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¿Qué son las relaciones tóxicas?

Son todas aquellas relaciones que bloquean tu potencial, o que incluso nos hacen
retroceder con dolor en nuestro camino de desarrollo personal. Una relación en la que
existen discusiones sin fundamento real, rupturas constantes, inestabilidad
emocional, Bloqueo de la libertad, desconfianza y celos, falta de interes genuino por
el otro, son solo algunas de las caracteristicas de una relación tóxica.

Y cuando la incomodidad y el malestar en ese vínculo se vuelve permanente es


importante preguntarnos porqué construimos este tipo de relaciones y sobre todo
porque hacemos todo lo posible por mantenerlas aun cuando sabemos que no solo no
nos ayudan a crecer si no que en lo cotidiano nos mantiene en un constante
sufrimiento.

¿Cuándo inicia una relación tóxica?

Inicia desde el momento en el que elijo una pareja. Tenemos que admitir que
establecemos relaciones con los demas tratando de satisfacer, conciente o
inconcientemente, ciertas necesidades, las cuales reflejan de alguna manera en su
mayoría todas nuestras carencias afectivas.

Es claro que todos nos fijamos en ciertas características específicas cuando vamos a
elehir una pareja, la atracción física, la belleza las buenas habilidades sociales, la
inteligencia, junto con muchas preferencias más, unas menos concientes como el
modelo familiar o la educacion, o los estandares sociales, y otros más concientes. Pero
¿buscamos caracteristicas o formas de elegir una pareja que estan destinadas a
convertirse de una u otra forma en relaciones tóxicas? si, algunas de ellas son:

 Elegir desde la carencia. Esto es buscar una pareja porque la necesito, porque
estoy solo, por lo tanto recibo cualquier persona que pueda cubrir ese espacio
sin tomar en cuenta otros elementos. Decía Fromm “Te amo porque te necesito
o te necesito porque te amo”. Cuando elegimos desde la carencia, no importará
nada mas, que satisfacer mi necesidad emocional, por lo tanto, estaré dispuesto
a tolerar cualquier cosa con tal de que se quede. Crearemos relaciones
dependientes en donde además nunca será suficiente el amor.
 Elegir en función de nuestros ideales. La media naranja, el príncipe azul. La
princesa de los cuentos, la figura perfecta etc.
 La construcción que tengo del amor: es para toda la vida, sin él o ella nada me
faltará. El amor de pareja es todo en la vida, la edad es importante etc.
 Con características similares a nuestra familia de origen.

Desde la elección de pareja comenzamos a determinar el rumbo que llevará la relación


y el fin que tendrá. Si nos relacionamos desde la carencia es probable que busquemos
en la pareja (inconscientemente) un sustituto de nuestro padre/madre, un enfermero,
un psicólogo o alguien que cumpla todos esos roles a la vez.
Esto hará que la relación enseguida se desequilibre, que nuestras demandas crezcan y
que nunca veamos saciadas nuestras necesidades, que la otra persona se agote y que
la relación finalmente lleve a la infelicidad, al odio o a la ruptura.

Ahora bien, ¿Cómo nos damos cuenta de que es una relación tóxica?

1. Se critican continuamente. Ocurre cuando existe un ideal de vida de pareja o un


cúmulo de necesidades personales no resueltas que les hace reflejarse
permanentemente que no son suficientes el uno para el otro. Pero además, el malestar
que existe, aún siendo válida la necesidad de ponerlo sobre la mesa, se reclama de
manera totalizante a la persona del otro. La crítica tiene en la base la falta de aceptación
y la necesidad de cambiar a la pareja. La crítica continua genera frustración y
desmotivación.

2. “Tu y yo somos uno mismo”. La necesidad de fusión impide que los miembros de
la pareja tengan identidades y gustos separados. Se exigen ser “su amor, su cómplice
y todo” —como diría Benedetti— decantando a una relación de fusión, dependencia
e incluso posesión, que termina por asfixiar y marchitar el amor. Este hábito cierra
puertas de crecimiento porque impide la expansión personal y el disfrute mutuo.

3. Escalan entre ellos. Buscan tener la razón siempre que hay que decidir algo o
resolver un conflicto. No hay escucha mutua sino una postura defensiva y ofensiva
que impide la comunicación. Así, el que pierde siempre está listo para sabotear al otro
y culparlo del fracaso.

4. Se cantan y cobran los “favores”. Si bien la relación de pareja es un intercambio para


que sea de riqueza y crecimiento para ambos miembros de la pareja, cuando se lleva
cuenta —incluso económica— de lo que se ha dado y se echa en cara a la menor
provocación la pareja está en problemas.

5. No se apoyan mutuamente. No solo minimizan o invisibilizan los problemas del


otro sino que se niegan el apoyo en momentos de dificultad. Una razón de ser de la
pareja, además de disfrutar juntos, es el apoyarse mutuamente; esto refuerza el
vínculo amoroso. Pero en las relaciones tóxicas los miembros de la pareja ya no se
ofrecen ayuda o no la dan en el momento adecuado, o bien, dan lo que cada uno quiere
y no lo que el otro necesita. Esto produce no solo decepción sino alejamiento y auto
protección.

6. Control de cualquier tipo. Querer controlar es sinónimo de inseguridad; se busca la


necesidad de asegurar a cualquier costo la permanencia del ser amado. Ya sea a través
del control de los gadgets, el modo de vestir, del dinero, de las amistades, la idea de
tener dominio del uno sobre otro habla de una necesidad de posesión más que de un
intercambio de amor.
7. Actúan con desprecio. El desprecio implica una actitud de superioridad. Lejos de
ver con admiración a la pareja se miran con menosprecio, arrogancia y
desconsideración. El desprecio frecuentemente se manifiesta con agresiones verbales,
con omisiones, con burlas e incluso con abusos físicos. Y no solo eso, sino que se hace
uso de los puntos más débiles de cada uno para lastimarse.

8. Evitación permanente. La distancia, diferencia y separación genera ansiedad, pero


la apertura y la cercanía también. Por tanto los miembros de la pareja se evitan e
impiden la conexión en un “ir y venir” que no los deja irse pero tampoco acercarse.
Esto conduce a la experiencia de aislamiento y soledad en compañía.

9. Toman decisiones de manera unilateral. Ya no se considera al otro en los planes de


vida: ni en las decisiones cotidianas, pasando por los gastos económicos, la vida social,
hasta los acuerdos monogámicos y la planeación a futuro.

10. Se imposibilita el placer. Sexual y en las diferentes áreas de la vida.

Incurrir en estas actitudes es un mal augurio para el futuro amoroso. Tomar


consciencia y pedir ayuda pueden ser pasos decisivos para detener el círculo viciosos
que sin duda está ya echado a andar.

¿Por qué no puedo abandonar una relación toxica?


Son tus necesidades internas más fuertes que las externas. Acaso podríamos dejar de
comer, aun sabiendo que me hace daño, si yo creo que es la única opción que tengo?

Tener una baja autoestima:

En la mayoría de las ocasiones nos hace pensar que no podremos encontrar a otra
persona mejor ya que uno mismo se siente muy inferior. La persona con baja
autoestima se considera afortuna con el mero hecho de estar acompañada y no se
siente en la posición de poder escoger con quién, bastante que alguien quiere estar
conmigo.

Miedo a estar solos:

En muchas ocasiones viene alimentado o reforzado por la baja autoestima. La persona


intenta hacer todo lo posible por evitar ser rechazado o que la otra persona se marche
de su lado, por ello es capaz de soportar todo tipo de situaciones que le acaban
generando emociones de malestar, tristeza, culpa, humillación, etc… pero estar solo
sería aún peor.

Dependencia emocional:
También se encuentra asociada a la baja autoestima. La persona siente que sin el otro
su vida sería aún mucho peor, y le basta con momentos puntuales en los que siente
cariño o afecto por parte del otro. Esos momentos compensan todo lo malo.

El pensamiento que esto cambiará:

Es pasajero, una mala época la tiene cualquiera. La persona justifica la conducta del
otro alegando diferentes excusas con la esperanza e ilusión que esta situación
cambiará de un día para otro. Pensamiento muy nocivo porque genera una falsa
ilusión o expectativa de algo que no se dará. Puesto que para que una persona cambie
ésta debe querer hacerlo.

En el fondo me necesita:

Ante esta postura la persona cree que el otro lo necesita, y que podremos ayudarle a
mejorar, “en el fondo es muy buena persona pero no sabe cómo actuar, yo le ayudaré
a darse cuenta” Lamentablemente esto no es así, la persona difícilmente se deje
aconsejar u orientar por lo que el cambio y la mejoría no se dará.

Esto no me afecta:

Es un tipo de negación que la persona realiza para poder soportar su situación diaria,
pero que en algún momento se llega a creer de forma ilusoria con pensamientos del
tipo: En el fondo estoy muy bien, ¿qué son dos discusiones?. Lo llevo bastante bien,
no dejo que esto me afecte, yo puedo llevar mi vida con normalidad.

¿Esto no le pasa a todo el mundo?:

Cuando llevamos demasiado tiempo en una relación tóxica llegamos a normalizar la


situación, y convertirla en algo común, llegando a pensar que es algo que pasa en
todas las relaciones, pero que el resto no comenta. De esta manera la relación se puede
mantener en el tiempo de forma indefinida, o hasta que evoluciona de forma
significativa a peor, volviéndose insostenible.

¿Cuál es la solución?
Definitivamente pedir ayuda a un profesional. Resolver nuestras carencias
emocionales, sanar a nuestros niños de la infancia. Aumentar nuestra autoestima y
seguridad. Aprender a estar solos, aprender a amarnos.
El primer paso consiste en tener claro que estamos inmersos en ese tipo de relación,
y seguidamente hemos de desmontarnos muchas de las justificaciones o
explicaciones que nos hacen mantener la relación. Darnos cuenta de todos los
factores que intervienen en que siga con esa persona. Por otro lado al intentar salir
de la relación, la pareja pondrá todo su empeño en no ser abandonada por lo que
dificultará enormemente la separación, intentando manipular y coaccionar al otro
en el proceso. Es necesario tener apoyo.

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