Sie sind auf Seite 1von 19

1

PRINCIPE AZUL
De Eugenio Griffero

Personajes
Juan
Gustavo

Escenario vacío. Noche. Playa. Un viejo banco de plaza


iluminado por un haz de luz circular. Junto al banco un mástil
blanco con una bandera amarilla. Ruido de mar. Chillidos de
gaviotas.
Entra por lateral un hombre de sesenta y seis años. Viste un
ajado traje blanco, con una muy visible mancha azul bajo la
solapa izquierda. Sombrero blanco, zapatos blancos, corbata y
camisa blancas. Se apoya en un bastón de caña. Está algo
bebido. Trastabilla. Zapatea americano.

JUAN: …Llegué primero… yo y mi maldita puntualidad… ni que


fuera oficinista…. (Pausa. Tiembla.) Esto no es frío…
Brr… No tiembles viejo camarada. Prohibido temblar.
(Se sacude. Tic de hombro. Se controla. Saca una petaca,
la destapa, bebe whisky, la tapa y la guarda)… Ya…
ya… (Se calma.)… Ya… ya. (Indiferencia fingida.)
…Lindo mar… Todavía en su lugar… igual que este
banco, esta rambla. (Pausa.) Todo en su lugar. (Apoya
sus dos manos en el bastón. Tic de hombro.) …Todo
igual, cincuenta años. Pasó medio siglo y todo sigue
igual. (Tic. Saca la petaca, bebe, la guarda...) Uff. Uff…
Uff… ya va bien… (Se calma.) ¡¿Qué diría mi público si
me viera beber tan… sobriamente y temblar así?!... (Se
anima.) Me gritarían desde la platea. (Coloca sus manos
junto a la boca como bocina.) ¡-Viejo payaso-! ¡-Fuera el
whisky, tu aliento apesta-! ¡-Bufón, no es lugar para
borrachos-!... ¡-Ja-!... eso dirían… Mi público… puff…
(Amplio gesto de rechazo. Se sienta en el banco. Con
2

desprecio.) …Mi distinguido público… no les voy a dar


ese gusto. ¡-Rufianes-! Este fin de semana escapé del
teatro. ¿-Teatro-? ...ese teatrito de revistas… Teatrito,
ratonera para marineros en celo… (Se sorprende de su
expresión.) ¡-Marineros en celo-!… El mar eleva mi
lenguaje… Marineros calientes… (Pausa. Con orgullo.)
El maestro de escena… (Se señala a sí mismo.) gran
relator de cuentos verdes, toma su franco. (Enfático:) ¡-
Su primer fin de semana libre en años-! Nada de cuentos
verdes para marineritos que no necesitan de cuentos para
tener el transatlántico duro. Jua, jua, jua… (Desborde
forzado de carcajadas. Pausa. Serio.) Ya estoy con mis
salidas estúpidas… Estoy harto de mi imposibilidad de
dejar de ser actor… mal actor. ¡-Ahora, whisky sin
muecas-! (Saca la petaca, bebe, la guarda.) ¡-Ahh… el
olor del whisky y el olor del mar-! Whisky para disfrutar
de este disparate, este mar, este momento. (Apoya sus
codos en sus rodillas. Pausa.) Vengo a cumplir una
promesa de amor. ¡-Ja-! Suena bien… Un pacto sellado
cincuenta años atrás. (Queda con la mirada perdida. Tic
de hombro. Saca la petaca, bebe, la guarda.)
Nos conocimos ese verano. Teníamos dieciséis años, nos
amamos, hicimos el amor durante ese mes a cada
instante, éramos vírgenes… nos asustamos y prometimos
volver a vernos cincuenta años más tarde. (Pausa. Se ríe
suavemente. Llora. Se incorpora, se seca las lágrimas.)
Este chiste es mi cuento más mediocre: cincuenta años.
(Se compone.) Nuestras familias al llegar el otoño
volvieron a sus ciudades, nos llevaron, nos separamos…
Pactamos no vernos… ¡-Oh mar-! ¡-Qué cosas se
prometen con dieciséis años-! (Pausa. Burlón, torpe.)
Esto suena a Romeo y Julieta. ¿-Romeo era Montesco o
Capuleto-?... Nunca lo leí, lo vi por T.V.,… debería
leerlo alguna vez… creo que debería… creo que sí… Me
duele la cabeza, tengo náuseas. Estoy borracho. (Se
levanta, extiende los brazos al cielo, recita:) ¡-Mi
borrachera tiene sólo cincuenta años-! (Se encoje de
hombros, confidente:) Gracias a eso tengo glóbulos rojos
3

alegres. Eso sí, y buen espíritu: miento todo el día. La


mentira es mi verdad… (Canturrea. Pausa.)
Hoy pude escapar de esta ratonera de teatro. Nunca tomé
días libres por temor a que pudieran reemplazarme con
otro “talento” para la comedia fina en ese “teatro”…
(Mueve el bastón por el aire.) Lo mejor de ese lugar es el
olor: una mezcla de cerveza, refrescos, esperma y sudor
de gente de mar… (Apoya el bastón en su hombro.) Soy
un soldado de las tablas. Jamás abandoné, en años, mi
puesto de combate. Ahora tenemos funciones desde las
once de la mañana hasta las cuatro de la madrugada del
día siguiente. Un desfile incesante de soldados, marineros
y estudiantes con ojos de fiebre. ¡-Ja-!... ¡-Y yo con mis
chistes-! (Pausa.) Cuando no digo chistes, vendo
chocolatines en la platea o me disfrazo de osos para el
zoológico erótico. ¡-Soy todo un espectáculo-! Trabajar
de oso dio sus frutos, llegué al cine. (Remarcando las
palabras.) ¡-Dibujos animados-! Doblé los gritos de una
foca en el film: “El Arca de Noé”. ¡-Huac, huac, huac-! ¡-
Genial-! Cuando tenga algo de dinero, compro el film y
lo paso en mis momentos de descanso. (Se sorprende.) ¿-
Mis momentos de descanso-?... (Pausa.) ¡-Qué sería de
ese teatro sin mí-! Soy completo: limpio la platea, arreglo
las cuentas en la boletería. El dueño me necesita, soy su
más fiel “empleado”, ni pido aumento, no falto… Amo
ese espacio… Ese galpón estrecho y yo: el viejo cochino
que dice cochinadas… ¡-Ese soy yo, mar-! (Pausa. Se
incorpora y actúa como maestro de escena iluminado por
un círculo de luz.) Mi número principal está cargado de
fantasía y buen gusto. Lo hago con tres coristas, tres
viejas, viejas, muy viejas amigas… Un círculo de luz,
una burbuja pálida sobre el telón negro y ¡-comienza-! ¡-
Tambores-! ¡-Tururururururá-! y las presento: ¡-queridos
muchachos, tengo para ustedes a las más bellas pasajeras
de la noche-! ¡-Reinas del amor-! ¡-Juguetes dóciles que
responden a todos los deseos-! (Con sorna.) …Mujeres, o
algo parecido… ¡-Jaja-! ¡-Mimí-! (Imita grotescamente a
la vedette.) …y entra Mimí cubierta de plumas, algo
4

ajada, sumergida en su asma pero todavía caminando y


aullando cuando saben tocarle el arpa… ¡-Marta-! algo
sorda y de pechitos duros. ¡-Jajaja-! …y; ¡¡-María-!! ¡-La
dulce María-! Cubierta de globos que no hay que pinchar:
suave, de mirada extraviada y totalmente chueca, ¡-jajaja-
!... ¡-Y yo-! El viejo joven, amigo de la casa. El mago
Merlín, para servirlos. ¡-jajaja-! (Silba metiendo los dedos
en la boca, ríe y aplaude entre sonidos de marcha de
revista musical.) Me saco el sombrero, coloco dos huevos
y una salchicha dentro (lo hace) y lo que saco, duro,
gordo, enrojecido, lo uso para correr a las chicas.
(Escena.) ¡-Jajaja-! (Tose. Se atora. Pausa.) …¡-Qué
papelón-! ...Todas las noches igual en sucesivas y
repetidas y reiteradas funciones… Toda mi vida igual.
(Saca una cajita con rapé. Pellizca un poco. Lo huele,
cierra y guarda la caja.) Me falta sólo hacer crítica
teatral y mi fracaso sería total. El mago Merlín. ¡-Bah-!
(Pausa. Se vuelve.) Este banco no cambió… Esta playa
tampoco… Sólo cambió Juan… ¡-Cuánto tiempo que no
escucho mi nombre-! …Juan… Juan… Suena bien…
Juan… ¿-Juan, conocés la última picardía de tu
hermanito, el Mago Merlín… ese honesto empleado que
no pide aumento-?... Te la cuento Juan… Te la cuento…
El Mago Merlín se escapa por las madrugadas de las
camas donde hizo el amor, robando a sus víctimas, que
duermen agotadas por sus incontables e inconfesables
mañas físicas. Tu hermano roba, Juan. Es un pícaro.
(Saca la petaca, bebe y la guarda.) No quiero robar esta
vez. No vine aquí a robar, ¿-verdad Juan-? No vine a
robar… (Pausa.) ¡-Cómo estará-!... Hace cincuenta
años… ¿¡-Habrá envejecido tan mal como yo-!?... ¿¡Se
habrá casado-!?... ¿¡-Tendrá hijos-!?... ¿¡-Habrá olvidado
la cita-!?... (Pausa prolongada.) ¿¡Habrá muerto-!?...
Noche… noche… mar, ¿-qué hago aquí-?... ¡-La vida me
debe una oportunidad-!... ¡-Esta es mi oportunidad-!... ¡-
La necesito-!... Toda la basura que viví debe tener una
recompensa… Soy una criatura de Dios… (Llora con la
cabeza gacha.) Padre… ¿¡-por qué me has abandonado-
5

!?... (Llora. Estalla en una carcajada. Se aleja del lugar y


señalándolo se ríe de sí.) El drama es mi estilo, ¡-Jua jua
jua-!... (Pausa.) Si todo volviera a empezar… sería actor
dramático. (Pausa.) Ya jugué mi juego de dados… ¡-
Brummm-!... Mis dados estaban lisos, sin números. Estoy
solo y viejo. (Pausa. Tararea suave. Silencio.) Querido
bufón, los chistes verdes, el whisky y tu tiempo ocupado,
te quitaron todo… (Pausa.) …Mar, cuando tenía dieciséis
años entraba en tu agua montado en un caballo. Me
salpicabas, mar. Arremangaba mis pantalones pero me
mojabas. A veces, para escandalizar a mis amigos,
montaba desnudo. Bañaba a mi caballo y me bañaba yo.
¡Cómo me gustaba eso!... Ese instante… Yo gritaba al
viento: ¡Seré un gran actor!... (Pausa. Fugaz, expresión
de desconcierto – extravío.) …Todavía tengo tiempo…
sí, tengo tiempo… (Saca la petaca, intenta beber, está
vacía.) Petaca inmunda; me traicionaste, tengo que
cargarte de nuevo… hay que ir al pueblo… (Trastabilla.)
Me retiro mar, pero vuelvo. ¡-Juan-! ¡-Merlín no quiere
robar esta noche-! Merlín es un buen chico. Esta noche
no quiere robar… Espera su amor… No va a robar…
Esta noche no. (Se mira la solapa. Sacude su visible
mancha azul.) Esta solapa, este traje está arrugado y
sucio… (Se retira tambaleante por el lateral por el que
entró.)

Ruido de mar. Pausa. Entra por el lateral opuesto un hombre


mayor. Viste un ajado traje blanco con una muy visible mancha
azul bajo su solapa izquierda. Sombrero blanco, zapatos blancos,
corbata y camisa blancas. Se apoya en un bastón de caña. Tiene
paralizada la mitad de su cuerpo. Arrastra esa parte
grotescamente. De su mano quieta pende un hilo con un paquetito
con galletitas.

GUSTAVO: …Este traje, la solapa está arrugada. Le dije a Marta


que lo enviara a la tintorería, pero para ella la tintorería es
un lujo. (Pausa. Mira a su alrededor.) ¡-Qué oscuro está,
algo malo puede ocurrirme-! (Mira a derecha e
6

izquierda. Intenta girar, no puede.) Marta está cada vez


más avara, no era así en nuestros primeros años de
casados. (Se apoya contra el banco, intenta sentarse. No
puede.) …Ahora está cada vez peor, empezó por anunciar
el precio de las manzanas, las bananas, el café… (Mira
asustado hacia el lateral por el que salió Juan Merlín.)
Nos tortura con el precio de todo lo que comemos, y
ahora suprimió el agua con gas: ¿¡-Para qué gastar en
burbujas-!? Esta Marta. (Pausa.) ¿-Qué hora será-? (Se
esfuerza. El reloj está en la muñeca del brazo paralizado.
Gestos cómicos intentando alcanzar con la mano sana la
muñeca del otro brazo que se escapa. Lo logra.)
…Apenas distingo el reloj. Debo ir al oculista. Estoy casi
ciego. No debo olvidarlo. Es que apenas tengo tiempo
para mis propias cosas. (Observa asustado más allá de la
luz.) ¡-Qué soledad-! ¿-Caeré en una trampa-? (Pega un
pequeño salto. Adelanta un pie. Se coloca en guardia con
dificultad. Cae el brazo quieto.) Ya verán… ya verán…
No les daré oportunidad… (Pausa. Medita.) …Nadie
supo que venía hacia este lado de la ciudad: conocidos no
me atacarán, esos no. Pero pillos circunstanciales…
podría ser. Esta zona tiene mala fama. Vine sin
guardaespaldas. (Ruido seco. Se alerta, lleva la mano a la
oreja para escuchar. Se calma.) ¡-Uff… qué noche-! …Y
además con esta neblina… Espero que no pase nada
malo. De ser turista, podría justificar mi presencia aquí,
pero no sólo vivo en esta ciudad, sino que soy juez en lo
criminal y no puedo decir que desconocía la pésima fama
de este lugar. Aparecería mi nombre en los diarios:
Nuestro Juez Superior es atacado en los muelles. No
quiero pensarlo. Una mancha en mi carrera. (Se observa
la solapa. Intenta limpiar la mancha azul.) …¡-Marta-!...
¡-Marta-!... con tus tres defectos: vieja, esposa y avara….
¡-Hum-! ¡-qué humedad-!... A mi edad… no debería
haber venido… (Pausa.) …¿-Qué dirían mis nietos si me
vieran aquí-? (Voz chillona.) ¡-El viejo chocho quiso
pescarse una pulmonía y se largó a la playa-! Eso
dirían… (Reflexivo.) ¡-Viejo chocho-!... Yo cabeza de la
7

magistratura de este país, perseguidor de los que burlan la


ley, llamado viejo chocho por sus nietos-!... ¡-Bah…-! ¡-
quizá tengan razón-! (Pausa. Se sienta en el banco
trabajosamente. El paquetito se bambolea desde su mano
quieta. Mira asustado hacia un lateral. Pausa breve.)
…Juan no vino… me equivoqué… ¡-Esperé este
momento durante tanto tiempo-!...Esperé cincuenta años,
Juan… No te olvidé. No quise olvidarte (suspira) qué
alivio poder decirlo sin temor. Te amo Juan… fuiste el
gran amor de mi vida. Tu amor es lo único que no se
perdió en mí en cincuenta años… Nadie lo supo…Creo
que ni yo mismo lo supe. Durante cincuenta años
persistió una fecha: este día…Cumplí. Volví…lo prometí
a los dieciséis años y cumplí (pausa) La vida pasó rápido:
mi mujer, mis hijos, mi carrera, mis nietos. Siempre
corriendo, ocupado, organizando,
estudiando…progresando… Mi vida… todo eso…
(Pausa. Salida sorpresiva) ¡-Puff-! ¡-Todo era un globo-
!...En este instante toda mi vida es más liviana que el
aire… ¿¡- Fue mío todo eso-!?...(se ríe burlándose de sí)
¡- Los centenares de pillos que envié a la cárcel-! ¡-
Yo, el juez supremo, con una fecha en su alma-
!...Realmente Juan, no pude olvidarte (se compone) El
verano pasado mi nieto menor me insultó, me dijo: ¡-
viejo marica-! Yo miraba a un muchacho que jugaba con
una pelota en la playa. Tenía tus piernas Juan. Eran
columnas perfectas: tus tobillos, tus muslos. Buscaba tus
piernas en esas piernas. Te buscaba Juan. Buscaba la
perfección de tu cuerpo ¡-Jaja-! Mi nieto menor, el que
más quiero, me hiere siempre. (Mira a los laterales
inquieto) Me molesta no tener nada que hacer, yo que leo
hasta en el baño, debería haber traído un libro (Mira al
paquetito.) Compré estas galletitas secas para mi nieto
diablo (Pausa. Hacia el mar.)…Juan… Marta, mi mujer,
me engañó. Una noche, hace años, en verano, en la casa
de unos amigos, escuché desde el jardín la voz de Marta
que decía, jadeaba…¡-No-! ¡-No-! ¡- Por favor-! ¡-No-
!...El dueño de casa la abrazó… la oí…Ella se resistió un
8

instante, sólo un instante y después… después… No me


pude mover… Mi alma se detuvo… Me engañó… Bastó
que alguien insistiera un instante para que ella… aún
resuena en mis oídos: ¡-No, no. Por favor-! Así fue
(Pausa. Con esfuerzo saca una galletita y la masca.
Pausa.) Con Marta todo siguió igual. Somos una
excelente pareja… eso creo, a pesar de su avaricia y esto
(señala a su medio cuerpo quieto). Hace dos años Juan,
esta parte de mi cuerpo, se cansó de trabajar y dijo adiós.
Y comencé a arrastrar a este medio cadáver mío. Desde
entonces somos dos y nos conocemos bien, me quejo de
él, lo reto, lo visto… esta parte mía no me lleva el apunte.
Descansa, Quiere descansar… y yo me agito como
siempre. (Saca otra galletita y la masca. Pausa) Tengo
miedo que me veas Juan… ¡-estoy tan viejo-! (ruido
seco. Se alerta) ¡-Un ladrón-! ¡- lo huelo a cien metros-!
Descubro al delincuente, al vicioso, al estafador, mejor
que nadie. Soy más sabueso que el mejor de los perros.
(Levanta el bastón amenazante.) ¡-No vas a
sorprenderme, bribón-! (Pausa. Se calma.) …Son mis
nervios… es que… este momento, este lugar. (Pausa.
Mira el mar) ¡- Qué silencio-! ¡- Qué paz-! (mira la
bandera)… Bandera amarilla… mar inestable… Vida
inestable… (Pausa)…Nunca tuve tiempo para mí ¡-
Jamás descansé-! (Saca otra galletita, la masca.)… Viejo
amigo, ¿-vivirás -? ¿¡-Vine yo solo a nuestra cita-!?... ¿¡-
Cómo habrás vivido-!?... eras tan hermoso, tan alegre.
Estas galletitas están húmedas, me gustan crocantes. Tus
pies Juan, besé cada dedo… Las de chocolate están
mejor, parecen húmedas, pero el centro está crocante. No
son buenas; no compro más en esa confitería (pausa.
Alerta. Husmea en dirección al lateral por el que saliera
Juan.) ¡-Hay un ladrón cerca-! ¡-No me equivoco-! (Se
incorpora, estira su cuello, inclina su columna. Postura
de perro de caza, se escucha cantar por el lateral. Entra
Juan. Trastabilla.)
9

JUAN:…Los barquitos, los barquitos flotan el mar azul y las


gaviotas y las gaviotas (se detiene bruscamente,
expresión de horror por lo que ve. Da un salto y gira,
queda de espaldas) ¡- Dios mío-! ¡- Este esperpento no
puede ser él-!
GUSTAVO: (Gira trabajosamente y también queda de espaldas.
Expresión aterrada) ¡-No-! ¡- Yo me escapo, este
payaso, qué burla, Juan este payaso-!

JUAN: Fue una estupidez venir, fui un tonto.

GUSTAVO: Además de ladrón ¡-borracho-!

JUAN: ¡- Qué viejo-! (retroceden de espalda, hasta chocar una


con la otra. Se vuelven)

GUSTAVO: Perdón distinguido seños, no fue mi intención…

JUAN: Ni la mía, esta oscuridad es algo…

GUSTAVO: (Logra progresivamente una expresividad vulgar en


tanto Juan se comporta con sobriedad)
GUSTAVO: Yo supuse que el tranvía no pasaba por aquí, visito
esta zona… ¿¡-es un muelle verdad -!?...
JUAN: No hay tranvías en esta ciudad. En efecto esto es un
muelle. No sólo es un muelle, es una zona peligrosa.

GUSTAVO: ¿-Peligrosa-? …Las cagaditas de las gaviotas tal


vez…¡-Jajaja-!

JUAN: No entiendo su ironía…peligrosa por los robos…

GUSTAVO: (furioso) Nadie me roba a mí con dos trompadas le


vuelo los colmillos.

JUAN: Por ahora no hay problemas… (Pausa. Mira el mar…)


Lindo mar…
10

GUSTAVO: ¡-Si, sí-!... ¡-Lindo mar-! Aunque no se por qué digo


lindo; me revienta el mar. Tanta agua… y debajo de esa
agua, tantos bichos que acechan… (Pausa) Este invierno
es frío…

JUAN: Si, frío y húmedo.

GUSTAVO: (tiritando) Si, frío, húmedo y ventoso, ideal para una


pulmonía.

JUAN: ¿-Vive usted en la ciudad -?

GUSTAVO: No, ni la conozco, vivo lejos de aquí… Vivo en…


un camión, recorro el mundo con un circo: soy clown…

JUAN: ¿¡-Clown-!?

GUSTAVO: Payaso, para algunos… divierto a la gente. Digo


chistes, ruedo, salto.

JUAN: ¿¡-Rueda y salta-¡?

GUSTAVO: Aunque no lo aparente, hago maravillas con mi


cuerpo… ¿- Y usted- ?...

JUAN: Yo soy Juez

GUSTAVO:(pausa) ¿¡-Juez -!?

JUAN: Y tampoco vivo en esta ciudad…

GUSTAVO: …Usted es juez… difícil tarea…

JUAN: No tanto. Basta con leer la ley y aplicarla.

GUSTAVO: ¿Puede usted hacerlo?...


11

JUAN: …A veces… a veces me dejan leer la ley… (Pausa.) Sí, a


veces, sobre todo para asuntos menores, usted sabe…

GUSTAVO: Sí. Lo se… Vino a esta playa…

JUAN: Vine a este lugar porque dicen que años atrás, traían a esta
playa caballos, y los bañaban en el mar. Los caballos
estaban montados por muchachos que arremangaban sus
pantalones hasta las rodillas… entraban en el mar y
jugaban con las olas. Los caballos avanzaban,
retrocedían, jugaban carreras saltando por sobre la
espuma del mar, jugaban hasta el anochecer: caballos y
muchachos eran siluetas cubiertas por el sol, después por
las sombras… y después…

GUSTAVO: ¿¡- Y después-!?...(pausa)

JUAN: No recuerdo.

GUSTAVO: Intente recordar… (Pausa.)

JUAN: Tal vez si fuera de día y hubiera sol… es de noche…

GUSTAVO: Cierto…

JUAN: (saca la petaca, la destapa, la ofrece a Gustavo)

GUSTAVO: No gracias, no bebo, no a esta hora… es mala


hora… Usted lo dijo, es tarde ya…

JUAN: No, no es mala hora, lo es para recordar, no para beber.

GUSTAVO: ¿¡-Está usted seguro -!?

JUAN: (pausa) No. No lo estoy (pausa)

GUSTAVO: …Creo que usted tiene razón… tal vez la hora sea
buena para beber… (Gustavo bebe. Devuelve la petaca.
12

Bebe Juan sin limpiar el borde. Invita nuevamente a


Gustavo. Este vuelve a beber. Pausa)

JUAN: Me gusta descansar así… (Pausa, señala a la bandera)…


El mar está inestable… ¿-Por qué emplearon el color
amarillo para anunciar al mar inestable-?

GUSTAVO: …Cierto… ¿-Por qué el amarillo-?

JUAN: …El rojo parece adecuado para anunciar el peligro…pero


el amarillo… ¿-quién habrá dicho-? Rojo: peligro.
Amarillo: inestable. Blanco: mar calmo… ¿-Quién lo
impuso así-?

GUSTAVO: …Alguien…

JUAN: …Cierto….alguien…alguien, alguien…

GUSTAVO: ¿-Le molesta-?

JUAN: …Tal vez… lo que me llama la atención es que nunca,


antes de hoy, me había hecho esta pregunta… (Gustavo
vuelve a beber. Devuelve la petaca. Pausa prolongada)

GUSTAVO: (Se ríe) Este whisky… cuando miro al mar no puedo


dejar de reír.

JUAN: ¿¡- Lo hace feliz-!?

GUSTAVO: No, recuerdo mi mejor chiste. Mire, una situación


algo parecida a la nuestra... dos viejos amigos estaban
sentados en un banco frente al mar y uno le dice al otro:
¿¡-Ves lo que yo veo-!? ¿¡-Qué ves-?! pregunta el otro
amigo. Veo a un hombre delgado, con mirada celestial,
vestido con una túnica y que camina descalzo sobre el
agua. Viene hacia nosotros. El otro amigo se alarma y
pregunta ¿¿¡¡-Camina sobre el agua-!!?? Sí- responde el
otro, y aquí llega. En efecto, del agua salió un hermoso
13

hombre, estaba apurado, apretaba las piernas-buscaba un


baño (pausa .Bebe nuevamente de la petaca que le ofrece
Juan. La devuelve) ¡-Ja ja-! Ese hombre se acercó al que
lo había visto primero y le preguntó: Hermano, ¡-dónde
hay una Iglesia-? Los amigos se sorprendieron y
respondieron juntos: Cerca de aquí, a dos cuadras. ¿¡-
Cómo hago para reconocerla-!?- preguntó el señor que
salió del mar. Es fácil, contestó uno de los amigos, en el
frente tiene un cartel que dice:”Salva tu alma” El señor
de mirada celestial pensó un segundo y preguntó: ¿¡- Hay
algún otro dato-!? Sí, dijo uno de ellos, debajo de ese
cartel hay otro que dice:”Horario de 8 a 20 horas”, jua jua
jua (La risa de Gustavo estalla disparatada. Juan no se
sonríe.) ¡-Bárbaro-! ¿¡-No es bárbaro-!? “Horario de 8 a
20 horas” Jua jua jua… Es bárbaro. De noche nadie se
salva…

JUAN: (Pausa.) …Su chiste…

GUSTAVO: ¿No le resulta bueno?

JUAN: …No, no es eso… es que… esa insistencia en el mar


(pausa) ¡Qué extraño, a propósito del mar!... En mi
estudio tengo tres secretarias, son viejas, viejas, muy
viejas empleadas mías. Se llaman Mimí, Marta y María.
Me regalaron hace un año, para el día de mis cumpleaños
un mantel. El mantel tenía un dibujo. Uno de esos dibujos
logrados con la superposición de puntos. Muchos
puntidos unidos dibujan algo. Al principio no me di
cuenta, pero el dibujo representaba al mar…

GUSTAVO: ¿El mar?

JUAN: Si, en efecto, el mar

GUSTAVO:…El mar… qué raro… esa insistencia en el mar….


14

JUAN: Así es. Luego de haber descubierto eso, una inquietud


comenzó a invadirme en cada almuerzo y a cada cena,
sólo lo uso en almuerzo y cena

GUSTAVO: ¿No tomo té?

JUAN: No, té no, sólo bollos…bollos sin té…

GUSTAVO: …Ahhh…

JUAN: ...¿Le extraña?

GUSTAVO: Sólo dije ahhh…

JUAN: Ahh… Bien, prosigo entonces… Un mediodía, almorzaba


una linda milanesa con papafritas y miré más allá de mi
plato hacia el mar del mantel…Todo sucedió tan
rápido…

GUSTAVO: ¿Qué sucedió?

JUAN: ¿Tendrá sentido contarlo?

GUSTAVO: Quizá no, pero inténtelo…

JUAN: …El caracol salió del agua…

GUSTAVO: ¿Qué?...

JUAN: Sí, salió de la espuma de una ola, del mar del mantel…

GUSTAVO: …¿Usted comía papafritas y milanesas?

JUAN:… Si…. ¿Cree usted que comer papafritas y milanesas es


un indicio… de algo?

GUSTAVO: Tal vez…pero continúe, por favor…eso de las


papafritas y milanesas me resulta asombroso…
15

JUAN: El caracol trepó al plato, tomó una papafrita entre sus


antenas…

GUSTAVO: (amenazante. Firme) ¿La papafrita era de las


sequitas o de las aceitosas?
JUAN: (alarmado)… sequita…

GUSTAVO: (se revuelve)…Me desconcierta aún más….

JUAN: … Con la papafrita sequita entre sus antenas, se zambulló


en el mar y desapareció entre las olas.

GUSTAVO: …¿Qué olas?

JUAN: …Las del mantel… las del mar…

GUSTAVO: Ahh…

JUAN: ¡Usted con sus ahh!... Sus suspiros me confunden. No


llego a comprender porque suspira usted…

GUSTAVO: …. No se preocupe por no entender. Entender no


basta… ni siquiera alcanza. A veces creí comprender algo
de la vida, pocas veces, por suerte reconocí a tiempo que
esa certeza era otro tipo de engaño… (Pausa prolongada.
Miran al mar.)…¡Cuánto tiempo!

JUAN: ¿Tiempo?

GUSTAVO: ¡Cuánto!... Recuerdo a un amigo, un viejo amigo…


hace cincuenta años le gustaba montar a caballo y entrar
en el mar. Cabalgaba sobre las olas con otros jóvenes
audaces. Yo no me atrevía a hacer lo mismo. Lo esperaba
en al playa, en la seguridad de la playa, construyendo
castillos en la arena que luego el mar los destruía…

JUAN: … Ese amigo suyo me recuerda a alguien…


16

GUSTAVO: …Yo lo esperaba en la costa. Volvía a la playa, sólo


cuando las sombras de la noche y la sal del mar
quemándole la piel lo obligaban a retornar… El jugaba en
el mar para mí, su único espectador. Al volver a la costa
me contaba historias de mar, como ésa, como la de sus
papafritas… me gustaba escucharlo… bastaba
escucharlo… era suficiente…

JUAN: …¿Siguen siendo amigos aún?

GUSTAVO: … Creo que un caracol…. El mismo caracol de su


mantel, lo tomó entre sus antenas y lo llevó mar adentro
con su caballo, hace cincuenta años…

JUAN: …Cincuenta años… (Pausa prolongada. Miran al


mar)…Una gaviota….

GUSTAVO: ¿- Dónde-.?

(Juan eleva su brazo extendido y con su índice señala en el cielo


a un punto n el extremos derecho y mueve su brazo
levantando, lentamente, hasta el extremo izquierdo. La
mirada de Gustavo sigue el camino trazado)

GUSTAVO: (con asombro) ¡-Una gaviota-!... Cruza el cielo…


parece un punto blanco.

JUAN: Es un punto blanco que cruza el cielo…Dicen que vuelan


hacia África.

GUSTAVO: ¿-Africa-? …No conozco Africa…

JUAN: Esa gaviota no vuelve más…

GUSTAVO: ¿-No vuelve más-?

JUAN: Va a morir a Africa.


17

GUSTAVO: ¿-Va a morir-?... ¿-Tan lejos-?... ¿-no la veremos


más-?
JUAN: Nunca más…

GUSTAVO: …¿-Va a morir, va a estirar la patita en Africa… tan


lejos… por qué en Africa-?

JUAN: Va a morir sola… le avergüenza envejecer….

GUSTAVO: (Pausa.) …¿-Y en Africa, pierde la vergüenza-?

JUAN: En Africa estará sola.

GUSTAVO: ¡-Ahh-! (Pausa, quedan en silencio. Ruido de mar.)


…Tengo frío…

JUAN: ¿-Quiere más whisky-?...

GUSTAVO: No gracias. Tengo que irme.

JUAN: Yo también…

GUSTAVO: Me siento bien con usted.

JUAN: Yo también con usted.

GUSTAVO: Es difícil sentirse bien con alguien a quien se acaba


de conocer.

JUAN: Sí, es muy difícil…

GUSTAVO: Muy difícil. (Se incorpora.) ¿-Una galletita-?...

JUAN: Sí… (Juan toma una galletita. Gustavo toma otra y las
comen mirándose. Pausa.) …Quisiera saber… -Cuando
viaja usted en ese camión, en el circo, trabajando como
clown… ¿-viaja acompañado o solo-?
18

GUSTAVO: (Voz turbia por la emoción:) Acompañado. Mi


camión es grande. Me acompaña mi esposa, se llama
Marta, es algo avara pero es una buena compañera.
Vienen mis hijos, tengo tres y mis tres nietos. Uno de
ellos, el que más quiero, el menor, es un diablo…
(Pausa.) …¿-Y usted-?... ¿-Su familia-?...

JUAN: (Pausado. Cálido.) No tengo familia. Vivo solo. (Pausa


prolongada.)

GUSTAVO: Siento tanto frío… nunca en mi vida tuve tango


frío…

JUAN: Arrópese: (Juan le levanta las solapas del saco a


Gustavo. Observa las manchas azules…) tiene una
mancha.

GUSTAVO: …Usted también… es azul…

JUAN: ¡-Sí-!, azul… (Pausa.) No es ni blanco, ni rojo, ni


amarillo… es un lindo azul. (Pausa.)

GUSTAVO: (Afirmando el cierre del saco.) Cierto, un azul


hermoso… Gracias, por cuidarme del frío. Nunca, jamás,
nadie me ha cuidado. Usted es un buen hombre.

JUAN: (Extiende su mano para saludarlo.) …Adiós…

(Gustavo extiende su mano, se adelanta y se abrazan suavemente,


quedan así unos segundos. Se separan.)

GUSTAVO: Adiós… (Gustavo gira, da unos pasos con lentitud.)

JUAN: ¡-Gustavo-! (Queda mirándolo. Gustavo se detiene, gira y


lo mira sorprendido.)

GUSTAVO: …¿-Conocía mi nombre-?...


19

JUAN: Sí, usted lo mencionó al pasar…

GUSTAVO: (Se acerca.) Ahh… sí, al pasar.

JUAN: Se le cayó esto. (Juan saca de su bolsillo, frente a la


mirada calma de Gustavo, un reloj, una billetera, una
lapicera y se los entrega. Gustavo los guarda en silencio,
gira y se aleja lentamente. Juan también gira y se aleja
en dirección opuesta.)

GUSTAVO: (En tanto se aleja.) Sí, sí, se me cayó. Soy un


descuidado. Pierdo todo. Gracias, gracias, Juan…

JUAN: (Si volverse.) De nada, Gustavo.

(Salen por laterales opuestos. Escena vacía. Aumenta el ruido del


mar y del viento junto al chillido de una gaviota. Luz que
disminuye suavemente. Oscuridad.)

FIN

Das könnte Ihnen auch gefallen