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INTRODUCCIÓN

La Organización de las Naciones Unidas advirtió que México crecerá sólo


2.5% este año, en caso que la crisis de deuda soberana se circunscriba a unas
pocas economías pequeñas; aunque de ocurrir una nueva recesión global, la
economía nacional podría descender 0.6% anual.

Ambas estimaciones contrastan con las de las autoridades nacionales que


prevén un crecimiento de 3.5% este año.

Así es el panorama de México, año tras año, sexenio tras sexenio,


“estamos envías de crecimiento y desarrollo”, es la frase popular acuñada por la
clase política, que no encuentra la forma de explicarle a la gente, el por qué cada
día la carestía de la vida es más cara y complicada.

Un país en el que los ciudadanos han pasado a ser conformistas,


esclavizados bajo el mito de que somos víctimas de la lucha; por eso a muchos les
interesa educar para ser empleados y no empleadores; se crean sistemas políticos
y económicos que crean desarrollo en élites que mantienen el poder económico y
que son aves de carroña que devoran la economía mexicana.

Todas esas cosas, son las que mantiene al país en vías de desarrollo y
crecimiento económico; en este ensayo hago un acercamiento a lo que es y
cuáles son las afectaciones que se han tenido en el país. Retomando las
aportaciones de grandes analistas del tema, mencionamos datos que son
necesarios conocer y entender, para diferenciar porqué no crecemos y seguimos
manteniendo un nivel tan elevado de pobreza entre los mexicanos.

Esa es la retórica de siempre “vamos creciendo”, pero en la realidad los


crecimientos en el Producto Interno Bruto, son muy bajos a los contemplados por
el gobierno, el desempleo y los bajos salarios siguen prevalenciendo, y lacerando
la economía de las familias que a veces no perciben un salario digno que les
permita satisfacer sus necesidades más básicas y prioritarias.
DESARROLLO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO EN MÉXICO

La mayor parte de los recientes estudios de investigadores mexicanos


coinciden en que el desarrollo y crecimiento regional en México ha sido
distorsionado y desigual a lo largo del siglo XX y principios del XXI. Este tipo de
crecimiento regional es nuevo en la economía mexicana.

La teoría general de J. Maynard Keynes, con toda su insistencia respecto a


la relación del crecimiento con el dinero, las finanzas y las expectativas, sirve con
eficacia para explicar los eventos antes de 1936, sin embargo, considera al
mercado como ser creador del crecimiento y de los ciclos, y no considera a las
instituciones como un factor importante en el desarrollo económico global.

La principal diferencia entre los países de ingresos altos o bajos es la


productividad económica. Es indispensable impulsar la eficiencia productiva,
absorbiendo e implementando nuevas tecnologías, y cuando sea posible,
impulsando la innovación. Es claro también que incrementar la productividad
depende de la acción conjunta y de la coordinación de muchos sectores y
aspectos de la sociedad.1

En México, la sustitución de importaciones fue efectiva para promover la


industrialización del país durante la década que van de 1940 a 1980. Sin embargo,
tal como se comprobó después, esa política no estimuló el desarrollo de una
capacidad para generar tecnologías propias, o una capacidad de copia eficaz de
los nuevos productos extranjeros.

Los resultados de la globalización, apertura y liberalización de las últimas


décadas, tanto en Latinoamérica como en otros continentes, han sido menores a
los esperados.

Sin embargo, el desarrollo humano se caracteriza por la presencia de


barreras que generan círculos viciosos intergeneracionales, y trampas de pobreza
y desigualdad que frenan el crecimiento económico (Banco Mundial, 2006; Mayer-
Foulkes 2004, 2005).
En la actualidad, en México se ha iniciado la implementación de programas
de desarrollo humano. No será difícil ampliar esta tarea. La falta de equidad
implica que ninguna estrategia de desarrollo que se intente aplicar en México sería
sostenible si no se continúa con los programas para dar atención a los pobres.
Además, parece ser necesario —y no sólo deseable— que se decida algún
proceso para una gravación más efectiva de los ingresos de los ricos y sobre todo
de los súper ricos.1

En México hay dos problemas de redistribución. El primero es la pobreza


que existe en la base de la población y el segundo es la concentración del ingreso
en la cúspide. No son problemas separados, pero son diferentes. El tratamiento
del primero implica acciones redistributivas y de apoyo, el segundo requiere, en
esencia medidas de índole fiscal.

Muchos se preguntan de qué depende el nivel de vida de cada país,


depende primordialmente del crecimiento económico promedio que haya tenido en
las décadas anteriores. La diferencia en el nivel de ingresos entre México y otros
países es producto de las diferencias en el nivel del crecimiento económico
durante un periodo largo de tiempo.2

El desarrollo y subdesarrollo económico constituyen fenómenos difíciles de


describir, por la misma complejidad que encierran y dadas las innumerables
facetas que presentan, las cuales se pueden examinar desde ángulos diferentes.

Algunos autores señalan que el controvertido subdesarrollo económico, en


México, caracterizándose en su economía hasta este tiempo, reside en la fusión e
interacción de múltiples y complejos fenómenos que se manifiestan en lacerantes
dispandades en la distribución de la riqueza en la organización anquilosada y
muchas veces dispendiosa del aparato administrativo productivo que impide un
mejor aprovechamiento de los recursos disponibles, en las desigualdades entre
regiones del país ( o de un mismo país), en atrasos económicos y sociales en
relación con otras naciones y sobre todo en las lesivas dependencias que se
establecen en los aspectos económicos, tecnológicos, políticos y culturales con
respecto a los países industrializados.3
Entendemos por crecimiento económico por la expansión de la producción
nacional potencial de un país, es decir, P.N.B. real potencial como la expansión de
poder económico para producir. No siempre el crecimiento económico nos dice
desarrollo; el crecimiento son aumentos, unidimensionales o en barras en algún
sector de la producción o de los servicios, con mayor volúmenes que otros. 3

Y es que apegado al crecimiento económico se encuentran apegados la


inflación y el desempleo, es el problema constante en México; las crisis de otros
países afectan directamente la economía y por ende el desarrollo del país.
Seguimos siendo dependientes de la economía norteamericana especialmente de
la estadounidense.

La inflación es el aumento generalizado de los precios y de los bienes y


salarios, pero generalmente en nuestro país, se da más bien el aumento de los
primeros que de los segundos, lo que agudizan.

México, es un país en vías de desarrollo dentro del marco de la


globalización, que demanda países con economías competitivas, donde las
empresas creen las condiciones adecuadas para sus trabajadores y a su vez le
proporcione herramientas en el mejoramiento de su trabajo.

El desarrollo refiere también a la innovación tecnológica hace que las


sociedades humanas sean prósperas, pero también supone la sustitución de lo
viejo por lo nuevo, y la destrucción de los privilegios económicos y del poder
político de ciertas personas.

Para nadie es extraño la ineficiencia de las instituciones en México para


promover el crecimiento, la inversión, de la productividad, y por tanto del bienestar.
Los ganadores del sistema corporativo han obstaculizado sistemáticamente la
realización de reformas institucionales que los afectarían a ellos, aunque en
términos agregados beneficiarían al conjunto de la sociedad.

Ese es el gran problema de la falta de desarrollo y crecimiento económico


en México, seguimos viviendo en un país que sigue líneas políticas que benefician
a los monopolios que tienen estancado al país, haciendo que los ciudadanos cada
día paguen más impuestos y el gobierno los mal invierta en el gasto corriente o en
obras no tan necesarias en algunos lugares.

De esta manera existen analistas económicos como Carlos Elizondo Mayer-


Serra, en su libro por eso estamos como estamos, establece claramente la
economía política de un crecimiento mediocre en México. Nos muestra claramente
a lo que yo llamo la flojera ciudadana por no exigir mejores resultados a los
gobiernos, que aprueban reformas bajo ciertos intereses y beneficios económicos
que los hagan tener jugosas ganancias, mientras que el resto de los mexicanos
siguen padeciendo la falta de un mejor desarrollo económico del país.
CONCLUSIÓN

Aprendemos día con día, que en México prevalece la falta de igualdad en


competencias dentro de empresas que mantienen arraigado un capital extensivo,
que los ha llevado a crear monopolios de poder, cobijados por políticos corruptos
que se venden al mejor postor y a los intereses económicos de ciertos grupos, que
hoy en día construyen candidatos y los llevan al poder. En agradecimiento a ello
hay que repartirles el botín económico del país.

Se podrán hacer reformas en sectores como el de las telecomunicaciones,


energético, hacendario y muchos más, que desde décadas habían reclamado su
innovación. Hoy son una realidad, que a su vez representan un gran peligro para
el país; el peligro de seguir creando empresas y empresarios que sigan
absorbiendo la riqueza del país, sin generar bienestar ni las condiciones, ni
prestaciones que demanda la ley para los trabajadores.

Es cierto que el desarrollo y crecimiento económico, están apegados al


fenómeno de la globalización y desarrollo económico de otros países; esa
dependencia se ha acumulado a lo largo de los años, derivado de la mala
planeación económica de los gobiernos, y de los sistemas neoliberales que han
implementado, en algunos de ellos nos ha llevado a severas crisis económicas de
las que el país no ha podido recuperarse o sigue lacerado.

La mecánica del desarrollo y su crecimiento esta pues, en fortalecer las


empresas y hacerlas competitivas frente a otras, que la innovación sea la base de
su misión, aunado a ella, el interés por crear condiciones sociales para sus
trabajadores; también la imperante necesidad de que empresas y ciudadanos
paguen los impuestos, que no se generen élites que son beneficiadas y
encubiertas para evasión fiscal; siendo los ciudadanos comunes los que pagan
esas consecuencias y se ven obligados a cumplir con sus obligaciones con los
impuestos.
La distribución de la riqueza equitativa, permitir la competencia, que paguen
más impuestos los que más tienen, que se castigue a las empresas que no creen
riqueza en conjunto y se castigue a aquellos políticos corruptos que usan el poder
para crear riqueza y monopolios de poder en las empresas. Necesitamos abatir la
pobreza, la falta de empleos bien remunerados y el interés de los ciudadanos por
exigir la transparencia y rendición de cuentas, que permitan un buen gasto de los
recursos públicos.
BIBLIOGRAFÍA

1. Bazdresch Parada, Carlos. Hacia un consenso para el crecimiento


económico en México. Economía UNAM, Volumen 3. No.8.
2. Hernández Licona, Gonzalo. Crecimiento Económico en México. 2011.
3. Análisis del desarrollo económico de México, desde el siglo XX, a inicios de
un nuevo modelo. Pág. 218.

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