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La sensibilidad ISO es uno de esos ajustes que, si bien utilizas a diario y foto a

foto, puede que no termines de entender cómo funciona realmente.

En una escena con poca luz, si no quieres que tus fotografías salgan movidas,
casi por instinto subirás el ISO y “voilà”, todos tus problemas se habrán
solucionado. Pero, ¿es realmente eso así?

En el artículo de hoy, echaremos un poco de luz sobre este ajuste al cual no se le


suele prestar toda la atención que se merece. Después de todo, la calidad de tus
fotografías dependerá de él. ¡No te lo puedes perder!

Sensibilidad ISO: ¿Qué es?


La luz es el condimento fundamental en toda receta para una buena fotografía, sin
ella no habrá foto posible. La sensibilidad ISO es algo así como el valor que indica
que “cantidad de luz” es necesaria para que tu cámara pueda captar una
fotografía.

Este concepto ha sido heredado de la fotografía analógica a pesar de no guardar


mucha relación con lo que era antes y lo que es hoy en día. En la fotografía
analógica, no era posible ajustar la sensibilidad ISO desde la cámara como en la
era de la fotografía digital, sino que cada película fotográfica correspondía a un
valor ISO distinto. Por lo tanto, no era posible cambiar el ISO de una fotografía a
otra sin cambiar el rollo completamente.

La sensibilidad de dichas películas correspondía a la cantidad de “haluros de


plata” (algo así como “el tamaño de los píxeles” de hoy en día) con que dicha
película era fabricada. El tamaño de cada cristal de haluro en la película indicaba
la sensibilidad y el grano que se puede apreciar en las fotografías una vez
reveladas.

En la actualidad, con los sensores digitales, los haluros de plata son historia (por
lo menos para la fotografía digital) y aunque el nombre se siga utilizando, el
concepto cambio totalmente.
Las cámaras analógicas no permiten alterar el ISO.
Entonces, la sensibilidad ISO del sensor mide la reacción de este frente a un
determinado nivel de luz en la escena. Dicha sensibilidad es inversamente
proporcional a la cantidad de luz presente: cuanta “más luz” haya en el ambiente o
escena, menor sensibilidad ISO que podrás utilizar y viceversa. ¿Parece simple,
verdad?

El nombre ISO corresponde a las siglas de la organización que le dio origen:


“”International Organization for Standardization” u organización internacional para
la estandarización, es decir que, tal como lo indica su nombre, dicho valor no es
más que un estándar adoptado mundialmente.

¿Cómo funciona?
Para que puedas entender cómo funciona realmente el ISO de tu cámara, es
necesario que entiendas antes cómo funciona el sensor de la misma ya que, el
ISO depende de cómo este captura la luz para transformarla en un hermoso
archivo digital.

El sensor de tu cámara es ese pequeño chip que convierte tu visión en realidad.


Es el encargado de transformar la luz que le llega en una fotografía. Así como la
película, como acabo de comentarte, está formada por haluros de plata, el sensor
está compuesto de miles de celdas fotosensibles que trasforman la luz que
atraviesa el objetivo.
Al recibir luz, cada celda la transforma en corriente eléctrica y que, luego de ser
procesada el cerebro de tu cámara (su microprocesador) se genera un archivo
digital, “la foto”, que es almacenada en la tarjeta de memoria.

La sensibilidad de cada una de estas celdas es fija y se corresponde con el valor


ISO más bajo que tu cámara (sensor y procesador) sean capaces de procesar.

Pero, si la sensibilidad ISO es fija, ¿Cómo es que puedo aumentarla con tocar un
botón? En realidad, no se está aumentando la “sensibilidad” de estas celdas ya
que esta es fija, sino que lo que se amplifica es la corriente eléctrica o “señal” que
estos emiten.

Si estas fotografiando una escena donde la iluminación es escasa, cuando


“amplifiques” la señal de las celdas de tu sensor, no solo “aumentarás” la luz que
logró llegar a este sino, generando un poco de ruido, sino que además
amplificarás la señal de aquellas celdas que han quedado “vacías de luz”,
generando más ruido aun. Aquí es donde nace el tan odiado “ruido”.

Cuanto mayor sea la sensibilidad ISO que utilices al tomar tus fotografías no solo
obtendrás fotografías más claras sino además, más ruidosas.

Como aumenta el ruido a medida que aumenta la sensibilidad ISO


La sensibilidad y el Ruido
Seguramente lo que más te ha quedado claro de la explicación anterior es que, a
mayor ISO, mayor ruido, especialmente en las zonas más oscuras. El ruido es el
efecto secundario que lograrás al aumentar la “sensibilidad” antes de realizar una
toma.

Hay tres situaciones que harán que el ruido se presente en tus fotografías:

o Amplificación de la señal: este tipo de ruido es generado, como acabo de


comentarte, al amplificar la señal de las celdas encargadas de transformar la luz en
señales eléctricas. Este ruido es denominado eléctrico o electrónico.

o La temperatura: además del ruido por amplificación, la temperatura del sensor


también generará ruido en tus fotografías. Si realizas largas exposiciones, o disparas en
ráfaga, el sensor se irá recalentando, lo que terminara por generar el conocido “ruido
térmico”.

o La post producción: cuando una fotografía ha sido sub expuesta, al intentar


“aclararla” en el ordenador, generarás ruido. El ordenador no podrá recuperar los datos
que tu cámara no ha sido capaz de capturar por lo que “inventará” información donde no
la hay, generando ruido.

El ruido en tus fotografías


La forma en que el ruido se hace presente en tus fotografías varia de forma,
tamaño y en cantidad dependiendo de cuales sean las causas que lo originen, el
modelo de tu cámara, el tamaño del sensor, etc. Puede resultar imperceptible o
bien tan evidente que termine por arruinar la calidad de tus fotografías.
De todas formas, no siempre el ruido es molesto, si aprendes a convivir con él,
podrás utilizarlo y sacar provecho de este. No siempre el ruido arruina una
fotografía, muchas veces la potencia.

No siempre el ruido es molesto


Como evitarlo:

o Mantén el ISO lo más bajo posible: “lo más bajo posible” no significa mantenerlo
siempre en su valor mínimo, sino ajustarlo al límite de lo que las condiciones de
iluminación de la escena te permitan. Primero intenta compensar la falta de luz
disminuyendo la velocidad de obturación o bien abriendo el diafragma. Pero claro,
siempre dependiendo de qué es lo que desees lograr y trasmitir con tus fotografías.

o A falta de luz, añádela: si no puedes compensar la exposición mediante la


velocidad de obturación o bien abriendo el diafragma al máximo, puedes intentar añadir
mayores fuentes de luz de modo de mejorar la iluminación y alejar a tu peor enemigo, la
oscuridad de la escena. Como te comente anteriormente, el ruido es más notorio cuando
la oscuridad es pobre.

o Evita el calor: así como la temperatura del sensor añade ruido en tus fotografías,
si le das un respiro entre toma y toma o bien, no realizas exposiciones demasiado
prolongadas, no solo podrás mantener al margen (o al mínimo) esta fuente de ruido sino
que además, aumentaras la vida útil de tu equipo.

o Exponer correctamente: la clave de toda fotografía, además de su concepto y


mensaje, es su correcta exposición. Para hacerlo correctamente te recomiendo que te
tomes tu tiempo para leer el siguiente artículo: “Guía Detallada: Cómo Realizar una
Correcta Medición y Exposición en Tus Fotografías”.
La importancia de exponer correctamente
La sensibilidad ISO es uno de los 3 factores que definen la exposición de una
fotografía. Los otros dos son la apertura del diafragma y la velocidad de
obturación. Estos tres forman lo que es conocido como el triángulo de exposición.

Triangulo de exposición
Como te podrás imaginar, para poder mantener el ISO constante (lo más bajo
posible) sin alterar el equilibrio del triángulo de exposición, deberás realizar una
correcta medición de la luz disponible con el ISO que has fijado, de modo de
ajustar la velocidad de obturación y la apertura del diafragma (profundidad de
campo) que desees obtener.

La velocidad de obturación te permitirá trasmitir la sensación de movimiento o bien


congelar completamente una escena. Mediante la profundidad de campo podrás
desenfocar completamente un fondo (lograr un buen bokeh) o bien, obtener
mucha profundidad de campo para fotografiar unos impactantes paisajes. Estos
dos elementos, como te habrás dado cuenta, permiten agregar elementos
compositivos en tus fotografías a diferencia de la sensibilidad ISO que únicamente
te permitirá capturar escenas con escasa iluminación.

Puedes obtener fotografías con menor ruido utilizando una sensibilidad ISO más
alta si realizas una correcta medición y exposición en tus fotografías que si
escoges una sensibilidad ISO más baja pero la medición y exposición no es la
correcta. Cuando debas corregir la exposición en el ordenador, terminaras por
añadir más ruido en la foto que si desde el principio hubieras utilizado un ISO más
alto pero con una correcta exposición.

Si quieres aprender todo lo necesario acerca de cómo medir y exponer


correctamente tus fotografías no dejes de leer el siguiente artículo: “Guía
Detallada: Cómo Realizar una Correcta Medición y Exposición en Tus
Fotografías”.

Dedícate 5 minutos a analizar el siguiente gráfico:

Tómate tu tiempo para analizar el gráfico


La línea verde marca los valores para obtener una correcta exposición de una
determinada fotografía. Si quieres obtener una menor profundidad de campo
(mayor desenfoque) deberás de compensar la “extra de luz” que tu cámara
captará aumentando la velocidad de obturación (Pasar de 1 a 2). Esto te sucederá
si lo que quieres es congelar el movimiento.

Ahora bien, si lo que quieres es conseguir una mayor profundidad de campo


(mayor nitidez) y continuar por sobre la línea verde que marca una correcta
exposición para nuestra fotografía ficticia, deberás de compensar la falta de luz
producto de cerrar el diafragma, disminuyendo la velocidad de obturación (Pasar
de 1 a 3). De esta forma, no podrás congelar el movimiento pero, ganaras mucha
profundidad de campo, muy útil por ejemplo, en la fotografía de paisajes.

Ahora bien, si quisieras lograr una correcta exposición pero manteniendo el


diafragma muy cerrado de modo de obtener profundidad de campo (f/16) y, al
mismo tiempo, utilizar una velocidad de 1/100, la única manera para que puedas
lograr una correcta exposición es aumentando la sensibilidad ISO (ISO 800). La
línea roja marca la nueva correcta exposición. (Pasar de 1 a 5).

Por el contrario, si con los mismos valores, desearas además utilizar una
sensibilidad ISO muy baja, lo único que lograras es una fotografía sub expuesta
(Pasar de 1 a 4).

Izquierda: ISO 1600 | Derecha: ISO 400


¿Qué sensibilidad usar?
La tendencia a mantener la sensibilidad ISO lo más baja posible, es solo eso, una
tendencia. Recuerda que la luz variará de una escena a otra por lo que, en cada
una de ellas, deberás de realizar una buena medición y ajustar el valor ISO para
que puedas obtener la fotografía que estás buscando.

Forzar una fotografía a utilizar una sensibilidad ISO muy baja, solo provocará que,
al sub o sobre exponer tus fotos, al momento de editarlas termines por introducir
aún más ruido que si hubieras ajustado un poco más alto el ISO. La clave para
combatir el ruido es una correcta medición y exposición. ¡Nunca lo olvides!
El ruido no es todo
Consejos para usar el ISO correctamente en tus fotografías
Ahora que ya has leído toda la teoría al respecto de la sensibilidad ISO, o bien
toda la que puede llegar a interesarte en este momento de tu vida como fotógrafo,
repasemos algunos trucos y consejos que te serán de mucha utilidad para llevar
todo lo aprendido a la práctica:

1. El ISO al mínimo posible: siempre intenta utilizar la sensibilidad ISO mínima


posible, es decir, aquella que te permita tomar la fotografía que estás buscando y de
acuerdo a la iluminación presente que te permita una exposición óptima. De este modo,
mediante una correcta exposición y un ISO al mínimo posible, reducirás el ruido
considerablemente.

2. Evalúa todas las variables: antes de disponerte a subir la sensibilidad ISO,


intenta ver de qué manera puedes llegar a evitarlo ajustando las otras dos variables que
definen a la exposición: la profundidad de campo y la velocidad de obturación. No
descartes la utilización de un trípode de ser necesario.

3. No pierdas de vista la exposición: Siempre antes de disparar, recuerda medir


correctamente la luz presente en una escena. Nunca renuncies a exponer correctamente
solo “aumentando la sensibilidad ISO”. Puede parecerte una salida fácil aumentar el ISO,
pero si te tomas el trabajo de exponer correctamente, la calidad de tus fotos aumentará
considerablemente.

4. No le temas al ruido: por más que trabajes para intentar minimizarlo no temas al
ruido. En muchas situaciones te será imposible eliminarlo ya sea por la cámara que estés
utilizando o por la escasa luz del ambiente. Nunca dejes de tomar una fotografía, aunque
el ruido sea más de lo que quisieras, después de todo, en última instancia, podrás
reducirlo luego con algún programa de edición en el ordenador.

5. Siempre dispara en RAW: como acabo de comentarte, siempre podrás intentar


reducir el ruido de tus fotografías utilizando algún programa de edición. Obtendrás mucho
mejores resultados si trabajas directamente sobre los negativos digitales que si lo haces
sobre el Jpg. El formato RAW guarda mucha más información ya que no está comprimido,
lo que te permitirá recuperar muchísima más información que en Jpg. Puedes revisar
todas las ventajas de disparar en RAW en el siguiente artículo: “7 Pruebas Gráficas de las
Bondades de disparar en RAW”.

6. No utilices el AUTO ISO: si bien casi todas las cámaras permiten configurar la
opción de selección de ISO automático, no te recomiendo que lo utilices por dos motivos:
el primero, porque tu cámara nunca tomará mejores decisiones que tú a la hora de elegir
la mejor configuración posible y segundo, porque las cámaras están configuradas para
medir la luz como si todo en la escena fuera gris neutro (un promedio de tonos claros y
oscuros) por lo que al medir la sensibilidad a utilizar, también lo hará en promedio y en la
mayoría de los casos termina por desperdiciar mucho potencial de tu sensor para capturar
todos los tonos que es capaz, tanto oscuros como claros.

7. Nunca sub expongas: como te comente anteriormente, es preferible elevar la


sensibilidad ISO y generar un poco más de ruido que utilizar un ISO más bajo y luego
corregir la exposición en el ordenador. Por más buenos que sean los programas de
edición, siempre generaran ruido si la toma no ha sido correctamente expuesta, por ello,
expone correctamente y siempre hacia los tonos más claros.

8. Define tu tolerancia al ruido (y la de tu cámara): más allá de toda la información


que puedas obtener leyendo este articulo y otros artículos publicados a lo largo y ancho
de Internet, el que define el ISO óptimo eres tú. Debes de plantearte dos cosas: ¿Cuál es
el ruido máximo que estás dispuesto a tolerar? y ¿Conoces cómo trabaja tu cámara a
distintas sensibilidades? La clave para dominar la sensibilidad ISO la tienes tu: realiza
todas las pruebas posibles con tu cámara de modo de que conozcas como trabaja y como
procesa el ruido. Una vez hecho esto, estarás en condiciones de conocer cuál es el ISO
óptimo con el cual intentaras trabajar en cada una de tus tomas.

El ruido lo defines tú
Como siempre, la clave de todo en fotografía eres tú: tú tomas las decisiones, tú
planeas las tomas, tú defines la composición, defines que es lo tolerable y que no.
Tú eres el dueño de tu propia creatividad. La clave del éxito en la fotografía,
siempre eres tú.

Para terminar, derribemos un mito:


No creas que porque el sensor de tu cámara es pequeño, no podrás obtener
fotografías espectaculares sin mucho ruido. Los sensores pequeños no son más
ruidosos, o si, pero no porque no sean capaces de lograr fotografías sin ruido sino
porque la sensibilidad ISO que el fabricante les asigna en realidad no es tal.

¿Qué quiero decir con esto? Recuerdas que te comente que el ISO era un
estándar, bueno, todas las cámaras sin importar su tamaño y tipo de sensor
trabajan con el mismo estándar a pesar de que no es válido: comparar el ISO 800
de una cámara Full Frame con el ISO 800 de una cámara con sensor APS-C es
tan válido como comparar peras con bananas.

“Los sensores pequeños tienen un nivel de ruido similar a uno más grande ante la
misma cantidad de luz”

Hagamos unos cálculos:

El factor de recorte de un sensor APS-C Nikon por ejemplo es de 1.5 respecto de


su par Full Frame. Es decir, que el sensor Full Frame Nikon es 1.5 veces más
grande que en una cámara APS-C. Este factor de recorte es muy conocido ya que
se aplica generalmente para calcular la distancia focal efectiva de un objetivo.

Un objetivo de 200mm en una Full Frame, equivale a una distancia focal efectiva
en una cámara Nikon con un sensor de tamaño APS-C de 300 mm (200*1.5=300).

Ahora bien, este factor de recorte, no solo hay que utilizarlo para calcular la
distancia focal equivalente sino que además, hay que utilizarlo para calcular
también, la sensibilidad ISO efectiva equivalente.

Una sensibilidad ISO de 800 en una Full Frame Nikon, equivale a un ISO de 350
en una APS-C. Si tomas una fotografía tanto en una Full Frame como en una APS-
C con dichos valores de ISO configurados, el nivel de ruido será el mismo ante
una misma cantidad de luz en la escena.

ISO en APS-C * Factor de recorte (1.5) ²

Comparar el ISO 800 de una Full Frame que es el estándar contra un ISO 800 de
una APS-C es literalmente comprar peras con manzanas.

A igual cantidad de luz y utilizando sensibilidades ISO equivalentes, no importa el


tamaño del sensor, la cantidad de ruido será la misma. Es por ello que los
sensores más pequeños parecen más ruidosos, aunque en realidad no lo son,
solo que la sensibilidad ISO de una y otra debe ser convertida para ser
comparable.
Cuidado con los estándares a la hora de comparar valores entre
cámaras
Si has llegado hasta aquí acabas de leer más de 3000 palabras sobre cómo usar
el ISO correctamente. Enhorabuena, valiente Espero que este tutorial te

haya resultado útil. Como siempre, la mejor manera de ayudarme a seguir


escribiendo es difundiendo este artículo por tus redes sociales, así otros amigos
podrán sacarle provecho también.

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