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PERSPECTIVA EVOLUCIONISTA

Al analizar la cultura de los papalagis desde la perspectiva evolucionista, encontramos una


sociedad en la cumbre de su avance en el desarrollo evolutivo. Se trata de una sociedad altamente
complejizada, con leyes y decretos, economía y actividades altamente especializadas que se basan
en la acumulación de capital y riqueza como evidencia del progreso. Se encuentran en esta
sociedad estructuras sociales muy complejas, las cuales se basan en la jerarquía y el poder para la
organización de las personas. Las instituciones juegan un papel fundamental. En el aspecto
religioso han llegado a la cima del desarrollo espiritual, ya que su religión monoteísta evidencia
que ya han dejado atrás las etapas como el animismo y politeísmo que describe Tylor en su
trabajo. El dinero como eje fundamental de la vida de los papalagis, siempre esta presente en
todas las relaciones sociales y actividades humanas, lo que demuestra el alto grado de
complejizacion de los mercados, que permiten las obtención y disponibilidad de recursos casi
ilimitada, gracias al esfuerzo invertido en la producción de “cosas” o bienes materiales.

“Unos trabajan y otros piensan”

El autor de manera magistral describe en resumidas palabras el sistema de vida productiva de los
papalagis, “Por eso hay dos clases diferentes de gente en Europa: el primer tipo tiene que trabajar
duro y el segundo trabaja sólo un poco, o nada en absoluto. Un grupo nunca tiene tiempo para
sentarse al sol, mientras que los otros no hacen nada más. El Papalagi dice: «No toda la gente
puede tener tanto como tienen algunos»”. Esto en palabras de Turgot, se traduce claramente
como el orden social en el que los obreros trabajan mientras que los capitalistas piensan las
reformas.

Para analizar más a fondo este fenómeno cumbre de la civilización papalagi, retomo las palabras
del autor del texto para luego hacer un análisis a fondo sobre este.

“Así es como funciona; tan pronto como un blanco tiene suficiente dinero para su comida, su
cabaña y su estera, y un poco para ahorrar, por ese poco deja a su hermano trabajar con él.
Empieza dejándole hacer el trabajo que pone sus manos toscas y sucias. Le deja que limpie la
suciedad que él hace. Y si es una mujer, alquila una muchacha para hacer el trabajo por ella. La
chica debe limpiar las esferas sucias, los utensilios para la comida y las pieles de los pies. Debe
remendar los taparrabos rasgados y no puede hacer nada que no sea agradable o útil a la señora.
De este modo él o ella ganan tiempo para hacer un trabajo mayor, más importante o más
agradable, por el que reciben más dinero y no tienen que ensuciarse las manos o fatigar sus
músculos. Si él es un constructor de botes, ellos tienen que ayudarle a construir botes. Del dinero
que él gana con el trabajo de otro hombre, dinero que con todo derecho debiera pertenecer a
este hombre, aparte la mayor parte y tan pronto como puede, alquila a otro hombre para trabajar
por él y más tarde a un tercero; más y más hermanos están construyendo botes para él, algunas
veces hasta más de cien. Finalmente ya no hace nada más que tumbarse en su estera, beber kaua
europea y quemar esas cañas humeantes. Él da los barcos cuando están listos y recibe el metal
redondo y el papel tosco, que los otros ganaron por él. La gente dice que es rico. Todo el mundo le
envidia, le adula, le habla de un modo amistoso. Porque en la tierra de los blancos un hombre no
es respetado por su nobleza o su valor, sino por la cantidad de dinero que tiene, cuánto gana en
un día y cuánto puede recoger en sus cajas fuertes de hierro, que son tan pesadas que ni siquiera
un terremoto puede menearlas.”
Al referirse a las costumbres repetitivas de trabajo en los papalagis y su dedicación entera a una
sola tarea durante su vida, encontramos lo que en términos Turgot encierra el, “unos piensan y
otros trabajan” como parte de la especialización y repartición de las tareas. En palabras del autor:
“Por eso hay dos clases diferentes de gente en Europa: el primer tipo tiene que trabajar duro y el
segundo trabaja sólo un poco, o nada en absoluto. Un grupo nunca tiene tiempo para sentarse al
sol, mientras que los otros no hacen nada más. El Papalagi dice: «No toda la gente puede tener
tanto como tienen algunos»”

Este fenómeno de acumulación de capital, representa lo que Smith describe cuando “el progreso o
crecimiento” se mide en términos de riqueza, o en palabras de Turgot cuando señala que el
progreso se da gracias a la acumulación de capital en las clases ascendentes (burguesía). En
palabras literales de Angel Palerm en su historia de la etnología relata acerca de las ideas de
Turgot: “El concepto de evolución, al difundirse, se fue transformando en la idea de progreso. El
progreso se interpreto, sobre todo por la burguesía en ascenso, en términos del aumento
constante de la riqueza material de las naciones”. ( Palerm 2005 [1976], 2010a [1974] y 2010b
[1977])

Con esto, los papalaguis demuestran que han entendido completamente las palabras de Turgot
cuando se referia a que el progreso no es para todo el mundo, solo para las elites, ya que aquellos
que mediante su conducta, se han adaptado de manera ejemplar, y siguiendo los mecanismos del
sistema económico y jerarquico, ascienden en la pirámide del poder y el capital. Demuestran una
capacidad de adaptación ejemplar a las condiciones del medio y optan por dividir sus tareas y
ocupar el papel que la sociedad dispone para ellos, en palabras de Darwin “la supervivencia del
más adaptado”.

A pesar de construir sus casa con piedra, material propio de la edad primitiva, (lo que en palabras
de macleelan seria un “atavismo o adherencias”, o “supervivencias” en palabras de Tylor), el
manejo de los metales en gran variedad, por ejemplo las partes estructurales de las
construcciones, herramientas, máquinas para el trabajo y ornamentos de las mujeres, demuestran
que han alcanzado el avance propio de las culturas más civilizadas. Es lo que describe Thomsen
con su clasificación en edades de piedra – bronce – hierro con las que se puede medir el grado
evolutivo de las sociedades. Esto demuestra -traducido en palabras de Morgan-, como esta
sociedad ha sobrepasado sus niveles de salvajismo y barbarie para ver el florecimiento de una
civilización exuberante.

Los papalaguis han alcanzado también la cumbre de la civilización, ya que el modo de subsistencia
han sobrepasado las etapas inferiores de caza, pesca, agricultura y pastoreo, que describe Nilssen
para llegar a la civilización. Los hombres por medio la especialización en las tareas, han logrado la
agricultura tecnificada, lo que hace posible que las personas de las ciudades se dediquen a tareas
mas propias de la gente civilizada, como las artes o las ciencias, mientras que otros llenan las
necesidades básicas de la sociedad con el trabajo de la tierra.

Por su uso del tiempo, perfectamente dividido en años, meses, días, horas, minutos y segundos,
los papalagi dan muestra de comprender bien la dimensión lineal del tiempo y la sucesión de los
acontecimientos en la historia. Esto evidencia lo que Darwin, retomando los principios de Lyell,
utilizó para entender el desarrollo de los acontecimientos en una línea temporal.
Muchas otras evidencias se encuentran dentro de esta sociedad acerca del alto grado evolutivo al
cual ha llegado su cultura. Los cambios e innovaciones que han sido necesarias desde las etapas
tempranas ya evidentemente superadas, y de las cuales aun permanecen “supervivencias”dan
cuenta del gran trabajo realizado y las numerosas dificultades que han logrado superar para llegar
al punto en el que se observan en el presente.

Bibliografía

A. Palerm. (1974) Historia de la etnología : los evolucionistas.

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