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El
CAMINO
a la
UNIDAD
N VARIAS oportunidades estas columnas se han
E ocupado del movimiento de mayor significación
social y religiosa quizás de 'los tiempos modernos:
el ecumenismo.
No hay duda de que el empeño y el entusiasmo
de prácticamente todos los sectores religiosos por
un acercamiento mutuo producirá una profunda
transformación en el pensamiento y la acción de
vastos sectores de la humanidad.
No hay duda alguna tampoco de que la tarea
para llegar a la meta propuesta será ardua; pero
la actitud gener-al de los dirigentes religiosos hace
suponer que no desmayarán en la misma para cul-
minada con éxito.
Pero, ¿qué se entiende por unidad religiosa?
P.ara algunos sectores puede ser el acercamiento
cordial, la tolerancia mutua, el abandono del espí-
ritu agresivo hacia otros grupos cristianos. En ese
terreno ya se ha producido un cambio extraordinario
y digno de elogio. Ya no hay más "herejes", sino
"hermanos separados", y ya Roma no inspira la
repulsa del sector protestante.
Para la Iglesia Católica Romana, la unidad sig-
nifica la vuelta de todos los disidentes al seno de la
misma, para que haya un solo rebaño y un solo
pastor, y con ese objeto en vista los papas Juan
XXIIII y Paulo VI han tendido los puentes para
el acercamiento.
El problema mayor para muchos es saber si los
católicos y los protestantes avanzarán mutuamente
los unos hacia los otros para encontrarse a. mitad
de camino; si Roma recorrerá la mayor parte del
mismo, o si los protestantes tendrán que ir 'a Roma
para -lograr la tan anhelada unidad.
Ya en ocasiones anteriores, la Iglesia Católica
manifestó cuál era su pensamiento al respecto, pero
si quedaba alguna duda sobre el particuñar, el men-
saje de Paulo VI para todo el mundo, en ocasión de
su visita a Tierra Santa a principios de año, disipó
toda duda acerca de la cuestión.
En la parte dirigida en especial "a todos los
hermanos cristianos", dijo lo siguiente:
"Hablamos, pues, a los católicos que están ya
dentro de la protección del rebaño de Cristo. Pero
no podemos -dejar de hacer una invitación' similar
a nuestros hermanos cristianos que no están en co-
munión perfecta con nosotros. Es evidente ahora
que el problema de la unidad no puede dejarse a
un lado. La voluntad de Cristo nos está presionando
y obligando a que hagamos todo lo que podamos,
VIDA FELIZ
El papa Paulo VI, impartiendo la bendición.
con amor y buen juicio, para traer ·a todos los cris-
tianos la suprema bendición y honor de una iglesia
unida.
"Aun en una _ocasión como ésta, tenemos que
decir que tal resultado no podrá obtenerse a expensas
de las verdades de la fe. No podemos ser falsos 'a
la herencia de Cristo: no es nuestra, no somos más
que administradores, maestros e intérpretes.
"Declaramos una vez más, sin embargo, que es-
tamos dispuestos a considerar toda posibilidad ra-
zonable mediante la cual el mutuo entendimiento, el
respeto y la caridad pudieran ser estimulados de
tal manera que allanen una senda para una reunión
futura -y quiera Dios que no esté muy distante-
con nuestros Iiermanos crístíanos, aún apartados de
nosotros.
"La puerta del rebaño está abierta; esperamos
todos nosotros, con sinceridad en nuestros corazones".
(La cursiva es nuestra.)
En otras palabras, el camino a la unidad debe
ser transitado hasta Roma, porque eil:la tiene el de-
pósito de la fe. Ella tiene la verdad, que no es
suya, sino de Cristo y, por lo tanto, no puede ser
renunciada.
Este mismo pensamiento expresó el papa en su
entrevista en Jerusalén con Athenágoras I, patriarca
ortodoxo de Constantlnopla :
"Deberán examinarse divergencias de naturaleza
doctrinal, litúrgica y disciplinaria en el momento
y lugar oportunos, con espíritu de fidelidad a la
verdad, y de comprensión en caridad".
De manera que para las igdesías protestantes se
plantea esta única alternativa: abandonar la idea
de la unidad religiosa, o someterse a las exigencias
de Roma. No .les queda otro camino, porque la
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Iglesia Católica no sacrificará 10
que ella entiende por "fíde.idad a
ila verdad". No abandonará los
príncipios sostenidos con tanto
celo durante siglos, alentada rpor
la convicción de que es la única
iglesia de Cristo.
Pero, si los protestantes para
llegar a la unidad deben renunciar
a las doctrinas que los separan de
Roma, la misma no podrá ser
nunca una unión de iglesias, en la
que cada una conservará su carac-
terístíca distintiva, sino forzosa-
mente una conversión en masa
al catolicismo.
La pregunta que naturadmente
surge es si los protestantes darán
este paso, y si es así, ¿qué senti-
do tuvo la separación originaria
de la misma? ¿Admitirán ahora
que estuvieron equivocados du-
rante siglos?
Por supuesto, no es un :pecado
reconocer una equivocación, sino
una virtud. Pero 'la renuncia a
las doctrinas que discrepan con
las católicas es, en esencia, la
renuncia a la individualidad co-
mo iglesias protestantes.
Si éstas abandonan su posición
respecto al libre examen de las
Escrituras, contrario a la inter-
pretacíón oficial de ·ellas por par-
te de la Iglesia, basado aquél so-
bre la promesa de Cristo de que
se da el Espíritu Santo, inspira-
dor de las Escrituras, a todo el
que lo pida para conocer la vo-
luntad de Dios; si tienen que de-
jar de lado la doctrina de la
justificación por la fe, contraria
al énfasis sobre las penitencias
y otras obras 'para ganar el cielo;
si tienen que aceptar la tradición,
el culto a 'los santos, Ia confesión
al sacerdote y reconocer al papa
como cabeza visible de la Iglesia,
¿qué resta de su identidad que las
diferencia de Roma?
No estamos en contra de la ver-
dadera unidad religiosa, en la ver-
dadera Iglesia de Cristo. Por el
contrario. Todos 'los creyentes de-
ben ser uno en él, en práctica y
4 VIDA FEL¡IZ
El papa Paulo VI fotografiado en el Vaticano
junto a los arzobispos y obispos de
Inglaterra y Escocia poco an.tee de su viaje
a Tiel'ra Santa.
Desgraciadamente, hay muchísi-
mos en el mundo cristiano que ni
siquiera han hojeado alguna vez
un ejemplar de la Biblia, su Libro
fundamental. Por eso, no tienen
un verdadero conocimiento de los
deberes del discípulo de Cristo, y
se dejan guiar por los que se su-
ponen que son maestros de la
Palabra de Dios, sin investigar por
sí mismos su contenido, cumplien-
do así aquel mandamiento· del
Maestro.
Si afirmáramos que la mayoría
de los cristianos están equivocados
doctrina. ES'e era su profundo en sus prácticas religiosas, porque
anhelo cuando estuvo en la tie- no conocen la Palabra de Dios,
rra, y sigue síéndolo en la ac- sin duda se levantaría un coro
tualidad estando en el cielo. de voces que '10negaría. Pero di-
Antes de su ascensión Íes dijo a cha negación no resistiría el más
sus discípulos, al núcleo de su sencillo análisis bíblico.
Iglesia: En prueba de lo dicho, he aquí
"He aquí, yo estoy con vosotros un solo ejemplo: El grueso de la
todos los días hasta el fin del cristiandad guarda el día domín-
mundo" (S. Mateo 28: 20). Eso go como reposo.. ¿Por qué ra-
implica su presencia en la Iglesia zón? Dicen que en honor a la
que sigue su doctrina. Pero esa resurrección de Cristo, o porque
Iglesia no' 'puede ser identificada la Iglesia tiene la facultad de cam-
par el. número de sus adeptos, ni biar el día de reposo instituido
por su r-iqueza ni influencia en el por Dios, el sábado.
mundo, ni por su minoría o po- Pero en toda la Biblia no en-
breza, sino por su 'amor a Cristo contramos una autorización seme-
y su adhesión a 'Su Palabra, a jante. Por 10 tanto, el cambio se
su mensaje, contenido en las Sa- basa en la sola autoridad de la
gradas Escrituras. Iglesia. Pero la Iglesia tiene un
De ellas dijo el Señor: "Escu- poder delegado, no primario. Este
driñad las Escrituras . . . porque último corresponde a Cristo. Por
ellas dan testimonio de mí" (S. consiguiente, no puede atribuirse
Juan 5: 39). Y, además: "El que más facultades que las que Cristo
me ama, mi palabra guardará" le dio. Y Cristo ha declarado
(S. Juan 14: 23). que su ley,' la de los Diez Man-
No se puede invocar' el nombre damíentos, uno de los cuales orde-
de discípulo de Cristo y no guar- na la observancia del sábado, es
dar su palabra, toda su palabra eterna. Dice:
y únicamente su palabra, es de- "Porque de cierto os digo que
cir, nada adicional que esté en hasta que pasen el cielo y la
contra de íla misma. tierra, ni una jota ni una tilde
La verdadera y única base para pasará de la ley, hasta que todo
la verdadera unidad religiosa, pa- se haya cumplido" (S. Mateo 5:
ra la reunión de todos los crístia- 18). Su ley, pues, durará tanto
nos en una sola Iglesia es la Bi- como existan el cielo y la tierra.
hlia, de la cual tenemos la segu- Ambos todavía existen, por lo tan-
ridad, por el testimonio de Cristo to, también su leyes aún obliga-
mismo de que ella es de Dios. La toria para todos los cristianos.
Biblia es, por consiguiente, la re- El sábado es el día señalado
gla perfecta para medir toda otra por Dios para la adoración desde
fuente de pretendida verdad díví=:" el pr incipio del mundo, y el sá-"
na,como 'la tradición, por ejem- bado será el día de culto en la
plo, para saber si proviene de tierra renovada, el reino de Dios
Dios o no. 'en este mundo, después de Ia ve-
Fuera de la Biblia no podrá nida del Señor en gloria. Dicen
nunca existir la Iglesia de Cristo. al respecto las Escrituras:
Por lo tanto, en este tiempo de "Porque como los cielos nuevos
tan grande interés en la unidad re- y la tierra nueva que voy 'a hacer,
Iiglosa, católicos y protestantes permanecerán delante de mí, dice
están llamados a 'obedecer como Jehová, así también permanecerá
nunca antes la exhortación del vuestro Jinaje y vuestro nombre.
Señor : "Escudriñad das Escritu- Y será que de novilunio en noví-
ras". Porque la ignorancia de ellas lunio y de sábado en sábado, ven-
lleva al extravío religioso. drá toda carne para adorar delante
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•
":iUC;: .,C;: .LU~~.1.U ;y U.L ~~U~~.1.'C;:.1. U UI;;

que el hábito ha persistido. i"~" ja cifras millonarias que bien pue-

den mover los hilos de la política.
'"., " < ~. '- Por otra parte. mal haría un go-
, ....( " bierno que atendíéra más al cau-
dal impositivo que le ;depara una
de mí, dice Jehová" (Isaías 66: actividad que arruina su mejor
22, 23). capital, -los ciudadanos-, que a
Por 110 tanto, para una' 'real, la salud y bienestar de los mismos.
efectiva' y cristiana unidad hay Por E. Benjamín Gómez 3) El moraL Entraña una gran
que volver a la misma fuente de. responsabilidad, por cuanto el
la verdad: 'la Biblia. Cristo al "-Entre las mujeres que. fu- hambre, como criatura pensante
orar díjo : / man el Índice de mortalidad por y con libertad para decidir, tiene
"Santifícalos en tu verdad; tu cáncer del pulmón aumenta del en sus manos la solución. Si es-
palabra es verdad" (S. Juan 17: mismo modo que ent-re los -hom- tá esclavizado por el vicio y desea
17). ' . 'bres. liberarse, puede hacerla. Ya no
.Este es el deber cristiano de Ia "-Aún no hay suficiente evi- quedan en pie argumentos de nin-
hora: Buscar' l-a unidad, pero la dencia que muestre que ílos ciga- guna clase que justifiquen racio-
unidad en Cristo, en el Cristo re- rrillos con fhltro son realmente nalmente la posición del fumador.
velado en las Escrituras. Todo más seguros que los sin filtro. Es un hábito que degenera en vi-
esfuerzo fuera de' ese marco será "-Abandonar el hábito de fu- cio, menoscaba la voluntad y
una mera parodia de la Iglesia mar ayuda definidamente. arruina la salud; pero, repetimos,
deñ Señor. "-El fumar en pipa es mucho si el fumador desea liberarse, pue-
-LORENZO J. BAUM , menos pelígroso. Existe un ries- de hac'erlo.=
VIDA FELIZ 5