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La función del hijo: espejos y laberintos de la infancia – Esteban Levin

La función escénica de la imagen del cuerpo


Para un recién nacido el primer espejo será la mirada escénica de su madre, el niño
está dentro de ella, en ese espejo materno; luego podrá imitarla, como si él y ella fueran
uno, para finalmente darse vuelta y apropiarse de su propia imagen
El niño solo puede constituirse en un único espejo que, como vimos, primero se
construye en el otro (materno), en tercera persona, para luego afirmarse en la primera
persona del singular. El niño estructura el lenguaje y la imagen corporal desde la posición
del el a la del yo. Sin él (otro), el yo no podría espejarse escénicamente.
El niño niega su cuerpo para confirmarse en su imagen, desde ella la resignificara
instituyendo su yo, y construyendo el esquema corporal como re – presentación del
cuerpo en espacio.
Sin la imagen corporal no se construyen los laberintos.
En un periodo diagnostico consideramos central comenzar a precisar, si el niño
armo o no su imagen corporal, si puede hacer uso de ella. Podemos saber si él ha entrado
o no en los laberintos de la infancia.
Esta imago es una presentación (inconsciente) del cuerpo, y el esquema corporal
funciona como una re presentación (pre consiente) de esta imagen. Sustentamos que sin
imagen del cuerpo no hay esquema corporal posible.
La primera imagen del cuerpo de un niño es a imagen del cuerpo del otro, que en
un primer momento, como todo su funcionamiento maternante, se constituye también
como su esquema corporal; por lo tanto, en una primera instancia, la imagen y el
esquema corporal del infans están en el otro donde se sostiene reflejándose y
refractándose.
Ante la mirada de su madre, el niño no solo se refleja otorgándole unidad (rasgo
unario), sino que al mismo tiempo se refracta; este último acto ubica al pequeño en una
posición simbólica denominada rasgo uniano.
En el estadio del espejo, el niño no solo se refleja en la imagen, sino que realiza un
gesto postura girando sobre su eje para que la madre, que lo está sosteniendo, le
confirme a través de su dese que ese de la imagen (reflejada) es él y que ella desea esa
imagen.
Postura e imagen frente al espejo
Intentamos esquematizar la secuencia del gro por el cambio postural del siguiente
modo:
Primer momento: él bebe con su madre frente al espejo, donde ella y el niño se
reflejan
Segundo momento: el niño gira cambiando su postura, buscando la referencia del
otro (materno); este le confirma que es el, que existe en esa imagen, a la vez que ella
confirma al mismo tiempo que funciona como madre, cumpliendo su funcionamiento,
siendo reconocida y demandada en este acto por su bebe
Tercer momento: el niño vuelve a girar sobre su eje, siguiendo la dirección del
deseo materno aprehendiendo su imagen reflejada.

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