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KOOKMIN
—Al parecer sí, nuestra profesora está a días o unas semanas de tener a su
bebé, por lo que decidieron darle unas vacaciones, mientras nos pusieron un
profesor suplente...
—No sé quien sea, pero hace unos días escuché a varios compañeros de la
clase hablar sobre uno de los profesores que se ocupan de los de último año —
se hincó de hombros — por lo que escuché en ese momento, sólo tiene un
pequeño grupo... — Taehyung se quedó parado en medio del pasillo con la
boca casi tocando el suelo, el peli rosa siguió caminando sin darse cuenta de
—Entonces sigue caminando... — miró de reojo a Tae con una muy muy
pequeña sonrisa.
Ambos chicos se detuvieron frente al aula de arte del peli rosa, sólo que ahora
en vez de estar vacío como de costumbre y sólo estar los alumnos de la
profesora Jang, ahora había cientos (bueno, eso es un poco exagerado pero
así parecía), de chicas y chicos asomados por las ventanas y pequeña puerta
del salón.
—¿Qué rayos? — susurró Jimin con el ceño fruncido empezando a caminar
hacia allá, sólo que entre tanto ajetreo y empujones de los alumnos o los que
en ese momento parecían simios, lograron que el castaño terminara de
pompas en el suelo.
—Les pido de favor que regresen a sus clases sino son alumnos míos, se
necesita silencio y tranquilidad durante mis clases, por favor retírense, si es
algo urgente los atenderé después de clases la oficina de profesores.
—¡Pero profesoooor! — Jimin rodó los ojos al escuchar a las chicas chillar.
—Ya he dicho, por favor, no me tienten a darle un recado al director con los
nombres de todos ustedes — todos se quedaron callados y empezaron a
correr lejos del lugar.
—¿Por qué nos está dando clase usted? — preguntó uno de los chicos — no es
que me moleste, en absoluto — rió — es sólo que... ya sabe, usted sólo tiene
un grupo y es de alumnos del último año.
—Park Jimin y tengo veinte años — el joven profesor lo miró con los ojos
entrecerrados.
—¿Algo más? — Jimin negó — bien, Park... — el nombrado estuvo a punto de
tomar asiento de no ser porque volvió a llamar su atención — necesito hablar
con usted después de la clase.
—Lo sé — sonrió — pero quiero hablar con usted sobre algo — Jimin mordió su
labio.
—Está bien — tomó asiento, las presentaciones continuaron al igual que una
que otra broma o comentario divertido entre alumno profesor o sólo del
profesor, el peli rosa comenzaba a extrañar a la profesora Jang.
—Bien, supongo que ahora es mi turno — la mano del peli rosa se detuvo y
miró de reojo al profesor, rodó los ojos, miró de nuevo su rostro y esa sonrisa
de conejo que había comenzado a molestarle, su mano comenzó a hacer
trazos de nuevo, un conejo con nariz de payaso le vendría bien... — Jeon
Jungkook, su profesor durante los próximos meses hasta que la profesora a
cargo del grupo regrese, espero que den lo mejor de ustedes — les sonrió
amigable.
—Profesor Jeon — llamó una chica Jeon Jungkook volteó a verla — ¿por qué
usa traje y no ropa normal llena de pintura como la profesora Jang?
—Me gustan los trajes — fue lo único que dijo con una sonrisa en sus labios.
—Buen punto — rió Jeon — por eso no utilizaremos colores hoy, sólo quiero
que saquen un lápiz o pluma así como su compañero cabeza de algodón de
azúcar — todos rieron, Jimin lo fulminó con la mirada, Jeon sólo se hincó de
hombros con una sonrisa.
—Vamos a comenzar con algo pequeño, sólo quiero ver que tan buenos son
con algunas cosas.
—Pero usted nos ha pedido nuestra edad, eso no sería justo profesor.
—Sólo diré que no soy mucho mayor que ustedes — sonrió — bien,
comencemos.
El tiempo pasó tan rápido que Jimin ni siquiera se había dado cuanta que sus
compañeros ya se encontraban entregado sus dibujos y claro que no faltaron
aquellos que sólo le entregaron sus dibujos en un cuarto de la hoja, el peli rosa
bufó, terminó de detallar los pequeños ojos del minino en su bloc de dibujos,
una vez lo terminó, se quedó contemplándolo un momento, pero a pesar de
estar satisfecho con el resultado hizo una mueca, soltó un suspiro pesado,
arrancó la hoja, se puso de pie y caminó hasta el escritorio dejando su dibujo
en donde los demás, guardó sus cosas y esperó sentado en su lugar a que
todos salieran.
—¿De qué quería hablar conmigo? — preguntó Jimin una vez el salón quedó
completamente vacío con su rostro recargado sobre sus manos.
—Claro que sí — Jimin frunció el ceño — la profesora Jang todos los días
después de su clase, tú clase, llegaba presumiendo tan hermosas
ilustraciones, joven Park, eres el alumno preferido de la profesora Jang, y
debo de admitir que de verdad tus dibujos son... espléndidos.
—En verdad hay algo que me preocupa... — el peli rosa enarcó una ceja.
—¿Sobre qué?
—A que lo único que puedo ver a través de ellos es... tristeza, miedo, y
muchas otras cosas... ¿me equivoco? — el peli rosa apretó los puños
empezando a respirar un poco acelerado.
—Eso... eso es... yo... — Jimin mordió su labio inferior y bajó la mirada.
—Hasta luego — sin decir nada más, salió de ahí luego de tomar sus cosas.
Sólo habían pasado dos semanas desde que el profesor Jeon había
comenzado a darles clases, dos semana que por más que Jimin quisiera
negarlo había sentido eran lo que él necesitaba, Jeon Jungkook era...
grandioso, extremadamente grandioso, todo lo que hacía, lo que les
enseñaba, el cómo les demostraba cómo trabajar con los materiales y que ni
una sola ensució sus trajes, más que la segunda vez que por error llevó su
camisa blanca y terminó llena de salpicaduras de diferentes tonalidades de
acuarela rosada y que aún a pesar de eso no se veía mal, sino que parecía de
colección de algún famoso diseñador, sí, así de fantástico había terminado
siendo aquél profesor tan raro.
—Ah~ — Jeon sonrió — sí, de echo en eso estaba pensando justo en este
momento.
—¿Qué será? — esta vez preguntó Won, uno de los chicos a los que ya conocía
el profesor — a los de su otro grupo no les ha dejado nada — Jungkook sonrió.
—He pedido que la tarea sea secreto y no salga del salón, son de último año,
su arte será expuesta al final del ciclo, por lo que me gustaría que fuera
sorpresa para todos los que van a ir a la exhibición.
—Sí, van a tener que entregarme un reporte de por lo menos cuatro hojas por
cada trabajo de mis alumnos — todos soltaron aire con pesadez, quejidos y
demás, Jimin sólo rodó los ojos, había comenzado a distinguir cada vez que
Jeon Jungkook decía una mentira y esa era una de ellas — es broma, no es
obligatorio, si pueden y quieren ir está bien, pero si llegan a ir me gustaría una
opinión personal — ¿ven? Jimin no se equivocaba.
—No, el tema en un momento se los haré saber, puede ser del material que
quieran hasta lo más sencillo como un lápiz o tierra — todos rieron — de
verdad, quiero usen su imaginación, obviamente como les estoy diciendo
esto, deben de considerar que por más caro que sea el material no va a tener
nada que ver con la calificación, lo que me importa es lo que me van a
transmitir con ella.
Jimin lo miró serio, por alguna extraña razón sentía que nada bueno iba a salir
de aquél proyecto que estaba por dejarles.
—Pero es un tema muy sencillo — habló el chico al lado de Jimin — con que se
dibuje un árbol de navidad, santa claus y demás estará listo.
—¿Eh? — el peli rosa levantó la mirada encontrándose con esos ojos cafés
mirándolo atentos a cualquier movimiento que hiciera.
—...
Media hora después, se detuvieron frente a la casa del peli rosa, ninguno dijo
nada durante unos minutos y cuando iban a romper el no incómodo silencio,
ambos intentaron hablar al mismo tiempo, los dos rieron.
—Yo creo que si era necesario, ¿estarás bien? — Jimin asintió — bueno, yo,
quiero darte algo — el menor enarcó una ceja.
—Supongo que... no lo sé — rió el mayor, el peli rosa rodó los ojos — pero creo
que estará mejor entre tus manos, hace muchos años que no lo ocupo y pensé
que tal vez te guste.
—Muy seguro — se lo extendió para que lo tomara entre sus manos cosa que
hizo de inmediato, iba a comenzar a hojearlo pero el mayor lo detuvo
colocando una de sus manos sobre las de el peli rosa — aquí no — sonrió.
—Okey...
—Adelante.
—Les dije que no era tan viejo — le sonrió — no le vayas a decir a nadie ¿de
acuerdo?
—Si... usted también — Jimin salió sin dejarle decir ni una sola palabra más al
profesor Jeon.
La última semana pasó demasiado rápido, Jeon sólo les había recordado a
cerca del proyecto minutos antes de que salieran del salón, Tae miró curioso
como de tan solo haber dicho aquello el profesor, la sonrisa de Jimin al
recibirlo había desaparecido.
—No... nada.
—¿Seguro?
—Si... vayamos por un helado ¿te parece? — el pelirrojo sonrió y tomó entre
sus brazos al peli rosa.
—Yo lo invito, no me gusta que estés triste ¿te ha echo algo malo el profesor
Jeon?
—No, para nada... es sólo que tengo demasiada tarea que hacer en estas
vacaciones.
—Me parece — Jimin sonrió pero aún así no dejaba de sentir esa pequeña
punzada de dolor en el pecho, se le hacía tan extraño... pues aquél día en que
Jeon había dado el tema y después se ofreció a llevarlo a su casa, de sólo
hablarle y distraerlo, todo malestar había desaparecido de él.
—Jimin, ¿estás bien? te quedaste todo pensativo.
—Tae~ por favor~ necesito mucho dulce el día de hoy— el mas alto bufó.
—Gracias~
—Subo en unos minutos — contestó Jimin con voz apagada recostado sobre
el pequeño sofá mientras miraba al techo arriba de él.
La noche estaba cayendo más rápido que de costumbre, los autos cada vez
disminuían más, pues las familias empezaban a reunirse, el profesor Jeon salió
de la tienda con una bolsa llena de bebidas y frituras, al fin y al cabo su familia
no estaba en Seúl y él tampoco había ido a visitarlos, tenía cosas que hacer y a
parte no le agradaba mucho el estar con su familia, al fin y al cabo ninguno de
sus padres había aceptado el que su hijo prefiriera los dibujos a libros de leyes.
—¿Estás bien? ¿no irás a casa? — preguntó una vez se puso de pie frente a él.
—Aquí estoy bien, gracias — contestó el peli rosado con un tono tan frío como
la nieve.
—No creo que estés "bien" si tenemos en cuenta que tus labios están casi
morados.
—¿Y porqué está mirando mis labios, profesor? — Jimin miró hacia arriba
encontrándose con esos profundos ojos avellana a los que tanto había
comenzado a temer.
—Bueno, es lo único que podía ver desde aquí arriba — el chico en el columpio
no respondió — ¿por qué no estás en casa?
—No... no merezco estar allí hoy — hizo una mueca y giró su rostro para no
ver más a su profesor de arte.
—¿Por qué? ¿peleaste con tus padres? — Jimin mordió su labio inferior.
—No, y no las dejaré de hacer hasta que esté cien por ciento seguro de que
iras a casa.
—Pues entonces deje de hacer preguntas porque quiero que sepa que de aquí
no me voy a mover.
—No tengo nada de qué hablar con usted ni con nadie — contestó el peli
rosado comenzando a molestarse por la insistencia del profesor.
—Jimin...
—Por favor, no me hable de manera informal si ni siquiera somos tan
cercanos, sólo somos alumno profesor y le pido de favor que deje de
molestar.
—Demasiado, quiero estar solo, así que por favor siga su camino.
—Está bien, prometo irme sólo si me dices el porque no estas con tu familia.
—Ya le he dicho antes, no merezco estar con ellos, no ho... achu~ — a penas y
había alcanzado a voltear el rostro para lo escupirle a Jeon — lo siento, no
quería estornudarle en la cara.
Sin decir nada y con una gran preocupación Jungkook alzó una de sus manos
hasta la mejilla de Jimin, deslizó su mano hasta su frente e hizo una mueca.
—¿Sólo traes ése suéter? — Jimin sólo se hincó de hombros, Jungkook rodó
los ojos, rápidamente dejó la bolsa en el suelo, quitó su saco y se lo colocó
sobre los hombros, se acomodó de cuclillas delante de él, dándole la espalda.
—¿Qué hace?
—Te llevaré a mi casa, no sé como haz llegado hasta acá si queda demasiado
retirado de tu hogar, anda, sube, viaje gratis.
—Jungkook...
—Está bien que no quieras ir a casa, pero tampoco puedes quedarte aquí a
pasar la noche y menos como estás vestido ¿quieres morir a caso? — Jimin
susurró algo que el profesor no alcanzó a escuchar — anda, vamos.
El menor dudó un poco pero no tardó en rodear el cuello del azabache con sus
brazos, Jeon tomó la bolsa del suelo, sujetó con fuerza las piernas de Jimin al
rededor de su cintura, el chico en su espalda recargó su cabeza sobre el
hombro del más alto, quien no tardó en comenzar a caminar con dirección a
su departamento.
Ya avanzados unos cuantos metros vio como el peli rosa estiraba su brazo
derecho e intentaba atrapar los copos de nieve que caían uno tras otro.
—Todo fue mi culpa... — dijo Jimin con los ojos llenos de lágrimas y con la voz
demasiado baja, Jungkook frunció el ceño — sino hubiera insistido en que me
voltearan a ver... — el azabache no entendía nada de lo que el peli rosa
trataba de decir, pero éste no volvió a hablar, bajó el brazo y comenzó a
quedarse dormido sobre la espalda de su profesor.
Jimin despertó alterado al sentir algo demasiado helado tocar sus pies, abrió
los ojos como platos y miró en todas direcciones hasta encontrarse con Jeon
Jungkook, en pantalones de mezclilla, una enorme playera blanca y lentes,
colocándole una toalla mojada en los pies.
-¿Qué hace?
-Tienes fiebre, intento hacer que baje, que bueno que despertaste - dejó el
trapo mojado en sus pies, se levantó del pequeño banco en el que estaba
sentado y caminó hacia algún lugar, volvió con una enorme charola que dejó
sobre las piernas del peli rosa - te he preparado un poco de caldo de pollo,
jugo de naranja y una pastilla para la fiebre, come, te sentirás mejor.
-Desde que no cuidas tu salud y andas vestido sólo con unas bermudas y
suéter en plena tormenta de nieve - fue en ese momento en que el menor se
dio cuanta de algo, ya no tenía sus bermudas de mezclilla sino un short de
deportes y una enorme playera como la de Jeon sólo que de color rosa.
-...
-Mandón - susurró Jimin con voz muy baja y a pesar de que Jeon lo escuchó no
dijo nada, se centró en volver a mojar la toalla y volver a ponerla en sus pies.
El peli rosa tomó la cuchara y sirvió un poco del caldo en ella, miró la cuchara
y luego a Jeon durante un par de segundos.
-Ten - lo estiró para que lo tomara - póntelo en el ombligo, es para que ayude
a bajar la fiebre.
-No sería enfermera sino enfermero y toma ya el algodón para que pueda ir a
dejar esto de nuevo a su lugar.
-Okey... okey, osh, que genio - tomó el pequeño algodón de la mano del
mayor y se lo puso en el ombligo.
Jungkook tomó la charola de las piernas de Jimin, las llevó hasta la cocina y de
nuevo volvió a desaparecer por el pasillo del que había salido con la botella del
alcohol, fue entonces que el peli rosa observó a su al rededor, las paredes eran
blancas completamente blancas, los muebles variaban un poco entre
transparentes o de color blanco y negro, una alfombra peluda negra al centro
de la sala y justo en la pared una hermosa pintura de un ciervo recostado con
los ojos cerrados sobre un montón de lo que parecían ser flores de diferentes
colores, una enorme cornamenta que llegaba hasta el borde del marco...
-Okey~
-¿Cómo te sientes?
-Bien, supongo.
-Mmm...
-Viven en Busan.
-¿Qué hay de ti? ¿cuál es la razón por la que no quieres estar en casa?
-Yo arruiné nuestra última Navidad hace años... - desvió sus ojos de los del
azabache - mis padres murieron por culpa mía - el corazón de Jungkook dejó
de latir por una milésima de segundo, Jimin cerró sus puños con fuerza y
frunció el ceño - por eso no puedo estar en casa y hacer como si nada hubiera
pasado, mi hermano y mis abuelos saben que fue culpa mía pero no quieren
admitirlo aunque lo veo en sus ojos.
Los ojos del peli rosa empezaron a ver borroso por culpa de las lágrimas que
empezaban a acumularse en ellos con unas inmensas ganas de empezar a
imitar a una cascada.
-Jimin... - Jungkook no pudo aguantar más el ver al peli rosa de esa manera y
no hacer nada, se estiró hasta él y lo tomó entre sus brazos, acunándolo en su
pecho.
-Esta bien...
-No lo está... yo maté a mis padres, fue culpa mía que no vieran aquél
camión... que no sigan vivos, yo no merecía vivir... - Jungkook lo separó
bruscamente de él, lo tomó del rostro e hizo que lo mirara a los ojos.
-Es la verdad...
-No, no lo és, por algo estás vivo, estás aquí, Jimin ¿no te has dado cuenta? -
el chico mordió su labio.
-Esto no es vida... - susurró - desde ese día, no puedo - miró a Jungkook a los
ojos - no merecía vivir, no sin ellos, al fin de cuentas yo provoqué...
-¡¿Y qué?! pude haber esperado a que llegáramos a casa, pero no lo hice, los
distraje y eso ocasionó que...
-Jimin, ya basta, deja de culparte, ¿siempre lo haz visto de ése modo? - no es
que Jeon Jungkook fuera muy viejo, pero vagamente recordaba el haber visto
hace unos años una noticia sobre un accidente demasiado familiar al que el
peli rosa le acababa de describir justo en esa fecha, y por lo que recordaba que
habían dicho sus padres al cambiar la noticia había sido que de no ser por
culpa de el típico conductor ebrio, nada malo hubiera pasado, y sin más ese
día al momento de irse a dormir, como todas las noches, Jungkook también
había orado por aquella pobre familia que había sido afectada.
-¿De qué otro modo puedo verlo? fue sólo culpa mía, solamente mía -
Jungkook se paró enojado, quería seguir abrazando a Jimin pero no podía
seguir observando cómo el menor no dejaba de culparse, caminó hasta su
habitación dejando al peli rosa sólo sentado en el sofá, Jimin abrazó sus
piernas y de nuevo comenzó a llorar.
-¿Jimin? - Jungkook dijo suave al ver que Jimin no decía nada tras haber
pasado unos minutos.
El menor no dijo nada, pero tan sólo unos segundos después el enorme llanto
de Jimin inundó por completo los oídos de Jungkook, él jamás creyó volver a
escuchar el llanto de lo que parecía ser un pequeño niño hasta ese día.
Jimin necesitaba estar solo, tranquilo, quería llorar hasta desahogarse por
completo y no hubo mejor lugar que en el cálido pecho del hombre o chico
que lo sostuvo en ese momento y acunó entre sus brazos.
El tiempo pasó y los sollozos de Jimin fueron disminuyendo poco a poco hasta
quedarse en silencio pero sin dejar de llorar, en ese momento algo dentro de
Jeon Jungkook hizo corto circuito, no pudo evitar darle a Jimin un pequeño
beso en sus labios... ninguno se dio cuenta que acababa de empezar a ser las 0
horas del 25 de diciembre.
El peli rosa no dijo nada y sólo dejó de llorar hasta ya no tener más fuerzas,
terminando por caer rendido en los brazos de su profesor.
~Fin~