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26 consejos para mantener tu coche

siempre como nuevo


Noelia López
Junto al mantenimiento habitual, existen una serie de cuidados extra y algunas
cosas que debes evitar a toda costa para minimizar los efectos del paso del
tiempo en tu coche.
Si pones en práctica estos 26 consejos conseguirás alargar la vida de tu coche:

1. Evita los trayectos cortos frecuentes


En frío, al arrancar, no solo el rozamiento de piezas mecánicas es elevado, sino
que el aceite, en un trayecto corto, no coge la temperatura idónea, y el
combustible y el agua condensada se mezclan.

2. Lávalo con regularidad


Lo mejor es ir a una estación de lavado y usar agua a presión. Incidir en las
zonas menos accesibles, por ejemplo bajo las aletas. Nunca uses el agua a
presión sobre el motor. Podrías dañar gravemente algunos componentes
electrónicos.

3. Protege la pintura
La luz el sol, los insectos o los excrementos de pájaro son dañinos para la
pintura en el día a día. La mejor manera de protegerla es con un encerado.

4. Trata los daños de la pintura


Si hay rayones o marcas visibles en la carrocería no conviene dejarlos sin tratar,
porque pueden derivar en óxido. Hay unos pinceles y lápices especiales para
ello; solo tienes que pedir el código exacto que corresponda a la pintura de tu
coche.

5. Protégelo de las piedrecillas


¿Conduces mucho por autovía? Entonces deberías ponerle una capa adhesiva
transparente al capó en la zona del frontal y las aletas. Al llegar a tu destino se
puede retirar fácilmente y durante el viaje evitarás que el paragolpes y el capó
resulten dañados por las chinasdel camino.
6. Mantenimiento de llantas
Conviene desmontar las ruedas de vez en cuando; así evitas que se quede
suciedad incrustada que puede llevar a un deterioro mayor.

7. Evita el exceso de calor


Al estacionar tu coche, mucho mejor buscar siempre zonas sombreadas,
especialmente en primavera y verano. Exponer a tu coche al sol constante
puede dañar la carrocería, así como algunos componentes electrónicos,
especialmente en los coches más modernos.

8. Controla el nivel de aceite


No esperes a que se encienda el piloto del aceite en el cuadro de mandos,
porque muchas veces ya está por debajo el mínimo. Lo mejor es comprobarlo
regularmente con la varilla y rellenar cuando haga falta.

9. Cambia el aceite regularmente


El aceite del motor se convierte en grasa, y recoge partículas de metal que
surgen del rozamiento, que pueden terminar en la zona de combustión.
Cumplir siempre a rajatabla los intervalos de cambio dados por el fabricante,
y con el aceite y la viscosidad recomendados.

10. Sé riguroso con los calendarios de mantenimiento


Solo cuando el taller sigue los puntos de revisión dados por el fabricante,
tienes cierta garantía de que no dejará nada al azar. Y así se reconocen con
más antelación determinados fallos, si los hubiere, y se evitan averías más
graves.

11. Evita los talleres "pirata"


Busca siempre un taller de confianza. Si no es oficial, mejor si tienes referencias
de algún amigo o familiar. Si vas siempre al mismo, el mecánicos termina
conociendo al dedillo tu coche, sus puntos fuertes y sus debilidades.

12. Cambia la correa de la distribución


Seguir con rigor los intervalos de cambio de correa dados por el fabricante es
la mejor forma de evitar tener que hacer frente a una de las averías de coche
más caras.
13. Controla con regularidad la presión de neumáticos
Muchas veces nos damos cuenta de que llevamos la presión de los
neumáticos muy baja cuando es demasiado tarde. Si falta aire, las gomas se
pueden sobrecalentar al circular a altas velocidades.

14. Cuidado con los bordillos


Ya no solo por los bajos: tus neumáticos pueden sufrir daños, que no se
manifiestan hasta que está circulando por carreteras.

15. Cuida los plásticos


Cuando laves el coche por dentro, ten cuidado de no usar productos de aceites
minerales o muy abrasivos, que pueden dañar las gomas y los plásticos.

16. Cambia de marcha con suavidad


No solo me refiero a la forma en la que debes tratar a la palanca de cambio:
también de cómo hay que pisar el pedal izquierdo. Si no, el embrague te puede
durar menos de 15.000 kilómetros porque elevas mucho el rozamiento.

17. Analiza las cavidades


Los coches modernos están bien protegidos contra la corrosión, pero
igualmente es conveniente analizar regularmente con endoscopio los bajos y
las cavidades del coche y, si es necesario, aplicar en algunas zonas cera o
protector antióxido.

18. Conduce en la temperatura idónea


Después del arranque el frío, los diferentes componentes del coche cogen
calor de forma desigual. También el aceite se toma su tiempopara lubricar
correctamente todas las áreas. Por eso, en los primeros kilómetros, mejor no
pasar de las 2.500 vueltas.

19. Evita arranques en frío innecesarios


Recuerda que durante los primeros kilómetros es cuando más se desgasta un
motor.

20. Evita también pasarte de revoluciones


Los que realizan muchos kilómetros lo saben de sobra: muchas vueltas significa
mucho desgaste. Lo óptimo, en viajes largos, es no pasar en la medida de lo
posible de las 3.500 rpm.
21. Controla los conductos y aperturas
Si se obstruyen, pueden llegar a producir humedad en el interior y, por
ejemplo, empañar los cristales.

22. Revisa las ruedas por dentro


Si has subido a algún bordillo a una velocidad elevada, puedes haber producido
algún daño en la carcasa, en la parte interior de la rueda, que no se ve desde
fuera.

23. Usa correctamente el climatizador


Arranca siempre el coche con el climatizador apagado. Si no, el estárter tiene
que soportar una carga mayor, ya que debe girar también el compresor. Si
hace mucho calor, abre antes las ventanas y deja que entre al aire unos
minutos.
Recuerda que tienes que revisar el sistema de climatización regularmente. De
media, pierde al año un 10% de líquido refrigerante. Y el secador se desgasta,
y hay que cambiarlo cada tres años.

24. Usa los frenos correctamente en montaña


Si desciendes por un puerto, es mejor evitar llevar el pedal del freno
permanentemente pisado, porque así calientas demasiado los frenos. Mejor
combinar el uso del pedal con el freno motor. Los discos te lo agradecerán.

25. No ignores los rastros de pérdida de líquidos


Un poco de agua bajo el coche no es para alarmarse. Pero si la marca es
abundante, puede suponer que el refrigerador tiene un agujero, o que algún
tubo se ha vuelto inestanco por la cal. Estar muy atento a otro tipo de gotas
en el suelo: aceite (color caramelo a marrón), líquido refrigerante (verde o
naranja), líquido de la transmisión (rojo), líquido de frenos o servodirección
(incoloro). En caso de la mínima duda... ¡Al taller!

26. No olvides el freno de mano


En cuanto haya la mínima inclinación, ponerlo siempre, especialmente si tu
coche es automático. Y aún más importante: ¡Acuérdate de quitarlo antes de
empezar a circular!

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