestros días. marse de izquierda– asume las posturas de
reivindicación ética para terminar justifi-
Yo hablaba al final de la intervención cando las formas más salvajes del capitalis-
anterior sobre la complejidad y la ambi- mo salvaje en el Perú y particularmente en
valencia de un fenómeno como el taka- provincias; todo el tema del contrabando,
nakuy, obligándonos a reconocer la ne- de la sobrexplotación laboral, etcétera; que
cesidad, pero también los riesgos del re- termina defendiéndose con la necesidad
lativismo cultural; el riesgo de utopizar de no permitir un grado de control estatal
situaciones de alta ambigüedad, como que se identifica con lo limeño, con lo oc-
la que el takanakuy realiza y procesa. Y cidental, con lo imperialista, etc., etc. Bue-
esto es algo que en la sociedad perua- no, igual como en Venezuela se impone la
na debemos enfrentar cotidianamente, satrapía más infame desde el justificativo
incluso en los lugares más impensados. ideológico de un supuesto socialismo del
Durante el rectorado de Manuel Burga siglo XIX, que en realidad no es nada más
me correspondió en la Universidad de que el capitalismo casi premoderno, cau-
San Marcos, enfrentar ante un públi- dillesco, de otras épocas.
co grande, en el auditorio Ella Dunbar
Temple, la posición delirante de que el Y bueno, la única respuesta que este
linchamiento del alcalde de Ilave era de profesor principal, a tiempo completo,
alguna manera la reivindicación de la de San Marcos pudo dar, es que yo estaba
cultura ancestral que se prolonga desde insultando al pueblo aymara; por la sola
tiempos prehispánicos, por encima de actitud de exigir el debido proceso para
cualquier intento de dominación espa- el juzgamiento de los supuestos delitos
ñola occidentalizante. Quien esto plan- de corrupción de este pobre alcalde de
teaba no era un fundamentalista margi- Ilave. Después de todos los hechos trági-
nal o un loquito de la escena estudiantil; cos, la Contraloría, que ya había iniciado
era un profesor principal a tiempo com- una investigación, determinó que no ha-
pleto de la Universidad de San Marcos. bía encontrado evidencias para conside-
Yo me vi obligado a recordarle que en rar que pudiera abrirse un juicio a esta
ese linchamiento se estaba procesando, persona; no creo que le haya servido de
entre muchas cosas, un conflicto entre mucho allá en ultratumba, donde ya se
dos personajes de Ilave, uno de ellos el encontraba.
alcalde, el otro, el opositor máximo, y
que ambos eran profesores universita- Obviamente estoy hablando de una
rios. situación extrema; pero piensen cómo
esa extremidad se generaliza, incluso en
Y eso nos estaba diciendo lo que éra- la propia capital, a través de la práctica
mos como país, o más bien, lo que no lle- habitual del linchamiento de supuestos
gábamos a ser como país. Nos ponía en delincuentes comunes capturados en los
una necesidad imperiosa de terminar con pueblos jóvenes o llamadas barriadas.
el justificativo antropológico de las acti- Piensen en el proceso que tiene Santos,
tudes más radicalmente antihumanistas. el presidente regional de Cajamarca, por
De la misma manera como no podemos haber supuestamente atrapado y fustiga-
aceptar que la retórica disque de izquierda do, es decir, golpeado a latigazos a una
mujer, creo que por adúltera, que ha inversión simétrica del orden dado, don-
iniciado un trámite judicial contra él; lo de la violencia y la opresión no terminan,
cual es interesante porque habla de una solamente cambia la identidad de quien
competencia de poderes jurídicos; es ejerce el poder y quien es sojuzgado por
decir, la fuerza de la tradición respetada él; el retorno de Inkarri. Por lo menos en
por el código penal. Esa cita me parece las versiones más celebradas de ese mito
impresionante, la cita que hizo Juan Car- no se habla de una arcadia comunitaria,
los, que entiende y justifica las violencias sino de un ejercicio feroz de la violencia
cuando ellas vienen de prácticas antiguas, para revertir la violencia estructural ante-
de actos y costumbres. Pero lo considera rior. Pero tal vez hay otra utopía andina
como un elemento a tomar en cuenta. posible, que es la de la reconciliación.
Qué pasa cuando nuestra sociedad deja
de estar formada por compartimentos Tú hablabas muy elocuentemente de
estancos y, crecientemente, todos somos cómo en Chiquián la captura del Inca
más contemporáneos de nosotros mis- termina con el abrazo entre Pizarro y el
mos que nunca. Inca; y esto es precisamente, creo yo, si
interpreto de manera correcta la den-
¿Qué pasa cuando una comunera de sidad fascinante de argumentación, lo
Cajamarca es sancionada por un jefe de que podemos entrever como resto de
rondas con toda la aprobación supues- esperanza en los resquicios, que separa
tamente comunal; pero luego ese jefe de unos de otros de los muchos aspectos del
rondas se vuelve presidente regional; se
takanakuy. A diferencia de la derrota uni-
integra al sistema de funcionamiento del
versal implícita en el drama de Eteocles
Estado moderno; y esa mujer accede a un
y Polinices en la tradición griega, donde
abogado que puede iniciar un juicio? Es
ambos combatientes, que eran herma-
una pena que aquí hay una situación polí-
nos, mueren; el takanakuy generaliza el
tica que enturbia la perspectiva sobre eso.
triunfo, incluso para los perdedores, al
Pero sería fascinante hacer un seguimien-
contener y encauzar la violencia entre
to preciso de qué sucede con ese proceso.
paisanos. Un ritual paradójico, entonces,
Fascinante incluso para atisbar, avizorar,
el destino probable del takanakuy. Pero, cuya esperanza sería propiciar, a través
bueno, más allá de estos recaudos para la de la lucha, nuevas alianzas. Y eso, creo
reflexión, nos quedan evidencias impor- yo, es decisivo en un país complejo como
tantes para la comprensión distinta de la el nuestro. ¿Cuándo aprenderemos a no
violencia que el takanakuy nos ofrece; y reprimir, sino más bien productivizar las
sobretodo las miradas complejas y críticas diferencias? Gracias.
del takanakuy, como las que aquí se están
enseñando. Y ese es un tema en el que Harold Hernández:
a los peruanos –no lo olvidemos– se nos
va la vida. Porque la violencia estructural Para cerrar esta mesa redonda, solo dos
y aquella otra violencia que se justifica cosas muy puntuales: uno, creo que con
en la primera, para desatarse también de esto que hemos escuchado se evidencia
un modo desbocado, no están resueltas que las fotografías tienen un valor es-
en nuestro país. Y eso me devuelve a las tético, pero que solo son algo así como
tesis que de alguna manera plantean otro ventanas para mirar una realidad comple-
tipo de utopía andina; no el pachacuti, la tamente distinta de nuestro espacio. Dos,