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Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
CAPÍTULO01
La protección de la infancia:
clave para el desarrollo sostenible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
02
CAPÍTULO
Niños y menores: historia de una fragmentación . . . . . . . . . . . . 17
CAPÍTULO03
De objeto de tutela a sujeto de derecho:
el niño como ciudadano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
CAPÍTULO04
Entre las declaraciones políticas y
las prácticas institucionales de protección de la infancia:
un largo camino por recorrer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
CAPÍTULO05
El derecho de los niños a la educación y
los derechos de los niños en la educación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
CAPÍTULO06
Para seguir el diálogo: no menos de siete saberes . . . . . . . . . . . . . 57
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Autoras:
Graciela Frigerio (Fundación Centro de Estudios Multidisciplinarios / Universidad Nacional de Entre Ríos)
Gabriela Diker (Fundación Centro de Estudios Multidisciplinarios / Universidad Nacional de General Sarmiento)
Colaboradoras capítulos 2 y 3:
Graciela Soler (Casa del Niño, GCBA / Fundación Centro de Estudios Multidisciplinarios)
María Ana Monzani (Casa del Niño, GCBA / Fundación Centro de Estudios Multidisciplinarios)
Edición y diseño:
Luciano Amor
Fotos:
Portada: Mapa de la Tierra, NASA.
Pág. 6: Escuela rural, Florence Devouard.
Pág. 14: Túnica tupa inca, Dumbarton Oaks Library.
Pág. 24: Aula, Henry Trotter.
Pág. 34: Escuela primaria rebelde autónoma zapatista, Stian Loholt.
Pág. 39: Madre peruana, Ian Riley.
Pág. 40: Máscara azteca, Museo del Louvre.
Pág. 42: Máscara maya, Nicholas Andonie; y máscara lambayeque, Manuel González Olaechea y Franco.
Pág. 46: Aula, Ambuj Saxena.
Pág. 54: Calabaza peruana tallada, Allard Schmidt.
Se puede reproducir y traducir total y parcialmente el texto publicado siempre que se indique la fuente.
Los autores son responsables por la selección y presentación de los hechos contenidos en esta publicación,
así como de las opiniones expresadas en ella, las que no son, necesariamente, las de la UNESCO y no com-
prometen a la Organización.
Las denominaciones empleadas en esta publicación y la presentación de los datos que en ella figuran no
implican, de parte de la UNESCO, ninguna toma de posición respecto al estatuto jurídico de los países, ciu-
dades, territorios o zonas, o de sus autoridades, ni respecto al trazado de sus fronteras o límites.
Publicado por la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe
OREALC/UNESCO Santiago
ISBN: 978-956-8302-85-6
página 3
Prólogo
E n los últimos años América Latina y el
Caribe han mejorado sus indicadores
económicos, aunque a un ritmo inferior
tendientes a mejorar la calidad de vida
de las generaciones presentes y futuras,
mediante la conciliación del crecimiento
al que se necesita para alcanzar -antes de económico, el desarrollo social y la pro-
2015- las metas de desarrollo comprome- tección al medio ambiente. La educación
tidas en los Objetivos del Milenio. Persisten deviene el principal instrumento para in-
en casi todos nuestros países colectivos ducir los cambios sociales necesarios que
que se encuentran en una situación de permitan la toma de consciencia y la ad-
desigualdad en lo que se refiere al acce- hesión tanto a nivel personal como colec-
so, la continuidad de estudios y logros de tivo de los objetivos de la Educación para
aprendizaje. Esto muestra la necesidad de el desarrollo sostenible. Por ello Naciones
mejorar los diseños de las políticas públi- Unidas proclamó el Decenio de la edu-
cas y de implementar acciones específi- cación para el desarrollo sostenible, que
cas para lograr una educación de calidad da una nueva oportunidad de situar a la
para todos. La región tiene que dar un educación en el centro de la discusión y
salto desde la igualdad de oportunidades de las soluciones para viabilizar un futuro
en el acceso a la igualdad de oportunida- sostenible para todos.
des en la calidad de la oferta educativa y El libro ÒInfancia y derechos: las raíces de
los resultados de aprendizaje. la sosteniblidad. Aportes para un porvenirÓ
La educación debe habilitar efectivamen- que aquí presentamos está dirigido a do-
te a todas las personas para la toma de centes de todos los niveles educativos y
decisiones responsables y fundamenta- formadores docentes. Con él pretende-
das, en el ámbito personal y colectivo, mos aportar a la búsqueda de nuevos ca-
que les permita hacer frente a los desafíos minos que favorezcan los aprendizajes de
del presente y del futuro, comprometién- calidad para todos nuestros niños, niñas y
dose así en la construcción de un futuro jóvenes; motivar la discusión y facilitar la
común posible para todos. reflexión sobre las infancias, los derechos
La Oficina Regional de Educación de la de los niños y niñas de nuestros países y
UNESCO para América Latina y el Cari- sus aportes a la construcción de socieda-
be ha realizado un importante trabajo de des sostenibles.
sensibilización y movilización en torno a Este trabajo refleja los resultados que se
la educación para el desarrollo sosteni- obtienen cuando se unen distintas vo-
ble. Se pretende así promover cambios luntades, el trabajo de especialistas de la
Rosa Blanco
Directora a. i.
Oficina Regional de Educación de la UNESCO
para América Latina y el Caribe
UNESCO Santiago
01
página 5
Introducción
A mérica Latina y el Caribe han reali-
zado importantes avances en educa-
ción, sin embargo, debemos reconocer,
jóvenes de la región se apropien de los
conocimientos, habilidades y destrezas
necesarias para ejercer una ciudadanía
que aún persisten grandes brechas de plena, la Oficina Regional de Educación
inequidad y de injusticia en los sistemas para América Latina y el Caribe, UNESCO
educativos. En muchos casos las propues- Santiago, desarrolló el Proyecto de Pro-
tas educativas no solo no son capaces de moción de la educación para el desarrollo
revertirlas, sino que las profundizan. Su- sostenible en América Latina y el Caribe, en
perar esta situación requiere una profun- el cual se enmarca esta publicación.
da reflexión acerca de los sentidos, fines, Es entonces el libro “Infancia y derechos:
contenidos y prácticas de la educación las raíces de la sostenibilidad. Aportes para
que están recibiendo los niños, niñas, un porvenir” la concreción de un esfuer-
jóvenes y adultos, para que ésta pueda zo conjunto entre investigadoras de alto
convertirse exitosamente en una herra- nivel de nuestra región, la Oficina Regio-
mienta de cambio orientada a la cons- nal de Educación para América Latina y
trucción de un futuro sostenible. el Caribe UNESCO Santiago y la coopera-
En este marco Naciones Unidas proclamó ción financiera del Gobierno de Japón.
el “Decenio de la educación para el desarro- El libro que presentamos pretende pro-
llo sostenible (DEDS) 2005-2014” y desig- mover procesos de análisis y reflexión de
nó a la UNESCO como organismo rector los docentes, y entre ellos, sobre las infan-
de su promoción. El Decenio pretende cias y sus derechos, como insumos para
integrar los valores del desarrollo sosteni- promover la formación de ciudadanos
ble en todos los aspectos de los procesos comprometidos, concientes y capaces de
de enseñanza-aprendizaje y en todas sus incidir en la creación de un nuevo mun-
modalidades, formales, no formales e in- do, un mundo más equitativo y ambien-
formales, con el fin de promover los cam- tal, cultural y socialmente sostenible.
bios en las actitudes y comportamientos La educación para la sostenibilidad debe
de la población. Cambios que permitan potenciar el compromiso con valores,
la construcción de sociedades sostenibles principios, actitudes y comportamientos
y justas a través de acciones nacionales, y, más concretamente, con una noción
regionales y mundiales. de justicia y equidad ampliamente com-
Para alcanzar los objetivos del Decenio y prendida. Sin duda son los docentes y las
para contribuir a que los niños, niñas y comunidades de aprendizaje instancias
Beatriz Macedo
Especialista Regional
Oficina Regional de Educación de la UNESCO
para América Latina y el Caribe
UNESCO Santiago
Carol Salgado
Consultora
Oficina Regional de Educación de la UNESCO
para América Latina y el Caribe
UNESCO Santiago
00
Presentación
S in políticas de protección de la infan-
cia, ningún desarrollo puede ser pen-
sado como sostenible. Si no protegemos
más hospitalario para los niños. Para ello
es necesario pensar y actuar en todas las
escalas: jurídica, política, institucional, gru-
a aquellos que recibirán en herencia el pal, comunitaria, profesional, personal. Es
mundo que les dejemos, es evidente que necesario también desnaturalizar la injus-
nada podrá sostenerse en el futuro. ticia, produciendo saber y reflexionando
Al mismo tiempo, si no comenzamos acerca de los modos en que la desigualdad
a transitar hacia modelos sostenibles de a toda escala es producida y sostenida.
desarrollo, es decir, hacia modelos de desa- Sabemos que los conceptos no son neu-
rrollo que preserven el equilibrio ecológico tros, siempre conllevan una manera de mirar
del planeta, que aseguren un acceso igua- el mundo y una manera de hacer el mundo.
litario de todos a los recursos económicos, Sabemos que las concepciones y repre-
naturales y culturales, que aseguren el des- sentaciones influyen permanentemente en
pliegue de la multiplicidad cultural e iden- las teorías y prácticas. Sabemos que existen
titaria que caracteriza el mundo social, los los cercos cognitivos, y que éstos implican
niños, niñas, adolescentes y jóvenes de una interpretación del mundo, una asigna-
este mundo seguirán formando parte del ción de sentido. En el territorio del pensar se
sector más castigado de la humanidad. sabe que para los sujetos y para el mundo
Por eso consideramos imprescindible no hay un destino inexorable si se acepta
comenzar a articular los discursos, las defi- que hay un matiz entre futuro y porvenir,
niciones jurídicas y las políticas orientadas y que ese matiz consiste ni más ni menos
por la defensa de los derechos de los niños que en la acción política.
y las niñas con la preocupación por la sos- En esta línea, este material se propone
tenibilidad del desarrollo. Porque son dos realizar un pequeño aporte. Abrir apenas
asuntos que no pueden considerarse por un diálogo sobre la infancia, sobre los
separado. Porque, como señalaremos más derechos, sobre lo sostenible y lo insoste-
adelante, proteger el mundo en que vivi- nible, en definitiva, sobre el porvenir.
mos es proteger la infancia y, a la inversa, Encontrarán aquí distintos temas, refe-
proteger la infancia es proteger el mundo. rencias disciplinarias y teóricas plurales y,
Se trata, entonces, de insistir en pensar, también, distintos tipos de textos.
en buscar alternativas, en producir cono- El capítulo 1 abre el problema de las
cimiento, en orientar la acción educativa consecuencias del sostenimiento de mode-
hacia la búsqueda de un mundo más hos- los de desarrollo insostenibles (insostenibles
pitalario para todos, pero especialmente por insoportables; insostenibles porque si se
sigue en esa dirección no hay futuro posible) universo conceptual que sustenta las per-
y muestra apenas algunos datos que dan cepciones y expectativas sobre los niños y
cuenta de los efectos de esos modelos sobre las niñas y sus efectos sobre las prácticas
los niños, niñas y adolescentes del mundo. institucionales y las definiciones de pro-
El capítulo 2 muestra cómo histórica- gramas y políticas que les están dirigidos.
mente se ha producido una fragmen- El capítulo 5 aborda en particular el
tación del mundo de la infancia; a través tema, el ámbito que define nuestra tarea:
de qué operaciones teóricas, disciplina- el derecho de los niños y niñas a la edu-
res y políticas se ha confinado a algunos cación y los derechos de los niños y niñas
niños y niñas a territorios en los que los en la educación.
derechos no tienen lugar. El reconoci- Por último, el capítulo 6 se propone
miento del carácter social y cultural de la finalizar este material ofreciendo algunas
infancia será aquí propuesto como una reflexiones que, esperamos, den lugar a
herramienta para desnaturalizar aquella la apertura de nuevos diálogos.
fragmentación y para restituir el derecho A su vez, cada capítulo contiene:
como horizonte de igualdad de todos los • Una primera sección de desarrollo con-
niños, niñas, adolescentes y jóvenes. ceptual, donde exponemos los concep-
En el capítulo 3 les proponemos un tos y posiciones que a nosotras nos per-
análisis de las características y derivacio- miten pensar el tema.
nes políticas e institucionales de la Con- • Una sección en la que incluimos distin-
vención Internacional de los Derechos tos tipos de materiales: información,
del Niño (CIDN) que, aunque polémica, polémicas, propuestas, datos, etc., que
constituye la herramienta internacional pueden resultarles útiles para profundi-
de protección de la infancia de la que dis- zar el análisis de los problemas que son
ponemos hoy. objeto de cada capítulo.
Ahora bien, dado que, más allá de las • Una sección en la que les proponemos
leyes y decisiones macropolíticas acerca un diálogo entre colegas, es decir,
de la infancia (como la sanción de la CIDN entre nosotros y ustedes, y entre uste-
o de leyes que protegen sus derechos), des y sus colegas o compañeros de
lo que las instituciones «hacemos» con, trabajo, dado que pensar es siempre
para o sobre los niños depende, en buena con otros (presentes o ausentes).
medida, de cómo concebimos lo que los • Finalmente, encontrarán en cada capí-
niños «son» y «deben ser», nos propone- tulo una última sección con algunas
mos en el capítulo 4 poner en discusión el sugerencias para abordar estos temas
con los niños y niñas en las escuelas.
01
La protección de la
infancia: clave para el
desarrollo sostenible
P roteger el mundo en el que vivimos es
proteger la infancia. Es asegurar aquí y
ahora el derecho de todos los niños y niñas
• porque compromete la supervivencia
material y/o cultural de parte de la
humanidad;
a habitar en un medio apropiado para su • porque no genera condiciones de sos-
pleno crecimiento. Al mismo tiempo, es tenimiento en el largo plazo;
preservar para el futuro el mundo que les • porque afecta especialmente a niños,
dejaremos como herencia. niñas, adolescentes y jóvenes.
Muy lejos de toda política de protec-
ción del mundo y de la infancia, las for- En relación con este último punto, el
mas modernas de desarrollo económico informe Estado Mundial de la Infancia 2006,
han puesto al planeta al borde del desastre producido por UNICEF, ofrece una infor-
ecológico (cambio climático, deforesta- mación invalorable para dimensionar los
ción, contaminación de agua, aire y suelos, efectos infanticidas de un modelo de
extinción acelerada de especies, etc.), con- desarrollo mundial que no puede ni debe
denan a la pobreza, al hambre, a la enfer- sostenerse.
medad y a la falta de educación a buena Veamos apenas algunos datos:
parte de la humanidad, e imponen mode- • Más de mil millones de niños y niñas
los culturales cada vez más homogéneos sufren a causa de una o más formas
(desconociendo, marginando o directa- extremas de privación de necesidades,
mente avasallando la multiplicidad cultural tales como una nutrición adecuada, agua
e identitaria de innumerables pueblos). potable, instalaciones decentes de sanea-
Este modelo de desarrollo resulta sin miento, servicios de atención de la salud,
dudas insostenible en varios sentidos: vivienda, educación e información.
• porque provoca (y requiere) unos nive- • En 2004, solamente en los países
les de injusticia, desigualdad, violencia y menos adelantados murieron antes
exclusión que son ética y políticamente de cumplir cinco años 4,3 millones de
insostenibles, es decir, insoportables; niños y niñas, uno de cada seis nacidos
• porque compromete la preservación vivos. Aunque los menores de cinco
ecológica del planeta; años en los países menos adelantados
componen solamente un 19% de los
Como hemos indicado ya en otro documento de la UNESCO Santiago: «Aun cuando se pueda
utilizar el concepto de desarrollo sostenible en múltiples y hasta opuestos sentidos, a nosotros nos
importa destacar aquellos que no solo se relacionan con desarrollos económicos en los que la eco-
logía y la educación ambiental juegan un papel protagónico, sino también aquellos que se vinculan
con los derechos humanos, con la vida y la calidad de vida colectiva y comunitaria.
Es decir, nos importa la mirada que hace, de la noción, la puerta de entrada y de cruce a perspec-
tivas socioculturales, ambientales y económicas. La noción concierne entonces a la vida de los pue-
blos tanto como a la naturaleza, a los sujetos singulares y a las decisiones acerca de la distribución
de bienes y recursos tanto como a la noción misma de bien común» (Frigerio, Diker et al., «Una de
las claves de la educación para el desarrollo sostenible: la interculturalidad», 2008).
Siguiendo a Novo, podemos decir que: «Hablar de desarrollo sostenible significa situarse en otra
óptica; contemplar las relaciones de la humanidad con la naturaleza desde enfoques distintos; com-
prender el derecho de todos los seres humanos a participar en los beneficios del bienestar. Supone,
desde luego, una transformación radical en las relaciones entre economía, ecología y ética; significa
comenzar a pensar y actuar con una lógica diferente, tomando en cuenta los límites de la biosfera,
la redistribución social y la diversidad cultural».
La protección de la infancia: clave para el desarrollo sostenible
02
Visibilizar
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es proteger
D AT O S / D O C U M E N T O S / M AT E R I A L D E T R A B A J O
En los casos más extremos, los niños y niñas estar social dirigidas a los niños y niñas
pueden volverse invisibles, desapareciendo más excluidos e invisibles.
del punto de mira de sus familias, comunida- • Ratificar y poner en vigor la legislación, tanto
des y sociedades, así como de los gobiernos, nacional como internacional, relativa a los
los donantes, la sociedad civil, los medios de derechos y a la protección de la infancia.
comunicación y otros niños y niñas. Para millo- • Llevar a juicio a los autores de crímenes
nes de niños y niñas, la causa principal de su contra la infancia, y evitar la criminaliza-
invisibilidad es la vulneración de su derecho a ción de las víctimas infantiles.
la protección. Es difícil obtener datos empíricos • Establecer un debate abierto con la socie-
sobre el alcance de la vulneración de este dere- dad civil y los medios de comunicación
cho, pero hay cuatro elementos que parecen sobre las actitudes, prejuicios, creencias y
ser fundamentales en el aumento de la invisi- prácticas que facilitan los abusos.
bilidad de estos niños y niñas: la falta o pér- • Asegurar que los niños y niñas conozcan
dida de una identidad oficial; una protección sus derechos, alentarlos a que los expresen
inadecuada por parte del Estado de aquellos y proporcionarles aptitudes para la vida
que no reciben atención en el marco familiar; práctica, así como información para que se
una situación de explotación a causa de la trata protejan contra el abuso y la explotación.
o el trabajo forzado; y la asunción prematura • Poner los servicios sociales básicos a dis-
de funciones propias de los adultos, como el posición de todos los niños y niñas sin dis-
matrimonio, el trabajo peligroso o la lucha criminación.
armada. Entre los afectados por estos factores • Realizar tareas de seguimiento, presenta-
se encuentran aquellos cuyos nacimientos no ción transparente de informes y supervi-
se inscribieron, los refugiados y desplazados, sión de los abusos y la explotación.
los huérfanos, los niños de la calle, los niños y
niñas en centros de detención, los que se casan La responsabilidad también resulta funda-
demasiado pronto, los que realizan trabajos mental para establecer un entorno protector:
peligrosos o participan en combates y los que todos los miembros de la sociedad pueden
son víctimas de la trata y el trabajo forzoso. contribuir a asegurar que los niños y las niñas
Acción: Evitar que los niños y las niñas no se vuelvan invisibles. Aunque las familias y
sean invisibles exige crear para ellos un entorno el Estado tienen que asumir la principal res-
protector. Las medidas fundamentales en este ponsabilidad en la protección de la infancia,
sentido son, entre otras: las actividades constantes y sostenidas de los
• Fortalecer la capacidad de las familias y las individuos y las organizaciones a todos los
comunidades para cuidar y proteger a sus niveles son esenciales para eliminar las ten-
niños. dencias que favorecen el abuso.
• Reforzar el compromiso del gobierno con
la protección de la infancia mediante UNICEF, Estado Mundial de la Infancia 2006:
apoyo presupuestario y políticas del bien- Excluidos e invisibles.
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entre colegas
La protección de la infancia: clave para el desarrollo
Está claro que cada uno de nosotros, como lo expresa el documento reprodu-
desde nuestro lugar de educadores cido en la página anterior– la visibiliza-
y educadoras, no tenemos a nuestro ción de los niños y niñas que transitan
alcance todos los medios necesarios para situaciones complejas es el primer paso
revertir de manera directa y estructural la hacia su cuidado.
tendencia de los modelos de desarrollo Por ello los invitamos a ensayar algu-
que están produciendo, sobre nuestros nas vías –posibles y necesarias– de abor-
niños y niñas y sobre nuestro mundo, los daje del problema.
efectos devastadores que hemos apenas Por ejemplo, sería interesante que, con
ejemplificado en este capítulo. un grupo de colegas, se propusieran:
No obstante, cada uno de nosotros, • Sistematizar información sobre la
grupal e individualmente, desde las escue- situación de los niños y niñas que asis-
las, en el trabajo con los colegas y con ten a su escuela y/o que habitan en su
las familias, podemos y debemos asumir localidad (a través de los indicadores
la responsabilidad generacional que nos que a ustedes les resulten más signi-
toca en relación con la calidad de vida de ficativos: salud, situación educativa,
nuestros niños y niñas y con la herencia vivienda, uso del tiempo libre, partici-
que les estamos legando (los educadores pación en actividades laborales, etc.).
ocupamos de hecho un lugar central en • Analizar los efectos de las actividades
ese acto de pasar la herencia cultural a las económicas locales sobre el equilibrio
nuevas generaciones). ecológico de la zona y la distribución
No olvidemos que el bienestar de los de los recursos económicos y cultura-
niños y niñas y la vigencia de sus dere- les (es decir, su sostenibilidad o no).
chos son asuntos que se juegan tanto en • Buscar formas de dar difusión a la
la escala macropolítica como en la escala información relevada a distintos acto-
institucional e interpersonal y que –tal res de la comunidad.
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actividades
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La protección de la infancia: clave para el desarrollo página 16
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anotaciones
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Niños y menores:
historia de una
fragmentación
S i se trata de la protección de la infancia,
si se trata de la infancia y sus derechos,
no podemos sino preguntarnos acerca de
de que es muy difícil encontrar respuestas
coincidentes. ¿Cuánto dura la infancia?
¿De qué edad y a qué edad se extiende
su definición. ¿Solo se trata de una cues- la adolescencia? ¿Hasta cuándo se consi-
tión de edad? ¿Es suficiente la definición dera que alguien es joven?
jurídica de menor para delimitar el universo Aunque la edad nos permite definir
de la infancia? ¿Qué tienen en común un etapas de crecimiento corporal y sicoló-
alumno de cuarto grado de primaria, de gico, que podrían corresponderse con
clase media urbana y un niño de la misma la niñez o la adolescencia, y aun cuando
edad que participa de una lucha armada? tratemos de considerar exclusivamente la
¿Qué tienen en común una niña de 12 base biológica del desarrollo (crecimiento
años que ya es madre y una que no? ¿Y los del cuerpo, desarrollo de los órganos y
niños que trabajan o cuidan a sus familias funciones sexuales, desarrollo neuronal,
con otros que utilizan su tiempo libre en etc.), la edad no constituye un indicador
instituciones de recreación o de comple- que pueda aplicarse de la misma manera
mentación de su educación escolar? a los niños, niñas, adolescentes y jóve-
Frente a estas cuestiones, podríamos nes en todo tiempo y lugar. Cuánto dure
decir «todos son niños», pero debemos la infancia o la adolescencia variará de
reconocer que no todos transitan la misma acuerdo con:
infancia. Así, una pregunta en apariencia • la cultura de origen;
simple nos sumerge en un problema más • las condiciones socioeconómicas de
que complejo, especialmente cuando en vida que, entre otras cosas, exigirán una
las escuelas encontramos cada vez con incorporación más temprana o más
mayor frecuencia niños, niñas y adoles- tardía en la vida adulta;
centes que no responden a nuestras defi- • la época histórica.
niciones tradicionales.
De hecho, aun recurriendo al indica- De acuerdo con estas variables, no solo
dor etario, que es y ha sido el indicador cambian las edades y la duración de la
más visiblemente asociado a estas defi- infancia y la adolescencia, sino también
niciones, rápidamente nos damos cuenta los modos en que se transitan estas eta-
pas de la vida. Más aún: hoy en día se construcción que se localiza en Occidente
sostiene que incluso los aspectos bioló- entre los siglos XVI y XVII.
gicos del desarrollo, como la pubertad o Por supuesto, esto no significa que en
el crecimiento corporal y, por supuesto, períodos anteriores no hubiera niños, niñas
el desarrollo cognitivo, están atravesados o adolescentes. Lo que quiere decir es que
por determinantes sociales y culturales. no eran considerados en su especificidad. Se
La infancia, la adolescencia y la juven- los concebía como adultos pequeños que,
tud constituyen entonces períodos de en tanto tales, compartían todos los rasgos
la vida cuya definición es resultado de y actividades propios del mundo adulto (el
un proceso de construcción social. trabajo, la recreación, la educación). No
Depende de los significados que se les existían instituciones especialmente desti-
asignen en cada cultura, en cada con- nadas a ellos (como la escuela), ni libros, ni
texto sociocultural y en cada época histó- vestimenta, ni música, etc. Tampoco exis-
rica. No designan períodos que puedan tían, claro está, profesionales dedicados
definirse por su base biológica, sino que exclusivamente a estudiar y a orientar las
designan más bien períodos vitales que problemáticas propias del mundo infantil
se definen por su base cultural. y adolescente (sicólogos educacionales,
En este sentido, diremos que la infan- pedagogos, pediatras, entre otros).
cia, la adolescencia y la juventud, como Es entre los siglos XVI y XVII que
etapas diferenciadas del recorrido vital comienza a conformarse lo que Ariès ha
de un sujeto, no son sino productos his- denominado el «sentimiento moderno
tóricos. Más específicamente, productos de infancia» y –como contracara– la infan-
históricos de la modernidad, esto es, una cia tal como la concebimos todavía hoy: el
Los historiadores de la infancia han asociado este fenómeno a procesos históricos de distinta natu-
raleza que se localizan en Occidente entre los siglos XVI y XVII. Entre otros, el proceso de urbaniza-
ción creciente, la reconfiguración de las estructuras familiares y la emergencia del ámbito de la vida
privada, las mejoras sanitarias que permiten controlar crecientemente la mortalidad infantil. Como
resultado de estos procesos, se produce la transición de la antigua a la nueva concepción de infancia
en Occidente.
Si le interesa profundizar sobre estos temas, recomendamos algunos textos ya clásicos sobre
historia de la infancia:
• Ariès, Ph., El niño y la vida familiar en el antiguo régimen, Barcelona, Taurus, 1987.
• Gélis, J., «La individualización del niño», en: Ph. Ariès y G. Duby, Historia de la vida privada,
tomo 5, Barcelona, Taurus, 1992.
• De Mause, Ll., Historia de la infancia, Madrid, Alianza, 1991.
página 19
C AT E G O R Í A S / C O N C E P T O S / P O S I C I O N E S
niño comienza a ser considerado como un desarrollo se instalan como normas que
ser inacabado, carente, sin racionalidad producen un triple efecto:
ni autonomía moral, que necesita, para
llegar a la vida adulta, amor, protección 1. establecen una visión monolítica de
y orientación. Es en ese proceso que la infancia, al describir cómo los niños
dependencia personal se convierte en una son, genéricamente considerados;
característica propia de la niñez. 2. fijan unos parámetros que permiten
Se trata de un proceso largo y complejo distinguir la infancia normal de la que
que involucra: el reconocimiento de la espe- no lo es;
cificidad de la infancia, su separación del 3. orientan las pautas de educación y
mundo adulto y la configuración de unos crianza.
espacios y tiempos sociales, especialmente
destinados a la protección y a la orienta- Cuando se detectan desvíos respecto de
ción del desarrollo de los niños: la escuela estos parámetros y pautas, cuando –por
y la familia. El «encierro» de la infancia en diversas razones– la familia no asegura
estas instituciones, que reconocemos hasta una correcta orientación del desarrollo
el día de hoy como los espacios natura- infantil, cuando la escuela señala proble-
les de educación y crianza, produce un mas en los ritmos y en las características
efecto a primera vista paradójico: al mismo de los aprendizajes, se considerará que
tiempo, inscribe al niño en el territorio de un niño o adolescente se encuentra en
lo público, a través de la escuela, y en el una «situación irregular».
ámbito privado, a través de la familia. Frente a estas situaciones, y dado que
Ya para el siglo XIX se desarrollan, los niños carecen de una racionalidad y una
además, campos de saber especialmente moral propia, el Estado comienza a interve-
destinados al estudio y cuidado del desa- nir. Así, a partir del siglo XIX, se conforma lo
rrollo infantil: la pediatría, la pedagogía, que se ha dado en llamar «la doctrina de la
la sicología infantil, que contribuirán a situación irregular». Se trata de una posi-
configurar y consolidar la concepción ción que concibe al niño como objeto de
moderna de infancia, estableciendo no intervención y tutela jurídica que debe ser
solo «cómo los niños son», sino también protegido por el Estado siempre que se juz-
(y quizás principalmente) «cómo los niños gue que se encuentra en «peligro material
deben ser» (cómo debe ser su desarro- o moral». En nombre de su protección, el
llo físico y sicológico, qué puede apren- Estado podía (y todavía lo hace) privar a los
der un niño en qué períodos de tiempo, niños, niñas y adolescentes de los derechos
etc.). La fijación de estos parámetros de más elementales, incluso de su libertad.
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página 21
acerca del
tratamiento de
la «minoridad»
02
página 24
actividades
Niños y menores: historia de una fragmentación
Evitar la «expulsión» de muchos niños, Para trabajar con los más grandes
niñas y adolescentes del universo de la
infancia o la adolescencia (pronunciada Les propondremos un ejercicio metafó-
en singular, a la manera de una norma) rico que permita trabajar percepciones y
exige poner en juego una operación de conceptos a partir de fotos. Es una técnica
desnaturalización de lo que asumimos llamada «fotolenguaje». Posiblemente
que es y debe ser la infancia o la ado- ustedes ya la conozcan, por eso solo con-
lescencia. La introducción del plural no sideraremos aquí algunos aspectos acerca
solo tiene un sentido teórico, sino que de cómo utilizar las fotos de manera que
puede restituir a muchos niños un lugar el resultado no sea simplemente la expre-
perdido. Por eso nos parece importante sión de sentimientos o sensaciones, sino
trabajar este tema con los niños y niñas una construcción colectiva.
en la escuela. Aquí les acercamos algunas ¿Por qué fotos? Las fotos son un exce-
sugerencias. lente medio para invitar a tomar la pala-
bra sin que los participantes se sientan
Para trabajar con los más chicos intimidados. Son una especie de ventana
abierta a representaciones que de otra
Para debatir: forma quedarían escondidas. El soporte
• ¿Cuándo empieza la infancia? ¿Cuándo visual de fotos interesantes o enigmáti-
termina? cas produce a menudo una profusión de
• ¿Qué tienen en común los niños? información y permite una discusión más
• ¿Cómo viven? rica que el hacer preguntas directamente.
• ¿Qué les gusta hacer? ¿Cómo hacer su propio fotolenguaje?
• ¿Qué hacen cuando no están en la Algunos sostienen que las fotos, de prefe-
escuela? rencia en el mismo tamaño (lo que se logra
fácilmente con una fotocopiadora), deben
(La idea es acentuar la heterogeneidad ser en blanco y negro (eso relativiza o dis-
de respuestas posibles aun tratándose de minuye el impacto que el color agrega a la
niños de la misma edad. Para ello puede imagen). Otros sostienen que es mejor en
resultar útil ofrecer a la discusión contrae- color. En cualquier caso, siempre el con-
jemplos a las respuestas de los alumnos.) junto debe ser de imágenes muy variadas,
de distintas épocas, con y sin personajes,
con distintos tipos de imágenes, porque
«dicen» muchas cosas. Siempre el fotolen-
02
página 25
Niños y menores: historia de una fragmentación
guaje es «elegido» y debe representar un e Después de unos minutos, recuerde
amplio espectro de diferentes culturas y la consigna y pida a cada participante
lugares geográficos, distintas poblaciones, que elija tres fotos que representen
elementos del patrimonio del mundo. o simbolicen sus opiniones, preocu-
En este caso, les proponemos reunir paciones, posiciones con respecto
un conjunto de fotos sobre niños (de dis- al tema. Éste suele ser un momento
tintas épocas y lugares, haciendo distin- bullicioso. Si más de uno eligió una
tas cosas, con y sin adultos, niños solos y misma foto, eso da una razón para
en grupos, en distintos escenarios, etc.). reorganizar los lugares en función de
Necesita que el número de fotos que esas afinidades momentáneas, tenga
ofrezca al grupo supere el número que en cuenta que la misma foto puede
resulte de multiplicar por tres el número evocar distintas asociaciones. Eso enri-
de participantes. Prevean el doble o triple quece el trabajo. No se esfuerce para
de las fotos que necesitan. que se pongan de acuerdo, trabaje
¿Cómo organizar la actividad? Tenga sobre lo plural y lo múltiple.
presente que la actividad podrá ir enri-
queciéndose y trabajándose a lo largo Cuando los participantes hayan hecho su
de distintas reuniones, y en distintos elección, varias técnicas de discusión son
momentos de año podrá volverse a pen- posibles:
sar sobre lo elaborado. a Pida a algunos participantes que pre-
Veamos la primera reunión: senten sus fotos, en forma individual,
a Piense una consigna. Es bueno tener al resto del grupo, dando los argu-
claro qué desea trabajar, qué nociones mentos de su elección.
se quisieran abordar y qué universos b Pida a todos que vayan tomando
representacionales pretende poner en notas (éstas serán útiles para más
evidencia. tarde buscar puntos en común, ten-
b Distribuya las fotos en el piso de dencias, contrastes). No olvide traba-
manera tal que todos puedan verlas. jar sumando los aportes, aunque éstos
c Aclare que se trata de una actividad no sean coincidencias.
metafórica. Deben elegir fotos que c Forme subgrupos en los cuales todos los
tengan para ellos algún significado. participantes tengan la oportunidad de
d Solicite a los participantes que se pon- mostrar su(s) foto(s), comentar su elec-
gan de pie y las miren en silencio, ción, decir lo que simboliza, lo que les
caminando alrededor. transmite, etc. Se pueden exponer las
02
página 26
Niños y menores: historia de una fragmentación
fotos o hacerlas circular para que todos elijan fotos que simbolicen las infancias
las vean, y las palabras claves deben ser (o las adolescencias) o que expresen:
escritas en un tablero o pizarrón. • Rasgos actuales de las infancias
d Solicite que se haga un resumen que • ¿Qué es un niño o una niña?
se presentará al grupo completo. • ¿Qué le preocupa de las infancias?
e Una vez que se haya compartido el • ¿Qué problemáticas acechan a los
trabajo de todos los subgrupos, se niños y niñas en la actualidad?
hará una discusión general sobre el • ¿Qué derechos se ejercen o no se con-
tema con todos. cretan en la vida de los niños y niñas?
f Los aportes de los subgrupos y los 2 En un segundo momento, frente a las
comentarios de los participantes siem- fotos ya elegidas y para trabajar cons-
pre deben concernir al tema que se truyendo alternativas:
está trabajando, y todos deben conver- • ¿Qué posiciones toman los «grandes»
ger en un intercambio sobre la proble- frente a la problemática planteada?
mática (no es conveniente tomar cues- • ¿Cuáles son los desafíos de la edu-
tiones personales o que conciernan a cación?
los sentimientos de los participantes). • ¿Cuál es el papel de la escuela?
g Después del intercambio y eventual • ¿Qué podría hacerse en la clase,
debate, proponga una actividad: bus- en la comunidad, en la región, en
car los conceptos que mejor sintetiza- el mundo, para que los problemas
rían lo que se estuvo discutiendo. vayan encontrando soluciones?
h Es interesante hacer el listado de concep-
tos e invitar a definir los más complejos. Por supuesto, cada colega puede pro-
i A partir de aquí, puede sugerir que, poner muchas preguntas alternativas,
frente a la riqueza expuesta, se busquen agregar momentos, solicitar actividades
iniciativas superadoras o se esbocen complementarias grupales o singulares,
líneas de acción (siempre puede incluir como hacer una galería de fotos, escri-
que se piense en ventajas y riesgos, u bir una nota para el diario, ir a investigar
otras alternativas que permitan avanzar palabras, buscar información sobre cier-
en la profundización del tema). tos aspectos, etc.
Desde ya, éste resulta un ejercicio
Las consignas y las preguntas podrían ser: sumamente interesante para llevar ade-
1 En un primer momento, sobre la base lante también entre adultos.
de la idea más general, solicitamos que
02
03
De objeto de tutela a
sujeto de derecho: el
niño como ciudadano
R ecién en la última década del siglo XX
se reconoce a los niños, niñas y ado-
lescentes como personas con derechos. La
nes que propone la Convención, les pro-
ponemos a continuación la elaboración
que sobre estos temas han realizado dos
Convención Internacional de los Dere- colegas que reúnen un profundo conoci-
chos del Niño define a los niños como miento sobre esta temática y una amplia
ciudadanos sujetos de derechos. Por lo experiencia de trabajo con niños, niñas
tanto, no se trata ya de intervenir sobre y adolescentes en territorios particular-
ellos como si fueran objetos, sino más bien mente complejos.
de garantizar que estén dadas las condi- Les proponemos esta perspectiva, ya
ciones para que todos puedan hacer efec- que representa un intento (imprescindi-
tivos los derechos que les corresponden. ble para trabajar con las infancias y ado-
Ya no se distingue al «niño» del «menor», lescencias) de aunar saberes teóricos,
sino que se considera a todos con igua- marcos jurídicos, definiciones políticas y
les derechos, más allá de las particulares prácticas institucionales.
formas en que cada cultura, cada socie-
dad, cada familia concibe a la niñez. La
protección de la infancia y la adolescencia
debe traducirse, entonces, en la formula-
ción de políticas básicas, universales para
« La CIDN ordena y regula las
relaciones del niño, la familia y
el Estado. Como instrumento
de Derechos Humanos permite, por un
todos los niños. El cumplimiento de sus lado, poner límites a la intervención del
derechos deja de ser así objeto de caridad Estado –los límites de las garantías cons-
y pasa a ser un problema de Estado. titucionales– y, por otro, ampliar las res-
Para profundizar sobre las implicancias ponsabilidades de los sectores públicos y
políticas e institucionales de las definicio- de la sociedad civil en lo que respecta a
La Convención Internacional de los Derechos del Niño fue aprobada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, en Nueva York, el 20 de noviembre de 1989.
»
proporcionales a la madurez de cada uno como el trabajo, el reclutamiento militar
para la respectiva introducción progre- y la edad penal».
siva a la ciudadanía civil y política.
El acceso de los niños y niñas a una
ciudadanía plena se encuentra atrave- María Ana Monzani y Graciela Soler, «Infan-
sado por las diferentes representaciones cias y derechos: plurales (des)encontrados»,
e ideas de infancia de la sociedad actual. clase del curso virtual «Infancias y adoles-
Por ejemplo, resulta interesante reflexio- cencias. Interrogaciones sobre saberes y
nar acerca de cómo estas ideas no son tan prácticas», cem/Punto Seguido, Buenos
cuestionadas en lo que respecta al ámbito Aires, 2005.
03 De objeto de tutela a sujeto de derecho: el niño como ciudadano
La Convención
página 32
en debate
D AT O S / D O C U M E N T O S / M AT E R I A L D E T R A B A J O
Las objeciones a la Convención Internacio- su medio. Por un lado están aquellos que
nal de los Derechos del Niño atañen a varios piensan que considerando a los niños como
registros, pero todas remiten al mismo presu- quisiéramos que fuesen –conscientes, res-
puesto: el único verdadero derecho del niño ponsables, capaces de juzgar– les impedimos
es el derecho a ser educado, a recibir una convertirse en eso. Por otro lado están aque-
educación que solo adultos, educados a su llos que sostienen que no podemos preparar
vez, pueden brindarle. para la libertad a través de la coerción y que,
De este modo, se señala que la Conven- al postergar para más tarde el ejercicio de la
ción juega permanentemente con dos regis- responsabilidad, nos prohibimos formarlo.
tros, «dos exigencias difícilmente conciliables, Por un lado están aquellos que creen que la
dos exigencias sin puntos en común»1: la sumisión a una disciplina impuesta forma la
necesidad de proteger al niño, considerando voluntad necesaria para el ejercicio de la ciu-
su fragilidad particular («el niño, por su falta dadanía adulta. Por otro lado están aquellos
de madurez física e intelectual, necesita pro- que piensan que la libre implicación, desde la
tección y cuidados especiales»2) y la necesi- infancia, en una actividad colectiva permite
dad de reconocerle el derecho a la libertad de descubrir por sí mismo las reglas necesarias
expresión3, la libre elección de sus opiniones para acceder a la responsabilidad ciudadana.
y pertenencias4, de tratarlo como un ser res- Por un lado aquellos que creen posible for-
ponsable, ya capaz de pensar por sí mismo... mar para la democracia a través del rigor de
lo que, justamente, todavía no es. la instrucción. Por el otro aquellos que están
[...] convencidos de que solo es posible formar
Todos están de acuerdo en que el primer para la democracia a través de la democracia
derecho del niño es el derecho a la educa- misma.
ción, todos están de acuerdo en la necesidad [...]
de una preparación para el ejercicio de la ciu- En este debate la CIDN parece tomar par-
dadanía... pero el desacuerdo surge con res- tido. Primero, en sus artículos 5 y 6, afirma
pecto a las condiciones de esta preparación y el deber de los adultos de obrar en pos del
a la naturaleza de la educación que se le debe desarrollo del niño, luego, más adelante, en
proponer al niño. Por un lado, están aque- los artículos 28 y 29 insiste en el «derecho a
llos que afirman que, como es menor, el niño la educación» y precisa que esta educación
debe recibir una educación que le imponga debe estar encaminada a «inculcar al niño el
los principios necesarios para su desarrollo respeto de sus padres, de su identidad, de su
y los comportamientos que le permitan la lengua y de sus valores culturales, así como
emergencia de su libertad. Por otro lado están el respeto de los valores nacionales del país
aquellos que afirman que solo es posible for- en el que vive, del país de que sea origina-
mar para la libertad a través del ejercicio de rio y de las civilizaciones distintas a la suya».
la libertad y que la educación debe hacer de A continuación agrega que esta educación
esta última no solo su objetivo, sino también debe «preparar al niño para asumir las res-
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D AT O S / D O C U M E N T O S / M AT E R I A L D E T R A B A J O
ponsabilidades de la vida en una sociedad personas, con independencia de la formación
libre, con un espíritu de comprensión, paz, que reciban. En realidad, solo puede tratarse
tolerancia, igualdad entre los sexos y amis- del derecho a formar a los niños en esos dere-
tad entre todos los pueblos y grupos étnicos chos a través del ejercicio mismo.
nacionales y religiosos y personas de origen
autóctono». Entre la afirmación del derecho Philippe Meirieu, El pedagogo y los derechos
a la educación y la de la necesidad de «incul- del niño: ¿historia de un malentendido? (tra-
car» valores al niño, la Convención, en su ducción de Daniela Gutiérrez). La obra com-
artículo 12, explica que «los Estados garanti- pleta ha sido publicada en castellano bajo el
zan al niño con capacidad de discernimiento título: El maestro y los derechos del niño: ¿his-
el derecho de expresar libremente su opinión toria de un malentendido?, Barcelona, Octae-
sobre todas las cuestiones que lo afecten». dro, 2004.
Desde luego, en este punto la Convención
toma una precaución oratoria significativa, Notas
puesto que se refiere a un niño «con capa- 1. Alain Finkielkraut, «La mystification des droits de
cidad de discernimiento»; pero, además del l’enfant», en Les droits de l’enfant, Actes du colloque euro-
carácter bastante evasivo de la expresión, la péen d’Amiens, 8, 9 y 10 de noviembre de 1990, Amiens,
Convención desarrolla más adelante, y ahora CRDP, 1991, pp. 63 a 80. Cf. también Alain Finkielkraut,
«La nouvelle statue de Pavel Morozov», en Le Monde, 9
sin reserva particular, el derecho a la libertad de enero de 1991, p. 14.
de expresión, de pensamiento, de concien-
2. Preámbulo de la Convención Internacional de los
cia, de religión, de asociación, de manifesta- Derechos del Niño.
ción, así como el derecho a dar su opinión 3. «El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese
en todos los problemas que la expresión de derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir
«derechos positivos» jurídicamente reconoci- informaciones e ideas de todo tipo, sin consideración de
dos cualquiera sea la edad, nivel de desarro- fronteras, ya sea oralmente, por escrito o impresas, en
forma artística o por cualquier otro medio elegido por el
llo, educación y condiciones de vida de los niño», artículo 13-1 de la CIDN.
niños. No puede tratarse, en ningún caso, de 4. «Los Estados Partes respetarán el derecho del niño a
derechos que demostrarían capacidades exis- la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión»,
tentes y equitativamente distribuidas entre las artículo 14-1 de la CIDN.
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entre colegas
De objeto de tutela a sujeto de derecho: el niño como ciudadano
03
página 35
actividades
03
De objeto de tutela a sujeto de derecho: el niño como ciudadano página 36
03
anotaciones
04
Entre las declaraciones
políticas y las prácticas
institucionales de protección
de la infancia: un largo
camino por recorrer
M ás allá de las leyes y decisiones
macropolíticas acerca de la infan-
cia (como la sanción de la CIDN o de
interesa en este capítulo poner en discu-
sión el universo conceptual que sustenta
las percepciones y expectativas sobre los
leyes que protegen sus derechos), lo que niños que organizan las prácticas institu-
las instituciones «hacemos» con, para cionales y las definiciones de programas
o sobre los niños y niñas depende, en y políticas que les están dirigidos.
buena medida, de cómo concebimos lo
que los niños y niñas «son» y lo que, en ¿Cómo se constituyen nuestras
función de lo que «son», necesitan y pue- percepciones y expectativas
den hacer, aprender, desear y soñar. sobre los otros?
De hecho, las percepciones y expectati-
vas que sostenemos sobre los niños y niñas El hombre es un clasificador que se
ordenan las funciones y formas de organi- clasifica clasificando.
zación de las instituciones que trabajan con PIERRE BOURDIEU
ellos. Así tenemos instituciones asistenciales
(como comedores u hogares), penales, edu- Cada vez que interactuamos con alguien
cativas no formales, escolares, recreativas, –aun cuando se trate de alguien que no
abiertas o de encierro, etc., que definen su conocemos–, ponemos en juego un con-
identidad institucional, en buena medida, junto de expectativas acerca de las carac-
en función del modo en que definen la terísticas y los resultados de ese intercam-
identidad de los niños, niñas y adolescentes bio: en primer lugar, esperamos que el
que asisten a ellas, con relativa independen- otro se comporte de cierta manera según
cia de los marcos normativos vigentes. sea mujer u hombre, adulto, adolescente o
Dado que es un proceso mucho más niño, extranjero o compatriota, amigo de
complejo y costoso modificar nuestras toda la vida o desconocido, un niño que
prácticas y percepciones que las leyes, nos limpia los vidrios de los autos en un semá-
Si se detienen en las expresiones que se utilizan corrientemente en las instituciones para caracterizar
a los niños y niñas con los que trabajan, notarán este efecto de invisibilización de la norma y su con-
trapartida: la hipervisibilización del polo contrario. Así, por ejemplo, es común escuchar expresiones
como «estoy trabajando con población en riesgo», mientras que jamás escuchamos a nadie decir
«estoy trabajando con población segura». Del mismo modo, es habitual escuchar en las escuelas
decir que asisten allí mayormente «niños carenciados», mientras que es mucho más raro que se
digan cosas como «trabajo en una escuela de clase media». En este último caso, solemos referirnos
a la escuela «a secas», sin adjetivaciones.
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C AT E G O R Í A S / C O N C E P T O S / P O S I C I O N E S
que funciona en el lugar de la norma a La desnaturalización, es decir, el reco-
la hora de describir/nombrar a los niños nocimiento de la producción histórica y
y niñas como en riesgo, vulnerables, etc., cultural de la infancia y de sus formas de
es la naturaleza infantil y las formas de atención desoculta el procedimiento nor-
cuidado, crianza y educación de la infan- mativo implícito en su descripción y habi-
cia que, históricamente, se han sostenido lita el reconocimiento de la pluralidad.
como las formas más adecuadas a esa El plural invita a romper la imagen mono-
naturaleza (como cierto tipo de familia, la lítica que se construyó acerca de la niñez
asistencia a la escuela, etc.). y la adolescencia a lo largo de los últimos
Así, la ficción de la naturaleza infan- siglos y que sigue vigente todavía en nues-
til y la naturalización de las políticas de tros modos de percibirlas, en nuestros senti-
cuidado, crianza y educación se postu- mientos hacia ellas y, sobre todo, en buena
lan, a la vez, como universales y singu- parte de las políticas destinadas a la infancia
lares. Funcionan como un universal toda (por ejemplo, las de «prevención»), que se
vez que describen algo del orden de lo conforman sobre lo que Núñez6 ha denomi-
«natural»; se pronuncian en singular por- nado «poblaciones estadísticamente defini-
que establecen un modelo de niño y un das como portadoras de riesgos».
modelo de intervención sobre los niños El plural permite, además, reconocer que
válido para todos. todos los niños, niñas y adolescentes tienen
Ahora bien, como señala Zizek5, «todo un horizonte de derechos comunes.
universal se funda en un acto de exclusión». Para que este reconocimiento pueda
Así, la «descripción» de la infancia natural tener lugar es necesario someter a crítica
entendida como universal termina funcio- otros dos efectos de las conceptualizacio-
nando como una norma que, a la vez que nes normativas sobre los niños y niñas: la
permite afirmar la entidad de algo, niega la esencialización de las diferencias, enten-
entidad de todo aquello que no se ajuste a didas como desvíos respecto de la norma,
ella. En otras palabras, permite situar de un y la fijación de un destino.
lado a la infancia, pronunciada en singular,
y del otro a los menores, vulnerables, delin- Cuando los nombres
cuentes, carenciados, en riesgo, etc. Estos devienen etiquetas
últimos o bien no son reconocidos en tanto
niños (como en el caso de las discusiones Cuando las operaciones de nombramiento
sobre bajar la edad de imputabilidad de se inscriben en el marco de enunciados
los menores), o bien no son reconocidos descriptivos y, como ya dijimos, ocultan
como niños «a secas». su carga normativa, parecen designar
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C AT E G O R Í A S / C O N C E P T O S / P O S I C I O N E S
lisa y llanamente lo que el otro es, algo este sentido se puede decir que uno nunca
así como su esencia. Y, en ese proceso, el es algo, sino que, más bien, está siendo.
nombre deviene etiqueta. Respecto de esta cuestión, Frigerio7 ha
Los actos de etiquetamiento se sostie- dicho: «Comencemos por definir lo que
nen en un modo de concebir la identi- la identidad no es. No es imagen especu-
dad que nos interesa discutir aquí. lar, no es clonaje, no es la detención del
En primer lugar, conciben la identidad tiempo en un modelo que lo captura. Es
como fija, inmutable, que se constituye la manera de trabajar en el transcurso del
una vez y para siempre; en segundo lugar, tiempo, es el tiempo mismo, es el modo
conciben la identidad como algo dado, en que el tiempo nos trabaja. Definamos
como un atributo del sujeto, un dato con por la afirmativa: es construcción, deve-
el que el sujeto ingresa al mundo social nir, producto, búsqueda de lo que no será
(como por ejemplo la raza, el sexo, pero nunca totalmente encontrado, hallazgo,
también la pobreza); en tercer lugar, firma. Identidad es huella, es nombre, es
entienden la identidad como homogénea, lo que permite que la gramática de lo sin-
sobredeterminada por un atributo en par- gular sea inscripta y reconocida en una
ticular (posición social, cultura de origen, gramática de lo plural. Es herencia y crea-
cociente intelectual o lo que sea). ción, continuidad y ruptura. Deseo de
Así, cuando, por ejemplo, se le coloca inscripción y deseo de reconocimiento.
a un adolescente en conflicto con la ley la Identidad es el otro nombre de la alte-
etiqueta de «delincuente», ésta pasa a ser ridad».
inmutable (difícilmente –se dirá– sea en Muchas veces las instituciones defi-
la vida otra cosa), una característica que nen sus políticas (programas, proyectos,
es inherente a ese niño o niña, que define acciones) dirigidas a niños, niñas y ado-
y explica, además, todo lo que es. Así, la lescentes sobre la base de lo que es espe-
etiqueta termina fijando no solo la iden- rable según la etiqueta que éstos portan.
tidad, sino también –y este es el efecto Asimismo, muchas políticas de Estado se
más grave, sin dudas– el destino. definen de la misma manera. El efecto
En contraposición, propondremos aquí no es otro que una oferta que termina
que la identidad es siempre parcial, frag- produciendo el destino anunciado por el
mentada, incompleta, resultado de múl- mismo acto de etiquetamiento.
tiples determinaciones que derivan de las Tomemos como ejemplo las llama-
múltiples posiciones sociales que un sujeto das escuelas de recuperación. Allí asisten
ocupa, entre las cuales ninguna sobredeter- niños que no siguieron las pautas espera-
mina su identidad de manera esencial. En bles de aprendizaje escolar (y sobre todo
sus ritmos) o que, por otras razones (com-
portamiento, origen social u otras), no
encajan dentro de las definiciones esco-
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lares de niño y de alumno. Frente a niños
que portan la etiqueta de, pongamos por
caso, «retraso» o «dificultades de apren-
dizaje», la escuela enseña menos. Como
resultado, los niños aprenden menos y,
por lo tanto, nunca pueden reingresar a
la escuela común. Así, las acciones insti-
tucionales, las prácticas desplegadas en
C AT E G O R Í A S / C O N C E P T O S / P O S I C I O N E S
relación con estos niños, sujetas a unas Nombrar o no nombrar:
ciertas expectativas de aprendizaje, ter- he aquí el dilema
minan produciendo lo que anuncian.
El mismo mecanismo ordena asi- La subversión política presupone una sub-
mismo las políticas de prevención que versión cognitiva, una reconversión de la
visión del mundo [...] La subversión herética
pretenden anticiparse a los efectos pro-
[...] contribuye prácticamente a la realidad
nosticados por las etiquetas. Al respecto, de lo que enuncia por el hecho de anun-
Núñez8 ha señalado: «En una población ciarla, de preverla y de hacerla pre-ver, de
dada, cualquier diferencia que se obje- hacerla concebible y, sobre todo, creíble, y
tive como tal puede dar lugar a un perfil crear de esta forma la representación y la
poblacional. Luego viene la gestión de voluntad colectivas que, al menos en parte,
aquellos, a través de procesos de distribu- puedan contribuir a producirlas.
ción y circulación en circuitos especiales: PIERRE BOURDIEU
recorridos sociales bien definidos para
esos perfiles poblacionales previamente ¿Cómo romper la trampa que nos tienden
establecidos. [...] De esto se desprende las palabras? ¿Cómo poner palabras sin
una imputación implícita a cada uno de poner, en el mismo movimiento, una norma,
los sujetos pertenecientes a esos perfi- un parámetro? ¿Cómo trabajar con niños y
les poblacionales, sobre sus comporta- niñas que transitan situaciones de alta com-
mientos futuros, del tipo “madre soltera plejidad, que están sufriendo, que necesitan
engendra hijos con riesgos”. De manera de otras intervenciones de los adultos, sin
tal que se le atribuye (se prevé) un paso describir la situación en la que están?
al acto, resultando así justificada la inter- Éstas son preguntas que nos hacemos
vención preventiva sobre esa persona: no cotidianamente, a la hora de proponer
es necesario esperar para prevenir». una orientación y un encuadre al trabajo
Finalmente, advirtamos que, cuando que desarrollamos con niños y niñas que
los actos de etiquetamiento presentan están bajo tutela del Estado, residiendo en
«carga conceptual», cuando conceptos hogares asistenciales. También en nuestros
provenientes de disciplinas científicas intercambios con profesionales que tra-
(sicología, medicina, sociología) funcio- bajan con población infantil en otras ins-
nan a la manera de una descripción de lo tituciones. En principio, lo que podemos
que los niños y niñas son (y, por lo tanto, es acercarles algunos de los caminos que
serán), se torna más invisible el meca- estamos explorando.
nismo normativo y, sobre todo, su efecto En primer lugar, asumimos que el aná-
productivo. lisis crítico de los conceptos que ordenan
nos proponemos cuestionar permanente-
mente su proceso de producción. Hacer
visible lo invisible, que no es la «verdad»,
página 44
página 45
características de
las representaciones
sociales
sario establecer en cada encuentro coti- racciones entre las personas y las institu-
diano las reglas de la más mínima comu- ciones, qué permitimos y nos permitimos
nicación, incluso las reglas del lenguaje. querer, desear, hacer. Estas categorías y
Sin embargo, las representaciones com- reglas de percepción y acción a veces son
partidas y la internalización de las reglas de explícitas y asumen la forma de reglas y
funcionamiento de las instituciones por las prohibiciones, pero la mayor parte de las
que transitamos hacen posible la reproduc- veces son implícitas, y más que prohibir
ción cotidiana de la sociedad. Como señala tienen el efecto de producir lo que somos
Giddens, «la estabilidad y el significado de y hacemos. Como son implícitas (es decir,
la vida social cotidiana dependen del hecho no tenemos conciencia de ellas) se hacen
de que compartimos presupuestos cultura- invisibles y se naturalizan. Por ello resulta
les implícitos sobre lo que se dice y su por tan difícil reconocer su origen social.
qué». De allí que decimos que las repre-
sentaciones sociales tienen una dimensión Esto nos lleva a la segunda cuestión que
objetiva, exterior a cada individuo. planteamos más arriba: las representaciones
3 Que la producción social de categorías sociales también son individuales y subjeti-
de clasificación del mundo es producto vas. Y esto es así porque los criterios de clasi-
de luchas de poder por imponer un cri- ficación del mundo social construidos, como
terio de visión y división legítimo. Si las dijimos, cultural e históricamente son inter-
representaciones sociales no son naturales nalizados por los sujetos durante los procesos
ni son universales, sino que son culturales de socialización, convirtiéndose en esquemas
e históricas, entonces, ¿por qué las com- de percepción, apreciación y acción propios,
partimos? ¿De dónde salen? Frente a estas que actúan subjetivamente. De allí que las
preguntas, los sociólogos dirán que las representaciones internalizadas actúan, por lo
representaciones sociales son el resultado general, de manera inconsciente. De hecho,
de luchas simbólicas (y a veces materia- frente a cada interacción, no explicitamos
les, como en el caso de las luchas reli- todas nuestras expectativas y representaciones
giosas) entre distintos grupos por impo- sobre el otro: simplemente actuamos orienta-
ner unos esquemas de percepción, un dos por esas representaciones que son algo así
modo de mirar el mundo y un modo de como las lentes a través de las cuales miramos,
actuar, sobre otros. En estas luchas, que nombramos y actuamos en el mundo social.
son luchas de poder, se juega no solo una Ahora bien, las representaciones sociales,
concepción de la sociedad, sino sobre que configuran todo el universo de expecta-
todo un modelo de funcionamiento social tivas sobre los otros y sobre nosotros mismos,
y una estrategia de dominación cultural: no deben ser entendidas simplemente como
qué se puede y no se puede hacer o decir, un modo de concebir la realidad. Antes bien,
quiénes pueden hacer ciertas cosas y quié- sostendremos que las representaciones socia-
nes no, cómo se jerarquizan los grupos y les son productivas, en el sentido que contri-
los individuos, cómo se regulan las inte- buyen a producir la realidad que representan.
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entre colegas
04
página 48
actividades
Entre las declaraciones políticas y las prácticas institucionales
de protección de la infancia: un largo camino por recorrer
Les proponemos a continuación poner Intenten mantener con alguien una con-
en práctica un viejo ejercicio que per- versación bajo la regla de «sin implíci-
mite mostrar la cantidad de informa- tos». Grábenla. Luego analicen cuántas
ción, expectativas, exigencias, etc., expectativas están involucradas en cada
que todos ponemos en juego en toda intercambio cotidiano.
situación de interacción. A partir de allí, Analicen cuántos implícitos se ponen
podrá trabajarse sobre los efectos que en juego en cada una de nuestras inte-
se producen cuando esas expectativas racciones con niños y niñas. Comparen
trabajan como prejuicios. los implícitos involucrados en la interac-
Hace muchos años, Harold Garfinkel, ción que sostenemos con un niño o niña
reconocido como el fundador de la etno- que nos pide una moneda en un semá-
metodología, realizó un experimento foro, con un niño o niña con delantal
comunicacional tendiente a hacer explí- blanco que sale de la escuela acompa-
citas las expectativas que organizan los ñado por su mamá o con una adoles-
intercambios cotidianos. Éste era muy cente embarazada.
simple: se trataba de mantener una con- Traten de imaginar cuáles son las
versación sin implícitos, es decir, en la expectativas que ellos tienen respecto de
que se forzara a alguien a aclarar el sen- cuál será nuestro comportamiento en ese
tido de todos sus comentarios. Uno de intercambio.
los diálogos decía así:
04
05
El derecho de los
niños a la educación
y los derechos de los
niños en la educación
E n la actualidad hay un acuerdo casi total
en torno de algunos principios que arti-
culan infancia, educación y derechos:
• ¿Es suficiente con asegurar el acceso a la
escuela para asegurar el derecho igual
de todos los niños a la educación?
• Que todos los niños gozan de igual • ¿Derecho igual a la educación significa
derecho a la educación. escuela igual para todos? o, dicho de otro
• Que los Estados son responsables de modo, ¿la igualdad de derechos supone
garantizar ese derecho. homogeneidad en la oferta escolar?
• Que la escuela es el medio privilegiado • Si se aceptan los efectos excluyentes
para asegurar educación para todos. que ha producido la escuela homogé-
• Que las instituciones educativas –esco- nea (excluyente de culturas, lenguas,
lares y no escolares– deben contem- formas de organización familiar, situa-
plar en sus prácticas el conjunto de los ciones socioeconómicas, etnias, cuer-
derechos de los niños y niñas. pos diferentes de los parámetros ins-
tituidos escolarmente como norma),
Los artículos 28 y 29 de la Convención ¿cómo resolver la tensión que supone
Internacional de los Derechos del Niño sostener que la igualdad de derechos
expresan estos principios con claridad, lo puede –y debe– asegurarse a través de
cual da cuenta del alto nivel de consenso una oferta educativa heterogénea?
que los sostienen. • ¿Cómo evitar los riesgos que políticas
No obstante, son muchos los interro- que se proponen adecuar las condi-
gantes, los problemas y las deudas que ciones de escolarización a las necesi-
permanecen abiertas a la hora de tradu- dades, deseos y elecciones de los dis-
cir esos principios en políticas, institucio- tintos grupos se transformen en una
nes y prácticas: oferta segmentada en circuitos a los
• ¿Derecho a la educación es siempre y que se atribuye diferente valor social?
solo derecho a la escuela? En otras palabras, cómo evitar lo que
»
acción sin demora), el tiempo de lo
porvenir.
La educación en
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la Convención
Internacional de los
Derechos del Niño
DATOS / DOCUMENTOS / MATERIAL DE TRABAJO
Artículo 28: Los Estados Partes reconocen el métodos modernos de enseñanza. A este res-
derecho del niño a la educación y, a fin de que pecto, se tendrán especialmente en cuenta las
se pueda ejercer progresivamente y en con- necesidades de los países en desarrollo.
diciones de igualdad de oportunidades ese Artículo 29: Los Estados Partes convienen
derecho, deberán en particular: implantar la en que la educación del niño deberá estar
enseñanza primaria obligatoria y gratuita para encaminada a: desarrollar la personalidad, las
todos; fomentar el desarrollo, en sus distintas aptitudes y la capacidad mental y física del niño
formas, de la enseñanza secundaria, incluida hasta el máximo de sus posibilidades; inculcar
la enseñanza general y profesional, hacer que al niño el respeto de los derechos humanos y
todos los niños dispongan de ella y tengan las libertades fundamentales y de los principios
acceso a ella y adoptar medidas apropiadas, consagrados en la Carta de las Naciones Uni-
tales como la implantación de la enseñanza das; inculcar al niño el respeto de sus padres,
gratuita y la concesión de asistencia financiera de su propia identidad cultural, de su idioma
en caso de necesidad; hacer la enseñanza y sus valores, de los valores nacionales del país
superior accesible a todos, sobre la base de la en que vive, del país de que sea originario y de
capacidad, por cuantos medios sean apropia- las civilizaciones distintas de la suya; preparar
dos; hacer que todos los niños dispongan de al niño para asumir una vida responsable en
información y orientación en cuestiones edu- una sociedad libre, con espíritu de compren-
cacionales y profesionales y tengan acceso a sión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y
ellas; adoptar medidas para fomentar la asis- amistad entre todos los pueblos, grupos étni-
tencia regular a las escuelas y reducir las tasas cos, nacionales y religiosos y personas de ori-
de deserción escolar. Los Estados Partes adop- gen indígena; inculcar al niño el respeto del
tarán cuantas medidas sean adecuadas para medio ambiente natural. Nada de lo dispuesto
velar porque la disciplina escolar se administre en el presente artículo o en el Artículo 28 se
de modo compatible con la dignidad humana interpretará como una restricción de la liber-
del niño y de conformidad con la presente tad de los particulares y de las entidades para
Convención. Los Estados Partes fomentarán establecer y dirigir instituciones de enseñanza,
y alentarán la cooperación internacional en a condición de que se respeten los principios
cuestiones de educación, en particular a fin de enunciados en el párrafo uno del presente artí-
contribuir a eliminar la ignorancia y el anal- culo y de que la educación impartida en tales
fabetismo en todo el mundo y de facilitar el instituciones se ajuste a las normas mínimas
acceso a los conocimientos técnicos y a los que prescriba el Estado.
página 55
entre colegas
»
lo cual significa obrar de modo que solo relación de tradición e interpretación del
actúen después de haber adquirido cono- mundo, y de hospitalidad.
cimiento mediante la educación, e inver-
samente, proteger la novedad aún frágil
de los recién llegados de la dureza de la
vida, sobre todo la del mundo público. Laurence Cornu, «Responsabilidad, expe-
En consecuencia, esta responsabilidad riencia, confianza», en Graciela Frigerio
consiste, por una parte, en decirles a (comp.), Educar: rasgos filosóficos para
estos recién llegados: «He aquí nuestro una identidad, Buenos Aires, Santillana,
mundo» y, por otra, en garantizar la posi- 2002, pp. 57-58.
05
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actividades
El derecho de los niños a la educación y
los derechos de los niños en la educación
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06
Para seguir el
diálogo: no menos
de siete saberes
H ace algunos años, Edgard Morin
escribió, a solicitud de la UNESCO,
un texto cuyo título y contenido causó
en internet), compartirlo, discutirlo. Sus
ideas constituyen un punto de partida
para desplegar un intercambio que sus-
un impacto: Los siete saberes que necesita tente, sin renunciar a la reflexividad y a la
la educación del futuro (UNESCO, 1999). crítica, una articulación entre educación,
En este escrito, destinado a aportar ideas derechos y desarrollo sostenible con el
para la educación, Morin pretendía desta- propósito de poner en juego el derecho
car «aquello de lo que hay que ocuparse». al porvenir, entendido como el hacer
Se trataba, para el autor, de proponer un venir un tiempo justo para todos.
conjunto de saberes que requirieran más Hacer venir otro tiempo significa pen-
de una disciplina y de una ética, y que sar y hacer cosas nuevas. Pensar supone
superaran todo dogma. una actividad que no se satisface con
Planteado al modo de un desafío, el recorrer lo ya balizado, lo ya sabido,
autor expresaba allí que la educación para mantenerse disponible a una inte-
debe: «enseñar a curar al conocimiento rrogación siempre abierta a una nueva
de su propia ceguera; enseñar los princi- pregunta. Por ello, y dado que las ideas
pios del conocimiento pertinente; ense- cuando se vuelven conceptos hegemó-
ñar la condición humana; enseñar la nicos o estelares pueden resultar tram-
identidad terrenal; enseñar a enfrentar la pas que inhiben el pensar si se abandona
incertidumbre; enseñar la comprensión toda posición crítica, invitamos a los lec-
interpersonal, intergrupal y la compren- tores de este cuadernillo a:
sión a escala planetaria; enseñar la ética • Pensar la condición humana, lo
del género humano». que conlleva repensar la relación de
Con el deseo de que el diálogo iniciado los hombres entre sí y la relación del
a través de estas páginas encuentre otras hombre con la naturaleza, y determi-
aperturas, siga otros rumbos, explore nar el papel que el hombre se autoa-
nuevos caminos (necesarios en un terri- signa singular y comunitariamente.
torio tan sinuoso como el educativo), • Pensar las modalidades de relación
quisimos invitarlos a reflexionar sobre entre los hombres y el lazo social.
el texto de Morin (puede encontrarlo Deberíamos haber aprendido una
Bibliografía
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lejos de ser exhaustivo. Le agradeceremos lo ——— y Gabriela Diker (comps.), Educar: (sobre)impresiones
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