Sie sind auf Seite 1von 7

PONENCIA MESA DE CERROS ORIENTALES

HACIA LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE UNA POLÍTICA PÚBLICA TERRITORIAL

La mesa de cerros es una espacio amplio y abierto que convoca


organizaciones, lideres y procesos que habitan y piensan este cordón de
montañas como un lugar posible para la vida. Como mesa, saludamos la
invitación del distrito en su interés de reconocer los diferentes sectores y
procesos territoriales que han insistido históricamente para que los gobiernos
en sus diferentes instancias incorporen no solo dentro de la definición de las
políticas públicas sino también en el ejercicio de las mismas, un principio de
gobernabilidad basado en la participación democrática, efectiva de las
comunidades, y respetuoso con los procesos de base en la toma de
decisiones para la construcción de un nuevo modelo de ciudad.

Por lo tanto, consideramos que éste proceso supone una disposición


permanente por parte de las autoridades distritales, para dar un viraje al
modelo neoliberal y sus instrumentos, desde una real voluntad política para
redefinirlo, y replantear la tendencia neoliberal que continúa vigente en la
actual alcaldía acentuando las inequidades y dejando excluidos a mas del
70% de los sujetos urbanos

Detener esa tendencia privatizadora y excluyente de la planificación y el


ordenamiento de la ciudad no es el fin sino el inicio de una transformación
más estructural del sistema urbano regional. Esta apuesta supone fortalecer
y proteger los procesos, de la participación ciudadana para que se constituya
en gobernabilidad ciudadana. Es decir, que trascienda los alcances actuales
de los mecanismos e instancias de participación, para que el afianzamiento de
los procesos de base en los territorios encuentre asidero en la estructura del
poder oficial, sin que ello entre en contradicción con la autonomía de las
comunidades organizadas entendida como alternativa histórica de gestión y
autogestión.

Los Cerros Orientales de Bogotá son vida, pero no solo la que representa la
biodiversidad, la que nos habla de la riqueza ecosistémica de éste cordón de
montañas conectadas de donde se desprenden cuencas y microcuencas que
van dando estructura a la ciudad y la región. Hablamos de este tipo de vida,
pero también de la vida de miles de familias que han habitado este territorio,
desde Usme hasta Usaquén. Familias que han construido otro tipo de sentidos
frente al espacio físico y social. Historias que no aparecen en muchos de los
registros oficiales, pero que existen y hacen parte de la memoria de la
ciudad.

¿Cómo conciliar dos formas tan distintas de ver y sentir la ciudad y los cerros?
Donde unos ven agua otros ven embotelladoras, donde unos sentimos bosque
otros calculan madera y donde hacemos barrio otros pretenden construir
condominios cerrados.

La ubicación y explotación de recursos naturales refleja un conflicto histórico


asociado a su control, tratamiento y manejo. Por un lado, el proceso de

1
poblamiento de los cerros ha estado ligado a la explotación de canteras,
insumo fundamental de la industria de la construcción de la ciudad; esto dio
origen a la conformación de barrios obreros a lo largo de este ecosistema
estratégico de la región. Por otro lado, los bajos costos del suelo hicieron
posible que familias pobres migrantes de la región y de la ciudad encontraran
en este territorio una posibilidad de autogestionar su vivienda.

Es así como la posibilidad de articularse a la producción y al mercado, ligado a


los bajos costos del suelo motivó la urbanización autogestionaria de muchos
barrios populares que fueron consolidándose. Simultáneamente en los cerros
se han dado desarrollos urbanísticos para las clases altas que por la ubicación
estratégica de los cerros en la ciudad, por su paisaje, y el contacto con la
naturaleza, son muy apreciados. Esta presencia ha impacto el valor del suelo y
ha modificado la estratificación de la ciudad, presionando a los sectores
populares a salir de allí mediante compras enteras de barrios y acciones
jurídicas injustas por reclamación de propiedad.

La controvertida avenida de los cerros motivó gran parte de su urbanización:


“la amenaza de ocupación ilegal para estratos bajos es la justificación para la
construcción también ilegal de vivienda para estratos altos”.1 Sigue vigente la
pregunta sobre el conflicto de intereses sobre esta zona estratégica para la
región, así como la ambigüedad de las competencias institucionales y las
contradicciones sobre la definición de las políticas para el manejo de esta
franja. No hay claridad sobre la aplicación de una normatividad que además
no ha sido concertada. Mientras los avalúos catastrales se incrementan, la
gente no tiene acceso a la información y se siguen otorgando licencias de
construcción selectivas.2

De cualquier forma la legalización, aunque es una apuesta para muchas de las


comunidades, porque es una forma de inclusión a la ciudad y porque se accede
a los recursos para la infraestructura, equipamientos urbanos y servicios
sociales no deja de generar inquietudes. ¿Qué implicaciones tendrá en
términos de los costos del suelo y de la estratificación socio-económica? ¿La
legalización podrá generar otras formas de desplazamiento intraurbano por las
tarifas de servicios públicos y el cobro de valores ambientales? ¿Podrá
fracturar los procesos organizativos y la autonomía sobre el manejo de
recursos como el agua que hoy en día – en algunos casos- está en manos de
comunidades y organizaciones de base? ¿Cuál es el interés real que se
esconde tras los cerros, como franja estratégica de control en medio de la
lógica de seguridad Nacional?

1
Maldonado, María Mercedes. En: Áreas protegidas y Lógicas Urbanas a propósito de los
cerros orientales de Bogotá. 2005.
2
“Las constructoras y las empresas de servicios públicos son entre otros, actores que propugnan por
erradicar progresivamente a los barrios populares de los cerros. De otro lado, los predios de instituciones
públicas como la EAAB, y otros en manos de entidades privadas, ejercen bastante coerción y vigilancia
sobre los barrios aledaños con el objeto de restringir su expansión. Este tipo de conflictos es
marcadamente excluyente y supone relaciones de sucesión que obstaculizan y amenazan la
permanencia y desarrollo de los barrios urbano-populares ”. Andrés Meza. En: Barrios urbano-populares:
Hacia un Modelo de Percepción y apropiación territorial.

2
Por ello hablar de los cerros en el contexto de la ciudad, exige un viraje de la política
ambiental como dimensión transversal, la cual debe actuar en:

i) Reforma administrativa: es necesario organizar su estructura , para definir las


competencias y funciones de las autoridades ambientales. Actualmente en su
ambigüedad no logran articularse ni provocar procesos sostenibles en el contexto
distrital, y actúan incluso en contradicción. Al interior de las entidades ambientales,
tampoco logran cuerpo y coherencia en sus política de actuación, para que exista
una política única de autoridad ambiental3.

ii) Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial: Estructurarla en los ámbitos


regional y nacional , para que elimine de una vez por todas el conflicto de
competencias entre Distrito, Corporación Autónoma Regional, DAMA, y Ministerio
de Vivienda, Medio Ambiente y Desarrollo Territorial. Esta Ley Orgánica, permitirá
aplicar una política ambiental regional, ya que los actuales limites son arbitrarios
e impiden un manejo integrado de ecosistemas, de cuencas, de biodiversidad, de
corredores, como los cerros orientales, la cuenca alta del río Bogota, y la
región agroalimentaria que abastece la ciudad.

iii) Distrito de Manejo: con una visión integral que permita la articulación de los
corredores biológicos de protección de flora fauna, agua, selva ecuatorial de alta
montaña, promueva bancos de semillas ancestrales, y conserve territorios
habitados por campesinos que actúen como defensores de su hábitat con
practicas agro ecológicas y sustentables, y asentamientos urbanos dispuestos a
establecer pactos de borde.

iv) Ejercicio de la función publica: Que la administración distrital no se declare


mas incapaz y no delegue sus funciones de carácter público a privados, es el caso de
las curadurías urbanas que han otorgado licencias de construcción en zonas de
reserva4 en beneficio de los intereses privados de los grandes constructores legales e
ilegales. Si en la Ley se manifiesta que se podrán crear curadurías urbanas,
sabemos que se puede jurídicamente optar por su revocatoria.

El tratamiento diferencial que se ha dado a los habitantes populares de los cerros, a


quienes en muchas ocasiones se les ve como delincuentes y depredadores,
ocupantes de mala fe, contrasta con la permisividad hacia los sectores privilegiados
de la ciudad sin haber construido mapas que visibilicen la ocupación del cerro por
estratos altos y por canteras. Esto se puede apreciar por ejemplo, en el tratamiento
discriminatorio que se ha hecho a los habitantes de Monserrate a quienes se desplazó
en su mayoría a la fuerza con amenazas y en cambio la Iglesia actúa allí con

3 Fragmento Debate comisión V, Cámara de Representantes. Julio de 2005. “Sin embargo el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca determinó, ordenó al Ministro del Medio Ambiente inscribir la resolución
76 del 77 en la oficina de registros públicos. Y a pesar de la orden, el ministro pidió un plazo de 8 meses
para hacer una cartografía con el fin de que el limite establecido en la resolución 76 fuera coherente con
las normas de cartografía, no dijo que iba a cambiar el limite, simplemente pidió un plazo. Hasta hoy en
día no se ha cumplido la orden judicial. Hubo desacato a la justicia y ahora la ministra hace otra
resolución. Esta quita un área de 971 Ha de la reserva forestal, legalizando lo hasta ahora construido.
Allí viven 100.000 personas. Construyeron una teoría jurídica en el DAPD y el Concejo... hablan de
incorporar territorio de la reserva dentro del perímetro urbano de Bogotá, (acuerdo 6 de 1990), se dieron
21 incorporaciones, 10 antes del POT y 11 después ( que pasan de 500 Ha), es decir que se ha venido
acelerando el proceso de incorporaciones al perímetro urbano de zonas de la reserva forestal. El DAPD
no podía hacerlo, este territorio que estaba protegido por norma expresa.”

4
Ibid. “En Bogotá, curadores urbanos han otorgado 21 licencias irregulares en zonas de reserva, frente a
la complacencia de Planeación Distrital y negligencia de los alcaldes del momento”.

3
propósitos turísticos y comerciales sin que se considere que sus actividades sean de
alto impacto negativo para los ecosistemas de esa parte del cerro5.

v) Separar el valor de cambio y el valor de uso: En los procesos de


urbanización que se dan en los limites de los ecosistemas, las cuencas y en
general de las áreas de protección se debe restringir por uso los índices de
construcción y de ocupación De igual manera, se debe dar un viraje en las
tecnologías rígidas “portlan” que privilegian el uso de arcillas, gravas, por que
aunque existen ventajas comparativas, por su existencia en el distrito, se están
presentando graves y alarmantes modificaciones geomorficas, geológicas, eólicas,
edáficas del paisaje, en cuanto a cárcavas, remoción en masa, en general
modificación del clima y de la calidad de vida.

vi) Política de ruralidad: Se debe definir con criterios de soberanía alimentaria y


discriminación positiva, expresadas en políticas de fomento a la producción campesina
que reconozcan la importancia de la producción rural en la huella alimetaria regional
ya que hoy en día el sector campesino de la ciudad y la región central abastece en un
70 % el consumo alimentario de Distrito Capital. Creemos que esta política debe
proteger la biodiversidad e importancia estratégica de nuestros páramos, reconociendo
el acumulado cultural de sus habitantes como defensores de nuestras especies
nativas y nuestros alimentos ante las secuelas previsibles de la actual tendencia de
libre comercio.

vii) Plan Maestro Alimentario: Se debe detener la actual propuesta de operación


logística de este Plan ya que prevée la disposición de centros de acopio en las
regiones que desconociendo la diversidad de niveles y formas productivas en las
zonas rurales del país, no establece unas reglas claras que protejan la participación de
los pequeños y medianos productores existentes en el actual sistema de
abastecimiento y en cambio favorecerá los grandes productores nacionales, y en el
peor de los casos, con la vigencia de los tratados, los productos importados del
extranjero.

viii) Estudios de impacto Socio-ambiental: Estos estudios permitirían visibilizar los


efectos positivos y negativos de los proyectos de desarrollo que cambian el
ordenamiento territorial de la ciudad como los fenómenos de desplazamiento intra
urbano y regional.

ix) De la Participación a la Gobernabilidad: No solo basta con fortalecer las


resistencias de las diversas comunidades y organizaciones. Se deben definir
los mecanismos que permitan trascender de la participación en la definición de
política pública hacia la construcción de propuestas concertadas con el
protagonismo en la toma de decisiones y el desarrollo de estas políticas en
planes, programas y proyectos por parte de las comunidades. Tenemos una
visión distinta de ciudad, y en particular de los cerros orientales, que debe ser
incorporada, solo así podremos concebir un desarrollo social pertinente a las
aspiraciones y necesidades de realización de los sectores populares.

5
Andrés Meza. En: Barrios urbano-populares: Hacia un Modelo de Percepción y apropiación territorial.
“Los pobladores de la vereda Monserrate tuvieron que concertar un proceso de reubicación que terminó
con casi 100 años de ocupación en las laderas aledañas al camino de peregrinación del Cerro”.

4
x) Componente de Hábitat: El hábitat entendido como posibilidad real de vida
digna, en términos de la vivienda, relacionamiento sostenible con el medio ambiente y
los recursos naturales, acceso a servicios públicos y sociales que respondan a la
capacidad de pago de los habitantes históricos de los cerros implica que la política
publica ambiental, responda ante la deuda social histórica ya que ha sido una
problemática desatendida y objeto de una deuda social histórica generada por una
tensión evidente entre la ciudad planificada y la mayor parte de la ciudad que ha sido
construida socialmente de manera informal y autogestionaria e incluso las vías de
hecho, cuando no se encuentran salidas y el Estado no se constituye en
alternativa.

xi) Construcción Social de los Territorios: La política ambiental de manejo


de cerros debe construirse sobre el corredor articulador de territorialidades
históricas existente, construido por lógicas propias de la comunidades en el
ejercicio de habitar, de relacionarse y construir lazos culturales, formas
particulares de producción, de concepción de lo político y de relación con la
naturaleza. No, como ha venido sucediendo, sobre la inconsistencia y
ambigüedad de las políticas generadas por las autoridades ambientales y de
control así como el DAPD, donde pareciera que la planificación se proyecta
sobre territorios vacíos de gente, de historia y de procesos

xii) Reforma de POT y los 17 Planes Maestros: La política ambiental deber


ser incorporada en el conjunto del POT y de los planes Maestros, a partir de un
criterio de visión integral de los conflictos ambientales que reconozca las
territorialidades y la Estructura Ecológica Principal de la ciudad-región. Esta
planificación del ordenamiento territorial no debe responder a dinámicas
coyunturales que pueden cambiar con cada gobierno, sino a un proyecto
político de largo plazo, basado en los principios de soberanía nacional,
autonomía y dignidad.

xiii) Plan De Ordenamiento y Manejo de los Cerros Orientales:


Consideramos la importancia de retomar algunos elementos del POMCO y
definir los mecanismos para realizar participativa y concertadamente los ajustes
que requiere a la luz de hoy.

Desde la Mesa de Cerros defendemos la habitabilidad sustentable de los


territorios ocupados por los sectores populares, y a la vez reconocemos la
necesidad de definir unas restricciones de uso que favorezcan la protección
de la Reserva. Nuestra lucha y propuesta es contra la apropiación privada
del patrimonio ambiental de la ciudad expresada en los cambios de uso del
suelo, la sustracción de la Reserva, y el tratamiento de la Estructura Ecológica
Principal.

Y ENTONCES....

Se reitera que este escenario es una oportunidad que no debe quedar en un


evento, ni en reuniones y asambleas puntuales en las localidades: debe
responder a la lógica de proceso y construcción permanente y sentar
compromisos de parte y parte, en donde la administración conjuntamente con
los procesos de base en los territorios, y los diferentes sectores sociales,
viabilicen un nuevo ejercicio de gobernabilidad, y concepción de lo político. El

5
gobierno distrital tendrá que hacer un viraje y asumir una construcción de
ciudad desde los sectores populares que lo eligieron. Así como el
neoliberalismo le dejó dientes a una visión de ciudad excluyente, es necesario
que el gobierno actual deje raíces en la construcción de ciudad acordes con
las necesidades de quienes la habitamos y construimos cotidianamente.

En este proceso institucional van a salir lineamientos y reglas de juego para la


construcción de política, pero no una política que responda a unos afanes
administrativos, como la resolución 1141 del 12 de abril de 2006 según la cual
Corporación Autónoma Regional adopta el Plan de Manejo Ambiental de la
Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental de Bogotá – desconociendo
procesos previos como el POMCO - o la intención de la contraloría distrital por
la conservación de los Cerros mediante el “mandato verde” puesto que impide
el mejoramiento de los barrios populares, favorece la construcción con las
licencias ya otorgadas a los grandes constructores y reduce la discusión de los
cerros orientales a la ocupación de los cerros bajo una propuesta tendenciosa y
electorera como “Ni un ladrillo mas en los cerros orientales” .

Parte de las dudas y las prevenciones se basan también en no tener clara la


posición, capacidad, autoridad y poder de la actual administración para la
definición de políticas estructurales. La ciudad se ha construido desde arriba, y
desde los intereses del gran capital con la anuencia de los tecnócratas,
burócratas, académicos y políticos, sin tener en cuenta los intereses
populares.

Ponemos de manifiesto nuestra voluntad como Mesa de Cerros de aportar en


el proceso, y a pesar de lo expresado, confiar una vez más nuestra intención
de construir, aunque en ocasiones la paciencia se agote. Sin embargo
insistimos que si la participación y las reglas de juego son claras y si la
voluntad política es verdadera, se debe superar el carácter consultivo de la
planeación.

Por ultimo esperamos que este proceso sea la puerta a nuevas formas y
concepciones de la participación, donde verdaderamente se construya desde la
base y se vincule a la población en todas las etapas de la elaboración de
política publica, la construcción y ordenamiento del territorio la construcción
colectiva de diagnósticos, planes, programas y obras. Los requisitos para
participar en la construcción de ciudad, no deben ser impedimento para la
desnaturalización y exclusión de las organizaciones de base, monopolizando
la intervención y la ejecución de proyectos y programas en grandes institutos,
universidades y ONG.

Sabemos que nuestras luchas están desarticuladas y muchas veces


fragmentadas, y que los ritmos de las instituciones no logran armonizarse con
los ritmos de los procesos territoriales; sabemos que existe la necesidad
urgente por construir una fuerza social desde abajo capáz de ser y creerse
propuesta viable para la ciudad. Por ello, entendemos los cerros como conjunto
de territorialidades que hoy buscan encontrarse y potenciar conjuntamente
acciones contundentes frente a la gobernabilidad en la ciudad.

6
Mesa Cerros Orientales
Vereda Verjon Alto, Utopía- Frutos de Utopía, Trenza, Planeta Paz, Nuevo Sol, Mesa Ambiental Chapinero, Mesa
Ambiental Centro Oriente, Jac Triangulo Alto, Jac Corinto, Jac Manantial, Barrio Aguas Claras, Jac el Verjon
Bajo, Jac el Rocío, Enda, Encuentro Sur, Cinep, Corporación Ceden Cerro Norte, Comités de Derechos Humanos
Santa fe y Usme, Comité Ecológico Vereda Monserrate, DAMA, Comité Cívico Popular de Afectados por el Plan
Centro, Censat Agua Viva, Campesinos vereda Verjon Alto y Bajo, Campesinos vereda Monserrate, Barrios del
Mundo San Luis, Barrio San Martín Chapinero, Asojuntas Usme, Colectivo Congresos Locales Centro, Colectivo de
mujeres por el derecho al trabajo digno, Jac San Isidro Patios, Macrobosque.

Das könnte Ihnen auch gefallen