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3/01/2013 – FAMILIA

674-2012

SALA DE LA CORTE DE APELACIONES DE FAMILIA. GUATEMALA, VEINTITRÉS DE ENERO


DE DOS MIL TRECE.

EN APELACIÓN y con sus antecedentes respectivos se examina la SENTENCIA de fecha diecisiete


de agosto de dos mil doce, proferida por el JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DE FAMILIA
DEL DEPARTAMENTO DE ESCUINTLA, con sede en la ciudad del mismo nombre, dentro del juicio
arriba identificado, promovido por la señora ROSA IDALIA GARCÍA VÁSQUEZ contra el señor
JOSÉ ANTONIO NAVARRO CARRILLO. Y, del estudio de las actuaciones se extraen los
siguientes resúmenes:

I.- DE LA SENTENCIA RECURRIDA: La Jueza de Primera Instancia, declaró: “I) CON LUGAR la
DEMANDA ORAL DE FIJACIÓN DE PENSIÓN ALIMENTICIA promovida por la señora ROSA IDALIA
GARCÍA VÁSQUEZ en contra del señor JOSE ANTONIO NAVARRO CARRILLO; II) En
consecuencia, se condena al demandado JOSE ANTONIO NAVARRO CARRILLO a pagar a la actora
a favor de su hija menor de edad de ambos SOFIA NOEMI NAVARRO GARCIA, la cantidad de UN
MIL DOSCIENTOS QUETZALES MENSUALES, para la menor de edad alimentista de autos, en
concepto de pensión alimenticia, la que deberá ser pagada en forma mensual, anticipada y sin
necesidad de cobro ni requerimiento alguno; III) La pensión alimenticia ahora fijada empieza a correr
efectos desde el CINCO DE ABRIL DE DOS MIL ONCE, fecha en la cual fue notificado el demandado
JOSE ANTONIO NAVARRO CARRILLO de la acción entablada en su contra, cobrables las pensiones
alimenticias que se fijaron provisionalmente, las cuales quedan establecidas en el monto que se fija a
través de esta sentencia en forma definitiva, pero si las mismas hubieren sido canceladas durante la
tramitación del juicio se tendrán por bien hechos los pagos; IV) Se fija al demandado JOSE ANTONIO
NAVARRO CARRILLO el plazo de cinco días para que garantice dicha obligación, bajo
apercibimiento de que si no lo hace, se tendrán por garantizadas las pensiones con los bienes
presentes y futuros de su propiedad que indique la actora; V) Se condena al demandado JOSÉ
ANTONIO NAVARRO CARRILLO al pago de las costas procesales causadas por lo considerado; VI)
NOTIFÍQUESE.”

Por ser exacta la relación de los hechos en la sentencia recurrida no se hace rectificación.

II.- DE LOS PUNTOS OBJETO DEL PROCESO: Que se fije en concepto de pensión alimenticia a
favor de la menor SOFÍA NOEMÍ NAVARRO GARCÍA, la suma de UN MIL QUINIENTOS
QUEETZALES MENSUALES, la que deberá ser proporcionada por el señor JOSÉ ANTONIO
NAVARRO CARRILLO.

III.- DE LOS MEDIOS DE PRUEBA APORTADOS AL PROCESO: POR LA PARTE DEMANDANTE:


A) Documentos consistentes en: a) Fotocopia autenticada de la certificación de la partida de
nacimiento número trescientos seis, folio ciento cincuenta y tres, libro trescientos cinco, extendida por
el Registrador Civil del Registro Nacional de las Personas de la ciudad de Escuintla, el dieciséis de
febrero de dos mil once (folio tres); b) Fotocopia autenticada de la certificación de la partida de
divorcio número cuarenta y nueve, folio veinticinco, libro diecisiete, extendida por el Registrador Civil
del Registro Nacional de las Personas de la ciudad de Escuintla, el dieciséis de febrero de dos mil
once (folio cuatro); c) Fotocopia autenticada de la certificación extendida por el secretario del Juzgado
de Primera Instancia de Familia del departamento de Escuintla, el catorce de julio de dos mil ocho,
que hace referencia a la sentencia dictada el veintidós de mayo de dos mil ocho, dentro del
expediente número doscientos ochenta y cuatro – dos mil ocho (folios del cinco al siete); B) Las
presunciones legales y humanas. POR LA PARTE DEMANDADA: A) Documentos consistentes en:
a) La demanda (folios del uno al siete); b) Fotocopia legalizada de la cédula de notificación número
cero cinco mil tres – ciento sesenta millones cuarenta y siete mil trescientos ochenta y nueve
practicada el uno de agosto de dos mil once, al señor José Antonio Navarro Carrillo, dentro del
proceso oral de relaciones familiares identificado con número cero cinco mil tres – dos mil once – cero
cero seiscientos noventa y cuatro (folios veinticinco al veintinueve); c) Fotocopia legalizada de la
cédula de notificación número cero cinco mil tres – ciento sesenta millones cuarenta y ocho mil
seiscientos noventa y dos practicada al señor José Antonio Navarro Carrillo, dentro del proceso oral
de relaciones familiares identificado con número cero cinco mil tres – dos mil once – cero cero
seiscientos noventa y cuatro (folios treinta y treinta y uno); B) Las presunciones legales y humanas.

Oportunamente se realizó la investigación socioeconómica a las partes, de lo cual se rindió informe.

IV.- DE LAS ALEGACIONES DE LAS PARTES: Con ocasión del día para la vista, la parte
demandada, señor José Antonio Navarro Carrillo presentó alegato, manifestando en el mismo lo
siguiente: Que la sentencia recurrida, fue dictada con indudable mala fe y abuso de derecho en su
contra enmendando el procedimiento del presente proceso, pues consta en autos, que la sentencia
dictada el catorce de noviembre de dos mil once y que le fuera notificada el seis de diciembre de ese
mismo año, de la cual adjunta fotocopia simple para ilustración, estaba debidamente notificada a las
partes y no existía recurso ni notificación alguna pendiente y al no haberse interpuesto recursos
dentro del plazo legal, está fenecido y es cosa juzgada, por lo tanto enmendar el procedimiento,
constituye una clara violación a su derecho a la justicia y a su derecho del debido proceso contenidos
en los artículos 2 y 12 de la Constitución Política de la República de Guatemala y el artículo 16 de la
Ley del Organismo Judicial, asimismo se viola lo preceptuado en los artículos 144 y 155 de la última
Ley citada y 26 y 126 del Código Procesal Civil y Mercantil y su derecho al haberse ordenado el
embargo total de la cuenta en donde se le deposita el pago de su salario, es decir que se le embarga
el cien por ciento de su salario en clara violación al contenido del artículo 96 e) del Código de Trabajo,
donde se estipula que es inembargable el sesenta y cinco por ciento del salario mensual a que tiene
derecho todo trabajador, así como el artículo 97 del Código de Trabajo que expresa tanto en el caso
de embargos para satisfacer obligaciones de pago de alimentos a que se refiere el párrafo anterior,
como en el caso de embargo por otras obligaciones, el mandamiento, así como las diligencias
respectivas, contendrán la prevención a quien deba cubrir los salarios, de que aún el mismo salario
sea objeto de varios embargos, se deje libre en beneficio del ejecutado la parte no embargable. Que
al dictar la sentencia que le fija un mil doscientos quetzales, sin tomar en cuenta que en dicha
sentencia se indica que el estudio socioeconómico practicado por la trabajadora social adscrita al
Juzgado de Familia, la actora es una mujer joven, que goza de buena salud física y mental, que tiene
estudios universitarios y un empleo donde por su preparación universitaria tiene capacidad de
contribuir al sostenimiento del hogar y así cumplir con lo establecido en los artículos 110 segundo
párrafo y 253 del Código Civil. Solicita se modifique el numeral romano dos de la sentencia apelada,
en el sentido que la suma de un mil doscientos quetzales mensuales fijados a favor de su hija se fije
por la suma de ochocientos quetzales mensuales, por haberse dictado en abuso del derecho y en
atención a la edad de la alimentista. Que además se le libere del pago de las costas procesales por
haber litigado de buena fe. La parte demandante, señora Rosa Idalia García Vásquez presentó
alegato de manera extemporánea.

Tramitada esta instancia de conformidad con la ley, habiendo señalado y verificado el día de la vista
es procedente resolver y.

CONSIDERANDO:

-I-

La apelación es un recurso ordinario que provoca un nuevo examen de la relación controvertida y


hace adquirir al juez de alzada la jurisdicción sobre el asunto, consecuentemente, éste cuenta con
facultades para decidir la controversia y conocer de nuevo, tanto de la cuestión fáctica como de la de
derecho; la legitimación para ejercerla la tiene la parte agraviada por la sentencia, y en general, todo
aquel que por tener interés inmediato en lo que sea objeto o materia del juicio, resulte perjudicado por
la decisión, bien porque puede hacerse ejecutoria con él mismo o bien porque haga nugatorio su
derecho, lo menoscabe o desmejore. Es una expresión del derecho a la tutela judicial efectiva y se
considerará solo en lo desfavorable al recurrente y que haya sido expresamente impugnado. El
Tribunal Superior no podrá, por lo tanto, enmendar o revocar la resolución en la parte que no es
objeto del recurso, salvo que la variación en la parte que comprenda el recurso, requiera
necesariamente modificar o revocar otros puntos de la resolución apelada. El ordenamiento
sustantivo civil guatemalteco, al definir la denominación de alimentos asienta que “comprende todo lo
que es indispensable para el sustento, habitación, vestido, asistencia médica y también la educación
e instrucción del alimentista, cuando es menor de edad”. “Los alimentos han de ser proporcionados a
las circunstancias personales y pecuniarias de quien los debe y de quien los recibe, y serán fijados
por el juez en dinero”.
-II-

El señor José Antonio Navarro Carrillo por no estar de acuerdo con lo resuelto en la sentencia
analizada, interpuso recurso de apelación contra la misma señalando como agravios: a) que la jueza
de los autos indudablemente actuó de mala fe y abusó del derecho en su contra al haber enmendado
en procedimiento en el proceso pues anteriormente, con fecha catorce de noviembre de dos mil once
había dictado sentencia y ésta estaba firme por no haberse interpuesto recurso dentro del plazo legal,
estando por ende fenecido y era cosa juzgada por lo que con tal enmienda se violó su derecho a la
justicia y el debido proceso regulados en los artículos 2 y 12 de la Constitución Política de la
República, 16, 144 y 155 de la Ley del Organismo Judicial, por lo que un juicio no puede ser abierto
de nuevo en su contra, habiéndose incurrido con tal actitud en error sustancial; b) que dentro del
proceso se violan sus derechos porque se le embargó totalmente la cuenta donde le depositan el
pago de su salario en clara violación al contenido de los artículo 96 literal e) y 97 del Código de
Trabajo; y c) que al fijarle una pensión alimenticia de un mil doscientos quetzales sin tomar en cuenta
que en dicha sentencia la señora jueza indica que según estudio socioeconómico practicado por la
trabajadora social adscrita al juzgado, la actora es una mujer joven, que goza de buena salud física y
mental, que tiene estudios universitarios y un empleo donde por su preparación tiene capacidad de
contribuir al sostenimiento del hogar y cumplir con lo establecido en los artículos 110 y 253 del
Código Civil.

-III-

Quienes juzgamos en esta instancia, realizamos el estudio correspondiente a los antecedentes de


primer grado, la sentencia impugnada y la inconformidad del apelante, y observamos: a) que con
fotocopia legalizada de la certificación de la partida número trescientos seis, folio ciento cincuenta y
tres del libro trescientos cinco de nacimientos, extendida por el Registrador Civil de las Personas de
la ciudad de Escuintla, cabecera del departamento del mismo nombre, quedó acreditado el
matrimonio celebrado entre demandante y demandado; a dicho documento se le otorga valor
probatorio por haber sido legalizada por notario en ejercicio de su profesión, sin que se le haya
redargüido de nulidad o falsedad; b) En cuanto al primer agravio formulado por el apelante y resumido
en la literal a) precedente, estimamos que a éste no le asiste la razón toda vez que si a su juicio con
el auto de enmienda de procedimiento se perjudicaba los derechos y el principio jurídico alegado,
conforme lo regula el artículo 67 de la Ley del Organismo Judicial pudo haber interpuesto el
correspondiente recurso de apelación para que dicha decisión fuera analizada en segunda instancia y
al no haberlo realizado consintió tal resolución, circunstancia por la que no es dable se revise en esta
instancia el día de hoy; en cuanto a que dentro del proceso se violan sus derechos porque se le
embargó totalmente la cuenta donde le depositan el pago de su salario en clara violación al contenido
de los artículo 96 literal e) y 97 del Código de Trabajo, es un agravio que la sentencia recurrida no le
causa, toda vez que consta en autos que mediante resolución de veintiocho de junio de dos mil doce
(folio ciento veintidós) tal medida de embargo fue levantada; por último y con relación al monto de la
pensión alimenticia discutida y que en tal fijación no se toma en cuenta que en dicha sentencia la
señora jueza indica que según estudio socioeconómico practicado por la trabajadora social adscrita al
juzgado, la actora es una mujer joven, que goza de buena salud física y mental, que tiene estudios
universitarios y un empleo donde por su preparación tiene capacidad de contribuir al sostenimiento
del hogar y cumplir con lo establecido en los artículos 110 y 253 del Código Civil, estimamos que al
apelante tampoco le asiste la razón, toda vez que si bien es cierto la madre también debe colaborar
en forma equitativa al sostenimiento de los hijos, también lo es que por el alto coste de la vida, la
pensión alimenticia fijada no cubre el cien por ciento de los gastos de manutención de la menor y por
lo tanto, la madre debe contribuir con el resto de gastos que para alimentar, educar, vestir y asistir en
caso de enfermedad, necesite la menor alimentista, cuya proporción podría ser, incluso, mayor que el
monto fijado. En ese orden de ideas, en salvaguarda del principio del interés superior del niño de
obligatoria aplicación por el Estado de Guatemala, se arriba a la conclusión que los agravios
formulados por la parte apelante no le son provocados por el fallo alzado y como consecuencia, éste
debe ser confirmado sin ninguna modificación, no realizando condena en costas por la
incomparecencia de la parte demandante a esta instancia.

DISPOSICIONES LEGALES APLICABLES:

Artículos: 1º, 2º, 12, 28, 29, 47, 51, 203, 204 y 211 de la Constitución Política de la República de
Guatemala; 1°, 2°, 3º, 5º, 6°, 12, 18 y 27 de la Convención de los Derechos del Niño; 278, 279, 283,
287 y 292 del Código Civil; 25, 26, 28, 29, 44, 50, 51, 61, 62, 63, 66 al 79, 81 al 85, 126, 127, 128,
129, 130 al 139, 142, 144, 145, 146, 148, 149, 161, 177, 178, 186, 194, 195, 199 al 210, 212 al 216,
602 al 605, 572 al 575 del Código Procesal Civil y Mercantil: 1°, 2º, 3º, 8º, 12, 14 y 20 de la Ley de
Tribunales de Familia; 48, 49, 57, 58, 86, 87, 88 inciso b), 114, 141, 142, 143, 147 y 148 de la Ley del
Organismo Judicial.-

PARTE RESOLUTIVA:

Esta Sala, con fundamento en lo considerado y disposiciones legales invocadas, al resolver,


DECLARA: I) SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto por el señor JOSÉ ANTONIO
NAVARRO CARRILLO, contra la sentencia de diecisiete de agosto de dos mil doce, dictada por el
JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA DE FAMILIA DE LA CIUDAD DE ESCUINTLA, cabecera del
departamento del mismo nombre; II) En consecuencia, CONFIRMA la sentencia venida en grado;
III) No se hace especial condena en costas en esta instancia; IV) Notifíquese y con certificación de lo
resuelto devuélvase las actuaciones al Juzgado de origen para los efectos legales consiguientes,
fijándose en un día el plazo por razón de la distancia.

Ronald Manuel Colindres Roca, Magistrado Presidente, Flor de María Gálvez Barrios, Magistrada
Vocal Primera; Amada Victoria Guzmán Godínez de Zuñiga, Magistrada Vocal Segunda. Audrey
Melanie Jiménez Morales. Secretaria.
06/10/2008 - AMPARO

1198-2007

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO. Guatemala, seis de


octubre de dos mil ocho.

I) Se integra esta Cámara con los Magistrados suscritos. II) Se tiene a la vista para dictar sentencia,
el amparo promovido por la señora LESBIA NINETTE GÁLVEZ HERNÁNDEZ, en forma personal y
en ejercicio de la patria potestad de su menor hija………, contra la SALA DE LA CORTE DE
APELACIONES DEL RAMO DE FAMILIA. La compareciente actúa con el patrocinio del abogado
Álvaro del Cid.

ANTECEDENTES:

A) Fecha de interposición: El amparo fue presentado el nueve de diciembre de dos mil siete.

B) Acto reclamado: Sentencia de fecha veintiséis de octubre de dos mil siete, emitida por la Sala
de la Corte de Apelaciones de Familia, mediante la cual declaró con lugar parcialmente el recurso de
apelación interpuesto por el señor Edgar Rodolfo Melgar Vásquez, modificando parte de la sentencia
dictada por el Juez Cuarto de Primera Instancia de Familia del Departamento de Guatemala, la cual
declaró con lugar el juicio oral de fijación de pensión alimenticia presentado por la señora Lesbia
Ninette Gálvez Hernández, en lo personal y en ejercicio de la patria potestad de su menor hija,
Gálvez –interponente del amparo-, contra el señor Edgar Rodolfo Melgar Vásquez.

C) Fecha de notificación del acto reclamado a la postulante: Se notificó con fecha nueve de
noviembre de dos mil siete.

D) Uso de recursos contra el acto impugnado: Ninguno.

E) Violaciones que denuncia: El derecho de protección a la familia y el derecho de defensa y al


debido proceso.

HECHOS QUE MOTIVAN EL AMPARO:

A) De lo expuesto por la postulante y de los antecedentes del amparo se resume lo siguiente: a)


La señora Lesbia Ninette Gálvez Hernández, en lo personal y en ejercicio de la patria potestad de su
menor hija, Ana Lucía Melgar Gálvez, promovió juicio oral de fijación de pensión alimenticia, contra el
señor Edgar Rodolfo Melgar Vásquez, solicitando una pensión alimenticia de diez mil quetzales
mensuales (Q. 10,000.00), a razón de cinco mil quetzales (Q. 5,000.00) a favor de su menor hija,
……, y cinco mil quetzales (Q. 5,000.00) a favor de ella; b) Una vez tramitado en su totalidad el juicio
oral, el Juzgado Cuarto de Primera Instancia de Familia del Departamento de Guatemala, emitió la
sentencia correspondiente, en la cual declaró “… I) Con lugar la demanda Oral de Fijación de Pensión
Alimenticia, promovida por: LESBIA NINETTE GALVEZ (sic) HERNANDEZ (sic) en nombre propio y
Representación (sic) legal y en ejercicio de la Patria (sic) Potestad (sic) de su menor hija, ….. (sic).
(…) III) En consecuencia se condena al demandado Edgar Rodolfo Melgar Vásquez, a pagar en
concepto de pensión alimenticia, la suma de: OCHO MIL QUETZALES, a razón de Cuatro (sic) Mil
(sic) Quetzales (sic) para la cónyuge y Cuatro (sic) Mil (sic) Quetzales (sic), para la menor hija, en
forma mensual, anticipada y sin necesidad de cobro ni requerimiento alguno, dentro de los primeros
cinco días de cada mes…”; c) Para manifestar su inconformidad, el señor Edgar Rodolfo Melgar
Vásquez, interpuso recurso de apelación en contra de la sentencia de mérito, del cual conoció la Sala
de la Corte de Apelaciones de Familia, la que al resolver, con fecha veintiséis de octubre de dos mil
siete, “… CONFIRMA parcialmente la sentencia apelada y modifica únicamente los puntos resolutivo
(sic) III) y IV) de la misma, consecuentemente: A) Se fija por concepto de pensión alimenticia para la
adolescente ……. (sic) la cantidad de tres mil quinientos quetzales mensuales y para la señora
LESBIA NINETTE GÁLVEZ HERNÁNDEZ, la cantidad de quinientos quetzales mensuales. B) Las
pensiones alimenticias de carácter provisional que no hayan sido pagadas por el demandado,
deberán hacerse conforme el monto fijado en esta sentencia…”; d) En virtud de considerar
vulnerados sus derechos constitucionales, la señora Lesbia Ninette Gálvez Hernández, promovió
proceso constitucional de amparo contra la Sala de la Corte de Apelaciones del Ramo de Familia,
argumentando que la resolución dictada por la autoridad recurrida, el veintiséis de octubre de dos mil
siete, tiene “… como consecuencia clara y manifiesta…” dos tipos de agravios: uno material y otro
formal. “… En primer lugar, el agravio material, que se refiere a las consecuencias reales que a partir
del acto reclamado sucederían en la vida cotidiana de las agraviadas, en virtud de haberse reducido
de manera drástica las pensiones alimenticias establecidas a nuestro (sic) favor, haciéndola
insuficiente para satisfacer nuestras (sic) necesidades de alimentos(…). La dimensión formal del
agravio se ubica en el campo de lo jurídico, y consiste pues en la conculcación de la protección que el
Estado debe hacia la familia, en lo social, económico y jurídico. Este agravio ocurre no solo al
dejarnos (sic) en situación de desprotección económica y por ende social, al reducir infundada y
dramáticamente la pensión alimenticia establecida a nuestro (sic) favor; sino también como
consecuencia de tergiversar el contenido de los medios de prueba aportados al proceso,
particularmente del estudio socioeconómico, y a partir de ello, pretender justificar (con evidente
desinterés en la protección social, económica y jurídica que corresponde a la institución de la familia)
la reducción del monto de la pensión alimenticia que nos (sic) corresponde…”. Así mismo, la
postulante del amparo manifiesta que la Sala vulnera no solo “… las normas procesales respecto a al
(sic) apreciación de la prueba mediante la sana crítica, sino que omite brindar protección a la parte
más débil de la relación familiar…”, por lo que solicita se declare “… la procedencia da la presente
acción de amparo…”.

B) Casos de procedencia: Citó los literales a), d) y h) del artículo 10 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad.

C) Leyes violadas: Invocó los artículos 12, 28, 29, 47, 203 y 204 de la Constitución Política de la
República de Guatemala; los artículos 110, 112 y 278 del Código Civil; y el artículo 12 de la Ley de
Tribunales de Familia.

TRÁMITE DEL AMPARO:

A) Amparo provisional: No se decretó.

B) Terceros interesados: El señor Edgar Rodolfo Melgar Vásquez.

C) Remisión de antecedentes: a) Expediente que contiene el juicio oral de fijación de pensión


alimenticia, tramitado ante el Juzgado Cuarto de Primera Instancia de Familia, que se identifica con el
número F uno guión once mil trescientos cuarenta y siete guión dos mil seis (F1-11347-2006), y se
encuentra a cargo del oficial primero (1º); y b) Expediente número cuatrocientos ochenta y cinco
guión dos mil siete (485-2007), que contiene el recurso de apelación tramitado ante la Sala de la
Corte de Apelaciones de Familia.
D) Pruebas: a) Los antecedentes que subyacen al presente proceso constitucional de amparo; y
b) Las presunciones legales y humanas que de los hechos expuestos y pruebas aportadas se
deriven.

ALEGACIONES DE LAS PARTES:

A) La postulante, es decir, la señora Lesbia Ninette Gálvez Hernández, no obstante haber sido
legalmente notificada de la audiencia que le fuera conferida, no compareció a evacuar la misma.

B) El tercero interesado, señor Edgar Rodolfo Melgar Vásquez, al evacuar la audiencia


respectiva manifestó que la señora Lesbia Ninette Gálvez Hernández, acudió en amparo ante ésta
Cámara, “… buscando una tercera instancia…”. Además argumentó que “… No existe ninguna
violación a ningún derecho de la señora Gálvez Hernández ni de nuestra hija, lo que sucede es que la
señora Gálvez Hernández no está de acuerdo en la pensión alimenticia que fijó para ella. Pensión
alimenticia que se encuentra ajustada a derecho y a las posibilidades económicas de quien debe
prestarla y de quien debe recibirla…”. Con base en lo anterior, el señor Edgar Rodolfo Melgar
Vásquez, indicó que “… el amparo carece de fundamento y en esa virtud debe declararse sin
lugar…”.

C) El Ministerio Público, a través de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y


Exhibición Personal, al presentar su alegato, concluyó que “… en el caso sub examine la postulante
pretende la revisión de lo resuelto por la autoridad impugnada, por medio de la acción constitucional
de amparo objeto de estudio, para el efecto es necesario tomar en cuenta que la autoridad
impugnada de conformidad con las constancias procesales, desarrolló su actividad ajustada a
derecho, en ese sentido del (sic) acto reclamado se evidencia que ningún agravio a derechos
constitucionales en perjuicio de la solicitante se realizaron; habiendo procedido la autoridad en
aplicación de legislación vigente atinente al caso concreto, resultando su resolución en cumplimiento
de las facultades que la ley le otorga, por lo anterior, concluye esta Fiscalía que, la autoridad
impugnada procedió en estricto apego a las normas constitucionales y ordinarias, de donde se
advierte inexistencia de las violaciones denunciadas, de tal manera el Ministerio Público considera
que la defensa constitucional solicitada al dictar sentencia deberá de ser DENEGADA…”.

CONSIDERANDO:

-I-

El amparo como medio de control de constitucionalidad, no pretende decidir acerca de las


pretensiones originarias de los sujetos activo y pasivo del procedimiento en el cual surge, sino que
trata de reparar la violación cometida en perjuicio personal contra el orden constitucional; es decir,
que la deducción de la acción de amparo no provoca una nueva instancia procesal, sino suscita un
procedimiento cuyo objeto es preservar o restaurar los derechos constitucionales amenazados o
violados.

-II-

Una vez agotadas todas las instancias ordinarias, y en virtud de considerar vulnerados sus derechos
constitucionales, la señora Lesbia Ninette Gálvez Hernández, promovió proceso constitucional de
amparo contra la Sala de la Corte de Apelaciones de Familia, argumentando que la sentencia dictada
por la autoridad recurrida, el veintiséis de octubre de dos mil siete, violenta el marco jurídico de la
protección estatal a la familia, que “… se desarrolla en la normativa ordinaria que regula la materia, es
decir, el Código Civil…”, así como también, la garantía del debido proceso y el derecho de defensa,
que de conformidad con “… la Ley de Tribunales de Familia (rectora en materia adjetiva del ramo),
esto implica la protección a la parte más débil de la relación, la averiguación de la verdad y la
aplicación de las reglas de la sana crítica al evaluar las pruebas…”. Según la postulante, la autoridad
recurrida al emitir el acto reclamado, que redujo la pensión alimenticia decretada a su favor y de su
menor hija, ………, estimó que ella se “… encontraba en capacidad de satisfacer mis necesidades de
alimentos y, en una estimación que jurídicamente resulta inaceptable, insinúa que no me corresponde
derecho a pretender la fijación de una pensión alimenticia, por lo que de manera inaudita, deja
entrever en el texto mismo de la sentencia, que la fijación de una pensión alimenticia a mi favor se
debe a que legalmente es ineludible realizar tal pronunciamiento…”. En ese sentido, la sentencia que
constituye el acto reclamado, omite brindar protección a la parte más débil de la relación familiar, lo
que limita y restringe la protección estatal de la familia, constitucionalmente garantizada, siendo
procedente según la postulante del amparo, señora Lesbia Ninette Gálvez Hernández, declarar con
lugar el amparo por ella promovido.

-III-

Esta Cámara ha sostenido reiteradamente que la potestad de juzgar y promover la ejecución de lo


juzgado corresponde con exclusividad e independencia a los tribunales de justicia. En ese mismo
sentido, la garantía constitucional del amparo, debe utilizarse únicamente conforme a su naturaleza y
desde la ubicación que tiene en nuestro ordenamiento jurídico, es decir, como un medio
extraordinario y subsidiario de protección de los derechos que la Constitución y las demás leyes
garantizan. Por lo tanto, y a pesar de que el proceso de amparo adopta el trámite de un
procedimiento judicial, de conformidad con las formas básicas procesales, eso no implica que el
mismo sea una instancia revisora de lo actuado y resuelto por los tribunales de jurisdicción ordinaria,
ya que eso ocasionaría una desventaja para la estabilidad del orden jurídico. La garantía
constitucional del amparo que interpone la persona afectada en contra de la autoridad recurrida, no
debe atacar o impugnar el criterio legal del juzgador o bien, la forma en que valora o estima las
proposiciones de fondo de las partes, sino sólo aquel acto de autoridad que produce el agravio
constitucional, enmarcando así al amparo como una garantía contra la arbitrariedad. En ese sentido,
Martín Ramón Guzmán Hernández, en su libro El Amparo Fallido, indica que “... el fin directo de esta
garantía consiste en constatar si el acto contra el cual se reclama implica o no violaciones
constitucionales, más no en revisar el acto reclamado, es decir, en volverlo a considerar en cuanto a
su procedencia y pertinencia legales. Por ello, el amparo, de acuerdo con su naturaleza pura, no
pretende establecer directamente si el acto autoritario que le da nacimiento se ajusta o no a la ley que
lo rige, sino si engendra una contravención al orden constitucional, por lo que se considera como un
medio de control de constitucionalidad...”.

-IV-

Al analizar los antecedentes del presente proceso de amparo, no se evidencia que la autoridad
recurrida, es decir, la Sala de la Corte de Apelaciones de Familia, haya vulnerado o disminuido algún
derecho constitucional de la señora Lesbia Ninette Gálvez Hernández, al emitir la sentencia de fecha
veintiséis de octubre de dos mil siete, -que declaró con lugar parcialmente el recurso de apelación
interpuesto por el señor Edgar Rodolfo Melgar Vásquez, modificando parte de la sentencia dictada
por el Juez Cuarto de Primera Instancia de Familia del Departamento de Guatemala, la cual declaró
con lugar el juicio oral de fijación de pensión alimenticia presentado por la ahora postulante del
amparo, en lo personal y en ejercicio de la patria potestad de su menor hija, ….-. En todo caso, la
pretensión de la postulante de este proceso de amparo, tiene como fin directo e inmediato, que se
revise lo actuado y resuelto por la autoridad recurrida, ya que ataca e impugna el criterio legal del
Tribunal, así como la forma en que valora o estima las normas aplicables al caso concreto. Por lo
tanto, y con base en la naturaleza extraordinaria y subsidiaria del amparo, esta Cámara considera
que el mismo debe ser denegado, ya que este proceso es garante del acceso a la tutela judicial
ordinaria, pero no su sustituto, por lo que no puede ser medio para revisar lo resuelto en la
jurisdicción ordinaria, o para decidir cuestiones de hecho controvertidas en los procesos ventilados
ante los tribunales del orden común.
-V-

No obstante lo anterior, esta Cámara considera oportuno hacer las siguientes observaciones. El
articulo 279 del Código Civil, en su parte conducente establece que “… Los alimentos han de ser
proporcionados a las circunstancias personales y pecuniarias de quien los debe y de quien los recibe,
y serán fijados por el juez, en dinero…”. En ese mismo sentido, el artículo 280 del mismo cuerpo
legal, preceptúa que “… Los alimentos se reducirán o aumentarán proporcionalmente, según el
aumento o disminución que sufran las necesidades del alimentista, y la fortuna del que hubiere de
satisfacerlos…”, y el artículo 281 indica que “… Los alimentos sólo se deben en la parte en que los
bienes y el trabajo del alimentista no alcancen a satisfacer sus necesidades…”. Al interpretar las
disposiciones legales antes citadas, llegamos a la conclusión que la “… obligación de prestar
alimentos tiene una cuantía indeterminada que depende de dos factores: a) El caudal o medios de
quien debe prestarlos y b) Las necesidades del alimentista (…). En primer lugar, deben tenerse en
cuenta las necesidades de quien los recibe; por ello, no puede decirse que en todo caso deban
prestarse alimentos por los conceptos del art. (sic) 281 CC (sic), sino sólo cuando se produzcan estas
necesidades y en la medida que se produzcan algunas pueden estar cubiertas por otros medios,
como a través de la seguridad social. En segundo lugar, los alimentos deben ser proporcionados
según las posibilidades de quien los presta, por lo que debe realizarse antes un estudio
socioeconómico de sus propias necesidades, para evita que el mismo se vea obligado a pedir
alimentos…” (Doctor Vladimir Osman Aguilar Guerra, Derecho de Familia, página 48). Con base en
lo anterior, puede afirmarse que en caso de incumplimiento de la obligación de prestar alimentos, el
alimentista podrá acudir ante el Juez de Familia correspondiente para asegurar la prestación de
alimentos y proveer a sus futuras necesidades, pero el Juez que conozca del asunto, deberá tomar
en consideración “…las circunstancias personales y pecuniarias de quien los debe y de quien los
recibe…”, tal y como lo establece el artículo 279 del Código Civil. Para el efecto, la Ley de Tribunales
de Familia, en su articulo 12 establece que “… Los Tribunales de Familia tienen facultades
discrecionales. Deberán procurar que la parte más débil en las relaciones familiares quede
debidamente protegida; y para el efecto, dictarán las medidas que consideren pertinentes. Asimismo,
están obligados a investigar la verdad en las controversias que se les planteen y a ordenar las
diligencias de prueba que estimen necesarias, debiendo inclusive interrogar directamente a las partes
sobre los hechos controvertidos, y apreciarán la eficacia de la prueba conforme a las reglas de la
sana crítica…”. Dentro del caso que nos ocupa, el juez que conoció en primera instancia, el Juez
Cuarto de Primera Instancia de Familia del Departamento de Guatemala, fijó el monto de la pensión
alimenticia que el señor Edgar Rodolfo Melgar Vásquez, debe prestar a favor de la señora Lesbia
Ninette Gálvez Hernández –ahora amparista- y de su menor hija, dentro de las facultades
discrecionales que la Ley de la materia le otorga; y a su vez, la Sala de la Corte de Apelaciones de
Familia –autoridad impugnada-, al conocer en apelación la sentencia emitida dentro del juicio oral de
fijación de pensión alimenticia, modificó el monto a que ascendía la misma, también dentro de sus
facultades discrecionales y tomando en cuenta lo estipulado por el artículo 12 de la Ley de Tribunales
de Familia. Por los motivos indicados, no se ha violado el derecho de protección a la familia, ya que la
autoridad impugnada ha actuado en legítimo ejercicio de las facultades que le otorga la Ley para
dilucidar el asunto sometido a su consideración, en observancia del debido proceso y sin limitar el
derecho de defensa que ejerció la accionante. En conclusión, no se advierte en la sentencia de fecha
veintiséis de octubre de dos mil siete, emitida por la autoridad recurrida, que no se haya ajustado a
las disposiciones legales aplicables al caso concreto.

-VI-

Como consecuencia del análisis anterior, el amparo solicitado por la postulante, debe ser denegado,
toda vez que esta garantía constitucional no es una instancia revisora de lo resuelto en la jurisdicción
ordinaria, haciendo la condena en costas respectiva, e imponiendo la multa correspondiente al
abogado patrocinante.
LEYES APLICABLES:

Artículos: Citados y 265 de la Constitución Política de la República de Guatemala; 1º, 3º, 4º, 7º, 8º,
10, 12 inciso c), 19, 20, 42, 44, 45, 46 y 81 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad; 110, 112, 278, 279, 280 y 281 del Código Civil; artículos 199, 200, 201, 202, 206,
208, 209, 212, 213, 214, 215 y 216 del Código Procesal Civil y Mercantil; artículos 1, 2, 3, 8, 12, 13,
14, 18 y 19 de la Ley de Tribunales de Familia; Auto Acordado 2-95 de la Corte de Constitucionalidad;
Acuerdos 44-92 y 9-95 de la Corte Suprema de Justicia.

POR TANTO:

LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA DE AMPARO Y ANTEJUICIO, con base en lo


considerado y leyes citadas, al resolver: I) DENIEGA por notoriamente improcedente, el amparo
planteado por la señora LESBIA NINETTE GÁLVEZ HERNÁNDEZ, contra la Sala de la Corte de
Apelaciones de Familia; y II) En consecuencia: a) Condena en costas a la solicitante; b) Impone la
multa de un mil quetzales (Q. 1,000.00) al abogado patrocinante, Álvaro Del Cid, quien deberá
hacerla efectiva en la Tesorería de la Corte de Constitucionalidad, dentro de los cinco días siguientes
a partir de estar firme este fallo, cuyo cobro en caso de incumplimiento, se hará por la vía legal
correspondiente; y c) Oportunamente, remítase a la Corte de Constitucionalidad copia certificada del
presente fallo, para los efectos contenidos en el artículo 81 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal
y de Constitucionalidad. Notifíquese, y con certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes
al lugar de su procedencia.

Carlos Gilberto Chacón Torrebiarte, Magistrado Vocal Quinto; Luis Fernández Molina, Magistrado
Vocal Segundo; Jorge Gonzalo Cabrera Hurtarte, Magistrado Vocal Séptimo; Vladimir Osman Aguilar
Guerra, Magistrado Vocal Duodécimo. Jorge Guillermo Arauz Aguilar. Secretario de la Corte
Suprema de Justicia.

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