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HISTORIIA IGLESIA De 1980 a 1991

El arzobispo de San Salvador, Óscar Romero, y el papa Juan Pablo II (1979).

La ESMA, centro de detención clandestino ubicado en la Ciudad de Buenos Aires donde fueron torturadas
por la dictadura instalada en Argentina en 1976, las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet.
Ambas fueron luego arrojadas vivas desde un avión al mar.

El 24 de marzo de 1980 fue asesinado Óscar Romero, arzobispo de San Salvador, quien ponía en el
centro de su prédica a los pobres de su tierra y la denuncia de las violaciones de derechos humanos.
Murió mientras celebraba misa por un francotirador militar bajo las órdenes del mayor Roberto
d'Aubuisson —fundador de la Alianza Republicana Nacionalista y del coronel Arturo Armando Molina—
.110111 Marino Samayor Acosta habría recibido 114 dólares por realizar esa acción.112 Romero ha sido
honrado por varias religiones,113 incluyendo a la Comunión anglicana que lo incluyó en su santoral;114
115 es uno de los diez mártires del siglo XX representados en las estatuas de la Abadía de Westminster,
en Londres.116 Varios referentes de la teología de la liberación reclamaron la canonización de monseñor
Romero por la Iglesia católica y señalaron los obstáculos a la misma; en este sentido Jon Sobrino, director
del Centro Monseñor Romero, destacó la «canonización popular» que ha recibido Romero;117 por su
parte Pedro Casaldáliga le dedicó un poema, San Romero de América, pastor y mártir nuestro, donde
escribe: «El Pueblo te hizo santo».118119 En febrero de 2015 Radio Vaticano dio a conocer
declaraciones del obispo Vincenzo Paglia informando que el papa Francisco habría decidido la
beatificación de Romero,120 hecho que finalmente ocurrió el 23 de mayo de 2015 en la plaza Salvador
del Mundo cerca de las 10:30 A.M. Se trata del primer salvadoreño en ser elevado a los altares y el primer
arzobispo mártir de América.

En mayo de 1980 la campaña electoral del futuro presidente Ronald Reagan en Estados Unidos, elaboró
el llamado Documento de Santa Fe I en el que por primera vez se incluyó a la teología de la liberación
como objetivo a ser combatido dentro de la Doctrina de la Seguridad Nacional.121 El documento dice:

La política exterior de Estados Unidos debe comenzar a enfrentar (y no simplemente a reaccionar con
posterioridad) la teología de la liberación tal como es utilizada en América Latina por el clero de la teología
de la liberación. El papel de la Iglesia en América Latina es vital para el concepto de libertad política.
Lamentablemente las fuerzas marxistas-leninistas han utilizado a la Iglesia como arma política contra la
propiedad privada y el sistema capitalista de producción, infiltrando la comunidad religiosa con ideas que
son menos cristianas que comunistas.121

Adolfo Pérez Esquivel del SERPAJ, activista protestante de la teología de la liberación y de los derechos
humanos. Secuestrado y torturado por la dictadura. Premio Nobel de la Paz en 1980.

El 13 de octubre de 1980 se concedió el Premio Nobel de la Paz a Adolfo Pérez Esquivel un religioso
protestante argentino integrante del SERPAJ (Servicio Paz y Justicia), activista de los derechos humanos
y la teología de la liberación, que había sido secuestrado y torturado por la dictadura militar argentina.122
123

También en 1980 se conformó la Articulación Ecuménica Latinoamericana de Pastoral Indígena (AELAPI)


consolidando la identidad de la teología india que se venía formando desde Medellín, como problemática
autónoma de "los pobres" como categoría, rechazando la pastoral paternalista y optando por una pastoral
liberadora mediante la "inculturación del evangelio", categoría novedosa que lleva a realizar "un
trasvasamiento del mensaje evangélico al lenguaje antropológico y a los símbolos de la cultura en que se
inserta" (DP 404).124125

En 1983 el papa Juan Pablo II viajó a Nicaragua y generó un incidente diplomático-teológico cuando se
negó a saludar al ministro sacerdote Ernesto Cardenal procediendo a señalarlo con el dedo mientras
Cardenal permanecía arrodillado ante él. La escena fue captada por las cámaras de televisión y
fotográficas y dio la vuelta al mundo, dando lugar a críticas, debates y posturas de todo tipo.126127128

El 4 de febrero de 1984129 ―en el marco de la Guerra fría―, el papa Juan Pablo II suspendió a divinis
del ejercicio del sacerdocio, a los sacerdotes Ernesto Cardenal, Fernando Cardenal (hermano del
anterior), Miguel d’Escoto y Edgard Parrales, debido a su adscripción a la teología de la liberación.129
Treinta años después, el 4 de agosto de 2014, el papa Francisco desautorizó ese castigo y lo derogó.130

En 1984 la prensa española difundió un documento informando que se trataba del texto preparatorio de la
decisión sobre la teología de la liberación que se preparaba para tomar la Congregación para la Doctrina
de la Fe a pedido del Papa Juan Pablo II. El texto calificaba a la teología de la liberación como "la gran
herejía de nuestro tiempo" y sostenía que "la teología de la liberación constituye un peligro fundamental
para la fe de la Iglesia, porque se trata de una nueva forma de comprensión global y de realización del
cristianismo en su totalidad, y que por esto cambia todas las formas de la vida de la Iglesia, su
constitución jerárquica y sacerdotal, la liturgia, la catequesis, las opciones morales. Se trata de una nueva
interpretación del cristianismo, cuya gravedad no se valora suficientemente porque no entra en ninguno
de los esquemas tradicionales de herejía”. El documento fue atribuido al cardenal Joseph Ratzinger,
futuro papa Benedicto XVI y por entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina y la Fe. La
filtración produjo la reacción de muchos teólogos de la liberación que criticaron el documento. Finalmente,
ese mismo año, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó su primera instrucción sobre la teología
de la liberación (Libertatis nuntius), estableciendo la postura oficial de la Iglesia católica sobre el tema (ver
sección "Postura de la Iglesia católica"), con un contenido muy diferente del que tenía el texto filtrado a la
prensa.131

En marzo de 1985 la Congregación para la Doctrina de la Fe cuestionó partes de la obra Iglesia: carisma
y poder. Ensayo de eclesiología militante del teólogo brasileño Leonardo Boff. La Congregación romana
no actuaba de oficio, sino respondiendo a una petición del propio Boff, que había solicitado su amparo
frente a la crítica recibida de la Conferencia episcopal brasileña.132 También se lo expulsó de su cátedra,
de sus cargos en las revistas Vozes y Eclesiástica Brasileira y se le impuso la obligación de permanecer
en "silencio obsequioso". Boff respondió ambiguamente a la notificación diciendo "condenando
acepto".133 Ese mismo año el teólogo uruguayo Juan Luis Segundo publicó su libro Teología de la
liberación: respuesta al cardenal Ratzinger,134 refutando y criticando duramente la postura oficial de la
Santa Sede ante la teología de la liberación adoptada por la Congregación para la Doctrina de la Fe
liderada por Ratzinger, quien en 2005 sería elegido Papa.

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