La glucólisis es el proceso mediante el cual se inicia la degradación de glucosa
para extraer energía que será utilizada posteriormente en el metabolismo celular. Es una serie de reacciones que extraen energía de la glucosa al romperla en dos moléculas de tres carbonos llamadas piruvato. Es un proceso que no utiliza oxígeno por lo que es utilizado por organismos tanto aerobios como anaerobios. La glucolisis ocurre en 10 etapas, de las cuales la etapa 1, 3 y 10 son las más destacables y conviene analizarlas con detención. Ocurre en el citosol de las células y se puede dividir en dos fases principales: una que requiere energía y otra que libera energía. Fase 1: En esta fase, la molécula de glucosa, mediante la acción de enzimas específicas para cada etapa, se reordena y se le añaden dos grupos fosfato. Los dos grupos fosfato causan inestabilidad en la molécula modificada —ahora llamada fructosa-1,6-bifosfato—, lo que permite que se divida en dos mitades y forme dos azúcares fosfatados de tres carbonos. Puesto que los fosfatos utilizados en estos pasos provienen de ATP, se deben utilizar dos moléculas de ATP. Al dividir el azúcar inestable se forman dos moléculas de tres carbonos distintas entre sí. Una de estas —el gliceraldehído-3-fosfato— puede entrar al siguiente paso. Sin embargo, el azúcar desfavorable DHAP se puede convertir fácilmente en el isómero favorable, por lo que ambos completan la vía al final. Etapa 1: Una vez que entra la molécula de glucosa a la célula un grupo fosfato se transfiere del ATP a la glucosa por acción de la enzima hexoquinasa en la mayoría de las células, porque por ejemplo en el hepatocito este proceso lo realiza una glucoquinasa. Este proceso transforma la glucosa en glucosa 6- fosfato. Esta fosforilación de la glucosa ocurre rápidamente ya que la célula ocupa este mecanismo para retener la glucosa dentro y que no pueda atravesar la membrana para volver a salir. Etapa 2: La glucosa-6-fosfato se convierte en su isómero, la fructosa-6-fosfato. Etapa 3: Un grupo fosfato se transfiere del ATP a la fructosa-6-fosfato y se produce fructosa-1,6-bifosfato. Este paso lo cataliza la enzima fosfofructoquinasa, esta sigue a un control preciso de la glucosa hacia la ruta de glucólisis. Antes de esta reacción enzimática, la glucosa-6-fosfato puede viajar potencialmente hacia la ruta de la pentosa fosfato, o ser convertida en glucosa- 1-fosfato y polimerizada en la forma de almacenamiento Glicógeno. Además puede ser regulada para acelerar o retardar la glucólisis de la siguiente manera: cuando hay gran cantidad de energía en la célula significa que no se requiere de una ruta metabólica activa que produzca ATP, porque ya hay suficiente. Este incremento de las concentraciones de ATP en la célula producen una inhibición alostérica de la fosfofructoquinasa, por lo que a velocidad de la glucólisis disminuye. Un nivel energético alto, también significa que el Ciclo Krebs está funcionando apropiadamente, por lo que el citrato (uno de sus intermediarios) actúa también como modulador alostérico negativo de la fosfofructoquinasa 1. Por el contrario, un estado de baja energía, donde hay mayores concentraciones de AMP y menores concentraciones de Citrato, la velocidad de la glicólisis aumenta para incrementar los niveles energéticos. Etapa 4: La fructosa-1,6-bifosfato se rompe para generar dos azúcares de tres carbonos: la dihidroxiacetona fosfato (DHAP) y el gliceraldehído-3-fosfato. Estas moléculas son isómeros el uno del otro, pero solo el gliceraldehído-3- fosfato puede continuar directamente con los siguientes pasos de la glucólisis. Etapa 5: La DHAP se convierte en gliceraldehído-3-fosfato mediante la triosa fosfato isomerasa. Es indispensable que la DHAP se isomerice rápidamente a gliceraldehido-3-fosfato porque de esto dependerá la mayor producción de ATP en las siguientes etapas, y también mantendrá el equilibrio. Fase 2: En la segunda fase, los azúcares de tres carbonos formados en la primera mitad del proceso se someten a una serie de transformaciones adicionales para convertirse al final en piruvato. En el proceso se producen cuatro moléculas de ATP junto con dos de NADH. Etapa 6: Una gliceraldehído-3-fosfato deshidrogenasa une un fosfato inorgánico al gliceraldehído-3-fosfato. Al suceder esto un NAD+ de dos hidrógenos liberados en las reacciones llevadas a cabo por la enzima, capta dos electrones y un protón, formando NADH y H+. Esta reacción libera energía que se utiliza para añadir otro fosfato al azúcar y formar 1,3-bifosfoglicerato. Etapa 7: El 1,3-bifosfoglicerato dona uno de sus grupos fosfato al ADP, lo transforma en una molécula de ATP y en el proceso se convierte en 3- fosfoglicerato. Etapa 8: El 3-fosfoglicerato se convierte en su isómero, el 2-fosfoglicerato, mediante una enzima llamada fosfoglicerato mutasa. Etapa 9: El 2-fosfoglicerato pierde una molécula de agua y se transforma, gracias a la enzima enolasa, en fosfoenolpiruvato una molécula inestable, que tiene un enlace a fosfato de alta energía, por lo que está preparada para perder su grupo fosfato en el paso final de la glucólisis y formar ATP. Etapa 10: El fosfoenolpiruvato dona sin dificultad su grupo fosfato a un ADP y se produce una segunda molécula de ATP. Al perder su fosfato, el fosfoenol piruvato se convierte en piruvato, el producto final de la glucólisis. *Especial atención etapa 1, 3 y 10 Al final de la glucólisis nos quedan dos moléculas ATP dos de NADH y dos de piruvato. Si hay oxígeno presente, el piruvato se puede degradar (oxidar) en la respiración celular y así obtener más moléculas ATP. Las células solo tienen un cierto número de moléculas NAD+ que va y viene en sus distintos tipos de estado, reducido y oxidado. La glucólisis necesita NAD+ para aceptar electrones durante una reacción específica. Si no hay NAD+ disponible (porque todo está en forma de NADH esta reacción no puede ocurrir y la glucólisis se detiene. Por lo tanto, todas las células necesitan una forma de convertir NADH de NAD+ para mantener la glucólisis andando. Cuando hay oxígeno presente, NADH puede donar sus electrones a la cadena de transporte de electrones y así regenerar NAD+ que será utilizado en la glucólisis, considerando que además se genera ATP, en la cadena transportadora de electrones. En ausencia de oxígeno, las células pueden usar otras vías más simples para regenerar NAD+. En dichas vías el NADH dona sus electrones a una molécula aceptora en una reacción que no genera ATP pero regenera NAD+ y la glucólisis puede continuar. Este proceso se llama fermentación importante biológicamente porque células como los glóbulos rojos utilizan este tipo de mecanismo para generar su ATP.