Reflexiones sobre la psicología del panameño

Panamá, 2 de enero de 2018

Por: Jesús López
No. 1
En el estudio de las sociedades se necesita el concurso de una amplia de conocedores, desde
diferentes aristas, de lo que anima a las personas a adoptar sendos, y muy distintos, patrones de
conducta, los cuales, casi siempre son muy difíciles de explicar y comprender.

Por ello, resulta harto complicado pensar que podemos conocer todo lo que se produce alrededor
de los numerosos grupos que comprenden la humanidad. Pero, a medida que las ciencias antes
llamadas morales, ahora sociales, se iban separando del reino de la filosofía, se iban introduciendo
nuevos elementos para el entendimiento de la dinámica individual y colectiva de las personas;
atendiendo a su historia, sus circunstancias, sus características principales, así como las acciones,
actitudes, modos de ser que son parte de ese devenir constante del que somos parte en todo
momento.

Es así que, en el siglo XIX, algo tardíamente, por cierto, empiezan a surgir nuevas ciencias, aunque
no su estudio e interés, tales como la antropología moderna, la sociología, la psicología, entre las
principales, y en ese andar vamos siendo testigos de nuevas formas de abordar los estudios
científicos sobre la naturaleza humana de los hechos complejos que caracterizan a las sociedades.

Nuestra intención, desde mi especialidad, la Psicología Social, es que podamos tener una mirada
más profunda, pero expresada de forma simple, sobre nuestra conducta colectiva, acerca de los
valores que la sustentan y dan forma, desde tiempos inmemoriales a lo que somos en la actualidad.

Es importante precisar que los seres humanos evolucionamos psicológicamente de forma muy lenta,
casi sin cambios durante tiempos prolongados, siglos a menudo, aquí no cabe aquello que a veces
solemos oír y hasta decir de: “en mis tiempos no se veía eso.” Completamente falso, pero no es fácil
de advertir, ya que podemos caer en la tentación de pensar que algunas conductas surgieron de
modo muy reciente, lo cual no es correcto de suponer. Solamente les pediría que hagamos memoria
de forma muy sincera, sin idealizar una época que ya se fue, y nos percatemos acerca de todos los
problemas sociales, económicos, emocionales, familiares, delictivos, etc. que veíamos en nuestros
respectivos entornos y nos daremos cuenta de lo que ahora digo.

Sirva esto de introducción a una nueva visión que espero sea de su completo agrado y aprobación.