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La educación en el país

A mediados de los años ´60 el hombre en promedio, la eficacia de la capacidad intelectual

rodeaba el 50% puesto que los recursos que se tenía en ese entonces no eran suficientes para

poder explotar la capacidad intelectual; sin embargo, hoy en día la mayoría de la población llega a

alcanzar apenas un 30% a pesar de los recursos que se nos es ofrecido, afortunadamente una

pequeña parte de la población, la décima parte para ser exactos; ha logrado alcanzar una eficacia

de un 80% en su capacidad intelectual. Con los avances científicos y tecnológicos, los recursos para

adquirir el conocimiento son más accesibles, y por ende debería aumentar la capacidad

intelectual, desafortunadamente los resultados no son nada agradables. Se dice que el hombre fue

creado y programado para destruir al hombre, lo cual parece ser muy cierto, debido a que

mientras más facilidad nos es dada, menos rendimiento se logra; mientras que unos avanzan otros

nos estancamos y nos dirigimos rumbo a la ignorancia. Afortunadamente existen personas que

aprovechan las oportunidades que se les da logrando alcanzar así grandes resultados.

En los países de primer mundo como lo son Alemania, Suiza, y demás países, gran parte

de su éxito y desarrollo que poseen es debido a una idea de “concepción de la educación vinculada

con el trabajo productivo”, según Pinilla (1966), la cual, tales características u cualidades no las

posee algunos países como en los que Perú se encuentra. El nivel educativo en estos países no

desarrollados son muy bajos y deficientes puesto que la inversión de estos en la educación es

extremadamente baja. Perú, desafortunadamente se ubica en la lista de los países en que menos

invierte en la educación.

Si analizamos como en el Perú fue desarrollándose veríamos que, desde tiempos muy

antiguos, los esfuerzos por lograr una educación buena, eran nobles. Un claro ejemplo es la
educación en la época pre incaica y en la incaica. Los bienes culturales fundamentales eran

transmitidos en la familia y en la comunidad de modo natural. (Apaza, 2016, p. 114).

Hoy en día los esfuerzos por lograr una mejor educación en el país son mínimas y se ve

reflejado en los resultados que se nos muestra cada año. Los escolares peruanos, principalmente

en colegios estatales y en zonas rurales, continúan presentando niveles de rendimiento bajos en

comprensión de textos, matemática y ciencias. (Medina, 2011, p. 1). Estudios realizados y

comprobados en las pruebas PISA realizados del 2000 al 2009 nos ubican en los últimos lugares,

sin embargo, del 2010 hasta este entonces se ha ido mejorando en un porcentaje menor.

Con estos datos se afirma que los esfuerzos por querer lograr una educación mejor son

mínimas. Sin embargo, en un inicio se hablaba sobre una décima parte de la población que destaca

sobre los demás, pues esto se debe a que muy pocos son los que aún practican la educación en el

hogar, muchos esperan que los alumnos, al ser metidos en una institución, logren ser educados en

todos los aspectos. Es deber de cada uno el educarnos en cada momento y situación, con esto no

solo se alude al aspecto intelectual, sino a la ética. Simplemente con botar la basura en su lugar

mostramos nuestra educación y ética que poseemos. La educación parte en el vínculo familiar con

pequeñas acciones que nos diferencian de los demás y si se logra esto, será mucho más fácil

adiestrar a los educandos en el aspecto cognitivo.

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