Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
La Energía
Eléctrica
REVISTA GENERAL DE ELECTRICIDAD Y SUS APLICACIONES
- SE PUBLICA LOS DÍAS 10 Y 25 DE CADA MES 5-
SU/AARIO
La electricidad en los puertos (conclusión), por J. G. Beniter..—Medios diversos d e transformar energía eléctrica,
por Joaquín Moro.—Los progresos de la telegrafía sin hilos (continnación), por Jaime F o n t Más.—Crónica é
información: N u e v a s C e n t r a l e s . - S u b a s t a s y c o n c u r s o s . — N u e v a s Sociedades.—El teléfono en la provincia de
S a n t a n d e r . — C o n t a d o r e s d e electricidad aprobados. — E l alumbrado en Barcelona.— I.os saltos d e agua d e
Trolbattan ( S u e c i a ) . — D e s t i l a c i ó n de la trementina por la electricidad.—Influencia d e la frecuencia en las
variiciones d e Iluminación d e las lámparas iucandescentes.—Fabrica italiana para e l afino del cobre p o r via
electrolítica.—Sobre la descomposición del agua por la luz u l t r a v i o l e t a . — N u e v a s aplicaciones de las Lamparas
de bajo v o l t a j e . — C o n c u r s o internacional d e telegrafía práctica en Tnrin.—Gula del capitalista. — Ofertas y
demandax.
Fin el dock Rothesay, á orillas del Clyde y propiedad de Cíyde Nawigation Trustees, dedi-
cado principalmente al trááco de carbones é importación de minerales, se han hecho experimen-
tos atrevidos con la energía eléctrica.
Los resultados obtenidos con una grita eléctrica en Princes Dock, comparándola con las de
sistema clásico, han sido tan favorables para ia electricidad que ya no es dudoso equiparar sin
desventaja las grüas, cabrestantes, etc., eléctricos, á las máquinas clásicas.
Observaremos que las afirmaciones que hace la comunicación del Instituto de Ingenieros
Mecánicos de Londres son bien circunspectas.
La industria inglesa es muy apegada á lo clásico, que no es precisamente pero que rutinario,
seguramente no es revolucionario.
Inglaterra había llegado en el utillaje mecánico de los puertos á un grado de perfección gran-
de, reformando los tipos hidráulicos y de vapor con la inmensa práctica que le da su hegemonía
marítima, y se han aferrado
á sus tipos clásicos; los técnicos informadores de los progresos in-
dustriales han sido grandes mecánicos y poco electricistas, y estos técnicos que han ganado su-
mas fabulosas por un informe, no han estado al servicio continuo de una industria, quizás porque
aquello hubiera sido antieconómico y las industrias de material de puertos no han sido progresi-
vas, sino estacionarias, indudablemente con tipos muy acabados, pero anticuados.
Los ingleses (á quienes los españoles debemos admirar tanto como temer), con alto y noble
espíritu industrial (el espíritu comercial ya no es tan alto ni tan noble), se resisten á doblegarse
á las exigencias del cliente en la cuestión que pudiéramos llamar de del fatiga material: su
gran práctica ¡es demuestra que el utillaje
de puertos, más que calculado para resistir, debe estar
proyectado para durar, y por eso, más que los informes técnicos caros deducen, consecuencias de
330 LA ENERGÍA ELÉCTRICA
la práctica prolongada. Con esto consígnese también crear tipos uniformes y relativamente e c o -
nómicos, con lo cual la competencia en el mercado les es favorable.
Los precios que en grúas eléctricas me han facilitado de Inglaterra, son asombrosamente eco-
nómicos y causan admiración á la industria alemana; pues ésta sumamente progresiva y transfor-
madora, lleva al mercado tipos constantemente nuevos que necesariamente deben ser más caros,
mucho más, teniendo presente que los grandes fabricantes alemanes de grúas forman un trust
especial para aportar á los nuevos tipos el estudio y la experiencia acumulada de las distintas
casas.'
Las grúas inglesas de treinta toneladas de peso, costaban poco más de medio franco el kilo;
las alemanas, con iguales características y menor peso, resultaban casi á precio mitad mayor que
las inglesas.'
Los ingleses, en alguna de sus proposiciones, mandaban los dibujos de grúa de vapor tachan-
do caldera y máquina y haciendo sobre aquel tipo una proposición de grúa eléctrica, y efectiva-
mente hacían tal compostura á fuerza de contrapesos supletorios que convertían la buenísima
grúa de vapor en una detestable grúa eléctrica, algo así como una caricatura de grúa eléctrica.
En todo ello demostraban la poca fe que tenían en los nuevos tipos revolucionarios que les
hacían salir ó intentaban hacerlos salir de su dolce farniente industrial.
La industria inglesa de grúas clásicas se defiende en el terreno industrial, como los antiguos
fabricantes de cementos, de la competencia terrible de las nuevas tábricas, diciendo: mis pro-
ductos han demostrado ser buenos durante treinta años de empleo; esa ejecutoria de utilidad es
la única indiscutible, los ensayos y prácticas de laboratorio no pueden substituir aquella ejecuto
ria. El razonamiento es de fuerza, pero incompleto; en la lucha comercial como en la guerra, no
se vence con una ventaja sola.
Los experimentos efectuados en Rothesay Dock, han sido en escala tal que, según dice la co-
municación, la instalación propuesta de varios elevadores de carbón es tal que hace del proble-
ma uno de los queno han sido hasta la fecha acometidos, debido á la dificultad de suministrar
eléctricamente la gran cantidad de energía requerida en un pequeñísimo período, siempre con la
necesidad de producir rápida aceleración y retardación con una absoluta comprobación bajo to-
das condiciones.
Traduzco literalmente este párrafo y lo brindo á los alemanes (constructores.
JOSÉ G . BENÍTUZ.
4 Seplitmbre J911. J
do corriente alterna, por lo cual vienen únicamente en consideración centrales de esta clase; y
como para el accionamiento de motores de corriente trifásica presenta múltiples ventajas, en-
frente de la monofásica, ha sido aquélla la preferida.
Como la corriente producida en una central á tensión muy elevada es sólo apropiada para
la transmisión á distancia en campo libre, pues es inadmisible para cruzar con ella las calles de
una población, y aún más para alimentar lámparas ó motores directamente, se presenta como
necesidad imperiosa, en todos los casos, efectuar su transformación.
***
El caso más sencillo en la transformación de energía eléctrica, es la conversión de corriente
monofásica ó trifásica de alta tensión en otra análoga de tensión inferior. Esta operación se efec-
túa por medio de transformadores. Uno de estos aparatos, que constituyen el modo más sencillo
de transformar energía eléctrica, se halla representado en la figura i.a, que muestra un transfor-
mador construido por la A . E. G., siendo
la parte esencial del mismo un núcleo de
hierro que lleva dos bobinas, en una de
las cuales se hace circular la corriente de
alta tensión suministrada por la fábrica,
obteniéndose de la otra la corriente con
la tensión deseada.
Pero precisamente debido á la senci-
llez del funcionamiento del transforma-
dor, es por lo que se tiene sobre él las
más variadas exigencias, de las cuales la
principal es soportar altas tensiones con
la mayor seguridad en el servicio.
Esto se ha conseguido haciendo tra-
bajar el transformador bañado en un acei-
te especial de inmejorables condiciories
en cuanto al aislamiento se refiere, dife-
renciándose en esto el transformador de
la mayor parte de los aparatos eléctricos
restantes que funcionan en aire libre. Pre-
cisamente éste es el fundamento de que
se puedan emplear y producir elevadas
tensiones solamente con transformadores,
pues es absolutamente imposible llegar á
concebir una máquina giratoria, como un
generador, trabajando en baño de aceite,
mientras es sencillísimo con un aparato
estático como el transformador.
Además, tiene gran importancia conseguir un rendimiento elevado, porque es preciso tener
en cuenta que un transformador, cuando está conectado á la red, aunque no tenga carga, consu-
me una cierta cantidad de energía á causa del continuo cambio de polaridad de los núcleos de
hierro, y como el núcleo de transformadores conectados constantemente en una red extensa es
considerable, se eleva el total de energía perdida, en esta forma, durante el año, á miles de kilo-
vatios-horas, siendo, por lo tanto, necesario tener muy en cuenta el consumo de energía con
marcha en vacío. Estas pérdidas no se ha conseguido anularlas en absoluto, pero sí disminuirlas
332 L A ENERGÍA E L É C T R I C A
muchísimo; tanto, que se ha llegado á conseguir que en grandes unidades no pasen de 54 por loo,
y el rendimiento á plena carga ha llegado á ser de 9 9 por 100; de modo que un transformador
de i.ooo kilovatios, por ejemplo, tiene marchando en vacío una pérdida de energía de 5 kilova-
tios, y á plena carga de 10 kilovatios.
Como no es siempre suficiente el variar la tensión de la corriente producida en la central,
pues es muy frecuente necesitar otra clase de corriente por no ser aplicable á todos los fines la
corriente alterna, se comprende la necesidad de otros aparatos de transformación, además de los
citados anteriormente.
*
**
En la carga de acumuladores es donde se presenta más á menudo la necesidad de convertir
la corriente, si se dispone sólo de alterna, por no ser ésta adecuada á cargar una batería; pues
si se conecta esta clase dt corriente, que ordinariamente suele tener 100 cambios de polaridad
por segundo, á una batería de acumuladores, tendremos que ésta se car-
gará y descargará sucesivamente siguiendo los cambios de sentido de la
corriente, y el resultado final será nulo.
Este problema de transformar corriente se le presentará, por ejem-
plo, al dueño de un automóvil eléctrico que tenga su instalación conec-
tada á la red de una fábrica que trabaje con corriente alterna. En este
caso será ventajoso el empleo de una disposición tal como el rectificador
de vapor de mercurio (fig. 2.*) cuyo funcionamiento corresponda en ab-
soluto á la válvula de una bomba que hace que el agua circule sólo en un
sentido.
Se funda este aparato en la propiedad que presenta el arco producido
entre el mercurio y otro metal cualquiera de no dejar pasar más que co-
rriente en una sola dirección. Constituye, por lo tanto, una válvula eléc-
trica, con cuya ayuda se pueden cargar baterías de acumuladores utili-
zando corriente alterna. Estos rectificadores de vapor de mercurio se em-
Fig. 2. plean á millares para la carga de baterías de los electromóviles.
Por supuesto, estos aparatos sólo se pueden emplear para transfor-
mar pequeñas energías, pues el globo de cristal, en el cual se produce el arco, no puede tener
dimensiones exageradas.
*
**
Mucho más importante es el problema de la transformación de grandes energías; aunque
la corriente trifásica es ventajosa en muchos casos, no deja de haber muchas aplicaciones,
además de la carga de acumuladores, en las cuales es imprescindible el empleo de corriente
continua. Entre éstas encontramos, en primera línea, el servicio de tranvías, en el cual se em-
plea, generalmente, corriente continua de 500 á 600 voltios, habiéndose llegado á utilizar, para
grandes recorridos, esta clase de corriente con i.ooo voltios.
Pero para este servicio se necesitan miles de kilovatios, y como para la producción de ener-
gía en grandes cantidades no se hace hoy en día uso más que de corriente trifásica, se presenta
como necesidad imprescindible la transformación de ésta en continua.
Además de esta importantísima aplicación, tiene otras, entre las que se encuentran las apli-
caciones electrolíticas, en las que sólo es utilizable la corriente continua; en las instalaciones de
extracción y para el accionamiento de trenes de laminar reversibles, tampoco ha sido posible
emplear con economía la corriente trifásica. En estos ramos de la industria, pues, se presenta
LA ENERGÍA ELÉCTRICA 333
quina al mismo tiempo, como motor trifásico, sincrónico y dínamo de corriente continua; es decir,
como transformador de corriente trifásica en continua. De este modo se emplea una sola máqui-
na en lugar de las del grupo motor-gene-
rador, denominándose ésta <iConmuta-
triz*. (La fig. 4." representa una de estas
máquinas.)
Como en la Conmutatriz sólo se efec-
túa una transformación de energía, el ren-
dimiento de esta máquina es mucho ma-
yor que el del grupo motor-generador, y
claro está que el precio de aquélla es bas-
tante menor que el de éste, por tratarse
de una sola máquina.
Pero hay que tener presente que, así
como en el grupo motor-generador la
tensión de la corriente continua es inde-
pendiente en absoluto de la trifásica, en
Fig. 4.
la Conmutatriz no ocurre eso, pues existe
siempre una relación determinada entre ambas tensiones. Así, por ejemplo, si la corriente con-
tinua es de 500 voltios, la trifásica tiene que ser de unos 300, y, debido á esta circunstancia, es
preciso instalar en la n^ayoría de los casos transformadores.
Parle segunda.
Como hemos visto, existen á disposición del proyectista, que tiene que acometer el problema,
dos procedimientos distintos para transformar corriente, debiendo elegir entre ellos el más con-
veniente. En la práctica no es esta elección cosa sencilla.
Por eso resulta útil decir algo sobre ias ventajas é inconvenientes, tanto económicos como
técnicos, de cada uno de los medios de transformación citados.
Ante todo, y siempre en primer término, tenemos la pregunta del gerente ó del comprador:
¿cuánto cuesta? La respuesta, según las circunstancias, es fácil de contestar.
En el sistema grupo motor-generador son precisas dos máquinas, mientras que en la Con-
mutatriz sólo es necesaria una; puede, pues, aceptarse que ésta costaría algo más de la mi-
tad que aquél. Pero la Conmutatriz necesita, como se ha dicho antes, un transformador; el coste
de éste es muy inferior al de una máquina de igual potencia, pues sólo se compone de un nú-
cleo de hierro con dos arrollamientos y no necesita piezas auxiliares, como colector, eje, cojine-
tes, placa de fundición, etc. Por esta razón sería siempre más barata la adquisición de una Con-
mutatriz, con el transformador correspondiente, que la de un grupo motor-generador. La dife-
rencia de precio aun será mayor tratándose de tensiones muy elevadas en la parte trifásica,
pues, por ejemplo, con 20.000 voltios sería también preciso instalar con el grupo motor-genera-
dor un transformador reductor, por exigirlo la seguridad del servicio.
Aun más importante que el coste de la máquina es el rendimiento de la misma, pues la pér-
dida de energía que origina la transformación, exige el empleo de más combustible en las calde-
ras de la central; lo que, en determinadas circunstancias, puede llegar á alcanzar, a! cabo del
año, un valor considerable por la pérdida citada.
E\ rendimiento de una dínamo ó motor de 500 á i.OOO kilovatios suele ser, por término
medio, de 94 por 100; es decir, que, á plena carga, .se pierde el 6 por 100 de energía. En el gru-
po motor-generador, como se trata de dos máquinas, habría que considerar esta pérdida dupli-
LA ENERGÍA ELÉCTRICA 335
cada, es decir, que en total se perderá un 1 2 por 100. En la Conmutatriz, por ser una sola má-
quina, que tiene un rendimiento de 93 por lOO próximamente, sólo se perderá un 7 por lOO; es
decir, que el rendimiento de ésta es próximamente un 5 por 100 mayor que el del grupo motor-
generador.
Como se ha visto, la Conmutatriz presenta ventajas que la colocan en primera línea por lo
que se refiere á coste y rendimiento; demostrando esto que el empleo del grupo motor-genera-
dor sólo se basa en las propiedades características del mismo.
Entre éstas se encuentra en primer término la facultad de poder regular la tensión desde el
grupo motor-generador con sólo variar la intensidad del campo de la dínamo hasta la normal, lo
que permite la carga de acumuladores si se construye para este fln especial. Bajo este punto de
vista tienen dominio absoluto los grupos motores-generadores en las instalaciones en que sea
necesario regular la tensión entre límites extensos; pues en la Conmutatriz, conforme se ha di-
cho, existe una relación fija y determinada entre ia tensión de la corriente continua y la de la
alterna; es decir, que ia regulación es sólo posible actuando sobre la tensión de la corriente tri-
fásica.
El procedimiento más sencillo para regular ésta, es conectar antes del transformador una bo-
bina de inducción, con lo que se consigue una cierta independencia entre la tensión del transfor-
mador y la de la red. Se puede, en esta forma, regular la tensión en los anillos de contacto con
solo variar la excitación, pues circulará una corriente sin vatios de la Conmutatriz al transfor-
mador y la red, siendo posible regular la tensión variando el valor de esta corriente; de todos
modos, esta regulación se consigue sin inconvenientes en un ± 5 por 100, límites que en la
práctica suelen ser suficientes.
En lugar de emplear una bobina de inducción especial, puede construirse el transformador
con gran caída de tensión, sin que el resultado varíe, ni el precio sea superior al normal.
Si el límite de regulación indicado no es suficiente, es necesario colocar sobre el mismo eje
una dínamo adicional especial.
Lo más conveniente para este objeto parece el empleo de una pequeña dinamo de corriente
continua cuya tensión se sume ó reste á la de la Conmutatriz. Si se necesita regular la tensión
de corriente continua de una
de estas máquinas, entre 500
y 700 voltios, por ejemplo, se
construirá la Conmutatriz para
600 voltios, y la dínamo adi-
cional para ICO voltios. Pero
una máquina de corriente con-
tinua necesita colector, y esta
pieza, no sólo aumenta con-
siderablemente el precio to-
tal, sino que exige para su
buen funcionamiento, aunque
la marcha sea sin chispas, un
gran cuidado.
Con el fin de evitar este
aumento de precio y de cui-
dado en el servicio, ha cons-
truido y patentado la A . E. G.
una dínamo especial adicional
que se coloca sobre el lado de p¡g_ ^_
LA ENERGÍA ELÉCTRICA
336
corriente trifásica del motor, entre los anillos colectores y el inducido (fig. 5.*). Mientras sea
constante la tensión en los anillos colectores, se produce una variación en la tensión de la co-
rriente dirigida por el inducido, que es proporcional á la excitación de la dínamo adicional. Pero
como la tensión de la corriente continua es proporcional á la de la alterna, se tiene ya que
existe una dependencia entre aquélla y la excitación de la máquina trifásica adicional, con lo que
se consigue la regulación deseada.
Sobre este principio se han construido cientos de conmutatrices, alcanzando la potencia total
de las mismas más de 100.000 kilovatios.
No debe confundirse con el problema expuesto anteriormente de regular la tensión, el de man-
tener constante la de la corriente continua cuando la trifásica disminuye. En este terreno presenta
el grupo motor-generador también la propiedad de que la tensión de la corriente continua es in-
dependiente de la trifásica, guardando sólo relación con las variaciones de frecuencia de ésta, lo
cual, tratándose de grandes centrales, no tiene que tomarse en cuenta, porque, de variar algo
la frecuencia, ha de ser en límites pequeños.
Pero las variaciones de tensión son inevitables, sobre todo si se trata de un transporte i gran-
des distancias, en cuya línea llega hasta aceptarse una pérdida de 10 por 100; y si en este caso
han de alimentarse redes de alumbrado, es de todo punto necesario emplear el grupo motor-ge-
nerador, porque en la Conmutatriz variaría la tensión de la red proporcionalmente á la de la
línea de transporte.
Este es uno de los puntos que hay que tener muy presentes para proyectar instalaciones de
transformación de corriente.
El problema varía por completo si hay instaladas grandes baterías de acumuladores, pues
las variaciones en la tensión primaria sólo se traducen en variaciones de la corriente de la bate-
ría, no influj'endo en nada en la tensión.
Como se ha visto, el grupo motor-generador presenta propiedades que hacen su empleo
preferible en algunos casos al de la Conmutatriz, á pesar de su precio más elevado y de un in-
ferior rendimiento.
Papfe tercera.
Se ha mencionado ligeramente el empleo de los convertidores en las instalaciones de máqui-
nas de extracción y de trenes de laminar reversibles, y al tratar ahora con un poco de extensión
de esta clase de instalaciones debe primeramente indicarse que la corriente continua por sí sola
no resuelve ningún problema si no reúne la propiedad de poder su tensión ser regulada desde O
hasta el valor máximo, pues el número de revoluciones del motor de la máquina de extracción
ó de laminar dependerá de la tensión de aquélla.
Para conseguir esta regulación es preciso disponer de una dínamo especial cuya tensión pue-
da variarse á voluntad con el regulador de excitación desde O hasta el máximum. El motor es-
tará permanentemente conectado á los terminales de la dínamo.
Esta dínamo se accionará por un motor cuyo número de revoluciones sea próximamente in-
variable, y por lo tanto se tiene ahora, con el regulador de la corriente en la mano, los medios
necesarios para regular la velocidad del motor de la máquina desde O hasta la máxima, con
sólo mover el volante ó palanca del regulador, pudiéndose también invertir el sentido de rota-
ción del motor excitando la dínamo en sentido inverso. Esta conexión ha recibido el nombre de
Lecnard, que fué su inventor.
Disponiéndose de corriente trifásica, se tomará como motor para accionar la dínamo uno de
esta clase, formándose un grupo motor-generador, pues en esta clase de instalaciones el empleo
de la Conmutatriz es completamente imposible, debido á tenerse que regular la tensión entre
límites muy extremos.
LA ENERGÍA ELÉCTRICA 337
JOAQUÍN M O R O ,
P e r i t o mecánico olectriciata.
Primera parte.—«Emisión».
Como sabemos, el procedimiento más sencillo para excitar una antena, consiste en utilizar
la corriente á alta tensión producida por una bobina de Ruhmkorff normal, •
A cada chispa corresponde la producción de un tren de onda; será, pues, suficiente para ob-
tener un sonido musical en el teléfono receptor construir un interruptor (rupteur) capaz de pro-
ducir al menos 300 interrupciones, esto es, 300 chispas por segundo.
33» LA EKERGIA ELÉCTRICA
Para realizar tal programa, lo primero que viene al espíritu es el adaptar como interruptor
un diapasón á entretenimiento electromagnético del tipo bien conocido, empleado diriamente
en los laboratorios. Pero no se trata aquí de entretener solamente el movimiento del diapasón,
movimiento que no absorbe más que una pequeña cantidad de energía, sino que, hasta para un
pequeño poste transmisor de una potencia de algunas docenas de watts, la ruptura debe efec-
tuarse con una corriente de algunos amperes, de manera que las amplitudes del diapasón deben
alcanzar un cierto número de milímetros; siendo además, con relación á los electro-diapasones
ordinarios, muy aumentadas las superficies de los órganos de contacto.
Finalmente, sólo valiéndose de artificios especiales, y hasta en el caso de tratarse de poten-
cias inferiores á roo watts, pueden obtenerse resultados satisfactorios.
La descripción de tales artificios nos llevaría hoy demasiado lejos, me contentaré con deciros
que el aparato «vibrador» montado en el «Clément Bayard» durante las maniobras de Picardie,
el año pasado, ha permitido muy fácilmente, y á pesar de que la potencia era sólo de unos
50 watts y de que el peso total de dicho poste es inferior á 45 kilogramos, comunicar á más
de i 5 o kilómetros.
De todos modos, para potencias superiores á 100 watts y en razón de las dificultades de or-
den sobre todo mecánico, debe renunciarse al empleo de un vibrador, y es necesario buscar otro
método de producción de la corriente á alta tensión necesaria para cargar el condensador, cuya
descarga oscilante á través del oscilador da nacimiento á las ondas electromagnéticas ( i ) . Aho-
ra bien, si los dínamos á corriente continua producen, y muy difícilmente, una tensión de algunos
millares de volts, en cambio pueden obtenerse altas tensiones con la corriente alterna utilizando
transformadores estáticos de tensiones de un uso hoy día bien corriente en la industria.
Pero en este últi-
mo caso se nos pre-
1
F i g , . — M o n t a j e en resonancia del circuito d e c a r g a . — A alternador.—E oscilador.—B b o -
pongamos, tal como
está indicado en la
fig. 3, que se emplea
el alternador A para
bina de selfinducclón p r i m a r i a . — M m a n i p u l a d o r . — S selfinducción del a r c u i t o de
descarga. alimentar el transfor-
mador T, cuyo cir-
cuito secundario está unido al condensador C. Cuando la carga adquiere el valor suficiente para
que la tensión secundaria sobrepase la tensión explosiva del oscilador E, saltará una chispa entre
los electrodos de este último, y la descarga oscilante del condensador se producirá en el circuito
oscilante C E S, en 'donde S representa una bobina de selfinducción sin hierro^ compuesta sola-
mente de una ó dos espiras de gran diámetro, la que puede constituir el primario de un trans-
formador sin hierro, ó de Tesla, cuyo secundario está intercalado entre la antena y la tierra.
(Véase el estudio antes citado.)
Pero forzosamente provocaría la formación de una chispa en E la puesta en corto-circuito
del transformador T , esto es, del alternador; de donde resulta, y así lo demuestra la experiencia,
que en E hay la tendencia á formarse un arco permanente, el que tiene por consecuencia im-
pedir toda nueva carga del condensador (puesto que los dos polos de éste están continuamente
unidos por el arco).
Para evitar este inconveniente, lo primero que se le ocurre á uno es intercalar entre el alter-
nador y el transformador, por ejemplo, un reostato, ó, mejor aún, una bobina de selfinducción L
(1) Para los postea importantes s e emple.i siempre la excitación indirecta, que permite e l empleo, como s e sabe, de una e n e r g í a tan
grande como s e quiera y disminuye e l amortiguamiento de l a s ondas emitidas.
LA ENERGÍA ELÉCTRICA i39
(la que, como ustedes saben, no produce ninguna pérdida de energía); de manera que, cuando
salte la chispa en E, la corriente de corto-circuito sea muy pequeña para que pueda subsistir un
arco. Pero la presencia de esta bobina de selfinducción, crea evidentemente una pérdida de ten-
sión importante durante la carga, de tal manera que el valor de esta última se encuentra limitada
y podría uno creerse situado en un círculo vicioso.
Afortunadamente pueden aprovecharse, para salir de este atolladero, las propiedades de reso-
nancia de las corrientes alternativas.
Vosotros sabéis que si se intercala á los bornes de un manantial de corriente alterna de fre-
cuencia f, un conjunto compuesto de una bobina de selfinducción de valor L y un condensador
de capacidad C, montados en serie, la resistencia aparente, ó impedancia, de este conjunto pue-
de reducirse á su resistencia óhmica (como en corriente continua) si existe la relación
4n=í2i^C = i. (I)
entre f, C y L .
Las tensiones á los bornes de la bobina de selfinducción y del condensador son entonces
sensiblemente iguales entre sí y se encuentran, comparados á la tensión del manantial, en la re-
lación
2 1C f L
R '
4Tt2f2 L C á 2 = 1. (2)
una corriente alterna permanente correspondiente á las cargas y descargas sucesivas del conden-
sador C; y como, según se desprende de lo dicho anteriormente, esta corriente no está limitada
más que por las resistencias óhmicas, las amplitudes alcanzadas por la tensión á los bornes de C
son muy grandes, á pesar, y mejor dicho aún, á causa de la presencia de la bobina de selfinduc-
ción L.
Si en este momento disminuímos un poco la distancia explosiva del oscilador E , la chispa
saltará y el condensador se descargará según el camino de E S; siendo S la bobina del selfinduc-
ción sin hierro, constituyendo el primario del transformador que sirve para excitar la antena.
Como se sabe, esta descarga se opera bajo la forma de una corriente oscilatoria amortiguada,
cuyo período depende del producto de la capacidad C por el valor de la inductancia S. (Véase el
estudio de Deliére citado anteriormente.)
(1) V é a s e , p. e.: J. Bcllienod. «Sobre e l iransformador á resonancia. £cíoiVat« £/« rijnlomo,LUÍ, I9ü7, uúms. 1 3 , 4 4 , iB,48,.50>- 52.)
340 LA ENERGÍA ELÉCTRICA
La formación de la chispa tiene por efecto el poner en corto-circuito el secundario del trans-
formador T ; de donde resulta, ya que suponemos que este último no posee más que dispersiones
despreciables, que todo pasa como si la bobina de selfinducción L se encontrara unida directa-
mente al alternador.
Ahora bien, si llamamos U á la tensión de este último, hemos ya visto que la corriente al-
terna que se establecerá durante el régimen de funcionamiento sin chispas será igual á ^ si se
K
encuentra satisfecha la condición de resonancia (i); por el contrario, si la chispa persiste en forma
de arco en E , la corriente permanente se reducirá, según la ley de Joubert, á:
U
\ / R» + 4 T:« i> L«
esto es, con mucha aproximación, á
u
2 11 fL
puesto que, como ya hemos dicho, la resistencia óhmica es muy pequeña con relación á la reac-
tancia 27dL.
De consiguiente, la puesta en corto circuito del transformador T , tiene ahora por efecto, con
el arreglo á resonancia, disminuir en gran manera la intensidad de la corriente absorbida.
De esta manera, arreglándose de modo que la intensidad obtenida en corto-circuito sea d e -
masiado pequeña para que pueda exisdr corriente permanente en E en forma de arco (se sabe
que la existencia de un arco entre electrodos metálicos necesita un cierto mínimo de corriente)
tan pronto como la descarga oscilante de C hacia S termina, el corto-circuito se rompe espon-
táneamente y la carga del condensador recomienza.
No obstante, debe notarse que esta carga no sigue inmediatamente las variaciones supuestas
sinusoidales de la tensión U; en efecto, sabemos que todas las modificaciones bruscas de las
condiciones de funcionamiento de un sistema en el que se encuentra una capacidad, dan origen
al nacimiento de una onda de corriente amortiguada, que se sobrepone á la corriente correspon-
diente al régimen permanente sin chispas, definido anteriormente.
De lo que se deduce que las curvas de la tensión en los bornes del condensador y de la co-
rriente de carga se presentan, si tomamos por origen de los tiempos el instante en el cual aca-
ba de tener lugar una descarga oscilante, bajo la forma de sinusoides de amplitud creciente con
el tiempo, hasta el momento en el que el valor instantáneo de la tensión secundaria del transfor-
mador T, adquiere el valor de la tensión explosiva del oscilador E.
Sin insistir más sobre este fenómeno (bien conocido de los radiotelegrafistas con el nombre
de rarefacción de la chispa), el cual ha sido objeto de estudios muy completos en Revistas téc-
nicas, tenemos en conclusión que:
i.° El número de chispas por segundo es generalmente inferior al número de alternativas
de la corriente producida por el manantial.
Por ejemplo, con corriente monofásica á 50 períodos, el número de chispas por segundo pue-
de no llegar á 1 0 , á pesar de que la tensión de la red presenta ico máximos por segundo.
2.° La corriente eficaz (esto es, aquella correspondiente á la lectura del amperómetro) es
inferior (de un 50 por 100 aproximadamente) á la corriente que existiría si con el mismo
montaje y estando los electrodos del oscilador suficientemente separados no se produjeran
chispas.
Sea como fuere, el arreglo á resonancia con transformador industrial y bobina de selfinduc-
ción intercalada en el circuito primario ha dado excelentes resultados, y en Francia se emplea
(1) Véasa la magistral memoria de M. A . Blondel: «Sobre e l reglaje de los transformadores i resonancian. Journal d* Ph^iiqui, s e r i e '
T. VI, l»Oi.
LA ENERGÍA ELÉCTRICA 341
exclusivamente en los postes radiotelegráficos del Estado, alimentados por corriente alterna de
frecuencia usual (40 á 50 períodos por segundo).
Era del todo natural, dados los excelentes resultados obtenidos prácticamente con tales
transformadores á resonancia, buscar la manera de aplicar el mismo principio á las emisio-
nes musicales, obteniendo el aumento del número de chispas simplemente reemplazando el al-
ternador de frecuencia usual con otro á frecuencia elevada (400 á 2.000 períodos), por ejemplo.
Pero sucede generalmente que tales alternadores á frecuencia elevada poseen una gran reac-
ción de inducido, sobre todo si se busca en ellos una construcción económica; en estas condicio-
nes puede uno preguntarse si no sería posible aprovechar aquella circunstancia para suprimir la
bobina de selfinduc-
ción y utilizar un al- — l e
ternador unido direc-
i
tamente al transfor-
mador elevador de
tensión (i).
Estas previsiones P i g . 4 . — E m p l e o de u n alternador á r e s o n a n c i a . — A a l t e r n a d o r . — E oscilador.—M m a -
n i p u l a d o r . — T t r a n s f o r m a d o r . — C c o n d e n . s a d o r . — S selfinducción d e l circuito de
teóricas han sido ple- 1^ descarga.
namente confirma-
das por la experiencia y han conducido al .siguiente montaje (fig. 4), en el que el alternador A á
gran reacción de inducido ó alternador á «resonancia» se halla unido directamente al transfor-
mador industrial T , el cual no tiene otro objeto que elevar la tensión.
Todo el problema se halla, pues, reducido al establecimiento de un alternador á elevada fre-
cuencia y á gran reacción de inducido, lo cual ha sido resuelto muy fácilmente gracias á un
arrollamiento especial empleado por la Sociedad francesa radioeléctrica.
El principio de construcción de esos alternadores á resonancia, uno de los cuales se halla en
servicio en el poste de la Torre Eiffel (fig. 5 ) , es el siguien-
te: se obtiene la frecuencia sin disminuir las dimensiones
del paso de las bobinas; cada bobina se halla alojada en
estos alternadores de frecuencia elevada (600 á 2.000) igual
que en los alternadores ordinarios de frecuencia industrial;
la frecuencia no es igual al cociente de la velocidad tan-
gencial por el doble del paso, sino que es un múltiplo ele-
vado de este cociente.
De lo que resultan interesantes consecuencias y estos
alternadores á resonancia poseen particularmente las pro-
piedades siguientes:
I." Estas máquinas se hallan construidas con piezas
industriales de serie; poseen la misma robustez, la misma
(1) Yéa3e para mis detalles J. Uethenod. Sobre el a l i e r i n d o r i resonancia, ¿o Lumiére Eléctrique,'!. v n i (2.» serie). 28 ,D¡c. 190a.
Pág. S95.
341 LA ENERGÍA ELÉCTRICA
ya que el modo de ser construidas las máquinas permite que éstas tengan una fuerte reacción
de inducido.
3.a La potencia específica de estos alternadores á resonancia de frecuencia elevada es, al
menos, igual á la de un alternador ordinario de baja frecuencia.
4.a Un alternador de dos kw., provisto de su excitatriz, pesa 55 kg. Esta ligereza, unida al
poco espacio ocupado por la máquina, son excelentes cualidades para un material destinado á
estaciones de campaña ó de buques; el alternador de un kw. pesa 3 1 kg.
5." El rendimiento es excelente, debido á la propia construcción del alternador, á la supre-
sión de la selfinductancia externa y á la simplicidad del material. La tensión en carga puede al-
canzar fácilmente seis veces el valor de la tensión á vacío con resonancia directa. i
6.* Los alternadores á resonancia del sistema «Radioeléctrico», empleados por el Ejército
francés, permiten su manipulación en el propio circuito de excitación, gracias á la poca selfin-
ducción de este último.
Esta propiedad ofrece en la práctica grandes ventajas, puesto que el manipulador no debe
cortar más que una corriente continua de muy poca intensidad y á baja tensión, en vez de co-
rriente alterna como se acostumbra. Además, la máquina se halla muy aliviada, ya que sólo tra-
baja por intermitencias.
Por razón del gran número de chispas producidas por segundo, es necesario, cuando la po-
tencia alcanza algunos centenares de wats, refrescar el oscilador con una corriente de aire, pro-
ducida por un ventilador.
De otra parte, la experiencia ha demostrado que es ventajoso el empleo de osciladores á
electrodos disimétricos. Por ejemplo, puede hacerse saltar la chispa entre una punta de latón y
una placa de cobre rojo, refrescándola al mismo tiempo por medio de un enérgico chorro de
aire que proviene de un tubo dispuesto convenientemente.
Para las potencias elevadas, la punta se reemplaza ventajosamente por un tubo bastante del-
gado, colocado normalmente á la placa, constituyendo el mismo, un tubo de ventilación. La chispa
salta en este caso entre la placa y un punto cualquiera de la arista del tubo.
El rendimiento del sistema musical es excelente y puede compararse al de los mejoi-es pos-
tes á chispas raras, siendo el alcance medio, á igual energía, superior, por razón de la extrema
sensibilidad del oído, para los sonidos musicales.
Mientras que el sistema «Telefunken» dio en los ensayos verificados por el conde Arco, di-
rector de dicha Sociedad, en sus laboratorios una intensidad de 1 3 amperes, con una antena de
i.ooo metros de longitud de onda, con dos kw. en el primario, el sistema «Radioeléctrico» del
Ejército trances ha dado una intensidad de 1 7 amperes en una antena de aquella longitud de
onda, con una energía primaria de 2 . 1 3 4 wats y 1 3 amperes con 1.730 wa.ts en el primario.
JAIME F O N T MÁS
Ingoniero Electriimta (E. C . I.).
(Cofidnuará )
LA ENERGÍA ELÉCTRICA 343
CRÓNICA E I N F O R M A C I Ó N
Nuevas Centrales E n B u ñ o l a (Baleares) yen u n a Sociedad r e g u l a r colectiva, d o m i c i l i a d a
t u \ o l u g a r el d í a 8 del actual la i n a u g u r a c i ó n d e l en esta corte, p o r t i e m p o i l i m i t a d o , cuyo o b j e t o es
a l u m b r a d o p o r m e d i o de la electricidad, m e j o r a la \'enta e n representación d e casas nacionales y
tan i m p o r t a n t e q u e h a n llevado á cabo D . J a i m e extranjeras, d e material eléctrico, a p a r a t o s y m a -
Xadal y D . Juan F a r . q u i n a r i a e n general, y cualquier o t r o negocio a n á -
— T a m b i é n se h a i n a u g u r a d o el a l u m b r a d o logo q u e los socios d e t e r m i n e n e m p r e n d e r .
eléctrico e n V i l a f a n t . E l capital social es 8 0 . 0 0 0 pesetas, a p o r t a d a s
Subastas y concursos.—El 1 9 d e O c t u b r e ten- por los Sres. B a s s o y Sánchez e n l a proporción
d r á l u g a r l a s e g u n d a subasta p a r a adquisición d e de (30.000 el p r i m e r o y 2 0 . 0 0 0 el o t r o ; el señor
tma conmutatriz, c a b l e s u b t e r r á n e o y accesorios Martínez es socio i n d u s t r i a l , y a p o r t a ú n i c a m e n t e
])ara m a n i o b r a r tres g r ú a s en el muelle d e S a n t a sus conocimientos en l a i n d u s t r i a y t r a b a j o \)er-
L u c í a ( C o r u ñ a ) , advirtiéndose q u e se a d m i t e l a con- sonal.
currencia e x t r a n j e r a . (Gaceta 10 d e S e p t i e m b r e ) . L a firma social e s t a r á á c a r g o d e los t r e s socios
— E l concurso a n u n c i a d o p a r a a d q u i r i r u n a es- i n d i s t i n t a m e n t e , y la gerencia la d e s e m p e ñ a r á el
tación radiotelegrálica, t i p o na\'al, p a r a el Prin- Sr. Sánchez exclusi\'amente.
cesa de Asturias, y o t r a p o r t á t i l , p a r a c o l u m n a d e — Luz Moore Artigas.—Sociedad anónima,
desembarco, se celebrará el 4 d e Oc-tuhre próximo. constituida en e s t a corte, p o r D . Cristóbal García
(Gaceta 7 d e Septiembre.) Loygorri Murrieta, D u q u e d e Vistahermosa, don
Nuevas Sociedades.—Comfañia de Ferroca- José A n t o n i o d e A r t i g a s Sanz y D . Miguel Och<:a
rriles eléctricos cu España.—Con este t í t u l o se l .umbier, por t i e m p o d e c i n c u e n t a años, cuyo ol)-
j e t o e s l a explotación y desarrollo e n E s p a ñ a ,
ha c o n s t i t u i d o en A l m e r í a u n a Sociedad a n ó n i m a ,
P o r t u g a l y sus colonias d e l a s p a t e n t e s mime-
f u n d a d a p o r el d i s t i n g u i d o ingeniero a l e m á n d o n
ros 4 7 . 7 8 0 , 4 7 . 7 8 1 y 1 4 . 6 1 3 , p r o p i a s d e los se-
Luis Gustavo Berg, D . Antonio Ledesma Her-
ñores A r t i g a s y O c h o a , referentes á u n procedi-
n á n d e z y D. José Sánchez de A n d r a d e , d e G r a -
m i e n t o p a r a fel a l u m b r a d o eléctrico, m e d i a n t e
n a d a , q u e t e n d r á p o r objeto l a construcción del
tubos rellenos d e g a s ó v a p o r , cjue p e r m i t e regu-
ferrocarril eléctrico e n t r e d i c h a s c a p i t a l e s , p a s a n -
lar a u t o m á t i c a m e n t e el g r a d o d e vacío e n los t u -
d o p o r Sierra N e v a d a .
bos luminiscentes, c u y o i n \ e n t o se debe al sabio
L a n u e v a C o m p a ñ í a e m p e z a r á los estudios d e
a m e r i c a n o M o o r e ; y l a adquisición, explotación
d i c h a nueva línea e n proyecto, d e los cuales se
y venta, d e cualesquier o t r a s p a t e n t e s r e l a c i o n a d a s
h a e n c a r g a d o el ingeniero j e f e d e l a J u n t a d e con este objeto.
O b r a s del P u e r t o d e A l m e r í a , S r . Cer\-antes, e n
\-irtud d e c o n t r a t o hecho c o n el S r . B e r g como E l c a p i t a l social es 5 0 0 . 0 0 0 pesetas, represen-
gerente d e a q u é l l a . t a d a s i)or 1 . 0 0 0 acciones d e 5 0 0 pesetas c a d a u n a .
Según el t r a z a d o , el nuevo ferrocarril p a r t i r á al p o r t a d o r , d e s p u é s d e d e s e m b o l s a d o el 5 0 ])or
d e l a estación d e A n d a l u c e s e n G r a n a d a , siguien- 100 d e su valor, y antes n o m i n a t i v a s ; d e estas
do á Huétor-Vega, Pinos-Genil, Güejar-Sierra, a c c i o n e s . s e e n t r e g a n 1 0 0 á c a d a u n o d e l o s seño-
L a E s t r e l l a (túnel), C a p i l e i r a , B u b i ó n , P a m p a - res Ochoa y A r t i g a s , suscribiendo el S r . L o y g o -
rri 6 6 0 , y l a s restantes 1 4 0 q u e d a n e n c a r t e r a .
neira ( e m p a l m e á O r g i v a ) , P i t r e s , F e r r e i r o l a ,
G a s t a r a s , L o b r a s , C á d i a r , Yegen, V a l o r ( e m p a l - E l i^rimer C o n s e j o p o r q u e se regirá l a Socie-
m e á U g í j a r , Berja y A l m e r í a ) , M e c i n a , M a i r e n a , d a d , l o f o r m a n el d u q u e d e V i s t a h e r m o s a . p r e -
L a r o l e s y P i c e n a , e n t r a n d o luego e n la o t r a p r o - sidente, y vocales D. J o s é B a s c a r a n F e d e r i c y
vincia p a r a .seguir p o r R a v a r c a l , P a t e r n a , Beires, D . R a f a e l M o r e n o Gil d e B o r j a .
P a d u l e s , C a n j á y a r . R a g o l , Instinción, T e r q u e , El teléfono en la provincia de Santander.—
Alicón, G á d o r , H u é r c a l y A l m e r í a . E l concesionario d e l g r u p o telefónico d e T ó r r e l a -
C o m o se ve, la j)royectada línea cruzará u n a d e \ e g a y pueblos d e su contorno, ó sean 2 5 A y u n t a -
las regiones m á s pintorescas d e E s p a ñ a , á la cual mientos d e l a p i w d n c i a , .se h a d i r i g i d o al A y u n -
h a b r á d e favorecer g r a n d e m e n t e , n o sólo p o r l o t a m i e n t o d e S a n t a n d e r p r o p o n i é n d o l e el e n l a c e
q u e p a r a ella r e p r e s e n t a el t u r i s m o q u e h a b r á d e d e l a r e d u r b a n a t e l e f ó n i c a d e dicha c a p i t a l con
f o m e n t a r s e m u c h o a t r a y e n d o numerosos excursio- el c i t a d o g r u p o .
nistas á la f a m o s a Sierra N e v a d a , sino p a r a l a L a m i s m a E m p r e s a concesionaria del g r u p o
circulación d e la riqueza general d e l a c o m a r c a . d e T o r r e l a v e g a t e n d r á p r o n t o el negi^cio d e los
-- l'nissiK Sánchez y Martina.—l.os señores gnii)os telefónicos d e C a s t r o , L a r e d o v .^yunla-
D . .Segundo Basso G ü e l p a , D . R a f a e l M a r t í n e z mienlos cercanos á V i z c a y a , y si esta iirimera in-
M a r c o y D . A n t o n i o Sánchez M o l i n a constitu- tentona con Santander n o encuentra las facilida-
344 LA ENERGÍA ELÉCTRICA
:JUS i H u i l i i c i d o s; por ulra pnili-. M- rvilalian <ii lo de vaiiores d e niercurici, ,igua .se desi;onipuiii
pusililf l;is i<.ai"i'iun(;s s(<iinilarias. en h i d r ó g e n o y en p e i ó x i d o d e h i d r ó g e n o , q u e , al
D e s d e el n i o i m - n t u en (pie ei agua rstá i. x p i i e s l a I lescoinpoiierse á su v e z , d a oxígeiKj. Al c a b o de
á las radiaciones ultravioletas, se ui)ser\a un des- un t i e m p o suficiente, el e f e c t o de la luz es i d é n t i i o
p r e n d i m i e n t o gaseoso, mezcla d e h i d r ó g e n o }• de en c u a n t o á los gases d e s p r e n d i d o s al e f e c t o de la
oxígeno, c u y a c a n t i d a d va en disminución : d e electrólisis.
25 m m . cúbicos p o r hora, d e s c i e n d e poco á poco
á o m m . cúbicos. Al m i s m o t i e m p o la composición Nuevas aplicaciones de las lámparas de bajo
del g a s c a m b i a ; la proporción d e o x í g e i K j , q u e es voltaje.—N^ta d e M . D u s s a u d , .sesión de l a -Aca-
d e m i a de Ciencias d e P a r í s d e 1 8 d e A b r i l
m u y p e q u e ñ a al p r i n c i p i o (1 p o r 100 d u r a n t e la
de 1911.
Ijrimera m e d i a h o r a ) , va creciendo, .si bien, á p e s a r
de la disminución d e d e s p r e n d i m i e n t o del gas to- « H e fijado en el c o n t o r n o d e un disco 1 6 a m -
t a l , la c a n t i d a d a b s o l u t a d e oxígeno d e s p r e n d i d o lioUas d e 2 , 5 centímetros d e d i á m e t r o d e fila-
l)or hora crece con la duración de la ex¡x>sición. m e n t o d e t u n g s t e n o d e 10 voltios y u n a m p e r i o .
Si se r e p r e s e n t a g r á l i c a m e n t e el r e s u l t a d o , tra- H e h e c h o g i r a r el disco d e m a n e r a q u e c a d a am-
z a n d o la curva d e producción del g a s d e t o n a n t e polla reciba sucesivamente una corriente d e 2 0
voltios, 1,5 a m p e r i o s d u r a n t e una fracción d e
(mezcla 2 H - + O") y la d e la producción t o t a l , se
segundo.
o b t i e n e n dos c u r \ a s , la p r i m e r a ascendente, la
o t r a d e s c e n d e n t e , a p r o x i m á n d o s e sin cesar y como H e c o m p r o b a d o el h a b e r con.'^eguido con 30
t e n d i e n d o á la m i s m a asíntota, d e suerte que, al watios u n a luz a p a r e n t e m e n t e fija, fría, c o n t i n u a ,
c a b o d e un t i e m p o suficiente, el g a s desjjrendido e q u i v a l e n t e á 1 0 . 0 0 0 bujías a n t e un sistema óptico
sería gas d e t o n a n t e p u r o . ajiropiado, es decir, d a n d o los mismos r e s u l t a d o s
I.a variación d e composición del gas despren- q u e un a r c o eléctrico d e 1 0 . 0 0 0 bujías (110 vol-
d i d o se explica del m o d o siguiente : D e s d e los tios, 6 0 a m p e r i o s , 6 . 0 0 0 watios). .
])rimeros instantes, el a g u a .se pero.xida y el h i d r ó - E s t a luz, a s í p r o d u c i d a y e m p l e a d a , m e h a
geno q u e d a en l i b e r t a d . L a p r o d u c c i ó n d e oxígeno l)ermitido el a l u m b r a d o o r d i n a r i o e n u n a h a b i t a -
no se manifiesta i n m e d i a t a m e n t e m á s q u e c u a n d o ción con u n g a s t o d e e l e c t r i c i d a d en el c o n t a d o r
el a g u a o x i g e n a d a está p r e s e n t e en el l í q u i d o y doscientas veces menor q u e con c u a l q u i e r a o t r a luz
en él se d e s c o m p o n e en p a r t e ; la p r o d u c c i ó n d e eléctrica d e incandescencia p o r c a r b ó n .
este g a s v a c r e c i e n d o á m e d i d a q u e la solución es P o r o t r a ];arte, la p e q u e ñ a c a n t i d a d de electri-
m á s rica en p e r ó x i d o d e h i d r ó g e n o . C u a n d o la c i d a d necesaria (próxima;iiente 20 voltios y 1,5
Ijroporción del a g u a o x i g e n a d a es c o n s t a n t e (igual- amperios) m e ha p e r m i t i d o á v o l u n t a d substituir
d a d e n t r e las c a n t i d a d e s f o r m a d a s y defcompues- la córlente d e l sector p o r la d e u n a p i l a d e un
tas), la p r o d u c c i ó n d e oxígeno resulta t a m b i é n p r e c i o d e c o m p r a y d e e n t r e t e n i m i e n t o ínfimo.
c o n s t a n t e ; en este m o m e n t o , la composición del L a superficie r e d u c i d a d e esta luz fría me ha
gas d e s p r e n d i d o es la del g a s d e t o n a n t e . p e r m i t i d o , con sistemas ópticos sencillos y econó-
I.a i)roducción d e oxígeno decrece m u c h o con la micos, conseguir faros d e g r a n a l c a n c e y potencia,
d u r a c i ó n d e la exposición. E s t a disminución da que p o d r á n utilizar, p o r e j e m p l o , los p e s c a d o r e s
l u g a r á p e n s a r que, en ¡presencia d e la luz u l t r a - p a r a hacer señales d e s d e su b a r c a , ó a p l i c a r l o s
violeta, se e f e c t ú a u n a al menos d e las dos re- p a r a usos m i l i t a r e s , t o d a vez q u e la pila p u e d e
acciones siguientes : I . " , acción inversa del h i d r ó - llevarla un s o l d a d o en su mochila y a p l i c a r el sis-
g e n o d i s u e l t o e n el a g u a o x i g e n a d a ; 2.", combi- tema á la t e l e g r a f í a ó p t i c a .
nación del h i d r ó g e n o y d e l oxígeno. E s t a ú l t i m a L a au.sencia d e calor d e esta luz me ha p e r m i -
combinación h a s i d o ya s e ñ a l a d a e n t r e cuerpos t i d o t a m b i é n ¡jonerla en c o n t a c t o con lentes espe-
gaseosos. ciales d e g r a n r e n d i m i e n t o , q u e p r o d u c e n conos
C o m o M . T h i e l e y M . A . Coehn h a n d e m o s - t a n di\'ergentes y iiotentes q u e constituyen v e r d a -
t r a d o q u e el vap<ft- de a g u a e s t á di.sociado, a u n - deros ojos, p a r a los a e r o p l a n o s y los s u b m a r i n o s .
que, en v e r d a d , e x t r e m a d a m e n t e p e c o , en sus ele- Con 3 0 watios, l a a n c h u r a d e las proyecciones
mentos b a j o la acción d e la luz u l t r a v i o l e t a , nos a l c a n z a b a 8 metros con los clichés fijes, 5 me-
podemos p r e g u n t a r si el d e s i j r e n d i m i e n t o gaseoso tros con el c i n e m a t ó g r a f o , 4 metros con las p l a -
o b s e r \ a d o n o sería d e b i d o á esta acción ejercida c a s d e colores n a t u r a l e s y los c u e r p o s opacos ; los
sobre el v a p o r d e a g u a q u e o c u p a b a la a t m ó s f e r a objetos microscópicos se h a n p o d i d o p r o y e c t a r
d e la c e l d a ; ó como en los p r i m e r o s m i n u t o s el con un a u m e n t o superficial q u e exceda d e diez
oxígeno no p u e d e manife.star.se en el gas recogido, millones d e veces, en c u a n t o á las proyecciones or
no p a r e c e q u e esta disociación inter\-enga en el d i ñ a r í a s d e 1,50 metros d e a n c h u r a , se h a c í a n en
fenómeno estudiado. 1 lleno d í a .
E.n resumen : b a j o la acción del c o n j u n t o d e las Con a m p o l l a s d e c u a r z o ó d e uviol, he recogido
radiaciones emitidas por una lámpara de cuarzo r a d i a c i o n e s u l t r a v i o l e t a s ; las h e s e p a / a d o del
LA ENERGÍA ELÉCTRICA 347
LÍOS a c e i t e s y l a b t < Í G a n f c e s e n l a i n d a s t m a .
Los aceites y grasas que el comercio presenta á la industria, no siempre reúnen las condiciones más
convenientes para una buena lubricación, pues muchas veces se mira más la economía que la calidad,
perdiendo siempre ésta á costa de aquélla.
Uno de los principales requisitos que debe llenar un aceite para cilindros, es el de ser de origen com-
pletamente mineral, pues los que contienen substancias vegetales ó animales dejan, al quemarse, consi-
derables residuos de carbón.
Los aceites extraídos de los asfaltos dejan también más carbón quejos que tienen por base la para-
fina, de modo que para los cilindros serán preferibles estos últimos.
Por la misma razón, y como todos los aceites contienen más ó menos cantidad de carbón, serán pre-
feribles los que contengan menos, lo cual puede averiguarse evaporando una cantidad determinada de
aceite y pesando el residuo de carbón. Para que sea aceptable un aceite destinado á cilindros, no debe
contener más del i por loo de aquel cuerpo.
Otra cualidad muy importante del aceite para cilindros es la de resistir las elevadas temperaturas que
aquéllos tienen.
En los motores de explosión, donde los cilindros se enfrían por medio de una camisa de agua, la
temperatura de aquéllos oscila entre 290 y 340 grados centígrados; pero en los motores donde el enfria-
miento es por medio del aire, la temperatura es mis elevada.
La temperatura de la mezcla explosiva dentro de los cilindros es, próximamente, de 700 grados, y
por lo tanto, el lubricante debe poderla resistir. .
La experiencia ha demostrado que los aceites cuya temperatura de inflamación es de 200 grados, ya
sirven para lubricar los cilindros, de lo cual se deduce un requisito fácil de comprobar. Para ello se
coloca una muestra del aceite que se trate de ensayar en una vasija cerrada, colocada en un baño de
arena sobre el fuego; la tapadera de la vasija tiene dos pequeños agujeros, uno de los cuales sirve para
introducir un termómetro. Calentando el baño de arena va subiendo el termómetro, y si al mismo tiempo
se aplica la llama de una cerilla al otro agujero, llegará un momento en que los vapores del aceite se in-
flamarán.
Mirando la temperatura qua acusa el termómetro, se tendrá la^Uamada temperatura de inflamación.
El aceite arde, por lo general, á unos 20 ó 25 grados sobre la temperatura de inflamación, por lo que,
conocida la una, se viene en conocimiento de la otra temperatura.
La viscosidad es otra propiedad de los aceites que se debe tener muy en cuenta.
La viscosidad del aceite disminuye, generalmente, cuando la temperatura aumenta, por lo que se ha
de tener en cuenta, al estudiar esta propiedad, la temperatura á que el aceite debe funcionar. Como es
difícil ensayarlo á la temperatura justa á que trabajan los cilindros se hace el ensayo á la temperatura de
roo grados, que es la más práctica por poderse averiguar sin termómetro.
Para hacer el ensayo se coloca el aceite en un frasquito que se introduce en agua hirviendo durante
algunos minutos; entonces se vierte en una pipeta y se anota el tiempo que tarda en vaciarse. Comparando
varias muestras en las mismas condiciones se tendrá la misma viscosidad relativa de aquéllas.
Para lubricar los cilindros debe escogerse el aceite más viscoso, siempre y cuando esta viscosidad no
sea tan elevada que impida fluya por los conductos.
También debe tenerse en cuenta al escogerse un aceite, ia temperatura á la cual deja de fluir por los
— ge —
conductos. Esto se averigua introduciendo aceite en un frasco, dentro del cual se coloca un termómetro.
Enfriando el conjunto en una mezcla frigorífica hasta que el aceite esté solidificado, é invirtiendo el fras-
co, cuya temperatura aumenta al sacarle del refrigerante, se anotará la indicación del termómetro cuando
el aceite fluya del frasco.
La densidad de un buen aceite debe ser de 0,870 á 0,900 á la temperatura de 15 grados.
L O S P R E S U P U E S T O S
Dicen que el Sr. Rodrigáñez ha hecho este verano un estudio detenido de los presupuestos para me-
jorar algunos servicios y reducir otros inútiles, anticuados y abusivos.
Quien conozca cómo se elaboran los presupuestos, tendrá que temblar, porque no se inspiran las re-
ducciones en la imparcialidad, sino en las particularísimas conveniencias de los que las aconsejan. Hay
organismos útilísimos que apenas cuentan con representación directa para hacer valer su influencia en
el fomento de la riqueza nacional, y contra éstos se suelen esgrimir toda clase de argumentos. Sería nece-
sario variar de criterio para llegar á hacer algo útil.
Pleito entre el Ayuntamiento de Oviedo y la Sociedad Electra Asturiana, acerca de que el contrato sobre
alumbrado elíctruo debe celebrarse por remate, previa subasta pública, con separación del de gas de hulla.
(CONCLUSIÓN)
I . " Que alegada por el fiscal la excepción de incompetencia, lo primero que hay que examinar es
si los acuerdos recurridos reúnen ó no los requisitos exigidos por el art. i.° de la ley de lo Contencioso
para que puedan ser recurribles en vía contenciosa;
2.* Que para determinar si han causado ó no los acuerdos recurridos y concurre, por tanto, en ellos
el primero de los requisitos exigidos por el art. i . ° de la ley de lo Contencioso, se hace necesario resol-
ver previamente una cuestión derivada de la Real orden de 7 de Marzo de 1903, cuyo alcance y tras-
cendencia han sido objeto de impugnación en el pleito, pues mientras que el demandante estima que por
virtud de su publicación quedó expedita la vía contenciosa contra la providencia del gobernador, de 24
de Enero de 1903, el fiscal entiende, por el contrario, que imposibilita la acción deducida en este pleito
por no haberse ejercitado recurso alguno contra la repetida Real orden ante el Tribunal competente;
3.° Que la Real orden de referencia se limitó simplemente á anular la rectificación de las condi-
ciones I . " y 5.*, hecha por el gobernador, por estimar que éste era incompetente para hacerla, pero dejó
á salvo cuantos recursos pudieran utilizarse, con arreglo á las disposiciones reguladoras de la contrata-
ción municipal, deduciéndose "de aquí que la Real orden tiene un valor puramente negativo y no hizo
otra que dejar el expediente en el estado que hubiese tenido, caso de que el gobernador no hubiese adop-
tado acuerdo alguno;
4.° Que descartado el hecho de haberse publicado la Real orden de 7 de Marzo de 1903, hecho
que carece por completo de transcendencia, á juicio del Tribunal provincial, para el fallo de este recurso
es indudable que la providencia del gobernador, de 24 de Enero de 1903, causó estado conforme al ar-
tículo 2." del Real decreto de 15 de Agosto de 1902;
5.° y 6 . ° Que la providencia del gobernador de 15 de Abril de 1903, si tiene contenido propio,
éste es ser una rectificación lisa y llana de la providencia de 24 de Enero, de la que es una pura repro-
ducción, y habiéndose demostrado que ésta causó estado y que portante bajo este aspecto es impugna-
ble en vía contenciosa, forzoso es reconocer que también lo causó la de 15 de Abril;
— 91 —
7.° Que nadie ha discutido el que haya causado estado la providencia del gobernador, de 2 di Ene-
ro de 1904, puesto que es indudable que lo causó, á tenor del art. i." del Real decreto de 15 de Agosto
de 1902;
8.° Que las providencias recurridas emanan de la Administración en e l ejercicio d e sus facultades
regladas, y concurre, por tanto, en este caso el segundo de los requisitos exigidos por el art. i." de la
Ley, puesto que las Corporaciones municipales no pueden contratar arbitrariamente, sino que tienen
que someterse en los contratos que celebren á las reglasfijadasen la Instrucción de 26 d e Abril de 1900
y en el Real decreto de 12 de Julio de 1902;
q." Que el tercero de los requisitos exigidos por el art. i." de la ley de lo Contencioso es que l a
resolución recurrida haya vulnerado un derecho de carácter administrativo establecido previamente á
favor del recurrente; pero sosteniendo las partes un criterio radicalmente opuesto con respecto á tal ex-
tremo, se impone la necesidad de estudiar si existe ó no es^; precepto reconocido del derecho lesionado;
10. Que el art. 2.° de la Instrucción de 26 de Abril de 1900 impone á los Ayuntamientos la obliga-
ción de formar los oportunos pliegos de condiciones para la celebración de sus subastes, y que conforme
á lo dispuesto en el art. 29 del Real decreto de 12 de Julio de 1902, una vez que hubiesen acordado di-
chas condiciones, deberán publicar este acuerdo en el Boletín oficial de la provincia, expresando que en
el plazo de veinte días, y no en el de diez, si la subasta excediese de 250.000 pesetas, pueden presentarse
las reclamaciones que se quieran;
1 1 . Que, según terminantemente prescribe el párrafo i." del art. 29 del Real decreto de 12 de Julio
de 1902, las Corporaciones municipales, en su caso, acordarán respecto á dichas reclamaciones, estable-
ciendo además que los acuerdos serán apelables del modo que se previene en el art. 3 1 ; y como en éste
se establece que incumbe al Tribunal correspondiente de la jurisdicción contencioso-administrativa, des-
pués de apurada la vía gubernativa, el conocimiento de las cuestiones que se susciten respecto al cumpli-
miento, inteligencia, rescisión y efecto de los contratos, es evidente que si al Tribunal de lo Contencioso
toca la resolución de estos extremos entre la Corporación interesada y el rematante, al propio Tribunal
toca también conocer de las cuestiones que surjan entre la misma Corporación y aquellos particulares
que, aun no habiendo llegado á adquirir el carácter de rematantes, hubiesen reclamado contra las condi-
ciones de la subasta, los cuales, por este solo hecho, se encuentran lesionados en su derecho de carácter
administrativo, reconocido expresamente en el citado art. 29 en relación con el 3 1 del Real decreto de
12 de Julio, siquiera no deban prevalecer sus declaraciones en cuanto al fondo, sobre lo cual ha de fa-
llar en definitiva el Tribunal, en virtud de tener la competencia necesaria al efecto;
12. Que á esta competencia, expresamente reconocida por las disposiciones de referencia del Real
decreto de 12 de Julio de 1902, no se opone la constante jurisprudsncia de la Sala de lo Contencioso del
Tribunal Supremo y del suprimido Tribunal de lo Contencioso, q je tiene declarada reiteradamente que
el hecho de acudir á una subasta no crea, ni aun en favor del postor hasta que haya sido aprobada defini-
tivamente, derecho alguno administrativo que pueda reputarse lesionado para acudir á la vía contenciosa;
pues no es menos cierto que aquí el derecho de los demandantes no surge ni se deriva de su cualidad de
postores, sino de su condición de reclamantes contra las condiciones anunciadas para la subasta, á quie-
nes concede acción por modo expreso el Real decreto de 1 2 de Julio de 1902, y sin que pueda invocar-
se tampoco contra esta doctrina la Real orden de 7 de Marzo de 1903, cuyo verdadero alcance queda
explicado en el fundamento tercero;
13. Que de lo expuesto se deduce que el Tribunal provincial es competente para conocer de los re-
cursos acumulados promovidos por Díaz Ordóñez y Díaz Estébanez;
14. Que dada la existencia de la Real orden de 7 de Marzo de 1903, por nadie combatida, y el va-
lor que aquélla tiene, ha de entenderse que quedó el expediente en el estado que tenía antes de dictarse
por el gobernador su providencia de 24 de Enero de 1 9 0 3 , si bien, habiéndose acordado en ésta la apro-
bación del acuerdo recurrido y del pliego de condiciones, tiene facultades el Tribunal, conforme á los
artículos 29 y 3 1 del Real decreto de 12 de Julio, para entrar en el examen y estudio de esas condiciones
y estimar los acuerdos que estime justos;
15. Que con arreglo al art. i . ° de la Instrucción de 26 de Abril de 1900, los contratos que celebren
los Ayuntamientos se harán por remates y previa subasta pública; mas como, según la condición 4 9 de
las acordadas para la subasta, había de ser una sola la persona ó entidad que obtuviera tV remate, fijan-
— 9* —
dose en la primera condición que el alumbrado se hará por la electricidad y por gas procedente d e la
hulla, y resultando probado que sólo una Sociedad, «La Popular Ovetense», es en Oviedo ¡a productora
del gas de hulla, se deduce lógicamente que la subasta n o había dn tener verda lera realidad, de modo
que, á pesar d e acordarse, conforme á la Instrucción, la celebración d e la subasta, se adjudicó de hecho
el servicio sin remate, c o n notorio perjuicio d e los intereses municipales, gracias á la condición 49, q u e
debe ser reformada, en cuanto por ella se exige que sea una sola la persona rematante, y acordando e n
la primera que se subaste separadamente el servicio de alumbrado eléctrico, reservándose el A y u n t a -
miento la facultad de acudir al gobernador en solicitud d e la excepción d e subasta c o n arreglo al n ú -
mero 3.° del art. 40 y el 41, en cuanto al alumbrado por gas procedente d e la hulla, por ser uno solo el
productor de este fluido;
16. Q u e el acuerdo d e que se anunciase el pliego d e condiciones por sólo diez días, infringió el ar-
tículo 29 del Real decreto de 12 d e Junio de 1902, qae dispone que se haga el anuncio por veinte cuan-
d o la subasta excediere d e 250.000 pesetas, c o m o ocurre en el presente caso, pues siendo el tipo del r e -
mate de 40.000 pesetas anuales y diez años el término del contrato, asciende su cuantía á 400.000 p e -
setas.
17. Q u e también se han infringido el art. 5.° d e la Instrucción de 26 de Abril, el ajt. 70 d e la p r o -
pia Instrucción y el 9."; y
18. Que n o existe temeridad por parte del demandado y el coadyuvante, y n o debe hacerse c o n d e -
na d e costas:
Resultando que de esta sentencia han apelado la Administración general del Estado y el Ayunta-
miento de Oviedo, apelación que fué admitida, y, recibidos los autos en esta Sala, se han personado el
fiscal en representación de la Administración, y el procurador D . Ignacio Corujo en nombre del A y u n -
tamiento citado:
Resultando que también ha comparecido, c o m o apelada, la Sociedad «Electro Asturianaf, represen-
tada por el procurador D . Francisco Miranda, habiéndose formado la nota que previene la Ley:
Visto, siendo ponente el magistrado U. José de Bahamónde;
Aceptando los Vistos y fundamentos d e Derecho d e la sentencia apelada; y
Visto el art. 474 del Reglamento;
Fallamos que debemos confirmar y confirmamos la sentencia dictada por el Tribunal provincial d e
Oviedo e n 24 de Junio d e 1909, imponiendo las costas de esta apelación á la parte apelante.
Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en la Gaceta de Madrid é insertará en la Colección
Legislativa, l o pronunciamos, mandamos y ñrm^mos.—José Ciudad.—Senén Cánido.—Al/redo Massa.—
Ramón Rubio Juncosa.—Gaspar Castaño.—Antonio Marín de la Barcena.—José Bahamónde.
Publicación.—Leída y publicada fué la anterior sentencia por el Excmo. Sr. D. José de B a h a m ó n d e ,
Magistrado del Tribunal Supremo, celebrando audiencia pública en el día de h o y la Sala d e lo Conten-
cioso Administrativo, d e lo que, c o m o Secretario d e la misma, certifico.
Madrid 7 de Diciembre d e 1910.—Domingo Salazar.