Sie sind auf Seite 1von 9

Fabulas

1)
La zorra con el rabo cortado. Fábula para niños de Esopo

Una zorra, a la cual un cepo le había cortado la cola, estaba tan


avergonzada que decidió aconsejar a las demás compañeras
cortarse también las suyas; de esta manera disimularía su defecto.

Convencida por su decisión, reunió a todas, diciéndoles que la


cola era un feo agregado, una carga inútil. Pero una de sus
compañera, tomó la palabra y dijo:

- ¡Oye hermana!, si no fuera, en este momento por tu propia conveniencia, ¿nos darías este
consejo?

2 ) Cierto día, le dijo un cervatillo a un ciervo:

- Padre, eres mayor y más veloz que los perros y, además,


tienes unos cuernos magníficos para defenderte; ¿por qué
huyes delante de ellos?

El ciervo, riendo, respondió:

- Tienes razón, hijo mío, pero no sé lo que me sucede; en


cuanto oigo el ladrido de un perro, inmediatamente me doy a la fuga.

Moraleja: Las razones más convincentes a veces no bastan para cambiar un ánimo
temeroso

3)
.El rey de la selva, agobiado por los años y casi
sin poder moverse, estaba en su guarida.

Todos los animales habían decidido vengarse


por todos los malos tratos que les impuso
cuando él era joven y fuerte: el caballo le daba
una coz, el lobo una dentellada, el buey una cornada...

El león aguantaba sin quejarse, hasta que vio correr al asno hacia su morada. Entonces
exclamó:
- ¡Esto es demasiado! ¡Acepto morir, pero sufrir tus insultos es morir dos veces!

Moraleja: Recibir un castigo de personas preparadas es aguntable, pero recibirlo de


los ignorantes es deprimente.

4
El pollito Chillón tenía seis hermanos, por lo que la
Mamá Gallina a veces tardaba en hacerle caso. Pero
él había descubierto el sistema infalible para que le
atendieran pronto y el primero.

El pollito Chillón montaba unos berrinches tan


espantosos que su madre lo dejaba todo para ir a ver
cuál era su emergencia.

- ¡Píío, píío, píío, socorro, ven!

- ¿Qué pasa, Chillón?

- Que alguien se ha comido mi maíz.

- ¿Y nada más? No quiero que me asustes por tonterías, puedes ir cerca del saco y así
picoteas lo que se le ha caído al granjero. ¡Que sea la última vez que me preocupas tanto
por tan poco!

Pero Chillón seguía alarmando a su madre por los motivos más insignificantes.

- ¡Pííío, pííío, ven deprisa, ayuda!

- ¿Qué ocurre pollito?

- Que Pimpollo me ha insultado y me ha dado un picotazo.

- Y para eso, ¿tanta urgencia? - decía la madre - ¡anda, haced las paces e iros los dos a
nadar al estanque!

Un día, la mamá estaba hablando con otras gallinas en un corro y oyó al pollito gritar
llamándola, pero pensó que sería cualquier bobada y no se inmutó.

Entonces, Chillón tuvo que ir corriendo donde estaba su madre, para decirle que había
fuego en el granero. Las gallinas pudieron avisar al dueño de la granja, que
afortunadamente llegó a tiempo de apagarlo.

.
Moraleja: Si cuando no hay ningún peligro eres alarmista, puede ser que en la
emergencia nadie te asista

5)

Había tres bueyes que siempre pastaban juntos.

Un león que merodeaba por el lugar quería


devorarlos, pero sabía que contra los tres no podía
luchar.

Utilizando su astucia, los incitó para que se


pelearan entre ellos. Al no estar ya unidos, los
pudo devorar tranquilamente uno a uno.

Moraleja: No permitas que te separen de tus seres más queridos; si lo consiguen,


podrán dañarte más facilmente.

Apólogos
1. El anciano y el cuarto nuevo

Cuenta la historia que un anciano acababa de enviudar


cuando llegó al asilo, su nuevo hogar. Mientras hablaba
con el recepcionista, éste le informaba de las
comodidades de su cuarto, la vista con la que contaría en
dicha habitación, etc.

Mientras el recepcionista relataba estas cosas, el anciano


permaneció por unos segundos con la mirada perdida y
luego exclamó: “me gusta mucho mi nuevo cuarto”.

Ante el comentario del anciano, el recepcionista le dijo: “Señor, aguarde que en unos
minutos le mostraré su cuarto. Ahí podrá evaluar si éste le agrada o no”. Pero el anciano le
respondió rápidamente: “Eso no tiene nada que ver. No importa cómo sea mi nuevo cuarto,
yo ya he decretado que mi nuevo cuarto me gustará. La felicidad se elige por adelantado.
Si me agrada o no mi cuarto no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo
decido verlo. Yo ya he decidido que mi nuevo cuarto me agradará. Esa es una decisión que
tomo cada mañana al levantarme”.

2. El turista y el hombre sabio

En el siglo pasado un turista fue a visitar El Cairo, en Egipto para conocer al anciano y
sabio que allí vivía.
Al ingresar, el turista se percató de que no había muebles donde
se encontraba el sabio. Más bien éste vivía en un pequeño cuarto
muy simple donde sólo había unos cuantos libros, una mesa, una
cama y un banco pequeño.

El turista se asombró por la escasa posesión de sus bienes.

 ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista


 ¿Y dónde están los suyos? respondió el sabio
 ¿Mis muebles? Pero si yo sólo estoy de paso – se asombró
aún más el turista
 Yo también – le contestó el sabio – la vida terrenal es sólo
temporal. Sin embargo muchas personas viven como si
fueran a quedarse eternamente aquí y se olvidan de ser
felices.

3. El sultán y el campesino

Cuenta la historia que un sultán salía de las fronteras de su


palacio cuando, al cruzar por el campo se encontró con un anciano que plantaba una
palmera.

Ante tal acto el Sultán le dijo:P

 Oh! Anciano ¡Que ignorante eres! ¿No ves


que la palmera tardará años en dar sus
frutos y tu vida ya se encuentra en el
ocaso?

El anciano lo miró con bondad y le dijo:

 ¡Oh Sultán! Plantamos y comimos.


Plantemos para que coman.

Frente a la sabiduría del anciano el Sultán,


sorprendido le entrega unas monedas de oro en señal de agradecimiento. El anciano hace
una pequeña reverencia y luego le dice:

 Has visto ¡Oh Rey! que pronto ha dado sus frutos esta palmera…

 Los ojos culpables


Cuento apólogo árabe
 Cuentan que un hombre compró a una muchacha por cuatro mil denarios. Un día la
miró y se echó a llorar. La muchacha le preguntó por qué lloraba; él respondió:
 -Tienes tan bellos los ojos, que me olvido de adorar a
Dios.
 Cuando quedó sola, la muchacha se arrancó los ojos.
Al verla en ese estado, el hombre se afligió y le dijo:

 -¿Por qué te has maltratado así? Has disminuido tu
valor.
 Ella respondió:
 -No quiero que haya nada en mí que te aparte de
adorar a Dios.
 A la noche, el hombre oyó en sueños una voz que le
decía: «La muchacha disminuyó su valor para ti, pero
la aumentó para nosotros y te la hemos tomado». Al
despertar, encontró cuatro mil denarios bajo la
almohada. La muchacha estaba muerta.

 Sueño pasajero

 De su época de pandillero arrastraba el pseudónimo: “Cloroformo” -porque durmió
a uno de una patada-. Ahora, borracho
irrecuperable, contentábase con comer cada noche
de algún basurero.
 Hurgando entre los desperdicios encontró el
maletín. ¡Más de 100.000 dólares! Urgente fue a
gastarlos. Cerró el cabaret, ordenó whisky para
todos y pidió tres mujeres. Se emborrachó como
nunca. Por supuesto, estuvo impotente.
 Niños de la calle le robaron lo que le quedaba.
 Tanta fue la vergüenza que prefirió morir por las
torturas de los narcotraficantes que habían
ocultado el maletín en aquel bote antes de revelar
que había perdido todo.

parábolas

EL BUEN SAMARITANO
Lucas 10:30
Respondiendo Jesús dijo: –Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en
manos de ladrones, quienes le despojaron de su ropa, le hirieron y se fueron, dejándole
medio muerto.

Lucas 10:31
Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino; y al verle, pasó de largo.

Lucas 10:32
De igual manera, un levita también llegó al lugar; y al ir y verle, pasó de largo.

Lucas 10:33
Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó cerca de él; y al verle, fue movido a
misericordia.

Lucas 10:34
Acercándose a él, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino. Y poniéndole sobre su
propia cabalgadura, le llevó a un mesón y cuidó de él.

Lucas 10:35
Al día siguiente, sacó dos denarios y los dio al mesonero diciéndole: “Cuídamelo, y todo
lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva.”

Lucas 10:36
¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de
ladrones?

Lucas 10:37
El dijo: –El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: –Vé y haz tú lo mismo

La moneda perdida
Lucas 15:8
¿O qué mujer que tiene diez monedas, si pierde una moneda, no enciende una lámpara,
barre la casa y busca con empeño hasta hallarla?

Lucas 15:9
Cuando la halla, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: “Gozaos conmigo, porque he
hallado la moneda que estaba perdida.”

Lucas 15:10
Os digo que del mismo modo hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador
que se arrepiente.

EL PRUDENTE Y EL INSENSATO
Mateo 7:24
Cualquiera, pues, que oye estas mis palabras, y las hace, le compararé a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre la roca.

Mateo 7:25
Y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa;
y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

Mateo 7:26
Y todo el que oye estas mis palabras y no las hace, será comparado al hombre
insensato, que edificó su casa sobre la arena;

Mateo 7:27
y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra
aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.

Nuestro señor Jesucristo usa similitudes y parábolas, para ensenar o instruir, porque
son poderosas para que se queden gravadas en la memoria de la persona.

En la vida habrán constructores prudentes e insensatos.

La verdadera sabiduría consiste en edificar nuestra salvación, en la Roca ( Jesucristo )

Cuando permitimos que su palabra nos molde a su semejanza, a través y con la ayuda
de el Espiritu santo, cosa que cuando venga la lluvia ( pruebas temporarias, aflicciones
) muchas veces permitidas por Dios, o soplen los vientos ( ataques del enemigo de
nuestras almas ), podamos estar fijos en la Roca, la lluvia y los vientos nos moverán,
pero no derrumbaran nuestra fundación.

EL RICO INSENSATO

Lucas 12:13
Le dijo uno de la multitud: –Maestro, dile a mi hermano que reparta
conmigo la herencia.
Lucas 12:14
Y él le dijo: –Hombre, ¿quién me ha puesto como juez o repartidor sobre vosotros?

Lucas 12:15
Y les dijo: –Mirad, guardaos de toda codicia, porque la vida de uno no consiste en la
abundancia de los bienes que posee.

Lucas 12:16
Entonces les refirió una parábola, diciendo: –Las tierras de un hombre rico habían
producido mucho.

Lucas 12:17
Y él razonaba dentro de sí, diciendo: “¿Qué haré? Porque ya no tengo dónde juntar mis
productos.”

Lucas 12:18
Entonces dijo: “¡Esto haré! Derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes. Allí
juntaré todo mi grano y mis bienes,

Lucas 12:19
y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años. Descansa,
come, bebe, alégrate.”

Lucas 12:20
Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta noche vienen a pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿para
quién será?”

Lucas 12:21
Así es el que hace tesoro para sí y no es rico para con Dios

QUE CLASE DE TIERRA ERES TU?


Un sembrador salio a sembrar. Y al sembrar, una parte de la semilla cayo en el camino, y
llegaron las aves y se la comieron. Otra parte cayo entre las piedras, donde no había mucha
tierra; esa semilla broto pronto, por que la tierra no era muy honda; pero el sol, al salir, la
quemo, y como no tenia raíz, se seco. Otra parte de la semilla cayo entre espinos , y los
espinos crecieron y la ahogaron. Pero otra parte cayo en buena tierra, y dio buena cosecha;
algunas espinas dieron cien granos por semilla, otras sesenta granos, y otras treinta. Los
que tienen oídos, oigan.

Jesús enseño a menudo empleando parábolas. Que es una parábola, es un relato, ejemplos
o comparaciones sencillas, tomadas de la vida diaria, empleadas para impartir una
enseñanza y que revela la verdad sobre el reino de Dios. Jesús usa esta parábola para
ilustrar como sera recibido el evangelio en el mundo.

Cuando tu escuches la palabra de Dios, cual sera tu reacción?. Que clase de tierra eres tu?.
Escuchen, pues, lo que quiere decir la parábola del sembrador; Los que oyen el mensaje
del reino y no lo entienden , son como la semilla que cayo en el camino; viene el maligno y
les quita el mensaje sembrado en su corazón. La semilla que cayo entre las piedras
representan a los que oyen el evangelio y lo reciben con gusto, pero como no tienen
suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del evangelio sufren pruebas o
persecución ,y fallan. La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el
evangelio, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las
riquezas los engaña. Todo esto ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto en ellos. Pero la
semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y
dan buena cosecha .

Te pregunto entonces otra vez, que clase de tierra eres tu?. Que vas a hacer con Jesucristo?

Das könnte Ihnen auch gefallen