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USO SEGUROS DE PLAGUICIDAS EN CACAO

Ecuador ha sido un país agrícola por tradición. Los ingresos del estado han sido
superados solamente por el petróleo; sin embargo, la producción agropecuaria para
consumo interno y exportación representa un rubro muy importante.

Desde los inicios de las grandes explotaciones agrícolas Ecuador sufrió los efectos
de las plagas, de tal manera, que la “escoba de la bruja” terminó con la era
cacaotera del país durante las primeras tres décadas del siglo pasado.

El uso de los plaguicidas se inició a mediados del siglo pasado. La llamada


“revolución verde” puso en el mercado una serie de productos químicos de uso
agrícola para el combate de las plagas. Los llamados plaguicidas agrícolas o
agroquímicos se ofrecen en el país para controlar problemas específicos (Zapata,
2015).

Las enfermedades en el cacao pueden causar más perdidas al productor que los
insectos. Algunas enfermedades pueden destruir las mazorcas de una planta y otras
pueden hasta matar la planta completamente. El control de enfermedades y sus
secuencias es uno de los mayores de los productores de cacao.

La prevención es de suma importancia en el manejo de enfermedades del cultivo.


Es más importante la prevención que el control de las mismas. Para esto es
importante seguir las instrucciones establecidas por el MIP, donde se establecen
medidas de prevención basada en una correcta aplicación de prácticas culturales
(empleo de plantas con un buen nivel de resistencia, adecuada fertilización, buen
manejo de riego, control eficiente de malezas, podas, correcta aplicación de
plaguicidas, etc.).

El uso de plaguicidas es el último recurso a emplear para controlar plagas en el


cacao. Las buenas prácticas culturales, como por ejemplo una fertilización
adecuada, resulta en plantas más sanas y vigorosas y de esta forma resiste mejor
los efectos de las plagas, disminuyendo la necesidad del uso de productos para el
control de plagas. (OIRSA, 2016)
El uso de plaguicidas debe ser la última alternativa a emplearse para el control de
plagas del cultivo de cacao, las buenas prácticas en el manejo de los cultivos
́ icos.
ayudan a que se reduzca el empleo de agroquım

No se pueden utilizar productos que oficialmente han sido emitidos como prohibidos
según la legislación vigente del Ecuador y aquellos que no estén registrados en la
entidad de control, AGROCALIDAD.

Todos los tratamientos fitosanitarios con plaguicidas deben ser recomendados por
un profesional de área, mediante el uso correcto y manejo responsable de los
mismos con la rotación de ingredientes activos.

Las fumigaciones que se realizan las exportadoras a los lotes de cacao deben
́ icas registradas en AGROCALIDAD
realizarse mediante personas naturales o jurıd
que demuestren experticia en el tema.

El personal que maneja los plaguicidas debe estar adecuadamente capacitado con
respecto al uso y manejo de equipos de protección, manipulación del producto,
calibración de máquinas, conocer la toxicidad del productos y los primeros auxilios,
no tener problemas de salud y saber que nunca debe ingerir alimentos ni bebidas
alcohólicas durante la aplicación.

Se debe realizar registros de verificación contra inventario, para comprobar la


caducidad y estado físico del plaguicida.

La persona encargada de la aplicación de plaguicidas debe usar el equipo de


protección personal desde el transporte del plaguicida a campo, la mezcla del
mismo, la aplicación hasta el correspondiente lavado de los equipos, luego
guardarlos en sitios seguros.

Luego de la aplicación de los plaguicidas en campo, se debe colocar rótulos de


advertencia con la información del producto aplicado, especificando fecha de
aplicación y tiempos de reingreso al lugar.

En el caso de existir excedente mínimo de plaguicida por única vez luego de la


aplicación, se debe realizar dilución y destinarse inmediatamente a los campos de
barbecho. Para evitar esta situación se recomienda realizar la calibración del
equipo de aplicación, previa a la aplicación del plaguicida y seguir las
recomendaciones técnicas del profesional encargado de la aplicación.

Se debe disponer de al menos un botiquı́n equipado para brindar los primeros


auxilios en caso de emergencia, de fácil acceso y visible.

Si en cualquier momento, la persona que utiliza plaguicidas comienza a notar algún


tipo de molestias (mareos, náuseas, hormigueos, pérdidas de fuerza, dolor de
cabeza ) debe acudir al Centro de Salud, explicando el tipo de trabajo que realiza y
los productos que utiliza de preferencia llevar las etiquetas o los envases porque
puede ser que esté empezando a intoxicarse.

Ningún aplicador debe trabajar solo, porque si sufre una intoxicación aguda en el
́ muy importante que recibiera asistencia inmediata.
campo serıa

En el caso de detectarse una intoxicación retirar a la persona del área donde se


aplicó; mantener la calma, quitarle toda la ropa para evitar que la piel siga
absorbiendo el producto, lavar la piel incluida la cabeza con abundante agua y
jabón, secarlo, taparlo y vigilar su respiración; mientras se lo traslada a un centro de
salud y reciba la atención mantenerlo boca abajo por si vomita para evitar se asfixie.

En el caso de que el intoxicado haya tragado el producto, provocar el vómito y luego


́ o, 2012).
hacerle el respectivo lavado de estómago (Vizcaın

USO SEGURO DE PLAGUICIDAS DE LA INDUSTRIA

¿Qué son los Plaguicidas industriales?

Para comenzar, diremos que entre los contaminantes ambientales, los plaguicidas
son aquellos que fueron nombrados alguna vez como venenos útiles que el hombre
utilizó en la lucha contra las plagas.

No obstante, a pesar de la existencia de estos productos que nombramos hoy en


día como plaguicidas industriales, existen un sin número de científicos estudiando
esta materia para mejorar el desarrollo de las nuevas tecnologías en busca de crear
venenos que no dañen el medio ambiente.
Entendemos por plaguicidas industriales a las mezclas de sustancias para la
prevenir, combatir, atenuar, repeler alguna plaga que aqueja o interfiere con el
bienestar de la especie humana en el desarrollo de sus actividades. Los estudios
establecen que el uso a grandes niveles de concentración puede traer aparejados, a
plazo medio, numerosas enfermedades. En los tiempos que corren, se observa que
en el ochenta por ciento de las ventas globales de alimentos o productos que se
consumen en el primer mundo, son tratados con agroquímicos y un veinte por ciento
en los subdesarrollados, pero el setenta y cinco por ciento de enfermedades
relacionadas con la contaminación de los plaguicidas industriales.

Para tener una noción general, los plaguicidas indsutriales se dividen en dos
grandes grupos: el primer grupo está compuesto por los que actúan sobre
determinados organismos como ser insecticidas, fungicidas, raticidas, etc. y el
segundo grupo, se determina por la estructura química de la sustancia que lo
compone (plaguicida). Hay varias formas de contaminarse con estos productos: por
vía oral o ingesta, por contacto del producto con la piel, inhalación del producto o la
ingesta de alimentos contaminados. Las vías de intoxicación por vegetales
contaminados (las sustancias comúnmente encontradas son los restos de
organoclorados). A dichos alimentos hay que cocinarlos bien, se le debe sacar la
cáscara. Un ejemplo de este tipo de contaminación se produce con el tomate, ají,
frutas, cereales, huevos, etc. En el grupo 1 u organoclorados se mezclan varios
productos y, en esta sustancia, el predominante es el cloro.

La intoxicación con estas sustancias en forma aguda implica secuelas en el hígado


y riñones. El grupo 2 u organofosforados tienen una particularidad y es que son
productos de bajo poder residual, pero con una gran toxicidad; dando como
síntomas de intoxicación parálisis, temblores, falta de coordinación muscular, visión
borrosa, convulsiones, calambres abdominales y musculares. Con el tiempo, los
insectos que estas sustancias suponen eliminar o controlar, producen nuevas
generaciones inmunes a estos plaguicidas industriales (un estudio hecho en los
años noventa dictaminó que unas 300 variedades de insectos-plagas, ya habían
desarrollado resistencia a estos productos). La tendencia en la actualidad es poder
controlar las plagas a través de técnicas mucho menos nocivas para el medio
ambiente, y por ende, más saludables para el ser humano.
BUENAS PRACTICAS AGRICOLAS (BPA)

Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) son un conjunto de principios, normas y


recomendaciones técnicas aplicables a la producción, procesamiento y transporte
de alimentos, orientadas a asegurar la protección de la higiene, la salud humana y el
medio ambiente, mediante métodos ecológicamente seguros, higiénicamente
aceptables y económicamente factibles.

La gestión responsable de fitosanitarios tiene como objetivo lograr el manejo y uso


responsable de los fitosanitarios durante todo su ciclo de vida: desde su
descubrimiento y desarrollo, ciclo comercial y uso en el campo, hasta su eliminación
por el uso y disposición final de envases (Casafe, 2018).

¿Qué promueven las BPA?

A. Seguridad de las personas:

- Mejorar las condiciones de los trabadores y consumidores.

- Mejorar el bienestar de la familia agrícola.

- Mejorar la seguridad alimentaria.

B. Inocuidad alimentaria:

- Alimentos sanos, no contaminados y de mayor calidad para mejor nutrición y


alimentación.

C. Medio ambiente:

- No contaminar aguas y suelos.


- Manejo racional de agroquímicos.

- Cuidado de la biodiversidad.

D. Bienestar animal:

- Cuidado de animales.

- Alimentación adecuada.

Pilares de las Buenas Prácticas Agrícolas – BPA

Inocuidad

Garantizar al consumidor un producto sano e inocuo, es decir libre de peligros para


el consumidor (como peligros físicos, químicos o biológicos). Se debe identificar y
prevenir que estos peligros se inserten en el producto.

Peligros físicos: pedazos de vidrios, astillas, virutas, plásticos, heces de animales,


plumas u otros.

Peligros químicos: residuos de plaguicidas, residuos de detergentes, lubricantes


de mantenimiento de equipos y herramientas mal manejados en el predio, entre
otros.

Peligros biológicos: Virus, bacterias, parásitos, hongos, u otros microorganismos


que se pudiesen incorporar a los productos por una mala práctica dentro del
proceso productivo.

Cuidado y manejo del ambiente

Se refiere a la preservación y cuidado del agua, suelo, especies vegetales


arbustivas, insectos benéficos, barreras naturales dentro de predio agrícola.

Tomar en cuenta que:

No se deberá cultivar en bordes de quebradas o bordes de ríos y esteros, para así


cuidar del agua como recurso natural que beneficia al predio y a otros consumidores
de aguas abajo.
Los frascos vacíos de plaguicidas deberán ser recogidos del predio y entregados al
centro de acopio autorizado más cercano o la casa comercializadora que le vendió
dicho producto para que ésta lo gestione acorde a lo que indica la ley.

Seguridad laboral

Se refiere al cuidado de la salud de los agricultores (sean campesinos u operarios


agrícolas) dentro del predio.

Los agricultores deberán contar con las herramientas y equipos de protección


personal adecuados para su trabajo, como también deberán ser capacitados
constantemente para recalcar la importancia de sus funciones en campo para
proveer un producto sano e inocuo.

Es importante también que se conozcan los mecanismo que deben emplear al


momento de usar agroquímicos y prevenir enfermedades agudas como tos, mareo,
vómito o enfermedades crónicas como daños hepáticos y hasta cáncer por
exposiciones constantes a agroquímicos de forma incorrecta (Agrocalidad, 2017).

MANEJO RESPONSABLE DE LOS AGROQUIMICOS

La gestión responsable de fitosanitarios tiene como objetivo lograr el manejo y uso


responsable de los fitosanitarios durante todo su ciclo de vida: desde su
descubrimiento y desarrollo, ciclo comercial y uso en el campo, hasta su eliminación
por el uso.

El ciclo de vida comprende:

- investigación y desarrollo
- manufactura
- almacenamiento, transporte y distribución
- integración con el plan de manejo de cultivo
- uso responsable
- manejo de envases
- disposición de stocks obsoletos

Todos los productos utilizados deben estar registrados y aprobados por SENASA.
Se deben adquirir en sus envases originales, con etiquetas y marbetes en perfectas
condiciones, donde se indique el número de lote, número de registro, fecha de
vencimiento, composición y banda toxicológica. De ninguna manera se pueden
vender o utilizar productos fraccionados. En todos los casos se debe respetar las
dosis, momentos de aplicación adecuados y el período de carencia como lo indica la
etiqueta del producto.

Para su transporte, se debe exigir la ficha de intervención la cual indica, entre otros
datos, el estado físico del producto, posibles efectos secundarios a mediano y largo
plazo, nivel de toxicidad, vías de ingreso, elementos de protección personal
necesarios, procedimiento para primeros auxilios e información para el médico ante
una emergencia.

Aplicación responsable

El manejo responsable en la etapa de aplicación de fitosanitarios es de suma


importancia porque es el momento donde se produce la liberación al medio
ambiente del producto y aumenta el riesgo de contacto con el operador y las
poblaciones rurales. Para la aplicación de estos productos es de suma importancia
la participación e intervención del Ingeniero Agrónomo, quien debe asegurar el
cumplimiento de la legislación vigente y que el riesgo químico se disminuya lo más
posible, evitando así cualquier tipo de problemas al trabajador rural, al ambiente y a
la sociedad en su conjunto.

El riesgo químico es la probabilidad de que una sustancia química produzca un


daño en condiciones específicas de uso o manejo; está constituido por la interacción
entre la toxicidad (cantidad inherente de una sustancia de causar daño a un
organismo vivo) y el nivel de exposición (contacto efectivo de la sustancia química
con el organismo).

La toxicidad es un parámetro propio del producto y no varía, a menos que


cambiemos el producto a utilizar. Por otro lado, el nivel de exposición es el
parámetro que más afecta al nivel de riesgo.

La implementación de las buenas prácticas agrícolas, a través del uso responsable


de productos, asegura la mínima exposición a los productos, disminuyendo así los
riesgos de su uso. Las recomendaciones generales que permiten asegurar la
mínima exposición a los productos para la protección de cultivos son las siguientes:
- leer atentamente las etiquetas de los productos, en donde figuran los cuidados que
se deben tener en el manejo y uso previo y posterior a la aplicación del producto
fitosanitario
- utilizar siempre el Equipo de Protección Personal (EPP) (ver capítulo 7), mediante
el cual se disminuye considerablemente el nivel de exposición a los productos
- realizar el caldo de aplicación sobre un piso impermeable o cama biológica realizar
el lavado de los envases al finalizar su contenido.
- al momento de la aplicación efectiva de los productos tener presente las
condiciones ideales de aplicación, las cuales son:
- humedad relativa mayor al 50%
- temperatura no mayor a 25ºC
- aplicar siempre con la dirección del viento contraria a zonas sensibles (viviendas,
explotaciones productivas, hospitales, escuelas, etc.), cursos de agua y cultivos
sensibles
- velocidad del viento entre 5 y 15 km/h (Casafe1, 2015).
Bibliografía
Agrocalidad. (2017). Buenas Practicas Agricolas. Obtenido de http://www.agrocalidad.gob.ec/que-
son-las-buenas-practicas-agricolas-bpa/

Casafe. (Mayo de 2018). Camara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes. Obtenido de


http://www.casafe.org/buenas-practicas-agricolas/

Casafe1. (Marzo de 2015). Obtenido de Camara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes:


http://www.casafe.org/pdf/2015/BUENAS-PRACTICAS-
AGRICOLAS/BuenasPracticasAgricolas-LineamientosdeBase.pdf

OIRSA. (2016). Manual de buenas practicas agricolas de proceso y empaque. Obtenido de


https://www.oirsa.org/contenido/biblioteca/Manual%20de%20buenas%20pr%C3%A1cticas
%20agr%C3%ADcolas%20de%20proceso%20y%20empaque%20de%20cacao%20(Theobrom
a%20cacao).pdf

Vizcaı ́no, D. (20 de Septiembre de 2012). BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS PARA CACAO. Obtenido de
http://www.agrocalidad.gob.ec/wp-content/uploads/pdf/Guia-BPA-
publicaciones/2016/diciembre/guia-buenas-practicas-agricolas-cacao-13-12-2016.pdf

Zapata, C. (Marzo de 2015). Agrocalidad. Obtenido de http://www.agrocalidad.gob.ec/wp-


content/uploads/pdf/Registro-Insumos-Agropecuarios/normativa/Instructivo-para-
Ejecucion-de-Ensayos-de-Eficacia.pdf

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