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ESQUEMA 2

INTRODUCCION
Hoy estás aquí, frente a Jesús, deseoso de hablar con Él. Sin embargo, es posible que no
se te ocurra qué decir, qué contar a aquel que sabe lo que pensás incluso antes de que
vos lo hagas. Las preocupaciones que tenés y los quehaceres que dejaste en casa
invaden la mente y no te dejan estar sereno y acallar tu espíritu. Por eso es bueno
recordar la oración de Ignacio Larrañaga.
¡Qué bueno es detenerse...! Señor, me gustaría detenerme en este mismo instante.
¿Por qué tanta agitación? ¿Para qué tanto frenesí? Ya no sé detenerme. Me he olvidado
de rezar.
Cierro ahora mis ojos. Quiero hablar contigo, Señor. Quiero abrirme a tu universo, pero
mis ojos se resisten a permanecer cerrados.
Siento que una agitación frenética invade todo mi cuerpo, que va y viene, se agita,
esclavo de la prisa.
Señor, me gustaría detenerme ahora mismo.
¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué tanta agitación? Yo no puedo salvar al mundo.
Yo soy apenas una gota de agua en el océano inmenso de tu maravillosa creación.
Lo verdaderamente importante es buscar tu Rostro bendito.
Lo verdaderamente importante es detenerse de vez en cuando, y esforzarse en proclamar
que Tú eres la Grandeza, la Hermosura, la Magnificencia, que Tú eres el Amor.
Lo urgente es hacer y dejar que Tú hables dentro de mí. Vivir en la profundidad de las
cosas y en el continuo esfuerzo por buscarte en el silencio de tu misterio.
Mi corazón continúa latiendo, pero de una manera diferente, no estoy haciendo nada, no
estoy apurándome, simplemente, estoy ante Ti, Señor. Qué bueno es estar delante de Ti.
Amén.

INVOCACION AL ESPÍRUTU SANTO


Para lograr esa calma de la que habla Ignacio Larrañaga podes invocar al Espíritu Santo
que Jesús prometió, el Paráclito que actúa en nosotros si somos capaces de permitírselo.
Dijo Jesús: “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y Él les
dará otro Abogado para que esté con ustedes para siempre; es decir, el Espíritu de
verdad... El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me
ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él... Si alguno me ama,
guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. El
que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que oyen no es mía, sino del Padre
que me envió..., el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él les enseñará
todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho.” Jn 14, 15-26

ORACION AL ESPÍRITU SANTO (Padre Víctor Manuel Fernández)


Espíritu de sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas materiales,
sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de amor,
haz que mi corazón siempre sea capaz de más caridad.
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de verdad:
concédeme llegar al conocimiento de la verdad
en toda su plenitud.
Ven a mí, Espíritu Santo,
agua viva que lanza a la vida eterna.
Concédeme la gracia de llegar
a contemplar el rostro del Padre
en la vida y en la alegría sin fin.
Amén.

MOMENTO DE PERDÓN
La oración de Perdón es la oración que sale desde el corazón como plegaria,
reconociendo que las debilidades personales vencieron en nuestro corazón, y que la
tentación nos llevó a cometer una ofensa contra Dios, contra los demás (en la familia, el
trabajo y lugares cotidianos) y contra uno mismo: es el clamor del que reconoce en Dios la
absoluta Misericordia.
Cuantas veces Señor me alejo del camino que vos me enseñas. Cuantas veces prefiero
acallar a la voz del Espíritu que me invita a hacer el bien y tomo mis propias decisiones,
esas que de a poco me van alejando de vos.
Pero hoy Señor quiero volver a tu casa, a esa intimidad única me tienes preparada y que
sólo vos me sabés regalar.
 Te pido perdón Señor porque a veces busco la felicidad en las cosas materiales y
no me acuerdo de rezar y pedir tu ayuda. No te doy gracias por todo lo que nos
regalas. Por eso te pido: ¡PERDON SEÑOR!
 Te pido perdón por no hacer lo suficiente y no implicarme más en las tareas de
solidaridad y preocupación de mi comunidad y mi barrio. Por eso te pido:
¡PERDON SEÑOR!
 Te pido perdón porque con mis hermanos hago diferencias, y no ayudo a todos,
me muestro poco generoso y soy egoísta sobre todo con los que más amo. Por
eso, ¡PERDON SEÑOR!
 Por las veces en las que desperdicio comida, bienes, tiempo, y no pienso en los
más necesitados. Por eso, ¡PERDON SEÑOR!
 Por no buscarte en mis decisiones, por elegir por sobre tu voluntad, por no elegir
tus caminos. ¡PERDON SEÑOR!
 Por ocultarte y no reflejarte en los ambientes donde más me movilizo. Mi familia,
mi trabajo, el colegio, el club, el barrio, etc. ¡PERDON SEÑOR!

ORACIONES DE INTERCESIÓN
El Señor presente en la eucaristía te está escuchando. Él atiende tus pedidos y responde
a tus necesidades. “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.
Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá” Mt
7, 7-8.
Por eso Señor esta noche quiero pedirte a vos que estás presente en esa eucaristía, por
las siguientes intenciones:
 Te rogamos por la Iglesia y sus necesidades, especialmente por nuestro pastor
Francisco; para que sea siempre reflejo de la voluntad de Dios.
 Por los pobres y necesitados, fieles reflejo de tu sencillez; para que seamos
generosos en el darnos.
 Por todos los que estamos aquí, rezándote y adorándote; para que seamos luz
en medio de las tinieblas de este mundo.
 Por las familias; para que a imagen y semejanza de la Sagrada Familia,
puedan ser ejemplo de amor para la sociedad.
 Por los gobernantes; para que sean fieles a su vocación y entiendan que el
poder es un servicio.
(FALTA CONFIRMAR SI SE UTILIZA)
En la eucaristía expuesta esta noche frente a Vos encuentras la presencia de Jesús que
te mira, te perdona, te habla y espera saber qué es lo que quieres de Él. En el andar
cotidiano ves la injusticia, el desprecio, la falta de amor por el hermano y sientes que ya
todo está perdido; sin embargo el Señor nos dijo: “Vengan a mí todos los que están
afligidos y agobiados, y yo los aliviaré” Mt 11, 28.
Sería bueno entonces que pidas al Señor por aquellas cosas que vos solo desde tu
pequeñez no puedes solucionar. Tu oración será escuchada por Jesús y el nunca
defrauda a quien pide con fe. Seamos entonces como aquel centurión que con fe pidió por
su sirviente “...basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará”. Mt 8, 8; Lc 7, 7
Con la plena confianza de que Jesús escucha tus oraciones, puedes pedirle por aquellas
cosas que más te importan. Puede ser por tu familia, por tu comunidad, por la Iglesia, por
tu trabajo, por lo que quieras, “porque no hay nada imposible para Dios” Lc 1, 37.

ORACIONES DE ALABANZA (FALTA CONTROLAR INTRODUCCIÓN Y ARMADO)


La alabanza a Dios es, principalmente, un acto de gratitud por todo lo que Dios hace, pero
más aún, porque él es digno de ella. Alabar a Dios implica un acto de reconocimiento de
su grandeza y señorío, así como de lo excelso, único, admirable y grandioso que es él.
Al alabarle, proclamamos sus poderosos hechos, sus maravillas, su grandeza, su poder y
su gloria.
Le ensalzamos, enaltecemos, honramos, glorificamos y exaltamos con admiración y
gratitud; recordamos victorias pasadas y declaramos triunfos futuros.
Cuando le alabamos, declaramos también lo que dice su Palabra acerca de él mismo: lo
grande, Todopoderoso, omnipotente, misericordioso, soberano altísimo, benevolente y
clemente que Él es.
Es decir, al alabarle le glorificamos por todo lo que Él ha hecho, hace y hará con y por
nosotros, y por toda su obra en el universo entero. Y nos gozamos con júbilo y gratitud en
todo esto. Al alabarle, bendecimos a Dios por cómo es él y por lo que nos da y hace por
nosotros.
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

ORACIONES DE ACCIÓN DE GRACIAS (FALTA CONTROLAR)


Gracias Señor por traerme a la oración. Gracias por la alegría de la entrega, el
arrepentimiento y el perdón. Gracias por enviarme a Tu Espíritu Santo a enseñarme y a
guiarme. Gracias por los frutos que Tu Espíritu está trabajando en mí como el amor, la
alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, el control de mi mismo. Gracias por enviarme
personas que necesitan ayuda.
Gracias por romper el dominio de hábitos pasados y traerme a una conversión más
profunda. Gracias por hacerte presente en todos los momentos de mi vida, por tu Palabra
que me da vida y por levantarme cuando caigo. Gracias por hacer que las cosas trabajen
para mi bien al depositar yo mi confianza en Ti. Gracias por tus ángeles que me protegen
en todos mis caminos. Gracias por guiarme y darme sabiduría, por Tu amor abundante
que quita todo temor. Gracias por abrirme las puertas del cielo y derramar Tus
bendiciones sobre mí. Gracias por suplir todas mis necesidades con Tu riqueza. Gracias
por la salud. Gracias por abrir mis ojos a las necesidades de mis hermanos. Abre mi
corazón para amar a los heridos y a los perdidos, abre mis labios para hablar de Tu amor.
Gracias por aquellos que me han ayudado en mi camino hacia Ti, bendícelos Señor.
Gracias por el regalo de mi vida, así como es. Gracias por el mejor regalo de todos, Tu
hijo Jesús.

LETANIAS EUCARÍSTICAS (FALTA INTRODUCCION)


Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre
Todos: Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Que sea bendito en su nacimiento eterno en el seno del Padre.
Que sea bendito en su encarnación por el Espíritu Santo y la Virgen María.
Que sea bendito por haberse hecho semejante a nosotros en todo menos en el pecado.
Que sea bendito en su nacimiento en Belén.
Que sea bendito por su vida de pobre y de trabajador en Nazaret.
Que sea bendito en el misterio de su bautismo.
Que sea bendito en el misterio de su ayuno y de su tentación en el desierto.
Que sea bendito por haber conocido la fatiga, el hambre, la sed y la tristeza.
Que sea bendito por su predicación de la Buena Noticia.
Que sea bendito por sus signos de poder y de misericordia.
Que sea bendito por su amor y su obediencia hacia el Padre.
Que sea bendito por su predilección por los pecadores.
Que sea bendito en su pasión y su muerte en la Cruz.
Que sea bendito en su resurrección y su ascensión.
Que sea bendito por su eterna intercesión ante el Padre.
Que sea bendito en la espera de su regreso.

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