BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN ESPÍRITA ANDALUZA

AMALIA DOMINGO SOLER

Institución adherida a la Confederación Espírita Panamericana (CEPA) y socio-fundadora de la N. º 52– AÑO XV

Asociación Internacional para el Progreso del Espiritismo (AIPE).
Espiritismo: Ciencia, Filosofía, Moral MAY/SEP. 2016
Aunque no todo el Espiritismo está en Kardec, todo aquel que desee SUMARIO
iniciarse con buen pie por la senda del conocimiento espiritista, no tendrá más
remedio que acudir a sus fuentes originarias, a los libros fundamentales de Allan
Kardec: Pág. 2: Congreso
El libro de los espíritus Espírita Internacional.
El libro de los médiums
El Evangelio según el Espiritismo Pág. 4: Eventos
El Cielo y el Infierno
Pág. 4: “Espiritismo y
La génesis Sociedad” – Juan José
“No basta decir, hay que trabajar, sino que también es preciso que el Torres

que cifra la existencia en su trabajo encuentre ocupación, lo cual no Pág. 8: “Las Pasiones
sucede siempre. Cuando la suspensión del trabajo se generaliza, toma las Humanas y su Influencia
en el Proceso Evolutivo
proporciones de una calamidad como la miseria. La ciencia económica busca del Espíritu” – Mercedes
el remedio en el equilibrio entre la producción y el consumo, pero este García de la Torre
equilibrio, aún suponiendo que sea posible, tendrá siempre intermitencias,
y durante tales intervalos el trabajador debe seguir viviendo. Hay un
elemento con el cual no se ha contado bastante y sin él la ciencia no deja
de ser una teoría. Este elemento es la educación, no la intelectual, sino la
moral, y tampoco la educación moral que enseñan los libros, sino la que
consiste en el arte de modelar el carácter, la educación que forma hábitos, ANDALUCÍA ESPIRITISTA
porque la educación es el conjunto de los hábitos adquiridos”. Dep. legal: CO. 1198 – 2002

Boletín de la Asociación
El Libro de los Espíritus (Allan Kardec) Espírita Andaluza Amalia
Domingo Soler. Inscrita en la
Sección Primera del Registro
ASOCIACIÓN ESPÍRITA ANDALUZA AMALIA DOMINGO SOLER. de Asociaciones de la
Delegación de Gobierno de la
C/ José Ortega y Gasset, 9. 14550 MONTILLA (Córdoba) ESPAÑA Junta de Andalucía de
Córdoba con el n.º 4227, de
fecha 24 de abril de 2000
ANDALUCÍA ESPIRITISTA 2 MAY./AGO. 2016

II CONGRESO ESPÍRITA INTERNACIONAL

Asociación Internacional para el Progreso del Espiritismo
Durante los días 16, 17 y 18 de septiembre del presente
año, se celebrará en Torrejón de Ardoz, (Madrid) el II
CONGRESO ESPÍRITA INTERNACIONAL, organizado
por la Asociación Internacional para el Progreso del
Espiritismo.
Con el lema: Un mundo nuevo, en este congreso se
buscará un marco de encuentro y estudio, para espíritas de
diversas partes del mundo.
Si está interesado en asistir, a continuación, le
indicamos cómo realizar la inscripción:

PRECIOS POR PERSONA ASISTENCIA AL CONGRESO

(Plazas limitadas)
INCLUYE:
- Inscripción
- Alojamiento 2 NOCHES en régimen de PENSIÓN COMPLETA
(Comienza día 16 septiembre con cena y finaliza día 18
septiembre con almuerzo, incluye bebidas: 1 botella agua y vino cada
4 personas en comidas)
Quienes deseen solo comer, precio menú = (Comida o cena: 15€ /
Desayuno: 12€)

SOCIOS (hasta 31 de Julio)

En habitación doble / triple/ cuádruple: 140€
En habitación individual: 195€
Solo Inscripción: 20€ (no incluye comidas)
NO SOCIOS (hasta 31 de julio)
En habitación doble / triple/ cuádruple: 145€
En habitación individual: 200€
Solo Inscripción: 25€ (no incluye comidas)
SOCIOS Y NO SOCIOS (desde 01 agosto)
En habitación doble / triple/ cuádruple: 150€
En habitación individual: 205€
Solo Inscripción: 30€ (no incluye comidas)
Ingresos en cuenta de Viajes Califal en BBVA
IBAN ES81 0182 3173 2802 0159 9576
PUEDE HACER SU RESERVA, INGRESANDO 10 EUROS/PERSONA
ANTES DEL 31 DE MAYO. RESTO, ANTES DEL 31 DE JULIO, SI
DESEA BENEFICIARSE DEL PRECIO DE INSCRIPCIÓN REDUCIDO.
CONFIRMAR EL HABER EFECTUADO LOS INGRESOS A VIAJES
CALIFAL, DE LA FORMA SIGUIENTE: CONCEPTO: II CONGRESO
INTERNACIONAL AIPE Y NOMBRE

MOVIL: 656 91 27 67
PERSONA DE CONTACTO: MAXI
e-mail: maxi@viajescalifal.com
(Indicar si desea menú vegetariano)
Las PLAZAS SON LIMITADAS por lo que se aconseja realicen su reserva lo antes posible.
SE RECUERDA QUE EL CUPO DE INSCRIPCIONES SE CERRARÁ UNA VEZ CUBIERTO AFORO.
SIN ÁNIMO DE LUCRO
Los ponentes y organizadores del Congreso, colaboran de forma totalmente desinteresada. El importe de las inscripciones está
destinado, exclusivamente a gastos de infraestructura.
INFORMACIÓN: Tlf: CARLOS: 646 94 88 80
ANDALUCÍA ESPIRITISTA 3 MAY./AGO. 2016

Programa del Congreso Espírita Internacional

II CONGRESO ESPÍRITA INTERNACIONAL
“UN NUEVO MUNDO”
VIERNES, 16 DE SEPTIEMBRE
15:30 Inscripciones y entrega de credenciales del congreso.
16:30 Apertura del Congreso por la presidenta de AIPE Rosa Díaz
16:45 Saludos de los grupos
17:30 Panel: La sociedad del futuro:
Transición Planetaria—Fermín Hernández
Colaboradores de otros mundos—José Manuel Meseguer
El nuevo orden social—Antonio Lledó
19:00 Preguntas / 19:30 Descanso
19:45 Mesa Redonda: Actualidad Internacional del Movimiento Espírita—Coordina: Mercedes García de la
Torre.
21:00 Cena
SÁBADO, 17 DE SEPTIEMBRE: MAÑANA
09:45 Ponencia: Mundo nuevo: Nuevas relaciones humanas, nuevas actitudes—José Lucas
10:45 Preguntas / 10:00 Descanso
11:15 Ponencia: Al final, ¿quiénes somos?—Moacir de Araujo Lima
12:15 Preguntas / 12:30 Descanso
12:45 Ponencia: Nociones y percepciones de la libertad según la doctrina espírita—Wilson García
13:45 Preguntas / 14:00 Almuerzo
TARDE
16:30 Ponencia: Evidencias Científicas de la comunicación de los espíritus—Joao Gonçalvez
17:30 Preguntas / 17:45 Descanso
18:00 Seminario: Nuevas contribuciones a la Salud Integral:
Magnetismo y mediúmnidad curativa—Yolanda Clavijo
Aspecto Moral del médium—Asunción Morales
19:10 Preguntas / 19:30 Descanso
19:45 Ponencia: Tú eres el mundo—Oscar García
20:45 Preguntas / 21:00 Cena
DOMINGO, 18 DE SEPTIEMBRE
09.30 Ponencia: La vida en el mundo espiritual: de Kardec a André Luiz—David Santamaría
10:30 Preguntas / 10:45 Descanso
11:00 Ponencia: Fundamentos cuánticos del Espiritismo en un Nuevo Mundo: Los trances—Manuel Hidalgo.
12:00 Preguntas / 12:15 Descanso
12:30 Ponencia: Empatía y compasión: Actitudes para una nueva era—Roberto Álvarez
13:30 Preguntas
13:45 Clausura del Congreso
14:00 Almuerzo
ANDALUCÍA ESPIRITISTA 4 MAY./AGO. 2016

CHARLA COLOQUIO:
El Espíritu antes de la Gestación Juana María González

Así como la reencarnación es una necesidad del

espíritu para su evolución y progreso, la muerte solo es
referida a la materia.
A medida que el espíritu se conciencia de la
necesidad de renacer en el plano físico, se inicia un
proceso en el plano espiritual y es el organismo femenino
el privilegiado nido que recibirá al espíritu reencarnante.
El intercambio energético entre madre e hijo es efectuado a
nivel de su estructura periespiritual.
Para corregir deudas del pasado, antiguas
distorsiones, etc…, podríamos volver a un mismo núcleo
familiar, en el que sus miembros hayan mantenido otros
vínculos familiares en anteriores existencias.
Pero no siempre este proceso llega a su fin. La
experiencia de un embarazo frustrado pasa a ser registrada
en los núcleos energéticos de la estructura espiritual
materna así como en la del espíritu reencarnante, sirviendo
de aprendizaje y contribuyendo al despertar de la
consciencia. Existen relatos de espíritus que
psicográficamente describieron dolorosos relatos sobre la
situación que vivieron al no poder renacer.

ENCUENTRO ESPÍRITA EN MONTILLA

El sábado 9 de Julio, se celebra en montilla, en el “Barco” un
encuentro espírita organizado por AIPE con el programa:
09:00 – Desayuno Molinero
10:00 – Yo, como paciente, soy Médico (Mª del Campo)
11:30 – Salud Integral (José Molina)
13:00 – Yoga Integral: Físico, mental y espiritual (Rosa)
14:30 – Comida de convivencia
17:00 – Actuación de Ilusionismo
18:30 – Música


ESPIRITISMO Y SOCIEDAD Juan José Torres

Allan Kardec, en la conclusión del libro de los espíritus, establece la siguiente idea que a mi juicio es bastante
interesante: “Por medio del espiritismo, la humanidad entrará en una nueva fase, la del progreso moral,
consecuencia inevitable de aquel”.
Ante esta referencia del Codificador, nos cabe preguntar el papel que tiene el espiritismo en la sociedad actual,
y cómo podemos, en nuestra condición de espíritas, contribuir a la llegada de esa nueva fase en el contexto social. En
este artículo haremos un análisis del concepto de sociedad, así como las respuestas prácticas que ofrece el espiritismo
en su contribución a un estado social más justo y humanitario.
ANDALUCÍA ESPIRITISTA 5 MAY./AGO. 2016

La palabra sociedad viene del latín: “Societas” cuyo significado es: “Una agrupación de individuos, que
pueden ser humanos, (sociedad humana) o de animales, (sociedad animal)”.
En la definición, observamos cómo el concepto “Sociedad” está profundamente ligado al concepto de
agrupación. Lógicamente no podrá existir una sociedad si no encontramos a varios individuos que la formen, y por lo
mismo, dentro de cualquier sociedad humana, existirán características a tener en cuenta como resultado de la
interacción de los individuos que la forman. De esta forma, esas características serán definitorias de la sociedad
referida, y podrán ayudarnos a tener una idea de la misma.
¿Qué características encontramos en una sociedad?
Según diferentes estudios, podríamos dividirlas en los siguientes apartados:
La Transmisión Genética, gracias a la cual, la sociedad se perpetúa en el tiempo con unos caracteres definidos
y propios, que le otorgan sus peculiaridades biológicas y fisiológicas propias, configurando las diferentes “razas”1
existentes.
La Transmisión de Conocimientos, por cuyo intermedio los saberes adquiridos se perpetúan en una sociedad,
contribuyendo al progreso y mejoramiento de la misma.
La Transmisión de aptitudes, que al igual que sucede con los conocimientos, permiten un progreso social,
capacitando a determinadas sociedades en la ejecución de habilidades en el desempeño de los quehaceres propios.
La Transmisión de comportamientos, que son definitorios de la idiosincrasia de una cultura determinada. De
esta forma, el progreso social se cimienta en la capacidad que tenga esa sociedad de acrisolar comportamientos
constructivos y positivos y eliminar aquellos que le perjudican y deterioran.
La Transmisión de valores, mediante los cuales, una sociedad determina la dirección objetiva que tendrán sus
miembros a la hora de luchar y trabajar por algo. Esos valores, como veremos más adelante, se encuentran
actualmente en posturas no sostenibles para un modelo social justo y equitativo, pero así mismo, la revisión de los
valores constituye un elemento de profundo progreso para una sociedad.
Todas estas características desembocan en una: La Transmisión de la Cultura.
No es fácil definir qué es la cultura, ya que en la actualidad existen aproximadamente unas 160 definiciones
diferentes, pero creo que todos estamos de acuerdo que por cultura entendemos el conjunto de saberes, creencias y
pautas de conducta que forman una sociedad. La cultura hace parte inseparable de la sociedad, y constituye un
elemento esencial de la misma, hasta el punto, que a veces, con la intención de perpetuar la cultura, nos mantenemos
en procesos superados por las conductas cívicas y éticas de la época en la que vivimos.
Ejemplo claro de esto son ciertas tradiciones y costumbres de algunas sociedades que son más propias de la
edad media que de la actualidad, y que se mantienen con el pretexto de preservar la cultura. Desde el espiritismo,
consideramos que la cultura es un elemento progresivo, que no debe anquilosarse en prácticas antiguas y ya
superadas, por lo que debe progresar siempre y no refugiarse en una supuesta preservación para justificar conductas
impropias de la época actual.
Dijimos al inicio, que el espiritismo tiene un papel importante en cuanto al progreso social, y es traer un
desarrollo moral a la misma. Esto solo se puede hacer por intermedio de la educación, por eso, desde el espiritismo
abogamos a ella, la educación, como el instrumento más poderoso de evolución social.
Pero para educar al ser humano, y por ende a la sociedad, es necesario, en primer lugar, conocerla, y mientras la
postura oficial ofrece una visión reduccionista del ser humano, el espiritismo nos ofrece una visión completa del
mismo. Solo cuando entendamos que somos espíritus encarnados, comprenderemos nuestro potencial evolutivo, y
sobre todo, dónde están nuestros verdaderos intereses.
Esto no significa que no sea positivo cualquier conocimiento, todo lo contrario. Al establecer la educación
como elemento clave para la evolución y el bienestar social, cualquier elemento que signifique conocimiento es
positivo. Lo que indicamos es que solo tendremos un visión objetiva y completa del ser humano, cuando lo
contemplemos en su conjunto, en sus aspectos antropológico, biológico, psicológico, social y espiritual. De esta
forma, el espiritismo, lejos de contradecir cada una de estas disciplinas, viene a apoyarlas con la visión espiritual, que
queda demostrada por las evidencias que aporta en cuanto a la fenomenología que estudia.

1
Actualmente, diversos estudios están llegando a la conclusión que las diferencias raciales entre los seres humanos son tan
ínfimas, que el concepto de raza debería ser revisado, y ante la semejanza abrumadora que existe entre la especie humana, no
cabría hablar ya de diferentes razas, sino de una sola con pequeñas diferencias anatómicas.
ANDALUCÍA ESPIRITISTA 6 MAY./AGO. 2016

Así pues, si desde la postura materialista y reduccionista tenemos una sociedad que busca su bienestar en la
competitividad desmedida, en la adquisición de bienes externos, la postura espiritista reclama conquistas internas,
buscando un reparto equitativo de las materiales, que son necesarias para el bienestar social pero no trascendentales
para la felicidad real.
Claudio Naranjo, en su libro: El Eneagrama de la Sociedad, establece nueve conflictos sociales que
mantienen los estados de infelicidad y desdicha en el medio social. Haremos un estudio breve de algunos de ellos
desde una postura espírita, y veremos como una visión transcendental del ser humano es fundamental para un
progreso social que cada día se torna más necesario.
El primero de ellos, es el Mercantilismo Materialista. Es la base de la sociedad actual, que al tener por
referencia solo los bienes materiales, ha creado un modelo capitalista de competencia, donde el más fuerte se come
literalmente al más débil. Este modelo ha llevado a la sociedad a una lucha sin cuartel en la cual, cada quien busca sus
propios beneficios e intereses, bajo unas leyes que no tienen en cuenta la dignidad humana y premian al más hábil en
los negocios. Esto hace que nos centremos fundamentalmente en la adquisición de cosas, con la ilusión de que cuanto
más consigamos, más bienestar tendremos, gastando ingentes cantidades de tiempo en trabajar para conseguir más.
Esto es tan evidente, que hoy una persona de éxito se valora fundamentalmente por sus adquisiciones materiales, sin
considerar su relación familiar, el contacto con sus hijos, su paz interior. Cuántas personas de “éxito” apenas tienen
tiempo de estar con sus hijos pequeños, de acompañarlos en sus primeros pasos guiándolos en el difícil camino de la
vida. No, buscamos tener para poder darles los mejores juguetes, la mejor “educación”, sin darnos cuenta que esa
supuesta “mejor educación” los prepara convenientemente para el mundo, pero no siempre para la vida.
Con el espiritismo la visión cambia. Lógicamente no podemos disociarnos del mundo en el que vivimos, pero
comprendemos que nuestra realización más importante es la espiritual, donde valores como la solidaridad, la justicia,
el respeto a los demás, la ley de igualdad y una conducta ética y moral, son los pilares de una sociedad más justa y
equitativa, donde la justicia valore la dignificación del ser humano.
Otro elemento a ser superado para un progreso social, es el autoritarismo, que consiste en la imposición de
criterios de unos sobre otros, tomando como justificación la autoridad.
El autoritarismo empieza en la familia, núcleo básico de la sociedad, cuando padres y madres imponen sus
criterios a sus hijos sin permitirles el diálogo esclarecedor. Cuando esto pasa, el niño empieza a reprimir sus
inclinaciones, gustos y opiniones por temor a las represalias, desarrollando un sentimiento profundo de dependencia.
Cuando este niño crece, transfiere ese sentimiento de dependencia al ámbito laboral, donde pasa a aceptar cualquier
imposición de sus compañeros o jefes, que a la vez, comienzan a ejercer una autoridad cada vez mayor hasta que se
convierte en autoritarismo. De ahí pasamos al autoritarismo sectario, clasista, cultural etc., como un mal social de
amplias proporciones.
No confundamos, sin embargo, autoritarismo con autoridad. La autoridad es necesaria en el medio social, y sin
ella no sería posible una convivencia cívica, pero esa autoridad debe estar basada en la ley y no en la imposición de
unos sobre otros. Por ello, la propuesta espírita establece que la verdadera autoridad se basa en el ascendente moral, y
como el ascendente moral no oprime ni impone, toda autoridad que se base en ese precepto tendrá siempre en cuenta
el bien común y la justicia equitativa.
Otro elemento a ser superado es la represión. Desde un punto de vista psicológico, la represión consiste en una
inhibición autoimpuesta de algo que es considerado malo. Desde un punto de vista sociológico existe también otro
tipo de represión que, en muchos casos es la causa de la represión psicológica, y que consiste en la cultura social
prohibitiva con base en el miedo.
Esta cultura social es la que han explotado diversos moralistas que han dictaminado las conductas que no son
buenas de las que sí lo son, y han establecido lo que es correcto de lo incorrecto. Un caso claro ha sido la represión
sexual que se ha vivido por parte de la religión y que tantos conflictos internos ha traído a la humanidad. Otro tipo de
represión es intelectual, cuando determinadas facciones establecen qué es la verdad y qué no lo es, dictaminando de
una forma autoritaria dónde está el límite de lo cierto y lo errado. Un ejemplo claro es la postura oficial del mundo
académico en relación al tema espiritual como factor real, (no como creencia, pues si lo analizamos como una
creencia es perfectamente tolerado por la postura oficial).
Cuando los factores anteriormente citados confluyen se produce otro elemento perturbador en la sociedad, que
es la violencia, que consiste en el uso de la fuerza, tanto física como psicológica, para lograr nuestros objetivos y en
contra de la voluntad del violentado.
Todas las características negativas vistas hasta ahora, son una manifestación de violencia, ya que todas buscan
el logro de objetivos, que pueden ser personales o grupales, pero que tienen una cosa en común, y es una imposición
ante aquellos que, por diversas razones, no tienen la fuerza o los recursos suficientes para oponerse. Cuando esto
ANDALUCÍA ESPIRITISTA 7 MAY./AGO. 2016

surge, el violentado pasa a reprimir sus reacciones por tiempo indeterminado, pero nunca de forma absoluta, por lo
que en un momento dado se revela en contra de la opresión de la que está siendo víctima, y como no tiene recursos
suficientes para que esa acción sea llevada a cabo de forma pacífica, la violencia se convierte en su válvula de escape,
con los consiguientes daños que surgen para el medio social en el cual vive.
Por eso el espiritismo, al buscar las causas profundas de las manifestaciones violentas, se convierte en un aliado
poderoso para la paz, ya que establece que cualquier violencia externa se genera en primer lugar en la intimidad de
cada uno, y muchas veces es gestada durante largos años hasta que llega un momento en que se exterioriza.
Con la idea del espíritu inmortal y la pluralidad de existencias, el espiritismo demuestra que la violencia es un
camino de difícil retorno y solución, puesto que toda actitud violenta deja inevitablemente víctimas a su paso, y éstas,
si no consiguen superar la agitación interna producida por la violencia de la que fueron víctimas, terminarán a la larga
por asumir nuevas posturas violentas, en un bucle que se retroalimenta indefinidamente.
Por eso, la contribución del espiritismo es clave a la hora de ecuacionar estos problemas sociales, puesto que
con él tenemos la certeza de que somos los artífices de nosotros mismos, y sabemos que cualquier acto violento tendrá
una repercusión negativa hacia nosotros mismos.
Esto no significa que la propuesta espírita sea la sumisión ante las injusticias. Muy lejos estaríamos de la
propuesta de los espíritus superiores si pensamos que nuestra actitud debe ser perdonar y callar, como desde diversas
religiones han proclamado, en un intento de dominar a los demás para perpetuar su permanencia en el poder. El
espiritismo habla del perdón como un elemento de liberación interior pero no de sumisión ciega ante imposiciones
injustas que atentan contra la dignidad del ser humano. Por eso, perdonar sí, pero no callar las injusticias sociales para
recibir la etiqueta de “bueno” o “buena”. Evitar la violencia, ya que sabemos que no soluciona nada y destruye
principalmente al que la practica, pero a la vez, trabajar desde una actitud pacífica, con las armas de la razón y la
ética, para la construcción de una sociedad cada vez más igualitaria y justa, donde los valores sean internos y no
externos y donde la palabra todos signifique eso, TODOS.
Llegados a este punto, vemos como el equilibrio es la clave. Ni la actitud de resignación ni la revuelta violenta
ante las situaciones sociales, pero sí una acción constructiva dentro de nuestra posición de gregarios. Solo así
podemos evitar otro de los grandes males sociales: La Dependencia.
La dependencia es la incapacidad de valernos por nosotros mismos y la necesidad de otra persona para cubrir
nuestras necesidades, y es uno de los factores más graves a la hora de permitir un desarrollo moral de la humanidad.
La dependencia necesita siempre de dos, por un lado, de la persona que es dependiente, y por otro lado, de la
persona que ejerce el papel de protectora y que tiene lógicamente autoridad sobre la primera.
Esto genera inevitablemente un conflicto, puesto que las situaciones de dependencia son muchas veces
provocadas por aquellos que van a asumir el papel de protectores con la finalidad de ejercer un poder sobre los demás,
que temen perder esa protección. Se establece así un vínculo de obediencia del que es dependiente, que empieza a
asumir sin cuestionar las imposiciones que le hacen, y a las que no se enfrenta por temor.
Esta dependencia no siempre es física. En muchos casos ella es moral e intelectual, y se ejerce principalmente
evitando que el conocimiento pueda llegar a los demás, que al no tener los recursos para resolver por sí mismos los
problemas que enfrenten, permanecerán siempre dependientes de terceros para la solución de estos problemas. El
espiritismo, al proponer la educación como factor fundamental para el progreso social, se muestra nuevamente como
una ayuda inestimable para el crecimiento de nuestra sociedad.
No confundamos, sin embargo, la dependencia con la codependencia. La dependencia es unilateral, es decir,
uno da y otro recibe. La codependencia es un estado en el cual todos recibimos algo de alguien y todos podemos dar
algo de nosotros, lo que se traduce en un progreso social.
Volviendo a la dependencia, muchas asociaciones benéficas de la actualidad, al hacer un estudio en grupos
sociales concretos donde existe pobreza, falta de educación, dificultades de inserción etc., se están dando cuenta de
que la caridad de darles los recursos que les faltan no es la solución, y están empezando a implementar otros modelos
de acción social basados en la solidaridad entre todos.
Esto es muy importante si queremos tener una acción social que además de ayudar dignifique, y cuando
estudiamos el evangelio según el espiritismo, vemos como Allan Kardec, hace unos 160 años, ya observó este
problema cuando estableció que existen dos formas de caridad, la caridad material y la caridad moral, y que esta
última era mucho más importante que la primera, ya que permitía, en sus palabras: “Transformar la limosna en
sueldo” es decir, dignificar al ser humano para que abandone una situación de dependencia y pase a ser constructor de
su propia vida.
Terminando este rápido estudio, haremos mención a un último factor negativo, y no es otro que la Anomia.
ANDALUCÍA ESPIRITISTA 8 MAY./AGO. 2016

La anomia consiste, básicamente, es un estado de indiferencia hacia una sociedad que consideramos injusta, y
de la que nos disociamos por no estar de acuerdo con sus planteamientos. El problema es que esa indiferencia nos
torna sujetos pasivos delante de la misma, y por lo tanto criticamos el modelo social, pero nos mantenemos sin hacer
nada por cambiarlo. Es una de las más graves actitudes, pues la crítica desde la inactividad es muy cómoda y sencilla,
y a la vez es el mejor elemento para que el objeto criticado siga su curso.
Muchas veces la anomia surge por la constatación de que no siempre los esfuerzos tienen una recompensa, lo
que conlleva al desánimo y falta de objetivos. El espiritismo nos demuestra que ningún esfuerzo se pierde, puesto que
siendo la vida eterna, si no conseguimos nuestros objetivos hoy mañana los alcanzaremos, manteniendo así el ánimo
por la lucha y la visión de un sentido a nuestras acciones.
Viktor Frankl, en su libro, “El hombre en busca de sentido” cuenta sus vivencias en un campo de
concentración nazi, y pudo observar que a pesar de las dificultades extremas que vivieron muchos, los que veían un
sentido a sus vidas conseguían sobrevivir, mientras que aquellos que perdían el sentido de la vida morían
inevitablemente. La propuesta social del espiritismo nos ayuda a luchar puesto que con él, vemos un sentido a
nuestras vidas y a nuestra lucha, sabiendo que nuestros esfuerzos nunca caerán en caso roto.

LAS PASIONES HUMANAS Y SU INFLUENCIA EN EL
PROCESO EVOLUTIVO DEL ESPÍRITU Mercedes García de la Torre

Análisis del proceso evolutivo en los dos planos: físico y espiritual. La necesidad de evolucionar, impuesta
por la ley evolutiva, queda demostrada en el fenómeno psicológico de la insatisfacción, en cuanto un deseo es
satisfecho, nace otro.
La escala de ascensión des espíritu es infinita, por la reencarnación, cada uno vuelve a reemprender y
proseguir la tarea del ayer, interrumpida por la muerte física. La mente es una manifestación del grado de evolución
del espíritu, mediante la cual, éste trae a su actual existencia conocimiento que ya posee, adquiridos en existencias
anteriores y su vida espiritual.
Considerando la trascendencia que los efectos de las pasiones tienen sobre la personalidad y el progreso del
ser espiritual, procedemos al análisis de las pasiones humanas, más bien en su proceso psicológico.
Toda pasión llevada a extremos tendría connotaciones negativas, aun cuando ésta sea nacida de un ideal sano;
el gran mal de toda pasión, está en la intransigencia que el apasionado sostendría, ante la consideración de ser el único
que tiene razón o la verdad.
Psicológicamente analizada, la pasión es la fuerza psíquica que no siendo bien dirigida y descontrolada,
podría producir un enceguecimiento de la facultad pensante y adormecimiento de la facultad volitiva, producidos por
proyecciones magnéticas emanadas de la facultad emocional del alma, que invaden la mente. Esta, al pensar en el
objeto motivo de la pasión, excita la facultad emocional; con lo que a su vez, envía nuevamente vibraciones
magnéticas que hacen impacto en las facultades mentales, produciendo una especie de vibración perturbadora y
descontrolada.
Cuando las pasiones son colectivas, consecuencia generalmente del fanatismo ideológico y religioso, crea
antagonismos colectivos, conduciendo a las luchas fratricidas.
Pese a todo, las pasiones tienen su principio en un sentimiento o necesidad natural. El principio de las
pasiones no es, pues, un mal, puesto que se apoya en una de las condiciones providenciales de nuestra existencia.
Reside en el exceso y no en la causa lo que las convierte en mal.
Con pequeños esfuerzos se pueden vencer las malas pasiones, lo que falta es voluntad.
Como conclusión, la dirección moral que traza el Espiritismo es la de reaccionar contra las malas
inclinaciones, egoísmos y bajezas. El espiritismo no ataca a las pasiones sino cuando éstas son bajas y degradan al ser
humano, o cuando son absorbentes y le subyugan y esclavizan.

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