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ɞ Datos para citar este trabajo ɞ

Autores: Enrique Revilla Cerrillo

Título del trabajo: “Identidad fisurada y deseo en la obra de Frida Kahlo”

En: Fabelo Corzo, José Ramón; Isasmendi Galicia, Berenize

(Coordinadores). La Estética y el arte más allá de la academia.

Colección La Fuente. BUAP. Puebla, 2012.

Páginas: pp. 241-252

ISBN: 978-607-487-360-3

Palabras clave: Obra pictórica, iconografía, dolor, sufrimiento, deseo, vida

ɞ Se autoriza el uso de este texto, siempre y cuando se cite la fuente ɞ


Identidad fisurada y deseo en la obra de frida kahlo

Enrique Revilla Cerrillo 1

Quien se posee realmente a sí mismo, es decir, quien se


ha conquistado definitivamente, considera en lo sucesivo
que es privilegio suyo castigarse, indultarse, compadecer-
se así mismo: no necesita ceder eso a nadie, mas sí puede
encomendarlo libremente a otro, por ejemplo a un amigo-
pero sabe que con ello otorga un derecho y que solo desde
la posesión del poder pueden otorgarse derechos.
Friedrich Nietzsche2

¿Es un derecho para los espectadores y los especialistas generar


tantas líneas de interpretación en la obra de un artista? La obra se
muestra por sí misma, la imagen palpita, la imagen clama, así lo
evidente deja de ser evidente por las reinterpretaciones. Lo decisi-
vo es mirar por sí mismo, sin ocultar ningún sentimiento, por lasci-
vo que este sea, así esta será una herramienta que nos enfoque en
una reinterpretación. Reinterpretación personal, porque no hay
que olvidar que en el arte casi todo es válido y a la hora de mirar y
sentir ese es un territorio nuestro y de nadie más.
Una línea indudablemente clara en la iconografía de la artista
es su visión a su existencia y en Frida Kahlo esta línea va de la mano
con el dolor y el sufrimiento. Estos elementos como piezas clave
se expresan claramente en su ya conocido accidente que la pos-
tró en un dolor constante, operaciones y abortos y así su relación

1
Maestro en Estética y Arte de la BUAP, titulado en 2007.
2
Friedrich Nietzsche, Aforismos, p. 132.

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con este dolor, lo hace un elemento de identidad, y este elemento


está estrechamente ligado con un dolor físico sin lugar a duda,
un sufrimiento al fin y al cabo y lo interesante de estos elementos
es el giro que da ese juego que en momentos nos parece irónico
y a la vez con una seriedad monacal y si además le sumamos la ya
conocida dualidad que está presente es toda su obra, día/noche,
expresados en elementos como la luna y el sol. Parece un juego
esta manera de representarse, ya que este sufrimiento se inicia con
el dolor corporal y entendiendo el cuerpo como espacio del dolor
es también el espacio del placer. Juegos contradictorios. Así como
se muestra flagelada muestra elemento eróticos y de placer en su
pintura, dolor y placer elementos que construyen una obra.
De una manera especial en la naturaleza muerta encontramos
reunidos específicamente esos elementos sensuales, aparentemen-
te escondidos pero a la vez descaradamente expuestos, en forma
de órganos sexuales, lo sugerente de una obra se pierde, estamos
ante lo completamente explícito. “Una de las preguntas capitales
del pensador alemán Friedrich Nietzsche ¿cómo se digiere y en-
cauza el sufrimiento sin tener que maldecir la vida?”.3
¿Qué es el sufrimiento? En primera instancia. Y ¿Qué es el
dolor? Dos palabras que rondaron su significado, acompañaron
a Frida durante toda su vida y que ella encausó por medio de su
arte. El significado en el diccionario de la real academia de la
lengua española reza así: Sufrimiento.- sentir físicamente, un daño
un dolor, una enfermedad o un castigo. Sufrir.- recibir con resignación
un daño moral o físico. Dolor.- sensación molesta y aflictiva de una
parte del cuerpo por causa interior y exterior. Estas definiciones son
las más acordes a este estudio, así estos huéspedes se presentan
de manera constante en toda su vida. Y así es precisamente como
encara el dolor Frida Kahlo. A una temprana edad, el primer
acercamiento se presenta en ella en una enfermedad deforman-
te, la polio que sufrió de niña y que le trajo como consecuencia
por una parte el dolor físico y el acortamiento de una pierna, y
por otro el dolor moral que le aplicaban en forma de burla sus
compañeros de escuela, “Frida pata de palo”4 le decían con esa

3
Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía, p. 183.

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IDENTIDAD FISURADA Y DESEO EN LA OBRA DE FRIDA KAHLO

característica hiriente que tienen los niños entre su mundo y sus


juegos, dolor y sufrimiento la acompañaron en este inicio. Un
sufrimiento más adelante se presenta en su vida, el ya famoso
accidente que le lacera el cuerpo, la columna herida, dolor per-
manente, huésped que jamás la dejaría, y la matriz dañada que ya
no le permitiría procrear y que le traería en el futuro Sentimiento
de pena y congoja. Así el dolor como parte evidente de su vida, la
relación con este dolor-sufrimiento se hace constante y así este
dolor se hace un elemento de identidad.
De esta forma en Frida Kahlo la vía de escape a la existencia es
el arte, la pintura misma, como un lenguaje de signos expresados
por el artista, nos muestra su forma de ver y de sentir su existencia
dolorosamente plasmada.
En Frida Kahlo vemos recorrer este camino en primera instan-
cia respondiendo a esta segunda pregunta, ¿cuál es el sentido del
dolor? “De él depende totalmente el sentido de la existencia”.5 El
dolor nos señala el camino a recorrer en la vida, para Frida Kahlo
se convierte en un desafió, en un reto cuyo desafío se traduce en
amor a la vida como condición de vida, “y lo valioso no es sufrir,
sino la manera de reaccionar ante él”6 (siguiendo la idea de De-
leuze Guilles). Así mismo Frida Kahlo le da sentido a su existencia
volcando ésta en el lienzo, nos abre su corazón por medio de la
pintura y nos deja ver su dolor, la crudeza se traduce en color y
forma. “Mi nacimiento” nos muestra que la primera luz de nuestra
existencia es al mismo tiempo un sentir de vida, de vida terrenal
es sentir el dolor, un dolor físico, hambre, frío, incomodidad que
se experimenta al estar fuera del seno materno, donde la sangre
placentaria se mezcla con el aire y humedad que se van transfor-
mando en una incomodidad que como grito de malestar empuja
a desahogar por medio del llanto.
El sufrimiento lacera al hombre y a los animales pero en el
hombre adquiere una conciencia que se pregunta por su sentido,
nos indigna y en toda su biografía vislumbramos la historia de un

4
Hayden Herrera, Frida: Una biografía de Frida Kahlo, p. 26.
5
Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía, p. 182.
6
Ídem.

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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA

sufrimiento. Frida Kahlo con una intuición profunda pudo ver esa
biografía de dolor que acompaña al hombre y cuando el dolor lo
acorrala el hombre regresa a la piedad infantil a esconderse sin
enfrentar la vida, sin digerir el sufrimiento, su recurso, la religión
como narcótico que hace renunciar al hombre contra la vida y no
encararla. Y es precisamente en la columna donde vemos como Fri-
da Kahlo encara la existencia representando su propia laceración,
esta columna griega que representa el fuerte soporte cultural que
sostiene al hombre, también representa un soporte óseo que lo
sostiene, lo representa, quebradizo signo del propio rompimien-
to interno, rompimiento humano, rompimiento de conciencia in-
ternamente resguardada, agonía de vida y agonía de dolor. Frida
Kahlo supo encarar la vida y a su propia existencia.
El dolor físico y moral estuvieron presentes en la vida de Frida
Kahlo así mismo tuvo una experiencia vivísima con el sufrimiento
y supo convertirlo en un estimulo de vida antes que una pesantez
que suele arrastrar el hombre, el instrumento la pintura, de difícil
acceso que solo los espíritus libres son los que miran y entienden
su significado oculto. El ideal de hombre es aquel en que las heridas
de la vida causan un efecto diferente al hombre ordinario, el rasgo
fundamental es el de una enorme capacidad para sentir y como
consecuencia lógica una enorme capacidad para sufrir, pero este
sufrir debe ser canalizado y dado de sentido, grandes creadores,
son al mismo tiempo grandes sufridores. Nos atrevemos a mencio-
nar a Frida Kahlo como ese tipo de ser sufriente que canaliza su su-
frir en la creación que se da un sentido catárquico en su creación y
que es capaz enfrentar la vida con un fuerte optimismo.
Frida Kahlo, alejada de un aparente pesimismo, supo ver con
claridad que el dolor de la existencia humana no tiene remedio,
está ahí, está presente en nosotros día con día, de nada valen las
ilusiones, las promesas y mentiras para alejarlo de nosotros. Sin
embargo, no hay que olvidar el fundamento de la existencia, en-
tonces vemos que la verdadera función del dolor no es ver que la
vida es espantosa, sino al contrario permite que el individuo se
transfigure, el dolor libera de la individualidad lo lleva más allá,
el dolor no tiene remedio, sin embargo su función es permanecer
ahí para de una forma permanente abrir al individuo a la vida. El

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IDENTIDAD FISURADA Y DESEO EN LA OBRA DE FRIDA KAHLO

dolor proviene de nuestra individualidad, en la medida en que no


lo podemos superar quisiéramos ser la totalidad, así el sufrir nos
abre al mundo.

Naturaleza Muerta
La naturaleza muerta nos introduce a un mundo que es particu-
larmente el del artista, ya que los objetos ahí expuestos hablan de
él, nos relatan, nos revelan su vida, y su mundo, así la naturaleza
muerta es una sinceridad inmediata. “Los objetos muchas veces
rebelan los gustos secretos del artista, en la naturaleza muerta,
se agrupan poéticamente con lirismo”.7 El artista se proyecta, se
desdobla así mismo proyecta su ser, lo plasma en el lienzo y nos
revela su esencia, sus inclinaciones a la vida. La naturaleza muerta
perpetua el instante de vida del artista. En Frida Kahlo la natura-
leza muerta se proyecta con tal fuerza que evidencia lo oculto. En
realidad no hay nada oculto, no hay velos hay una intencionalidad
marcada con tal incisión que remueve el alma del espectador.

Deseo y Erotismo
Existe una relación entre el erotismo, la belleza y la fantasía. Ero-
tismo, su definición es “exaltación del amor físico en el arte”.8 Esta
definición en la obra es corta, porque esta va más allá, porque
el erotismo envuelve a la obra, pero está y a la vez sugiere, no es
de lectura fácil, hace falta sensibilidad y una inclinación a la sen-
sualidad, la fantasía envuelve la obra y se da un juego donde la
imaginación personal pone su parte, la imaginación del artista y la
imaginación del espectador. Esta tríada erotismo-belleza-fantasía,
es la que da una clave para entender el erotismo parcialmente
escondido en la obra, aunque en otra obra sugerente y en otras
claramente definidas, esta es la clave para entender y abordar esta
parte de la obra del erotismo en Frida Kahlo. Este erotismo en
Frida Kahlo no se puede entender en un sentido de afecto, de
amor, sino como la sensualidad llevada al extremo. En muchas na-
turalezas muertas encontramos sobre todo una genitalidad, frutos

7
Etienne Souriau, Diccionario de Estética, p. 514.
8
Diccionario de la Real Academia Española, p. 641.

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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA

que sugieren actos y partes del cuerpo humano. Hablar del ero-
tismo en Frida Kahlo es tocar una parte sumamente interesante
de su obra, ya que generalmente los investigadores se enfocan al
autorretrato. Para entender y captar el erotismo en la obra de Fri-
da, hay que ser sensibles y perceptivos para ver las formas que nos
muestra la obra. En “Los Frutos de la tierra” 1938. Óleo sobre masonite.
40.5 x 60. Colección Banco Nacional de México. Para Hayden Herrera
“[...] se refieren al ciclo de la vida, el sexo y la muerte. Tres mazorcas de
maíz, de las cuales dos están cubiertas y la tercera, desprovista de la far-
folla y la mitad de los granos, simbolizan el paso el tiempo. El tallo de un
hongo puesto al revés señala hacia arriba, como un falo o un hueso”.9
En la pintura “Xóchitl, flor de la vida”, 1938, de dimensiones pe-
queñas, Óleo sobre lámina, 18 x 9.5 cm. Colección particular Méxi-
co. Evidentemente, esta pintura tiene clara la connotación sexual,
por un lado se proyecta su obsesión a la fertilidad, transformándo-
las en genitales masculinos y femeninos, una vagina recibiendo al
órgano masculino que deposita el esperma. Frida le da esa forma
a la flor que evidentemente es la flor de la vida, que da vida. “La
concentración de líneas oscuras en la apertura del brote representa
el vello púbico o de espinas estas fibras espigadas le dan a la flor una
apariencia abiertamente sexual e implícitamente peligrosa”.10
En “Naturaleza Muerta”. 1942, Óleo sobre lámina, 63 cm. Colec-
ción Museo Frida Kahlo. México, DF. en este tono, se observa el
zapote con connotaciones vaginales, la media calabaza también y
las pepitas son espermatozoides, que parecieran querer fecundar-
la. En “La novia que se espanta de ver la vida abierta”. 1943 Óleo sobre
tela. 63 x 81.5. Colección Jacques y Natasha Gelman, México. En
esta naturaleza muerta hay varios elementos a destacar, en primer
lugar las frutas evidentemente tropicales, los cortes de las sandías,
piña, cocos, plátanos, una papaya, dos aguacates y una naranja,
todo ello sobre una mesa de color amarillo.

sobre todo destacan las frutas que representan los genitales mas-
culinos y femeninos (papaya y plátano) en el intento de lograr un

9
Hayden Herrera, Frida, Una biografía de Frida Kahlo, p. 192.
10
Courtney Gilbert, Catálogo Frida Kahlo 1907/2007, p. 250.

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IDENTIDAD FISURADA Y DESEO EN LA OBRA DE FRIDA KAHLO

círculo perfecto. Ambos muestran la imposibilidad de la felicidad


perfecta, en la medida en que el deseo carnal constituye un obstá-
culo, pueden verse tres pequeños aguacates [por cierto, también
se considera a dicho fruto como poseedor de propiedades afrodi-
síacas] [...] las frutas que se abren de manera sensual formando
un círculo de yin y yang; los dos cocos forman el centro de su
respectiva forma de yin o yang. El elemento derecho yin tiene su
coco bocabajo y muestra sus características femeninas en su ex-
tremo superior con la papaya abierta; su dirección apunta hacia
abajo, como conviene al yin. El elemento izquierdo yang, con su
movimiento hacia arriba, hace que los ojos del coco y los plátanos
que apuntan hacia abajo, muestren características de los genitales
masculinos. Ambos están unidos el uno al otro, en un festín sun-
tuoso donde se complementan entre sí: la naturaleza de las cosas,
plena de gozo entretejiéndose la una en la otra.11

Se observa un búho y un grillo y como elemento singular una


muñeca, y en la parte inferior el título de la obra La novia que se
espanta de ver la vida abierta.
En la obra “La Flor de la Vida”. 1943, Óleo sobre masonite. 28 x
19.5cm., Colección Fundación Dolores Olmedo, México. Se repite
esa obsesión con la fertilidad, otro ejemplo de transformar la flor
en genitales masculinos y femeninos. “Comporta otros elementos
que vuelven más explícita la cualidad híbrida, humano-planta, de
la pintura”.12 Tiene una forma como de un ser extraño que intenta
dar pasos:

no es la representación de la figura femenina. El brote central tie-


ne la forma tanto de un falo, como de un útero, y la cabecita que
surge de la cima de la flor también sería la punta de un pene.
Una explosión de líneas doradas que irradian desde la punta de
la flor representa los estambres alrededor de un pistilo central,
que a la vez sugiere una secreción de esperma [...] el sol resplan-
deciente y la centella de la luz encima encarnan el calor poderoso

11
Helga Prignitz-Poda, Catálogo Frida Kahlo 1907/2007, p. 224.
12
Gilbert Courtney, Catálogo Frida Kahlo 1907/2007, p. 250.

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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA

y la cualidad evanescente del orgasmo [...] en la flor de la vida, la


sexualidad no solamente se traduce en términos del placer sexual,
sino que también significa reproducción [...] los brazos que se ex-
tienden desde la flor central, también se asemejan a trompas de
Falopio que culminan en brotes abiertos, más que en ovarios.13

En Naturaleza muerta con perico y bandera, 1951, Óleo sobre ma-


sonite. 27.5 x 39.2 cm. Colección de Díaz Ordaz, México. En esta
naturaleza muerta Frida Kahlo muestra gran maestría en el acerca-
miento a la realidad de las frutas, pero atrás de esta representación
existe un significado oculto:

la mayoría de las frutas aparecen en pareja, incluso algunas que es-


tán abiertas parecen las partes íntimas del cuerpo humano, lo que
da pie a la sospecha de que sean metáforas de ambivalencia de la
vida sexual de la pintora. Por un lado, reflejan el delicioso sabor de
su vitalidad, su amor por la vida, pero también el sufrimiento de
una sexualidad insatisfecha, después de haber sufrido, en 1950, una
estancia hospitalaria de nueve meses y haber tenido múltiples ope-
raciones en la columna vertebral. La mitad del mamey, ubicado en
el centro de la composición, recuerda, con su carne roja, a la vulva
de una mujer. Sin duda no es casualidad que, directamente al lado
derecho, se asoma, entre las demás frutas, la punta de un plátano
macho, como símbolo masculino, opuesto al femenino del mamey,
acercándose en diagonal hacia la abertura del sexo femenino. Tam-
bién el melón cortado a la mitad, que se encuentra en la orilla iz-
quierda de la pintura, demuestra su interior de color miel, similar a
los labios de una vulva. Pareciera que las semillas esparcidas fueran
espermatozoides, en su camino a la fecundación.14

En Naturaleza muerta con sandias. 1953 Óleo sobre masonite. 39


x 59 cm. Colección Museo de Arte Moderno, México D.F. En esta
naturaleza muerta vemos como Frida ordena la composición de
las frutas:

13
Ibídem, p. 250.
14
Andrea Kettenmann, Catálogo Frida Kahlo 1907/2007, p. 325.

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IDENTIDAD FISURADA Y DESEO EN LA OBRA DE FRIDA KAHLO

Kahlo centra su composición en torno a semilla negra que se en-


cuentra en medio del mamey, la cual crea un vació oscuro y una
imagen de fertilidad. La implicación erótica, sexualizada, de la
imagen de Kahlo es clara: muchos historiadores del arte han su-
brayado que las rebanadas de sandia y de mamey se asemejan a
los labios que rodean al clítoris. La obra de Kahlo, por lo tanto,
complica y transgrede la noción tradicional de que una naturaleza
muerta, en cuanto tema doméstico, es un género apropiado para
las artistas mujeres, ya que no guarda relación con el estudio de la
forma humana desnuda [...] el uso de la fruta como equivalente
de los genitales femeninos trae a colación desconcertantes asocia-
ciones con el cuerpo femenino como puerta de entrada a la vida
y como un reino oscuro que evoca gran incomodidad e incluso la
muerte un lugar de placer y terror simultaneo como lo hizo ver
Freud. La ecuación hecha por Kahlo entre el cuerpo femenino y
la fruta indica que sus últimas naturalezas muertas obedecen a dos
objetivos que constituyeron fuerzas primordiales a lo largo de toda
su carrera: fueron formas de provocar desconcierto y reflexión en
el espectador, y un método para desvanecer las fronteras entre la
tela y la vida.15

Conclusión
En la tradición mexicana la sangre es cotidiana para el mexicano,
los sacrificios aztecas son tan familiares desde la historia que ve-
mos desde la infancia, la fiesta brava es tan cotidiana que no nos
asusta ver que un toro atravesó, hirió o mato a un torero, que si
los asaltos, que si las muertes son tan familiares. Al ver la obra de
Frida Kahlo vemos una parte que nos pertenece como mexicanos
por eso la lectura es más bien franca.
Siguiendo esta línea el hombre realiza su autenticidad en la
autotrascendencia y Frida Kahlo trascendió simplemente siendo
ella misma, arrojándose sin ningún temor al arte, al arte vivo pal-
pitante principalmente el de sus autorretratos, así hay que mirarla,
así el legado de Frida Kahlo sigue vivo, la obra que se gestó en

15
Terri Geis, Catálogo Frida Kahlo1907/2007, pp. 338 y 339.

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LA ESTÉTICA Y EL ARTE MÁS ALLÁ DE LA ACADEMIA

el llamado movimiento Nacionalista, vio la luz y se insertó en la


vanguardia mexicana, sigue el eco nacionalista que sobrevive en el
arte mexicano. Así, la obra de Frida Kahlo está marcada y transita
entre el mundo indígena, la Revolución Mexicana, la vanguardia
y el nacionalismo.
¿No es acaso la filosofía una pregunta constante sobre la vida,
sobre el dolor y la finitud humana? En la obra de Frida Kahlo ve-
mos una constante, la unión intrínseca del dolor y la vida que se
ata y desata este para hacer ver al espectador que el dolor es una
manera de ver la vida, nos recuerda que estamos vivos, que senti-
mos y que nos apiadamos ante el dolor ajeno. Es una llamada, es
un recordatorio a nuestra propia vida y a nuestro propio dolor.
La vida no es ajena al dolor, pero no es lo mismo ver el dolor aje-
no que el propio, quizá lo evadimos, y nos decimos; eso le puede
pasar a otro pero a mí no. Esta obra nos hace reflexionar precisa-
mente sobre ese punto, el dolor ajeno y el dolor propio, al verlo, es
una llamada, un bálsamo y una contemplación a la vida misma, un
encararnos a la realidad enmascarada y disfrazada de cotidianidad
que nos seduce, a lo efímero, lo momentáneo y lo placentero que
es el mundo en que vivimos. Al verlo debemos pensar en que la
obra encierra un mensaje, oculto para el que no quiere ver pero
claro para el que ve y siente una realidad, que es la vida misma con
todas sus cualidades y desavenencias.
Cada individuo tiene una forma muy particular de ver la vida
y es precisamente como le ha ido en ella, así conforme nos reco-
nocemos seres con una historia única y diferente, entenderemos
planamente la vida propia y la de los demás.
Precisamente lo valioso es comprender con el dolor, de nada
vale esconderse hay que encararlo, no podemos evitar el sufrimien-
to y el dolor, si vamos a sufrir, lo haremos pero al mismo tiempo
saber ser optimistas.
El cuerpo como espacio del dolor, moral y físico, somos seres
vulnerables y en general son otros los que nos inflingen el dolor.
Así el cuerpo es el espacio del placer con el amor y el placer físico.
Dolor y placer se entretejen en la obra pictórica de Frida Kahlo.

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IDENTIDAD FISURADA Y DESEO EN LA OBRA DE FRIDA KAHLO

Bibliografía
Deluze, Guilles, Nietzsche y La Filosofia, Anagrama, Barcelona,
2002.
Friedrich, Nietzsche, Aforismos, Edhasa Editorial, España, 1997.
Gesi, Terri, Catálogo de Frida Kahlo, 1907/2007.
Gilbert, Courtney, Catálogo de Frida Kahlo, 1907/2007.
Herrera, Hayden, Una biografia de Frida Kahlo, Editorial Diana,
México, 1996.
Kettenmann, Andrea, Catálogo de Frida Kahlo, 1907/2007.
Prignitz-Poda, Helga, Catálogo de Frida Kahlo, 1907/2007.
RAE, Diccionario de La Real Academia de la Lengua Española, Editorial
Espasa, 2001.
Souriau, Étienne, Diccionario de Estética, Akal Editorial, Madrid,
1998.

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