11.

REQUISITOS DE LOS RECURSOS DE IMPUGNACIÓN

Artículo 219. Requisitos del recurso

El escrito del recurso deberá señalar el acto del que se ocurre y cumplirá los demás requisitos
previstos en el artículo 122 de la presente ley.

Comentario

El artículo 219° establece los requisitos aplicables a los escritos que contienen los recursos
impugnativos. Así, el soporte que alberga la expresión concreta de la facultad de contradicción
comprende la determinación de la actuación administrativa sustento del recurso con miras a determinar
sobre qué es lo que recaerán los efectos jurídicos de la potencial decisión administrativa a emitirse
siendo necesario incorporar al escrito recursal los requerimientos sostenidos por la propia LPAG a través
de su cuerpo refundido eliminándose la obligación de suscribirse los recursos por abogado no siendo
necesario contarse, a partir del 21 de diciembre de 2016, con defensa cautiva.

12. ACTUACIÓN ADMINISTRATIVA FIRME

Artículo 220. Acto firme

Una vez vencidos los plazos para interponer los recursos administrativos se perderá el derecho a
articularlos quedando firme el acto.

COMENTARIO

La firmeza de las actuaciones administrativas es determinante en el tráfico jurídico – administrativo

pues tienen que ver con la seguridad que otorga el paso del tiempo a las relaciones generadas al amparo
de dicha estabilidad tanto para la administración como para el administrado así como para terceros sea
que estos tengan interés o no en el procedimiento.

El tiempo es un agente importante cuando se trata de los plazos para manifestar, de modo expreso y
ritual, la disconformidad con la actuación administrativa de modo que durante el tiempo establecido por
el legislador se puede ejercitar, valiéndose de los recursos pertinentes, la facultad de contradicción
nacida, precisamente, del de los derechos fundamentales de petición y del debido proceso.

Este mismo tiempo, en igual medida, adquiere, importancia conforme a los alcances del artículo 220°
ante la terminación de los tiempos procesales con los cuales ha contado quien se dice afectado o
perjudicado por una actuación administrativa de modo tal que se entiende que es el administrado y solo
el quien asume, de manera cabal, las consecuencias de su actuar –traducido en inacción o en su acción
defectuosa o negligente- en el no planteo de los recursos pertinentes exponiéndose, ante los ojos del
Derecho, la inatacabilidad de la actuación administrativa llevando a la tan ansiada conquista de la
certeza de la validez al levantarse la condicionalidad de legitimidad de dicha actuación de la
administración en uso de atribuciones de Derecho administrativos.

13. ERROR O DESACIERTO EN LA CALIFICACIÓN DE LOS RECURSOS IMPUGNATIVOS

Artículo 221. Error en la calificación

El error en la calificación del recurso por parte de recurrente no será obstáculo para su tramitación
siempre que del escrito se deduzca su verdadero carácter.

COMENTARIO

El artículo 221° del TUO de la LPAG delinea los alcances de error en una calificación de los recursos
impugnativos por parte de quien los formula.

Es oportuno indicar, antes que nada, que dicha figura se entiende como el desacierto respeto a la
denominación del instrumento impugnativo usando por quien se encuentra disconforme con
determinada actuación administrativa lo cual no puede ser utilizado en perjuicio del sujeto que hace uso
de su derecho de contradicción si aparece, del escrito de impugnación planteado, que el particular quiso
utilizar determinado recurso pero invocó otro.

La corrección en el membrete del medio de impugnación o en el contenido del mismo no se puede jugar
en contra de quien lo planteo.

Esto implica la reconducción de la actuación del particular, consistente en el recurso, de manera que la
distinta percepción del sentido del instrumento impugnatorio utilizado no obre en su perjuicio; de allí
que el Derecho administrativo autoriza al agente público a admitir una suerte de suplencia de oficio que
apera para darle el recurso el entendimiento que debería contener pero que no aparece expresado
como tal en el escrito pertinente. Esto es veledero jurídicamente pues se entiende que no nos
encontramos ante un error vale decir ante una visión distinta de la realidad esencial, atendiendo a que
no es determinante para la calificación y aceptación, por parte del órgano administrativo pertinente, del
mismo pues la diferente nomenclatura asignada a dicha actuación del particular de carácter recursal no
influye en lo que el contenido de la misma espera de la administración. Opera entonces la vocación
sanadora de la administración pública quien asume la entera obligación de reencauzar la dirección del
medio impugnativo presentado. Ahora bien, este reencauzamiento opera al advertirse que el recurso
quiere arribar a determinado resultado que, bajo diligencia ordinaria, aguardaría el administrado o
particular: bajo dicha premisa, la suplencia de oficio no puede calificar de manera distinta la petición
recursal si advierte o verifica que el membrete del recurso es acorde con el sentido, dirección o carácter
utilizando, en esto último, la dicción del legislador impreso en la declaración escrita del particular
apareciendo como un poderoso límite a la facultad administrativa de corregir el error en la califiacion
del recurso presentado por el administrado.

14 ALCANCE DE LOS RECURSOS DE IMPUGNACIÓN

Artículo 222. Alcance de los recursos

Los recursos administrativos se ejercitarán por una sola vez en cada procedimiento.

COMENTARIO

La regulación jurídica del procedimiento general a través del artículo 222° establece los alcances de los
recursos impugnativos.

En este sentido, los medios impugnatorios pueden ser argüidos o invocados en una sola oportunidad
descartándose su simultaneidad. Lo buscado por el legislador mediante esta regulación se enfoca a
establecer la unicidad en el uso de los recursos –mas que en su alcance- de manera que esta limitación
encierra la idea de la adecuada diligencia en la utilización de estos mecanismos recursales; esto, por
otro lado, contribuye a marcar una profunda y sólida diferencia entre el administrado que articula doble
recurso con la intención retardar la ejecución de determinada actuación administrativa y quien lo hace
de modo negligente e incluso con respecto de quien lo efectúa en la falsa o errada creencia e haber
transcurrido los plazos que tiene la administración para pronunciarse sobre la petición recursiva
respecto del primer escrito impugnativo formulado.