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Introducción

Actualmente, a diario nos enfrentamos a una sociedad que se transforma


a un ritmo trepidante. La globalización, las nuevas tecnologías, la inmigración,
la paz, la igualdad entre hombres y mujeres, son algunas de las realidades que
vivenciamos de forma cotidiana y tangible.

Por tanto, al hablar de Educación en Valores no se trata de trabajar con


conflictos que observamos de forma lejana y ajena, sino de formarnos para
responder a situaciones que vivimos a cada minuto en nuestras aulas, en los
barrios o en las familias.

Se trata de lograr que nuestras actitudes y acciones contribuyan a


construir una sociedad más justa, sostenible, equitativa y solidaria. Se trata por
tanto de pensar globalmente para actuar localmente desde la convicción de
que otro mundo es posible.
¿Qué es la educación?
Toda locación tiene por sujeto al hombre. Según la profunda divisa de
Píndaro, nuestro primer deber de hombre consiste en llegar a ser lo que somos.
Por eso precisamente en desarrollo intención del perfeccionamiento.
En el ámbito de los valores vitales, intelectuales, estéticos, Morales, sociales y
religiosos se inicia la promoción y el desarrollo por la vía del
perfeccionamiento, qué Busca el logro de la plena personalidad.
La educación y los valores
Qué son los valores
Los valores son cualidades objetivas de los seres y no puras
proyecciones subjetivas. Los valores son necesarios, absolutos y perdurables.
La clasificación debe tener en cuenta la propiedad del valor que se llama
jerarquía. Hay valores altos y valores bajos. El universo de los valores se
ordena jerárquicamente.
La Esfera más alta está constituida por los valores religiosos.
Contribuyen poderosamente a la elevación de la humanidad en los hombres.
El desarrollo humano puede tener sentido cósmico y social, pero la plenitud
del perfeccionamiento procede siempre de Dios. La conciencia moral y la libre
elección del bien constituyen Igualmente muy altos índices de la dignidad
humana. Los valores morales siguen a los religiosos en eficacia para la
promoción del hombre y el desarrollo de la persona. Importancia capital tienen
los valores espirituales de la verdad, el bien y la belleza. Su servicio a la
formación humana no debe ser en modo alguno despeñado.
Los valores vitales y los llamados valores económicos, que deben ser
puestos al servicio de la configuración externa de la vida.
El hombre, totalidad unitaria

La antropología actual parece haber redescubierto la totalidad unitaria


Qué es el hombre, en lo que los griegos habían distinguido tres dimensiones
capitales qué denominaron “bios”, “logos” y “ethos”. Hay en el espíritu
incorporado de los hombres esos tres aspectos fundamentales: el ser orgánico
biológico; el ser racional o lógico y el ser moral o ético.

El organismo humano está sometido a todas las condiciones de la


materia física y de la vida vegetal y animal.

El hábito perfectivo del entendimiento, unido a la voluntad, es la


prudencia, regla de la razón en la conducta y maestra en el arte de organizar la
propia vida.

El fundamento de la educación religiosa se encuentra en el "logos", los


valores materiales, vitales, políticos, sociales, espirituales o intelectuales
(teóricos), morales y religiosos. y han surgido precisamente vinculados a las
distintas especies de educación, qué se denominan según las virtualidades que
suscitan, educación física, sensible, intelectual, técnica, moral y religiosa.

Se comprenden ahora que la educación puede ser definida como la


actualización de las virtualidades perfectiva radicadas en el hombre hasta
convertirlas en virtudes. Con ello el hombre realiza su esencia, despliega sus
energías latentes, promueve las riquezas soterradas en la naturaleza de
espíritu incorporado.
La educación está ordenada a la promoción de la persona y al
desarrollo de la personalidad.

Todas y cada una de las formas de educación deben ser dirigidas al


centro mismo del hombre y contribuir a la unidad del yo personal. la
formación humana integral y el desarrollo armónico de la personalidad sólo se
alcanzan si logramos vertebrar las diferentes especies de educación valores
respectivos.

Condicionamiento y sentido de la educación

Donde hay integridad, armonía y vertebración existe una jerarquía


definida, en lo que se distingue un condicionamiento y un sentido. La
educación de la sensibilidad, está condicionada por la educación física, y
adquiere su sentido de la orientación a la educación intelectual.

En este sentido es patente que los valores religiosos tienen más alta
dignidad. Le siguen en eficacia formativa los valores morales. Después los
llamados valores espirituales el entendimiento especulativo, práctico y
técnico, ordenado la verdad, el bien y la belleza.

En la jerarquía de los valores hay un condicionamiento y un sentido. el


condicionamiento está significando que los valores superiores se apoyan en
los inferiores como en su fundamento.
El sentido de la jerarquía de los valores tentación u ordenación
tendencial de los valores inferiores a Los Superiores.

La realización de los valores inferiores debe hacerse de tal forma, que


puedan quedar cumplidos las exigencias de los valores superiores y, En
definitiva, de los valores religiosos. Se desprende de ella que toda actividad
humana, para ser valiosa, deberá estar empapado de la inspiración religiosa.

De la consideración conjunta de los dos principios expuestos


obtendremos un tercero, que puede prestarse de esta manera: los valores
humanos, como las esferas de la existencia en que se afincan, lejos de estar
desligados, se compenetran y se funden en la intimidad del yo personal.

La persona humana es espíritu incorporado. No debemos ver en el


espíritu incorporado dos realidades previamente separadas que entablaron
peculiares relaciones para desembocar en la unidad de un mismo ser.

El espíritu humano es una fuerza de integración y de armonía para


todos los elementos materiales orgánicamente diferenciados.

Los valores económicos y sensibles en los valores vitales; esto se


funden con los valores intelectuales, cuyo mejor destino está en el servicio de
los valores morales. Sobrenaturalmente infundidos en el espíritu,
constituyendo las llamadas virtudes infusas. La gracia no destruye la
naturaleza, si no que la exalta y perfecciona. Es lo que hace el organismo
teologal de la fe, la esperanza y el amor.
Pero es cierto también, por el contrario, que los valores inferiores no se
dan conjuntamente con Los Superiores. Cada esfera de valor necesita una
atención particular.

Sin salir del ámbito de la razón podemos caer en tres abismos de


educación parcialista. El primero es el error sin fondo Del intelectualismo
puro.

El segundo Abismo de la educación parcialista puede llamarse


voluntarismo.

Humanismo y educación

Educación y humanismo son conceptos equivalentes. Ambos expresan


un estado de perfeccionamiento y plenitud del ser humano. La actividad
educativa es edificación de la humanidad en los hombres, y la educación
realizada se identifica con el humanismo conseguido.

El humanismo no tolera las discriminaciones. Sabe que las diferencia


de los individuos se difuminan ante la naturaleza humana. La dignidad de la
persona no admite las distinciones de varones y mujeres, nacionales y
extranjeros, genios y subnormales, sanos y enfermos, presos y libres,
blancos y de color.

Contemplación, acción y creación

Hay una tercera exigencia común educación y al humanismo. La vida


del hombre se justificación de la fecundidad. y la fecundidad humana se
expresa en tres líneas que tampoco pueden ser disociadas. Se llaman
contemplación, acción y creación.
¿Quién proporciona movimiento a la hélice? La Fuente del dinamismo
hay que buscarla y la naturaleza. Y la naturaleza del hombre ha quedado
puesta en el espíritu incorporado.

Formas sociales y órdenes comunitarios

El matrimonio es la más elemental de las formas sociales, y al mismo


tiempo, la primera comunidad de vida en el amor.

El lugar de la educación religiosa en la escuela revista especiales


características. Está en juego la profunda libertad del hombre.

La educación religiosa no puede implantarse con carácter obligatorio.


La fe es un obsequio racional, Y la religión impuesta, muy grave
profanación. , la religión, como la fe, se propone libremente a libertades.
Pero la libertad está encerrada en el alma del niño, y el adolescente no tiene
aun enteramente actualizada su capacidad de elección. ¿A quién incumbe la
decisión en asunto de tanta monta?

Es evidente que sólo los padres son los titulares de una doble elección:
de la libertad de ejercicio para reclamar o rechazar la educación religiosa de
sus hijos, y de la llamada libertad de especificación para exigir determinada
forma de educación religiosa. Por tanto, la educación religiosa impartir en la
escuela habrá de ser precisamente la elegida como entera libertad por los
padres de los propios educandos.
Misión de la comunidad educativa

Es Claro que la comunidad de educación se sitúa por su misma


naturaleza en la línea de los órdenes comunitarios. A Ella le corresponde el
cultivo de los valores educativos. Incluye la cultura física, intelectual, moral
y religiosa. En la doctrina social cristiana, los órdenes comunitarios suelen
llamarse cuerpos o corporaciones. Tres propiedades la Configura es su propio
reino y la distinguen en las formas sociales. La primera se refiere al hecho de
la incorporación de un determinado valor de cuyo cuidado y especial cultivo
hacen profesión sus miembros.

Enseñar al que no sabe pertenece al campo de las obras de misericordia,


qué, aunque no sé deban de justicia estricta, implican la caridad, a la que
todos somos llamados.

¡Cuando nos convenceremos de que la cultura y la educación sólo


pueden vivir en la atmósfera de la Libertad! Con toda la redundancia que te
quiera, la libertad de la educación se identifica en su raíz con la educación de
la Libertad. Y la libertad, como todos saben, es el signo más alto de la
dignidad dela persona.

Dos peligros pueden apartarnos del camino de la armonía Y llevarnos al


de la discordia. El hombre puede hundirse en el individualismo más cerrado o
ser absorbido por un socialismo sin entrañas.

El niño nace en el seno de una familia y se inserta bien pronto en la


sociedad popular a la que la propia familia pertenece.
La tradición social es perfección por la generación presente de lo que,
aumentando por el trabajo, abra de entregar a la que le suceda.

Lucha contra discriminación

En la lucha contra las discriminaciones del entorno social en materia


educativa caben 3 estrategias qué conviene definir.

El primer objetivo hay que ponerlo en la destrucción del reducto de las


desigualdades culturales. Sólo puede consistir en el remedio eficaz de la
depauperación cultural de muchos pueblos españoles.
Opinión Personal

La educación en valores, a nuestro juicio, no es alcanzable sólo desde la


institución escolar, ya que ésta requiere de la totalidad experiencial del
alumnado y de su realidad socio-cultural, pues el niño y la niña cuando
ingresan a la escuela traen consigo una serie de valores incorporados desde su
contexto familiar y social.

Por ello aunque el sistema escolar constituye un espacio indispensable


para su desarrollo no lo es suficientemente.

Ello implica la conjugación de esfuerzos que conlleven a la adquisición


de valores que consolide el proceso de socialización, que desde el momento
del nacimiento inician los seres humanos en una determinada sociedad.
Conclusión

Es válido resaltar que si bien es cierto que los problemas sociales no


pueden resolverse sólo a través de la educación, ésta constituye un ámbito
permanente que contribuye a la formación de actitudes positivas y favorables
para una convivencia armónica y en paz. Por ello diversos autores,
especialistas en el área (Ortega, Pérez Serrano, Casals y Defs) proponen
estrategias aplicables al cultivo de los valores. Entre las más significativas
resaltan las siguientes:

Clarificación de Valores, Resolución de Conflictos, La Negociación,


Sistema de Meta/Deseo, Elaboración de Mapas Conceptuales, El Análisis de
Valores, La Narración: cuentos, textos, Discusión de Dilemas Morales,
Dinámica Relacional, Diálogos/Discusión a partir de textos, Trabajo
Cooperativo, Incidente Crítico, Juegos Cooperativos, Imágenes Poéticas,
Dramatización, Música en el Aula, Diagnóstico de la Tolerancia, Las Ganas
de los Sentimientos, Análisis Crítico de la Realidad, Autorregulación de la
Conducta, Comentario Crítico de Textos.

Cada una de estas estrategias apuntan al desarrollo de situaciones


valorativas, ya sean de carácter general o específico, que sirven de soporte al
docente para hacer más fácil y dinámica la compleja tarea de educar en y para
los valores.
Bibliografía

Manuel García Morente, Lecciones Preliminares De La Filosofía, 3a ed,


(1997).

Juan José Arabela, La Filosofía De Los Valores En La Pedagogía. (1939).

Manuel García Morente, Ensayos Sobre El Progreso (1941).

Francisco Larroyo, La Filosofía De Los Valores (1942).

Alfred Sterm, La Filosofía De Los Valores. Ensayo sobre sus tendencias


actuales en Alemania. (1944).

José Ortega y Gasset, ¿Qué son los valores?, en obras completas. (1946).

Ángel González Álvarez, Política Educativa Y Escolaridad Obligatoria.


(1975).

La universidad de nuestro tiempo (1976).

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