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G.Ya.Miákishev B.B.Bújovtsev
Ha 11c11a11c1<0M n11.1Ke
s
2.7. Capncidad en un cin:uito de corriente ~ltcmn ~?
2.8. Inductancia en un eircui10 de corriente i1ltcrna 61
2.9. Rcsonancin en un circuito eléclrico 64
2.10. 1,imp.1ra clcc1rónic:n de tres clcclrodos 6s
2.1 t. Oscilador de lán1pcra 70
Ejemplo_. de rcsolt1Ci6n de problc111as 7J
Ejercicio 2 75
Breve resumen del cupítulo l 76
6
S.9. J>ropicdm.lcs de las ondn• elcc1roma1111i:1ica~ 136
5.10. Propag:ición de las ondns hem.innns DS
S. 11. Rad1olo..i1li1;1ción l;\9
S.12. Jdc:1 do la televisión 141
S.13. Desarrollo de los medios de comunicnción en la URSS 143
Ejercicio S J4 4
Drcvc resumen del capitulo S 145
Óptica
In trod ucción M6
7
7.8. Carácter transvc111al de ln5 on<l:•s luminosa.~. 1'0Jari1.;i-
ción de la luz 212
7.9. rol car:ícter tr;msvcrMI ele Lis mida• h•mintls:i> y k•
leería electromagnl!tic.1 de la luz 216
Ejemplos de resolución de prohlcmos 217
Ejercicio 10 21!1
Breve rc."Umcn del caphulo 1 219
8
11. Flslca atómica 267
11.1. í:.slructura del :itomo. l!xpcrimcnlos de Ruthcrford 267
11.2. PO$lula1ios de Ilohr 271
11.3. Modelo del :ilomo de hidrógeno ~cgúo lll'lhr 273
11.4. Demostración cxpcrimcnlal de b cxis1encia Je los
1:stados cs1acio11arios 276
t 1.5. Oiíiculladcs de l:i lcorb de Dohr 278
1 1.6. L~scrcs 279
~~~11 m
lfrcvc rc.<umcn dd capi1ulo 11 210
9
Importancia de la fisko por o explica r e l mundo y e l
desarroll o de los fuer1os productivos de lo sociedad
14.1. lntcrprcincion íi~ica <.lcl onunth> como 1111 10<)0 único 337
14.2. L.1 íisic:1 y la revolución cicntífico·técnicn 340
Trnb;ijos <.le lal>orntotio 343
1ntroducci6n
Hasta ahora, al cs1udi;1r la flsica, hemos seguido dc1crmi'rmdó ·
orden. En "Física 2" (Editorial 'MIR) se ·cx¡iminó el,
MOVIMIENTO MECÁNICO : l:t variación de las posiciones de f'os cucrpos ·(o ·~e SUS
partes) entre-si en el espacio con el correr di:! tiempo. C:n "Físic;t 3", al éxp lic:ir
la tcnnodinámic1r y la ns iea molecular, se dieron a co11occr los procesos
térmicos. La segunda mitad del curso de fisica mencionado se consagró a los
FflNÓMIJNOS llLl3CTROMAONtn<.:os. Pero el estudio de Ja clcctrodi11ámic;1 no
fue culminado. Aún quedan por conocer prOCC$OS tan irnporrnntes como l:i
corriente alterna, las ond¡1s radioclcc1ric11s (ond<1s clcctromagnétkas) y 01ros.
No obstan te, si se hojean las,primeras páginas del libro que proponemos, puede
veme que el curso de "Flsíc;1 4" empieza otrn vez por la mecánica, es decir,
considerando las OSCILACIONES MECÁNICAS. Sólo después de esto se prosigue
el estudio, no culminado en " Física 3", de la electrodinámica. La razón de es to
res.ide en Jo siguiente.
En " Física 2", además de dar a conocer las leyes genera le.~ ele la mecánica. se
dedicó mucho tiempo al estudio de diversos tipos particulares de movimiento
mecánico, tales como el movimienlo uniíormemc11tc acelerado y el movimiento
circular. Pero nada se elijo de tipos tan imporlan lcs de mov imiento mecánico
corno las O~CI LACIONUS y las ONDAS. Claro está que nadie se olvidó de e ll as.
Existen rn7.ones de peso para que l:is os1:il:1_ioncs y las ondas de distinta
naturalc711 física (mccúnic:is y c lcc1romag11étic:is) se estudien junlas.
Puede pensarse, ¡,qué habrá común entre las oscilaei.oncs de un péndulo
ordinario y la descarga de un condensador a través de una bob ina de
inductancia? Y, sin embargo, sí lo hay. Pronto se vcni que tanto las oscilaciones
mccÍlnicas como las electromagnéticas se subordinan a leyes cuantitativas
totalmente iguales. Esto w pone de manifiesto si nos interesamos no po r lo Qui>
osciln (un peso sujeto a un muelle o una corriente eléctrica en un circuito), sino
por C'ÓMO se rcali7.an las oscilaciones. También están sometidos a las mismas
leyes los procesos ondulatorios de distinta naturaleza.
En la física moderna se destaca una parte especial. la FÍSICA DE LAS
osctLACIONr:S o v rnRA CIONES. En ella se consideran desde un mismo punto de
vista las oscilaciones de distinta naturaleza. La fí~icn de las oscilaciones tiene
gmn importancia pr{1ctica. Se ocup<1 d e invcstig~r las vibraciones de las
máq uínas y mecanismos ; sus deducciones sirven de base a la electrotecnia de las
corrientes alternas y a la radiolecnia.
f1
1 OSCILACIONES MECÁNICAS
" Debe 1c11crsc en c11c11la que la llolirn suspcndi1la Jllll" el hilo ~ólo scrú
un pcntlnlo si sobre ella ac1ím la Cucrw de la gravedad. El globll terráqueo q\tc crea esta
'fuerza for111a parte del sistema oscihtnle que, para abreviar, llamamos simplemente
péndulo.
12
J l
W&i
Fíg.
de un ílolildM sohrc las o las, los de las rama.~ de un ;'1rbol 111ovidas por el viento,
los de n11~1ro corazón. T odos estos movimientos son ejemplos de t.hstinras
oscilaciones.
OSCILACION ES LIOR ES. El gruro de cuerpos, cuyo movimiento
a nali7..a mo~, se llama en mecánica sist.em(l de cuerpos o si111plcmcn1e si.Henw. Las
fuerzas que actúan entre los cuerpos de un sistema se dcno111ina11 i111C•nws. El
nombre de fucrws extcrio,.es se da a las que actilan sobre los cuerpos del
sistema por paire de cuerpos que no pertenecen a éste.
L<I forma más simple de oscilaciones es la que se produce en un sistema bajo
la ucción de lns fuerzas in lem as, una vc:r. que el sis lema ha siclo sacado tic su
posición d e equilib rio. fütas oscilaciones se lla man libre:.~. L~s oscilaciones de
Fig. 2
13
un cuerpo s1\icto a un muelle o de un cuerpo Sll~pcndido por un hilo son
ejemplos de oscilaciones libres. Una vez que c.~tos sistemas se sacan de ~us
posiciones de equilibrio. ~ crc:m unas condicinnt.'1' en las cuales los cuerpo~
oscilan sin que sobre ellos actÍlcn fucrz:1s exteriores variable.~ periódicamente.
OSCILACIONES FORZ/\01\S. Si con la mano empezamos a mover un
libro cmpuj:indole haci.1 ndcLintc y h.1cia :itrá.~ por umi mC.'>a, i:I rc.1lizarf1
oscilaciones, pero éstas no serán libres. Lis oscilaci<lt1cs del libro en este caso se
cl cbcr(ln a la acción de la íucrza, de módulo y sen tido variables. que
desa rro llamos con la mano.
L:1s oscilacicmes q ue rcali1~1n los cuerpos por fa acción de fuer1;1s cxlcriMcs
vHriahlcs pcriúdica111c11lc se deno minan f11rz111ills.
Son O$Cilacioncs for7.1d.is, en particular, Lis de los émbolos en los cilindros
de los motores de combustión interna. las de la aguja de una miu4uina de: cO$er,
etc.
1. b
·1
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·~o/Q--t:
Fig. J
Fig.,4
15
Fil!- 5
con poco rozamiento ;i Jo l11rgo de una barra guia. La fucrw de la gravedad qui:
acllm sohrc Ja holíla e~ compensada en lodo momento por la fucr1~1 de
clasliddad de la varilla. Las oscilaciones de la bolita se cícc1(1:111 bajo la acción
de l:ls fuc1z:1~ de elasticidad de dos muelles.
Si la f11erz.n de resistencia es grande, su nccióu, incluso en pcq11ciios
in tervalos de tiempo, no se puede despreciar. Para cerciorarse, sumerja una
bo lita suspendida por un muelle en un vaso lleno de liquido viscoso. por
ejemplo, glicerina (fig. 5~ Si el muelle es suficientemente blando, verá que la
bolita, separada de su posición de equilibrio h¡1ci:i abajo, no oscilarii en absolu-
10. Hajo la acción de la f11er1.a de clasticidnd se limitará ;i retornar a la posición
tic eq11ilihrio (linea de tra7.0s en la íig. 5). /l. eiwsa de la acción de la fucr:.w ~le
resistencia, s11 vc!oci<l;i<l en la posición de cq11ilibrio scrú prúetic:imcntc nu la.
Ahora ya se puede comprender qué es lo esencial para que en un sistema
p11cdan prod11cirse osci!llcioncs libres. Deben cumplirse dos condiciones.
l'l!IMERA. al dci;pfazar el cuerpo de su posición de equilibrio, en el sistema elche
surgir una fuc1n dirigid;i hncia dicha posición y, por lo tanto, tendente n volver
el cuerpo a clln. Así, precisnmcntc, actunba el muelle en el sislcmn antes
examinado: wnto cuando la bolita se desplazaba hacia la izquierda, como
cuando lo hacia hacia la dcreehn, la fucna de elastjcidnd estaba dirigidn hacia
la posición de equilibrio. Sl!OUNDA, el rouunieoto debe M:r suficientcm.inte
pcqueiio en el sistema. De lo contmrio las oscilaciones · se amortiguan
rápidamente o incluso no se generan. Las oscilaciones 119 l\morguadas s61o son
posibles c11 auscncia·: de ro~amie1.t¡o.
Esliis:-dos cbndibo11es· son lO.tálmente generales, ~álidas para tod.o sistema
en cl'é:ual' puedan u parecer oscilaciones libres. Vamos a comprobar esto en otro
sistema simple, en i:I péndulo.
despreci.1r~c y considerar 111 bolita como 1111 punto matcri:1I. UI alar¡;amicnto del
hilo también se puede omitir, ya que scri1 muy pequeño. Asimismo es posihlc ne>
tomar en éonsiderción-1;1 masa del hilo, por su pequciic-1. en Cl>mparación con la
ele bolita. Por lo Lanto, en vez de un pénd ulo real, o sea, de tJna bolit;1 de
dimensiones delcrminildcs suspendida por un hil•) que. por supuesto, se
defom1a \lll poco durante el rnovimie1110 y que tiene mnsa, podemos con pleno
derecho estudiar el modelo simpliricado: un punto matcrinl suspcncliclo por un
hilo inextensible y carente de peso. Este modelo de péndulo recibe el nombre de
p1i111l11/a si111¡1/c o 111aro•1111i1 ic:o. Una bolita 11<:4tocña suspendida por 1111 hiln íirm
y lnrgo debe comportarse prácticamente como un f)tndtrltl simple. S;1q11cmos
este pi:ndulo de su posición de c:quilil>rio 'l ~llllémoslo. Sobre la bolita nclu:trún
dos fucn:as: In de la gravedad G = m{J, dirigida vertica lmente hacia ahajo, y la
de l.:1.elasticidnd del hilo /'.', diri¡;iua a lo lnr¡;o de i:.~te (íi¡;. <i). E.• 11:1t11ral que :el
moverse el pépdulo actuar:\ tambicn solJn: é l la fuerza de la rcsis1encia. Pero
va1~1os :a suponer que c.~1;1 llltirna es lan pequeña que se puede despreciar.
. :·r.nrn imnginnrse clarnmentc la din(11nka del mo vimiento c.lcl pén<h1lo
con.viene de$oomponcr la fuerza de IA gravedad en dos componentes: la(;,,. di-
rigida u lo lar¡¡o dci hilo, y la G,. dirigida pcrpcndiculan11ente al hilo, se¡;ún la
tangente a la trayectoria de la bolita. La fuerza de cla;sricidad del hilo F y la
componente G. de la íµcrza de la gravedad ~on perpendiculares a la vc:ocidad
del péndulo y le com unican una accleraci611 centrípeta. Esta ncclcraciéln está di-
¡:igida hacia el cen tro de un orco de circunferencia, es decir, de la trnycctoria e.le!
péridulo. El trabajo de estas rucrzas es nulo. Por eso. de acuerdo con el teorema
de fa energía cinética, no hacen que varíe el mó<lulo de la velocidad del péndulo.
Su acción ~ lim ita n hacer que el vector velocidad cambie continuamente de
dirccció,n, de manera que en lodo instante la velocidad tenga la dirección de la
tangente al arco de circunferencia. Bajo la acción de la componente G,. e!
péndulo· comicnr.:i a moverse hacia ubajo. siguiendo el arco de circunferencia,
con una velocidad cuyo módulo v:1 aumenr:mdo. A mec.lida que el péndulo se
mueve. el módulo de esta componente de la fuc17..a de la g.ravedad, dirigida
17
hacia la pos ición de equilibrio, disminuye y, en el instante en qúc el péndulo
pa:;a por dicha posición, se anula. Por efecto de la inercia, el péndulo sigue
moviéndose y se eleva. Ahora la componente G,, estará dirigida en sentido
contrario a l de la ve locidad. Por lo tanto, el módulo de fa velocidad del péndulo
irá disminuyendo, además tanto más de prisa, cuanto mayor sea el angulo entre
el hilo y la vertical, ya que, a medida que aumenta este ángulo, dicha
componen le de la fucrz.i de la gravedad crece. En el instante en q,pc e l péndulo
se detiene en el punto más alto, el módulo de la componente G, es máximo
y dicha compl>nentc estll dirigida hacia la posición de equilibrio. Después el
módulo lle !;1 velodd;1d aumeni;1 y .el péndulo vuelve a moverse hacia dich:1
posición. Una vez que pa¡;.'\ la posición .de equilibrio, el péndulo retorna a su
p111110 de parlid~. si c.~ q ue la fucr.w de 'la rcsistenci:1 no c.~ grande y su tn1hajo
<Jurante un pcquc1io inter valo de t.icm)X' puede dc..~prcciarse. Si el péndulo se
sumerge en 1111 líquido viscoso se nota .inmediatamen te que las oscilaciones se
interrumpen o se amortiguan con mpide?..
". .
')
l. 1.Quc oscilaciones se llaman libres ? Pongn nlgun<» ejemplos ck
nscilacionc:c; libres 110 mencionados en el 1cxto.
2. ¡,Qt1é oscilaciones se dcno·m inan for7.ndas? Cite a lgunos ejemplos de
oscilaciones forzadas.
~. i.En qué condicione_, se producen 'oscilaciones libres en un sistema?
(1.4)
Como la masii 111 y la rigidez k son magniwdes const11 ntcs, In relación l</!11
U\inbién lo e$. 'H emos obtenido la cc1iación del· movimicn.to de un cuerpo t¡uc
oscila bajo la.a cción de la fuerza de elasticidad. Esta ecuación es·mµy simple: 1:1
proyección a, de la aceleración del cuerpo es directamente proporcional a su
coordcnaéln x 1omad11 con si¡;no cantrario.
Lo m:is notable es que ecuaciones- iguales a ésta definen las oscilaciones
libres de los más diversos sistemas.
ECUACIÓN DEL MOVIMIENTO DEL PÉNDULO. SIMPLE. Cuando
111\a bolita oscila suspendida por un hi lo inextensible, siempre se rnucvc siguicn·
do un arco de circuníerencin, cuyo radio es igua l a lo longitud 1 del hilo. Por
eso hj posición de !a bolita en todo instante queda determinada por una sola
magni~ud, la elongación, o sea, el ángulo Cl de desviación del hilo respecto de In
vertiyal, va·mos a considerar que el ángulo Cl es positivo si el péndulo está des·
viado hacia la derecha de la posición de equilibrio, y negativo, si lo está hacia la
izquierda (véase la !ig. 6).
Llamemos G, a la proyección de la fue!'UI de la gravedad sobre la tangente
a la trayectoria del péndulo. Esta proyección en el inst11nte en que el hilo esctt
desviado de la posición de equilibrio lln ánglllo Cl se e~prcsa asi:
G,- -GscnCl= -mascn <X. (1.5)
Aqui el signo. " - •· lí¡;urn porque G, y, a. tienen sig"os O(l\lCSlos. Cuando el
péndulo se dcsviq ~acia la derecha (a> O}, la componente G, de la fuerza de la
gravcdud esta dirigida hacia la izquierda y su proyección es negativa: G, <O.
Cuand,o el pépdulo se dcsvÍ..'\ hacia la izquierda (a < 0) y dicha proye(;Ción es
positiva: G, >O.
Designemos la proyección de la acclcraci6n del péndulo sobre la tangente
a su trayectoria por a,. Esta proyccción.carncteriza la rapidez. con que varía el
mócíulo de la velocidad del péndulo. Esto ya se dijo en el 1.3.
De acuerdo con la segunda ley de Newton
ma,:::. G,.
o bien
ma, = - 111gsena. (1.6)
Dividiendo por m los dos miembros de esca ecuación, se obtiene:
a,= - gsenCl. (1.7)
H:ista ahora se ha supuesto que las clo"gacioncs, es decir, los ángulos de
desviación de! hilo del péndulo respecto de Ja vercical, podían ser cualesquiera.
En adelante vamos a considerarlos pequeños. Cuando los angules son
2· 19
pequeños, si se miden en radianes,
scna~cx .
úc donde
s
ª "" ¡ · (f.9)
11
11,~ -
1 s. (1.10)
Esta ccu:1ción tiene la misma forma que fa (l .4) del movimiento dé la bolita
sujeta al muelle. Sólo que 11quí, en vez de la proyección de la aceleración 116 ,
figura la proyección de la aceleración a, y, en vez de la coordenada x , la magni-
tud s. Además, el coeficiente de proporcionalidad no depende ya de ta rigidez
del muelle y de la masa de la bolita, sino de la aceleración de caX!a libre y de la
longitud del hilo. Pero, lo mismo que antes, la aceleración es directamente
proporcional a la elongación (determinada por el arco) de la bolita.
Hemos llegado a una conclusión sorprendente: l11s ecuaciones del
movimiento que definen las oscil~cioncs de sistemas tan distintos corno una
holi111 ~ujcta n t111 muelle y un péndu lo, son iguales. Esto signilic:1 que el
movimiento de la bolita y las oscilaciones del péndulo transcurren de igual
modo. l..,s elongaciones de In bolita sujeta al muelle y de la bolila del péndulo
varinn con el licmpo scgitn una misma ley, a pesar de q11e las fuerzas que
p roducen las oscilaciones tienen distinta naluralC7.a lisien. En el primer caso se
trata de la fuerza de elasticidad del muelle y en el segundo, de la componente de
la fuerza de la gravedad.
La ecuación del movimiento (1.4), lo mismo que la (1.10), exteriormente
parece muy simple: la accle;ación es directamente proporcional a la coordena-
da. Pero resol:verla, cs. deci'r, determinar cómo varia la posición: del cuerpo
oscilante en el c;:Sp¡Í5=io con el tiempo, no e$ fácil. Eh "Fisica 2" se estudió el
movimiento· uriiformcincnte acelerado. Pero en las oscilaciones la aceleración
varia Cón el ti~·;npó, ya que cambia la fuerza que sobre el cuerpo actúa.
(l. t 1)
11
f'arn :1brevior, decimos :1cclcrnció11 y \'elucidad. En rcalid:ad nos
referimos a las proyecciones de cst~s magnitudes vcctori~lcs.
21
= ,'C,. sen t., ya que en eslc C.'\SO, en vez de
x"= _ _!<_X,
111
se obtendría la igualdad
x"= -X.,COSL= -X.
k
:<' = --x,.cos ~· k :e
-r= - -
m 111 m
Hemos oblcnido exactamente Ja ccu.1ció11 (l.11). Por co11siguic111e, la función
( 1.12) es una solución.de la ecuación inicial (1.11~ Naturnlmcntc, lambi~11 ~r:í
solución de dicha ecuación la función
x=x.,senlfkr.
vm-
ocsigncmos Ja m:ig.nitud conslanlc l 0. dependiente de las propiedades
dc1 sis1cm:1, por co 0 :
vm-
Wo= lfk.
v-;; {l.13)
El: intervalo de tiempo m1'11imo Tal cabo del cual el movimiento del cuerpo se
repite totalmente se denomina periodo de las oscilcrcionC'S.
Conociendo el período se puede determinar laji-C'curnci<1 ti<' las osdlacionc.~.
es decir, el número de oscilaciones por unidad de tiempo, por c:icmplo, en un
segundo. Si la oscil;1ción se cumple en un tiempo T. el número ele oscilaciones
por segundo v se dc1crmi11;1 así;
(1.16)
l3
( 1.13), es
ll>o= lfk.
V -;;-;-
Esta frecuencia resulta tanto m<1yor cuanto mayor es Ja rigidez del muelle,
y tanto menor, cuanto mayor es la masa del cuerpo. Eso es natural: el muelle
rlgido comunicn al cuerpo una accleraci6n mayor y la velocidad de é$te vnrín
con mas rapidez. Y cuanto más m.1sa tiene el cuerpo, tanto más despacio varia
su vcloci1l:1d hajo la iníluencia de un:i fuc17A, dada. El período ele las
oscilaciones es
T= ~ .. 2rtJf"'. ( 1.18)
(1)0 VT
Si se dL~ 1x111e de un juego de muelles de distinta rigidez. y de cucrpvs de
di~ti111a mas;i, no es <liJicil cerciorarse de que lns fórmulns (1.13} y (l .l S) definen
COl'rCl:l:tlllellte el C.11'".Íelcr de Ja dcpcn<lc1tcin de !~ 0 y T respecto de k y /11,
El cocficicnlc de proporcionalidad entre la acc!ernción a, y la elo11g;1ci6n
$Cn la ecuación (1.10),q ue define las oscilaciones del péndulo, es, lo mismo que
en la ecuación (1.1 1), el cuadrado de Ja frecuencia angular. Por consi¡;uicnte, la
frecuencia propia del péndulo ~im ple, cuando los angulos que formn el hilo con
la vertical son pC(JUeños, depcndc<le IR longit11d del péndulo y de la aceleración
de caída libre así:
( l.19}
Esta fór111u l11 Ja obtuvo por primera vez y In comprobó el cicntifico holandés,
conlempon°lnco de NEWTON, Christian HUYGENS.
El periodo de las oscilaciones crece al awnentar la longi1ud del péndulo. De
la ma~ del péndulo no depende el pe riodo. Eslo se puede comprobar
íáci.lmenlc haciendo experimentos con péndulos distintos. La dependencia del
periodo respecto de lá accleracicín de calda libre también puede detectarse.
Cuanto menor sea .g, tanto mayor será el periodo de las oscilaciones del
péndu.lo y, por consiguiente, ta1ito más despacio marcharán los relojes de
péndulo. Así, un reloj de péndulo en fonna de lenteja, sujeta a una varilla,
sufriría 1111 retraso de 3 s diarios si desde.el só tano de la Universidad de Moscú
lo· clcvamo~ ;1 su último piso (que está a 200 m de altura}. Esto únicamente
ocur.riría a costa de Ja dism inución de In aceleración de caída libre con la altura.
L,1 dependencia en tre el periodo·dc las O$eilaciones del péndulo y el valor de
g se aprovecho en la práctica. Midiendo el periodo de las oscilaciones se puede
dc,tenninar g con mucha exactitud. La acelcraci6n de caída libre, como ~e s:tbe
ppr,cl·curso de "Física 2", varia con la latitud geográfica. Pero incluso en una
24
latitud dada tampoco es igual en todas parte.~. ya que la dcnsid;1d de la eortc1.a
terrestre no es Ja misma en lodos los puntos. En las regiones en q uc yacen r<>C<ls
dcns;1s la aceleración g es algo mayor. Esto se aplica en la pro~pccci6n de
minerales.
Así, el mineral de hierro es m(1s denso que lns rocns ordinarias. Por eso las
mediciones d.c fo acelernción de caída libre, cfcctu~das bajo la dirección del
académico soviético,¡\. A. MIJÁttOV en las· inmediaciones de Ja ciudad.de Kursk,
di1;1:orr In posibilidad.de.precisar Ja ubicación de los importantes yadmicntos de
hierro de esta zona, Estos yacimien tos fueron descubiertos a.nteriormcntc por
m~dio de mediciones mar.uéticas.
Es notable que el periodo de las oscilaciones de un cucrpq sujeto a un
muelle y el período <le las oscilaciones del péndulo, cuando sus- clongaeiónc..~
son pequeñas, no dependan de la amplitud de dichas o!:cilncione:s.
lntuilivamente podemos imaginamos esto como sigue. Si la amplitud se
duplica, Ja f11er.G<1 dirigirla hacia la posición de equilibrio también se duplica, Ja
acclaraci6n se hace dos veces mayor y el v;tlor de 111 velocidad adquirid:i sen\
doble. Corno resultado, el c11mi110 dos veces mtis lnrgo hacia la posición de
equilibrio del cuerpo serí1 recorrido en el mismo tiempo que d11rante l:is
oscilac iones con la amplillld inicial (dos veces menor).
Fa se de las oscilaciones
1.6. Conocemoi; ya las principa!c.~ magnitudes que caracteri7.an lus
oscilaciones armónica.~: la amplitud x,. tic las oscilaciones, el
periodo 1; la frecuencia v y 111 frecuencia angular c110 • Nos queda por conocer
otra magnitud importante. In fa.~e.
Cuando se da la amplitud de las oscilaciones armónic'as, la coordcn;ida del
cuerpo oscilante en un instante cua!quicrn viene determinada unívocamente
por el argumento del coseno (o del seno) q> ... Ctl0 1.
u1 may11iwd qi. que so c11c·11e111rn clctrcís del .~iy110 1/c r.<1.t1•110 o di: .~eno, rccibt el
11ombrc de faso de las osciluc/011c.t definidas por estasfimcioncs. La fase se mide en
1n1idadcs angulares, radianes.
La fase no sólo determina el valor de la coordenada, sino además el de otrns
magnitudes fisicas. como la velocidad y la. aceleración, que varínn también de
acuerdo con Ja ley annónica. Por eso se puede decir q uc lu fase define, cuando
se da Ja amplitud, el est11do del sistema o~cilante en cualquier 111omc11to.
21t
Como <t>o ~ T' oblencmos
( l.21)
Fig. 8
1'(1r e~ta mión, en vez <le Ja fórmula x = Xm eos<i>0 1, par<1 describir lus
oscilaciones ;mn6nica$ se puede utilizar la fórmula
c. s
Fig.' 9
es 'lt/2: .1.:.a lig. 9 m11os1ra las grilíicas de las cpordcnnd¡1s .011 {uhei(1n del ·1iepip0
dedos o~cilaciones armónicas con un <lcsplazamicnto úc fase de n/2. ta ·griiíica :
1 coriespondc n las oscilaciones que se realizan según Ja ley sin11soi<lal
.' i, cm
Fig. 10
27
Velocidad y a celer a ció n
1.7. a rmó nicas
en l a s osci la cion es
C uando l11s oscilaciones son armó nicas, las coo rdenadas del
cuerpo oscilante, su velocidad y su acclcracióo tam bién varían
am1ónicamen1e. La proyección de la velocidad sobre el eje X e.~ la <lcrivada de
la coordenada x respecto del tiempo. Si x x.,cosco0 1, será =
11, = ...:' = - w0 :c., sen © 0 [ ,.. <•>o-'1:,. cos(w0 r + ; ). (1.25)
í-'i¡¡. ti
18
La acclcrncióo en las oscilaciones a rmonscas varía armónicamente. La
amplí111d de In aceleración e;¡ a.,= (l)~x.. y las oscilaciones de Ja aceleración
adelantan en f¡¡~c a las oscilaciones de la coordenada en 11.
l;.á acclc(<lción y !a º'c oordenada llegan al mismó tiempo a tener el módulo
máximon;erQ eón sigiios'l:ontrarios: En estos casos se d ice que sus oscilaciones
se cúmpl~¡}"'erJ·' c;>t>osiciót;\ ge' fase (fig. l l, a y e).
,R<;$pccto ·..de las oscilaciones de la vclo¡;idad, las osc ilacióncs de la
.accle#'cióti e~tfo. desfasadas en 11/ 2, y la amplitud de Ja aceleración está
'.refación'a da ·Con la de la velocidad por la fórmiila
w,,..,= -h!
z- ·
Al moverse la bolila hacia Ja izquierda, la deformación del muelle va
reduciéndose y lá energía potencial diminuye. Pero al mismo tiempo aumenta
la velocidad y, por lo tanto, crece la energía cinética. En el inst:mlc en que la
bolita pasa por la posición de equilibrio la cncrgia polcncinl es mínima. La
cinética ~ilcmiza el valor máximo.
DesP.l!éfdc.pasa.r fa posición de equilibrio la vclocidud empieza a decrecer.
·Poi' co'ii.sigÍlicolc,- dis1.11inuye la i;:ncrgia cinética. La cncrgia poten cial. en
•c."1r!ib'iq;,\Íu:eh1e. a a11mén1ar. 'En el punto extremo izquierdo esta energía llega
.a 'su.,i)l"áx.ifuo y .Ja. ~í~6·1.~c.(sc. anul.a. 'De este modo, durante las oscilaciones la
·c;n.e:r'gj¡f:pi:i'ténciáhc tiansror.Ina- en c inética. y viceversa. Esto mismo se puede
o.bieC:Var .en las oseilaCi<ines'-de un péndulo.
La ·cnergla mecánica total, en el caso de las oscilaciones de un cuerpo sujclo
a un muelle, es igual a la suma de los energías cinética y po tencial:
k l
= W W. + Wr = 1111/x
2
2 + 2 ·
.....::_ (1.27)
(l.28)
29
Corno
JJ.,~(1)()-'( = ~)CM,
..
'Fig. 12
30
Fi¡;. 13
x,..
Fi¡:. 17 Fig. IR
36
Las frecuencias propms de oscilación de las plnquitas son conocidas. Dajo la
acción de un electroimán, el li.\lón, .y con él todas las plaquitas, efectúan
oscilncioncs for1A1úas. Pero únicamente las de aquella.~ plaquitas cuya
frecuencia propia de 0~1lación coincide con In frecuencia de las oscilaciones del
listón tendrán gran amplitud (rig. J8). Esto permite c!etcrmi1mr la frecucnci:i de
la corriente alterna.
Otras muchas aplicac ione$ de la reson;incia, c uya importnncia es mucho
ma.y or. se dar:\n n co nO\.:cr m:is adelante.
.:
Fi¡;. 19
37
diente de la rueda de escape y el péndulo recibe el impulso hacia el otro Indo.
Como rc.~ultado, dos veces por período el péndulo recibe energía, abriendo
y cerrando el mismo el paso a la energía de la fuente.
Las oscilaciones no amortiguadas del péndulo se efectúan con una
frecuencia casi igual a Ja de sus oscilaciones libres, si el rozamiento es pequeño.
Por eso prccisnmcntc los relojes tienen una marcha regular. El primero en
utilr.z.nr el péndulo para conseguir la marcha regular de un reloj fue Ch. H uy.
gens, en 1657. En los relojes con muelle motor, en vez del pendulo se utiliza
gcncr:ihncntc el volante (ruedccilla con muelle capilar en espiral), que realiza
oscilaciones torsionales nlrcdcdor de su cje.
Los sistemas. como el reloj. en los cualc.~ se gencr.m oscilacionc.~ no
amortiguadas. a expensa.< del suministro de energía de una fuente, se llamnn
,fi\1cmns <11tl1x1.<('i/<111tes. /\ estos sistemas pcc1cncccn el timbre c!Cctrico con
1ntcrruptor, e! tubo de órgano, el silb.110 y muchos otros. Nuestro corazón
y pulmones también pueden considerarse como sistemas autooscilantc.~
f.11s osc:ilad1mc•.~ nn a111ortif¡11111las. que p11cde11 cxi.Ttir c11 1111 sislemn sm 1¡11c
.w1br<' él crctlÍ<'ll fuerzas ricríórlicas exteriores, se llnmon a11to<Jscilnc:imws.
M icntras que In frecuencill de las oscilac iones forza<las coincide con la
frecucncin de la íucrz.a exterior y la amplitud de bs oscilaciones depende de la
nmplitud de esta fucri.a, In frecuencia y la amplitud de las autooscilacíoncs
quedan definidas por las propiedades del propio sistema. Las autooscilacioncs
dií1<:rcn también de las oscilaciones libres en que, t•RIMERO, no se amortiguan
con el tiempo, y. SEGUNDO, su amplitud no depende de la magnitud de la acción
inicial de corta dumción (''impulso") que excita las oscilaciones.
• •
Terminamos el estudio de las oscilaciones (vibraciones) mecf1nicas. Debe
prestarse atención a un rnsgo común de todas lns oscilaciones, que las distingue
~le otras formas de movimiento mecánico.
Por regla general cuando se estudia el movimiento mccúnico de 11n cuerpo
(como, por ejemplo, el movimiento de una nave csp;rcial o de un planct:t bajo la
inílucucia de la atmcción universal) ei' problema consiste en hallar la posición
del cuerpo y su velocidad en cualquier instante. Pero cuando se estudian los
procesos oscilatorios periódicos, lo que mas interesa son los rn~gos genera les,
que ~a r:u;tcri1.<1n la repetición del movimiento, y no la posición y la velocidad
del cue rpo oscilante en un instante cu<1lquicru. Importa conocer Ja amplitud y el
periodo de las oscilaciones, o sea, las magnitudes que caracterizan el proceso en
conjunto. Cuando fas oscilaciones son forzadas hay que conocer la rch1ció11
entre las frecuencias de la fuerza impulsora y de las oscilaciones libres. Elln
prccisnmcntc dcline el carflcter del proceso, su intensidad.
38
3. ;.Qué e;ondición es ncccsnria p;irn que las propicdndcs de resonnnein lle
un sis1ema oscilan le se manifiesten con diridad ·¡
4. Ponga ejemplos de sistemas aulooscilantcs que no fueron mencionmlos
en el ICXI().
5. /.En qué difieren las M1tooseilaeiones de las oscilaciones fomidas )'de
las libres?
1'= 2nVI.. y
El número de oscifociones que se busca se halla asi:
T= 2n lflil
VT '
en 1:1 que m es la mltsa del cuc1:r10 y k, la rigidez del muc\le. Sobre el cuerpo
:1c!ú:111 la íucm1 de la gravc<la<l G y la fucr7..a de ch1Sticida<I P. Cuando el cuerpn
sé fmlln en reposo csrns íuer;-..:1s se compensan entre si, es dcci•, sus módulos son
iguales:
G=F.
Y como G = my y F = kx (ley de Hookc), rcsulla que
111!/ = kx,
de donde
111 X
-¡ =·;
Por consiguiente,
T=2rc~,
T;:;;0.2 s.
39
PROBLEMA 3. Por una varilla horizonlal puede dcsJiz.,rsc un cuerpo cuy<t
masa m = 4 kg. Este cuerpo está $Ujeto a un muelle (véase la [ig. 3) cuya rig1dc7.
es de 225 N/m. El otro ex tremo del muelle esf;i fijo. En cieno instante inicial se
desplaza el cuerpo de su posición de equilibrio hasta una distancia x,.. = 1O cm
y se suelta. Determinar Ja coordenada (elongación) del cuerpo, la proyección <le
su velocidad y su aceleración al cabo de l/8 de período de osci lación después de
dicho inst:lntc inici;il. El rozamiento no se toma en consideración.
So/11ció11. La dependencia de la coordenada (elongación) del cuerpo respecto
del tiempo se expresn nsí:
X = -"n• !:OS <llol.
2n T
Como 010 = -=r y t = s" resulta que
·e n la que pes la cJcnsidad del agua. El signo "menos" indica que el sent ido de la
(11er7.a resultante es contrario al desplazamiento de Ja bolella. De acuerdo con la
segunda ley de Newton
F"
"·" =--.
m
40
Por consiguiente,
pgS
ªx = - --;;,...-x.
Wo
..
= 1/ pqS .
m
El pcríodo T de las nsc.ilacinncs ann"\niL11s de la bolél);i ·Se .h alla ;1si:
T= ~~ = 2n l JY
Wo V ·¡;¡¡s·
T:;::0,4 s.
Pl~Q BLEM;\; 5. Un cuerpo, s11je10.;1 un 11111e!lc. oscila des l i~.f111dose ror ""ª
Vllrill;1 horizont<1l l,isa tvéasc la fig. 3). i·lailar la razún de la cnergla cin(:1ica del
cuerpQ 11 la energía .JJ9tene~il ·del sistema en el inslantc en que dicho cuerpo se
e1ic11cntra en un plinto sifuado :1. la milad de la distancia entre su posición
extrema y Ja de .~uilibr.ió.
·so'lr1ció11. La· ~omdcnndn del punto indicado es igua l a la mitad de la
amplitud de las ·oscilacioncs: .-.:.= x..,/2. L:i energía potencial dc.I sistema en el
ins1;1nte en qu.e el cuerpo pasa por es1e punto es
/c.x2 kx!
w,, = -2- =-s-·
Pero en todo instanlc, según la ley de con~erv:ición de la energía, se cumple la
i~ualdad
· kx:;,
w. +wo=1·
Oc donde Ja energía cinélica del cücrpo en el instante en que pasa por el punlO
tlndo se dclcnnitia as!:
W.., kx! _ W = kx~. _ l<x~=2.kx 2
'2 r 2 8 8""
Por consiguiente,
wº =3.
w.
Ejcn.:ido l. Un cuerpo de m<>sa"' - 100 g o~cila cnn la frecuencia"= 2 Hi bn¡o In
1 ncciún de 1.111 muelle. lfallar la ri¡:idcz k ,)el muelle.
2. La lo ngitud del péndu lo de Fo11ca111l en In catcdr:il de San Isaac de
l,cningrndo es de 911111. ¿A qué es igual el periodo de l:1s oscilaciones lle
e5te péndulo 'I
41
3. Un pendulo cíoctúa n1 = 10 osc1lac1oncs. Otro péndulo, en el mi.~mu
tiempo que el primero, rcali7,, n 1 - 6 oscilaciones. L.i difcrenci:t ent re
las long11udcs de ambos péndulos es Al "' 16 cm. Hallar las longitudes
1, y /2 de d1<:hos péndulos.
4. ;.Cómo varfarla el periodo de las oscilaciones de un péndulo " se
lraslad:ira de 1:1 Tierra a la Lurui ? L.i masu de la Luna es 81 veces
111cnor <1uc la de In Tierra y el rndio de C$l:1 úllima es 3,7 VC<."CS mayor
que el de J~ l...unn.
5. Una bolil(I suspcndklu por un hilo se dcsvia de su posición do
c•1111lihrio un lonnulo pcquetio y se suclrn, 01ra boliw c;oe Jihremcn1c,
sin ,•elucidad iniei.il, dc.'lde el punto de suspensión del hilo. i.Cuúl de las
110~ ht1l11as lles:sr:\ :1111cs :s ki posición de cx1u1hbrio de la prioncm. si
cmpc1.iron a moverse al mismo ticm110 7
(i, Un:\ bnht:i sujc1n n un muelle se dcspLi>,i h:is1~ la di.<1ancia de 1 cm 1le
su posición 1lc c4111lihrin y se sucha. ;.Qué c::im ino recorrer~ l:i h<'lota en
2 s, si In írcencncia de sus oi;cilacioncs v m .S 111.7 La anmrti~u:1ci611 de
las o~ilacioncs se puede despreciar.
7. l..a a1orckn:ufa efe un ~ucrpo que cícc1íut oM:ilnckmc~ armc\nk:u~ u lo
lar¡to Jcl eje X varia de acuerdo con la ley .Y= .5c11s 2nl. L• c11ordc·
n:11fa .<e umlc en c.:nlimetro.< y el 1iempo en segundo.<. De1ermin:11· h1
:1111pli1ml de las oseil11cioncs de la velncid:u.l y la 1m1yccció11 de ésta
snbrc el eje en el inslan te en que la fose e.le las oscilaciones 1lc '"
coor<le1111d:1 e.< 1¡;ual :i (5/6) ..:.
8. Un cuerpo de ma:<a igual a 200 g os.:il:1 en el plano horizonwl, con una
a111pli111d de 2 cm, bajo la noción de un mucHc cuy:o rigiJcL es de l(>
N/m. Determinar la frccucuci.i angulir de l:tS oscilaciones de csic
c uerpo, la cncrgja del sistema y Li amplilud de las oscilncionc.• ele la
velocidad.
9. Por el fondo, en íom1a de casquete esfürico, de un planll<• osciln,
clcslii.1ndosc sin rowmien10, un cubo pcquclio (fi¡;. 20i ¿Cu!ll ser:\ el
período de sus oscilaciones. si el radio de corv11tur:i <lcl íon1lo 1h:I
pl;llillo c.< R'I
10. Un nu1omovil marcha por un .:a111i110 ;1cc1dcnmdo en el cu;iJ In
tli.<tancia entre montículos es igual. aproxi111ada mcn1c. a 8 m, El
rcríodo e.le l11s osciL'lcionc.< libres del n1J1omúvil sobre sus hnllc.~IM e.<
de 1,5 s. ;./\ qu~ velocidad del nu1omóvil sus oscilaeionc.s en el pbno
<'crtical se nornr:ín nii1s?
1l. Gajo la accic\n t.lc una fuer.r.:i constanlc F, una holila sujcla ~ l ~xtremo
<le un muctlc.cuya rigidctcsdc 16 N/1n.•cdcspL17,, 1 cm. ¿C'u.~I scri:i
b :omph1ut.I de In.< nsc1~1c:inncs fomula~ de ,licha holi!:o en rcs\11>:111c1a.
si sobre ellu actuara 1111a fuerza exterior pcnód icn F de amplilud Fo:o•
siendo 1:\ mns.~ ti~ In bolita i¡tt"I a 0.36 k¡;'/ El cocíicienlc 1tc
ro7J1111ic1110 del sis1cma 11 - 0,24 k&fs.
¡:¡¡¡. 20
BREVE RE SU MEN DEL CAPÍTUl.O 1
L.1s oscilaciones que se cumplen segun la ley del coseno o del seno se llaman
annónicas.
La elongación mbima x,,, se denomina amplitud de las oscilaciones. La
ma¡,"!lilud ro0 recibe el nombre de frccucncm angular (o cielic;1) de las
oscilaciones y se expresa mediante el n úmcro de oscilaciones por sc¡;unú<> v nsi :
CJlo =: 27tV.
131 intervalo de licmpo minimo al cabo del cual el movimicn to del cuerpo se
repile totalmente se llama período de las oscilaciones. El periodo puede
expresarse por medio úc la frecuencia nngular del modo síguicn1c:
T~~.
O>o
A Ja magnitud que vn detrás del signo de coseno o de seno se le da el nombre
de fose de l<ls oscilaciones. La fose determina el estado del cuerpo oscilante en
un instante cualquiera pnrn una ampli1ud dnda úc las oscilaciones.
La frecuencia angular propia (o natural) de las oscilaciones de un cuerpo
43
sujeto a 1111 muelle depende de su masa 111 y de Ja rigidez del muelle k:
Wo=~·
1~1 frecuencia propia de las oscil:1cioncs de un pl:ndulo simple se dc1cnn111;1
por la fónnu la
too"' lif·
en la que 11 es la aceleración de ca ida libre; /, la longitud del péndulo. Ln
frccue11ci11 (y el periodo) de las oscilaciones 110 depende de sus amplitudes.
l..<1 e11ergi11 del cuerpo oscil;111le, en ausencia <le fuct7.:is de roz;1111iento,
permanece invariable:
F1g,. 21
<IS
fig. 22 Fig. 2.1
~+•+• Q
f m
....J_ -- - --Q.,
a b
Fig. 24 Fig. 25
47
la corriente, la cual se determina por la ro rmula
ui
IV¡., --2- , (2.2}
LJ LJCJW LJ
b e d
l"íg. 26
49
Al instante en que el condensador se descarga y la intensidad de Ja corricnlc
alcanz.:1 el máximo, corresponde el paso de la bolita por Ja posición de
equilibrio con la velocidad máxima (fig. 26, c~
Despues el condcn.-;.idor comienza a rccarg:irsc, y la bolita a desplaz;Hsc
hacia ln izquierda desde la posición de equilibrio (Cig. 26,á~ Al cabo de 1111
tiempo i¡:ual a 7!2 e l condensador resulta totalmente car¡;:ido y la intensidad <le
la corriente se anulo. A es te estado corresponde la posición extrema i1.quicr<la
<le la bolita, en la cual su velocidad es nula (fig. 26, e). La correspondencia mu-
lun entre las magnitudes mecánicas y eléctricas se ilustra con Ja 1abl11 l.
T:1hl:a 1
C<>ortlcnad:1. x C.irga, q
Vcloci<líltl. "-' lnlcn~iJnd de In corncnlc, i
cncrgL1 cinéttca.
mr! Energia del campo magnético, u•
2 2
(2.3)
50
fig. 2i
T= ~ = 2nVLC. {2.4)
'ºu
La fórmula (2.4) se llama fórmula de Thomson, en honor úcl lisico ingles
W. Thomson, que fue el primero en deducirla.
Los resultados así ohtenidos son correctos. No obstante, 110 pueden
considerarse demostrados con suficiente rigurosidad. Hay que <lcmostrnr <jllC la
ecuación que define las oscilaciones eléctricai; en el circuito no difiere, dcS<le el
punto de vista matcmAtico, de 1:1 ecuación que deíine las oscilaciones mccúnie<ts
libres. Sólo después de esto podremos afirmnr con absoluta seguridad que las
oscilaciones mecánicas y eléctricas se rigen por las mismas leyes cuanlit;llivas.
fato es lo m.ás imporlnnte. .
ECUACION DE DEF INIC ION DE LOS PROCESOS EN EL
CIRCUITO OSCILANTE. Consideremos un circuito oscilnntc (fig. 27) c 11y:1
resistencia R pueda despreciarse. La ecunción que describe las o~c 1l acioncs
e16ctricns libres en este círcuito se puede obtener por medio de !a ley de
consc,rvación de la encrgi:i.
La energía cloctronmgnélicn lolnl W d.:J drc11ito en c1rnlqui.:r instante es
igual a la suma de las energías de los campos magnético y eléctrico:
u2 ql
W=T+U. (2.5)
Esta energía no cambia con el tiempo, si la resistencia R del circui10 es nula.
La derivada de Ja energía total respecto del tiempo es nula , ya que la cncrgi;1
c;s constante. Por consiguiente, es nula la s11111a de la~ clerivad:i.s rc.~pccto del
tiempo de las energía~ de los campos magnético y eléctrico:
o bien
(2 .6)
(2.7)
~\."';"'L.., !_;-=~-=·,·::_.:::. _3~ .:z ~-..:_;-p ~~~..."7.' .::o ~ :'.\..U"' ,::'I':... ~ '....'! ::: :!::.~~_:.: .;! ~ :._."' :-.r:..- :'!
t - ....-:-. :.-5-_-::-- :~.... ... ..:. ..... "! ~··-=.E:.::f...'T .... ~e ;._ie-.:.~ ~·:"'-:· ...· '!- ...:.
= . f'-;.:·: :\."' :_:: : ..... :..i_
fom1a s1gu1c:11(t'"
(2.tl)
,," =--·u:''·
1 {2.'))
Ahora, por fui , y;1 p11cdc tt~ted apreciar plenamente la imporlancia de los
c.'fucrzos hechos parn cstud iar las oscilaciones de Ja bolita sujct<1 al muelle y del
péndulo. Observe que la ecuación (2.9), a excepción de las designaciones, no se
diferencia en n:1tla de la (1. 11 ), que <lctinc las osci laciones de la bollla ~ujela al
muelle. Sustituyendo en la ecuación (t. 11 ) x por q, x'' por e¡", k por l/C y m por
t. se obtiene exactamente la ecuación (2.9). Pero ln ceu:1eión (1 .11 ) ya la hemos
resuello. Por eso, sabiendo cómo oscila la bolita, podemos decir
1111nedia1:11n.:111c cómo ocurren las oscilaciones en el circuito.
En la ecuación ( 1.11) el coeficicn Le k/m es el cuad ratio de la frcwencia propia
de las oscilaciones. Del mismo modo, el coeficiente 1/(LC) en la ecuación (2.9)
también es el cuadrado de la frecuencia angular de las oscilaciones e!Cctrica$.
Por consigientc, las fórmulas (2.3) y (2.4) de Ja frecuencia y del período de las
oscilaciones eléctricas pueden considerarse demostradas rigurosamente. Es
naturnl que sin necesidad de uingunns ecuaciones hubiéramos podido intuir
que el periodo T dché aunicntar al crecer L y C. En efecto, al-crecer L la corrien·
te aumcnlll mús lcmamentc cou el tiempo y desciende müs despacio hasta
anularse.
Y é\Jant.o mayor es la cap.'lcidad, lanto más tiempo e~ necesario para la
recarga del conllcnsadol'. Pero obtener Ja fórmula (2.4) sin la (2.9) y sin recurrir
a la analogía entre las oscilaciones mecánicas y eléctricas, hubiera sido
imposible. .
OSCILACIONES ARMONICAS DE LA CARGA Y DE LA
CORRIENTE. Lo mismo que la coordenada en las oscilaciones rnccanicns (en
caso de que en el instante inicial la elongación es la máxima) varia con el tiempo
S'.2
Fig. 28
.la carw1 del condcnsndor varía con el tiempo de acuerdo con cst;i misma icy:
=
q q.,. cos r,1 0 1, (2. 10)
en la que </.,. es la amplitud ele las os<.:ilacinn<:!'< de 1:1 ·~irg;1.
La intensidad de la corriente también oscila :1 m16ni1.~11ncntc:
.. ?
(. . l. ¿(!11 n\1~ cons i.{Jc 111 difcrcncin ~nt re las osc:ilncioncs cl6ctric~•s libres
y 1os íorL<idas'/
2. Explique la ;malogio entre las oscilncioncs eléctricas en un circuito y las
oscilacionc~ de( ~ndulo simple.
3. ¿C6n10 vari3rñ el periodo de los oscilaciones lihrcs. si el contknsador
con c11¡1<1cidnd C del circuito se sustituye por una batería de dos
conclensadorcs idénlicos a l primero? Considernr los casos en q ue los
condensudorc.~ se acopla n en paralelo y en serie,
4. ¿C6mo están relacionadas entre si las amplitudc.~ de las osc1l~cioncs de
la carga y ele la corriente, cuando un condens.,dor se descarg:i J tra'is
de unn bobina?
" L11 sustitución del seno por el coseno sig1111ie:1 que lu fnsc: inicinl de In
te11s1011 varia en n/2. C11a ndo se 1m 1~ de oscilncioncs fom1d:1s cst11 carece de ímporrnoem.
SS
2.6. Resist enci(l óhmica en un circuito
de corrie nte alterna.
Val o r efi caz d e la i n ten sidad de la corri en te
y de la tens ión
lNTENSlDAD DE LA CORRIENTE EN UN CIRCUITO
CON RESISTENCIA ÓHMICA. Pasemos a conocer con mús
detalle lo que ocurre en un circuito conectado a una fuente de lensión allcrna.
S11pongamos que el circuito está formado por los cables de conexión y una
carga de poc11 inductancia y gran rcsislencia R (fig. 31 ). A esrn mugni tud , que
hasta ahora IH:mos ven ido llamando resistencia eléctrica o simplemente
reü~tencia, Ja llamaremos resi.v1e11cia óhmico o resistencia octil){1.
Esto se debe a q11e en el circuito de corriente alterna pueden haber
resistencias de distinto carí1cter. La resistencia R se llama act iva porque, cuando
esta resistencia existe, el circuito absorbe energía suministrada por el generador.
Más adelante veremos esto.
Vamos a considerar que Ja tensión en los extremos del circuito varia según
la ley a rmún ic:1
ll = u,,,costot.
Lo mismo que en el caso de la corriente continua, el va lor instantúnco de la
in tensidad de la corriente es proporciona l al valor ins tantáneo de Ja tensión.
Por eso, pnra hallar el va lo r instantáneo de la intensidad de la corrii:ntc puede
aplicarse la ley de Ohm :
. 11 UmCOSWI. l
1= R= R = cosrot. (2.14)
R u ~ Un 1 cos wt
Fig. 31 f'ig. 32
56
pasa por un conductor, por ejemplo, por el filamento de una lámpara eléctrica-,
la cantidad de energia que .se dc.<:prende también varill .rápidamente con el
tiempo. Pero de estas v¡iri;1cioncs rápidas no nos darnos cuenta;
P.or·regla general; .e n todos los casos haY. que conocer la ro:rl3NCJA MEDIA de
la corr.'iente en un trozo <.)e circuito duriintc un interva lo de tiempo que
coqiprencie muchos periodos. Para eso basta l!alfar la potencia media en u.n
período (en los s1icesivo~ períodós ingresa en la red esta misma energía). Se
entiende; por polenci:a incdida de la corricn<c alterna· en un período,. la razón de
In energía to.lal, que.entra en el circu ito durante el periodo, a l¡i duración .de éste.
L.a po<e11cia en 1111 circuito de corricnle continua. en un lro7.o cuya
rcllistencia sc¡t R se determina por la fórmula
P= 11 R. (2.16)
0
Fig. '.IJ e
57
Así, pues, la potencia media¡; es igual al primer 1énnino de la fónnula (2.18):
¡i =PR = lJ, R.
2
{2.19)
La 111<1!J11i1111/ iri11e1/ a fa raíz c11adrmlu tlcl ml<lr 111e11i11 ele/ c11uc/1wlo ti" la
h1te11sitlml tic 111 corric11t<: se /1011111 11alor e.ficaz tle Ja i11lt•midml 1fo la rorrimte
t1/1enm. El valor clic;1;>. de la intensidnd de la corriente alterna se designa 1x1r I :
U= F =ff-· (2.22)
(2.23)
J l
+
Fig. 34
s S9
T f'ig. 3S
u - U.., co1 wt
1
F'i¡¡. 36
1= .!:!...... (2.28)
Xc
[.,a 111<1g11í11td X c. rcríproc11 del woducto de la ft'cc111mci11 (lllf}lllllr f'OI" fu
c11¡111cld111I eli!ctrica del co11tle11.w11/o1" se llama reactancla ele cnpaddad
o c11¡111citcmcie1. él papel que dc.~cmpcña esta mngnítud es análogo al de la
60
resistencia óhmica R cu la ley de Ohm (2.23). El valor elicaz de la intensidad de
la corriente e.~tá rclaciouado con el valor eíicaz de la tensión en el condensador
exactamente lo mismo que, de acuerdo con la ley de Ohm, están relacionadas la
intcn~idad de la corriente y la tensión ea un trozo de circuito de corriente
continua. Esto permite .considerar In magnitud X e como la resistencia del
condensador a la co rrien te alterna (capacitancia~
Cuanto mayor sea la capacidad del condensador, t:into mayor será, según IJ1
fórmula (2.26). Ja corriente de recarga. Esto es íócil de apreciar por el
increoe::itc- de !a h::n:,iosíc.ac d:: !a lámpara si aumen1.1mos la capacidad del
~.. :-.=~r-'1¿~: ).(;~:: :.-~ .: ..·..: ~..l ~~:z,;;tC~::l .:.:: ~cr:\i~:l-"!~or a ~ -=~"":r;t!:itc
conunua es uuinita. su resiscc:n<:ia .i ia cornerH<: alterna u.:n.: un valor finito Xc.
Al crecer la capacidad, la resistencia disminuye. También dism inuye cuando
aumenta In frccucnc~'l.
esto puede verse si pam atiinentar el circuito representado en la fig. 34 se
utilizn un generador de corriente alrcma de frccuenci;t regulable. ElcVllndo de
manera gr:idual la frccuenci:1 de la corrícnfc allern:i se puede obscrv:ir como
n11111cntn h1 lun1ino~idad de la l:'11npara. Esto se debe al crcci1mcn10 de la
inlcnsidad de la corricJitc·a causa ile· la c.lis1ni1111ción de 111 cap;1citancia X e del
condcns:ulor. IA'l hitnínosi<lm,J de la lámp.ira 1:1111bié11 h11mc11la cuando crece 1:1
cnpncid:nJ del contlchs:idor.
Si a una .r,· fa$ <'lllr.11l;1s de 1111 ,,~,'il<\~rafo <k <h,hk h:11 ~" apli..·.1 l.1 l<'ll> i,ln
del condensador y a Ja otra cntrmfa, la tcn~ión cuyo '~1lcir mswntanco es
proporcional a la intensidad de la corriente en el circuito (csla tens ión se 1om11
de la resistencia óhmica). en l:i pantalla se observan al mismo tiempo los
oscilogramas de ambas oscilaciones, es decir, de la tensión y de la intensidad de
la corriente. Est::¡s opservacioncs conlirman la deducción antes hecha de que las
oscilaciones de. la intensidad de la corric¡llc en el circu ito del condensador
;idclantan en fase a lns oscilaciones de la tensión, como viene mostrado en la
'fig. 36.
En coneltL~ión ~cii:ilarcmo$ que, en el tran~urrn del cu;11·10 de p<.:dodo en
que el condensador se carga hasta la tensión máxim:i, In energía entra en el
circuito y se almacena en el condensador en forma de energía del c:unpo
eléctrico. En el cuarto de período siguiente, durante la descarga del condensa·
dor, esta cnergia retoma a la red.
~I
+
61
Fig. 3,9'
-~
1m- <J)L. (2.31)
l = .!!__ (2.3.1)
XL
63
De ac11cn.lo con la fórmula (233), el wlor cfic;1¿ de la iutcn.~idad de la
corriente cslft lig.,llo con el valor cÍIC<lZ de la tensión y la reacrancin inductiva
por una relación semejante n Ja ley de Ohm parn un circuito e.le corriente
conlinua.
La rc.icmncia inductiva depende de la írecuencia. La corriente co111i11ua no
"nota" en nbsoluro la inductancia de la bobina. Cuando ro = O la reaelanci:i
mduc!iva es nula (X 1.= 0). Cuanto más de prisa varia la ten~ión, l:tnlo mayor es
la r.c.m. ;11lloinducida y lanlo menor lo umplilud de la inlcnsidnd de la
corriente.
Eslo 11 0 C.' diric1I de ohs<:l'var ~i pa no alimcut;i r el 1,;irc11ilt> rcprcscnlml11 en la
lig. 37 se toma un generador tle corricn le a llcma con frecuencia regulable. Al
mismo tiempo <lcbc preverse también la posibilidad de vari;:ir la i11due1ancin de
In bobina (por ejemplo, concclando dtslinto número de espiras). Al aumentar la
frecuencia o la inductancia, lo inten~idad de la corriente en el circuito disminuye
y se del1ili1a In luini11osidacl de la hímrmrn. Esto pone de manifiesto que la
rcsislcncin del cin.;uilo aumenta cuando crecen /•' y <1l.
l:::J tbpl:tWnlÍClltO ele Íasc (dcfo~1jc) etllJ'e la in1ensidad UC la COl'fÍClllC y la
lcnsiún 1a11th1é11 puede observarse porcl método del cual se habló en el pármro
anlcrior.
•
En el e;1~1 general, en que el circ11110 tenga rcs~~tencia óhmica, ~p¡1cídad
e inductancia, acopladas en serie, las oscilaciones de la intensidad de Ja
corriente, como regla, cslanín dcsíasaclas rcspcclo de las oscilaciones de la
l<;nsión (véase la íórmula 2.13). El deíasaje depende de Ja frccuenci;i de la
corricn1c alterna w, de In inductancia L, de In capncid11d C y efe la resistencia
ó hmica R del circuito. La amplitud de la int'ensidad de la corricnle scrú, como
anlc~. proporcional a la amplitud de fa tensión y vendr.i determinado por íos
par:unctrns del circuito: ro, R, L y C.
. ?
(. . l. {.i\plicanllo qut í6ru111l;;s ~e calcul:.11 la capacidad y l:i rcnctnnci:i
inductivu'/
2. ¡,Como e.~tin rcl3ciona<los lo~ va lores cíicaccs de la intensidnd de la
corriente y de la tensión en el condcns.,dor en un circuito <le corriente
alterna?
J. ,Cómo cstÑn rc~icion.idos los valores eficaces de la inlensiclatl de la
corricnlc y de ~, tensión en una bobÍJ,la de inductnncfa, cuya resistencia
óhmica se puede 'o mitir? ·
65
l)c aquí la ;nnplilml de las oscilacicmcs cstahlc~ de la intc11sid;id de In
co rriente duran te In rc:so11ancia se dctcnnina por la ecuación
f,,,J( =u,,.. (2.35)
l~sla ccuac1on es 101a lme11tc análoga ;1 la 11.,,¡1"" F,,, (véase el § 1.9), 4uc
define la ampli tud de las oscilaciones de la velocidad en la resonancia mecünica.
De acuerdo con la ecuación (235), la amplitud de las oscilacionc.~ de
rc~ona11c~1 de la intensidad de Ja corriente c.~ :
(2.36)
Fi¡;. 41
de.s C!l.recc de sentido hablar de resonal).cia. !.as grilficas de la amplitud de la
ra
intensidad de la corriente:en función de frecuencia, pa·ra distintas resistencias
(R 1 < R2 < R 3 ), se don ch ia: fig. 4ó.
AMPLITUD DE..LA TENSlÓ.N 'DE ~ESONANCIA. Al mismo tiempo
qu~ crece la iníensidad de. 'Ja co.rrientc, durante la rcsol\ancia aumenta
b~l)scame¡¡te la tel)si'ón en el co_ndcnsaclor y en Ja bobina de inductancia. Est,-is
t<;nsiones se iguala11 'J superan en muchas veces la tensión exterior.
.EJi efec~o.
R«~.
rcsuh;i que
UC.m= Ur,.m» U,,, .
J>'ara observar la resonancia en un circ11ito eléctrico se monta la inw'l lación
gu.e se muestra la !ig. 41. En ella se utiliza un:i fuente exterior de tensió n
alterna. de· frecuencia regulable. Aumentando poco a poc-0 la frecuencia de la~
oscilaciones de Iª tensión exlerior se puede observar cómo vada la intensidad
i;lc Ja corriente en el circuito, mídiéndola con el amperímetro, y la tensión en el
condensador q en la bo bina de inductancia, midiéndola con el voltímetro. Estas
magn.itOdc$ aumcn(an durante la resonancia dccen<Ls e incluso centenares de
véces.. .. ,
APLlCACJON DE LA RESONANCIA EN LA RAD IOCOM UNl-
Ct,;C)ÓN. El fcnómcño de In reson¡fncia se ;iprovecha, en p:Hticnlar, para
eíec\iíar Ja ·radiocomunicación. !.,as ondas ra.dioeléctricas (hc rtzi:tnas)
próccdcntc.~ de d.is'tintas c;1nisor:ls eJtcitan en· la aT1tcna del aparato receptor
cori:-icntes alternas de diferentes frecuencias (i'ig. 42}, -ya que cada emisora
funciona .c on su frec.uencia. Con la ·al)tena está acoplado por inducción un
.circuito oscilante. En yittud de la inducción ·electromagnética, en la bobina del
.cii'tu.Íto oscilante .. se generan las fuerzas electromotrices alternas de l:1s
Flg. 42
67
s·
rcspcctívas frecuencias y las oscilaciones forzadas de la corriente de estas
mis1n¡is írccucncias. Pero solamente cuando se produce la resonancia las
oscihocioncs de la corricnle y de la tensión en el circuito ser:\n importantes.
Teniendo esto en cuenta, se dice que de las osci laciones de todas l;1s frecuencias
c~citadas en la antena, el circuito oscilante separa ímicamente las oscilacionc.>
cuya frccucnt:i:t es igual a la frecuencia propia del circuilo. El ajusle del circuilo
oscilante a la írccuencin CJ>o necesaria se efectúa generalmente variando la
capacidad del condensador. En c.~to consislc la sintoni7.~tción del receptor 11 una
cmi~orn dctcrmi11;1da.
NECESIDAD DE TENER EN CUENTA LA POSIB!Lll)AD DE LA
RESONANCIA EN EL CIRCUITO ELÉCTRICO. En ciertos casos la
resonancia en el circui lo cléclrico pncdc acarrear un gran perjuicio. Si el
circuito no ha sido calculado para que í1111cione en las condiciones de la
resonancia , la np<trición de ésta ocasiona averías. Las intensidades de corricnlc
cxccsivamc111c grandes pueden rcc-.ilentar los conduclores. Las grnndes
1c11sio11cs t)casionan la perforación (ruptura) del aislamiento. Este tipo de
:iveri:is era frccuenle en el siglo p;isado, cuando nún se comprendían mal las
leyes de las oscilaciones eléctricas y no se sabían calcular corrccwmcntc los
circuitos cléclric1).~.
68
Filnmcn10
tic caldeo
Anotlo
Rejilla
Cu1oc:lo
Fili11rsc1Uo
fig., 43 Fig. 44 de coldco
~¡, Ju.fíg. 4"5sc niuesfra lu gráfica <le la intcnsidau cié la corrlenle :rnódica In
en íuneión de la tcnsJón de rejilla U., para. una tensión i1nódica (diícrcncia de
potencial entre el' ánodo y el cátodo) U~ invariable. Esta grM'.-c."I recibe el
nombre de característica de rejilla de la válvula. Esta caracteristic."I se puede
obtener experimentalmente. Para esto se utiJi7;1 el dL~positivo cuyo esquema sc
da en la fig. 46.
Pot la característica de rejilla se ve que el aumento del potencial de rejilla
(respecto del c*té>do) hace que crc7.ca la corriente :1nódic.1. Cuando disminuye el
potencial de rej illa, la intensidad de la corriente anó<lica, por el contrnrio,
decrece. .La corriente anódicu se in terrumpe (In v:llvula se cierra) si el potencial
en In rejilla disminnyc hasta cierto valo r Ub. Este potencial, llamado ¡i1>1~11ci11/
1/c /1/oq11eo de ht válvula, depende de la cstruc111r:1 de ésta y de la tcnsil>n
anódica.
l., mA
u.
-4 2 U,, V
Fi!f 45 Fig. 46
69
La caracteristica de rejilla que se da en la lig. 45 se explica como sigue. El
campo eléctrico <le la rejilla cargada positivamente actúa sobre los electrones de
la nube de carga espncial con una fuerza dirigida hacia el ánodo._Como resul-
tado, !a nube electrónica se disipa. Por eso la mayor parte de los
c!cctroncs. que emite el cátodo, pasan por entre las espirns de la rejilla. L3
corriente ;inódica será mayor. Cuando el potencial de rejilla es negativo, el
campo eléctrico entre Ja rejilla y el cátodo tiene sentido contrario. Con esto la
carga espacial negativa que hay alrededor del cátodo aumenta y sólo la menor
parte de !os electrones, emitidos por el cátodo, pasa por entre las espiras de la
rejilla hacia el ánodo. En este c.1so In corriente anódica serú menor.
Debido n que !a rejilla está siwnda a poca distancia del cátodo, una
variación oc ó.Ur en la tensión de rejilla hace que la intensidad del campo
eléctrico, que actúa sobre la nube elcclrónica junto al cátodo, cambie mucho
más que al v:iriar la tensión anódica en la misma magnitud 1'. Scgón esto,
ig11alcs variaciones 6.1,, tic 1:1 corricutc anódica se consiguen con variaciones
mucho mcnorc,~ (decenas de vcccs menores) de la tensión de rejilla que de la
tensión :módic:1. En esto consiste In propiedad más imporlanle del triodo, que
da la posibilidad de 11lilizarlo en diversos dispositivos radiotécnicos: amplíli-
c;idorcs, osciladores de l:ímpara, cte.
72
Reacción
l'"ig. 50
•
Con esto con~lilimos el estudio de las oscilaciones mecánicas y eléctricas. E.~
noJable la identidad del carácter general de procesos de distinta naturaleza y la
identidad de las ecuaciones matemáticas que los definen. Esta identidad, como
se ha visto, facilita mucho el csludio de lns oscilaciones.
De donde
Por lo 1:11110.
T= 2n¡/LC = 2n ~,
lm
T::::; (),3 · 1O - J s.
Oc donde
.1"111
,,,= Ñiis"
El tiempo <111c tardu el cuadro en dar 1111a v11dla si! pncdc hallar así:
2n 21tN lJS
Ta: - - -- - ,
w R.,
r~ 3,8. Lo - 1 s.
De cionde
e-- -2n-'-Lv
2 2 '
Co;;:: I011F.
75
5. En un cundro de alambre cuya área S = 100 cm' se excitn una r. c. m.
inducid:i de ampliwd 8,,. = 1,4 V. El número de cspir:ts del cuatlro
N = 200. El cuadro gira a velocidad angular cvnslanlc en un campo
mngnélico homogéneo cuya inducción 1J = 0,15 T. En el inslanle
inicial el plano del cuadro es perpendicular al vector ¡j, Oclcrminar la
r.e. m. inducida e en el cuadro al cnbo de e= 0,1 s de haber empezado
su movimiento.
6. Una bobina de induclancia L= 0,08 H cslá concclud:1 n una fuente de
tensión alterna de frecuencia v = 1000 1-l'l. El valor eficaz de la tensión
U~ 100 V. Determinar la amplitud 1,., de la cQrricnte del circu ito.
7. l~u un clrcuilo oscilan le se produce la rc.~onancia cuando la frecuencia
de l:is oscilaciones v ~ 400 H7. Si en paralelo al condens:1dor, de
c~1racidad e,D 10- ,, F, se ae-0pla Olro condensador de capacidad e,.
In írcc11cncia de resonancia viene a ser v2 = JOO H>.. Dctermi11:1r tu
capacidad C 1 •
T= 21t¡fiC,
c11 la que /,es la i11duc1ancia de la bobin;1; C. la capacicl<td eléctrica del
condensador.
Las oscil:1cioneli fnr1.adas, es decir, la corriente eléctrica alterna, se procl uccn
en el circuito bnjo la acción de u.nn tensión periódica ex tcrior. Ent re las
oscilaciones de Ja tensión y de la intensidad de la corriente, en el caso general,
c_xistc l!!l defasajc ·<p. En la ~es·istcncia óhmica R este defasaje es nulo. En el
con,densadorlas osc ilaciones de la intensidad de la corriéntc adelantan a bs de
la tensión cn n/2, y en l:i bobina, las oscilacionc.~ de Ju intensidad ele la corriente
se retrasan con respecto a las de Ja tensión en 1t/2. La resistencia del conden-
sador a fa. corriente alterna (rcaetancia capacitiva o capaeilancia) se determina
por la ro.nnuia
l
Xc= -;-- ,
C.co
y la res istencia de la bobina de inductancia (rc<1c1ancia inductiva) a la corriente
76
at1erna, por la fórmul:i
Xr,= l..ú>.
Cuando co incide la frccucncin de la lcnsión alterna c¡¡tcrior con la
frecuencia propia del circui(o oscilant~ se origina Ja resonancia, o;s dccfr, un
aumento brusco de Ja amplitud de las oscilaciones forzadas de la intensidad de
la cotr.iente. La resona ncia sólo se man"ifiesta claramente cuando la rcsislcncia
óhrn'ica del circu ito oscfü1nte es pequeña. .El dcfasaje cn t,re las osc ilaciones de la:
iillcnsidad ele la corriente y las oscilaciones de la tensión durnntc la resonancia
es nulo. La ampli tud de las oscilaciones establc.s de Ja intensidad de !a corriente
de· resonancia se determina por Ja. rcl;ición
U,,,
i,,,"'n ·
Al mismo tiempo .que aumenta la inlcns idad de la corriente tiene lugar llfl
increme_mó·brusco <Je la".tensión en el·condenlmdor y en la bobinu. El fenómeno
de ·Ja resonancia eléclric.-i se aprovecha en Ja radiocom11nicacióu. El circuito
0 scilatite dei receptor de .radio s~p;1c;t,. de ctitrc tocias las oscilaciones que se
exi:;i"tan en la antena-, aC¡_ucllas. oscilacione:; cuyn frccuc1rcin es igual a la
'írccuencía propia del. circuito,
t as autooscilaciones se excitan. en el circuito oscila nte del oscil;idor de
himpara a expensas de la energía· de una fücnte de corriente continua. En el
oscila<jor de lámpa~a .sc utiliza. una válvula de tres electrodos (triodo), es decir,
.up tlibo electrónico eil el cuál, ademá~ del cátodo y e l ánodo, hay un electrodo
d<; <;:ontrol o gobierno, la rejilla. Las oscilaciones en el circuito generan
oscil<lciones de !a.tensión de rejilla, las cuales, a su ve1, regulan la intensidad de
la corriente en el circuito anódico (reacción). El circuito anódico suministra a l
·cfrcuilo oscili1ntc la cncrgia que compensa !as pérdidas por resistencia óhmic;1
de este último.
PRODUCCIÓN ,
3 TRANSMISIÓN Y UTILIZ AC IÓN
DE LA ENERGfA ELÉCTRICA
l"lg. 52 Fig. 53
=3!C
l'i¡;. 54
81
,, 1¡1;1x
Si <I• • <l>,.coswt, entonces
<!)'~ - (li<l>mSenool. (J.2)
Por consiguienrc,
r .. w<I>,., sen wt,
o hicn
e = .r.,scn col,
siendo 1>., = 1u<l>,. la amplitud de la f.e.111. en una espira.
En el mrolla111icn10 pr.imario, que 1iene.11 1 espiras, In f.c.. m. inducidn total c 1
e~ ig1ml a 11,c·. En el ~ccundario la f. e.m. 101111 c 1 es igual u 11 2 c (donde 11 2 es el
número de cspims de csrc arrollamiento). De aquí se ~iguc que
C1 111
-=- (3.4)
C¡ 11¡
(3.6)
Los v;i lorcs ins1a111i11ioos de las fuerzas elec1ro11101riecs e 1 y e.1 '':irían en
co111eidcnci::i de foses (alc::in1.111 el mf1ximo al mismo tiempo y pa~an por cero
a la vez). Por lo t:into, su relación en la fórmula (3.4) se puede sustituir por la
rel::ic1ó11 úc I~ valores eficaces 8 1 y 1{1 de es1;1s fucrws elC(:tromotnccs o.
tc11ic11do en cuenta las igualdadci; (3.5) y ('.\.(\), por la rclaciou de lo~ valores
eficaces de !;is lcnsioncs U 1 y U 2 :
(J.9)
83
¡¡•
Grupo cncrgolico de 1 millón 200 mil kW de In ccnlr:1I cli:clnca rc¡;ionnl de
Kostrom:\.
84
l!ncr&I• del combustible
l. E.nc.rsh• mccánie:t
t
Encr¡!a intcma del v3por
l..inc.a de tr;msmis:ión
--
<le los motores
t t 2. Encrgfa ¡n1crn:e
Ílncrgía mecánica $cin~ti·
ca) del vapor . (. l!nergla interna
de-los
de lo< apurato.s
calentadores
.¡. . conductores
1
[!ltcrg):a 1111."C;inic¡a (ci11Cti·
ca) de la turbina 3. Ene:r.gi:1 interna
de 10<
,
"'
Energía clé.:1rka
,. acun1ul:tt.h.ucs
Con~unu dor
Fi¡;. .SS
CHE Consumidor
F 1¡;. 56
En la r:imn de la rcrmoccnirn lizaciónll la Unión Sovié1ica ocup-J un puesto
rector en In energética mundial.
En )¡is Cf:NTRALES l!LtlCTRICJ\S lllORÍIULICJ\S o lllOKOl!LÉCTRICAS (CH E)
pnrn hacer gir;i r los rotores de los gcncr:idorcs se utili:i;a fa energía polcncial del
:igua. Los roto res de los generadores eléctricos son accionados por turbinas
hidráulicas. La potencia de la central depende de la diferencia de nivel del agua
(altura htdrostática) que crea la pres.'\ y de la masa de agua que pas;i. por la
turbina cada segundo (caudal de agua~ Las transformaciones de la energía se
muestran en el esquema representado en la fig_ 56.
Las cen1ralcs hidrocl~ctricas proporcionan cerca del 20"/o del to la! de la
energía eléetricn que se produce en la URSS.
Cada ve:i; es mfts importante el papel que cmpici.nn a clcscmricñ11r las
centrall!s elécrricas atómicas o 1111clcarc.< (CEA). La primera CEA fue construida
en l;i URSS en 1954.
UTILI ZACIÓN D E LA ENERGÍA ELÉCTIUCA. El principal consu·
midnr de cncrgia clécr rica en In URSS es In indusrria, a la cual corrcspo ndc
cerca del 70% de la energía que se produce. Otro g ra n consumklor es el
lransporle. Cadn vez es mayor la cantidad de líneas de ferrocarril quc p:1sa11 a l;i
tracción cléctnca. Casi todos los koljoses 1 > y sovjoses 31 reciben
energía cléctric;i de las centrales eléctricas del Estado pa ra cubdr sus
necesidades de producción y domésticas. El empleo d e la cn.ergía eléctrica en el
a lumbrado público. y privado y en los aparatos electrodomésticos es
4c
lodos conocido.
Una gran parte de la cnergla eléctrica que hoy se utiliza se transfom1a en
energía mccimíca. Casi todos los mecanismos industriales están accionados por
86
motores eléctricos. Éstos son fáciles de m:111cjar, compactos y dan la posibilidad
de automa1í1..ar la producción.
Cerca de la tercera parte de Ja energía cléc!rica que consume Ja industria se
utiliza con fines tecnológicos (soldadura clcctrica, calcntt1micn10 y fusión
de melales. electrólisis, etc.).
e== ~~ ~~ -g }5 .e
E-o 110 kV e-9... 35 kV e- 6 kV
ae
~i
~
~-E
§.g
e: 1l
~.
U11ca dr
r.tnsmi~•""
.::"" - Linea de
1rans-
midón
~-.,
e~
...e
Unen de
rans1n1~ión
<
o
.Q"
)~ kV 6kV 220 V
fÍf- 57
3 ~5.
Logros y perspectivas de la electrificación
d·e la URSS
89
Ahora, en un solo día, la URSS produce, aproximadamente, 6 vece.~ mús
energía que 1m){)11jo en todo el año 1921, primer año de cumplimiento del plan
GOELRO.
En la Unión Soviética se han construido <;entrnlcs eléctricas hidráulicas,
térmicas y atómicas de enorme potencia. La central hidroeléctrica mits grande
del país es la de Krasnoyarsk. En ella se han instalado los grupos hidráulicos
más potentes del mundo (de 500 mil kW cada uno); la poiencia total de esca
cen tral es de 6 millones de kW.
En Ja URSS se cncuentrn en cxplolación 1111 gran número de ccntralc$
cll.'Ctricas térmicas de mits de 1 millón de kW cada una. Muchas de ellas tienen
más de 3 millones de kW de polcncia, y la de Reftinski (en la provincia de
Svcrdlovsk), 3,H millones de kW y, en la actualidad, es la central cléctric;1
lérmica 111(1s grande de In Unión Soviética.
Se ha previsto un desarro llo anticipado de la energética atómica en la p:1rtc
europea de la URSS.
Unificando los sistemas energéticos de Siberia y Asin Ccnlr;il con el 1lc la
parle europea de pú~. se forma el sistema energético unificado de roda Ja Ul<SS.
E.<to eleva Ja líahilidad y capacidad de 111aniobr;1 para el suministro de e11crgía
cléclric.'I al enorme lcrrílorio de la Unión Soviética. Parn resolver csie problema
hay que construir líneas troncales de transporte de encrgia clécrric.i a tensiones
de 500000, 750000 y l 150000 V.
90
BREVE RES UMEN DEL CAP ÍTUL O 3
La corriente eléctrica se obtiene principalmente en los genera·
dore.~ clcctromcc.'\nicos de inducción (alternadores). ~tos
generadores transfonmln la energía mccinica en energía de la corriente
eléctrica. Su funcionamiento se basa en el fenómeno de la inducción
electromagnética. Valiéndose de dispositivos simples In energía eléctrica se
puede transformar en cualqu ier otra forma de cncrgín.
La corriente-eléctrica alterno se transfo rma a un valor mayor o menor de l:i
tensión por medio de los transformadores. El transíormndor consiste en dos
arrollamientos mo ntados en un núcleo de acero. Su objeto es aumentar o dismi·
nuir la tensión y la intensidad de la corriente con pérdidas mínirn:is de energía.
La variación de la tensión que se obtiene con un trnnsfocmador viene dada
por la relación del número de espiras 11 1 del a rroll:unieuto primario al número
de espiras 111 del arrollamiento secundario:
U, n,
u;--;;·
l..n intensidad d e la corriente disminuye (aumen ta) lantas veces como veces
uumcnta (dismin uye} la tensión:
u, 12
u; z¡;.
Las pérdidas de energía en los conductores son proporcionales al cuadrado
de la intensidad de la corriente. La potencia que se transmite es, en cambio,
proporcional al producto de In intensidad de la corriente por la lensión. Por
eso, el transporte de energía eléctrica por cables es conveniente hacerlo a alta
tens ión y co n poca intens idad de corriente. En las eentmles eléctricas los
transíormadorcs elevan la tensión antes de transmitir Ja energía a grnn<lcs
distancias. Al final de la lincn de transporte se reduce In tens ión por medio <le
otros transformadores y la co rriente llega :así a los consumidores.
La energía eléctrica se produce en centrales eléctricas térmic:is, hidráu licas
y atómicas (11uclcarc.~).
La cantidad de energía eléctrica producida es un indice ioiportantisirno de
la potencia económica de un país. La Unión Sovietie:a ocupa el segundo puesto
del mundo en producción de energía eléctrica.
4 ONDAS MECÁNICAS. SONIDO
93
Dirección de las
o.sdbcionC$
Oirredón en que
se !"º''"~ª la onda
Fi~ 60
t)t1<\--."'IM.kbn
•"'4 11.ll("fl<UI('
h&. 61
Zfilb~~~~~ 3
Fi¡i. 62
cornprcs1011 (impulso elástico) avanza por el muelle. Dando una serie ele
palmadas consecutivas se puede excilar en dicho muelle una 011th1, consistente
en comp resiones y extensiones sucesivas que avanzan una detr:ís de olra
(fig. 62, b). u1s oseih1eioncs de una espira eualquiern del muelle transcurren a lo
largo de la dirc<:eión en que se propaga Ja onda. De las ondas rnccinit:1s las que
mayor imporlancia tienen son las sonoras. Pero el estudio de las ondas sonor.1s
e;., 111i1s dilit:\I que el de las ondas a lo largo de un cordón o de un muelle.
í:.NERGIA DE UNA ONDA. Cuando se prormg.'l mm onda tiene lugar la
tran.~mi.,iún del movimiento de una porción del cuerpo a olra. Con la
tr.msmisión del movimiento está relacionada h1 transmisión de energía 11. l.,¡1
prop1cdac.I princip;tl de toda5 las onc.las, independientemente de su m1turalCU1,
con~istc en que 1ranspor1an energía sin transpor,t ar sus.tancia. La energía
procede e.le la íucnlc que excita las os.cilacíones del ex1rcmo del cordón, e.le la
cuerda, ele., y $C propaga junto con la onda. Estn energía, por ejemplo, en el
cordón se compone de la energía cinética del movimiento de las partes de éste
y de la energía ·potencial de su dcfon11aci6n elástica. La disminución paulatina
de la amplilud e.le las oscilaciones al propagarse la onda se debe a que una parte
de la energía 1rn;cinica se tr.insfonna en in!crna.
ONDAS ELECTROMAGNETICAS. Las ondas mecánicas se prop;tgan
p<>T uM sustancia: gas, Jlquido o sólido. Peró existe un lipo de ondas que no
11 f..n idea de f~ prQp;1g.1cion de f~ CllCf6Ín fa introdujo, por l'rimcru VCt
en 111 füicu, el cicntifico ruso N. /\. ÚMOV (1846- 1915).
94
nccc.~ita de sustaneía ;il¡¡una para propagarse. Éslas son las ondas
electromagnéticas, a las cuales pertenecen, en particular, las ondas
r;idiocléctric:rn (hertzi;ina~) y lu lu7~ ,El campo electromagnético puede exisfir en
el vacío, es decir, en un espacio q ue no contenga átomus. /\ p<:,~a r de que ex isten
diferencias no torias- entre las 01idas clect rom agn~tic.1s y las mccá nicus. las
primeras se comportan a l rropagarse de un mo<lo semejante a las segundos. En
particular, las ondas clcctro;!lagnéticas tienen cambien vcloeid:id finita
y transporlt111 consigo energía. Estas son las propicdadc.~ m:\s importantes de
todo tipo de ondas.
\f1ll1llll1Dlfl
Fig. 63
) h 7 8 '> lll 11 12 13 M 1~ 11> t1 tH
9S
a 6 s JO 11 l2 1.1 14 15 16 11 18
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10 JI 12 U 14 15 16 17 1R \
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16 17 IR ¿_T
·I
Fo¡:. M
a oscilar dctrils de la pritncrn, pero con cierto retraso de rase. La 3" bolih1,
ínílmdn por la elasticidad producida por el movimiento de la 2', comienza
n oscila.r a su vc'l con un retra.~o de fase nún mayor, y nsi succsivnmentc. Por fin.
todas las bolilns renliz:111 oscilaciones forzadas con Ulla misma rrceucncia, pero
en rases distintas. Con esto, n lo largo de la fil:i de bolitas avanwrit una ontb
111111svcrsa1.
96
·~ 1 ~ :1 4 • S· r, . '¡ 9 1()• . ·11 12 IJ 14 ¡~ l(• 17 IS
h- 1 l 1 · I 1 I ·· 1 r
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1 1
, . >.
Fig. 6S
l, a ríg. r.4,11, /1. (',ti. r.J reprc.<cnta el proceso et.: prop:1¡;ación de la c>ncla. En
ella se mues tran las po~icioncs de las bo litas c11 ins1a111cs $11ccsi,·os ~epa rndos
enlrei;i por un cuarto de periodo (vista desde arribo). La~ ílcchas :oplic.-idas ¡¡las
bo litas son .los vcclores velocidad de ~u n10vi111ic11to en los rcs(lcclivo~ ins1a ntcs.
En el modelo de cuerpo elástico en íonna de serie de bolitas con mas:1 un i-
da¡; entre sí por mucllccitos (fig, 65,a) se puede obscrvM el proo..-w de
wopagación de las 0NIJ/\S f,ON(ilTUDlNALES. Las bolitas c.<IÍll\ wspendidas de
¡al modo que sólo pueden oscilar a Jo larg<> de la fila. Si la 1° bolita se hace
oscilar con un periodo T, a lo largo de la Cita avanzará 1111a onda longitudinal
formada por una sucesión de condensaciones y enrarecimientos de bolil:1s
(fig. 65, b).
., titl M
Durante la rropagaci6n de la onda, distintos puntos del cuerpo (bolitas en
el modelo que consideramos) oscilan en fases diferentes siempre que la distancia
entre ellos no sen igiml a 11>.. (siendo 11 un número entero).
L:1s bolrtas 1• y 7 '(véasc la fi¡;. 64), que se cncucntmn entre si a la dis111m:ia
>..(2, oscilan en oposición de fase : cuando la 1ªse mueve hacia la Í7.quicrda, la 7"
lo hace hacia la derecha y viceversa.
En un período la onda se propaga la distancia >..(véase la fig. 64 e). Por lo
tanto su velocidad se define por la fórmula
l..
I' = -;¡: · (4 .1)
T = _!__,
V
rc.~u lt 11 qnc
1•=ÁV. (4.2)
l . 1 vcloc.;idad de.; t•nda es igual al producto de la longitmt d.: o nda por la
írt."<:uem.:1<1 de las oscilac.:1onc.~
En I~ prClpag.ición de l:t onda por el cordón ~e manifiesta una doble
periodicidad.
EN rRlMER LUOAR,C:.'1da parllcula del cordón eíectün oscilaciones periódicas
en el liempo. En el c.1so de las oscilaciones armónicas (estas oscilacionc.~ se
cumplen según la ley sinusoidal o cosinusoidal) la frecuencia y la arilplillld de
las oscilaciones son iguales en todos los puntos. Las oscilaciones sólo se
diferencian por sus foses.
EN SEGUNDO l.l!(1AR, en u n insl<\nlc dado la forn\a de la onda se rcpilc en el
e.~paeio a lo largo clcl cordón con intervalos de longitud iguulcs a A.. En la fig. 66
~e muestra el perfil de la onda en un in,~tantc detcrminndo (línea ncgrn). Con el
tiempo loda c.<la figur.i se dc:spla1.a de izquierda a derecha con la velo-
cidad v.
Al eab11 tic un intervalo de 1iemp<> ll.t, la ond:i 1cndr:'1 la fonna rcprcscnta<ta
en la misma figura con ir.izo :11.ul.
r>am la ond:i longitudinal lllmbién es válida la fórmula {4.2), que relaciona In
velocidad de propagación de la onda, la longitud de éstn y la frecuencia de la~
osci lncionc.~.
Fig. ('6
98
¡, 7 l. i.Qué es una onda?
2. i.En !1Ué difieren las ondns trnnsvc1·snlcs y lo11gi1udin:ilc,~? J>ons;1
ejemplos de estos lipos de ondas.
3. ¿Cualc:r son las pcculiaridndcs íu11damc11wlcs del movimiento
ondulatorio?
4. ¿A qué se llama longitud de .onda?
S. ;.Cómo está rc!acionnda la velocidad <\e ondn con In longitud de o ndll'?
G. ~termine ateniéndose a la íig. G4 Ja diferencia 6c fose entre dos
bolilas oscilantes vecinas.
Ondos en un medio
4,.4.
En un cor.don de goma, en uno cucrd;i o en un;i varilla las ondas
sólo p11cclcn avanzar en una dircc;ción. a lo largo de ellas.
Pero. si un gri.s.• un liquido<• 1111 sólidt) llcn:in lol:i lni(:ntc cícrla rc¡:iún dd espacio
~medio wntinuo), las oscilaciones que se o riginan e11 un pu1110 se propagan en
h)dns l;is direccione~.
La onda, al prnpa~arsc tlcsdc c; ualquicr fucntc n foco en un medio continuo.
i.1~ifrcn·poco a poco una región del espacio c11da vc-1; mayor. Esto se ve bien en l:i
fig. 58, crl la cual se muestran las ondas circulares producidas en la superficie
dc'i agua por la caída de una piedra. La encrgi:i que llevan consigo las ondas
des.d ¿ la 'fuente, se dfstribuyc con el tiempo en una región cada vez mayor del
es'paci.o. ,Por eso la energía transportada en 1n1 segundo a través de ia unid;1d de
supérficie disminuye a mediaa que In ond\1 se nlcja del foco. Por consiguiente,
lambiél\ disminuye la:.am¡jlitud de L'IS oscil;icioncs a medida que se alejan de la
fúe1ih~.)'il <i.uc In energía del cuerpo oscilante es proporcionRI al cuadrado de la
'llnmtiti;id (vétise el § 1.8). Esto es correcto nu sólo para las oscilaciones de un
i;ue.r(X>..sujeto a un muelle o de un péndulo, sino para cualquier particuln de un
1nedio.
·:Así, pues, la amplitud de In onda qn 1111 medio di~minuye necesariamente
a mcdlda que se iilcj;r· de .s u fuente, incluso si In energía mccímica no se
transforma en intcmtí, a .causa .Je 'fa a:ceión de las .fuerzas de ro1~1micnto en el
Jllcciio. ..
· Constituye li11;1. excepción la llamada wula p/111111. Esta onda se pncdc
ol>icnec si en un medio cliisiico se ·¡n((oducc una:· plac;1 grnndc y se hnce que
·qscile c:n dirección a l:i normal. Todos los puntos del medio próximos n Ja p!nca
1:c:1liz:1rú11 oscilaciones de l;1 misma amplitud y en una 111is111a ra~c . E$tas
oscilacfones :se propagar{m en forma de ond:ts en dirección de Ja normal a Ja
r.lacn,.con ·In. partfoularidnd de que todas las partículas del medio que se hallen
e11 ll!1. pláno paralelo a Ja placa oscilarán en la misma fose. Las supcrjicias de
,ig11alfase-sc dc110111i111111 s11perficil!s de onda. En el caso de la onda plan;i h1s 5l•pcr·
fi~ics de oncli1 son J'>.lnnos (lig. 67). Una onda real sólo puede eonsiderorse pinna
apro)( imadnmente {porque en Jos bordes la superficie de onda se curva).
.. Toila rccrn normdl a una superjicfo de onda se /loma r11¡•0. Se entiende por
dircceíón de propagación de las ondas la dirección de los r;1yos. Los ruyos de fas
.9n<;las planas son· rectas paralelas. A lo lorgo de los rnyos se efectúa el
· transporle de energía.
1•
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Fi¡:. 69
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Fog. 70 b
102
.Fí¡;,. 12
104
. Conociendo l:J. fr<.-cucncia de las oscilaciones y !a velocidad del sonido en el
aire. se puede calcular la longitud de la onda sonora {véase el§ 4.J). Lns ondas
iiHÍs largas que percibe el oído 1iencn la lo11gi1ud A. ~ 17 m. y J;1s mils cenas. J¡i
lói1gltud A.;::: 17 mm.
• • • ; • t ~- )::.,f.. ~:·
Fij;. 76
Ultra so n ido
4.8. Cuando fas frecuencias son menores que 17 o m¡1ynrcs que
20000 Hz las oscil;icioncs de la presión ya no son percibida~
por el oído hum;1no. Ln s ondas longitudina les con írcc11cnci¡1 de oscilació n
inferior a 17 Hz reciben el no111brc de infi«1scmitlo. El ínfrasonido. hasta nhorn.
se utiliza poco en 1<1 técnica.
107
l~"ls ond:is longiludinalcs con frecuencia superior a 20000 Hz se llaman
u/1ra.~m1itl11. El uUrasonido se crnpl~l en la técnica y desempeña un gran papel
en la vida de los anim;ilcs. Los murciélagos. los dcllincs y nlg.unos insectos
emiten y c¡1 pt:in el ultrasonido.
Parn oblener ultrasonido de gran intc11s1tl:1d se empican vibradores
cspeci:1lcs cuyo funcionamiento se basa en que cienos erislales (cuarzo, sal de la
Rochela, turmalina) tienen la propicdnd de que sus dimensiones varían si se
someten a la acción de un campo clectrico. En dependencia de In d irección del
campo Jos cristales se comprimen o se nlarg:m.
U11a l:'1111ina <1c cui1r1.o ~ituadn dentro de 11n condensado r pla no. :11 cual se
aplica tcnsió11 allcrn:1, rc;1liw oscilt1cioncs íor;:adas. Todo cuerpo cli1stico,
incluido el cuarzo. posee frecuencias propias. C uando la frecuencia del campo
eléctrico alterno coincide con la frecuencia propia de l;1 lúmi11a de cuarw,
c111pic7.;1 la rcsonanciil y la amplilud de las oscilaciones aumenta mucho. Esta
l{1111i11a, s11111crg.ida c11 el agua, puede emitir ondas de hasta varios kilovatios de
polcncia por c:1< l<1 ccnlímclro de snpcríicic. Tiene imporlancia que, por mcdin
<le las 01Kla s corlas, se puodcn crear estrechos haces dirigidos, cuyo
c 11s:111ch:1111icnlo a medida que se propagan es insignilícilntc.
Una onda uh rasonom polentecs capaz de triturar cuerpos colocados en un
líquido (los trocilos de melal se ll'<1nsforman en fina suspensión). El uhrasonido
cjen:c una enérgica acción biológica. Los microbios perecen en el campo dd
ultrasonido. Por medio del ultrasonido se puede esterilizar la leche y otros
productos.
En los líquidos las ondas ultrnsonoras se amortigu:1n mas dcbil111e11tc <1 uc c11
el aire. Por eso el ultrasonido se aplica en la /ric/ro11«1ís1ic:cr. El aparato mús
imporlanlc es la .wmc~<t de eco. lridmlocnliznrlor o smwr. E111it it:ndo i111¡111lsos
cortos <le ondas u hrasonorns se puede caplnr su reíle:dón en el fondo del mar
o en o(ros objetos. Por el retrnso de Ja scfial rcflej:ula se puede determinar la
Fig. 78
108
dístancía a que se cneucnlra el obstáculo. Así se mide la profundidlld del mar
(fig. 78) y se descubren los bancos de peces, Jos iccbcr~ o los submarinos.
f'or la rcHexión del ultrasonido en Jo.~ rcchupcs o las grietas de las pie7.ii;
111c1úlic.'\S de fundidón se pueden descubrir Jos defccios que éstas tienen
En medicina se· utilí:za mucho el ullrnsonido para Ja diagnosis y con Cinc.~
cumtivos (soldadura de huesos fraciurndos, curación de articulnciones y de
procesos inOmna torios).
Í9~ delfines y los murciélagos licncn loc.1Jiz.udores ultrns,ónicos
cxtr;1or,dinarimf1!:ntc perfectos. Los primeros se orienl;rn con scgurid11d en el
agua lllrbia, emitiendo ultrnsonídos y captando su reílexi.ón en los objclos
o presas.
Los murciélagos pueden volar sin dificultad en una habitación tot:ilmcnlc
<)~11r:1, en la cual se hayan lcndido multilud de cuerdas en todas bs direcciones
posibles. Sus oídos suslituyen cficauncntc a los ojos. El murciélago cmile
impulsos de oseilacionCli uhr:1sónieas. Las írecueneias de estas oscil;ieiones en el
impulso c.s de 25 000 n 50()()() Hz. L" durac1i>n de cada impulso no supera
0,015 s.
'
(. .
')
l. i.Q11c und:t .« · ll .m1:1 ¡1l:1na y c11:íl csféric:o 'I
2. ;.i'or qué no c,, istcn nntla• lr.in•vcrsalcs cu los ~:isc• y en Jos l'tt111i<los"
J. ¡,Q ue! o~cil;tcionc~ llcvcrn el nombre de ucusht~'''!
4. ;.De qué d~pcudc I~ vclocid:id Jcl soru<lo en el auc·1
5. ¿Qu~ es Jo q ue dclinc Ja 111lcnsi1tnd y la ~ ll 11r.i del .<Oni<lo'/
In terferencia de o n das
4.9.
COM f>OSICIÓN DE LAS ONDAS. Has1:1 ahora sólo hemos
tomado en considernción una Ollda que se propaga desde una
fuente o foco. Sin embargo. muy a mcnutln en un mismo medio se propaga n
simultímc:uncnte varias <>ntlas. Por ejemplo, cuando en 1>11:1 ha hilaci<in hahl:rn
v;il'ias pcr.mnas, las tlislint.1s ondas sonoras se snpcr·1xmc11 unas a otras, ¡,Qu~
ocurre con esto?
éste fenómeno es m:is fücrl de estudia r observando las ondas sobre la supcr-
licic del n¡;ua. Si la111~1111ns dos piedrecitas al ;1g11a, crcm1clo así dos ondas
anulares, es fácil ver que cad:t onda pasa :t tmvél> de In otr;i y se comportn dc.~
pués como si esta segundit onda no existiera en absoluto. De esl;t mism;i
manera un número elt:llquiern de ondas sonoros puede simultirncarnenle
propagarse en el aire sin e~lorbHrse lo más mínimo 1111:is a otras. El conj unto de
instrumentos musicnlc.~ de una orqueslll o de voces de un corn crea nndas
sonoras que nuesiro oído percibe al mismo tiempo, pudiendo distin guir un
sonido de otro.
Ve.irnos ahora más atentamente Jo que ocurre en Jos punlos en que l:ts
ondas se superponen una :i otra. Observando las ondas que sobre la superficie
del ~gua producen las dos p1edrccit.-.s lanvidas. nos cercioraremos de que
cicrlas rcgioríé:s de 111 superficie no se han pcrlllrbndo, pero en otras In
perturbación ha au111cn1ado.
Si en un punto se cncnc111r:rn las crcslas de dos ondas. en este punto la
pcnurbación del a~ua .~e rcfucr-.w.
109
M
Fig. 79 Fig., RO
Si. por el contrar io. la cresta de una onda se cncuenlr:i con el v~ lle
o depresió n de nt111, en la supcrf'ícic del agua no habrú pcrt11rbaciú11,
En general, en cadn punto del medio las osciJ¡1cio11cs provocadas por dos
ondas sirnplcmcnlc se suman. La clongnción resullantc de cua lquier p;irtic11l;1
del medio scrú igual a In surnn de las elongaciones que se producirh1n si catla
una 1fe las ondas se p1op:1gara en :1uscni;ia de J;i otra.
IN'l l(!ll UU·N( ' li\ T,a co111po.1it'ii!11 e11 d es¡1r1dri tlt' do.~ tt más n11d11s, "" "'""' ,¡,.
la, .,,,,¡ s1• on1111111111111 tlis1rilmciti11, l'1J11SU111te c1111 ,.¡
1itw1¡111. de la 1111111/i/111/ rll' fu.~
11sdl11cim1es 1·es11/1r111tt>.1 <'11 disti11tos p1111tos del espacio. se llama i111c1fere11cie1.
/\ciaremos .::n qué condiciones se produce la interferencia de ondas. Para
esto consideremos mi1s detalladamente la composición de lns ondas sob r.:: l:t
s11rcríicic del agua.
En una cubeta con agua se pueden el(citar al mismo tiempo dos ondas
circula res por medio de <los bolitas sujetas a una varilla que realice oscilaciones
a11n6nic:1s (fig. 79). En un punto cualquiera M de la superficie de l agua (fig. RO)
se compondrán las oscilaciones generadas por lus dos ondas (procedentes de Jos
focos O1 y 0 2 ) . Las amplitudes de las oscilaciones producidas en el punto M por
ambas ondas, en gcnernl, se diferenciarán, ya qnc dichas ondas recorren
caminos distint1>s d, y t/ 2 • Pero si la <listanci11 I entre los focos es mucho menor
que la longitud de estos caminos(/« d, y I « r/ 2 ), amb¡1s amplit11dcs se pueden
considerar pr{1<:1ii;amcnlc iguales.
El resultado ele l:t composición de las ondas que llegan al punto M d..,pcn-
dcr:'1 de la difcn:nda de fase entre ellas. Como reco rren distancias disti11 tas, r/ 1 y
tl 2• 1<1s ondas li.:11.:n una diferencia de marcha (o recorrido) ótl = t/ 2 - ti 1 • Si esta
diferencia es igual a la longitud de onda >.., la segunda onda se rctrasarú,
respcclo de la primera, exactamente en un periodo (porq11e precisamcnle en un
perio(Jo l:i onda recorre un camino igua l a la .longitud de onda). Por
consiguiente, en este caso tanto las crestas como Jos valles de ambas 011das
coincidirán. ,
COND ICIÓN DE.LOS MÁXIMOS. La (ig. 81 representa la grúlica de las
cl!Jngacioncs .~·, y x 2 origiil;idns por las· do·s 911das cuando /Sd =A., en función
del tic1i1po. La diferencia <le fose ~.le las oscilaciones es nula (o, lo que es lo
inismo, 2n, ya que el período del seno es iguál ·a 2n). La composicion de cst<ls
dos osdlacioncs da una oscilación rcsullan le de nmplilltd dos veces m:tyor. L:1s
osci lac iones de la elongación resuhantc x se representan en la fig. 81 con linea
a1.11l. Lo mismo ocurririt si en el trozo 6tf caben no una, sino un número entero
cu:1lqu icra de fn11gi1utlcs de onda.
ltO
)(
Fi!J- 82 ..
(4.4)
'1 Csto sólo es correcto si las fa.<c.< <le fos oscilroci<>nc.< de los dos foco.<
111
.. .,..........: ., .
,,,. ~· ·
::·-......... .
Si la diícrcncia tic 111archa t/ 2 - d 1 t<)ma 1111 va lnr intcnncdio en tre A. y A./2. 1:1
muplilm] tlc 1;1 oscil;1ciú11 rcsulla11h: 1omarfl 111mhii:n cierto v<1 lor in1crn1cdio
cn lrc el doble de la amplitud y cero. Pero lo más importante es que la amplitnd
de la~ osc•lacmncs en 1111 punto c1H1lquicr.1 no varía O<lll el tiempo. En Jn super-
ficie del agua apnrccc una distribución <lcterminada, invariable con el t icmpo,
de la amplitud de las oscilaciones, llamada fi91m1 cfo f11terfere11cin (fi¡;. 83~
ONDAS COHERENTES. Par;1 que se fonnc una figura de mtcrfrn:ncia
estable es necesario que lo~ focos de las ondas tengan igual frecuencia y que las
foses de sus oscilaciones coincidan o difieran en cierta magn itnd eonstantc
(indcpcndicnre del tiempo). En otros pa labras, la l>tFEllliNCIA DI! F/\SE de las
osci laciones de ;unbos focos debe permanecer tNVA!U/\llLI!. Los focos o fuentes
que satisfacen estas condiciones se d ice que son cohcr~mc.~. Se da también el
nombre de c1.lhcrcnr c.~ a las ond as creadas por ellos. Sólo Cl•ando se com¡wncn
ondas coherentes se ori¡:ina una figura de inlcrfcrenci;r estable.
En cambio, si la d1fcrcncia tic fase de las oscilaciones de los rocos no
permanece con~ tante. en 1111 punto cualqu iera del 1111.'(lio variar:i la diferencia de
fa~c <le las oscibeioncs excitada.~ por las dos ondas. r or eso In :11nplilud tic las
osl:i lacioncs rcsul lantes variar:1 en el transeur.;o dcl tiempo. Como result ado los
m:"aximos y los mlnimos se trasladarán en el c.~ paeio y la figura de intcrfcrcm:m
perderú nitidez.
L1 interícrcncia es un fenómeno propio de los procesos ondulatorios, cu:il-
quiera que sea su naturalcui. En particular. se puede observar la intcrícrencia
del sonido. La gran importancia de la interferencia consiste en que si al cstl1diar
un proceso sé pone de manifiesto la interferencia. esto sirve de demostración
indiscutible de que se trata de un movi mien to ondulatorio.
DISTRIBUCIÓN DE LA ENERGÍA DURANTE LA INTERFE-
RENCIA. Las ondas transporlan energía. ¿Qué ocurre con esta energía
cuando las ondas se atenúan una a ot ra? ¿No será que se convierte en otrn
fornm dela energía y que en los m ínimos de la figura de intcrícrenciri se despren-
de ca lor;! Nad a de eso. Lu existencia del minim o en un punt o d ad o de la figura
de interferencia significa que a dicho punto no llega energía a lguna. A causa de
112
la intcrícrcncí:i se produce 1111a rcdislribución de fa energía en el espacio. u1
energía no se distribuye uniformemente por todns las p;\rticulas del medio, sino
que se conccnlr:i cu los múximos a costa de que a los m'inimos no llcg;i en
ah$-Oluto.
Principio d e Huygens.
4.10. L ey de la reflexión de las ondas
Hasta ahora hemos dado a conocer los o ndas que se propag11n
en un medio homogéneo. Ahom vamos n estud iar lo que ocurre,
co11 las 1mdas cuando se encuentran con un obst{1c11lo. por ejemplo. con 1111a
pared sólída.
m principio general que describe el comporwmicnto de las ondn~ ruc
propuc.~to por el cicnti!ico hol;111dcs, contcmpor.inco de Newton, Chris1i:111
llUYGCNS. Segun el principio de Huygcns.todo punto de un m.:dio h:ist:o el cuai
llega un:i perturb:ición se comporta como un foco de ond:is sccundnrias. P:irn.
cc)n<1cicn{)o la posiciún dc 111. superficie de un da en ur1 ins1antc dndo 1, l1all:lr s11
posición en el instante .siguiente 1 + Át hay que consi<.lcm r cada punto <!e la
silpcr(icíc de onda como up:i íucntc de ondas scc¡111da rins. La supcrírcie
tangente a todas las o lidns sccundari.is es la s11pcrficie de onda en el i11s1antc
~iguicn lc (fig. 84). Este principio es válido cu igual medida par:\ describir la
propagación de cuálesquiera ondas, sean sonoras, luminosas o e.le otro 1ipo.
Para las ondas mCc.ínicas el principio de Huygens 1icne una intcrprct:1ci6n
intuitiva: las partículas del medio, hasta las cuales llega una oscilación,
oscilando a su vez, ponen en movimiento las particulas vecinas del medio con
las cuales interaccionan.
Aplicando el principio de Huy gens podemos h:illar la ley a la cual se subor-
dinan las ondas al reílcjarsc en la superficie de scp:iración de d os med ios.
Veamos cómo se rcílcjn una onda plana. En In fig. 85 M N es la s uperficie
reílcctora y las rectas A 1A y U1 JJ, dos rayos d e la onda plana incidente
(pnr:tlclos entre si). El plano AC es la ~11pcrficic de dicha onda.
131 ángu lo a en1rc el rayo inciden te y la perpendicular a la superficie
rcneclora en el punto de incidencia $C llama á11y11/o de incidc11c111.
La superficie de onda rcílcjada se puede ohtcncr trarnndo In envolvente de
las ondas secundarias, cuyos centros se encuentran en el limite de scp;uacicin de
!os 1ncdios. Al lim ite rcílcctor Ji.~ti ntas pilrtcs de l:i supcríi1.:ic de onda AC llegan
N
~ · y ·Lit
113
J . (<)l
Christian Huyge11s ( 1629--1695), eminente
fisico y matemático hola11dcs, creador lle
la primera teoria ondufotoria de la luz.
.Los íu¡tdamcntos de esta tem~1 los expuso
en su "Tratad o de la luz". Fue el primero
en utilizar el péndulo pur:t conseguir la
marcha. regular de los relojes y dedujo la
fórmula del período de las oscilncioucs de
·1os péndulos simple y cornpueslo. Sus
trab¡\jos matcmáricos concico1cn a 1;1
invcst ig~ción de las secciones c-Onicas, de
la cicl¡>Íde y de Ot¡llS C\ITVM. A el S<: <lei>C
1¡no de los primeros tr:ihajos sohrc te<>ría
de Lis prob<lbílidadcs (tr:Hado "Sol>re los
cálculos en el juego de dailof'). Con un
telescopio pcrfccciomtdo por el, descubrió
:e l sa tclilc TilAn de Saturno y detcrmin(>
que el an.illo tic Sa1t1n10 no 1oe:1 la super-
ficie del plunctn.
114
f"i¡:. 86
Fi¡¡. 87
115
Fig. SR Fig. R9
onda originada por 110a picdrccita lanzada a un est:rnquc rodea n una varill;i
que cmc1ja del agua. Únicamente cuando el tamaiw del obstáculo es grande,
comparnd<> con la longitud de onda (roca grnndc en la fig. 87), dctrús de éste
se prodnciril una sombra: las ondas no pcnc1ran dclrf1s tic 61.
Las ondas 'onoras la mhién son capaces de rodear los obstú eulo~. La
sciial cm!lida p<.>r nn automóvil se .puede oír dclrfts de Ja esquina de una casa
cuando aquél a(111 no se ve. En un bosque los árboles impiden que las
person:is se vean. Pam no perderse, estas se llaman de vei. en cuando. tas
ondas sonoras, a diferencia de 'fas de la luz, rodea n libremente los !roncos de
los f1rhnlc.' y c1md11cc11 h1 voz hasta la persnna i11visihle.
La <11'.\l•itwi<ill rlt! las u11d<1s de Stt ¡¡¡·o¡x 11111ci,;11 n·ctifÍ11<'ct y 1•/ r/llh•11
¡wr ellas de· los ol>st1íe11/11s recib<• (!/ 1111111/Jrc t/(' df/'r11cd1í11 (del lalín d!Oi·m;tn~.
rolo. q uebrado). La difracción es propi;t de lodo proceso ondulatorio en h1
misma medida que la interferencia. Durante In diíracción lic11e lugar una
c..lcform;1e;iú11 de las superficies de onda en los bordes de los obst{11;ulos.
La difracción de las ondas se manilics1¡¡ claramente en los CMOS en que
las dimensiones del obstáculo que encuentran a su paso las ondas es menor
q ue la longitud de onc..la o comparable con ella.
El fenómeno de la d ifracción de las ondas se puede observar muy bien en
la superficie del ag11a, si en el camino que aquéllas recorren se interpone nna
pan talla con una rendijn, cuya anchura sea menor que la longitud de In onda
(fig. 88). Se ve claramente que m:.'ls allá de la panlalla se propaga una onda
circular, comn si en la rendij:t hubicrn un cuerpo oscilante, es decir, un foco
ele ondas. Oc acuerdo con el principio de Huygens, precisamente esto es lo
q11e cleherh1 tener lugar. tos focos secunda rios que aparecen en la cstrcd1:1
rendija c:;tán wn próximos uno ck 01ro que pueden considerarse como una
ruente puntual.
Si Ja anchurn de la rend ija es grande. comparnún con la longitud d e
1)11d;1, el ;1~pcc10 de la propagación de las o ndas más a llá de la pantalla es
otro completarncntc distinto (lig. 1!9). La 011d:1 pasa· por. la rendija sin que su
fom1a varíe :1pcnas. Sólo en los bordes puede notarse una pequcila
deformación de la superficie de onda, en virtud de la cual la onda penetra
parcialmente en el espacio que hay detrás de la pantalla.
El principio de Huygcns du la posibilidad de comprender por qué se
produce la difracción. Las onoas secundarias que emiten las partes del medio
penetran dc1rús de los bordes del obstáculo, que ·s.c encuentra en el camino
de pr.opagación ele Ja onda. No obstante, partiendo del enunciado del
pri ncipio tic l-luygcns dado antcr'io{mcnte, seria imposible cxpli~1r Ja
difracción en todos sus detalles. Este principio requería se r precisado como
ló hizo el científico francés Ai1gust in FRESNilL n principios del siglo X IX.
116
~giin Frcsncl, la supcr!icie de onda en todo in~tnnte no es rn simple
envolvente de las onda; sécund:1rias, sino el resultado de la interícrcncia de
é~ta~ (principio de i-iuy~cn,-Frc.~nel).
117
Las ondas loogituclinalcs, que con la frecuencia de 17 a 20000 1-11'. se
propagan en un medio. reciben el nombre de ondas sonoras o ncúslie<1~. La
vclticitlad tic la~ untla,~ sonuras tlcpc11dc de las propicilath.-s del medio y tic la
tcmpcrntur.i.
L., intensidad del sonido cst:í determinada por la amplitud de las
oscil;1ciones, y la altura, por la frecuencia de 6-~t:is.
Tienen muchas aplicaciones las ondas ult rasonorns, cuya frecuencia de
oscilnción es de más de 20000 Hz. Estas ondas dan la posibilidad de crear
es trechos h11ce~ dirigidos.
Cl1a11tlo varias ondas se superponen unas a otras, lns oscilaciones produ-
cidas por cllns se suman. La composición en el espacio, con l;i cual se
mi~ina una distribución constante con el tiempo de In amplitud d.: las
oscilaciones resultantes, se denomina intcrfcrcncí:1. Si la diícrcncia de marcha
de dos ondas c.~ igual :i un numero entero de longitudes de onda, las ondas
se rcfuerwn una a 01r:1. Si In diíercneia de marcha es igual a un níimcro
impar tic sc111ilongi1udcs <le onda, las ondas se atenúan.
Unn figura de inlcrícrcncia estable sólo se observa cuando lns oncbs 1111c
~e compnncn son coheren tes. Las ondas coherentes licncn la misma
f1·ec11cncia y una d iícrcncin ele fase q uc no vn rí11 con el 1icm po.
Las c>ndas son Ci\pnccs de rodear un obstflc11lo. La dcsvinción de l:\s
ondas de s11 prop:1gación rcctilinca y el rodt."O por ellas de los obs1:iculo~
recibe el nombre de clifr:icción. La difracción tic las ondas se manifiesta
cl:1ra111cn1c en los ~1sos en que las dimensione$ de los obstáculos ron
menores que la longitud de onda o comparables con ella.
1-1 uygcns enunció el principio general que describe el compc>rlmnicn10 <le
las 011d:1s. Según el principio de Huygcn~ todo punto de un medio hasta el
c11n l llega una perturbación se convierte en manantial de ondas secundarias.
5 OND,A S ELECTROMAGNÉTICAS
~>O
cll
b
Fig. ~Xl Fig. 91
Fig. 94
1l2
En esto consiste la propiedad fundamental del campo, que elimina todas las
dudas nccrea de su realidad.
M;ixwcll demostró matc111;'11i.::1mcnlc que la vdoeida\I de propagación de
este prcx.-cso es igual a la velucitlad de la h.n en el vacío.
Ond a e lectromagnétiéa
5.4. Imaginesc que una carga elcctricn no ha sido simplemente
'(icspla1.ada de un punto a otro, sino que se ha hecho oscilar n lo
largo de cierta ~cta. La carg.'\ se mueve de un modo ,c;cmejonte· a coñ10 lo hnce
un cuerpo suspendido por un muelle, pero sus oscilaciones se efectúan con unn
frecuencia mucho mayor. El c:unpo eléctrico en In proximidad. inmediata a la
ciirgn empieza a variar pcriódicuncnte. El período de cst:1s variaciones scrii.
evidentemente, igual ni periodo de las oseilaciqnes de la carg.1. CI campo
eléctrico altcnialivo generará un campo magnético variable periódicamente
y éste;, ;1 .s11 vez. harit que np:irc'l.c<I ofro calnpo ell-ctrico altcrmrtivo, pero yu
n mnyor distancia de; la cargn, y. así sucesivamente.
No vnmos n 11n:1lhi;1r en dc\n ll<;s CI complejo proceso de formnción del
campo clce1romag11étieo <1uc origina una crirg:~ oscilante. Daremos a conocer
únicamente el. rcsult:iilo íinal. ·
En el espacio que roclc11 a la carga, abarc.10do cada VC"L más rcgionc!:. se
produce un sistema de campos eléctricos y mngncticos, perpendiculares entre sí.
que varían periódicamente. 1311 la lig. 95 se mucstm la .. íotogmli:1 in~lanlúnc-J'.
de este sistema ·de campos.
' $e form;i la Uamnc1<1 mu/11 clec1roma1111i:1irn, que avan?,.1 en todri~ las
direcciones a partir de la cargn oscih111te. En cud:t punto del cspncio los campos
elcciricos y magnctic-os se intercambian periódicamente con el tiempo. Cuanto
ml1s lejos de la carga se encuentre el punto, tanto mñs l:trdc llcgar{IO a él lns
oseilucioncs de los campos. Por consiguiente, a distintas distancias de l:t c:\l'ga
las oscil11cioncs se pr0\h1cc11 en fose.~ diferente..~. ·
Lns oscil:tcionc..~ de los voc1orcs É y ii en 1111 punto cn:ilquicra coinciden ~n
fase. La distancia cnlrc dos punh>s inmediatos en los cuales bs oscilaciones se
cumplen en fases iguales c.~ la longitud de ondn 7-. En un in~t:i nlc dado los
valores de los vectores /i y lÍ varian pcriódic.1mcntc en el espacio con un
l)Críodo >...
Lns direcciones de Jos. vectores oscilantes i11tcnsklau del campo cli:ctrico
e inducción magnctic11 del campo son perpendiculares n la dirección en que se
propaga la onda. L;1 onda electromagnética es transversal.
123
Hcinrich Hertz (1857- 1894), cmi11c111c
Osíco nlcm(111. En 1886 dcmostn\
cxpcrimcnt:1lmcntc, por vez prir11cr:1. In
existencia (le l~1s ondns ckctrc.)111~1g11étic;1s,
Estudiando estas ondas cslab!eció que las
propicdudcs principales ele las ondas
c!cctromagncticas eran idénticas a [as de
las ondas luminosas. Sus w1ba}os sir·
vieron de demostración cxpcrimenlal de
que la lcorhr del campo clcc1ro111agnélico
y. en parlicula.r. la tcorin clcc~rom:1{!11..:1ic-t(
tic fo hr1.. crn j u."i: l,L Lm; ccuacionc.~ <le
Maxwell en su íorrna actunl fueron escritas
por l lcrl7. .
En 1886 lfortz obscrvú por prirncrn vc1. el
cícclo fo1ocléc1rico. En su libro
"Principioo de mednic'1" (IR<i4) tlio '""'
IH.ICVll ÍorumJaciún ;1 Ja~ Jcy\:,<; de la
mcc.'\nic-a cli1s ic¡1, en la cu.11 no se ul ili?.a el
concepto ele f11cl7.a.
Fil! '17
u
1111ycntlo su úrea y rcd111.:ic11do a la vez el númcm de espiras de la l>obi1111. En
defin itiva se obli.:nc simplemente un conductor r<..'Clo. Esto c.~ un circuito
osci lante ithicrto. La capacidad y la inductancia del oscilador de Hc11z son
pcqucrias. Por c.~o la frecuencia de las oscilaciones es bastante gr.111dc.
En e l circuito oscilante abierto las cargas no csuin concentradas en los
extremos, sino que cstfm distribuidas por todo el conductor. La corriente, en un
i 11~tonte dado, c.~t:í dirigida en el mismo sentido en todas las seccione.~ del
conductor. pero su intensidad no es la misma en todas ellas. Eu los extremos la
intcn~idad es nula y en el cent ro alcanw el máximo. (Se recordará que en los
ci rcuit os de corriente alterna ordinarios la intensidad de lu corriente en un
instante dado es igunl en todas lns seccione.~.).
P:tra cx..:ita r l:ts oscilaciones en el circuito :ihierto. en los tiempos de Hcr1't.
procedían como sigue. Cor1:1ban el conductor por la mita d de ta 1 modo que
<1u1.'\l,1sc un pet¡udioc.<pacio de a ire, llamado ~pacio de chispa (fig. 98). Ambas
p.1rtc~ del conductor -;e carg:itfan hasta que la diferencia de potencial er.1
gra nde.. Cmmtlo esta difcrc11ci¡1 superaba cierto valor límite, salt'1ba la chispa
(fig. 99). el circuito se ccrrnha y en el oscilador se producían oscilacionc.~.
Los campo~ eléclri1ios y magnéticos que crean las d istintas partes del
oscilado r a grandes distancias ele éste ya no se compensan entre si.
Lns oscilaciones en el circuito oscilante seni1J amortiguadas por dos cnu~ns:
l'KtM IJl~A. pór hi existencia e n él de res istencia 6 hmie11, y ScG.UNl)A. debido
a q11e el oscilado r emite ondas elcctromagn6ticas y gasta energía en esto. Una
vez que las oscilaciones cesan, ambos conductores vuelven a irse carg:indo de 1:1
127
Fíg. 100
ap11rnlo. El receptor moderno tnmbién tiene antena, en la cual la o nda que llcg¡1
cxciln osctlacioncs c.leclric.1s muy dcbilcs. Como en el receptor de Popov, la
cncrgí;i de c:< tas oscilaciones no se empica directamente en la recepción. Las
~fmlc.~ débiles lo imico que hacen es regular las fuentes de energi¡i qnc
nlunenlan los circuitos siguien tes. Ahora cstn regulación se h;icc por medio de
válvulas electrónicas y de dispositivos semiconductores.
El 7 de mayo de 1895, en la sesión de In S<Jcicdad Fisico-quimic;1 Ru~a de
Snn Pctcrsbu rgo, A. S. Popov demostró el funcionamiento de su aparato, que.
en realidad, fue el primer receptor de radio del mundo. El 7 de mayo devino en
dla de nnei111ie11 to <le la radio. Este dia se eonmcmorn nnualmcnte en la URSS.
Popov continuó con tesón el perfeccionamiento de los aparatos receptores
y lrnn.<misorcs. Su 1arc.1 inmediata fue la de construir un apamto parn
tran~mitir señales a gr:rn <füt:1ncia. En diciembre de 1897 demostró en la sesión
Fi¡1. 101
no
de la Sociedad Físico-químicu Rusa Ja transmisión y recepción del primer
rudiogrruna en el mundo.
Al principio la comunicación por rntlio rue cst:iblecidn n la distancia de
250 m. Trabajando iricansablcmcntc en su invenlo, Popov consiguió pronto
una distancia de comunicnción de 600 m. M:'1s tarde, en las maniobras de In
escuadra del Mar Negro en 1899, cst:iblceió la comunic:ición por radio :i 11na
distnnei¡i de más de 20 km, y en J90J cr alcance de l:i n1diocoml1nicación cr:i yn
de '150 km. En esto desempeñó 11n papel m11y importan1e la nuev:t estr11cturn
del l'mnsmisor: El cspncio de chispa fue incluido en llll cin;nitc' oseilar\lc
ncnpl;ido pnr inducción a In antena elllisora y sintoniwdo en rcsonam:1:1 con
ella. Tunlbién cambiaron cseneiahncnte las proccdirnientus de registro de Ju
sc1ial. En paralelo al timbre se conectó un ap:1r:1to tclcgrMico que permitió
anotar automáticamente las sc1ialcs. En 1899 se deseubríó la llOsibifüL1d de
recibir señales por medio de un teléfono. /\. principios del año 1900 la r:idioco·
munícncióu se u1iJizó.eficaw1entc durante unos 1rnb:1jos de salv:uncnto en el
Gúlro de l!i11k1ndi11.
rostcriorn1e11t~. una compaiíía organizada por el i11~enicro it.11ialll)
Ougliclmo M¡\ \{C0NL~edcdleó ;1 perfeccionar estos npan1ln~. Sus experimento~.
montados en gran escala. permitieron rca\i~l1r la tr:111s111isión r:idintekr,rúfic;1
a trnvés del Océanó ·Atlúnlic0 (1903).
. Flt1. )02 :
131
o
e
Fig. 103
a distancia la palahra y la música con ayuda de las ondas elcetromagni:1ic;1s. Si11
embargo, este procedimiento de transm isión es irrealizable en la realidad. El
hecho es que las oscilaciones de frecuencia sonora son oscilaciones
relativamente lentas, y las ond:1s electromagnéticas de frecuencia b:1ja (:1cústica)
casi no se irradian en absoluto.
MODULACIÓN. Par¡¡ efectuar la comunicación radiotelefónica hay que
11tili1.ar l;1s oscilaciones de :ill;t frecuencia que emite intensamente la antena. Las
oscifacioncs armónicas no amortigua-Oas de <lita frecuencia las produce un
generador de l(uuparn. Para tr:rnsmitir el sonido estas oscilaciones se mo<li!ican
o, como suele decirse, SI! 111od11/cm, por medio de oscilaciones eléctricas de
frecuencia baja (acústica). Se puede, por ejemplo, modi!icnr con la frecuencia
souora la amplitud de las oscilaciones de alta frecuencia. Este procedimiento
recibe el nombre de modulación de m11pliu1d. En la fig. 103 se muestran tres ¡;rú·
ficas: a) In gráfica de las oseifacioncs de :11\a frecucncin, llnmnda fi·ec11a11c:ío
pnr,tai/ora, b) la gr:íli'ca de las oseilaciones·pe frecuencia sonora, es decir, de h1s
oscilacip ncs moduladoras, y e) la gráfica de !:os oscilncioncs de amplitud
modulada'. Sill h1 modulación, decía el físico y ácadémico soviético L. l . M,\N.
PIZLStfff\M, podemos en el mejor de Jos casos constatar que una em isora
func~ona o 1)0., .Y nada m:ís. Sin modulación no existe trnnsmisión alguna, ni
tclcgní!ic:1, ni' [elefóoiea, ni de televisión.
La modulación es un proceso t.mno. Es un proceso de variaciones en el
sistema oscilante de. alta frecuencia, en el Cl•a l éste tiene tiempo de rcali7-ar
1iluchas de sus oscilaciones de alta. frecucnci11 antes de que su amplitud varíe
algo de un i11otlo apreciable.
131
...........---~ 1~ ~
rEJ-:1~4
Gcncr"'lor
Oi~positivo de nlla .
·n1o'dul ad6r frecu~nci.o
IMNVV\J Anlcn~ Ailfcn.a
transmisora rC'Ccptor:i
. Micrófono
Fig. 104
Fig. !06
Fi,i;, 107 o u
directamente en 1:1 pantal la de un (lscilógr.1fo ~¡se hace llegar a él la tensión dc::I
circuito oscilante.
i\dcm!ts de Ja modulación de 11mplitud, en ciertos casos se utiliz;1 la
1J1odulació11 de frecuencia, es decir, Ja variación de Ja frecuencia de las
oscilaciones de acuerdo con la señal de mando. Su ventaja es \Jtln mayor
estabilidad respecto de las pcrturbi1ciones.
DlITECCION. L.'1 señal de nha frecuencia modulada captada por el
rcceplor es incapaz, incluso despuC.~ de amplilicad:t, de producir directamente
oscilaciones de la membrana del auricular o de la bocina del altavoz. con
frecuencia sonorn. Sólo puede provocar oscil:iciones de alta frecuencia
1mpcrccptibles rara el oído humano. Por eso en el receptor hay que scpar<1r
pri111cra111c111e de las oscilaciones moduladus de alta frecuencia In seti:t l de
frecuencia acúst ica. '
La dctccciún se cfcctún con un dispositivo que contiene un elemento
CONl)UCTO!l tJNll.ATERAJ.. denominado de1ec1or. Este elemento puede ser 1m
tubo clcc1 rúnico (diodo de vacío o triodo) o un diodo scmiconduc1or.
Veamos cómo funciona un detector semiconductor. Supongamos que este
dispositivo c.~tú intcrc:ilado en el circuito en serie con Ja íuente de las
nscíh1cioncs moduladas y l:tca~gnll (fig. 106). La corriente en el circuito pasarú
con· prefcrc11ci:1 en el séntido indicadó en Ja figura con la nccha, ya que la
resistencia del el.iodo ·cJ'.I cl.scnti<)o d irecto es mucho menor que en el in verso. En
general s.e nucde.dcspl'eclarla corricnie inversa y considerar que el diodo posee
conductibil idad unilateral. La é.1racterística tensió n-intensidad del d iodo ·SC
puede rcJ>rcscniar aproximadamente en forma de unn línea quebrada
compuesta por dos segmentos rectilíneos (fig. 107).
134
' i
l\
tlS
c~lc mismo sentido (vca~c la Occha de trazos en la fil!-. 109). 01<1~ nuevo
impulso rcc1rga el condensador. Como rcsuhado de esto :1 través de la c<1tga
pns.'I corriente de frecuencia sonora cuyas oscilncioncs tienen una forma que
aisi reproduce la de la señal de baja frecuencia en la estación transmisom (véase
la fig. 108,b). Esta corriente se puede considerar como l:i suma de una corriente
contin ua (ríg. !08, e) y de unn corriente al temu de baja frecuencia (fig. 108, d).
Un simple receptor de galena consta de un circuito osciluote, acoplad o u In
antenn, y de u11 circuito conectado ;il oscilante, form11do por el detector y los
auriculares (fig. 110). Las bobinas de los auriculares desempeñan el pa~J de
carga. A trnvé.~ de ell;is pasa corriente de frecuencia acústica. L;is pcquciías
puls:1ciones de alta frecuencia no influyen apreciablemente en las oscilacionc.~
de l;1s mcmbran;1s y no son percibidas por el oído.
136
Fin. ¡ j.¡
137
~
.~
, ,,
1.!slc ft:nú111c110 se explil:n como sigue. Una p;irtc de las ondas de la bociua
del gcncrndor llegan dircctumcntc a In bocinn rcccrlorn. Otra parte de ellas se ·
rcíle,ia en la plac;1 111el;Hica. VMiando la rosición de Ja placa se varia la
~liforc11cia de marcha de las ondas dircc1a y rcflcjadu. en virtud de esln las
ondas i:c rcfucr.1..an o se debilil:m unas a oh7•s, en dependencia de que dicha
diferencia de marcha sea igual a un nilmcroentcrodc longiludcsdc onda o a un
numero impar de scmilongitudcs de onda.
También se puede observar la difrnceión de las ondas electromagnéticas.
138
\)
posibl'e grncias ·a la reflexión de las ondás en fo ionosfcr;1 y .a que ~as ond¡is
J1i;rí7.j:i,11as son capaces· de rolki1 r la superficie. cqhvcú. de Ja Tierra (];.~ decir, en
.yir.fud de la dif~acció'n). L'I difracción se 1n;inificsta. !•1nLD 111:1s intc'ilsnmcrílc
cuiinio.m:1yor es la longitud. de onda. Por esta ra7.Óll la r:idi<icomunicación
a ~randcs distancia~-; :1 ·cxpc·11sas de que bs 'nJ1das .é<•ntnmc1111 la Ticrrn, se hace
,posibl'c únicamente con· lóngifpdcs de onda grandes. muy superk>rcs a 100 m
(n11d11)1 1111:ilins y liir{¡11s).
[,.as· 0111/as 'carll1:~ .(b;qi,([¡1 de 'kingitirdc.~ <)e onda dc$tle 10 hasta IOO m) se
propagan :1 grandes dislan~itis .a cost:i soh1mc111c de rcíl cjarsc muchas veces en
l;Cibnosfera;y.en la. supe~licit: lle .f';i.Ticrr:i-{lig. J 16). Precisamente por medio de
his· 9ndas cortas se j>uc<jc efectuar· la comunicación por radio :1 cualq uie r
Jist:inc.ia entre las estaciones cinisoras de la Tierra .
.- 'Las óndas l.a rgas son menos 11ptas p;1m este !in por ser absorbidas
.c onsiderablemente tanto por las capas superficiales de la Tierra como por la
fonqsfera: No obstante, li1 comunicación por radio mils segura a clís1ancias
limi~das, cuando la potencia de lns emisoras es suficiente, se consigue con las
ondas largas.
Las muln~ 11/trncortos p, < 1O m) ;t1ravicsan l:t ionosfera y casi 110
con tornean la superficie de la Ticrrn. Por c~o se utili1Jin para la co11111nicación
cnt'rc pun tos situados dcnlro de los límites de la visibilidad geométrica
y también para la comunicación con las naves cós111ic¡1s.
139
~e 11t1liz.an oscilaciones clfotric;1s de frecuencia ultra:ilta (desde 108 hasta
10 11 H7.). El potente generador de UAF está ncoplado :1 una anten:i que emite
una 011dn íiliforme. !!n los radiolocalizadores que funcio11an con longitud de
onda del orden de 10 cm y menores, esta ond:i la crean 11111enas en forma de
espejos pambólicos. Para las ondas de la goma de a meiro, las antenas tienen la
forma de complejo~ sistem.'ls de osciladores. en este caso l:i radiación de hn
íilifonnc se obtiene en virtud de la interferencia de l:is ondas. La antena se
estructura de tal fonna que lns ondus emitidn s por cndn uno ele lo~ oscilndorcs,
;11 compo11ersc, sólo Sil refuerzan unas n otrns en la dirección preestablecida. En
las dem:i~ dtrcccioncs se atenúan p:ircial o totalmente.
La ond.1 rdlcjada la e<tpta la misma antena emisora u otra nntcna reccplora
lílmhién de haz íiliformc. La rnanifiesta dircetivrdad de la radiación permite
rcforirsc al " rayo" del rndiolocalizador. La dirección en que se encuentra el
obje10 ~e <1ctcrmína por la dirección del rnyo en el instnnle en q ue se recibe In
señal rcílcjacl:t.
Pant hallar la distnneia hnst:t el objeto se ut1liw el régimen de r:utiacuí n por
impulsos. El emisor irradia ondas n impulsos cortos. La dumción de c..1da
impulso es de mil11,nési1nas de segundo y los intervalns c111rc ellos son,
aproximad:m1cnti.:, (()()()veces rnnyores. Durante las pullsas se enpwn las ondas
rcílcjadas.
1-'1 distancia R se determina midiendo el tiempo total r que tardan l:is ondas
en recorrer el camino hasta el objeto y retomar. Como bt velocidad de las oml;1s
ltcr1zi:in:1s e= 3 · 10~ rn/s es prácticamente constante, rc.~ult;1 que
CI
u ~T.
/\ causn <fe la dispersión de las ondas, hasta el receptor sólo llega una parte
i11s igoilic<1 nlc de In energía que irr;idia el elllisor. Por c.~o los rcccptorc~ de
radiolocali1~1c.ión ;11nplilkan la seiial recibida bil!one.~ (10' 1) de veces. Este
receptor tan scn~iblc, por supuesto. debe C$l:tr desconectado en el instante en
qui: el cmi~ur lan1~1 el un pulso. No uh.~tantc, la ¡ioh:ncia inst;1111;inca del emisor
d11ra11tc la radi;ición del impulso es tnn grnmlc (de decenas. ccntennrcs y hasta
milh11·c.~ J.: kilovatios) que 1;1 inílucn,cia de l di~positivo transmisor no se elimina
l1,talmrntc. P;ira fijor las scfüdcs cmítidn y reflejada se utili7.a un· tubo ele rnyos
,;;ttóJieos. 1;11 d inMante en que se emite el impulso. el punto brillante, que se
mueve uniformemente por la p;u11alla del tubo. se desvía. En la pantalla se ve un
pico junto al cero <le la csc;1la de díslt1ncias (fig. 117). El punto brillante
cont111 i111 moviéndose uniformemente a lo largo de la pantnlla y en el inst:mtc en
r-ig. 117
140
Fi(t. 118
que se recibe Ja. d6hil.scii1a'! rcílcjlid1i, vuelve 11 dcsvi11rsé. L;i dis1aucía entre llls
picos en ia p:mlalla :ts p1upnrcinnal al licmpo t que 1;ncla la scñ:1l en sn
rCC(lrr]do y, por lo tanto, es proporcional a 111 distancia J< hast:i el obje1u. Esto
da la posibilidad de graduar la escala directamente en kilómetros.
Las insl;ilacioncs de ru<liolocaliz:ición descubren los buq ues y los avionc.~
a dislancias de hasta varios ccntcnarc.~ de kil(•mctros. Cn ~u funcionamiento in-
fluyen poco. las .condiciones meteorológicas y la hora del día. En lo~ gr:rndci;
aeropuc~tos los localiwdorcs vigilan k's aviones que despegan y los que vienen
.In tomar tierra. El servicio de tierra del aeropuerto transmite por radio a los
pi l9tps las instrucciones necesarias y de este modo gnn11lli7.a la seguridad de los
vuelos. El nspccto c.x tcrior d e un localiwdor de aeropuerto puede verse en la
fig. 118. J.-nn huquc$ y lns avi1)ncs también ~e proveen de n1dio loc:1lizadorcs con
finel> propios de la 11:1vcg;1cuin. l l.~tos loc:tli/;1dorcs crc.111 en la pantall;i una
ligurn con la disposición de los objetos dispcrsorc.~ de las ondas hermanas. 1:1
operador tiene ante la vista el mapa por puntos (mapa radar) del lug¡¡r.
En la nctualidad la mdioloculiwción se empica co11 fines m{1s diversos cada
vez. Los locali:zadorcs sirven para observar los meteoros en las capM superiores
de la atmósfern , pnrn observar las nube,~ y predecir el tiempo y para
investigaciones cósmicas. C11da nave cós1nica tiene necesariamente n bordo
varios locali:r.adorcs. En 1946 en EE.UU. y Mun¡;ria se hizo ton experimento de
recepción de la señal rcílej:ida en la supcrílcic de lt\ l11110. En 1961 un grupo de
científicos soviéticos efectlio la radioloc.'lliznción del planctn Venus, lo que dio
la posibilidad de hallar e l periodo de rotación del planctn alrededor de su e;e.
En la actualidad se ha realizado ya fa locali7.nción de otros planetas del sistema
solar.
Id ea de la televisión
5.12. Se encuentra en dc<1arroll<' impct1m~o una rama rcl;itivnmcnlc
nueva de la radioclcctrónica, la tclc!vlsió11.
El principio en que ~e basa la transmisión de las imúgcncs a clista11ciu
141
P:un:1U:1
_,,.de 111 0S~llC"U
o
-o
~
~
Q.
,,E
~-------------1 L -~1-+__....._________________._____~_._..
Fi¡:. 119 Í
144
BREVE RES UM E N DEL CAP ÍT ULO 5
1ntrod ucción
1~6
a. b
)iipotético, el éter,. el cua l oc·up·¡¡ !odo el espacio y penetra dcn1ro de iodos los
·clierpos.
Las dos teorías c~·isiieron paralelamente durante mucho tiempo. Ninguna
de ellas podía lograr la victoria dcímitiva. La autoridad de Newton hacia, sin
embargo, que la mayoría de los científicos dieran preferencia a 1:1 teoría
corpuscular. 'Las leyes de la propagación conocidas hasta ento nces podían ser
explicadas más o menos satisfactoriamente por ambas teorías.
Dasitndose en la lcorí;t corpuscular era difíci l cxplkar por qué los haces
.Ju·m inosos al cruzarse en el espacio no iníluycn uno en otro, y;i que las
partículas luminos;is deben chocar y dispersarse.
· L;1 teoría ondulatoria, en cambio, cxplic.'lba esto fitcilmcnle. t as ondas de la
su¡;erficie del agua, por ejemplo, pasan libremente unu a través de otr:i sin
·:ejercer influencia mutua.
Pero la propagación rectilínea de la luz, que hace que detrils de los objetos
~\; .(ormcn sombras bien marcadas, es difícil de explicar pnrticndo de In tcorín
·oi:i<lulatoria. Por la teoría corpuscular, en cambio, Ja propagación rectilínea de
la .Juz es simplemente consecuencia de la ley de la inercia.
'Estu: situación ' indeterminuda concerniente a la natur:ilcza ele la luz duró
·hasta principios dci siglo XIX, cuando fuero n dcscubicrlos los fenómenos de la
·difraeción (rodeo de los objetos por la luz) y de fa interferencia de la luz
(reforzamiento o dcbililamicnto de la il11minació11 cuando se superponen entre
sí haces luminosos). Estos fenómenos son propios cxclus iv11mcnte del
·movjmíenlo ondulatorio. Explicarlos por medio de la teoría corpuscular es
'imposib)e. Al ·parecer, la teoría ondulatoria había logrado vencer total
-· y dcfínilivamerúe.
Sémejante segt:iridad se reforzó particularmente cuando Maxwell, en la
.segunda mitad del siglo XIX, demostró que la luz es un caso particular de las
147
10·
ondas electromagnéticas. Los trabajos de Maxwell sentaron los cimientos de la
teoría elccuomngnética de la luz.
Una vez que Hertz descubrió experimentalmente las ondas
electromagncticas no quedó duda alguna de que In lu7., a l propagarse. se
comporta como una ond;\. De esto tampoco duda nadie ahora.
Sin embargo. a principios del siglo XX las ideas acerca de la naturaleza de la
hn empezaron a cambiar mdicalmente. Se reconoció que la desechada teoría
corpuscular tiene, a pesar de todo, ligazón con la rcalidnd.
La lu7., :11 ser irr.1diadn y absorbida, se comporta como un Oujo de
partícul:1s,
Se descubrió que Ja luz tiene propicdudcs discontinuas o, como s uele
decirse, c11{111tic.1s. Se creó una situación insólita: los fenómenos de interfcrcncía
y difracción se podínn explicar como antes, considerando la luz como una ond:i,
y los fenómenos de emisión y absorción, cstimñmlola como un flujo tic
partículas. Estos dos criterios sobre la na turaleza de la luz, que parecían
incompatibles, en los nños 30 del siglo XX se consiguieron aunar de fonnn ilo
contradictoria en una nueva teoría fisica, la electrodinámica rnámica.
Miis tarde se ha podido cslablccer que la dualidad de propiedades es
caractcrís1ica no sólo de la luz, sino de cualquier otra fonna de la materia.
Las propiedades ondulatorias y corpusculares de la luz se darán a conocer
más adelante. Pero previamente vamos a estudiar las leyes de la propagación de
la luz que consc ituyen el contenido de la llamada óptica geométrica o de los
rayos luminosos.
6 ÓPTICA GEOMÉTRICA
l;n !:.~le c<lJ).ll lllo se dar(m a Ct)llO~cr las lcyt:s di! la Úplica gcoméll ica y sus
miiltiplcs nplicacioncs pnra el cú lculo tic aparnios óplíC<Js: lentes, cúmnrns íoto-
grMicns, microscopios, etc. . .
LEY DE LJ\ PROPl\01\CJON RECTILING\ OC:: LA LUZ. Como de-
muestran las observaciones, en un medio homogéneo In luz se prop.1ga cu linc;1
rcct;1. En otras palabras. en 1111 medio homegéneo los rayos luminoso.~ snn
linc:1s rectas•>.
Par:i demostrar esto tracemos, valiéndonos de unn regl:1, un segmento de
rectn en um1 hoja de papel, de car1ó11 o en una tabln. Hinquemos un alfiler en
cndn extremo del segmento y otro en su centro y ¡ni remos a lo largo de la linea
1mi11cla Si la línc.1 es rc."lhnente recta., el <t lfiler 1m\s próximo tnpmfl a los otro.~.
Esto significa que los rayos luminosos, que van a lo largo de la rcet;1 desde el
alrilcr mits lejano como de una íuc1Hc de lui, no lleg.nn a nuestro ojo porq11c en
su cunino encuentran un obsuículo o paco. Por lo l:lnto, mirando a lo largo de
una linea tra1.ada se pnede comprob:ir de este modo si c.~ recia o 110.
l'or ln propagación rcctilincn de l:t luz se explica la fornmciún <le Ja somllrn,
es decir, de la región en que no penetra la cnergia luminosa. Si lns dimcnsio11cs
del foco son pequeñas (punto luminoso) se obtiene una sombra nitida (fig. 124).
Pero si las <li111ensioncs del íoco son grandes las sombrns que se crean no esti1n
pic11 definida$ (fig. 125). ·13sto $C debe a que dc.~dc cnda punto del foco la luz. se
prnpag:i rcc1llí11c"';inielitc y el objclo, ilu minaclo yu por dos p1mto~. dn dos
so111bras no co incidentes que superpuestas forman una sombra cuyu dcnsidud
no es uniforme, L:i sombra total, cuando el foco es extenso, sólo se forma en
;14uclt1s partes de Ja p;1nt11l~1 :1 h• .:ualc.s In luz no 11.:g¡t en nbsoluto. Rodc:mclo
la sornbr:1 total se encuentru una región más cl:1ra, la penumbra. A medida que
se aleja de ki zona de sombra total, la pcnumbrn se vn haciendo cada vez más
clara. Dc~c la zona de sombra total el ojo no ve el foco luminoso, y desde la
región de pcnu111brn sólo se divisa una parte de su superficie (fig. 126).
Fig; 126
(6. 1)
Es fücil comprender que el valor del ángulo sólido no depende del radio de la
esfera, ya que In parte S de superficie que nquél corta es proporcional a l cuadra-
do del radio. Ll1 unidad de ángulo sólido es el estereorradián (1 sr). La superficie
cónica que limita el ángulo sólido de 1 sr corta en la esfera una parte de su
superficie cuyn á rea es igual al cuadrado del radio de la esfera. El ángulo sólido
Fig. 127
152
total , que abarca todo el espacio alrededor de un punto, es
S 4!fR 2
n = R; .. ""T"' 41f sr. (6.2)
(6.3)
(6.5)
ISJ
Para los c:ilculos fo1omctricos licnc importancia conocer cómo depende la
iluminación E de una superficie cualquiera de su posición respecto de los rayos
incidentes, de la distancia R hasta la fuente de lu-z y de Ja intensidad J de la luz
de dícha fuente.
es evidente que, en igualdad de las dcmús condiciones, la iluminación c.•
directamente proporciMal u la intensidad de la luz de la íucntc. En efecto, dos
focos iguales juntos emitirán en una dirección dada doble energía luminosa en
la unidad de ticm¡)() que un solo foco. Pero estos dos focos se pueden sustituir
por uno cuya íntensidad de luz sea dos vece,~ mayor.
La clepcmleneia de la ilumiMción respecto do In dislaneia a la fuente se pue-
de determinar colocando mcntalmenle una fuente puntual en el centro de una
c,<;fcnt. rn úrea de la C.<fcra s = 4nf(1 , y el ílujo luminoso tota l w = 4n/ (vC:tse la
fúrmula 6.4). Por lo tnlllo, la iluminación se cxprcsn nsí:
fl> 4n/ J
E~s= 4111< 2 = 2 · n
I.!s decir. la iluminación de un;i supcríicic es invcrsamcnlc prnporeio11al al
cundrado de su di•W111cia n In fuente.
En el caso que hemos considerado los rnyos incidirún sobre la superficie de
In esfera perpendicularmente. Pero no siempre ocurre así. La dirección de los
rayos que inciden sobre una superficie se enracteri7.a por el ti11g11/o de
i11c1dc11ci11.
Se 1/011111 ángulo de i11cidtnci11 el ting11/1> a entre d raya i11cidc111t y la
¡1er¡><'11dic11/ar le11a11tatlci a la .m¡1etjicie en el p111110 tic incidencia del ruyo
(fig. 128).
El f111g11lo de incidencin de los rayos de un foco silundo en el ccnlro de una
esfera. sobre la supcrlieic de ésta, c.~ nulo.
Veamos ahora cómo varía In iluminación do unn superficie cuulquiern .~i.
siendo Í!!.ua l la <fütancia de ella n la fucnlc, el ángu lo de incidencia de los rayos
.:s distinto de cero. Para c.<to consideremos una rorción muy rcquciia de la
superficie i11tcrm1 de la misma c.~fcra que antes. Si las dimensiones de esta
f'l<J~iún de supcrlicic son 111ueho menores que el radio de la esfera. se podr{1
considcr:ir plana, y los rayos que sobre ella inciden, como si fucnrn.
;1proxim;1da mente, paralelos. Supongamos que el área de es ta porción es 6S0
(lig. 129). Consideremos otra supcrlicic sobre la cual incida desde el mismo foco
un ílujo h11ninoso igual ni primero. Si estu segunda superficie forma con la
prim~ra ~I íingu lo tt. el Angulo de incidencia sobre ella de los rayos del foco
bo.
-¡;=COSCt:.
·As0 ab0
6.S. = 7b'" = coscx.
ó<l>
E-
, - .óS'
..
Por consiguiente,
E 6S0
- = - -·:= coscx.
E0 óS
Asi'; pues, ent~c la iluminación E tic In supcr!icic inclinada y la iluminaciún E0
de la supcr!icic perpendicular a los rayos existe la relación
E = E0 coscx. (6.6)
Esto significa que la iluminación de lllla superficie es propo rck>nnl :11 coseno
del ángulo de incidencia de tos rayos.
Uniendo los resultados obtenidos se puede enunci11r la ley gcncrnl de la
iluminación.
La iluminación de un;1 superficie. creada por un foco pu11tual de luz, e$
llireciarncnlc proporciona l a la intensid:1d de la lu;r. del foco y al coseno del
ángulo de ineidcnci<1 de los rayos e invcrs;imcnte proporciom1l al cuadrado de
la distancia del foco a lll supcrlície:
l
E= -coset
R2 , (6.7)
Si los focos son varios, la ilumin:1ció11 total será igua l a la suma de las
iluminacionl!s creadas por cada uno de elk>s separadamente.
Para medir la iluminación ~e utili7~tn <1paratos cs¡x.'Cialcs, los l11mí111i11c1tos
" /11ximelr<>s. La acción del instrumento que cmplCltn los fológrnfus para
determinar el tiempo de exposició11-expos1i11ctrofi1toeléc11'ico-1ambién se b¡1SJ1
en medir la iluminación.
Con el fin de conservar la vista normal de Lodos los ciudadanos, en la URSS
existen normas h igién ícns de iluminación de los domicilios y locales de tn1bajo
que garanfrwn las condi.:ioncs óptimas de lmhajo y de vidn. /\si, la iluminnción
del encerado de una clase debe ser igual a 150 lx, y el de las esca leras de una
escuela, de 30 lx.
1SS
¿ 7 l. ¿A qué se llama rayo luminoso?
2. ;,A que .'i<: da el nombre de flujo lumino~o?
3. lQué es un ángulo sólido 7
4, iA qué se llama intensidad de la luz?
S. i.Dc qué depende In iluminación de una superficie, crcadn por una
fucnlc puntual de luz?
Por consiguiente,
L
¡¡=¡;·
De donde
L
JI= ¡h=30 m.
156
La intcn$idad de la luz l se puede hallar por la íór~u\a
<l>o
l=4ñ"·
·E n el tri~ngulo rectángulo SOA
pl
R1=¡,2+-,
4
1
Por lo lalllo,
E= ( DI ) 312 ~30 lx .
4n /1 1 +--
4
Ejercicio J. Un bnzde luz penetra en una c:ljr1 por un orificio pmcticado en una <le
6 sus fX\rcdcs lntcralcs y sale por el orificio que hay en la P'M'Cd opuesta.
Si dentro de la caja el aire está limpio, ¿.v:, verá el haz luminoso al mirnr
e l interior de la caja por un orificio de •u pared frontal?
2. ¿Cómo ve el observador un eclipse de Sol cuando la Ticrm se
encuentra en la región de penumbra de la Luna?
3. u En la habitación a que entró [ván tvánovich reinaba la más completa
oscuridad, porque los postigos de la.s ventanas estaban cerrados, y un
rayo de luz, que pasaba por el agujero que hnbia en uno de ellos, se
irisaba y. al chocar con Jn pared upucsta, proyectaba en ella un
panorama vnriopi11lo de tejados, árboles y ropa tendida en la calle,
a unque lodo p.~tas arriba" (N. V. Gónnl, "Historin de la q uerella de
lvlln lvánovich con lvlln N ikiforovich"). explique el origen de este
fenómeno.
4. ¿Por que la sombra <le lo• pie.~. proyectada sobre el sucio por la luz de
un füroJ, es má.'I nílidH <.JUC ht !\omb ra de ln cnhc7.A: ?
S. La liunp:1rn suspendid:i sobre una 111i11¡11hrn herrmnienta n l.l 111 de
altura crea en el lug;1r de trabajo u nn iluminación de 50 lx. Segun las
normas vigentes la iluminación no debe diferir de 50 lx en má.~ de !O lx
en uno u otro sentido. i.A qué altut'3 sobre la mitquinn se puede
encontrar la lflmpara?
6. Dos focos puntuales de luz, cuyas intensidades soo 1, = SO cd e 12 ..
• 125 al, se encuentran a la distanci.~ I • 3,6 m u no de otro. ¿En qué
punto de la recta que une dichos focos hay que colocar una pequeña
p:i.ntalla plana para que su iluminnción sea igual por ambos lados?
¿Variará esta respuesta si la pantalla 110 es perpendicular a la recta que
une los íoc0-<?
7. Una habitac ión se a lumbra co n dos 16mpnras colgadas n la :ilturo Jiª
• 3 m del s ucio y :i ln distancia 1~ 4 "'u na de otrn. Considcrnndo las
lámparas como focos puntuales de intens idud de luz I ~ 200 cd cada
uno, d eterminar la iluminación del ~uclo debajo de cada lámpara y
a media distancia cnlrc ellas. L:1 inílucnciu que sobre la iluminación
ejerce Ja luz reflejada en el lecho y en las paredes no tomarla en
consideración.
157
6.4. Ley d e la reflexión d e la luz.
Construcción de lo imagen e n un espejo plano
Un rayo de luz en un medio homogenco es rectilíneo hasta que
llegue al limite de este medio con ot ro. En el limite entre dos
medios el rayo camb ia de dirección. Una parte de la luz (en una serie de casos
todn ella) retorna al primer medio. Este fenómeno se co noce con el nomhre de
Tt{(/~:ció11 de In luz. Al mismo tiempo la luz pns:t parcialmente al segundo medio,
cambiando al hacerlo la dirección de su pronagación, es decir, se refracta.
REfLEX IÓN ESPECULAR Y REFLEXIÓN DIFUSA. En depcnctcncin
de las propiedades del limite de seperaeión entre los dos medios, la rcílcxión
puede lcner dist into carúctcr. Si este límite tiene la forma de supcríieic cuyas
rngo~id:11Jcs son de d imensionc.~ menores que In longitud de la onda luminosa.
se di<.'C q uc es e.~pec11l11r.
De ejemplos de superficies que por s us propiedades se aproximan a los
espejos pueden servir la ~upcrftcic de una gota de mercurio, la superficie de un
vidriv liso o una supcrlil:ic mcti1lica hicn pulimentada. Los r:1y<>s de luz que
inciden sob re unn de estas superficies formnnclo un estrecho ha7. paralelo, dcs-
pucs de reíle,iarse siguen también direcciones próxim;is. Esl¡t reílexióll dirigida
se ll:1111a es¡1l'c11/m·.
Si, en cambio, las dimensiones de las rugosidades son mayores que 111 longi-
tud de ond a de la 1111, el haz. estrecho se dispersa en el Jimile. Una vez rcílejados,
los rnyos de luz siguen todas las direcciones posibles. Esta reflexión recibe el
nombre dedifi1sa o ir1·<'911/ar. Prcci.~1mcntc en virtud de la reflexión difusa de la
luz podemos ver los objetos que de por si no emiten luz. En pequeño grado la
difusión de 1;1 luz tiene lugar incluso cuando la reflexión se produce en la super-
ficie m~s lisa, por ejemplo, en un espejo ordinario. Oc lo contr.1rio no
podríamos ver la superlici~ del espejo.
LEY DE LA Rt:FLEXION DE LA LUZ. Esta ley cletine !as posiciones mu-
tuas de l rayo incidenlc ;t/1 (íig. 132,a), el rayo n:ílejado llD y la perpendicu lar
IJC lcvant:1da a 1;1 superficie en el punlO de incidencia.
Ei1 el§ 4.1 0 se estudió la rcílcx.iún de k1s ondas mociinicas. Vimos entonces
que, al rcílejar.<c las ondas. el iongulo ele incidencia cs igua l al ángulo dc rcíle-
xión. Esta ley es válida parn todas las ondas, cualquiera que sct su n:iturnlcza.
y se enuncia asi: cl rnyo incidcnlc, el rayo rencjado y la perpendicular al limite
de scp.iración de lo~ dos medios, lcvant<td:t en el punto de incidencia. se
e11cucntrnn en un mismo plano, y el angulo de rcílcxiún y es igm1I ni ángulo de
incidencia ex.
Fig. 132
158
Fig. 'J,33
F..s evidente que esta ley se cumple también si la lu7. se propaga en sentido
contrnrio(lig. 132,11). La ,.,.,,.,rsi/1i/itll/lldc la marcha de los rayos luminosos e~
una de· sus propiedades import:intes. '
,Oc que l::t ley de la reflexión de la lu7. es justo podemos cercioramos por
medio de un é¡<pcrimenlo. P;1ra eso, en el centro de un disco (lig. 133) se sujeta
nn espejo plano, o un ·trozo de vidrío de car:1 plana, de manera que la superficie
rcílcetora coincida con el diámetro horizontal del disco, Un<1 lfunpara especial.
que puede desplawrse siguiendo In circunferencia, emite un estrecho haz de lnz
que incide sobre la supcrlicic rcflcclorn. Los rayos incidente y rcílejado dejan
sobre kt superficie blanca del disco sendas pistas luminosas. Cambiando el
ángulo de incidencia desde O hasta 90º pueden observarse las variaciones del
ángulo de reflexión. De perpendicular levantada al plano del espejo en el punto
de incidencia del rnyo sirve en este cnso el diúmctro vertical del disco. Las
observaciones conlirm:1n la lc:y de la rcílcx iú11 de la luz y la reversibilidad de h1
marcha de los rayos.
FORMACIÓN DE Li\ IMAGEN EN UN ESPEJO PLANO. Supon-
gamos que un pun to himinoso se encuentra delante de una superficie plana
reflectora de la luz, es decir, de un espejo plano. Se nos plnntea el problema :
;.dónde veremos la imagen de este punto si miramos el espejo? Para responder
a esta pregunta consideremos varios· rayos que partiendo del punto S llegan.
una vez reflejados (lig. 134), al ojo del observador. A éste le parece que los rayos
parten del punto S 1, que puede hallarse J.rolongando los rayos en sent ido
contrario hasta su intersección. El punto S 1 será por esto la imagen del plnllo
Sen el espejo plano. Esta imagen se llama 1•il'/1111I. ya que en el punto S 1 se
intcrscc:lll no los rayos rcllcjados, sino sus prolongneioncs. A c.<;tc punto no
llega la energía luminosa.
Consideremos dos rayos cw1lcsquicra de un liaz clivcrgclllc, por ejemplo, los
rayos extremos del haz q11c llega ill ojo (rayos AD y CD). En los triángulos St!C
y S ,AC el lado AC es común. Aplicando la ley de la rcllcxión se puede decir que
los íingulns de los trii111gulos ;1dynccntcs ;tes te lado común son respect ivamente
congruentes. Por lo t.mto, los Lriúngulos son congrne11Les y coi11ciden uno con
159
s,
f i¡¡. l:t<I Fig. 135
v iro si la lignra se <lnb!a pur la li11c;1 del espejo. r..~10 ~•gnifica que el punto S1 c.~
, ;,,,¡:1ri1"11 :11 S rc.>¡J<..-cto del espejo. Por eso, p.-ir;i h;1llar la imagen del punto bastn
bajar dc!i<lc él m1a perpendicular al espejo o a su p rolongación y eonlinu:irla
una dist;111cia igual por detr:1s del espejo.
l..:1 imagen tic un objeto en un espejo pl~no tiene las mismas dimensio nes
que el propio objeto (lig. lJ5).
cx is1c11 los lh1111:1llos espejos c'.·;_Prico.~, cuya su perfic ie rcílccto r.. ticm: la
fo rmu de scgrncn to esférico.
Fi¡¡. l ~ú
160
s
·~.:i·~- :¡ ~--.-~
"· r··
Fig. 138
De donde
/Ti
x=¡., +/J.
P.lfOU.LEMA 2;, Un espejo plano se gira 1111 ángulo ex= 17º a ln:dcdor de 11n
eje que ·so·l1nlla ·en cl.¡j lnn.o del ·espejó: i.Qué Ílllgulo girará el rayo rcílejado, si Ja
direct:ión tlei rayo incidc1úc permanece invariable?
So/11cio11. Sea cp el ángulo inicial de incidencia del ·rayo (lig. J37). Según Ja
ley de la reílexión, el ángulo reflejado también será igual a <p y, por Jo tanto, el
angulo entre el rayo incidente y el reílejado debe ser igu;il a 2qi. Cuundo el
espejo gira el fingulo <X, la perpendicular a él levantadn en el punto de incidcnci;1
también gira un ángulo et:. Por consig11icntc, el nuevo ángulo ele incidencia scrii
igual a lfl +ex. El nuevo ángulo de reílcxión serii igual a éste. De aquí que el
ángulo entre el rayo incidente y el rayo reílejado se hará igual a 2 (<p +ex}, es
decir, sufrirá una variación de 2ex en comparación con el inicial. Por lo tanto , el
bngulo reílejado girará un ángulo ~ = 2ex = 34°.
162
Fig. !42
¿Qué importancia tiene esta ley ? La fórmuh1 (6.8) dcíinc una cantidad
innumerable de casos de refracción. Valiéndose de ella no es necesario hncer un
expcrimento en cada caso. Tampoco hay que recordar o hacer tablas especiales
del ángulo de incidencia y de su eorre.c:pondicnte de refracción para cad:i caso
concreto. Conociendo la ley de la refracción se puede resolver cualquier
problema relacionado con la refracción de Ja luz.
Está clan1 que lo mismo se puede decir de toda ley s imple de la naturnle.7..a
establecida por via experimental.
ÍNDICE DE REFRACCIÓN. La magnitud constante que figura en la ley
16)
de la refracción de la luz se llama índice tle refrncció11 relativo o i11dire de
refmcc:ió11 tic/ scg1111tlo mcdln re.fpecto del primem.
El indice de refracción de un medio respecto del v:icio recibe el nombre de
imfíce ác refracción e1hsu/11to de dicho medio. Eslc indice es igual a la rnlón del
seno del ángulo de incidencia al seno del ángulo de refracción cuando el rayo
luminoso pasa del vacio al medio d:ido. Entre el indice de refracción relativo 11
y Jos indices de refracción absolutos 11 2 del segundo medio y 11 1 del primer
medio existe la relación
112
u=- - . (6.9)
11,
que ~e dcmostrarú c11 el e:ipilulo 7. Por est."l r.1zón In ley de la refracción se pue-
de escribir en la forma siguiente:
(6. tO)
131 mcdi<> cuyn indice de refrncció11 absoluto es menor suele llamnrse 11wi/í11
den.w.
1i¡111<'11me11t<! lll<'llos
El índice de refracción ahsolulo de un medio tiene 1111 profundo scnlido rL~i
co. E:st:I relacionado con la velocida~I de propagación de In h>Z en el medio dado
y depende del estado flsico del medio en el cual se propaga la luz, es decir. de la
1cmpcmlura de fo s11sta11cia, de su densidad y de la existencia en ella de
tensiones cl:is1ic:1s. El indice de reíracción depende 1:unbién del cariiclcr de la
propia luz. Para la luz roja es menor que para In verde, y para la verde, menor
411c para la violeta.
Por eso en las tablas de valores del indice de refracción de distintns
sustancias suele indicarse para qué luz se da el valor de 11 y en que estado se
e11cuentra el mcdío. Si estas indicaciones se omiten, quiere decir que Ja dcpcn·
dencin de dichos faetore~ es despreciable.
En la mayor'1;1 de los casos se considera el paso 1lc la luz a través del limite
uir••-sálido o airC'-/i1¡uído. y no a 1ravés del límite fJCJCÍn-medio. No obstante, el
i11dicc de refracción absoluto n1 de una 'sustancia sólida o líquida se diferencia
muy poco del indice de rcfrncción de cslc mismo medio con relación al aire. Asi,
el indice de refracción absoluto del aire en condiciones normales para la lu 7.
amarilla cs. aproximadamente, n 1 :::: 1,000292. Por lo tnnto,
(6.11)
El va lor del limilc de refracción para algunas sustancias, con relación al :tire.
se da en hí tabl:í 2 (los datos se rcliercn n los rayos amarillos).
OllSERVACJÓN° DE LA REFRACCIÓN DE LOS RAYOS
LUMINOSOS. Para comprobar que la ley de la reíracción es justa se puede
utiliwr un semicilindro lmnsparcntc con la superficie de una de sus bases
matc."lda. Este semicilindro se suj~la a un disco graduado de tal manera, que su
eje coincid;i con el centro.del d(sco (Cig, 143). La luz sigue el radio del disco y se
refracta en la supcrlicici plana del semicilindro.. La marcha del rayo en el vidrio
se ve en li1 base mateada. Traslnclando la lftmparn se cambia el ángulo de
Tnbl:1 2
Su.111111cb
incidencia. Los imgulos de incidencia se rn i<lcn por la cs(:;da del disco. Del
mismo modo se miden los ángulos de rcfr:1ccíón. Ut ili7.antlo las tablns
trigonomé1ricllS, es f;ici l cerciorarse de. que la razón del seno del im¡;ulo de
incidencia al seno del Angulo de refracción pcm1nncce invariable cu;111do v¡1ria
el ángu lo de incidencia. Es fúcil advertir también que el ángulo de refrucción es
menor que el de incidencia. Esto significa que cu:mdo el rnyo en Ira en un medro
óplicamcnté más denso, se desvia hacia el lado de la perpendicular al limite de
scp.1ración de los dos medios. Y únicamente en el caso en que el rayo sigue la
perpendicular al limite de separnción (a. ~ O), pusa al se¡;undo medio sin
reírnetarse (p .. O).
En estos experimentos se puede apreciar que el haz refractado no lleva
consigo toda la energía luminosa que transporta el haz incidente. Una parle de
lo luz se reíleja en la superficie y (etern a al primer med io (es decir, al aire).
VRmos a variar el úngu lo ele incidencia desde O (i11cidcneia normal) hnstn 90"
(rayo msantc). De 11cucrdn <J<ln Ja ley ele la reíleJtión, el ángulo de reflexión
l:imbién v;iria desde O h:1st:1 90''. Obscrv;1ndo atenl amc111e se puede notar que
Fig. 143
f6S
o
Fig. 144
A
l'ig. 146
c.~crihc asi :
SCJ\ CI.
~Ti-Ti .. (6. 12)
167
Fig. 147
Por esta igualtl~J se puede hal lar el valo r del [111gulo lí111itc de rcílcxión lotal a 0•
P::ira el agua (11 = 1,33)dicho valor resulta ser igual a 48°35'. pilrn el vidrio (11 •
- 1,5) toma el valor de 41°50', y para el diamnnlc (11=2,4~ el de 24°40'. En
todos los casos el segundo mcd io es el aire.
En la fig. 147 se representa el haz de rayos de un foco situado dentro del
agua a poca distanci.'l de la superficie.. L;t mayor intensi<lad de la h17. se indica
con un mayor grosor de la linea que representa al rayo correspondiente.
El fenómeno de la reíleltión total es fácil de observar en un experimento muy
sencillo. Se echa agua en un vaso y se levanta éste hasta que queda algo mas alto
que el nivel del ojo. La superficie del agua mirada desde abajo a través de la
pared del vaso parece brillanle, como si estuviese plateada, a causa de la
reílexión total de la lui.
L.'l reflexión total se 11tili1A~ en la llamada Óptica tlefi/Jra.~ para la transmisión
de la lu7. y d~ l:is im~gcnes por haces de fibras transparentes flexibles, los
dcnomin:1dos cond11c1os o guias de luz. Un guía de luz es una libra de vidrio de
fomin eiliodric.1 rccubicr(a con una capa de material transparente cuyo indice
de refracción es menor que el de la fib!'lt. En virtud de la reflexión total múltiple,
Ja luz se puede dirigir por cualquier c.1mino (rectilíneo o curvado). Las fibras se
j\mtan en haces ("m.ultifibras"). Por cada una de las libras se transmite un
elemento detenninado de Ja imagcn:(fig. 148). Las "mullifibras" se utili7.an, por
ejemplo, c11 medicina parn reconocer los órganos internos (donde la
introducción de una larnp:irila ordinaria provoca un calentamiento indesC<Jblc).
f'ig. 148
168
Es de espcfar que con el dc.~a rrollo de Ja tecnología <le íabricación de haces
de íibi;as largos (guias de luz) se hará posible realizar la comunicación (incluso
televisiva) por medí.o de rayos luminosos.
sen P= ~~.::::0,727.
11
N
Fig. 149 Fii 150
169
triangular de vidrio cuya base es un triágulo rectángulo isósceles. Los rayos
inciden perpendicularmente sobre la cara mús ancha del prisma {lig. 150).
Sol11clc>11. Al pasar por In cara ancha los rayos no cambian de diret:1:ión,
porque el úngulo de incidencia es nulo . Sobre la cara derecha estrecha los rayos
sufren la rcflcx ión tot<tl, porque el ángulo de incidencia es igual a 45º y, por lo
tanto, mayor que el de reílexión to tal para el vidrio. Después de su reflexión
total en !a c;1ra dercd1a, los rayos inciden sobre la cara izquierda, sufren por
segunda vez la reflexión total y salen del prisma en dirección perpendicular a la
cmn ancha . De este modo, l<t dirección del haz de luz, en este caso, cambia en
180"'. Esta m:i rdrn de los r:iyos se utili7..a, por ejemplo, en los gemelos
pri~m:"tl icos.
PRODLEM/\ 3. Determinar eu:íntas veces mayor es In profundidad real de
una alhen.::i que la :iparcntc, si se mira verticalmente haci:t ahajo.
So/11citi11. $~ ti ibuja la marcha ele los rayos que salen del punto S de la
:1!bcrca y llegan ni ojo del observador (fig. 151). Coh10 la observación se hace
vcnic:ilmcntc, uno de los rayos, SA . se dirige pcrpcndícu·larmcntc a la supcríicic
del agua. y e l otro, SIJ, fonnand<l un pcqucilo úngulo CJ. con la pcrpcndi.;ular.
(Los r:iyos qtte formnn ángulos CJ. grandes no irim a pnrnr al ojo.) Después de
rcfrnclarsc en 1;1 superficie del agua los rnyos forman 1111 haz divergente. L:l
vértice de éste haz es la imagen virt ual S 1 del punto S.
El úngttlo ASIJ es igual al úngulo de incidencia cr. (por ser alterno interno),
y el ángulo AS 1 /J es igua l al de refracción ll (por ser correspond iente con rectas
paralelas). Los triimgulos rcctúngulos ASIJ y AS 18 licnen corní111 el cateto 11IJ,
que pucdcexpres:ir.;c por medio de la profundidad rc."11 de la albcrc;11SA1 H =
o por medio de la profundidad aparente 1S,A 1= /1:
1AIJ I = H tg cr. "" /1 lg ~ .
Fig. l5t s
170
Fi~ -152 b
Dc --aé¡uí
H tgp
¡;-= lg<X.
Co.mo los ángulos ex y P son pequeños,
tg~ sen~
--;;:: - -- =ll.
tga sen et
Por consiguicnlc,
1-1
---11.
b·
La profundidad real de 13 alberca es n = 1,3 veces mayor que la aparente.
Ejercicio l. Calcula r el indice de refracción del agua respcCt(> del diam~nte y del
s· bisulíuro <le c:orbono respecto del hielo.
2. El imgu!o de incidencia de unos rayos paralelos sobre un lñmina de
vidrio de caras paralelas es igual a 60º. Hallar la distancia entre los
puntos por los cuales emcrgeo de la hímina los rayos paralelos. sí la
distancia entre los rayos que pasan n través de la lámina es igual
a 0,7 cm.
J. Sí un objeto cualquiera se rnir;t ;1 través de un prisma triangular. la
imagen parece desviada. ¿Hacia qué lado 7
4. Un rayo de luz que viene de dentro del agua suíre la rcnexión total en
la superficie de ésta. ¿Saldrá el rayo al aire si sobre 1;1 superficie del
agua se dcposila una capa de aceite de cedro'/
S. La sección de un prísma es un triángulo equilátero. Un rayo pasa
a través del prisma refractándose en puntos equidistantes del vértice.
¿Cuál es el valor máximo permisible del indice de refracción 11 de l:t
sustancia riel prisma?
6. RcprcScntc l;i marcha de los rayos a m1vés de un pri~rna triangular de
vidrio cuya bnsc es un triángulo rectángulo isósceles. Los rayos inciden
sobre el prisma corno se indica co las lígs. J 52, a y /1. ¿Seguir:\ siendo In
misma la marcha de Jos rayos si el prisma se sumerge en agua ?
L ente
6.7. Hast:t :thorn hctllos considerado la renexión de la !117. en el
límite de separación plano de dos medios. Pero en la practica se
utiliza mucho la refracción en superficies c.~férica~. ,
171
a b e
a b e
Fig. ISJ Fig. 154
Fig.
173
Fig. 161
Fig. l6J
Fíg. 166
ol o
FJg. 1(19
177
Fig. 170
que los tres rayos "mi1s convenientes" se confullden en el rayo SF, que eoi11cide
con e l c_ic óptico principa l. Por eso se plantea la necesidad de determinar la
m:ireh¡t de un rnyo arbitrario SB (íig. 170) que incide sobre la lente en el pl111to
JJ. Para constru ir el rayo reír.actado se traza uo eje óptico secundario PQ,
paralelo al rayo SIJ. Luego se construye el pfano focal y se hall n el punlo C <le
intersección de éste con el eje ópt ico secundario. Por este punto p;isa el rayo
refrnctado /JC. /\sí se ha co11struido la marcha de dos rayl)s que parten del
punto S. Después de la refracción en la len te estos rayos divergen. La imagen S 1
del punto S scr:·1 virtu;il, y<1 q ue el nbjeto se encuentra cnl rc el foco y la lente.
178
Después de unas simples trnnsfonnacioncs, se obtiene;
JF+Fdr:fd.
Dividiendo por el producto Ffd todos los términos de esta igualdad, rc.~uhll:
(6.15)
' .
'ó .;bien ,
·~ ~
·1 1
-;¡+7 - D. (6. 16)
Ln rclacion (6.15) 6 (6.16) recibe el nombre defóm111/t1 de. lt1 TC11tc dclgnda.
La~ magniludqs·d.f.y F puctlen ser t:mto posicivas como negativas. Diremos (sin
entrar en demostraciones) que cuando se aplic.1 la fórmu la de la lente dclgacln
los signos de los términos deben ponerse de llcuerdo con la regla siguiente: ~i ln
fcnlc es convergente, su foco es rcnl y delante de:! micmhro l/I F 1se poned
signo "m:is". En el c.1so de una lente divergente, F <O y en el segundo m:Cmbro
de Ja fórmula (~.15) figurar;i la m¡¡gn itud nagatíva - 1/1¡:1. Dcl;1111c del térn1i1w
1/1/1 se ponc'Cl:signo "m{ts" si Ja imagen c.~ real, y el $Ígno ··menos", $Í es virtual.
li"inalmenl<;, delante del término 1/1ti1 se pone .;! signo "111i1s" en el caso de un
punto luminoso real, y "menos" si dicho punto es virtual (es decir, si Sl)brc Ja
lente incide un h:17; de rayos cuyas prolnnl!'•ciones se corlan en un pHnto).
C11ando F.f<• ti se dcs<"••nnwn. delante <Id t~rmino C••rrc<11on<lic11tc l/F, I{(
6 i/tl se pone el signo .. mi1s... l'.:m si co1111• rc.•ultado del c;1lc:ulo di: ta dis1ancia
ÍOC.'\I o de ht distancia de Ja lente a l:t im01gcu o 011 objclo se obtiene una mngni·
lud negativa, esto significa que el foco, la im~gen o el objeto son virt11:1Jcs.
A U MENTO DE UNA LENTE. Las dimensiones <le la imagen qL1c produce
la lente difieren, por lo gcncml, de las del objeto. La diferencia de <limcusioncs
del objeto y la imagen se caracterizan por el m1111P11 to.
Sa llama t111111c1110 li111•11/ lfl razón de la dimeus/(111 li11cn/ de lfl imfl(/<'11 11 !a
tli111c•11.•lti11 /inC'al t/1•/ o/>j('lt>.
Para hallar el aumento linc:1l v11mos ;1 utiliz.1r otra vc1. la fi¡;. 169. Si l:i
nlcura del objeco 1W es ¡, y In ahura de 1:1 ímag~n A ,111 es 11,
r=.!.!...
/¡
(<i.17)
es el aumento lit\>:al.
Oc la scmcjanui tic los 1rii111gullls 0/1/J y (),1 1/J 1 se infiere que
H 1/ 1
T""V¡·
Por consiguiente, el aumento de la lente es igual 11 la r:iz.6n de la dis11111cia desde
Ja imagen 11 la lcnle, a la dislaneia de la len!c til objcco:
(6.18)
179
11•
(. ? l. i.Qué lente ~ llnm:• delgada?
2. ¿A qui: SC llnmn ÍOCO principal de UIW lente'/
;\. E.<crib;t la íórmula de In lente.
4. ;.Qué rnyos son mi1s convenientes para consiruir la unngcn 4uc
produce UM lcnte1
S. i.A que se lla1113 aumento de un~• lc111c7
180
11. 11. 11.'
n' 11
e e' e
f"i¡;. 171
dimens ione~ de las lentes del objetivo y cuan lo 111í1~ cerca del objc1i1•0 se
encuentre lá·e<tplt sensible n ln lu7. El diúmelro de la aherlurn út il del ohjel ivo •e
rucclc v:1riar valiéndose del 1lí11)Í«1fpl111, cn11 lo que se rc¡;nla la ilumi11:1..:iún de la
pclicula fotogrilfica. Pern el tliaíragma dcscmpc1ia además otr.1 íno:ción.
Supongamos que$<: quiere folo¡;rafiar un punro luminoso A, siltmclo a .:icrta
<lisluncia del :ipar.llo, y que la imagen de c.~lc punro que se obtiene sobre 1:1
película es inn1bién un punto (fig. 171,a). Entonce.~ la imagen del punto TJ que
está más ~rc;i <lcl objetivo (fig. 171,b), así como la imagen del ¡iunto C que se
encuentra mfis l'i\ios (lig. 171,c), se obtienen en forma de círculos pcquco1os. Si
delante <lcl objetivo se colocn un diafragma (íig.~. 171.11, c,j). el di:'nnclro de
estos circulitos seri1 tanto menor cuanto mi1s pequeño sea el <1i:1mctro de la
abcrtum ittil del objetivo (compárense las figs. 171, h y e con las í:¡:s. 1711• y J).
Disminuyendo la abcrtum del diafragma, se puede conseguir que ius im:1gcucs
de Jos puntos que se encuen tran a diferentes dislanci;is del aparato sc:1:1
suficientemente nitjdas.
Con esto, como suele decirse, a.umenta Ja projin11/idcrd tic ,;(lmpo.
APARATO OE PROYECCION. Sirve parn obtener sobre una pantalla 1:1
irnngcn rcal,a11m.:ntnch1. de un nhjcto. É.•tc puede ser 1111 dihu.io o una fotogrnfia
hecha sobre hase transp:1 rcntc (1/i<1pnsi1foa) que se il11111in:o por dclr:is. El
.. c5quema de la cslructurn.dc un ;iparalo de proyección se da en la fi¡;. 172. 1.a
imúgcn de la dinposítiv:i J) se cr.:;1 sobre la pan talla ror llli..'tlio dd obj1•fil'11 O. 1;1
t81
Fig. 172
Ojo. Lentes
6.11.
OJO. El ojo humano tiene la forma de un globo casi esférico
(fig. 173). Su diámetro es de cerca de 2,.5 cm. Por fuera está
revestido de una cubierta protectora J, \ic co lor blanco, denominada esclerótica.
¡_, parle dclanlem lransp:irente 2 se llam:i ccimea transparente o simplemente
<'<Ímca. r.:11 el c.sq11cm¡1 de la estructura del ojo se ve que detrás de la córnea,
Fig. 173
182
a cierta distanei:i, se encuentra el iris 3, tciiido de col<>r por una sustancia
().';pccial. Entre.la córnea y el .iris se encuentra e l lzwnor 11c11osn 4. El irís tiene tina
:1bertura centra l· 5 que recibe el nombre de pupila. En dependencia de la
iptel)sic!liél ge Ja luz incidente, el diámetro de la pupila varía accionado por un
me~ariismo rcílcjo',d_csdc.2 hnstn 8 mm. Este proceso es semejante a la variación
Cl!!l'dia,fr.agma.cn· la cámara íotognífica. Detrás de la pupila está el cris111/i110 <í.
.... gue e) ··un cuerpo laminar transparente parecido a una lente. Un milsculo
.:,.~~pecjal- {múscclo ciliar) 7 puede hacer que, entre ciertos límites, c.lmbie fo
,fórri)a.."del cristalino, aumentando su convexidad cuando se miran -Objetos
"., 'Pr.ó~'iil)o.S: ta p.'irte restante del ojo, h:ista l:t p:ircd póstcrior ((011do del ojo), In
: J!ch'a':!ina masa gclatinosn denominada humor o cuerpo uitrr.q 8. El fo1i!Jo del· ojo.
c~\á'cubicrto de una membrana muy compleja ~larn:ida rcriii<i 9,forinada po.r las
ramificnciones del nervio óptico 10, cuy:1s cxu·cmida<lcs tienen ·w forma de
bastoncito.~ y de wnns. Los bastoncitos y los conos son los elementos sensibles
ri -la lu7.
Los rayos ele luz que inciden sobre el ojo cxpcrilllcntan 1:1 refrn1.."Ción
m:'1xima en la s11¡1crficie de la cúrnc.'I, una pequeña rcfracdón :1dicional sufren
en el cris1a lino. E11.conju1110, el s istema óptico del ojo puede considerarse como
una lente co.nvergcntc con distancia ÍOC.'11 variable y "profllndidad"' (Jis1:rncia
<lc.~de 1:1. lcnle a la pantalla) constante. De "pantalla". sobre Ja cual se forma la
irt1agcn re-al invertida del objeto que se mira, sirve la retina. L:1 iHitación de las
extremidades nerviosas (basloncitos y conos) por la ill7. incidente provoca la
sensación visual.
Si el objeto cstú muy lejos, la imagen se forma sobre la retina del ojo norma l.
sin que los músculos ciliares hagan ningún esfuerzo. Pero cuando el objeto se
acerca se produce la compresión del cristalino y la distancia focal disminuye lo
necesario para que el plano de la imagen vuelva a coincidir con la retina. Esto se
logra en virtud de un csfucr;;o rcílcjo del músculo, que hace que varíe la cnrv:i-
tura del cristalino. Estn adnplilción del ojo a la va riación de l;t distancia hasta el
objeto q11c se mi ra rccihc el nombre de t1C'111111ulm:iti11 tic/ ojo. Al accr.;arsc el
objeto aumenta el ángulo visual <¡> (fig. 174}, bajo el cual S(! ven <los puntos
próximos del objeto. Cuando c.~tc ángulo se hace mayor que un mimilo, la~
imágenes de los p\mtos inciden sobre dístintas extremidades ncr\'iosas y los
vemos separados. No obs1:111lc, ;iproximar el objclo :11 ojo h:ista un:1 distancia
muy pcquciia parn poder distinguir sus dct;illes mínimos. no tiene sen tido, ya
que la acomodación del ójo es limitada , es decir, tiene su puntu ¡misimu /iinit<t de
acnmmfnr.ió11.
L<I distancia mínima del obje to al ojo, .;011 la cual se pucdc11 \Jistinguir l o~
detalles de aquél sin esforzar mucho el ojo, se llama dimmcia de visión óptimo.
Para el ojo normal la distancia de visión óptima se estima igual a 25 cm.
A distancias menores una persona con vista normal sólo con dificultad puede
acomodar su ojo.
t.__~_ _ _
: ___.~
Fig. 174 -----;;~v
18)
fig. 176
Fi~. 175
d
e
· Lupa. M icroscopio
Para que los dctullcs p<"queiios del objeto que se observa pue-
dan t1:s1inguirse,cl í111gulo visual cjcbc ser suficientemente gran~
de. El :ingulo visual se podría aumentar aproxim:111do el objeto al ojo si Ja
acornodación no tuvicr;a lím ite.
LUP/\. l!I ;iumcnto del itnl~ulo visllal sin csfor/;1r el ojo ~c consigue por
medio de instr111ncntos ópticos. Como se ve e11 Ja fig. 174,a un ángulo de vk;ión
mayor corresponde una imagen t:unbién mayor en la retina. Cu:indo lo~
ilngulos son pct¡uei1us, la ra1,ú11 de l:is dimensiones dc las im:·1~encs son
aproxirn:idamcntc iguales a J;i razón de los i111gulos de visió11.
La razón del í111g11lo de visión. cuando el objeto se observa ;a lra\'~S ele un
instn1mc11to óptico, ni ángulo de visión cuando se observa a simrlc visui se
toma como cametcrístic:1 del instrumento óptico con el nombre de 1111111¡·1110
1111011/11r.
El ángulo bajo el cual se ve el objeto a simplc vi~tn (fi¡!. 177,11) es
/¡
cp--
du
donde d0 - 25 cm es la distancia de 1•isión óptima; Ji, 111 dimensión linea l del
objeto.
El proccdimicntn m:í,¡ sencillo pan• aumentar el :'11111-uln de visiún, cuamh• se
obscrv-Jo objetos JJ<:<JllCiius. es utiliwr una /11p11. Se !luma lupa una lente
convergente, o un sistema de lentes, dcdistnncia íoc;1J F pequeña (por lo gcnernl
f'ig. 177
185
no mayor de 10 cm). La lupa se sitúa generalmente cerca del ojo, y el objeto se
coloc:i en el plano focal <le fa lente. En este caso los rayos de cualquier runto del
objeto, después <le emerger de la lupa, form¡¡n haces para lelos (fig. 177, h). Por
consiguiente, la imagen nítida de los puntos sobre la retina se obtiene sin
cs fom1r el ojo. En Ja Jupa el objeto se ve bajo el úngulo
"
'P1 ""7--
Hallcmos el aumento angular de la lupa
r· = .!~.!.!:~ =
!!.<!. (6.20}
/J/110 F .
Coloi;;111do el objeto mús cerc:i que el pl:ino focal. se p11e<lc ohtc11cr 1111
aumento 1m poco mayor que cuando el objeto cst:"1 en dicho plano. Pero c.5to
requiere ya csfucrm del ojo.
M JCROSCOPIO. El aumento de la lupa es limitado, porque una distanci~
focal muy pequell:1 sólo p~1cde tenerla una lente de diámetro pequeño, cuyo
empico es difici l. Un aumento mayor se puede conseguir utili?.ando otra lente
más. Esia segunda lente se llama objetivo. El objetivo produce una imagen rc;ll,
aumentada, del objeto, la cual se observa después con la lupa, que en eslc c:1so
recibe el nombre de ocular. El ínstntmcnto óptico que funciona según este
esquema se denomina microscopio.
Para obtener Ja imagen real, aumentada, el objeto se coloca entre el foco del
objetivo y un punto que se halla a una distancia igual al doble de J¡¡ focal. La
obscrvacion por el ocul:1r conviene hacerla sin forzar el ojo. Para c.~to e: ocular
se sitlia de ta l modll que Ja imagen que produce el objetivo se encuentre en el
pl<1no foc1il del ocular. La marcha de los rayos en el microscopio se reprcscnt¡¡
en Ja fíg. 178. En clh1 se mucstr.in dos rayos que parten del punto A del objeto
y crean Ja imagen real intermedia A 1. 01ando estos rayos inciden sobre Ja !ente
ocular, se refractan en ella y llegan al ojo íonnando un hnz paralelo, que crea
sobre la rcti11a Ja imagen A2 • El microscopio da Ja posibilidad de distinguir
deta lles pequeños de Jos objc.tos, que observados a simple vista se confunden.
Fig, 178
186
Ejemplos de resolución de problemas
PROBLEMA l. En Ja lig. 179 se da la posición del eje óptico
principal M N de una lente, la posición del punto luminoso S
y éíe su imagen S 1 • Hallar, por construcción, el centro óplico de la lente y sus
Cocos. Determinar si la lente es convergente o divergente y si la imagen es real
.o virtual. .
.. So/11ció11. El.rayo que pasa por el centro ópl ico de la lente no se desvía de su
',. dirección. Por lo tanto, el centro óptico O coincide con eJ p~into de inte~s¡:cción
de las rectas SS 1 y MN (fig. 180). Se truza el rayo SK paralelo al eje .ópt ico
principal. El rayo refractado KS 1 pasa por el foco. Sabiendo que el -rayo que
incide sobre Ja lente pasando por el foco sale paralelo ·ní eje óptico p.rincipal,
h:illnmos el segundo foco . L¡t lente es convergente y la ·imagen, ~cal.
PROBLEMA 2. La imagen del objeto en In dia(Jositi1•a tie ne .la 11llu.ra. li =
= 2 cm. i.Qué distancia focal F debe tcner el obje tivo di:I ap:irato de
proyección, situado a la d istanci:t/""' 4 11\ de la p:mlalht, p:1ra q11c fa i111¡1¡;c11 úcl
objeto indicado tenga en la pantalla la altura H = l 111·1
Sa/11ciá11. Por la fórmula
1 1 1
-+ - = -
d f F
hallamos la distancia focal:
F= _:!!__
ú+ f
El aumento de la lente se expresa así;
H f
r=¡, =(['
Oc .donde
ti= /if.
ll
Por lo tanto
lif
F= H+/i ;:;8 cm.
PROBLEMA 3. Determinar la potencia óptica tic los lentes de 1111
hipermétrope para el cual la distancia de visión óptima d = 1 m. La dístancia tic
vi$ión óptima del ojo normal considérese que es d 0 = 0,25 m.
*s
M N
Fil\- 181
e
~·,,111nlÍ11. ( lhsc1va111tu a 1ravé' de los len!.:.' 1111 uhjclo siluatlo a fo dis tancia
110 • el hipermét rope ve su imagen virlllal, qnc se encuentra a la tli.,l;incin ti del
11j u (véase la fi~. 176, e).
Aplicando Ja fórmula de 111 len le y despreciando Ja dis11111cia de los lentes al
oj(1, llallanws:
1 1 1 tl - d0
D = -:- = - - - - - - = 3 <lplr.
/· cf0 ti d0 d
188
O¡\
/
2r
F
•
F
•
2r
•
OB
M
Fig. 182
N
Fig. 183 Iº
10.• Ln dis tancia focal del objetivo de un• linterna de 'proyección es F;;:
= 0,25 m. ;,Qué <\umentor de la diapositiva proporcisma Jn lint<¡rna si
J;1 pantnllu se encuentra a Ja distancia /= 2 ni del objcriyo?
11. Un pimro luminoso se cncu·cnlra en el foco dé um1 lente divcrgcn(c. ¿/\
qué distancia de la lente cstnrf1 l;i imagen? Construy;I•lti 1harcha ddos
~~ .
12. Conslruya la ima¡.;cn que. de una nccha cortn in;:linnda hacia .el eje
óplico, produce unn lenle convcrgcnrc. El cxttcrno inferior de fo ílccha
cst:i en el eje Óplico principa I a una di.<tancin de In lente iguu l ni doble
tic la 1\is1:1ncia f,1cal de ésta (íli:. !R:I).
t J. Un :1hunoo se <1ui1a sus gafos y Ice un libro nuuucniénlk1 Jo a b
_____,__d_is_t1_u_1c_iu_cl'."' 16 cm ele los ojos. 1;Qué porcneia óptica tienen s11.~ lente<'/
La iluminación E es la ra?.ón del fü1jo luminoso <I>, ql1c incide $obre una
pnrcic'in dctcrmínada de supcrfi.;ic, a l úrea S de dicha porción de ~upcrficre:
<T>
E=5-.
Ln iluminación se determina por la fórmula
I
E"' RI"COS<X,
169
en la que 1 es la intensidad de la luz del foco puntual; R, Ja distancia desd·e el
foco de luz hnsla la superficie iluminada; ex, el ángulo de incidencia de los rayos
sobre la superficie. l~-i intensidad de Ja luz se mide en candelas; el flujo
luminoso, en lúmenes; la iluminación. en lux.
l ..as leyes fundamentales de la óptica geometrica son : la ley de Ja propagación
rcctilinea de la luz en un medio homogéneo, fo ley de la rcílexión y la ley de la
refracción.
Según la ley de la reflexión, el rayo incidente, el rayo rcílcjado y la
perpendicular al límite de separación de los dos medios, levantada en el punto
de incidencia del rayo, están en un mismo plano y el ángulo de reílexión es igual
al :íngulo de incidencia. La ley de la reflexión permite comprender <le qué modo
se producen l:is imágenes de los objetos en un espejo.
l.;1 ley de la refracción se cnurn;ia como si¡;uc: el r:1yo incidente, el rayo rc-
frnclado y la perpendicular al limite de separación de los dos medios, lcv:int<1cla
en el punto de incidencia del rayo, están en un mismo plano y .Ja razón del seno
del áng11lo de i11cidcnci:1 a al seno del i\ngulo de rcfrncción ~ c.~ unn m;ig-
nilud constante para dos medios dados:
sena.
~e;¡¡- = 11,
·velocidod d e la lu z
7.1 . En la áptic11 ¡¡cm111J1ric11 só lo se esluc.lia la dirección de los rnyos
luminosos. El problema de cómo transcurre la pro¡m¡pción de
l:i luz con el tiempo rebasa los límites de dicha óptien. Las propic<l:ides de fo h17.
y su inlcracción con la ~11sl;111eia ~e c.~ludiu con m;1yor profundidad en la 1jptica
jislcn. Darnos comienw n esla parte de la fisica explicando cómo se midió la
velocidad de la luz.
Cuando pulsamos el inlcrruptor de corriente, toda In habi1:ición se llena de
luz en el llClo. Parece que la h17. no necc.~ita licmpo alguno para llegar hasta 1;1$
p:11·cdcs. Los intentos lu:chvs fllll'a 111.;dir la velocidad de la luz hun sido m11<:hos.
Primero se hizo la prueba de medir con relojes exactos la velocidad de
propng:ición de una señal luminosa a gran distancia (de varios kilómetros).
Pero eslos experimentos no dieron résul1;ido. Se empcz(l a pensar que la lu1..,
p:irn propagarse, no necc.~iln tiempo en absoluto, que la luz recorre dislancias
cualesquicr.i instant{mcamcntc. Sin embargo, resultó que In velocidad de la luz
no es _infinita y por lin P.Udo ser medi<la.
METODO ASTRONOMICO DE MEDIR LA VELOCIDAD DE LJ\
LUZ. L.'\ velocidad de In luz consiguió medirla, por vc1. primera, el cicntílico
danés o. ROEMER en 1676. Roemer era astrónomo y su éxito se explicu
precisamen te porque las distancias recorridas por la h1z, que él utilizó para sus
mediciones, crnn muy g.rnndcs. Ernn dis ta ncias entre planel:is del sistcmn solnr.
Roemcr se dedicó a observar· los eclipses de los satélites de J üpitcr, el mi1s
grande de los planetas del sistema solnr. Jüpitcr. a diferencia de la Tierra, tiene
nada menos que trece satélites. Iil sa1élite. más próximo a él, lo, constituyú el
objeto de l11s obscrv:iciones de Roemcr. &te vio cómo el satélite pasaba por
delante del planeta y luego se inmcrgia en su sombra, desapareciendo del
campo visual. Después volvía a aparecer como si fuera una lámpara que se
enciendo instantáneamente. El inten•alo de tiempo entre dos de estos destellos
era igual a 42 h 28 min. Por lo tanto, esta "luna" era un:i especie de reloj celeste
enorme que al cabo de intervalos de tiempo iguales enviaba s us seña les a la
Tierrn.
Las primeras mediciones se hicieron cuando fu Ticrrn, en su movimiento
alrededor del Sol, estaba en su posición más próxima a Jüpítcr (fig. 184). Las
misma.~ medidas hct:has varios meses después, cuando In Tierra se había alejado
de Júpiter, dieron por rcsullndo que el satélite se había retrasado 22 min en
emerger de la sombra, en comparación con el instante que se podía calcular
basándose en el conocimiento del periodo de rotnción de lo.
Rocrncr cxplicú esto ;isí: "Si yo hubicm pC>dido pcrrnancccr en la otra parle
de h1 órhillt de la Tierra, e l sntélitc habría emergido de la sombra cada v<.'?. ;i líl
191
~ Órlw:i 1lcl '<•l<:fllc
de Jiopitor
•
.\_, .l_
'......_ . _,-/
Tk-rra
hora fija1la : 1111 obscrvac.lor que se encontra ra allí lwbicra visto ;1 lo 22 mi11
antes. El alnrso tiene lugar, en C:Sle c;1so, porque la lu1. t:1rda 22 minen recorrer
1;1 di~lancia dc.~lc el ponlo en que yo hice l;t primera obscrvnciún lmsla mi
p•>5iciím actual". Conociendo el relraso de lo en ~p:ircccr y la distancia 11 que
esto se debe, ~e puede dclerminar la velocidad de l;1 luz, divid iendo esta
dista11da por la du ración del retraso. t a velocidad de la luz resultó ser
cx1rnordi11aria111cntc grnnde: cerca de 300000 km/s 1•. Esta es la causa por la
que es tan diíu:il apreciar el tiempo que larda la luz en propagar~ entre dos
puntos de la Tierra lejanos, ya que en un segundo recorre la luz una distancia
7,5 VC\)eS mayor que la longitud del ecuador de la Tíerrd.
METODOS OE LABORATOR IO PARA MEDIR LA VELOCIDAD DE
1..A LUZ. Utiliz;rndo un método de lnboratorio, la velocidad de la luz por ve-¿
primera fue ntl-dí<la por el lisieo frnncés 11.1... FIZl:AU en el año 1849. El
procedimiento utifo~1do co11si.~ti:1 en lmcer pasar la luz entre los dientes <le una
r1100;1 en rotación (li¡¡. 185). Luego la luz incidía sobre un espejo que estaba
a vari1>s kilómclros de h1 rueda. Una ve7. reflejada en el espejo la luz debía pas01r
o Ira vez por cnlrc los dic111<:s de J;1 rueda. Cuando ésla giraba lc111nmcnlc, la luz
rc11cjac.la en el cs pej\) se veía. Al ir aument:mdo !;1 vclcx:idad ele rotación, la luz
iba dcs11p;tri..-eic11do poco a poco. i.A qué~ debía esto'/ Mientras h1 luz, dcspues
de pas:ir por entre dos dien tes iba hasla el espejo y volvía, la rueda tenia liempo
de girnr de tal modo <1ue el lugar del hueco lo ocupaba un diente y la luz dejaba
de ven;e.
Si la velocidad de rotación seguía aumentando, la luz vo lvía n verse. Es
evidente que du rante el tiempo en que Ja luz se propag:1ba h:tsl!I el espejo
y volvin, In ruotla giraba lo suficiente parn que el lugar del hueco anterior lo
ocupar.1 el hueco siguiente. Conociendo este tiempo y la distancia entre lo rueda
y el espejo se puede detem1inar la velocidad de la luz. f;n el experimento de
192
s.r. km
t:· •
~: :.
f'¡~ 186
194
en }a:é¡ue /1 es una magnitud constante que no deP.Cnde del /lngulo de incidencia.
Esta' magnitud, como ya se sabe, re<:ibc el nombre de indice refrncciónae
re/atii1o. Así, pues, del principio de Huy¡;cns no sólo se sigue la ley de la
rcf.rá.cción, sino que con su ~ynda se pone de manifiesto el sentido fisjco del
iñdj~e.de refracción relativo. Este es igual a la mzón de las velocidades de fa lui
en lo$ medios en cuyo limite de separación se produce la refr:1ceión.:
!)1
(1=-. (7.4)
1>1
s¡ ·.c r {Íngulo de rcír.acció11 11 es menor que el de incidcnciü ex,. <k acuerdo con
(7:3),.la velocidad de In luz en el segundo medio es menor que en el primero.
!!Sto se confim16 plenamente en los experimentos de medición de la velocidad
~e la luz en el agua y en otros medios tmusparcntcs.
Aplicando la fórmula (7.4) puede expresarse el indice de rcfrncción re lativo
11 por medio de los índice.' <le rdrncción ah~oh1tos 11, y 111 de los tnL-d ios primero
y segundo. én efecto, conw
e e
11, ='-y 111= - .
1>1 tlz
11, 11:
/&..:;-= - . (7.5}
"2 u,
Dispersión de Ja l uz
7.3.
El indice de refracción no depende del í111g11Jo de incidencia del
h:w, pero sí depende de s11 color. Es10 íuc dcscul>ierln 1>11r el
s;1bio inglés Newton.
Cuando se oc¡1paba del pcríccciona111ic1110 de los telescopios, Newton
pbsc.riró que la imagco que daba el objeti vo tenía los bordes coloreados. Se
iníc:resó por este fenómeno y fue el primero que "invens\ig6 fa diversidad de
rayos lilminosos y las peculiaridades de los colores que de esto se infieren y que
hasta entonces nadie h:ibia ni siquiera sospechado" (del epitafio en el sepulcro
de Newton). La coloración iris;1da de la im;1gen que da una lente había sido
observada sin duda antes de Newton. Ta111bién se había notado c¡11c 1icncn los
bordes irisados los objetos que se miran n trnvés de llll prisma. El haz de rayos
luminosos que pasa a través de! prisnrn se colorea por los bon.les.
Er experimento fundamental de Newton íue gcniahncnte sencillo. Acertó
a_dir-jgir sobre un prisma un haz luminoso de sección tr:insvcrsal ¡u:q11e1ia. E!
h.ai dc·iu:i: solar entraba en um1 sala oscura a ·través de un pequeño orificio
.pra·c ticado en el postigo de la ventana. Al incidi r sobre el prisma de vidrio, el
h;i;o; sc;1'efruetaba y prod11ci:I sohrc 1:1 pnrcd (•pue.<ta 1111:1 illlngcn ;1l;1r¡;:1cla c 11 Ja
que. $C succdian los colores del iris (fig. 187). Siguiendo la tradición secular,
según la cu;il el nrco iris se considerabn form~do por siete colores principales,
195
Fi¡;. 187
Fi¡;. JKS
~----
1~:1
Ncwlon lamhié11 aisló siclo colores: violado, niiil , a?.UI, verde, amurill o,
a1111ranjndo y rojo. A Ja Í1'anja coloreada Newton Je dio el nombre ele e.~pectm.
Tap:111do el oriliciu cc•n un vidrio rojo, Newton sólo vcia en la parc<l 111111
mancha roja: tapándolo con un vidrio azul, sólo una azul y así sucesivamente.
Oc c.~10 deducía que no cm el prisma el que colore:1ba la luz blanc;i, como i;c
suponi:t antes. El prisma no cambia la luz, lo único que hace es descomponerla
en 511$ partes integrantes (véase Ja rig. J de las lám inas en color). La luz blanc;i
tiene 1111a cstrnctura compleja. De ella se pueden scp¡1rar haces de dist intos
colores y imiC<1mcntc la acción conjunta de éstos nos produce la sensación de
luz. blanca. Eícclivamentc si con un segundo prism<1, vuelto 180° con respect o al
primero, se rccngcn lodos los haces del espectro, otro vez se obtiene luz blanca
(véase In fig. 11 de las l:ím inM en colori Si se at~ta una pnrtc cualquiera del
espectro, por ejemplo, la verde, y se hace pasM su luz otra vez por un prisma. ya
no se obt icnen n1ús variaciones del color.
Otra con~lusii>n im1X>rtante a que llegó Newton fue enunciada por él en s11
lrata<lll de "Optica .. como sigue: ~Los rayos luminosos que se diferencian por
su color. t;1mbién se diferenci;m por su grado de rcfrm:ción" (para ellos el vidrio
tiene distintos indices de refracción). Los rayos que más intensamente se
refracta n son los violetas, y Jos que menos, Jos rojos. La depe11de11cia del indice:
de refra~ciá111/c /1¡, luz del cc>lc>r de ésta recibe el 111m1brc de dispersión (del lntln
"dispergcre", c.~parcir). .
Mits t:u·de Ncwto1º1 pcrfcct:iónó sus observaciones del espectro paru obtener
cólcircs mas puros, ya que las manchas de colores redondas del haz que p:isabn
por el prisma se superponían unas a 01ras parciahnente (véase la rig. 187). En
vez de m¡ oriricio redondo utilizó una rendija estrecha iluminada por una fuenle
muy brillante. Detrás de la rendija puso una lente que daba sobre la pantalla
una imagen en forma de fmnja blanca estrecha. Si en el camino de los rayos se
interponía un prisma (lit;. 188), In imagen de la rendija se extendía formado el
espectro.
Como el indice de rcfrneción depende de la velocidad de la luz en In
sustancia, es evidente que la luz roja. que es la que menos se refracta, tiene la
196
mayor velocidad, y Ja violeta, la menor: Precisamente por eso el prisma
descompone Ja luz. en el vacio las velocidades de los rnyos de distinto color son
iguales. Sj no fuera así ocurriría que, por ejemplo, el s.1télitc de J\Jpíter, lo, que
observó Rocmer, parecería rojo en el instante en que emerge de la sombra
y violeta antes ·de. sun;icrgirsc en ella. Pero esto no se observa.
Sabiendo ·que la luz b lnnca tiene cstructur.n compleja se puede explicar la
c((!.r•i,or<Íinaria variedad de colores que existe en la naturaleza. Si un objelo, por
cjcinpld, una h\)ja .~e papel, refleja todos los rayos de dis tintos cplem;s que
inóiden.§QIÍreeltpáreceni blanco. Si el papel se recubre eon una capa d'e pintura
roja1 con ello·no se crea lu1. ele 1111 color nuevo, pero la h~ja reticn1:: 11ria parte de
Ja 1t1z c.~i~tenlc. Ahora sólo ~e rcílejarán los Tayos rojos. los .dem;ls scr:in
absorbidos por la capa de pintura. La hierba y las hojas de los í1rboles parecen
verdes J)Orque de todos los rayos solares que inciden sobre ellas sólo se reflejan
los verdes, Jos dcmiLS ~on ;1hsorbidos. Si la hierba se mir;1 a traves de un vidrio
rojo, que sólo d<;ia p.1sar los r;iyos rojos. ¡mrcccr:'1 c,1si ncgw .
7.4. I nt er fe r e ncia de Jo lu x
Pasamos a csludiar los fenómenos que demuestran que Ja luz
está coni;tiluicla por ondas. 011110 ya se hu dicho, los íenómcnos
de In inlcrfcrcncia y la difracción son propios de todo movimiento ontl11la1orio.
De c¡ue Ja luz al propagarse 1X>nc de ma11iíicst <1 propiedades ondulatorias nos
persuade la observación de Ja if1tcrfcrc11cit1 y Jifrarciú11 de la lu7..
INTER FERENCIA EN l'ELICULAS DELGADAS. La interferencia tic la
lu:z fue observada tmec ya mucho ticmpo, rcro no se Je prestó atención. De
niiios todos hemos visto !ns figuras de intcrfcrenci:1 cuando l10li rccrciLbamos en
huccr pomr:is de jubón o mirúbamos Jus m:111chas irisa<hts. <le petróleo
o gasolina, que ílotan en Ja su perficie del :1g11a. " l..a pompa de jubón. suspcndida
en e l aire ...se ilumina con todos los matices de los co lores peculiares de los
ob.ictos ~l"" la roclc<111 . La pompa de jabún cs. sin d11Cl11. la maravilla m;ºis dcli·
cada de la naturalcz:1" (Mark Twain). Precisamente Ja intcrfcrc11cia <le la luz
h~cc que Ja pompa de j:1bón 5ea tan dign;i de admiración.
El científico inglés 1110mas Young fue el primero en .:onccbir la idea de la
posibilidad de cxplic:ir los colores de las películas delgadas por la composi<:ión
de las ondas 1 y 2 (fig. 189). una de las cuales se rcíl<;ja en la superficie cJCtcrior
de la película y la otra, en l:i interior. Al ocurrir esto se produce In i111c~ft!re11cia
tic /11.~ 1111das /11111ilw.•a.<. es dcrlr, /11 rm11posklá11 tic• /ns 1fos 011cl11.<. rn l'irtutf 1fr /11
c11etl si! ohscn.v 111111.fiyum, < 1.<wblll """el tiempo, del reforzamíento o /11 (l(CllltC1CÍÓ11
de /11.~ 1Jscíf11cimies l11111i110.w1s rcs11/1<1111e.< en 1listi1111s p11111os 1/el cs¡mcio. r.;J rcsul·
197
ThCl!n:i~ Youn¡; (1773- l ~2'1). ~éleluc
cienlilico inglés de lalenlo mullif:tctlico,
cuyo iniert( nbnrcó un nmr¡;cn
extraordinario de problemas ci<:ntííicos.
Fue ni mismo 1icmpo médico famO.(O
y flSÍ<:o de enorme in1uiei6n, aslrónomo
y mcc.ínico, mctn lúrgico y cgip16logo,
fisióloi;o y poli¡;lo1n, músico de ialcnt<>
y halla gimnasia c¡ipaz. El 111érilo
princ ipal de Young es el haber <lesc uhierto
la in1errercnci11 de la luz (n él se debe rl
término intcrrcrcuci:1) y cx11lic:u.lo el
fenómeno de l:i difracción, basáod11se en In
teoría ondulnioria. Fue el primero rn
medir la lon~lud de la onda l11111inu~1.
You11g estudió la defonnación por
cizallamicnto e introd1tjo In c.1rncterí~1icn
cu;in1i•01t1va de las propicd:u.lc~ c.~1:·1~1kas
d e In~ s11sl;o11eins <omcl id:is a compr.:.~ión
o a trncci<\n, llnm::1tln m t1dulo de Yount;.
Fi¡;. 1 ~9
198
lfujos luminosos de distinto color corresponden ondas de diferente longitud.
·Para que se refuerecn mutuamente dos ondas que difieren entre sí por su longi·
tud (suponiendo que los ángulos de incidencia son iguales) es necesario que el
espesor de la película sea distinto. Por consiguiente, si la película iicnc un
espesor desigual, al iluminarla con luz blanca deben nparcccr distintos colores.
Snbicndo de qui: C<1rnctcr1Stica física de la onda luminosa depende el color,
se puede dar una definición más profunda de la dispersión de la h.\Z qqc la que
se .enuncio en el párrafo precedente.
.- •·se llama dis¡iersitin la dependencia del indice de refr(lccló11 de la luz respecro de·
· lá ¡;ecuencia de las oscllacio11es (o de la /011git11d de onda).
ANJLLOS DE NEWTON. Una figura de interíereneia se produce en. la del-
gada capa de aire que queda entre una lámina de vidrio y la superficie esférica,
de gran radio de curvatura, de una lente plano-convexa colocada sobre ella.
Es1a figura de interferencia tiene la forma ·de anillos concéntricos y S<: conoce
con el nombre de :millos de Newton. .
Si se pone tina lente plano-convexa, cuya supcrlicic esférica tengn poc:i
curvatura, sobre una lámin:i de vidrio, corno acabamos de indicar, y se mira con
ntcnció'n (preferiblemente con una lupa) la superficie pinna de Ja lente, se verá
que en el punto de .contaclo de la lente con la lámina hay una mancha oscura
y airédedor de ella un conjyhto de pequeños anillos concéntricos irisados. La
distancia entre los anillos vecinos va disminuyendo rápidamente a medida que
aumenta su raaio (fig. 111, 1 de las láminas en color). Esos son los anillos de
Newton. Éste los observó y analizó no sólo utilizando luz blanca, sino también
iluminando la lente con haces de un solo color (monocrom:\ticos). Resultó que
los radios de los anillos que tienen el mismo número de orden aumentan al
pasar del extremo violeta del espectro al rojo; los nnillos rojos tienen el radio
máximo (figs. III, 2 y Ill, 3 de !ns láminas en color). Cerciórese de esto
repitiendo el experimento por su cuenta.
Ncw1on no pudo dar una explicación :;;l\i~fuctoria del origen de estos
anillos. El primero que consiguió dula fue Yonng. Vamos a seguir Ja marcha de
sus ra1..onamicntos. Se basaron éstos en supone.r que la luz está constituida por
ondns. Consideremos et·caso de una onda de longitud determinada que incide
perpendic ularmente sobre la lente plano-convexa (fig. 190). La onda I aparece
como pcsultado de la renc.,ión en la superficie conve.xa de la lente en limite
vidrio - aire, y la onda 2, como resultado de la renexión en In himina en el límite
aíre-vidrio. Estas ondas son coherentes, porque tienen la misma longitud y una
d ifercncin de fase constante, que se origina a causa de que In onda 2 recorre un
camino más largo que la onda J. Si Ja segunda onda se retrasa de la primera un
nútnero entero de longitudes de onda, al componerse, las ondas se refuerzan
entre sí. Las oscilaciones que provocan están en la misma fase.
1 2
Fig. i90
199
Por el corl!r;rrio, si fa segunda onda retrasa de la primera un número impar
de semilongitutlcs de onda, las oscilaciones que originan estarán en oposición
de fase y las ondas se atenúan una a otra.
Conociendo el radio de curvatura R de la superficie de la lente, se puede
calcular a qué distancias del punto de contacto de la lente con Ja lám ina de
vidrio las diferencias de marcha son t:1les que las ondas de una longitud
A. detcrmin;ida se atenúan entre si. Estas distancias son los radios de los anillos
de Newton oscuros, ya que las líneas de espesor constante de la capa de aire son
circunfcrcncins concétricas. Midiendo los rndios de los anillos se pueden
c¡¡Jeulnr las longitudes de las ondas.
LONGIT UD DE UNA ONDA LUMINOSA. Para la luz roja las
mediciones dan que A. - 8 · 10-s CIJl, y parn la violela, A.,= 4 · 10- .s cm. Las
longitudes de l3S ondaslcorrcspondicntas a los otro~ colores del espect ro tienen
v;1lorcs in1ern11:dios (véase In fig. V de la s lüminas en color). Cualquiera que sea
el color, la longitud de la onda luminosa es muy pequeña. lmaginesc q11c una
ola del m:ir de varios metros de longitud se aumenta tanto que llega a ocupar
todo el Océano Atlántico desde las costas de América hasta Europa. Pues si una
onda luminosa se sometiera al mismo aumento, su longitud sería un poco
mayor que In anchura de esta página.
El estudio de la interferencia no sólo demuestra que ta luz tiene propiedades
ondulatorias, sino que da también la posibilidad de medir ht longitud de onda.
Al mismo tiempo se pqne en claro que, así como la altura del sonido se debe
a su frecuencia, el color de ta luz viene determinado por la frecuencia de las
oscilaciones o por la longitud de onda (recuérdese que entre Ja longitud de
onda, la frecuencia y l:i velocidad existe la relación /..v =e}.
Fuera de nosotros en la naturaleza no existen colores, sólo existen ond;1s de
distinta longitud. El ojo humano es un, instrumento' lisico complejo capaz de
revelar la diferencia de color co(rcspondicnte a una diferencio insignificante (de
cerca de 10- 6 cm) de la longitud de las ondas luminosas. La mi1yoría de los
animales no distinguen los colores. Ven siempre las imágenes en blanco y negro.
Cuand o la luz. pnsa de un medio a otro, su longitud de onda varín. Esto se
puede comprob:1r llcn:rndo de agua o de cualquier liquido trnnsparcntc, cuyo
indi.ce de refracción sea 11, el espacio que ;mtcs ocupaba Ja capa de aire entre l:i
lente y la l{uuina de vidrio. En estas condicíon~ los radios de los anillos de
interferencia disminuyen.
¿Por qué ocurre esto? Porque, como se s:1bc, cuando la luz pa.sa del vacío
a cualquier medio, .su y~locidad di.sminuye n veces. Pero u= A.v, por lo que al
mismo.t'icmpo·d<;bc disminyir ,11 vi:ccs Ja frecuencia o la longitud de ond;I. Mas
los radiQ~. de los ariil.los· depc11.<;lcn. de la lon.giiu~ ele· ond<t. Por coosiguicntc,
cu.ando Ja luz cn'!ra eri et medí<? var.ia 11 veces precisamente ·1a longitud de onda,
y n:o la frecuencia.
Fig. 191
r:: '"7&.
para medir con. exactiiud la longitud de las ondas lumihosas y el .jndícc de
refracc;ión ·de los gases· y de otrns sustancias. }Iay ínte(fcrómcltQS para fines
especiales. · '
Vamos :) detenernos únicamente en dos <tp!icac!ones de la interferencia.·
COMPROBACIÓN DE Li\ CALIDAD DEL ACABADO DE LAS
SUPERFICIES. Valiéndose de la interferencia se .puede apreciar la calidad del
acabado de las superficies.de las piezas con exactitud de hasta 1/10 de longitud
de onda, es decir, de hasta 10.. 6 cm. Para esto hay que crear una delgada capa
cuneiforme· de :;¡ire ·ei:i\re la superficie .d e la muestra y una lámina patrón, de
vidrio, muy lisa (fig. (91 ). Las rugosidades de la superficie de hasta 10- 6 cm
producen distorsiones d'é ·!ils franjas de infer'ferencia que se originan al rcílcjarsc
la lu¡z·cn la superficie qüc se comprueba y en la cara inferior de la lámina patrón.
01.>TICA ANTIRREFLEJANTE. Los objetivos de las modernas cámaras
fotográficas y proyectores de cine, de los periscopios para los submarinos y de
otros muchos dispositivos ópticos cons!an de un gran número de vidrios
ópticos-lentes, pdsmas, etc. Al pasar a través de estos diuiositivos la luz se
reílcja en muchas superficies. El número de superficies renccioras que hay en los
objetivos fotográficos modernos es mayor que IO y en los periscopios de los
submarinos llega hasta 40. Cuando la luz incide perpendicularmente sobre una
~upcrficie se reíleja en ella <,le un 5 a un 9% de toda la energía. Por csrn r:izón
a través del aparato pasa a menudo sólo de un 10 a un 20"/o de Ja luz que a él
llega. Como resultad.o se obtiene una iluminación muy pobre de la imagen.
También empeora la calidad de Ja propia imagen. Una parte del haz luminoso,
después de reOajarse muchas veces en las superficies interiores, pasa a través del
dispositivo óptico, pero se dispersa y no contribuye a formar una imagen nítida.
Ésta es la causa del "velo" de las imáge11cs fotográfiC<ls.
Para evitar las consecuencias desagradables de Ja reflexión de la luz en las
superficies de los vidrios ópticos es necesario disminuir el índice de rcílexión.
Con esto la imagen que da el aparato se hace más clara. De aquí que la óptica
antím:Ocjante se llame también "óptica clnriflcada".
La "clarifiC.1ción" de h• óptica se basa en la interferencia. Sobre la superficie
del vidrio óptico, por ejemplo, de la lente, se deposita una película delgada cuyo
indice de refracción 11, es menor que el índice de refracción 11v1d del vidrio. Parn
simplificar vamos a examinar el caso en que la luz incide normalmente sobre la·
película. ·
La diferencia de marcha de las ondas l y 2 (fig. 192) rcílcjadas,
respectivamente, en las superficies superior e inferior de la película es igual al
doble del espesor de ésta, es decir, a 21t. La longitud de la onda A., en la película
201
Fig. l. Esqucnrn de la dcscomp<>sidón . de la luz blanca en el espectro por medio
tic un prisma.
202
., .
Fig. IV. EspeCHoS obtenido s con una red de difracción: l. de la lul blanca ; 2, de la lul roja mono-
cromi1ica; 3, de la luz violeta monocroma1ica. (la numeración ,.a de· arriba ab3jo.)
Fig. V. Espcc11·os tic cmi~ión : l. co111i11uo; 2, del ~odio: J, tlcl hidri>ge n0 : 4, del hcli(>.
füpcctros de nbsorciún : 5, del So l; 6, del socli 0 ; 7, del hidrógcnc1; S. de l helio.
(La numcrnciün va de arrilM abajo.)
l OS
es 11P veces menor que la longitud de ondn A. en el vacío:
A.=~
" n, .
Para que 1:1s ond:is / y 2 se atenúen entre si, la difcrcnci:t de marcha debe ser
igunl :i la SClllilongitud de la onda en la película:
A
2/i=-. (7.6)
211.
Si las ;1111plitudcs de lns dos midas reflejadas son iguales o se aproxim:111
mucho una a olra, Ja luz se cX tingue totalmente. P:ira conseguir esto se elige
convenientemente el indice de refracción de la película, puesto que la intensidad
de la luz rcílejada depende de la razón de los coclicicntcs de reflexión de los
medios colindantes.
Sobre la lente, en !as condiciones ordinarias, incide luz blanca. La expresión
{7.6) mucstni que el espesor necesa rio de la película depende da la longitud de
onda. Por eso rcs\1lt:1 imposible la eittinción de las ondas reflejadas de todas las
írccueucius. El espesor de la película se elige de manera que. cuando la
incidencia sea normal, se extingan totalmente las ondas cuyas longitudes
corrcsponde11 a la pa rte media del espectro (luz verde, A.= 5,5. ¡o-> cm); dicho
c.~pcscn llcbc $Cr igu;1I a la cuarta parle de la longitull de la onda en la
película 1>:
,...,~ .
411"
Ln reflexión de la luz de las partes extremas del espectro-roja y violeta- se
atenúa muy poco. Por eso los objetivos antirreílcjantcs tienen a la luz refleja un
mn\iz lila. Hoy hasta las cámaras íotográlicas más sí1nples y baratas tienen
óptica antirreílejantc.
Para 1crmin:1r subrayaremos que la extinción d.: la luz por la luz no sign1frc;1
que la energía luminosa se transforme.en otras formas de energía. Lo mismo
que en el cnso de la intcrícrencia de las ondas mecánicas, !a extinción de !as
ond;1s entre sí en una parte dada del espacio significa simplemente que la
energía lumino~:i no llcg3 a ella. La extinción de las ondas reflejadas significa,
por consiguiente, que toda la luz pasa a través del objetivo.
206
5. La Jon$ilud de una onda disminuye en el a·gua n vcccs-·(11~s d índ ice de·
refracción del agua respecto del aire): iSignifica es to que. un buceador
__________________debajo del agua no puede ver lps objetos q,uc lo rodean u la luz
natural?
6. tite los principales
., aplicaciones de la interferencia.
--~-------------·-
... ·-;:1ee-----
=
=§
5
Fi¡;. 193
'.l.07
/\ug11stin Frcs11cl (1788 1K27). eminente
físico francé~. Sentó la.< base.• de l:i ór>Licn
ond ulaloria. Complcrnndo el principio de
H11ygcns con la idea Je In interíc1c11cia de
las ondas secundarias, con.<truyó la tcori:i
cuantilnliva de In difracció n.
Fund~ndosc en ella explicó l:1s leyes de la
óptica gcomttrica· y, en p:irlicular, el
cametcr rcclilinco de In propa¡;:tción de la
ll17. en 1m medio homogé11co. rJcú un
método aproximado para calcular la
figura de difrucci6n, b:isndo en la 1livisiú11
de b sbpcrfícic de onda en 1.011:1-"".
Ocni081r6 por primcl'a vez que las (>mhs
lumiuos~:; son 1r:.msvcr~rn IC$. La~ íúrmul:i.l\
de Frcsncl I'""ª c:dclil:ir l:i s amplitudes
y IM fo.<c.< de las ondas rcllcjad:i y rcírncla-
d:l. conservan su v:1 lot en 11\l(;stnt~ ,lías.
distancia 11110 de otro. Estos orificios los iluminó con un h;1:z: de 1117, estrecho que
pasaba. a su vez, por un orificio pcq11ciio A pr;1cticado en otra pantalla.
Prccis;11ncnte este detalle, díficil de prever en nc.¡ucl tiempo, fue el que decidió el
éxito del experimento, ya que sólo interfieren las ondas coherentes. La onda
esféric;1 q ue, de acuerdo con el pricipio de Huygcns, se producía en el orificio
A excitaba en los orilicios 13 y C oscilaciones coherentes. En virtud de la
difrncción. de estos orificios salían dos conos luminosos que se superponian
parcialmen le. Cmi10 resultado de la interferencia de las ondas lumioosas, sobre
una tercera pantalla ap<1reeía11 franjas brillantes y oscuras q ue se sucedían
alternativamente. Tap;mdo uno de los orificios, Young observó que las íranj;1s
de inlcrfcrcncí:i clcsarmrccian. V:iliéndose ele este experimento precisamente
midiú Young p1>r primcrn vez y con bastante exactitud las longitudes de onda,
correspondientes a los rayos luminosos de d istinto color.
TEOtdA IJFZ FRESNEL. El c.~tudio de la difracción c ulm inó en los trabnjos
(k /\.J. F rcs11cl. Í:.s\c no sólo invc.~tigó con mí1s detalle divcrs<;>s casos · de
difrncción, sino que construyó una tclltía cuantitativa de la difracción que, en
principio, da la posibilidnd de calcular In figura de difracción que nparcx;e cuan-
do b hn bordea un objeto cualquiera. Ta.nibién él explicó por primera vcl. la
propagación rccl'ilínca de In luz en im medio homogéneo basándose en !;1 lc<iria
on<lulaioria.
Fig. l'J4
108
Frcsncl consiguii> est o~ c1dtos unific¡indn el principio de Huygcns con In
·Ídc.1 de In interferencia de l:L~ ondns secundarias. De esto se habló sucintamente
en el Cllpitulo 4.
~ Parn calcular la amplitud de una .on<fa luminosa en un punto cualquiera del
~ espncio. hay qljc cercar menta lmente el foco de luz con una superficie ccrradn.
Ln inté.rfcrc1.í ci'n ~tir.las ondns de los focos secundar ios situados en e~tn ·superficie
,determina la arqpljtud en el .punto q\1e ·~C co11 sídem del cspilcio.
, ' ' Este tipo d1< ,cál'cul9s dio ta posibilidad de co'mprcn.d<.:r có1no I:! ht7. de 11 :1
foco pt,m tual S, cniisór de ondas. esféricas, llega n un 'p unto arbi1r;1rio D del
espacio (fig. 194). Si· s~ considcrnn los focos secundnrit)S ele 1:1 s11pcrlicic de cada
onda esférica Je radio R e l resultado de las interícreneias de 'las ont.las.sccun-
darias de estos fcicos en el punto Des el m~<;.mo que si sólo los ~o~os secundarios
que se cneucntran en un pequeño segmento esférico a/1 enviaran su ltn a l pun to
D..L:1s ont.las secu nda rias, c111itit.l:1s por los focos situados en el re.< to t.le la ~upe·
rficic, se cxlinguen entre si a cnu~;1 de la in1crfcrcnci11. Por eso todo ocur re como
s i la luz sólo se propagn m a lo largo t.lc Ja recia Sil. es decir, rccti l'oncament e.
Al mi~mo tiempo Frc~11el estudió la difrnccíótt c11antita1iva en díver~os
lipos de ob.st:'tculos.
Vn caso curioso ocurrió en una sesión de la Academia de Ciencias <le Pnris
en el año 1818. Uno de los cién tificos presente.~ en la reunión (Poisson) udvirtió
que t.le In teori'I de Frcsncl Se deducían hechos que contradicen claramente el
buen sentido. Pa·ra determinadas dimensiones de un orificio y t.lcterminad;1s
diw111cias dcsd·e éste al foco de lu7. y n la pantalla, en el centro de la maneh:1
brillante debe haber una manchita oscura. Y, al contrario, detrás de un pcque1io
disco opaco debe haber un punto brillante en el centro de la somb ra. Cuál no
ser in la sorpresa de los cicntif:cos, cuando los experimentos que se hicieron (por
D. F. Arago) demostraron que, efectivamente, así ocurría en realidad.
FTGURAS DE DJFRACCIÓN CORRESPONDIENTES/\ DISTJNTOS
OBSTÁC ULOS. Como Ja longitud de la onda lumín o~1 es muy pequeña. el
ltngulo de desviación de la ft17. de sn dirección rcctilin c:o <le propag:iciún ,.,
pcquciio. Por eso r>arn pudcr observar claramente la tliíracción (y en particular,
en todos los casos recién mencionados) l:i distancia cutre el obstúcu:o que h:t de
rodear lu luz y la pantalla debe ser grande. Si cstn distancia es muy grnndc {tlcl
o rden de varios kilómetros), la difracción se puede observar detrás de objetos
bnstante grandes (del tamaño de varios metros).
En la fig. 195 se muestran los aspectos que tienen las fotogr:ilias ele las
figura s de difracción producidas por distintos obstáculos: a l po r lllt :tl:11nbre
t.lclgndo, b) por un o rificio redondo, y e) po r una pantalln r.::.londa.
dM ITES DE APLICAHILID/\D DE LA éH>TIC/\ GEOMÉTIOCA.
T odas las 1eorhts lisie.is cxprc.~111, aproxim:1damcnte, los procesos que
rcnhnentc tienen lugar en la naturalez.'I. Para cualquier 1coria pueden indicarse
determinados límites de nplical>ilidad. E l que en un caso concreto se puede
aplic:1r o no una teoría determinada depende no sólo de In exactitud que
a~el!llfll esta teoria, sino t:m1bién de la Cl(actitud que requiere In solución de
cada problema práct ico. Los límites de una tem ía sólo se pueden cstahlcccr una
vez cons1rnida una tco 1ia 11111~ gc1\<:ral q11c abarque los mismos fenómenos.
209
....1¡¡¡
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r·~ ·:··1,.
i ~ ...
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,, ,\~·.."'"
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...-.....
--
·-
f fg. J96 F o¡;.. 197
211
14'
Los máxim•~~ se observan bajo el ángulo q> detenninado por la condición
tlscncp,,.k)., (7.7)
No· obstante, cada vez se iban acumu lando más hechos imposibles de
comprender considcrnndo las ondas· luminosas como longitudinales. Bnjo la
presión de estos hechos Frcsncl se vio oblig;ido, por fin, a reconocer que las
ondas luminosas son trnnsversalcs, a pesar de que parecía ext raordinariamente
rnro, desde el punlo de vish• de In teoría del éter mcci1nico corno portador de las
ondas lumi11os.1s.
l!XPERIMENTOS CON TURMALINA. El cmf1c1cr trnnsver~al de las
o nd<!S luminosas ha sido demostrado con muchos experimentos. Vamos
a cxnminar detalladamente sólo uno de ellos. muy sencillo y llarn:itivo. Este
experimento se hace con cristales de turmalina {transparentes, de color verde~
El crislnl de turmalina tiene eje de simetría y pcrlenece n les llamados
cristales uniáxicos. Tomemos unn li1mina rectangular de lurnialina cort:1da di!
tal modo que uno de sus lado~ co incida con el eje del crista l. Si sobre es ta l:í mi·
na se hace incid ir norma lmente un lmzde l11z de u11a himpara eléct rica o del Sol,
la rotación de l:t Jfünina en torno del h;i7. no produce vnri:u;i()ll a l¡;un:o en 1:1 in-
tensidad de Ja luz que pasa a lrn vés de ella (Ílg. 198). Puede pensarse <JllC la lul
sólo es absorbida parcialmente por la turmalina y adquiere color verdoso. Y na·
da más. Pero esto no es asi. La onda luminosn adquiere nuevas propiedades.
Es tas nuevas propiedades se ponen de manifiesto si el ha7. se hace pasnr
"través de un segundo crist11I de turmalin.-., cxnctamcntc igual que el primero
(fig. 199,a). y p;ir:ilclo :i él. Cunn<lo los ejes di! lo~ cris tak~ cst:in diri~idM en el
mismo scolido, tampoco ocurre nada interc.~:rn tc: si mplemente el ha7. luminoso
se debilila más :1 c;iusa de In absorción por el segundo crislal. Pero si cslc segun·
213
do cristal se girn, pcrmancdcndo el primero en reposo {fig. 19<),h), se observa
un ícnómcno interesante, la lu7. se extingue. A medida que aumenta el ítngulo
entre los ejes, !;1 intensidad de la luz va disminuyendo y cuando los ejes son
perpendiculares en tre si la luz no pasa en absoluto (fig. 199,c). Es absorbid:1
totalmente por el segundo cristal. ¡,Cómo se explica esto?
CARÁCTER TRANSVClRSAL DE LAS ONDAS LUMINOSAS. De los
experimentos antes descritos se deducen dos hechos: J•RJM f RO, que la ond11
luminosa que parle del foco c.~ totalmente simétrica respecto de la dirección en
que se propaga (al gira r el cri.~tal nlrcdcdor del rnyo en el primer experimento, Ja
intensidad de la luz no varió), y SEGUNDO, que la onda que emerge del primer
cristal no posee si metría a~il (porque en dependencia del giro del segundo
cristal alrededor del rayo se obtiene distintn intensidad d e la luz transmitid:i).
L:1s omlas longitudinales tienen simetría absoluta respecto de la dirección
en que se prop;1g.1n Qas oscilaciones se producen a lo largo de esta dirección,
que es a la VC7.. el eje de sirnetl'Ía de In onda). Por eso si la onda luminosa fucrn
lnngitudi11al sería imposihlc explicar el cxpcri111cntn en 11uc se hace gi r;1r la
scgvnda litmina.
E.~tc experimento se puede explicar pcrfcctmncnte hacicn<lu dos
suposiciones.
La l'RIMl\t<A SIJ l'OStCtON se refiere a la propia luz. Lu lu:r. es un:i 011tla
t ran~v.:rsal. Pc10 en el haz e.le ondas inciúcnl<:, qu1: procede de un foco
ordin.irio, cxistcu oscilnciones en todos las direcciones JJ<:• pcmlicularcs a la de
propal(atión de la onda (fig. 200).
De acuerdo con csw suposición. lu onda luminosa tiene simetría axil y, :11
mismo tiempo, c.~ tr.tnsvcrs:11. L:1s ondas e.le la surcrlícic del ag11:1, por ejemplo,
no posocn esta si111clria, ya que l:is oscilaciones de las partículas del agua súlo se
cumplen en el plnno vertical.
Una onda luminosa con oscilaciones en todas las direcciones
perpend iculares a la de propag.~ción se dice que es untura/. Este nombre es
apropiado. porque en !:is condiciones normales !;is fuentes de luz crc:1n
prccis:imcnlc ondas de este tipo. La suposición hcch<t explica el rc~ultado del
primer experimento. Con In rotación ·del cristal ele turma lina no varía la
intensidad de la lu7. tr:111sm it ida porque la onda incidente tiene simetría :ixil (a
~ar de ser transversal).
L."\ Sl!GUNOA SUl'OSICtÓN que es necesario hacer se refiere al cristal. El
cri~t;il <le turma lina t iene 111 p ro piedad de tr:insm itir únicn mcnte las ondas
lmnin os:is ·cuyas oscilaciones se cfcclúnn en un plano dclcrmin:ido (el plano
P en la fig. 201). Esta-luz recibe el 11 ombrc de polarizada o, más cxa:ct:imcnte, de
Fig. 20!
21<1
-¡;iai.1or,ó'lcirizwia o polarizada rec1.ili11came111e, r.ara distingu irla de la luz natural,
qué 't~mbién. puede llamarse no ¡11/lariwrla. Esta suposición cxplicn tólahnente
· .kls' rc&uitúd'os del segundo e¡¡pcrimento. Oc! primer cristal emerge una onda
planopolari'(.ada. Cuando los cristales se crn1.an (el :sngulo cntr.: sus ejes es de
90'') esta onda no pasa a tmv..:S del :<cgundo cristal. Si los ejes form:1n en lrc sí 1111
úngu lo distinto de 90º. pasan oscilaciones cuya amplitud es igual a la
proyección de la ;smplitud de la onda transmitida por-el primer cristal sobre Ja
dirección del· eje del segundo cristal.
A:si, pues, el cristal de turmalinn polurii.1 la luz, es decir, transforma la luz
naturnl en luz polarizada.
•• 0 MODELO MECANICO DE LOS EXPERIMENTOS CON LA
TÚRM/\LIN~. No es dificil construir un modelo mccfinico simple e intuitivo
del fenómeno recién estudiado. En un cordón de goma se puede crear una onda
transversal de tal manera que las oscibciones cambien rilri<lnmcntc de
dirección en el espacio. Esta onda será la análoga de la onda luminosa natural.
Hagamos pasar ahora el cordón a través de una cajita estrecha formada por dos
tablillas (fig. 202). De lns oscilaciones en todas las direcciones posibles la cajita
"separa" las oscilaciones en un plano determinado, por Jo que de ella sale una
onda polarizada,
' Si en el c:lmino de esta onda Jt¡1y o tra cajita iguill, pero que forme con la
·priÍnc·rn lln ángüfo de 90º, las oscilaciones no pasarán a través de ella. La onda
se cxtinguirft .totatmcnlc.
POLAROJDES. No só'lo los cristales de tumialina son capaces de polarizar
!a luz. Esta misma propiedad la tienen, por ejemplo, los llamados ¡;oiaroides. Un
poiaroidc es una película delgada (de 0,1 mm) de cristales de hcrapatita (yodo-
sulíuro de quinina) depositados sobre una lámina de celuloide o de vidrio. Con
los polaroídes se pueden hacer los mismos cxpcrimcn1os que con los crisrnles ele
turmalina. Pero los polaroidcs tienen ln ventaja de que con ellos ~e pueden
hacer grandes superficies polarii.1doras de Ja luz. Entre los inconvcnicntcs de
los polaroides figura el matiz violáceo que dan a la luz blanca.
Ya hace tiempo que se viene estudiando el problema de poner polaroides en
los faros y en los parle' brisas de los automóviles para evitar el dcslumbramienlo
·que produce la luz de los coches que vienen a! encuentro. Parn esto e! polaroide
dc¡los faros y del parabrisas debe dejar p<1s:1r !ns osci laciones bajo un ángulo de
45° con el horizonte. En c.< lc caso la dirección de las oscilac iones luminos;1s
procedenics dcfos coches que marcha'n en sentido contrario será perpend icular
':il plano en el cual el po!aroidc deja pasar las oscilaciones. La lu7. de los fo ros se
215
cxting.11iri1. C:n cambio, 1;1 luz propia polariwda de un a111omóvil ciado, después
de rcílejarsc sobre In c:irretcrn, pasará a través del p:irabris:1s.
El empleo del pol:lroide 1endni sentido si todos los au101nóvilcs se proveen
de él.
fr
y
d~ "' D + (hk +
2
d~ "" Di + (1ik - fr
Restando término a término la scgund:i igua ldad de la primera. se olt!cnc:
di-dr=21••i1. º
'"' +''1l<''2 - c1.>=211,i1 .
Y como d « D, sera 11 1 + d1 ::::: 20. Por consiguiente,
hkd
rl2-cl,z .
0
Fig. 203
217
Teniendo en cuenta que d2 -d 1 = k"A., se puede escribir:
k' ~ l1krl
11.~ D.
De donde
tl ·/!.li
A ~ -V Z 5,6 · J 0 - ~ Clll .
PROBLEMA 2. Sobre una red de difracción que tiene 500 rayas por
milimctro, incide una onda monocromótica plana (A.= 5 · rn- s cm).
Determinar el orden k m!tximo del espect ro que se puede observar cuando los
rayo~ inciden pcrpcndi<.a1lar111cntc s(.)brc In red.
Snl11ció11. A k múximo corresponde sen <p = 1 (véase la fúrmu l¡i 7.7). Por lo
tanto, k = d/A."' 4.
t'"i¡¡. 204
218
nwa
J'ig. 205
A
..
el v:icio >.. 1 • 7 · 1O- ~ cm c5n 1 - 1,331, y pnrn la lu7. violeta de longitud
de ondn en el v;1cío >.. 2 = 4 · 10- • cm es 11, • 1,343. Hnllar las longi·
ludes de cs1as ond;1s en el agua y su velocidad de propngnción.
3. Dos focos coherentes S, y S 1 cmilen luz de longi1ud de ·onda >.. =
= 5 . 10 · >cm. Los focos se encuentran entre si a la distanciad•
- 0,3 cm. Ln pan1alla está a 9 m de distancia de los focos. ;.Qué se
observará en el punto A de la pontnlln (li¡¡. 20S): una nmnchn brillante
o uno mancha oscura?
4. Sobre una red de difracció n, cuyo periodo d = 1,2 · IO- ) cm, incide
normnlmcnto unu onda 01onocromi11ic" Cnleulor 111 .longitud >.. de In
onda si el ángulo entre loscspcctros de segundo y •ercer orden es ócp =
= 2°30'.
222
Si lu velocidad de la lu~ fuera igual " 300 000 km/s sólo en el.sistema de
referencia asociado al éter, midiendo la vclocidnd de l<t luz. en un sistema
inercial arbitrario, se podría descubrir el movimiento de dichó sistema respecto
del éter y determina~ la velocidad de este movimiento. De un modo semejante
a como en un sistema de reforencia que se mueve rcspcclo del aire se produce
viento, al moverse respecto del éter (cJ;1ro está si éste existe) debe manifestarse el
"viento de éter''. Un experimento para descubrir el "viento de éter" fue
.. realizado en 1881 Por los científicos norteamericanos Albert MICliELSON y.
E. MORl.EY sígÜiendo l<t idea expuesta por Maxwell 12 años antes.
En este experimento se comparó la velocid11d de h1 luien la dirección en que .
se mueve In Tierra con la velocidad en dirección pewcndicul.a r a dicho
mov.imienio. Las med idas se hic ieron con muclia exactitud' por l)i'~dío de lit\
apa,r n.to especial, el intcrfcrómet ro de M íchclson. Los 'expedrnen tos.se.)1icicron
a distintas horas del úia y en d iferen tes estacíones del a'iin. Pero en todas ellas el
resultndo íuc negacivo: no se consiguió descubrir cl movim iento de la Ticmi
con respcc10 al éter.
Ocurrín como sí yendo en un :rntomóvil a 100 km/ h sc saC<1r;1 la c.1be7., por
la ventanilla y no se 1101r1m viento alguno.
Por lo tanto, la idea de l:i existencia de un sistema de referencia privilegi¡¡do
no resistió la prueba cxpcrimentaL Esto indica, a su vc-1.., que no existe medio
especial nlguno (como el qéter portador de la lu:n ni cual se pueda asociar
dicho sistema de referencia.
1
> El ft<JStulmla cu 1111u tcuría fisu.:a dcscmp..:.r\.1 el n11smo papel 4uc el
oxinmn en ma1cmiitic:1s. Es una proposición fundamental que ló¡;ic;11ncn1c no puctlc
demostrarse. En lisic.1 el po.<lufado rcsulla de gc11craliz.3r hechos experimentales.
lll
Albcn cins1cin (1879-1955). el gr.in nsioo
"del siglo XX. Creador de la nncv~ tcaria
del esp.icio y e l tiempo conocid~ conio
lcorín espoc1nl de la rclMividad. Uxtcu-
diendo estn teoría al enso <Je !os sislcrnns
no ioercinlc$ de rcferencin. cons truy(I la
tcorla gcneml lle la rcln1ividu<.I, que es In
tcori:i modcrn:1 de la gravilnción.
Introdujo el co11ccp10 <.le partícula lle 1111.
o fotón. Su trahajo sobre la Icaria del
movimiento hmwniano condujo al 1riu11ío
·definitivo de la tcori:1 cinétioomokculor de
Ja CC"<(ructur~ 1fo la <ustnncÍ3.
La humnni<lnd conscrvn nn rrofn111lo
l'\.'5pc10 por la nctivid:td so.;i;il pro¡;n:.<islll
de /\lbcrt Einstein. que rcpeltdns veces
intervino en pro de la pa1.
n4
u110 respecto del otro con la velocidad ü, coinciden, en dicl\o origen de
coordc":idas se produce un clc.-;tello. En un tiempo r los si$tcmas se alejan uno
de otro la distancia vr y Ja superficie de la onda esférica tcndni el radio cr. Los
sistemas K Y.X·i son equiv<1lcntes y la velocktad de In luz igual en el uno y en el
otro. Por consiguiente, desde el punto de vista de un observador asociado al
si.~temn de referencia K, el centro de la c.~fcra se encuentra en el.punto O, y desde
. ~el punto de vjst:r .de un observador .asociadq al sislcma de referencia K 1, se
;:ié1ic1icntra en cl.,punt.o 0 1 • Pero \IOU misma superficie esférica no puede tener
, dos centros, O y 0 1 • E.~ ln manifiesta contrndicción se Infiere de los
razon:imientos !;>asados ~n los postulados de la teoría de la relativipnd.
La conlrncticción .efcctivnmenlc exisle. Pero no dentro de la misma teoría de
In relatividad, sino en Jos conceptos clásicos de espacio y tiempo, que cunndo
l:is velocidades son muy grande.' no son vfllidos.
K
<9~~G
O¡ e .,
Fig. 208 Z¡
y,y,
K
v
K¡
~ ~ AG A~
o
ºo 1 e x.,x, e X x,
7., 7.., 1. z, b
los relojes con un reloj patrón exaclo. Conociendo la dis1ancia desde 1;1 cst:u:ión
cmisom hasta el receptor, se puede calcular el rctrnso de la seiial. í.:.st:1
corrección es insignificante y en 1:i vida cotidiana carece e.le imp0rtancia. Pero
cuando se trata de las enormes distancias cósmicas, su importancia puede ser
notoria.
Analicemos mils dctalla<l:11ncntc un método simple de sineroni711r n:lojc.~
que no requiere c:ilculo alguno. Supongamo5 que un cosmon:1uta dc.~a sahcr
si mnrcha11 a la par los relojes A y lJ situados en los ex tremos opuestos de la
nave cósmic.:i (fig. 207). Parn esto, por medio de un foco, en reposo respecto de
la n:wc y situ~do en el centro d e ella, el cosmonauta produce un destello. La luz
llega si muháneamenlc a a mbos relojes. Si Jos relojes marcan Ja misma hora en
c.~c instante, .,,;1:'111 sincroniwdos,
llsto será así soh1mentc con rdpcc10 al s~~tcma de referencia K, asociado
a la nave. en el sistema de referencia K.' respecto del cual se mueve la n:ivc. no
ocun'C I<> mismo. G1 reloj situndo en 1:1 proa de la nave se aleja del punto en que
~e produjo el clc~tcllo del foco y l:i hrt, p:ira alcanwr el reloj 11, debe recorrer
una distancia mayor que In milad de la longitud de la n.:ive (fig. '208,11 y /1). Por
el contrario, el reloj 8, situado en la popa, se acerca a l punto en que se produjo
el destello ycl c,,{Tlino n recorrer j>or la sc1i:il lun.1inosa ts menor que l;t mit;td de
la longitud de' fa nave. Por consiguiente, ·un obscrvnd'o r s i't uado en el sistc11111
K llegará a '1:1 conclusión de que las señales·no llegan simultti nc.'\mcntc a ambos
relojes.
Do.~ hcch05 cua'tcsquiem que ocurran en los puntos A y D a l mismo tiempo
en el.sistema K 1 , no scrnn simultúneos en el sistema K . Pero en virtud del
principio de la (ela1i11id:id, los sistemas K 1 y K son totalmente equivalentes.
A ninguno de ellos puede darse preferencia. Por Jo tánto, h;ty que llegar a la
conch1sÍ6n de que 111 simultaneidad ele lo~ sucesos a lejados en el cspncio es
relativa. La causa de la rela tividad de la simultaneidad cs. conto se ha visto, el
cnrúcter finito de la propagnción de las señales.
226
Precisamente en la relatividad de la simultaneidad cshí el secreto de la
paradoja de la s señales luminosas csfcricas n que se hizo referencia en el § 8.2.
La luz llega en el mismo instante a los puntoi; de la supcrlicie esférica con centro
en el punto O, únicamente desde el pun to de vista de un observador que se
<;ncucntre en reposo respecto del sistema K . En cambio, desde el punto de vis la
de un observador asociado al i;istema K., la luz llega a dichos punlos en
distintos instantes.
También es justo, claro csti, lo inverso, es decfr, en el sistema K la lw. llega
a los puntos de 1a esfera, cuyo centro csl:i en O,, en distintos instantes, y no
sirnultáneanicn te, como le parece al observador que se encuentra en el siste¡;na
K,.
De aqui se deduce que. en rcnl idad, no cxislc t<1! purndoja.
(8.1)
Como puede verse por esta fórmula , 1<10 • En esto consiste Ja con tracción
rclativistn de los cuerpos en los sistemas de referencia que se muev.:n uno
respecto de otro.
RELATJVIDAD DE LOS INTP,R VA LOS DE T IEMPO. Suponi;:unos q11e
el intervalo de tiemro ent re dos sucesos, que ocurren en e l mismo punto de un
s istema inicial K, es ; 1,. Estos sucesos pueden ser, por ejemplo, dos toques de
metrónomo que bate segundos.
Entonces el intervalo' entre estos sucesos en el sistema de rcíercncia K.,
que se mueve respecto. del sistema K con la velocidad v, se exprc~a así:
t = · .!º.·-~;:..
·-v. (il .2}
1- -
rl
217
y Y, ;¡
,....
Fig. 209
o
K
O¡
K1
- ___
.-
1
'
,,...
x,
7, zl
( .
• ?. l. ;.Qué ofinnaci<>ncs $Írvcn Je ha<c p:or:o In rcoria de lo rclalividod?
2. ;.r:n •¡né chlkrc d pri111cr f'<"~l11l:1tlo de In rooria de h1 rcla1ivid:od del
principio tic ésl:.1. cu tu mcc.'\nicl ?
3. ¿Qné su~csM llcvmi el nombre de sirnul!Ancos·/
4. ¿Pnra qué vcloci<.lndcs de movimiento la ley rcla1ivistn de coniposicic>n
de aq 11éll:1!i se trn n~forma en la clftsic,n'!
5. ;.r.n qué consiste In d ifere ncia esencial de In vclocidnd de la luz respecto
de las vclocitl.ittc!\ con que se mueven to<.l<'s lcH: tlcmás c11cq>0$?
no a1mbí:t de íorma ;11 pas:lr de un sistema inercial de rcícrcncia a otro (es de<:ir,
i:c cumple el principio de la relatividad).
Pero cuando las velocidades de movimiento son grandes, esta ley, en su
forma lmbitual (clásicn), no es correcta.
De acuerdo con la segunda ley de Newton (8.4), una íucrza constnn te,
actuando sobre un cuerpo durante mucho tiempo, puede comunicarle una
velocidad t:m grande como se quiera Pero en rea lidad Ja velocidad de la luz en
el v:icio es la velocidad límite y, cualesquiera que sc.111 las condiciones. un
cuerpo no puede moverse a una velocidad mayor que la de la luz en el vacio. Se
requiere un cambio muy pequeño en la ecuación del movimiento de los cuerpos
p;trn que ésta sea correcta cuando las velocidades son grandes. Previamente
vamos n pas;ir a k1 fonna de escribir la segunda ley de In dinámic;1 que utilizó el
propio Newton:
6¡i =F (8.5)
61 •
229
=
donde ¡i mv es el impulso del cuerpo. En cs la fórmula se suponía que la masa
del cuerpo es independien te de Ja velocidad.
Es asombroso q ue incluso a grandes velocidades la ecuación (8.5) no cambia
de formu. La variación sólo 11fcc1a a la masa Cuando la velocidad de un cuerpo
aumenta, su masa no pcrm:mccc constan1c, sino 4uc crece. Este incrcmcnlo de
la mas;1 es tanto mayor cunnlo mits se aproxima In velocidad con que se mueve
el cuerpo a la vclocid<td de la luz c.
La dependencia de Ja masa respecto de la velocidad puede hallarse
partiendo de la suposición de que la ley de conservación del impulso es justa
tnmbién con los nuevos conceptos úc espacio y tiempo. Los d1Jculos son
demasiado complejos. Daremos únicamente el resultado final.
Si por 1110 se designa la m:isa del cuerpo en reposo, entonces Ja masa m del
mismo cuerpo moviéndose n la velocidnd IÍ se dctcnnina por la f6rmuln
(8.6)
v, _ ~: .,,,Q.99999999944.
Por eso no es extroilo que a velocidatlcs relativamente pequeñas sea
imposible apreciar el al11ncnto de la masa. Pero l:ts partículas clcmentalci;
alcmmrn c 11 los acclcmdorcs de p<1rticlilas cargadas modernos vclociúu<le~
111
am.
7m 0
6ni,
Sm,
4m 0
lm,
2m1
m,
Fig. 210 o V
230
enormes. Si la velocidad de una p;1rtícula ~ólo es 90 km/s menor que la veloci-
dad de la luz, su masa aumenta 40 veces. Los potentes aceleradores <le
clcetrones son en paces de acclcrnr estas partículas hasta velocidades tan sólo 35
6 4-0 m/s menores que la velocidad de la lu7.. En estas condiciones la masa del
cl~ctrón :111menla 2000 veces, aproximadamente, y el electrón adquiere una
masa mayor que la .del protón. Para mantener este ele<:trón en una órbita
.circular, sobre é! debe actuar, por parte del campo mngnético, una fucrzn 2000
.vec.es· rh'ayor qire fo que podría suponerse de no tener en cuenta. que la masa
dcpénde de [a:vcloc'idad. Parn enlcula r l;1s 1rnyce1orias de las particlllas r!tpidas
,nq 'sirve la mecúnic.1 de Newton.
Tomando en consideracióu (8.6}. el impulso del cuerpo es
{8.7}
8.6. Sincrofosotrón
S11lid:1
del haz
Fil,\. 211
232
t:unbién debe aumenwr a ¡11cdida que crece la aeclemción. La coordinación
necesaria entre el aumento del campo magnctico y de la frccucnci;1 del eléctrico
se calcula Ynliéndoscdc l;i dinámica relativista. El sincrofasotrón es un apar;ito
relativista. En la tJRSS.Cl primer aparato de este tipo, ·para energías de 10 mil
millories de e\(1>,Iue constrµ ido en la ciudad de Dubna en el Instituto Unifica-
dó. d<;. 1nv~sijgaciorlcs Nucleares.
El .acelerador. 1l)áS grande de la Unión Soviética es el sincrofasotrón de
S~r~!Jjqv., L~- masa total de sus imanes es de 20 Oóo t En la longitud de ura
' yueltá(cen;a de í,5 km) los protones que se aceleran recorren un;i diferencia de
potcnciill to't<1! lle 350 mil V y adquieren, rcs¡x:clivamentc, la energía de
350' 000 eV. En un ciclo co111pleto de aceleración los protones adquieren üna
energía de mús de 70 mil millones de eV.
4
Despreciando la magnitud pequeña 1
/ 4 11 /c 4 se obtiene;
y;, - ~: ~ +·~: .
1-
2JJ
P(lr lo tanlo
1 ,,z .
1-2?"
Multip!ic;11Klo el numerador y e! denominador por 1 + 1/ 2 v2/c 2 y volviendo
1 4 4
:a despreciar el término / 4 t> /c , se llega a la fórmuln nproximada s iguiente:
(~.8)
De nqui se !\iguc 4ue l;a v:ari:ación de Ja masa del cuerpo óiu = m -1110 , cuan-
do su cncr!!í:a cinética ;111mcn ta en 6W.: = 1 / 2 m0 v~ se cxprc5a :1sí:
6Wc
t.vn=7 ·
(8.9}
234
' En la explosión de una bomba de hi.drélgcno· se. .libera unn cnnlidnd de
energia enorme (de cerca de 10 17 J). Esta energía es mayor qu'e toda Ja cnergia
eléctrícn que se produce en el mundo durante varios dias. Lá energía desprendi-
da se traslada junto con la radiación. Esta última pos.ce no sólo energi¡¡, ~ino·
también masa, la cual es igual, aproximadamen te, al 0,1% de In masa de los
materiales iniciales.
ENERGÍA EN REPOSO. Cua11do lns velocidades del movimienio del
cuerpo son pequeñas (v «e), In fórmu la (8.9) se puede escribir nsí 1l !
(8.11}
111-R:-. Ulo
--¡-
, =M.
. m0 6
~!!_ = /·' .
ór
La eonscc11cnci:1·m;\s imporlanlc de la teoría de la relatividad p;m1 la íisic:i
nuclear y la íisica de las partículas clcmcnlalcs e~ la relación entre la masa y la
cncrgi:i. La energía E de un cuerpo o sistema de cuerpos es igual a su masa
multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz:
B=mc1 = "'º'2 .
V1-~
La expresión E0 =m0 c 2
representa tu cnergí:a c11 reposo.
9 RADIACIÓN Y ESP l;Cl'ROS
237
Scr¡;uci lví111ovich Vavilov (189l -195J),
cmineillc lisico, hombre de C:stmlo y figura
socia l soviélica, prcsidcl\tc de 1'1 Aca<lcmia
de Cicocias de la URSS de 194.S ~ 1951.
Sus pri11eipalcs tr:1bajos cicntiíicos versan
sobre óptica fisic¡1 y, en primer lugar, sobre
fo1olumi11i.<e<:nci:t. Su csl\ldio d~ la
polari7.aci6n de la luz luminiscente llevo al
csclarccimien10 de 11 naturaleza de los
radiadores elementales. Oajo su dirección
se elaboró la tccno logí:\ ¡~ira fabric:1r lns
lámparas de "luz solM" y se dc.rnrrnll() el
método de an:'tlisis por luminiscencia de 11
"''Omposición química de lns :;ust:.wcias.
También bajo su dirección,
P. A. Chcrcnkov descubrió en 1934 la
radiación de luz por los electrones que se
mueven en un fncdio con mayor \'docitlad
que la luz en dicho medio.
238
empic7.an a em itir luz bnjo Ja inílucncia dirccla de Ja rndiación q ue sobre ellos
incide. E.it esto consiste la futol111ni11i.<iee11cia. l..:1 h17. e:<cila los útomos de 1:1
suslauci:i {o sea, aume11ta su energla interna) y luego ellos mismos cniilen ful'.
Por ejemplo, las pinlums luminosas con que se recubren muchns ligurillas
pam los iirbolcs de navidad emiten luz después de haber sido irr.i-
diadas.
La luz emitida en la fotoluminiscencia tiene, por regla general.. mayor lo nsi·
tud de onda q ue fa luz (]lle excitó la luminiscencia. Esto SC puede ot>serYnr
lu1cie11do un citPcrimcnto. Si sobre un recipicnle que contenga íl uo rcseclno
(coloran te orgánico) se diritte un haz luminoso q ue atraviese previamente un
rihro óptico violcla, el liquido empieza a emitir luz :11narillo-vcrdosa, es decir,
luz cuya longitt1d de onda es mayor que la de la h11. violc1a.
El fenómeno de la ío toluminisccncia se utili1~1 mucho en las l:ímpams de
~111z solar~. El fisico sovictico S. l. VAVi1.ov prop1~•0 recubrir la supcrlíeie
interna de los tubos de descurga con sustancias c;1p~ccs de cmi1ir luz. bajo l;l in-
n11e11ci:i de la mdiaci6n de onda corla de la descarga cu i.;:1s. l .as l:"imparns de luz
solar son, Hpro ximnd¡1111cnte, 1rcs o cualro veces mt\s económicas que lr1 s habi-
tuales l;i111paras de inca 11dcscc111:i:1.
92 Espectros y apa ratos es p ectrales
• • DISTRIDUCIÓN DE LA ENERG iA EN EL ESPECTRO.
Ninguna fuente de luz produce luz 111011ocromátiw, es decir, de
una longitud -de onda rigurosamen te detenninncla. De esto nos com•encen los
cxpcrimcn1os de dcscomro.~iciún <le l:i luz en 1111 c.~pcctro por medio ele un
prisma, asi como los de 111tcrfcrc11cia y tic difracción .
La energía que lleva consi¡¡o la luz de la fuente eslA distribuida de un modo
determinado entre las o ndas de todas las lon gitudes que entrnn en la
composición del haz luminoso. Puede decirse iambién que la energía está distri·
buida entre las frecuencins, yn que la longitud de 011<1:1 y la frecuencia cs1i111
relacionnclns por una s imple cxrrcsion
A.v = c.
Tocia fuente de luz se c;1r:1ctcri1.a por la energía tot11I que cmilc en la unidad
ele 1iempo. t..:1 energía rndiada no se díslribnyc uniformemente entre las ondas
ele distinla longitud. Por eso una 1.~1raclcris 1 ica muy imporlanlc de la radiación
es la di~tr ibución de 1:1 ellersia emitida en la unidad de tiempo entre las longi·
t udes de onda o frecuencias.
Es ta cfotribución ruede hallar~e empiric:úncnle. P:m1 esto, con un prisma,
hay lllle obtener el éspcctro de la radiaciim, por ejemplo, de un arct' vo ltaico.
y medir la cncrgin lmn inosa correspondiente a pcquciios intervalos c.~pectralcs
de ;111cl111ra t.v./\ ojo no c.< posihle apreciar (ni siquiera aproximadamcn lc) la
distríhución de la energía. El ojo humano posee sen$ibilidad ~!ectiv:i p;ira con
la lur.: su sensibilidad milxima se encuentra en la región verde-amarilla écl
espcc llo. Lo mejor es vnlcrse de la propiedad que tiene el cuerpo negro de
;ibsorber casi totalmente la lu:z de todns las longi111dc$ de onda y de c<1lcnt:irso
a expensas de la energía l11111inos:1. Basla medir la 1cmpcra t11ra de:! cuerpo y pt>t"
ella formarse una idea de la ca ntidad d.: energía absorbidn en la 1111idad d..:
licmpo.
139
El~mc:nro ~nslblc
~·~~~,1~~~~1~~~~~~·
/ /
Rojo
~ - ~-
111
/
Viol1:1u ..
, .. ,¡;. 212 Fi¡~ 2lJ
241
o
Fig. 215 Fig. 216
9.6. Royos X
247
Se supuso de inmediato que los rayos X son ondas elcciromagnéricas que se
origin:rn cuando los electrones son dccclerados bruscamente. A diferencia de los
rayos luminosos de la p11rte visible del espectro y de los rayos ultravioletas, los
r:iyos X tienen una longitud de onda mucho menor. Esta longitud es tanto
menor cu:into más energía tienen los electrones que chocan con el obstáculo. La
gran penetrabilidad de los rayos X y sus demás peculiaridades se suponían dc-
bidns prcciAAmente a Ja pequeñez de su longitud de onda. Pero esta hipótesis
requería demos! raciones, las cuales fueron aportadas 15 años después del
descubrimiento de los rayos.
l)JFRACCIÓN DE LOS HAYOS X. Si los rayos X son ondns
elcclromagnélic:1s, deben diíraelarsc, puesto que el fenómeno de la difracción es
car:icteristico para todos los tipos de ondas. Los rnyos X se hicieron p.1s;ir por
rendijas muy cslrcchas prnclic-ddas en láminas de plomo, pero no pudn
observarse: nada scmcj:inle :1 la difraa;ión. Enlonccs el lisico nlcmiln Max J.AUE
supuso que la longilud de ondn de estos rayos era demasiado pcque.ña para que
su difr:icción en obsliu:ulos creados nrtificialmcnte pudiera ser 1kscubier111, ya
que e~ imposible hacer rcndi.ias de 10- 8 cm de :inchura, que es la dimensión del
propio ntomo. ;,Y si los rayos X tienen, aproxirnadamente, esa misma longilud
de ondn? Quedaba una sola posibilidad de difractarlos, utiliza r como redes d.e
difr;1cción los cris tales. É.~tos son estructuras ordenadas en lns cuales las
dis1:111cfas entre los distintos átomos son del mismo orden de magnitud que las
dimensiones de estos, es decir, de 10- 8 cm. Un crisral, con su c.~truclurn
periódica. es 1111 dispositivo natural que inevitablcmenre debe producir la
difracción apreciable de las ondas, si la longitud de éstas se aproxima a las
dimensiones tic los áromo.~.
Y he ¡1quí que un estrecho haz de rayos X fue dirigido sobre un <.:rístal,
<1etnis del cual se hubia colocado una placa fotográfic;i. CI resultado que se
obruvo coincidía 1otalmen1c con las espcran7.as mils oplimislas. Adcn~ás de la
grun m3ncha central que producían los rayos que se propagaban
rcctilíncamcnte, aparecían pequeñas manchitas rcgularmcnle dispuestas alre-
dedor de aquella (fig. 218). L.'\ presencia de csras m:rnchitas sólo podía
explicarse por la difracción de los rayos X en la estructura ordenada del crislal.
El c.~tudio de la figura de diírncción dio la posibilidad de medir la longill1d
de onda de los rayos X. la cual resultó ser menor que la de los rnyos
uhraviolcias y, por su orden de magnitud, igual a las dimensiones de los :itomo~
oo- 8
cm). .
APLICACJON DE LOS RAYOS.X . Los rayos X han cnconirado muchas
y muy importantes .aplic.1eiones práclicas,
el) mediciiia se u'ili~an para diagnosticar correctamente fas ci.ife.rmedacles.
Su empico en· la invdtignción científica es mu"y extenso. Por la figura de
difracción, que -~e oblienc ni pasar estos rayos a lravés de los cristales, se
consigue establecer el or<lcn en que están colocados los átomos en ·ef espacio, es
decir, la estructura de los cristales. Hacer esto con las sustancias cristalinas
in.orgánicas nó ofrece dificuhad. Pero por medio del análisis estfuclural de
rayos X se co'nsiguc descifrar también la estructura de !Os compuestos
orgánicos·m:ís compléjos, incluso de f:ts protcinns. En parlicular se ha podido
determinar la estructura molecular de la hemoglobina, que consta de decenas
de millares de átomos.
248
Fi¡;. 219
í;stos resultados han sido po:;iblcs gracias a que la longitud· de onda de los
rayos X es muy pcq1.1eiia. Prccis.~mcnte por eso se pudo "vttr" 1:! es1~uc1urn
molecular. Ver, claro cslil, no en el sentido direc10 de la pnl;:bi':l, ~e traca en
oblencr la figura dcdifrncción, por medio de l:t cunl, después de h;:~r no pOCQs
csfuenos para dcsciírarl:i, se puede rccons1niir el c-Jr!·.cler de l:i disposici011
cspncin 1 de los á1omos.
Encre 01ras apl icaciones de los rayos X conviene descncnr la dcfccwscopl<1,
es decir, e l méloclo parn dclecl:i r rechupcs en 1:1~ pieza~ de fundición, ¡;ricias en
los raíles, defectos en las cos turns so ldadas, etc. La dcfccloscupi¡1 <!e rayos X se
basa en lo variación que expcrimc111a la absorción de los rayos X por lns picz.is
cuando en ellas hay cavidades o inclusiones cxtrnñns.
ESTRUCTURA DEL TUBO DE RAYOS X. Para obtener los rnyos X se
han concebido aparatos muy perfectos llamados tttlws 1fo r11yos X. Estos lubos
superan en mucho a los cons1ruidos por llocnlgcn.
En la fig. 219 se mucscra esquemácicamcnte la escructura d·; u11 tubo
clectr6nico de rayos X. El cúlodo K es una cspiml de volfr;imio que emite
efcclroncs en virtud de la emisión Ccrmoclectrónica. CJ cilindro C enfoca el íl11jo
de e lectrones que van a choCil r con el electrodo metálico (ánodo) A. Al ocurrir
eslo se generan los rayos X. La tensión entre el ñnodo y el cátodo alcanza varias
decen11s de kilovoll ios. En el wbo se crea un v:icío prof1111do; la presión del ¡¡as
en él es de 10- 5 a 10 - 7 n1m llg.
lntroducci6n
(Surgimiento de ~1 teoría cuantíen)
IA1 gran revolución en la lisica coincidió con el comicn1.0 clcl
siglo XX. Lo~ intentos de explic.-ir las leyes de la distribición de
la cncr¡;ín e11 los espectros de emisión tcnnica (radiílción electromagnética del
cuerpo c:1licntc) (¡ue c.~ oho;crvab.1n en los experimento.~ rc.~nllaron infruetuo.~o!:.
Las lcyc.~ del ckctroma¡¡nclismo de Maxwell, tantas veces comprobadas, se
.. pl:mt;iron.. i11cspcrnd:imentc c1mndo se quiso aplicnrlas al problema 1lc la
eniisión ele (llld;1s eleclroma¡¡néticns corlas p<>r la sustancia. Esto era tanto mías
sorprendente por cuanto estas leyes definen muy bien la emisión de las ond;is
hertz~111<L~ por una milena y, en su tiempo, la exi.~tenci.1 rni.~ma de In.~ ondas
elcctronm¡;néticas íue prc<lichn íundandose en estas leyes.
La clcclr('ldiniuni<::1 de Maxwell conducía en este ~-:iso a una conclusión sin
sentido, segim )¡1 cual un cuerpo caliente, perdiendo continuamente cner¡;i:1
a causa de la radiación de ondas clcctromagnéticns. debería enfriarse h:tst:l la
tcmpcmtum de cero absoluto. De acuerdo con l:i leoria cl~sica, el equi librio
térmico entre l:t sustancia y In radiación es imposible. Pero l:i experiencia diaria
demuc~tra que, en realidad, no ocurre nada de esto. Un cuerpo caliente no ¡;Mtn
!oda su energía en radiar ondas clectromag11étic.1s.
Duscando una salida n esta contradicción entre la teoría y !a experiencia, el
ÍL~ico :1lcm:'tn Mílx l'l..1\NCK su¡m~o que lo.~ i1tomos emiten la cncr{tÍ:l
ekctroma~nélic1 en porciones discontinuas, c110111tA•. La energía e de cada
porción es dirC(;t;11ncnte proporcional a la frccucm:ia 11 de Ja r:1diación:
E= l1v.
í:.n el ¡1ill'l~1ro si¡;uicntc se cslu<liará otro fenómeno lisico con ayuda del cu;tl
t:1111hién se puede dclcrminnr la constante de Planck, pero por un
prol'cdimicnto 111:·1s sencillo.
252
Max P!:111ek (1858-1947); grnn fisico
lcórico ?.lcmán, íundador de In teoría
cufrnllca, o sea, de l:Í 1corla moderna del
movimiento, !ns i:llcrneciones y las
transmutaciones · de las partículas
microscópicas. En 1900, en ur¡ trabajo
dedicado a la radbción tcrmica e'n
equilibrio, introdujo por primera vez la
suposición de que la cncr¡;ia de un
o~cih•dor (..c;istemn. '"que c!cclúa t)scit;,cioncs
armónicas) loma va lores discretós
prop<.>rcionalcs a la rrceuenci;1 de las
oscilaciones \J. El C<.>ericicnte de pro·
porcion~lidnd /1 entre la energía y la
frecuencia recibió el nombre de consla n le
<le Pbnck. La cncrgia electromagnética es
emitida por el n~cila<lor en pnrcio11cs /Jv
scparnd¡ls. Tamf?i~11 hi1.u una gnm
apor1:1ción ni dcsnrrollo de ltt ter·
modin:ímica.
Así,' pues, Planck indicó h1 salida de las dificultades con que habia tropezado
la tcorí~ . Pero este éxito fue logrado n costa de renunciar a la aplicación de las
leyes de la fis icn clásica a los sistemas microscópicos y a la radi~c ión.
10 CUANTOS DE LUZ. ACCIÓN DE LA LUZ
Efecto fotoeléctrico
10.1. En el desarrollo de las· illcas acerca de Ja 11a1ur.1lc1..a e.le Ja lu1. se
clio un gran paso al estudiar un fenómeno curioso, descubierto
por 11. l lertz y cuidados;imente investigado pur el eminente í1sico ruso
/\lexanclr Gri¡;úricvieh !>"TOLIÍ!TOV. G.~te fenómeno se conii.:c con el nombre tic
ift!Cl<J (Qtoclkrricn.
S1• 1/11111<1 1•f.-¡·111 .f1>t11d('c·t1·í1:0 d d1:.~prt•11di111k11t11 ( 11riw11¡111·) "" !'11·ctm11<w ti!'
111111 su.v1111ci11 ¡1111· fa 11ct:i1í11 de /11 /112.
Para observar el efecto fot0cléclr ico se puede utiliwr una pku¡uila <.h: line
1111ida :1 1m electroscopio (fig. 220). Si l:t plaquita se carga positiv:uncnle, su
ih11nin:1eion, por ejemplo, con 11n arco voltaico, no iníluyc en la rnpitlc7. con que
se dc.~c:trga el c!ccrroscopio. Pero si la plaquita se carga negativamente, el haz
luminoso del arco desc:irg.1 el electroscopio muy rápidamente.
G.~to sólo tiene 1111a explicución. La luz arrnnca electrones de la supcrfidc óc
la plaquir:i. Si ésta tiene cirga negativa, Jos electrones son repelidos y el
electroscopio se dc.~carg.'I. Pero si la carga lle la plaquita es posiliv;i, lo~
clectronc.~ arranc1dos por la luz son atraídos por la placa y vuelven a ella. Por
c~o la carga del electroscopio no varía.
Cuando en In trayectoria del flujo lum inoso se interpone un vidrio
ordinario, lu plaquit;i cargada ncg¡11ivamcnle yu no pierde electrones por muy
intenso que sc.1 dicho ílujo. Como se si1bc que el vidrio absorbe los r<1yos
ultr.1violet:i5. e.le este experimento se deduce que es precisamente la pnrle
ullravinlcta del c.~pcctro la que produce el efecto fotoeléctrico. Este hecho,
silllplc de por si, no se puede cxplic:ir has{tm.losc en la h:oría ondulatoria de la
l111MEs incomprensible ror qué las ondas luminosas de pequeña írccucnci:1 no
pu.:den arranc;1r electrones incluso si la amplitud de l:i onda es grande y. por
consiguiente, c.~ grande también 1;1 ru~rz.1 que ;ictíia sobre los electrones.
LEYES DEL EF.ECfO FOTOELECTR!CO. Parn tener una idea m;'is
comr,leln. ~el efecto fo.tocléctrico ·cs. necesario esclnrccer de <Jt!é depende el
uGmero de c"lc.c trqncs arrancados por f¡1 lui:; (fotoc\cctroncs) de la superficie de la
sustancia y qué detenninn su velocidad o encrgi;1 cinéticn. Con este fin se
tenli1;1ron investigaciones experimentales que consistieron en lo siguiente. En
un;i ampolla de vidrio, de la que se extrae el aire, hay dos electrodos (líg, 22t).
A través de una ''ventana" de cuarz0; transp.1rcntc no sólo para la luz visible,
sino tambii:n para la radiación ultravioleta, penetra en la ampolla e incide sobre
uno de los electrodos un hnr. de luz. A los electrodos se aplica una tensión, que
puede varinrs~ con Ull JlOtenciómelro y medirse con un voltimetrp. Jlil-'i:lccl rodo
iluminado se conecta el polo negntivo de la bnte ri:i. Bajo In ncció"n de la 1tiz es te
elec trodo emite electrones que, a l moverse en el campo eléctrico, originan una
2S4
Alcxamlr Grigórievieh Sloliélov
(1839-1896}, eminente lisieo ruso. Co-
nocido en todo el mundo por su
investigación del efecto fotoclcemco.
Demostró la posibilidad de utiliznr dich"o
efecto en In pr:íctic.1,
En su lesis docior:tl "Estudio de Ja Íll¡1ción
im:u1nción del hierro dulce" elabQrb el
méth<lo de invc.stigac.iún dC !()~ mnlcrialc~'
fc"r rom?gné1icos y estableció In rormio de 13
curva de i1n3nnción. Este tta.bajó se t11 ili7.Ó
mucho en la pritclica al constnür
mf1quinns ctCclric~1s.
Sloliétov hizo grande.< c.<fucr7.os en pro del
dcsarroll11 de l:i r.sica en Rusia. l'or
lnici!Hiva suyu $C creó el ln~1ilulo <le Fisic:1
adjtll\IO n 1:1 Univcr~idad de Moscú.
co rricnle cléelrica. Cuando las tensiones son p1:<111cñas no lodos los electrones
arn111cados por fo luz llegan al otro clcctro<lo. Si, mantcnicnclo w 11sta11tc el
ílujo luminos9, aumentamos la diferencia de potencial cn~re los e lectrodos. h1
intensidad de In corriente crece. Para cierto va lor de la lensión Ja intensidad de
la corriente alcam.a su valor miiximo, dcspucs de lo cual cesa su crecim iento
(íig. 222). El valor m:íximo de la intensidad (le la corr ient~ 15 recibe d nnml)l'c
(\e corrieme de sa1.uracicí11. Esta corrie1He viene detcrmimula por el número <le
elcc1roncs que emite por segundo el electrodo iluminado.
Variando en este c.xperimento el flujo luminoso se consigue establecer que el
número de electrones arrancados por Ja luz de la superficie del metal en l s es
directamente proporcional ;1 lit energía de la onda lum inosa ;ibs(1rbkl;1 durante
ese tiemp<>. En esto no hay n:id:i iucspcmdo: cuanto mayor es la energía del ha"!.
luminoso lanto mils cfic:rl. es su acción.
Fi¡;. 221
2SS
F'ig. 222 U, O u
Dctcngilrnonos ahora en la medición de la cncl'gía cinética (o ele la veloci-
dad) de los electrones. 13n la gritlic:i que reproduce la lig. 222 se ve que Ja
inlcnsidad de la corriente folocléclrica es distinm de cero incluso cuand o la
tensión es nula. fato signilic:1 que una parle de los clcctronc.~ arranc;idos fl<'r la
lu1. lleg:rn al electrodo derecho (véase- Ja lig. 221) en nuscncia de lensión. Si se
invierte la pobridad de la batería, lainlcnsidad de la corriente disminuye y, con
cicrlo valor U, de h1 po laridad invertida. se nnnla. Se debe esto ;1 que el campo
cléi;trico dccclcm los electrones arrancados hastu 111.:tcncrlos tota lmcn lc y,
luego, hace que retornen al electrodo.
'La 11msiú11 r<'lrt1"Cl"' /om U, depende de Ja cncr¡;iu cinétic.'I múxima de lo.~
electrones ;1rrancados por la h17.. Midiendo la tensión retardadora y aplicando
el teorema de la cnergin cinéticn (vénscel libro "Fisic.-i r de Ed. MIR), se puede
hallar el valor 111<\xirno de la encrgi:l cinéticn de los electrones:
mo1
- --cU,.
2
Si vari;i la intensidad de la luz (es decir, la energía que incide sobre el
e lectrodo en la unidad de tiempo), la tensión reta rdadora, como muestran los
experimentos hechos, no varia. Esto significa que no varía la energía cinético de
los electrones. Desde e l punto de vista de la energía ond ulatoria este hecho es
incomprensible, ya que cuanto mayor sea la intensidad de la luz., tanto mayores
scr:'m las fuco.as c111c nctúan sobre los cle<:lroncs por parte del campo
electromagnético de la onda luminosa y, al p.-ircccr. tanto m:ís energía debería
tra11smi1irsc a !ns electrones.
los cl\pc rimcn tos pusieron de manifiesto que la energía cinética de los
cleetroncs arrnnc;idos por la luz sólo depende de la frecuencia de ést.;1. l.<1
energía cinética mi1ximn de los fotoclcctri:ll\el' crece lineahnente co n lu
frcc11cncii.1de Ja luz y no depende; de la intensidu d de és!:l. Si:la frecuencia de l:i
h11. es mci1pr que· cicrt;1 írccucnci;t minim;t 11 01111 • •magnitud P.<;fr1 \!el todo
dclenninad'a paril cmla sust:u1ci:Hlaéla, .el efecto fotoeléctrico no se ·produce.
l1v> .'I .
La frecuencia límite (mínima) v 111;n recibe el nombre de fteciJ<mcia umbral
o umbral rojo fotoeléctrico. Es ta frecuencia se expresa así:
A
Vmin= /r (10.3)
257
17(/)9
E l trabajo de extracción A depende del tipo de metal. Por eso la frccucm:ia
ttmhrn! V 01 in (ttmbrn! rojo) es distinta p.,rn sustancias <liícrcntcs.
Para el 1.inc la íreeucncia umbr:tl es la corrcspomli.:ntc a la longitud de onda
umbral Amii•- 3,7 · 1.0 - s cm (radiación ultra violeta). Esto cxplic.'l el 1·c.~11hado
del experimento de interrupció n del efecto fotoeléctrico por medio de la lám in:i
de vidrio, que a~orbc los rayos ultravio letas.
El tr:ibaJO de extracción en el a lu minio y en el hierro es mayor que en e! zinc;.
Por eso en el experimento descrito en el§ 10. t se utili7.ó una plaquita de :r.inc.
En los mct:1Jcs nlcalinos, por el contrario, el trabajo de extracción es menor y In
longitud d é onda ttmbral A. 111 ; , es nwyor. Asi , para el sodio Amo• ~ 6.S x
X tQ-S Cll1.
Aplican<lo la ecuación de Einstein (10.2) se puede ltnllar la constante de
l'lanck li. Pnrn ~':'to hayqucdctcrm inarcxpcri111entalmcntc la írccucncia v de l:t
lu7. y el trabajo tic cxtr.icción A y medir la energía einctica de los foloclcctroncs.
E.~tc tipo <le medidas y ci1 lculos dan: /1 ""6,63 · 10- 34 J ·ll. Exactnmcntc ~le
111ism<1 valor ím: hallado por Plam:k cuando c.•ludiaba la teoría de ot ro
fenómeno 11111y distinto. la radiación 1érmic;1, L;i coincidencia de los valores de
la eOJ1St:111tc de l'Janck Obtenidos por mctOÚOS diferentes co nfirma que la
hipólc•is au:n;., del c:irúctcr disconÜnuo de l:t Clll~•iún y la ;ibsorciún de la h17.
por la sustancia es correcta.
10.3. Foton es
fi = - 11 = 1,05·10 - ~- J ·s.
2n
Én tonces 1:1 energía del fotón se escribe asi:
E = hv = /1<•1. ( 10.4)
158
El fotón 110 tiene masa en reposo m 0 , es decir, no existe en estado de reposo
y ol generarse adquiere in mediatamente lo velocidad c. La masa definida pÓr la
f6nnula (10.5) es la masa del fotón en movimiento. Conociendo la masa y .lo
velocidad del fotón se puede hallar su impulso:
hv Ji
p =mC' = - =-. (L0.6)
e '-
El impulso. del fotón está dirigido en el sentido del rayo de hr;i.
Cuanto mayor seá Ja frecuencia, tanto mayores serí111 la energía y el impulso
del 'fotón y t:111to111ás cl.a ramcntc se manifcstnríui lns propitdüdcs có'rpuscularcs·
de Ja luz. Como Ja constnnte de Planck es muy p.:quci\11, hi- cncfgi:t de lqs
fotonc.~ de la luz visible c.« insignific:1nte. L<•s fotones corrc.~pondicntcs a la lu7.
verde tienen una energin de 4 · to - 19 J.
No obstante, en los mngniftcos experimentos de S. l. Vnvílov. se comprobó
que el ojo humano, el m:"is scnsihle de loi; ·•apar;uos", c.• c;1p;1z de reaccinn~r
ahtc difcrencins de · ilumilrnc ión cquivalcnles a cu:m.tQS· unitarios.
A.sí, pues, los científicos se vieron obliip1dos·a inttml11cir e l ·concepto de 1117.
como un nujo de p;irticulas. Esto puct.lc par<:ccr un rclorno a la h:oria
corpuscular de Newton. Pero no dcl>c o lvidarse que la interferencia y Ja
diíracción de l;i luz nos dicen sin lugar a dudas que In lu7. tiene propiedades
ondulatorins. Ln luz, pu·c~, posee una 1l11nlidarl de propie1ladcs particular.
Cuando Ja fuz se propa·g a se maniíicslan sus propiedades omlulatorins y cu;indo
interacciona con 111 sustancí:1 (emisión y absorción), se revelan su.~ propicd;1clcs
corpusculares. Todo esto es, natumlmcntc, extraño y desacostumbrado.
F igurárselo intuítivamentc es imposible. No c.~ posible imaginarse de un modo
claro y completo los procesos del micromundo, porque son totalmente diMintos
de los ícnómcnos macroscópicos que el hombre viene observando durant.:
millones de años y cuyas leyes fundamenwles íueron enunciadas a finales del
siglo XIX.
Con el tiempo la dualidnd de propiC<ladc.~ se ha dcseuhicrto también en los
e lectrones y en otr;is parlícnlas elementales. CI electrón, e n p<trticul:ir. además
de sus propiedades co rpusculares, tiene propiedades ondulatorias. Se puede
observar la diírncción de los e lectrones.
Es1as extraordinarias própicd:ides de los microobjctos se describen
:1poyándosc en la mecánico cuá111ica, que es la teoría moderna del movimie1110
de las microparticulas. La mecánica de Newton es inaplicable en este C.'ISO. Pero
el estudio de la mecánica cuánlica supern el marco del curso de flsica de la
cnscñan;r.:1 media.
e
... ' ~
·t ···.
;-,_
Presión de la luz
10.5.
Mnxwell, basúndosc en la 1coria elcctromagnc1ic:i de la lu1,
predijo que la hrt. debe ejercer presión sobre los obstáculos.
Bajo la acción del campo eléctrico de la onda, los electrones oscilan en los
cuerpos. Se genera una corriente eléctrica. Esta corrieute est:i dirigid:i a lo IMgo
de la intensidad del campo eléctrico (fig. 225). Sobre el movimiento ordenndo
de los electrones actúa la fuerza de L-0rcn12 F por parte del campo magnético.
Según la regla de In mano izquierda, la íucrza de Lorentz está dirigida en el
sentido en que se propaga la onda. Esta es la fuerza de Ja prasió11 ele /(1 luz.
Para denios1rnr que la lcoria de Mnxwcll era ju~la tenia imrortancia medir
la p.rcsión de In luz. Muchos cientilicos intentaron ha~'Crlo. pero no lo
cons iguieron, y:1 que dicha presión es muy pequeña. En un día de Sol despejado,
sobre un metro cuadrado de superficie actúa una fuerza de sólo 4. 10 - s N. El
primero que logró medir la presión de la lu1. fue el destacado fisico ruso f'iotr
Nikolúcvich t,~.1 11muv. en 1900.
El disposit ivo que ulilizó Lcbedcv consis te en una varilla muy liviana,
s11spendida de 1111 hilo de vidrio finísimo, a cuyos extremos estaban pegadas <los
aletas tambicn muy ligeras (lig. 226). Todo el dispositivo se colocaba dentro de
un recipiente del cual se extrnía el aire_ La luz incidía sobre las aletas situadas
a uno de los lados de la varilla. El valor de.la presión se podía apreciar por el
ímgulo de torsión del hilo. La dificultad de la medición se debía a que era
imposible extraer todo el aire del recipiente (el mov imiento de las moléculas del
<1 irc, producid<> por el calen tnmicnlo desigual de las nietas y de las paredes del
recipiente, hace q ue se originen momentos de rotación adiciona les). Además, en
la 1orsiú11 del h ilo iníl uye el desigua l calentamiento de las caras de las aletas (la
cara expuestn a la luz del foco se calienta más que la cara opuesta). Las
molcculas que se rcllejnn en la cara más caliente transmiten a la aleta un
impulso mayor que las molécul;1s que se rellcjan en la cara menos caliente.
Lébcdcv consiguió superar todas estas dificultades, a pesar del bajo nivel de
lil téenic.'I experimental que ento nces ex istía, utilizando un recipiente muy gran-
de y un.as aletas nllly delgadas. La exis tencia de Ja presión de la lui sobre los
$Óli\l'o s fue por fin demostrndu y .medida. El valor obtenido coincidió con el
predichq pcir Maxwell. Mils ta rde, después de tres años de trabajo, Lébedev
logró rcali¡;nr otro experimento aún más delicado: medir la presión de l:i luz
S<1brc los gases.
La aparicíbu de la teoría c uántica de la luz permitió explicar de un modo
mfls s~n.c illo la causa de la presión de la luz. Los fotones, lo mismo que las
partículas de sustancia que poseen masa en reposo, tienen ·impulso. Al ser
absorbidos por un cuerpo, le comunican su impulso. Según la ley de
coi1servación dd impulso, el impulso del cuerpo será igunl al de los íotones
262
llhsorbidos. Por eso el cuerpo en reposo se pone en movimiento. La variación
del impulso del cuerpo, según la segunda ley de Newton, significa que sobre el
cuerpo actúa una fuerza.
Los experimentos de Lébcdcv se pueden considerar como la dcmostraci6n
¿xperimcnt:il de que los íotoncs tienen impulso. Li ley de conserYación del
impulso es totalincntc general. Esta ley cs justa tanto pat'lt In substancia
ordinaria cómo para.. los fotones p cuantos del cnmpo eJectromagné.tieo.
Aunque la. presión de la lúz es muy pcqueiia en lns co'ndiciqri¡;s habituales,
su acción puce!'c llegar a ser ·muy importan le. Dcritro de las cstrc)las,
a tcmperalums de varia~ decenas de millones de gmdos, la presión de In
radiación electromagnética puede alcanzar una magnitud e11ornie."Es1a presión,
junto con las ·ruerzas de gravitación, <lcsenipc11:I un papel esencial en los
procesos intracstclares. ·
Fig. 227
265
La energía electromagnética ta111bién es absorbida en porciones scparadns.
El cfc<:to fotoeléctrico (cxtrncción de electrones de una sustancia por la ncción
de l:i luz) confinna esto. El núrncro de electrones :irmncados es proporcional
a la intensidad de la luz, y la energía cinética de los electrones está determinada
ünic;11ncntc por la frecuencia de In luz. De acuerdo con l:is ideas de Einstein. la
porción de cncrgi:t absorbida l1v se gasta en rc;1li7.;rr el trabajo de cx1racci<in A,
p¡tra :irrnncnr el electrón del mctul, y en comunicarle a dicho electrón cnergi:i
cinéticn:
2
11111
hv~ A +
2- .
Si la frecuencia de la luz v < Vni\n"" A/ Ir, el efecto fotocléct1•ieo no se observa.
Asi. pues, durante In emisión y 1:1 absorción de la luz se ponen de nmnificsto
las propicd;idcs corpuscula1cs de ésta. La part"1cula de luz se llama cunnlode luz
o fotón . La energía del fotón se determina por la ftir111ul;1
H = /rv ~ htú,
lfop lllCl:ilÍ<"J
t lhfk'f!\l>í:I
claro <1uc los electrones no pueden estar en rcpo~o dentro del lÍtomo, ya que de
lo contr:1rio c;ic:rían en el ní1clco. Los electrones 5e mueven alrededor del núcleo
de un modo semejante n como los planetas giran nlrcdedor del Sol. &le
c1r:.Cter del movimiento de los electrones viene delcrminndo por la acción de
l:is ÍUCl'7..<1s de Coulomb por porte del núcleo.
En el átomo ele hidrógeno se mueve alrededor del núcleo un solo clcclnín.
El 11íicleo del iltomo de hidrógeno tiene una c:irgn posilivn ignal en módulo a la
rnrg:t del clci;trún y una mnsa 1836.1 veces mayor, aprox imadamcnlc, \¡ne la
masa del electrón. este niiclco recibe e l nombre de ¡m11tí11 y se ha empc1,:1do
a considcmr como una partícula elemental. Por di1nensión del átomo se
entiende el mdio de lu órbi1;1 de su electrón (fíg. 230).
C:I modelo planclario del !1tomo, simple e intuitivo, liene un fundnmcnto
expcrimcnlal directo. Este modelo p.,rccc absolutamenle ncccsnrio para poder
explicar los e}(pcrimcntos de dispersión de las partículas o. Pero sobre la base
de este modelo es imposible explicar el hecho de la tlXlSTENCIA del fltomo y su
t:STADll.lllAO. ¿Por qué? Porque los electrones se rnucvcn por las órbitM con
a1.-clcración y esta es considerable. Y, según las leyes de la electrodinámica de
Maxwe ll, toda carga que se mueve con aceleración debe radiar ondas
electromagnéticas de frecuencia igual al número de sus revoluciones por se-
gundo alrededor del núcleo. La radiación va acompailada de pérdida de ener·
J.!Í:> . Al perder cncq;ia, lo:; electrones deben acercarse :il núcleo, de un modo
semejante a como los s¡¡télitcs artificiales se aproximan a la Tierra a l dcccler.1rsc
en l;1s capas superiores de la <1tm6sfcra. Como demucslr:111 los cilculos
absolutamente rigurosos, basndos en la mecánica de Newton y en In
electrodinámica ele Maxwell, el electrón debe caer en el núcleo al cabo de un
tiempo insignificante (del orden de IO- 8 s) y el átomo dejar de existir.
En rea lidad 1fo ocurre esto. Los átomos son es tu bles y en estad.o no excitndo
pueden cxislir un tiempo 'ilim iwd.o sin radia r ondns clcclromagnétícas.
La discrepancia entre la experiencia y la conclusión de que es inevitable la
:111iquilación del illomo a causo de la pérdida de cnergj¡1 en •"adiación, es el
rc.~uhncto ele aplicar las leyes de la lisíca clásica a los rcnómcnos que tienen lugar
dentro del Íllómo. De aqul se sigue .qµe las leyes de In fisiea clásica son
inaplicables a los ícnómenos de escala atómica.
270
Nicls Bohr (18115-1962). gran lisico da nés.
Creó l:i primcr.1 teoría cu:intica del alomo
y J'l.'ITlicipó muy acliv:imcnlc en la
ol:ibornei6n de· los fundamcnios de 13
mce<\nica cuimticn. Además hizo unA gran
aporrnoión n la te'liría del núcleo nlómico
)' de In$ rcnccionc"i nuclcarC$. íln
p;lrticulnc. dc.~arrolló In lc<Jrin tic In risión
rrnclcor, proceso en el cual .se dc11:prcndc
una cnom1c cantidad de encrgfa.
en Copcnhaguc creó llohr uM grnn
C$CUCl:i ÍntcrnncÍOnaf tic ÍISÍCO$ y $C CSÍOl'ZÓ
por dcsnrmlbr In Ct>t>pcrnción cn1rc los
lisu.:os th: hxlo el nH1t\llo. l\4th t paru..:iptí
ac1iv:u11cn1c en la fue.ha contra la :imcna1.A-.
al<)micu.
Postulados de B ohr
11.2.
La salida <le esln siwación t:an dificil foc hallada en 1913 por el
gran ÍL~ico 1lané..< Nicls ll(ll IK. al tlc.'<:1rrollar 1;1~ ideas cuanlica~
;1c.:n:a de los procesos que ocurren en la 11a111r:1lci.;1.
13inslein calíricó el trahn.io realizado por Oohr como "Ja mi1xima armonía
del pensamiento", que siempre le sorprendió. flas¡imlosc en hechos
cxporimenta lc.~ aislados, Uohr, con intuición geni:i l, previó accrlada men1c la
esencia ele! problema.
Hohr, si11 emlmrgo, 1111 po·opuso una lcuriu c1>nscc11cnlc del :·1t11mo. Si>I<>
enunció en forma de postulados los principios básicos de la nueva leo ria. Con la
parliculari<lad de que l11s leyes de la í1sic:1 cli1sica 110 eran rcchn:t.adas
incondicionalmente ¡>0r ellos. Los nuevos poslulados m;\s bien imponían
snlamente ciertas limitaciones ;i los 111ovimic111os que la lisien clásica
consideraba pcm1isiblcs.
No obslllnlc, el éxito de la leol'ía de Bohr fue asombroso y todos Jos flsicos
co111prencliero11 q11c Bohr habi;i encontrado el huen c;11ni110 para desa rrollar la
lc(lria. Este cami no contl11j<> después a la crcació11 de la :irmoniosa tcorí:1 del
movimiento de las microparlíc11l:1s, la mcccínil.'lt c111i111iw.
El l'lllMl!R l'OS'l'UL/\DO <le Boh r dice: 1111 sistema ulómico só lo puede
encontrarse en delerminados c.~ludos cst:1cionnrios o cu:inlicos, a c;ida uno de
los cu.ale.~ corresponde una energía Eft también delcrminada; en estado
cst;icionario el átomo no radia.
fale postulado ~lá en clara contrad icción con la mcci1nica clásica. según In
cual la energía de los sistema~ cu movi111ic1110 puctlc ~cr cnal'luicra. También
co11trndice la clcctwdinámic11 de Mnxwell, puesto q11e nd111i1c la posibilidad del
movimiento acelerado de Jo.~ elcclroncs sin emisión de ondas c[cclro111agné1ic:1s.
271
(!, cV
o~
11
- 13 ,$3 1 - -- --
Fi¡i. 211 b
272
M odelo del átomo de hi drógeno según Bohr
11.3.
13ohr aplicó sus postulados a la co11strueción <le In 1corí<1 del
sistema arómico mas simple, e! útonJO de hidrógeno.
El problema funcla¡ncntal consistía en halh1r las frecuencias de .las ondas
clcc Lro111:.1g11éticas que einite e l h.idrógeno. Estas frecuencias pueden hallarse
b:1s{rndose en el segundo postulado, si se dispone de unn regla para determinar
los valores es tacionarios de la energía del ~lomo. Esta regla también tuvo que
ser postulada ·por llohr.
ENERGÍAS DE LOS ESTADOS ESTACIONARIOS Y RADIOS DU
LAS Ó lt.IJlT/\S ELECTilONJC/\S CORRt:SPONDICNTCS A eLl,.OS. llóhr
considéró l.as óhitas inf1s siinplcs, las círc11lares. La enc1:gí!1 pó!cnciaj· de -la
i111crm:ció11 del electrón con el núcleo se dclcrmina ·por fo fqrmu1;t
('l
wp -- - -4m:·--r'
0
o bien
e1
/111'1/2 =---.
4nc<>
( 11.5)
¡; = (1 J.6)
8m:or
Según la mecánica clúsica el radio de la órbita puede tomar un valor cualquiera.
Por consiguiente, la energía también puede tener cunlquicr valor.
Pero, por el primer posl\1lado de Dohr, la energía sólo puede lomar
detcnninados valores E,.. Por eso, según (11.6), los radios de las órbitas en el
í1tomo de hidrógeno (ampoco pueden ser arbitrarios. La regla ele cuanlización
de Bohr establece los posibles radios de las órbitas y, respectivamente, los
rosiblcs valores de la energía en el átomo.
273
f'ig. 232
Cuando el electrón se mueve por una órbita circular, el módulo del impulso
mv y el radio de la órbirn r perma necen invariables. Por lo tanto, también scr<Í
constante la magnitud mur. En mecánica cs1;1 magnitud se llama momento de
impulso". l.lohr advirtió que Ja constante de Planck se designa con las 111ison;1s
unidades de medida que el momento de impu lso:
kg·m
.l·s=---m.
s
Y como estaba seguro de que la constante de l'lanck debería desempeñar 1m
papel fundamental en Ja teoría del alomo. supuso Hohr que el producto del
módulo del impul.5o por el radio de Ja órbita debe ser múltiplo de la constante
de Phmck /¡: ·
mvr= un,
s iendo n = 1, 2, 3, ... Ésta es la rey la de cum11iwció11. Con ella se puede excluir Ja
velocidad de la fórmula (11.5) y-obtener la expresión parn los posibles radios de
las órbitas:
( 11.7)
·Éslc cs p1•ccis:m1enlc el radio del illomo. La_ teoría úc~ohr<la pata él un val(lr
0
·coi'r_<;c!O. Las dinJénsiones del· f1.tomo vicmin ·delcnni'nadas por las leyes
é1iúrilicas(cl .rncfio.sc·dctcrmi1ia por el cuadrado de llt constante de Planck). La
teoría clilsi.ca 110 puede explicar por qu.~ las \]imc11siooes del átomo son del
orden de 10- 1·1 m. ·
· Sustituyendo r en la fórmula (i 1.. 6) por fas expresiones de los radios de las
Órbitas (1.1,7), se obliericnfos valpres de las energías de los estadqs estaciona~ios
v= R(..2._
22
_ _2._)·
k2
275
,..
ABSORCIÓN DE LA LUZ. La absorción de la luz es el proceso inverso
a la _emisión. El :'Homo, al absorber la luz, pasa de los. estados de energía
1nfcnorcs a los superiores. En este caso absorbe las mismas frecuencias que
emite al pasa r de los estados de energía superiores a los inferiores. En la
fig. 231, b las nechas representan las transiciones del átomo de unos estados
a otros absorhicndo luz.
277
11.5. D ificultades de la teoría de Bohr
282
4. Determinar la longitud de onda ). de la luz que emite el átomo de
hidrógeno al pasar del estado cstncionario eon número k = 4 al cs1ado
con nUmcro 11 :s- 2?
5. Determinar la longhud de onda mínima de la serie d.e Bnl!Tlcf.
E=
• - (4nF.Y 21¡ 2 11 2 •
26l
La tcorh1 Je Dohr dn los valores correctos de todas las frecuencias del
cspcc1ro de rayas de la radiación del hidrógeno. Pcnnite también determinar
tcóricamenle el radio del átomo de hidrógeno y su energía de ionización.
Por medio de experimentos directos se demos1ró que Jos es1i1dos
cs1ucionarios existen en realidad (experimentos de Frnnck y H ertz).
No obs1ante, la teoría de Jlohr no es lógicamente consecuente. Sobre su bnsc
no fue posible co11s1ruir la teoría cuantitativa de los átomos miis complejos
(átomo de helio y otros). La introduccióo de las ide.1s eu:inticas rcq11erin una
reconstrucción radic;il de la mccúnica y de la clcetrodiniuniea. Esta
rccons1 ruceió11 ~e llevó a cabo en los años 20 de nues tro siglo. Fueron cread ns la
mcc:inic;1 cu;\ntica y la clcctrodiniunica c11ántic11.
IJas;indosc en In 1cori:1 c11:intic;1 de ta radiación se han construido Jos gcnc-
r:idorcs cu~nticos de ond<1s hcrt1Janas y los gencrJdorcs c1.r.\11ticos de lu1. visible
o lftscrc.~. c.~ws liltimos crcnn una radiación coherente de polcncia muy grnndc.
J..;1 rncliación de l[t$cr enc11c111ra 11111plisima~ aplicaciones en clivcrsas ramas ele I~
c.: icncia y de la técnica.
12 FÍSICA DEL NÚCLEO ATÓMICO
C:::t:' /~ l'--b
Fig. 239
At11Z
de vidrio
R t
Al disposittvo
rcgistr~dnr
da al paso de una partkul:i, pam que comience l<1 transidón del sis tema ;1 un
nuevo es lado rnfls estable. Este procc.~o da Ja posibilidad de registrar Ja p:irticu-
Ja. En la ;1chmlidad se utiliz.'ln muchos métodos distintos de registro de
parliculas.
En dependencia de los fines del experimento y de las condiciones en que se
hace, se 11tili1;111 los aparatos más aclccuados, q11c se diferencian entre sí por las
car~u.:tc ríst icas f11ndan1cnllll<.l.~.
A<1uí nos limitaremos u describir los dispositivos que más se empican en Ja
investigación de las partículas elementales y en la lisica nuclear. E.I método mils
simple de registro, c.-; decir, el de rccucuto del centelleo, ya se ha estudiado.
CONTAl)OR DE DESCARGA EN GAS DE GmGER. El contador ck
Geigcr es uno de los aparatos más importantes para contar automáLieM1cn1c
lns partículas.
El contndor (fig. 239) está formado por un tubo de vidrio recubierto por
dentro de una c:ipa metálica (cátodo), y de un delgado filamento metálico que
paM :i lo l:irgo del eje del tubo (ánodo). El lubo se llcn:i de gas, por lo general
argón. 1;1 funcionamiento del contador se bas:i en la ioniwción por choque. La
partícu la cargada (electrón, partícula a, cte.), al pasar por el gas, arranca
elcctronc.s de los átomos y crea iones posl!ivos y clcclrones libres. El campo
eh:-cl rico entre el ánodo y el cátodo (a los cuales se aplica una alta tensión}
acelera los elcc1rones hnsto energías con las cuales cmpie1~1 la ioni1.1ción por
choque. Se produce una avalancha de iones y la corriente :i través del contador
crece en Occlw. /\l mismo tiempo en ia resistencia de c:1rga R se gencrn un
impu lso tic tensión que ll ega al d ispositivo rcgistrudor.
Pa ra que el contador pueda registl'ar In partícula siguiente que incide sobre
él hay que extinguir In descarga en avalancha. esto se consigue
automaticamente. Como en el instante en que aparQX: el impul$o de corriente la
caida de tensión en la resistencia de carga Res grande, la tensión entre el :inodo
y c.I cátodo dismiri.uye bruscamenie tanto, que la descarga se interrumpe.
El contador el.e Geiger se utiliza principalmente paro. registrar clcclroncs
y cutmtos y (fotones dc ·gran energía). Pero estos úllimos no se pueden regislrnr
d ireetamci1te, debido a qirc su poder ionizante es pcquc11o. P;rr;i poderlos
detcetar; la p:ircd interna del tubo se recubre de un material del cual los cuantos
y arranean electrones.
El éontador regiwa casi todos los electrones que inciden en él y,
aprox imadnmcnte, uno de cada cien.cuantos y. El regi$tro de partículas pesadas
(p.1 rtículas "a. por ejemplo) es mirs dilicil, ya que no es fácil prncticar en el
contador una "ventanilla" suficientemente estrecha, transparente para estas
ii-1rtíc1113s.
286
En la actualic.Jncl existen contnc.Jorcs cuyo funci.onnmlcnio se ba~1 en
principios distintos que el de Geigcr.
CA MARA DE NIEBLA. Los contadores sólo permiten rcgistr¡ü el hecho
de que a través de ellos, pásan parlleulas y determinar algunas de sus
características. En cambio, en la cámara de niebla (de Wilsoo), creada en 1912,
la partícula cargada rápida ..dej;t una trayectoria visible que se puCde observar
directamente o fotografiarla. Este aparato puede decirse que es una ~vcntapa"
abierta al micromundo, es decir, al mundo de las particulns elementales y de los
sistemas formaaos por ellas.
El funcionamiento de la, cámara de niebla se busa en la condensación del
vapor suturado, sobre los iones, ~o rmando ¡¡otilas de ng.11a·. Los ion1.'S·lós. crea
a Jo largo de ..su recorri<;lq la pa rticula ciir.$nda que -pasa.
La c:ímur:i de niebla ·co1isis1c en uri recipiente hci·mó\icn mente ccrr¡,1do.,lleno
de vnpor de agua o de a lcohol, proxim9 a la sa1u1'nci611 (fi'g. 2.40). Si el .éinbo)o '
desciende brusc11mcnle, a causn de una disminuci6n de la presibn debajo tic él.
el vapor que hay c11 la cúmara se cxpan<le:1diah;'11ica111enle. Con esto se pnxh1cc
Slt enfriamiento y el va por se hace sobrcs111urado. Es1c estado del vnpor es
ínestnble: el vapor se condensa con facilidad. De centros de comlcns.1eión
sirven los iones que origina en el espacio íllil de la e1mnra la pMlícula que la
atraviesa. Si la parli<:ula penetra en la cámarn i11111cdia1amcntc anle.~
o inrnedialame111e dcspues de la expansión. a lo largo de su recorrido se forman
gotitas de ugua. Estas gotitas constituyen la lraycetoria visible - ..traza"' - de la
p.1r1lcula l¡1111~1da (fi¡;. 241~ Luego la cámara retorna a su estado inicfal y los
iones son expulsados por un campo eléctrico. Antes de la c~pnnsión siguiente se
quila este cnmpo. Bn dependencia de las dimensiones de la cámara, el tiempo
necesario parn res tablecer el régimen de 1rabajo oscila dc.5dc varios segundos
hasta docenas de m inutos.
La información que proporcionan las 1mz;is (huellas) en Ja cámara de niebla
es mucho más rica que la que pueden dar los conlado rcs. Po r la longitud de la
huella so pl•cdc delcrminnr la cncrgin de la partícufn. y a teniéndose al númcl'o
de gotitas por unidad tic longitud de la tray~-ctoria se aprecia su velocidad.
Cuanto niás larga es la trayec1ori:t de la particuhi, tanto mayor es su energía.
Y c.:uanlo mlls gotas se forman por ur.idad de longitud de la trnycetori;1, h111to
l'laca de ,•illri<'
287
Fi¡:. 242
menor es su velocidad. Las partículas con mayor carga dejan una huella mús
gruesa.
Los f1sicos S•>viéticos 1•. L. KAl'ITSA y D. v. SKOllEI:rsiN propusieron sitllar la
cúm;ira de nicbla en un c;1mrn rnagnétic.;o homogcnco. El campo magnélico
ae1iia sobre h1s partícul;1s en movimiento con uila fuerza determ inada (íncna de
l.orenti). Esta íucr1.a hace que se curve la lrny<..-ctoria de la partícula sin que
varíe el módu lo de su velocidad. L<t curvatura de l;1 trayectoria es tanto mayor
cuanto mayor es la carga de la par!icula y cuanlo menor es su 111asa. Por la
curvatura de la trayectoria se puede dc1crminar la nnón de la carga de la
partícula a su masa. Si ~e conoce una de estas m¡1gnitudes se puede ca lcu lar l;i
otra. Por eJemplo, por la carga de la partíc11la y la curvatura de la trayecto ria se
puede ha llar s11 masa.
CÁMARA DE BURDUJAS. En 1952 el científico nortcamcric;1110
D. GLASER propuso uti lizar para poner de manifiesto !as huellas de las
partículas 1111 líquido rccnlcntado. En este líquido, sobre los iones que se
originan durante el movimiento rápido de la partícula cargada, se íorm¡m
burbujas de vapor que hacen visible la trnycctoria. Las cúmarns de este tipo
recibieron el nombre de cfimaras tle /n1r/111jas.
En su cst:nh> inicia l el líquido se c11cuc11tra c11 la c{11nara a una pres ión ;1J1:1
que evita su ebullición, a pc~1r \te que la tc1i1pcratur:1 del líquido es mús alta que
In de ebullición a la presión atmosíérie<1. Al reducir 1<1 p<csión co n rapidez, el
liquido resulta recalentado y durnutc un corJo intervalo de .tiempo cst1u:i1 en
cst11do i1icstabl~. Las particulus cargadas que atn1vies:111 la. cúmarn du¡anlc
.dicho intervalo hacen. que ap11rczca.n trayectorias viSibles formadas por
b11.rbujas de vi11)Qr ·(íig. 242). !;,os· Jíq11ídos que se usan comúnmente son el
hidrógeno líqu ido y el propano. La duración del ciclo de lr<ibajo de la cúmam
de burbujas: es pcqúelia,. de 0.1 s a¡Íro.ximadamente.
La v<;1i taja de fa ciínjum de burbi1jas frente. a la de niebla se debe a que Ju
densidad ·de su sustancii~ activa es may.o r. Como consecuencia el recorrido de
h1s p<\Tliculns <;.s suficientemente corto e incluso las particul11s con grandes
energías se ifotienep .e·n .ia é~niara. Esto da la posibilidad de obs·e rvar la serie de
trnnsíormacioncs sucesivas q\rc experimenta la parlíct1h1 y h1s reacciones que
cl!il prod ucc.
Li1s lraycclnrias vísiblcs en las cí1111aras de niebla y de burbujris son 1111:1 de
288
Fig. 243
Y he il<( uí q11c se le pla nle¡1 la pregun la: después de ser irradiadas las s:ilcs de
uranio, (.no cmilir:in, además de la luz visible. rnyos X'/ Becquerel envolvió una
pl~ca fotogrúíiea en papel negro opaco, puso sobre ella unos granos de sal de
uranio y la expuso a la clam lu.7, del Sol. Unil vc;>: revelada, la placa cnnegrci;ió
en aqucll;is partes, sobre las cuales estaban los grano~ de sal. J>or consiguiente,
el uranio crc.'lha dcrt:i radiación que, lo mismn que .los r.iyos X, penetra los
cuerpos opac<.is y nelúa sobre la placa fotográliea. llecqucrcl s~a puso que esta
ra<foción se producía bajo la inílucncia de los rayos solar<ls. Pero en una
oC<JSÍÓn, en febrero de I 896, no pudo hacer el experimento de turno porque el
día csp1ba nublado. Entonces guardó la plac.'t en un cajón de su mesa y puso
sobre ella una crn7, de cobre recubierta de sal de uranio. D'os días después deci-
dió revelar la placa por si acaso, y dc~cubrió en ella un ennegrecimiento en
forma de sombra clara de l:t cru1.. Esto significaba que las sales de uran io
cspontil11c:11uc111c. s.in iallcrvcnción de factores externos. crean cierta nadiaciú11.
Comenzaron las invcstig11cioncs intensas. Está claro que sin esln casualid:1d
l<lmbién h¡abicran sido descubiertos los fenómenos rndiactivos, pero.
seguramente, n111cho miis tarde.
Pronl~ 0tisery~'.'13ccquercl que. la .radi<1ción de las sales de radio ioniza el
a.ir~, lii".n.1is1119 tjüc_IO.s.. f ayos x ...y· d:escarga .~l clcclr.oscópio . ¡>robando distintos
con'í ¡)llCSto~ quíi1li~os de uranio,· csln~lcció un . hecho muy importante : la
inJcJE;ídi1d, Ut l;i ,· q1cl~a.;_ió11 cstá··dctermina(la so!;imentc por la cantidad de
ui:inio qué· h~~·1;1i el prépn~ado y1¡0.dcpcvd~ en !1bsol1110 de los compuestos en
~we ·se· cncué1i(1:a. Jtor consiguiente, esta pro.piedad. no es particular de Jos
comp1ics.1Us, sino del elemento químico uranio, de sus ÁTOMOS.
Era nnH1raf.inlcnt:i1: descubrir ·si.la pr9piedad de radiar espontáneamente la
.r.9sec.11 otr9s cl.cme11fos <¡tiímicos, adcmiis del uranio. En 1898 Maric
Sklndowska-Curic, en Francia, y otros cicntíficos.(Jc¡;cubricron la radiacíó11 del
·codo. l?Mh:ríürmcnlc los princip;alcs csfucr;:os en busca de nuevos clc111cntos
290
radiactivos fueron rc;1!izados por Maríc Sklodowska-Curic y su marido Picrr,c
Cur\c. La investigación sistemática de los míncrolcs, contenedores de •Urnl)io
y torio, permitió separar un nuevo elemento químico, dcsconoci<lo hasta
entonces, el polonio, llamado así en honor de .la patria de fylaric Sklodowska-
Curic, Polonia.
Finalmente se dcscubri6 otro elemento cuyn radiación es muy intensa. Este
elemento recibió el nombre de r¡idio. El ícnó1ñcno de ja radiación espontánea
fue llamado prn- el macrin:ionio C.uric w1<lí11clfoitl11d.•
El radio t.icnc una masa alómica rcl:úiva igL!al a 226 y ocupa c11·fü ·wb!a de·
Mendcléicv .la casilla número 88. Hasta su d.cscubrim'icnto· por.- Curie es.te
puesto estaba vacío. Por su·s 'propicdiidcs .qnímicas el rl1dio pcr,1c11ccc ;1' los'
elementos alcali•>Otérrcos.
Más tarde quedó cst;iblecido que todo~ los c!crncntos químicos cnyo
número de orden es mayor que 83 son radi;1divos.
Fig. 244
291
19'
.- "" t
m<Jiación se <Jcsvi<1b.1, en el campo magnético, mucho más que l.'\ po~itiva. La
tercera componente no sufri:1 dcsvi<1ción en el c:unro magnétic11. Ln
componente co1i e:trga positiva rccihió el nombre <le rayos alía, la de c:ir¡¡,;1
neg:itiva, el de rayos bctn, y la neutra, el de rayo.~ gamma (rayos a, r.1yos 13
y rayos -y).
C:Stos tres tipos de radiaciones se diferencian mucho entre si por su poder de
penetración o grado de dure1.a, es decir, por la intensidad con que son
nbsorbidos por las distintas sustancias. Los que tienen menor poder de
¡1enctració11 son los myos a. Una capa de papel de, nproximad;11ncnte, O,l mm
1lc espesor es y~ opaca para ellos. Si el orificio {canal) del trozo de plomo se lapn
oon una hoja de papel, en la pL.1ca fotográfica no se observarf1 la mancha
correspondiente a los rayos <L
Los rayos 11 son mucho menos absorbidos al p:i~r a tr.wés de iot sustancia.
Un:1 lámin:1 de aluminio sólo los detiene totalmente si el c.~pcsor de la mismn es
de varios milímetros. Los que tienen mayor poder de pcnctrnción son Jos
rayos y.
J..:1 intensidad de la absorción de rayos gamnH1 :111mc11ta a medida que crece
el 11í11rn:ro :1t<'.m1ico de la sustnnc~'I absorbente. Pero incluso una capa de plumo
de 1 cm de espesor no es para ellos un obstáculo infranqueable. Cui1ndo los
r:1yos y a tr:i vicS<tn dicha c.-.p.1 de plomo su intensidad sólo se rcduc.-c a la mil ad.
J,:1 nat11r<1IC7.1 física de los rayos a, fj y y es, evidentemente, distinta.
RAYOS GAMMA. Por sus propiedades los rayos y se parecen mucho :i Jos
r;1yos X, pero el poder tic penetración de los primeros es mucho m:iyor. Esto
indujo a ercer que los rayos y son ondas clectroma¡;néticas. Tocfas las duda~ que
sobre esto había desaparecieron una vez que se descubriq la difracción de los
r:iyos y en los cristales y se midió su longitud de onda. Esta resultó ser muy
pequeña, de 10- ª a 10 - 11 cm.
En la escala de las ondas electromagnéticas los rayos 'Y van inmediatamente
dc.~pué.~ de los rayos X. La velocidad de propagación de los rayos.., es la misma
411c la de todas l:1s ondas clcctronuigné1icas, cerca de 300000 km/s.
Ri\ YOS BE.TA. Desde un principio los rayos a y p fueron considerados
como ílujos de partículas c:irga<las. Mas fácil resultó orgrini7N experimentos
con los r:tyos Jl, y-.i que se desvían mucho tanto en el campo magnético como c11
el eléctrico.
El prnblcma fundamental consistía en determinar 111 carg.1 y J.1 1m~ de h~
partículas. La invcsligación de las desviaciones de las partículas Jl en los
C3mpos eléctrico. y magnético pcrmitió·.estableccr que estas partículas son
clcctrone$ ·que se mueven con .una velocidad mµy próxima n · 1a de la luz.
Conviene indic.irquc la velocidad de la_s partiCulas " que. emite un elemento
radiactivo .d.ido nó son iguales. Se ob.scrvan ¡>Mliculas con velocidades muy
distin1as.
PARTÍCULAS ALFA. La naturaleza de tas pnrticulas « íue más diíicil de
establecer, debido a que son desviadas débilmente por los campos magnetice
y cléclrico. .
Este problema consiguió resolverlo c!efinilivamentc Ruthcrford. Para ello
midió la mión dc'Ja cargo<¡ de Ja partícul<i a su masu 111, por la desviación en el
campo magné1ico. Esta razón resultó s:er, aproximad:1mcntc, dos veces menor
que en el protón o núcleo del átomo de hidrógeno. La carga del protón es igunl
192
~/
m I
'1
I
'11·• H>;~ !
I 1
I 1
I 1
I \
Fi¡;.. 245
a la elemental, y su masa se aproxima mucho a la unidad de masa atómica''·
Por consiguiente, en las p:trliculas <X a un;i cMga clcmcncal corresponde una
nnu:i ig1~1I a dos unidndc.~ de masa atóinica.
Pero la masa y la carg:i de la partícula a scgui:111 siendo desconocid:is. Era
nccc.~ario mctlir la carg.1 o !;1 musa de dicha partícula. Con la aparición del
contador de Geigcr lo más filcil y seguro ew medir la carga. A 1r;wcs de una
ventanilla muy estrecha las partículas a pueden penetrar en el conwdor y ser
registradas por él.
Ruthcrford interpuso en el camino de las partículas a, un contador de Gci-
gcr, que registraba el número de partíeulM emitidas por un preparado
radiactivo en un tiempo determinado. Después, en lugar del contador, puso un
cilindro mc1:1lico hueco ooncctado :t un clcctrúmetro ~nsihlc (li¡;. 245). Con el
electrómetro midió Ruthcrford la carga de las particul:is <X emitidas por la
fuente dentro del cilindro en el mismo tiempo (1:1 rndi~ctividad de muchas
sustancias casi no varia con el tiempo}. Conociendo In carga 101al de lns
partículas <X y su c:mtidnd, Ruthcríord determinó la rnzón de estas magnitudes,
es decir, la carga de una partícula. Esta carga resultó ser igual a dos cargas
clctnen ta les.
De este modo halló Ruthcríord que en la partícula a u cada una de lns dos
cnr¡;as elementales corrcspondc1t dos unil.h1dc.~ de masa ntóm ica. Por
consiguiente, a las dos earg.1s elementales corrc.~ponden cuatro unitladcs de
nmsa atómica. Esta mistn~ c:1rga y c.~ta mis11'" ma:m 111ómka relativa tiene el
núcleo de he.lío. De esto se sigue que la partícula 11 es el núcleo del átomo de
hclio 21•
11 La unidad de u1Ma Mómiea (u. m. n.) e~ igual n 1/ 12 de l.~ ma.•:i del
í11omo tic cnrbono: t " · "'· " ·:::: 1,6(~1~7- IO"" kJ!.
1> 1311 aquel ticmpCl (primer dccc11io del ~iglo XX) ttún no había sido
úc~cubierto et núcleo :tlúmico. f>or eso Rulherford dcein que era el ion del ~lomo de
helio.
293
No satisfecho con el rc10ullado obtenido, Ruthcríord, por medio de
experimentos directos, demostró después que durante Ja . desintegración
rddiactiva a se origina helio. Recogiendo las partículas a en un r~-cipicntc
especial y reteniéndolas durante varios días, se cercioró, por medio del análi3is
espectral, de que en este recipiente se acumulaba helio (cada partícula
a c.~pt11r:1ba dos electrones y se convertía en un átomo de helio).
T ransiciones radiactivas
12.5.
;,Qué ocurre en ta sustancia durante la 1·;1di11ción radiacliva 'l
A principios del siglo XX era muy dificil responder a c.~ta
pregunta. Desde el eomicn:z:o de las investigaciones de la radiactividad se
pusieron ya de manifiesto muchos fenómenos extraños.
llN PRIMER LUGAR, Ja sorprendente permanencia con que los elementos
mdi:ictivos urnnio. torio y rndio emiten la radiación. Durante días, meses
y aiios no vari;iba la intensidad de la radiación. Sobre ella no ejercía iníluencia
nlgunn el aumento de ln tcmpcrnh1ra o de la presión. L:ts reacciones químicas
en que participaban las sustnncias radiactivas tampoco inOuían en la intensidad
de la radiación.
EN Sl!GUNOO LUO/\lt, muy pronto, dcspué.~ del descubrimiento de la
radiactividad, se observó que ésta iba acompañada de dcsprcndim ieu to de
energía. Picr~c Curie introdujo una ampolla con cloruro de radio en un
c:1lorímc1ro. 13.~lc ab$orbía los rayos a, jl y y y a expensas de su energía se
calc11taba. Curie halló que 1 g de radio desprende en t hora ccrc.1 de 582 J de
energía. El desprendimiento de energía es continuo durnntc una serie de aiios.
¿De dónde procede esta energía, sobre cuyo desprendimiento no ejercen in-
íluencia alguna lodas las acciones conocidas? Por lo visto, durante Ja radiación
experimenta la sus tancia algunos cambios proíundos totalmente distintos de las
trnnsforrnncio11cs químicas ordinarias. Se supuso que las transformaciones lns
s11írcn los íuomos mismos.
Hoy esta idea no nos sorprende, porque hasta los niños pueden oír hablar
~obre ella antes de aprender a leer. Pero a principios del siglo XX dicha idc:1
1r.uccia fan1ás1ic:1 y había que tener valor p.i.ra decidirse a exponerla. En aq11d
1icmpo acababan de obtenerse la.~ demostraciones irrefutables de la exis1cncia
de los átomos. La idea de Demócrito sobre la estructura atomislica de b
sus1nncia triunfaba por fin al cabo de qiuchos siglos.
Y he aquí que casi inmediatamente después de esto se pone en duda la
i'nmutabilidad de los átomos. No -Vamos a describir dclalladamente los
cxperimc~toscjuecn definitivn llevaron a.Ja Completa seguridaél de que durante
la desintegración radiactiva se produce una cadena de transiciones sucesivas de
los átomos. Nos detendremos solamente en los primeros de todos los
experimentos. cmpe:z:ados por Ruthcrford y continm1dos por él mismo en
colaboración con el químico inglés F. sooov.
Rutncrford descubrió que la radiactividad del torio (número de partículns
a emitidas en Ja unidad de tiempo) permanece invariab)e en una ampolla
cerrada. Pero si el preparado se sopla aunque sea con un flujo de aire muy débil,
la ·actividad del torio disminuye mucho.
194
l!sto hizo suponer a Rutheríord que, al mismo tiempo que las partículas a, el
torin emite eier.to gas que también es radiactivo.
&trayendo el aire de la ampolla en que estaba el torio, Ruthcríord separó
un s;is radiactivo y csiudió su poder ionír.inte. 'Resultó qu.c la acJivid:id de este
gas (a diferencia de la del torio, uranio y radio) disminuye muy rápic:famcn'te con
el tiempo. Cada minuto su actividad se reduce a la mitad y al cabo de diC7.
minutos dc.~parece prncticamentc por completo. Sodd}' •lh<iliió· bs propie-
dades químicas de dicho gas y cnconjró que no rc.iccion:iba químicamente, es
decir, que era un gas noble (inc:rte). Más lar.de este gas r.ccibió el nombre pe
radón y ocupó en la tnbla de Mendcléi.cv el número de orden ·86.
También experimentan transíori1Jacioncs otros clc1.ncntos radiactivos:
uranio, actin).o, radio, cte. La conclusión general a que l.lcgaro1l.'los científicos
fue formulatla con exactitud por Rulheríor<l: .. Los f11omós de la s·ustancin
rudiactiva están sujclos a mo<lifícacioncs cspontánens' >. tn cad;i in~tanlc una
¡icquc.ña parle del nümero totn 1 de illomos se hace inc.~1ahle y se descompone
explosivamcnlc. En la inmensa 111:1yuría de los casos e~ 1:1117~1<10 con vclt1<.:idatl
enorme un fragmenlo del í11omo, una particula a. En o\ros casos la cxplosi6n va
acompañada d.e la emisión de 1111 clce1rón rúpido y 'de la aparición de rayos que,
lo mismo quc lós rnyos X, licnen gran poder lle pcnetmción y sc ll:1m:rn rnyos y,
Se ha observado que como resultado de la 1ra11sform:1ció11 ;1t~>mica se
origina una sus1anci:1 de tipo completamente nuevo, que se diícrcnci:i
totalmente de la sustancia inicial por sus propiedades fisicas y qu'rmicas. Esta
nucv:i sustancia· también c.~ ine.;table y experimenta transíonnación emitiendo
la mdiacíón radiactiva caraeter'lstica 2>.
Así se ha cs1ablccido con ccnc1A-i que los :'1tomos de ;1 l¡;unos clc111entos csl:in
sujetos a desintegración espontánea, acompañndn de emisión tic energía en
cnntidades enormes en comparación con la energía que se libera c:l las rno(li-
fícaciones moleculares habituales".
Una vez descub ierto el núcleo atómico, se comprendió de inmcdi;110 que era
él precisamenle el que suíria l<ls modificaciones en ~1S transíormacioncs
radiacli":is. Porque en la capa clcc!rónica del ;\lomo no e~islc la parlicul:1 a,
y la disminución del número de electrones de dicha capa por unidad de tiempo
l'Onvierte el átomo en ion. pero no en un nue"o elemento químico. En cambio.
ht emisión de un electrón por el núcleo hace que varíe la carga de este
(aumentíindola} en una unidad.
Por lo tanto, la radiactividad es la 1rnnsforinaeión cspont:ínea de unos
11úclcos en otros, acompaiiada de la emisión de diversa~ partícul;1s.
LEY DE DESPLAZAMIENTO. L:1s transíormuciones de los núcleos se
~ubordin:m a la llamad:i ley lle dcsplu'l.amicnto, cnunciadu por Soudy: durante
la dc.~integr~ción a el ní1clco pierde ~1 carga positiva 2c y su masa disminuye
aproxiinadamcnlc en cuatro unidades de masa atbtuicn. Como resultado el
elemento se desplaza dos puestos hacia la izquierda•en el siste1na periódico.
Simbólicamente esto se pnc<le c.~cribir así:
~'x __, ~ : ~Y + ;He.
29S
/\qui el elemento se representa, como en q11\mie11, por su $imholo
convencional: la carga del núcleo se escribe en forma de subíndice a la izquierJa
del símbolo, y la masa atómica, como supraindicc, también :i su izquierda. Por
ejemplo, el hidrógeno se reprcscn1i1 por el símbolo : H. Para la partícula a, que
es el núcleo del átomo de helio, se adopta Ja designación ;He y así
succ.~iv;imcnte.
En la desintegración Pel núcleo emite un electrón. Como resultado la carga
del núcleo aumenta en unn unidad y la 1iiasa permanece casi invnriahle:
~1 X-> ~+ 1 Y +-~C.
Aquí _•:.: 1cprcscnta el electrón: el supralndicc "O" indic;i que su mas;1 es muy
1icqucíia compnr:1da con In 11nid:1d ele m;is.1 atómic:1. Después tic la dc.,in·
tq:1 :1ciii11 (\el c.:lcmcnto se 1kRpl;17"' un puc.~to hacia la <krccha en el ~i,lcma
pcrilXlico. IA-i r;i1foeión gamma no implica variación de la carga, y la masa del
núcleo v:1ria en un;i m(lgnitud insigni!icantc.
La ley de dcspla1.:unic11to muestra que en la tlcsitHC!lr:1ció11 r:1tliac1iva se
conserva la c:irga eléctrica y también, aproximada111eutc; la masa ;1tó111ici1
rclativ¡1 de los núcleos.
Los nuevos 11(1clcos que surgen de la dcsinlegrnción rndiacliva son, :t su vez,
por lo general, radiactivos.
-g
"":~ 400··--
;:; 1
<( 1
1
200. · --,-- '
-- +--l--
1 1
Fig. 246 o JO 20 JO 1, dla.<
quedarán
1
N = No y.
Isót opos
12.7.
El estudio del fenómeno de 1<1 r;itliaclivicfad condujo a un
impnr1:1111c descubrimiento, conccrn1cn te a lu natura lc·1,a \le los
núcleos 111ó111ico:;.
Como resul1:1do de la obscrvnción de un número enorme de
trnnsformacionc.> rad iactivas fue esclareciéndose que existen sustancias
tolahnentc idcnticas por Sl•S propiedades quíinicas, pero cuyas propiedades
·rndfac\ivns so1i co'mpfct<1mcn.ic ~l ist i ntns (es d¡;cir. que se desintegran de
·diferente !n:111er;1). De ni.n gún ]l1.ódo s~ lograba scp;iwr estas suswnc ias por los
pr0 ccil.in¡icntos.t¡'11í.micos·eonocidos. Scibrc .csia bas.c..Soddy expresó en 1911 Ju
sttposíción üc .I;) posible e'dstcncla de elementos ú..n propied ades químicas
lg,u:llc.~ .. pcr<,l' diferentes en. otros aspectos, en particular, en su radiactividad.
Es.los. ·e lementos ilebcn ocupar il1'i mismo pucst.o c-.1 el sistcmn periódico de
Méri<lCl~iev. Soddy les dio e l nombre de isótopos'(éúl :cir, que ocupan el mismo
198
interpretación profunda un oño después, cuando Thomson comenzó las
mediciones exactas de la masa de los iones de neón por el método de su
desviación en Jos campos eléctrico y magnético. Thomson desculirió que el
neón es una mezcla de dos especies de átomos. La mayor parte de ellos tiene
una masa relativa igual a 20. Pero existe una adición insignjficante de átomos
cuya masa atómica relativa es 22. Como resultado la masa atómica relativa de
la mezcla es igual a 20,2. Los átomos, que posefon las mismas propiedades
químicas, se diferenciaban por su masa. Anibos tipos de neón, como es nlllurn.l.
ocupan el mismo puesto en la tabla de Mcndel~iev y, por c·ensíguicnte, son
isótopos. Así, pues, Jos isótopos pueden distinguirse no sólo por sus propicc
dades radiactivas, sino también por su masn. ESta itllima eircünsta11cia' resultó
ser la principal. Los núcleos atómicos de los isótopos tienen la mi$ma cMga.
Por eso el número de elcx:troncs que hay j:ll las capas de los átomos y, por lo
tanto, las propiedades químicas de los isó'topos son iguales. Pero fas masas de
los núcleos son· diferentes. E.~tos núcleos pueden ser tanto radiactivos como
c~tablcs. La diferencia de propiedades rndiaetívns de los isótopos se debe a 4ue
sus núcleos tienen distinta mni>a.
En la actualidad se sabe q11c tienen isóln¡:>os todos lo~ elementos químicos.
Algunos elementos ~ólo tienen isótopos inestables (es decir, radiactivos). Tiene
isótopos el más pesado de los elementos que existen en In nalurnlcza, el urnnio
(sus maS11s atómic:ts relativas son 238, 235 y otr:is) y el m:'1s ligero, el hidrógeno
(sus masas atómicás son 1, 2, 3).
Son e.~pccialmente interesante.~ los isótop0s del hidrógeno. ya que sus masas
atómicas difieren entre si dos o tres veces. El isótopo del hidrógeno de masa
atómica relativa 2 se llama de11l<•rio. Es estable (o sea, no rndiactívo) y forma
parte, como pequeiia impureza (1 :4500). del hidrógeno ordin:irio. U\
combinación del deuterio con el oxigeno da la denominada ag11a pesada. Sus
propiedades lisicas se diforencinn apreciablemente de las de l agua común. A la
presión atmosferica normal hierve a IOI,2ºC y se hiela a 3,8ºC.
IZI isótopo del hidrógeno de musa atómic:1 3 se conoce con el nomhrc de
tritio. Es radiactivo ~ eón periodo medio de cerca de 12 mios.
la existencia de Jos isótopos demuestra que la carga del núcleo atómico no
determina todru; las propiedades de los :\comos, sino (micamentc sus propie.
dade.~ químicas y aquellas lisic:is que dependen de Ja periferia de la cap.1
electrónica, como, por ejemplo, l;1s dimensiones. Pero la masa del átomo y su~
propiedades radiactivas no ·vienen determinadas por el número de orden en la
tabla de Mendeléicv. ·'
Es interesante que cun11do llls masas :nómicas relativas de los isótopos se
midieron con precisión, se puso de manifiesto que se aproximan a números
enteros. A \'CCCS se encuentra una gran desviación de fas masas atómico~
rcl:itivas de los elementos rq nimícos respecto de los números enteros. Así, la
masa atómica relativa del .cloro es igual a 35,5. Esto significa que, en su estado
natural, Ja sustancia químic;imente pura es una mezcla de isótopos en distintas
proporciones. El que las masas ntómicas relativas de los isótopos sean números
enteros (aproitimadamente) tiene mucha importancia para esclarecer la e~truc·
tuni del núcleo atómico.¡,
199
D escubr i miento del neut rón
12.8.
TRANSFORMACIÓN ARTIFICIAL DE LOS NÚCLCOS
ATÓMICOS. La primera transformación arlificial de los
núcleos en 1;1 hisloria de la hum;mídad fue m1lizada en 1919 por Rutherford.
Esto no fue y;1 un úescubrimic1.1lo casual.
Como el núcleo es muy estable y ni las altas temperaturas, ni !a presión, ni
k)s e<m1pos electromagnéticos provocan la transformación de los clcmc111os
y la111poco influyen \:11 la velocidad de la desintegración radiactiva, supuso Ru-
thcrfnrd que para destruir o ~ransformar el nlicleo se necesi ta una energía muy
grande. Los portadores de gran energía más a propósito en aquel tiempo eran
las partícu las o. que e111 ite11 los núcleos durante la desintegración radiactiva.
El primer núcleo sqmetido a trausfonnación nrtifici:1 l fue el del úlomo de
11i1rúgcno 1 ~N. Íloinbardeando el n.itrógeno con partículas a de gran energía,
c111itid:1s por el n1<1io, dc~cubrió Ruthc'rfo,.d la a¡iariciún Je protones. es <lcci l'.
de núcleos de útomos de hidrógeno.
E11 los pritneros experimentos Jos protones se detectaron por el método del
centelleo y los resultados no fueron s11íieie111crnente co11vi11cc11tes y seguros.
Pero varios aiios después la transform:ición del nitrógeno se pudo ohscrv;1r en
J;i c!1marn de niebla. Aproximadamente, una p;irticuJa O'., de e;ida 50 000
c1nitidas por el prcp:irndo radiactivt> e11 la cámara, c.~ c.'lpturada por un núcleo
de nitrógeno, el cual cmite un protón. Al mismo tiempo el núcleo de nitrógeno
se transforma en 11úcleo de u11 isótopo del oxígeno:
i~N + ;He -+ 1
~0 + P·I.
En Ja fig. 247 se muest ra una de h1s íotogrnfias de este proceso. A la izqu ier-
da se ve la "horquilla" caraclerística, bifurcación de la trnyecloria. La huella
gruesa pertenece al núcleo de oxigeno, y la delgada, al protón. Las demás
partículas o. no su fren choques con los núcleos y sus trnyeclorias son rectilíneas.
Otros inve~tigadores descubrieron J¡is transformacio11es, bajo la inílucncia
di: las partículas a. de los nÍldcos del nl1or, sodio, alum in io y olros, también
acompañadas dc cmisió11 de protones: Los núcleos pesados de los clc1l1e11tos
Ucrilio
fff/1111\\~?
Paralina 1
f~Jt+lt+\\V:n•oncs
///11111\\\
Cfünarn de 11icbl<'
. -Fi¡¡. ,247 Fi¡;. 24$
300
l'rcdcric Julio1-C11r1c (1900- 1 9.~.'I~
eminente cienliÍIC(l y lisura $0dal
pro¡,:rcsist~ ír:inc~1. 11110 de los funda·
<l<1res del movimiento intcmacio11;1I de
partida rios de la fl'17. Ju1Ho cott su •~posa
lrénc descubrió en 1934 111 radi:\ctividnd
artilícia l. Para el dcscubrirnicnto de h,>s
neutrones tuvo gmu importanci/I el
1rnb;1jo del matrimonio Curie acerclt de In
radhición del bcfilio sometido a la acci<'>n
de las partículas a. l'réúcric Jullo1-C11ric
wn sus colaboradores fueron. en 1939. los
primeros en determinar el número medio
tic neutro11es qties~ des¡uc11dcn dllruntc' l~
n~íón del núcleo del 1'rtomo cle·11ri111io y en
dc111ostmr la posihilid<td de Ja. reacción
nuclc:ir en cad'ena con libcmcióu de
cncr¡;in. Dilos l<nha.io• >'C vieron
i111crr11mpidos por la ¡:ucrm.
fi11alcs del sislcana pc ríód ico no cxperi111c111ab;111 \r¡1nsformueioncs. Era cv i<k nic
11uc su gran cn rgn eléctrica impedía a ht.~ p~rtículas a llcgíl r hi1s1a ellos.
DESCUBRIMIENTO DEL NEUT RON. En 1932 ocurrió uu
aconlccimicnto importnnti.~imo pom lodn la lisic:1 nuclc.u. Un di-;cipulo de Ru.
therford, el fisico inglés JAMES CllAOWIC'K, dcscubrio el neutrón.
Al bombnrdcm el berilio con partículas a no ap.'lrccian protones. Pero se
observalm una mdiación muy pcnctrnntc, capaz de atrnvcsar un obstuculo lal
como una ch;1p;i de plomo de 10 a 20 cm de espesor. Se supuso que serían rayos
y tic gran energía. lrcncJoliot-cu1ll E(h ija de Maric y P ierre Cu rie) y su marido
Frédéric Joliot-Curic dcscubricl'Oll que si en e l c;un ino de esta rndiación se
interponía una pl;11.-:1 de par.tfina. el poder ioni;wntc de 1:1 r.1di.'lción mm1e1uah:1
brusc;11ncn1c. Supusieron con r:t7.Ón que la radiación armncaba de la placn de
p.'lr.1li11a lo!\ protones que contiene en gr.in C<\ntidad esta su.~tancia rica en
hidrógeno. Valiénclose de la c;ím:1111 de niebla (el csquemn del experimento se t~t
en la fig. 248) el m~trimonio Joliot-Curic descubrió estos protones y, por 511
alcance, c;i\cuh1ron su energía. Si, de acuerdo con la suposición hccl m, los
protones se <1cclcra ban a causa del choque con cu11ntos y, 111 cncrgí11 de ~tos
cuantos debía ser enorme, de ccrcn de 55 MeV.
Ch<1dwick observó en la cámam de niebla las traycctor~i.~ de los ni1clcos de
nitrógeno que hnbínn s11frido el choque con L'l rndiación del berilio. Scgiin su
apreciación. la cncrgi;1 de los cuantos y C:lpaccs de conrnnicnr a los núcleos de
nitrógeno la ~elocidad que se observnba en estos cxperimeutos debía ser de
90 MeV. Observaciones análogas de las trayectorias de núcleos de argón en la
cllmara de niebln llevaron a la conclusión de que In encrgia de los hipotéticos
euan1os y indicados debía ser de 150 MeV. De este modo, considerando que los
núcleos se poni;111 en movimiento a c:ius:i de los choques con partículas c.~cnln~
de masa en reposo, los investigadores se cnconlrnron ante una clnr.1
contrndicción: a unos mismos cuantos y había que ntribuirlcs distintas energías.
301
Evidentemente la suposición de que el berilio emitía cuantos y, es decir,
p:i rticulns exentas de masa en reposo, era inconsistente. Del berilio some1iuo
a la acción de las p.1r1íeulas a salían lanzndas ciertas partículas bastante
pesadas. Porque sólo al chocar con p;¡rtíeulas pc."adas podiun Jos protones o los
nliclcos de riitrógcno y de argón recibir Ja gran energía que se observaba. Como
dichas pMticulas tenían un gran poder de penetración y no ionizaban un g<1s de
por sí, debían ser electricamcnlc neutrns, ya que la interacción de las partículas
carg<idas con la sustancia es i1llcnsa y, por eso, pierden pronto su energía.
La nueva p:1rlicula recibió el nombre de 11e11trá11. Su existencia la habia
predicho Rurhcrforcl, más de diez aiios antes de que Ch:idwick hiciera sus
experimentos. Por 1:1 energía y el impulso de los núcleos después de choc¡¡r con
los neulrones, puuo determinarse la ma.o;a de éstos. Resultó ser muy poco mayor
que In mm;., del protón, concretamente 1838,6 masas electrónicas en vci de
Hl36,I para el protón.
,¡.,
C11:111do las p:irtíc11l:is (l ~" encucnlrnn con un 11(iclco hcrilio se pr<><h1w la
rcncciún $i¡;uicntc:
'.!He + ~He _. 1
¿c + ~"-
A411i ~"es el símbo lo del neutrón; su carga es nula y su masa relativa igual,
uproximad;uncntc, a la unidad.
Un:1 rc:icción semejante se obscrv;i talllbién bombardeando con p;1rtícul~s
ll el boro, quinto elemento del sistema periódico.
. ?.
(,
------- - -------------- - - - -- --
l. ;Se pueden regi~1mr con la ciunarn de nicbln parlic11lns sin car¡:;o~?
2. ¿Qné ventajas licnc la ciunara· de burbujns frente a la de nicbln?
J. ;,Qué leyes de conservación, conocidas por vosoiros, se cumplen en las
trunsío rmacioncs radiactivas?
4. Un conindor registra lns partículas fl do un preparado rndinctivo, cuya
inlcosidad es muy pequeña. ¿Funcionara el contador a intervalos
iguales de tiempo?
5. ¡.fai.<1en isótopos de bario cuya mnsn n16mica se.~ igual n 137,.347
6. Explique por que, cuando se produce el choque ccntr.11 de un neutrón
con un protón, el primero ocde todn su energía, mientras que si choca
con un nf1clco Je nitrógeno. sólo cede unn r;1rte de I~ mismn.
303
12 •10• Energía de e n lace de l os núcleos atómicos
Las medidas exact¡1s de his masas de los n úclc1>s han demostrado que la
masa en reposo tlcl núcleo M.c.. es siempre menor que la suma de las ma~as c11
reposo de los protones y neutrones que la consti111ye11:
Mui" < ZmP + Nm,. . (12.5}
Existe, como suele decirse, un defecto de masa: Ja d ifcrcncia de masa
l!.M = Zm• + N111. - M 00<
es pos1t1v:1. En particulnr, en el helio la masa del núcleo es un 0,75% menor que
la suma de las masas de los dos protones y los dos -neutrones. Respectivamente,
pam 1111 mol de helio t!M = 0,03 g.
La disminución de In masa al formarse el núcleo con los nucleones significa
que ni 111is1110 tiempo disminuye la energía de este sistema de nucleones c·n la
magnitud de la cnergí:t de enlace l~...1 :
(12.6)
!'ero, i.a dilntlc van a parar en este caso la cncrgia E•.,, y la masa 6/11 '/
/\1 fonm1rsc los núcleos con las parliculas, estas ú!limas, a C}lpcnsas de la
acción de las fucrws nucJenres a distancias pequciías, se lanwn unos hacio otr;1s
con enorme aceleración. Los c111111tos y emitidos en estas condiciones tienen
¡frecisamenlc In cnérgín E,,, 1 y hi. masa
AÚ---;:r·
·i1:.,,
.Sobre ·1.o cnorm9 que és In. energía d.c .e1.1lacc .p11cc.le Jar 11na idea el ejemplo
siinticntt:·: la forJ11ació1r de 4. g de helio ·va .acómpiíñ!ldl\ del desprendimiento de
1i11a c'\1crgía..iguala la q\1c prodí¡cc Ja coi:nbustión·de 1,5 ó 2 vago11es de cnr.h ón
de piedra.
Una .iuíorm:iciírn importante sohrc las prnpicdadcs de los nioclco~ la
proporcio i1~ l;1 .gi·{i lica óc la e11er(¡ti1 <fe enlace i:sr1ecíjka en función del número
e.le ni.a~a A.
304
t!~,, f\
Me V
11uclcón
8
~l lc
~
,4" rr
.l6'
~
• -;"-u-
t - - r--
--
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26Fe
1
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-- 92 ·
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- -- -
3
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- --
2_ --··
~ 11
- -- - ·- - ·- .. -- -- - -
f- - -- - - -,_
o 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220
f'ig. 24\1
Fíg. 250
306
cinética de los dos núcleos ele helio formados resulta ser 7,3 MeV mayor·que la
cncrgia cinética del prot(¡n q uc interviene en la· reacción. La ,\ransfonilaci6n ac,
lo.s núclC6s va acompafü1da de la variación d'c su energía interna (energía de
enlace). En la reacción considerada Ja energía de enlace cs'J.?CCÍÍlca. es mayor c.n·
los núcleos de helio que en el núcleo de litio. Por eso parlc.dc 'la cnergí;t ·interna
del núcleo de litio se transforma en energía cinética. ·de· las 'pa~tícuia:s· ex,,
emitidas.
La variación. de la energía de enlace de Jos núcleos significa que h energía
total en reposo de las partículas y los núcleos que intcrv.íeilen en las -reacdonés
no permanece invariable. En efecto, la energía en reposo del n·úclco ·M.núéC 2;
según la. foqnula 02:6),,sc expres" <.(ireclamcntc por 1nééliÓ de fa-cnergín ~¿
enlace. D~ acuerqo ·con ·1h foy de conservaci6~ de la cner~í:ii, la vari<ició.n ~e lá.
cnergí'a· cin~t ica en 'el pt.o~eso de la reacción n1id\::ti' es .i!.ú111l"a h var.iación .de la.
cncr,gfa en. reposo de los ·niiclcos y p,1rtíeulas' t¡uc' in ter.viene!) en ,la.Jca<;ció11'.
Se l/tii1111. rcndimíe11i.o energét.ico tic 111111r(!{ICCÍÓli1i11l'l1~(1i• /11 difl·m1ci1i (~/1/re lii
e11er11fo e11l'C¡>oso 1lc lo.< 111íc/eos y r1m·1íc11l11s ""1'"' de In r~11cdó11 y tlcsp11t;s ele d/11.
De acuerdo con lo diclio antes, el rcnclimicnto cncrgélico <le un:i rcnceió11
nuclear es tumbién igual,;1 h1 variación de 1:1 <'ncrgía cinó1ica de las parlicul:ts
que in tervienen en (a. reacción.
Si la energía ~inética d~· los núcleos y las p:irticulas después de la reacción es
mayoc que áñtcs de élla, se dice que se desprende ene1·gía. En el a1so con1mrio
la reacción se cumple con absorción de rncq,~·1a. Este tipo de rcac(;ión es el que
se produce precisamente cuando se bombardea el nilrúgcno con pariicubs
ix (vénsc el § 12.R). Una p:irtc de la cnc rgh1 cinéLic;1 (apro~iin:u!amcnlc
1,2·106 e V) se transforma en el proceso de es La reacción en energía in terna del
núcleo recién formado.
La energía que se desp1ende en las reaccinnes 1111clc.-ires puede ser eno rme.
Pero utilizarla efectuando choque¡; de pi1rtícu!as (o nÍlclcos) aceleradas con
nÍlclcos-bh111co en reposo es pr:ícticamcntc irnposiblc. porque la mayor parte de
las parliculas aceleradas pasa junio :1 los 1.> lancos sin producir rca<.:ciún.
REACCIONES NUCLEARES CON NEUTRONES. f: I descubrimiento
del neutrón marcó un viraje radical en la invcstig.1ción de i:\s reacciones
nudcarcs. Como los neutrones no tienen car¡;a, penetran sin dificultad c11 k's
núcleos atómicos y hacen que éstos se !r~nsíonncn. Por ejemplo, se observa la
reacción siguiente:
fiAI + ~" -+ ~~Na + ~lk
El gran fisico it:lliauo ENIUCO FERM J f11c el primcr9 que empezó a estudiar
las reacciones producidas por los neutroucs. El descubrió que las
transmutaciones nucleares pueden producirlas no sólo los neutrones rápidos,
sino también los lentos. En la mayoría de los casos los neutrones lentos son
incluso más cfic:iccs que los rápidos. Por eso conviene decelcrar ¡>rcviamcnlc
los neutrones rapidos. La retardación de los neutrones hasta vclociclncks
tcrmicas se consigue en el agua ordinaria. Este efecto se cxplic;i porque en el
agua hay gran número de núcleo~ de hidrógeno, o protones. cuya masa es casi
iguat'quc Ja ele los neutrones. Cuando chocim csfcr;is de igual mnsa tiene lugar
la mils intensa transmisión de energía cinética. En el "hoque central de un
307
neutrón con un protón en reposo, el neutrón cede al protón toda su encrgi:i
cinética.
F"ig. 251
Jt1
trnnsuriinico siguiente, el plrico11io:
1
~;Np -+ ~!Pu + -~e.
1
Fig. 2.53
312
(".c:ucn •d~u·
ele v:1por
Fi¡;. 254
313
Enrico Fermi (!901-1954), eminente fisico
italiMo. Hizo una gran aportación al
desarrollo de la lisica teórica
y experimental moderna. En 1938 emigró
a EE.UU. Creó, al mismo 1icmpo que
Dime, la teoría cuántica cstadistica de los
electrones y de otras particulas (estadística
de Fcroni-Dirnc~ Construyó la teoría
cuantitativa de la dcsintcgmci6n ~.
protolipo de la tcorin cuántica moderna
de la interacción de las partículas
clcmcut;:1lc.~. ltizir.\ un\\ serie tk
descubrimientos fundiimcntnlos en la lisic.1
nc11tró11ica : desc11bri(1 la rmlinctivhJ;"J
artilicinl producid" por la irradiación de
rn1n sus<:incia ct'tn uculr~mcs, el írcmul(' de
Jos llClltronc.~ lentos, y o tro~ inventos. IJajo
I" dirección de Fcrmi, ~n 1942, fue
rcnlj1.ada por primcr:t vc1. la reacción
nuclear conlrnl:tda.
'f
Reacciones termonucleares
12.15.
La masa en reposo del núcleo de uranio es mayor que la suma
de las masas en reposo de los fragmentos en que dicho núcleo se
escinde. En los núcleos ligeros es ta cuestión se plantea al revés. Así, la masa en
reposo del núcleo de helio es mucho menor <1ue la s111na de las masas en reposo
de los dos núcleos de hidrógeno pesado, en que puede escindirse el núcleo de
aquél.
fato significa que cuando se funden núcleos ligeros Ja nrnsa en reposo dismi·
nuye y, por consiguiente, debe desprenderse una gran cantidad de energía. Este
tipo de reacciones de fusión de núcleos ligeros sólo puede trnnscurr!r
a temperaturas muy altas. Por eso reciben el nombre de l<'rmcmucleares.
R.c.1ccíoncs termonucleares son l;is rea~·cíoncs de fusión de núcleos ligeros
a temperaturas muy altas .
Para la fusión de los núcleos es necesario que estos se aproximen entre si
a una distancia de cerc;i de 1O - 1 2 cm, es deci r, que en lren en la esfera de acción
de las fuen..is nucleares. A este acercamiento se opone In repulsión coulombinna
de los núcleos, que sólo puede ser vencida a expensas de una gr.in energía
cinctica del movimiento térmico de los núcleos.
La energía que se desprende en las reacciones rermonuclearcs. referida a un
nucleón, es mayor que In energía espccíliea que se dc.~prendc en la s rcncciones
de fisión en cadena ele los núcleo.~. Así, al fundir.~c el ltidró¡;eno pc~:tdo (di:urcrio)
315
con el isótopo ~upcrpes.·ulo del hidrógeno (tritio), se desprenden cerca de 3,5
McV por nucleón. En la fisión del uranio, en cambio, sólo se <ie.~prcndc,
aproxi111:ul:11ne11tc, 1 McV de cncrgia por nuclcim .
Lns rc:nccioncs 1crmonuclc.1rcs desempeñan el p.1pc! decisivo en J;¡ evolución
del Univcn;o. L.'\ energía que irradian el Sol y las estrellas es e.le origen
termonuclear.
Scgiin !:is 1dC'1s modernas, en su c.~t:ido tcmprnno de dc.~nrrollo una estrella
c.~tit <."011s1i111ida prineipalmcnlc por hidrógeno. t...1 tcm('>Crnlur:i dentro de la
cslrclla es lan grande que en cll:i licncn lug.1r n.:acc1oncs de fusión de los
pro1011c.~ y tic forrn:tción de ltcl10. Después, a l íundir.;e los núcleos de helio ~e
íonnan kis clcme111os miis 1ic.~ado~. Todas es tus reacciones van ocompañadas de
un tlcsprcnd1111ic11to de c11crg.ia que asegura la rudiacib11 de lu7.. por las cstn:llas
durnnle millares de mílloncs de ;ufos.
La rcali7.aciún tic las rc11ccio11¡•s ''~r11101111rlc•ur,•s cm11m/111/as en la Tierra
ofrece a la humanidnd un:i 1tucv:1 íucntc de cncrgh1 prilelicm11cnlc inagotable.
La rc:icdim 111i1s c.~pcra1mtdora en ci<lc i;cnt iúo e~ la tic í11s1ii11 del dcutcriu cun
el trilio:
:11 1-~ 11 ..... ~l lc+~11.
En esta rc:1cc1i111 ~e ,1csprcndcn 11,6 McV de c11crgín. Como el trillo no
c~ ii.tc enla 11:11t11,1lc7.:1. c.lcl>c ser producido en el mi smo reactor termonuclear
a par1tr del litio.
l)ci;<lc el p1111h> de vista económico esla rcaocii111 puede ser ventajosa .. scgi111
..
. ' -.....,
lnstn!nc oi>n cx1i<:rimcntnl Tokamnk-10 dcsti11nd¡1 n invcstii;ar lns condiciones en que
se hnn de rc.1l11.1r ~ds rc:n:cioncs tcrmonuclc:orcs contr.tllld:ts.
316
los cá lculos; únicamclllc si las sustanci11s que rcaccio11an se calic11ta11 iwsta
temperaturas del orden de centenares de millonés de grados, siendo grande la
densidad de aquéllas (de 10 14 a 10 15 partíeuk1s por 1 cm.J). Est:1s. temperaturas
pueden conseguirse en principio creando en el plasma potentes descargas
eléctricas. El principal obstáculo en este camino es tener que confinar el. plasma
a esta temperatura tan alta, dentro de la instalaciór¡, durante un tiempo igual·
a 0,1 .. . 1 s.
P:1r.a esto no sirve ningún tipo de paredes, ya que a est;is tcrnpcr;11uros se
convcrti rí:m en vi1por inmediatamente. El ünico méto~o posible de confinar el
plasma de alta .tcmpcntlura en· un espacio limitado es el de los c1Únpo5
m:1gnéticos p1uy 'intensos. Pero hast:i ahora no -se ha logrado ·resolver este
problema n causa de la inestabilidad del pl;isma. La incs1a.bilid.:id h:icc r¡uc l~s
panículas carg:idas se dispe rsen a trnvés de las "paredes;; magni:ticns.
Hoy se LícnC? la seguridad de r¡uc dentro de los 1O ó 20 :1iío~ 11róximos se
con~cguirá crc:1r los re.actores tcrononnclcarcs. l.os científicos soviélicl>S son los
que li:an logrado mayon:s éxilo~ en la creació n de n:acc1oncs tcnnonuck:arcs
con1roladns.- E.~tos trabajos se eomcrw.·uon bn.io la dirección <le los aca<li:micos
L. A. ''"TStMÓVtCll y M. A. t.llQNTÓ VICll y los co111inúan discipulps suy.is.
Por ahora !\Ólo se lrn conseguido rcalii'.\lí la reuc·ci1i111lr sr'11te.~i." 11'1 c:ontrofo,Jo
de tipo explosivo en la bomba de hicJrógéno (o lcnnonuclc;1 r).
318
a funcionnr el primer reactor del mundo de neutrones ritpidos de 600 MW de
potencia.
En adel:1nte la construcción en la URSS ele CE/\ tipo, de 4000 11.6000 MW,
se h;1rá en serie y su potencia tota l en la pri111cra etapa del cumplimiento del
plan deberá alcanzar 100 GW.
ARMA NUCL.E AR. La reacción en cadena no controlada, con gran foctor
de' multiplicación neutrónícó, se efectuó en la bomba atómica .
...· Para que él desprcnditj'Jíc1Íto de energía sea casi instantáneo (explosión}. lñ
rcaccioit debe elcctllarsc con neutrones rápidos (sin moderador). De material
e}plgsivo .sirve el uranio puro 2 ~iU o el plutonio 2 ~!Pu.
· La explosión s'ó lo puc<lé producirse si las dimensiones del maleria l
íisionablc son mayores q1.1c las criticas. Est<1 se co.h siguc junt.ando ríÍpidamenlc
dos trozos c:fe materia l fisiona ble de dim.ens ioncs nicnores que ·11¡ critica,
o comprimie11do un trozo hasta tales <limcnsiohcs con las cuales el escape de
neutrones n travé.~ de la superficie disminuy:1 tanto que fas dimensionés de l
u·crt,ll rcs\1hc11 supc 1·iorcs ~' lns t.:tlti~a~. l...o '"'ºy h1 nh"o se r~1liz.;t por nlcdio de
materiales explosivos ordinarios.
Cuando la hn111b:1 hace cx plosiún la 1c11111crat11r:a alc:mz:1 millones de
kélvincs. A esta tc111pcra111ra la presión a11t11c11ta bruscamcmc y se ol'igi11:1 1111a
<rnda explosiva ~le gn111 potencia. Al piisnw tic111¡10 se prnth•ce mw irradrnci\111
muy intensa. Los productos de la ~acción en cadena que se liberan al explotar
ln bomba son mt1y radiactivos y peligrosos pnr:i los organismos vivos.
Los EE.UU. utilizaron bombas atómie<1s contrn J;ipón a l fi1rnl ele !a segunda
gucrm mundial En 1945 fueron lanzadas éstas sobre las ciudades japonesas d e
Hiroshirnn y Nagas<1ki . Estos actos de destrucción en lll«sa de $C¡cs humanos
no fueron dictados por ncccsidaclcs militares, puesto que en aque l iicmpo la
capitulación del Japón cr:\ ya inminente.
En la bomba termonuclear (de hidrógeno) sirve de fuente de la alt11
temperatura necesaria pnrn la síntc.<is termonuclear 1:1 explosión <le um1 bomba
atómica (de ur:inio o plutonio) ooloc;1da ucntro de cllia. L:1s ¡x1.<iliilid11dcs
técnicas de ;wmcntar la cocr¡;ia de I:\ explosión de estas bombas no tienen límite
alguno.
319
siguientes: amr,.¡rio (Z ~ 95), curin (Z = 96). b~rq11clio (Z - 97), calif<mto (Z •
= 98). eins1c11io (Z = 99).fumio (Z = 100), mC'11rle/c11io (Z = !01), 11obelio (Z""
=
- 102), l1111re11ri11 (Z = 103), k11rcl111/ovio (Z t04) y 1111•/.dmlrrin (7. = t05). El
kurcha1ov10, el niclsbohrio y los clcmen1os t 06 y 1!17, que hasta ahora no 1icne11
nombre. fueron sintetiwdos por primera vez en los lnboratorios de Dubna, en
In URSS .
i\'í()MOS Mi\RC/\OOS. En In nchmlidad 1icne c.1da vczm5s imporlnncia, 1111110
en la ciencia como en la industria, el empico de ishlopos rad i:1c1ivos de dislintos
elemen1 os químicos. El m é1odo mús importante es e l de los átomos mnrcn<los
o lrazadnrcs Este mé1odo se bRsn en que Jn s propicdaóc.~ química~ de tos
isótopos radiaciivos no se difcrcncim1 de lns propicd111les de los isótopo~ nn
r;icli:ictivos de los mismos elementos.
Lt's i~ótopos r;idinetivos son muy fáciles de llclectar por su radiación. La
r:"tmct1v11l;uJ es un;1 nmrca ¡>articular con nynlla <le la cual se puede ob~crvnr el
comportamiento del elemento en las diversas reacciones químicas y en las
transforrnacioncs físicas de l;is sustnneias. E.~tc mé10.to se ha convcrtidn en 111\<t
tic lo~ m i1s c lh::11.:c.~ para n;solver gran número de problemas lle biología, fi~iolu·
g'ia, medicina, etc. Co n él se ha podido esclurcccr unn se rie de cuestiones q ue
por o t ro~ 1né11¡dos es poco probable que hubieran podido rcsolvcrs~.
LOS ISÓTOPOS RADIACTIVOS COMO FUENTE DE RADIACIÓN.
Los isótop0s radiactivos se utili7.an mucho en la e1cnc1a, en la mediema y c11 la
técnica como fuentes compnctas de radiación de ¡;r.111 ene rgía. Principahncntc
se tlliliz:-i el cohaho radiactivo g~C'o y otros isótopos en c.1lid:-i<l de fuente.~ de
royos y.
OHTéNCIÓN DE LOS ISÓTOPOS RADIACTIVOS. Los isótopos
rndiaelivos se preparan e11 los reactores ouclemc.~ y c11 los ncclcrallorcs de
panículas clc111cntalcs. En In ac111ali<lad una gr:in r;unu de la iml11s1ria se dcdic;1
a pro~lucir isólopos. E11 todn la indusl rin atómica lo que quizÍI 1cnga más valor
parn la liunrnni<lad es la obtención y utilización de los isótopos rndiuc1ivos.
LOS ISÓTOPOS RADIACTIVOS EN OI OLOGÍA Y MEDICINA. Unn
de In$ invcsligacioncs mlts importantes hcchus con nynda de :'uomos m:m;;ulos
fue el toS1'Ul>ICJ l)lll Mll'r i\110LISMO. Con él se demostró que el org;rnismo cs1:'1
$UJCln a 111rn renovación casi total en periodos de tiempo 1cl:itiv:ltncnh:
pc4uci1os. Los (1Lomos que lo componen son sustituido$ por otros 1111cvos.
El hierro, como demostró In inv~scigación isotópica ele In san~rc, constituye
la ílllica excepción a dicha regla. Este en1rn en Ja composición de la hcmo-
f lobina de los glóbulos rojos. Ln inlrod~1cción de tílomos r~1dinctivos de hierro
1 t, Fc en los :ihmcntos pu~o de mamfiesto que esto~ ;itomos casi no se
incoi'ponin n ht s¡mgre. Unicamcr)lc cuando h1s rcscrv;is de hierro del
organismo se cst.:in ngotundo, dicho element o c1npicza a ser asimilado.
Los Íllomos 1rawdore$ t:11nbién $C. u1iliz:1n mucho en la agronomía. Por
ejemplo, para <lctcrminar euúl de los abonos fosfatndos es mejor asimilado por
las pl~nt:is, se marcan los fertilizantes con fósforo radinctivo nP. Somet iendo
las plantas n invc.<;tigación r:tdiactiva se puede hallar In cantidad de fósforo
nsímilndo por elfos de las diferentes clases de abonos.
En aqucllq~ casos en que no existen isótopo$ rad iactivo$ de vida
.~ufidentcmcntc larga, como, por ejem plo, en el ox'1gcno y en el ni trógeno. se
cnmh ia la compo5ición ísolópicn de los clc111e111os cstuhlcs. Así, añadicnd1i ni
:110
oxigeno un exceso de isótopo ':o se estableció que el oxigeno libre, que se
dc.(prende por íotosíntc.(is, e~ el que :in les entraba en In composición del nguo,
y no cu la del anhídr.ido c:1rbónico.
Los isótopos rndinctivos se 111ili7A1n en MEDICINA 1:11110 para la diasnosis
como con fines tcrapi:utico~.
IZI sodio r:idinctivo inyectado en pequeñas cantidndcs <m la s:mgrc se cmplen
1>ar:1 estudiar la circul ación de éstn.
l!I yodo $C deposita i111c:nsamcn1c en la gliindu!a ti rokfc.( ,.sobrc todo en cuso
de hi pcr1iroidisñ10 o cnícrmcdad de Basedow. Ob.scrv:rndo con un contador de
partícula~ cómo.se deposita el yodo radiactivo, se puede hacer ri1pida111cnte el
diagnóstico. Grandes dosis ele yodo rndinclivo provoc:in la dcst1Vcci6n parcial
de los tej ido~ que se dcsnrroll~11 de modo nnómalo. Por eso el yodo rndi:tctivo
~e 111ililm p;ira cur:ir l:t cnícrmcd:td de Jlasc<low.
u1 i11tcnsa radiación y del cobalto se utiliza para curur cnícrmcdadcs
e:111ccro.<:is (bomha .te i.~óto rm; de coha lt o).
LOS l~ÓTOl'OS RAl>l/\<:rtVOS EN LA INDUSTRIA. L1 u1ilt ~1cit)11 de
los isótopos r:ldiactivos en In i ndustria no es mcuos amplia. Uu o de los
ejemplos <le esto puede ser el siguien te proccdimicuto p:iru ~01nmla r el tlcs~:tstc
de los scg111cntos de los cmholns c1> lo.~ motores de con1bus1ión 1111cr1111.
l rratlinndo los scgmcnl<ls con neutrones se provoc:m en ellos rc11ccio11cs
nucleares y ~e hacen rndiactivos. Al funcionar el motor las particnlas que se
<lcs1>rcndcn de los segmentos v11n a pM'1r :ti aceite luhric.'lntc. /\n:1lrz;111do el
nivel de r:tdiactividnd de dicho nccitc ni e:tbo ele cierto tiempo de cst;ir
funcionando el motor, se hnlln el dcsgMte de los segmentos.
Los isótopos radiactivos permiten formarse um1 idea de In difusión de los
metales, de los procesos que tienen lugar e<\ Jos nitos hornos, cte. L:t potente
radiación -y de los prcpnmdos rndioctivos se utiliz~ para invcstig:ir In cstrncturn
interna de las pic7;as mctíilicas e.Je fundición con el nn de tletccrnr los defectos
que tcn¡;an. ,
LOS ISOTOPOS RADTACTIVOS F.N LA /\G IO CULTURA. Los
i~btopos radiactivo~ se en1pkan cnda vc7. mÚ.o; on In a¡;ricultura. La irradiación
de L'ls semillas (del algodón, de 111 bcrw, de los rilhunoo, etc.) con pequeñas dosis
de cuyos y de preparados r:1diac11vos hace que :iumcntc nn1ablcme111c la
cosecha.
Las dosis grandes de radrnc1 ón provoc:lll mutackmcs en !:is plan t:ls y en los
microorganismos, lo. que en nlg111\os casos hace que aparezcan varicch1dcs con
nuevas pmpicdades valiosas (rod ioselección). Así se han obtenido nucv:is
c$pccics de trigo, h:lhi chuela~ y otros cultivos y microo1·¡;anisrn os 0111y
prnductivos con dcs1ino 11 1:1 industria de antibióticos. También se cmplcnn los
rayos -y de los isótopos radiactivos para comb:itir los insectos perniciosos y parn
couscrva r pr,oduetos alimentici~. .
LOS ISOTOPOS RADIACTIVOS EN LA ,\RQUEOLOGIA. Para
determinar la cdnd de objetos antiguos de procedencia orgánica (maderas,
c:irbón vegetal, tejidos 11 otros semejantes) se aplica el mécodo del carbono
r:1<liactivo. En los vegctnlc.( existe $Ícmprc el isótopo rndi11c1ivo ~del carbono
·~c. cuyo periodo de semiJc~intcgración T= 5700 :liios. E.(IC isótopo se forma,
en pequeña cantidad , c11 la ntmósícm terrestre por In acción de los neutrones
sobre el nitrógeno. Lo.( neutrones proceden de las rcnc:ciones nucleares que
321
21 ("11
provocan las partículas rápidas que llegan del cosmos (rayos cósmicos) n la
nunósfom. El carbono radiactivo, <."Ombinñ ndosc con el oxigeno, forma :anhí·
drido carbónico, el cual es absorbido por los vegetal<:.~ y, al alimentarse con
ellos, ingerido por los animales. Un grnmo de c;irhono de las muestras de un
bo.14uc joven emite alrededor de lJuincc partículas ~ por segundo.
Cuando el orga ni~mo mucre deja de reponer su c;1rbono radinctivo. Pero In
cantidad de este isótopo que existe en él v;i disminuye ndo a causa de la
radiactividad. Determinando el contenido, en tanto por ciento, de carbono
mclinctivo qnc hay en los restos orgimicos se puede hallnr i:u ctfod, ~i se
cncucntrn entre los limites de 1000 a 50000, e inclu~o hnsta 100000 :iiio.~. Por
este procedinucnlo se na podido com'ICer la c<l;1d de lns momias cg.ipdus, de Jos
restos de hogu.:rns prehistóricas, cte.
323
21'
del radón en 1.91 di;1s? él periodo medio dec.~tc isótopo del radón 1'"'
= 3,82 d1;is.
4 Utdiuindo Ja tabla de Mcmlcléfo\', dc1crminar el nümcro úe prolone<
y de neutrones que hay en los n uclcos de Oúor, argón. bromo, cesio
y oro. ·
5. ¿A qué es i¡ual ln cncrgiu úc en lace del núcleo de hidrógeno pc$.•d<>
(dculerón)? La mnsa atómica rela1iv:1 del deutcr6n "'D = 2,0t41, 111 del
protón, 111p ~ t ,00728 y In del neutr611111,. "" 1,00866 ; la masa del ntomc>
de e11rl>ono lllr • 1.995· t O- 26 kg.
6. ílombardcando núcleos de boro 'lB C\lll rrotoncs se obtiene hcriho
:ne. ,:Qué otro nl1clco se rorn\:\ c1\ c...;tn rc:u.:cU>n?
1. Como rcsultudo de In rtsión del nüclco '~¡u por c1rt1ira tic un 11cu1rl111
se forman los niiclcos •1:oa y ~!Kr y tres neutrones libres. La cnerga:1
de cnl;icc c~pcdlie.• de los núcleos de h.1rin es 8.38 Me V, la de los de
cnptón, ll.SS Me V y la de 1<~• de uranio 7.S9 McV. ;.A qu~ es i¡;ual In
cncr¡¡io que se desprende duranrc la f<'lióu Je un núcleo de uronoo?
---- · ---· -·· ·· ----------~------------
'' f'ortícuTas s11burú111ícas son nqucllns coi: las c1u1lcs cstim formaJos
Jos :ítomos.
326
El fotón emitido por la lámpara <le mesa no tiene mi1s de 10-a s de vida.
É.~1c es el tiempo que nccc.~ili1 par.t llegar a la pilgínn del libro y ser absorbido
por el papel.
Solamente el neÚtrino es casi inmortal, debido :i que sus interacciones con
otras partículas son extraordinariamente débiles. Pero hunbién él pcre<:c cuan-
do so encuentra con ellas, aunque estas colisiones son extremadamente raras.
Así, pues, en su búsqueda de lo inmutable en nuestro mundo variable, los
cien1íficos se han encontrado no con una "base granítica", sino con "orcnn
movediza". -
Todas la~ parl"lc11las cle111c11t;1lcs se tr:111sform:111 units en otws y .:.•tns
lransíormacioncs mutuas son el hecho principal d e ~11 cxisrencia.
La idea de la invariabilidad de l:is partículas elemental<:$ resultó ser
inconsistente. Pero Ja de su indivisihilidad .<e con.<erva.
L.is p;irticulas clcmcnlalcs no se pueden dividir míts. pero por sus propicda-
dc.~ son inagotables. El curftctcr inagotable de las propiedades del electrón fue
mdicmlo por V. l. 1..cnin i11rucdi:11mncntc después <ld dc~c11hri111ic1110 de :1<111~1.
He nquí lo que hucc pensar asi. Supong!\mo~ que se no~ plantea el dc.~eo
naturnl de invc.,1ig:1r. pn1 CJc111plo. si el electrón cslii formado por olr:ts
por1ic11lus s1t/1ele111e11tll/es 1'. /.Qué hny que hnccr pnra intentar dividir e l
clcc1rón? Sólo es concebible un proccdimienlo. El mismo que utilil.n un ni1io
cuando qui<: re saber lo que hny dentro de un juguete de plástico. darle un golpe
rucrtc.
Como es naturnl, ni cl1Xlrón no se Je puede dar un martillazo. En vc7. de esto
h:1y que utilizar .o tro elcctron lam~ado :-. clll>rme vclocid;1tl o cualquier 0 1r:1
particuln clcmcn1al que se mueva a gran vclocid:ul.
Los aceleradores modernos comunic;111 a las p:irticulas cargadas unn
velocidad cercana. a Ja de la luz.
¡,Qué ocurre cuand o chocun partículas de energía ullr<1alla? fa111s
p.irtlculns no se dividen c11 algo que pueda llnm:irso sus partes compouenles.
Gcncr:in nuevas partículas de lns que ya figurnn en Ja lisln de las particulas
clcincnwlcs. Cuanlo 111"Y'" es Ja energía de hts pnl"liculas que chocan, l:mlo
mayor es Ja cantidad ele l:is que se generan y mayor su peso. Esto es pasible en
virtud de que al aumentar la velocidad crece Ja masa <le l:is par1ícula.~. De un
solo p:ir de (>llrliculas cualesquiera con mas;1 ncre<:cntada se pueden obtener, en
prmcipio, todas las particul:is conocidas hasta hoy.
En In fig. 255 se ve el resultado del choque de un núcleo de carbono, de
60 Ge V de energía (raya gruesa superior), con un núcleo de plata de In emulsión
foto¡;r!tficn. El núcleo se roin1¡c en fragmentos que salen lanz.~dos en ~cnlido~
distin1os . Al mismo tiempo se rorm:in muchas partlculas elcmcnt:iles nuevas,
piones. Reacciones semejantes a ésta, por choque con núcleos relnlivislns
ohtc111dos en un acclcrndor, ~e efcct uaron por primera vez en el mundo. en 1976,
en el l:1boratorio de altas cncrgias del Inslitulo Unilicado de Investigaciones
Nucleares de Dubná, en In URSS, bajo la dirección del a endémico h. M. BhLOIN.
Los núcleos exentos de envoltura el1Xtrónica se obtuvieron ionizando los
:itomos de carbono con un rnyo láser.
1> Se sobrcnliendc que son las 1•nrlíe11Jas co n lns cuales estarían for-
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: Placa de plomo
1
330
ncutrinos con la sustanci:1 en u11:1 capa de dclcnninndo cspc~or. En el sentid o de
poder descubrir esta partlcu la cxpcrimcnt;ilmcntc, el resultado ruc poco
consolador. La esfera terrestre c:s para el ncutrino más transparente que el
mCJOr vidrio parA la !uz. .
DESINTEGRACION DEL NEUTR ON LIDRE. El pa¡x:I del neutrino no
se reduce a explicar la desintegración p de los nueleos. Muchas particulas
cJementn\es en estado libre se desi ntegran cspontlmcamentc co n emisión de un
ne11trino. En primer lugar se comporta así el neutrón. Éste sólo ndq uicre
estabil idad en -los núcleos, a ex pensas de las inten1ccioncs con los otros
nucleones. Pero libre el neu trón vive nada mi1s que 15 mi nen promedio. Esto
fue demostrado por vía ex¡x:rimcntal únicamente dcspues de 11abcr sido
construidos los react ores nucleares que producen flujos potentes de ncu·
lroncs.
Lo mismo que otras pnrticulas, el ncutrino (cuyo símbolo es v) tiene
antipartícula, llamada ant111cutrino (su simholo es ti). Durnnte la dcsínte¡;raei611
del 11cu1rím en 1111 prutún y u11 clcctrú11 e~ emitid<• prcci~amc11tc 1111
a ntincut rino :
,, ..... 1, +e - +v .
L:1 cncr¡¡ia del neutrón es siempre mayor que la s11ma de las energías del protón
y el electrón. La energía sobrante se la lleva el antincutrino.
DESCUBRIMIENTO EXPER IMENTAL DEL NEUTIUNO. A pc.m de
parecer inatrnpablc, el neutrino (o más exact:1mcnte, el antine11trino). después
de 26 nños de "existencia fantasmal" en las revi~tas cicntilicas. fue descub1cno
experimen talmente. Ln teor'ia predijo que s1 1111 antinc11tri110 chucaha cun un
protón se íormnría un positrón y un ne11trón.
,, + ,, -t 11 + f.! + •
La probabi lidad de CSlc proceso es muy pequeña :i c11us:1 del cxtrnordim1rio
poder de penetración del t111ti11eutrino. Pero si los :intincutl'inos son muclws
cólbc la espcrn nz.'1 de poder descubrirlos. Unn cantidud enorme de antineuirínos
se produce durante el funciom1111icnto de un rc:1e1or nuclear , ya que al dc.~in·
tcgrarse los átomos de 11rnnio se forma una multitud de fragmentos radiactivos
n con periodo de vid;i pequeño. Precisamente junto a un reactor {el
experimento íue hecho en 1956 en EE.UU.}se enterró un cajón con paredes de
plomo y parafina. En el cajón había 200 1 de agua, que contenía cadmio, rodc.a-
du de una capa de centellador 1'1quido (cerca de 300 1). l!I centellador lanzaba
destellos cuando a través de él pasaban cuant os y.
El posiLrón ap;irecido cunndo un antincutrino chocab:1 con uno de los
protones de las moléculas de 11gua (punlo A en la fig. 258), se aniquilaba
in1ncdint amcn1c con uno de los electrones (punto B). dnnclo dos cuan los y. Los
cuantos gamma producían destellos del centellador, los cuales se resistrnban
por :lp.'lratos especiales. El neutrón formado en esta reacción, dcspues de cierto
"vagabundeo", era capturado por un núcleo de cndmio (punto C). Este núcleo
cmi th1 va rios c uant os y, lo que servia de señal de haberse producido In reacción
provoi:aclu por el llCltlrón rcciéh formado. La aparición primero de dos i:unn tos
l:11rz.ados en sentidos <listintos y después, al cabo d e un pequeño intervalq de
tiempo, de v:irios cuantos y mús, co nfi rmó Ja existencia del antincutrino. Esta
lll
'<11
1,
1
1
f
1
1
1
A
333
tienen la carga + 1 / 3e; los cuarqucs d y s tienen !:1 misma carga, igual a - 1 / 3 ~
(donde e es el módulo de la carga del electrón). El protón consta de dos cuar-
qms 11 y un cuarquc d; los piones son combinaciones c11orq11e-011tic11orq11t y así
sucesivamente. Las partículas extrañas (kaoncs c hipcroncs) contienen el cuar-
quc mf1s pc~do, el s, llanrndo "extraño".
Se h11 predicho la existencia de un cuarto cuarque, el denominado cuarq11c '"
con charm no nulo. Mils tarde fueron descubiertas por vía experi mental
partícu las que contienen este cuarquc. La masa del cunrquc e es mayor que Ja
del cunrque .~ .
Los c~pcrimentos de oispcrsión oc neutnno~ y electrones de encrgí,1s
ultrn:iltns por los nucleones han confirmado la estructura "cuf1rquicn" ta1110 de
los protones como de los neutrones. Pero dcsintegrnr los nudconcs en euarquc.s
no hn siclo 1><>siblc.
Los cuarqucs se han busc:1do y se buscnn aún entre las rocas continental.:.~.
en los sedimentos en et fondo del océano y en el sucio lunnr. Pero cunrq11cs
libres no se han encontrndo.
Por lo vis10 las fucn.as quo actímn entre los cunrqucs no disminuyen con la
dislnncia, co rno 1odas !ns dcmils fuerzas. sino que numcntan. Si e~to c.~ ns\,
uuncn scconscguiri1 desintegrar los nucleones y otras partículas en cuarqucs. lll
protón y otras parliculas tienen estructura compleja, pero divididas en pnrtes es
imposible.
Según las ideas modernas todos los leptoncs, lo mismo que los cuarques,
cnreccn de cslructurn interna. En este sentido los lcptones y los cuarques pue.
den considerarse partículas verdaderamente elementales. Aparte de las
antip;irtículas, has1a ahom se hnn descubierto seis lcptoncs. Cu:irqucs se han
descubierto cinco. El quinto es el linmado cu arque b, y su m<1sa es mayor que la
del cunrque r.. Se supone que existe un sexto cu arque, de mnsa mayor ním que la
del Cl1:1rquc /1. El anitlisis teórico llcvn n )¡\ conclt~~ión de que debe existir In
simet ria "c11nrco-lep16nica": toda la materia 1;stú construida con seis lcptoncs
y seis Cll:irques difcrcnt~'S- Junto con sus antip:irtículas, estas partícula~ ver·
dndernmcutc clcmcntnlcs seriln en total 24.
A ellas debe añadirse el cuanto de campo clectromugné1ico o íotón y el
cuanto del campo que cfcc1ita l:i interacción entre los eu:uques. Las particula~
<le este campo se llaman gluo11cs. Los g.Juoncs aún no se han dcscubicrlo
experimentalmente. También deben existir cu_,1ntos del campo de lns
intcrnccioncs débiles o bosonc.< ucc1oricrlcs. Estos tampoco han sido
descubiertos hasta ahorn. .
Así, puc.~. el cuadro de la estructura de la m:llcrin en su nivel más profundo
ha resul(ado ser h1uy complejo. La teoría de las fuerz.as "intcrcuúrquieas" no
está ncab:id:1 aún . Es posíblc que en el futuro se descubran nún cuarqucs
y lcptoncs de mayor mnsa. ·
No obstante, puede decirse que durante los últimos años se han logrado
éxitos enormes en la fisic.~ de las pnrtíeulas elementales. Se ha dcscuMerto unn
serie de nucv:is panículas, se ha establecido Ja estructura "cuilrquica" de las
¡xu1ículas que interaccionan fuertemente. Tamhién tiene importancia el haberse
iniciado la creación de una teoría única de 1odas las fuerzas de Ja nnturalcu.
Las intcrilcciones electromagnéticas y débiles ya lrnn sido incluidas dentro del
marco de la teoría único .
334
i. ? l. El clcct.rón es In porticula mi" ligero entre .las cargadas. ¿Cuál de l:1s
leyes de conse,.vación que usted conoce prohibe la transformneión del
mismo eu fotones?
2; Al ~niquilarsc un electrón y un pos itrón lentos se íorm:in dos cu:1111os
y. ¿Bajo q.ué ángulo en tre sí salen lan zados?
3. ¿C)llll es In frc~ucncfa de los cunntos y que se.forman en las co ndiciones
indic:1das en la pregunta a111eríor'1
4. ¿Por qué el ncutr6u libre se desintcj;ra en un protón, un electrón y un
antiucutrino, mientras que el protón lihre no puede dcsinlegrnrsc en un
ñcutrón, un positrón y un 11eutrino'/ ·
S. t:>e puede observar en la cilm:1rn de nichln In tra7., de una rnrticuln
ettr{:.(td:t, cuyo pcrit,tlo de vida sea tic H> "' : ., s'!
6. lQué es un quark. (<> cu~rquc)?
r.~
VM;t.1 nt~"IJ•>. .e-
i~ de <i«tnl•)
:. <a a~
Fotó n 'Y 'Y o o Estable
Ncutrino
electrónico
V~
"~ o o E.~table
Neulrino
µ-me.sónico
v,, v" o o Estable
"'"'e:
...oo. Nculri no
r-m c~ón ico
Vr Vr o o Estable
V
....J
Elcclrón e - e+ 1 - 1 fül:iblc
Mesón mu JL ¡i +
206,7 - 1 2,2. 10-<>
M c~ó n tau r- 'T + 35 28 o 3,5 . 10-12
Mc.~oncs pi ?To 11"0 264,1 o o,s . w- 16
(piones) 'll'+ ?T 273,1 1 2,6 • 10-s
(1)
<U
e:
Mesones K K+ x- 966,4 J 1,23 • w- 8
o (kaones) Id - o,86 • w- 10
"'<U K°
~ ¡.A> 974,1 o Id - 5,38 • I0- 8
,,O-mesón TJº riº 1074 o 10-11
<U
, e Protón p ft 1836,1 1 Estable
;:lo
.,,z~ Nculrón 11 if 1836,6 o 103
u
"'
e: Hipcroncs A Aº 2184, 1 o 2,5 • 10 -10
.2... lambda
~ "' Hipcrones ¡;+r; + 2327,6 1 0,8. 10 - 10
~
e:
o sigma
...cu Eº !:º 2333,6 o 10-14
c.
¡;- r- 2343 1 -1 1 49. 10 - 10
Hipcrones xi ~o ;;<O
..... ..., 2572,8 o 3,03 • 10 - 10
l:
Partfcula
omega
-o -o-
i;: - ;:¡:- 2585,6 -1
3273 - 1
J,66 • 10- 10
1,3 • 10 10
menos
Importancia de la física para
explicar el mundo
y el desarrollo de lás fuerzas
productivas de la sociedad
340
revolución ele Ja cicncin químien. Procesos :millo¡;os tienen lugar en la geologi:1.
mctcnrolog.i:1 y en 11111chns otr.1s ciencias modernas.
Proíu ndos cambios cuuhlnlivns se pri>clucco tambii:n en nuestros días en
tod:1s J:1s ramas principales de la técnica. En In cnc r¡¡i:ticn In revolución está
v111c11ladn. en particular, con el pnso de las ccntmlc.~ eléctricas térmicas, que
funcionan con comhustiblc orgitnico, a las centrales eléctricns :itómicas. En Ju
rnmn que se ocupa de nrntcrin les nuevos viene eondioio1lada por la creación de
In iuduslria de los materiales artiíicialcs, con propiedades exlr.aordinarias, 111uy
import:mlcs desde el pt111to etc vis1;1 pr{1ctico. Ln mccaniwción y
automatÍl<tción compleja conducen a una incvitnble revolución en la íncH1s1ria
y la :igricu !tura. l!,l trnnsportc, Ja construcción y la~ comunicaciones se
lr:111.~fo1 m:rn en ram;is c.~cncialmc11tc nuevas y mucho más product1v;1s
y pcríc.:ctas de la lé<;n1ca moderna.
La revolución cie11lilico-téc111c:i ha cambiado radicalmen1c el p:ipd de la
ciencia en la vida de la sociedad. l..a ciencia ~e h:1 1:ur1vcrtido en una íuc r1.11
pn1du..:t1va directa. De 11hu1a en :1dcl:1111c la sucrlc de la prod\lcción de lt>~
bienes 1na1cri11lcs que la humanidad neccsirn vn n tlcrc11dcr di1·cc1:1111c11 lc de los
adcl.111111s tic la cic11t;ia.
La revolución cic11tííl.:1Hcc11iea i111ponc inuvitahlemcntc a la hum anidad
una g.randiosa rcco11s1rucció11 y pcríeccio11amicn10 de toda~ las c~ícr:1~ de Ja
producción.
Al mismo tiempo In revolución c1e111lnco-1écniea hncc que el problcm:i de la
dcícnsJ úcl medio ambiente eolirc ex1raordin:1ria nctualid:id.
Cnllc las ciencias n;i1ur:ilcs modernas, la fisic.1 es una de l:ts mi1s dcslacad:l~
P.lla ejerce una enorme inílucnci:1 sobre olras ran1ns de In ciencia, de la técnicn
y etc In producción. 1lc aquí a lgunos ejemplos de dicha iníl11cnci:1 ,
Ournnte milenios los 3Strilnomos sólo tu vieron lo información sohrc los
fenómenos celestes que les pro rorcionab;i la luz vis!Plc. Puede decirse que
c.~tudiaba n dichos fenómenos ;1 lmvés de unn estrecha rendija del cxte11so
cspcctrn de lns r:rdiacionl·~ elcctro111ag.11élic:1s. Mace tres decenios. en vi11ud tld
dcsMrollo de In radiofisica surgió ];¡ raetio:1stro11omía. que ensanchó
e~traordinari:unCJlle nuc.~tros conocimienl os del Universo. Ella nos ayudó
a t.onoccr la existencia de muchos ohjctos cósmicos 1111lcs ignorados. En fuente
:idi.:ional de conocimientos a~tronómícos se h:1 convertido la ));Irte de la csc11la
etc las ondas clcctroma¡;nclicas que se encuentrn en la gama de ondns
hcrtzinnas.
Una riquisinrn informaci ón cien tífica npor tnn del cosmos ot ros tipos de
radi:1ción dectromagnélica que no llegan a la superficie de ta Tierra. porque so11
<tl>sorliidas por la ;1tmósfera. Con la sahda del homl>re al espacio cósmico 111111
11.icido nuevas csrcciulidmles de Ja as1ro110111l;1 que cnmbian su carácter. tales
conm la astronom·ra 11l1r.1violetn e infrarroja, la nstronomía de r:l)'M X y la
astronomía de rayos gamma. Se ha ensanchado enormemente la posibilidad de
estudiar los rayos có.~m1cos primarios que inciden sobre et límnc de la
atmó.~ícrn terrestre. En el transcurso de esta revolución los astrónomos han
cons..:g.11ido ()Oí primera VC7 poder invcsliA:tr tod<>~ los lipos de r:1rtic11las
)' r:1di11c1011.:s que llegan d..:l csp,1..:10 cósrnit:o. l.il v11 h1111c11 de la i11íorn1:11:1ún
cicn tiílca obtenida por los astronomos durante los úllirnos decenios Sltpcra
n111dJo el ele la infonnndbn con~cguida dur.llllC lod11 la his1oria :interior de la
341
astronomía. Los mélodos de inve.~lJgación y los aparatos registradores que se
11t ili7.<ll1 co11 este fin han sido tomados del arsenal de la lisien moderna: 1;1
antigua astronomía se transforma así en la nueva astroflsica.
Se están creando las bases de Ja :islrouomia ncutrinica, que aportará a Jos
cicnf11icos información acerca de los procc.~os q11c tienen lugar cii las entr.tñas
de los cuerpos celestes, por ejemplo. en las profundíd;idcs ele nuestro Sol. La
crcnción de Ja astronomía ncutrinica sólo ha sido posible gracias a los éxito•
alcan1.ados por la Jisica de los. núcleos ;11ómicos y de las pa11·1c11las elementales.
La revolución en la biología se suele relacionar con la aparición de ta
hit1l(l¡;.Ía nrnlccular y la gcnétie;1, que estudian los procesos vi1alcs ;1 nivel
molecular. Los rncdios y métodos fundamentales que utili1<1 1:1 biología
1111>lccular para delectar, :1islar y estudiar sus objetos (microscopios clcctri>nicos
y protónicos, anúlisis cstruclur<tl par rayos X, clcclro11ogralia, ¡tn(11isís
nc11trónico. ~lomos trazadores, ttllracentrííugadoras, etc.) también han ~ido
10111:11los tic 1:1 fosica. Sin estos 1ncdio$ nacidos en los lahoralorins fost(os, los
hiólogos no huhieran podido penetrar en un nivel cunlit:tlivnmentc nuevo de
invcstig:1ción de Jos procesos que se dcsarrollnn en los organismos vivos. Así,
pues, la ut ili7.ación de los métodos Ítsicos ha tenido un;1 impor1;1111;i:i dcfiuit iv"
en la crc:1dún y desurollo de la biología 111olccul11r y de la gcnl!1ic:1.
Un p:1pcl muy importante desempeña la lisica moderna en la rcconstrucciñn
de I~ quimi<..-a, );1 geología, la ocem1ología y otras ciencias naturnlcs.
1~1 foicn se cncuc111ra también en los orígenes de )as transformaciones
1-cv,~lucionarias <le tod;1s hts rnmas de la técnica. Sobre 1.1 b:1sc de s11s logros se
reconstruyen la encrgéticn , lns co11111nicacioncs, e l transporte, la construcción
y la prod11cción in<.luslrial y agrícola.
La revo lución en la energética h;1 sido prnvocn<la por el surgimiento de la
energía atómica. Las reservas de energía que se encuentran en el combustible
a1ómíco supcrnn mucho las aún no gastadas de combus tible convencional. El
c:1rbón, el petróleo y e l gas natural se han convertido en nuestros días en
111atcrí:i prima fundamental para la gran indus tria qulmica. Quemarlos c11 gran-
des cantidades es prO<lucir un daiio irreparable<• csla import~nlc rnnrn de la
pruducción mnclcma. Por eso es muy conveniente utiliz;i r p<Lrn Jos fines
c11erg.éticos combustíhlc atómico (uranio, torio). Esas son las ventajas
pnncipalcs de la energía ~lómic<l.
Las cc11tr:1 lcs eléctricas tcrmonuclcarc.~ cstún llamadas a liberar la lnrmani-
dad en el futuro de su preocupación por las fuentes de energía. Como ya se sabe,
los fundamentos cientificos de la energía atómica y termonuclear se npoynn
totalmente .en los l og~os obtenidos por la lisica de los núcl~os atómicos.
La lécn.ic:i del ,futuro se creará no a base de ·maleriales acabados de o rigen
naturnl, cjue y:\ en nuestros días no. pueden gay¡intiuir s11 seguridad y larga
duración, sino con materiales sintéticos de propiedades preest:iblccídas. 1311 la
cr.e ;ición <le esos materiales, junto a la gran química, van a desempeñar un papel
c;1da ver. más imporlnnte los métodos lisico$ de influir sobre la sust:incia (haces
·electrónicos, ión.icos y láser; c;11npos magnéticos supcrintcnsos: presiones
y tempcmwrus u!traall:ts; ultnisonido, etc). En ·c llos. se funda 1:1 pusibi líd:1tl de
ob'lcnl:r matcri;ilcs con earacteristicas extremas y de crear métodos nuevos en
principio de lratamicntp ele las sustancias. que C<Hnbiariin radici1lrncntc la
tecnología de las ind u'strins modernas.
342
Trabajos de laboratorio
Determinación de la a celeración
1. de caída libre por medio d e un pé ndulo
11r11RllTOS v MllTER!llLJ:S: una bolitn taladrada, ltilo. un
soporte con sujetador y Anillo, un reloj con segundero y un:i
eín!a rni:trica.
J1111icndrmes sobr<! cómo hacer el trt1b(ljo
t. Colocar el soporte sobre lt1 mesa, junto :i su borde. Fijar el anillo con el
sujetador en el cxJremo s11pc1'ior tlcl soporte y .:olllar 1lc aquel la holit:i suspc11-
diua del hilo. Esta debe t111cdar a 1 ó 2 cm de distancia del sucio.
2. Hnccr que el péndulo o~cile, desviando la holita hacia un b do de 5
n l! cm y so lt ándola .
3. Contar el nú mero 11 de periodos que rc;iliz:i durnntc un tiempo r igual a
ó 1,5 min .
4. Medir con la c inta mctrica la longi!lld I del péndulo.
5. Aplicúndo la fórmula del periodo de la~ oscilaciones del péndulo
T=21tw.
calcu lar la ¡1celeraci ón de caida libre y.
6. Apreciar el error.
34.3
l'il,!. 259
Fí¡;, 2<~1
IJ Las rectas <lclgacfos s\1n los al;1111hritos mc1áfü:.o~ a los ctu\ks se-
comunicn Jn lcni::iún pnra limpiar l:i c:"1rn:1r:i de iones nntcs de comenzar kt obscrvnción de
fo< tl:>ycctori:t.1.
346
l. Dctcnn in;11· la d1rccc1ún (sentido) del vector inducción del campo
ma¡;nético.
2. Explicar por <)ué las prirlcs de las tr;1y<"ctorills de las particu!:'ls son arcos
de circunfcrcnci:is.
) . Bxplic.1 r por qué en difcrcntcs ¡mrtcs de una misma tr:1ycc1ori;1 los radios
ele los arcos son distintos.
4. F..xplic:ir qué diferencia hay cnt rclas dos trnycctoriasdc la foto. GA que se
debe esta difcccncia?
5. Colocar sohrc l:i fotogrt1Íl;i In hojn de pllf'>CI trnnsparc111c y copinr en cll,1
con cuidnc.lo la trayc<:tnria I y el borde derecho tic J;1 foto.
6. Dcterminnr el rndit> de curvatura ele la lrnycctoriu en· su parle i11iei11l.
l'Mn eso hay que dibujar la cuerda de (!ichu r:•rlc inicial y lcv:in1ar por H•
ccntn> una pcrpcndi<:ular. Hal l;ir el ccntrn dd MCO de circunf.:rcucia y med i r el
l'IHIÍO.
7. Dc1 c1min;11 Jo 1111.~ 111" p.1r.1 l:i 11r1ycctnn:i ff .
K l ltilil.and" la formula tv¿,Mc el Jihrn "J'isica '.\'')
f( t'
'" ~ /1íi.
comparar las cargas cspccific:1s 21 <le .unhas partkulas
?. /,/\. qué partícula pertenece la trayectoria f f"/
" Ln cargo e<pccir..:.. de""~ rnrtícul~ cs l:i "1.i'n "'"'<le la cn r¡::t 1/ ~ Sii
1\\U~U ni,
Respuestas a los ejercicios
l:..icrc1c10 1. 1. :::; 15,1! N/m.2. ::::;20 s.]. 9 Clll; 25 cm.4. Aumenta 2.4 vcccs.5. La
sc~und:1 bo lila.(.. 0,4 m.7. ::::_3J,4 cm/s;:::: - 15,7 cm/s.X. ::::;9 r:uljs; \2 · 10 ·-'
J: ::::; 17,9 cm/s. ~I T~ 2n ¡/n/y. 1O. 19,2 km/h. 11. O, l m.
l·:1cr.:it'"' J l. 1..os ais ln111ic111os cnlrc las !úrninas deben ser pcq>~ndicula rc.o; a l
eje del irrbol. 2. La f. e. m. scrii máxima cuando e! plauo del cuadro {espira) sc:i
paralelo a las !inc;is de inducción magnétfoa.4. Se puede, por ejemplo, enro llar
encima de uno de Jos arrollamientos un devanado ndicional con nlimcro de
es piras conocido y mc<lir la tensión en sus extremos, suministrando :rl c11ro
llrrollamicnto una tensión conocida. 5. El trnnsformador puede qucu1¡irsc, ya
que la resisteueia ·de su arrollamiento n la corriente conlinua es mucho menor
que a Ja altcma.6. La resistencia de una espira es muy pequeña. En la espira se
produce una corriente inducida muy grande. La grnn cantidad de calor que se
desprende destruye e ! transíormador. 7. 24 pares. 8. 1/10; 22/7; 35/6 y 300/1 l.
Ejercido 4. 1 660 m. 2. ::::5000 m/s. 3. 1435 m/s.4. 180•, 5. Aumenta 4,2 veces
aproximadamente. (1. 340 H7_
348
l!jcrcicio 7. 2. x = 2/ sen et"' 10 cm. 4. 11/2. Et borde inforior del espejo debe
di~tur del sucio Ja mitad de la distancia desde los ojos ha$la el mismo. El borde
superior debe encontrarse a una altura menor que la cstr.tura de la persona en
una magnitud igual a la muad de la distancia desde los ojos h:islafa coronilla. 5.
El c.~pejo plano proporcion:i un:i reflexión dirigida, por lo que c:ida espectador
sólo verá una parte pequeña, intensamente iluminada, del ío togrnrna.
njercicio 8. l. 0,55; 1,24. 2. 1,4 cm. 3. Hacia el lado del vértice del ángulo rcírin-
~ente del pnsrtia. 4. No saldri1. 5. 11 ~ 2.
Ejercicio D . l. rtfi·. = 25; E.JIJ.. ~ 1/25. 2. :::::2· 10" m/s; ::::; 1023 m/s 1. 3.
:::::6,9 · 10- 14 m . 5 :::::4,1!7·10-'m. 7. :::::3,65·10 - 7 m .
350
l/crtz. N. 124. 21(>, 222, 254 Mw11lelsl11/1m; 1- l . 132
H ip1;1ci;is de Maxwell 120 M11rrn11i, G. 131
• P:iuli ~30 Mas::1 crilil~l 3 l >
- - l'lanck 253 - en reposo 235
l/11yq~11s. Clo . 24, 113, 114 M(IXWCll, J . c. 119. 147, 216. 221, 252
M ~ilncr, LJ,e JOS
Mesones 333
lconoscopio 14 2 Microscopio 185, 186
llumin:<c1ón 153 Mklll!l.<011, A. A. 193, 218, 222
Imagen rcnl l 7J Mljtlifo1', A . A . 25
;- virtual 159. 173, 178 Mi.,111:.<ki, L. V. 289
Indice 1lc refracción de In lot. 164. 195 Modcl.o de dtomo de Uohr 273- 275
hHensidnd de Ja cumcnle, :unplitud 56
- · -- Tl\onisun 267
----. valor dicn'- 58 - - · pl1111el:irio 268
--- - , - ins1nntánco 56 - nndcM de 1:1 gol~ de tf\¡uido 309.
- - ·· ltrl. 153 - ··- J"Ólonc-' y nc11l rpnes 302, 303
- del sonido 106 Moth1lnció11 L32, U3
h11cracc1t.\n clcctromagnCcje¡' 122 Mm·i<'y, B. 223
· fuerte JO~
l11te1'Ícl"e1lci:I ti~ la 1111 197
-- ondas 109, 110 Ncnlrinn 327, JJO. 331
ls6 topns 2'!~. 2')1) Nrnrrón JOJ , J02. J.lO
fMllmlw. /) . /). JO~ Nilcko at(1mk1> 269. 285
N 11d~1111cs 3og
."11i111·C11rie, F. JOI
l0Uo1· Cw·k, l . 301 Ondns cohcrcnl'-" 112, l 9S
- longitudinales 9J
- trnns vcrsulcs 93
K<1pit.<c1, l'. l.. 268, 288 Oscil:tcioncs amorti¡;.ua1:us ~O
K11rd1atnv, J. J_ 315 - arn1onica' 21, 52
- fo<1.;1das 3 1, 45
L:l~ercs 279··282 - lilms 13. 46
Uuw. M . 248 Qo;c;ilador de Hcrt7. l 25
UlicdC"~. /'. N . 262
Lc11i11, V. l . R9, 327
-- l;ímp¡ira 70
Len le 171
- c<.'nvcrgcntc 173 Par clcctnln-posiirón 328
.. delgnda 172 1':1rlic11la$ cJcmcntalcs 2¿t5, .'l26
- <liver¡;c•!IC 175 l'aniculns subclcmcntnles 327
/_,.0111b1•lch, M. A. ~17 1'<11111. W . JJO
L~1>1<>r1cs JJ.l PCnduh> !'.lmplc (matcm;\1ico) 17
l.ey ele composición de lns vclocid<tdci;, Pc1 it<tdn d..: la:'i oscil:idonc.~ 23
rclntivista 221\ - - $CIUÍt.kSÍHh.:¿;rnciót\ 296
-- <lcspla7.amicnto 295, 296 ···- una red de d ifrncci(>n 2.11
- - la desin tegración radiactiva 296:.298 1'1•/r:lwk, K . ,1. 310
-- - prop3gaci6n rcetilinea de la luz Pla11tk, M. 253
J50 Plnuo focal 175. 178
-·- - rcílcxión de la ll!Z 158 Polnri?,ación de la luz 212-215
----- las ondas 114 Polaroides 215 ·
-- - refracción de 111 luz 162, 193 l'npou, A.S. 129-131
Leyes del efcclo fotoeléctrico 254-256 l'osilrón 328
Lon¡;ltud de ondn 97 Postulados de Bohr 271 - 273
·- - - luminosa 200 -- la leoria tic la relatívidac.1 223
Lorcutz, fl . 222 Potencia 6p1ica de u1111 lcnlc "17·5
Lumin iscencia 237- 239 Presión de b lnz 261
Lupa IRS Pdocipio de Huygcu~ 11)
1-ll1.. lll(l1t0Crc,111;lr ic;1 239 -· ·· In rcla lividacl 223
- n:1 :ural 214 l'rbjorov. A.M. 279
- planopolarir.idn 215
35 1
Quarks (crnm¡ ucs) 333 ~on:1t (h1droloc.ih::mlor) lllll
SttJliétov, A. G. 255
Rndi:lc1ó11 111tlucidn 279 S1rt1s1<111t11111, F. 311R
•· i11írn rroj:1 245 Superficie <le ondn 99
- ultrav1o lc1n 245
Ratliactívidad 2S<J Tclcvi.<i,ln 141
Radiocomunic"ción 131 Tcor~o de l;o lur, <:orruscul:i r 14(1
RadiolocnlÍ7.nci611 139 ----, ondula1ori:1 146
Rnyo 99 --- rclatividnd 221
Rnyos atín 291-293 - del erecto ío tocl~clrico 2.56-25!!
- beta 291- 293 T/11i111.<011, J .J. 267
- gan11113 291-2\13 Ti111lrl1!ieu, K . A 263
- X 246-249 T01w1c.f. Ch. 21?
Rcaccio11cs nuch.-:trc$ 306 Trnbnjo de C(lf~~"<;1ón (o S.'llilin) 257
-- en c:.dena 3!0 Trnnsíorm:tdor ~ 1
lCnll~>llUClcnr<'>' 315 Triodo 6S
l{c:1c1nnci:1 i11d 111.:1iva (í3 'l'rilio 299
Reactor nuclC:1r 312- 31 S T ubo de ra)'u~ X 249
Red de 1liír:tcc1(m 21 1
Rcílc~iún 1lc l:t 1111. 1511
--- total 1(1(1 1C.K Ultrasonido 107
llcír:1cci1\11 <le Jn h11 l 62 llonhr~l rojo Í<llocléctrico 257
l{cgla 1lc c11.11 lli1.:1<·i/111 274 O nuw, N . .·l. ') 1\
Relación de 1ransform:1c1!\11 82 u..,,11 ,,;,,, 1. r. s1
entre 111 """'" y In cucrg~• 233
Kcla11v1dn1I de In •Ímulrn11cidad 225 Vnvilmo. S. l . 2)\1, 25'J
-- las 1hstnnc1M 227 Vcloci1tad tic la 1111. 191- 193
· - los mtcrvnl<>• <le 1iempo 227
Rc<istcnci:o cltctricn. óhnuca 56 ~- º""" \17
- del son ido t 03
Rc.<unnm;ia 32, :14, 65 ViudcMciíal (.<eii.it 1lc im:11:c11I l·ll
/(<1cm1•r, O, 1\11
Rrl<'11fyt!11, IV. K . 247
fü11/11•rf tml, E. 267-271, 291 Yúbloclokm~ .f'. N. 81
Y 01my, T. 198, 207
Si11crofosutró11 2 31 Z/11li111nt>. A. P. 289
Skl,~low,'(k11·C11d,~. M1,,ic- 290
Skr>l><'lt.ri11, I>. V. 28R Zweig, S. 333
St11!tly, F. 294, 29~