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El litigio nos demuestra día a día los problemas que debemos enfrentar como profesionales
en un sistema penal acusatorio proveniente de un derecho anglosajón y en donde es claro
que no se asimiló en su totalidad ni la forma ni su fondo.
Hoy a once años de estar en funcionamiento este híbrido procesal, encontramos que
muchos operadores jurídicos no comprenden las dimensiones de incorporar conceptos
erróneos, de interpretar de manera diferente la norma y de no mantenerse en un estado de
actualización permanente.
En este tiempo hemos vislumbrado con preocupación las prohibiciones que algunos jueces
de la república, específicamente de conocimiento, efectúan en la etapa de juicio formulando
nuevas reglas para el desarrollo de los contra interrogatorios, dejando prácticamente sin
peso jurídico lo establecido en los artículos 391, 392 y 393 del Código de Procedimiento
Penal.
Centrémonos pues, a tratar de especificar las normas y los principios procesales, los cuales
nos dan la solución a estos impasses propios del litigio:
“Articulo 391. Interrogatorio cruzado del testigo: Todo declarante luego de las
formalidades indicadas en el artículo anterior, en primer término será interrogado por la
parte que hubiere ofrecido su testimonio como prueba. Este interrogatorio denominado
directo, se limitara a los aspectos principales de la controversia, se referirá a los hechos
objeto de juicio o relativos a la credibilidad de otro declarante. No se podrán formular
preguntas sugestivas ni se insinuar el sentido del las respuestas.
El testigo deberá permanecer a disposición del juez durante el termino que este
determine, el cual no podrá exceder la duración de la practica de las pruebas, quien
podrá ser requerido por las partes para una aclaración o adición de su testimonio, de
acuerdo con las reglas anteriores.
Mal haría entonces un juez prohibir algo que no esta determinado como tal por nuestra
normatividad procesal. Es posible que se presente una nueva discusión en cuanto respecta a
esta máxima que ha tenido su evolución, cuando se señala que los particulares pueden
hacer todo lo que no esté prohibido, pero los servidores públicos sólo aquello que está
permitido. (Corte Constitucional T 1037 del 23 de octubre de 2008. MP. JAIME
CORDOBA TRIVIÑO.) Sin embargo no es el objetivo del presente ensayo.
1
Corte Constitucional, sentencia C 224 del 2009. MP. Jorge Ivan Palacio Palacio.
induciendo en error al testigo (capciosa), o le sugiere la respuesta (sugestiva) o ya había
efectuado la pregunta (repetitiva) y encuentren la venia del juez.
Efectuar lo anterior sería desde nuestro punto de vista un claro ejemplo de violación de
principios procesales como igualdad, publicidad y contradicción, y entrar a tocar otros
inmersos como los contenidos en el principio de imparcialidad (Art. 5 del CPP), es decir;
justicia y verdad.
Decretar fundada la objeción determinaría con claridad que no hay igualdad de armas para
el contraiterrogatorio, que la evidencia como tal, si está presente en un documento, deberá
ingresar en su totalidad y conocerse a plenitud por las partes para poder controvertirlo.
Se comparte la postura del Dr. Alejandro Decastro, en el sentido de que los jueces también
están olvidando, las puertas o ventanas que un determinado tema origina en un
interrogatorio y que son utilizadas en el contra, donde como vemos prosperan las
objeciones casi que señalando por parte del juez, que la palabra exacta no se utilizó en el
interrogatorio y olvidando de antemano el contexto de la oración, que es lo que por lo
general crea la ventana o la puerta de ingreso al tema de interés.
En este sentido, repárese en que el artículo 391 de la Ley 906 de 2004 alude a los “temas”
tratados en el examen directo, no a las “respuestas” del testigo, al “lenguaje” o a las
“palabras” utilizadas por éste. El análisis razonable, sistemático, histórico y finalista de la
legislación vigente, y de derecho comparado, permite concluir que nuestro sistema prohíja una
concepción amplia y no restrictiva del alcance del contrainterrogatorio.2
No queda más que hacer un llamado desde la academia, para que no se siga utilizando por los
jueces, específicamente de conocimiento, aquellas erróneas interpretaciones sobre el
contrainterrogatorio.
2
Decastro Gonzalez, Alejandro. El alcance del contrainterrogatorio.
http://alejandrodecastroabogados.com/blog/?cat=3
Bibliografía
Cadena lozano Raúl, Herrera Calderón Julián. Técnicas de interrogatorio y contrainterrogatorio
en el sistema acusatorio. 2006.
Romero soto, julio y Romero Álvarez Rocío. Técnica jurídica de investigación e interrogatorio
(3Ed) librería del profesional 2003.
Corte Suprema De Justicia, sentencia 1 de agosto 2007. Proceso numero 27282. MP. YESID
RAMIREZ.
Corte Constitucional, sentencia C 224, 30 de marzo del 2009. MP. IVAN PALACIO PALACIO.
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