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PINTANDO LA NAVIDAD

KOOKMIN

—Entonces... vas a tener a otro profesor...

—Al parecer sí, nuestra profesora está a días o unas semanas de tener a su
bebé, por lo que decidieron darle unas vacaciones, mientras nos pusieron un
profesor suplente...

—¿Sabes quién es? — Jimin negó, se quedó quieto un momento y luego


inclinó la cabeza pensando.

—No sé quien sea, pero hace unos días escuché a varios compañeros de la
clase hablar sobre uno de los profesores que se ocupan de los de último año —
se hincó de hombros — por lo que escuché en ese momento, sólo tiene un
pequeño grupo... — Taehyung se quedó parado en medio del pasillo con la
boca casi tocando el suelo, el peli rosa siguió caminando sin darse cuenta de

—¡Espera Jimin, no me dejes! — el nombrado sólo negó.

—Entonces sigue caminando... — miró de reojo a Tae con una muy muy
pequeña sonrisa.

—Es que... creo que ya sé quien va a ser tu profesor...

Ambos chicos se detuvieron frente al aula de arte del peli rosa, sólo que ahora
en vez de estar vacío como de costumbre y sólo estar los alumnos de la
profesora Jang, ahora había cientos (bueno, eso es un poco exagerado pero
así parecía), de chicas y chicos asomados por las ventanas y pequeña puerta
del salón.
—¿Qué rayos? — susurró Jimin con el ceño fruncido empezando a caminar
hacia allá, sólo que entre tanto ajetreo y empujones de los alumnos o los que
en ese momento parecían simios, lograron que el castaño terminara de
pompas en el suelo.

—¿Estás bien? — preguntó una voz masculina detrás de él mientras lo


ayudaba a ponerse de pie.

—Si, gracias... — Jimin frunció el ceño, de repente todos se habían callado y


cuando levantó el rostro cada uno de los presentes se encontraban mirándolo,
estuvo a punto de gritar que era lo que tanto le veían pero la voz detrás de él y
el que no había dejado de sostener su brazo interrumpió el espeso silencio
que se había formado.

—Les pido de favor que regresen a sus clases sino son alumnos míos, se
necesita silencio y tranquilidad durante mis clases, por favor retírense, si es
algo urgente los atenderé después de clases la oficina de profesores.

—¡Pero profesoooor! — Jimin rodó los ojos al escuchar a las chicas chillar.

—Ya he dicho, por favor, no me tienten a darle un recado al director con los
nombres de todos ustedes — todos se quedaron callados y empezaron a
correr lejos del lugar.

—Jimin~ ¿estás bien? se escuchó muy fuerte tu caída — el pelirrojo lo miraba


preocupado, el peli rosa sonrió.

—Estoy bien, no te preocupes.

—Me alegra que...

—Disculpen... — llamó el que suponían era el profesor, ambos amigos


voltearon a verlo, Jimin escuchó como Tae tomaba una bocanada enorme de
aire, el profesor frente a ellos era... algo muy diferente a lo que el peli rosa
había imaginado, cabello azabache, alto, vestía un elegante traje negro a la
medida que sin duda dejaba poder apreciar que aquél profesor trabajaba en
su cuerpo, su mano derecha cargaba un portafolios negro, y los miraba a
ambos con sus una ceja enarcada y sus enormes ojos del color de las semillas
del café y una media sonrisa — ¿ustedes toman ésta clase o sólo están aquí
como todo los que se acaban de ir? — señaló hacia el aula.

—Sólo yo... — respondió Jimin de manera indiferente — él sólo vino a


acompañarme — señaló hacia su amigo, el pelirrojo asintió demasiadas veces
sin quitarle la mirada a aquél profesor.

—Voy a empezar la clase, ahora.

—Claro, Tae, cierra la boca, se te va a meter una mosca — sonrió — te veo en


la puerta al terminar las clases — sin más se adentro al salón, el profesor entró
justo detrás de él y cerró la puerta.

Jimin tomó asiento frente a su escritorio, se cruzó de brazos y observó a aquél


hombre tan opuesto a su profesora, pues para empezar, la forma en que se
vestían era 100% desigual, por dios, ella usaba pantalones de chandal de
múltiples colores con manchas de pintura por todos lados, tenis y playeras
enormes en el mismo estado que sus pantalones, pero este profesor era...
demasiado... diferente... Jimin juraba que parecía más un profesor de Ciencias
a uno de Artes, sin dejar de mirarlo, vio como dejaba su portafolios sobre el
escritorio al centro del salón, el que nunca usaba su profesora... se quitó el
saco con sumo cuidado dejándolo sobre el respaldo de la silla, hizo contacto
visual con cada uno de los quince alumnos en total en lo que arremangaba las
mangas de su camisa hasta por encima de los codos, nadie hablaba, sólo
permanecían mirando cada uno de los movimientos del que sería su profesor
temporal, quien sonrió después de unos minutos.

—Perdonen tanta seriedad — se colocó frente de su escritorio se sentó en la


esquina del mueble y volvió a mirarlos — de alguna manera tenía que llamar la
atención de todos ustedes — sonrió de nuevo — y parece que lo logré.

La mayoría rió al sentir como el ambiente serio pasaba a ser un poco


divertido.
—¿Supongo que algunos ya me conocen? — enarcó una ceja y rió al ver que
nadie le daba la razón — oh~ vamos~ necesitan ser más abiertos, no se
queden callados, de verdad, no muerdo, sé que por lo menos dos o tres de
ustedes saben quien soy, alcen sus manos — como bien dijo el profesor, dos
chicos y una chica alzaron sus manos — ven, tengo buena memoria, ¿cómo
han estado?

—¿Por qué nos está dando clase usted? — preguntó uno de los chicos — no es
que me moleste, en absoluto — rió — es sólo que... ya sabe, usted sólo tiene
un grupo y es de alumnos del último año.

—Mmm... eres el hermano de John, ¿no? — el chico asintió — bueno, esa ha


sido una muy buena pregunta — el profesor llevó una de sus manos a su
barbilla e hizo un gesto como si estuviera pensando algo — la verdad ni
siquiera sé porque estoy aquí, sólo me pidieron el favor y como no he tenido
trabajo que hacer durante la mañana decidí aceptar, de todos modos sólo
será por una pequeña temporada — se hincó de hombros, todos rieron menos
Jimin, quien lo veía tan sereno en su asiento, simplemente no podía creer que
ese sujeto fuera a ser su profesor.

—¿Cuál es su nombre? — se atrevió a preguntar una chica.

—Esa, también es una buena pregunta — le guiñó un ojo — pero primero


quiero que ustedes se presenten, sólo reconozco a tres de ustedes por sus
hermanos, pero ha pasado ya un tiempo — sonrió — ¿qué les parece
comenzar desde... el chico cabello de chicle que no ha sonreído desde que
entramos al salón? — Jimin frunció el ceño — si, tú, el chico que está enojado
al parecer — sonrió el profesor mirándolo a los ojos, el peli rosa rodó los ojos,
abrió sus labios para poder decir su nombre, pero fue interrumpido — porque
no te pones de pie y me dices tu nombre, edad y algo más que quieras
agregar... — el menor rodó los ojos y obedeció a las instrucciones del mayor.

—Park Jimin y tengo veinte años — el joven profesor lo miró con los ojos
entrecerrados.
—¿Algo más? — Jimin negó — bien, Park... — el nombrado estuvo a punto de
tomar asiento de no ser porque volvió a llamar su atención — necesito hablar
con usted después de la clase.

—No he hecho nada malo — respondió con el ceño fruncido.

—Lo sé — sonrió — pero quiero hablar con usted sobre algo — Jimin mordió su
labio.

—Está bien — tomó asiento, las presentaciones continuaron al igual que una
que otra broma o comentario divertido entre alumno profesor o sólo del
profesor, el peli rosa comenzaba a extrañar a la profesora Jang.

El peli rosa comenzó a hacer pequeños dibujos en la última hoja de su block


de notas, nada en especial sólo lo que venía a su mente, cada dibujo era
diferente, cada que comenzaba alguien más a presentarse pasaba al siguiente
dibujo sin importarle el no haber terminado el anterior.

—Bien, supongo que ahora es mi turno — la mano del peli rosa se detuvo y
miró de reojo al profesor, rodó los ojos, miró de nuevo su rostro y esa sonrisa
de conejo que había comenzado a molestarle, su mano comenzó a hacer
trazos de nuevo, un conejo con nariz de payaso le vendría bien... — Jeon
Jungkook, su profesor durante los próximos meses hasta que la profesora a
cargo del grupo regrese, espero que den lo mejor de ustedes — les sonrió
amigable.

—Profesor Jeon — llamó una chica Jeon Jungkook volteó a verla — ¿por qué
usa traje y no ropa normal llena de pintura como la profesora Jang?

—Me gustan los trajes — fue lo único que dijo con una sonrisa en sus labios.

—Pero así no puede utilizar cualquier tipo de material, su ropa se manchará.

—Eso, no sucederá — volvió a sonreír — soy en extremo cuidadoso con mis


cosas y más si me gustan tanto como los trajes — la mayoría rió.
—Excepto con la ropa blanca — señaló uno de los chicos a los que el profesor
conocía.

—Buen punto — rió Jeon — por eso no utilizaremos colores hoy, sólo quiero
que saquen un lápiz o pluma así como su compañero cabeza de algodón de
azúcar — todos rieron, Jimin lo fulminó con la mirada, Jeon sólo se hincó de
hombros con una sonrisa.

—Vamos a comenzar con algo pequeño, sólo quiero ver que tan buenos son
con algunas cosas.

—Profe~ ¿cuántos años tiene? no se ve muy viejo~

—Es porque no lo soy, y esa es información confidencial — rió regresando


detrás de su escritorio, abrió su portafolios.

—Pero usted nos ha pedido nuestra edad, eso no sería justo profesor.

—Sólo diré que no soy mucho mayor que ustedes — sonrió — bien,
comencemos.

El profesor Jeon dio las instrucciones de qué hacer, nada complicado,


simplemente tenían que utilizar diferentes tipos de sombreado en algún
dibujo de su animal favorito, tan simple... pensó Jimin, más como siempre
empezó a hacer los pequeños trazos para empezar a dibujar.

El tiempo pasó tan rápido que Jimin ni siquiera se había dado cuanta que sus
compañeros ya se encontraban entregado sus dibujos y claro que no faltaron
aquellos que sólo le entregaron sus dibujos en un cuarto de la hoja, el peli rosa
bufó, terminó de detallar los pequeños ojos del minino en su bloc de dibujos,
una vez lo terminó, se quedó contemplándolo un momento, pero a pesar de
estar satisfecho con el resultado hizo una mueca, soltó un suspiro pesado,
arrancó la hoja, se puso de pie y caminó hasta el escritorio dejando su dibujo
en donde los demás, guardó sus cosas y esperó sentado en su lugar a que
todos salieran.
—¿De qué quería hablar conmigo? — preguntó Jimin una vez el salón quedó
completamente vacío con su rostro recargado sobre sus manos.

—Sobre tus dibujos — respondió el profesor Jeon parándose de su lugar y


caminando hasta quedar frente a Jimin.

—Usted no ha visto mis dibujos — contestó el peli rosa de forma seca.

—Claro que sí — Jimin frunció el ceño — la profesora Jang todos los días
después de su clase, tú clase, llegaba presumiendo tan hermosas
ilustraciones, joven Park, eres el alumno preferido de la profesora Jang, y
debo de admitir que de verdad tus dibujos son... espléndidos.

—Gracias, pero no se ve muy convencido al decir eso... — Jimin se cruzó de


brazos, el profesor Jeon cerró los ojos e hizo una pequeña mueca, volvió a
abrir sus ojos sólo que esta vez mirando directamente a los marrones de su
alumno.

—En verdad hay algo que me preocupa... — el peli rosa enarcó una ceja.

—¿Sobre qué?

—Sobre lo que se transmite cuando los miras... — el pecho de Jimin se


oprimió.

—¿A... a qué se refiere? — evitó mirar al profesor a los ojos.

—A que lo único que puedo ver a través de ellos es... tristeza, miedo, y
muchas otras cosas... ¿me equivoco? — el peli rosa apretó los puños
empezando a respirar un poco acelerado.

—Eso... eso es... yo... — Jimin mordió su labio inferior y bajó la mirada.

—Lo siento — se disculpó al ver como el chico había comenzado a ponerse


pálido — no debí de haber cruzado el límite de esa manera — ambos se
miraron a los ojos sin decir nada por un pequeño lapso de tiempo — sólo
quiero que sepas que puedes hablar conmigo o con cualquiera de los
profesores si así lo requieres — Jimin asintió lentamente.

—¿Puedo irme ya?

—Claro, ya no te quitaré más de tu tiempo, hasta el viernes.

—Hasta luego — sin decir nada más, salió de ahí luego de tomar sus cosas.

Sólo habían pasado dos semanas desde que el profesor Jeon había
comenzado a darles clases, dos semana que por más que Jimin quisiera
negarlo había sentido eran lo que él necesitaba, Jeon Jungkook era...
grandioso, extremadamente grandioso, todo lo que hacía, lo que les
enseñaba, el cómo les demostraba cómo trabajar con los materiales y que ni
una sola ensució sus trajes, más que la segunda vez que por error llevó su
camisa blanca y terminó llena de salpicaduras de diferentes tonalidades de
acuarela rosada y que aún a pesar de eso no se veía mal, sino que parecía de
colección de algún famoso diseñador, sí, así de fantástico había terminado
siendo aquél profesor tan raro.

—Profe~ — llamó alguien sacando a Jimin de sus pensamientos y a Jeon


Jungkook de lo que se encontraba haciendo en su escritorio, el peli rosa lo
miró con curiosidad.

—¿Si? ¿qué ocurre?

—¿Dejará algún trabajo para estas vacaciones? — todos se quejaron, Hoon


nunca se podía quedar callado.

—Ah~ — Jeon sonrió — sí, de echo en eso estaba pensando justo en este
momento.
—¿Qué será? — esta vez preguntó Won, uno de los chicos a los que ya conocía
el profesor — a los de su otro grupo no les ha dejado nada — Jungkook sonrió.

—He pedido que la tarea sea secreto y no salga del salón, son de último año,
su arte será expuesta al final del ciclo, por lo que me gustaría que fuera
sorpresa para todos los que van a ir a la exhibición.

—¿Nosotros vamos a ir? — preguntó alguien más.

—Sí, van a tener que entregarme un reporte de por lo menos cuatro hojas por
cada trabajo de mis alumnos — todos soltaron aire con pesadez, quejidos y
demás, Jimin sólo rodó los ojos, había comenzado a distinguir cada vez que
Jeon Jungkook decía una mentira y esa era una de ellas — es broma, no es
obligatorio, si pueden y quieren ir está bien, pero si llegan a ir me gustaría una
opinión personal — ¿ven? Jimin no se equivocaba.

—¿Entonces cuál será nuestro trabajo? — Jeon sonrió.

—Un dibujo — todos miraron atentos al profesor.

—¿Cualquier tipo de dibujo? ¿tema abierto? — preguntó alguien del salón, el


profesor Jeon negó.

—No, el tema en un momento se los haré saber, puede ser del material que
quieran hasta lo más sencillo como un lápiz o tierra — todos rieron — de
verdad, quiero usen su imaginación, obviamente como les estoy diciendo
esto, deben de considerar que por más caro que sea el material no va a tener
nada que ver con la calificación, lo que me importa es lo que me van a
transmitir con ella.

Jimin lo miró serio, por alguna extraña razón sentía que nada bueno iba a salir
de aquél proyecto que estaba por dejarles.

—¿Será un tema para todos o de forma individual?

—Uno para todos...


—¿Qué tema? — el peli rosa tragó saliva.

—Me puse a pensar... bueno, no tanto en realidad, tal vez ya se lo están


imaginando, estamos cerca de esa fecha... — Jimin temió lo peor — así que
¿por qué no hacerlo? — el corazón del peli rosa se aceleró — Navidad... — con
esa simple palabra, el mundo del menor se vino abajo en menos de un
segundo, bajó la mirada y mordió su labio, sólo se concentró en escuchar lo
que el profesor Jeon iba a terminar de explicar.

—Pero es un tema muy sencillo — habló el chico al lado de Jimin — con que se
dibuje un árbol de navidad, santa claus y demás estará listo.

—He ahí su proyecto... quiero que me transmitan sensaciones, quiero que


vuelvan a ser niños, quiero que me muestren como es, como sienten esa
Navidad en sus corazones, quiero que se expresen con total libertad, no los
quiero limitar, quiero que sientan, que recuerden, quiero conocerlos por
dentro, no por fuera... ése va a ser su trabajo — nadie dijo nada, Jimin quería
salir corriendo de ahí.— y lo vuelvo a repetir, cualquiera que sea el material
que utilicen, por más caro o barato que sea no lo tomaré en cuenta, sino, lo
que me transmitan con lo que hagan... evaluaré cada dibujo, cada pintura,
dibujen lo que representa la Navidad para ustedes, jóvenes — ordenó el
profesor — eso es todo por hoy, pueden retirarse, nos vemos el lunes.

El peli rosa se quedó quieto en su asiento mientras que sus demás


compañeros salían del salón aprovechando que Jeon los había dejado salir
una hora antes, todo eso era una broma ¿cómo se supone que iba a dibujar lo
que para él era la Navidad si desde hace años no la celebraba?

—¿Te encuentras bien? — preguntó Jungkook al ver que Jimin ni siquiera


parpadeaba.

—¿Eh? — el peli rosa levantó la mirada encontrándose con esos ojos cafés
mirándolo atentos a cualquier movimiento que hiciera.

—Que si te encuentras bien, todos los demás ya se han ido.


—Ah... si... todo bien... — sonrió — es sólo que me quedé pensando en qué
hacer...

—¿Seguro? tus manos están temblando...

—Estoy bien... de verdad, no es nada — Jungkook enarcó una ceja.

—Tu amigo no ha venido hoy.

—¿Me está acosando profesor? — preguntó el peli rosa sonriendo débilmente.

—No, pero es imposible no darse cuenta de que Kim no ha venido porque no


ha estado asomándose por aquí como ha estado acostumbrando a hacer... —
el menor hizo una mueca — ¿tienes cómo ir a casa?

—...

—Vamos, te llevaré, no puedo dejar que te vayas si te sientes mal.

—No estoy mal.

—Park, no sabes mentir, anda vamos — Jeon caminó de vuelta a su escritorio,


guardó lo que faltaba y ya terminado regresó a ver al peli rosa.

—Sabe que pueden empezar a esparcir rumores, ¿no le afectará?

—No, tranquilo — le sonrió — prefiero mil veces el que no te pase nada de


camino a casa que un pequeño rumor.

—Bien... — Jimin iba a tomar su mochila pero el profesor Jeon la tomó en su


lugar.

—Vamos — le guiñó un ojo y salió del aula.

Jimin había olvidado el pequeño-gran problema que tendría con su proyecto y


todo gracias a que el profesor Jeon había interrumpido sus pensamientos,
suspiró ya más tranquilo y miró al profesor delante de él, su espalda cubierta
por el saco de color vino y su cabello azabache que seguía bien arreglado, con
pasos rápidos llegó hasta al lado de él.

—Gracias... — dijo a penas audible, Jeon Jungkook sólo sonrió.

Media hora después, se detuvieron frente a la casa del peli rosa, ninguno dijo
nada durante unos minutos y cuando iban a romper el no incómodo silencio,
ambos intentaron hablar al mismo tiempo, los dos rieron.

—Tú primero — pidió el profesor Jeon a Jimin.

—Gracias por traerme, aunque de verdad no era necesario, pero se lo


agradezco — dijo el peli rosa con una mirada demostrando lo agradecido que
estaba.

—Yo creo que si era necesario, ¿estarás bien? — Jimin asintió — bueno, yo,
quiero darte algo — el menor enarcó una ceja.

—¿Darme algo? ¿por qué? — Jeon se hincó de hombros.

—Supongo que... no lo sé — rió el mayor, el peli rosa rodó los ojos — pero creo
que estará mejor entre tus manos, hace muchos años que no lo ocupo y pensé
que tal vez te guste.

—¿Está coqueteando conmigo, profesor?

—No... sólo es un pequeño presente — se estiró por en medio de los asientos


hacia la parte de atrás y tomó su portafolios — no es la cosa más limpia o
nueva, pero tiene mucho valor para mí.

—¿Y por qué me la está dando?

—Ya te lo dije, eres el chico indicado, a parte en mi casa lo tengo siempre


guardado, es tuyo ahora.
Abrió el portafolios y de él sacó un cuaderno de pastas color negro, un poco
angosto pero que de inmediato Jimin supo de qué se trataba.

—¿Está seguro de esto?

—Muy seguro — se lo extendió para que lo tomara entre sus manos cosa que
hizo de inmediato, iba a comenzar a hojearlo pero el mayor lo detuvo
colocando una de sus manos sobre las de el peli rosa — aquí no — sonrió.

—Okey...

—Supongo que nos vemos la próxima semana antes de vacaciones ¿no?

—Si... — contestó Jimin sin apartar la mirada de aquél cuaderno.

—No te quiero ver enfermo el lunes en mi clase, ve al médico.

—Vale, ya lo entendí, nos vemos el lunes, profesor.

—Con cuidado — sonrió Jeon e Jimin en el momento en que el menor lo


volteó a ver.

—¿Puedo hacerle una última pregunta?

—Adelante.

—¿Cuántos años tiene? — Jungkook sonrió — si no quiere contestar, no...

—Veinticinco — interrumpió, Jimin abrió la boca de par en par.

—Wow... no creí que...

—Les dije que no era tan viejo — le sonrió — no le vayas a decir a nadie ¿de
acuerdo?

—De acuerdo... entonces... ¿nos vemos?


—El lunes, ten buen fin de semana.

—Si... usted también — Jimin salió sin dejarle decir ni una sola palabra más al
profesor Jeon.

Jimin ni siquiera se había atrevido a abrir aquel cuaderno, simplemente lo


dejó guardado en donde tenía sus cosas de mayor valor, ya habría otro
momento en el que pudiera abrirlo y verlo con mayor tranquilidad.

La última semana pasó demasiado rápido, Jeon sólo les había recordado a
cerca del proyecto minutos antes de que salieran del salón, Tae miró curioso
como de tan solo haber dicho aquello el profesor, la sonrisa de Jimin al
recibirlo había desaparecido.

—¿Pasa algo malo, Minie?

—No... nada.

—¿Seguro?

—Si... vayamos por un helado ¿te parece? — el pelirrojo sonrió y tomó entre
sus brazos al peli rosa.

—Yo lo invito, no me gusta que estés triste ¿te ha echo algo malo el profesor
Jeon?

—No, para nada... es sólo que tengo demasiada tarea que hacer en estas
vacaciones.

—Si... estoy igual, pero bueno, oficialmente ya salimos de vacaciones,


vayamos a divertirnos lo que resta del día, ¿te parece?

—Me parece — Jimin sonrió pero aún así no dejaba de sentir esa pequeña
punzada de dolor en el pecho, se le hacía tan extraño... pues aquél día en que
Jeon había dado el tema y después se ofreció a llevarlo a su casa, de sólo
hablarle y distraerlo, todo malestar había desaparecido de él.
—Jimin, ¿estás bien? te quedaste todo pensativo.

—Todo bien — sonrió — vamos por ese helado doble.

—Yo nunca dije que sería doble.

—Tae~ por favor~ necesito mucho dulce el día de hoy— el mas alto bufó.

—Bien... sólo porque te noto medio ido.

—Gracias~

—Hyung~ ya está la cena.

—Subo en unos minutos — contestó Jimin con voz apagada recostado sobre
el pequeño sofá mientras miraba al techo arriba de él.

—¿Te encuentras bien? — preguntó su hermano menor desde las escaleras.

—No muy bien, ya sabes.

—Jimin hyung, sabes que no puedes seguirte culpa...

—No quiero hablar ahora sobre eso — su hermano bufó molesto.

—Eres imposible, no te entiendo ¿sabes? y perdón que te lo diga de esta


forma, pero estoy comenzando a cansarme de tu actitud cada que estamos
cerca de esa fecha ¿no puedes simplemente olvidarlo? dios mío hermano, han
pasado doce años desde el...

—¡Guarda silencio! — gritó Jimin — ¡largo de aquí!

—¡Eres un idiota, hyung! — el portazo se escuchó demasiado fuerte para


Jimin, más a parte las voces a lo lejos de su hermano tratando de explicar a
sus abuelos lo sucedido, el peli rosa mordió su labio, miró el cuadro frente a él
y pequeñas lágrimas se deslizaron por sus mejillas.

La noche estaba cayendo más rápido que de costumbre, los autos cada vez
disminuían más, pues las familias empezaban a reunirse, el profesor Jeon salió
de la tienda con una bolsa llena de bebidas y frituras, al fin y al cabo su familia
no estaba en Seúl y él tampoco había ido a visitarlos, tenía cosas que hacer y a
parte no le agradaba mucho el estar con su familia, al fin y al cabo ninguno de
sus padres había aceptado el que su hijo prefiriera los dibujos a libros de leyes.

Los copos de nieve comenzaron a caer levemente sobre sus hombros,


dejando pequeñas manchas blancas que conforme el tiempo desaparecían
humedeciendo su saco negro.

En ese momento algo dentro de él tomó la decisión de cruzar por el pequeño


parque en lugar de rodearlo como cada que iba a la pequeña tienda de
conveniencia, los faros empezaban a prenderse de poco a poco iluminado el
angosto pasillo, una leve ventisca chocó de frente contra él, alborotando un
poco sus cabellos negros y por consecuencia provocando que Jeon tuviera que
voltear la mirada hacia otro lado, encontrándose con un chico de cabellera
rosada sentado en uno de los columpios mirando hacia el cielo, no dudó ni un
segundo en acercarse hasta él, al fin y al cabo era su alumno... ¿no?

—¿Estás bien? ¿no irás a casa? — preguntó una vez se puso de pie frente a él.

—Aquí estoy bien, gracias — contestó el peli rosado con un tono tan frío como
la nieve.

—No creo que estés "bien" si tenemos en cuenta que tus labios están casi
morados.
—¿Y porqué está mirando mis labios, profesor? — Jimin miró hacia arriba
encontrándose con esos profundos ojos avellana a los que tanto había
comenzado a temer.

—Bueno, es lo único que podía ver desde aquí arriba — el chico en el columpio
no respondió — ¿por qué no estás en casa?

—No... no merezco estar allí hoy — hizo una mueca y giró su rostro para no
ver más a su profesor de arte.

—Todos merecemos estar en casa y más cuando el clima comienza a tornarse


así de feo.

—No es tan fácil para mí estar en casa en estas fechas.

—¿Por qué? ¿peleaste con tus padres? — Jimin mordió su labio inferior.

—¿No se cansa de hacer tantas preguntas? — contestó algo molesto.

—No, y no las dejaré de hacer hasta que esté cien por ciento seguro de que
iras a casa.

—Pues entonces deje de hacer preguntas porque quiero que sepa que de aquí
no me voy a mover.

—¿Qué es lo que sucede? — Jeon se hincó quedando nuevamente de frente al


peli rosa, Jimin apretó la quijada en el momento en que sus ojos se
encontraron con los del azabache — te he dicho que puedes hablar conmigo
de cualquier cosa si es que lo necesitas.

—No tengo nada de qué hablar con usted ni con nadie — contestó el peli
rosado comenzando a molestarse por la insistencia del profesor.

—Jimin...
—Por favor, no me hable de manera informal si ni siquiera somos tan
cercanos, sólo somos alumno profesor y le pido de favor que deje de
molestar.

—¿Te estoy molestando?

—Demasiado, quiero estar solo, así que por favor siga su camino.

—Está bien, prometo irme sólo si me dices el porque no estas con tu familia.

—Ya le he dicho antes, no merezco estar con ellos, no ho... achu~ — a penas y
había alcanzado a voltear el rostro para lo escupirle a Jeon — lo siento, no
quería estornudarle en la cara.

Sin decir nada y con una gran preocupación Jungkook alzó una de sus manos
hasta la mejilla de Jimin, deslizó su mano hasta su frente e hizo una mueca.

—Está demasiado caliente... ¿cuánto tiempo llevas aquí afuera? — preguntó


mientras tomaba su muñeca para poder sentir su pulso — tienes fiebre.

—¿Por qué se preocupa tanto por mi? yo no se lo he pedido.

—Ponte de pie — dijo Jeon de manera autoritaria.

—Lo haría si pudiera, no siento mis piernas.

—¿Sólo traes ése suéter? — Jimin sólo se hincó de hombros, Jungkook rodó
los ojos, rápidamente dejó la bolsa en el suelo, quitó su saco y se lo colocó
sobre los hombros, se acomodó de cuclillas delante de él, dándole la espalda.

—¿Qué hace?

—Te llevaré a mi casa, no sé como haz llegado hasta acá si queda demasiado
retirado de tu hogar, anda, sube, viaje gratis.

—Jungkook...
—Está bien que no quieras ir a casa, pero tampoco puedes quedarte aquí a
pasar la noche y menos como estás vestido ¿quieres morir a caso? — Jimin
susurró algo que el profesor no alcanzó a escuchar — anda, vamos.

El menor dudó un poco pero no tardó en rodear el cuello del azabache con sus
brazos, Jeon tomó la bolsa del suelo, sujetó con fuerza las piernas de Jimin al
rededor de su cintura, el chico en su espalda recargó su cabeza sobre el
hombro del más alto, quien no tardó en comenzar a caminar con dirección a
su departamento.

Ya avanzados unos cuantos metros vio como el peli rosa estiraba su brazo
derecho e intentaba atrapar los copos de nieve que caían uno tras otro.

—Todo fue mi culpa... — dijo Jimin con los ojos llenos de lágrimas y con la voz
demasiado baja, Jungkook frunció el ceño — sino hubiera insistido en que me
voltearan a ver... — el azabache no entendía nada de lo que el peli rosa
trataba de decir, pero éste no volvió a hablar, bajó el brazo y comenzó a
quedarse dormido sobre la espalda de su profesor.

Jimin despertó alterado al sentir algo demasiado helado tocar sus pies, abrió
los ojos como platos y miró en todas direcciones hasta encontrarse con Jeon
Jungkook, en pantalones de mezclilla, una enorme playera blanca y lentes,
colocándole una toalla mojada en los pies.

-¿Qué hace?

-Tienes fiebre, intento hacer que baje, que bueno que despertaste - dejó el
trapo mojado en sus pies, se levantó del pequeño banco en el que estaba
sentado y caminó hacia algún lugar, volvió con una enorme charola que dejó
sobre las piernas del peli rosa - te he preparado un poco de caldo de pollo,
jugo de naranja y una pastilla para la fiebre, come, te sentirás mejor.

-No tengo hambre.

-No te estoy preguntando si quieres comer o no, te he dicho co-me.

-¿De cuándo acá eres tan mandón?

-Desde que no cuidas tu salud y andas vestido sólo con unas bermudas y
suéter en plena tormenta de nieve - fue en ese momento en que el menor se
dio cuanta de algo, ya no tenía sus bermudas de mezclilla sino un short de
deportes y una enorme playera como la de Jeon sólo que de color rosa.

-...

-Sí, cambié tu ropa.

-¡Pervertido! ¡¿qué demonios le pasa?! - Jungkook rodó los ojos.

-¿Querías que te dejara la ropa húmeda y helada? - Jimin se quedo callado -


¿no, verdad? - el menor sólo frunció el ceño - no te estoy viendo comer.

-Mandón - susurró Jimin con voz muy baja y a pesar de que Jeon lo escuchó no
dijo nada, se centró en volver a mojar la toalla y volver a ponerla en sus pies.

El peli rosa tomó la cuchara y sirvió un poco del caldo en ella, miró la cuchara
y luego a Jeon durante un par de segundos.

-¿No piensas comer?

-¿No está envenenado?

-Come ya - dijo el mayor rodando los ojos poniéndose de pie, desapareció de


la vista de Jimin tras dar vuelta por el pasillo a su derecha del sillón en donde
estaba y dio un sorbo, tal vez sólo era culpa de la calentura el que le supiera
tan tremendamente bien, tanto que cuando volvió el profesor el plato estaba
vacío - y eso que no tenías hambre.

Jimin no hizo caso, metió la pastilla a su boca y tomó un poco de jugo,


observó al azabache abrir una botella de alcohol y poner un pequeño chorro
en un pedazo de algodón.

-¿Para qué es eso?

-Ten - lo estiró para que lo tomara - póntelo en el ombligo, es para que ayude
a bajar la fiebre.

-Usted parece una enfermera malhumorada.

-No sería enfermera sino enfermero y toma ya el algodón para que pueda ir a
dejar esto de nuevo a su lugar.

-Okey... okey, osh, que genio - tomó el pequeño algodón de la mano del
mayor y se lo puso en el ombligo.

Jungkook tomó la charola de las piernas de Jimin, las llevó hasta la cocina y de
nuevo volvió a desaparecer por el pasillo del que había salido con la botella del
alcohol, fue entonces que el peli rosa observó a su al rededor, las paredes eran
blancas completamente blancas, los muebles variaban un poco entre
transparentes o de color blanco y negro, una alfombra peluda negra al centro
de la sala y justo en la pared una hermosa pintura de un ciervo recostado con
los ojos cerrados sobre un montón de lo que parecían ser flores de diferentes
colores, una enorme cornamenta que llegaba hasta el borde del marco...

-¿Te gusta? - Jimin brincó en el sillón.


-Oh por todos los cielos, avisa que estas detrás de mi...

-No tengo por que, es mi casa.

-Okey~

-¿Cómo te sientes?

-Bien, supongo.

-Mmm...

-¿Puedo hacerle una pregunta profesor? - Jungkook asintió mientras tomaba


asiento subiendo los pies de Jimin sobre sus piernas.

-Claro, puedes preguntar lo que quieras.

-¿Por qué no está con su familia?

-Viven en Busan.

-Ese no es pretexto para no ir a visitarlos - Jimin respondió enojado.

-¿Qué hay de ti? ¿cuál es la razón por la que no quieres estar en casa?

-Yo... odio la Navidad.

-Ese no es pretexto para no estar con tu familia.

-Sí lo es si nadie pasa una buena Navidad por culpa tuya.

-No sé a qué te refieres.

-Yo arruiné nuestra última Navidad hace años... - desvió sus ojos de los del
azabache - mis padres murieron por culpa mía - el corazón de Jungkook dejó
de latir por una milésima de segundo, Jimin cerró sus puños con fuerza y
frunció el ceño - por eso no puedo estar en casa y hacer como si nada hubiera
pasado, mi hermano y mis abuelos saben que fue culpa mía pero no quieren
admitirlo aunque lo veo en sus ojos.

Los ojos del peli rosa empezaron a ver borroso por culpa de las lágrimas que
empezaban a acumularse en ellos con unas inmensas ganas de empezar a
imitar a una cascada.

-Jimin... - Jungkook no pudo aguantar más el ver al peli rosa de esa manera y
no hacer nada, se estiró hasta él y lo tomó entre sus brazos, acunándolo en su
pecho.

Jimin no se detuvo en pensar lo que estaba ocurriendo, sólo sabía que


necesitaba ese cálido abrazo, las lágrimas de inmediato corrieron por sus
rosadas mejillas hasta humedecer la blanca camisa del profesor Jeon.

-Esta bien...

-No lo está... yo maté a mis padres, fue culpa mía que no vieran aquél
camión... que no sigan vivos, yo no merecía vivir... - Jungkook lo separó
bruscamente de él, lo tomó del rostro e hizo que lo mirara a los ojos.

-No vuelvas a decir algo así - regañó.

-Es la verdad...

-No, no lo és, por algo estás vivo, estás aquí, Jimin ¿no te has dado cuenta? -
el chico mordió su labio.

-Esto no es vida... - susurró - desde ese día, no puedo - miró a Jungkook a los
ojos - no merecía vivir, no sin ellos, al fin de cuentas yo provoqué...

-No lo digas de nuevo - el castaño frunció el ceño - eras sólo un niño.

-¡¿Y qué?! pude haber esperado a que llegáramos a casa, pero no lo hice, los
distraje y eso ocasionó que...
-Jimin, ya basta, deja de culparte, ¿siempre lo haz visto de ése modo? - no es
que Jeon Jungkook fuera muy viejo, pero vagamente recordaba el haber visto
hace unos años una noticia sobre un accidente demasiado familiar al que el
peli rosa le acababa de describir justo en esa fecha, y por lo que recordaba que
habían dicho sus padres al cambiar la noticia había sido que de no ser por
culpa de el típico conductor ebrio, nada malo hubiera pasado, y sin más ese
día al momento de irse a dormir, como todas las noches, Jungkook también
había orado por aquella pobre familia que había sido afectada.

-¿De qué otro modo puedo verlo? fue sólo culpa mía, solamente mía -
Jungkook se paró enojado, quería seguir abrazando a Jimin pero no podía
seguir observando cómo el menor no dejaba de culparse, caminó hasta su
habitación dejando al peli rosa sólo sentado en el sofá, Jimin abrazó sus
piernas y de nuevo comenzó a llorar.

Jungkook corrió en busca de su computadora y ya teniéndola en sus manos


regresó al lado de aquél chico hecho bolita en su sillón, sin que el peli rosa se
diera cuenta de lo que Jeon hacía, el mayor comenzó su búsqueda de aquella
noticia, no tardó mucho tiempo cuando lamentablemente la halló... suspiró
tratando de calmarse y comenzó a leer en voz alta, Jimin se había quedado
callado escuchando cada una de las palabras que la ronca voz de su profesor
decía, pero la única oración que se quedó grabada en su cabeza había sido una
en concreto "Un conductor ebrio en un camión arrolla un auto en la carretera
antes de llegar a Busan, los pasajeros al frente del carro identificados con los
nombres de Park YounMi, Park Taeyang y Park Jimin, el último de tan sólo nueve
años(...) los padres no sobrevivieron al impacto, pero ha sido un milagro que el
pequeño niño en el asiento trasero lo haya logrado..."

-¿Jimin? - Jungkook dijo suave al ver que Jimin no decía nada tras haber
pasado unos minutos.

El menor no dijo nada, pero tan sólo unos segundos después el enorme llanto
de Jimin inundó por completo los oídos de Jungkook, él jamás creyó volver a
escuchar el llanto de lo que parecía ser un pequeño niño hasta ese día.
Jimin necesitaba estar solo, tranquilo, quería llorar hasta desahogarse por
completo y no hubo mejor lugar que en el cálido pecho del hombre o chico
que lo sostuvo en ese momento y acunó entre sus brazos.

El tiempo pasó y los sollozos de Jimin fueron disminuyendo poco a poco hasta
quedarse en silencio pero sin dejar de llorar, en ese momento algo dentro de
Jeon Jungkook hizo corto circuito, no pudo evitar darle a Jimin un pequeño
beso en sus labios... ninguno se dio cuenta que acababa de empezar a ser las 0
horas del 25 de diciembre.

-No fue tu culpa... - Jimin suspiró al escuchar a Jungkook mientras lo juntaba


más a su cuerpo.

El peli rosa no dijo nada y sólo dejó de llorar hasta ya no tener más fuerzas,
terminando por caer rendido en los brazos de su profesor.

Jimin despertó pocas horas después a causa de dos cosas, la primera


era que no podía respirar y la segunda era porque se sentía sofocado.
Abrió los ojos con pesadez, pues luego de haber llorado como lo hizo
anoche, era obvio que le arderían y por tanto haberlos tallado con sus
manos. Cuando comenzó a acostumbrarse a la poca luz de aquella
habitacion su corazón comenzó a bombear con fuerza, se encontraba
entre los brazos de su profesor, tragó saliva al darse cuanta de que por
primera vez desde el día del accidente, no había soñado con ello, y no
sabía si había sido gracias a Jeon o por no haber pasado la noche en
casa.
Trató de alejarse del mayor y se sorprendió con él mismo pues no se
había percatado del echo de que su brazo al igual que de su pierna
derecha se encontraban enroscadas a la cintura de Jungkook sin
embargo, por una razón que el peli rosa desconocía, se sentía
extrañamente cómodo estando a su lado de esa manera..., sin moverse
de forma brusca, bajó su pierna del costado de Jungkook pero no lo
dejó de abrazar, al contrario, con suma delicadeza se pegó más al
pecho del mayor. Aunque sabía que de cierta forma estaba mal lo que
estaba haciendo pues Jungkook era su profesor, el mayor, aún dormido
de igual manera lo atrajo más hacia su cuerpo sólo que esta vez subió
su brazo izquierdo e inconscientemente comenzó a acariciar el cabello
de Jimin como lo había hecho mientras él lloraba. Jimin no hizo nada
mas que sonreír y volver a quedarse dormido de nuevo.
En el momento en que Jungkook se despertó al escuchar su alarma a
lo lejos, sonrió tiernamente al ver al peli rosa durmiendo plácidamente
entre sus brazos, se estiró sobre él con cuidado de no despertarlo y
apagó el escandaloso aparato, Jimin se removió un poco en su lugar,
bostezó y comenzó a abrir sus ojos de poco a poco, Jeon sólo sonrió al
ver tan tierna imagen frente a sus ojos.
—Buenos días —saludó en el momento en que los ojos de Jimin se
encontraron con los suyos.
—Buenos días... —susurró Jimin con una muy leve sonrisa.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Jungkook acomodándose a su lado,
una vez ya en su lugar deslizó su mano hasta tocar la frente del menor
para asegurarse que no tuviera fiebre.
—Bien... bueno, mejor que ayer... creo.
—¿Y de aquí? —señaló su pecho— ¿cómo estás?
—Yo... —Jimin miró a Jungkook a los ojos— ya sabe... no es muy fácil
para mí asimilar todo en tan sólo un par de horas...
—Lo sé —acarició delicadamente el cabello de algodón de azúcar—, y
¿cuándo dejarás de llamarme por "usted"?
—¿Y por qué razón debería de dejar de hacerlo? —Jungkook le sonrió
hincándose de hombros.
—No lo sé, pero me gustaría que me hablaras de "tu".
—Lo pensaré —Jimin sonrió.
—¿Quieres ir... a casa? —dudó Jungkook un poco al preguntar, el peli
rosa soltó un suspiro cerrando los ojos.
—En un rato más... no creo que se hayan ido aún de ahí.
—¿Quienes? —enarcó una ceja el mayor viendo como Jimin se hacia
bolita debajo de las cobijas.
—Mi familia... —respondió Jimin por lo bajo.
—¿No crees que estén preocupados por ti? no creo que sepan en
dónde estás, dudo mucho que les hayas mandado un mensaje ayer...
—Ya es una costumbre mía el desaparecer de esa manera... —
Jungkook alzó la cobija dejando ver las mejillas sonrosadas de Jimin y
se inclinó un poco hacia él alcanzando a dar un pequeño beso en su
frente—. ¿Y eso por qué ha sido?
—Te llevaré a casa en un par de horas —el peli rosa hizo una mueca—
. Todo va a estar bien, Jimin. Confía en mi.
Ambos se miraron un momento a los ojos sin decir ni una sola palabra,
todo era tan extraño y no sólo para el peli rosa, sino que para el
azabache también lo era, desde hace mucho que ninguno de los dos
pasaba esa fecha acompañado de alguien más, y ahora... se
encontraban los dos en un sólo lugar el uno con el otro, era ciertamente
extraño pero agradable. Algo difícil de entender.
—¿Puedo preguntarte algo? —habló Jungkook en voz baja, Jimin
asintió sin apartar los ojos de los de el mayor—. ¿Si no pasabas
Navidad con tu familia? ¿a dónde ibas?
—Al cementerio.
—¿Ahí pasabas la...
—No~ —rió Jimin dándole un pequeño golpe en el pecho a Jeon—
claro que no. No me quedaría a dormir en en ese lugar ni aunque
estuviera loco.
—Oh... ¿entonces? ¿dónde te quedas?
—En casa de Taehyung —Jungkook abrió levemente los labios para
decir algo pero Jimin interrumpió antes—. Nunca está aquí en
vacaciones de invierno, siempre va a Daegu a visitar a su familia.
—Pero ayer...
—Ayer fue la excepción —Jimin bufó—, no tenía a donde ir, los padres
de Tae vinieron a verlo, por eso estaba en el parque, no sabía a donde
ir, bueno, tenía que ir al cementerio y tal vez hubiera rentado algún
cuarto en algún hotel, pero muy tontamente olvidé meter el dinero a mi
cartera y no quería volver a casa.
—Si yo no te hubiera encontrado hubieras pasado la noche ahí
congelado.
—Ya sé... gracias por haberme encontrado... y... por darme alojo.
—No te iba a dejar ahí como si nada.
—Gracias —Jimin sonrió y se dejó acariciar el cabello por Jungkook—.
Yo... eh... ¿podría tomar un baño?
—Claro —sonrió—. Pero tu ropa puede que siga mojada, ayer la metí a
la lavadora.
—Oh... bueno... entonces esperaré a llegar a casa.
—Te puedo prestar ropa mía si es que no te sientes incómodo.
—Me va a quedar enorme.
—Tal vez las playeras, tengo pantalones de hace unos años, tal vez te
queden, de echo pensaba en tirarlos desde hace una semana, eres
afortunado entonces.
—Gracias... —rió— pero no tengo ropa interior limpia...
—Tengo un par de calzoncillos nuevos... —Jimin observó como las
mejillas de Jungkook comenzaban a tornarse un poco rosas— pero no
te vayas a reír.
—¿Por qué razón me reiría de usted? —enarcó una ceja el peli rosa, el
azabache se separó de Jimin, se bajó de la cama y caminó hasta uno
de sus muebles, abrió el cajón y soltó un bufido.
—Me los envió mi sobrino hace un año... por favor no te vayas a reír —
Jimin tomó asiento en la cama tratando de ser lo más serio posible.
—No puedo asegurar nada... está siendo demasiado sospechoso y sólo
estamos hablando de unos calzoncillos.
Jungkook rodó los ojos, tomó las dos prendas en sus manos y se dio la
vuelta, los colores de iron man y el capitán américa sobresalieron en
sus manos, Jimin no pudo evitar soltar una gran carcajada.
—¿Cuál vas a usar? —cuestionó Jungkook tratando de hacer que Jimin
dejara de reírse de él.
—¿Quién de los dos es tu favorito? — respondió el peli rosa tratando
de calmar su respiración, Jungkook puso los ojos en blanco.
—¿Vas a hacerme bullying si te lo digo?
—No, sólo es curiosidad.
—Iron man.
—Entonces tomaré el del capitán América —el peli rosa se puso de pie
con una sonrisa divertida en su rostro y caminó hasta Jungkook
tomando aquélla prenda—. ¿Dónde está su baño profesor Stark?
—Are you serious? —preguntó Jungkook incrédulo.
—Yeah... —rió, el azabache sonrió negado con su cabeza.
—La puerta de la izquierda en el pasillo.
—Gracias profesor Stark~
—Para ya con eso —rió Jungkook sobando el puente de su nariz—, las
toallas están dentro del mueble, no cierres con seguro para dejarte la
ropa que te voy a prestar —Jimin ya estaba saliendo de la habitación.
–Claro... profesor Stark — volteó a sonreírle y salió de ahí corriendo
antes de que Jeon alias profesor Jeon Stark ahora para Jimin le dijera
algo.
Terminando de desayunar y ya limpios los dos, Jungkook le dijo que
era momento de partir a su hogar claro que después de que Jimin se
asegurara de que su familia no se encontraba en casa pues estaba cien
por ciento seguro que habían ido a ver a sus padres como siempre.
Una vez llegaron, Jimin lo invitó a pasar a tomar un café como forma de
agradecimiento, a parte de que estaba haciendo demasiado frío y las
manos de ambos estaban heladas a pesar de haber tenido puesta la
calefacción en el auto. Jeon después de haber aceptado tomó asiento
en el sofá de la sala, en lo que el peli rosa se adentró en la cocina para
poner el agua a hervir en la cafetera, Jungkook comenzó a observar la
pequeña y bastante acogedora sala de estar, unos pequeños marcos
con fotografías de lo que parecía ser la familia de Jimin cuando él era
pequeño, diplomas colgados en las paredes pero lo que más llamó su
atención fue la puerta que vio en una esquina un poco apartada de
donde él estaba con un sólo letrero colgado con la palabra "STOP", sin
poder evitarlo, se puso de pie y caminó hasta a ella, como si algo lo
estuviera atrayendo como si de un imán se tratase. Aquella puerta que
ni siquiera tenía seguro, lo dirigió a lo que parecía ser el sótano.
Jungkook encendió los apagadores y lo primero que vio fue el suelo
cubierto de pintura, papeles de diferentes tipos en las paredes y
estantes, muchísimos materiales diferentes y en el centro un gran
caballete con un cuadro cubierto por una cobija negra, con cuidado y de
forma lenta retiró la tela. Su corazón se comprimió y un nudo se formó
en su garganta.
—No deberías estar aquí... —escuchó detrás de él como iban bajando
las escaleras de madera.
—Jimin... —Jeon lo volteo a ver con el corazón en la garganta
—Es el proyecto que nos dejaste... ¿recuerdas? ¿Pintando la Navidad?
bueno... eso es lo que la Navidad representa para mí —Jungkook no
pudo evitar caminar hacia él y tomarlo entre sus brazos, Jimin no se
apartó de aquél lugar que se había vuelto tan cálido para él en tan sólo
una noche y parte de la mañana, los brazos y pecho de su maestro de
artes lo hacían sentir extrañamente tranquilo.
—Comencemos de nuevo, Jimin —susurró Jungkook contra su oído.
—¿A-a qué se refiere?
—Permíteme ser yo quien te ayude a plasmar nuevas emociones en
tus dibujos, ya no quiero ver más tristeza aquí... — el azabache se
separó de él, acunó su rostro con una de sus manos y con la otra
señaló el pecho de Jimin.
—Sabe que no es bien visto el que un profesor esté coqueteando con
su alumno ¿verdad? —trató de sonar un poco divertido a pesar de
querer soltarse a llorar de nuevo en sus brazos.
—Y tú sabes que estaría dispuesto a renunciar a mi trabajo en la
Universidad con tal de hacer que pases cada uno de tus días siendo el
más feliz a partir de hoy ¿no?
—No lo sabía... ¿por qué querría usted hacer eso? —Jungkook sonrió
juntando su frente con la del peli rosa.
—Porque quiero ser parte de tus próximas Navidades — el corazón de
Jimin golpeó con fuerza su pecho—, quiero hacerte felíz todos los días,
Park...
—Profesor, Jeon... no lo haga si es porque siente lástima por mi y lo
que pasó, yo no sería capaz de soportar...
—No lo hago por eso... —Jungkook le sonrió—, nunca lo haría. Desde
el momento en que la profesora Jang llegó presumiendo el que para
ella era el dibujo más hermoso que había visto en su vida sólo llevando
un día de clases éste año, supe que tenía que conocer al autor de
aquél lienzo cuando lo ví, pero Jimin, olvidaste firmarlo...
—¿Entonces cómo sabe que era mío?
—Te lo dije la primera clase... todos tus dibujos transmiten lo mismo...
pero ya no más... —Jimin enarcó una ceja, Jungkook sonrió—. Vamos
a hacer que cada uno de tus dibujos sea un sentimiento diferente, ya no
quiero ver sólo soledad y tristeza en ellos.
—Pero eso... —la puerta de la entrada en el piso de arriba resonó en
sus oídos.
Jungkook se separó de Jimin y lo miró a los ojos, antes de que alguno
pudiera decir algo, unos veloces pasos por las escaleras se
escucharon, no les dio tiempo de reaccionar a ninguno de los dos
cuando Jimin ya estaba sobre el suelo haciendo una mueca de dolor
por el impacto.
—¡Eres un idiota, hyung! —era el menor de los Park quien se había
lanzado a abrazarlo, Jimin sólo se quedó quieto en su lugar mirando a
los ojos a su hermano—. Taehyung llamó ayer en la noche para saber
cómo estabas, nosotros creímos que estabas con él en su casa como
siempre pero no ¡¿dónde demonios te metiste?! ¡no contestabas el
celular y tampoco te encontramos por ningun lado! Mis abuelos y yo...
nosotros creíamos que... que tu...
—Yo estaba con...
—Conmigo... —interrumpió Jungkook mirando a los chicos aún en el
suelo—. Lo encontré ayer rumbo a casa de Taehyung y lo llevé a dar
una vuelta, se quedó a dormir en mi casa porque se hizo demasiado
tarde y no vivo muy cerca de aquí —mentira, pensó Jimin con el ceño
levemente fruncido pues no sabía por qué razón Jungkook le estaba
mintiendo a su hermano—, de verdad siento que no nos hayamos
comunicado con ustedes.
—¿Quién eres? —preguntó el hermano de Jimin mirando sin expresión
alguna al azabache.
—Jeon Jungkook, soy...
—Es un gran amigo... —Jungkook enarcó una ceja, Jimin sólo le sonrió,
si Jeon mentía él también podía hacerlo.
—Ayer vi tu dibujo... —el castaño llamó la atención del peli rosa—.
¿Vas a seguir culpandote toda la vida? No puedes seguir así, hyung.
—No lo haré —le sonrió Jimin— ya no lo haré... —tomó a su hermano
entre sus brazos, Jungkook sonrió.
El día de la entrega de los proyectos finales, regresando de las
vacaciones de invierno, el único trabajo que era diferente al resto de los
demás era aquél que no tenía mas que el recuerdo de aquella trágica
Navidad... un accidente automovilístico, sólo que nadie supo de quien
era, pues Jungkook había pedido de favor que no pusieran sus
nombres en él, mas que en la tarjeta que tenían que entregarle con una
explicación sobre el porqué de su proyecto y datos sobre el material y
demás.
🐤2 años después🐤
"Vivir no es pasar las hojas de un calendario si no, entender que cada
hoja de ese calendario es única e irrepetible".
-Anónimo -

—Profesor Jeon —le llamó el vigilante del edificio.


—¿Qué pasa Bill? —preguntó Jungkook acercándose a su pequeño
escritorio donde un par de sobres y pequeños obsequios para el señor
de mayor edad resaltaban.
—Antes de que me vaya a casa, dejaron esto para usted —señaló un
enorme cuadrado forrado con cartulinas negras.
—¿Sabes de quién es? ¿Quién lo manda?
—No profesor, sólo tiene su nombre escrito en el.
—Okey, ya lo subo yo, gracias y ten una bonita Navidad con tu familia.
—Usted igual.
Jungkook subió a su departamento con cuidado de no golpear las
paredes con lo que parecía ser un regalo anónimo.
Dejó su saco y portafolios sobre el sofá y con cuidado comenzó a quitar
los pedazos de cinta adhesiva y las cartulinas. Se quedó maravillado
con lo que vio, y es que sólo un chico podía haber juntado los dos
colores de los super héroes favoritos de ambos en una bella pintura, lo
bueno era que Jungkook no había quitado aún los clavos de la pared
en donde se encontraba su cama, colgó rápidamente el cuadro se
quedó observándolo unos segundos con una enorme sonrisa plasmada
en sus labios, cuando se percató de la hora que era corrió al baño a
tomar una rápida ducha, se cambió de ropa por algo un poco más
cómodo, sin dejar a un lado la formalidad. Una vez listo, revisó que todo
estuviera en orden tomó una pequeña caja de regalo y salió del
departamento con dirección hacia el restaurante donde había quedado
de verse con Jimin.
La primera Navidad de ellos juntos, no sólo como profesor estudiante
sino que esta vez como una nueva pareja tratando de crear nuevas
memorias y sentimientos felices. Jeon Jungkook y Park Jimin
oficialmente cumplían un año de relación.

~Fin~

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