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Entrevista con la Dra. G.

Prata *

T. SUAREZ

T. SUAREZ. -Cuando llegué al Office go al Office médico pedagogique de Lau­


médico pedagogique de Lausanne 1962, sanne, formando parte del equipo de la
como un mito había quedado incorporado Dra. Odette MASSON. Mi trabajo con las
a la vida de la institución: el paso por ella familias de niños psicóticos resultaba más
de una psiquiatra italiana que obtenía éxi­ satisfactorio que las terapias individuales
tos increíbles en el tratamiento individual con ellos, pero me faltaba una teoría para
y familiar de niños psicóticos, éxitos que elaborar mi método terapéutico. Yo hacía
parecían incomprensibles dentro del mo­ mi formación psicoanalítica en Suiza, iba
delo psicoanalítico en vigor en el Office. a los congresos de Terapia familiar que
Aprovecho mi estancia en Milán para pre­ Mara SELVINI organizaba en Italia, con Ac­
guntarle a la Dra. Prata cuál ha sido su KERMAN, LAING y, en cierto momento lle­
trayectoria profesional hasta llegar a su gué a la conclusión que lo mejor era ir a
trabajo sistémico actual. buscar «la teoría a los Estados Unidos».
Fue un viaje de siete meses básicamente
G. PRATA.-Obtuve mi diploma en
inútil, porque no encontré una teoría pura
medicina en Milán con una tesis sobre la
y rigurosa como el psicoanálisis: no la en­
esquizofrenia, porque mi interés se dirigía
contré porque no existía. Cuando regresé
ya hacia la psiquiatría y más en concreto
a Milán, en 1971, SELVINI me invitó a en­
hacia la esquizofrenia. El Dr. de la Clínica
trar en su equipo, a abandonar radical­
Universitaria tenía una orientación organi­
mente el modelo psicoanalítico y a inten­
cista, pero mis jefes directos eran psico­
tar inventar nosotros esta famosa teoría;
analistas, gracias a lo cual no tuve después
las bases teóricas que nos dimos eran
el problema de liberarme del «marco orga­
«LA TEORIA GENERAL DE LOS SISTE­
nicista». En Suiza, en «Les Rives de Pran­
MAS», de VON BERTALANFFY y los artícu­
gins», empecé a realizar terapias de gru­
los de Gregory BATESON. La «Teoría de la
pos y familiares tratando casos de adoles­
Comunicación Humana», de WATZLA­
centes psicóticos con M. A. WOODBURY,
WICK nos ha sido muy útil al comienzo.
un psiquiatra franco-americano que utili­
zaba el modelo psicoanalítico, pero con
- Cuando se hace referencia a vuestro
un cierto abordaje pragmático. Pasé lue­
trabajo se habla del equipo de Milán, pero
(*) Giuliana Prata, es co-directora del Nuovo
el equipo ha ido cambiando a lo largo de
Centro per lo Studio della Famiglia, Viale Vittorio estos años. ¿Puedes hablarnos de esta
Veneto 12, 20124 Milano. Italia. evolución?

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-Al principio el equipo estaba formado de cuál iba a ser nuestra metodología y el
por ocho personas, trabajábamos con fa­ trabajar así nos daba seguridad y más di­
milias siguiendo una orientación psicoa­ namismo. Al adquirir más experiencia, y
nall'tica, parecida a la Borszomenyi Nagy. sobre todo a partir del momento en que
No se trataba de un método psicoanali'ti­ empezamos a trabajar con hipótesis, tra­
ca puro, ya que por aquel entonces MARA bajar dos terapeutas con la familia nos
había estado ya en USA, había detenido creaba más inconvenientes que ventajas:
el trabajo durante dos años para estudiar ya antes de separarse. el equipo comenza­
y profundizar el modelo sistémico. A fines mos a trabajar con un solo terapeuta di­
de 1971, MARA nos preguntó quiénes es­ recto con la familia y tres supervisores,
tábamos de acuerdo en abandonar com­ para evitar la confusión que produce
pletamente lo que estábamos haciendo cuando los terapeutas directos siguen a la
para inventar algo nuevo, ya que lo que entrevista hipótesis. La existencia de tres
hacíamos hasta entonces no nos resulta­ supervisores complicaba las discusiones:
ba plenamente satisfactorio. por ello hemos creado un método mucho
más sencillo, un equipo con un terapeuta
directo y un terapeuta supervisor, funcio­
nando como un cerebro único. En caso
-¿No era satisfactorio desde el punto
de desacuerdo entre ambos, es el tera­
de vista técnico o de la conceptualiza­
peuta directo quien tiene la última pala­
ción? bra: él está con la familia y, por tanto, es­
tá sintiendo también «sus tripas», es por
- En ninguno de los dos sentidos, ni
ello capaz de percibir mejor que algo es
cll'nico ni teórico, BOSCOLO, CECCIN y yo
inadecuado para la familia que el supervi­
estuvimos de acuerdo con MARA en esta
sor; quien detrás del espejo capta peor el
búsqueda de un nuevo modelo, porque a
ambiente efectivo de la entrevista.
pesar de ser todos psicoanalistas, no es­
tábamos satisfechos con los resultados
obtenidos con nuestro método psicoana­ -En vuestro libro ((Paradoja y Contra­
lítico. Al principio WATZLAWICK venía de paradoja)) formulais la idea de que el tra­
vez en cuando, nos daba cierta seguridad bajar en parejas heterosexuales ponía al
hablar con alguien que formaba parte del equipo al abrigo de visiones impregnadas
equipo de Palo Alto, algo así como la con­ de patrones socio-culturales. ¿Cómo so­
firmación de estar en una línea sistémica.
lucionáis en la actualidad este problema
Discutimos más de teoría que de técnica, siendo las dos terapeutas del equipo mu­
y en nuestro tercer encuentro consideró jeres?
que nuestra reflexión era lo suficiente­
mente madura como para continuar el ca­ - Lo que afirmamos en «Paradoja y
mino por nosotros mismos. Contraparadoja» sigue siendo válido, el
riesgo de ser atrapados por patrones
socio-culturales a favor de uno u otro
-A partir de 1979, el equipo se separó miembro de la pareja existe. Actualmen­
en dos partes: BOSCOL O y CECCIN se dedi­ te, es el supervisor quien se da cuenta de
caron a partir de entonces al Training, y en qué momentos el terapeuta directo cae
MARA Y tú a la investigación. ¿Ha cambia­ en la trampa de la seducción de uno de
do esto el modo de trabajar del equipo? los miembros de la pareja y no necesaria­
mente el de su mismo sexo. En ese mo­
-Al principio hemos trabajado una pa­ mento llama al terapeuta directo para ad­
reja de terapeutas de distinto sexo con la vertirle de la maniobra de la pareja. He­
familia y otra detrás del espejo. Era el mo­ mos pensado si el hecho de que los cua­
mento en que aún no estábamos seguros tro miembros del equipo estuviésemos

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psicoanalizados, fuésemos incluso psi­ tuales y prescripciones ritualizadas, ya


coanalistas, ha jugado un papel en el sen­ que nos dimos cuenta de que cuanto más
tido de ayudarnos a ser menos proyecti­ complicados y rígidos son los juegos que
vos con las familias. No estoy segura de toman posesión de una familia, menos
que un psicoanálisis personal sea indis­ eficaces son las palabras. Uno no sabe
pensable; de hecho, la gente que hace su nunca de antemano por dónde irá ni qué
formación actualmente en Milán no ha instrumentos le serán útiles en la selva de
hecho un psicoanálisis. Se trata más bien la investigación. «Caminante, no hay ca­
del problema de tener o no tener una for­ mino; se hace camino al andar». Al princi­
mación. pio uno no tiene un método, sino que lo
inventa al ir andando. Así, en mayo de
1979, SELVINI y yo hemos intentado una
- ¿Qué momentos importantes piensas intervención terapéutica que se ha trans­
tú que ha habido en la reflexión del equi­ formado también en nuestro principal ins­
po a lo largo de estos años? trumento de investigación. Ya sabíamos
que la acción es más eficaz que la pala­
- Creo que una de las cosas importan­
bra, y por eso con nuestro nuevo método
tes ha sido el descubrimiento de la conno­
al final de la segunda sesión, nos despedi­
tación positiva. Al principio pensamos
mos definitivamente de los hijos e invita­
que era sólo algo que nos permitía entrar
mos a la sesión siguiente sólo a los pa­
en las familias y sólo más tarde valoramos
dres: las prescripciones invariables están
toda la importancia que tenía como ins­
basadas en el secreto entre los padres y
trumento terapéutico. Actualmente se­
los terapeutas, considerando a aquéllos, a
guimos empleándola, pero al haberse
partir del momento de la aceptación de
transformado en una especie de segunda
este contrato secreto, como informado­
piel para nosotras, ya no hablamos de
ella. res y coterapeutas en el tratamiento de
sus hijos.
Otro paso destacado ha sido cuando
Estas prescripciones se han revelado
hemos empezado a dar importancia a la
más eficaces que las intervenciones que
conducción de la sesión, a partir de «Hi­
hacíamos anteriormente para el trata­
potetización, circularidad y neutralidad».
miento de «grupos naturales con
Finalmente, el trabajo con la prescrip­ historia», en los que se manifiestan sínto­
ción y el secreto, cuya primera presenta­ mas psicóticos, anoréxicos u otros sínto­
ción fue en las Jornadas de Lyon de 1980. mas graves. Utilizamos todavía las para­
dojas como instrumentos de «interven­
ción precoz», durante la sesión para hacer
- A lo largo de estos años se ha cono­ saltar las cartas del juego y sacarle infor­
cido a vuestro equipo por nombres distin­ mación a la familia. A lo largo de nuestra
tos: Habéis pasado de ser los ((paradóji­ evolución hemos ido añadiendo a nuestro
cos» a ser actualmente (dos terapeutas de inventario armamentístico instrumentos
las prescripciones invariables». ¿Cuál es terapéuticos cada vez más eficaces y
tu posición en torno a los instrumentos abandonamos, o bien utilizamos sólo en
terapéuticos que habéis empleado en las situaciones menos graves, los instrumen­
diferentes etapas? tos más livianos. Te pongo un ejemplo sa­
cado de la medicina: en el tratamiento de
- Durante años hemos utilizado la tuberculosis se ha pasado de las sales
contra-dobles vínculos y contra-parado­ de oro a las sulfamidas, y finalmente a la
jas como en la conclusión de las sesiones. estreptomicina, debido a que la estrepto­
Unas veces se revelaban eficaces y otras micina ha resultado infinitamente más efi­
no. Por eso comenzamos a prescribir ri­ caz que los medicamentos precedentes.

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Ahora, me parece absurdo que las dife­ será el sistema mental que se va a crear
rentes escuelas de T. F. se peleen entre cuando familia y terapeuta se encuentran
ellas a golpes de estadísticas, puesto que por primera vez. Al final de la primera se­
el problema de la curación de la esquizo­ sión, dejamos en casa a los cohabitantes
frenia, por ejemplo, no ha llegado ni de le­ y a los miembros de la familia extensa, y
jos al nivel estadístico de la curación de la convocamos a la segunda sesión sólo a la
tuberculosis. La meta es conseguir un familia nuclear. Con ésta, y antes de pro­
método que sea tan eficaz y duradero pa­ nunciarnos acerca de una indicación o no
ra la esquizofrenia como lo es la estrepto­ de terapia familiar, testamos las motiva­
micina para la tuberculosis. Frente a los ciones de cada uno de los miembros para
otros «médicos» nuestras disputas estéri­ realizarla. Decidir si hayo no una indica­
les nos han hecho perder el prestigio que ción de terapia familiar no· es fácil. Las
los pioneros de la Terapia Familiar nos ha­ dos primeras sesiones deben cumplir dife­
bían dejado como herencia. rentes objetivos: informar a la familia al
pedirle informaciones, seducir intelectual­
Yo pienso que nuestras prescripciones mente a los miembros de la familia que
actuales nos hacen dar un paso adelante, serán despachados definitivamente al fi­
sobre todo en la comprensión de los jue­ nal de la segunda sesión, investigar la re­
gos humanos. lación padres-hijos, testar las motivacio­
nes, delimitar la familia nuclear y restable­
cer la jerarquía en el interior de la familia.
- Personalmente he vivido la compleji­ La tarea que tenemos es cambiar el juego
dad de vuestro nuevo método, ya que si­ mostrando respetar la homeostasis o,
go la investigación de Milán desde hace cuando nos parece más eficaz, introducir
años, pero pienso que puede haber «cole­ la crisis haciendo saltar la homeostasis rí­
gas simplificadores)) que consideran gida: depende.
vuestras prescripciones invariables como
«una misma dosis igual para todos)), lo
cual evitará, por tanto, el pensar y el ha­ - Ustedes hacen diez sesiones con un
cer hipótesis; pero, evidentemente, no se intervalo mínimo de un mes. De acuerdo.
pueden separar la forma en que se han ¿ Pero qué pasa si en la décima sesión se
conducido las sesiones y la eficacia de las enteran de que el P.D., por ejemplo un ni­
prescripciones. ño psicótico, se ha mejorado mucho pero
tiene todavía problemas?
- Sí, claro, tú sabes que en nuestro
método de trabajo implicamos a toda la - Añadir sesiones no es una solución sa­
familia, incluyendo frecuentemente a las tisfactoria, porque es la prueba de que no
familias extensas. Cuando una familia vie­ hemos comprendido' a tiempo el juego,
ne por primera vez nadie sabe qué tipo de las maniobras y el ritmo de la familia. La
relación se va a establecer entre terapeuta cuestión es que cuanto más rígido es el
y familia, y si está indicado o no hacer una sistema familiar, más tiempo necesita pa­
terapia familiar. Si la ficha telefónica es ri­ ra ajustarse al cambio y aceptar su propia
ca en informaciones, podemos hacer ya evolución. Entran en función las antenas
hipótesis a propósito del juego familiar y que señalan «riesgo de ruptura». Así, a
entrar en la primera sesión con un progra­ veces se asiste al «síndrome de la décima
ma claro y detallado, pero nunca sabe­ sesión»: Los padres vienen y señalan que
mos de antemano la respuesta de la fami­ hay una regresión del P.D.: todo iba bien,
lia. Las hay que parecen motivadas al te­ pero ahora, inexplicablemente, reapare­
léfono y que se muestran en la entrevista cen síntomai desaparecidos hace largo
reticentes y parcas en dar información: tiempo. Eso ocurre cuando nos hemos
nunca puede saberse previamente cómo acordado con demasiada rapidez al fin del

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contrato de diez sesiones «como máxi­ del contrato. Si éste no está acabado o
mo» y lo que hacemos es darle tiempo a la añadir una nueva sesión, pero no antes de
familia. Es posible que los progresos ha­ seis meses o un año.
yan sido demasiado rápidos para ese sis­
tema familiar, y todos tienen que habi­
tuarse a una situación que cambia. Así,
con sorpresa pero también con alivio de -¿Qué haces en el caso de que la fami­
los padres, fijamos la novena sesión para lia no se halle motivada para hacer una te­
dentro de un año y la décima sesión otro rapia, aún cuando por los problemas que
año después, decimos a los padres­ presenta aparentemente la necesite?
coterapeutas que ellos han trabajado muy
bien y han conseguido un cierto progre­ - Hay que hacer determinados casos
so: ahora saben cómo pueden trabajar so­ antes de la sesión, así como durante y al
los y sabe cuál es la trayectoria de la tera­ final de ésta. Ante todo hay que evitar
pia. Su hijo necesita cierto tiempo, y ellos siempre las trampas de «la urgencia» y de
también necesitan un poco de respiro. «Si la recomendación. Hasta con pacientes
el hijo hace otra crisis, no pierdan el tiem­ anoréxicos graves es un error darles la se­
po en llamarnos: desaparezcan de la casa sión dentro de la misma semana. Son fa­
por el tiempo más largo que puedan. Na­ milias de jugadores que no perdonan al
turalmente, nosotras estamos aquí, y si especialista una «entrada en juego» tan
están demasiado angustiados o tienen burda. Si se ha hecho así, vienen a con­
problemas pueden llamarnos, pero la pró­
sulta comunicando por todos los medios
xima sesión será dentro de un año el día
al terapeuta que vienen por él, porque evi­
tal a la hora tal». Así les damos una gran
dentemente les necesita como clientes.
prueba de confianza, les atribuimos a
ellos el mérito del progreso porque han te­ Sería una descalificación del terapeuta y
nido el coraje para cumplir con todas las del contexto terapéutico que no permite
prescripciones perfectamente y sobre to­ luego llegar a ningún fin. Supongamos
do no los empujamos en absoluto a ir más que hemos hecho todo correctamente,
deprisa. Sabemos que los mensajes de ir pero la familia no colabora, no se muestra
al relentí se los dan los padres al hijo y el motivada. No tomo este comportamiento
hijo está perfectamente de acuerdo por­ como algo personal, porque no lo es: la
que ya han perdido bastante de su poder familia, ciertamente ha de tener sus moti­
patológico. vos. Por ello, trato de averiguar si alguien
los ha empujado a venir y si no encuentro
Naturalmente, esto sirve cuando se ha
nada, como conclusión de la sesión les
trabajado bien y no se ha «perdido el
aconsejo pensarlo mejor y aplazo para
autobús» al comienzo. Si no se ha com­
otro momento la decisión. Les digo, por
prendido el juego y no se ha roto ninguna
regla fundamental, añadir sesiones o dar­ ejemplo, que la terapia es demasiado peli­
les una pausa larga no sirve de mucho. grosa porque si el paciente identificado
Nosotras tenemos la gran suerte de estar deja sus síntomas, la familia puede entrar
haciendo una investigación y de ser, sin en una situación de malestar peor que la
duda, «inventivas». Así, cuando regresan situación en la que vive actualmente. Si
un año después, con las experiencias he­ de repente la familia se muestra motivada
chas con las otras familias tal vez com­ para esta terapia y pide hacerla a pesar de
prendemos el juego «oscuro» de esta fa­ los riesgos, yo insisto en negarla, dicien­
milia. Creo que no hay que dejarse mani­ do que tienen que reflexionar bien y que si
pular por los mensajes analógicos y ver­ lo desean puedo volver a verlos dentro de
bales de catástrofe, nI entrar en estado de tres-seis meses para una nueva evalua­
pánico. Se debe fijar la siguiente sesión ción de la situación.

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-¿Por qué dices que la urgencia no «anoréxica» empieza su huelga de ham­


existe y que siempre es una trampa para bre. La aparición de los síntomas permite
el terapeuta familiar? buscar directamente por parte de quién se
jugó a la paciente designada una mala pa­
- También lo es para el terapeuta indi­ sada y también cómo y cuándo ocurrió
vidual. Lo digo porque en Psiquiatría el esto. Creo, pues, que la huelga de ham­
objeto de nuestro trabajo no son «enfer­ bre es una contrajugada tan cruel yobtu­
medades», sino «juegos». Puede ser difí­ sa como la jugada de los padres, de la
cil creerlo, pero es así. El objeto del traba­ hermana predilecta ...
jo de los cardiólogos, de los cirujanos, si
son «enfermedades», pero en el nuestro Si insisten al teléfono diciendo que es
no es así. Nuestro objeto son los juegos urgente, que la hija está a punto de morir,
de este gran jugador y estratega que es el les digo que informen a su hija de la posi­
hombre desde que ve la luz. El problema bilidad de encontrarse con nosotros para
que tenemos es que la mayoría de los pro­ tratar de comprender qué problemas fa­
fesionales que trabajan con «enfermos miliares hay, así como los eventuales ma­
mentales» están convencidos todavía de lentendidos entre los miembros de la fa­
que a las etiquetas nosográficas corres­ milia que han provocado este malestar. Si
ponden «enfermedades». La vieja noso­ le interesa este coloquio, debe tratar de
grafía sólo es útil en tanto que estamos estar en condiciones de ser transportada
faltos de un instrumento lingüístico más y participar activamente el día de la cita.
adecuado y por todos conocido que nos Si necesita una hospitalización, no tengo
sirva para entendernos rápidamente hasta nada en contra, es algo que deben decidir
con los suecos y los chinos. Cuando digo con el médico que la está tratando. Es de
«esta es una familia con una paciente esperar que la clínica le dé permiso para
anoréxica», lo que quiero decir en reali­ venir a la sesión. Si no está en condicio­
dad es: «esta es una familia que juega a la nes de ser transportada o si se ha muerto,
anorexia», así como podría decir «a la es­ les ruego me llamen para anular la cita.
quizofrenia» o «a la depresión». Cuando Nunca los padres reaccionan como los
viene la familia y sé que «la anoréxica» es­ colegas, que no son «jugadores» y me en­
tá haciendo una huelga de hambre para cuentran cruel. Tanto si son los padres
vengarse de alguien, los síntomas siem­ como si es el paciente designado con
pre son los mismos y, por tanto, no me in­ quien hablo, aceptan la cita, porque ellos
teresan. Me interesa saber cuándo empe­ sí son jugadores y saben reconocer a otro
zaron para ir a buscar directamente quién, jugador. La anorexia suele venir con el as­
cómo y cuándo le ha jugado a la paciente pecto de una momia, pero viene.
designada una mala pasada. Si la familia
invoca un fracaso escolar o laboral, no
son en sí mismos la causa determinante - Si no existe la enfermedad mental,
de la crisis. Ninguna adolescente se vuel­ ¿qué son para ti el diagnóstico y el trata­
ve «anoréxica» si a su fracaso no le co­ miento? ¿Es correcto que sigamos em­
rresponde algo así como una caída verti­ pleando estos términos?
cal de sus «acciones» en la familia. Sobre
todo, si su fracaso coincide con el éxito - No, no es correcto; sólo los utiliza­
brillante de un hermano. Por ejemplo, el mos a falta de términos más adecuados.
padre, de quien creía ser la preferida, la No hay nada satisfactorio en este mo­
deja de lado y muestra claramente preferir mento porque estamos en una fase de
él también a su hermana, la predilecta de transición: es algo perfectamente ilógico
su madre. Así, no por haber fracasado en que un grupo de jugadores vaya al médi­
la escuela sino por encontrarse traiciona­ co para que les libere de un juego en el
da y aislada como «Juan Sin Tierra», la cual todos creen que si lo dejan ahora van

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a perder demasiado. Sería una bonita re­ dejar el campo en cualquier momento,
volución el decir a la familia <des vaya dar pero si ha perdido todas las fichas que te­
la dirección de un especialista de juegos nía y los préstamos que otro jugador le hi­
humanos». No en comportamientos, en zo, no va a abandonar el campo cuando
anorexia, etc., simplemente «en juegos está lleno de deudas: espera una revan­
humanos». Hasta este momento el diag­ cha, que le permita, si no ganar, por lo
nóstico es para mí la definición que dio el menos disminuir sus pérdidas. Así son 105
derivante de la manera de jugar y la tomo jugadores con que nosotros encontramos
como una de las informaciones que pon­ a la hora de hacer un tratamiento.
go en mi ficha. Si es un profesional serio,
la tomo como una información interesan­
te. Si es un organicista encarnizado, sé ya
-¿Qué piensas tú de los nuevos episte­
que la familia llegará con toda clase de
mólogos estadounidenses?
exámenes de laboratorio y bien reforzada,'
en su manera de pensar, lineal y además - Pienso que no sirve mucho toda esta
organicista. Pero afortunadamente los epistemología construida por ellos en el
exámenes de los «enfermos mentales» vacío. El más divertido de todos es Paul
casi siempre son negativos o contradicto­ DELL, que vino al «Centro» y apareció po­
rios. Tan contradictorios como el hecho' co después'en el último congreso de Zu­
de que un médico organicista nos mande rich como un pistolero, disparando contra
estos pacientes a nosotros y no al hospi­ todos los conceptos tales como homeos­
tal. Tendríamos que llamarles clientes, tasis, resistencia y otros del mismo cali­
para empezar a quitarles esta etiqueta de bre, que a nosotros los clínicos nos sirven
enfermos. todavía. Después de matarlos, DELL sacó
estos «cadáveres exquisitos» de la tumba
El tratamiento farmacológico que ha­ y los presentó cinco minutos más tarde
cen cuando vienen lo tomo también como llamándolos con apellidos distintos inven­
una información, porque Haloperidol es tados por él. Es un ejemplo evidente de lo
sinónimo de psicosis, Anafranil de depre­ que son estos epistemólogos.
sión y Suminal de epilepsia. Estos «sinó­
nimos», al parecer, no han tenido éxito en
curar al paciente, así que los envían a los - Entonces, ¿cuáles son para ustedes y
terapeutas de familia, especializados en para nosotros ((Les maitres á pensef) para
relaciones. la lectura, tanto de los grandes como de
los pequeños sistemas?
Yo creo que no hay rama de la medici­
na tan confusa y oscura como la psiquia­ -Son Gregory BATESON, lIya PRIGOGI­
tría. Por eso tenemos que ser rigurosos. NE, Edgar MORII\I, LE MOIGNE Y CROSIER
Hay más terapeutas que clientes, por lo fundamentalmente. Como ves son todos
cual hay una búsqueda frenética de estos europeos. SELVINI tuvo siempre una esti­
clientes, una competencia no para ver ma y una admiración particular por BATE­
quién lo hace mejor, sino quién cogerá SON Y es una de las pocas personas a las
más casos. que BATESON contestó. SELVINI guarda
como una reliquia la carta que él le mandó
Entretanto, hablamos de terapia de fa­ desde Esalen. BATESON hizo esta pregun­
milia, pero quede claro que lo entende­ ta: «¿Qué hacen ustedes con el tiempo?».
mos sólo como la búsqueda de un alivio, MARA le contestó dándole una respuesta
dentro de una situación de malestar que que la dejó insatisfecha. Ya habíamos es­
sufren por el hecho de ser prisioneros de tablecido el ritmo de una sesión por mes
juegos molestos que no les dejan escapar. que, por los resultados clínicos, nos pare­
Un jugador de baccara, en teoría, puede cía el intervalo óptimo entre sesión y se­

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sión, pero SELVINI quería resolver el pro­ nales. Se olvidan de «Por qué un largo in­
blema del tiempo desde un punto de vista tervalo» y piensan en su bolsillo. SELVII\l1 y
teórico, y en 1980 publicó «¿Por qué un yo hemos inaugurado en 1982 el «Nuovo
largo intervalo entre las sesiones?». Es un Centro» de investigación, y lo hemos
artículo fundamental, sistémico y claro. inaugurado por razones evidentes, el día
Los terapeutas de familia lo han leído y lo de S. Francisco de Asís.
han puesto en un cajón para hacer como
si no existiese. Así pueden continuar sin - Con este sugestivo comentario des­
remordimientos de conciencia dando a las pedimos a la Dra. PRATA hasta su próxima
familias una serie de inútiles citas sema- venida a España.

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