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contralinea.com.mx/archivo-revista/2018/06/22/elecciones-militarizadas/
México llega a su proceso electoral con una cantidad de militares desplegados por el
territorio nacional como no se veía desde la época de la Revolución. En 2018, el Ejército
Mexicano despliega 54 mil 980 efectivos de tropa por todo el país. El número es mayor al
que desplegó incluso Felipe Calderón en el fragor de su “guerra” contra el narcotráfico.
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donde podría ganar un candidato distinto al de los partidos Revolucionario Institucional
(PRI) y Acción Nacional (PAN), los militares mexicanos están fuera de sus cuarteles en un
número superior al de cualquier periodo posterior a 1930.
La militarización del país inició con un concierto de los poderes Ejecutivo, Legislativo y
Judicial para otorgarle a las Fuerzas Armadas facultades para inmiscuirse en asuntos de
seguridad pública. Desde mediados de la década de 1990, y luego de la insurgencia del
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), del Ejército Popular Revolucionario
(EPR) y de otras expresiones armadas, los civiles que gobiernan decidieron abrir la puerta
a los militares con el pretexto de acabar con el narcotráfico.
Poco han dicho, de manera clara, los candidatos a la Presidencia acerca de lo que harán
con las Fuerzas Armadas una vez que se sienten en la silla del águila. Queda claro que el
priísmo (José Antonio Meade) y el panismo (Ricardo Anaya), impulsores de una Ley de
Seguridad Interior, no variarán un ápice en la ruta “recomendada” desde Estados Unidos:
profundizar la militarización. Es decir, seguir alimentando el miedo y la inseguridad para
justificar el despliegue de tropas a lo largo de la República.
Del lado del candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel
López Obrador, hay posiciones ambiguas. Lo cierto es que ha dicho que enfrentará al
crimen organizado con otra estrategia, pero de manera contundente no ha señalado que
las tropas regresarán a los cuarteles ni en cuánto tiempo.
Durante el último año del foxismo, el despliegue militar general fue de 32 mil 74 elementos.
Zedillo, 6 años antes, había dejado el despliegue de tropas en 30 mil 991: un incremento
paulatino de efectivos castrenses fuera de sus cuarteles.
El explosivo fue el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa. El creador de la “guerra”
contra el narcotráfico sacó a las calles hasta 20 mil soldados más. De acuerdo con el
documento emitido por la Sedena, los soldados desplegados en 2006 fueron 37 mil 253;
en 2007, 45 mil; otros 45 mil 106 en 2008; para 2009, 48 mil 648; en 2010, 49 mil 760; en
2011, 52 mil 690 (el mayor número del sexenio), y 49 mil 650 efectivos desplegados en
2012.
Durante 2008, ya a todo vapor la “guerra” contra el narco, Chihuahua fue el estado con
más efectivos (4 mil 253), seguido de Tamaulipas (2 mil 100). Al año siguiente, Chihuahua
vería más que duplicar su saturación militar: llegó a 9 mil 710 soldados desplegados. Para
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entonces, en el Estado de México fueron desplegados 3 mil 707 efectivos.
Con respecto del sexenio iniciado por el priísta Enrique Peña Nieto el 1 de diciembre de
2012, el despliegue militar se redujo significativamente los primeros años… hasta regresar
y superar al de Felipe Calderón.
En 2013 se desplegaron 34 mil 529 soldados; en 2014, 35 mil 615; para 2015 se llegó a 37
mil 142; en 2016 se desplegaron 51 mil 994; 52 mil 807 en 2017, y, hasta febrero de este
2018 –cuando faltaban 4 meses para las elecciones federales– eran 54 mil 980 los
soldados del Ejército Mexicano en las calles, caminos, carreteras, ciudades y poblados del
país.
Para el sexenio de Peña Nieto, la Sedena no presenta la información a detalle, por entidad
de la República, sino por región militar. Durante el periodo, la Tercera Región Militar (que
incluye a los estados de Sinaloa y Durango) mantuvieron desplegados a 2 mil 977
efectivos en 2013; 3 mil 236 en 2014; 4 mil 697 en 2015; 3 mil 355 en 2016; 5 mil 137 en
2017, y 6 mil 713 en 2018, lo que la convierte, hoy, en la más militarizada.
La Cuarta Región Militar (que integra a Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí) inició,
en 2013, con 9 mil 888 efectivos desplegados; en 2014 eran 8 mil 891; en 2015, 7 mil 541;
en 2016, 5 mil 826; el año pasado, 6 mil 125, y en este 2018 son 6 mil 432.
¿Jugarán algún papel los 54 mil 980 soldados desplegados por todo el territorio nacional
este 1 de julio? Las elecciones están a la vuelta de la esquina. Y los militares están listos.
Zósimo Camacho
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