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El desarrollo de la Teología del Espíritu, también conocida como Pneumatología, se encuentra

fuertemente vinculado a los primeros siglos de la Iglesia Antigua y al desarrollo de los credos.
Ciertamente, fue el último de los tres artículos en desarrollarse, y lo hizo además de forma muy
tímida. Por naturaleza de difícil aprehensión, el Espíritu Santo aparece a menudo ligado al lenguaje
trinitario y al virtuosismo del lenguaje teológico, pero sin embargo es en el Espíritu Santo donde
palpita el Dios más sensible y cercano. No obstante, escurridizo como es, en pleno siglo XXI la
pneumatología es una de las áreas más prolíficas en la teología sistemática actual y de mayor
trascendencia para responder a la sensibilidad del ser humano contemporáneo.

CAPITULO III

PNEUMATOLOGIA
(La Doctrina del Espíritu Santo)

La palabra pneumatología se deriva de la palabra griega, pneuma, que significa "espíritu,"


"viento," "aliento." Por tanto, pneumatología es la doctrina del Espíritu Santo.

La doctrina del Espíritu Santo es una doctrina bíblica. La Biblia es la única fuente de donde
nosotros podemos obtener cualquier información con respecto a El. La religión cristiana es
la única que tiene al Espíritu Santo.

A medida que estudiamos la doctrina del Espíritu Santo, téngase en cuenta que Cristo es el
centro de la Biblia, el tema principal de los Escritos Sagrados en su totalidad. Si nosotros
fuéramos a colocar a algún otro en su lugar, el resultado sería una verdadera confusión. El
Espíritu Santo no puede desplazar al Hijo de Dios. El Espíritu Santo no vino a hablar de sí
mismo, sino de Cristo. El individuo que continuamente habla acerca del Espíritu y omite al
Hijo demuestra que realmente no tiene el Espíritu Santo morando en él.

I. LA PERSONALIDAD DEL ESPIRITU SANTO

A veces cometemos el error de confundir personalidad con visibilidad. La personalidad no


es un atributo del cuerpo; sino un atributo del espíritu. La verdadera persona que es Usted
no ha sido vista por los hombres jamás, porque el cuerpo es una vestidura de su espíritu.
Usted no es un cuerpo sino un espíritu que tiene un cuerpo.

A. PROPIEDADES PERSONALES.
1. El posee inteligencia. "Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro,
palabra de ciencia según el mismo Espíritu." (ICorintios 12:8) Véanse: Isaías 11:2-3;
Nehemías .9:20; I Pedro 1:11; II Pedro 1:21; I Corintios 2:10-11.

2. El posee voluntad. "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo
a cada uno en particular como él quiere." (I Corintios 12:11)

3. El posee poder. "Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para
que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo... con potencia de señales y
prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los
alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo." (Romanos 15:13-
19) Véanse: Zacarías 4:6; Isaías 11:2; Efesios 3:16.

4. El posee conocimiento. "Pero Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo
lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de
Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido." (I
Corintios 2:10-12)

5. El es la fuente del amor cristiano. "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor
Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios." (Romanos
15:30)

B. PRONOMBRES PERSONALES.

El nombre personal del Espíritu Santo es desconocido. El título, "Espíritu Santo," es una
designación que explica lo que El es. Ese no es su nombre. El silencio de las Escrituras con
respecto a su nombre personal es realmente significativo. El retiene su propio nombre, para
que el nombre del Señor Jesucristo pueda ser exaltado. En el idioma griego, el título
"Espíritu Santo" es un sustantivo neutro, pero siempre que un pronombre se halle en su
lugar, dicho pronombre es masculino. "...yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador,
para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros,
y estará en vosotros... Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan
14:16-17, 26) Véanse: Juan 16:7,8, 13-15; Romanos 8:16-26.
C. ACTOS PERSONALES.

¿Por qué nosotros actuamos como seres humanos? Porque somos humanos. ¿Por qué el
Espíritu Santo actúa como una persona? Porque El es una persona.

1. El habla. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: apartadme a


Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado." (Hechos 13:2)

2. El intercede. "y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles." (Romanos 8:26)

3. El testifica. "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el


Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí." (Juan
15:26)

4. El ordena. "Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el
Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia,
pero el Espíritu no se lo permitió." (Hechos 16:6,7)

5. El supervisa. "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu
Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre." (Hechos 20:28)

6. El guía. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque
no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las
cosas que habrán de venir." (Juan 16:13)

7. El enseña. "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi


nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan
14:26)
D. REACCIONES PERSONALES.

Pueden cometerse actos contra el Espíritu Santo que solamente pueden cometerse contra
una persona. El tiene sentimientos.

1. El puede ser contristado. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuisteis
sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30)

2. El puede ser enojado. "Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espíritu;
por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos." (Isaías 63:10)

3. El puede ser tentado. "Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del
Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a
ti." (Hechos 5:9)

4. El puede ser resistido. "¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de


oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también
vosotros." (Hechos 7:51)

5. El puede ser blasfemado. "Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no
tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene
espíritu inmundo." (Marcos 3:29-30)

E. RELACIONES PERSONALES.

1. Con el Padre. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo." (Mateo 28:19)

2. Con Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber." (Juan
16:14)

3. Con los cristianos. "Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no


imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias." (Hechos 15:28)
F. DESIGNACIONES PERSONALES.

1. El nombre Paracletos. Paracletos es la palabra griega que significa "Consolador," o


"uno llamado al lado para ayudar." "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os
enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, El dará testimonio
acerca de mí." (Juan 15:26)

2. Otras especificaciones.

a. Espíritu de la promesa. "... y habiendo creído en él (Cristo), fuisteis sellados con el


Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

b. Espíritu de poder. "Y reposará sobre él (Cristo) el Espíritu de Jehová; espíritu de


sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová." (Isaías 11:2)

c. Espíritu de verdad. "...y os dará otro Consolador... el Espíritu de verdad, al cual el


mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque
mora con vosotros, y estará en vosotros." (Juan 14:16-17)

II. LA DEIDAD DEL ESPIRITU SANTO

El es una persona divina. ¡El es Dios! El es co-igual, co-eterno y co-existente con el Padre
y el Hijo. No obstante, El es designado como la tercera persona de la Trinidad. En nuestras
propias vidas, puede ser que existan personas que son iguales en posición social, pero en
cargos están subordinadas unas a otras. Lo mismo es con el Espíritu Santo. Como Ser
Divino, El es igual con el Padre, y el Hijo; pero en posición, El está subordinado al Padre y
le da precedencia al Hijo. Nota: ¡No existen celos en la Trinidad!

A. ES DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.


"Jesús" del nuevo testamento es "Jehová" del antiguo testamento. El Espíritu Santo del
nuevo testamento es el Jehová del antiguo testamento. "Pero este es el pacto que haré con la
casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré
en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo." (Jeremías 31:33)

Compárese: Hebreos 10:14-16. "Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre
a los santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber
dicho: Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré
mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré." Este texto cita al anterior,
intercambiando los nombres "Espíritu Santo" y "el Señor" por el nombre "Jehová."

B. EL ES LLAMADO DIOS.

1. En Hechos 5:3-4. "Y Pedro dijo: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? ... No has mentido a los
hombres, sino a Dios." Ananías y Safira murieron instantáneamente por haber mentido al
Espíritu Santo. Ellos mintieron en el tiempo de la consagración. No fueron heridos de
muerte por haber retenido su dinero, sino porque declararon haberlo dado todo. Mintieron
al Espíritu Santo, y por lo tanto a Dios.

2. En I Corintios 3:16. "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios
mora en vosotros?" Somos templo de Dios debido a que el Espíritu de Dios mora dentro de
nosotros.

3. En II Corintios 3:17. "Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor,
allí hay libertad."

C. EL POSEE ATRIBUTOS DIVINOS.

1. Omnipotencia. "Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el


poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá,
será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35)

2. Omnisciencia. "Porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (I


Corintios 2:10) Véase: Lucas 2:25-32.
3. Omnipresencia. "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si
subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si
tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aún allí me guiará tu mano, y me
asirá tu diestra." (Salmo 139:7-10)

4. Sempiternidad. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se


ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para
que sirváis al Dios vivo?" (Hebreos 9:14)

5. Amor. "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del
Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios." (Romanos 15:30)

6. Santidad. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención." (Efesios 4:30)

D. EL REALIZA LAS OBRAS DE DIOS.

1. Creación. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada
y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas." (Génesis 1:1-2) "Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de
la tierra." (Salmos 104:30) "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me
dio vida." (Job 33:4)

2. Regeneración. "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que


naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios... te digo, que el que no naciere de agua y
del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y
lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario
nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde
viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu." (Juan 3:3,5-8)

3. Resurrección. "Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros." (Romanos 3:11)
4. Transformación. "Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu
hacéis morir las obras de la carne, viviréis." (Romanos 8:13) Véase: Gálatas 5:16-24.

5. Salvación. "... mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios." (I Corintios
6:11)

E. EL EJERCE LA SOBERANIA DE DIOS.

"Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere." (I Corintios 12:11) Véase: Zacarías 4:6.

F. EL DEBE SER RECONOCIDO COMO DIOS.

1. Como lo establece la Gran Comisión. "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;" (Mateo
28:18-19)

2. Como lo establece la bendición apostólica. "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de
Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II Corintios
13:14)

3. Como lo establece la designación bíblica. "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias." (Apocalipsis 3:22)

4. Como lo establece la administración de la Iglesia. "Ahora bien, hay diversidad de


dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el
mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el
mismo." (I Corintios 12:4-6)

G. EL DEBE SER CONFIADO COMO A DIOS.


"Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo
penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los
que habláis, sino el Espíritu Santo." (Marcos 13:11) Véase: Romanos 8:26.

H. SE PUEDE PECAR CONTRA SU DIVINA VOLUNTAD.

"Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintiese al Espíritu
Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? (Hechos 5:3)

III. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO

A. SEGUN LO DECLARA EL ANTIGUO TESTAMENTO.

Alguien ha dicho que el Espíritu Santo está mencionado ochenta y ocho veces en el antiguo
testamento. No obstante esto, la enseñanza del Espíritu Santo no está tan clara en el antiguo
testamento como lo está en el nuevo testamento.

1. Sus manifestaciones.

a. Al venir sobre individuos. "Y alzando sus ojos (Balaam) vio a Israel alojado por sus
tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él." (Números 24:2) "Y el Espíritu de Jehová vino
sobre Jetfé; y pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de
Galaad pasó a los hijos de Amón." (Jueces 11:29) Véanse: Jueces 3:10; 14:6.

b. Al derramarse sobre su pueblo. "Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y


cardos... hasta que sobre vosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se
convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque." (Isaías 32:13-
15) Véanse: Jueces 6:34; II Crónicas 24:20.

c. Al llenar a los hombres. "Y lo he llenado del Espíritu de Dios,


en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte." (Éxodo 31:3) Véase: Miqueas
3:8.
d. Al posar sobre los hombres. "Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó
del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre
ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron." (Números 11:25) Entendemos que el espíritu
que posó en ellos era el Espíritu de Dios. Véanse: Núm. 11:26; Isaías 11:2.

En el antiguo testamento, el Espíritu Santo nunca está representado como morando


permanentemente en una persona. El Espíritu Santo los llenaba para cierta obra, pero nunca
tomaba el interior de ellos como su habitación. Ningún santo del antiguo testamento fue
jamás bautizado con el Espíritu Santo. El Espíritu Santo comenzó a "bautizar" (sumergir) a
creyentes "en el cuerpo de Cristo" en el día de Pentecostés. (I Corintios 12:13)

2. Su ministerio.

a. En relación a la creación.

(1) Generación.

(a) De los cielos y la tierra. "Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el
ejército de ellos por el aliento (Espíritu) de su boca. El junta como montón las aguas del
mar, él pone en depósitos los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él
todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió." (Salmo
33:6-9) Véase: Job 26:13; Génesis 1:2.

(b) De los animales. "¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con
sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios... Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas
la faz de la tierra." (Salmo 104:24,30)

(c) Del hombre. "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio
vida." (Job 33:44) Véanse: Génesis 1:26,27;
2:7.

(2) Regeneración.
(a) De la tierra desordenada. "... y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las
aguas." (Génesis 1:2)

(b) De los muertos. "Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza hijo del hombre y di al
espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre
estos muertos y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y
vivieron y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo." (Ezequiel 37:9-
10) Véase: Isa.55:3.

(3) Preservación. "Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmo
104:30)

b. En relación a Satanás y el pecado. Desde el principio el Espíritu Santo se ha opuesto a


la obra de Satanás en los hombres. "Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el
hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: más serán sus días ciento veinte
años." (Génesis 6:3)

c. En relación a Israel.

(1) Sus padres. (Abraham, Isaac, Jacob, José, etc.) "Y dijo Faraón a sus siervos; ¿Acaso
hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el Espíritu de Dios?" (Génesis 41:38)

(2) Sus fundadores. (Moisés y sus ayudantes) "Entonces Jehová dijo a Moisés; reúname
setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus
principales; tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo
descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y
llevarán contigo la carga del pueblo y no la llevarás tú solo." (Números 11:16,17) Véanse:
Núm. 27:18-19; Deuteronomio 34:9; Nehemías 9:20.

(3) Sus Jueces. "Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a
Israel, y salió a batalla..." (Jueces 3:10)
(4) Sus Reyes. Saúl: "Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con
poder; y él se encendió en ira en gran manera." (I Samuel 11:6) Véase: I Samuel
6:1. David: "Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y
desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego
Samuel, y se volvió a Ramá." (I Samuel 16:13) Véanse: Salmo 51:11,12; 143:10.

(5) Sus sacerdotes. "Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías hijo del sacerdote
Joiada..." (II Crónicas 24:20)

(6) Sus profetas. "Y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras
que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros;
vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos." (Zacarías 7:12) Véanse:
Nehemías 9:30; Ezequiel 2:2; Daniel 5:1-14; Miqueas 3:8.

(7) El Santuario.

(a) El Tabernáculo. Nada fue dejado a la sabiduría humana. El templo no fue hecho por la
habilidad natural del hombre. "Y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en
inteligencia, en ciencia y en todo arte." (Ex. 35:31) Véanse: Ex. 28:3; 31:1-5.

(b) El Templo. "Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas,
sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio...Todas estas cosas,
dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras
del diseño." (I Crónicas 28:11,19)

(c) En relación al Mesías. "El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió
Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados
de corazón, a publicar buenas nuevas a los abatidos, y a los presos apertura de la
cárcel;" (Isaías 61;1) Véase: Isa.11:2.

e. En relación al milenio. "Y después de esto derramaré mi


Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las
siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días." (Joel 2:28-29) "Después" significa después
de la restauración de Israel. Véanse: Ezequiel 36:25-28; 37:14.
f. En relación a la inspiración. "Estas son las palabras postreras de David. Dijo: David
hijo de Isaí, dijo aquel varón que fue levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, el
dulce cantor de Israel; el Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi
lengua." (II Samuel 23:1-2) Véanse: Números 24:2; Hechos 1:16; 4:25; I Pedro 1:10-
12; II Pedro 1:21; II Timoteo 3:16-17.

B. SEGUN LO DECLARA EL NUEVO TESTAMENTO.

1. El Espíritu Santo y Cristo.

a. La referencia a su obra en la antigua dispensación.

(1) En la Profecía. "Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros,


inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona
y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de
antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos." (I Pedro 1:10)

(2) En los Tipos. El tabernáculo es un tipo de Cristo. Todo acerca de él revela al Salvador.
El Espíritu Santo fue quien capacitó a los hombres para construir el tabernáculo. "Mira, yo
he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he
llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para
inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce." (Éxodo 31:2-4)

b. En referencia a su manifestación terrenal.

(1) El nacimiento de Cristo. "Respondiendo el ángel, le dijo: El


Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual
también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35) Véase:
Hebreos 10:5.

(2) El bautismo de Cristo. "Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también
Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió y descendió el Espíritu Santo sobre él, en
forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado;
en ti tengo complacencia." (Lucas 3:21-22) Véanse: Marcos 1:10-11; Juan 1:32-33.

(3) La tentación de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado
por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo..." (Lucas 4:1-
2) Véanse: Mateo 4:1; Marcos 1:12.

(4) El ungimiento de Cristo. "...Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de
Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el
diablo, porque Dios estaba con él." (Hechos 10:38) Véase: Lucas 4:l8.

(5) La enseñanza de Cristo. "Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues
Dios no da el Espíritu por medida." (Juan 3:34)

(6) Los milagros de Cristo. "Pero si hoy por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios,
ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios." (Mateo 12:38)

(7) La vida de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por
el Espíritu al desierto." (Lucas 4:1) Véanse: Lucas 10:21; Hebreos 9:14.

(8) La muerte de Cristo. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu
eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo?" (Hebreos 9:14)

(9) La resurrección de Cristo. "Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a
Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros." (Romanos 8:11)
(10) Los mandamientos previos a su ascensión. Lucas, en la introducción a los Hechos,
dice que en su evangelio, "...hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a
enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el
Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido." (Hechos 1:1-2)Véase: Hechos 1:8.

c. La referencia a su obra durante esta dispensación.


(1) El glorifica a Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará
saber." (Juan 16:1)

(2) El testifica de Cristo. "Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el
Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen." (Hechos.5:32)

(3) El honra a Cristo. "Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de
Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu
Santo." (I Corintios 12:3)

2. El Espíritu Santo y el mundo.

a. Convicción. "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.


De pecado, por cuanto no crean en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis
más; y de juicio, por cuando el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado." (Juan 16:8-11)

(1) De Pecado. La ocupación del Espíritu Santo no es convencer al mundo de asesinato,


adulterio, etc. La ley de cada país hace eso. El Espíritu Santo convence al mundo de
incredulidad: "...por cuanto no creen en mí." (Juan 16:9) Muchas veces confundimos la
palabra "convencer," pensando que ésta significa hacer a uno sentirse culpable; pero ese no
es el significado en absoluto. "Convencer" significa ser hallado culpable del pecado de
incredulidad, ya sea que la persona se siente culpable, o no. Así es, el pecador es convicto,
condenado, y espera ser sentenciado. "El que en él cree, no es condenado; pero el que no
cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios...
la ira de Dios está sobre él." (Juan 3:18,36) El Gran Trono Blanco no es donde se
determina la culpabilidad del pecador; sino el lugar para sentenciarlo al grado de castigo
que sus obras merecen.

(2) De justicia. ¿De qué manera el Espíritu convence al mundo de justicia? El Espíritu
Santo no convence al mundo de la falta de justicia propia; sino que, lo convence de la
justicia de Cristo. "...por cuanto voy al Padre." (Juan 16:10)

(3) De juicio. Si el mundo rechaza a Cristo, no le queda nada más que el juicio. "y en
ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en
que podamos ser salvos." (Hechos 4:12) El concepto que el mundo tiene del juicio futuro
es muy confuso. El hombre tiene una idea falsa tras otra. No obstante, estas creencias
universales, no importa cuán equivocadas sean, son una prueba positiva de que habrá un
momento en que los hombres tendrá que dar cuenta a Dios. La Biblia es la única fuente
verdadera que habla del juicio del Gran Trono Blanco.

b. Regeneración. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (II Corintios 5:17) Véase: Juan 3:5. Un
hombre podría hacer excepciones, quizás pensando que fuera posible convertirse en un hijo
de Dios de alguna otra manera, pero Dios no exceptúa a nadie. El demanda que todas las
personas nazcan otra vez para entrar en el cielo.

c. Impedimento al Mal. "Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay
quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio." (II
Tesalonicenses 2:7) Uno de estos días, la desobediencia y la ilegalidad van a estar
encabezadas por un sólo hombre, el Anticristo. Hay una Persona en el mundo que impide
que el pecado se desenfrene totalmente, y esa Persona es el Espíritu Santo. Durante la Gran
Tribulación, cuando el Anticristo sea revelado, el Espíritu Santo se hará a un lado, quitando
su presencia santa e influencia represiva del mundo pecador y permitiendo que la
humanidad se hunda en las profundidades de la degradación.

3. El Espíritu Santo y la Iglesia. Véanse: Efesios 1:22-23; 2:12-16; 3:4-l6.

a. El Espíritu Santo nos sumerge en el cuerpo de Cristo. El bautismo del Espíritu es la


operación mediante la cual la Iglesia está constituida. "Porque por un sólo Espíritu fuimos
todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se
nos dio un mismo Espíritu. (I Corintios 12:13)

Existen siete referencias al bautismo del Espíritu Santo. Cinco son proféticas (Mateo 3:11;
Marcos 1:8; Lucas 3:16; Juan 1:33; Hechos 1:5); una histórica (Hechos 11:16) y una
didáctica (I Corintios 12:13). En los cinco pasajes proféticos hallamos que dos hablan del
bautismo del Espíritu, y de fuego, los cuales no son la misma cosa. El bautismo del Espíritu
habla de la formación de la Iglesia, mientras que el bautismo de fuego habla de juicio. Los
pasajes que hablan del bautismo de fuego son Mateo 3:11 y Lucas 3:16. Fue en estos
pasajes que Cristo estaba dirigiendo su mensaje tanto a los salvados, como a las "víboras"
(incrédulos). Las narraciones de Marcos y Juan no incluyen "el bautismo de fuego," porque
éstas no se dirigen a las "víboras."

Todas las cinco porciones proféticas apuntan al futuro. El pasaje histórico mira hacia el
pasado; por lo tanto, el bautismo del Espíritu viene entre los dos. Esto es entre Pentecostés
y el arrebatamiento.
El bautismo del Espíritu Santo no fue el obsequio de poder que permitió que los apóstoles
hicieran milagros, porque ellos efectuaron muchos milagros antes de ser bautizados con el
Espíritu. La Iglesia es un organismo, no una organización, y el bautismo del Espíritu es
aquel acto de Dios que une a los creyentes dentro de este organismo. Siempre que se unen
las palabras "bautismo del Espíritu," éstas son aplicadas colectivamente, a un grupo, nunca
a un individuo. ¿Cuándo fuimos nosotros y los corintios bautizados con el Espíritu? (I
Corintios 12:13)

Cuando uno recibe a Cristo, es sellado en Cristo con el Espíritu. "En él también vosotros,
habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en
él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13) La persona que
confía en Cristo recibe también al mismo instante el bautismo del Espíritu.

Para la Iglesia de Jesucristo, había un sólo Calvario, y había un sólo Día de Pentecostés. El
pecador, sin embargo, debe apropiarse del Calvario por fe, y reconocer el propósito de
Pentecostés por fe, para que ambos sean una realidad en su alma. Las dos experiencias, el
Calvario y Pentecostés, tienen lugar inmediatamente en el momento que él acepte a Cristo
como su Salvador y Señor personal.

Nos agradaría dar una explicación del versículo siguiente, por cuanto es usado por muchos
para el argumento mencionado anteriormente: "Un Señor, una fe, un bautismo." (Efesios
4:5) Este verso no habla del bautismo del Espíritu, sino del bautismo por agua. En el
contexto, el versículo que precede a este texto explica el bautismo del Espíritu: "Un cuerpo,
y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra
vocación." (Efesios 4:4) El creyente está puesto en el cuerpo de Cristo por el bautismo del
Espíritu en el momento que cree en Cristo; y recibe privilegio en la iglesia por medio del
bautismo con agua.

El Día de Pentecostés siempre vino cincuenta días después de la Fiesta de las Primicias. La
Fiesta de las Primicias era un tipo de la resurrección de Cristo. El segundo capítulo de
Hechos registra la narración de los ciento veinte discípulos reunidos en el aposento alto,
esperando que se cumplan los cincuenta días. El Espíritu Santo no vino en respuesta a la
oración de ellos. Todas sus oraciones y ayunos no habrían apurado la venida del Espíritu.
El debía venir a tiempo. Es inconcebible pensar que el Espíritu venga cuarenta y nueve, o
aun cincuenta y un días después de la resurrección del Señor. No obstante, el Espíritu Santo
vino exactamente 50 días después de la resurrección.
La tipología de la Fiesta de la Pascua se cumplió en el Calvario. Cristo no morirá otra vez.
La tipología de la Fiesta de Pentecostés se cumplió con la venida del Espíritu, y no habrá
otro Pentecostés. El Cordero de la Pascua jamás se ofrecerá otra vez. Jamás habrá otro Día
de Pentecostés para la Iglesia. Todo fue cumplido una vez para siempre.

La fiesta judía de Pentecostés, originalmente, también era conocida como la Fiesta de las
Semanas, cuando se juntaban la cosecha. En Levítico 23:22 leemos: "Cuando segares la
mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para
el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios". Así que vemos que la
cosecha era para tres clases de personas: (1) Israel, (2) los pobres y (3) los extranjeros.

Los tres grupos de personas recibían bendiciones de la cosecha. El bautismo del Espíritu
fue el cumplimiento de la Fiesta de la Cosecha (de las Semanas, o sea, de Pentecostés) para
tres clases de gente:
(1) Israel en Jerusalén. (Hechos 2:37-39)
(2) Los samaritanos (pobres). (Hechos 8:9-17)
(3) Los gentiles en Cesarea (Hechos 10:34-44)

*Lo que sigue es el proceso mediante el cual los tres grupos de personas antedichos
recibieron el Espíritu Santo:

(1) Los judíos en Jerusalén.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego fueron bautizados con agua.
(c) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 2:38,41)

(2) Los samaritanos.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego fueron bautizados con agua.
(c) Luego la imposición de las manos de Pedro.
(d) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 8:4-16)

Nota: Parece que había un problema doctrinal y que Felipe les había predicado "el
evangelio del reino," como lo había predicado Juan el bautista (v.12); y se bautizaron sin
entender el evangelio completamente. Véase: Hechos 19:1-6. Durante la infancia de la
Iglesia, había un período de transición y existía confusión, porque el nuevo testamento no
estaba en las manos de los discípulos. Pedro aclaró el mensaje y oró por ellos (v.16, 17). A
Pedro se le había dado la llave de la predicación para abrir la puerta de la salvación a todas
las personas. (Mateo 16:19)

(3) Los gentiles en Cesarea.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego recibieron al Espíritu Santo.
(c) Luego fueron bautizados con agua. (Hechos 10:34-48)

Hubo dos obras del Espíritu en el día de Pentecostés. Estas no deben confundirse. Las dos
operaciones fueron el "bautismo" y la "llenura." Los creyentes fueron bautizados con el
Espíritu en Pentecostés, a pesar de que la palabra "bautismo" no es mencionada en Hechos
capítulo dos. Sabemos que el bautismo ocurrió entonces debido a las palabras expresadas
por el Señor Jesús poco tiempo antes de su ascensión. "Porque Juan ciertamente bautizó
con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos
días." (Hechos 1:5)

Hay algunos que piensan que el hablar en lenguas fue una señal de que habían sido
bautizados con el Espíritu, pero si nos fijamos detenidamente en el pasaje, hallaremos que
ellos hablaron en lenguas debido a que estaban llenos del Espíritu. Nadie se convirtió
mientras se hablaba en lenguas en el día de Pentecostés, pero tres mil fueron salvos cuando
Pedro predicó el evangelio.

Pedro declaró, "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios,
derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis
siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y
profetizarán." (Hechos 2:16-18) ¿Qué cosa fue este "esto?" ¿El hablar en lenguas? ¡No!
"Esto" es una cita de Joel, y lo estamos citando. Pedro estaba dando a Joel como ejemplo,
porque Dios estaba efectuando aquellas cosas que Joel había profetizado, de las cuales los
judíos fueron testigos.

b. El Espíritu mora en la Iglesia. "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu
de Dios mora en vosotros?" (I Corintios 3:16)

c. El Espíritu edifica la Iglesia. "En quien vosotros también sois juntamente edificados
para morada de Dios en el Espíritu." (Efesios 2:22)

d. El Espíritu administra la Iglesia.

(1) El pone a los pastores y nombra a los oficiales. "Por tanto, mirad por vosotros, y por
todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia
del Señor, la cual él ganó por su propia sangre." (Hechos 20:28) Véase: Hechos 6:3,5,10.

(2) El dirige la obra misionera. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado." (Hechos
13:2) Véase: Hechos 10:19.

4. El Espíritu Santo y el cristiano.

a. Comenzando en el Espíritu. "¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no


obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente
entre vosotros como crucificado? Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el
Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo
comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?" (Gálatas 3:1-3)

Nos convertimos en cristianos solamente por la operación de Dios. El Espíritu Santo nos
imparte una nueva vida. Esta vida viene por medio del nuevo nacimiento: "Os es necesario
nacer de nuevo... Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es." (Juan 3:5-6) Dios jamás ha tenido comunión con hombres irredentos en
ninguna dispensación hasta que ellos hayan aceptado y obedecido las condiciones de la
salvación.
b. La residencia del Espíritu. "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (I Corintios
6:19) ¿Qué seguridad tiene el cristiano de que el Espíritu mora en él? ¿Por los
sentimientos? ¿Por algún éxtasis sublime? No. ¡Por creer la promesa de la Palabra de Dios!
El Espíritu pasa a morar en el creyente cuando éste responda a lo que Cristo ha realizado,
cuando él acepte a Cristo Jesús por fe. La prueba de la morada del Espíritu en el creyente
no está basada en los sentimientos, porque estos pueden cambiar de un día para otro, mas la
promesa de Cristo jamás cambia.

"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie, y alzó la voz diciendo: Si alguno
tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en
él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún
glorificado." (Juan 7:37-39) Esta porción de la Palabra de Dios, claramente expresa que los
discípulos no habían recibido aún el Espíritu Santo, pero que lo recibirían en el futuro, y
ciertamente lo recibieron en Pentecostés. Juan 14:17 revela que ellos todavía no habían
recibido el Espíritu hasta Pentecostés. "... porque mora con vosotros, y estará en vosotros."

Antes de Pentecostés, el Espíritu estaba con ellos; pero después de Pentecostés el Espíritu
vivía en ellos. Ningún creyente debe orar como David oró: "No me eches de delante de ti, y
no quites de mí tu Santo Espíritu." (Salmo 51:11) David no estaba habitado por el Espíritu
Santo. ¡Pero el cristiano sí lo está! "Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el
Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)

Otro texto bíblico que ha confundido a los hijos de Dios es Lucas 11:13. "Pues si vosotros,
siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" Algunos sostienen que debemos pedir
el Espíritu para poder recibirlo; pero recordemos que esto se habló antes de Pentecostés. No
tenemos ninguna Escritura que diga que uno debe pedir el Espíritu después de Pentecostés.

La última porción de las Escrituras que trataremos con respecto a la morada en el creyente
del Espíritu Santo es Juan 20:22. "Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el
Espíritu Santo." Muchos dicen que en este momento los discípulos fueron habitados por el
Espíritu Santo en vez de en Pentecostés. Sin embargo sabemos que ellos no recibieron el
Espíritu Santo en ese momento, porque se les mandó "...que no se fueran de Jerusalén, sino
que esperasen la promesa del Padre, la cual les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente
bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos
días." (Hechos 1:4-5) Ahora bien, si ellos hubieran recibido el Espíritu Santo, ¿por qué
debían esperar para recibirlo?
c. El sello del Espíritu Santo. "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

*La palabra "sellado" se usa muchas veces en las Escrituras:

(1) El que sella. El que sella es Dios, el Padre. "Y el que nos confirma con vosotros en
Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras
del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:21-22)

(2) Los sellados. Hay dos que son sellados por el Padre: el Hijo y los creyentes. "Trabajad,
no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el
Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre." (Juan 6:27) "Y no
contristéis al Espíritu Santo con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención." (Efesios 4:30) El Hijo fue sellado debido a quien El es. Nosotros somos
sellados a causa de Jesús y de nuestra posición en El.

*El Creyente es sellado en el momento que él acepta a Cristo como su Salvador. "En él
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

(3) El sello. El Espíritu Santo mismo es el sello. El sello no es asegurado mediante alguna
experiencia emocional, sino mediante creer en Cristo. "... y habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

(4) El significado.

(a) El sello señala propiedad. Si estamos sellados, entonces tenemos el sello de propiedad
de Dios sobre nosotros. "Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello:
Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el
nombre de Cristo." (II Timoteo 2:19)

(b) El sello simboliza identificación. Esta es nuestra identificación para el futuro. "En él
(Cristo) también vosotros... fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las
arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su
gloria." (Efesios 1:13,14)

(c) El sello habla de seguridad. En Apocalipsis 7:4-8 se habla de los 144,000 sellados.
Satanás es sellado y arrojado en el abismo durante el milenio. (Apocalipsis
20:3) Apocalipsis menciona siete sellos que ninguno, sino Cristo, puede abrir. (Apocalipsis
5:1 - 8:5) Nosotros, los creyentes, estamos sellados para la hora de nuestra
redención. (Efesios 1:13-14)

(d) El sello testifica a una transacción realizada. "Y escribí la carta y la sellé, y la hice
certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza." (Jeremías 32:10) El sello del Espíritu
Santo es la evidencia legal que testifica del hecho que nosotros formamos parte de la obra
consumada de Cristo.

(e) El sello asegura legitimidad. "Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la
justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los
creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por
justicia." (Romanos 4:11) Véase: Ester 3:12.

(f) El sello marca un trato inmutable. "Escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os
pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un edicto que se
escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no puede ser revocado." (Ester
8:8)

(g) El sello habla de un precio pagado. "¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en
mis tesoros?" (Deuteronomio 32:34)

(h) El sello era una marca. El siempre ha dejado su impresión en el lacre. Si nosotros
estamos sellados con el Espíritu, su impresión debe estar sobre nosotros. "Ella muda luego
de aspecto como barro bajo el sello, y viene a estar como con vestidura." (Job
38:14) "Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con
tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del
corazón." (II Corintios 3:3)

d. Las arras del Espíritu. "El cual (Dios) también nos ha sellado, y nos ha dado las arras
del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:22) Véase: II Corintios 5:5; Efesios
1:13.
Las "arras" son un símbolo que habla del futuro. Esta es una parte del pago parcial por
aquello que será pagado en su totalidad en una fecha futura. Cuando una cantidad de dinero
se paga en prenda (arras) sobre cierta propiedad, ambas partes quedan obligadas. Cuando
Dios nos otorga sus arras, El queda obligado por tiempo y eternidad. El Espíritu Santo es
las arras de Dios, la cuota inicial divina de nuestra salvación. El creyente todavía no tiene
todas las cosas que debe recibir; aún queda más. Esto ciertamente hace dar vértigos a
nuestra imaginación. Si el Espíritu Santo es sólo parte de lo que hemos de recibir, y El es
Dios, y Dios es todas las cosas, ¿qué será el resto?

Si una cantidad de dinero ha sido entregada en prenda sobre alguna propiedad, y el


comprador no pudiera completar la transacción, él habrá perdido su cuota inicial. Dios nos
ha dado su prenda, el Espíritu Santo. Si El no pudiera completar nuestra salvación, El habrá
perdido su depósito; pero nosotros sabemos que esto es imposible. Por lo cual, las arras del
Espíritu son la garantía de nuestra salvación eterna.

(1) Ilustraciones de las arras.

(a) Los presentes a Rebeca. (Génesis 24) Estos regalos eran como arras, como una promesa
de lo que vendría después.

(b) El fruto de Canaán. (Números 13) El fruto era las arras de aquello que estaba
prometido, el gozo anticipado de su herencia.

(c) Los regalos de Booz. (Rut 2) Los puñados de grano dejados para Rut, y sólo para ella,
eran únicamente las arras de lo que Booz tenía para ofrecer en matrimonio.

(d) Las primicias. (Levítico 23) Esta ofrenda mecida a Dios era las arras del hombre que
indicaba que un diezmo de su cosecha aún sería traído a Dios.

(2) El dador de las arras. ¡Dios es el Dador! "Y el que nos confirma con vosotros en
Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras
del Espíritu en nuestros corazones." (II Corintios 1:21-22)
(3) Descripción de las arras. El Espíritu Santo es las arras. "... las arras del Espíritu." (II
Corintios 1:22)

(4) El lugar de las arras. Ese lugar es nuestros corazones. "... las arras del Espíritu en
nuestros corazones." (II Corintios 1:22)

(5) La garantía de las arras.

(a) Garantiza nuestra resurrección. "Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos,
esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo." (Romanos 8:23)

(b) Garantiza nuestra herencia. "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él
seamos glorificados." (Romanos 8:17)

(c) Garantiza nuestra gloria. "Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a
vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio
para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os
llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo." (II
Tesalonicenses 2:13-14)

e. La Llenura del Espíritu. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." (Hechos 2:4) "Cuando
hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del
Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios." (Hechos 4:31) "No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu." (Efesios 5:18)

La llenura del Espíritu tiene que ver con la vida y la obra del cristiano, mediante la cual él
es facultado para hacer aquello que ha sido ordenado por el Señor.

(1) ¿De qué se trata? Existen numerosas opiniones en cuanto al significado de lo que es
ser "lleno" del Espíritu. Algunos dicen que esto sucede cuando una persona nazca de nuevo.
El creyente ciertamente recibe el Espíritu Santo al momento de su conversión, pero esto no
es el llenado del Espíritu; esto es la regeneración del Espíritu. (Tito 3:5)Otros sostienen,
"que el llenado del Espíritu es aquella experiencia por la cual el creyente recibe el Espíritu
Santo algo más tarde, después de ser salvo." Sin embargo, la Palabra de Dios declara que
todos los creyentes han recibido el Espíritu Santo. "Y si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)

El "llenado" del Espíritu puede ser confundido para muchos a causa de esa palabra,
"llenado." Las personas, en su mayoría, piensan de un llenado material, como cuando una
vasija es llenada con agua. No obstante, el Espíritu no es algo material, sino una Persona.
Es verdad que una vasija media llena puede ser llenada con más agua; pero es imposible
para el creyente que ya tiene el Espíritu, poder obtener más de El. Uno no puede conseguir
más de Dios, pero Dios puede lograr controlar más de la vida de uno.

Ahora bien, el creyente ya tiene el Espíritu, pero se le manda ser "lleno" de El. El creyente
es habitado por el Espíritu; es sellado con el Espíritu; es bautizado en el cuerpo de Cristo
por el Espíritu; es regenerado por el Espíritu; y aún se le ordena que sea "lleno" del
Espíritu. ¿Qué es el ser "lleno" del Espíritu? Ser "lleno" es estar "controlado" por el
Espíritu. Por tanto, al cristiano se le amonesta a que sea constantemente controlado, poseído
y dominado por el Espíritu. Nosotros ahora sabemos el significado total de la expresión,
"No es cuánto del Espíritu Santo que uno tenga, sino cuánto de uno que tenga el Espíritu
Santo."

(2) ¿Cómo? ¿Es esta experiencia asegurada mediante la búsqueda y mediante la oración?
No hay ningún pasaje en la Palabra de Dios donde una persona haya jamás orado para ser
"lleno" del Espíritu y lo haya recibido. Esto es producido por nuestro sometimiento al
Señor. Cuando nos rindamos a El, nuestras voluntades mueren, y su voluntad es la meta
para nuestras vidas. Nuestras ambiciones pierden importancia y caen como cenizas a
nuestros pies.

Alguien preguntará, "¿Cómo puedo someterme a su voluntad?" Este es el acto del creyente
que se coloca a sí mismo en el altar de Dios. "Y andas en amor, como también Cristo nos
amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor
fragante." (Efesios 5:2)La ofrenda de olor fragante de que se habla aquí es el holocausto
continuo. Aquel holocausto jamás carecía de un cordero de sacrificio, porque cuando uno
era consumido, otro era colocado en su lugar inmediatamente, uno por la mañana y otro a la
caída de la tarde. Este holocausto nunca fue instituido como una ofrenda por el pecado, sino
más bien, como una ofrenda de alabanza. Al cristiano se le implora que se dé a sí mismo
como sacrificio vivo, como un holocausto continuo (Romanos 12:1-2), proclamando las
alabanzas de Aquel que lo "llamó de las tinieblas a su luz admirable." (I Pedro 2:9)

(3) ¿Cuándo? ¿Cuándo tome posesión el Espíritu? ¿Cuándo controle El al creyente? Tan
pronto como el creyente se rinda a El para hacer su voluntad.
¿Hay un cierto número de pasos que uno debe tomar a fin de lograr nuestro sometimiento?
No. ¿Cuáles son entonces los requisitos, para el sometimiento total a la voluntad de Dios?
Para algunos, quizás, signifique la muerte del propio yo; para otros, la obediencia al
llamado de Dios; y aún para otros, el abandono de la práctica del pecado, etc. Todo lo que
sea necesario para lograr nuestra sumisión total a la voluntad de Dios. ¡Este es el requisito!

(4) ¿Por qué? ¿Debiera el creyente alguna vez hacer esta pregunta? ¿Hay necesidad de que
seamos "llenos" del Espíritu? Nosotros contestamos que "sí" a ambas preguntas. Algunos
cristianos no comprenden que hay algo que se llama ser "lleno" del Espíritu; y por
consiguiente, los tales son espiritualmente impotentes. Además del mandamiento de Dios
de que seamos "llenos" del Espíritu, nos damos cuenta de que dicha condición es
indispensable para disponer de poder en la vida y en el servicio, no para ganancias egoístas,
sino para la gloria del Señor Jesucristo y para ganar a los perdidos.

(5) ¿Cuáles son los resultados? Aquellos que han sido verdaderamente "llenos" del
Espíritu revelan estas características:

(a) Ellos reflejan a Cristo.


(b) Ellos convencen al mundo.
(c) Ellos aman la Palabra.
(d) Ellos están llenos de poder.
(e) Ellos están llenos de vida.

*Diferencias entre el bautismo y la llenura:

El bautismo del Espíritu.

1. Tiene que ver con el cuerpo.


2. El bautismo es externo.
3. Todo creyente es bautizado con el Espíritu. (1 Corintios 12:13)
4. La Biblia no manda ser bautizado con el Espíritu.
5. Es una obra del Espíritu en el momento de la salvación.
6. El creyente es bautizado solamente una vez.
7. Nadie fue bautizado con el Espíritu antes de Pentecostés.

Nota: El bautismo del Espíritu coloca a los creyentes dentro del cuerpo de Cristo, la
Iglesia, y es una experiencia automática.

La llenura del Espíritu.

1. Tiene que ver con el individuo.


2. El llenado es interno.
3. Un creyente puede, o no, ser lleno del Espíritu.
4. Todos los creyentes deben ser llenos del Espíritu.
5. Uno puede ser lleno del Espíritu años después de haber sido salvo.
6. La llenura del Espíritu se repite muchas veces.
7. Algunos fueron "llenos" antes de Pentecostés.

Nota: Para servir a Dios como se debe, es indispensable ser llenos del Espíritu.

f. El fruto del Espíritu. "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley." (Gálatas
5:22-23) El fruto del Espíritu es el verdadero carácter cristiano. Debemos notar que la
palabra "fruto" es singular.

La vida de nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo más grandioso del fruto del Espíritu. El
fruto siempre viene de la vida interior.
En las épocas de Navidad, cuando veamos manzanas y naranjas en los arbolitos de
Navidad, nosotros sabemos que dichas frutas han sido atadas como adornos a los árboles.
Uno no tiene que atar manzanas a los manzanos porque ellas crecen naturalmente en dichos
árboles. Existen muchas religiones sociales que figurativamente están atando manzanas y
naranjas a los árboles de Navidad. Ellos pretenden llevar fruto, pero no hay vida interior,
porque no tienen el Espíritu. Sólo tienen el aspecto de la santidad, pero niegan el poder de
la misma. Un árbol de manzanas no tiene que trabajar para producir manzanas;
simplemente las cede. El cristiano no lleva el fruto del Espíritu por su propia labor, sino
simplemente da cedimiento al Espíritu.

(1) El fruto en relación al individuo. Amor, gozo, paz.


(2) El fruto en relación a los hombres. Paciencia, benignidad, bondad.
(3) El fruto en relación a Dios. Fe, mansedumbre, templanza.

g. El andar en el Espíritu. "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos


de la carne." (Gálatas 5:16) Otra manera de traducirlo: "Por el Espíritu sea el andar." El
Espíritu hará el caminar. Una vieja ilustración es el traje de vestir. La persona dentro del
traje hace el caminar. La responsabilidad del traje es colgarse, sujetarse a la persona.
Nosotros no debiéramos tener una voluntad propia; sino que, al igual que el traje de vestir,
deberíamos asirnos de El y dejarnos llevar. Dondequiera que el Espíritu vaya, vamos
nosotros. Su voluntad es la nuestra.

h. La renovación del Espíritu. "Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo." (Tito 3:5)

i. El fortalecimiento del Espíritu. Pablo pie a Dios que El les dé a los efesios,
"...conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior
por su Espíritu." (Efesios 3:16)

j. El sembrar para el Espíritu. "No os engañéis; Dios no puede


ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que
siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu,
del Espíritu segará vida eterna." (Gálatas 6:7-8) Este pasaje no está escrito para los
inconversos, sino para los cristianos. El cristiano puede sembrar para la carne, esto es, vivir
en pecado; no obstante, para él, vendrá la hora de la siega y el castigo.

k. La dirección del Espíritu. "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios,
éstos son hijos de Dios." (Romanos 8:14) Algunos interpretan este pasaje, diciendo, que
significa que: "Aquellos que en las decisiones de la vida solicitan el consejo del Espíritu, se
aseguran con ello de que son hijos de Dios." Ahora bien, es una verdadera bendición pedir
y recibir del Espíritu Santo su voluntad en nuestras decisiones, pero esto no es a lo que la
Escritura se refiere. La guía del Espíritu hace alusión a la dirección que es impartida por el
Espíritu Santo a los creyentes que están en el Camino de la salvación.

l. La santificación del Espíritu. "Elegidos según la presciencia de Dios Padre en


santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y
paz os sean multiplicadas." (I Pedro 1:2)

m. El suministro del Espíritu. "Porque sé que por vuestra oración y la suministración del
Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación." (Filipenses 1:19)

n. Los dones del Espíritu.

(1) Enumeración de los dones. "No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones
espirituales... Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de
ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de
sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro
discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de
lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere." (I Corintios 12:1, 8-11)

(2) Concesión de los Dones. Lo primero que quisiéramos destacar es que los dones no son
otorgados a las personas a causa de que los han deseado, o han orado por ellos; sino de
acuerdo a la voluntad del Espíritu, "...repartiendo a cada uno en particular como él
quiere." (I Corintios 12:11)

Quisiéramos enfatizar que los dones fueron dados a fin de verificar las aseveraciones de
Cristo y sus discípulos que Jesucristo era verdaderamente el Hijo de Dios; que la antigua
dispensación de la ley había llegado a su fin y que la dispensación de la gracia había
comenzado.

"¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual,


habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que
oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros
y repartimiento del Espíritu Santo según su voluntad." (Hebreos 2:3-4) Había ciertamente
la necesidad de que Dios verificara esta nueva enseñanza que había sido comenzada por el
mismo Señor Jesucristo. El pueblo había estado bajo las tradiciones de la ley por más de
mil cuatrocientos años; y por lo tanto, era difícil para ellos comprender que Dios había
suprimido el viejo pacto y había establecido el nuevo. Asimismo, aún no se había escrito el
nuevo testamento.

Por último, hacemos énfasis en el hecho de que ningún creyente recibe individualmente
todos los dones. "Y a unos puso Dios en la Iglesia primeramente apóstoles, luego profetas,
lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan,
los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos
profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad?
¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?" (I Corintios 12:28-30) La respuesta obvia es,
¡no!

(3) De la utilización de los dones. ¿Cómo debían usarse estos dones? El capítulo trece de I
Corintios simplemente declara que ellos debían ser motivados por amor. Pablo, por
inspiración del Espíritu Santo, declara que si tuviera todos los dones, y careciera de amor,
él no sería nada; su vida sería infructuosa, y sus galardones nulos.

Alguien preguntará, "¿Es el don de lenguas para nuestra época? ¿No dice la Biblia que
"...no impidáis el hablar en lenguas?" Este tema será tratado con más detalle en la próxima
sección; no obstante, aquí podríamos decir algo al respecto. I Corintios 14:39 claramente
expresa: "Así que, hermanos, procurad profetizar y no impidáis el hablar lenguas." Pero si
el capítulo 14 ha de usarse como permiso para hablar en lenguas, entonces los que hablan
en lenguas deben ser gobernados por este mismo capítulo en cuanto al uso que ellos hagan
de este don.

Primero, quisiéramos ver lo que I Corintios, capítulo catorce, dice con respecto al uso
legítimo de este don: "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y
por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo
y para Dios." (I Corintios 14:27-28) Siempre que el don de lenguas sea empleado, sólo dos
o cuando más tres, pueden hablar en un servicio. Esta regla eliminaría muchas prácticas del
movimiento carismático de la actualidad.

Lo que sigue en la orden es que el hablar debiera hacerse "por turno" - una persona a la vez.
Esto eliminaría aún más el mencionado culto de lenguas, porque a veces hay muchísimas
personas, hasta cientos de ellas, haciéndolo al mismo tiempo. Luego las Escrituras dicen
que si no hay intérprete, que no se puede hablar en lenguas en absoluto. Más del culto
antedicho se eliminaría si se obedeciera este mandato. Finalmente, "Vuestras mujeres callen
en las congregaciones." (I Corintios 14:34)Esto prácticamente pone fin a todo culto de
lenguas, porque la mayoría de los que lo participan son mujeres.
Muchos querrán rebelarse al pasaje citado, diciendo que éste no quiere decir "lenguas," sino
el uso de la lengua. Si no significa "lenguas", se refiere a todo, incluso las lenguas, cuando
dice que las mujeres permanezcan calladas en las iglesias. Sin embargo, esto hace
referencia sólo a las lenguas, porque en otras porciones de este mismo libro de I Corintios
se le permite a la mujer que hable y ore en la iglesia. "Pero toda mujer que ora o profetiza
con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese
rapado." (I Corintios 11:5) "Profetizar" significa "predecir", o "declarar"; por tanto, a la
mujer se le permite declarar la Palabra de Dios en la escuela dominical, en el campo
misionero, etc.

(4) De la retención de los dones. ¿Podría ser posible que Dios retenga muchos de los
dones de los creyentes de hoy, que El había otorgado al principio? Esto no sólo es posible,
sino que es inevitable. En I Corintios 13:8-10, el Señor declara, "El amor nunca deja de
ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en
parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que
es en parte se acabará."

Recordemos que I Corintios 13 está hablando acerca de los "dones" del Espíritu cuando
dice que las profecías se acabarán. Esto no significa que algunas de las profecías dichas por
los siervos de Dios, como las registra la Biblia, dejarán de cumplirse; sino que el don de la
profecía algún día será retenido. Cuando dice que "cesarán las lenguas", no significa que en
alguna fecha futura todas las lenguas serán silenciadas, sino que el don de lenguas será
retenido. Y cuando dice que "la ciencia se acabará", no significa que habrá un momento en
que el conocimiento habrá dejado de existir, sino que el don de la ciencia espiritual será
retenido. (I Corintios 13:8) Véase: I Corintios 12:8.

¿Cuándo serán retenidos los dones de profecía, lenguas y ciencias? Cuando "venga lo
perfecto." Esto no está hablando de la segunda venida de Cristo, sino más bien, cuando sea
dada la revelación completa de la Palabra de Dios. ¿Tenemos nosotros la revelación
completa de Dios en la actualidad? Ciertamente que sí. Cuando el apóstol Juan escribió,
"La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén." (Apocalipsis
22:21), la revelación total de Dios se había completado, y aquello que es perfecto había
venido.

*Puesto que tenemos la Santa Biblia completa, los dones de profecía, lenguas, y ciencia se
han acabado. Ellos han sido retenidos y no son para esta época.

En Efesios 4:11, leemos: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas; a
otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros." Por esta revelación más reciente que la de
I Corintios, notamos que no se menciona ninguno de los dones milagrosos, como estaban
mencionados en I Corintios 12, 13 y 14. Hoy, no hay más necesidad de los dones
milagrosos, porque nosotros ya tenemos la revelación completa de Dios. El hijo de Dios es
bendecido en mayor medida por tener la Santa Biblia que si tuviera todos los dones
milagrosos.

Algunos sostienen que nosotros necesitamos estos dones para señal de que somos "llenos"
del Espíritu. Es verdad que Dios otorgó estos dones milagrosos como señales; sin embargo,
no fueron dados para indicar la llenura del Espíritu, sino para la confirmación del
apostolado de Pablo (II Corintios 12:12); para la confirmación de Pablo a los
gentiles (Romanos 15:18-19); para la confirmación de la salvación por medio de
Cristo (Hebreos 2:3-4) y para la confirmación de la Palabra (Marcos 16:20). ¿Necesitamos
nosotros estos dones hoy para confirmar la Palabra, el Evangelio, y el apóstol Pablo? No,
porque han sido confirmados por casi dos mil años de la historia de la Iglesia.

(5) De los dones restantes. "Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor, estos tres;
pero el mayor de ellos es el amor." (I Corintios 13:13)Todo cristiano posee estos tres
dones. El creyente, al ser controlado por el Espíritu Santo, debe utilizarlos.

o. El testimonio del Espíritu. "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios." (Romanos 8:16)
La ley declara que en la boca de dos testigos la verdad será confirmada. Por tanto, tenemos
los dos testigos que declaran que somos hijos de Dios. Ellos son el Espíritu Santo y nuestro
espíritu. ¿Cómo da testimonio de nuestra salvación el Espíritu Santo? Mediante la Palabra.
¿Cómo da testimonio nuestro espíritu? ¿A través de nuestros sentimientos, o de nuestra
conciencia? No. Los sentimientos son engañosos. Nuestro espíritu da testimonio por la fe
en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios declara nuestra salvación cuando creamos en ella,
cuando nosotros confiemos en Cristo. Por consiguiente, el Espíritu da testimonio "junto
con" nuestro espíritu.

p. De la unción del Espíritu. "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas
las cosas... Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis
necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él." (I Juan 2:20-27)

La palabra "unción" y "ungimiento" son de la misma palabra griega. En las Escrituras, el


"ungimiento", tanto en el antiguo como en el nuevo testamento, se efectuaba para algún
servicio. Los reyes y los sacerdotes eran ungidos para el servicio especial que debían
prestar. Cristo fue ungido (Hechos 10:38) El nombre mismo, el "Cristo," significa "el
Ungido." El es el Ungido de Dios como Profeta (pasado), Sacerdote (presente) y Rey
(futuro).

El creyente en Cristo recibe el ungimiento para el servicio cuando es nacido de nuevo. El


ungimiento del Espíritu no es para unos pocos privilegiados. Todos los creyentes son
ungidos, "...vosotros recibisteis." El ungimiento del Espíritu se efectúa una vez para
siempre, "...permanece en vosotros." No hay lugar en las Escrituras donde se diga que uno
recibe el ungimiento de nuevo. Las falsas religiones podrán tratar de alejarnos de Cristo, de
inducirnos a que nos apartemos de nuestra fe; pero nosotros, habiendo oído los argumentos
de sus persuasiones, no cedemos, porque tenemos la unción del Espíritu. "...Y no tenéis
necesidad de que nadie os enseñe."

q. Del servicio aceptable a Dios. "Porque nosotros somos la circuncisión, los que en
espíritu servimos a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la
carne." (Filipenses 3:3) Para ser aceptable ante Dios, nuestros esfuerzos tienen que ser
dirigidos por el Espíritu. No es que uno sirve a Dios con sus manos, pies y labios; sino que,
el Espíritu hace todo, a través de nuestras manos, pies y labios.

r. De la comunión del Espíritu. "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios, y
la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II Corintios 13:14) La
palabra "comunión" podría traducirse "compañerismo," o "asociación." Por lo tanto,
"comunión" significa "participar, tomar parte, y compartir." La comunión del Espíritu
Santo y de los cristianos se concentra en la persona de Jesucristo.

s. De la oración en el Espíritu. "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra


debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe
cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los
santos." (Romanos 8:26-27)

¿Es erróneo orar al Espíritu Santo? La Biblia no nos ordena hacerlo, a pesar de que El es un
miembro de la Trinidad.

t. De la batalla del Espíritu. "Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del


Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que
quisiereis." (Gálatas 5:17)
u. De la enseñanza del Espíritu. "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu;
porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (I Corintios 2:10) El
Espíritu Santo revela su palabra solamente a los creyentes que han nacido de nuevo, y no a
los que están fuera del cuerpo de Cristo. El hombre, sin el Espíritu de Dios, no puede
aprender las verdades de Dios. (I Corintios 2:14)

5. El Espíritu Santo y las Escrituras.

a. Inspiración. "Toda la Escritura es inspirada por Dios..." (II Timoteo 3:16) El


significado literal de "inspirada" es "exhalada," o "del aliento de Dios." Ninguna profecía es
producto del ingenio propio del hombre. Nosotros creemos en la inspiración verbal de la
Palabra de Dios. Las palabras, no meramente los pensamientos, han sido inspirados, de la
manera que fueron dadas por Dios en el idioma original. Alguien preguntará, "¿No usó
Dios a instrumentos humanos?" Sí, pero el uso de instrumentos humanos no la rebajan
como la Palabra de Dios. Cuando leemos el Pentateuco, nosotros no leemos las palabras de
Moisés, sino que leemos las palabras de Dios. Véanse: I Corintios 2:12-13; 10:11;
Romanos 4:20-25; 15:4.

b. Ilustración. La mejor manera de estudiar la Biblia es conociendo a su Autor. El mejor


intérprete de la Biblia es el Escritor, el Espíritu Santo. Así como el Señor Jesucristo hizo
conocer las Escrituras a los discípulos, de la misma manera el Espíritu Santo lo hace para
nosotros en la actualidad. (I Corintios 2:9-14)

6. El Espíritu Santo y los pecados contra El.

a. Contristando al Espíritu. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual


fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30) Contristar tiene que ver con el
amor. Las personas que no nos aman nunca podrían contristarnos. El Espíritu Santo se
contrista por nosotros porque El nos ama.

b. Mintiendo al Espíritu. "Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para
que mintieses al Espíritu Santo? (Hechos 5:3)Ananías mintió a la Iglesia, el templo del
Espíritu Santo. También nosotros podemos mentir al Espíritu Santo. Podemos pronunciar
una mentira. Algunas veces en una reunión emocional las personas dedican sus vidas a un
servicio cristiano específico, pero poco después, ellas descuidan esa decisión. Esto es
mentir al Espíritu Santo.
c. Apagando al Espíritu. "No apaguéis al Espíritu..." (I Tesalonicenses 5:19) "Apagar"
significa "extinguir." Véase: Números 11:28-29.

d. Resistiendo al Espíritu. "Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo." (Hechos 7:51)

e. Insultando al Espíritu. "¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al
Hijo de Dios... e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?" (Hebreos 10:29)

f. Blasfemando contra el Espíritu. Este es el llamado pecado imperdonable que


encontramos en Mateo 12:31-32 y Marcos 3:29-30. Si la gracia de Dios, la cual perdona
todos los pecados de la humanidad, no perdona éste, entonces debe ser un pecado
verdaderamente insólito. El asesinato no es el pecado imperdonable. La incredulidad no es
el pecado imperdonable. ¿Dónde estaríamos nosotros si esto fuera cierto? El rechazo de
Jesucristo no es el pecado imperdonable; sin embargo, el hombre que rechaza a Cristo y se
muere sin El, se pierde irremediablemente. El Espíritu no se esfuerza por el hombre
después de la muerte. Su rechazo al final no fue imperdonable, sino imperdonado.

Debemos distinguir entre las siguientes palabras:


(1) "Imperdonado," e "imperdonable,"
(2) "Inexcusado," e "inexcusable,"
(3) "No salvo," e "insalvable."

Creemos que la blasfemia contra el Espíritu Santo, que algunos denominan


"imperdonable," era un pecado dispensacional; y que fue limitado a los treinta y tres años
durante los cuales Cristo estuvo en el mundo. Dios no comisionó jamás a ningún hombre
que fuera y predicara el mensaje de salvación a algunos hombres a quienes El no quería a
salvar. Véase: Marcos 16:15.

¿Ha sido salvado alguno que ha cometido la blasfemia? Sí, el apóstol Pablo. "...habiendo
sido yo antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo
hice por ignorancia, en incredulidad... Pero por esto fui recibido a misericordia, para que
Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de
creer en él para vida eterna." (I Timoteo 1:13,16)
La palabra "hable" en Mateo 12:32, y en Marcos 3:30 son las claves de la interpretación
correcta del asunto.

7. Los símbolos del Espíritu Santo.

a. La Paloma. "También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del
cielo como paloma, y permaneció sobre él." (Juan 1:32) El Espíritu no descendió sobre
ningún otro de esta manera. En Génesis 1:2, el Espíritu Santo es descrito moviéndose sobre
la faz de las aguas, como una paloma cobijando sus huevos para empollarlos. La paloma es
un ave limpia, benigna, y muy particular con respecto a su comida. Así también los que son
del Espíritu. Nosotros debemos ser "... sencillos como palomas." (Mateo 10:16) La Palabra
de Dios nos da una descripción de la ira del Hijo, pero nunca de la ira del Espíritu Santo.

b. El agua. "Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi
Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos." (Isaías
44:3) Véase: Juan 7:38-39. Lo que el agua significa para los labios sedientos, y lo que la
lluvia significa para la tierra seca, es lo que el Espíritu significa para el individuo. No hay
nada que calme la sed mejor que el agua. No hay nada, ni nadie que satisfaga el anhelo del
corazón como el Espíritu Santo.

c. El Aceite. "Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y
desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego
Samuel, y se volvió a Ramá." (I Samuel 16:13) Véanse: Isaías 61:1; Hechos
10:38. Cuando el sacerdote fue ungido con aceite, la sangre de su ofrenda fue puesta
en: (1) su oreja derecha - debía siempre oír la Palabra de Dios; (2) su dedo pulgar derecho -
sus labores debían ser para la gloria de Dios y (3) el pulgar de su pie derecho - él debía
caminar con Dios. (Lev. 8:12,22-24)

d. El viento. "Y me dijo: Profetiza al Espíritu, profetiza hijo de hombre, y di al Espíritu:


Así ha dicho Jehová es el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos
muertos y vivirán... Y pondré mi Espíritu sobre vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre
vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová, hablé, y lo hice, dice Jehová." (Ezequiel 37:9-
14) Véase: Juan 3:3-8. El viento sugiere actividad. No podemos ver al viento, sin embargo
es poderoso. La visibilidad no puede restringir la acción. El viento también habla de
"limpieza." (Job 37:21)
e. El fuego. "Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre
cada uno de ellos." (Hechos 2:3) El fuego es un símbolo para el Espíritu de Dios. Tal como
el fuego, el Espíritu Santo purifica, consume, calienta, prueba, ilumina y da energía.

f. La investidura. "Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre (cubrió como un vestido a)


Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él." (Jueces 6:34) La
investidura habla de la protección, del cubrimiento. El Espíritu es nuestra protección.

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