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Minería urbana: una alternativa para el

reciclaje y la reutilización de metales


Toneladas de restos de televisores, teléfonos móviles y otros
aparatos electrónicos son fuente para la extracción de oro, plata,
bronce y otros metales.

La cantidad de desperdicios electrónicos crece cada vez más en nuestro


planeta, aproximadamente a una velocidad entre 16% y 28% cada cinco
años. Según registros estadísticos, en el mundo se generan anualmente
40 millones de este tipo de desechos, a lo largo de este año se producirán
45 millones de toneladas, y para 2020 esta cifra alcanzará las 50
millones de toneladas.
¿A qué queremos llegar? Pues, al hecho de que toda esta basura
electrónica contiene metales que se pueden recuperar y reciclar
infinidad de veces con el propósito de reutilizarlos para diversos fines.
De eso trata el contenido de este artículo: minería de aparatos
electrónicos o mayormente conocida como minería urbana.
Es importante destacar que el proceso de recuperar metales valiosos
contenidos en residuos tecnológicos o eléctricos puede generar empleo
y actividad económica, además del considerable ahorro que se logra con
la reutilización de estos metales y la reducción del impacto negativo
sobre el medioambiente.
De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de
Naciones Unidas (UNU) de Japón, cada año se emplean en el mundo
16 mil millones de dólares de oro y 5 mil millones de dólares de plata
para la fabricación de artículos tecnológicos; sin embargo, menos del
20% de estos metales se reutiliza.
A través de un estudio, la mencionada universidad y la Iniciativa Global
de Sostenibilidad Electrónica calcularon que una tonelada de placas
electrónicas contiene 200 gramos de oro, y una tonelada de teléfonos
móviles contendría hasta 300 gramos de dicho metal.
Es preciso saber que la mayoría de sobras electrónicas puede contener
oro, plata, cobre, paladio, zinc, platino, estaño, aluminio, tantalio, indio,
cobalto, iridio, entre otros metales. Por ejemplo, un celular puede
contener más de 50 elementos de la tabla periódica.
A través de una investigación sobre operaciones de minería urbana
realizadas por ocho empresas chinas, expertos de La Universidad
Tsinghua de Bejing (China) y de la Universidad Macquarie de Sydney
(Australia) calcularon que los gastos de los procesos de la minería
electrónica o tecnológica son 13 veces menos costosos que los gastos
generados en los procesos de la minería tradicional.
En el libro “Minería urbana y la gestión de residuos electrónicos” se
estima que los costos de tratamiento por tonelada de celulares no llegan
a los 2 mil dólares. Hoy, países como Alemania, Bélgica, Suecia,
Canadá y Japón, importan estos desechos y pagan muy bien por
tonelada.
Haciendo una comparación, una tonelada de tierra en una mina contiene
una media de 5 a 10 gramos de oro, mientras que una tonelada de sobras
electrónicas contiene 100 gramos de oro, y una tonelada de teléfonos
móviles puede contener hasta 100 kg de cobre y tres kg de plata.
En Europa, Corea del Sur, Japón y Australia la minería urbana se está
convirtiendo en una próspera fuente de empleos y riqueza, comparable
-en algunos casos- a la minería tradicional, según un informe de la
International Copper Association.
Citemos el caso de Corea del Sur, que gracias a la minería de aparatos
electrónicos pudo cubrir casi la cuarta parte del total de metales valiosos
que necesitó su industria electrónica en 2016.
Por su parte, Japón, con miras a producir medallas para los Juegos
Olímpicos y Paralímpicos de Tokio en 2020, realizará la extracción de
oro, plata y cobre de 10 toneladas de dispositivos móviles y dos
toneladas de placas madre de ordenadores en desuso, que fueron
juntadas a través de una campaña de reciclaje de la Fundación Chilenter
y la operadora móvil WOM de Chile.
Otro claro ejemplo es la Universidad de Nueva Gales del Sur, en
Australia, donde existe una microfábrica en la cual se aprovechan
toneladas de residuos de televisores, teléfonos y otros aparatos
electrónicos que llegan cada año para procesarlos y producir oro, plata,
cobre y otros metales.
En contraste con otras partes del mundo, estas prácticas todavía no
suelen ser tan comunes en América Latina, donde el reciclaje formal de
residuos electrónicos es mucho menor, y el desarrollo de la tecnología
para llevar a cabo operaciones de este tipo no está tan avanzado.
En el Perú anualmente se generan 37 mil toneladas de basura
tecnológica o eléctrica, de esta cantidad, se recicla y reutiliza solamente
67 toneladas; el resto de los desechos suele desperdiciarse. Si
siguiéramos el ejemplo de otros países -como Corea del Sur- podríamos
procesar los metales contenidos en estos desechos y reutilizarlos un
sinfín de veces, lo que se traduciría en ahorro de costos y procesos,
mejora de la economía y cuidado para el medioambiente.
Si bien, los recursos que nos podría brindar la minería urbana aún no
están irrefutablemente demostrados, podríamos seguir el productivo
ejemplo de algunos países desarrollados; con mayor razón en estos
tiempos, donde la obsolescencia programada viene incrementando la
cantidad de desperdicios electrónicos.
Tengamos presente que cuando botamos un celular o una computadora,
estamos desperdiciando el capital mineral de nuestro planeta tierra. Por
tal motivo, más vale aprender a vivir reciclando y reutilizando, pues
nada dura para siempre.

FUENTE: Tiempo Minero - Edición digital N°52-2018

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